LTRGO ISSUE 18OCT

LTRGO©2020

ES CON“UNO DE LOS ÉXITOS ENTRE COMILLAS DEL SISTEMA AMERICANO SU SIDE BLE CULPA SIENTA SE BLE, SEGUIR QUE EL POBRE QUE EL MISERA TU MO; TANTIS PROTES DEL HIJA ISTA CALVIN FÍA TUACIÓN. ES LA FILOSO ESA AR. TRIUNF ERES CULPABLE DE TU SITUACIÓN, NO HAS SIDO CAPAZ DE ADO ES ES LA FILOSOFÍA DE LA SOCIEDAD AMERICANA Y SI NO HAS TRIUNF DES UNIDA OPORT DA AD SOCIED ESTA E. POR QUE TÚ ERES EL RESPONSABL CULEL ERES TÚ ASÍ LO HACER O PODID HAS NO TU SI A TODO EL MUNDO, LA PABLE Y ENTONCES EL OPRIMIDO, EL POBRECITO, EL ESCLAVO SE HECHA PODEL IO DOMIN EL TO RESPONSABILIDAD DE SU SITUACIÓN. ES PERFEC , EN LA DER, UN DOMINIO DEL PODER QUE YA NO SE BASA EN LA FUERZA TO, EJERCI EL DE O CIVIL IA GUARD LA DE CIÓN UTILIZA COACCIÓN, EN LA LA DE IO DOMIN SE BASA EN UN DOMINIO MÁS TERRIBLE Y MÁS DURO: EL OPIO ESE OR, TELEVIS DEL TOS MENTE, ESE OPIO QUE CAE DESDE LOS APARA RSOS QUE CAE DE LAS SENTENCIAS DE LOS TRIBUNALES, DESDE LOS DISCU DIVA Y GENTE LA DE LIDAD MENTA LA ANDO EMPAP POLÍTICOS, QUE VA PEOR”.

CIENDO CALLA CALLA PORQUE SI NO CALLAS PUEDE SER

JULIO ANGUITA

1—LA ETERNA ESPERA DE “LA ALEGRÍA YA VIENE”: ¿OTRA VEZ? Por Juan Alfaro

El constitucionalismo y la democracia, en apariencia de legalidad y necesidad de organización frente a la “corrección” de las maldades humanas, de aquí emana el gobierno y el estado como consenso, uno que según emma goldman “se inocula y adoctrina a través de la denominada ‘educación’, en el hogar, la iglesia y en cada fase de la vida”, todos tienen su visión de lo que debe ser una democracia y aunque suene contraproducente, hasta las dictaduras más sangrientas la han ocupado como justificación de los actos fascistas más despreciables.

Esto nos lleva a aquel discurso en un sombrío 11 de septiembre de 1973, cuando cuatro hombres dirigían sus rostros mientras un gran cuadro de bernardo o’higgins les cuidaba las espaldas, en el medio, augusto pinochet, quien con voz parca se dirigía a un país conmocionado con las siguientes palabras: “las fuerzas armadas y de orden han actuado en el día de hoy, bajo la inspiración patriótica de sacar al país del caos que en forma aguda lo estaba precipitando el gobierno marxista de salvador allende”, un golpe acompasado por la lucha contra el comunismo que llegó, en ese entonces, desde el norte del continente en plena guerra fría, donde la elite chilena se confabulaba por su propia visión de lo que debía ser un país.

De esta forma y según la propia goldman “todo gobierno, independiente de su forma, carácter o color, sea absoluto o constitucional, monárquico o republicano, fascista, nazi o bolchevique es, por propia naturaleza conservador, estático e intolerante al cambio”, algo que evita mediante la desconfianza del individuo y utilizando la persecución, el castigo y la articulación de instituciones que ayudan a preservar el orden existente. una carta que ocupa el poder, un brazo armado en la búsqueda de su “autodefensa” frente al imaginar una sociedad distinta y que en octubre de 2019, se utilizó para arrancar los ojos de los que se alzaron frente al modelo socioeconómico que esa misma dictadura impuso en el lejano 1973.

Entonces, para comprender el chile actual el historiador tomás moulian establece una tríada, la materialización de una cúpula arraigada e incesante entre militares, intelectuales neoliberales y empresarios nacionales o transnacionales, un “coito” de diecisiete años que produjo una sociedad de paulatinos ajustes. es así como estas bases forman una “sociedad de mercados desregulados, de indiferencia política y de individuos competitivos”, quienes son compensados a través del consumo y del exhibirse consumiendo.

