Harrisville: la verdadera historia de la película “Expediente Warren” Te invitamos a que conozcas el caso de la familia Perron y los sucesos paranormales de la hacienda Arnold, en Harrisville – La verdadera historia detrás de la película de terror “Expediente Warren”.
Ed y Lorraine Warren se dedicaron a la investigación de lo paranormal desde los albores de la década de 1950. Durante su extensa carrera llegarían a investigar más de 4,000 casos de apariciones, entre ellos el célebre caso de Amityville, donde tuvieron el mérito de ser los primeros investigadores paranormales en pisar la escena. La película de 2013, Expediente Warren, se basó en una investigación de los Warren sobre el caso de la familia Perron y su casa de campo embrujada en Harrisville, Rhode Island. Los Warren afirman que su investigación del caso conocido como "Harrisville Haunting" o "Perron Haunting Family", "fue la investigación más extensa, convincente, perturbadora e importante" de sus carreras. Roger Perron, su esposa Carolyn, y sus cinco hijas Andrea (Annie), Nancy, Christine, Cindy y April sufrieron durante diez años la tortura de los espíritus que ocupaban su casa de campo. El Caso Harrisville En un intento porque sus hijos tuvieran una vida más relajada en el campo, Roger y Carolyn Perron compraron su casa de ensueño en el invierno de al año 1970. La Antigua Hacienda Arnold tenía unas 81 hectáreas de terrenos y contaba con una de las plantaciones originales
en un área explorada por el colono John Smith en 1680 y transferida posteriormente a Roger Williams para la formación del estado de Rhode Island. Localizada sobre la carretera Round Top en Harrisville, Rhode Island, esta “preciosa y encantadora” casa de campo de 10 habitaciones fue construida en 1736 sobre un terreno hermoso, con mucho espacio donde cinco niñas podían correr y jugar.
(La casa de campo embrujada de la antigua hacienda Arnold en Harrisville).
Nancy y Christine Perron compartían habitación, Cindy y April otra, y Andrea tenía una habitación sólo para ella, excepto en las noches en que, como contó Andrea, “sus hermanas venían arrastrándose hasta su cama, temblando y llorando de miedo.” La familia Perron notó que algo andaba mal con el lugar desde el primer día en que se instalaron en su hermosa casa. Más tarde se enterarían que un total de ocho generaciones de familias habían vivido y muerto en Antigua Hacienda Arnold, entre estos residentes estaba el Sr. John Arnold, quien a los 93 años se suicidó colgándose de las vigas del establo. Además de esta, muchas otras vidas terminaron en la hacienda, incluyendo varios suicidios (por ahorcamiento, envenenamiento), la violación y el asesinato impune de una niña de once años, Prudence Arnold (se presumía que había sido asesinada por un empleado de la hacienda), dos ahogamientos en el riachuelo situado en las proximidades de la construcción y cuatro hombres que, misteriosamente, murieron ahorcados en estas tierras. No pasó mucho tiempo para que los Perron entendieran por qué el vendedor anterior les aconsejó, el día que se mudaron a la casa, que “encendieran las luces por la noche”.
(Fotografía de la familia Perron: Carolyn y Roger Perron a la izquierda, y sus cinco hijas Andrea, Nancy, Christine, Cindy y April a la derecha).
Fantasmas amigables. En un principio, los fantasmas o espíritus demoniacos como los Warren creían, eran inofensivos. Descritos como opacos o poco sustanciosos en apariencia, había numerosos espíritus habitando aquella vieja casa. Uno de estos fantasmas tenía un olor peculiar a flores, mientras que otro era tan amable que les daba un beso de buenas noches a las niñas en sus camas todas las noches. Otro parecía ser el fantasma de un pequeño que las niñas observaban, hipnotizadas, empujando carros de juguete alrededor de toda la habitación. Una aparición, posiblemente, un fantasma femenino, era una presencia bienvenida en esta casa. Los Perron siempre escuchaban el barullo de alguien que estaba barriendo la cocina. Cuando entraban al comedor, encontraban que una escoba había sido movida a un lugar diferente a donde la habían dejado, con un pequeño montón de tierra recién barrido en el centro del piso, esperando a ser depositado en el cesto de la basura. “Manny” era otro de los espíritus que las niñas Perron adoraban. Creían que Manny era el espíritu de Johnny Arnold, quien se quitó la vida ahorcándose en el ático de la casa en 1700. Manny solía aparecerse enfrente de las niñas, muchas veces de pie, observando en silencio sus actividades diarias. Manteniendo una sonrisa irónica en el rostro, parecía disfrutar de los juegos infantiles. Si las niñas llegaban a hacer contacto visual con Manny, este se iba tan repentinamente como llegaba.Además de estas entidades fantasmales, los Perron atestiguaron muchos fenómenos extraños e inexplicables.
