Recursos expresivos, condicionamiento pragmático y variación dialectal Las oraciones hendidas Amparo Morales
El hablante tiene la posibilidad de alterar el patrón sintáctico de la oración como uno de sus recursos expresivos. Este tipo de alteración se da en las perífrasis de relativo u oraciones hendidas. Se utilizan cuando se quiere resaltar de un modo especial alguna de las unidades de la oración. Los ejemplos (a), (b) y (c) presentan las tres variantes típicas: a. Hendida, H: Fue Juan quien besó a María b. Seudo hendida, SH: El que besó a María fue Juan c. Seudo hendida inversa, SHI: Juan fue el que besó a María Los resultados de nuestro análisis muestran que en el español de Puerto Rico estas tres variantes están condicionadas por el contexto y responden a diferentes patrones de presuposición de la secuencia discursiva. Hay condicionamiento igualmente en la selección de la unidad focalizada, por ejemplo, SH focaliza preferentemente una oración, “Lo que sucede es que le gusta jugar”, la SHI ofrece mayoría de eso como unidad focalizada, “Y eso es lo que pretendía hacer” …. Se comprueba, además, que estas construcciones son espacios propicios para la manifestación de otros rasgos dialectales propios, como la no elisión y anteposición del sujeto pronominal. Palabres claves: sintaxis del español, perífrases de relativo; oraciones hendidas; patrones de presuposición; español de Puerto Rico
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Introducción
Ha quedado ya muy claro que, además de la estructura morfosintáctica y semántica, cada oración aporta su propia estructura informativa. Esta estructura se configura según la información transmitida en el discurso y la compartida
Spanish in Context 2:1 (2005), 77–92. issn 1571–0718 / e-issn 1571–0726 © John Benjamins Publishing Company
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por los interlocutores, pero, en última instancia, se establece siguiendo el juicio personal del hablante. Halliday ya decía que (traducción nuestra): El sistema informativo asigna al discurso una estructura independiente de la estructura de la oración y por medio de esa estructura el hablante organiza el acto de comunicación en una cadena de bloques comunicativos, ‘unidades de información’, y especifica dentro de cada bloque el valor de los componentes en la secuencia del discurso (Halliday 1967/68: 211).
Este trabajo pretende acercarse a las perífrasis de relativo del español, estructuras particularmente marcadas en términos expresivos, que se utilizan por los hablantes para realzar determinadas entidades de la oración. Son construcciones que han recibido ya atención investigativa, orientada, especialmente, a la descripción y medida de la representatividad de sus constituyentes, es decir, a la representatitividad de lo que serían las variables lingüísticas (Sedano 1990, Acevedo et al. 1996). Las variables sociales, poco exploradas aún, han ofrecido hasta ahora escasa significatividad (Acevedo et al. 1996, Martín Butragueño 1997). Nuestro acercamiento va a ser un tanto diferente, por lo pronto no es variacionista. La muestra que utilizamos, aunque nos parece suficiente para esta exploración cualitativa, no lo sería, desde luego, para un acercamiento de variación lingüística. Utilizamos algunos datos cuantitativos para apoyar los resultados, pero, sobre todo, nos interesa establecer, además de la distribución general básica de estas construcciones y el acomodamiento contextual que manifiestan, los rasgos dialectales particulares que pueden aflorar en ellas. Partimos de la base de que cualquier construcción marcada en términos expresivos puede ser lugar idóneo para reflejar asimismo otras particularidades dialectales. 2. Oraciones hendidas El hablante, además del orden de palabras y el acento, cuenta con la posibilidad de alterar el patrón sintáctico de la oración, como instrumentos necesarios para precisar la información comunicativa de sus mensajes. Las oraciones que ofrecemos a continuación, (a), (b) y (c), aportan significados especiales adicionales a lo que sería la estructura básica de El carro se me ha roto/Se me ha roto el carro. La cópula ser y la oración de relativo crean nuevas construcciones con información pragmática diferente. Estas perífrasis de relativo, oraciones hendidas en la terminología norteamericana, presentan las siguientes variantes: a. Es el carro lo que se me ha roto. Hendida (H)