En realidad, esa transición tan aplaudida internacionalmente, según lo establece moulian, no fue más que “un largo proceso de preparación durante la dictadura, de una salida del régimen, destinada a permitir la continuidad de las estructuras básicas bajo otros ropajes políticos, las vestimentas democráticas”, una culminación exitosa de la transformación que tanto esperaba el dictador quien terminó dándole la banda presidencial a aylwin el 11 de marzo de 1990 y vigilando de cerca como comandante en jefe del ejército hasta el 10 de marzo de 1998, para luego asumir como senador vitalicio. qué fue todo este proceso cívico, sino más que una ilusión para apaciguar el creciente descontento frente a la continuidad de pinochet en el poder, un cambio de estado que aseguró el éxito del diseño de la transición y la profundización de un sistema político que permitió la continuidad del liderazgo neoliberal.

Pero a qué nos llevó este sistema, del cual días antes de la revuelta el presidente sebastián piñera se enaltecía declarando en una entrevista con mega, que chile era un “verdadero oasis dentro de una américa latina convulsionada”, y como el dicho “no escupas al cielo que a la cara te cae”, lo vio unas semanas después declarando “estamos en guerra” y sacando a los militares a la calle bajo el estado de emergencia.

En este sentido la comisión económica de américa latina y el caribe (cepal) en enero de 2019 estableció en su informe sobre el panorama social de américa latina, que nuestro país tiene una profunda desigualdad donde la mitad de los hogares de menores ingresos accedió a sólo un 2,1% de la riqueza neta del país y el 1% más adinerado se quedó con el 26,5% de la riqueza.

Si debemos de comprender el origen de la revuelta, los hilos dentro de la madeja son tan múltiples como las cientos de exigencias que movieron a las personas a salir a la calle, tiene su origen en la maquillada democracia, en la preservación de este sistema, en la impunidad y la corrupción junto a la desconexión de la elite política y sus personajes, aquellos que con desvergonzado desplante han sedimentado su carrera política con el pasar de los años a pesar de haber participado y ser partidarios de la dictadura cívico-militar de augusto pinochet, cómo olvidar al tan televisado senador de la udi iván moreira, quien el 2013 declaró que “pinochet salvó la vida de toda una generación”, cómo olvidar los reclamos de joaquín lavín frente a este hecho, cómo olvidar que ese mismo año sebastián piñera, profería un discurso en defensa de la “dignidad nacional” y sobre una tarima fervorosamente emplazaba al juez baltasar garzón, estableciendo que no le permitirían juzgar hechos de quien fuera un “ex presidente de la república”.

Que importante es no olvidar, el que hoy es presidente y ocupó la fuerza de las instituciones del estado y su articulación para reprimir, perseguir y torturar el cuestionamiento del modelo, volvemos a emma goldman y la rigidez de cualquier gobierno frente a la incertidumbre de cambiar lo establecido, de mover el “statu quo”. entonces se llama al acuerdo de paz social y nueva constitución, mientras los militares colman las calles y muere la gente, se da el placebo de la decisión “soberana” convocada a través de la misma institucionalidad que tanto se repudió y blanqueo la memoria de un sufrimiento pasado, permítanme dudar entonces de esta nueva alegría ya viene, puesto que la anterior no dio resultado alguno y al parecer la única solución nace con una asamblea desde, para y por el pueblo, al margen de una institucionalidad que socaba la libertad del ser humano y no tutelada bajo el mismo hombre que sacó a los militares a la calle y repitió las mismas palabras del dictador que tanto alabó.

EL SONIDO DE LOS

S HELICÓPTEROS

2—Habían pasado 33 años desde la última vez que se rompió la “tranquilidad” en las ciudades con un estado de emergencia por razones de protestas sociales, nadie lo esperaba, pero sucedió, todo a raíz de las múltiples injusticias que arrastrábamos como sociedad en 30 años de mentiras y promesas incumplidas. Salimos a las calles a demostrar nuestro descontento y en un hecho inédito múltiples ciudades a lo largo del país se levantaron también, pero esto tendría consecuencias inesperadas; El día 19 de octubre Santiago, Concepción y Valparaíso amanecieron con militares en las calles.

