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Luis Palés Matos Romelia Alarcón Folgar Clara Silva Concha Urquiza Lêdo Ivo Julia Esquivel Osvaldo Pol Adélia Prado Gastón Soublette Jorge Debravo Julio Iraheta Santos Roberto Obregón Tavinho Moura Rebeca Montemayor Javier Sicilia Milton Zárate Luis Gerardo Mármol Bosch
Antología poética religiosa latinoamericana S i g n o s
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REVISTA CRISTIANA DE DIVULGACIÓN Y REFLEXIÓN
No. 53 Septiembre 2009
SIGNOS DE VIDA Segunda época Nº 53 Septiembre 2009 Signos de vida es una revista informativa y de análisis publicada trimestralmente por el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI). Las opiniones expresadas por los autores de los artículos son de su exclusiva responsabilidad y no reflejan necesariamente el punto de vista del Consejo. Prohibida la reproducción total o parcial de los textos e imágenes de esta publicación sin autorización expresa por escrito del Director. Comité Editorial: Dr. Plutarco Bonilla Dra. Susana Cordero Dra. Tirsa Ventura Lic. Leopoldo Cervantes Dr. Luis Rivera Pagán Rev. Nilton Giese Rev. Harold Segura Rev. João Artur Muller da Silva Comité Consultivo: Julio César Holguín Noemí Espinoza Juan Schvindt Samuel Palma Magaly Cunha Elsa Tamez Ulises Muñoz Edelberto Behs Carlos Tamez Lauren Fernández Director: Nilton Giese Dirección Gráfica: Iván Balarezo Pérez
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Romelia Alarcón Folgar
el bordado de dios: las enseñanzas de un proceso de crisis Epístola irreverente a Jesucristo (Fragmento) / 4 Nilton Giese Cuando y
Concha Urquiza ¿Cuándo? / 8
iglesiA: espacio de comunión, fraternidad y diálogo para tiempos polarizados Tony Brun Lêdo Ivo Las iglesias Cristo en Sao Paulo / 10
COSTA RICA: Sergio Talero Cedros de Montes de Oca, de la Marsella 100 metros al Este 1000 San Jose, Costa Rica Teléfono: (506) 2801162 / 2712749 E-mail: claimesoamerica@racsa.co.cr CUBA: Sr. Rodolfo Juárez Calle 14 No. 304 Entre 3era. y 5ta. Avenida Miramar Playa Ciudad Habana, Cuba E-mail: rodolfo@enet.cu Ecuador y otros países: Consejo Latinoamericano de Iglesias - CLAI Departamento de Comunicaciones Inglaterra N32-113 y Mariana de Jesús, Quito Casilla 17-08-8522 Tel./Fax: (593-2) 250-4377/255-3996/252-9933 E-mail: nilton@claiweb.org / rita@claiweb.org
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Julia Esquivel Su bandera sobre mí es amor / Eucaristía / 12 o nome de DeusOsvaldo e a nossa Pol imagem de Deus Hans Alfred Trein Desolación / 13 Nomen
Adélia Prado Guía / 14
Otros Artículos Jorge Debravo
PUERTO RICO: Rvdo. Jorge Zijlstra Calle Espíritu Santo Sur AB-4 Estancia de Río Hondo Bayamon PR 00961 Puerto Rico P.O.BOX 50341 Toa Baja PR 00950 E-mail: jorge@claiweb.org jorge zijlstra@hotmail.com
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Clara Silva Te pregunto, Señor / 6
Gastón Soublette Rostro de hombre / 16
BRASIL: Presb. Darli Alves de Souza Praça Olavo Bilac, 63 Campos Elíseos Sao Paulo-SP Cep. 01 201 050 E-mail: darli@claibrasil.br darli@claiweb.org
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Luis Palés Matos Oración / 2
Coordinación Editorial: Amparo Salazar Chacón
ARGENTINA: Rev. Juan Gattinoni Camacuá 282 1406 Capital Federal/ Bs.As. Argentina Telf. (5411) 46342886 / 46342885 E-mail: hansy@clairp.com.ar
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antología poética religiosa latinoamericana
Corrección de textos: Iván Balarezo Pérez
Dirija su correspondencia a: Signos de Vida Departamento de Comunicaciones CLAI Inglaterra N32-113 y Mariana de Jesús Teléfonos: (5932) 2504377/2529933 Fax: (5932) 2553996 Casilla 17-08-8522 Quito, Ecuador E-mail: nilton@clailweb.org
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Consejos para Cristo al comenzar el año / 18
Moral
Julio Iraheta Santos
La imps/aEl Cristo de los parques / 19 Loca l Roberto Obregón
Resurrección / 20
Teologia orpo
Tavinho Moura Pasión y fe / 22
e terrida
Rebeca Montemayor ¡Perdónalos…! / 23 Javier Sicilia Viernes Santo / 24 Milton Zárate La luz elegida (Viacrucis) (Fragmento) / 26 Luis Gerardo Mármol Bosch Soneto a Cristo crucificado / 28
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Una relación fecunda
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Suscripciones (4 ediciones al año): América Latina USD 15,00 Otros países USD 20,00 Precio Unitario USD 3,00 SUSCRÍBETE EN www.claiweb.org
Apuntes del Director