Camas que levitaban a unos centímetros del suelo, un teléfono que flotaba por los aires y que caía bruscamente al suelo cuando alguien entraba a la habitación, además de varios objetos que planeaban por toda la casa con total autonomía. Frecuentemente, las sillas eran retiradas repentinamente dejando a los invitados desprevenidos tirados en el suelo y no era nada raro que las fotografías cayeran de las paredes. Alguna vez los Perron llegaron a informar haber visto sangre de un color anaranjado que goteaba de una pared y se disolvía en la nada.
(Vigas del establo donde los habitantes anteriores se suicidaron).
Los demonios nada agradables. Pero no todas las entidades de Harrisville eran visitantes bienvenidos. Algunos de estos entes pellizcaban las piernas y agarraban los cabellos de las niñas en el medio de la noche. Otros golpeaban la puerta principal de la casa con tanta fuerza que toda la casa se sacudía. Algunas puertas se cerraban solas mientras que a otras era imposible cerrarlas, sin importar la fuerza que se aplicara sobre estas. Una de estas entidades mantenía frecuentemente a esta familia en vilo, pues lloriqueaba frecuentemente en medio de la noche gritando “¡Mamá, Mamá!” mientras que otra aparición torturaba a Cindy, de 8 años, diciéndole incesantemente: “Hay siete soldados muertos enterrados en la pared.” Los Perron también recuerdan a un pequeño y apacible espíritu, que parecía tener unos cuatro años, vagar por la casa gritando, llamando a su madre. Uno de estos espíritus fue tan agresivo con la familia Perron que nunca rebelaron, hasta hace poco, lo que hacía con ellos. Andrea Perron, quien escribió el libro (en realidad una trilogía, “House of Darkness, House of Light ” I, II y III)
sobre sus experiencias en la casa, dio a entender que este espíritu innombrable pudo haber abusado de algunas de las niñas. Cuando se le preguntó acerca del espíritu durante una entrevista, ella evadió la pregunta, diciendo al reportero: “Digamos que había un espíritu masculino muy malo en la casa con cinco niñas”
(Andrea Perron en la actualidad)
(Una de las habitaciones de la casa embrujada).
(Cama de una de las niñas).
Bathsheba Sherman – el más malo de todos. El fantasma más abominable que habitaba la casa tenía como objetivo principal a la Sra. Perron. Conocida como Bathsheba, la entidad era, posiblemente, el fantasma de Bathsheba Sherman, quien, según las malas lenguas, fue una bruja que practicaba el satanismo y que había vivido en la casa en el inicio del siglo XIX, donde se suicidó ahorcándose en un árbol detrás del granero. Los Perron no eran una familia creyente, y esta debilidad en la fe fue, teóricamente, tomada en cuenta como un factor primordial para la naturaleza violenta y activa de Bathsheba hacia la familia Perron. Esta teoría se vio reforzada cuando se supo que el único morador previo de la casa que nunca reportó ninguna actividad paranormal era un pastor de la iglesia local. Lorraine Warren explicó por qué esto fue importante: “Uno sólo tiene su fe como protección. Yo siempre tengo fe. Dios me protege y me permite hacer esto. En aquel momento en particular los Perron no tenían ninguna religión… y eso fue muy peligroso.”
(El viejo cementerio Arnold donde varios habitantes de la casa fueron sepultados, la tumba de Bathsheba es la de la izquierda).
(La lapida rota de Bathsheba Sherman).