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b. Lo que se me ha roto es el carro. Seudo Hendida (SH) c. El carro es lo que se me ha roto. Seudo Hendida Inversa (SHI) Se distinguen de la oración básica neutral en que la información que aportan se apoya en cierto conocimiento compartido, bien por experiencia extralingüística o por haber aparecido en el discurso precedente. Por el contrario, la oración Se me ha roto el carro se utilizaría normalmente, toda ella, con información nueva a modo de una construcción presentativa, un “ïnforme de evento” (event reporting) (Lambrecht 1994: 14). Las oraciones (a), (b) y (c) presentan tres constituyentes básicos: la cópula (ser) y dos miembros oracionales representados por una unidad (nombre, adjetivo, adverbio, oración) que recibe el foco de atención, unidad focalizada (el carro, en nuestro ejemplo) y otra, una oración de relativo (que se me ha roto), que presenta la información compartida, que se quiere reforzar o, dependiendo del tipo de estructura (a, b, c), la más nueva. Chafe (1976) se refiere a las oraciones hendidas cuando precisa el concepto de foco de contraste, unidad con información conocida que recibe una estrategia especial de refuerzo expresivo. Esta estrategia podía ser un acento prosódico diferente del de información nueva de foco, un cambio en el orden de unidades y, también, una construcción hendida. La aparición de estas construcciones en el discurso se explica teniendo en cuenta los recursos expresivos del hablante que, respondiendo a las distintas interacciones que se suceden entre los referentes de las oraciones del discurso, realiza los acomodos expresivos convenientes para dar cuenta de ellas. El hablante marca una unidad como punto de interés especial y la extrae de la oración para traerla a la atención del oyente de un modo prominente, añadiendo información no presente, rectificando la ya dada o reforzándola1. Además, en ellas se efectúa cierto contraste con la información precedente. El concepto de contraste, que se manejó en Bolinger (1972), quedó caracterizado en Chafe (1976, 1994) que enumeraba las circunstancias contextuales que permitían que una unidad pudiera ser considerada contrastiva. Las características más generales eran: conocimiento compartido previo en cuanto a posibles candidatos y acciones, y selección de un candidato. Esta interpretación del contraste de Chafe se fundamenta en que no siempre los candidatos aparecerán explícitos en el texto. Debido a ello la categoría ha recibido matizaciones restrictivas posteriores (Silva-Corvalán 1982: 114). Respecto al grado de información nueva que pueden aportar estas oraciones, por lo que se verá en los ejemplos subsiguientes, no en todas las ocasiones tiene que ser muy alto, basta con que el hablante considere necesario reforzar cierta información más o menos sub-
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yacente o, incluso, repetir con énfasis algo ya expresado. En algunas ocasiones la unidad focalizada aporta información muy cercana a la novedad. Estas estructuras oracionales son recursos universales que se han encontrado en otras muchas lenguas (Sedano 1996). Las distingue la posición del elemento focalizado: La (H)2 tiene la unidad focalizada inmediatamente después del verbo ser: (1) No era Noé el que daba la orden, fue Dios, que se la dio a Noé. (III F 1)3
La (SH), la presenta como elemento final de la oración: (2) Por eso la que viene es Sila. (I F 2)
La (SHI) comienza con ella: (3) Para mí Cucusa es la que puede ganar la alcaldía de San Juan (I F 2)
Cada una de estas estructuras maneja de un modo particular la relación tópico/foco. La hendida, (H), comienza con el verbo ser (negado en nuestro ejemplo), seguido de la unidad focalizada y en última posición se encuentra la construcción anafórica de relativo, generalmente con la información compartida. La seudo hendida, (SH), presenta al inicio la construcción de relativo, seguida del verbo ser y de la unidad focalizada, con la información más imprevista o la que se quiere subrayar. La seudo hendida inversa (SHI) empieza con la unidad focalizada y la siguen los otros elementos, con información bastante similar a la de la unidad focalizada. En la mayoría de ellas se ve claramente que el hablante contrasta cierta información con otra previa, más o menos explícita. Se justifica que se hable de contraste, en estos casos, pues, como se observa en los ejemplos, están implícitos varios posibles candidatos y se hace una selección entre ellos. Hasta ahora no se han podido establacer diferencias semánticas que las distingan: todas ofrecen el mismo valor de verdad que la oración simple correspondiente. Además, se observa que la circunstancia de realzar una unidad, de llevarla de un modo particular a la atención del hablante, está presente en las tres, sin grandes cambios en su contenido semántico. Como veremos más adelante, son sustituibles en muchos contextos. Parecen ser, en sí mismas, variantes de un mismo acto comunicativo de realce de una entidad, en las que las diferencias radican en factores contextuales y pragmáticos. En todas ellas, el hablante parece intervenir directamente para dar su opinión sobre lo expuesto. De ahí su valor expresivo, el hablante se sitúa por encima de lo narrado o descrito para involucrarse explícitamente en la narración o situación, la acción parece estar orientada según el propio conocimiento del
