Instantáneas

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Se vende hoy en todo Chile, habikndose difundido con extraordinaria rapidez,

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Semanario Festivo, Literario, Artistic0 y de Actualidades ES PROPIEDAD

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Santiago, 27 de Mayo de 1900

Deciamos en el otro nlimero que la producci6n literaria nacional y las silbatinas andaban siempre del brazo, y no nos arrepentimos de una afirmaci6n tan avanzada. N o c h e d e llzcvia gust6, hizo reir, gan6 aplausos y aun esta en el cartel. Y P 10s rezongones que esperaban ver una especie de Pou$k e n la escena del Apolo, les diremos que zarzuelitas harto mas ligeras, insustanciales y frirolas, meten bulla e n Espatia yllenan 10s peri6dicos y revistas d e criticas, retratos, descrip ciones y argumentos.

Toda ciudad q u e tenga cosas, es decir, peculiaridades, rasgos intimos que la caractericen y la distingan d e otras, puede ir a1 teatro por horas, desmenuzada en revistas, puesta en solfa, en coplis ligeras y simpaticas. Y Santiago es una ciudad con cosas, con demasiadas cosas, por desgracia, que se presta admirablemente para dar a1 teatro chico piginas d e buen humor y d e criolla y nerviosa sitira.

Per0 hay algo que nubla el Cxito d e Noche de Zlzcvia; y es la nube d e autores que van 5 llover sobre el Apolo. Porque eso si, aqui no habri espiritu pfiblico, ni espiritu de contradicci6n, per0 si hay u n horrible, un insaciable afin de imitarlo todo.

Un agricultor plant6 un dia cerca d e Santiago una esparraguera. Todo fu6 saberse que sembrar espirragos era cosechar dinero, y n o hub0 chacra, quinta, huerta 6 hacienda grande d e estas cercanias, que no pusiera su par d e cuadras de esparraguera A la fecha estkn todos clavados con el negocito., Un dia se dijo que tener colmenas era tener cosa de tres mil pesos a1 aiio, y ya no hubo propiedad agricola, desde las provincias cautivas hasta el Cabo d e Hornos, que no se echara en-

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N6m. 9

cima un centenar d e colmenas. Resultado, que hoy el negocio es otro clavo, comn el d e 10s espirragos.

O t i o diase le antoj6 i alguien hacer un submarino para que flotara bajo la superficie d e las aguas, y como muchos sospecharon que lo que el inventor pretendia era solo salir i flote 61 mismo, hub0 media docena d e submarines que anduvieron e n gira por la republica i tres conferencias por kil6metro cuadrado.

E! maestro Ortiz de Zirate hizo una dpera corta.. . per0 mala, y en poquito tiempo salieron a1 redondel como diez, de las cuales es claro que exceptuamos L a SnZimra, que es una obra maestra fuera ya d e toda discusidn y que venia d e Italiakn i a carpeta del maestro Brescia.

Con seguridad ahora una docena de literatos se han dicho: aiHombre! i t a n ficil es hacer zarzuelitas? iAl avio!) Suerte que ya pas6 el tiempo de las papas ique n o habria sido pebre el que les hubi6rarnos condimentado sobre el proscenio !

E n resumen: que Noche de ZZuvia ha durado sobre el cartel; que Rodriguez Mendoza y V i cuna pueden hacer algo muy bueno; que Padovani no se debe prodigar a nadie, y que 10s que quieran probar el escenario del Apolo deben andarse con cuidado.

INSTANT~NEAS ha tomado el grupo d e 10s actores que presenta hoy a1 publico, advirti6ndole que el perro de Terranova que en 61 aparece n o representa el teatro chico rendido k 10s pies d e 10s autores d e Noche de Zluvia, como pudieran creerlo 10s aficionados a 10s sinibolos, sino que ha sido una cortesia del perro que consinti6 e n echarse para no incomodar al fct6grafo.

follaje; ya u n a inglesita que pasa ripida como un celaje, muy lavada d e cara, muy lnmidito el pelo, muy arremangadita; ya uno de 10s podadores d e 10s Prboles que se pone i cantar con una linda voz de tenor: UYOh e visto en invierno llorar la avecilla ...a

mientras tanto el cddigo sigue abierto reclarnando una sola mirada d e tantas perdidas.

AI cerro fueron una vez unos fantasmas y se cayeron desmayados unos guardianes.

A1 cerro fuC tambien un tal Mr. Anselme i desenterrar u n tesoro; en cambio enterr6 alli mismo como doscientos pesos sin fruto alguno.