Bathsheba fue una criatura despreciable y repugnante, describieron su rostro como una “colmena de abejas deshidratada” cubierta de telarañas y sin rasgos humanos apreciables a excepción de los gusanos que se arrastraban a través de grietas de la arrugada piel de su cara. Su cabeza, redonda y grisácea, estaba “inclinada hacia un lado”, como si su cuello hubiera siro roto, y un hedor llenaba la habitación cuando se hacía presente. Bathsheba Thayer nació en al año de 1812 en Rhode Island y contrajo matrimonio con Judson Sherman el 10 de marzo de 1844. En vida, Bathsheba tuvo una vida muy solitaria, fue excluida de la comunidad luego de ser acusada de matar a su bebé como un sacrificio a Satanás. El cadáver del bebé fue encontrado con un objeto puntiagudo incrustado en su cabeza. Ante la falta de pruebas, el caso fue abandonado. Se cree que Bathsheba tuvo más hijos, la totalidad de los cuales morirían antes de cumplir cuatro años. Y sus hijos no eran sus únicas víctimas. Bathsheba también era conocida por tratar con brutalidad a sus empleados, a menudo, dejándolos sin alimento y golpeándolos por cualquier cosa. Cuando Bathsheba murió el 25 de mayo de 1885, el forense puntualizo en las notas que nunca había visto algo semejante, su raquítico cuerpo se había solidificado de forma aterradora, aparentemente convirtiéndose en piedra. Fue fácil darse cuenta que Bathsheba tenía a sus predilectos en la casa. Ella torturaba a Carolyn Perron (una de las hijas, Cindy también era un blanco frecuente), mientras que acechaba al Sr. Perron. Cuando el hombre estaba en casa, los aparatos se rompían con frecuencia. Roger Perron tomaba estos aparatos rotos y los llevaba hasta el sótano para repararlos. Mientras estaba allí, a menudo sentía a Bathsheba tocándolo, acariciando su cuello y pasando sus manos sobre su espalda. Pero mientras Bathsheba deseaba al Sr. Perron, odiaba a Carolyn, su esposa. Era claro que Bathsheba deseaba que Carolyn se fuera de la casa. Un artículo publicado en agosto de 1977 en el periódico local describió la aparición de Bathsheba: “La Señora Perron dice que despertó una mañana antes del amanecer y se encontró con un fantasma al lado de su cama: la cabeza le colgaba hacía un lado sobre un viejo vestido gris. Había una voz reverberante que decía: ‘Vete. Vete. Te sacaré con muerte y tristeza ”
Al inicio, Bathsheba trataba a Carolyn de forma apenas cruel. Carolyn era estrangulada, abofeteada y solía ser golpeada con diversos objetos. Su mayor temor, el fuego, pronto fue descubierto por la entidad y utilizado para aterrorizarla, Bathsheba batía antorchas contra su cama mientras le exigía que (Carolyn Perron). dejara inmediatamente la casa. Conforme el tiempo pasó, los ataques empeoraron. Por ejemplo, un día Carolyn estaba acostada sobre el sofá, cuando sintió un fuerte dolor en la pantorrilla. La mujer examinó su pierna y encontró una gran herida sangrante, parecía como si “una aguja de coser hubiera pinchado su piel”. Más tarde, luego de las frustradas amenazas hacia Carolyn para que saliera de la casa, Bathsheba tomó un camino diferente e intentó invadir el cuerpo de Carolyn. Creyendo que Carolyn había sido poseída, los Perron decidieron llamar a los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren para que les ayudaran. Ed e Lorraine Warren ofrecen ayuda a la familia Perron. Ed y Lorraine Warren a menudo son considerados en su disciplina como “los investigadores paranormales por excelencia“. Durante décadas, ayudaron a investigar apariciones y posesiones demoníacas a lo largo de todo Estados Unidos. En muchos de sus casos, fueron capaces de convencer al Vaticano de practicar exorcismos de espíritus que descubrían. Los Perron supieron de los Warren después de una de sus muchas charlas públicas y les insistieron en que los ayudaran a salvar a su madre. En este punto, creían que Bathsheba había poseído físicamente a Carolyn Perron, y Ed Warren estuvo de acuerdo con dicha afirmación. La hija, Andrea Perron, recordó la noche que se produjo el exorcismo: “La noche en que pensé que vería a mi madre morir fue la noche más terrible de todas. Ella habló con una voz que nunca habíamos escuchado antes y con una fuerza que no es de este mundo saltó a seis metros de distancia hacia otra habitación.”
