I Jornadas de Comunicaci贸n, Periodismo y Nuevas Tecnolog铆as
de la Licenciatura en Comunicaci贸n Social
I Jornadas de Comunicaci贸n, Periodismo y Nuevas Tecnolog铆as
de la Licenciatura en Comunicaci贸n Social Bernal, noviembre de 2007
Licenciatura en Comunicaci贸n Social Departamento de Ciencias Sociales Universidad Nacional de Quilmes
Universidad Nacional de Quilmes Rector: Dr. Daniel Gomez Vicerrector: Prof. Jorge Flores
Departamento de Ciencias Sociales Directora: Dra. Sabina Frederic Vicedirector: Mg. Alfredo Alfonso
Licenciatura en Administración Hotelera: Dirección: Lic. Ariel Barreto Licenciatura en Ciencias Sociales: Dirección: Mg. Sergio Ilari Licenciatura en Comercio Internacional: Dirección: Lic. Patricia Gutti Licenciatura en Comunicación Social: Dirección: Mg. Nancy Díaz Larrañaga Licenciatura en Educación: Dirección: Lic. Elisa Pérez Licenciatura en Terapia Ocupacional: Dirección: Lic. María Fabiana Cacciavillani Profesorado en Ciencias Sociales, Profesorado en Comunicación Social, Profesorado en Educación: Dirección: Prof. Julia Silber
Consejo Departamental:
Alfredo Alfonso / Leandro Avilés / Ariel Barreto / Claudia Benavides / Alejandro Blanco / Emanuel Bonnier / María Fabiana Cacciavillani / Nancy Calvo / Rubén Cervini / Mariano Cura / María Cristina Chardón / Nancy Díaz Larrañaga / Sabina Frederic / Javier Geraldi / Eduardo Gosende / Patricia Gutti / Sergio Ilari / Fernando Karadzole / Pablo Kreimer / Gustavo Lugones / Soledad Mauro / Roberto Montenegro / Juan Moreira / Mónica Paso / Elisa Pérez / Margarita Pierini / Julia Silber
Edición:
Compiladores: Mg. Nancy Díaz Larrañaga Lic. Leonardo Mora Doldán Diseño de colección: Marcelo Cagna Universidad Nacional de Quilmes Roque Sáenz Peña 352 Bernal / Argentina
Primeras Jornadas Comunicación, Periodismo y Nuevas Tecnologías de la Licenciatura en Comunicación Social compilado por Nancy Díaz Larrañaga y Leonardo Mora Doldán 1a ed. - Bernal: Universidad Nacional de Quilmes, 2008. 180 p.; 21x21 cm. (Documentos de trabajo del Departamento de Ciencias Sociales; 2) ISBN 978-987-558-145-6 1. Comunicación. 2. Periodismo. I. Díaz Larrañaga, Nancy, comp. II. Mora Doldán, Leonardo, comp. / CDD 302.23 Fecha de catalogación: 09/06/2008
I Jornadas de Comunicación, Periodismo y Nuevas Tecnologías
de la Licenciatura en Comunicación Social
Nancy Díaz Larrañaga / Leonardo Mora Doldán Compiladores Expositores: Juan Alfaro Pablo Altclas Luis Autalán Analía Elíades Andrea Frade Hugo Grimaldi Alberto López Guillermo Mérega Carlos Milito Paula Recalde Javier Rodríguez Cecilia Sagol Leticia Spinelli Ariel Tiferes Leandro Zanoni Diego Zorrilla
Agradecimientos: Queremos agradecer a Sabina Frederic y a Alfredo Alfonso por el apoyo brindado desde el Departamento de Ciencias Sociales para la realización de estas jornadas. Asimismo, nuestro agradecimiento para aquellos que de una u otra manera han colaborado en la concreción de las mismas: Martín Becerra, Sergio Caletti, María Rosa del Coto, Esteban Rodríguez Alzueta, María Victoria Martin, Néstor Daniel González, Guillermo E. López, Pablo Ameijeiras, Fabián Casas, Mariana Domenighini, Victoria Maniago, Natalia Ferraro, Jorge Núñez, Andrea Gatti, Juan Carlos Benavente, Elizabet Castro, Cecilia Ivanchevich, Claudia Aquino, Adrián Pérez, Luciana Galeano, Rocío Iluminatti, Cristian Silva, Analía Bracamonte, Fabián Colman, Víctor Juárez, Eliana Lezcano y Noelia Santolini. Agradecemos a los expositores por la autorización de los fragmentos incluidos en este libro.
Índice Presentación
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1. Redacción y Edición en el Periodismo Digital
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¿La crisis de los diarios de papel?
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Leandro Zanoni Redacciones digitales
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Diego Zorrilla Diarios, blogs y periodistas digitales
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Ariel Tiferes Capacidades multicódigo y condiciones de producción
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Carlos Milito Preguntas del Público
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2. Medios, Internet y Periodismo
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Una aproximación a la digitalización de la TV
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Guillermo Mérega Internet: La herramienta de las utopías
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Luis Autalán La influencia de Internet en los medios tradicionales
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Hugo Grimaldi La experiencia de la Agencia Periodística del Mercosur
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Juan Alfaro Periodismo Ciudadano
77
Pablo Altclas Preguntas del Público
86
3. Políticas Públicas, Comunicación y Nuevas Tecnologías
93
La experiencia de educ.ar
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Cecilia Sagol Gobierno Electrónico y Políticas Públicas
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Paula Recalde El Derecho a la Comunicación y las Nuevas Tecnologías
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Analía Elíades Preguntas del Público
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4. Límites, Experiencias y Posibilidades. De lo Local a lo Global
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Los medios digitales y la posibilidad de trascender las limitaciones
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Andrea Frade La Dirección de Prensa de la Universidad Nacional de Quilmes y sus posibilidades digitales
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Leticia Spinelli La experiencia del Proyecto Redes
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Alberto López Entre lo vendible y lo comunicable: el caso REDES
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Javier Rodríguez Preguntas del Público
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5. Apuntes de taller
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Caja de Herramientas para un mundo digitalizado
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Pablo Ameijeiras / Fabián Casas
Presentación Nuevas Tecnologías: un desafío para la formación en Comunicación y Periodismo El campo de la comunicación, y el debate sobre su constitución y existencia, se encuentran desde hace algunos años en permanente redefinición. Esto implica, en el ámbito de la investigación, la docencia y las prácticas profesionales, nuevos planteos disciplinares de su especificidad. La pregunta sobre ‘lo propio’ no deja de escucharse ni de leerse en los ámbitos especializados. Este creciente debate se vio fomentado por aquellos abordajes comunicacionales que se alejan inicialmente de los medios de comunicación, en tanto objetos privilegiados de análisis. Sin embargo es pertinente señalar que esta postura no pretende descalificarlos como objetos de estudio y ámbitos de trabajo. Todo lo opuesto: implica sumar a la discusión la complejidad del espacio comunicacional. Es así como el conjunto de prácticas y saberes de la comunicación se muestra, en apariencia, fragmentado. En este sentido se han construido discursos, no siempre representativos de todas las prácticas, que se han polarizado en dos grandes perspectivas. Por una lado, una concepción practicista, ligada a la técnica y al pensamiento instrumental. Por el otro, una mirada teoricista, incapaz de comprender, también, el entrelazamiento ineludible entre la teoría y la práctica. Otra forma de reeditar este debate fue a través del uso de dos conceptos: información y comunicación. Aunado a este recorrido, se sumó otra forma de presentar la disputa donde se opuso, inicialmente, la comunicación al periodismo. Si retomamos esta discusión, superándola desde una concepción que contemple la comunicación como parte constitutiva de las prácticas sociales en la producción de sentidos, la particularidad se inserta en el cruce transdisciplinario. Por eso hoy, pensar la comunicación es concebirla desde un marco amplio que no restrinja, pero sí que contenga. Aquí es importante rescatar y reconocer los aportes de otras disciplinas en la conformación del campo académico y profesional que nos convoca, como así también seguir indagando las especificidades, y sobre todo reconocer la inclusión de la comunicación en el campo más amplio de las ciencias sociales. De allí que la propuesta sea empezar a habitar esos “lugares comunes” (el trabajo transdisciplinario,
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la concepción sobre la producción de conocimiento, la resolución del dilema teoría-práctica, la complementariedad de lo profesional y lo científico/académico, etc.) pero no desde la implementación de estrategias ajenas ni distantes de la propia realidad, sino desde la concepción del objeto de estudio que nos congrega y nos posiciona. Es decir, ver en la conformación de la comunicación aquellos indicios que posibilitan construir respuestas desde el interior. La trayectoria formativa que realiza un alumno en la Licenciatura en Comunicación que ofrece la Universidad Nacional de Quilmes, se debe conformar fundamentalmente por un entramado de espacios de discusión y formación que le permitan obtener una mirada general, global, integradora y fundante del campo de la comunicación tal como se lo ha caracterizado párrafos atrás. Este recorrido debe, necesariamente, transitar el esquema complejo que el campo de la comunicación ha asumido en su construcción durante las últimas décadas. Dicho recorrido se ha perfilado en las diversas prácticas y conformaciones de investigación, en las instancias profesionales y en la construcción de conocimiento teórico/epistemológico. El escenario enunciado se ha gestado a partir de ciertos procesos sociales, culturales, económicos y políticos que no debemos desconocer. Dichos procesos conformaron y fueron en parte conformados por los nuevos modos de concebir los fenómenos comunicacionales, sus prácticas cotidianas y profesionales y el estudio y enseñanza de dicho campo. Es por ello que la Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes propone generar espacios -complementarios al plan de estudios- que permitan debatir las nuevas conformaciones de saber y sus múltiples relaciones con la profesión. Teniendo en cuenta estos objetivos es que en Noviembre de 2007 la Licenciatura organizó las Primeras Jornadas de Comunicación, Periodismo y Nuevas Tecnologías. Las mismas se desarrollaron a lo largo de cuatro días, incluyendo cuatro mesas de conferencias y un taller para alumnos. Las reconfiguraciones socioculturales y profesionales que se han venido desarrollando en los últimos años, ameritan centrar la mirada en las Nuevas Tecnologías y en aspectos particulares de las transformaciones que ellas generan. La problemática habitualmente designada bajo el rótulo de “Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación” parece haberse naturalizado en los últimos años en Argentina. Si bien en los discursos académicos, en los medios masivos de comunicación, en las mediciones de opinión pública, etc., suele considerársela como uno de los temas/problemas más relevantes de la actualidad, no es claro que sea
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siempre el mismo “objeto” aquel del cual se habla, ni que haya un acuerdo acerca de sus condiciones, sus características y sus implicancias. Es preciso, entonces, promover reuniones académicas a propósito del tema y al mismo tiempo generar un intercambio con los actores sociales involucrados de manera directa en su tratamiento tecnológico, político, social y profesional. En este sentido, las Jornadas se propusieron como objetivo principal abrir un espacio de discusión para que el tema planteado pueda ser examinado en sus múltiples dimensiones y aspectos, para que los actores involucrados puedan hacer sus aportes específicos y a la vez reflexionar sobre sus propias prácticas. Las distintas mesas previstas buscaron específicamente: - Problematizar el concepto de “nuevas tecnologías”, analizando los aspectos económicos, sociales, comunicacionales, políticos y jurídicos involucrados. - Determinar el papel de los actores participantes. - Identificar las representaciones sociales acerca de las “nuevas tecnologías” y las apropiaciones desde la vida cotidiana y profesional del comunicador/periodista. - Debatir el papel de los medios masivos de comunicación en la producción y reproducción de estas representaciones sociales. - Vincular profesionalmente estas problemáticas con el campo de la comunicación y el periodismo. En este sentido, las Jornadas retomaron cinco ejes de trabajo: - Redacción y edición en el periodismo digital - Medios, Internet y periodismo - Políticas públicas, comunicación y nuevas tecnologías - Límites, experiencias y posibilidades: de lo local a lo global - Recursos multimedia en entornos virtuales El material que aquí se presenta es el resultado parcial del Evento. No se pretende plasmar la totalidad de las Jornadas ya que sería difícil realizarlo. Tan sólo nos referimos a lo que es posible llevar a la práctica: las conferencias y el relato de la experiencia del taller. Además, las exposiciones han generado nuevos debates que se trasladaron a las aulas en el intercambio entre docentes y alumnos. Indudablemente esto último es lo más significativo del proceso, pero al momento de editar esta publicación, el debate está instalado y en pleno desarrollo. Es por eso que pese a su valor reflexivo, es imposible su incorporación a este libro. Cabe aclarar que se decidió mantener el tono coloquial de las conferencias, respetando los intercambios que en ellas se realizaron y ciertos rasgos de la oralidad.
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En la primera parte de este libro se presenta la mesa coordinada por María Rosa del Coto y que contó con la participación de Leandro Zanoni, Diego Zorrilla, Carlos Milito y Ariel Tiferes. La segunda, está integrada por la charla coordinada por Sergio Caletti y tuvo entre sus conferencistas a Hugo Grimaldi, Guillermo Mérega, Luis Autalán, Pablo Altclas y Juan Alfaro. La tercera, reproduce las exposiciones y debates coordinados por Martín Becerra y que contaron con la participación de Analía Elíades, Cecilia Sagol y Paula Recalde. El cuarto segmento retoma la mesa coordinada por Esteban Rodríguez Alzueta cuyos miembros fueron Andrea Frade, Leticia Spinelli, Alberto López y Javier Rodríguez. Por último, la quinta parte refiere al taller coordinado por Fabián Casas y Pablo Ameijeiras cuyos asistentes asumieron la cobertura periodística -on line y al instante- de las Jornadas. Su texto constituye una guía para todos aquellos que quieran iniciarse en la utilización de los medios digitales. Las Jornadas fueron posibles gracias a la colaboración de alumnos, graduados y docentes de la Carrera quienes han aportado ideas, trabajo y compromiso para la realización de las mismas. A todos ellos, mi agradecimiento. Para finalizar, quiero resaltar el apoyo del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes, a la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a los coordinadores de cada una de las mesas cuyo aporte enriqueció el debate y a los alumnos que colaboraron en la organización del evento. Sin ellos hubiera sido imposible llevar adelante este proyecto.
Mg. Nancy Díaz Larrañaga
Directora
Licenciatura en Comunicación Social
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Primer Panel Redacci贸n y Edici贸n en el Periodismo Digital
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多La crisis de los diarios de papel?
Leandro Zanoni
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Leandro Zanoni es periodista y colaborador free lance de Newsweek, Revista Viva (Clarín), Gatopardo, Planeta Urbano, Noticias, First, TDI, NEO, Negra y La Crujía, entre otras revistas. En el 2006, recibió el Premio TEA Estímulo al Mejor Periodista en Medios Digitales. Es autor del libro “Vivir en los medios” sobre la relación entre Diego Maradona y la prensa (Editorial Marea, 2006) con más de 50 entrevistas a periodistas. Es el creador de eBlog (www.eblog.com.ar), RetroVisor, su blog en Clarín.com, y Fundador, junto a Darío Gallo, de 3.0, Periodismo argentino en blog, (www.3puntocero.com.ar) la primera red de blogs periodísticos con más de 100 miembros. Es profesor de periodismo de la materia “Taller de Redacción” en la Universidad de Palermo (UP), y “Desarrollo de un sitio web” en la Universidad de Belgrano. Fue, además, Secretario de redacción de la revista de negocios Valor Sostenible, Director de Datafull Branding en Cuatro Cabezas, y Editor en Ciudad Internet.
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¿La crisis de los diarios de papel? Leandro Zanoni Mi idea es debatir sobre los diarios de papel, la crisis que sufren frente a los nuevos medios, qué posición empiezan a tomar, y qué lugar empiezan a ocupar los nuevos medios: blogs, podscasts y todas la herramientas nuevas que van surgiendo a manera de redes sociales. Para hacerlo, quisiera apoyarme en cifras y números ya que existen muchísimas encuestas y datos que reflejan el panorama mundial de la venta de diarios de papel. Por ejemplo, en el 2006 se realizó un estudio que determinó que sólo el 17% de los jóvenes de Estados Unidos de 18 a 24 años lee diarios de papel. Esto representa un 50% menos que hace ocho años. Es decir que, en menos de una década, el número de jóvenes lectores bajó a la mitad. No casualmente esa época coincide con el nacimiento de las versiones digitales de los diarios y de las revistas más grandes y, por otro lado, con el nacimiento de los nuevos medios. Medios que emergen gracias a la voluntad de los periodistas y de la gente. Esto podría explicar, en parte, la caída de las ventas de los diarios de papel. Sin embargo existen múltiples causas que intentan dilucidar esta caída de efecto negativo, esta crisis que están viviendo los diarios del mundo, en la actualidad. Una de ellas es el atraso en la información y relacionado con esto, la forma poco atractiva de presentarla. Pero ¿a qué le llamamos atraso? En realidad, esto tiene que ver con el hecho de que hoy prácticamente nadie se entera de las noticias a través de los diarios de papel. En la “antigüedad” la gente se enteraba de lo que sucedía de esa manera, y de esto no hace mucho. Yo recuerdo que hasta mis 15 ó 20 años me enteraba así de muchas cosas. Incluso de los resultados de los partidos de fútbol. Hoy parece una locura esperar medio día y enterarse a la mañana siguiente de cómo salió Boca. Esta es una de las causas principales, pero también el hecho de que el atractivo de las noticias publicadas en un diario de papel empieza a quedar lejos de los lectores jóvenes. Lejos en cuanto a que quienes las redactan o las editan, en general, tienen el doble de edad. Por ende, cuando se discute el sumario, quien decide si una nota va o no, por lo general, es ajeno a las costumbres, al idioma, al pensamiento o incluso, les resulta difícil comprender la forma de vida de ese chico. El editor piensa en quien es su comprador y cada vez la brecha se va agrandando más y quedan por un lado los jóvenes, que se dice que no leen, y por el otro, los grandes que sí lo hacen.
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Ahora bien, es una realidad que los grandes se van a morir y los jóvenes van a crecer, por más que suene mal a todos nos va a tocar, y aún así no se hacen demasiados esfuerzos en tratar de captar su atención. Otro de los factores es la irrupción del llamado Periodismo Ciudadano o Periodismo Participativo. Este fenómeno logró, y está logrando en el mundo, que cada uno de nosotros, con algún tipo de acceso a la tecnología, nos convirtamos en nuestro propio medio. Antes éramos simples receptores de la información. Con mucha pasividad recibíamos la información de los medios grandes -diarios, televisión o radio- y podíamos opinar, como mucho, frente a los que nos rodeaban. Ahora no sólo recibimos estímulos informativos y noticias de todo tipo sino que también producimos información. Una foto tomada desde un celular, un video subido a YouTube o a nuestro propio blog, puede ser compartido por diez, diez mil o por millones de personas. Entonces, esto quiere decir que, en un futuro no muy lejano, va a haber una infinidad de medios diseminados por todas partes en el mundo y cada uno de esos medios va a ser una persona que, con un celular o una notebook, puede publicar información al instante en su blog, en otros o en comentarios de otros blogs que ya están armados, y así ser leídos por muchísima gente. Esto antes no pasaba y todo este cúmulo de información y de medios propios, de personas con acceso, empieza a transformarse y a competir con la información que manejan los diarios de papel. Otra de las razones tiene que ver con la independencia periodística. Frente a la disminución en sus ingresos por publicidad, los medios, están “obligados” a responder a sus anunciantes, cosa que antes no ocurría. Esto hace que la información que se lee en los blogs, que tal vez es mucho más interesante, sea mucho más fresca. Incluso probablemente no se hagan eco de ella o, si la manejan, no la pueden publicar por cuestiones comerciales o por “cuestiones editoriales”, como se dice ahora para tapar una presión. Entonces, puede ocurrir que un blogger publique en enero que vuelve Soda Stereo, que los medios no se hagan eco de ese dato y que la banda, efectivamente, lo anuncie oficialmente en junio. Estos medios, como puede ser la Revista Rolling Stone, o cualquier otro, que tiene periodistas en su staff a sueldo y que tenían la información de que Soda Stereo había firmado el contrato un año atrás, no la pueden volcar para sus lectores porque, por ejemplo, sus sponsors, que son los mismos del recital, dicen “Lo queremos anunciar oficialmente en junio para la campaña de celulares del día del padre”.
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El lector, nosotros, ustedes, todos, quedamos relegados frente a eso, a cuestiones que no tienen que ver con el rigor periodístico, que ni nos interesan ni nos tienen por qué interesar. Es un ejemplo, hay miles, pero la realidad indica que empiezan a existir canales alternativos, medios nuevos. Otro elemento que influye en esta crisis es la llamada Cultura Libre o Free Culture cuyo eslogan podría ser “para qué voy a pagar algo que tengo gratis en Internet”. Clarín, Nación, Yahoo, Terra, Google News, New York Times, diarios franceses o cualquiera que queramos leer, tienen todos sus contenidos “abiertos”. Son muy pocos los que no los tienen liberados y en general son los diarios argentinos lo que siguen estando cerrados. Hace muy poco, The Wall Street Journal, que era un caso emblemático entre los diarios que cobraban por acceder a los contenidos, finalmente decidió “abrirlos”. A lo que voy es a que si cualquier contenido está accesible y gratis, entonces, un chico de 18 ó 20 años dice “para qué voy a gastar $ 5 para leer el diario del domingo cuando lo tengo todo gratis en la web”. Encima está todo el día online, no es que es algo diferente, algo que va cambiando. Digo, si mi mamá hace ese razonamiento puedo entender que me diga “yo no navego, no entiendo nada” y se compre el diario. Pero hoy en día un chico joven no sólo sabe bien cómo navegar sino que, además, está acostumbrado. Otra de las razones tiene que ver con el medio ambiente y con la responsabilidad social de las empresas. Hace poco un editor de un diario del exterior, de quien no recuerdo el nombre, en una conferencia mundial de editores de grandes diarios dijo “¿hasta cuándo vamos a seguir incentivando a que los huevos se envuelvan con árboles?”. Y es lógico pensarlo de esa manera, no sólo por el hecho de la utilización de papel que al otro día pierde valor y no sirve para nada, sino porque, además, es preciso cuidar el medio ambiente en un mundo en que los recursos naturales son cada vez más limitados. Esa es otra de las razones por la cuales los diarios, a futuro, tienen que repensar su modelo de negocios. Y finalmente la principal, no para mí sino para este tipo de medios, tiene que ver con los anunciantes. Si uno toma en cuenta las cifras que nombrábamos al principio y comercializáramos un celular nuevo de Motorola que tiene MP3, cámara de fotos, de video, que es caro pero que está apuntado a un sector juvenil… ¿Dónde lo pautarían? ¿en una página entera en Clarín del domingo o en Yahoo, Terra o Fotologs o sitios similares? Este razonamiento que parece bobo, las agencias publicitarias, que también parecen bobas, lo empiezan a hacer. Y, poco a poco, comienzan a pensar en este sentido e incitan a sus clientes a pautar en estos nuevos medios. Entonces los diarios empiezan a ver que su facturación publicitaria empieza a declinar sobre todo 21
en ciertos productos. No todos, obviamente. Una cosa son vinos, otra son relojes o viajes caros y otra es un celular. Pero cada vez más los anunciantes miran como público atractivo a los jóvenes. Siempre fue así pero ahora más, y comienzan a analizar nuevas alternativas de comunicación para hacer llegar sus productos a este segmento. Claramente es una cuestión de negocios. Las facturaciones de los diarios en todo el mundo tienden a ir bajando y, si bien la curva no es tan pronunciada, es constante hacia abajo. Con un poco de proyección, podemos decir que los diarios se van a quedar sin sustento económico, sin su modelo de negocios que, claramente, en las décadas anteriores les dio muchas más ganancias que ahora. ¿Cuáles son las consecuencias de toda esta crisis? Por ejemplo, en abril último, la revista norteamericana Life dejó de imprimirse después de 70 años y seguirá publicándose en su sitio web. El diario Le Equip, el más vendido en Francia, publicará una versión digital para chicos de 9 a 14 años. Ayer, o antes de ayer, la revista Playboy de Estados Unidos anunció que iba a bajar su tirada en papel para destinar parte de esos recursos a intensificar su sitio web y generar nuevos contenidos para esta plataforma. Además, de que, por supuesto, entregaría sus contenidos de manera gratuita. El New York Times tiene más visitas en su sitio web que diarios vendidos. Es uno de los pocos diarios del mundo que más importancia le da a los nuevos medios. Y por ejemplo, Arthur Sulzberger, presidente del New York Times, dijo “No sé si seguiremos imprimiendo dentro de 5 años. ¿Y saben qué? Tampoco me importa”. O sea, si lo dice el número uno del NYT imaginen lo que le puede pasar en cuanto a negocios a un diario local o de muy baja tirada. Y estamos hablando de 5 años, que no son nada. En este contexto de crisis empiezan a afirmarse los nuevos medios. Se cree que hay 100 millones de blogs en el mundo -esto es un estimado porque es imposible de saber exactamente cuántos hay-. Y de todos esos, 350 mil -estas son cifras actuales- son argentinos. Es bastante alto el número, por lo cual, en Latinoamérica, esto se convierte en un nicho al que las empresas empiezan a darle importancia. Según un estudio de la consultora Ignis de septiembre del 2007, los Bloggers argentinos son referentes de sus amigos en materia electrónica y poseen mucho más equipamiento tecnológico que la población en general.