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a experiencia religiosa y la expresión poética han tenido una fecunda relación en América Latina. En los diferentes niveles y épocas, nunca han faltado poetas que traduzcan el sentir espiritual de nuestras sociedades, pues desde antes de la invasión europea, las comunidades han sabido remontarse de su cotidianidad para abismarse en la búsqueda de lo sagrado. Con la llegada del cristianismo, y sin renunciar a las raíces autóctonas, o mejor dicho, gracias a ellas, la manera de referirse a la religión incorporó una visión propia de las creencias tradicionales, que se han ido transformando en medio de los vaivenes sociopolíticos. Así puede entenderse, por ejemplo, el tratamiento del tema por parte del peruano César Vallejo, uno de los grandes creadores del género de la primera mitad del siglo XX. Justamente, en este periodo de la literatura latinoamericana, dominado en su mayor parte por la narrativa, algunas propuestas cristalizaron, desde la vanguardia, el despegue de una lírica que asumió la situación cultural del continente y produjo textos que consolidaron una visión un tanto atormentada en relación con la fe cristiana. Prueba de ello es la escritura de Ramón López Velarde y Jorge Luis Borges. Y para no desentonar con una práctica de inculturación que en los hechos se ha realizado aun antes de ser objeto de análisis, los mundos negro e indígena han dejado su huella a la hora de cantar la fe (o también la duda) con la fuerza que la poesía es capaz de otorgarle. Luis Palés Matos y Nicolás Guillén, en el Caribe, y Jorge de Lima, Lêdo Ivo o Adélia Prado, en Brasil, y muchísimos textos anónimos, son manifestaciones de una intensa voluntad por encarnar las intuiciones religiosas en formas poéticas de alto impacto. En esa línea, el chileno Gastón Soublette, profundo conocedor de sus raíces culturales autóctonas, ha escrito textos memorables. Los ámbitos católicos y protestantes, a su vez, han tenido sólidos exponentes de una poesía que, sin ser necesariamente confesional, ha sido capaz de transmitir sus creencias, con gran vigor y calidad literaria. La presente muestra poética (adelanto de la reedición de una antología mayor) tiene como común denominador el tema de Cristo, abordado desde las más ópticas más diversas, resultado de una pluralidad cultural muy acentuada y que la literatura siempre acogió con enorme naturalidad. Al redentor se le ve como modelo, anti-héroe, paradigma y paño de lágrimas, además de que se dialoga con él en todos los tonos posibles, con una feroz familiaridad que no vacila, por ejemplo, en reclamarle o darle consejos. Al misticismo de la tradición hispánica, los y las poetas de nuestro continente han agregado un diálogo existencial profundo, pues la alta calidad poética se ha visto acompañada de una notable capacidad para discernir en la problemática social los atisbos de un componente espiritual auténtico. Sin ánimo de excluir los nombres más famosos, aparecen aquí algunas voces que representan algunos de los registros más constantes y renovadores de la poesía latinoamericana. Es el caso de poetas como Romelia Alarcón, Clara Silva y Concha Urquiza, quienes no vacilaron en dirigirse a Jesucristo con un desparpajo en donde el horizonte místico se funde con el atrevimiento de un lenguaje que exige respuestas que la sociedad tradicional, en su momento, no podía ofrecer. El costarricense Jorge Debravo pertenece también a esta noble estirpe. Otra vertiente, trabajada por poetas como Julia Esquivel y Roberto Obregón, no duda en asimilar en un mismo texto, la militancia eclesiástica, social y ecuménica para adaptar las consecuencias del mensaje cristiano a las necesidades actuales. En Obregón resuena, también, la ansiedad revolucionaria mezclada con los resabios de una fe que sigue muy viva, a pesar de su manifestación irónica en apariencia. Tampoco se olvida, claro está, una manera un tanto más tradicional de vivir la fe y escribir poesía, como lo hacen autores como Osvaldo Pol, Javier Sicilia y Milton Zárate, quienes retoman las formas métricas establecidas y vacían en ellas los motivos de su peregrinaje espiritual. Y, al mismo tiempo, desde la cultura popular, cantautores como Tavinho Moura, toman del ambiente la forma en que la gente se sigue apropiando de la fe. Estos y tantos otros tipos de poesía han estado esperando a sus lectores durante largo tiempo. Afortunadamente, Signos de Vida abre ahora sus puertas para que lleguen adonde deben: el corazón y el pensamiento de hombres y mujeres dispuestos a dejarse tocar por la belleza y la reflexión espiritual hondamente arraigada en la contradictoria realidad de todos los días. Leopoldo Cervantes-Ortiz
Escritor invitado
puerto rico luis palés matos
Oración Para que haya pan blanco en nuestra mesa y cada sol realice una promesa. Para que hoy se renueve lo ayer hecho y cada noche sea nuevo el lecho. Para que esté fecunda tu belleza como tu madre la naturaleza. Para que lo que siembren nuestras manos no lo coman orugas ni gusanos. Para que tu velamen de azucena se hinche de amor en la sensual faena. Para que por la concha de tu vientre una harina de perla se concentre, y cuaje, tras recóndito amasijo, en el fruto seráfico del hijo. Para que haya una sábana de armiño y un caballo con alas para el niño.
