Se trata de una fuente de nubes, una fuente sin lámina de agua. Sobre las nubes se levanta un paisaje de varias esculturas negras. Son formas de un gran contenido orgánico, pero pueden ser metáforas de montañas, de cumbres lejanas. Se forma así una fuente paisaje. Una fuente que recuerda un jardín japonés. En el que por el efecto de su abstracción se consigue una lejanía cuya consecuencia es, paradójicamente, que nos acerquemos más a nosotros mismos.