Gobierno de Chile S.E. Michelle Bachelet Jeria, Presidenta de la República Mariano Fernández Amunátegui, Ministro de Relaciones Exteriores Paulina Urrutia Fernández, Ministra Presidenta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes Emilio Lamarca Urrego, Director de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, DIRAC Verónica Escanilla Aravena, Encargada Área Proyectos de Artistas y Embajadas, DIRAC Javiera Parada Ortiz, Coordinadora de Artes Visuales, DIRAC Embajada de Chile en Colombia Gustavo Ayares Ossandón, Embajador Patricia Ríos Tapia, Consejera Marcelo Dalmazzo Peillard, Agregado Cultural y de Prensa María Isabel Ríos González, Asistente Ad-Honorem de la Agregaduría Cultural y de Prensa Adelaida Espinoza Mella, Asesora Especial Universidad Católica de Temuco, UCT Alberto Vásquez Tapia, Rector Universidad de La Frontera, UFRO Sergio Bravo Escobar, Rector Colsubsidio Luis Carlos Arango Vélez, Director Administrativo Néstor Fernández de Soto, Subdirector Yolanda Nieto Hernández, Jefe División Educación y Cultura Juanita Salgado Pachón , Jefe Departamento Cultura y Bibliotecas Museo de Arte y Cultura Colsubsidio Elvira Pinzón Méndez, Directora Guías de Arte Museo Adriana Hoyos García Liliana Velásquez Mejía Lina Trujillo Gaitán Santiago Rodríguez Ortiz Carolina Pinzón Hernández Ricardo Triana González Auxiliares Johana Baquero Cantor José Manuel Martínez Robayo José Darío Rojas Cortez Rafael Herrera Sabogal
Exposición / Colección Universidad Católica de Temuco Universidad de La Frontera de Temuco Proyecto Proyecto Concursable de la Dirección de Asuntos Culturales, DIRAC del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile año 2008-2009 Coordinador General en Colombia: Marcelo Dalmazzo Peillard, Embajada de Chile Coordinador General en Chile: Arturo Hernández Sallés, UCT Coordinadora colección de platería UCT: Leslye Palacios Novoa Coordinadora colección textiles UFRO: Sylvia Galindo Godoy Curadora colección arqueología, cerámica y líticos UCT: Ximena Navarro Harris Curaduría Exposición para Colombia: Adelaida Espinoza Mella Catálogo Recopilación, selección y redacción de textos: Adelaida Espinoza Mella Diseño de gráficas e ilustraciones: Erika Morales Ávila Diseño y diagramación: Lowe /SSP3 Leslye Palacios Novoa Impresión: TC Impresores Ltda. Fotografías Arturo Hernández Sallés Alonso Azócar Avendaño Jorge Zúñiga Vega Leslye Palacios Novoa Dolores de La Maza Publicidad Cybercom Ltda, Agencia de Publicidad y Mercadeo Gilberto Garín Beltrán, Director Comercial Mercy Rodríguez, Directora Creativa Agradecimientos CONADI, Corporación Nacional de Desarrollo Indígena; Escuela de Diseño UCT; Facultad de Artes y Humanidades UCT; Profesores e investigadores UCT; Dirección de Extensión y Vínculo UCT; Museo Regional de La Araucanía; Instituto de Estudios Indígenas, Centro de Documentación Indígena; Dirección de Extensión y Formación Continua UFRO; Vicerectoría de Investigación y Posgrado UFRO Bogotá, D. C., Colombia, 2009
El texto final de este catálogo fue elaborado con base en las contribuciones de: Arturo Hernández Sallés; José Quidel Lincoleo; Teresa Durán Pérez; Ximena Navarro Harris, investigadores de la UCT; Margarita Alvarado P. docente Pontificia Universidad Católica de Chile Autores varios: MOP. Chile. Dirección de Arquitectura, Guía de diseño arquitectónico mapuche para edificios y espacios públicos.
ÍNDICE
PAG
Introducción
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Contexto histórico
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Cosmovisión
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Platería mapuche
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Arte y tradición del textil mapuche
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Cerámica del territorio mapuche
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Bibliografía
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El Museo de Arte y Cultura de Colsubsidio, antes Museo de Museos ha orientado las labores educativas desde sus inicios, hace ya 40 años, a la divulgación del patrimonio cultural de la humanidad y a la democratización de la cultura a través de la organización de diversas exposiciones que han contribuido al acercamiento al arte, como un derecho de todos. En este sentido, se han desarrollado interesantes proyectos con el propósito de dar a conocer la obra de distintos artistas, las manifestaciones culturales de pueblos de diferentes regiones del mundo, sus principales aportes y las características de algunos de los movimientos artísticos más representativos que han facilitado la apreciación y disfrute del arte como elemento fundamental para el desarrollo integral del ser humano. La exposición Mapuche Pueblo y Cultura Viva, organizada gracias al decidido apoyo de la Embajada de Chile en Colombia, al cuidadoso trabajo de museología de la señora Adelaida Espinoza y a las investigaciones de la Universidad Católica de Temuco y la Universidad de La Frontera de Temuco, en Chile, constituye un proyecto de gran importancia para los dos países pues representa una oportunidad única para conocer y valorar los aspectos sociales y culturales característicos de este pueblo indígena que ha basado su pensamiento en relaciones de equilibrio y respeto entre la naturaleza y los seres vivos, lo que les ha permitido crear objetos de gran belleza y sencillez, cargados de significado y valor patrimonial. En el marco de la celebración del segundo decenio de las comunidades indígenas declarado por la Unesco, el Museo de Arte y Cultura junto con el apoyo de la Embajada de Chile en Colombia tendrá la oportunidad de mostrar por primera vez en nuestro país algunas piezas más significativas de joyería en plata, tejido y cerámica, testigos de la cultura material del pueblo mapuche. Elvira Pinzón Méndez Directora Museo de Arte y Cultura Colsubsidio
La exposición “Mapuche: Pueblo y Cultura Viva” ha sido posible gracias a las colecciones de la Universidad Católica de Temuco, UCT y de la Universidad de La Frontera, UFRO, respetadas instituciones académicas que se encuentran localizadas en la hermosa y próspera ciudad de Temuco, ubicada en la Región de la Araucanía, Chile. Esta iniciativa cuenta con el valioso apoyo de la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, que a través del programa institucional de Proyectos Concursables ha permitido elaborar una itinerancia internacional de esta muestra por Perú, Ecuador, Brasil y ahora Colombia. Es la primera vez que la Embajada de Chile en Colombia trae a Bogotá una exposición de arte y cultura Mapuche de tan alto nivel. Obedece a nuestro deseo de ofrecer al publico colombiano una muestra de la cultura material de este pueblo originario de Chile que tantas contribuciones ha hecho al carácter de nuestra nación. Es por ello que la exposición se complementa con un programa cultural y académico a través del cual se logra una mayor comprensión de los objetos testigo de esta cultura como las joyas de platería, tejidos, piezas arqueológicas de piedra y cerámica, textiles y fotografías etnográficas. En este programa tiene una especial significación la inclusión de un material audiovisual con diversos temas de la historia y cultura Mapuche y la participación de destacados académicos e investigadores chilenos, la mayoría de la región misma de la Araucanía. Para esta Misión Diplomática es un honor dar a conocer una estirpe como la Mapuche, cuyo temple y bravura fue exaltada en el único poema épico dedicado a una raza precolombina, “La Araucana”, de Don Alonso de Ercilla y Zúñiga: “la gente que produce es tan granada/ tan soberbia, gallarda y belicosa/ que no ha sido por rey jamás regida/ ni a extranjero dominio sometida”. El poeta nicaragüense, Rubén Darío, también conmovido por la altivez de esta nación compuso un poema al gran guerrero “Caupolicán” cuya fuerza quedó plasmada en los versos: “Por casco sus cabellos/ su pecho por coraza/ pudiera tal guerrero/ de Arauco en la región/ lancero de los bosques/ Nemrod que todo caza/ desjarretar un toro/ o estrangular un león”.
Chile es una nación comprometida con la preservación de los valores de ésta y las demás culturas que hacen parte de la esencia chilena donde distintas razas, pensamientos y saberes construyeron su presente desde siglos antes de la llegada de los conquistadores españoles. El rescate de las tradiciones culturales implica el reconocimiento de valores y conocimientos aplicados a la relación armónica con la naturaleza, las contribuciones científicas y las artes creativas desde la poesía hasta la plástica, la música y la habilidad artesanal. Deseo agradecer la gran acogida que le brindó a este proyecto el Museo de Arte y Cultura de Colsubsidio, consecuente con el irrestricto apoyo de Colsubsidio a esta Embajada en todas las empresas que ha acometido para divulgar la cultura de Chile en Colombia. Aunque todas, sin excepción, han sido de gran impacto, cabe destacar los resultados logrados con la Celebración del Centenario de Pablo Neruda 2004 o la participación de Chile como País Invitado de Honor a la 20ª Feria Internacional del Libro de Bogotá 2007. Mención especial merece el trabajo de nuestra destacada compatriota, residente en Colombia, la museóloga, señora Adelaida Espinoza Mella, quien desde su anterior cargo como directora de este Museo expresó su interés en mostrar algunas de las expresiones de la cultura Mapuche a la comunidad de la ciudad de Bogotá. A su dedicación, experiencia y profesionalismo se debe en gran parte que esta exposición sea hoy una realidad y al grupo de profesionales de las mismas universidades con quienes se conformó el equipo ideal para abordar esta empresa. Nuestra reconocimiento a la Universidad Católica de Temuco y a la Universidad de La Frontera de Temuco, a sus rectores señores Alberto Vásquez Tapia y Sergio Bravo Escobar respectivamente; a Arturo Hernández Sallés, a Leslye Palacios Novoa y a Sylvia Galindo Godoy; como también a cada una de las personas de Colsubsidio que han formado parte de este proyecto, a su director Luis Carlos Arango Vélez, a la Jefe de la División de Educación y Cultura Yolanda Nieto Hernández y a la Directora del Museo de Arte y Cultura Elvira Pinzón Méndez por su consagrado trabajo y generosidad que nos ha permitido mostrar en Colombia esta exposición. Vaya, asimismo, mi reconocimiento a Marcelo Dalmazzo Peillard, Agregado Cultural y de Prensa de la Embajada de Chile en Colombia, motor y energía de este proyecto y de tantos otros que le han dado carácter e imagen de excelencia a los proyectos de difusión de nuestra cultura en el extranjero. Finalmente debo expresar mi complacencia por inaugurar mi gestión oficial en asuntos de cultura con la apertura de esta valiosa exposición “Mapuche: Pueblo y Cultura Viva” en el prestigioso Museo de Arte y Cultura de Colsubsidio de la ciudad de Bogotá. Gustavo Ayares Ossandón Embajador de Chile en Colombia
La Universidad Católica de Temuco, UC TEMUCO, fue fundada el 8 de septiembre de 1959 y ya, hacia fines de los años sesenta concentra su oferta académica en las carreras de Pedagogía, posicionándose como institución formadora de profesores para la zona sur del país. A partir de 1992 la UC TEMUCO inicia la creación de carreras y programas de investigación en consonancia directa con temas de interés regional. Así nacen las carreras de Licenciatura en Antropología y Pedagogía Básica Intercultural Bilingüe (Mapudungun-Español) que buscarán la formación de profesionales preparados para apoyar el desarrollo económico y humano de la Región de La Araucanía teniendo en cuenta su diversidad étnica y cultural. De esta manera, la comunidad académica de la UCT, acepta el desafío de estudiar y entender de un modo más profundo las condiciones y necesidades de los distintos actores sociales, étnicos y económicos de la región de la Araucanía. Consecuente con este objetivo, la Universidad ha creado un Programa de Artesanía con el fin de estimular la investigación, el desarrollo creativo y la recuperación y enseñanza de las técnicas ancestrales utilizadas para el desarrollo de la orfebrería, el textil y la cerámica propias del pueblo y la cultura mapuche. En este ámbito, la universidad se ha propuesto la recopilación y conservación de una colección representativa de objetos de platería mapuche, testigos de la capacidad creativa de los habitantes originarios de la región y contenedores de la simbología referida a su pensamiento y cultura material. Para la Universidad Católica de Temuco ha sido un reto contribuir a dar forma a una exposición que busca comunicar los valores de la cultura mapuche y contribuir a su reconocimiento como parte del patrimonio cultural de Chile. La UCT agradece el apoyo del Gobierno de Chile y de la Embajada de Chile en Colombia para la presentación de esta muestra.