Desafortunadamente, la verdadera historia de la familia Perron terminó de forma muy diferente a la retratada en la película “Expediente Warren”. De hecho, los Warren no tuvieron éxito librando a la familia Perron de su tormento infernal. Carolyn Perron recordó la “terrible noche” y ( Ed y Lorraine Warren) explicó que, a pesar de que las intenciones de los Warren eran buenas, notaron que las cosas empeoraron “en torno a ellos”. Conforme la situación se salió de control, Roger Perron les exigió a los Warren que dejaran el sitio inmediatamente. La huida de los Perron de la casa embrujada. Los Perron se enteraron que todos los antiguos ocupantes (excepto el pastor de una iglesia local y su familia) de la Antigua Hacienda Arnold habían informado de fenómenos sobrenaturales en la propiedad. De hecho, el propietario anterior a los Perron había llamado a un contratista para renovar la casa. El contratista estaba en plena remodelación de la casa, cuando repentinamente dejó de trabajar y simplemente huyó. Los relatos dicen que el hombre salió de la casa gritando dejando abandonadas toda su herramienta y su coche. Los propietarios nunca se mudaron y la casa permaneció vacía durante varios años antes de que la familia Perron la comprara. A pesar de todas estas desafortunadas circunstancias, los problemas financieros mantuvieron a la familia Perron arraigada a su hogar durante 10 largos años. Incapaces de escapar, tuvieron que soportar las inconveniencias de los espíritus “amistosos” y la tortura de los fantasmas malévolos. Por último, en 1980, ante la insistencia de Carolyn, los Perron estaban financieramente habilitados para abandonar la casa. Se trasladaron a Georgia.
(La casa y el granero de los Perron, en la antigua hacienda Arnold).
Curiosidades y datos de interés: Los actuales propietarios. Según Andrea Perron, la actual dueña Norma Sutcliffe, quien compró la casa en 1983, mencionó que ella, su marido Gerry, y muchos invitados han tenido experiencias paranormales en la hacienda, incluyendo la puerta siendo azotada en el vestíbulo, sonidos de gente hablando en otra habitación, pasos que se escuchan alrededor de la casa, además de un caso extraño y distinto: la silla de su marido comenzó a vibrar en la sala de estudio. También afirman que han sido testigos de una luz azul brillante que se “traslada a través del cuarto”, de una “niebla” flotando a través de las habitaciones de la casa y de vibraciones tan intensas en las paredes que creyeron que la casa se vendría abajo. Varios visitantes a su casa le dijeron haber visto una mujer mayor, con un moño en el pelo, moviéndose silenciosamente por toda la casa. El making of de la película “Expediente Warren” El filme de James Wan, Expediente Warren, estuvo basado en los hechos que implican a los Fantasmas de Harrisville. El guión de la película se basó en los expedientes personales de los Warren, complementados con información que Carolyn Perron les ofreció a los productores. Lorraine Warren trabajó como consultora durante la filmación y aparecía en el set para ofrecer orientación mientras la película era filmada.
(Las verdaderas hermanas Perron y las actrices infantiles que las interpretaron).
La muñeca Annabelle. La muñeca que se muestra en la película se basó en otro caso de 1970 de lo Warren, el caso de la muñeca Annabelle.
(A la Izquierda la verdadera muñeca Annabelle, a la derecha la muñeca que se usaba en la película).
Bathsheba Sherman. La tumba de Bathsheba Sherman se encuentra en un cementerio histórico en el centro de Harrisville, Rhode Island. Aunque su lapida está rota, su nombre aún se encuentra legible y la tumba es muy visitada por los turistas.
(La casa de la hacienda Arnold en torno al 1885. – historyvshollywood.com).