Ese día nos desayunamos la angustia y el temor de revivir una historia que en algún momento nuestros padres y abuelos nos contaron. Pero el miedo no fue más que nuestra rabia y ganas de cambiar la injusta realidad.

Los días posteriores nos amanecimos pegados a las radios escuchando lo que sucedía en los enfrentamientos de los sectores más álgidos de las ciudades y nos levantamos armándonos de valor para salir a las calles con el sonido de los helicópteros en nuestras cabezas, el sonido de los disparos en nuestras espaldas y queriendo un mundo nuevo en nuestros corazones. No éramos muchos, éramos uno solo, un pueblo, unido, fuerte. Con rabia, temor, angustias, pero también con esperanzas y entereza.

Los resultados de la violenta represión que se nos venia encima por querer cambiar la injusta situación que acarreábamos en esta seudo democracia no se hicieron esperar, en tan solo 10 días ya teníamos más de 5 mil denuncias de violaciones de derechos humanos a lo largo del territorio.

Las calles, que en un principio eran nuestras, en ese momento se teñían de rojo y la autoridad se lavaba las manos. Pero la solidaridad por la causa justa también nos transformó, ya no éramos los mismos. La solidaridad se hizo parte del cotidiano y aun cuando no nos conocíamos los unos a los otros nos apoyamos y pusimos a cada una de nuestras capacidades a disposición de la lucha.

Y aun cuando el gobierno y las autoridades no escatimaba recursos y campañas comunicacionales para desprestigiar el movimiento y criminalizar las protestas, estas no cesaron, no se acallaron y con la determinación de un pueblo que estaba cansado, las protestas siguieron.

Los titulares de la prensa tradicional ya marcaban una clara tendencia a la criminalización y aún cuando no lo hacia solo se limitaba a entregar datos oficiales, sin cuestionar ni denunciar los vejámenes político-militares que estábamos viviendo en nuestro territorio.

Tanto la prensa escrita como la digital, perteneciente a los grandes conglomerados comunicacionales, no escatimaban adjetivos para calificar las protestas como “Desordenes”, “Desmanes” y “vandalismo”. Y aun cuando las cifras de muertos y violaciones a los DD.HH. iban en aumento estos a penas se mencionaban como hechos aislados.

Por otra parte, los medios de comunicación no tradicionales jugaron un rol importante, al ser la fuente de información directa e instantánea. Donde el reporteo in situ y la posibilidad de transmitir en directo a través de las redes sociales abrieron otras posibilidades para el periodismo independiente.

Lo que en algún momento fue, para todos, una situación impensada, lo estábamos viviendo. La gente estaba volviendo a tomar las riendas de sus destinos, sin miedos ni ataduras. Las cicatrices de un pasado que pesaba en las espaldas de nuestros abuelos y padres había quedado atrás y nos encontrábamos nuevamente en las calles para exigir dignidad.

Pero todo esto no seria gratuito, la lucha que, se vio pausada abruptamente, hoy tiene sus consecuencias; miles de encarcelados que silenciosamente han sido olvidados por la agenda mediática imperante y que injustamente van marchitándose en las celdas de las prisiones chilenas.

Por los jóvenes encarcelados, por los asesinados a manos de la policía militar y por nuestro futuro. La lucha no puede terminar, nadie puede ser olvidado,

↙aun no hay nada que celebrar.

3—UN CHILE QUE NOS DIÓ LA ESPALDA Por Valentina Peña

Lo ocurrido el 18 de octubre y los días posteriores a esa fecha marcaron un hito en la historia del país, no fue más que una expresión de años de abusos e injusticias disfrazadas de un sistema democrático que ya no funciona. Los días eran inciertos y los riesgos que se corrían solo por mostrar una postura que representara las necesidades de la gente eran inminentes. Nuestras libertades se vieron coartadas por el actuar de autoridades que se supone debian velar por la seguridad de la ciudadanía, mientras que por el contrario estos no hacían más que reprender a los manifestantes de una manera totalmente cuestionable, que estaba en total contradicción con los acuerdo y los protocolos estipulados que se inoculcan en estas instituciones.

Es ese el detonante que marca el incumplimiento del gobierno de Chile, el cual debía tener como prioridad garantizar los derechos humanos de quienes constituimos este territorio y en el que se vieron perjudicados derechos básico y fundamentales. Situación que se logró apreciar en escenarios como el del uso de la fuerza desmedida, detenciones cuestionables, asesinatos y uso de armamentos de dispersión no autorizados con protocolos inexistentes.