Alberto Vásquez Tapia Rector Universidad Católica de Temuco, Chile
La Universidad de La Frontera es una Institución de Educación Superior estatal y autónoma cuya Misión es “contribuir al desarrollo de la región y del país mediante la generación y transmisión de conocimiento, la formación de profesionales y postgraduados, el cultivo de las artes y de la cultura”. Asume compromiso con la calidad y la innovación, con el respeto por las personas, con el respeto con el entorno y la diversidad cultural, con la construcción de una sociedad más justa y democrática”. Fiel a su misión, ha generado los espacios para estudiar, promover y difundir el patrimonio cultural. Su ubicación en la Región de la Araucanía, le ha permitido implementar numerosas iniciativas de desarrollo y expansión de la cultura indígena mapuche. El proyecto de recopilación de prendas textiles para el rescate de técnicas y diseños originarios mapuche, tiene sus inicios en 1988 junto con el Centro de Documentación del Instituto de Estudios Indígenas y reúne resultados de investigación e interacción chileno-mapuche. Para la presente exposición “Mapuche: Pueblo y Cultura Viva”,se han seleccionado 30 textiles tejidos de manera tradicional, con lana de oveja y tinturas naturales extraídas de raíces, frutos y hojas; sus diseños, técnicas y simbología son recuperaciones realizadas por artesanas de asociaciones mapuches de la IX Región, de localidades como Nueva Imperial, Chol Chol, Cunco y Padre Las Casas. Junto a los textiles se presenta una selección de 25 fotografías proindigenistas que vienen a complementar los trazos de historia escritas a telar por manos de mujer. Esta muestra de la Universidad de La Frontera es una expresión de su compromiso con la creación de espacios de comunicación, recuperación histórica, valoración y preservación del patrimonio cultural que potencien las relaciones interétnicas e interculturales en la Región de la Araucanía. La Universidad de La Frontera agradece el apoyo al Gobierno de Chile, a la Embajada de Chile en Colombia y al Museo de Arte y Cultura Colsubsidio de Bogotá para la presentación de esta muestra. Sergio Bravo Escobar Rector Universidad de la Frontera de Temuco, Chile
El bosque chileno ...Bajo los volcanes, junto a los ventisqueros, entre los grandes lagos, el fragante, el silencioso, el enmarañado bosque chileno... Se hunden los pies en el follaje muerto, crepitó una rama quebradiza, los gigantescos raulíes levantan su encrespada estatura, un pájaro de la selva fría cruza, aletea, se detiene, entre los sombríos ramajes. Y luego desde su escondite resuena como un oboe... Me entra por las narices hasta el alma el aroma salvaje del laurel, el aroma oscuro del boldo... El ciprés de las guaitecas intercepta mi paso... Es un mundo vertical: una nación de pájaros, una muchedumbre de hojas... Tropiezo en una piedra, escarbo la cavidad descubierta, una inmensa araña de cabellera roja me mira con ojos fijos, inmóvil, grande como un cangrejo...( ) Más lejos cada árbol se separó de sus semejantes... Se yerguen sobre la alfombra de la selva secreta, y cada uno de los follajes, lineal, encrespado, ramoso, lanceolado, tiene un estilo diferente, como cortado por una tijera de movimientos infinitos... Una barranca; abajo el agua transparente se desliza sobre el granito y el jaspe. Vuela una mariposa pura como un limón, danzando entre el agua y la luz... A mi lado me saludan con sus cabecitas amarillas las infinitas calceolarias... En la altura, como gotas arteriales de la selva mágica se cimbran los copihues rojos ( ) ... El copihue rojo es la flor de la sangre, el copihue blanco es la flor de la nieve... En un temblor de hojas atravesó el silencio la velocidad de un zorro, pero el silencio es la ley de estos follajes... ( ) El universo vegetal susurra apenas hasta que una tempestad ponga en acción toda la música terrestre. Quien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta. De aquellas tierras, de aquel barro, de aquel silencio, he salido yo a andar, a cantar por el mundo.
Pablo Neruda, “Para nacer he nacido”
Fotografía Arturo Hernández S.
Nag Mapu. El territorio La cultura mapuche, todo aquello que el pueblo mapuche ha construido como identificador de su ser histórico, de su ser espiritual, está íntimamente ligado al territorio, al Nag Mapu; este “es el espacio en donde habitamos los che, es el Wajontu Mapu, el planeta tierra, espacio en el cual se manifiestan las diversas formas de vida... reflejo de diversas formas de fuerzas”... 1 El territorio, concepto colectivo comunitario es, para los mapuche, un contenedor de espacios donde confluyen y se funden la energía contenida en los seres vivos y las fuerzas de la naturaleza en armonioso equilibrio. Allí es donde se manifiestan ancestralmente las variadas formas de construcción sociocultural: convivencia con el territorio en alternancias de asentamiento y desplazamiento de familias unidas por un linaje común; identificación de espacios ceremoniales donde se afianzan los vínculos de unidad, de identidad, y el fortalecimiento de vínculos entre lo humano y lo no humano. También en el territorio se materializan espacios que aportan a lo cultural desde sus cualidades naturales: los menoko, espacios húmedos, fangosos donde la naturaleza ofrece las hierbas, arbustos, matorrales, con propiedades medicinales; los Xayegko, lugares con agua y piedras (kura); los Mawiza, montañas con abundante vegetación natural y animales; los Bafkeh, espacios de gran concentración de agua. El territorio se rige por principios organizativos (los Geh) que sostienen la intra-diversidad y permiten a los mapuche vincularse a él a través de distintas formas naturales, piedras (kura), volcanes (zeqüñ) u otras, que adquieren así un valor de orientación y de identificación perdurable en el espacio y en el tiempo. El conocimiento y la identificación del ser humano con su territorio y todo lo que él contiene lo impulsa a la construcción de sus propias creaciones materiales: objetos a los cuales da cualidades interpretativas, objetos creados en armonía con los Geh que adquieren significados y trascienden su forma material para dar valor inmaterial. Es el caso de los diseños textiles y de la joyería mapuche, manifestaciones culturales reconocidas como vehículo de la memoria y el pensamiento de su cultura; una muestra del espíritu del pueblo mapuche indisolublemente vinculado a su territorio.
1 J. Quidel
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La presente colección de la Universidad Católica de Temuco y Universidad de La Frontera, dan contenido a la exposición MAPUCHE, PUEBLO Y CULTURA VIVA a través de la cual se permite conocer una muestra de la cultura material e inmaterial del pueblo mapuche. La exposición está constituida por una colección de joyas de platería (tukuluwün) que dan valor al ajuar tradicional de las mujeres mapuche. En algunas de ellas es posible identificar formas transferidas de otras culturas que fueron adaptadas al pensamiento del pueblo mapuche
y adquirieron significados diferentes o, como el caso de la cruz, aunque a ojos occidentales se percibe como símbolo cristiano, en la cosmovisión mapuche marca una referencia a los cuatro espacios del universo 2 . El contacto con los inca se registra en el tukuluwün a través del tupu. Integra también esta exposición una colección de tejidos manufacturados por züwükafe (expertas tejedoras) de diversas comunas de los alrededores de Temuco quienes conservan la tradición del arte textil heredada por lazos de familia o comunidad, manifestada en su conocimiento de las técnicas ancestrales de urdimbre y preparación de la fibra, el teñido con tintes naturales y la simbología de sus diseños.
agua, las rocas, las montañas, la vegetación, los animales, los seres humanos y el mundo espiritual, en un equilibrio dual donde todo tiene sentido, donde nada existe sin la existencia del otro. La presente exposición es una forma de acercarse al conocimiento de los significados del pensamiento mapuche; es una invitación a ver más allá de la mirada, a sentir más allá del placer estético; la invitación es a comprender y a aprender la concepción del Az Mapu; desde allá, desde el sur y desde todos los lados del Wajontu Mapu.