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Esto quiere decir que las marcas de electrónica comienzan a ver a los blogs como posibles canales para sus ventas. ¿Por qué? Porque saben que hay algunos que son muy visitados y que tienen mucha influencia sobre su audiencia. Entonces, si ese blogger dice, perdón la expresión, “esta impresora es una mierda”, posiblemente sus lectores no la compren o no la tengan en cuenta a la hora de analizar otras ofertas. ¿Por qué? Porque el blog está considerado como un medio “no contaminado” en cuanto a la opinión se refiere. Digamos, por ejemplo, que si tomo Clarín Informática y leo una nota sobre una impresora HP nueva, seguramente estará la foto de prensa que le mandan a 100 periodistas a la vez y un extracto de la gacetilla que indica las características básicas del aparato y su precio. En cambio, en el Blog, la foto de la impresora es la que el blogger sacó. Seguramente, también hizo la prueba y puede deslizar su resultado: “imprime lento, me consumió todo el cartucho de tinta”. Es una opinión más real, más cercana a lo que uno busca cuando va a comprar algo. Diego Zorrilla: Buenas tardes a todos, después me tocará presentarme. Hay un caso real de la empresa Dell sobre lo que comentaba Leandro. Una computadora de esa marca daba un mismo error muy seguido, tenía una parte defectuosa. Un usuario generó un blog para quejarse y empezó a recibir el mismo tipo de mensajes. Así se generó una campaña tan masiva en un medio no tradicional, como es Internet, que terminó llegando a los medios tradicionales y la empresa se vio forzada a cambiar la parte defectuosa y compensar a los usuarios. Eso de alguna manera les da una idea de la llegada que están teniendo estos nuevos medios. En otro momento eso hubiera pasado desapercibido. O ni siquiera. Por ahí se quejaba en atención al cliente y quedaba ahí. Todavía no tenemos incorporado el circuito de la queja y mucho menos de la queja on line frente a algo defectuoso que nos venden. Pero digo, más allá de los blogs, el 78% de los consumidores considera que la publicidad más efectiva es la recomendación de los propios consumidores. Esto es un dato actual, de Nielsen Ratings de octubre del 2007. Es decir que si yo le recomiendo algo a un amigo sobre un teléfono, es muy probable que cuando vaya a comprarlo esa opinión la tenga muy en cuenta, mucho más que cualquier estímulo publicitario en vía pública o lo que fuere. Un poco quería darles este panorama y charlar sobre qué pasa con los nuevos medios frente a los medios tradicionales y con los anunciantes. Así que hasta aquí llegué.
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Redacciones digitales
Diego Zorrilla
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Diego Zorrilla tiene 37 años, es periodista y posee estudios (incompletos) en Ciencias de la Comunicación. Trabaja en periodismo desde 1990, y recorrió diversos medios como periódicos regionales, revista Playboy, Buenos Aires Herald y medios del exterior. En el 2000 se transformó en uno de los creadores del sitio web de ESPN en español, ESPNdeportes.com. Desde el 2003 es el editor general del sitio, que llega a toda Latinoamérica y al público hispanohablante de Estados Unidos. En paralelo, ejerció la docencia durante 15 años. Actualmente es profesor del taller “Lectura crítica en Internet”, en el marco de la Escuela Itinerante de Periodismo, Comunicación y Nuevas Tecnologías que organiza el Ministerio de Educación.
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Redacciones digitales Diego Zorrilla Obviamente hay muchos temas de cruce con lo que los demás expusieron o van a exponer y también, probablemente, muchos puntos sobre los que ustedes quieran preguntar. Voy a tratar de ser breve y de atravesar esta cuestión, que tiene un pasado, un presente y un futuro, e intentar ver qué puntos de contacto existen con lo que es una redacción tradicional y examinar dónde el periodismo digital se empieza a alejar de eso. En general, los que trabajamos en esto, y por una cuestión de edad, venimos de una redacción tradicional en gráfica, televisión o radio. Si bien Internet no es “nuevo”, recién ahora aparece una noción en este mundo digital que es la de los nativos y los inmigrantes digitales. El nativo digital es el que nació, justamente, con todas estas nuevas tecnologías disponibles. Este es el caso de mi hija de 4 años, que nació con un control remoto en las manos, agarró el teléfono a los dos años, etc. En cambio, todos los que estamos acá, la mayoría de ustedes, incluso yo, somos inmigrantes, nos acoplamos a este avance cibernético. La realidad es que en el momento en que surge Internet en Argentina, y se empiezan a organizar las primeras versiones on line de los medios, todos los que trabajábamos en el ambiente, nos habíamos criado y educado en otro contexto. Eso está poniéndole un corset muy grande a lo que fue el nacimiento de los medios digitales porque, de una manera o de otra, nacieron a imagen y semejanza de sus parientes tradicionales. Y además hay otro motivo. Parece poco el tiempo que pasó, pero Internet se abrió al público en 1994 y da la sensación de que es algo que tenemos de toda la vida, como los celulares. Pero, si lo piensan, es de hace poco más de diez años y recién se popularizó realmente a fines del siglo XX. Después vino la crisis económica del 2001 y eso detuvo bastante las cosas. Antes del 2001, si alguno tenía Internet, probablemente contaba con acceso “dial up”. Y el que alguna vez accedió por un MODEM, de 33.6 ó 56 k, sabe que estamos hablando de un mundo distinto. El que se conectó o se conecta ahora de aquella manera, sabe que no tiene nada que ver con la experiencia de “navegación” que tenemos ahora.
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Toda esta cuestión, en cuanto a la tecnología y a los recursos humanos disponibles -gente que venía de otros medios-, tuvo mucho que ver con el crecimiento de los medios digitales de entonces. Y, la verdad, creo que en esta experiencia se trató de hacer camino al andar. Incluso hoy, en nuestros días. Si uno se pone a trabajar en un medio radial, televisivo, en un medio gráfico tradicional, tiene muchas pautas a seguir que no puede abandonar. Hay cosas que se saben, que están probadas, hay cosas que dan resultado y cosas que no, y uno, más o menos, las conoce. Entonces, el margen de experimentación es mucho menor. En el periodismo digital, no. Ahí las cosas cambian mucho más rápido, siguen cambiando y cuando uno piensa que ya sabe lo que está haciendo, viene una nueva ola, una nueva moda, y cambia todo. Así como decíamos que Internet tiene 13 años y los celulares 17, pero se popularizaron hace 10 o menos, YouTube tiene dos años. Y el mundo previo a YouTube era otra cosa. Cuando hablo de periodismo digital, hablo también del mundo digital en sí, del mundo que consumimos como usuarios. Una de las tendencias que se percibe es que cada uno de nosotros se transforma en un emisor digital. Y si hablamos de un emisor, estamos hablando de un periodista. Vamos a ver después hasta qué punto es un periodista, porque creo que el periodismo digital, primero y antes que nada, es periodismo. Es decir, muchas de las reglas que aplican para hacer periodismo en cualquier otro medio se aplican en el terreno digital. Después veremos en dónde nos empezamos a diferenciar o qué nuevos medios hay disponibles, pero creo que hay cosas, como chequear las fuentes, de las que no estamos exentos. Uno no puede decir cualquier barbaridad porque se trata de Internet y después se corrige o pasa de largo, total todo es efímero y veloz. Incluso en la división de roles, como les decía, una redacción digital tiene mucho que ver con la tradicional. Las redacciones digitales nacen condicionadas por una tecnología que es muy lenta y que no tiene mucho más que hacer que emular a lo que se hacía off line: trata de brindar información escrita pero con la ventaja de que esa información va a estar publicada antes. No hay un cierre por día como hay en los diarios, si no que, si quieren, hay un cierre llevado a la máxima expresión: por segundo o permanente. Pero también lo que sucede es que cuando surgen los medios digitales, lo digital en sí, no sólo el periodismo, es una apuesta nueva. Y ustedes, quizás, recordarán haber escuchado que en ese momento hubo un gran
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auge. Se escuchaba la historia de los chicos que pusieron Patagon.com -sitio de inversiones on line-, que lo armaron con 30 mil dólares, que para terminarlo tuvieron que vender las bicicletas y que lo compraron, no me acuerdo la cifra exacta, por algo así como 30 millones de dólares. También estaba el caso del I Seek You (ICQ) que fue el precursor del Messenger: tuvo una inversión de 100 mil dólares y se transformó en una compra de America On Line por 287 millones de dólares. Pero esos fueron casos puntuales. La realidad es que no existía un modelo de negocios todavía. Y lo mismo pasó en los medios. ¿Qué pasaba cuando un medio tradicional como ESPN, como Clarín, como La Nación ponía su versión on line? Lo que sucedía es que lo hacían en puntas de pie, muy callados y con mucho cuidado porque en los medios tradicionales, en cualquier empresa tradicional, el criterio que prima es el de “ganemos más de lo que perdamos”. Es decir, “nos podemos dar el lujo de invertir, perder dinero en algún momento y ver qué pasa”, pero ese flujo de recursos, tarde o temprano, se va a cortar. Esto es una regla de oro para cualquier negocio. Uno no puede sostener pérdidas de manera permanente. Llega un momento en donde si se sigue perdiendo o se empieza a ganar pero no se llega a cubrir lo que se gasta, ese negocio se termina o se reduce. Y esto pasó en el mundo on line. Entonces, esta combinación de una tecnología que todavía no estaba preparada para brindar lo que ofrece ahora –en materia de recursos multimedia-, periodistas que venían de un medio tradicional y la gran crisis de Internet que sucede, más o menos, entre marzo y abril del 2000 en donde se pincha esta burbuja de “todos podemos hacernos ricos con Internet”, hizo que los medios fueran mucho más precavidos con respecto a las estrategias que iban a desarrollar on line. En nuestro caso, ESPNdeportes.com, nació en septiembre del 2000 con los Juegos Olímpicos de Sydney. Y la que era nuestra competencia en ese momento hoy no existe. Pero no desapareció hace poco, desapareció al año de iniciar actividades. Tuvo la desventaja de haber nacido en el período anterior. Nosotros nacimos con dos editores acá y dos en Estados Unidos y la competencia, PSN (PanAmerican Sports Network), un canal de cable que duró un año, había contratado 20 editores on line y oficinas en el lugar más caro de Buenos Aires. En ese momento estaba Sport Ya, también, que todavía sobrevive y, si son memoriosos, recordarán
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que pautaba en la camiseta de los clubes y en los estadios, pero, como les decía, todavía no existía un modelo de negocios claro. Todavía no se sabía cómo iban a sobrevivir a largo plazo. Era tirar un anzuelo y ver qué pasaba: “todo el mundo está hablando de Internet. Algo se viene acá” pero nadie sabía realmente qué era ese algo. Esa falta de recursos influyó muchísimo a la hora de darle forma a las redacciones on line. Obviamente, los medios que sobrevivieron fueron los que tenían más dinero para ponerle el pecho a ese mal momento y aguantar el período de vacas flacas, y los que pudieron armarse un poco mejor. Pero también tuvieron que esperar a que cambiara este contexto porque lo otro que no había, a partir de la crisis de Internet y de la crisis económica, era lectores, usuarios. Recién ahora existe un universo de lectores. Cambió la tecnología, se popularizó el uso de la banda ancha y a partir de eso vivimos una experiencia multimedia como no hubo antes. La causa tiene que ver con el consumo de audio, de video -cosa que ayuda a generalizar a YouTube- y no con que los lectores son cada vez más jóvenes, sino con que comenzaron a familiarizarse con la tecnología desde una edad más temprana. Hace un rato hablábamos de los problemas con los que uno se encuentra, al no ser un nativo digital, para producir y consumir contenidos. Ahí es donde se encuentra el desafío de las redacciones digitales: hacer que esos contenidos estén más accesibles, más rápido y para más gente. Gente que está dispuesta a consumir menos texto por menos tiempo y que ante la multiplicidad de ofertas en cualquier momento se nos va. Ese es otro tema. Hoy los lectores de los medios digitales son mucho menos fieles que los lectores de un medio tradicional. Antes un lector te decía “yo leo La Nación o La Prensa o leo Clarín”, como te decía “yo soy peronista, radical o soy de River o de Boca”. Era una identidad que se llevaba de por vida. Actualmente, la realidad es que el público digital se nutre de muchos aportes, de fuentes distintas, de distintos sitios. Donde ve que uno no le da más lo que quiere, lo deja. El gran desafío que tienen las redacciones digitales hoy es estar en permanente mutación. Eso, obviamente, es estresante, agotador y también implica estar renovándose continuamente. En el caso puntual de nuestra redacción, lo que nos sucede es que hemos ido incorporando gente y llegamos a un punto en donde empieza a ser viable el negocio. Se deja de “atajar penales” todo el tiempo y se comienza a organizar y planificar a mediano plazo. Entonces, se intenta dividir responsabilidades y separar la redacción en sí, de la edición de los textos, pero hasta ahí nomás.
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Estamos hablando de un medio que tiene siete años, que hace tres ó cuatro que da ganancias suficientes como para plantear un escenario a mediano plazo. Pero, de alguna manera, se hace muy difícil esa proyección porque el nacimiento tiene que ver con dos personas haciendo muchas cosas. Y cuando llegan personas nuevas, y esto pasa en todos los medios, no es que llegan para ayudar a esas otras dos que estaban haciendo diez cosas sino que llegan para hacer esas diez más y enseguida se generan nuevas tareas. Por ejemplo, explota una bomba como YouTube y los medios digitales tienen que correr atrás de eso. Entonces, de repente, se crea un departamento multimedia que se encarga de los videos. En nuestro caso digitalizamos mucho contenido de pantalla pero también está el otro desafío que es: “bueno ¿vamos a quedarnos en esto o vamos a generar contenido propio?” Y ahí aparecen videonotas, investigaciones, y todo eso genera una mutación, un cambio permanente en las redacciones que hace que los roles nunca estén completamente definidos. Y en esto, aunque parezca mentira, los que más ayudan son los lectores. Ellos son nuestros mejores correctores, son los que enseguida nos marcan si hay un error gramatical, de esos que hay cada vez más en Internet. Y esto es un mea culpa que hago y como editor trato de corregir todo el tiempo. La realidad es que se escribe cada vez más, cada vez más rápido y también, cada vez peor. Ustedes lo sabrán a partir de los famosos mensajes de texto: uno busca llegar rápido, llegar lo antes posible y a veces sacrifica la forma en ese intento. Y con eso no estoy de acuerdo. Ahora, es una batalla difícil, constante y con la que hay que aprender a convivir. Y con respecto a los lectores, uno como redactor y como editor digital, tiene que fijarse constantemente en esta forma: textos más cortos, que sean visualmente atractivos, que estén rodeados de contenidos. Lo que se busca es que el lector que llegue a un sitio de Internet, se quede. Entonces, la idea es que no tenga sólo la nota sino además cuente con notas relacionadas, encuestas para participar, un video para ver sobre el tema, que vaya a los foros y opine. O algo que estarán viendo cada vez en más medios, que es el famoso comentario o comunidad. Desde hace un año se está dando el fenómeno de que las notas puedan ser comentadas por los lectores. Algo que genera mucha resistencia en los redactores y, sobre todo, en los columnistas más experimentados que dicen “por qué mi material me lo va a ‘arruinar’ un lector”. Pero la realidad es que esa discusión termina, muchas veces, disparándose hacia otras direcciones.
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Estas son las tendencias que se están dando y que se generan a partir de la web 2.0, mucho más interactiva y en donde la gente participa cada vez más. Si lo piensan, el modelo de medio on line tradicional es muy parecido a un diario de papel: el medio emite contenidos y ustedes lo reciben. Con las comunidades, con los foros y comentarios, con la posibilidad de que el lector suba su propio video, esto está cambiando: el usuario pasa de simple consumidor a productor de contenidos. Y todas estas cosas generan muchas preguntas porque ¿a quién le conviene esto? En realidad, lo que termina pasando es que los grandes medios nos apropiamos del contenido que generan sus lectores que, por esos 15 minutos de fama que citaba Andy Warhol, entregan su material con el afán de figurar y estar ahí. Eso, para los grandes medios, es un ahorro de costos enorme, porque no pueden tener un corresponsal, si se quiere, en cada casa del país. Si quieren redúzcanlo. Pero cuando pasa lo de Atocha en Madrid, y los usuarios envían los videos desde su celular, realizan una cobertura que, para un medio tradicional, hubiera sido imposible tener. Ahora, tener ese material, a ese medio tradicional le cuesta 0 (cero) dinero. Quizás por eso soy mucho más pesimista que Leandro [Zanoni] en cuanto a las posibilidades que se abren. Sí, es cierto que cada lector es un periodista potencial, pero lo que no creo es que sea tan fácil para cualquiera sacarle provecho. En general, esa información, como ven, termina canalizada en los grandes monstruos comunicacionales porque tienen el poder de difusión que no tiene un blog, un video blog o alguien que hace podcasts de manera casera. Y eso para el gran medio es un ahorro de tiempo y de dinero que, de alguna manera, le puede significar mantenerse en esa posición de liderazgo. Lo que estamos viendo es que a esa nave madre que es el diario, -pero creo que le va a pasar también a la televisión a medida que se ensanche cada vez la banda ancha-, el gran negocio se le hunde y que no está a la vista qué otro negocio lo va a reemplazar. Y cierro un poco con eso, dejándolo como para que piensen: Internet es hoy el medio en el que pueden terminar convergiendo todos los medios existentes. En Internet se puede leer, ver fotos y videos, escuchar la radio y se puede, sobre todo, interactuar, que es lo que ninguno de estos otros medios, hasta ahora, permitía hacer. Por eso es que se está hablando de la comunidad, de estas redes, de facebooks, de tantos sitios que están generando la posibilidad de conocer otra gente que tiene intereses parecidos e ir generando, a la vez,
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contenidos que se van retroalimentando y nos mantienen comunicados. Aún cuando la gran paradoja sea si estamos más o menos comunicados. Es decir, vivimos una época de hipercomunicación que hace que, quizás, nos pasemos 18 horas del día leyendo noticias en Internet o hablando por el Messenger. Si eso es más o menos comunicación, realmente no lo sé. El tiempo dirá. Y cierro con lo que decía al principio: realmente yo creo que esto se trata de hacer camino al andar.
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Diarios, blogs y periodistas digitales
Ariel Tiferes
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Ariel Tiferes tiene 37 años, estudió periodismo en DeporTEA y producción de medios en el Instituto Tecnológico ORT. Trabaja en LA NACION desde 1997. En el 2006 fue nominado al Premio Estímulo de TEA en la categoría Medios Digitales y actualmente se desempeña como Editor de deportes de LANACION.com.
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Diarios, blogs y periodistas digitales Ariel Tiferes Seguramente mi exposición va a ser más corta y la intención es acotar algunas cuestiones más a lo que se viene hablando. Yo trabajo en LANACION.COM. Es una redacción de 25 personas que se encuentra físicamente donde está el diario en papel. Estamos como “embebidos” dentro de la propia redacción, que tiene unos 200 periodistas que trabajan en la “parte caliente”, en el día a día. La función de los seis que cubrimos la parte deportiva, consiste en que la página esté actualizada durante las 24 horas. Suena un poco pretencioso pero esa es la idea. El primer periodista que llega lo hace a las ocho de la mañana, y el último se va a las cuatro. Ustedes preguntarán qué pasa entre las cuatro y las ocho. Eventualmente, si sabemos que algo va a pasar a esa hora -una carrera de Fórmula 1, el Mundial de fútbol en Japón, etc.- generamos una redacción paralela. Es decir, convocamos a gente para trabajar en esa franja horaria de la madrugada. En principio, me gustaría hablar de las “diferencias” entre ambos tipos de periodismo. La verdad es que considero que las reglas son las mismas. Lo que ustedes aprendan en la Universidad sobre esta profesión se aplica a cualquier formato. Y como decía Diego [Zorrilla], Internet es la convergencia de todos los formatos, así que no estamos exentos de cumplirlas. De hecho, si ustedes leen habitualmente cualquier página se van a dar cuenta de que tienen desde podcasts hasta videos, y esto es algo que cada vez sucede más. Incluso, a partir del último rediseño de Clarín, notarán que en su sitio lo más preponderante es el video y no el texto. Si bien hoy, en cualquier diario importante, el gran caudal sigue siendo la noticia escrita, poco a poco van ganando espacio los otros formatos: audio, video o lo que fuese. Por eso, apoyo lo que citaba Leandro [Zanoni] sobre el futuro de los diarios de papel. Es una realidad: los diarios saben que se están muriendo. No estamos descubriendo nada. Existen varios estudios realizados y la idea está clara: de acá a diez años va a existir un único medio. Los periodistas que hoy trabajan para el papel, trabajarán para un concepto de medio como puede ser La Nación. Es decir, el periodista que vaya a cubrir
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un incendio, por ejemplo, tendrá que tener la capacidad de enviar esa información en diferentes formatos y después se determinará en qué plataforma se utiliza. Es decir, no se trata simplemente de una idea o de algo que se expone y que está ajeno a la realidad. Es algo que, efectivamente, se está pensando en estos momentos. Y tal vez en esto tengan algo que ver los blogs. Creo que sí son una amenaza para el diario en papel porque hay información que a estos se les pierde y los blogs la pueden manejar de forma instantánea. Aún así, para el diario on line, son de gran ayuda. Dentro de mi agenda diaria, además de leer todos los diarios, los blogs son una herramienta de consulta. Quizás no me sirva para generar una noticia pero sí para tener una referencia. Como todos saben, hay blogs de temas específicos. Por ejemplo, aquellos que se dedican a noticias de Boca y que, seguramente, van a estar más informados que yo sobre lo que pasa en el club. Es decir, en mi caso, tengo que estar informado sobre todo lo que pasa en deportes y puede suceder que estos medios particulares tengan noticias que pueden servirme a mí para transformarlo en una nota o para aportar algún dato más a alguna cuestión. Habilidades y capacidades de los periodistas on line. Hasta hace algunos años, el tipo de periodista era exactamente igual al de un diario en papel: se dedicaba a hacer una nota, a titularla, a poner una bajada y a armar el texto. Hoy, específicamente, creo que los periodistas tienen que dar un paso más. Esto no quiere decir que cuando a ustedes les toque trabajar en un medio, salgan con una cámara, con grabador y la cámara de fotos y hagan todo. Seguramente, existe un terreno en el que se destacan, y ahí es en donde deben poner todo el esfuerzo. No traten de hacer todo. Pero sí es importante que manejen las herramientas, la mayor cantidad posible, porque cuanto más manejen esas habilidades van a tener una visión más amplia y una mayor cantidad de oportunidades de hacer cosas diferentes.