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Para que haya una aguja laboriosa para la mano de la buena esposa. Para que el hombre en el taller propicio sobreponga la ciencia de su oficio. Y así, por tu favor y nuestro tino, florecerá el hogar sobre el camino, y estará murmurándole al que pasa: —agua fresca, salud. Esta tu casa— Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Amén.
Luis Palés Matos (Puerto Rico, 1898-1959) Nació en Guayama y murió en Santurce a la edad de 61 años. Participó en la política de la Isla, exhibiendo grandes dotes de orador. En la campaña política de 1929 se involucró en el movimiento independista de su país.
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guatemala romelia alarcón folgar
Epístola irreverente a Jesucristo (fragmento) I Cristo, bájate ya de tu cruz y lávate las manos, lava tus rodillas y tu costado, peina tus cabellos, calza tus sandalias y confunde tus pasos con todos los que te buscan por las cordilleras y el mar, por las comarcas, por el aire, por las alambradas de los caminos.
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Tú solucionas cualquier cosa, para Ti todo es fácil y entonces ¿qué esperas? ¿por qué no bajas de tu cruz ahora mismo?, sin parábolas, con batas y sueltos arrecifes vengativos en las manos. Y se llenen los pueblos de hombres liberados y el sol de mediodía, huertos, palomas y rosas de corolas intactas de clarines que anuncien pacíficas mañanas. Cristo, baja ya de tu cruz, donde millares de hombres contigo están crucificados: lava tus manos y sus manos, tus rodillas y sus rodillas, tu costado y el costado de ellos; lava tu frente y la frente de ellos coronada de espinas. Que no prosiga tu martirio inmóvil, muestra tu ira, baja ya de tu cruz, mézclate con los hombres que te aman.
Romelia Alarcón Folgar (Guatemala, 1900-1970) Poeta de original expresión en la lírica femenina guatemalteca. Nació en Cobán, Guatemala, en 1900. Su obra fue saludada con efusión en varios países de América. Murió en 1970.
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uruguay clara silva
Te pregunto, Señor Te pregunto, Señor, ¿es ésta la hora o debo esperar que tu victoria nazca de mi muerte? No soy como tus santas, tus esposas, Teresa, Clara, Catalina, que el Ángel sostiene en vilo sobre la oscuridad de la tierra, mientras tu aliento tempranamente las madura. No soy siquiera como aquellas que te siguen humildes en el quehacer del pan y la casa, pero amamantando tu esperanza sin saber de tus graves decisiones.
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Soy como soy yo misma, la de siempre, con esta muerte diaria y la experiencia triste que guardo en los cajones como cartas; con mi pelo, mi lengua, mis raíces, y el escándalo que hago con tu nombre para oírme; y tu amor que revivo en mí cada mañana, masticando tu cuerpo como un perro su hueso. Y nada me ha cambiado, me derriba en el cuerpo de mi sombra cada acto de amor, cólera o llanto, espadas que me cruzan y te cruzan. De todo lo que fue, de lo que espero, el alma se me quema. Y no fulgura.
Clara Silva (Uruguay, 1905-1976) Nació en Montevideo en 1905. Su personalidad literaria destacó en la poesía, en la prosa narrativa y en la crítica. Pertenece a la notable tradición de poesía femenina de su país.