La foto superior muestra la casa de la familia Perron en el año 1885, cuando la finca era todavía de los Arnold. Si bien es posible que la supuesta bruja Bathsheba Sherman se encuentre en esta foto, también es posible que ella ya estuviera muerta al momento que se tomó esta imagen.
La mujer que se encuentra al centro y a la izquierda de la foto, parece llevar una mascarilla quirúrgica. Probablemente sea una medida de precaución para protegerse de una de las epidemias de bacterias de esa época, quizá de la difteria, la tuberculosis o la influenza. Varios videos y sitios web han presentado esta foto como un retrato de Bathsheba. Esta idea se originó luego de un video realizado para promover el libro de la hermana mayor de los Perron “House of Darkness House of Light” de Andrea Perron. Sin embargo, el video no declara explícitamente que la mujer sea Bathsheba.
(Libro de la hermana mayor Andrea Perron).
Y por último, lo habitantes actuales de la Vieja Hacienda Arnold reportan tener más problemas por personas curiosas y fanáticos del film que intentan ingresar a su propiedad que por los entes sobrenaturales. Fuentes: -http://www.youtube.com/user/HODHOL -http://movies.yahoo.com/news/residents-conjuring-house-warding-off-post-movie-spooks210952310.htmlyoutube.com/watch?v=LTWUOAODyck -http://www.warrens.net/ -http://rhinoshorror.com/2013/03/03/the-conjuring-and-its-true-story-3/ -Investigación original realizada por Altered Dimensions -Traducción / Adaptación: Marcianosmx.com -https://marcianosmx.com/harrisville-verdadera-historia-pelicula-el-conjuro/
PROXIMO EVENTO
El misterio de las bolas de fuego de Naga, el "Fuego Fantasma"
Alrededor del planeta, existen una gran cantidad de fenómenos inexplicables, lo que resulta un gran desafío para la ciencia, tal es el caso de las misteriosas bolas de fuego de Naga, un extraño fenómeno que ocurre en el río Mekong, en Tailandia y Laos. Durante siglos, extrañas bolas de fuego muy brillantes, parecen surgir de las profundidades del río, las bolas son de color rojizo y aproximadamente del tamaño de un huevo; estas misteriosas esferas se elevan alrededor de 200 metros sobre el lago y después desaparecen, de acuerdo a los reportes, el número de bolas de fuego es variable, pero se han llegado a avistar una enorme cantidad, algunas noches. Este extraño fenómeno, que ha sido visto durante siglos, atrae cada año a miles de turistas, y coincide con la celebración budista del final del Vassa (también conocido como la cuaresma budista, en la que los monjes se retiran a sus templos durante la época del monzón) en noches de luna llena de octubre.
Antiguas creencias aseguran que el naga lanza las esferas de fuego para saludar a Buda en su visita a la Tierra, al finalizar el Vassa, que dura unos tres meses entre julio y octubre. "Yo nací aquí en Nong Khai y lo he visto todos los años. Son unas bolas de fuego de color rojizo que suben muy alto, al principio lo llamábamos fuego fantasma, pero sabemos que Naga es el dios más sagrado del río y le pusimos su nombre, creo que es verdaderamente el Naga, si fuera natural o tuviera una explicación científica, ¿por qué ocurre exactamente en este día y no hay sonido ni calor ni luces artificiales?" Apunta Kasem Srikulwong, un Tailandés de 78 años que ha podido ver este fenómeno durante años. Mientras que muchos lugareños relacionan el fenómeno con el fin de la cuaresma budista y con la serpiente mitológica Naga, los científicos enfrentan un gran desafío, reconociendo y tratando de explicar año con año, el origen de estas extrañas bolas de fuego, algunas hipótesis señalan que estas extrañas esferas luminosas pueden ser producto de la combustión de gases de metano y nitrógeno originados por bacterias en el fondo del río, que al entrar en contacto con el oxígeno, se encienden.