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Capacidades multic贸digo y condiciones de producci贸n
Carlos Milito
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Carlos Milito es Locutor Nacional y cursa la Maestría en Planificación y Gestión de la Comunicación en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social -UNLP-. Es Profesor Titular Ordinario del Taller de Producción Radiofónica I, Director de la Especialización en Comunicación Radiofónica y Coordinador de la Carrera de Locución en la misma Universidad. Desde el 2006 es periodista del Portal abierta.tv y produce y realiza informes sobre ciencia y tecnología para el programa de Víctor Hugo Morales, La Mañana en Continental. Fue Director de Contenidos de Radio Provincia de Buenos Aires; Redactor, Locutor y Periodista de Radio Continental, y Presentador de Noticias en el Canal de Cable, Todo Noticias.
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Capacidades multicódigo y condiciones de producción Carlos Milito Yo tenía pensado para esta charla algo muy casero. María Rosa [Del Coto] tuvo la amabilidad de no decir mi edad: tengo 47 años. No es accidental que resalte este dato, tiene que ver con algunas características de los inmigrantes y los nativos digitales. No casualmente me convocan a trabajar en un portal de Internet hace poco más de un año, para realizar las presentaciones televisivas, o de video, me invitan a realizar alguna experiencia en la edición de las noticias. Efectivamente, suelo tratar de conocer y de decir que sí. Digo que sí porque quiero conocer, porque quiero hacer experiencias nuevas y porque, me parece que esto es un dato interesante, somos de la comunicación y esta es una posibilidad más para comunicar ejerciendo el periodismo. Entonces, empecé a hacer la experiencia en Abierta TV [www.abierta.tv] y pensaba qué podía decir sobre eso hoy. Pensé en constituirme frente al auditorio como un “dinosaurio” y tratar de contarles las dificultades que tuve para acceder a ese trabajo y por supuesto, algunas fortalezas que encontré. Voy a exponer cuatro o cinco para ser sintético y poder realizar el intercambio de preguntas y respuestas. Una de las primeras cuestiones que abordé fue la de conocer un poco más a Internet: sus características, la forma de relacionarse de los públicos, las posibilidades que tenía -desde las mínimas a las máximas-, los buscadores, en fin, los recursos que me permitía ese medio. Lo segundo fue plantarme frente a la plantilla donde deben cargarse las notas, para realizar una capacitación muy limitada, de dos días, para relacionarme con ella. Este instrumento me remitía a la idea de la redacción: tiene un espacio para el título, la bajada, el texto y otras posibilidades que me permitían trabajar. También existía la posibilidad de anexar audios y videos. Ahí irrumpían, delante de mí, los lenguajes. Y aparece una primera pregunta que no he podido resolver en el trabajo: ¿cómo configuro una noticia con esta posibilidad de multicódigo? Primera cuestión: o reproduzco el diario o trabajo las alternativas -el texto y alguna gráfica-. Ahora, si incorporaba sonido a la nota, tenía que resolver una dificultad que era la de poder trabajar el editor de este tipo. Había que aprender a “cortar y pegar” con el Cool Edit o el Sound Forge y, además, pensar en cómo capturar ese sonido.
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Por otra parte, tenía el tema del video. Al video, confieso, todavía no llegué. Me quedé en el audio. Insisto, el tema era cómo podía configurar y construir una noticia bajo el entorno multicódigo -audio, texto e imagen-. Si lo pensamos en serio, surge un problema: ¿Qué tiempo de producción voy a tener para subir esa nota de modo que sea un trabajo de calidad que incorpore el texto, el audio y la imagen? Y me planteaba esto por el simple hecho de que todo insume tiempo: seleccionar la imagen, reducirla, ampliarla, mejorar su calidad, etc. Lo mismo sucede con el sonido y con el texto. Frente al título de esta mesa, Redacción y Edición en el Periodismo Digital, maduraba la idea de que deberíamos tener la capacidad de poder “escribir” en este nuevo formato. A ver... ya no se trata sólo de redactar, sino que se debe configurar un texto con estas alternativas y estas posibilidades. La mitad de ese camino, o un cuarto de ese camino, lo he podido hacer viniendo desde el pasado del diario y la radio, aún cuando la pregunta fuera si mi anterior manejo de la radio y de la televisión contribuía, o no, a la posibilidad de hacer un buen trabajo en la página. Yo trabajé con otros lenguajes. Hice televisión, hice radio e hice muy poco de gráfica pero nunca tuve la oportunidad de amalgamar los tres formatos.
La buena redacción Existe una convocatoria que dicta que tenemos que redactar bien y yo lo que quería es poner en cuestión esto. Uno debe tratar de escribir y redactar bien pero no es sólo eso, es un poco más complejo. Y debo hacerme cargo de esa complejidad. Por último, algo que en la charla se mencionó. Yo lo definiría como una especie de enunciado: “cuál es la calidad de intervención de ese periodista digital”. Coincido con varios de los compañeros que hablaron antes. Es un periodista que tiene que hacerse cargo de lo que dice, en determinado formato, poder hacerlo con excelencia y con calidad. En un momento en el cual el tema es que muy poca información pasa muy rápidamente por un canal ¿cómo hago para trabajar y poder resolver la tensión de hacer un producto con mucha calidad y multicódigo? No sé si, en general, existe un tiempo estimado de resolución de notas, pero podríamos pensarlo: ¿cuánto me lleva resolver en esta plataforma todo esto y además hacerlo con calidad periodística? Es decir, con buena data, con buena investigación, etc. 42
En realidad, también creo que hay muchas formas de hacer periodismo digital, como del otro, muchas redacciones y muchas maneras de resolver el tema de las negociaciones con nuestros empresarios. Me parece que una de las cosas que deberíamos poner en esta conversación son los contextos de producción de cada uno. Por ejemplo, yo trabajo solo desde mi vivienda. Alguna vez me reúno en la redacción en Buenos Aires pero mi labor, básicamente, es desde mi casa. Esa situación de trabajo tiene algunas virtudes y también tienen algunos asuntos muy negativos. En efecto, en mi vida he crecido profesionalmente en términos del trabajo y del propio desarrollo en términos colectivos. Pero en términos gremiales ¿cuánto se gana, cuánto se cobra? Yo pongo mi computadora, “banco” mi banda ancha, llamo al técnico para que me la arregle cuando tengo dificultades. ¿Lo tengo en cuenta cuando negocio mi contrato o mi paga, o no lo negocio? ¿Soy consciente de esto o no? ¿Esa redacción puedo hacerla más amable, en términos de comunicación, vía Messenger para combinarme con mi compañeros de Formosa, de Rosario o en Capital? Estas son una serie de dificultades que me han permitido hacer esta experiencia, que me parece muy rica. Y desde los 47 años que tengo, el “dinosaurio” y mi relación con las tecnologías, me fue posible hacerme cargo de este proceso gracias a algo como las herramientas conceptuales que me brindó la Universidad. Es decir, primero una decisión de intervenir en el “mercado de la comunicación” o en la comunicación a partir del ejercicio del Periodismo. Me atrevo frente a los límites que tenía en términos de esta comprensión que intenté fragmentariamente enunciarles, a partir de que la formación me dio una base, una estructura para poder pararme frente a una dificultad y poder hacerme cargo del proceso. Tenía una idea de lo que es una noticia, de su lenguaje, su problemática, su convergencia, alguna idea de la comunicación, de los públicos, alguna idea de las tecnologías, además de la experiencia política, cultural y gremial. Esos asuntos me permitieron poder pararme con mis limitaciones frente a las nuevas tecnologías a emprender una experiencia que me ha enriquecido mucho. No sé si a los lectores de la página también, espero que sí. Quería poner esto en relación con ustedes porque quizás manejen las tecnologías muy bien y me parece que, con su manipulación y esa relación tan intensa que tienen, muchas veces no es suficiente. A veces no alcanza si uno no tiene una perspectiva político-cultural del trabajo, que hace a una concepción de todo lo que está en juego en términos de comunicación, en lo que incluyo a la información y el periodismo.
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Preguntas del Público [Público] A raíz de esto que planteaban, pensaba en si los diarios impresos apuntarán más hacia la opinión o reflexión y los diarios on line a la información pura, con datos inmediatos y despojados de todo juicio. Digo, esto es algo que pasa con ciertos diarios on line que son pagos: para tener la información completa uno tiene que suscribirse para acceder a los contenidos completos. Ariel Tiferes: Hay que tener en cuenta que la suscripción no proporciona un valor extra: no provee reflexión ni análisis. Hoy es lo mismo. Quizás en ese caso no hay mucha diferencia. Los diarios están poniendo cada vez más análisis y no noticias porque no solamente compiten contra el diario on line. Además compiten con la radio y con la televisión. Es decir, la gente que tiene TN en la casa ya se enteró en el instante. El diario no puede poner al otro día eso como noticia. Tendrá que buscar testimonios… buscar algún diferencial. Pero eso nos pasa también a nosotros como diario on line. Si damos una noticia a las siete de la mañana, a la tres de la tarde ya es vieja. No nos podemos quedar con esa información llana. Entonces hay que emprender la misma tarea que hace el diario de papel: buscar análisis, testimonios. Y esto es simplemente por una cuestión de tiempo: esa noticia ya “murió”, pero el proceso es el mismo. Diego Zorrilla: Yo creo que así como los diarios, por un lado, se dan cuenta de que les hace falta competir desde otro lugar, por el otro no se animan. Si uno lo piensa, la tendencia de los últimos años fue tratar de simplificar al diario: la información cada vez más corta, cada vez con más bajadita, volanta, infografía, doble página con cada vez menos texto y más imagen. Cada vez más forma y menos contenido. Había una nota muy interesante de Martín Caparrós al respecto, creo que fue el año pasado en la Revista Veintitrés, que decía justamente esto: los diarios no terminan de darse cuenta de que su lugar, probablemente, esté en otro lado. Y después, el grave problema que se presenta es el de cuántos lectores hay, realmente, dispuestos a consumir ese tipo de análisis. Otra vez tiene que ver con el envejecimiento del “lectorado” de los diarios: cada vez la gente quiere consumir más cosas, más breves y más rápido. Este nuevo lector, del cual sólo un 17% lee diarios de papel, que está acostumbrado a los formatos de Internet, mucho más efímeros y más breves, ¿hasta dónde va a comprar un diario? Entonces, para los diarios, es como elegir entre la guillotina y la silla eléctrica: “Si sigo pareciéndome cada vez más a Internet no me van a leer porque Internet llega antes. Y si me diferencio tratando de proveer análisis, ¿cuántos lectores voy a tener?”
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[Público]¿Cómo se manejan con los tiempos de la redacción en un medio que se actualiza en tiempo real y que está en constante competencia con los otros? Ariel Tiferes: Al trabajar en un medio on line estamos todo el tiempo monitoreando a la competencia y lo que intentamos es lograr la diferencia en cada cosa que hacemos. Cada medio trata de sectorizar y de buscar algún nicho en el cual sobresalir. Por ejemplo, Infobae [www.infobae.com] lo hace con información de color y su foco es que la noticia esté de inmediato publicada. En La Nación, en cambio, la información llega a la web cuando está chequeada y mínimamente corregida. Esa es la única condición que tenemos para publicarla. Pero si estamos viendo que algo está pasando en la tele, esa nota tiene que estar en los próximos dos minutos, por lo menos, con un título y bajada. Cuando se trata de eventos programados, como el Mundial de fútbol o el de rugby, tenemos la posibilidad de transmitir esos acontecimientos en tiempo real. Tratamos de que esté siempre lo más destacado posible y de que esa cobertura sea mejor que las otras en cuanto a volumen. Lo mismo sucede en el caso de las elecciones. Ahí trabajamos en tiempo real e intentando que cada actualización tenga la mayor cantidad de datos. Esos son los elementos que utilizamos frente a la competencia y ellos hacen lo mismo. La información en sí es un commodity y más en el “breaking news”. O sea, la información que pasan en la tele la estamos viendo todos, incluso la competencia. Es muy difícil que una redacción on line tenga un periodista en el lugar de los hechos salvo que sea un Mundial. En ese caso sí hay una persona estipulada de la redacción que está cubriendo para nosotros. Pero la gran mayoría de las veces lo estamos viendo por la televisión, lo escuchamos por la radio o nos viene un cable y, entonces, hay que transformar la noticia y agregarle valor. Diego Zorrilla: Es una cuestión casi “taylorista”, de línea de montaje, en donde siempre hay gente lista con una división muy clara de tareas para saber quién se encarga de qué en cada momento. Y al mismo tiempo debe existir flexibilidad para cambiar sobre la marcha, porque una cosa es lo que ya está previsto en agenda -el masters series de tenis, el partido del Barcelona- y otra, que te explote una bomba entre las manos. Ahí hay que reorganizar los recursos muy rápidamente. Entonces, quizás el que está con una tarea de segundo orden va a pasar a cumplir un rol de apoyo a quien está como encargado principal de la cobertura de ese tema. Por el otro lado, está la acumulación: a las siete de la mañana se proporciona la información pura y dura. Y a partir de ahí se empieza a crecer con la incorporación de recursos multimedia, galería de fotos, opiniones que los especialistas escriban, antecedentes, estadísticas, etc. Y finalmente, como estrategia de diferenciación apelamos, en nuestro caso, a utilizar los recursos propios de la empresa, a consumar la famosa sinergia: el talento de televisión hace un video de dos minutos con su
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opinión, digitalizamos lo que se emitió por televisión o por radio y lo volcamos al sitio. Aún así, básicamente es estar al pie del cañón, prácticamente las 24 horas del día. El horario que comenta Ariel [Tiferes] (N. Del E.: de 8 AM a 4 AM por turnos), coincide mucho con el nuestro. Básicamente, esas son las horas de descanso, las horas en donde no sucede nada. Y ¡ojo! Porque las ocho de la mañana son las doce del mediodía en Europa y ya hay información de los clubes de allá, de los argentinos y latinoamericanos que compiten allá, con lo cual es un cierre permanente y en ese estado de cierre vivimos. Ariel Tiferes: Además hay otro factor. Nuestro pico de visitas es a la mañana y no podemos ofrecer la información del diario en papel. A las ocho entran dos personas y a las nueve tiene que haber cambiado todo lo que puso el diario impreso. Básicamente, esto es para no perder lectores. Si la mayoría entra en ese horario y el primer día encuentra el mismo material, quizás vuelve. Pero si esto le ocurre también al tercer día consecutivo seguro que no vuelve más. Carlos Milito: Más allá de los tiempos acelerados que manejan los medios on line tradicionales, yo quisiera insistir sobre el contexto del periodismo digital en el que uno está inserto. Me parece que una experiencia puede ser la que plantean los colegas. Otra, la de trabajar en una web de una institución oficial o de una ONG. Incluso la experiencia es diferente en el caso de algunos sitios periodísticos que tienen otro tipo de rutinas –por decisiones editoriales, por planificación y gestión, por cuestiones de recursos-. Ellos lo pueden hacer porque tienen una redacción que tiene una cantidad de personas que cubren 20 horas del día, pero hay otras que no. Entonces, me parece que lo interesante es que existen algunos modelos que hegemonizan, pero que también hay otras alternativas en las cuales, ustedes o yo, podemos intervenir. Lo interesante sería poder distinguirlas y poder estar listos para todas aquellas oportunidades que se nos presenten. En los modelos hegemónicos hay mucho por discutir. Por ejemplo el tema de la actualización permanente. ¿Qué es la actualización permanente? ¿Hasta dónde voy? ¿Qué es lo que estoy proponiéndole al público con eso? Recién Diego [Zorrilla] mencionaba que ponen la información dura y después van haciendo un recorrido de continuidad en el cual aparecen distintos recursos que permiten completar eso y aportar una interpretación. Pero también me parece que el periodismo digital no es algo abstracto, y hay formas de hacer periodismo: hay periodismo de periodistas, de interpretación, de datos, etc. El tema es ver bien qué hay, qué se hace, con qué recursos y con qué materialidad concreta -cuántas personas, cuántas horas hombre, etc.- Creo que es importante que lo podamos ver y distinguir, porque si no da la impresión de que hay un solo modelo de producción. A lo mejor hay uno que hegemoniza, pero las sociedades tienen matices. Y esos matices también se expresan en el periodismo, en los medios.
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[Público] Teniendo en cuenta que estamos hablando de Internet, que no necesita que toda la gente esté físicamente en el mismo lugar, ¿por qué creen que sus medios siguen manteniendo ese estilo de redacción con presencia física de sus periodistas? Diego Zorrilla: En el caso de ESPN, no es así. El 70% de nuestros editores trabaja desde su casa. Tiene algo de lógica empresaria el hecho de que cada periodista utilice sus propios recursos tecnológicos, pero también existen “pros” y “contras” para ambas partes. Para un editor, muchas veces, hay cosas en las que termina ganando si trabaja desde su casa: no es lo mismo volverse de la redacción en colectivo a las dos de la mañana cuando terminó el partido de Boca en la Libertadores, que terminar y estar a cinco pasos de la cama. Esto nos ayuda muchísimo, porque nuestro portal es para todo Latinoamérica y eso implica muchos más husos horarios. Así es como tenemos gente en Europa y en la Costa Oeste de Estados Unidos y de esa manera, aunque no tenemos a alguien que se quede hasta las cuatro de la mañana, tenemos cobertura hasta esa hora. A ver si se entiende la diferencia: el que está en Los Ángeles, hoy está cinco horas atrás de la Argentina; entonces las once de la noche suyas, que es un horario decente, son las cuatro de la mañana para nosotros. Ahora, si me preguntan a mí, creo que hay que aprovechar los beneficios y reducir los problemas de este sistema. Lo que me ha pasado, como Editor General, es que la mayoría de los reclamos que tengo son de personas que quieren interactuar. El Messenger no les alcanza y lo entiendo. Algunos han llegado a decir “voy a pintar un sol, una playa y unas palmeras en mi pared porque ya no aguanto más. Ya estoy hablando solo”. Por cuestiones como esta es que terminé mi exposición preguntándome si tenemos más o menos comunicación. No lo sé. Creo que el “cara a cara” es irremplazable. Para ellos [señala a Ariel Tiferes] la desventaja es que alguien tiene que “clavarse” hasta las cuatro de la mañana en la calle Bouchard, pero se ven la cara todos los días. En nuestro caso es al revés. Particularmente, tengo la ventaja de no pedirle a alguien que se quede hasta tan tarde en la redacción, pero sí necesito, regularmente, hacer reuniones con todos para que se vean, para que hablen, para que se conozcan. Y estoy hablando no sólo de reuniones laborales sino también sociales, de plantear “vamos a comer todos juntos” para que exista esta interacción de las redacciones tradicionales que en la redacción virtual, a veces, se pierde. Y me sumo a la pregunta que planteaba Carlos [Milito]: ¿Hasta dónde me alcanza el Messenger? ¿Qué es lo que estoy perdiendo, con esa modalidad, en el contacto directo con otras personas? Ariel Tiferes: Para nosotros es indispensable trabajar todos en el mismo lugar. No solamente en deportes, en todas las secciones. Llegamos a las ocho de la mañana y tenemos todo en blanco, tenemos que empezar a hacer. Si bien hay muchas cosas del breaking news de lo que fue sucediendo, de funcionarios que hablaron
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en la radio y que ya hay material para actualizar, el resto es “¿ahora qué hacemos?” La verdad es que no me imagino a cada uno en su casa preguntándose qué hace. Alguien los tiene que coordinar. Para una redacción de un diario grande, veo el trabajo a distancia como poco factible. Al igual que los chicos de ESPN, tenemos la posibilidad, si ocurrió algo a las cuatro de la mañana, de actualizar desde nuestra casa, pero no es lo habitual. De cualquier forma, me parece interesante que sepan que es positivo el hecho de estar al lado de la redacción del diario en papel. Nosotros estamos adentro y eso nos da la posibilidad de tener un acceso más rápido a las fuentes. Generalmente, sucede que un periodista que viene de la calle con información nos aporta algo que sirve para el sitio. Si estuviéramos en otro lado físicamente, ya no en la casa, en otro piso u otro edificio, sería casi imposible. Podríamos levantar el teléfono y llamar a cada sección, a cada periodista, pero se nos perdería mucha información en el camino. Así, en el día a día, continuamente hay una interacción que nos beneficia. [Público] Yo quiero recuperar algo que tiene que ver con el eje de la formación. Pensando en una universidad nacional, con las limitaciones tecnológicas que tiene, que posee la carrera de Comunicación Social y ofrece la característica general de lo que es ser periodista... ¿qué formación debería facilitar para este perfil de nuevo periodista? Leandro Zanoni: No conozco, todavía, universidad privada o pública que incluya algo relacionado a los temas digitales dentro de su programa. ¿Acá sí? Qué bueno, es la primera que escucho. Siempre hay una primera vez. Cuando yo planteo esto en algunas universidades con las que tengo contacto, incluso en TEA que es donde estudié periodismo, tuve varias respuestas vinculadas con la imposibilidad de cambiar el programa para que lo apruebe el Ministerio de Educación. O sea, cuestiones burocráticas que resuelven colocando cursos extracurriculares de periodismo digital al que generalmente concurren muy pocos alumnos. Yo soy profesor en la Universidad de Belgrano de una materia de un curso a distancia extracurricular. Tengo que meterme en el Messenger y responder consultas de alumnos de Perú, etc. Es un sistema inviable, rarísimo. Y si uno mira los programas de la UB, de la Universidad de Palermo relacionados con comunicación, no incluyen nunca los términos “Internet”, “nuevos medios”, “diarios digitales”, “nuevas formas de hacer periodismo”, pero si acá la materia se llama Periodismo Digital, esto es un avance Ariel Tiferes: Yo creo, y esto es una visión particular, que lo digital debería darse como materia madre de todas. Hoy Internet es la convergencia de todos los medios y hacer un blog es gratis. Cada uno de ustedes puede entrar a Blogger.com o WordPress y ahí podrían, por ejemplo, poner todos los trabajos que van haciendo durante la carrera. Y, justamente porque es un medio convergente, hay que utilizarlo. Usémoslo no
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como materia, usémoslo para todo. Lo que construyan con formato de blog o como sitio les va a quedar para toda la vida. Si sirve como consejo, yo les sugiero que se metan, que aprendan cómo se hace un blog y suban todas sus producciones ahí. No se van a arrepentir. Diego Zorrilla: Para mí la clave está en estas herramientas. Así como el viejo periodista tenía que saber darle a las teclas de la máquina de escribir, ahora las competencias incluyen esto, saber tomar una foto digital, grabar un archivo de audio en MP3 en una “llavecita” y después poder exportarlo, usar una videocámara, saber un mínimo código HTML -aunque cada vez es menos necesario-, saber retocar una foto en el Photoshop. Y menciono Photoshop y se me dispara una opinión totalmente personal. Creo que las universidades, y sobre todo las estatales y el Estado en su función educativa, tienen que apuntar al software libre. El problema de actualización es muy claro. Tal vez se pueda conseguir una gran partida de dinero para comprar computadoras pero “olvídense por los próximos cinco años”. Eso se resuelve con software libre, con sistemas operativos que no son propietarios ni que sean pagos. Yo dije Photoshop pero las licencias de este soft para una universidad deben costar cientos de miles de dólares, y existen alternativas gratis para todo: para editar imágenes, audio, video, incluso, para reemplazar a las herramientas de Microsoft Office. Para mí debería ser una política de Estado y en algunos lugares, por suerte, está sucediendo. Carlos Milito: Además de lo que aportaron mis compañeros de mesa, yo sumaría lo siguiente, y no se me agranden los alumnos. Es una decisión política. Y para tomarla y trabajar sobre el tema de las nuevas tecnologías a fondo, no hay que fijarse solamente en la decisión de utilizar software libre, ni sobre los recursos para comprar el material preciso. Es necesario comprender, también, el desarrollo de ese conocimiento, de ese saber. Debate que, me parece, en algunas universidades o facultades que conozco, no está saldado. Pienso en la Universidad de La Plata y la situación de Periodismo en relación con las nuevas tecnologías es relativa respecto del avance que tiene la Facultad de Informática. Además de empezar a cruzarse, establecer relaciones, apoyos y criterios, debe haber una decisión política de decir “esto tiene sentido y necesitamos poner recursos”. En muchos casos existe bastante temor por parte del mismo plantel docente, que no es nativo sino inmigrante digital. Creo que, más allá de saber si el diario se va a morir o no, hay que generar un debate en materia de Educación. Una discusión en la que no nos podemos permitir que se privilegie a la tecnología pura o a la cuestión del software libre. Debe ser un debate que explique las razones pertinentes por las cuales las nuevas tecnologías son indispensables en la capacitación, en la formación. Es decir, yo viví la época en que el diario iba a desaparecer hace un tiempo atrás, supe que la radio iba a correr el mismo destino y aún así veo muchos difuntos que siguen gozando de buena salud. Por eso trato de estimular
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la idea de que un estudiante, “un hombre de la comunicación”, diría Prieto Castillo, debe manejar todas las posibilidades, todos los lenguajes, porque en la medida en que comprenda, manipule y diseñe estrategias en esos lenguajes, la comunicación va a ser mucho más efectiva, mucho mejor, mucho más bella. [Público] A la hora de insertarse en el mundo laboral en el que ustedes se desempeñan ¿qué es lo que demanda la persona que nos va a evaluar? ¿Qué se necesita presentar para ser elegido? Ariel Tiferes: Antes les decía que era importante tener un blog. Sobre todo si es que uno considera que lo que hizo todos esos años tiene valor. Eso me da la posibilidad, y a quienes tienen que evaluarte, de ver lo que hiciste y cómo lo hiciste. Si uno va en busca de su primer empleo en medios, y tiene un blog, se puede ver la calidad del trabajo. Es la única manera que existe actualmente, comparado con lo que sucedía hace cuatro años atrás. Es decir, es muy complejo que uno pueda llevar una carpeta con 100 trabajos cada vez que se presente una oportunidad, pero si en el blog-currículum está subido tu programa de radio, sumaste tus artículos, etc., eso me da una buena perspectiva de tus habilidades. Ahora, particularmente a mí, no me importan los conocimientos puntuales. Me importan las inquietudes. Si uno tiene ganas de aprender lo que sea, no es tan importante lo que sepa. Me importa, realmente, la actitud con la que uno se presenta. Leandro Zanoni: Creo que Darío Gallo en su blog, en un artículo, hablaba de las razones por las cuales todo periodista tiene que tener su blog. Una de las razones por las que sirve es la idea de generar un currículum vivo y no una hoja que diga quién sos, tus datos, qué hiciste y dónde trabajaste. Yo trabajé en Clarín.com y en medios gráficos y había que gente que hacía que uno se preguntara qué hacían ahí. No todos eran excelentes y superdotados. Una de las maneras de que el blog sirva es esa. Decir “yo soy este, estoy buscando trabajo, fijate si te sirvo”. Ni hablar si quien te evalúa es, de por sí, asiduo lector de tus textos. En mi experiencia personal, conseguí muchísimos trabajos con Eblog [www.eblog.com.ar]. Me sirvió de carta de presentación. Ahora un periodista conoce el sitio, ya sabe cómo escribo, qué temas puedo tocar y demás. Y gente que no conozco me ofrece trabajo a partir de eso. Me pasó algo muy gracioso con Viva. En un post critiqué mucho una nota de tapa a Julieta Ortega escrita por Diego Heller, que, después supe, era el editor de la revista. La nota era un desastre y adentro de la revista había otra a Guillermo Vilas. Y en el artículo me preguntaba si no era él quién tenía que estar en la tapa y no Julieta Ortega, que en ese momento no estaba trabajando y hablaba de su hijo.