Adelaida Espinoza Mella
Un componente igualmente importante es una serie de piezas arqueológicas de piedra y cerámica que demuestran la antigüedad y localización de los asentamientos mapuche. En esta colección se destaca especialmente el metawe, vasija ritual de significado espiritual utilizada en las ceremonias del nguillatun. Finalmente, una colección de fotografías etnográficas aportan los documentos gráficos para conocer aspectos sociales y culturales característicos de la sociedad mapuche de principios del siglo XX. A pesar del valor cultural e histórico que representa el tukuluwun para un número creciente de mujeres mapuche, su uso en la actualidad es muy eventual o extraordinario. La mayoría de las familias no logró conservar estos bienes y hoy en día su recuperación se hace difícil por sus altos costos. Numerosas prendas se encuentran en colecciones privadas o aún en casas comerciales a donde acudieron las antiguas familias para intercambiarlas por productos de subsistencia. Sin embargo, se considera un avance importante para la recuperación de la memoria de significados, la creciente conciencia de las comunidades en el aprecio de sus objetos culturales y el trabajo de organizaciones indígenas en la recreación de la cultura originaria como muestra visible de un pensamiento propio. Para ello encuentran valiosos aliados en instituciones académicas, estatales y no gubernamentales, donde personas mapuche y no mapuche aprecian el valor de estos objetos más allá del valor material, como expresiones de una cultura que resignifica la relación entre los seres naturales, el 2 J. Quidel
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CONTEXTO HISTÓRICO Los Mapuche han identificado y habitado un amplio territorio propio en el cual han creado su estilo de vida en forma independiente de otros pueblos sin que pueda saberse con exactitud el origen de su matriz cultural ni la época precisa de su emergencia. El territorio geográfico está constituido, de este a oeste, por los dos costados de la Cordillera de Los Andes: al occidente el Gulu Mapu, hoy denominado Chile; y al oriente, actualmente Argentina, el Puel mapu. El eje norte-sur de las fronteras de este territorio comprendía desde Coquimbo, por el norte, hasta Chiloé y “más allá”, por el sur (Luis de Valdivia, 1606).* En el año 1641, con el tratado de Quillin celebrado entre la corona española y la nación mapuche se establece el límite entre el río Bío-Bío por el norte y el golfo Reloncaví hasta Chiloé, por el sur.
El territorio geográfico Ancestralmente, y hasta la llegada de los españoles, los mapuche ocupaban gran parte del actual territorio chileno y argentino; su espacio cultural tocaba la orilla de ambos océanos. Paulatinamente, producto de continuos procesos de colonización y, más tarde, de la “pacificación de la Araucanía”, el pueblo mapuche se vio reducido en lo territorial, social y cultural, además en lo demográfico. En la actualidad la población mapuche chilena alcanza alrededor de 980.000 habitantes y se distribuye mayoritariamente en las provincias de Bío Bío, Arauco, Malleco, Cautín, Valdivia, Osorno, Llanquihue y Chiloé, (regiones IX y X) y en grandes centros urbanos como Santiago, Concepción, Valparaíso, Temuco y Valdivia. En Argentina los mapuche se distribuyen en las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Neuquén, Río Negro y Chubut, con una población de aproximadamente 250.000 habitantes.
Comienza la resistencia La historia conocida del pueblo mapuche parece estar marcada por una lucha constante en defensa de su territorio y su cultura; desde su paulatina retirada del norte por presión de los atacameños, organiza la primera defensa territorial en situación de guerra abierta ante los avances del Imperio Inca en el siglo XV que ya habían asimilado con cierta facilidad los territorios pikunches. De hecho, los incas denominaron como “purumaucaes” a los habitantes al sur del río Maipo, vocablo quechua que significa “gente alzada”. En este punto geográfico comenzaba la densa selva fría de los mapuche
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CONTEXTO HISTÓRICO
donde se estableció la frontera geográfica, política y cultural que encontrarían más tarde los españoles. La expansión inca comienza con Pachacuti Inca Yupanqui (1438-1463), continúa con su hijo Topa Inca Yupanqui (1471-1493) quien suma Quito y el norte de Chile al Imperio y posteriormente le sigue su hijo Huayna Capac (14931525) que llega hasta el río Maule y allí detiene su avance ante la resistencia mapuche y las difíciles condiciones del terreno; retrocede y finalmente fija, como se explicaba, la frontera en el río Maipo (sur de Santiago).
desierto al regreso, además de la feroz resistencia de los indígenas encontrados a orillas del río Itata. De esta manera, le correspondería a Pedro de Valdivia la empresa de la conquista que inicia hacia 1540 logrando establecer un año después su centro de operaciones con la fundación de la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo. “Esta tierra es tal, que para poder vivir en ella y perpetuarse, no la hay mejor en el mundo; dígolo porque es muy llana, sanísima y de todo contento; tiene cuatro meses de invierno y no más que en ellos, si no es cuando hace cuarto de luna, que llueve un día o dos, todos los demás hacen lindos soles que
Sin embargo, el contacto con la cultura inca aporta diversos elementos que se integran a la mapuche, como la incorporación de palabras quechua al mapudungun; técnicas alfareras, textiles y agrícolas; adopción de elementos del vestuario, diseños ornamentales y, seguramente, también la adopción de rituales.
no hay para qué llegarse al fuego. El verano es tan templado y corren tan deleitosos aires, que todo el día se puede el hombre andar al sol que no le es importuno. Es lo más abundante en pastos y sementeras y para darse todo género de ganado y plantas (...) mucha y muy linda madera para hacer casas, infinidad otra de leñas para el servicio dellas y las minas riquísimas de oro y toda la tierra está llena dello y donde quiera que quisiere soñarlo allí
La Antropología Sociocultural ha puesto de manifiesto que cuando el Estado-Nación
hallarán en qué sembrar y con qué edificar y agua y yerba para sus ganados
chileno se instituyó, lo hizo adhiriendo a la doctrina conocida como ‘Terra Nullius’, ya
que parece que la creó Dios a paso para poder tenerlo todo a mano”
institucionalizada por el “descubrimiento de América”. Esta doctrina sostiene que los territorios son “descubiertos” por los Estados cuando no existe otro Estado reconocido que reclame su soberanía, no asignándole al poblamiento u ocupación previa de otros pueblos el derecho de posesión legítima de esos territorios. En efecto, el registro histórico y etnohistórico señala que la población indígena que encontraron los españoles al ingresar al territorio, y que reconocieron como única por la lengua común que usaban, sólo reaccionó como nación mediante la defensa bélica del territorio poblado. Esta actitud de soberanía se mantuvo por más de cuatro siglos, a través de una guerra (intermitente) hasta el último levantamiento de 1881 contra un Estado Chileno que ya estaba concluyendo su etapa de ocupación del enclave mapunche desde mediados del siglo XIX.*
* En el texto se diferencia el término mapuche del mapunche. Mientras el primero hace referencia a la relación más socializada de ‘gente de la tierra’ para identificar al pueblo, el segundo está reservado para las personas o situaciones que representan la norma clásica, genuina y en las que hay concordancia plena entre pensamiento y acción.
Nación Mapuche, nación independiente La expedición española a Chile se inicia en 1536 desde Cuzco con las primeras exploraciones de Diego de Almagro, que regresa decepcionado a Perú por las múltiples dificultades sufridas en la travesía, el extremo frío de la cordillera, a la ida y la inclemencia del 1 Duran Pérez, Teresa et al. Muerte y Desaparición Forzada en la Araucanía: Una Aproximación Étnica KO’AGA ROÑE’ETA se.x (2000) - http://www.derechos.org/koaga/x/mapuches/ *
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El entusiasmo de Valdivia lo lleva a fundar varias ciudades, al norte de Santiago como punto intermedio de comunicación con el Perú, y al sur del Bio Bio para apoderarse de las tierras en su afán de anexar a su gobernación la totalidad de las tierras del sur. Sin embargo en 1553 una violenta rebelión mapuche destruye las ciudades del sur, incluida La Concepción y, al tiempo de la muerte del mismo Valdivia, los españoles son expulsados del territorio. Una nueva avanzada de conquista ocurre en 1557 resultando en un aparente éxito, empresa en la cual se vuelven a fundar ciudades incluso en el actual territorio argentino. Con el término del gobierno del noble García Hurtado de Mendoza en 1561 se considera concluido el periodo de Conquista. Sin embargo, la guerra de los mapuche del sur del Bio Bio no concluyó allí. La vida de la colonia se mantuvo marcada por un permanente estado de alerta por los sucesivos ataques indígenas, año tras año durante siglos en lo que se conoce como la Guerra de Arauco. Este permanente estado de guerra obligó a la profesionalización del ejército español pero esto no disuadió a los indígenas de Arauco hasta que en 1641, después de 260 años de lucha, España y la nación mapuche celebraron el Tratado de Killín, mediante el cual España reconocía el río Bio Bio como frontera entre las tierras de la Corona
CONTEXTO HISTÓRICO
y el pueblo mapuche. De esta manera, la nación mapuche pasaba a constituirse en la primera y única nación indígena del continente cuya independencia fuera formalmente reconocida por una potencia europea. Como consecuencia de este período de paz (s. XVII y XIX) se produce un importante desarrollo económico basado en la ganadería lanar y caballar, y un auge sin precedentes de actividades mercantiles y agrícolas a gran escala. Al mismo tiempo, para proveer el mercado de intercambio con la sociedad española, los mapuche aumentan la producción de tejidos y la manufactura de piezas de platería para uso suntuario de los propios mapuche y para el mercado español, especialmente en la fabricación de aperos para monturas. Así se conoció una época de prosperidad sin parangón en la historia mapuche y un paulatino cambio en sus relaciones sociales, políticas y culturales. Por otra parte, hacia el inicio del siglo XIX en las colonias americanas comienza a generarse un movimiento de resistencia a la corona española que produce, finalmente, la independencia de cada una de ellas. A Argentina le sigue Chile pero esta guerra no es una guerra mapuche. Ellos, como nación independiente, no chilena, no se involucran. Con excepción de unos pocos grupos imparciales o a favor de los criollos chilenos, la mayoría se mostró a favor de los realistas ya que con ellos habían construido una relación de paz y convivencia basada en el reconocimiento mutuo de sus espacios y su cultura.