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hablante. Se establece una comparación, más o menos explícita, con las otras entidades involucradas en el párrafo. Las tres clases de hendidas son estructuras que muestran clara función de cohesión discursiva, puesto que lo que parece entrar en juego en ellas es la reinterpretación de unos hechos ya conocidos o sobreentendidos.
3. Análisis y resultados 3. Representatividad de los distintos tipos de hendidas El trabajo que ofrecemos aquí es un primer acercamiento exploratorio que intenta precisar las características comunicativas que pueden diferenciar estas estructuras entre sí y los patrones gramaticales que las dintinguen. Se utiliza en el análisis el corpus del PRESEEA (Proyecto de Estudio Sociolingüístico de España y América) de Puerto Rico4. La muestra, aún no totalmente configurada, consta de 43 entrevistas distribuidas según la edad, el sexo y el nivel de educación del informante5. Para una mejor interpretación se han excluido las oraciones hendidas que tienen como unidad focalizada un adverbio. Éstas habían resultado muy poco representativas en términos cuantitativos en un estudio precedente (Acevedo et al.,1996), en cuyo análisis obtuvieron un 1.47% de los casos (1 caso en las 68 estructuras analizadas). Se trata de oraciones como Es allí donde quiere hacer la fiesta. Los primeros datos del análisis, que aparecen en la Tabla 1, exponen la distribución de los distintos tipos de hendidas que se encuentran en el corpus. De los tres tipos considerados, hay que tener en cuenta que existen otras oraciones muy cercanas que no se analizaron aquí (Moreno Cabrera 1982; Sedano 1990, 1996), las oraciones SH fueron las más frecuentes. Estos resultados coinciden con los obtenidos en trabajos cuantitativos previos: Acevedo et al. (1996) recogía respectivamente 145 (53%) SH, 105 (39%) SHI, y 20 (7%) H, en una muestra conjunta de entrevista de San Juan y Madrid. Las submuestras particulares de Madrid y San Juan mantenían proporciones similares7 (1996: 94).
Tabla . Totales de oraciones hendidas Total 490
SH 267 (54%)
SHI 194 (40%)
H 29 (6%)
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3.2 Los distintos tipos de hendidas: Variantes estilísticas El análisis realizado se apoya en la secuencia informativa que se produce en el discurso, en el cual las oraciones se organizan dentro del propio hilo secuencial de los temas de cada párrafo. Ello nos permite tener en cuenta la relación de cada hendida con las unidades previas. La oración (1) está enclavada en el párrafo siguiente: (1) __ …y entonces cuando ellos se metieron al arca, el Señor mismo cerró la puerta del arca, entonces esta gente, cuando vieron el agua que ya estaba subiendo para arriba, embalaron corriendo, “Noé, Noé, abre la puerta” Entonces, aunque Noé hubiera querido abrir la puerta, no podía porque el que la cerró fue el Señor, y entonces el Señor abre puertas y cierra puertas a la misma vez y como él la cerró, pues nadie pudo. Entonces se ahogaron todos y se salvó nada más que Noé, su familia y los animales… (¿Qué aprendió de esa historia?) ¿Qué qué yo aprendí de esa historia? Que tenemos que ser obedientes cuando Dios manda, hay que obedecer. (Porque, ¿si no qué, qué?) Porque si no mira, perecemos… perecemos porque aquella gente no le hicieron caso a Noé y entonces no era Noé el que daba la orden, fue Dios, que se la dio a Noé y ellos no hicieron caso y entonces se murieron en, se ahogaron todos.6 (¿Pero después no le abrieron la puerta, porque pudieron habérsela abierto?) No, porque fue Dios el que la cerró. (¿La puerta?) La puerta, la puerta del arca fue Dios el que la cerró (Y Noé no podía, por más, aunque quisiera) Aunque quisiera, Noé no podía, aunque no hubiera tenido compasión de ellos, le hubiera cogido pena a ellos, no podía porque Dios fue el que cerró la puerta, y cuando Dios la cierra no hay quien la abra.