Alguien ha dicho que el Santa Lucia es una memoria permanente de lo que era el cerebro y la fantasia de don Benjamin Vicuna: capillitas aqui, acueductos romanos all%,grutas aculli, cationes c m riiedas en este lado. u n faun0 a1 natural en ese otro, una Venus sobre este pedestal y un Marte sobre aquella reja. A 61 se lo debemos, sin embargo, todo; si no, el cerro n o seria sin0 un rriontcin de piedras con unos cuantos arbolitos.

En el Santa Lucia e s t i la estatua del fundador de Santiago, el capitin extremeilo don Pedro de Valdivia. Creemos, sin embargo, que el fundador d e esta ciudad debiera tener una estatua ecuestre en el centro de la Plaza de Armas.

1 Presbitero don

ruzat Eurtado

Cura de la parroquia de La Estampa El barrio de la Catiadilla est2 d e pksame.

E l protector de 10s pobres. el amigo leal y sincero d e todos 10s habitantes d e aquel populoso barrio, el seiior cura parroco don Carlos Cruzat Hurtado, se aleja de aquel curato obligado por atenciones de familia, cuando mas entusiasmado es- . taba en la terminaci6n d e la grandiosa iglesia q construia y en la que habia invertido ya una g r parte de su fortuna.

He aqui algunos datos que hemos podido reui sobre la importante labor realizada por tan benen rito sacerdote.

Despu6s de haber serrido e n la guerra del â‚Ź cifico como capellan de la Armada, desempeti6 pui tos de gran importancia en el Seminario deValI raiso, donde fu6 profesor y vice-rector del estable miento, y e n la Escuela Naval y otros establecimienl de educaci6n, donde sirvi6 como capellan y profes Llamado en 1887 a servir la parroquia d e Estampa, ha sido alli durante trece ados el ap6s infatimble de la caridad evandlica. E n las calan dades que sufrio aquel barrio con el ccilera, la viruela y las inundaciones del Mapocho, se le vi6 abnegado y solicit0 en el cumplimiento de sus deberes y e n el auxilio de 10s pobres.

Construyi Ias casas parroquiales, tal vez las mejores de la arquidicicesis; organizd las congregaciones dei Sagrado Corazbn, Hijas de Maria, Socios del Carmen y de San h i s ; restaur6 el culto, al que did gran esplendor con su predicaci6n y constante labor; e n el confesonario, con misiones y novenas moralizo aquel barrio en la forma que hoy le contemplamos, bien distinta de la de quince ados atris.

No se limitaba su acci6n i la vida espiritual, sin0 tambiCn i 10s adelantos materiales de aqueIla comuna. A su trabajo y empefiosa colaboraci6n se debe e n gran parte el abovedamiento del cauce que por largos aiios corrio descubierto, haciendo poco menos que inhabitables aquellos lugares con las emanaciones de sus aguas pestilentes. E n toda obra d e progreso y adelanto para la localidad fu6 siempre de 10s primeros en prestar su cuota y su cooperaci6n personal, lo que hacia decir i 10s vecinos cque su cura pirroco era el principal factor del aumento del valor d e la propiedad en la Catiadi1la.x Fund6 tambikn un asilo donde se albergan m i s de doscientas personas; ha mantenido una 0

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impermeables y se ponen ello s mismos impermeables a todo denuncio 6 Ilamado. Los teatros muestran sus tableros vacios y el.fore? lleno, de gente que sacude 10s paraguas, da patadas en el suelo para calentar 10s pies y esper;I la salida de una tanda y la entrada de otra.

E n la calle una que otr; I escena c6mica. U n sefior que le saca a otro un ojo con la extremidad de un paraguas! un chicc) a1 que el viento le da vueltas la arniaz6n del suyo; una dama que se levanta el vestido un poco m 5s de lo necesario aprovechando el que ese dia Ze tocd mudarse ropa blanca! un fil6sofo que no giista paraguas y va hecho una sopa ambulante, y una canal rota que larga un chorro d e agua que perfora 10s paraguas de 10s transeuntes.