Ocupación definitiva del territorio Una vez lograda la independencia los nuevos países comienzan a generar políticas que desconocen la presencia indígena, lo cual en algunos países se manifestó, incluso, en el exterminio sistemático. En Chile se da comienzo a una táctica de ocupación de las altas fronteras. A inicios de 1800 los mapuche en Chile aún controlaban un extenso territorio de aproximadamente diez millones de hectáreas.
anexar definitivamente los territorios mapuche al sistema político y económico del país. Con la llamada “pacificación de la Araucanía” se declararon “fiscales” cinco millones de hectáreas de estos territorios, reduciendo las tierras mapuche a no más de quinientas mil hectáreas de tierras de baja calidad con la consecuente pérdida del sistema de vida mapuche y su condición de nación independiente. Las tierras enajenadas fueron repartidas entre los mismos militares que participaron de esta ocupación, entre colonos del país y extranjeros reclutados a través de las oficinas de colonización abiertas por el gobierno chileno en varios países europeos. Al mismo tiempo se inicia una campaña de evangelización forzada y la desaparición del mapudungun, la lengua mapuche. De esta época son los títulos de Merced, mediante los cuales el Estado chileno reconoce la propiedad comunitaria de pequeñas porciones de territorio donde las familias unidas por un linaje común, pueden intentar reconstruir una forma de supervivencia según los principios de su cultura. La Reforma Agraria de los años 1971-1973 que ejecutó un plan de recuperación de tierras para los mapuche fue eliminada por la dictadura militar que confiscó estos terrenos y muchos más para implantar un acelerado proyecto de explotación forestal y de los demás recursos naturales de la región en favor de empresas nacionales e internacionales. En la actualidad, los mapuche se manifiestan en contra de la explotación forestal que produce la deforestación de las especies naturales a favor de plantaciones de especies foráneas de rápido crecimiento con el consecuente agotamiento de la tierra y el impacto negativo en el equilibrio del medio ambiente, en contra de su cosmovisión ancestral de equilibrio natural.
La organización política mapuche de tiempos de paz que se agrupa alrededor de un “jefe de la palabra”, guardián de las tradiciones y la memoria; se transforma rápidamente en una sociedad guerrera que obedece a un toki, el “jefe de la guerra”; así, en defensa de su identidad, el estilo de vida mapuche adquiere un
Entre 1860-1885, luego de la culminación de la Guerra del Pacífico contra la Confederación Perú-Boliviana, con un ejército fortalecido, la República chilena emprende las acciones militares necesarias para
nuevo significado en la violencia guerrera.“Cuando el “jefe de la palabra” enmudece, estalla la violencia. Entonces emergen los 3 toki, los jefes de la guerra”
3 MOP. Chile. Dirección de Arquitectura: Guía de diseño arquitectónico mapuche para edificios y espacios públicos.
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COSMOVISIÓN Pensé entonces que Temuko podría ser “una ciudad Azul”, porque nuestros Mayores dicen que el primer espíritu mapuche vino arrojado desde el Azul, pero no de cualquier Azul sino del Azul del Oriente. Y como en nuestra tierra no había nada que lograra un Azul homogéneo, nos decían que el Azul existía en el oriente y en el espíritu y en el corazón de cada uno de nosotros. Y que cuando nuestra energía abandona nuestro cuerpo (que se transforma en agua, aire, fuego, tierra, verdor), se dirige hacia el poniente para llamar a Nontufe, el Balsero de la muerte, y así cruzar el Río de las Lágrimas para reunirse con las energías de los recién fallecidos y juntos retornar al lugar de origen: el Azul del Oriente, completando así el círculo Azul de la vida. Elicura Chihuailaf Nahuelpan
Az Mapu
El mundo mapuche
Para la cultura mapuche, el Az es el correcto orden de todo lo que existe y la adecuada manera de relacionarse; es la norma natural que lo ordena todo. El Az Mapu, en consecuencia, regula la existencia y armonía de todo en la tierra; es la manera en que el mapuche, la naturaleza y el cosmos se debe ordenar; por ella se rige el pueblo mapuche y según estas normas se determina lo que debe y no debe ser. Esta armonía es el fundamento de su existencia. Ahora, mantener el orden del universo y de todas las cosas solo es posible si el actuar del ser humano es el correcto y no realice nada que altere ese orden. Si ese orden se rompe, se desata el conflicto (el aukan) entre las fuerzas del bien y del mal.
El mundo mapuche es un complejo sistema de relaciones en donde todos los elementos, componentes solidarios, lo natural y lo humano, se interrelacionan de manera que ninguno puede existir sin la presencia de los otros. En él se vinculan armónicamente la tierra, el medio que los rodea y los espíritus de los antepasados gracias a Ngünechen (dios superior) que, en forma permanente y de un modo invisible, interactúa con los hombres para mantener el equilibrio. El espacio como estructura vertical Al espacio definido culturalmente como el territorio mapuche se le denomina Wall Mapu.
“Es el Az Mapu lo que determina nuestra manera de comprender el mundo, y por lo tanto establece nuestros conceptos de organización cultural. Esta incluye la organización social, política, territorial, jurídica y religiosa.” 4
“... El territorio tiene un significado integral más allá del espacio físico que habita: existe una relación múltiple con la tierra y el medio natural. En primer término se constituye en vehículo de supervivencia vinculado a las prácticas tradicionales recolectoras, cazadoras, ganaderas y agrícolas mapunches, haciendo uso de la tierra y el agua tanto individual como colectivo. Por otro lado, el territorio es el que han ocupado por generaciones, en el que han enterrado a sus muertos, y en el que coexisten las señales y manifestaciones de sus espíritus con los vivos. La cosmovisión y religión mapunche están basadas no sólo en los elementos de la naturaleza, sino en una relación de equilibrio, respeto y reciprocidad hacia ellos. Por tanto, el respeto y equilibrio con el entorno se constituyen en uno de los elementos fundamentales y necesarios para las formas de vida mapunche” 3. 3 Durán Pérez, Teresa et al. Muerte y Desaparición Forzada en la Araucanía: Una Aproximación Étnica KO’AGA ROÑE’ETA se.x (2000) - http://www.derechos.org/koaga/x/mapuches/ 4 MOP, Dirección de Arquitectura, ‘Guía de diseño arquitectónico mapuche para edificios y espacios públicos’. Lo mapuche.
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COSMOVISIÓN
Identidades territoriales asociadas a los lados de la tierra El Wall Mapu, como estructura vertical, se conforma por tres dimensiones inter relacionadas y una intermedia: Wenu Mapu: la tierra de arriba, es el espacio sagrado e invisible donde habitan la familia divina, los espíritus del bien y los antepasados mapuche. Nag Mapu: la tierra central, también conocida como “la tierra que andamos”, espacio visible habitado por los hombres y la naturaleza. Miñche Mapu: la tierra de abajo, donde se encuentra, según algunos la fuerza del mal o espíritus malignos o, lo que es más aceptado por los mismos mapuche, donde se encuentran las formas antagónicas que aportan al equilibrio (ni buenas, ni malas). Ragiñ Wenu Mapu: el espacio intermediador entre la Wenu Mapu, el espacio divino y la Nag Mapu, la tierra central. La contraposición de las dos zonas cósmicas, la Wenu Mapu y la Miñche Mapu se proyecta activamente en la Nag Mapu lugar de la naturaleza y morada de la gente. Es el lugar del Aukan (conflicto) permanente entre las fuerzas antagónicas; en este espacio coexiste también la dualidad necesaria para alcanzar el equilibrio.
Pikun Mapu: Tierra al norte. Pikunche: gente del norte. Este era el lugar del pichi mawiza (bosque nativo). Ahora casi todo son colinas erosionadas, valles abandonados y carentes de ko (agua). Territorio de minifundio encerrado entre grandes propiedades forestales, donde reina el desequilibrio y la fragmentación.
El espacio como estructura horizontal Al conjunto de relaciones espaciales y particularidades territoriales del mundo mapuche en el plano del Nag Mapu, se le denomina Meli Witxan Mapu. Corresponde a la manera de entender la tierra visible que habita el mapuche organizada a partir de los cuatro lados de la tierra (meli zuam), lados que definen particulares modos de vida a partir de la manera en que el Mapuche se relaciona en cada uno de ellos con la naturaleza y el medio que los rodea.
Lafken Mapu: Tierra al oeste. Lafkenche: gente del mar. La tierra del Lafkenche es el mundo de los hombres del litoral o las vertientes de la cordillera de la Costa. Tierra protegida por Sumpal, divinidad generosa o castigadora según sea el comportamiento de los habitantes del Lafken Mapu.
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Fütake waria: La ciudad También existe un segmento importante de los mapuche que habitan las fütake waria (ciudades) y los waria (pueblos), ellos viven en constante exilio, alejados de sus costumbres e ideologías. No han logrado en el espacio urbano su pertenencia cultural. Este ámbito no posee significado positivo en el rakizuam (pensamiento) mapuche por asociarse a la imposición de un modo de vida que no les es propio y al fin de su estilo de vida tradicional. Es el espacio de lo ajeno. El espacio temporal La conformación temporal del mundo mapuche está representada por los ciclos, antü (el día) y pun (la noche), mogen (la vida) y lan (la muerte), o las etapas del año. Puel Mapu: Tierra al este. Puelche: gente del este. Pewenche: gente del pewen (araucaria). Corresponde a la cordillera andina, lugar donde habitan los Pewenche y donde el antü (sol) riela alto. Allí el agua es pire (nieve) y se transforma en torrente, sus habitantes poseen una relación estrecha con las piñaderías (piñones de la araucaria) de las cumbres. El mapuche habita la cordillera a pesar de ser espacio no domesticado.
En ellos el tiempo transcurre en forma circular, de derecha a izquierda, desde el pukem (tiempo de lluvia), hacia el pewü (tiempo de brotes), pasando por el walüg (tiempo de abundancia) y finalizando en el rimügen (tiempo de rastrojos). Esta temporalidad está presente en el modo de vida mapuche en todos los rituales, ceremonias y actos cotidianos tradicionales.