En este limitado segmento discursivo aparecen cinco oraciones hendidas con información bastante repetida. Estas oraciones presentan la particularidad de que cada una de ellas se podría sustituir por un tipo diferente de hendida en el mismo contexto. Así la primera, el que la cerró fue el Señor, hubiera permitido tanto:
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fue el señor el que la cerró, como el Señor fue el que la cerró,
y lo mismo sucede en las siguientes, por ejemplo, no era Noé el que daba la orden hubiera admitido: Noé no era el que daba la orden, el que daba la orden no era Noé.
y así en los otros casos de estos párrafos. Estos hechos indican que podríamos considerarlas variantes estilísticas, en las que la posición de la unidad focalizada no sería parámetro distinguidor de significados. 3.3 Condicionamientos pragmáticos Para perfilar con algo más de cuidado las características de estas oraciones, se hizo un acercamiento particular a las que tienen el relativo que como enlace, que representan el 95% de los casos (Tabla 2) 8. Se midió en ellos la representatividad de lo que, frente a el que, la que, los que, las que. Las SH, es decir, las hendidas que comienzan con la construcción de relativo, presentaban abrumadora mayoría de lo que como forma pronominal relativa de enlace. El 85% eran de este tipo, lo cual deja con representación ínfima a las que utilizan el que, la que, las que y los que. Contrario a ello, los otros grupos de hendidas muestran preferencias más equilibradas. Estas oraciones con lo que se usan, en su mayoría, como presentación de una descripción o comentario posterior. La unidad focalizada en estos casos es una oración subordinada o un complemento del verbo, siendo el primer caso el más representativo cuantitativamente (71% de los casos de SH con lo que). Se trata de oraciones como la (4), (5) y (6): (4) La película lo que te viene a decir es que si todos nos unimos hacemos un mejor mundo. (IF2) (5) Bueno, en parte lo que pasa es que también la droga la fían.(IF2) Tabla 2. Estructuras hendidas enlazadas por que lo que Otros Total p < .001
SH 221 (85%) 38 (15%) 259 (100%)
SHI 81 (45%) 101 (55%) 182 (100%)
H 12 (46%) 14 (54%) 26 (100%)
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(6) Entonces, el Viernes Santo cogen y se van a la playa, y, este…, lo que se dedican es a beber. (II F 2).