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A los cuatro meses le mandé un mail a Diego Heller, sin saber quién había escrito ese texto, y me contesta que él era el autor de la nota de Julieta Ortega. Bien, con buena onda, pero digo, te lee gente de la cual uno sólo puede ver la cantidad. Y a la larga es gente con la que te vas a relacionar de una u otra manera. Diego Zorrilla: Yo quería desmitificar un poco la pregunta. Más allá de estas herramientas que mencionábamos, que te van a dar una chance más concreta, y que prácticamente todos saben cómo usar, existe algo más importante todavía. Son estos valores clásicos que tratamos de rescatar: una sólida formación humanística en general y periodística en particular. A partir de ahí, lo que resta son las ganas de crecer, de aprender. Creo que con eso alcanza y sobra para empezar. Ahora, también es cierto que existe, desde el lado de la demanda laboral, una discusión entre si son mejores los egresados de carreras de comunicación o de escuelas de periodismo. Es una cuestión que se plantea siempre entre DeporTEA, como una escuela eminentemente práctica, y una formación más general como la de la UBA. Yo quiero disputar un poco eso. Obviamente, mi visión es sesgada porque estudié en la UBA. Creo que, más allá de las herramientas en particular -que además se aprenden en el oficio- lo que nunca se va a aprender es el otro contexto, concepto, o, si se quiere, la visión mucho más filosófica de la vida que otorga la carrera universitaria. Y esto lo digo habiendo trabajado con gente egresada de escuelas y de universidades. Me parece que lo práctico siempre por algún lugar se puede resolver. Lo teórico que muchas veces se pone en cuestión, eso no. Carlos Milito: Además de las habilidades y de la actitud, yo sumaría un requisito más: recibirse. Hace ocho o nueve años atrás trabajaba en Todo Noticias -lo nombro porque es uno de los medios que hegemonizan la comunicación- y en ese momento había una cierta movilidad dentro de la redacción y todavía existían convocatorias a egresados de Comunicación y Derecho. Después de esa experiencia, estuve muchos años en Radio Continental. Ahí hay matices. Ellos convocan a egresados de TEA y de Éter porque existe una discusión sobre la formación en la UBA. Ellos plantean que son muy teóricos y que cuando hay que hacer el trabajo de “infantería” tiene menos recursos que los egresados de las otras escuelas. Claro, depende también del lugar hacia el que uno va. De todas maneras, me parece que es central que si están acá vayan hasta el final. Eso, creo, es una condecoración para hacer una disputa muy importante en estos tiempos.
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Segundo Panel Medios, Internet y Periodismo
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Una aproximaci贸n a la digitalizaci贸n de la Tv
Guillermo M茅rega
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Guillermo Mérega tiene 40 años y es productor ejecutivo de Fútbol de Primera y de Torneos y Competencias S.A.. Desde 1986 se desempeña en los medios y en la actualidad es productor ejecutivo de todos los eventos deportivos de Torneos y Competencias S.A. También es productor de Canal 13.
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Una aproximación a la digitalización de la TV Guillermo Mérega Buenas tardes, es un gusto estar aquí con ustedes. En cuanto a mi historia con los medios, puedo contarles que hace más de 20 años que estoy vinculado a la televisión. Empecé como asistente de producción en 1985, en TyC, fui creciendo y ahora soy productor ejecutivo, entre otras cosas, en Fútbol de Primera, que es el programa insignia de la compañía. Dentro de mi trabajo también está la producción de eventos en vivo, fundamentalmente en la pantalla de TyC sports y Canal 13, así que más que hablar de Internet, sí podemos hablar de tecnología. Tomando como referencia a Fútbol de Primera, la tecnología es un valor muy importante. Tratamos de ser un programa líder en tecnología de televisión aplicada al deporte. Por suerte hemos logrado no ser un simple programa donde se ven los goles y los resúmenes de los partidos, sino que, apoyados en los avances, logramos hacer un show televisivo de fútbol que dura aproximadamente dos horas. Un show donde trabajan más de 500 personas, para que tengan una idea. En los eventos en vivo la tecnología resulta muy importante. Pero mucho más lo es la tecnología en sí, en este momento en que el país está viviendo un cambio muy significativo. Probablemente sepan que un decreto del 2005 le otorga a los medios una prórroga en sus licencias y precisa que deben emprender un proceso de digitalización de sus transmisiones. Esto implica no sólo grandes inversiones para mejorar la calidad sino que también incluye una discusión en torno a qué norma va a regir la transmisión de televisión en Argentina. La televisión digital es, prácticamente, un hecho. Lo único que falta es definir el modo de codificar las señales. Hay varias posibilidades y ya existe una comisión trabajando en ello. No es un tema menor. Esto va a cambiar e influir en la televisión por cable, de aire y por supuesto, la satelital. Incluso también se espera que alcance a Internet y a la comunicación por celulares. Estas decisiones tienen que resolverse en muy poco tiempo. De hecho es un tema que viene bastante atrasado. Así que el 2008 será un año muy importante en cuanto a avances y proyectos.
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Y cuando hablamos de la producción deportiva, la tecnología en la televisión, y particularmente en la transmisión de eventos deportivos, es fundamental. Creo que es el detalle distintivo que nos brinda calidad en el producto que ustedes ven desde sus casas. Mucho más importante es en nuestro caso, que somos una productora proveedora de servicios a los diversos canales de aire o los canales de cable deportivos. Y el principal motor es que nuestros clientes nos piden calidad. Y para alcanzar ese estándar nos centramos en dos ejes. Uno de ellos es muy importante para todos los que estudian Comunicación. En nuestro caso, la comunicación es personal. Son los periodistas y productores que van a estar al frente del programa, los que llevan a cabo los proyectos. Proyectos en donde cada vez se requiere una capacitación más importante, porque la tendencia indica que los contenidos son más específicos y por ende, también lo son los productores que se requieren. El otro factor, sin duda, la tecnología. Esto implica una constante actualización en materia de “fierros” y también en capacitación. Lo que quiero decir es que la tecnología está en constante avance. En un período de 30 años vivimos un Mundial ’78 en blanco y negro, después vimos la televisión a color y ya estamos hablando de la digitalización de la “pantalla chica”. El cambio tecnológico es, en muy poco tiempo, muy significativo. Lo pueden ver, a escala más reducida, en el uso diario de un celular. Ustedes compran un teléfono hoy y en un año, o en seis meses, ya es viejo. Pasa lo mismo con la televisión. El cambio y el crecimiento en tecnología es muy importante, con lo cual va a haber que tomar una decisión muy importante de hacia dónde vamos a ir con la digitalización.
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Internet: la herramienta de las utopĂas
Luis AutalĂĄn
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Luis Angel Autalán tiene 48 años y fue Director y Editor de Diario el Sol de Quilmes hasta el 2007. Desempeñó tareas como promotor de suplementos zonales en el diario La Nación y de avisos clasificados en Ambito Financiero. Además se desempeñó como Productor de FM Hit 105.5, y Conductor de su ciclo Postdata en FM Sur. Cumplió tareas como colaborador en el ciclo El Alargue en AM 910 La Red y como columnista de actualidad en los canales locales Multicanal y Cablevisión. Recibió los premios Kilme de honor al mejor Periodista, radial, escrito y televisivo; Candil de Kilmes, por periodismo en gráfica y el Premio Reino de España al periodismo radial y gráfico
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Internet: la herramienta de las utopías Luis Autalán Bueno, mi nombre es Luis Ángel Autalán, fanático de Racing, y periodista desde que me empezó a ir mal en matemáticas en la escuela primaria. Soy el director editor del diario El Sol de Quilmes, integrante del Grupo El Sol -que posee FM Sur, Cablevisión Sur, su sitio web, una AM en Capital Federal, la 1450 y la 93.1- y cumplo este año 12 como director editor. Cuando me convocaron para hablar de Internet, de adelantos tecnológicos, y de todo esto, pensé en que alguien se había equivocado al seleccionar a los oradores. Después me di cuenta de que no era así. Repasé todas las cosas que fuimos estableciendo como formas de trabajo, técnicas, y agradezco poder vivir la etapa de Internet. Digo esto porque, no hace tanto tiempo, todo lo que hoy conseguimos con hacer un clic con el mouse, tenía que ser buscado en bibliotecas, en investigaciones, en datos, en cuestiones muy complicadas que, me permito aconsejar, todavía conviene tener en cuenta a la hora de ejercer la tarea periodística. Y paso a explicar por qué. Diré que en la labor personal, Alejandro Piscitelli, quien ha dado charlas en esta Universidad y también en la Biblioteca Mariano Moreno por los albores de los ’90, marcó lo que venía en Internet. Y esto es que hoy un gran diario, una gran empresa como TyC Sports, un medio regional, local, como el diario El Sol de Quilmes, o simplemente un artesano que quiere colocar su página web, tienen el mismo espacio y las mismas posibilidades de ser vistos por el mundo de internautas. Y esto tiene que ver con, quizás, lo que soñaron algunos genios como Julio Verne, o Ray Bradbury. Invito a quien no lo hizo todavía a recorrer una novela fantástica. Me permito recomendarles, si no la han leído todavía, “Fahrenheit 451”, que es la historia de un momento de ciencia ficción en el que se decide quemar todos los libros y perseguir a quienes los defendían. Entonces, el movimiento que surge entre la gente propone memorizar los textos y conformar una especie de comunidad en salvaguarda de la cultura. Vaya paradoja, los que se encargaban de prender fuego esos libros eran los bomberos. O sea, toda una ironía que se permitió Bradbury hace muchos años y que fue desarrollada en una película fantástica que hizo el genial François Truffaut.
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Cuando me puse a pensar en que se seguían equivocando al pensar en nosotros para hablar de esto, me puse a considerar la emoción que sentí el día que El Sol, mi diario, el diario por el cual tengo la camiseta puesta, puso su primer sitio web en funcionamiento. Y descubrimos, nosotros los periodistas, a veces “asnos”, que había un hincha de Quilmes en Australia que ahora se iba a enterar al instante de cómo había salido su equipo favorito. También nos dimos cuenta de que la interacción en este sentido corresponde a un concepto muy importante, muy personal, que permite este adelanto; es decir, la comunicación en línea, la comunicación con nuestra comunidad, las identidades y la posibilidad, para quienes nos gusta el periodismo, de tener todos los diarios del mundo y todas las revistas del mundo en pocos segundos. Un desafío realmente importante. Y hay algo fantástico, aún para quienes no dominamos el mundo de Internet, que es el hecho de cortar y pegar. En el texto de Word, es ese simple mecanismo el que hace que algo que apareció al final, y nos parece que forma parte del copete de una noticia, lo podamos desarrollar con más libertad. Antes, en la época de la máquina de escribir, cuando nos acordábamos de algo en la última línea, teníamos que modificar todo el original. Después de las máquinas de escribir vinieron las primeras computadoras, y el mundo a partir de los ‘90 explotó para bien por Internet. ¿Hay cosas malas? Sí, por supuesto que también las hay. El consejo que me permito dar desde lo profesional, es mantener la sabiduría de aquellos que defendían los libros en Fahrenheit, para aplicarlo a Internet porque así vale mucho más el recurso. Así uno puede aprovechar la mayor cantidad de páginas posibles y nutrirse, en una recorrida en pocos minutos, sobre la biografía de Borges, Bioy Casares, o el último centro delantero del Atlas de México. Y esto es fantástico. Esto lo estamos viviendo ahora y lo soñaron esos próceres escritores que marcaba en algún momento. ¿Cuáles son las contras de Internet, informativamente hablando? Dependen de la responsabilidad profesional de cada uno. Es decir, los sitios están abiertos a todos aquellos que quieran escribir, y allí el hombre puede ejercer lo que mejor hace, que es la destrucción, la infamia, el agravio, el tratado de ideas como el nazismo, la discriminación y otras cuestiones. Es decir, Internet no es ajena y los medios tampoco, a esas realidades. Marco como punto fundamental, entonces, que el criterio profesional y la ética de cada uno va a influir en ellos. Nos podemos equivocar, por supuesto, pero tenemos que tratar de ejercer esta maravilla de herramienta con la mejor idoneidad.
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Y para cerrar esta exposición, y rendir homenaje a Piscitelli, quería destacar un informe que salió publicado hoy en Infobae -diario por el cual cualquiera puede tener gusto o no- donde dice que, según un estudio, el 91% de los empleados utiliza la web con fines personales. Esto también es un riesgo al cual somos proclives los periodistas. Es decir, la tentación de ingresar a contenidos ya no para el trabajo ni para lo mejor, sino para el esparcimiento, para jugar por los puntos, evadiendo la tarea de informar. Insisto, no somos ajenos. Y en cuanto a esto, me parece que el común denominador sigue siendo que el ser humano tiene la posibilidad de determinar qué uso va a hacer de una herramienta fantástica como es Internet o como lo es un teléfono celular con cámara, grabador y video. Eso nos permite ser hiper periodistas y prescindir de un equipo de trabajo: una persona con un teléfono digital que es testigo de un accidente o un evento notable, lo puede transmitir al instante en la web. Y el común denominador sigue siendo el criterio personal. Aquel espíritu que marcaba Bradbury con su novela sigue siendo el eje de las grandes fantasías. Y quienes somos periodistas, y hablo entre colegas y estudiantes de periodismo, sabemos que no hay posibilidad de ejercer esta profesión sin tener utopías pendientes. Internet es una herramienta fantástica para eso.
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La influencia de Internet en los medios tradicionales
Hugo Grimaldi
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Hugo Grimaldi es periodista radial, televisivo y gráfico especializado en temas económicos. Actualmente se desempeña como Director Periodístico de Agencia Diarios y Noticias (DyN) y coconduce “Diario x Radio” en radio El Mundo 1070 Khz. Fue Sub Director del diario El Cronista Comercial hasta el 2001 y condujo programas de radio y televisión (Desayuno de Negocios y Segmento Económico de Cablevisión Noticias). Además es docente, consultor en comunicación corporativa e institucional, conferencista y habitual conductor/moderador en seminarios y/o jornadas de capacitación para periodistas.
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La influencia de Internet en los medios tradicionales Hugo Grimaldi No sé por qué algunos compañeros comenzaron por la edad. Yo no voy a decir la mía porque ya se darán cuenta de que tengo alguna experiencia. Y además les cuento que tengo nietos, y esto viene a cuento por algo que les voy a decir en seguida. En este momento soy el director periodístico de la agencia DyN, una agencia de noticias que se encuentra en un cambio muy profundo con respecto a muchos conceptos periodísticos que, hasta hace algunos años, cuando yo llegué, no existían. Es lo último que me faltaba hacer en periodismo, porque hice -y hago- radio, televisión, trabajé en diarios, fui subdirector de El Cronista Comercial… con lo cual tengo mucha experiencia, en prensa gráfica fundamentalmente. Pese a eso, me faltaba una agencia de noticias, aunque también he colaborado en alguna página de Internet, pero allá en la prehistoria. Ahora me encuentro liderando un cambio sin tener, quizás, ni la formación ni la edad como para pensar en estas cosas tecnológicas que mis nietos manejan mucho mejor que yo, que de vez en cuando me equivoco con el botoncito del mouse. Pero hay algo que les puedo dejar como un consejo de alguien más viejo que ustedes, y es el hecho de que en esta profesión nunca se deja de estudiar. Y es lo que hice, me senté a estudiar, a leer, a comprender el fenómeno. Y de esta manera estamos “dando vuelta” una agencia que cumplió 25 años. Lo estamos haciendo bajo otros conceptos, como el de la instantaneidad que le ha agregado Internet, y que, precisamente, es lo que la obliga a cambiar. Primero yo les quería contar qué es una agencia de noticias para que, en todo caso, sepan por qué se dice una vieja frase de la United Press, que hay “un cierre por minuto”. No es como un diario, no es como una revista, mucho menos. Allí, cuando el Jefe de Gabinete presenta al nuevo Gabinete Nacional, uno lo tiene que tomar en el instante y lanzarlo al aire inmediatamente. Esto lo venían haciendo las agencias Reuters, AFP, Télam, o DyN desde hace muchísimos años. Claro, antes se realizaba a través de los teletipos, y más tarde, por radio. Hoy se hace a través de Internet. La agencia
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de noticias asimila el mismo concepto de un portal, que, con la inmediatez del segundo a segundo, tiene la noticia en el aire. Y la agencia de noticias tiene todo el expertise para hacerlo. Por eso creo que allí le llevamos cierta ventaja a los portales de Internet que de a poco se van aggiornando, van evolucionando y nos ponen en un brete de competencia que nos hace también a nosotros ponernos en esa carrera. La agencia de noticias arma información para medios profesionales fundamentalmente; para otras radios, para canales de televisión, para diarios, para otros portales de Internet. Yo me pongo muy contento cuando, cinco minutos después de que DyN tenga en el aire una información, Infobae, Perfil, Clarín, La Nación, sacan nuestra información, y en algunos casos nos dan el crédito, en otros nos ponen el cable exactamente igual como lo recibieron. Claro que ya se ha perdido el nombre; ya no son cables porque esto es, también, parte de la antigüedad. Ahora son despachos. Esto sale prácticamente con la velocidad de un rayo y a los cinco minutos están ahí. Nosotros nos ponemos contentos porque comparamos los horarios y decimos “estamos primero”. ¿Y cómo llegamos primero? Fundamentalmente porque tenemos una gran red de corresponsales, de acreditados, de enviados. La semana pasada estábamos en Chile, con el presidente, y nos dimos cuenta de que en vez de haber mandado a una persona, tendríamos que haber enviado a dos porque había diferentes focos de noticias y nos estábamos perdiendo cosas. Pero, simultáneamente, teníamos, como tenemos todos los días, acreditados en la casa de gobierno, que nos estaban supliendo desde acá lo que nuestra enviada no podía mandarnos desde Santiago. Y, paralelamente, nuestro enviado en el Departamento de Policía reporta un incendio, o el accidente o un asalto que sufrió el Vicejefe de Gabinete. Bueno, estamos en todos los lugares que podemos y, hoy por hoy, ni los portales, ni los medios gráficos que tienen su página de Internet han podido desarrollar una presencia similar. Así que en ese aspecto creo que llevamos una ventaja. Internet nos obliga a volver a ser una agencia de noticias vibrante, una agencia de noticias en donde sí se da “un cierre por minuto”. Pero no sólo Internet, también la radio, que es quien más se acerca a nuestro concepto, porque los movileros -que a veces son tan molestos, tan malos entrevistadores, y que se van para el lado de los tomates, y que están cubriendo un incendio y al ratito un asalto y al otro rato a un político- también nos obligan, porque ellos están de modo inmediato.