Willi Mapu: Tierra al sur. Williche: gente del sur. En este territorio la orientación esencial es en relación al lafken (mar). La Cordillera de la Costa aquí se concibe como un territorio sometido a las fuerzas negativas, peligrosas. El andar por estas tierras supone arriesgar el retorno a casa, requiere del ritual para que la divinidad abra las puertas, proteja y otorgue al viajero “buen camino”. Más al sur en el archipiélago llouky ñi üy recibe el nombre especial de Buta Willi Mapu Chilwé (Chiloé) Es el mundo de la insularidad y las navegaciones. Fotografías Arturo Hernández S. 19
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Dimensión simbólica del espacio El espacio mapuche se “resignifica” dependiendo de los usos que la comunidad le confiera y las implicaciones en el ámbito en que este actúa. Es el caso de los espacios sagrados, que se reconocen por la presencia del newen (fuerza), del rewe (altar), por la ruka, o por el poder presente en lugares de sanación de la machi. Los kütxaltuwe (fogones) son así mismo representación del poder de la comunidad en el lof, es el fuego que permite el encuentro comunitario, la transmisión del conocimiento, la protección de los espíritus negativos de la noche y la vida misma.
La complejidad simbólica del metawe está definida por Tom Dillehay al decir: “...durante el nguillatún la mujer casada sitúa su cántaro en la base del rewe, del poste sagrado ubicado en el centro del área ritual y a la vista de todos los asistentes. El acto puede ser un gesto simbólico de las participantes femeninas quienes han desempeñado el rol de “mujer casada” y de la maternidad. La machi constituye un caso especial, ella es la única mujer quien puede poseer más de un cántaro pato y ella es la distribuidora de ellos”.
Representaciones simbólicas del mundo Mapuche
El kultrun representación del universo mapuche En el Kultrun se encuentran representados todos los elementos del universo mapuche: las dimensiones del espacio, las cuatro identidades territoriales mapuche, correspondientes a los cuatro lados de la tierra. Allí está también la familia divina representada por el antü (sol) y la küyen (luna). Los cuatro semicírculos representan a los miembros de la familia divina, kuze (la anciana), fücha (el anciano), ülcha zomo (la joven mujer) y weche wentxu (el joven varón).
Ilustración: Carlos Cárcamo - Libro ‘Mapuche lengua y cultura’
Ngünechen (Dios) está representado en todos los signos del kultrun, su representación en las cuatro partes aparece como el nexo entre las cuatro identidades territoriales, donde la familia divina hace de mediadora entre las distintas partes de la Nag Mapu. Todo de esa manera representa la interrelación de las partes que hacen posible la mogen che (vida de la gente) en la tierra y su relación armónica con la naturaleza.
La Ruka representación de espacio domesticado La ruka, es el elemento arquitectónico más representativo de la concepción del mundo mapuche: ella simboliza la Nag Mapu, es el espacio representativo de la domesticación del espacio natural, el espacio mas importante para el encuentro y participación comunitaria del lof. El Metawe representación del cobijo Considerando que toda cultura es dinámica, es posible que sus creaciones varíen a través del tiempo, sin embargo existe entre los mapuche un intento de conservar algunos objetos de relevancia cultural, uno de ellos es el metawe (cántaro). 20
Fotografía: Dolores de la Maza
Fotografía: Adelaida Espinoza
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Organización estructural Mapuche La sociedad mapuche no poseía una estructura social piramidal y estratificada ni tampoco los territorios bajo su dominio estaban regidos por organizaciones formales. El poder de los jefes de los grupos locales (longkos) se sustentaba (aún hoy) en el respeto de los demás por su prestigio y su prudencia. En tiempos de paz, la capacidad coercitiva de los jefes sobre los miembros de su grupo, era limitada. Eran los “jefes de la palabra”; palabra que marca la enorme distancia entre los hombres y la violencia.
es dirigida por un ñizol longko. Por último, en tiempos de aukan, tiempos de guerra, surge una autoridad central, la figura del Toki, máxima autoridad política y militar que superpone su autoridad a cualquiera de las demás.
Cuando el “jefe de la palabra” enmudece, estalla la violencia. Entonces emergen los “jefes de la guerra”, los toki, que encarnaban las cualidades de líder guerrero y el prestigio bélico. Así, se aunaban muchos grupos y vastos territorios bajo una autoridad central. El pueblo Mapuche, según su visión armónica de mundo creó dos tipos de organizaciones: una socio-política y otra ideológico - religiosa aunque en ambos casos se basan en un principio religioso y están determinadas por el Az Mapu, (“costumbres de nuestra tierra”) (Jineo Quidel, 1998.)
Organización socio política La primera organización social mapuche y la base de las estructuras mayores es el lof, que corresponde a un grupo familiar de tres o cuatro generaciones organizadas que viven en torno a la casa del jefe de familia o longko. La autoridad principal es el longko, tradicionalmente corresponde a una persona mayor que es el jefe de la comunidad familiar. Además de su rol social, es frecuente que el longko se ocupe de asuntos religiosos al dirigir el Nguillatun (rogativa), una de las ceremonias más importantes del pueblo mapuche. El longko como conocedor de la sabiduría mapuche, debe velar por la continuidad del Az Mapu y las costumbres de la tierra mapuche. Los lof se agrupan entre sí hasta un total de 9, conformando los rewe o ayllarewe, organización que mantiene vínculos familiares de un mismo linaje patrilineal. Entre los longko del rewe se elige un líder, el ülmen fütra lonko, autoridad del ayllarewe que se preocupa de la defensa del territorio, la cultura y el espacio sagrado. Los aylla rewe a su vez se pueden agrupar en organizaciones mayores, organizándose a partir de 4 aylla rewe un fütal mapu, que constituye la máxima organización socio-política mapuche, la que
Organización ideológico religiosa Las divinidades y los mediadores gobiernan el mundo sobrenatural y natural; poseen una estrecha relación con la gente a quienes entregan favores o dones. Ellas habitan en la Wenu Mapu (tierra de arriba): Ngünechen La divinidad mayor, es el gran espíritu del bien, creador y sostenedor de la gente y de la naturaleza. La Familia Divina Que se refleja en la familia mapuche, está compuesta por kuze (anciana), fücha (anciano), ülcha (mujer joven) y weche (hombre joven). Reproducen la forma de vida de la familia mapuche terrenal, poseen tierras buenas cultivables, pájaros y animales, habitan en ruka y viven a la manera de los hombres. 21
COSMOVISIÓN
Autoridades Religiosas
Rituales más importantes Nguillatun Es la ceremonia mapuche más importante, representa un acto relevante pues es una celebración comunitaria que “permite al hombre ponerse en contacto con las fuerzas de la naturaleza y con las sobrenaturales” generando el escenario propicio para apaciguar la disputa de las fuerzas antagónicas, reestablecer el equilibrio de la naturaleza y obtener küme feleam (bienestar). En algún momento los espíritus de los antepasados o divinidades se mostrarán insatisfechas. Será en los peuma, (sueños), o en las perimutun (visiones), donde ellos le manifestarán a los hombres aquel sentimiento. Entonces, será tiempo de nguillatun en el cual participa todo el lof.Esta ceremonia se realiza en el nguillatuwe, campo sagrado o lugar especialmente destinado para ello; tiene una duración de dos días y se celebra cada dos o cuatro años o según las circunstancias lo exijan.
Machi Generalmente mujer, sirve de intermediaria entre el mundo de lo visible y el mundo de lo invisible. Conoce todos los lawen (medicamentos) naturales y sus usos. Es la autoridad de la medicina tradicional y conocedora de los secretos del mundo mapuche. Es un ser escogido que cumple un rol religioso y tiene un poder de sanación impartida a través de la ceremonia conocida como machitun.
En el centro del ngillatuwe se ubica el rewe o altar. Allí se depositarán las ofrendas constituidas por productos naturales: semillas, frutos, espigas, carnes, sopaipillas y muday. Cerca al centro se enciende el pillan kütxal, fuego espiritual que arderá durante toda la celebración. Mientras se elevan rogativas se entonan cantos ceremoniales, se comparte abundante comida y bebida con los invitados y se desarrolla el baile con la mapu (tierra), la küyen (luna) y las wangülen (estrellas).
Pelom Personas con características especiales que pueden conocer el futuro.
El Rewe, según los mapuches de diferentes zonas puede tener diversas formas:
Genpin Dueño de la palabra, orador oficial y guía espiritual durante la realización de los rituales. Cuando coincide con la persona del longko se le denomina genpin longko. Zugu.
El Rewe del Pikun Mapu es labrado a modo de escalera que sube al Pikun Mapu (oriente).
Mediadores Divinidades menores estrechamente asociadas a un lugar, un sitio al que se le atribuye carácter sagrado. Un ejemplo es la creencia que en ciertos caminos, en piedras de gran tamaño, viven poderosos espíritus mediadores a los cuales los viajeros les rinden culto, les ofrecen rogativas, pequeños sacrificios y ofrendas. Antepasados Mediadores que, aunque habitan el Wenu Mapu (tierra de arriba), recorren la Miñche Mapu, tierra de abajo, para brindar protección a sus parientes vivos. Actúan como mediadores entre los hombres y la divinidad, siempre y cuando los habitantes de esta tierra mantengan y respeten las tradiciones.
Machife Intermediario entre el lof y el newen (poder) de la machi cuando se encuentra en keymi (trance), en este caso se desempeña como intérprete o asistente en la sanación.
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El Rewe del Lafken Mapu, labrado a modo de escalera que sube al oriente, con un rostro que mira al Lafken Mapu, al mar. El Rewe del Puel Mapu, principalmente constituido por ramas, el pewen (araucaria) joven y en ocasiones una mamüll (madera) labrada a modo de cruz. En el Puel Mapu no es necesario ascender para estar cerca de Ngünechen.
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El altar del Willi mapu: el rewe es reemplazado por un altar hecho de ramas. Machitun Machitun se denomina a todas las ceremonias de sanación que realiza la machi. A diferencia de la lawen (medicina) occidental que se preocupa del cuerpo físico, la medicina mapuche se ocupa del cuerpo material e inmaterial. Cuando el espíritu pierde su equilibrio y no puede relacionarse normalmente con lo que lo rodea, el cuerpo adquiere una kutxan (enfermedad). Entonces, es el momento de la intervención de la machi quien comienza su labor de sanación al atardecer. Mientras avanza la noche se van manifestando con más intensidad las fuerzas negativas. Y es en ese momento cuando la machi intensifica su tarea de sanar las enfermedades expulsando las energías negativas Eluwun Para el mapuche no existe la muerte, cuando su vida material termina, su Am (alma), se va a otra vida, al Wenu Mapu (tierra de arriba). La ceremonia del eluwun o ritual funerario tiene como fin asegurar que el Am tenga un viaje sin dificultad al Wenu Mapu.