Como vemos en los ejemplos la unidad focalizada, que aparece al final, es una oración subordinada o un infinitivo. En menos ocasiones aparece focalizada una entidad complemento del verbo principal como las (7) y (8)9: (7) Lo que se da es nociones en técnicas de emergencias médicas, en anatomía, y fisiología, farmacología…(IM2) (8) Pero venían empacadas y para preservarlas lo que usaban era sal en grano, eran como piedrecitas de sal. (IIM3)
En los otros casos, los de enlaces el que, la que, los que y las que, se focalizan seres que actúan de sujetos del verbo principal, como (9) y (10): (9) Por eso, la que viene es Sila. (IF2) (10) Sí, el que ayudo para estudiar es Javier, porque ya los demás terminaron todo. (II F 2)
Esta preponderancia de lo que en las SH no se da en todas las hendidas, así se ve en el cuadro. Las SHI repiten en la unidad focalizada una entidad ya aparecida en el texto precedente y la información menos predecible se encuentra en la oración de relativo, como lo muestran los ejemplos (11), (12) y (13): (11) Considero que la eutanasia es una opción real, que, aunque el estado no lo acepte y aunque la iglesia no lo acepte, somos muy dueños de nuestras acciones, y si eso es lo que deseamos… Mira, yo respetaría a una persona que lo favorezca. (IM3) (12) Bueno, para mí, para mí… En mi opinión …es que…Cucusa es la que puede…este…ganar la alcaldía de San Juan, Cucusa. De otros …de Canóvanas y otros pueblos yo no sé, pero de San Juan yo sé que (es) Cucusa. (IF2) (Cucusa había aparecido ya previamente como candidata con muchas posibilidades de triunfo). (13) Y las mismas gentes del caserío son los que empujan… este..esos .. esos proyectos.
Las entidades focalizadas con información menos predecible parecen darse en la estructura H. Nos referimos a casos como el (14) y (15): (14) Porque es una sola actriz la que tiene que mantener la atención de un público durante casi dos horas de ese monólogo. (II F 3)
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Tabla 3. Tipo de unidad focalizada en las estructuras SHI rel. o interr 22 12%
Eso 81 44%
SN 38 21%
Elidido 6 3%
Prn. 21 12%
Demost. 14 8%
(15) Esto, pues como estamos divididos por unas dir…, tenemos unas directivas en cada hermandad está la hermandad de damas y caballeros, de niños pero son los adultos los que la rigen.(II M 2)
3.4 ‘Eso’ en las oraciones SHI A su vez, en las SHI se recoge otro patrón sintáctico; los datos indican que la mayoría de las SHI comienzan con la unidad focalizada representada por un demostrativo neutro (véase Tabla 3). La Tabla 3 muestra que en un 44% de las estructuras SHI, la unidad focalizada está representada por un pronombre demostrativo neutro y un 52%, por un demostrativo en general. Son oraciones como las (16), (17) y (18): (16) Así que eso es más bien lo que me gusta. (II M 3) (17) Y si la película es nueva y costó ochenta pesos, eso es lo que tú me tienes que pagar. (I F 2) (18) Tú tienes de treinta a cuarenta socios que son los que vienen, este, regularmente. (I M 2)
Dado que las unidades focalizadas de esta estructura están representadas en su mayoría, un 79%, por pronombres demostrativos, relativos, pronombres personales o pronombres elididos, es decir, entidades formales portadoras de información conocida, tenemos que concluir que, efectivamente, en ellas la mayor novedad se encuentra en el comentario posterior.
4. Discusión 4. Variación dialectal I: Incidencia de las hendidas Comparando los casos recogidos y los patrones sintácticos encontrados en las tres estructuras, observamos que sólo la SHI presenta un cuadro amplio de categorías diferentes de unidades focalizadas, pues aparecen en ella FNs, pronombres personales, demostrativos, FPs, etc. Las H están representadas
