La Autopsia Psicológica en muertes por suicidio: Algunos aspectos que los manuales no dicen Por: Leonardo Aja Eslava Psicólogo – Experto en Drogodependencias Resumen. La pregunta más frecuente tras
ayudas informáticas, y mecanismos que permitan
una muerte por un suicidio es: “¿Por qué lo hizo?”,
cotejar y sintetizar la información. Pero los
La autopsia psicológica puede ayudar a responder
aspectos más fundamentales radican en la forma
esta pregunta en muchos casos. La autopsia
misma como se desarrolla la entrevista y esto
recurre a dos tipos de fuentes: la documental y la
inicia desde el primer contacto que se establece
personal. En el abordaje de las entrevistas es
con el entrevistado para concretar la cita hasta el
importante tener presentes aspectos técnicos
cierre en donde se le puede canalizar a la
como la elaboración de un guía de entrevista que
búsqueda de apoyo profesional especializado.
posteriormente se traduzca en un protocolo,
Autopsia psicología / Suicidio / Prevención
Introducción La muerte es natural a la vida, eso es innegable, pero dependiendo de la forma como esta llegue, el impacto puede ser más o menos doloroso o incluso dañino para los dolientes. Este es concretamente el caso de las muertes por suicidio, el potente y devastador impacto emocional para los llamados sobrevivientes. Casi invariablemente, todos los familiares, amigos y conocidos de la víctima se hacen la siguiente pregunta: ¿Por qué lo hizo? La autopsia psicológica La técnica de la autopsia psicológica puede ayudar a resolver esta inquietud, si no en todos los casos, al menos si en un número importante. Podemos decir que la autopsia psicológica “se refiere a un método de investigación por el cual se recoge información retrospectiva amplia con respecto a las víctimas de suicidio consumado”
(Isometsä,
2001).
O
también
podemos
decir
que
“Es
la
caracterización retrospectiva de la personalidad y la vida de una persona ya fallecida utilizando por supuesto un método indirecto e inferencial” (García Pérez, 1998). La autopsia psicológica puede tener múltiples usos: como herramienta en la investigación forense en un caso único (Jiménez, Morales, Gelves et al., 1998; -1-
Jiménez, 2001), como fuente de información en indicadores epidemiológicos indirectos (Jiménez, Morales, Gelves et al., 1998) o como mecanismo que ayuda a identificar factores de riesgo en poblaciones específicas (Talcott, 2001) con el ánimo de crear estrategias y mecanismos de prevención de suicidio (Fernández, Aja y Panqueva, 2003). Cómo se desarrolla Veamos muy globalmente como se desarrolla un proceso de investigación con autopsias psicológicas. La autopsia psicológica recoge información de manera retrospectiva. La calidad de la información puede variar significativamente dependiendo de muchas variables. Las dos principales fuentes de información que nutre la autopsia psicológica son los documentos y las entrevistas. Los documentos (escritos, videos, grabaciones, pruebas psicométricas, historias clínicas, registros laborales, cartas, certificaciones, exámenes, etc) pueden ofrecer relativamente una mayor fiabilidad sobre la información que proporcionan (puede existir la posibilidad de adulteración). Sin embargo es importante la habilidad para interpretar correctamente los datos a los que se tiene acceso y sobre todo, saber que se busca. Por ejemplo, se tiene el registro de periodos de vacaciones y de pronto se encuentra que varios casos, el suicidio ocurrió en un tiempo no superior al mes de reincorporación al trabajo. Otro ejemplo es encontrar reportes disciplinarios de procesos por escándalo en la vía pública bajo los efectos del alcohol en un número importante de casos. Un documento puede pasar de ser absolutamente irrelevante a ser definitivo en la resolución de un caso. Una persona muere por suicidio y aparentemente nadie se lo explica. Pero al mirar su historia laboral, se encuentran muchos registros de excusas médicas. Al detallar las excusas, se encuentra que la persona reportaba frecuentes alteraciones digestivas que no cedían ante tratamiento, habiendo sido una persona que no reportaba alteraciones de salud en los 5 años anteriores. Este hecho es llamativo, dado que las investigaciones muestran que las personas con depresión muestran mayores riesgos de padecer trastornos respiratorios, digestivos y musculares (Strock, 2001) que no desaparecen con tratamiento. Es
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decir, aquí tendríamos un primer indicio que nos muestra la posibilidad de depresión en nuestro sujeto de estudio a partir de documentos escritos. Interesante. Por su parte, la entrevista a los allegados del suicida, la otra fuente de información para las autopsias, debe manejarse con mucho cuidado y precaución dependiendo del tiempo que haya trascurrido tras el suicidio, el tipo de vínculo afectivo, el grado de cercanía y el manejo mismo que la persona haya realizado de su duelo. El tiempo en el que se realice la entrevista, juega un papel paradójico. Si se hace en un momento muy reciente al hecho, puede haber una mayor riqueza de datos sutiles y definitorios, pero existirá un mayor grado de distorsión emocional. Pero si se hace mucho tiempo después, puede que exista un mayor aplacamiento emocional pero igualmente los procesos de olvido ya han hecho su efecto. Queda igualmente como tema de discusión que es lo más prudente o acertado: hacer la entrevista lo más rápidamente posible o esperar un tiempo prudencial (Jiménez, 2001). En un estudio realizado en Finlandia, se tomo como criterio realizar las entrevistas pasados 4 meses después del suicidio (Isometsä, 2001). Otros autores, sugieren que se debe hacer lo más rápido posible al suceso suicida (Núñez de Arco y Huici, 2005). Como conducir la entrevista Habría dos tipos de consideraciones, de forma y de fondo. En las consideraciones de forma o técnicas, en la ejecución de las entrevistas es importante tener una guía de entrevista que posteriormente se pueda traducir en un protocolo o instrumento. En el momento de cotejar la información, utilizando métodos sofisticados, se puede hacer uso de software de análisis de texto que puede llevar a crear coeficientes de concordancia entre la información de las diferentes fuentes (García Pérez, 1999). A pesar de la existencia de un protocolo, se debe ser cuidadoso en discriminar que información puede ser exclusiva y que información puede ser compartida. En ese sentido, una pregunta clave en la orientación de las entrevistas es: “Que es aquello que solo el me puede decir, que no dirían los otros”. Estamos hablando de información exclusiva. “Esto que me
