Cemetery (Extremadura, Spain)

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INDICE

01 Memoria

02 Objetivos

03 Materiales

04 Alzados

05 Secciones

06 Planta cubiertas

07 Planta entrada

08 Estanque

09 Entrada

10 Rampa

11 Planta terraza

12 Enterramientos

Vista de la terraza con las monta帽as de la Sierra de Gata al fondo.

Maqueta de la primera ampliaci贸n.


Proyecto:

Ampliación del Cementerio Municipal

Arquitecto:

Lorenzo Fernández - Ordóñez

Colaboradores:

Eduardo San Nicolás Lourdes Carrasco Efrén Doncel Jaime Galmés Raquel García Simal Proyectos ALEXA - CIV NB 35 Angel González Cava Excmo. Ayto. Moraleja. Cáceres

Aparejador: Constructor: Estructura: Jefe de obra: Propiedad: DATOS DEL PROYECTO: Emplazamiento: Superficie de actuación completa: Superficie de actuación 1ª fase: Presupuesto de Ejecución Material: Materiales:

Moraleja. Cáceres 10.000 m2. 3.000 m2. 237.595,94 Eur. = 39 M. pesetas Hormigón color tierra Pintura blanca

MEMORIA: De carácter conceptual Si imaginamos el cementerio más hermoso, quizá sea un cementerio abierto al mar, al horizonte. Un cementerio donde el acto del enterramiento tenga un sentido de unión, de vuelta de nuestro cuerpo a la naturaleza. Desde las épocas más remotas el hombre se ha enterrado dando sentido a estas dos acciones: por una parte la vuelta de nuestra materia a la naturaleza, manteniendo con la arquitectura y con su ruina la distinción de lo humano, y por otra parte la búsqueda del horizonte, ya sea real o abstracto, ya sea la línea del mar, las lejanas montañas o una pura figura geométrica que nos sugiera los límites del infinito. En nuestro cementerio se expresan ambos conceptos. Una tapia blanca que cierra un recinto frente al paisaje es un elemento de una gran fuerza abstracta. Marca un límite entre lo cercano y lo lejano, con el blanco. La referencia al límite siempre alude al paso hacia la muerte, desde la materia hacia el espíritu. El efecto visual del límite blanco necesita confrontarse con una naturaleza casi intocada, con un fondo de paisaje en el que la geometría del blanco aparezca como una pieza única. La intromisión visual de otras construcciones similares hace perder su poder catalizador y convierten su pureza formal, abstracta, en una muestra más de la colonización humana del territorio, quitándole fuerza como estructura formal en diálogo con el entorno. Esta puesta en valor del horizonte, y la naturaleza, enfrentado a una tapia blanca, de geometría rotunda, y por tanto visualmente casi sin materia, es recurrente en el mundo occidental. Se trata de unir el blanco recinto de los muertos con la idea de puerta y límite, de lugar inmaterial (frente a la materia de la naturaleza que lo rodea y de las otras actuaciones humanas en su entorno) y vincularlo con el horizonte. El objetivo de este trabajo es recuperar la relación del cementerio con el horizonte, símbolo último de paso al más allá. Para ello hemos tratado de articularlo espacialmente, amparándolo de las construcciones que lo empiezan a rodear, y hemos tratado de dotarlo de símbolos que hagan legible el cementerio como lugar de paz y meditación. Lago de entrada al recinto.


El casco hist贸rico de Moraleja (en rojo), el rio y el antiguo cementerio (en naranja).

Vista a茅rea de Moraleja en 1970, con el rio, el puente y el camino que lleva hacia el antiguo cementerio. El antiguo cementerio aparece como una pieza blanca navegando en la llanura, rodeado de olivos y plantaciones. Es sin duda una imagen sugerente y simb贸lica.


Objetivos del Proyecto Nuestro proyecto de ampliación del cementerio parte con tres objetivos básicos: 1) Vincular el Cementerio con el horizonte, y las montañas de la Sierra de Gata. 2) Significar y dignificar los enterramientos. 3) Mostrar el Cementerio como un lugar inacabado, como el recorrido del camino que, en proceso, debe completarse poco a poco. Un lugar al que le faltan "trozos" y muestra su pérdida. Se ha desarrollado un esquema de cementerio formado por terrazas sucesivas que, desde fuera, no dejan ver el interior, (salvo por los árboles que sobresalen de los muros), y que, desde el interior, establece una relación visual directa con el horizonte y las montañas al norte, sobre los campos. Esta disposición en terrazas permite también compatibilizar los enterramientos de nichos en los muros con enterramientos en la propia tierra, ya que, al disponerse en terrazas eludimos el problema del somero nivel freático que aqueja a la zona y al cementerio original. Los muros interiores aparecen como frentes de un túmulo que ha sido excavado. También mantenemos la sensación de enterramiento en comunidad, que es tan evidente en el cementerio inicial. Cada pequeño recinto aparecerá como una pequeña plaza, abierta al horizonte en uno de sus lados. El antiguo cementerio, con su recinto único, expresaba una idea de totalidad y, por tanto, de tiempo detenido. En la ampliación proponemos una relación del visitante con el cementerio que esté estructurada en el recorrido, de forma que en cada fragmento de ese camino se vayan estableciendo diversas relaciones. Unas serán con el horizonte, otras con lugares de acogida, paz y meditación. Es un planteamiento del cementerio como conjunto de fragmentos que hay que recorrer con la memoria y el olvido. Nos hablan de una forma de entender el tiempo lineal, constituida de fragmentos o momentos, como los recuerdos de la memoria. Además permite que las pequeñas acciones individuales (cada enterramiento) se sumen poco a poco, sin distorsionar el proyecto común, siempre inacabado.

