Cuando Héctor pisa Guinea Ecuatorial parece un cooperante más entre los muchos que llegan al país cada verano para colaborar en proyectos que desarrollan varias ONG. Su destino es Nabaveng, un pequeño poblado en el interior de la zona continental, un lugar aislado donde trabajará en la construcción de una nueva escuela junto con sus dos compañeros. Nadie conoce sus verdaderos propósitos ni hasta donde está dispuesto a llegar por conseguirlos. Los primeros días de su estancia en el poblado, Héctor logra asentar su falsa identidad frente a Cova y Arturo, y convencerles de su interés por llevar el proyecto adelante, por colaborar con ellos en alcanzar los objetivos que la ONG les ha marcado. No tardará en compaginar con maestría profesional esa labor desinteresada con sus auténticas intenciones...