Otras hipótesis indican que puede tratarse de gases incoloros como el fosfato y bifosfato, que a temperatura ambiente tienen una reacción explosiva, aunque algunos científicos como el profesor Jessada Denduangboripant, de la Universidad de Chulalongkorn en Bangkok, descartan cualquier origen natural y se lo atribuye a la mano del hombre, argumentando que los gases pueden arder y desaparecer, pero no convertirse en bolas de fuego que se elevan más de 100 metros. Otra hipótesis más, asegura que se trata de disparos o bengalas de soldados. Incluso un canal de televisión, en el año 2002, se ganó el rechazo del miles de vecinos de Nong Khai, que se manifestaron en contra de dicho programa de TV, y el embajador laosiano en Bangkok, Hiem Phommachanh, criticó enérgicamente al canal de televisión y negó categóricamente que se trate de un fenómeno provocado por el hombre. Aunque aún no se sabe a ciencia cierta cuál es la causa de estas “bolas de fuego”, el Río Mekong se ha vuelto uno de los lugares predilectos por el turismo, sin embargo, actualmente es casi imposible apreciarlas debido a que el festival es invadido por fuegos artificiales, lo que dificulta su visibilidad.
Sigma Investigación Paranormal Fuentes: -https://actualidad.rt.com/cienciaslviewl109330-bolas-fuego-mekongmisterio-ciencia -http://www.abc.es/ciencia/ZO131023/abci-misteriosas-bolas-fuegomekong-201310231010.htm| -https://es.wikipedia.org/wiki/Bola_de_fuego_de_Naga
PROXIMO EVENTO
Hay pueblos pequeños y perdidos entre los bosques y montañas, pero ninguno come este, se encontraba en la Galicia profunda, sus casas austeras de paredes de piedra, contraventanas de tosca madera, y chimeneas humeantes en tejados extremadamente inclinados, para que la nieve resbalase por ellos, sus calles estrechas y ya difíciles de transitar en condiciones normales, cuando llegaba el crudo invierno se hacía casi imposible caminar por ellas. Carmiña nació y creció en él, jamás fue guapa, ni siquiera agraciada, de pequeñita tapaba la fealdad con su simpatía, pero aun así los niños y niñas le daban de lado, no querían jugar con ella, cuando fue moza los chicos se reían al verla, jamás tuvo novio, pasó su juventud perdiendo poco a poco la simpatía que la caracterizaba cuando niña, volviéndose huraña al cumplir los cuarenta. Se dedicó a cuidar las tumbas del cementerio, por lo que recibía algunas perrillas, e hizo de ello un trabajo que si bien no le daba para mucho, sí le alcanzaba para ir viviendo, además ella lo hacía muy gustosa pues solo con los muertos, a los que no les importaba su fealdad, y no le hacían burlas ni le daban desengaños se sentía aceptada, tranquila y hasta feliz. Por eso, y en agradecimiento a los que habían partido, decidió salir todas las noches del año con una campanilla, e ir rezando por las calles en memoria de todos ellos, la terminaron llamando la loca de las ánimas, pero a ella no le importaba, tantas cosas le habían dicho en el pasado, que eso le resultaba hasta bonito, al par que rezaba, también anunciaba quien había enfermado, o quien tuvo ese día un accidente, haciendo público cada noche un seguimiento de su mejoría, o por el contrario de su muerte. Así fueron pasando los años, y Carmiña se convirtió en la pregonera de las desgracias del pueblo, que con gran prontitud proclamaba entre rezo y rezo a las doce de la noche acompañada de su inseparable campanilla, a las gentes del lugar no les desagradaba, aunque seguían sin un trato muy amistoso, eran como mucho, cordiales, solo había una persona que aun seguía manteniendo una irracional inquina contra ella, Ramón, que allí donde la veía le dirigía algún que otro insulto soez.