La ampliación tiene como base geométrica el camino que llega al cementerio desde el puente, trazando una plaza justo antes de entrar en él. Aquí se dispondrá una capilla y un pequeño pabellón de espera. Este espacio de acceso, presidido por el muro blanco, con su hermosa puerta, y la nueva capilla, constituye el nuevo eje desde donde se desarrolla la ampliación del cementerio.

Croquis de las terrazas y la Sierra de Gata al fondo.

Al nuevo cementerio no se entra, sino que hay que subir, como a un antiguo túmulo. La ascensión de esta Montaña Sagrada comienza una vez se cruza el lago situado en la entrada y termina en lo alto mirando a las montañas.



Materiales Se ha establecido un muro perimetral blanco, coronado por una pieza continua de hormigón terroso. Al exterior sólo aparece el muro blanco, y la franja de coronación en hormigón terroso, mientras que al interior es el color terroso del hormigón el que aparece en toda la superficie de los muros, salvo en los huecos de las lápidas blancas. Se trata de un hormigón con arena roja, áridos encarnados de la zona, y una ligera pigmentación añadida. Se ha forzado el acabado del encofrado con diferentes dimensiones en las duelas y en los listones de madera para dar mayor rugosidad. Asimismo, se ha forzado un acabado de chorreado y lavado que extraiga la capa superficial del hormigón y muestre la materia de los muros en toda su crudeza. En el muro de hormigón están dispuestas las sepulturas como talladas en una vieja roca. La estructura de enterramientos en nichos forma una retícula de rectángulos horizontalmente alargados. Esta retícula ayuda la concepción paisajística del cementerio, ya que no produce la desagradable impresión de la agresiva "celda de abeja" de la retícula convencional, y, sobre todo, es más acorde con la idea de persona yacente. Se distinguen diferentes pavimentos según su posición en la actuación. En la zona de la entrada, en continuidad con el camino de acceso, hay un pavimento de arena sobre zahorra. En la entrada y rampa hay un pavimento de hormigón terroso, similar al de los muros, bastante lavado, mostrando el árido, y con incrustaciones de piedras. Sobre el lago se traza un camino de losas de hormigón, como traviesas, que dejan entre ellas una pequeña separación para el paso del agua. En la terraza superior se dispone perimetralmente a los muros un pavimento de hormigón en el mismo color y textura que el de los muros, y en el centro una pradera de césped. El arbolado acompaña al visitante, con el tiempo producirá sombra y ayudará aún más a estructurar el área de la intervención. Se disponen cipreses custodiando los muros y, estratégicamente, unos árboles de hoja caduca, y con variación estacional de color: prunos, mimosas y liquidambar. Fases Se ha desarrollado un programa de fases sucesivas para completar toda la ampliación del cementerio poco a poco, para que el Ayuntamiento no tenga que acometerlo por completo de una sola vez con una gran inversión inicial, sino de forma que las pequeñas ampliaciones sucesivas se realicen paulatinamente con pequeños presupuestos, como el de esta primera fase que no llega a 39 M. de pesetas.





Como en tantos pueblos españoles, el cementerio de Moraleja, con su tapia blanca y apacible, en medio del campo, creaba un marco, un recinto donde se sublimaba el carácter diferente y sagrado del interior, al mismo tiempo que ponía en relación el recinto con un fondo de paisaje, con el extenso territorio circundante. Originalmente era la única construcción en el exterior de la población, al otro lado del río, aislada, y con un fuerte carácter abstracto, por su limpio muro horizontal. Esta construcción de cementerio es clásica en España y se basa en el poder que genera la tensión entre un elemento cerrado, una tapia blanca perfecta, uniforme y sin aberturas (salvo la escueta puerta), y el territorio abierto, el horizonte y la naturaleza. Con ello se vincula un elemento cercano, como es la geométrica tapia blanca y el recinto que encierra, con otro que es lejano.

El estanque de la entrada y el muro perimetral del cementerio.






Además de constituido por enterramientos, en la ampliación oeste, En su zona más alta se ha proyectado un pequeño espacio al aire libre para la meditación. Cerrado por un muro en sus lados Sur y Oeste, se abre hacia el cementerio en su lado Este y hacia el horizonte y las montañas en su lado Norte. Consta de una pradera, presidida por un árbol acogedor, de hoja caduca, y un pequeño estanque de agua.



"Las fuerzas imaginantes de nuestro espíritu se desenvuelven sobre dos ejes muy diferentes. Unas cobran vuelo ante la novedad; se recrean con lo pintoresco, con lo vario, con el acontecimiento inesperado. La imaginación animada por ellas siempre tiene una primavera que describir. Lejos de nosotros, en la naturaleza, ya vivientes, producen flores. Las otras fuerzas imaginantes ahondan en el fondo del ser; quieren encontrar en el ser a la vez lo primitivo y lo eterno. Dominan lo temporal y la historia. En la naturaleza, en nosotros y fuera de nosotros, producen gérmenes; gérmenes cuya forma está fijada en una sustancia, cuya forma es interna. La materia es el inconsciente de la forma. Solo una materia puede recibir la carga de las impresiones y de los sentimientos múltiples" G, BACHELARD: El agua y los sueños

FERNANDEZ-ORDOÑEZ. ARQUITECTO


La entrada, única zona techada, marca una compresión espacial que inicia una ascensión procesional hacia la terraza superior. El paso de la entrada está formado por "traviesas" de hormigón




En esta obra se plantea el paso del tiempo y la degradación de la materia, y en ella hay una reflexión sobre su futura evolución, basada en el estudio de las ruinas. No es lo mismo ver los restos congelados de las construcciones que nos rodean hoy en día que sentir la ruina viva, con la lucha en el límite entre la presencia y la ausencia. Hablamos de un lugar donde ambas -la presencia y la ausencia- se rozan continuamente, ya que

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