3. Sólo lo difícil es estimulante: Diálogo con José Lezama Lima
3.1. José Lezama Lima: un señor barroco José Lezama Lima (La Habana, 1910-1976) ha rebasado los límites entre el mito y la historia, entre el texto y el autor. En la tradición latinoamericanista es un héroe cultural. Al igual que América en su obra, Lezama es ante todo una imagen, enigmática y fascinante. En su discurso está contenida la cultura universal amalgamada con expresiones de profundo localismo folclórico y doméstico. Los intentos de acercamiento a su figura no escapan jamás de la narratividad rayana en el mito. A José Lezama Lima —habrá que decir— no se le puede biografiar sin seguir su propio método: el de la imaginación donde se imbrican verdad y verosimilitud, es decir, historia y ficción. En este sentido, una de las imágenes que más acercan a Lezama es la que Juan Coronado propone en su texto Paradiso múltiple, donde leemos: Voy a romper la angustia de la nada imaginando una figura de Lezama; no un sueño, no un símbolo, sólo un asidero que cubra el desamparo del principio. Con Lezama se recorre un largo camino y se está en el mismo lugar. El poeta teje el mundo y de pronto se da cuenta de que ha construido un laberinto. Un laberinto del que es creador y también cautivo. Él está allá en el fondo oscuro, quietamente sentado y con una sonrisa bailona en los labios.1
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Coronado, 1981, p. 11.
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