Las tardes de llorizna no son tan tristes. El frio de la tarde, que n o es tonificante como el d e las ocho de la matima, excita c:1 sistema nervioso y desarrolla la actividad. Las nifias andan d e prisa, metidas en 1osjaZetoes claros de moda, como en unas especies de fundas; la concurrencia del centro se acrecienta con 10s enip leados d e 10s bancos que pasan a la cigarreria de Alonso a echar diez cmtavos en el estaf6nzetro \ er si hacen escaZndZa ?teal,y uno que otro carruaje americano pasa i escape, dejando ver a1 trav6's del vaho de 10s vidrios dos 6 tres cabezas bonitas, que parecen crisantenios en u n vas0 de crist: 11.

Y eso es todo; y no es p(3co para este Santiago, que no tiene nervios ni nunca ha pasado una mala noche preocupado d e a1go grave.

Algunos periodistas j6venes y m8s 6 menos relacionados aprovechan la lluvia para decirse pullitas en clave; per0 conveIiientemente amenizadas con cursiva 6 puntos suspensivos.

U n periodista tambi6n jc)\'en, muere tisico, con la pluma en la mano y con su diario doblado sobre el pecho. S u ultimo aliiento y su ultima plumada se confunden e n el ultimo esfuerzo de una alma generosa y d e un corazcin sano.

Y las notas seguirian asi de mal en peor e n el matiz de la tristeza y del sentimentalismo, si n o hubiera algo que las interrutr ipiera. Cuareata zarzuelillas en embri6n han solicitado estrenarse e n el Apolo y e n el Olimpo. Peclimos que se abra el Romea, 6 que se traigan pitos del extranjero, porque e n el pais hay pocos. (VCase el articulo sobre AToche de LZuvia, m i s adelante).

Mas adelante publicamos , e n INSTANTANEAS, una nutrida lista de temas para zarzuelitas y revistas, para que se animen ot ros genios desconocidos que aun estin dudosos entre optar por una plaza de inspectores d e liquid os 6 por un puesto entre las lumbreras del teatro moderno.

Asi como ya anda por esas calles una muchedumbre de Loyez-Silvas i pescas de escenas populares en verso, ya conocc:mos como media docena d e Chajises que ensayan marchitas alegres para 10s coros 6 ronianzas de amor para la tiple. Varios de estos autores han suprimido el papel de tenor, porque cuando men os se piensa, 10s tenores se fugan fi Lima.

H e aqui algunos nombres de zarzuelitas en embri6n: Debajo deZ TabZadiZZo, rc:vista er6tico-popular, con letra de Erasmo Silva, peluquero d e la Maestranza d e 10s Ferrocarril es y m6sica del maestro d e la banda del 10.0 de linea.

Porotos, amor y ponche en Zeche, revista joco-seria con letra de varios candidatos i periodistas y musica del maestro Lillo, dc51 Circo Bravo.

Se Zustra eZ caZzado, sainiete e n prosa y verso, en dos cuadros, letra e n colaboraci6n, m h i c a en colaboraci6n y telones en (:olaboraci6n. Los colaboradores esperarin tras d e las bambalinas que el publico les llame i la e scena.

IdiZio PostaZ, zarzuela en que figurarin 10s amores de un teniente con una setiorita del Correo y que t e n d r i dialogos ta n originales y chispeantes como Cste: -Sefiorita, m6jeme uste d esta estampilla con su lengiiita sonrosada, para poner despues la mia sobre la goma.

-Amada mia, i h a y cornespondencia sobrante? jCorresp6ndame usted aunque sea con el pedazo de coraz6n que le sobre!

-Sefiorita, si usted fuerat tarjeta postal encontraria en mi coraz6n una casilla pagada por aiio!

Y asi sucesivamente. L a musica s e r i del maestro Lucero, bajo el seudonimo d e Perosi.

Tendremos, p e s , un inv ierno agradable y ameno.

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Extract0 del reglamento de una compatiia de opereta: aArticulo 3.O Cada corist a n o podri llevar a1 escenario m8s de una madre.))

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U n desdichado que se crt:e perseguido continuamente por la fatalidad, encontr6 una moneda en la calle.

-Un cCntimo-exclam6 recogi&ndola.-iSiempre tan desgraciado! i s i otro la encuentra seria Ir? menos un peso.

* **

E l padre habla de 10s suc:esos del Transvaal y n o oculta sus simpatias por-los boers.

--Quiero, dice, poder cori hechos probables que estoy de parte de ellos.

E l hijo que 10 escucha: -Seria bueno que me su primieras las lecciones de inglCs.

Por un inevitable atraso del material del ultimo n6mero de INSTANTANEAS,n o se public6 junto con el retrato del maestro Brescia y la hermosa caricatura del distinguido dibujante setior Martin, la exquisita pigina musical que conseguimos de la modestia v retraida despreocupGi6n del maestro. E n el prdximo numero la daremos para que se la aprecie en lo que vale.