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méxico concha urquiza
¿Cuándo…? ¿Cuándo, Señor, oh, cuándo, te entregarás por siempre a mi deseo? ¿No basta que me veo a oscuras, suspirando, tras de mi propia vida rastreando? Como cierva ligera, de agudo dardo en el costado herida, gime sin ser oída bramando en ansia fiera tras la dulce, lejana madriguera. Su grito se derrama por los vibrantes ecos dilatado; así cierto he clamado, mi Dios, así te llama el corazón preso en la antigua llama. ¿Qué encanto misterioso —si más que el propio cuerpo estás conmigo, y en leve pan de trigo y en sorbo deleitoso mil veces te me diste por Esposo—;
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¿Qué misterioso arte de mis ávidas manos te desvía? Como el rayo del día tal huyes al tocarte, y sólo puedo verte y desearte. ¿Por qué, si enamorado, la ley esquivas del abrazo ardiente? ¿Por qué la dulce fuente hurtas del bien deseado, dejando labio y corazón burlado? No pueda la pobreza hacerte huir, ni la maldad nativa, si cual de fuente viva de sola tu belleza mana toda virtud y fortaleza. Y más siniestro lazo desenlazaste de mi cuello un día ni el cieno en que yacía fue obstáculo a tu abrazo, ni el miserable amor te fue embarazo.
Concha Urquiza (México, 1910-1945) Nacida en Morelia, Michoacán, en 1910. En 1937 entró en un convento de monjas, de donde se retiró pocos meses después para dedicarse a la enseñanza. Estudió además Derecho y Filosofía. Falleció en Baja California, México, en 1945, en circunstancias extrañas.
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brasil lÊdo ivo
Cristo en São Paulo
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En la noche de Navidad cuando las campanas tocaban vi a Cristo caminando en una calle de São Paulo. Cuando nació era ya un hombre hecho, traía desde su cuna la soledad y la muerte. El viento blanco y frío susurran en secreto: “¡Qué breve es la vida para los hombres y los dioses: un suspiro de Cristo exhalado en la oscuridad!”. Cargando la cruz Jesús iba solo camino del Calvario. Nadie lo acompañaba. Luminoso rumor de una noche de fi esta. Jesús se estremecía. ¡Qué fría era la noche! Y la boca del metro en la neblina devoraba sus pasos. (Versión de Maricela Terán)
L�do Ivo (Brasil, 1924) Poeta, narrador y ensayista nacido en Maceió, Alagoas, en 1924. Es una de las figuras más destacadas de la poesía brasileña actual. Como otros autores de su generación, volvió a algunas formas poéticas fijas, como el soneto, pero conservando siempre un estilo profundamente personal.
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guatemala julia esquivel
Su bandera sobre mí es amor Cantar de los Cantares 2.4
Podría quizás, en la boca de Jacinta, la parturienta, soportar su mordida entre sus dientes apretados, cuando puja encuclillada en el monte luchando por dar la vida sin ayuda de su marido ni de la partera y menos aún de médico…
Quiero ser tu pañuelo, Señor, limpio, suave, pulcro, fuerte, listo siempre entre tus manos que sanan. Puedes usarme como quieras, convertirme en compresa para detener la hemorragia en la frente del borrachito que se cayó en la esquina y que se cortó la ceja con un vidrio de botella. Si tú lo quieres, con tu pañuelo seca las lágrimas de Meme, el niño callejero, vendedor de periódicos a quien le arrebataron todo su dinerito ganado durante el día.
Y si necesitaras rasgarme un día para vendar la cabeza del soldado o del combatiente herido, para fajar una hernia o para atar un ombligo, aquí estoy Señor, bandera de amor entre tus manos…
Pañuelo tuyo, podrías estirarme hasta convertirme en cabestrillo y sostener el brazo quebrado de la Tencha, cargadora de canastos en la Terminal, que se resbaló en una cáscara de mango. Si me necesitas, podría recibir el esputo del viejo Andrés, tuberculoso, que a veces, cuando le alcanza, come papas asadas en el rescoldo del fuego de la noche anterior…
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Yo, pañuelo tuyo, deseo con toda mi alma estar lista siempre entre tus manos para cualquier emergencia, en el pecho, o en los ojos, en la nariz o en los pies de mis hermanos, tus pequeñitos…
Y si te crucifican otra vez y necesitaras mortaja, puedes convertirme en sudario… o en la bandera blanca de tu resurrección.
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Eucaristía Te vaciaste todo sin retener nada para Ti. Ya desnudo, total despojo, te nos das hecho pan que sostiene y vino que reconforta. Eres Luz y Verdad Camino y Esperanza Eres Amor Crece en nosotros, Señor!
Julia Esquivel (Guatemala, 1930) Julia Esquivel nació en Guatemala en 1930. Teóloga y poeta. Su poesía está influida por la teología de la liberación y por su prolongado exilio. Ha trabajado con varias organizaciones de derechos humanos.