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esta contando, ¿podrían saberlo más personas?”, aquí estamos hablando de información compartida. Dentro de los aspectos técnicos también es importante considerar si la entrevista la conducirá una o dos personas, si se hará uso de grabadoras, el lugar mismo en donde se realizará la entrevista, el tiempo del que se dispone, si se permite que el entrevistado esté acompañado o la identificación que se haga de la intención y propósito de la entrevista. Dentro de los aspectos de fondo y conectándolos con los aspectos técnicos, la manera misma como se aborda y conduce la entrevista es crucial y definitiva. Siempre hay que informarle al entrevistado el propósito del trabajo que se va a hacer. No es lo mismo iniciar diciendo “Estamos haciendo una investigación…” a decir “Estamos haciendo un estudio…”. Recordemos que un aspecto casi universal en las muertes por suicidio es la culpa que sobreviene en los dolientes. La palabra investigación es tácitamente inculpadora. En el momento de concretar a los informantes, hay que darles la oportunidad de que escojan si la entrevista se realiza en su residencia o en algún otro lugar de su elección. De igual modo, permitirle escoger si desea estar solo o en compañía de otra persona. También, solicitar su permiso para grabar o concederle que si hay algo de lo que dice que no desea ser grabado, así sea. Son detalles aparentemente sin trascendencia pero la labor del entrevistador es abrir puertas que están cerradas con falleba y candado. Otro punto muy importante es diferenciar entre seguridad y confianza. Puede que todos los manuales y cursos de entrevista hagan claridad del establecimiento del raport o contacto personal, pero pocas veces se detalla como hacerlo. En este tipo de entrevista es fundamental brindarle al entrevistado un clima de seguridad más que de confianza. De hecho, en algunas ocasiones los gestos de “creación de confianza” dentro de este contexto, pueden ser mal interpretados y cierran puertas en lugar de abrirlas. Una postura de seriedad y profesionalismo brinda más seguridad que una postura aparentemente relajada y descomplicada, que intenta
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crear confianza. Enfaticemos: en este tipo de entrevista, la necesidad emocional básica del informante es más la seguridad que la confianza. El profesional que aborda la entrevista debe entender que el entrevistado en ocasiones encuentra en el, a la persona que puede escuchar su queja sobre el “maltrato” del que fue víctima en los primeros momentos de ocurrencia del suicidio. Nuevamente recordemos que el doliente se siente culpable por definición y una simple pregunta del personal que hace el levantamiento, la interpretan como señalamiento, sin que necesariamente sea esa la intención del personal a cargo. Paradójicamente, si el entrevistado hace esas manifestaciones de queja, esa es la oportunidad que tiene el entrevistador para crear el clima de seguridad, al saber acoger la queja de la persona de la manera correcta. El profesionalismo da seguridad y posteriormente inspira la confianza. La confianza no se fabrica, nace. La autopsia psicológica: ¿Oportunidad de terapia? Esta es una inquietud muy discutida cuando se aborda el tema de la autopsia psicológica por muertes por suicidio. Quizás la muerte por suicidio es de los eventos que tiende a generar duelos muy difíciles, complicados y en ocasiones irresolubles. Es por eso, que así no sea la intención o el propósito del entrevistador, al llevar la entrevista de manera correcta, con tino, tacto, bueno tono y preguntas a tiempo, le crea al entrevistado un entorno que le permite expresar muchas ideas y sentimientos que le resultan incomunicables dentro de su contexto habitual, por el temor a la censura, señalamiento o juzgamiento. Es así, que siempre los entrevistadores deben ofrecer alternativas de apoyo terapéutico para el entrevistado y que el sepa que puede contar con ese recurso, en caso de considerarlo necesario. Recordemos que obligatoriamente una entrevista de estas características puede movilizar recuerdos, emociones y pensamientos que podían estar estancados y sin abordaje adecuado. El solo hecho de que el entrevistador muestre una actitud de genuina escucha, ya tiene un efecto terapéutico. Rememoro las palabras de uno de mis maestros, Telmo Peña: “Lo que cura no es la profesión, lo que cura es la relación”. Conclusiones
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La autopsia psicológica es una herramienta muy útil que cada día va adquiriendo mayor reconocimiento y a su vez, mayor perfeccionamiento. Puede incluso soportarse en ayudas informáticas muy sofisticadas que pueden ayudar a darle mayores alcances. Pero, por encima de las ayudas de la alta tecnología, siempre habrá un factor irremplazable y que en muchas ocasiones puede marcar el éxito o fracaso de una entrevista: el toque humano.
Cómo citar este artículo:
Aja Eslava, L. (2009). La Autopsia psicológica en muertes por suicidio: Algunos aspectos que los manuales no dicen. Revista Aquimindia. 4: 8 – 13. ISSN 1900-6195.
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Justicia.
Cartagena
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Congreso
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