Danzando en Za era es una linda pigina de i l bum en que bajo la musics ligera y alegre que le impone el tema, se descubre la delicada y sentida composici6n italiana, i Que no se sustrae la original y artistica indole de Brescia. 1

ciones ofrecen a1 publico en Europa. Una orquesta de profesores dirigida por el mismo compositor ejecutaria las partes m i s sugestivas de la 6pera; y un argument0 6 explicaci6n repartido i 10s oyentes, 6 bien una alocuci6n verbal diriaida desde el escenario, daria i entender en lo posible lo que constituye el conjunto del libreto y la trama b red sobre que va engastada la rnusica.

E n segundo lugar se representaria un dialogo debido 2 la pluma del joren poeta don Diego Dub16 Urrutia, distinguido colaborador de INSTANTANEAS: dialoao " que, segun lo hemos oido. es una verdadera ljoya, y encierra en un +I* dimite estrecho un veradero drama social, de Sobre si es cursi 6 n o delicadeza y ternura. un certamen de belleza Seguiria a estos dos que ide6 un redactor de interesantes numeros la L a Tarde, ha habido un r e p r e s e n t a c h de una cambio de parrafitos que comedia de Vital Aza, pudieron muy bien queejecutada por varios acdar hasta en familia! Sin tores c6micos escogidos embargo de esta discucuidadosamente de 10s si6n y n o apreciando que actuan en la camal la intenci6n del pepital.

Un largo entreacto riodista que ide6 el escrutinio, INSTAXTANEAS daria lugar a la concuhonra sus piginas con rrencia a repartirse en el el retrato de la distinSeiiorita Constanza OvalIe iiiiguez foyer y ocupar elegantes guida y hermosa seiiomesitas, distribuidas enrita que obtuvo la m i s aka niayoria de tan ori- tre plantas tropicales y mecheros de Iuz, para ginal elecci6n. tomar una tacita de chocolate, justificada por el frio de las noches de junio. . * ** Este hermoso programa, realizado con feliciPara interrumpir un poco la monotonia de dad, seria un Cxito seguro para la Sociedad PYOeste comienzo de invierno, y con un altisiriio pro- tectora de Za Alfnncin.

Una idea. E n 10s ultimos numeros de la herp6sito de caridad hacia una institucihn benCfica y necesaria; varios distinguidos j6venes de nues- niosa revista espafiola BZannco y Neg-ro vemos las tra sociedad proyectan !a organizaci6n de un laminas de una original fiesta de caridad efectuagran concierto que tendrP forma nueva y origi- da en el sal6n del Conservatorio de Madrid, en nal, y que llevaria i la Sociedad Protectora de que se hicieron cuadros plasticos que eran reprola Infancia un buen auxilio que necesita y que ducciones de cuadros cClebres de pintores espatan bien aprovecha. tioles. Un abnnkojapoae's, con figuras animadas, Se trata de reunir en el Teatro Municipal i lu en que estaban cuatro herriiosas damas de la rnis selecto y distinguido de la sociedad de San- aristocracia madrileria, causd extraordinaria sentiago en una fiesta que, A mis de 10s atractivos saci6n. El abanico ocupaba casi todo el escenaturales del programa, tenga el de inicinr las nario.

Si 10s organizadores de tan hermosa fiesta reuniones de sociedad que en tan escaso numero tuvimos el afio pasado. van a dar participacion en ella a las herniosas Figuraria en primer lugar en este escogido y distinguidas serioritas, sin cuyo concurso no programa una audici6n de la 6pera SaZinara del hay concierto posible. valdria la pena que penmaestro Brescia, en la forma que estas audi- saran esta idea.

Aquel terrible cojo era mi pesadilla. Teniamos empedada una guerra a muerte. Siempre caza de sucesos para nuestros respectivos periodicos, donde quiera que yo iba, 6 lo encontraba alli 6 no tardaba e n alcanzarme, agitado, sudoroso y haciendo genuflexiones balanc6andose sobre su pierna sana y sobre aquel grueso roten que le servia d e apoyo.

E l y yo-y digolo sin jactancia per0 con entera sinceridad por la parte que me toca - eramos e n aquella I Cpoca 10s m i s activos y diliI gentes repd&rs d e la prensa de Santiago.