La transmisión del conocimiento Las normas, códigos y leyes que regulan la vida del mapuche son otorgados por la madre naturaleza, y constituyen valores éticos que determinan su actuar formando personas que viven en armonía con todo lo que les rodea.
Las maneras de adquirir el conocimiento Nütxam El nütxam o el diálogo mapuche comprende la cultura y estilo de vida mapuche. Son los ancianos los poseedores de la sabiduría, quienes conocen lo que está bien y lo que está mal, quienes transmiten enseñanzas y valores a los jóvenes.
Peuma El peuma (sueño) constituye una de las maneras en que los espíritus de los antepasados se comunican con el mapuche. Generalmente los avisos de desastres, la necesidad de realizar un nguillatun, o las buenas noticias son conocidas en el peuma. Epeu Relatos transmitidos de generación en generación, como parte de la tradición oral mapuche. El acto de transmisión del conocimiento es verbal, y es cuando el mapudugun juega un rol fundamental. Sin escritura, el habla es la manera que tiene el pueblo mapuche de transmitir su cultura de generación en generación; de ahí la importancia de conservar su idioma. El mapudungun, lengua de los mapuche El mapudungun es una lengua perteneciente al llamado grupo andino que se caracteriza por ser del tipo polisintética y aglutinante. El Grupo Andino consta de dos familias lingüísticas: la Araucana-Chon y la de los Andes Centrales. La Araucana - Chon tiene dos subfamilias: la Araucana y la Chon. El mapudungun es la única lengua de la subfamilia Araucana y las lenguas fueguinas (yagán, Kaweskar y onas, entre otras) integran la familia Chon. El mapudungun es una lengua polisintética y aglutinante porque sus formas verbales están compuestas por una serie de unidades significativas que se agregan en forma muy sistemática y regulada. Se llama aglutinante, porque estos elementos son claramente distinguibles y separables y se pueden “aglutinar” en una forma verbal compleja. El mapudungun es la lengua vernácula con mayor número de hablantes en Chile y una de las más destacadas en América. Escritura del mapudungun La lengua mapuche, así como la mayoría de las lenguas de América, no tenía escritura. La necesidad de una mayor fluidez en la comunicación con fines de evangelización, llevó en principio a misioneros a idear un proceso de escrituración. Actualmente el mapudungun escrito lo utilizan los mapuche y no mapuche para la educación Intercultural Bilingüe que demanda la formación de profesores y la elaboración de materiales didácticos y, por otra parte, para registrar la historia, relatos, pensamiento, modo de vida, costumbres y tradiciones del pueblo mapuche. Arturo Hernández Sallés
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PLATERÍA MAPUCHE Fundamentos de la platería Mapuche Existen divergencias entre los investigadores acerca de la antigüedad del trabajo orfebre del pueblo mapuche. Sin embargo, es claro que esta actividad tuvo un importante desarrollo entre el siglo XV y el XX, pero especialmente en la época de prosperidad resultado de la actividad comercial entre los mapuche y españoles que en el siglo XVI reconocieron la existencia de una “nación” mapuche. Aunque las piezas tradicionales y de mayor representatividad son las elaboradas para el ajuar femenino, en especial colgantes y pectorales, a partir del s. XVI el platero utiliza su habilidad en la elaboración de aperos y adornos para monturas y otros objetos suntuarios cuyo uso evidenciaba la prosperidad de longkos enriquecidos por el comercio.
conocimiento de su propio espíritu y pensamiento; relaciones de equilibrio con lo natural. La comprensión de su propio mundo tantas veces deshecho y otras tantas reconstruido, se apoya en el ejercicio de descifrar los contenidos de sencillos o complejos objetos, como pueden ser las piezas de platería del ajuar femenino mapuche.
Sin embargo, los significados culturales, materiales y simbólicos del pueblo mapuche siguen manifestándose con claridad en las joyas femeninas. Diseñadas con distintos contenidos formales, éstos se subordinan a una representación del pensamiento y la cosmovisión de la cultura. De hecho, estas prendas contienen distintas jerarquías de significados. Las piezas mayores que se usan para adornar -¿o proteger? - el pecho y la cabeza como es el caso de los trarilongkos y trapelakuchas, se traspasan en herencia de madres a hijas, a nietas, como un gesto de transmisión de memoria y significados de orden ceremonial, religioso o civil. Su uso no es cotidiano, son portadas especialmente para ceremonias religiosas, como el nguillatun o para ocasiones de especial relevancia social. Para el uso cotidiano se reservan piezas menores que resultan cómodas para el trabajo, como los anillos (iwekuwe), aretes (chawai) y tupus o ponson. Las pequeñas piezas que constituyen la decoración de la joya tienen diseños fitomorfos, antropomorfos: flores pájaros e insectos de los bosques nativos tienen especial significación en el adorno femenino. De igual manera la referencia a las plantas medicinales que puede manifestar una intención de protección/ curación; fertilidad/procreación 7 Como en todas las culturas, el análisis de sus objetos debe intentar explicaciones más allá de una pura expresión estética ya que este valor es el resultado de una armonía entre pensamiento y expresión material. En el pueblo mapuche este principio es especialmente importante dados los dramáticos cambios y rupturas de procesos culturales y sociales que han marcado su historia. En la actualidad los mapuche intentan conservar, rescatar o aclarar memoria de nación;
7 Natascha Weber, Universidad de Leyden, Holanda
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PLATERÍA MAPUCHE USO DE LA JOYERÍA FEMENINA
Joyas de la cabeza
Ilustración Carlos Cárcamo - Libro Mapuche lengua y cultura
Trarilongko (cintillo) En mapudungun significa “atado a la cabeza”. El trarilongko, junto con los aretes y el prendedor “tupu” son los adornos más tradicionales del ajuar femenino mapuche. De variados y diversos diseños, rodea la cabeza sobre la frente. Está compuesto de eslabones en cadena de donde penden medallones elaborados a partir de monedas antiguas de plata. La mayor o menor riqueza y complejidad de la prenda da cuenta del estatus de poder y riqueza de su portadora. Plata y niquel, fundida y laminada 54,8 x 5,4 cm Peso 330, 93 grs. Colección Universidad Católica de Temuco
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PLATERÍA MAPUCHE
Ngütrowe Adorno de las trenzas y de la cabeza, compuesto por una larga cinta de lana o cuero. Una de sus caras está recubierta parcial o totalmente por pequeños cuencos de plata. Con la cinta se envuelven las trenzas de arriba hacia abajo y la parte media, más ancha, cubre el dorso de la cabeza. Existen diversos diseños de ngütrowe que varían según la ubicación geográfica de las comunidades que los produce. Cinta tejida de lana con aplicaciones de pequeños casquetes de plata 80 cm. Colección Universidad Católica de Temuco
Chawai Arete circular del cual penden tres formas curvas, con decoración por incisión. Plata laminada y martillada 14,5 x 6,8 cm. Colección Universidad Católica de Temuco
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PLATERÍA MAPUCHE
Trarapel Gargantilla ancha ceñida al cuello, en plata laminada con diseños repujados. Se usa sobre una base de cuero o lana para evitar el roce del metal con la piel. Plata laminada y repujada 32,8 x 3,7 cm Colección Universidad Católica de Temuco
Trariküwü Pulseras compuestas por llankas, chaquiras, cuentas o placas de plata. Las más actuales incorporan cuentas de loza o vidrio. Plata laminada en tubos 2,37 mts Colección Universidad Católica de Temuco
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PLATERÍA MAPUCHE
Prendedor Akucha Joya pectoral de cadena doble o triple. Su placa superior representa el mundo de arriba, el Wenu Mapu. Las cadenas representan la íntima relación entre las fuerzas superiores, newen, y los humanos. Los colgantes simbolizan los espíritus de los antepasados. La placa inferior representa el mundo terrenal (nag mapu), dominio de los conocimientos de la machi y pertenencia territorial del longko o jefe de la comunidad.
Trapelakucha Colgante pectoral compuesto por una cadena cuyo terminal inferior es siempre una gran cruz. Del borde inferior, de los brazos y del pie de la cruz penden pequeños colgantes que pueden ser cruces simétricas, figuras antropomorfas, fitomorfas o discos. Plata y niquel, fundida y laminada 33,5 x 8,6 cm Colección Universidad Católica de Temuco
Plata - níquel, fundida y laminada 29,6 x 10,7 cm Colección Universidad Católica de Temuco
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PLATERÍA MAPUCHE
Sikil de tubos Está formado por dos o tres hileras de tubos o canutillos separados por cuentas de colores o plata. Al extremo de cada hilera pende una placa de diversas formas, flores, cruces o campanitas.
Runi Runi Antigua joya pectoral formada por una serie de tubos colgantes. Del extremo discal penden formas antropomorfas, fitomorfas o cruciformes. Plata fundida y laminada
Plata y chaquiras de vidrio, laminada y fundida 28,8 x 1,1 cm 93,81 grs. Colección Universidad Católica de Temuco
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22,5 cm 80,70 grs. Colección Universidad Católica de Temuco
PLATERÍA MAPUCHE
Kïlkai Pieza de plata maciza que se fija al pecho mediante dos prendedores de plata o abrochada en los bordes laterales del trarapel, ceñidor ancho que circunda el cuello. El diseño de esta pieza reúne dos símbolos: la cruz, símbolo ordenador del mundo mapuche; y la medalla, símbolo femenino. Plata fundida y laminada 54,1 x 5 cm Colección Universidad Católica de Temuco
Sikil de placas Joya pectoral, la más valiosa e importante pieza conocida en la primera mitad del s.XIX. En su placa superior lleva grabado un símbolo asociado a la machi, que puede ser una flor en forma de estrella de cuatro a seis puntas a partir de un círculo central. A lo largo de la pieza se destacan formas caladas y en su placa inferior un bollón repujado, símbolo de fertilidad. Plata fundida 34,5 x 4 cm 79,15 grs. Colección Universidad Católica de Temuco
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PLATERÍA MAPUCHE
Llol Llol Colgante pectoral formado por dos o tres tubos de plata. Los grupos de tubos están engarzados en hilo. Entre una y otra serie de tubos se entretejen cuentas de vidrio o plata. Al extremo inferior de la joya penden colgantes cónicos que le dan sonido un sonido característico al uso en movimiento.