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El teléfono celular hace de las suyas al respecto. Y eso alerta inmediatamente a los canales de televisión, que salen corriendo, sobre todo los canales de cable, que también se han convertido en un competidor muy fuerte de la agencia de noticias. Por eso nosotros hacemos permanentemente lo que en nuestra jerga llamamos “urgentes”, que en otros lados llaman “alertas” o en otros “último momento”, porque eso es lo que nutre, lo que alerta, precisamente, al resto de los medios. Y la agencia de noticias está virando ante tanta competencia tecnológica para seguir el mismo camino. Además, tratamos de darle una especialización adicional a la noticia. Porque si todos tenemos lo mismo, si haciendo un clic podemos bajar lo que le está diciendo el Rey de España al presidente Chávez o lo vemos en la televisión, ¿Qué más tenemos para decir nosotros, si hoy la noticia es un commodity que se compra y se vende, y es más, está gratis, en la web? Las agencias de noticias están tratando de ponerle contenido adicional, contenido de opinión, contenido analítico, algo que la noticia “pelada” no trae. Y esa es una segunda faceta que estamos cambiando desde lo formal para darle a la noticia un valor agregado imprescindible para la comprensión. Yo creo que las agencias de noticias están virando, y DyN lo está haciendo, hacia nuevas formas de canasta multimedia: intentan tener páginas de Internet muy activas, videoconferencias, chat, inclusive su propia emisión de radio. Esto ya ocurre en el exterior. La agencia EFE tiene su propia radio y otro tanto ocurre con Reuters. Además crece el valor de las infografías, las animaciones y fotografías. Parece ser que hoy la imagen de la televisión dice más cuando un policía le pega a una persona y le abre la cabeza que la foto. Sin embargo la foto de DyN con ese señor con la cabeza rota apareció en casi todos los medios locales e internacionales que nos la vinieron a comprar. Porque de eso vivimos, de venderle nuestras noticias a los demás. Tenemos una muy buena lista de abonados. Como les dije antes, diarios, radios, canales pagan por esos servicios, pero quieren cada vez más velocidad, instantaneidad y, sobre todo, valor agregado en los contenidos. Además de las radios y de la TV de cable, competimos también con todo el periodismo por Internet, con los sitios de noticias, los portales y los periódicos digitales que se financian fundamentalmente con banners publicitarios. Son directa competencia de la agencia, y están administrados por periodistas profesionales.
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Pero también hay una gran cantidad -yo diría millones- de personas que hoy hacen esto que se ha dado en llamar “periodismo ciudadano” mediante los blogs. Es un fenómeno que no tiene 10 años todavía pero que genera la apertura de millones diariamente. ¿Qué se ve en un blog? Bueno, se ve la recopilación cronológica de lo que cada uno escribe de ahora hacia atrás. ¿Eso -ustedes me dirán- es competencia para una agencia que está tan abierta, tan diseminada? No en lo inmediato y pensando en ser un medio profesional, pero sí en atraer la atención de un montón de potenciales lectores que se van a ese tipo de aparición novedosa en Internet porque, quizás, los está reflejando a ellos mismos. Y es lo que los medios tienen que buscar hoy por hoy: reflejar cada vez más la vida ciudadana y explicarle a la gente cuáles son las herramientas que les pueden dar mejores posibilidades. Existen los fotologs, en los que cualquiera de ustedes puede tener sus fotos puestas todos los días, con mucha gente ávida por mirarlo, y gratuitamente. Y hay variantes también: los videologs, y los podcast, que es sonido en MP3 por RSS. Este último, es un sistema que empezamos a utilizar con nuestras alertas. Alertas que también damos a través de los mails, pero de a poco nos va ganando la tecnología y apurándonos para salir con esas nuevas variantes. Hoy por hoy ambas modalidades, la del periodismo profesional y la del periodismo más individual, en la que todos ustedes pueden entrar porque es de muy fácil acceso y de llegada para todo el mundo, son parte de la cultura de comunicación de estos días y coexisten. Creo que no tenemos que buscar, por parte del periodismo más profesional, anularlas; sino al contrario, hay que tratar de mostrarse mejor y competir con ellas para que nos sigan prefiriendo los lectores y para que los periodistas que hacemos nuestra tarea de un modo mucho más ortodoxo podamos, en todo caso, seguir teniendo cabida. Estos medios nuevos reflejan las vidas individuales de las personas que se sientan a escribir allí. Uno tiene que pensar, desde lo social, qué los impulsa hacia el individualismo: ¿la necesidad de comunicarse o la pasión por la noticia?, ¿qué les hace poner su punto de vista antes que la noticia “pelada” que todos nosotros, en primer año de cualquier curso de periodismo, aprendemos a desarrollar? Creo que lo importante de cada una de estas nuevas formas de comunicación es que apuntan a la segmentación, algo que las agencias de noticias y los diarios todavía no hacen. Quizás en algún suplemento se apunta a un público más específico: un suplemento de salud, notas especiales sobre arquitectura o lo
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que fuere. Las manifestaciones de Internet, o por lo menos las relacionadas con el periodismo, tienen algo más de individualismo que una agencia o que un medio más tradicional que busca masificar o socializar una información que después cada uno puede “masticar” y discernir a su gusto. ¿Qué ventaja tiene la agencia de noticias con respecto a todo esto que se ve hoy como un fenómeno imparable? Básicamente, las agencias tienen seguridad. Es decir, todo lo que publican lo chequean. Nadie en DyN publica nada si no tiene la información chequeada por, al menos, dos fuentes. Parece ser una perogrullada esto que digo, pero hoy por hoy, se tiran por la borda todas estas “viejas máximas” del periodismo. Y a nosotros nos compran porque somos creíbles, porque somos seguros. Por supuesto, no queremos perder nuestro prestigio. Por eso nos aseguramos de cada una de esas cosas y buscamos que nos crean de modo permanente. Queremos cambiar y nos estamos replanteando parte de ese cambio, proporcionando contenidos más analíticos, enfoques más originales, algo más de profundidad. En lo formal hemos achicado nuestros despachos y ya no son más de 60 ó 70 líneas. Actualmente no escribimos más de 30 ó 35 líneas y esto es también porque, quizás, luego es tomado por diarios y tienen poco espacio sus páginas. Por supuesto, todos tienen que vivir y los diarios tienen publicidad y eso les da posibilidades de subsistir. Yo diría que ese replanteo, en este momento, está en plena vigencia en DyN. En enero o febrero de 2008 ya tendremos la nueva página web con muchos de estos chiches, pero tratando de mantener la independencia, la pluralidad, el chequeo de fuentes, la seguridad, la credibilidad, todo lo que parece que para muchos está para ser tirado a la basura y que, aún así, nosotros consideramos que es lo que va a perdurar. Sabemos que una nueva tendencia es la del “periodista multiplataforma”: un chico o una chica muy adelantado en cuanto a lo tecnológico, que escribe, saca fotos y que filma y edita sus propios materiales. Esto genera varios replanteos dentro de lo estrictamente filosófico del periodismo. Uno de ellos es el papel de los editores. El editor ya no es más, en muchos sitios de Internet, quien edita y vigila el material. Cada uno lo publica de acuerdo a sus propios criterios. También quedan de lado los manuales de estilo porque, claro, cada cual escribe como quiere. Y de hecho, también, y creo que peligrosamente, pueden quedar de lado los cánones que conocemos hasta ahora sobre lo que es la ética periodística. Por supuesto, no estoy dispuesto a asegurar que va a ser para siempre.
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Obviamente, en algún momento tendrán que cambiar estas cosas. Pero estamos en medio de un proceso en el que nos tenemos que definir. Si les he sonado demasiado conservador, es quizás por la edad y por el hecho de no poder, a veces, pegarle al clic en el Mouse, cosas que hacen que me sienta un poco remiso a ciertos cambios. Pero me da la impresión de que nadie, ni yo ni por supuesto ustedes, que están embarcados en ese cambio, vamos a poder frenarlos. Con respecto a las agencias, quiero cerrar esta pequeña charla, aguardando después las preguntas que ustedes tengan, con una frase que ha dicho Leonard Brody, un canadiense que es fundador y jefe ejecutivo de Now Public [www.nowpublic.com]. El muchacho es hijo y nieto de editores de diarios, y ahora se dedica a este nuevo periodismo en el que todos pueden converger y dejar lo suyo, a punto tal que mucha gente escribe en su página. Lo que dijo es algo que le cabe muy bien a una agencia de noticias: “Lo importante es estar donde suceden las cosas”. Si uno está donde suceden las cosas puede hablar con los protagonistas, puede armar historias, puede interesar a los lectores, puede vender diarios, ser interesante en una radio, hacer un programa de televisión coherente y, también, tener una agencia de noticias que funcione al ritmo de la tecnología.
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La experiencia de la Agencia PeriodĂstica del Mercosur
Juan Alfaro
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Juan Alfaro es Jefe de Redacción y Editor de la Agencia Periodística del Mercosur (APM). Se desempeñó como Enviado Especial en Bolivia y en la IV Cumbre de las Américas y la III Cumbre de los Pueblos realizadas en Mar del Plata, en el 2005. Condujo y produjo el programa de radio “El Rock del Noticiero” en FM Norteña de La Plata y trabajó en la revista “El Oráculo Suburbano”. Se desempeña como ayudante de la cátedra “Seminario en escenarios políticos latinoamericanos” y como docente, coordinador y jefe de trabajos prácticos en los seminarios de grado y posgrado “Periodismo en Escenarios Políticos Latinoamericanos” de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.
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La experiencia de la Agencia Periodística del Mercosur Juan Alfaro Quizás, por ser el más chico en esta mesa, sea representante de la agencia más joven. Se trata de la Agencia Periodística del Mercosur (APM), gestada en un seminario a cargo del periodista Víctor Ego Ducrot dentro de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. La Agencia nació en 2004, justamente en noviembre, así que estamos cumpliendo un año más de vida. Desde sus comienzos apunta a formar una unidad académica dentro del signo de la Facultad para insertar en una práctica profesional a los estudiantes y periodistas que trabajan en ella. Una de las cuestiones más importantes para destacar es que, por distintos motivos, funcionamos con un soporte tecnológico basado en Internet. Esto permite un fácil acceso y además, no requiere toda la infraestructura necesaria para sostener una revista o un programa de radio convencionales. La APM es una agencia especializada con estándar profesional y una temática latinoamericana vinculada al Mercado Común del Sur. Cubrimos una agenda de temas relacionados con la integración regional, los procesos políticos, los escenarios a partir de una mirada del mundo desde esta parte del continente, desde el Cono Sur. Prácticamente podría asegurar que lo nuestro es periodismo netamente digital. Internet nos proporciona un sostén electrónico, como lo fueron en su momento el teletipo, el teléfono, la televisión o la radio; y eso nos permite llegar a una cantidad de público no determinado. Señalo este detalle porque, a partir de las mediciones, se puede saber la cantidad de ingresantes al sitio pero no con exactitud la llegada, el “rebote”, que excede el número de visitas. Con la capacidad tecnológica que tenemos hoy en día podemos saber de qué países y servidores provienen los 4.000 suscriptores que cosechó APM en sus cuatro años de vida. Sin embargo, no sabemos a ciencia cierta cuántas personas más nos leen, aunque estimamos que son entre 5.000 y 12.000 por día. La reproducción indirecta también forma parte de Internet, y es un fenómeno que divisamos al hacer el relevamiento de las publicaciones de nuestro material en distintos diarios nacionales e internacionales. Y como decía alguno de los disertantes, muchas veces, sin cita de fuente -aunque puede detectarse a partir
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de párrafos, títulos o autores-. Esta particularidad es lo que multiplica el espectro de llegada de nuestra información. Otro de los fenómenos que percibimos en el periodismo digital tiene que ver con el tratamiento que se le da a la información. Hace seis o siete años, el ciberespacio era un mundo de letras y algunas fotografías. Los cánones actuales del público cibernético, la vorágine de Internet y su amplitud de información nos llevan a considerar la redacción y el tipo de tratamiento que debemos darle a la información, a la noticia. Sin abandonar las reglas básicas del periodismo profesional, con la responsabilidad de brindar la información y su análisis, la Agencia está adecuándose a esta demanda. Ya no se trata de textos extensos sino más bien de contenidos más cortos que ponen en juego todas aquellas herramientas que tienden a mejoran la estética y el aspecto visual de la información, además de complementarla. Una de las cuestiones que nos diferencia como agencia tiene que ver con el análisis de procesos periodísticos. Basados en el modelo teórico desarrollado por un grupo de investigadores de la Facultad, indagamos en lo que denominaron “intencionalidad editorial”. Básicamente la idea tiene que ver con que el periodismo, como proceso, está inmerso en la disputa por el poder -en sentido político-. De allí que todo tratamiento que se le da a la información tiene un propósito, una finalidad que pretende conservar el poder, transformarlo o destruirlo. Todos sabemos que hay distintos sectores que hegemonizan los medios y que responden a la construcción de un poder. Frente a esto, y acorde a la postura de los fundadores, la intencionalidad editorial de la Agencia Periodística del Mercosur tiende a ser contrahegemónica. El modelo teórico también se desarrolla, y profundiza, en seminarios presenciales y virtuales a cargo de APM. Utilizamos las herramientas para la difusión que nos proporciona el Observatorio de Medios, encargado de rastrear el tratamiento que cada medio le da a distintas temáticas para identificar la intencionalidad editorial. Uno de los desafíos en los que está inmerso APM tiene que ver con la interactividad y la estética. Nos estamos replanteando el hecho de “jugar” un poco más, sin abandonar la responsabilidad periodística, con los recursos que Internet nos proporciona y que pueden hacer más sencilla la comprensión. Si uno lo piensa, la televisión
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“domina” la atención del público y reproduce imágenes que sintetizan, “mastican” la información y se la dan al público de una manera más fácil de digerir. Bueno, Internet va hacia eso. Está empezando a jugar con las pautas de la masificación de imágenes y la sobreinformación. Y en ese sentido tratamos de no perder terreno. Tratamos de no publicar textos largos y aplicamos las pautas multimediales establecidas sin perder el análisis y el método que tiene que tener una agencia periodística como la que tenemos nosotros. En estos cuatro años, cabe destacar que la APM no generó una gran estructura. Sin embargo logramos tener una muy buena llegada. Los periodistas que trabajan en ella son reconocidos por su firma y el material que difundimos es muy reproducido e, incluso, traducido a distintos idiomas tanto en Europa como en Asia. Y esto me permite un comentario aparte, los buscadores tienden a sobreinformar, pero hoy de manera muy desordenada. Recuerdo que hace tres o cuatro años eran mucho más precisos en la búsqueda. Hoy en día ponés una palabra y aparecen millones de cosas y la tarea en lo personal como editor y jefe de redacción de APM es que la vorágine y el fácil acceso a la información que tiene Internet, más allá de que aún sea restringido en los países mal llamados tercermundistas, tiene que ser responsable y apuntar a un tratamiento responsable de la información. Hoy en día es muy difícil, como decía uno de los panelistas, llevar a cabo un proceso periodístico serio, con un estándar profesional. Es un trabajo laborioso. Nosotros no tenemos ninguna pauta publicitaria porque coincidimos con la visión de la Universidad Pública de dar un servicio gratuito a todo aquel que lo quiera, y que puede ser reproducido de las misma manera. Aún así, sin ingresos por publicidad, con estudiantes capacitados, profesionales, periodistas y graduados, apuntamos a brindar un servicio lo más profesional posible. El desafío está en poder llegar con ideas, con información contrahegemónica a los distintos lugares del mundo pero sin perder las pautas que se generan en los escenarios con la coyuntura que va cambiando.
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Periodismo Ciudadano
Pablo Altclas
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Pablo Altclas tiene 32 años y es periodista especializado en Internet y nuevas tecnologías. Estudió Diseño de Imagen y Sonido en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Actualmente es productor publicitario y de televisión y se desempeñó como columnista del Canal C5N. Es precursor del Periodismo Ciudadano Móvil y fue el fundador y director de Crónicas Móviles [www.cronicasmoviles.com.ar]. Se desempeña, además, como Blogger [cronicasmoviles.blogspot.com] y como emprendedor creativo de nuevos medios.
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Periodismo Ciudadano Pablo Altclas Bueno, mi nombre es Pablo Altclas, soy Productor Ejecutivo de televisión y hace cuatro años que me dedico como especialista al mundo de los blogs, videobloggins, fotologs, y todos los medios alternativos y nuevas miradas que hacen noticias. Voy a disentir un poco con los panelistas que me acompañan. Yo no creo en los medios, no creo en las agencias; creo en los blogs. Creo en los doscientos millones de blogs que existen y en el millón que se generan por mes. Creo en la mirada de la gente y no en la mirada de los medios. Esa es mi presentación. Desde hace un tiempo atrás me dedico a analizar y estudiar Internet: la manera en como la gente se comunica, su participación en comunidades, las razones por las que estamos en Internet y por las que no. También indago sobre el por qué nos comunicamos y de qué manera lo hacemos, y cómo podemos tener nuestro lugar con herramientas que están al alcance de todos. En algún momento de mi vida, me dediqué a un proyecto que caducó [N. del E.: el sitio Crónicas Móviles], y eso fue lo que me dio la posibilidad de estar acá charlando con ustedes. Fui el creador de un movimiento que se llamó “periodismo ciudadano móvil”. La idea consistía en que todos pudieran tener su lugar en la web a partir de celulares con cámara. Y más adelante les voy a contar cómo surge la idea. Lo que se me ocurrió para esta charla fue traerles unos ejemplos en video y algunas páginas web. Quiero que sea precisa, breve, no voy a ahondar en temas que no se entiendan. Me gusta hablar sobre cuestiones sobre las que después, ustedes, puedan investigar en la web. La idea de esta introducción es ver los ejemplos que traje referidos al proceso evolutivo de cómo el periodismo, frente a los acontecimientos actuales más importantes a nivel mundial, cubrió los diferentes temas de distintas maneras. Primero voy a hablar de los atentados en Estados Unidos y qué pasó con Internet; después de los atentados en Londres, que es donde surge mi proyecto y por el cual muchos medios utilizan el periodismo ciudadano móvil, y terminaremos con lo que está pasando ahora. Una cosa que es importante y quiero aclarar es que en la web van a encontrar todo de mí. Soy como un participante de Gran Hermano Virtual. Pueden encontrar mi teléfono, el lugar en el que vivo, fotos mías, 81
pueden enterarse de lo que hago y de lo que no. Soy totalmente democrático, y creo en la democracia informativa de Internet. El primer informe que vamos a ver se llama “Internet colapsa”. Lo hice hace muy poco para el canal C5N, del que me retiré hace poco menos de un mes por diferentes motivos. Vamos con el primer informe [disponible en http://www.vimeo.com/394750]: “El 11 de septiembre del 2001, a pocas horas del peor atentado de la historia, los diarios de todo el mundo imprimieron ediciones especiales. Terror, guerra, muerte y dolor fueron las palabras unánimes de todos los diarios del planeta. Pero la cobertura informativa del mayor atentado terrorista adquirió una nueva dimensión en la web. El relato de cada ataque pudo seguirse online, casi en tiempo real, a pocos segundos de haber sucedido. La información periodística fue inmediata, paralela a una realidad que no terminamos de entender. Los medios online en sus portadas acompañaban la noticia de imágenes fotográficas, archivos de video y gráficos animados. Por primera
Imágenes del video “Internet Colapsa”
vez Internet se igualaba a la televisión y presentaba su batalla. La masiva consulta de navegantes en la web saturó los portales de noticias de todo el mundo. La inmediatez de la información publicada y la consulta mundial provocó el primer colapso de la historia de Internet. Los diarios online tuvieron que habilitar segundos portales con sus homes a la mínima expresión, para hacer frente al exceso de tráfico y permitir más accesos. Exceso o no de información es una pregunta que muchos se hacen. Pero el deber de informar es nuestra tarea de siempre”.
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Los grandes acontecimientos mundiales son los que generan que los medios tengan que llegar, como dijo uno de los panelistas, a una instantaneidad que muy pocas veces se logra. Los ataques terroristas fueron el comienzo de lo que ahora se está dando, y en lo que soy especialista: el periodismo ciudadano. Los grandes portales tenían que contar su mirada de lo que estaba sucediendo y no terminaron de hacerlo cuando ya se estaba cayendo la segunda torre o explotaba el Pentágono. Frente a la inmediatez de los acontecimientos, los atentados se hacían muy difíciles de relatar. Puntualmente en este caso, Internet colapsó porque los portales no dieron abasto. El diario El Mundo, por ejemplo, llegó a casi treinta millones de visitas en un solo día. Y algo similar ocurría con el resto de los medios on line, que se veían obligados a “salir” con pequeñas páginas web muy simples, sin nada de gráfica, para responder a la demanda de los cibernautas. Acá hay un punto. Los blogs tienen un crecimiento muy importante, existen hace muchos años pero hace cuatro explotaron de una manera impresionante. En julio de 2005 yo tenía un blog que se llamaba Crónicas Móviles [http://cronicasmoviles.blogspot.com]. En ese momento me había comprado un teléfono que no existía en Latinoamérica. Lo mandé a pedir a China, con un precio altísimo y me endeudé como pocos. Empecé a sacar fotos de Buenos Aires con mi celular, y a subirlas. Yo miraba con el celular. En Latinoamérica no había gente con ese tipo de aparatos todavía y lo que pasó fue que empecé a recibir mensajes de todo el mundo que me pedían que fotografíe el barrio de sus amores. Entonces tomaba un taxi, sacaba la foto con mi celular y la subía en el momento. Así empezó el proyecto que después se llamó Crónicas Móviles. El blog comenzó como cualquier otro: una cosa muy pequeñita para los amigos, con 15 visitas diarias. De la noche a la mañana creció hasta llegar a las 15 mil entradas. Todo el mundo quería ver qué hacía Pablo con su celular, qué fotos sacaba, cuál iba a subir o qué cartel interesante había en Buenos Aires. Este blog tenía una mirada distinta a la de un fotógrafo de un medio. Con el celular uno tiene que acercarse al objetivo y no al revés. Y lo mismo pasa en un recital: lo cubrís desde tu mirada y no desde la mirada que lo hace un medio. Tiene, para mí, otro valor, el de la autenticidad, como la nouvelle vague. Esa esencia que
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tenía ese cine francés de autor donde el mismo tipo era productor, escritor, fotógrafo, sonidista, iluminador, era de todo un poco. Volviendo al caso puntual, el 8 de julio de 2005 ocurre el atentado en Londres. Yo trabajaba en Canal 9, era productor de eventos, y sentado en mi computadora veo que las cadenas del mundo empiezan a dar la noticia. No sé si recuerdan pero la BBC de Londres cubría los atentados de una manera muy particular: no mostraba realmente lo que estaba pasando. Aparecían imágenes de una cámara en particular, en diagonal, donde no se veían ni heridos ni muertos, ni nada. Por necesidad se me ocurrió la idea de contactar a una persona que tenía un blog, y le dije “andá con tu celular y por favor informame de todo lo que está pasando en Londres”. No lo conocía. En ese momento nos hicimos amigos. Él se fue con su teléfono y sacó una foto que fue tapa, al otro día, del diario 20 Minutos de España, del New York Times y de la BBC de Londres. Y yo no soy dueño de una agencia, soy Pablo, nada más. A la mañana siguiente, el diario 20 Minutos de España ponía “como dice Pablo...”, y “como dice Pablo” soy yo. No había nadie detrás mío, no era una empresa gigante. Los medios no cubrían la realidad, la mirada ciudadana cobraba valor, los fotologs y los moblogs, como se llama a los que trabajan con los celulares, aportan otro punto de vista de la realidad. Ahí nacía Crónicas Móviles como un proyecto en el cual la mirada ciudadana, el periodismo ciudadano, cobraba valor. Tu mirada tenía su lugar en los grandes medios. Lo cerré hace muy poco por un simple motivo. Las herramientas están para usarlas, y mi proyecto fue pionero, fui el primero en pensarlo y hacerlo, pero ahora lo puede hacer cualquier persona. Cuando sucede un acontecimiento que los medios no pueden cubrir, lo cubre la gente. ¿Por qué? Porque los grandes medios no están donde está la gente. En este momento hay millones de celulares en el mundo. En Argentina hay cada vez más, creo que dos por persona, en Chile hay tres por persona, y los grandes medios no están llegando a donde está la noticia. Por eso recurren a la gente. Cuando sucede un acontecimiento en el cual la noticia toca a todos, convocan al público. Recuerdo el caso del granizo. Nos caían fotos de celulares y teníamos granizos de todo tipo: de Mataderos, de Puerto Madero, granizo de Morón, de Quilmes, de mi casa, de la terraza. Considero que las noticias tienen que ser contadas desde todos los puntos de vista. No creo en la mirada de una sola mirada, ni a la derecha ni a la izquierda.