Desde pequeño lo había venido haciendo, pero cuando llegó a la edad de veinte años algo pasó en el pueblo siendo Carmiña testigo, ella siempre guardó silencio, y fueron las declaraciones de algunos de sus amigos las que dieron lugar a su encierro en prisión durante dos largos años, él siempre la culpó, prometiendo vengarse tarde o temprano, y ese desprecio fue creciendo hasta convertirse, a sus cuarenta y dos años, en un odio malsano. Ese invierno fue uno de los más duros que Carmiña recordaba, la nieve Io cubría todo y no dejaba de caer, un viento helado que se metía en los huesos le hizo pensar que sería esa la única noche que no podría cumplir con su cometido, pero el tío Toño, como cariñosamente se conocía al panadero, había caído en cama con neumonía y ella debía pedir a las ánimas por él, recorriendo las calles con su campanilla anunciando a sus habitantes el estado del buen hombre. Se abrigó con una capa raída, una bufanda, y salió al dar las doce a cumplir su misión, caminó despacio hasta llegar a la calle donde vivía el enfermo a rogar por su mejoría, de repente en la casa de al lado se abrió un ventanuco y un cubo de agua helada le cayó encima, miró hacia arriba y vio la cabeza de Ramón asomada riéndose, y gritándole los insultos que ya había escuchado mil veces. -¿Por qué?- Preguntó con un hilo de voz. -Tarde o temprano Carmiña, tarde o temprano- le respondió. -Y ahora ha sido mi momento, poco es para pagar dos años de mi vida en una asquerosa celda- Cerró de un golpe la ventana y le oyó reír como un poseso. Al llegar a la plaza del pueblo murió congelada, y allí se la encontraron los vecinos al día siguiente, todos pensaron que había sido una loca saliendo en una noche así, solo había una persona que sabía la verdad, Ramón era consciente que su absurda venganza había llegado demasiado lejos y la había matado. Ya dejó de oírse a la media noche por las calles el tintineo de su campana y el murmullo de sus rezos, ya nadie anunciaría las desgracias ajenas, las buenas gentes empezaron a echarla de menos, un año justo
después Ramón enfermó, pensó que nadie iría a verlo, no gozaba de la simpatía de sus vecinos, se iba a sentir muy solo. -Bueno- dijo -quizás me lo merezca-. Se quedó vencido al caer las once de la noche, pasó un buen rato cuando le despertó el tintineo de una campanilla, comprobó que la fiebre le había subido, estaba empapado en sudor y se empezó a encontrar peor, deliraba, esa campanilla no dejaba de sonar y se le estaba metiendo en su cabeza que le estallaba de dolor, se levantó cayéndose hacía los lados y se asomó a la ventana, el aire helado de la noche le causo nauseas, miró a la calle y entre la neblina que le causaba la fiebre, la vio, era ella, Carmiña envuelta en su raída capa con una cara blanca como la misma nieve le miraba fijamente, tras ella una serie de sombras encapuchadas, su voz llegó hasta su atormentada cabeza al mismo tiempo que la maldita campana no dejaba de sonar. -Ramón ¿pensabas de verdad que me olvidaría de ti? Al día siguiente se lo encontró el médico apoyado en la ventana con una mueca de puro terror en su pálido rostro, estaba muerto, muerto por congelación, los vecinos hablaron entre sí, y más de uno juró haber escuchado y visto la dantesca procesión con la difunta Carmiña al frente. Quizás en ese momento, en ese preciso momento, nació la leyenda de la santa compaña. Montevírgen Castro Lechet.
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LA MISTERIOSA DESAPARICION DE
LOS 5 NIÑOS DE FAYETTEVILLE
Hasta finales de los años 80, aún podía observarse en algunas rutas, cerca de Fayetteville, un viejo cartel, destruido por el paso del tiempo, en el que se podían ver los rostros de los cinco niños Sodder, desaparecidos durante un incendio y al lado, el aviso de una recompensa a quien pudiese dar algún dato sobre su paradero.
Más de 70 años después, la desaparición de estos niños, continúa siendo un misterio, los cinco hermanos, todos de cabello oscuro, desaparecieron esa noche, sin dejar rastro, se trataba de Maurice, de 14 años, Martha de 12 años, Louis de 9 años, Jennie, de 8 y Betty de apenas 5 años. Ubicado en el condado que lleva el mismo nombre, el pueblo de Fayette, forma parte de Virginia de Occidente. Es un pequeño poblado de apenas unos 4,000 habitantes, en el que todos se conocen y quienes hasta la fecha se encuentran divididos entre los que creen en la versión oficial de los hechos, y quienes creen que esa mitad, sabe mucho más de lo que ha dicho, y aún se duda entre si los niños (ahora adultos) aún viven o están muertos.