YO, huy6ndole; 61: persiguikndonie; yo esquivandole; 61 expiandome; yo d i n dole esquinazos; 61 saliCndome a1 e n c u e n t r o , asi andabamos siempre procurando engaiiarnos y sin conseguir adormecer u n solo instante nuestra desconfianza y .nuestra constante espectacion.

Aquella rivalidad, aquel pugilato, aquel qort noticiero 2 que nos entregabamos habia transcendido y contagiado i nuestros peribdicos, en 10s que se habia hecho cuestion d e honor que el rival maldito no adelantara una sola noticia ni el mas leve acontecimiento, sin que importara 10s prodigios de informacion que pudiera hacer el resto de la prensa.

Yo sodaba con el cojo, y estoy seguro d e que 2 Cste le pasaba otro tantoconmigo.

A mi me parecia men- tira y hasta me avergonzaba de que aquel hombrecillo endeble lisiado me tuviera co tinuamente en jaque despecho de mis dos vigorosas piernas y d e mi intrepidez de 10s veinte afios en u n oficio en que, coni0 cualidades esenciales, unicamente se requeria u n poco de atenci6n y mucha actividad.

Un dia, por especiales y felicisinias circunstancias, lleg6 a mi la confidencia de que alla e n uno de 10s m i s apartados barrios de Santiago,

e n el callej6n d e las Hornillas, se acababa d e cometer un crimen espantoso; uno de esos hechos que 10s periodicos callejeros explotan como una mina, refirikndolos con todos sus detalles y con gran lujo de titdares, de vepsal’itas y de fze,pitas.

Era uno de esos acontecimientos que forman dpoca, que se leen con avidez, que impresionan a1 publico y que multiplican la tirada d e 10s peri6dicos. E l rqdrter que lograra recoger las primicias se habia acreditado para siempre. Ni el dia, ni la hora, ni las circunstancias en que tuve noticia del hecho eran las m i s i prop6sito para que ningun otro noticiero pudiera adelantirseme.

E r a un dia crudisimo d e invierno, lloviendo si Dios tenia que y Santiago aparecia como un inmenso charco.

Sali de la BoZsa, donde habia recibido la noticia, Y me ech6 a la calle envuelto e n mi abri60 y frotandome las manos de frio ... y de gusto, poryue estaba seguro, segurisimo de que e n aquel instante ningun retdrter, y menos jel cojo! podria seguirme la pista y descubrir mi secreto.

Quise, ante todo, cerciorarera ya conocido, y me dirigialjuzgado de guardia.

Ya estabacerca, ya ponia el pie e n la entrada, ya iba a penetrar .. jOh, Dios mio! iQu6 es aqu6Ilo? Lejos, muy lejos todavia, destacandose s o b r e el cristalino suelo, una sombra, una mancha negra , un enorme cienpiCs, ’ una monstruosa araiia de innumerables patas Me puse livido ... E r a el cojo que venia i mi alcance.

De un salto me puse e n la inmediata esquina, procur6 ocultarme, corri, busquC u n coche y n o El cojo continuaba haciendo pude hallarlo

...

...

zig zag y genuflexiones sobre el enlodado suelo.;Pareci6me que me hacia sefias, que me Ilamaba miquina una direccion opuesta i aquella que debia llevar para dirigirme a1 lugar del crimen; cruci: calles y m i s calles, jadeante, rendido, pero contentisimo por haber perdido d e vista i mi rival, quien seguramente me habria encontrado de un modo casual, per0 sin tener noticia del suceso.

Sin saber c6mo me encontrt. en la Alameda, cuando ya el cansancio doblaba mis piernas. y para colmo de dicha, Aut6grafo de Arturo Prat con un coche desalquilado, el primer0 con que lograba tropezar despuks de una hora de penosisima peregrination. Me lanct. como una catapulta en el interior d e la berlina. .. a1 mismo tiempo se abri6 la portezuela opuesta; surgid una sombra ... jEl cienpiks, la arafia, el cojo! .. S u semblante estaba enrojecido, goteaba de su frente el sudor.. . sus ojos dilatados, sali6ndose d e las orbitas, me suplicaban con cleniencia tal, que me senti profundamente conmovido ... se alzaron a mi sus manos en actitud desesperada y su voz convulsa articul6 con angustiado acento: -iConipafiero, conipafiero, por favor 1lt.veme usted!

-Si, si .. suba usted ... venga usted conmigo!

Y lo sent6 5 mi lado. Y luego, asomando la cabeza por la ventanilla, dije: -Arrea, cochero, a1 callej6n d e las Hornillas.