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Veamos el siguiente video [disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=x8-ek9YK-mM] “27 países censuran en la web en materia política, social o de seguridad. China, el gigante asiático, es uno de los 27 países del mundo que OpenNet señala como censores de la web. OpenNet es una organización formada por las universidades de Oxford, Cambridge, Harvard y Toronto, que han estudiado los filtros que los gobiernos aplican en materia política, social y de seguridad en la red. Existen muchas escalas y motivaciones. Hay los que filtran el acceso a determinadas páginas que consideran moralmente inapropiadas. O los que eliminan cualquier referencia política que no concuerde con los intereses de su gobierno. Para conseguir encontrar los sitios, los gobiernos cuentan con la ayuda de los grandes buscadores de Internet. Hay otros cinco países en los que OpenNet considera que la censura política es máxima. Irán, Antigua Birmania, Siria, Túnez y Vietnam. Según datos de Reporteros Sin Fronteras, la asociación que
Imágenes del video “Censura” presentado durante la conferencia
defiende la libertad de prensa y a los periodistas, en Irán fueron clasificados más de un millón y medio de portales inmorales. Entre ellos los vinculados con los derechos de la mujer. En Arabia Saudita, son bloqueados los portales y blogs que hablen sobre Israel y la sexualidad. En Cuba la conexión privada a Internet es difícil y rara, y en Corea del Norte sólo pocos funcionarios tienen acceso. La censura impide las ideas, la información y los pensamientos independientes”. El nuevo miedo de los gobiernos es Internet. Los países tienen terror a los blogs y a la mirada de la gente y por eso se genera la censura. En este momento es cada vez mayor y los “ciberataques” suceden uno tras otro. “China ataca Kamchatka”, como si fuera el T.E.G., los países tienen que crear ejércitos virtuales. El país que más censura en la web es China. Unos veinte mil ciberpolicías chequean todas las páginas a las que uno ingresa. Cada entrada a algún sitio va a unos servidores especiales y ellos se encargan de examinar si es pornografía o si se habla mal del gobierno, y si es así, la “bajan” en el momento, no dura on line ni un segundo.
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Seguramente van a preguntar ¿Cómo creer en los blogs? Bueno, un blog se crea con información verídica que se genera todos los días. Obviamente hay millones que dicen estupideces o aportan noticias que no sirven para nada. Pero hay muchos bloggers en todo el mundo que ejercen el periodismo con responsabilidad y su constancia al publicar noticias fehacientes los convierte, después, en medios. El próximo informe [disponible en: http://www.vimeo.com/392887] tiene que ver con un tema más actual: “Dos días después de la represión en las calles de Rangún, Internet, el primer enlace con el exterior, dejó de funcionar este viernes. La reacción del gobierno llega después que los ciudadanos birmanos utilizaran la web para difundir imágenes y opiniones por medio de los blogs con mirada ciudadana. La ex Birmania ocupa el puesto 164 de 168 países en cuanto a la falta de libertad de prensa. Los cibercafés que quedaban abiertos hoy aparecieron también cerrados, después de que las autoridades militares ordenaran su clausura desde que empezó la represión. Los birmanos utilizaban estos locales con conexión a Internet para enviar al exterior fotos y videos de la intervención militar. En algunos países, Internet es el nuevo enemigo
Imágenes del video “Informe Birmania”
público” ¿Conocen el caso de los monjes? En Birmania la represión ideológica llegó también a la represión de Internet, porque la única salida de los monjes para contar su mirada era a través de los celulares y de los blogs. Y pasó lo que tenía que pasar, fue todo censurado y los monjes dejaron de comunicar lo que estaba pasando realmente. Vamos a ir cerrando. Una imagen del diario La Nación, que define mi postura.
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Creo que esa foto debe ser increíble. El muchacho que la tiene, si la vendió, se habrá hecho millonario. O quizás no, pero la habrá vendido muy bien. Los celulares están cambiando la manera de comunicar, es una nueva manera de expresión, uno puede ser director, puede ser fotógrafo, puede ser editor, puede ser productor. Creo en las nuevas tecnologías. Las tecnologías están al alcance de todos, usémoslas, armemos blogs, participemos, y estemos en esta web que llaman ahora web 2.0; tengamos podcast, tengamos videobloggins. Creo en la democracia informativa, creo en la comunicación, creo también en la diversidad de información, y para cerrar, creo también en los profesionales de los blogs. Nada más, eso es todo.
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Foto de Reuters publicada en La Nación el 29 de octubre de 2006
Preguntas del Público [Público] Quería preguntarle al señor Autalán si a partir del surgimiento de la página web de “El Sol” hubo una diferencia con respecto a la venta del diario en papel. Luis Autalán: La verdad es que no cayó la venta. Con este nuevo formato la página web El Sol ofrece la edición digital y la edición gráfica diferenciadas. La versión digital cuenta con mayor asiduidad en la actualización minuto a minuto. La versión impresa posee los mismos contenidos del diario y se renueva después de las 12 de la noche, que es cuando el producto entra en fase de impresión. Hoy terminamos de revisar las estadísticas que surgen a partir del nuevo diseño del sitio y notamos que se ha incrementado notablemente la cantidad de visitas. Además hay un mayor nivel de intercambio a partir de la posibilidad que dan algunas notas de dejar una opinión Ya sea a favor, en contra o simplemente disgustado con lo que redactan -que es lo mejor que puede pasar-. [Público] No tiene mucho que ver con las nuevas tecnologías, pero ya que está presente un representante de Torneos yCompetencias, quería preguntarle ¿cuáles son los criterios que se tienen en cuenta en relación al contenido, más específicamente a la duración que se asigna a cada partido y/o equipos? ¿Esa relación tiene que ver con lo económico o con la calidad como espectáculo de los mismos? Guillermo Mérega: Hace dos o tres años cambiamos la manera de hacer Fútbol de Primera. Antes se veían dos partidos y un show de goles de la fecha. Básicamente eran Boca, River y algún otro partido. Pero ahora el objetivo es el espectador tenga que estar dos horas sentado frente al televisor. Prácticamente no hay cortes publicitarios, y si juegan dos equipos de los denominados “chicos” y el partido salió 4-4 hay que darle el tiempo necesario para el desarrollo. Cuando empezó Fútbol de Primera no se televisaba ningún partido. Ahora se televisan todos. Y si uno es seguidor del programa se dará cuenta de que va cambiando año a año. Tratamos siempre de incorporar tecnología, de que sea un programa líder en donde descubras cosas nuevas que no viste en ningún lado, más allá de que es la primera pantalla para ver los goles. Hoy lo más importante es Boca por una cuestión lógica de mercado. Pero se trata de ser justo con todos, lo cual es muy difícil. Ahora se televisan los diez partidos y no es lo mismo el sistema codificado al que la gente tiene menos acceso que la transmisión por TyC Sports, que se ve mucho más. Esa situación genera una inmensa expectativa porque mucha gente ya lo vio y uno no. Por eso tratamos de mantener, de principio a fin, el interés durante las dos horas que dura el programa. [Público] Tanto Grimaldi como Mérega hablaron de la necesidad de especializarse por parte de los periodistas, ¿cuáles serían los requerimientos específicos de esa especialización? 88
Guillermo Mérega: Hay un concepto muy importante que es el de la educación y es la base fundamental. Pero también es cierto que cada vez hacen falta profesionales para cubrir tareas más específicas. Antes no existían los canales deportivos, ahora sí. Y no sólo existen sino que ya hay canales de deportes específicos. Hay un canal de golf, por ejemplo. Es cierto que lo ve un determinado público pero también es una realidad que quien está mirando un programa quiere que le hable alguien que sepa de golf. Creo que todos somos fanáticos de alguna actividad, cine, fútbol, lo que sea. Y no hay nada peor como espectador que saber más que la persona que está hablando y darse cuenta de que lo están “verseando”. Una cosa muy importante para nosotros es esa, que la persona que está delante de cámara tenga conocimientos sobre lo que está hablando. Y junto con esto, me parece fundamental que quien tome un micrófono sepa comunicar claramente aquello que se quiere transmitir. También es muy importante, en el fútbol, conseguir relatores, comentaristas y periodistas que sepan preguntar en la cancha a los protagonistas. Es muy difícil conseguir comentaristas de fútbol, gente que sepa explicar lo que está pasando. Como verán son cosas muy específicas. Quien relata no puede comentar, quien comenta no puede relatar, es decir, hay tareas que son muy específicas. Hay relatores con más de 40 años de experiencia que, te puede gustar más o menos, no es el punto, pero hoy por hoy Macaya Márquez es comentarista de fútbol. No relata fútbol. A lo que voy con la especificidad es a eso. Creo que surge de la gente, de nosotros mismos como consumidores. Yo quiero que, si estoy mirando determinado deporte que me gusta, me expliquen bien lo que está pasando. Insisto, no hay nada peor que darse cuenta de que alguien que está relatando un partido de fútbol, una carrera, dándote una noticia política, no sepa de lo que está hablando. Y en esta profesión hay muchos periodistas que son lectores de cables. Hugo Grimaldi: Dos líneas solamente. Durante los últimos años tuve la oportunidad de contratar periodistas recién salidos de la Universidad. En todos los casos la experiencia fue deficitaria, ya que la formación que ellos habían recibido no encajaba con el estándar de trabajo que tenemos en DyN. Cuando estaba en El Cronista Comercial, que es un diario eminentemente económico, notamos que había una gran resistencia de los jóvenes, y sobre todo de los recién graduados, a realizar periodismo económico. Por lo tanto, fuimos al revés. Tomamos economistas y los transformamos en periodistas. Y nos fue mucho mejor con esa experiencia. La Universidad no tiene más remedio que preparar a periodistas generalistas, pero no estaría mal que en algún momento se empiece a pensar en darles algunas nociones de especialización, algo que después en las redacciones se va adquiriendo. No es que cada uno se agarra una quintita, sino que naturalmente en periodismo es necesario que alguien cubra el rubro Salud, que es inmenso, otros que cubran Educación, que es tremendo. Y dentro de Economía, por ejemplo, sub especializaciones, como macroeconomía -que es donde mejor rindieron los economistas
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puros-, periodismo empresario, finanzas. Todas son diferentes y sería interesante que las universidades formaran a sus alumnos pensando en que las redacciones van a requerir estas especializaciones. Los chicos que me han llegado de universidades, en general, han venido muy “tiernos” en cuanto a lo que es el mundo real. Y hay que invertir mucho tiempo y esfuerzo en darles una formación adicional, sobre todo en estas cosas. En la actualidad Internet nos bombardea y surge la necesidad de tener gente que empiece a tomar cada uno de esos nichos. [Público] Ustedes se han referido al avance y las maravillas de las Nuevas Tecnologías y, de forma paralela, a los problemas de la calidad en la información, pero no hubo casi una conexión ¿hay algún aporte que hagan las nuevas tecnologías a la calidad de la comunicación? Hugo Grimaldi: Bueno, esa es una duda importante, y, si se me permite, se la quiero remitir a Pablo [Altclas], porque se declaró como un arduo defensor de la mirada de la gente, no de la de los medios, y sin embargo presentó una fotografía hecha por un reportero gráfico, una hermosa fotografía de Lula y una señora al lado, sonriendo, en un plano casi perfecto, con la luz adecuada, y un teléfono celular delante de la cara de Lula. Y ahora sí la pregunta para Pablo: ¿no se corre el riesgo de que, por ser tan taxativo en tu modo de pensar, estés tirando por la borda la calidad de un ser humano que saca una foto profesionalmente en beneficio de otro que la ha sacado simplemente por un mero placer personal? Pablo Altclas: La foto que puse la puse por un solo motivo, por la cercanía del celular. Seguramente no salió cercana porque los celulares no tienen buenos objetivos, de hecho es una cámara VGA, que saca en 640x480, así que la calidad no creo que fuera buena. De todos modos respondo una cosa y luego la otra. No creo en las calidades de los productos, de una fotografía o en la buena imagen de los videos. Me parece que lo importante es la manera de comunicar las noticias. Esa, por lo menos, es mi política, la forma en que veo la información. Es verdad que la foto de La Nación es muy buena y tiene un plano increíble pero lo que resulta importante es cómo sacó la foto con el celular, cómo se acercó y la mirada que puso en juego. Creo plenamente en ese fotógrafo y en ese cronista móvil. Seguramente su foto en el medio donde trabaje va a tener el mismo valor que la del diario La Nación. Me parece que no siempre tiene que ser la fotografía de un periodista profesional la que termine en la tapa de un diario. Por supuesto que la pregunta que se me hace en todas las universidades cuando voy a dar charlas tiene que ver con el valor informativo de un blog. La respuesta insiste con el mismo concepto. El valor de tal o cual noticia se vincula con la veracidad de la información. Por supuesto que yo no chequeo todo el tiempo blogs que no me sirven para nada, la amalgama que queda es de mis lecturas de todos los días de blogs especializados que quiero leer. Y hay periodistas con blogs que hacen cosas muy profesionales y con una investigación muy precisa de lo que quieren comunicar. 90
Me acuerdo de una charla en la Universidad del Salvador hace menos de dos semanas. Los docentes se enojaron por la importancia que le doy a los blogs. El punto es que, a diferencia de otras personas, yo los considero un medio. Mi papá recién ahora está entendiendo lo que son y tiene su blog en el que muestra sus obras de arte. Quizás antes no tenía la posibilidad de comunicar todas las cosas que hacía y este es un vehículo fantástico para eso. Sé que cambiar la metodología de trabajo de todas las empresas es muy difícil. Alguien recién habló de que en Europa existe la nueva tendencia del productor multimedia, que sabe de todo. Yo estuve trabajando para España, con todo esto que uno va aprendiendo, y la gran mayoría de los medios piden que sus productores sepan usar celulares. ¡Es una cosa increíble! Cuando empecé, con 13 años, en televisión yo no sabía mandar fax ni sacar fotocopias y mucho menos hablar inglés. Ahora esa tendencia está cambiando y en Europa el requisito es que sepamos utilizar todas las nuevas tecnologías. Ya no importa que sepamos en dónde están las cableras de las agencias de noticias sino que sepamos usar los buscadores, Flickr, Technorati –buscador de blogs-, que sepamos buscar en fotologs, en podcast, en los RSS, o en la nueva tendencia que se está dando ahora que se llama los microbloggins, que es la pequeña comunicación espontánea de noticias. Por supuesto que una imagen va a acompañar un texto y que el periodismo ciudadano no es simplemente una foto con un celular. Hay un medio que se llama Oh My News [http://www.ohmynews.com/ o http://english. ohmynews.com], no sé si lo conocen, fue el inventor del periodismo ciudadano. Nació en Corea del Sur y tiene 30.000 personas que cuentan las noticias todos los días. Fue tan fuerte la experiencia que llegaron a cambiar un gobierno. Evidentemente creo en los periodistas pero también considero que no es válida una sola mirada sino que la mirada debe ser de todos. Luis Autalán: Cuando uno está de este lado le pasa lo que a los protagonistas de una noticia cuando los periodistas los critican: nos enojamos. Cuando Pablo dijo “no creo en los medios” inmediatamente recordé cuando alguien me dijo “no creo en los psicólogos”. Es decir, es todo una cuestión de interpretación. Las maravillas de la tecnología y la calidad me parece que tienen un punto de encuentro en la obligación y el compromiso. Y voy a esto. Cuando Pablo habló de que no cree en los medios siento que yo no podría hacer otra cosa que no sea ser periodista. Me pareció entender, entre la explicación que dio el editor de DyN, mi colega de TyC Sports, y la agencia de noticias y, por otro lado, Pablo, que los blogs son guardianes de los medios. No les quiero pasar un aviso político pero me parece obligatorio decir que, por realizar una reunión de este tipo en Abril del ’75, estaríamos todos detenidos, acusados de subversivos, acusados de gente peligrosa, por ser un momento en el cual las agendas de los periodistas se utilizaban para buscar a gente que pensaba diferente. Sin irme de Fahrenheit, creo que esa bronca que sentí cuando se dijo que “no creo en los medios” y que
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después elaboré, también la siente la gente y es la mejor forma de estar despiertos. Y digo esto porque hay una cuestión que está más allá de la mirada. César Luis Menotti me dijo una vez, y considero que es lo que tenemos que practicar como periodistas: “No resignarnos y seguir aprendiendo”. Sí creo en la validez del fotolog para mostrar lo que los diarios no mostraron, incluso el 11 de septiembre, cuando Estados Unidos no mostró su propia sangre como había hecho con la sangre del exterior. Pero también quiero destacar algo que dijo Hugo Grimaldi de DyN. Hay un ejercicio ciudadano que es correcto, pero cuando quiero que me opere un médico, quiero que me opere uno recibido en la mejor facultad, y lo digo con la antipatía que me puede generar el hecho de estar con estudiantes que, como yo, saben que el periodismo ciudadano es un vigía permanente de los medios que a veces nos incomoda pero nos exige. Pero el verdadero desafío está en aprender de esta maravilla tecnológica que tenemos ahora, que no siempre existió. E incluso, un hecho que es digno de destacar. La gente, los periodistas, los políticos, los sindicalistas, no nacen de repollos. Salen de la sociedad en que vivimos y en ocasiones, desgraciadamente, los periodistas, se parecen a lo que no queremos ser. [Público] A partir de todo lo que se habló, parece que cuando uno trabaja en un medio el otro es malo. Se habló de la televisión como la caja boba, que Internet bombardea, y me parece que los medios no son malos sino que depende del uso que se les de. Si bien los blogs son una herramienta muy importante y sirven para los periodistas, no comparto lo que dice Pablo en cuanto a que todos somos editores y productores porque entonces para qué estudiar Comunicación. El hecho de que suba una foto o arme un blog no garantiza que comunique lo que efectivamente pretendo. La pregunta es para vos, Pablo, desde mi lugar de estudiante de comunicación. Si bien es cierto que un blog es una herramienta importante ¿garantiza mi capacidad la comunicar? Pablo Altclas: Voy a responder algo que por ahí a la Universidad no le va a gustar. En mi opinión estas instituciones atrasan. No están actualizadas con respecto a las épocas que se viven. Evidentemente mi forma de ser a veces no concuerda con la actualidad institucional. Afuera es diferente. ¿Porqué la CNN hace “You Tube-CNN, El Debate”? Bueno, pensémoslo. Pensemos por qué la CNN, el canal más grande del mundo de noticias, va a hacer un debate en You Tube. Porque el sitio es el canal de videos más importante del mundo, porque lo consumimos todos. Te puede no gustar, podés no entender, pero vos usás la tecnología. Y la gran mayoría de los que utilizan los buscadores y entran en los blogs no saben que están adentro de uno. Es otra cosa más que pasa. Creen que están adentro de una página web y están en otro lado. ¿Quién no lee el blog de Laura Ubfal? Yo te diría que muchos me van a decir que “no” acá, pero seguramente lo deben mirar. Lanata, Majul y Hadad, te pueden gustar o no, pero tienen sus blogs. A lo que voy es que cada uno tiene las herramientas para hacerlo. 92
Es verdad que creo que todos pueden ser productores y editores, como también es cierto que estás estudiando la Carrera de Comunicación, pero hay que abrir la cabeza, abrirse a todas las nuevas tecnologías porque te van a servir para comunicar. Lo que digo es que las bases son buenas y hay que tenerlas, pero que uno no puede quedarse sólo con las teorías universitarias porque cuando termines de estudiar te vas a dar cuenta de que el medio va a otra velocidad. Eso es así, por eso insisto en que hay que aprovechar todas las herramientas que Internet nos da. Y agrego un dato más. Yo estudié cine en la UBA, hace 17 años que estoy en la carrera y no la termino. Me faltan todavía dos materias y creo que, quizás, la termine dentro de tres o cuatro años más. Cuando tuve la posibilidad de poner en práctica, en mi primer trabajo, la teoría de la cámara 35mm que el profesor me daba, me mandaron a hacer un comercial con una cámara Bolex de 16mm. Ahí dije “¿qué? ¿de qué me estás hablando?”. Yo veía toda la teoría, veía el papel, veía el lápiz, veía el pizarrón pero no tenía nada que ver con lo que tenía que hacer. Lo que yo digo es que no hay que quedarse con la teoría de la Universidad. Hay que tener inquietudes, hay que usar Internet. Existen muchos recursos muy interesantes para empezar a practicar antes de salir al ruedo. No hay que quedarse con lo que te da la materia o con los docentes sino con las inquietudes, con la propia energía. Me parece que uno debe darse la chance de aprovechar todos esos recursos, jugar con ellos, practicar, investigar y así, salir al ruedo más adelante, resulta más fácil.
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Tercer Panel Políticas Públicas, Comunicación y Nuevas Tecnologías
La experiencia de educ.ar
Cecilia Sagol
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Cecilia Sagol es licenciada en Letras, con estudios de Doctorado en Ciencias Políticas. Actualmente se desempeña como Coordinadora de Contenidos Educativos y Proyectos de la Gerencia TIC en el portal educ.ar, dependiente del Ministerio de Educación. Es miembro del Comité de Contenidos de la Red Latinoamericana de Portales Educativos. Es autora de contenidos para cursos de e-learning en e-ABC y autora y editora de materiales educativos de Editorial Santillana. Realizó trabajos de consultoría sobre Comunicación y Lingüística en la Chambre du Comerce de Paris, sede Madrid. Desde 1998, es docente adjunta en la cátedra “Cultura y lenguajes políticos” de la Carrera de Ciencias Políticas de la Universidad de Buenos Aires y ha publicado numerosas investigaciones y artículos referidos a la temática.