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argentina osvaldo pol
Desolación Llamo desolación todo el contrario de la tercera Regla... SAN IGNACIO, Ejercicios espirituales
Tu silencio, Señor, sabe a tormento que prolonga los bordes de la herida. Hay una noche-noche renegrida donde todo es ausencia y descontento. Vaga sin rumbo el alma y su lamento ciega los pasos hacia la salida. La sed es honda y honda la dolida vaciedad sin consuelo ni alimento. Las manos torpes pierden ya lo asido. La memoria no atisba en el pasado y hacia adelante todo es sin sentido. ¿Hasta cuándo, Señor, seré humillado en esta oscuridad donde resido? Soy hermano de Job, crucificado.
Osvaldo Pol (Argentina, 1935) Poeta nacido en la Provincia de Córdoba, Argentina, en 1935. Pertenece a la Compañía de Jesús. Es Licenciado en Filosofía. Docente de Teología, Filosofía y Estética en la Universidad Católica Argentina y otras instituciones, despliega una intensa presencia en medios culturales.
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brasil adélia prado
Guía La poesía me salvará. Hablo constreñida, porque sólo Jesucristo es el Salvador, según escribió un hombre —sin coacción alguna— atrás de un crucifijo que traje de recuerdo de Congonhas do Campo. Mientras, me repito, la poesía me salvará. Por ella entiendo la pasión que Él tuvo por nosotros, muriendo en la cruz. Ella me salvará, porque el violeta de las flores inclinado en la cerca perdona a la muchacha por su cuerpo feo. En ella, la Virgen María y los santos aceptan mi manera apócrifa de entender la palabra por su reverso, captar el mensaje por el heraldo, según sean sus manos y ojos. Ella me salvará. No hablo a los cuatro vientos, porque temo a los doctores, la excomunión y el escándalo de los débiles. A Dios no temo: ¿Qué otra cosa es ella sino Su Rostro alcanzado por la brutalidad de las cosas?
Adélia Prado (Brasil, 1935) Nació en Divinópolis (Brasil) , el 13 de diciembre de 1935. Sus textos retratan lo cotidiano con perplejidad y encanto, orientados por su fe cristiana e impregnados de un aspecto lúdico, una de sus especiales características. Es también referencia constante en la obra de Rubem Alves. Empezó a escribir en 1950. Trabajó como maestra durante 24 años, antes de dedicarse profesionalmente a la literatura.
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chile gastón soublette
Rostro de hombre En realidad, la metrópoli entera se inquieta cuando aparece el bienaventurado. Aquel que no aprieta la garganta para hablar Y cuyas palabras le brotan desde los talones Que no se alza sobre la punta de los pies, ni emplea frases abusivas. Aquel que defiende al pueblo de la publicidad No con una buena televisión Ni siquiera con una buena literatura Sino con milagros Se me ocurre que todavía anda por ahí merodeando como antes Rodeando ciudades, mendigando peces y mascando trigo crudo, para calmar su hambre. Apareciendo cuando nadie lo esperaba En compañía de indeseables En permanente compromiso con los marginados Aquellos que se alejan del centro, por sus dolencias a sus pobres quehaceres Con los delincuentes comunes y los melenudos impávidos Los mendigos y los organilleros sentimentales Lo cierto es que al término de todo está Él Descalificado por todas las universidades del mundo Como la pobre Juana por la Sorbona
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De nada sirven ya los tratados que desarrollan el interesantísimo tema de “El problema de Jesús” Ni esos folios venerables así llamados “sumas teológicas” De nada sirve la coherencia misma del pensamiento escrito Ni la autopsia de las civilizaciones. De nada sirve la ordenación de la vida al tenor de las más recientes investigaciones. Ni la virtud ni la solidaridad de los Estados Ni aquella asamblea interburocrática propuesta por los gobiernos para la administración de la paz. Los caminos del Señor resultaron no ser nuestros caminos Los desvíos del Señor resultaron no ser nuestros desvíos La primavera sólo sabe responder con fl ores e insectos Y los volcanes con fuego y cólera La vida sólo sabe responder con la vida ¿No era eso lo único que deseamos a través de nuestra azarosa existencia? Pues la vida se manifestó y Pedro y Juan la vieron.
Gastón Soublette (Chile) Académico, historiador del arte, experto en estética, filosofía oriental y cultura mapuche, musicólogo y compositor formado en Francia y uno de los grandes integradores de la música popular chilena en el ámbito docto.
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costa rica jorge debravo
Consejos para Cristo al comenzar el año Perdona si te doy estos consejos: Sabes que lo hago en calidad de amigo. Yo no quisiera que las gentes hablen mal de ti, Cristo. Por eso te propongo que en este año, aún recién nacido, vengas a visitarnos con frecuencia y nos ayudes a buscar caminos. Podrías darles lecciones a los curas, recordarles lo que es el Cristianismo, cambiarles el cerebro a algunos tipos: A los políticos y a algunos dictadores presumidos. Podrías darles consejos a los padres y a los hijos. También podrías traer algunos panes para los mendigos. En fin, ya tendrás tiempo de ir pensando todo lo que hay que hacer en estos sitios.