Nochebuena de 1945. Esa noche, la pareja formada por George y Jennie Sodder, que vivían en una casa de dos pisos y quienes tenían nada menos que 10 hijos, se disponían para dormir, el único ausente esa noche era el mayor de sus hijos, quien se encontraba enlistado en el ejército. Alrededor de la 1 de la madrugada, George y Jennie, sobresaltados por el humo que invadía su casa, se levantaron y salieron huyendo, llevando con ellos a 4 de sus hijos, los otros 5, se encontraban en el piso superior, George regresa a la casa para sacar a los otros 5 niños, pero encuentra que ya no puede entrar por la puerta principal, de modo que rompe una de las ventanas y al hacerlo, se produce un corte profundo en el brazo, cuando logra ingresar en la casa, un humo denso y oscuro cubre por completo todas las habitaciones, lo que le dificulta un poco la visión y cuando logra llegar a las escaleras que conducían al piso superior, estas ya estaban completamente destrozadas, por lo que debía buscar otra forma de acceder al piso de arriba. Ese angustioso momento para George, no le permitía pensar con claridad, pero supuso que los 5 niños, se encontraban aún en sus habitaciones, acurrucados y asustados, esperando que su padre llegase a rescatarlos, salió de la casa con la intención de ingresar al piso de arriba usando la escalera que se encontraba siempre ahí, pero extrañamente, no había nada, después pensó en acercar uno de sus camiones para desde ahí, entrar a la casa por la ventana, pero, extraño también, ninguno de los dos camiones, arrancaba, sus hijos se encontraban atrapados ahí, en esa casa en llamas y él no podía hacer nada, Marion, la hija de 17 años, corre con uno de sus vecinos a pedir ayuda, le suplica le permita llamar a los bomberos, pero la chica no obtiene respuesta, otro vecino, intenta llamar y obtiene el mismo resultado, y un tercer vecino, fue hasta el condado para hablar con F. Morris, el jefe de bomberos, quien pone en marcha la alarma de incendio, pero no es sino hasta las
8 de la mañana que llega el equipo de emergencia, cuando la casa ya está convertida en cenizas y George y Jennie Sodder, dan por hecho que sus hijos están muertos. Tras las primeras investigaciones, no se encontraron rastros ni señas de los niños, y el jefe de bomberos, Morris, declaró que el fuego había sido lo suficientemente fuerte para cremar los cuerpos. Finalmente, la oficina del Forense, asentaba en los certificados de defunción, que las muertes se habían debido al fuego y asfixia, y el departamento de policía determinaba que el incendio se debió a un cableado defectuoso. George Sodder y Jennie Cipriani, ambos de origen Italiano, se casaron y tuvieron 10 hijos entre los años 1923 y 1943 y se establecieron en el pueblo de Fayetteville, por aquella época, el pueblo tenía una importante comunidad Italiana, y los Sodder, llegaron a convertirse en una familia de clase media, bastante respetada en el lugar, quienes los recordaban decían que George usualmente sostenía acalorados debates sobre política y sobre temas de actualidad. La numerosa familia vivía en una casa grande, de dos plantas y con jardín alrededor, podría decirse que tenían una vida casi perfecta, hasta que comenzaron a ocurrir algunos extraños sucesos, un día de Otoño, apareció un hombre que se acercó a George, y le preguntó si necesitaba a alguien para arreglar el cableado de la casa, recorrió toda la propiedad hasta el patio trasero y señalando la caja de los fusibles, dijo: "Esto va a causar un incendio algún día" Este hecho, aunque extrañó a George demasiado, ya que acababan de darle mantenimiento al cableado, lo dejó pasar como una simple anécdota, sin embargo, los extraños sucesos continuaron, esta vez un hombre, al parecer vendedor de seguros, después de que George declinara comprarle un seguro familiar, le dijo: "Tu maldita casa va a estar en llamas, y tus hijos serán destruidos. Van a pagar por las sucias observaciones que han estado diciendo sobre Mussolini".