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La experiencia de educ.ar Cecilia Sagol El objetivo de esta ponencia es comentarles a ustedes algunos de los proyectos que estamos llevando a cabo en educ.ar, quiénes son nuestros destinatarios, cuál es nuestra política editorial, a quién le hablamos, pero sobre todo comentar cuáles son las ideas sobre educación, tecnología, comunicación que están detrás de cada uno de estos proyectos o, lo que es lo mismo dicho con otras palabras, la reflexión y el debate que sostenemos sobre la educación en el marco de la Web 2.0. Estás áreas son las nos preocupan en educ.ar, y en nuestro trabajo reflexionamos constantemente sobre estas cuestiones, que están en la base de los distintos proyectos y programas destinados a los docentes. Acerca de educ.ar. Algo más que computadoras e Internet educ.ar es un portal educativo. Tiene una serie de proyectos y programas: además del portal, un canal de televisión -Canal Encuentro-, una página web sobre ese canal de televisión, programas de capacitación presencial y a distancia, un programa de donación de equipos reciclados, programas piloto de investigación en innovación educativa -modelos 1 a 1, por ejemplo-. Los destinatarios de todos estos productos de educ.ar son los docentes, aunque eso no quita que cualquiera pueda consumirlos. De hecho muchos de nuestros usuarios -tenemos más de un millón de visitas por mes-, son alumnos, padres o directivos, pero el docente sigue siendo el destinatario privilegiado: hacemos productos para docentes. El objetivo de educ.ar, para decirlo muy sencillamente, es que los docentes de la Argentina utilicen la tecnología con fines educativos. Pero, creemos en educ.ar, la transformación tiene que estar necesariamente acompañada por un cambio en el modelo pedagógico, por un cambio en la forma de enseñar del docente. No tiene sentido incorporar computadoras y conectividad, o que los docentes usen programas informáticos, si la clave es la misma de siempre y al final de la clase en vez de una lámina se pasa un PowerPoint. No nos parece que eso sea una transformación que tenga que ver con el uso de las nuevas tecnologías.
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Una invitación a cambiar Entonces ¿qué decimos en el discurso de educ.ar a los docentes? Por un lado, buscamos recuperar cuestiones didácticas que están en proceso: hay algunas líneas pedagógicas -como el constructivismo, el trabajo con proyectos- que los docentes ya están incorporando, y que van muy bien con la introducción a las nuevas tecnologías, con el cambio educativo que nosotros queremos proponer. Otra línea del discurso apunta a la inserción en temas que exceden al ámbito educativo, temas que tienen que ver con la sociedad de la tecnología. educ.ar es un portal cargado de opinión, es un portal educativo que dialoga con el sistema educativo, pero que también dialoga con la Web. A diferencia de otros portales educativos que están muy pegados al sistema educativo, en educ.ar tenemos también un conjunto de recursos y servicios para publicar información sobre nuevos formatos tecnológicos, cuestiones relacionadas con los cambios sociales y con las tendencias de la sociedad de la información: weblogs, noticias y entrevistas. Consideramos que se trata de información que los docentes deben conocer. Y esa información -que define de alguna manera el mundo en el que actuarán los chicos que hoy la escuela está formando- muestra cómo se produce hoy en todos los ámbitos, cómo hay que trabajar en el ámbito artístico, en el ámbito laboral, en el ámbito académico. Creemos que son noticias que tienen que ser incorporadas al discurso que llevamos a los docentes. Por eso, por la importancia que le otorgamos a este aspecto. Hay periodistas trabajando en educ.ar que todos los días rastrean novedades de la sociedad de la información o temas de tecnología: son también temas educativos, y pertinentes para el trabajo docente. Cómo no usar Internet educ.ar tiene entonces cursos de capacitación, recursos educativos, realiza convocatorias que promueven el uso de la tecnología en el ámbito educativo. Pero también decimos cómo no usar Internet, por esto que decía al principio: no sirve de nada saber la tecnología sin un cambio en la forma de enseñar, sin un cambio en el esquema del aula.
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Por otro lado, tampoco creemos que la tecnología sirva para todo. Creemos que lo que tiene que tener el docente es una conciencia crítica de qué le sirve para ir escribiendo su propio camino, un espacio nuevo, un espacio de no estrategia donde hay mucho que probar, mucho que experimentar. Ese es un poco el espíritu que nosotros queremos transmitir: una mirada crítica sobre la tecnología, y que cada docente vaya viendo, en ese espacio, qué cosas le interesan y qué cosas no. Como sí usar Internet Los invitamos a ver en www.youtube.com el fragmento de la película Tienes un e-mail, [disponible en: http:// www.youtube.com/watch?v=9yCXXKktFyM] y de una serie que se llama Las nuevas aventuras de la vieja Christine. ¿Qué se puede ver en estas historias? Básicamente, los medios no son simples transmisores de
mensajes,
interpersonales
son y
por
creadores lo
tanto
de
relaciones
operadores
de
narratividad, es decir, creadores de historias. En la primera comedia, Tienes un e-mail, vemos que el e-mail no es una carta a través de Internet, que no es una conversación en la computadora. Son medios diferentes, comunicaciones distintas, otras historias. Porque si el chat fuera una carta escrita o un diálogo en forma escrita, Tom Hanks y Meg Ryan nunca se habrían enamorado: cada medio genera su propia historia.
Capturas de la película “Tienes Un E-Mail”
Entonces, esta es la línea de lo que intentamos decir a los docentes: Internet no es un texto en la pantalla, el celular no es un teléfono móvil, son cosas distintas. Cada medio tiene la potencialidad de crear un tipo de relaciones y no otro. Las publicidades de celulares lo saben muy bien y apuntan a eso: no venden un teléfono con el que se pueda hablar en cualquier lugar sino un nuevo elemento, que puede crear determinadas relaciones interpersonales, determinadas historias. Se vende un nuevo modo de comunicación. Esperamos que la instrucción en las TIC en las escuelas no sea solamente un cambio de soporte: que la enciclopedia no sea reemplazada por la Encarta, que la lámina no sea reemplazada por un PowerPoint.
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Cambiemos la historia, cambiemos la forma de comunicarnos. Encontremos la especificidad del soporte digital y cambiémoslo. Nosotros creemos que este cambio “Web 2.0” implica que Internet ya no es un lugar de contenidos sino un espacio en el que el usuario es protagonista, donde publica, crea e interviene en comunidades. Tiene que ver con encontrar la especificidad del medio digital, que no es el medio gráfico digitalizado, sino que tiene nuevas coordenadas, nuevos códigos, nuevas potencialidades de relación. El otro punto es que los docentes piensen en la sociedad para la que están preparando a los chicos. Es una sociedad donde el conocimiento se ha transformado, donde la tecnología ha modificado la forma, la manera de construir el conocimiento. Manuel Castells señala lo siguiente: una persona que hoy empiece su vida profesional va a cambiar no sólo de trabajo si no de profesión muchas veces. Va a tener que reinventarse a sí misma muchas veces. Este es el escenario a partir del cual queremos que los docentes construyan la formación de los chicos. Los chicos que hoy se están formando van a tener el cambio como norma, van a tener que capacitarse continuamente, van a tener que aprender a cambiar, a conocer lo nuevo. Van a tener una nueva manera de manejar el conocimiento. Entonces, la concepción que tenemos en educ.ar sobre educación y TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) no es solamente la idea de que los chicos manejen las máquinas, sino prepararlos para que puedan actuar productivamente en esa nueva sociedad que la tecnología está creando. Todo este cambio Web 2.0 creemos que es potencialmente muy educativo. Esta idea de que los usuarios publiquen es realmente muy valiosa, sobre todo si pensamos en las comunidades de conocimiento en educación. De todos los aspectos de la Web 2.0 queremos rescatar tres por su capacidad educativa: el nuevo rol de los usuarios la construcción colaborativa del conocimiento y las nuevas herramientas y espacios para producir el saber.
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Usuarios 2.0, docentes 2.0 El soporte electrónico permite la publicación fácil e instantánea. Tenemos alumnos y docentes publicadores y escritores. Antes, para publicar, para tener una palabra pública había que tener acceso a ciertos medios de producción -una editorial, un diario, un medio, una revista local, etc.-. Ahora cualquier escuela, cualquier docente, cualquier aula puede publicar, tener una palabra pública. Esto tiene una potencialidad educativa enorme: se pueden hacer operaciones de archivo, hacer contenidos en un formato de amplio consumo infantil y juvenil, se pueden formar comunidades. Es decir, la palabra publicada tiene una mayor potencialidad de circulación y de lectura que otras. En educ.ar tenemos un espacio -el Espacio de Innovación Docente- que es un sistema de blogs. Son blogs moderados por especialistas, donde se lanza una consigna y la gente comenta y actúa en ese lugar. Son espacios de capacitación bastante informales. Uno de esos blogs es WebCreatividad, moderado por una docente que se llama Karina Crespo. Ella trabaja con nosotros aunque jamás la vimos, porque trabaja desde Tucumán. Su espacio es uno de los mejores del portal. Ella pone una lista de actividades que un docente puede hacer en clase con un blog, por ejemplo. Son cuestiones que no tienen que ver con la tecnología sino con operaciones de conocimiento, operaciones pedagógicas: socializar las producciones de los alumnos, trabajar en comunidad y muchas otras más. Cómo conocer Otro de los ítems importantes es la construcción colaborativa del conocimiento. Hoy por hoy, creemos que las comunidades virtuales son el mejor espacio para conocer, porque el conocimiento se ha complejizado, ha aumentado en volumen de una forma impresionante y es imposible conocer a partir de una fuente. Antes teníamos la enciclopedia, las instituciones, la Real Academia, a donde íbamos a consultar. La información llegaba top-down, nos llegaba a partir de una escala jerárquica. Hoy eso es imposible, toda esa información no está ahí. ¿Dónde se construye hoy la información? ¿Dónde se encuentra el conocimiento? En gran medida, en comunidades de pares. Los colegas se reúnen en espacios virtuales -o reales-, y el comentario, las recomendaciones de
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sitios generan la construcción reticular del conocimiento. Eso también sirve para validar el conocimiento en la red, porque algo que suelen plantear los docentes es que “hay cosas que están mal en Internet” (como si en la industria editorial no hubiera errores ¿no?). Entonces, ¿cómo validar la información?, ¿cómo sé si lo que tomo de Internet es correcto si no hay una institución detrás? Eso se puede validar en la comunidad, preguntando, confrontando. Es la única manera de abordar, de aprehender la complejidad del conocimiento que tenemos. ¿Cómo se logra la colaboración en los sitios web? Básicamente con tres tipos de proceso de participación. En primer lugar con aquellos de baja cantidad de compromiso. Por ejemplo, la nueva versión de nuestro portal educ.ar permite a los usuarios votar las noticias, los recursos. Los usuarios ranquean nuestros recursos de manera que otros docentes pueden buscar en función de los recursos más votados por los colegas. Este es un acto de participación que tiene bajo nivel de compromiso, pero que tiene un alto impacto en la comunidad. En segundo término, con estructuras de información colaborativa, como puede ser un foro. La tercer manera es a través de espacios de alta colaboración, donde existe un compromiso mayor de parte de los usuarios. En educ.ar, por ejemplo, realizamos una convocatoria que se llama Aulas Hermanas: reunimos cursos de distintos países de Latinoamérica, que realizan una investigación (en grupos de aulas que son siempre de dos países distintos) a través de una plataforma de trabajo que permite diseñar un sitio web para exponer los resultados de ese trabajo de investigación. En esta estructura, si uno de los participantes abandona se cae todo el proyecto de su grupo: la escuela apareada ya no puede participar. Eso diferencia a este tipo de experiencias de las primeras, en las que si no se vota no existe un problema. Existen otros blogs educativos -como docencia.es- donde los usuarios suben noticias y contenidos que otros usuarios ranquean, pero no hay contenidistas desde el weblog, como en educ.ar. Otro ejemplo son las webquest: los docentes plantean trabajos-problema, de manera que a los alumnos no les basta con ir a la Web para copiar y pegar información. La operatoria es diferente: se plantean actividades que exigen que los chicos asuman un rol, por ejemplo: tienen que actuar como si fueran un asesor en medio ambiente que tiene que realizar un discurso de defensa de la ecología ante la Unesco.
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Estos ejemplos que damos, entre otros posibles, constituyen la respuesta ante la complejidad del conocimiento. Creemos que el conocimiento debe construirse en estos espacios, tal como se da en la sociedad de la información. Hay valores antiescuela en esto. El conocimiento descentralizado, el conocimiento infinito, el conocimiento espontáneo constituyen valores que hacen ruido en el sistema educativo actual. Pero creemos que es necesario incorporarlos. La escuela en la pantalla La Web 2.0 pone a disposición nuevos formatos: con un videoblog es posible hacer un noticiero. El sitio web de Canal Encuentro forma parte del portal educ.ar, y no tiene solamente la finalidad de informar sobre los programas del canal. Lo que nos plantemos cuando se localizó el canal Encuentro en educ.ar fue intentar lograr dar vuelta la comunicación televisiva, la comunicación “top-down”; tratar de generar un espacio para recoger la voz de los usuarios dentro del canal. Entonces tomamos la idea de las telestreet, de los videoblogs, de los canales como INdTV, que es el canal de Al Gore en Estados Unidos, que tienen que ver con que los usuarios sean programadores. Entonces, en el sitio web de Canal Encuentro lo que hacemos es pedirles producciones a los usuarios. Va a haber un espacio, dentro de poco, para que los jóvenes suban sus videos (que van a terminar en el canal). Queremos darles a los usuarios un espacio para debatir sobre los programas, más materiales para continuar trabajando con los programas en sus clases. Hay un espacio de mediateca con fragmentos de programas, que se pueden bajar y trabajar en las clases. Dentro de poco va a haber un espacio on demand: los usuarios van a pedir los programas que se pasaron y se les van a bajar los videos. La idea es que ya no hay más televisión sino que hay Internet+televisión: ese es nuestro objetivo respecto de Canal Encuentro. Durante el año 2007 hemos estado haciendo un nuevo portal, y el cambio no es sólo un cambio de diseño. Hemos cambiado las secciones, el modelo de datos, los servicios, la navegación. Queremos un nuevo usuario de educ.ar, queremos que los usuarios no vayan solamente a buscar contenidos sino que participen, que sean protagonistas. Les estamos entregando el portal a ellos, concretamente.
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Tenemos una nueva herramienta: un CMS (Content Management System o Sistema de Administración de Contenidos) que se hizo especialmente y que permite que los usuarios suban sus propias producciones, que cataloguen los contenidos, que los voten, que los recomienden. Estos cambios tecnológicos nos permiten trabajar con las nuevas tendencias de la Web, sumarnos a la Web 2.0. Y lo que hacemos desde educ.ar es cargar a estas acciones de valor educativo. ¿Qué función tiene compartir un recurso? Tiene una función educativa enorme. ¿Qué función tiene que el usuario pueda hacerse su portafolio? Cada usuario registrado en el sitio puede armar un portafolio, adjuntar contenidos organizados como mejor le parezca, puede utilizar el portafolio de otro usuario, etcétera. La tecnología no es solo una cuestión de máquinas Para ir cerrando quería hacerles referencia al video The machine is US/ing US [Disponible en: http://www. youtube.com/watch?v=6gmP4nk0EOE&eurl], que me parece que cuenta bien estas potencialidades que nosotros creemos que tiene esta nueva Web 2.0. El video grafica muy claramente lo que venía diciendo: la circulación del conocimiento, la construcción, las redes, la potencialidad del texto digital: eso es lo que nosotros queremos transmitir desde educ.ar. No pasa solamente por manejar máquinas o por tenerlas. En nuestro país hay mucho que hacer para brindar soluciones de conectividad y equipamiento -sobre todo en las escuelas más carenciadas, pero lo fundamental pasa por una actitud con respecto al conocimiento. Entonces, les decimos a los docentes: sí al trabajo por problemas, sí al trabajo por proyectos, sí a la publicación, sí a este tipo de actitud frente al conocimiento que es la que creemos que debe acompañar cualquier
imágenes del video “Web 2.0: The Machine is Using Us” de
introducción de una tecnología en las escuelas.
Michael Wesch, Profesor Asistente de Antropología Cultural de la Universidad del Estado de Kansas.
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Gobierno Electrónico y Políticas Públicas
Paula Recalde
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Paula Recalde tiene 33 años, es Licenciada en Comunicación Social, Diseñadora Gráfica y docente. Actualmente se desempeña como consultora en la Secretaría General de la Gobernación–Gobierno Electrónico del Gobierno de la provincia de Buenos Aires. Fue Jefa del Departamento de Imagen y Comunicación del M.B.K. Mercobank S.A y asistente en el mismo departamento del Banco de Crédito Provincial (BCP). Como docente se desempeñó en el Instituto Superior de Ciencias (ISCI) y en el Colegio Universitas de La Plata. Como diseñadora tuvo a su cargo la realización del diario Hoy en la Noticia, de la ciudad de La Plata. Además trabajó en diversas consultoras brindando asesoramiento a empresas y organismos en comunicación y diseño.
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Gobierno Electrónico y Políticas Públicas Paula Recalde Mi nombre es Paula Recalde y represento a la Secretaría Ejecutiva de Gobierno Electrónico. El objetivo de mi presentación es darle un marco a los conceptos del tema que nos convoca: Políticas Públicas, Comunicación y Nuevas Tecnologías. Lo abordaré teniendo en cuenta el cambio cultural que implica, desde el concepto de modernización del Estado, analizando los programas que realiza la Secretaría Ejecutiva y puntualizando el concepto de Comunicación aplicado a este marco. Antes que nada quería hacer definiciones simples respecto a estos temas. Las políticas públicas tienen que ver con la acción del Estado ante la respuesta que debe presentar a las demandas del ciudadano. Esto quiere decir que es el Gobierno en acción que busca dar respuestas a problemas concretos. ¿Cuáles son esos problemas concretos que tenemos que abordar? -La descentralización del Estado que implica delegar en organismos locales o municipales ciertas funciones. -La brecha digital que se produce a partir de la introducción de las nuevas tecnologías -Ofrecer calidad en los servicios. Algo que es demandado constantemente por los ciudadanos. -Generar un impacto con los programas que ejecutamos. Este ítem implica una buena comunicación, porque muchas veces existen los programas, existen objetivos, la finalidad es la correcta pero la comunicación entre los 35 organismos que integran el Gobierno de la Provincia no es la correcta. -La eficiencia en la administración de los recursos, particularmente a partir de las nuevas tecnologías. Esto implica capacitar no sólo al ciudadano sino también a los empleados públicos. -Lograr la legitimidad del accionar de las organizaciones ante la opinión pública.
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Bajo la temática que estamos tocando en la mesa, me parece pertinente señalar una definición de Comunicación. No porque ustedes no sepan de qué estamos hablando sino porque esta conceptualización sencilla toma en cuenta ciertos elementos que debemos tener en cuenta al cumplir nuestra función en la Secretaría. De manera resumida, para nosotros, Comunicación es un proceso de intercambio de mensajes cargados de significación y con ciertos propósitos. El proceso de intercambio implica el transcurso del tiempo y fases sucesivas. Es en estas etapas en donde paulatinamente incorporamos a las nuevas tecnologías. De esa manera vamos proporcionando la celeridad que la tecnología y los usuarios exigen. El tema del intercambio tiene que ver con la reciprocidad y la igualdad en ese diálogo que tenemos que mantener con el ciudadano. De nada sirve que se hagan campañas si no existe una manera de canalizar las respuestas e inquietudes de las personas. En cuanto a los mensajes, integrados por todos los signos y símbolos, lo que intentamos es lograr que su sentido sea unívoco. No sabemos si es posible, pero apuntamos a ese objetivo: lograr que cada vez que nos comunicamos como Gobierno de la Provincia el público logre interpretar lo que queremos decir. Y finalmente, los propósitos. Todo propósito a la hora de comunicar tiene que ver con modificar el entorno, modificarse uno como emisor y modificar al receptor cuando recibe ese mensaje. Ahora bien, en forma paralela debemos hablar del conjunto de recursos -informática y comunicaciones- que llamamos tecnología. La variación de estos recursos, la percepción diferente en el manejo de la información, generan diferentes etapas en los procesos de negocios de la sociedad industrial. A partir del siglo XX, la primera etapa en la economía de las escalas, busca lograr la optimización de la producción para abaratar los costos. En este caso, se identifica con la electricidad y, a partir de ello, con todos los nuevos medios de comunicación. A mediados del siglo XX, la sociedad vive la economía de distribución de esa información a través de las computadoras. Se encuentra con que los datos se procesan de manera diferente.
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Y la tercer etapa, es la que atravesamos, la de la Sociedad de la Información a través de la red de redes o Internet. Sin lugar a dudas, en países más avanzados esta etapa comenzó hace muchos años, pero como hablamos en material local, los datos se refieren a la Argentina. ¿Qué es la Sociedad de la Información y con qué se relaciona? La sociedad de la información es aquella que necesita de acciones de supervivencia y desarrollo basados, predominantemente, en un uso intensivo, distribución, almacenamiento y creación de recursos de información y conocimiento. Ahora es la información la que nos preocupa, antes era el producto. Hoy, sólo adquiriendo nuevos conocimientos sobrevivimos en este mundo lleno de tecnología. Y esa información y conocimientos son mediatizados por las nuevas tecnologías. ¿Cómo se integra esta Sociedad de la Información? Básicamente está compuesta por los individuos, las empresas y el Estado, por las computadoras y por la relación que se genera a partir de la introducción de las nuevas tecnologías. Vale aclarar que, en este caso en particular, hablamos del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y los organismos que dependen de él. Estas nuevas relaciones que se generan a partir de la introducción de las tecnologías generan un paradigma con características propias. Una de ellas es la abundancia de información. Sin lugar a dudas, la cantidad de datos que podemos encontrar navegando por Internet es casi ilimitada. Al mismo tiempo los medios aparecen como omnipresentes. Actualmente conocemos muchas realidades a partir de ellos y esto implica la virtual eliminación de las distancias. De manera simultánea, nos enteramos de lo que sucede en otro punto del planeta, lo cual no sólo implica una mayor celeridad a la hora de informar sino que también genera un aumento en la velocidad con la que tomamos contacto con esa información. Por otra parte, este nuevo escenario plantea mayor interactividad. La tecnología está a nuestro servicio y las herramientas deben utilizarse, y más en nuestro caso, a favor del ida y vuelta con el usuario.
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Pero no todas son características favorables. Crece la heterogeneidad de la información que manejamos y, además, la abundancia de datos y saberes provoca una dificultad a la hora de procesarlos, catalogarlos y almacenarlos. También existe algo que no puede obviarse y es la desigualdad, sobre todo social, que se genera. Esto, particularmente, preocupa al Gobierno de la Provincia que intenta reducir la brecha digital generada a partir de la infoexclusión. Muchos segmentos de la población quedan ajenos a la información porque no pueden acceder a las nuevas tecnologías o bien, porque no están capacitados para ello. Probablemente a muchos de nosotros nos parezca básico poder acceder a Internet. Sin embargo, y para que se den una idea, un tercio de la población mundial no conoce la electricidad. Paradójicamente, los países del Primer Mundo representan el 80% de las conexiones a la Web. De esos países, la mitad de su población tiene acceso a las nuevas tecnologías mientras que en Argentina estamos, apenas, en un 12 %. Claro, existe una realidad ineludible y es que la inversión de esos países en tecnología e infraestrucura es del 3% del PBI. En Argentina, en cambio, el dinero que se destina es el 1%. La incorporación de nuevas tecnologías produce también la estratificación digital. Es un concepto muy tratado en Europa y que refiere a la separación entre zonas urbanas y suburbanas. Fíjense, por ejemplo, que la Ciudad de Buenos Aires representa el 8% de la población de la provincia pero tiene el 42% de usuarios del total que accede a Internet. Otra de las separaciones es la segmentación por edad. Las personas nacidas antes de la década del ‘60 encuentran mayores dificultades a la hora de tener acceso a la información por medios tecnológicos, cosa que no sucede con las personas que fueron creciendo con las nuevas tecnologías. Si bien es cierto que en América Latina hay una mayor desigualdad social también existe un dato esperanzador: tiene la tasa de crecimiento más alta del mundo. Este dato que parece imperceptible nos hace pensar que la introducción a este fenómeno se está llevando a cabo de manera acelerada. Los organismos públicos deben evitar la desigualdad con la incorporación de tecnología y al mismo tiempo deben permitir y facilitar el acceso de quienes hoy no lo tienen para poder fortalecer la cohesión social.