Jorge Debravo (Costa rica, 1939-1967) Nació en una familia de campesinos humildes el 31 de enero de 1938 en Guayabo de Turrialba en Cartago, bajo el nombre de Jorge Delio Bravo. Estudió periodismo por correspondencia. Murió a los 29 años, el 4 de agosto de 1967, cuando viajaba en su motocicleta. El 31 de enero, día de su nacimiento, se celebra en su país el Día Nacional de la Poesía.
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el salvador julio iraheta santos
El Cristo de los parques Yo he visto a Cristo sentado en el espaldar de los sofás de los parques de barrio Le he visto con el rostro entre sus manos rodeado por la humareda de los buses mirando pensativo a los pordioseros de la acera de enfrente a los limpiabotas de la esquina del mercado San Jacinto a las vendedoras ambulantes al desempleado disimulando su hambre bajo la sombra de los árboles ralos a la prostituta adolescente que merodea por los arriates vestida con ropa desteñida del mercado de pulgas al retrasado mental que derrama sus estrellas malolientes sobre su barbilla a los alcohólicos y huelepegas andrajosos con sus ojos rojos como semáforos abandonados Yo le he visto y he tenido vergüenza de pasar de largo en mi camino hacia el templo y no sabiendo qué hacer me he sentado a sus pies a llorar.
Julio Iraheta santos (El Salvador, 1939) Nació en San Salvador en 1939, aunque se le conoce como originario de Santa Tecla. Ha obtenido triunfos literarios a nivel nacional e internacional. También aparece en varias antologías digitales hispanoamericanas. En la actualidad escribe para el periódico El Independiente, de Montreal, Canadá y para la revista digital española Lupa Protestante.
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guatemala roberto obregón
Resurrección Cristo se fue desprendiendo del madero Quedóse con los clavos con las espinas retoñando ya en las manos y en la frente Volvía robustecido de crímenes y leyendas Milagros y amenazas de destrucción y advenimiento Allí mismo nos sentamos a jugar a los dados Yo apuesto a la vida pronunció serenamente Y yo por qué no voy a apostar a la vida respondí (sonreí maliciosamente si le llevaba ventaja) Yo tiré AFIRMASTE ser el camino la verdad y la vida Mas indicaste vía irreal no contando la crueldad Mas en el primer encontrón pusiste la otra mejilla aunque en ciertas cosas claro poseías la razón Y para rematar a tus amigos preferiste la muerte Cada quien reconoce su lugar y le señalé la cruz Juguemos entonces apostemos con la eterna moneda antes de descender y precipitarme en el Gólgota
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Cara me apresuré y él no tuvo más que decir CRUZ y el hacha de un abismo nos separó a los dos Él allá en una orilla y yo desde aquí clamoreaba YO MISMO ESCOGÍ ESTE MUNDO Y AGUANTARÉ NADIE ME MANDÓ YO SOLITO COMO CUALQUIER CRISTIANO El viento solamente el viento allá en el fondo arrancaba tierra a los pies de la alegoría Ya no quiero saber nada nada nada me alejaba con el dolor y los sueños de barro del hombre y la historia toda del que se llame Juan o María En pasando tres días al disiparse la bruma la cruz surgió desnuda así como antes del símbolo fresca y olorosa a árbol derramando sombra Se le subió Adán a la cabeza informó la prensa y a teletipo difundieron el rumor entre la muchedumbre En menos de lo que canta un gallo en los amplios dominios de Jehová en plenas narices le reventó un foco guerrillero comandado por el hijo de un carpintero.
Roberto Obregón (Guatemala, 1940-1970?) Poeta, ensayista y traductor perteneciente a al Grupo Nuevo Signo. Vivió algunos años en Moscú, donde estudió Filosofía y obtuvo un doctorado. En 1970 fue capturado en la frontera entre su país y El Salvador por el ejército de este último país, sin que se volviera a saber nada más de él.
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brasil tavinho moura
Pasión y fe Ya suena la campana, suena en la catedral y su sonido penetra todos los portales La iglesia está llamando a sus fieles para rezar a su Señor para cantar la resurrección y sale el pueblo por las calles a cubrir de arena y flores las piedras del suelo En los balcones veo las jóvenes y los lienzos en cuanto pasa la procesión alabando las cosas de la fe Navegar a vela, navegué en el mar del Señor allí yo vi la fe y la pasión allá yo vi la agonía de la barca de los hombres Ya suena la campana, suena en el corazón y el pueblo pone a un lado su dolor por las calles variopintas de todo color olvida su pasión para vivir la del Señor.