Tupu Es la más antigua de las joyas mapuche con una clara influencia inca. Existe una gran variedad de diseños y tamaños. Es el prendedor del ropaje de las mujeres mapuche; está compuesto por un alfiler rematado en un disco de plata, también utilizado para fijar las joyas de gran tamaño a la prenda.
Niquel martillado
Plata martillada y remachada
68 cm x 4,5 cm
31,7 de largo y diámetro 11,8 cm
Colección Universidad Católica de Temuco
104,46 grs Colección Universidad Católica de Temuco
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PLATERÍA MAPUCHE
Ponson Prendedor de ropaje y sostenedor de joyas pectorales. Tiene forma de alfiler en cuyo extremo remata en una esfera hueca de la cual pende una cruz.
Keltachapewe Joya pectoral compuesta por una cadena de eslabones, de la cual penden discos grabados por incisión. Plata fundida y laminada. Monedas acuñadas.
Niquel fundido 16, 7 x 2,5 cm 37,49 grs
5,3 x 100,5 cm 142,2 grs Colección Universidad Católica de Temuco
Colección Universidad Católica de Temuco
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ARTE Y TRADICIÓN DEL TEXTIL MAPUCHE Margarita Alvarado P. Pontificia Universidad Católica de Chile.
Antecedentes históricos Los hallazgos ocurridos en el sitio arqueológico de El Vergel (Zona de Angol, IX región) demuestran la existencia de una actividad textil hacia la primera mitad del siglo XV. Las características técnicas de los tejidos de lana de camélido y la utilización de tintes de origen vegetal y mineral son semejantes a las empleadas en la actualidad en la zona de la Araucanía y demuestran la antigua tradición textil de los mapuche. Posteriormente, con la llegada de los españoles se produce la incorporación de la oveja que se adapta rápidamente a las nuevas tierras y permite una crianza sostenida. Este hecho provoca un un impulso importante a la producción de lana y, consecuentemente, de tejidos. Paralelamente surge una activa comercialización entre los mapuche y los españoles necesitados de mantas y ponchos con lo cual se diversifica el diseño y el uso de las prendas. Los mapuche empiezan a proveer de sus manufacturas tejidas a los españoles asentados en el territorio chileno y a los habitantes de las pampas argentinas.
Toda prenda tejida por una düwekafe, (tejedora experta) es el resultado de una red de relaciones sociales y simbólicas que hacen posible la vigencia de esta cultura. Así, un makuñ o una ikülla cubre el cuerpo de un hombre o una mujer en una acción estética, convirtiendo al tejido en un diferenciador cultural. En el mundo mapuche, los textiles son creaciones para el uso cotidiano y, a la vez, pueden representar elementos de su cosmovisión o acontecimientos de la vida cotidiana.
Arte del tejido mapuche Técnica, expresión y creatividad Los mapuche utilizan un telar vertical llamado witral, compuesto por cuatro maderos cruzados lo que permite adecuarlo al tamaño de cada pieza, ya sea mantas, fajas, frazadas o peleros para el caballo.
Al mismo tiempo, aunque de manera gradual, se incorporan al atavío mapuche prendas de uso común en la población chilena y ya a fines del siglo XIX las mujeres mapuche adoptan el uso del delantal y la blusa y los hombres, el pantalón y la chaqueta europea. Hacia esta época la producción de tejidos se adapta a las nuevas necesidades de la sociedad chilena y las lamas y los chañüntuku comenzaron a tejerse como alfombras para abrigar las casas de las recién fundadas ciudades sureñas. El tejido producido en la actualidad sigue cumpliendo esta doble función, se adapta a las necesidades de los habitantes de la ciudad y del campo y se produce con un sentido simbólico y ritual para los eventos tradicionales como un nguillatun o un palin; en estas ocasiones, los hombres y mujeres de la comunidad se visten con tejidos hechos especialmente para esas ocasiones y adornan sus caballos como una manera de mantener la vigencia de su cultura. En la actualidad, el arte del tejido es una actividad cotidiana y vigente en el seno de la sociedad mapuche. Mujer tejiendo en técnica Llapan. Fotografía: Alfonso Azócar / Colección de fotografìa etnográfìca para exposición ‘Mapuche: pueblo y cultura viva’.
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ARTE Y TRADICIÓN DEL TEXTIL MAPUCHE
En estos maderos se prepara la labor adecuando su posición al tamaño y apariencia preconcebido por la tejedora. Así, se inicia el trabajo desde la urdimbre de la kal (lana) en el mismo telar. Cada maestra ha adoptado su propia técnica de teñido y manejo de colores y da a la prenda su sello personal. Se destacan especialmente las prendas tejidas en técnica ñimin y el teñido de amarras trarün, conocido en América como técnica ikat. En cada una de sus prendas la düwekafe, experta tejedora, aplica su conocimiento y creatividad resultando de ello una muestra de su experticia y una acabada expresión de su cultura.
El vestuario de la mujer está constituido por su vestido llamado küpam, su rebozo o chamal y su faja o trarüwe. Destaca la faja por su complejidad técnica y la riqueza de sus diseños y colores: tiene una función utilitaria y decorativa, para ceñir la cintura femenina por encima del vestido y diseñadas con profusión de símbolos de fertilidad: lukutuwe (el orante arrodillado), rayen (flor que simboliza la fecundación). El vestuario masculino se compone del chiripa que hace las veces de pantalón; el trarüchiripa, faja que los sujeta en la cintura y la manta llamada makuñ, la prenda masculina principal y el textil mapuche por excelencia.
Estética e indumentaria mapuche Tres son los dominios del textil mapuche: tejidos para el vestuario, para la vivienda y tejidos para el caballo. Pero es en la estética femenina y masculina de la indumentaria donde mejor se expresan las propiedades del textil como adorno y diferenciador social.
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En ella, la maestra tejedora invierte sus mejores habilidades y creatividad, tanto como su conocimiento de los símbolos de poder que se manifiestan en el uso de diseños y colores dispuestos según los códigos simbólicos establecidos.
ARTE Y TRADICIÓN DEL TEXTIL MAPUCHE
Antiguamente los hombres de edad usaban el chamal, paño cuadrado rectangular que se envolvía en torno a la cintura cubriendo las piernas.
Ilustración Carlos Cárcamo - Libro Mapuche lengua y cultura
Colores obtenidos de productos naturales: Amarillo: Flor de aromo, hoja de ají, flor pica pica, flor de matico. Verde oliva: hojas de durazno, pasto. Verde oscuro: hojas de durazno, hojas de nogal Rosado: Cáscara de cebolla o de hualle, fruto de mora. Rojizo: Aserrín de alerce, aromo australiano, cáscara de lingue, barba de hualle. Negro: Cáscara de lingue, barro gredoso, raíz de nalca, quintral, maqui. Café: Cáscara de boldo viejo, barba de pellin, raíz de pita, raíz de maqui. Café claro: Palo de quila, maitén verde, barba de manzano, hojas de boldo. Naranja: Barbas de hualle, cáscaras de cebolla, hoja de pitra. Gris: Barro, hojas de eucaliptos y hollín. Azul: Fruta de maqui, fruta de mora.
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ARTE Y TRADICIÓN DEL TEXTIL MAPUCHE
Uso, significado y técnica textil La mayoría de las culturas indígenas han utilizado el tejido para comunicar, mediante signos y formas, un lenguaje simbólico que expresa pensamientos, mensajes, conocimientos complejos, historias, mitos.
Diseños simbólicos Wangülen: estrella. Küpülwe: diseño de formas de garfio que se asocia a una serpiente. Peinecillo: símbolo de tierra sembrada Llallin kushe (araña): leyenda de origen del hilado. Añümka: símbolo de una planta usada con fines médicos y decorativos.
Técnica de tejido y teñido Trarikan: diseño de color inserto por teñido Ñimin: técnica con dibujos simbólicos Yapan: anudado Trarün: teñido de amarras
Tipo de diseño de prendas Lama: alfombra Makun: manta Matra: prenda doméstica Pontro: frazada Wilpa pontro: frazada pesada
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Mujer tejiendo en técnica Ñimin. Fotografía: Alfonso Azócar / Colección de fotografìa etnografìca, exposición Mapuche: pueblo y cultura viva.
ARTE Y TRADICIÓN DEL TEXTIL MAPUCHE
Tipos de prendas textiles
Matra Sudadero Técnica Ñimin. Lana de oveja. Tintes naturales, añil (barro), blanco natural y hojas de durazno. 90X90 cm.
Reproducción. Prenda para el caballo. Este textil se usa directamente sobre el lomo del caballo para atrapar el sudor del animal. Diseño de garfios semejantes a una serpiente. María Mena Colección Universidad de La Frontera
Lama Trarikanlama Técnica Trarikan Ñimin. Lana de oveja. Tintes naturales, cáscara de cebolla, flor de aromo, barro, corteza de maqui. 120 X 100 cm.
Proyecto innovación y rescate de técnica. Alfombra cuyo diseño representa la tradición en la cual a las niñas pequeñas les envuelven una tela de araña a la muñeca para asegurar su virtuosismo en el arte de tejer. Mercedes Puen Colección Universidad de La Frontera
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ARTE Y TRADICIÓN DEL TEXTIL MAPUCHE
Pontro Técnica Ñimin. Lana de oveja. Tintes naturales con frutos de maqui, hollín y cáscara de lingue. 200 X160 cm.
Proyecto innovación y rescate de técnica. Frazada cuyo diseño representa una estrella de seis puntas. Mónica Casanova Colección Universidad de La Frontera
Nukurmakuñ Técnica Trarikan (diseño por teñido) Lana de oveja natural. Tintes naturales: ñocha, piedra mallo. 180 X140 cm. Procedencia: Comuna de Chol Chol
Reproducción. Manta cacique roja usada eventualmente por el longko o jefe de un lof. El diseño de cruz andina de esta manta se obtiene por tinte y tejido. El tejido que no tiene tinte se protege colocándole piedra mallo y envolviendo la urdimbre con ñocha (fibra vegetal). Nancy Epulef Colección Universidad de La Frontera
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ARTE Y TRADICIÓN DEL TEXTIL MAPUCHE
Yapan Técnica Yapan (anudado) Lana de oveja. Tintes naturales corteza de radal, barba de hualle, flor de aromo. 120 X60 cm.
