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Los cuentos de Maín Maín Suaza

Los cuentos de Maín

Maín Suaza

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ILUSTRACIÓN GLORIA RENDON

01 Entre limpiar y pensar

En estos días he estado muy hacendosa y pensativa. Cuando sacudo el polvo, pienso que somos polvo de las estrellas.

Cuando doblo la ropa, recuerdo que Adán y Eva fueron los que iniciaron la moda al darse cuenta de que sus cuerpos no les gustaban y debían taparlos.

Cuando cocino, viene a mi cabeza la frase de Sor Juana Inés de la Cruz que dijo que si Aristóteles hubiera cocinado habría filosofado mejor.

Cuando lavo mis manos, me detengo en el dedo oponible y recuerdo lo importante que fue para separarnos de los otros primates.

Cuando oigo música, viene a mi cabeza una inquietud: ¿La primera mujer o el primer hombre que hablaron lo hicieron luego de oír cantar a los pájaros y pensaron que si ellos podían era que era posible?

Cuando oigo una canción de los Rolling Stones, siento que es el sonido del corazón que quiere escapar de estas costillas que lo aprisionan.

Cuando como una fruta, recuerdo la manzana de Adán, la de la Bella Durmiente, la de Guillermo Tell y las miles de manzanas podridas.

Y así voy de un lado a otro de mi casa.

02 Ciudad en cuarentena

Un lobo que vive en las montañas de Choachí y una osa residente en el páramo de Chingaza se encontraron en la Carrera Séptima con Calle120.

- ¿Qué pasó con esa especie que camina en dos patas? se preguntaron. - Nos están mirando desde esos huecos luminosos que tienen en sus guaridas, dijo el lobo. - ¿Será que están hibernando? dijo la osa. - Pues qué bien porque no quiero encontrarme ni con Caperucita ni con su abuela ni con ningún cazador furioso. -Yo lo que quiero es bailar, dijo la osa, bien contenta y moviendo las caderas.

03 Yo y yo

Me encuentro conmigo misma en una esquina de la casa. - ¿Para dónde vas? me digo. - Es que yo vengo, me respondo. - Ah, bueno, pero no me pierdas.

04 Todo quieto

Padezco sensación de extrañeza. Igual que mis zapatos preferidos que no entienden por qué motivo están metidos en un armario, sabiendo que me llevaban de paseo todos los días.

Mis zapatos que necesitan pies, tobillos, piernas, muslos, caderas, rostros que los saquen a pasear.

Lo mismo ocurre con mi bicicleta roja con canastilla y flores de colores.

Ella, toda ruedas y llantas, está ahí parqueada y quieta.

- Nos encontraremos de nuevo en la calle, les digo mirándolos al tacón y a la rueda.

05 La cama

Es que a mí me llama mi cuarto, me quiere mi cama. Es que a mí me llaman los personajes de las novelas que tengo al lado de mi cama y con los cuales duermo.

Cuando voy del baño a la oficina y tengo que pasar por la entrada a mi cuarto, me guiña el ojo mi cama.

Yo no sé por qué me quiere tanto.

Bueno, yo también la quiero mucho a ella que me llama tanto.

06 Confieso que he lavado

He lavado platos con el acompañamiento del sonido de la olla a presión que a cada momento repite, “ya voy a explotar”, “ya voy a explotar”, “pónganme atención porque ya voy a explotar.”

Agarro un palo y salgo de la sala, voy a la cocina meneando la cola como una gallina. (¿Ya se dieron cuenta de que es la adivinanza para la escoba de barrer?)

Tender una cama no es sencillo. Son muchos movimientos que deben sincronizarse. Levantas, aireas, cuadras, das la vuelta, revisas la simetría, tiras de aquí, vuelves y revisas. Finalmente, la mano abierta acariciando la superficie da el último toque.

He picado, molido, amasado, asado.

También me he lavado mucho las manos, pero hoy con mucho cuidado de no mojarme ninguna otra parte del cuerpoporque realmente hoy no me quiero bañar.

Main en cuarentena

07 Noticias rápidas

Siete flores rosadas de borrachero amanecieron adornando el jardín de mi casa. Detrás de ellas llegaron pájaros que, veloces como siempre, libaron y libaron.

¿Se emborracharían, alucinarían estos pajaritos o ellos no distinguen entre la locura y la realidad?

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