Tavinho Moura (Brasil, 1947) Tavinho Moura es el nombre artístico de Otávio Augusto Pinto de Moura. Nació en Juiz de Fora, el 9 de agosto de 1947. Compositor minero de la generación del Clube da Esquina. Grabó varios discos y bandas sonoras de filmes, con notable expresividad en el medio musical y cinematográfico. Su obra se compone principalmente de investigaciones y adaptaciones del folclor minero.
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méxico rebeca montemayor
¡Perdónalos...! Y estalló en el aire un rayo fulminante, una semilla germinada; Porque esta palabra hiere, pero también florece. Los días de la ciudad transcurren, y entre el sol y la luna se roba la inocencia a una niña de 10 años. No hay vacantes, no hay techos, pero sí abundancia de injusticia y duelo; hoy con quijadas de metal se derrama sangre inocente. De la cruz, como rayo y semilla, viene el canto y la aurora… perdón, perdón, perdón, porque hay que reconocer que después de esta palabra —rayo y semilla entre Caín y Judas, el corazón humano... Aún hoy seguimos sin saber lo que hacemos.
Rebeca Montemayor (México, 1956) Nació en 1956 y creció en un hogar en el que la religión era la última de las preocupaciones, pero eso no le impidió convertirse, en marzo de 2000, en la primera (y hasta hoy, única) pastora bautista mexicana. Está casada con Javier Ulloa, pastor también.
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méxico javier sicilia
Viernes Santo I Clavado en el madero, Cristo calla. Su cruz es burda e idéntica a las otras donde cuelgan maltrechos dos ladrones. La barba y el cabello por el polvo, la sangre y los sudores se le enredan sobre el pecho desnudo. Un estertor de muerte lo recorre, mientras busca con ansia entre la plebe la mirada de aquellos que lo amaron. No hay ninguno. La mañana es atroz y él está solo con el hirviente hierro de los clavos (casi no logro distinguir su rostro ni sus ásperos rasgos de judío). Fatigado se hunde en el desorden de sus largos y múltiples recuerdos: piensa en el Reino que clamó y lo espera, en sus burdos y míseros discípulos y en su doctrina del perdón que salva. El suplicio es atroz y él desespera; al dolor de los clavos y del tétanos se agrega la tortura del pecado: siente en su carne el peso de otra herida inmemorial y vasta como el hombre (que Borges nunca vio y nunca supo cuando en Kyoto dictaba su poema): el odio de Caín, las arduas guerras, las espadas de Roma, los sicaris, el fardo de la Ley, los saduceos, la traición del amigo aquella noche del garrote, la cuerda y la agonía,
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el Imperio Cristiano de Occidente, el fasto y la lujuria del papado, la conversión de indios por la espada, el cadalso, la guerra, las mazmorras, el suplicio de Hus, Borgia y su estirpe, el anatema, el Index, las intrigas, los campos alemanes de exterminio, las bombas de Hiroshima y Nagasaki, los Gulags, el Mercado, sordo y ciego, los pecados que haré, los que ya he hecho... Sabe que su suplicio es casi eterno, que no hay consuelo alguno en ese instante. Han dado ya las tres sobre la cima. Su espíritu abatido busca al Padre que entre las sombras de su fe lo aguarda. Nadie se ha dado cuenta que ya ha muerto, ni sabe de los vínculos secretos que en el cosmos su muerte habrá tejido. El aire huele a sangre y a carroña. ¿Qué puedo yo decir, que no soy nada, yo que gozo en mi vida sus dolores? Sólo Dios pudo amarme en esa forma. II Soy del hombre que cuelga en esta tarde el clavo de su mano, la derecha; soy la lanza, la punta que lo acecha, en su carne el fl agelo que más arde; soy el madero y soy de aquel judío, que muere con la tarde, su lamento, sus llagas soy, su sed, su amargo aliento, su purulenta sangre y su vacío; soy la plebe que yede y con su salva de befas lo contempla en esta hora que es la sexta, la hora más amarga, la terrible, la oscura, la que embarga. Soy lo peor de su muerte ayer y ahora, soy su sangre vertida que me salva.
Javier Sicilia (México, 1956) Narrador, ensayista y poeta de la tradición católica. En su obra, más allá de las estructuras formales en las que se conjugan la sensibilidad y el intelecto, se consagra al espíritu del hombre, que es su eje central. Es profesor de Literatura y Comunicación en dos universidades del estado de Morelos. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2009.
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costa rica milton zárate
La luz elegida (Viacrucis) (fragmento) II. El silencio que elevas
¿dónde están? ¿Dónde tus escogidos se esconden? ¿Dónde la piedra que elegiste levanta tus lágrimas mientras el gallo canta?