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mayoritariamente por FNs, las SH ofrecen, también, un perfil restringido, con mayoría significativa de oraciones o infinitivos como unidad focalizada (66%).10 Estos resultados muestran que frente a la posibilidad de alternancia de una estructura por otra, que preveíamos anteriormente, las circunstancias de uso condicionan esa alternancia. Los contextos sintácticos están, en parte, determinados para cada estructura. Cada una de ellas, dentro de su función comunicativa general de realce de una unidad de la oración, tiene acomodada su forma para servir mejor a la secuencia y coherencia del discurso en el que está inmersa. Las oraciones SH, se caracterizan por enfatizar nuevos eventos o situaciones, más que individuos aislados, y su función es presentarlos con cierto realce en posición final. Las SHI, por el contrario, focalizan una situación o individuo ya aparecido previamente en el discurso, y muy próximo, para añadir un comentario nuevo o una nueva resolución sobre él. La H, menos usada, presenta un corte discursivo más abrupto, con información poco predecible. Todas ellas mantienen los principios comunicativos básicos del discurso, ofreciendo la información menos predecible al final. Dado que la muestra utilizada no nos permitía medir cabalmente la variación social del fenómeno, que, además, no había sido significativa en trabajos previos (Acevedo et al. 1996; Martín Butragueño 1997), no hicimos ese intento. Con todo, en cuanto a las variación diatópica, debemos destacar el hecho de que este tipo de estructura parece estar oyéndose mucho en los últimos años en Puerto Rico e, incluso, que determinados hablantes parecen recurrir a ella más que otros. Basta observar la cantidad que presenta el hablante III F 1 (ejemplo 1), quien acomoda las construcciones hendidas, una detrás de otra, en un espacio muy limitado de discurso. Eso nos permite suponer que, si se trata de un recurso que se va extendiendo en estos días, podría haber dialectos más innovadores que presentaran un uso más intenso de oraciones hendidas. El análisis de las muestras de Madrid y San Juan (Acevedo et al. 1996) no arrojaron datos significativos respecto a ello, ya que las dos muestras ofrecieron densidad similar de estructuras hendidas, pero estos resultados deben interpretarse con cuidado dado que las muestras utilizadas eran limitadas. En ese sentido, podríamos considerar que el postulado aún está por probarse. El español de Puerto Rico, como ocurre con otros factores sintácticos de orden de palabras, podría presentar tendencias que, aunque cuantitativamente no fueran muy marcadas, por la natural baja ocurrencia de ciertas estructuras sintácticas, sí mostraran una dirección particular diferente a la general. Sobre ello sirva recordar que la tendencia al orden más fijo SVO del español del Caribe se ha debatido en muchas ocasiones y, con ello, la redundancia del sujeto pronominal. Si bien esta
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última ha sido relativamente fácil de probar, la anteposición del sujeto nominal es asunto mucho más complicado porque los datos no son cuantitativamente tan explícitos (Morales 1999). Estos fenómenos de refuerzo expresivo, en que interviene el orden de palabras, hay que verlos con mucha cautela. Por lo pronto, esperaremos que nuevos análisis con muestras suficientemente representativas para medir la variación dialectal en cuanto a densidad de oraciones hendidas, nos den datos más seguros. Desde luego, la distribución de los tipos de hendidas (H, SH y SHI) parece estar fijada de antemano por la misma secuencia del discurso e, igualmente, las acomodaciones que el hablante hace en la organización de él (Así parece demostrarse comparando los resultados con loa de Martín Butragueño 1997). En ese sentido, las oraciones hendidas podrían considerarse a manera de variantes complementarias condicionadas por el contexto. 4.2 Variación dialectal II. El sujeto de las SH Debido a que el dialecto puertorriqueño tiene características especiales respecto a la aparición del sujeto pronominal y a la posición del sujeto en casos marcados (Morales 1997),11 estas estructuras podrían ser un nuevo parámetro de medida de esos hechos, especialmente la SH, que focaliza acciones o estados, y ofrece la posibilidad de analizar el comportamiento del sujeto de la oración de relativo inicial. Desde luego, las oraciones hendidas son construcciones que presentan recursos expresivos marcados, y podría suceder, como ocurre en las oraciones de relativo de objeto, también estructuras marcadas, que el énfasis que acompaña a la unidad focalizada se contagiara a otras unidades de