A. SANCHEZ RAMON.

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NOTA DOMINGUERA -Familia de paseo, dibujo de C.B.V.

EL M

RCU

L a prensa santiaguina, que suele pasar largos afios de estagnacibn, va i recibir un n o despreciable contingente de vida y de movimiento, con la llegada de El Mcrcu~io,que aparecera en San. tiago el 1.O d e junio.

El Jfercurio es el decano de la prensa chilena y uno d e 10s diarios mas antiguos d e Sud-Ad-

mCrica, y ha dad o albergue e n sus columnas i la mejor produccidn literaria d e 10s escritores nacionales y de 1os extranjeros que han llegado i esta tierra. E n El Meimrrio dej6 Jotabeche la flor de sus articu 10s hunioristicos, no igualados hasta ahora. Escribieron e n E2 M e ~ m ~ Sar~io miento y Gcimez; Blanco Cuartin, Vicubn Mackenna y Egafia,-Romkn Vial dej6 en las columnas del diario por teiio pkrrafos de crcinica en que palpitaba real y vibrante la vida de la ciudad.

Y para un habitainte de Valparaiso, todo diario que llega k sus manos, no tiene sino un solo nombre: Me~c.cu~io.

Fundado e n 1827, EZMeimriio tenia titulos sobrados para llegar d Santiago y ocupar el puesto que aqui 1e corresponde de derecho en la prensa de la tarde.

Desde el I." de junio tendremos, pues, por las tardes un diario cornpleto: servicio telegrifico hasta la ultima hcIra recibido simulthearnente de Buenos Aires por telkgrafo y de Valparaiso por linea telefonica e:Kclusiva; servicio especial d e Buenos Aires llegado i las cuatro de la tarde, que cierra el dia notic:ioso de Europa por la diferencia de horas; correspondencia de Lima enviada por don Mariano Sarratea; correspondencia cablegrifica d e la Exposicion d e Paris enviada por don Doming0 Vega; cronica de Santiago, servida por un excelentt: cuerpo de cronistas y re@ji%em; redaccicin de Sail tiago y ultimas noticias politicas, y colaboraci6n de las prirneras personalidades literarias y cientiificas de la capital.

La colaboraci6n de El Mercurio creemos que llamari la atenci6n de todos por tratarse de una verdadera ncwedad e n 10s diarios santiaguinos.

Los colabora dores de El Mercurio son 10s sedores: Don August o Orrego Luco, para 10s problemas de Instrucci6n Pfiblica; Don Federic o Puga Borne, para 10s asuntos de higiene y salubridad; Don Vicentc: Grez, para 10s trabajos literarios y de critica artistica; Don Miguel Cruchaga Tocornal, para las materias internacionales; Don Francis co d e Borja Echeverria, para 10s problemas econ6micos y de hacienda; Don Eleodoi-0 Yidez, para 10s asuntos juridicos y legales; Don Gustavc3 Walker, para 10s problemas militares; y Don AlbertcI Obrecht, para las materias d e astronomia y ciencias naturales.

El Merczrrio , rompiendo 10s moldes antiguos, ha abierto su camino en Santiago con el poderoso ariete del an uncio, corno hizo El Pais de Buenos Aires. Debemos decir que en esta materia del as@he artist ico fuk INSTANTANEAS quien peg6 por primera vez en las calles de Santiago u n cartel original y (l e buen gusto. Uno de 10s carteles que El Mercurio ha hecho distribuir e n las calles y plazas de la ciudad es el que regroducimos e n este articulo.

EL TAMBOR IMPROVISADO, cuento de J. B. V.

I -Juan PCrez sufre amargamente con tener una barriga tan grande ... y tan insaciable; y cuando ya desesperado por n o tener dinero con quC,llenarla, habia resuelto poner fin B sus dias arroiandose al canal del Mapocho,

2.-.. se encuentra con unos mdsicos ambulantes que le dicen: -2Suicidarse con una barriga tan soberbia? Venga Ud. con nosotros en calidad d e bombo y le daremos el 5 0 por ciento d e las utilidades.

3.-Y Juan PCrez, atado convenientemente y colgado a manera d e tatnhor, di6 sonidos tan arni6nicos y variados, que fuC el regocijo de 10s barrios populares.

4.-Y terminada cada pieza del repertorio, caia sobre 10s mdsicos ambulantes una lluvia d e chaucha5 que eran recogidas con avidez.

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