Proyecto innovación y rescate de técnica. Tapete cuyo diseño simboliza ojos. Marina Antinao Colección Universidad de La Frontera
Wangülenlama Técnica Ñimin. Lana de oveja. Tintes naturales, barro, barba de palo de manzano, hojas de durazno, hojas de nogal. 120 X 110 cm.
Proyecto innovación y rescate de técnica. Alfombra cuyo diseño que alterna una estrella de seis puntas y una flor de copihue, flor nacional de Chile, originaria de la región de la Araucanía. María Caniullán Colección Universidad de La Frontera
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ARTE Y TRADICIÓN DEL TEXTIL MAPUCHE
Wilpapontro Ñimin de trama espesa y pesada. Lana de oveja. Tintes naturales: hojas de maqui, barro, barba de hualle, hojas de poroto, hojas de ají.
300 X 200 cm. Proyecto de innovación y rescate de técnica. Frazada, pieza utilitaria, donde el color es la guía de la forma. El resultado es una composición de arco iris (color y luz) en perfecto equilibrio entre lo funcional y lo simbólico. Rosa Curin Colección Universidad de la Frontera
Makuñ Técnica Trarikan (diseño por teñido) . Lana de oveja. Tintes naturales, añil (barro). 100 X 80 cm.
Manta de niño con diseños tradicionales. Mercedes Curimil Colección Universidad de La Frontera
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ARTE Y TRADICIÓN DEL TEXTIL MAPUCHE
Trariwe Técnica Ñimin. 300 X 9 cm.
Faja femenina de antigua factura, cuyo diseño representa al lukutuel, figura antropomorfa arrodillada, común en los diseños de las fajas mapuche. Origen desconocido Colección Universidad de La Frontera
Trariwe Técnica Ñimin. 300 X 9 cm.
Reproducción de faja femenina, cuyo diseño representa al lukutuel, figura antropomorfa arrodillada, común en los diseños de las fajas mapuche. Mercedes Puen Colección Universidad de La Frontera
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CERÁMICA DEL TERRITORIO MAPUCHE Ximena Navarro Harris. Universidad Católica de Temuco
La muestra de piezas alfareras y líticas de la exposición ‘Mapuche, Pueblo y Cultura Viva’, forma parte de una colección arqueológicoetnográfica de la Escuela de Antropología de la Universidad Católica de Temuco. La mayoría de estas piezas perteneció a familias mapuche o chilenas y fueron extraídas de sitios arqueológicos sin emplear métodos científicos, de manera que se desconoce su datación y procedencia exacta, aunque todas son originarias de la región de La Araucanía, en la IX Región de Chile y fueron manufacturadas en el período posthispánico, en Chile entre 1650 y 1880, es decir pertenecen a épocas posteriores al primer contacto con los españoles. La cerámica es de factura indígena, según las conclusiones al analizar los diseños y técnicas empleadas, en especial en el tratamiento de las superficies. En cuanto a los líticos, el tipo de pulimento y diseño corresponde a un periodo anterior al hispánico con excepción de algunas piezas que muestran influencia española.
De aquí se desprenden dos asas cinta. Eran usadas para cocción, colgadas sobre fogones. Metawe: vasijas de cuerpo globular con un adelgazamiento que demarca el cuello. El labio es generalmente evertido y circular, aunque producto de la influencia hispánica se fueron agregando innovaciones al borde, imitando las españolas. Tienen una sola asa de cinta que puede surgir del borde mismo y llegar hasta los inicios del cuerpo o nacer bajo el labio. Existen dos tipos de metawe claramente diferenciados, uno, de tipo doméstico, se reconoce por el acabado liso externo y las numerosas huellas de manchas de cocción. Aquellos que presentan una elaboración más refinada como el engobe de la superficie y posterior pulido, fue utilizado para ceremonias como contenedor de chicha, una bebida fermentada de uso ritual.
La sociedad mapuche puede ubicarse hacia el 1000 d.C. en esta área de Sudamérica. Debió ambientarse a los distintos escenarios naturales y a nuevos recursos, estableciéndose un vínculo estrecho entre los seres humanos y una vegetación tupida e impenetrable como el bosque siempre-verde o selva templada-fría valdiviana. Este ecosistema se conserva aún, aunque muy reducido, en la costa pacífica del sur y en el valle o depresión intermedia. En esta última se combina fundamentalmente con el bosque de robles, haciéndola mas transitable. En la cordillera andina, en cambio, desde Temuco al norte, se desarrollan ambientes de veranada, donde la especie predominante es la araucaria araucana que aporta recursos alimentarios importantes al pueblo mapuche, como son los piñones o el pewen, el cual consumen como harina y en bebida fermentada. Las piezas de esta muestra son un microuniverso misceláneo de la vida doméstica de la sociedad mapuche tradicional. Se seleccionaron de la colección algunas piezas de alfarería cotidiana: Challas: ollas usadas para cocción de alimentos hasta entrado el siglo XVIII, que luego fueron reemplazadas por ollas de hierro. Las challas son generalmente monocromas, están decoradas con incisiones simples para delimitar el cuerpo del cuello y del labio.
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CERÁMICA DEL TERRITORIO MAPUCHE
La muestra de piezas alfareras y líticas de la exposición Mapuche, Pueblo y Cultura Viva, forma parte de una colección arqueológicoetnográfica de la Escuela de Antropología de la Universidad Católica de Temuco. La mayoría de estas piezas perteneció a familias mapuche o chilenas y fueron extraídas de sitios arqueológicos sin emplear métodos científicos, de manera que se desconoce su datación y procedencia exacta, aunque todas son originarias de la región de La Araucanía, en la IX Región de Chile y fueron manufacturadas en el período posthispánico, en Chile entre 1650 y 1880, es decir pertenecen a épocas posteriores al primer contacto con los españoles. La cerámica es de factura indígena, según las conclusiones al analizar los diseños y técnicas empleadas, en especial en el tratamiento de las superficies. En cuanto a los líticos, el tipo de pulimento y diseño corresponde a un periodo anterior al hispánico con excepción de algunas piezas que muestran influencia española.
última se combina fundamentalmente con el bosque de robles, haciéndola mas transitable. En la cordillera andina, en cambio, desde Temuco al norte, se desarrollan ambientes de veranada, donde la especie predominante es la araucaria araucana que aporta recursos alimentarios importantes al pueblo mapuche, como son los piñones o el pewen, el cual consumen como harina y en bebida fermentada. Las piezas de esta muestra son un microuniverso misceláneo de la vida doméstica de la sociedad mapuche tradicional. Se seleccionaron de la colección algunas piezas de alfarería cotidiana: Challas: ollas usadas para cocción de alimentos hasta entrado el siglo XVIII, que luego fueron reemplazadas por ollas de hierro. Las challas son generalmente monocromas, están decoradas con incisiones simples para delimitar el cuerpo del cuello y del labio. De aquí se desprenden dos asas cinta. Eran usadas para cocción, colgadas sobre fogones. Metawe: vasijas de cuerpo globular con un adelgazamiento que demarca el cuello. El labio es generalmente evertido y circular, aunque producto de la influencia hispánica se fueron agregando innovaciones al borde, imitando las españolas. Tienen una sola asa de cinta que puede surgir del borde mismo y llegar hasta los inicios del cuerpo o nacer bajo el labio. Existen dos tipos de metawe claramente diferenciados, uno, de tipo doméstico, se reconoce por el acabado liso externo y las numerosas huellas de manchas de cocción. Aquellos que presentan una elaboración más refinada como el engobe de la superficie y posterior pulido, fueron utilizados para ceremonias como contenedor de chicha, una bebida fermentada de uso ritual.
La sociedad mapuche puede ubicarse hacia el 1000 d.C. en esta área de Sudamérica. Debió ambientarse a los distintos escenarios naturales y a nuevos recursos, estableciéndose un vínculo estrecho entre los seres humanos y una vegetación tupida e impenetrable como el bosque siempre-verde o selva templada-fría valdiviana. Este ecosistema se conserva aún, aunque muy reducido, en la costa pacífica del sur y en el valle o depresión intermedia. En esta
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Se incluye un tipo de pieza especial que presenta una decoración con incrustaciones de loza española. Este diseño aparece a partir de 1600 d.C. aproximadamente y denota el aprecio de los indígenas por los trozos de loza utilizados para el diseño ornamental en forma de cruz o pequeños rectángulos. Se usaban, al igual que el metawe, en la ceremonia del Nguillatun. Muchos de estos utensilios formaron parte del ajuar funerario y se colocaban a la cabeza y los pies del difunto. Había formas especiales femeninas, como el ketro metawe o metawe pato. Muchas de estas
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piezas morían con su dueño, es decir, se las rompía para inutilizarlas a cualquier extraño. Otro instrumento frecuente hasta épocas históricas tardías (1750 d-C.) son las hachas de piedra pulimentada o elaboradas mediante la técnica del piqueteado. Fueron utilizadas para cortar madera, como elemento de defensa bélico y como insignia de mando o ceremonial.
Por último, se presentan dos instrumentos utilizados para pulir otros elementos de trabajo como el orificio de las piedras perforadas y dos elementos para el trabajo de tejido. Ellos son las denominadas “torteras” del extremo del huso para hilar. En la actualidad, aunque se siguen ejecutando las labores del campo y el trabajo textil, muchas de estas herramientas y utensilios han entrado en desuso y reemplazados por otros menos nobles. Este hecho y su contenido histórico le ha dado a los objetos antiguos una mayor importancia y aprecio, no sólo para los estudiosos sino también para las propias comunidades indígenas.
Las insignias de mando que pertenecían al longko o al jefe guerrero o “tokikura” (piedra del toki o jefe), poseen un orificio en el distal para colgárselas. Entre éstas, se destaca un tipo de cetro denominado “clava cefalomorfa”, que se ostentaba en la mano y que tiene como diseño generalmente la cabeza de un loro o un ave semejante. Está confeccionado en una sola pieza y los hay muy sofisticados en cuanto a terminaciones y pulimentos. Son todos tallados en piedra volcánica basáltica de gran dureza. También en piedra, integran la muestra unos ejemplos de utensilios para el trabajo del campo, ellos son las piedras horadadas, utilizadas como peso de los palos excavadores para plantar aunque también fueron utilizados como armas de ataque en la guerra.
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