La ranita que no podía saltar © Historia original: Lesslie Barahona Ilustración y diagramación: Lesslie Barahona Año 2014 Guatemala, C. A.
Esther naci贸 una ma帽ana, luego de una noche de lluvia en el estanque.
Todos sus hermanos brincaban como locos con el viento. Pero Esther aun no podĂa.
No se desesperaba por eso. Pero los días pasaban y los brincos de sus hermanos cada día eran más altos y más largos.
Ella aún no podía. Habló con su papá, Don Armando Sapo, quién con su ronca voz le dijo: - Croack, Esther, creo que ya deberías aprender. Croack.
Cuando lleg贸 de nuevo la lluvia, todas se pudieron refugiar. Esther se ocult贸 bajo la hoja de un nen煤far de centro rosado. Llovi贸 toda la noche.
Esther temblaba de frĂo y de pronto, algo bajo el agua, la sorprendiĂł de tal modo que dio un gran salto, botando la hermosa flor que minutos antes, habĂa sido su refugio.
Todas las ranas del estanque croaron al unísono al ver que Esther había aprendido a saltar, luego del susto que le había dado don Armando Sapo.
Él intentaba que su hija encontrara un mejor refugio. Luego que se le fuera el susto, cantó con sus primos, hermanos, tíos y abuelos celebrando su gran triunfo.
PodĂa saltar.
Otros cuentos ilustrados: • Un vuelo de altura • El campo de lilas • Miau y el sombrero de paja
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