Hasta la fecha del 15 de septiembre del presente año, según el INDH, se registraron un total de 2.499 querellas interpuestas en las que se informa que 6 de ellas son por homicidios, 38 por homicidios frustrados y también sobre el uso indiscriminado de la fuerza y de perdigones. Cabe destacar que, según la Fiscalía Nacional, se registraron un total de 274 personas afectadas por torturas sexuales, mientras que, a la fecha hay 445 casos por traumas oculares cometidos por distintas autoridades.

Quienes lideraron los actos cometidos fueron en primer lugar Carabineros de Chile, en segundo lugar; Militares y tercero la Policía de Investigaciones.

Es así como la crisis existente, al día de hoy, toma fuerza e intensifica las razones para que la población se siga manifestando, pidiendo justicia, trato digno y luchando por quienes ya no estan. No debemos olvidar, por quienes se les quitó la capacidad de ver, por nuestres niñes y por todo aquel que vió vulnerado su derecho a expresarse libremente, por esa incertidumbre de no saber si llegaría a casa a salvo después de una marcha. No debemos olvidar, ya que, esto es un signo de resistencia frente a toda la injusticia, un punto de partida hacia un país mejor.

4—CHILE: LAS CALLES HAN REVELADO TU IMPUNIDAD Por Rodolfo Andaur EL ARTE QUE VIMOS POR ESTOS DÍAS EN LAS CALLES, AL CONTRARIO DEL HABITUAL, ES AQUEL QUE SIEMPRE SOÑÓ CON LA REVUELTA E IMAGINÓ PREVIAMENTE CUÁL SERÍA SU POSICIÓN FRENTE A ELLA. Carolina Olmedo Carrasco Es difícil y, por momentos, provoca un doloroso estupor observar cómo el gobierno de Sebastián Piñera ha estado reprimiendo, durante todo un año, a las multitudinarias disidencias que han implorado por justicia ante los actos de lesa humanidad cometidos por las Fuerzas Armadas y de Orden a raíz de la revolución que enardeció el 18 de octubre del 2019.

No cabe duda que los incontables actos de violencia, cometidos por estos funcionarios públicos, además han generado el levantamiento de una lucha transversal en contra de la actual desazón social y la excesiva inequidad que ha reflejado Chile en las últimas décadas. Por lo que la gestión presidencial con la que tratamos en La Moneda, amparada por un sistema estatal prácticamente al borde del fracaso, ha provocado en la diaria convivencia, un inherente encono ciudadano. Porque un Estado que financia y promueve la impunidad, en materia de derechos humanos, difícilmente podrá fortalecer su democracia.

Quienes no hemos estado indiferentes ante el derrumbe de un modelo, asumimos que gran parte de este conflicto sicopolítico reventó por la vehemencia de una clase política que actúa como cómplice y negacionista de miles de vejámenes que hemos atestiguado con horror. Empero, este rincón de Sudamérica es bastante conocido por el sitial que ha construido para atesorar sus armas, producir montajes y, sobre todo, fortalecer la corrupción.

Ahora, si analizamos en retrospectiva, el alza en el metro de Santiago provocó que unos litros de bencina fueran derramados en las barricadas que ya existían en incontables rincones urbanos y rurales. A esto sumamos la organización de diversos conclaves que han tenido como objetivo desconocer el sino de un Estado opresor y que actúa como secuestrado por las transnacionales.

La mayoría de quienes residen en Chile se han manifestado y seguirán manifestándose mientras el delirio de los políticos continúe promoviendo los conocidos ejercicios de inequidad que forman parte de la estructura del Estado. Por lo mismo, la estrategia de este desgobierno, para controlar a este gran número de manifestantes, ha provocado que la acción policial y militar consoliden los escalofriantes apremios ilegítimos para fomentar la exención de sus responsabilidades.

A estas alturas y ante la crisis sanitaria glocal, hemos confirmado la incompetencia de los jueces y legisladores que liderados, en esta ocasión, por un magnate han distorsionado lo que conocíamos como democracia, esa democracia que solo ha sido experimentada por los privilegiados de siempre y sus familias que están corrompidos por eternos conflictos de interés territorial y extractivista. De estos casos tenemos para forrar casi toda la cordillera de Los Andes.