la oración, es decir, que se produzca una atracción de énfasis. En las oraciones de relativo se comprobó que sucedía de ese modo, la aparición de sujeto pronominal en las oraciones de relativo de objeto superaba al promedio general de aparición de sujeto pronominal del dialecto, tanto en la modalidad madrileña, como la porteña y la puertorriqueña, que fueron las que se analizaron12. El acercamiento cuantitativo a la posición del sujeto, en las oraciones SH con lo que, se recoge en las Tablas 4 y 5. Al eliminar las construcciones impersonales (28%), por no tener sujeto y las de “lo que pasa” (14%), por características similares, las oraciones personales suman 128 (58%); en ellas, hay más sujetos antepuestos que elididos o pospuestos, el 61% (51 + 27) son de ese tipo. De ellos el 65% está topicalizado fuera de la estructura. Son ejemplos como los de las oraciones (19), (20) y (21):
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Tabla 4. Tipos de sujetos en estructuras SH lo que pasa antepuesto 32 51 14% 23%
impersonal. suj. int. 61 27 28% 12%
Pospuesto 1 0.4%
elidido 49 22%
total 221 100%
Tabla 5. Tipos de sujetos en oraciones personales (SH) antepuesto ext. 40%
antepuesto int. 21%
Elidido 38%
Pospuesto 0.8%
(19) He tenido muchas experiencias sobre esto. Y yo lo que hago es que no voy, mi esposo sí porque mi esposo es varón y se tiene que relacionar con las cuestiones que están sucediendo aquí. (IF2) (20) Él dice que él vio un policía cerca que observó a lo, a los muchachitos y no les dijo nada y ni tampoco hizo nada, él lo que pensó fue que él no quería que sus hijos se criaran allí, entonces, ahí mismo, en cues…, él dice que eso fue en cuestión de segundo. (IIF3) (21) La película lo que te viene a decir es que si todos nos unimos hacemos un mejor mundo. (IF2)
La oración (22) y la (23) presentan un sujeto antepuesto en su oración y un sujeto elidido, respectivamente: (22) Pues, lo que yo quiero ahora, pues, terminar mi cuarto año y así en el tiempo libre por la mañana y por la tarde (IF2). (23) Bueno, lo…, lo que en realidad 0 organicé fue la boda de mi hija. Que yo, yo…, lo organicé todo desde seis meses antes. (IIIF3)
Las oración (24) es un caso de oración impersonal: (24) Pero no es difícil porque lo que hay que hacer es poner unas florecitas y montarlas. (II F 2)
Estos datos muestran que, efectivamente, las estructuras hendidas, por su condición de ser recursos marcados son, como otros contextos similares, locus apropiados para la manifestación de los rasgos expresivos del dialecto, en este caso la anteposición del sujeto pronominal. En estos mismos espacios se dan otros procesos de intensificación expresiva como la topicalización de objeto. Oraciones como La puerta del Arca fue Dios el que la cerró, que topicaliza el objeto, no son infrecuentes en el corpus.
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5. Conclusiones En este análisis exploratorio hemos visto que las estrategias comunicativas de las oraciones hendidas presentan interacción entre los factores funcionales comunicativos y los mecanismos gramaticales. Los patrones sintácticos que las caracterizan y la posición de la unidad focalizada, a modo de variables lingüísticas se acoplan al contexto discursivo en el que están inmersas y establecen, con ello, los contextos formales más idóneos para cada tipo de manifestación expresiva. Las explicaciones para la variación en el uso de estas oraciones son muy simples y mecánicas y están relacionadas con la interpretación que los hablantes hacen de su propio discurso y la secuencia coherente del mismo. Por otro lado, la manifestación del sujeto en ellas muestra, una vez más, la tendencia al contagio o repetición automática de determinadas fuerzas expresivas. Estamos ante estructuras marcadas y esta carga expresiva se traslada, también, a otras unidades, en este caso, a los sujetos. Parecen operar, pues, unos mecanismos automáticos que regulan las propias necesidades comunicativas de los hablantes. Las diferencias dialectales aquí, como en otras ocasiones, podrían ser sólo diferencias de grado, tanto respecto a la densidad y a la clase de sujeto que se antepone, como a la densidad que alcanzan las hendidas en el texto.
