Hasta el primer tercio del siglo XIX, la Universidad era la encargada de dar formación a los alumnos bachilleres. En un afán por recuperar nuestra cultura, este acto de Graduación de nuestro alumnado estará basado en los ritos e indumentaria que la llegada de la Guerra Civil deja aparcados para dar paso, en la actualidad, a otras estéticas que nada tienen que ver con nuestra tradición y cultura. La vestimenta universitaria está basada en la tradición greco-latina, cultura que nos define y que conforma nuestra forma de ver la realidad que nos rodea. Al mismo tiempo son claras las referencias a los hábitos clericales católicos. Tras unos cuantos siglos de evolución en la forma de vestir en el ámbito académico, es Isabel II en 1850, quien, a través de un Real Decreto, establece “el traje y las insignias académicas que han de usar los graduados y catedráticos de todas las Universidades Literarias e Institutos de Segunda Enseñanza del Reino”. Así, impone a los profesores que vistan la toga “..enteramente igual a la que usan los abogados…”
Toga: Es la prenda principal. Proviene de los hábitos romanos. Es de paño, color negro . Debe prolongarse hasta los 30 cm por encima del suelo. Sobre la toga, sigue aportando el Real Decreto, deberán llevar una sobrevesta “…de terciopelo negro, en forma de esclavina…” . La sobrevesta de los profesores, equivale a la muceta de los de la Universidad. Sobrevesta: Podemos decir que es la reducción de las viejas capas con capucha que resguardaban de las inclemencias meteorológicas a los antiguos clérigos cuando salían a los caminos. Puñetas: Es otro elemento característico. Realizadas con la técnica de bolillos, embellecen la prenda al mismo tiempo que salvaguardan las mangas. Habitualmente van sujetas a la toga con botones o corchetes para facilitar sus sustitución. El birrete: primeramente de forma hexagonal, evoluciona hacia el octágono con el objetivo de una mejor adaptación a la cabeza. En el art. 5 del Real Decreto mencionado “… con una borla de color de la facultad”.
En 1859, en el Reglamento de las Universidades del Reino, se establecen los colores distintivos para cada una de las facultades, adjudicando a la de Filosofía y Letras el azul celeste y a la de Ciencias exactas, Físicas y Naturales, el azul turquí. En nuestro caso, llevarán una borla de color azul claro el profesorado de Humanidades y Letras y de azul oscuro, o turquí, el de Ciencias.
Los centros educativos deben ser guardianes no solo del material didáctico, como así lo demuestra el nuestro con la puesta en marcha y potenciación del Museo de Ciencias, sino además del patrimonio inmaterial cultural y de la recuperación de tradiciones que valoren el esfuerzo que hacemos entre todos por llevar a cabo una educación con la calidad que nuestro alumnado se merece. Tradiciones por otra parte, que no hacen mas que potenciar nuestra identificación cultural así como comprender el pasado para propiciar un futuro digno en nuestros alumnos.
Texto basado en el dossier “El ceremonial histórico de la Segunda Enseñanza y su simbología” elaborado por el Prof. Dr. Miguel Mayoral Moraga del Instituto “Profesor Domínguez Ortiz” de Azuqueca de Henares. Guadalajara. Otras fuentes consultadas: https://www.protocolo.org https://es.wikipedia.org/wiki/Indumentaria_académica_hispánica