Enfrentando esta pusilánime impronta, las organizaciones sociales y, en la mayoría de los casos, personas de diferentes edades y clases sociales han estado exigiendo dignidad, igualdad y el cese de la represión desmedida a las incontables expresiones cívicas que nos han invitado a revisar el sistema dentro del cual respiramos, y desde una visión colectiva y participativa cuestionarnos que tipo de democracia queremos. No obstante, el Estado ha arremetido con limitar nuestras libertades habituales y también aquellos símbolos que han sobresalido para decir simplemente: ¡basta!

Pues bien tenemos sobre la mesa, de norte a sur, infinitos casos de lesa humanidad aún sin resolver. Una carga para nuestra conciencia y para la inconciencia tanto de quienes nos gobiernan, como de la inoperante oposición que no ha estado a la al-

tura de las circunstancias. No olviden nunca que si en la actualidad los condenamos es porque este reclamo forma parte de un derecho fáctico que nos ha entregado la interminable transición democrática en la que hemos estado envueltos.

El abuso del Estado y la de sus administradores – un hecho que hemos visto ayer y seguimos observando hoy–, carcomerá nuestras molleras e instalará sus efectos emocionales durante mucho tiempo. El sistema ha errado y aparece consumido por la neoliberalidad. En este sentido, llego el momento que asumamos colectivamente la responsabilidad. Es cierto, hemos omitido por años este hecho, pero como sociedad ya no debemos seguir analizando cómo el romance político-empresarial ha maquillado y escondido la monumental cantidad de desigualdades e injusticias que la copia feliz del edén ha promovido.

Nunca olvidemos que los modelos neo-liberales impuestos en diferentes lugares del mundo han prevalecido de la mano de la violencia, como lo escribió certeramente la filósofa feminista Sayak Valencia: “La violencia y su espectacularización se erigen como vectores transversales a todos los campos del conocimiento y la acción, constituyéndose como el modelo por antonomasia de interpretación de la actualidad, así como los creadores fundamentales de una episteme g-local que se extiende desde las periferias hasta los centros del planeta y viceversa.”

Hoy me levanté mirando el calendario y es domingo 18 de octubre del 2020.

Continúo impactado por la situación política nacional y, en especial, sobre las consecuencias que ha tenido la disparatada e impetuosa reacción de este desgobierno y sus secuaces. Todos ellos han estado enfocados, con el transcurso del tiempo, en preservar un modelo económico que requiere de una urgente revisión.

Chile es un país destacado por respetar a raja tabla los decálogos, insignias y maquetas del neoliberalismo. En este sentido: “ser de una cultura del hiperconsumo se deriva, como consecuencia lógica, de las prácticas políticas y de la emergencia de la nueva clase dirigente: los empresarios. En el concepto de cultura actual ya no hay espacio para los héroes, sólo para los publicistas”.

Con este historial, la consigna ‘Chile despertó’ también sucumbió dentro del campo transdisciplinar de las artes visuales ya que el denominado ‘estallido social’ ha sido catalogado como un instante heteróclito en la historia de los movimientos sociales de las últimas décadas. Siguiendo este panorama, la mayoría de los lobistas de las artes de la visualidad no han difundido las complejidades del laxante neoliberal. Esa maldita pócima que ha educado a un grupo de civiles amantes del arte bajo la distorsión sistemática de qué es Chile y cuáles son sus verdaderas problemáticas étnicas, geográficas y medioambientales. Por ejemplo un par, con tribuna en diferentes medios de comunicación, ha negado los miles de delitos de lesa humanidad ejecutados durante este año, mientras que otros tantos han complotado con un oficialismo criminal para masificar, en las actividades culturales, una falsa normalidad en el cotidiano. Una breve explicación para esto, es que en estas cofradías aparecen nuevamente los lobistas que se han restregado con aquellos promotores y compradores de arte contemporáneo que por estos días lucen momificados por el empresariado, ese empresariado que pone en sus vitrinas la autocracia como la gran liquidación del año y le exige al autoritarismo de La Moneda la regulación de nuestras libertades individuales y colectivas. Es bien conocida esta última oferta.

La marca ‘arte contemporáneo chileno’ es un designio que instala un mercado del arte cada vez más alejado de la objetividad de los lamentables sucesos relatados.

