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Ataque Z
Capítulo 1 Estaba oscuro, solo pasaba un rayo de luz por debajo de la puerta. Era de día. Llevaba un par de días encerrada en la habitacioncilla de debajo de las escaleras de mi casa y estaba hambrienta, se estaba acabando el agua y ya solo quedaban 2 galletas de canela. Tenía que salir, pero tenía tanto miedo de lo que había fuera. Mi hermana Grace estaba acurrucada en una de las paredes que nos protegían. Parecía cansada, no habría pegado ojo en toda la noche igual que yo. Nos desayunamos las dos galletas mientras preparamos un plan. Quite el pestillo provisional hecho con las patas de una silla y gire el pomo lentamente para no hacer ruido. Abrí un poco la puerta, lo justo para ver el exterior. Me dio la luz en los ojos, cegándome unos segundos. Estaba todo despejado. Salí con cautela y seguida a mí, Grace. Nos dirigimos a mi habitación, en la planta superior. Deslicé la cama un poco y levanté dos de las tablillas del suelo. Como esperaba había una pistola y una ametralladora A.K 47 con su munición correspondiente, que no duraría mucho. Me metí la pistola en el pantalón ajustado que llevaba y me colgué al hombro la cinta de la ametralladora. Cogí una mochila espaciosa del estante alto del armario. Y me puse unas botas de montaña y Grace mientras fue a su habitación y cogió las suyas. Nos encontramos en las escaleras y las bajamos. Cogí del perchero de la entrada la cazadora de Grace y la
mía, que nos pusimos velozmente. Nos dirigimos a la cocina donde llenamos la mochila de provisiones. Cogí de la encimera tres cuchillos de distintos tipos. Mi plan solo llegaba hasta ahí, no le había contado más a Grace. La di la mano a Grace y la dije en casi un susurro imperceptible. -Vamos a salir de casa.- le dije y apoye mi mano en su hombroiremos al bosque.
Capítulo 2 Ella me miró con la tez pálida, estaba asustada. El lugar en el que se sentía más segura siempre había sido nuestra casa y para ella era un esfuerzo muy grande salir para jugárnosla fuera. La agarré con fuerza de la mano para que no se resistiera y salimos por
la
entrada
principal
que
daba
al
porche.
Con las prisas y la preocupación de que no chillase Grace, se me olvido lo más importante, por lo que estábamos haciendo aquello. En un lateral del porche había un niño, no mucho mas mayor que Grace, pero no era un niño cualquiera. Este estaba desaliñado, se le caía una baba de la boca que fácilmente mediría 10 cm, y lo mas clave de todo, tenía los ojos enrojecidos y la parte del iris tenía un particular brillo rojizo, como si tuviera los ojos inyectados en sangre. ¡Era un infectado! Estaba contaminado por la droga Z. Todos los que la portaban se les consideraba ``Z´´ o zombis.
Esta era la más peligrosa de todas, es la que ha llevado a la humanidad a su declive. En un laboratorio corrupto del estado, se dedicaban a la investigación sobre diferentes tipos de drogas. Era mentira, lo que hacían era crearlas para el ejército, para que sus hombres fueran más fuertes, listos, rápidos, que pudieran pasarse días sin comer, resistir mejor el dolor y se les fue de las manos. Mis padres eran científicos y trabajaban allí, ellos eran los primeros que lo perdieron todo. Su consciencia. El Z se percato de nuestra presencia y se lanzo hacia nosotras. Cogí la A.K 47 que tenía colgada del hombro y dispare en ráfaga hacia todos los lados. Con la mala suerte de dar al cristal que se fragmento y me lanzo sus minúsculos cuchillos. El joven Z también tenía fragmentos de cristal por todo el cuerpo pero la prueba de que estaba muerto era que tenía una de mis balas clavada en la sien. Cogí a Grace del brazo y la anime a correr con migo. Nos adentramos en las profundidades del bosque y las sombras nos ocultaron.
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