Es tan caro el rescate de la vida. Salmo 48 Levantas el silencio sobre tus hombros. Igual que el destino del hombre. Una sombra repentina cae sobre los ojos hiriendo.
Tres veces se olvidó tu nombre, tu cuerpo entregado al trigo, tu sangre añorando la uva, tu palabra hecha incendio o destino, entre la más castísima sombra de la eternidad.
A tu espalda sube el calor del día, la fuente secreta de tu dolor, pálida brisa del camino que te espera, montaña inmensa del sacrificio; hacia donde apuntan tus manos la esperanza.
Adónde, mi Señor, te llevan, sino a la inútil frontera del hombre y su arcilla. Adónde, Señor, espera la noche ya total, tacto invisible de la muerte llamando.
El día se abre y Tú lo sabes. A su espejo miserable se asoma el pueblo para mirarte y mirarte desde tu doble lamento.
Sólo tu Madre sabe de la pálida orilla de tu lamento. Ella esconde su nocturno abrazo, conoce la mirada de la espina, espacio roto del corazón en fuga, aire acabado de su sombra en el cuerpo, en los brazos que llevan su marea: la total certidumbre del silencio.
El camino es dominio de la piedra, ligera y constante, de la piedra en la piedra brotando hacia tu piel vencida, un vapor ileso que se eleva en tu sonrisa, un galope quebrado por el viento. Mineral encendido, destino de lluvia traicionada. Ah, el pueblo que a tus ojos agrieta, alas temporales que se pierden entre el polvo levísimo de tus labios amando. Y tus discípulos, alfareros del llanto
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Qué afilado destino el tuyo, Madre, qué hondo pensamiento engarza tu mirada en la mirada misma del olvido.
Dónde se regocija la piedra, luminosidad de tantos rostros cayendo paso a paso entre tus pasos.
Por tus ojos salta el silencio, el camino que eleva el Hijo sobre los hombros, un día entero acabándose, con la misma certeza de la ya ligerísima cruz que lo doblega, con el ansia medida de sus pasos quemantes.
Dónde detiene la ceniza su alocada carrera de polvo y sed, de ansia y ala ante el milagro. Atrás Belén y su pesebre de inmensas claridades.
La tierra perdida en la tierra de nadie, y de todos los que juntan con Él ese asombro único de Hebrón, camino que agota la claridad del viento sumergido en sus ojos. Quién levanta la cruz, Contigo. Quién, Señor, recoge Contigo la dulce cicatriz de cada estrella. Quién lleva hacia Ti la sombra detenida del silencio, el largo cauce de tu sangre volviendo al oscuro grito de la muchedumbre, llama que esparce longitudes ante el rotundo desamor.
Atrás la infancia de pequeñísimos soles, dormías bajo el calor senil de los profetas. Atrás tu Galilea amada, Samaria desnuda como un canto temprano. Nazareth de sueños únicos. Judea de esbeltos olivos, las noches amamantan los deseos. El Jordán y su presagio de pasadas luchas. Toda la tierra que anclaste en tu regazo es un cordero.
Quién respalda tu ardorosa sed y calla. Sólo te miran pasar. Sólo alcanzan a ver tu luz quebrándose entre los dedos fugaces del mediodía. Dímelo, Jerusalem, adónde va tu rey, adónde sube su música de sueño y eternidad.
Pero es el silencio un largo espejo en tus desnudos hombros volando hacia el deseo. ¿Oyes cómo laten las cosas y sus sombras? ¿Cómo sucumbe la ausencia de quienes aumentan a gritos tu dolor, de quienes flagelan tu nombre escupiendo en la nada? Pero sólo es el viento que golpea asustado a tu muerte viniendo.
Milton Zárate (Costa Rica, 1956) Pertenece al grupo de autores cuyas obras empiezan a aparecer entre los setentas y los ochentas. En 1990 ganó el Premio Editorial Costa Rica por su obra poética Al final de la memoria.
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Venezuela luis gerardo mármol bosch
Soneto a Cristo crucificado Para Armando Rojas-Guardia
Si fuera concedido sumergirme en esa niebla de tu espanto santo que Schehadé cantó, no fuera tanto como el solo foetazo donde asirme a lo que, un tenue atisbo inmenso, espero que a mi patria cabal me aventaría. ¿Por qué, entonces, me aferro a esta porfía de querer tu consuelo, y no el madero, fragante astilla de núbil canela?; de la zanja hecha en mi tonsura fluya (porque adamándote me ame a mí mismo sin tacha), el agua donde la gacela abreva, al fi n promiscua con la tuya para ti, dulce ron de los abismos.
Luis Gerardo Mármol Bosch (Venezuela, 1966) Poeta, matemático y profesor de la Universidad Simón Bolívar de Caracas, miembro del Grupo Eclepsidra.
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