Notas . Sedano las clasifica en : atributivas (asignan un atributo a la entidad), de definición (determina el significado de la entidad), identificativa (identifica por medio de un criterio de reconocimiento), ecuativa (establece equivalencia entre dos entidades) y especificativa (señala el elemento ausente de una descripción o evento) (Sedano 1990). 2. A partir de ahora nombraremos con minúscula (hendida) a la categoría general que las comprende a todas y con la inicial mayúscula (H) al tipo especial representado en la oración (1). 3. Los símbolos que aparecen a la derecha de los ejemplos responden a los rasgos extralingüísticos de los informantes (I, II, III = generación; F, M = sexo; y 1, 2, 3 = nivel educativo) 4. El PRESEEA es un proyecto panhispánico de investigación que pretende recoger textos grabados de conversación espontánea de diferentes capitales del mundo hispánico para someterlos a investigación sociolingüística. Está coordinado desde la Universidad de Alcalá de Henares por el Dr. Francisco Moreno. 5. La muestra recogida hasta ahora, pero aún no completa, del proyecto en Puerto Rico es la siguiente:
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Amparo Morales Masculinos 1ª gener. 2ª gener. 3ª gener. Totales
9 7 4 20
Femeninos 1ª gener. 2ª. gener. 3ª gener Totales
10 10 3 23
Las generaciones se distribuyen como sigue: I generación = hasta 24 años, II gen. = de 25 a 54 años y III gen. = 55 años o más. El grado de instrucción se clasifica en: 1 = 0–6 años de escolaridad; 2 = 7–12 años de escolaridad; y 3 = 13–16 años de escolaridad. 6. La oración “fue Dios, que se la dio a Noé” presenta una pausa clara entre Dios y que, lo cual obligó a los técnicos que oyeron la grabación y a mí misma, quien también la oí, a poner una coma entre ellos. Esto trae como consecuencia, por lo pronto, separar la oración del grupo de las hendidas. La oración señalada parece aportar información nueva o que el hablante presenta como nueva, más similar a una oración de reporting. Ameritaría un análisis particular, diferente al propósito de este trabajo que se circunscribe a las claramente hendidas. 7. Un acercamiento tentativo a cinco entrevistas del PRESEEA de Valencia presentaba resultados proporcionales similares (SH = 54%; SHI = 40% y H = 6%). Pudiera ser un rasgo general del español que las estructuras SH sean las más recurrentes y las H, las menos, según la proporción recogida. 8. Las oraciones unidas por quien/quienes, ocupan una porción muy limitada del texto (23 casos en total). Son oraciones como la siguiente: Mi suegra es quien los cuidó desde que nacieron, ella los recoge (a los niños) de la escuela (IF3). 9. Cuando nombramos las funciones de la unidad foco nos referimos a la que llevaría a cabo en la oración básica neutral, no en la hendida. Nos pareció el modo más claro de referirnos a ello. Otros autores hablan de sujeto, cópula, predicado (en la H) y alternan la posición de estas tres unidades en las SH y SHI. 0. En nuestro corpus, 21 de las 29 oraciones H tenían una FN como entidad focalizada. Las SH presentaron 175 oraciones o infinitivos como entidades focalizadas, le seguían las FN. En las muestras de Acevedo et al. (1996: 96, Tablas 6 y 7) se encontró que la unidad focalizada de las SH era una cáusula en el 60% de los casos (el resto FN y FP); y el 30% de las SHI era un pronombre demostrativo, el resto pronombres (personales, relativos e interrogativos) y FN. . Se trata de oraciones como “Juan no bebe cuando él trabaja”, “Ana se enoja cada vez que ella pierde”, que algunos autores señalaban que no podían tener sujetos coincidentes (D’Introno 1989). Una cala hecha sobre la opinión de los hablantes, respecto a considerar esos pronombres coincidente o no en referencia, demostró que era posible en el español de Puerto Rico (Morales 1999). 2. Son oraciones como “son animales que (tú) no quisieras ver en un zoológico”, que, por tener el relativo antepuesto, debería aplicar una regla de posposición de sujeto (o elisión de sujeto pronominal). Los datos recogidos mostraron que, en términos de la anteposición
Recursos expresivos, condicionamiento pragmático y variación dialectal de sujeto pronominal, San Juan superaba a los otros países que se analizaron comparativamente, Madrid y Buenos Aires (Morales 1997), aunque en los tres dialectos el porcentaje de anteposición pronominal fue superior en estas estructuras a su promedio.
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