Es esta marca la que puntualiza en el absolutismo, uno bastante conocido e instalado desde ‘Provicura’. Y es más, en la mayoría de los casos, los espacios que mercadean con los artistas no proponen un sitial para el raciocinio, sino que convierten estos sitios en simples activos neoliberales dentro de un ambiente que potencia un evidente vacío de ideas. No obstante, y para alivianar esta decepción cultural, irrumpen en diversos puntos del país un grupo de artistas, activistas, pensadores y plataformas alternativas que han volcado sus reflexiones en el espacio público acerca de este quiebre de la democracia.

La producción y colectivización de imágenes que han aparecido en las calles de diferentes ciudades y pueblos han construido un referente para estudiar la práctica de las artes visuales y confirmar que la doxa del arte seguirá en las calles.

El espacio público seguirá siendo el ágora que intercale el pensamiento crítico con el debate político que un país como este necesita de manera urgente. Las calles son los tribunales de justicia y también el congreso por lo que estas propuestas pasan a transformarse en sucesos poéticos que transcriben las voces y los símbolos que continuarán exteriorizando la fragilidad de un periodo plagado de la virulencia de una clase política que está orgullosa de gobernar en el llamado ‘oasis’ de América Latina.

GALERÍA La rabia y el descontento vivido en el pasado estallido social se extendió por gran parte del territorio, abarco a todas las edades y unió a todos movimientos sociales que por décadas habían estado manifestando su intención de cambiar realidad del país. A raíz de lo anterior Galería LTRGO se abre como un pequeño espacio para compartir el registro de como se vivió este despertar en diferentes puntos del territorio.

INDICE

PRIMERA PARTE 1—LA ETERNA ESPERA DE LA “ALEGRIA YA VIENE” Fotografías de Sebastián Arriagada 2—EL SONIDO DE LOS HELICÓPTEROS Fotografías de Andrés Larraín 3—UN CHILE QUE NOS DIÓ LA ESPALDA Fotografías de Francisca Parada 4—CHILE: LAS CALLES HAN REVELADO TU IMPUNIDAD Fotografías de Varios Autores SEGUNDA PARTE GALERÍA Fotografía de Varios Autores

DIRECTOR & EDITOR DE CONTENIDO Felipe Muñoz Tirado DIRECCIÓN DE ARTE & DISEÑO EDITORIAL Estudio Prado — Nicolás Hormazábal REDACCIÓN Valentina Peña Zambrano – Un Chile que nos dió la espalda Juan Alfaro Balcázar - La eterna espera de la “alegria ya viene” Rodolfo Andaur – Chile: Las calles han revelado tu impunidad Felipe Muñoz Tirado – El Sonido de los Helicópteros PRODUCCIÓN PERIODÍSTICA Axel Indey Katalina Cortes ALIANZA Coordinadora Vida Sin Barrotes FOTOGRAFÍAS -PROYECTOS SELECCIONADOS Andrés Larraín, Sebastian Arriagada, Francisca Parada.

-CHILE: LAS CALLES HAN REVELADO TU IMPUNIDAD Instalación de Delightlab registro de Cristobal Barrientos, Colectivo ultimaesperanza, Sarai Saldivia Vargas, Morin Guitart, Francisca Parada y Jason Valderrama, Pésimo Servicio, Leslie Fernández, El Rayo Verde Editorial, Romy Alarcón.

-GALERIA Esteban Rojas, Martin Tapia, Nicolas Salgado, Ralyzod, Boris Fernandez, Cristobal Saavedra, Felipe Constanzo, Felipe del Phonk, Matias Fernando.

DEDICATORIA EDICIÓN DEDICADA A TODXS LXS COMPAÑERXS QUE PERDIERON LA VIDA MANIFESTANDOSE POR UN LUGAR MÁS JUSTO DONDE VIVIR, A TODXS LXS COMPAÑERXS HOY APRESADXS INJUSTAMENTE POR EL ESTADO Y QUE DE FORMA DIGNA SE HAN MANTENIDO FIRME EN SUS CONVICCIONES, A TODXS LXS HERIDXS POR LA VIOLENCIA POLICIAL, A LAS FAMILIAS DE LOS JÓVENES LUCHADORES Y A TODXS LXS QUE SALIERON A LAS CALLES SIN MIEDO DESEANDO ACABAR CON LA DESIGUALDAD UN 18 DE OCTUBRE DEL 2019.