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Ahora bien, los integrantes de la Sociedad de la Información –los individuos, el Estado y las empresasexperimentan un cambio a partir de la incorporación de las nuevas tecnologías. Esta modificación implica también un proceso que lleva a repensar y reformular al Estado, proceso que se conoce como “modernización del Estado”. Esta transformación no pasa solamente por la incorporación de aparatos modernos. Su objetivo es mejorar la calidad de los servicios. El Gobierno Electrónico está para servir al ciudadano y las nuevas tecnologías tienen que permitirnos la mejora del servicio y lograr, además, un óptima relación entre todos los sujetos que integran la Sociedad de la Información. Para cumplir este objetivo, la provincia de Buenos Aires está organizada en 35 organismos modernamente equipados pero centrados en satisfacer los derechos del individuo. Esto quiere decir que aún siguen vigentes los sistemas tradicionales de transferencia de información como el papel escrito y la atención personal, y deben mantenerse porque el Estado tiene que garantizar que cada persona tenga la posibilidad de elegir entre realizar un trámite de esa manera o volcarse a un sistema en el que exista mayor celeridad.
De todos modos, pensamos que, paulatinamente, va ir disminuyendo la
transferencia de información de manera tradicional. Con la introducción de la tecnología, la idea es lograr una mayor participación de los ciudadanos, de las empresas y de los mismos empleados públicos, logrando un mayor acceso, participación y, sobre todo, la democratización de la información. A partir de la modernización del Estado aparece el concepto de Gobierno Electrónico, representado por la Secretaría Ejecutiva y apoyado en la Dirección Provincial de Información y Comunicación. Lo que pretendemos es procurar y mejorar la disponibilidad de la información para el ciudadano a partir de estas políticas públicas y desarticular esa inercia burocrática o resistencia al cambio. La misión del Gobierno Electrónico es desarrollar una plataforma tecnológica óptima y ser canal, soporte y facilitador de difusión de esa información para que, a futuro, mejore la relación entre el Estado y el habitante. Esos problemas que planteábamos inicialmente son los objetivos específicos que queremos alcanzar, y la acción concreta para cumplirlo es la creación del portal del Gobierno Electrónico, buscando que cada organismo tenga su sitio. La segunda tarea tangible es el desarrollo de una serie de programas que apuntan
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a la estandarización de datos. El Gobierno de la Provincia maneja una cantidad muy grande de información e ingresarlos a partir de las nuevas tecnologías exige un criterio único. Para esto creamos la G.U.T.S.I.E.P (Guía Única de Trámites Sistema Integrado de Emisión y Pagos No Impositivos). Esta guía permite que el ciudadano se informe sobre los trámites e inicie su gestión, por ejemplo, con un formulario que puede completar en su casa o imprimiendo una boleta de pago para presentar en el Banco Provincia. De esta manera se reduce, poco a poco, la atención personal. Otro de los desarrollos puestos en marcha es el COPRES (órdenes de pago emitidas por el Banco Provincia). Es un programa que implica el uso de una tarjeta magnética para la carga de una plataforma móvil que tiene el Gobierno de la Provincia y que permite, a partir de una administración con una página web, el control de estos gastos. El SIMBA es otro adelanto. Está pensado para la digitalización de todos los datos, documentos y legajos que existen en la Provincia de Buenos Aires. En este sentido también se está trabajando en la posibilidad de crear una firma electrónica segura que permita el reemplazo de la oleográfica. Hay mucho más para exponer. Y muchas de estas cuestiones están siendo observadas en función de nuevos desarrollos. Por ejemplo, el celular que deja de ser un simple teléfono para ofrecernos cada vez más servicios. O el Messenger que implica un cambio en la comunicación, en el lenguaje, en el habla y en el registro de la información. Para incorporar los desarrollos tecnológicos es necesario considerar a la comunicación como algo fundamental dentro del Gobierno y de todos sus organismos. Introducir las tecnologías de la comunicación en esta sumatoria de acción del Estado, de políticas públicas y de gestión pública. De nada sirve que tengamos una Guía Única de Trámites si el cajero del Banco Provincia que recibe la boleta nos dice “no, esta boleta no sirve”, como ha sucedido. Es necesaria, con la incorporación de estos programas, una buena comunicación entre todos los empleados públicos. Cuando tengan experiencia y puedan comparar la comunicación de empresas y ONGs con el Estado, verán que son modelos comunicacionales completamente distintos y responden a fines diferentes. En lo que toca al contenido de la información pública, el interés primordial es el de lograr que todos los individuos se informen con datos públicos. Esto incorpora un potencial sentido de transparencia y legitimación de la acción institucional. La deslegitimación de la acción de los organismos o de los funcionarios nos motiva
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a tratar de que, con el acceso a la información, se logre transparencia, y a partir de eso, más confianza en las gestiones. El objetivo final es la democratización de la información y la operatividad de la administración. Por último quería cerrar con este concepto. La tecnología no es un fin en sí mismo. Es una herramienta perfectible que está al servicio de las personas y no al revés.
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El Derecho a la Comunicación y las Nuevas Tecnologías
Analía Elíades
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Analía Elíades es abogada y Licenciada en Comunicación Social (UNLP). Es Profesora Titular Interina de Derecho de la Comunicación-Cátedra II de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social UNLP y Profesora Adjunta de la Cátedra UNESCO “Libertad de Expresión”. Además, se desempeña como asesora de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) y es especialista en temas de derecho a la información y radiodifusión.
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El Derecho a la Comunicación y las Nuevas Tecnologías Analía Elíades La idea es compartir con ustedes algunos interrogantes básicos y algunas experiencias de actuación, o de coactuación, desde el ámbito académico pero desde el punto de vista que nos plantea desafíos para el derecho a la comunicación. Digo esto desde el lugar del que vengo a hablar, una cátedra dentro de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, llamada Derecho de la Comunicación, y otra cátedra, con la que trabajamos prácticamente con el mismo equipo y también en conjunto con el doctor Damián Loreti en la UBA, que es la Cátedra Libre UNESCO “Libertad de expresión”. Lo primero que pensaba con este tema general de Políticas Públicas, Comunicación y Nuevas Tecnologías es vincularlo con los interrogantes y desafíos que se nos plantean desde el punto de vista del derecho de la comunicación. Y en este sentido, no es solamente una cuestión legislativa o normativa, sino que las normas que pensemos, la legislación que pensemos, de alguna manera tienen que ser aplicables. Porque de nada sirve, y ahora vamos a poner varios ejemplos, que exista legislación en determinadas materias si no hay políticas públicas que la hagan una realidad. En este sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha advertido reiteradamente sobre la necesidad de que los países no sólo consagren los derechos y los respeten en sus leyes, sino que también desarrollen prácticas conducentes a la efectiva observancia de las garantías y de los derechos. Pensamos que la comunicación y las nuevas tecnologías nos ofrecen muchos interrogantes que el Derecho todavía no puede responder, o lo hace en forma limitada, aunque existen muchos avances al respecto. Lo primero que habría que destacar es que, cuando estamos hablando de este tema, tenemos que tener en cuenta que estas nuevas formas de comunicarnos merecen la misma protección que el derecho a la libertad de expresión que tenemos consagrado clásicamente en la Constitución de 1853-1860. Cuando el artículo 14 de la Constitución Nacional consagra el derecho de todos y cada uno de nosotros a expresarnos libremente sin censura previa, en su momento aludía a la libertad de prensa. Pero hoy por hoy, 117
a esta cláusula constitucional, y al artículo 32, les tenemos que dar una interpretación muy dinámica, muy actualizada. Y nadie duda de que la radio y la televisión están resguardadas por esos mismos artículos pero, hoy, Internet también lo está. Es decir, no es necesario reformar los textos contitucionales básicos para entender que Internet también está comprendida dentro del derecho a la comunicación y a la libertad de expresión. Esto que puede parecernos básico, implica todo un impacto en el orden jurídico y en muchas cuestiones cotidianas. Ya hay jurisprudencia y fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que no dudan en afirmar que Internet es un medio de comunicación y que, por ende, está protegido por estas normas constitucionales. Lo que importa acá no es el continente, el soporte, sino el contenido. Y ahí es donde está la verdadera dimensión de la comunicación. Uno de los pronunciamientos en este sentido, lo encontramos en el caso “Vita, Leonardo y González Eggers, M s/ procesamiento”, en el que la Cámara Federal de la Capital, sostuvo:“En efecto, más allá de las discusiones doctrinarias sobre el alcance de la libertad de prensa, es claro que nos encontramos ante un nuevo medio de comunicación, ‘Internet’, en el que conviven y mediante el cual se expresan -entre otras- actividades científicas, comerciales, periodísticas y personales. Por ello, corresponde, a la luz de los hechos del caso, y al amparo de la Ley Fundamental, considerar a la ‘red de redes’ como otro medio comunicacional público y masivo, en el que se vierten diversas formas de expresión, lo cual incluye a la prensa”. Otro pronunciamiento, que sentó jurisprudencia, en el ámbito del derecho laboral considera que a un periodista que trabaja a través de las nuevas tecnologías le es aplicable el Estatuto del Periodista (Causa “Arias, Leonardo c/ La Nación S.A. s/ despido” – Cámara Nac. Trabajo Sala IX, 29-04-2004) como le es aplicable a quien trabaja físicamente en un medio gráfico, en la radio o en la televisión. En estos ejemplos puede parecer muy simple la tarea interpretativa pero, en realidad, el fenómeno es mucho más complejo. Tanto es así que el derecho argentino, y el internacional en general, todavía no tienen muchas respuestas para algunas cuestiones comunicacionales que pasan por esta nueva plataforma. Me refiero a que por Internet se pueden cometer, también, calumnias e injurias, como se pueden cometer a través de cualquier otro medio. Y ahí hay conceptos que entran en crisis, porque lo primero que nos preguntamos desde el Derecho es qué juez va a tener jurisdicción y competencia para entender en el caso cuando ese clásico concepto en Internet no existe o más bien, se hace muy difícil interpretarlo.
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Es más, hay muchos intentos y mucha jurisprudencia que nos marca que puede haber una sentencia al respecto, pero que no va a ser más que una sentencia virtual o “papel mojado”, por decirlo de alguna manera, porque se va a hacer muy difícil hacerlo efectivo. Y existen muchos ejemplos al respecto. En noviembre de 2000, un tribunal francés condenó a la empresa estadounidense Yahoo! por exponer y vender parafernalia nazi en una de sus páginas, pensada para que los internautas puedan publicitar y comerciar con sus objetos personales. Los jueces parisinos obligaron entonces a la compañía a impedir la exhibición y venta de ese tipo de material en territorio francés, puesto que la ley de ese país lo prohíbe. En realidad, la cuestión más “peliaguda” en ese caso era el conflicto de jurisdicción que plantea una red global como Internet. El tribunal pretendía que ningún francés accediese a ese material, pero para impedirlo no hubiera bastado con prohibir el acceso al sitio desde Francia, puesto que cualquier ciudadano de ese país que se encontrara fuera de su patria sí podría entrar en el portal y comprar esos objetos. Además, al ser Yahoo! estadounidense y albergarse sus páginas en ese país, también se planteó la cuestión de hasta qué punto podía un tribunal francés restringir las actividades de la compañía fuera de su nación. Vemos entonces que el desafío para el Derecho es enorme, porque se ponen en discusión conceptos básicos como territorio, competencia y jurisdicción tan clásicos del derecho en general. Estos son apenas algunos de los retos jurídicos que existen pero hay otros como, por ejemplo, el tema de la brecha digital. Este tema fue muy discutido en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (Ginebra 2003, Túnez 2005). Uno de los puntos que se trató fue el del acceso a las nuevas tecnologías y el efectivo ejercicio del derecho de la información. Porque, obviamente, sin acceso a cuestiones básicas como la electricidad, mal se puede acceder a los avances tecnológicos. Y a su vez, sin concreción del derecho a la educación no se puede comunicar y no se puede producir esa retroalimentación entre derecho a la educación y derecho a la comunicación que debe existir. En este sentido hay compromisos. Incluso Argentina fue parte de uno de los documentos preparatorios: la Declaración de Bávaro. Allí los Estados se comprometieron a realizar políticas públicas activas para disminuir la brecha digital. Pero la pregunta sigue siendo ¿cómo esas políticas públicas activas se concretan, se implementan?
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Fíjense que estamos hablando del profesional de la información, y cómo afectan a sus tareas las nuevas tecnologías, el derecho a la comunicación y las políticas públicas; pero también estamos hablando del sujeto universal: todos y cada uno de nosotros, como seres humanos, que queremos concretar el derecho humano a la comunicación. Y acá aparece otro concepto fundamental que se ha desarrollado mucho en esta última década y que sigue siendo una gran deuda del Estado en diversos niveles: el derecho de acceso a la información pública. Este derecho, hoy no hay duda, es parte integrante del derecho a la libertad de expresión y a la comunicación. Y digo que no hay duda porque la Corte Interamericana de Derechos Humanos ratificó este criterio el año pasado en el caso “Claude Reyes y otros contra Chile”. En ese proceso un grupo de ciudadanos reclamaban al Estado chileno acceder a una información pública básica que les habían denegado. El reclamo tenía que ver con las actividades que la empresa estadounidense Trillium iba a desarrollar sobre el Río Cóndor, que implicaban una tala importante de árboles y un perjuicio al medio ambiente. Acceder a la información pública ambiental es uno de los temas básicos que hoy tienen que ver con el caso de las pasteras, con la contaminación del río Matanza y la presentación del caso “Mendoza y otros sobre la contaminación del Matanza-Riachuelo” que se está dando en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Esta cuestión integra el derecho a la libertad de expresión y es un derecho humano que también merece protección. Lamentablemente el Estado Nacional todavía se debe una ley con respecto a este tema. Existe un decreto del Poder Ejecutivo Nacional (Decreto 1172/03) pero no tenemos una norma democrática, surgida del Congreso de la Nación. Además, se refiere solamente a la información del Poder Ejecutivo y no a la del Poder Judicial ni a la del Legislativo. En el caso de la provincia de Buenos Aires, el gran problema que existe es que si uno de nosotros quiere pedir determinada información pública debe fundamentar por qué y para qué la quiere. Y esto, evidentemente, no debería ser así. No tendría que fundamentar el interés legítimo o el derecho subjetivo para solicitar información de interés público. El simple derecho de querer saber debería bastar. Este es uno de los parámetros que tienen todas las leyes que se están dictando en el mundo. Es decir, por el simple hecho de querer saber y estar informado, no tengo que decir por qué o para qué quiero esa información. Se trata de mi derecho a saber, a conocer, a comunicarme. Porque comunicarme significa no
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solamente dar información sino también recibirla y transformarla. Por eso es derecho a la información, porque ya se superó esa mera facultad de expresarse. Este sigue siendo uno de los desafíos de las Políticas Públicas, la Comunicación y las Nuevas Tecnologías: plasmarse normativamente. Con esto quiero decir que es necesario tener leyes que estén más acordes a los tiempos actuales y a los desafíos que nos requieren las nuevas tecnologías. Insisto, existen campos en donde la interpretación dinámica basta y no es necesario su reforma continua. Es decir, la vetustez de una ley o de la Constitución, no debería impedir la concreción del derecho de la comunicación. Sin embargo nos encontramos, a veces, con que las interpretaciones acotadas del Estado, o del propio Poder Judicial, siguen obstruyendo la concreción de ese derecho. Finalmente quería relacionar el tema de esta mesa con el derecho de la comunicación y los medios en sí. Acá me parece que tenemos que resaltar algunas materias pendientes y algunos reclamos que se están haciendo sobre la legislación de medios. Como saben, lamentablemente, tenemos vigente la Ley de Radiodifusión de la dictadura, establecida en 1980 con la matriz de pensamiento propia del autoritarismo que sigue considerando en uso la Doctrina de la Seguridad Nacional; que sigue diciendo que el organismo que controla a los medios de comunicación, el COMFER (Comité Federal de Radiodifusión), tendría que estar dirigido por un representante de cada una de las fuerzas armadas -por eso está intervenido-; o que plantea que los contenidos de la radio y de la televisión, en sus aspectos informativos, tienen que ser objetivos y evitar las opiniones. Sin duda alguna hay respuestas para dar sobre el por qué sigue vigente: un modelo de medios con una concentración que impide o distorsiona el derecho a la comunicación y un manejo del espectro radioeléctrico que constituye un medio de censura indirecta, como lo dice el Pacto de San José de Costa Rica. Hubo un avance muy importante sobre este tema, la reforma del artículo 45 de la Ley de Radiodifusión que permite la existencia de los medios comunitarios, de la radiodifusión comunitaria. Pero en el mismo año 2005, se dictó un decreto de necesidad y urgencia, el 527/05, que modificó el artículo 41 y que establece que los términos de las licencias o de las prórrogas, están suspendidos por diez años más. Con lo cual el Estado Nacional ratificó la existencia de la concentración mediática o del mapa de los medios tal cual lo tenemos en la República Argentina.
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Y esto no es una cuestión menor porque también es un modelo de política pública y es una cuestión que tenemos que analizar. El decreto 527/05, además de consolidar el mapa mediático con los grupos mediáticos tal cual los conocemos, tiene un segundo artículo al que muy pocos le han prestado atención. Ese artículo les da un plazo para que los medios beneficiados con la suspensión del plazo de sus licencias incorporen nuevas tecnologías y se digitalicen. Ni siquiera lo reglamentaba sino que sostenía que tenían que presentar un plan de reequipamiento y digitalización. Por el contenido del decreto parecía que ésta era una obligación que condicionaba la prórroga de las licencias. Sin embargo, en el 2007 nos desayunamos con la reglamentación que expresaba que el medio que no cumpliera con el proceso de incorporación de nuevas tecnologías, en realidad lo que tenía era un apercibimiento o falta grave por parte del COMFER. Esto que acabamos de apuntar promueve muchas interpretaciones, pero una de las cuestiones básicas que tenemos que reflexionar tiene que ver con que las normas expresan determinadas políticas públicas. Ahora, también hay que pensar cómo las leyes realmente se hacen efectivas o no, y en qué casos. Por ejemplo, Perú sancionó leyes muy importantes hace dos años, incluso generó modelos sobre radiodifusión comunitaria, y sin embargo no se hacen efectivas. Entonces nos preguntamos sobre la falta de efectividad de la ley y la ausencia de políticas públicas que la puedan poner en práctica. Eso hace que el proceso quede a mitad de camino. Y por otra parte, como sobreviven normas que están a contramano de nuestros tiempos, el derecho a la comunicación no puede concretarse. En este sentido, la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) viene trabajando en principios básicos para una legislación democrática sobre este tipo de radiodifusión y también llama la atención en forma constante sobre la necesidad de diseñar políticas públicas al respecto. Los principios que se elaboraron son 14 pero en este caso interesa destacar un principio que guarda relación con el tema que estamos tratando. Es el de la inclusión digital, y dice “que el compromiso de los Estados para superar la brecha digital y garantizar la inclusión de todos los sectores de la Sociedad de la Información y el Conocimiento, debe suponer mecanismos que garanticen el acceso y migración de los medios comunitarios y otros no comerciales a las nuevas tecnologías y a los retos que plantean la convergencia de medios y la digitalización de los soportes analógicos”.
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Digo esto porque esta reivindicación que hacen los medios comunitarios no es menor. A veces parece que hablaran de nuevas tecnologías e Internet los sujetos empresariales y no los medios comunitarios que vienen bregando y luchando mucho para que la inclusión digital sea una realidad concreta. Y ellos lo hacen porque lo obsoleto de las tecnologías también termina cercenando el ejercicio del derecho a la comunicación. Mi objetivo fue dar pinceladas sobre los desafíos y sobre las preguntas aún sin respuesta, que al derecho de la comunicación y las nuevas tecnologías nos ofrecen.
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Preguntas del Público [Público] En tu exposición nombraste como únicos actores en la Sociedad de la Información a los individuos, el Gobierno y las empresas. ¿No falta nadie? Paula Recalde: Faltan las organizaciones no gubernamentales. Quise ser representativa. Creo que en alguna de las placas, aunque lo pasé muy rápido, estaba. Quizás oralmente no lo expuse. [Público] En mi experiencia no pude acceder a toda la información pública que estaba buscando. ¿Este proceso se encuentra en fase de desarrollo actualmente? Paula Recalde: No. De hecho, el acceso a la información tiene el decreto y se está implementando. Vamos a ver si con los cambios de gestión se puede hacer de manera más acelerada. La que más desarrollo tuvo es la Guía Única de Trámites y SIEP. Si ingresás al portal de la provincia de Buenos Aires te vas a encontrar con el ícono de la base de datos donde está organizada la información de los trámites. Se accede a partir de una matriz de preguntas y respuestas sobre la identificación de organismos, de dependencias o de temática. Uno puede acceder a realizar un trámite como, por ejemplo, solicitar un Documento de Identidad, y se le informa qué canal de comunicación puede tener para acceder a esa información. Y en algunos casos, si lo requiere el trámite, puede imprimir la boleta para realizar un pago o bien, completar ciertos formularios. Otros programas están vigentes y tienen su decreto. Quizás las políticas públicas hacen que se retrase o quede, en algunos casos, esperando el accionar de estos 35 organismos para que se comuniquen, efectivamente, estos programas. Pero todos tienen su decreto y están implementándose. Analía Elíades: Paula había mencionado el tema de la reticencia y la burocracia en el acceso a la información pública. Hace poco tiempo se ha puesto en marcha el Fuero Contencioso Administrativo en la Provincia de Buenos Aires. Esto implica que hay juzgados de primera instancia que pueden atender las cuestiones con el ciudadano bonaerense y el Gobierno Provincial o el ciudadano y los municipios. Esto es muy nuevo, porque antes no había acceso a la Justicia Contenciosa Administrativa, o si existía, teníamos que ir directamente a la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires. Hoy estos juzgados existen, y no casualmente las primeras demandas que se están dando son pedidos de acceso a la información. Está ocurriendo en el Departamento Judicial de La Plata, en Bahía Blanca, en Mercedes, en distintos lugares en donde los ciudadanos están presentando demandas para acceder a la información pública de la Provincia o de los municipios. 124
Lo que explicaba Paula Recalde también tiene que ver con una política pública de evitar llegar a una demanda judicial para acceder a datos a los que tendríamos que acceder todos. Hoy tenemos algo tan inexplicable como es la causa del Diario El Día contra la Municipalidad de La Plata, que se encuentra en la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina, en donde el medio solamente quería saber cuántas personas eran de la planta permanente y cuántas de la planta transitoria del municipio. Y el municipio no le contestó. Esta simple pregunta está hoy en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Entonces es también un gran tema para trabajar culturalmente porque nada nos parece más público que saber qué cantidad de empleados tiene un municipio. Su interés es notorio y sin embargo fue una información negada. [Público] Pensando en muchas de las reflexiones que Analía Eliades planteó, lo que se vislumbra es un horizonte que tiene mucho que ver con el derecho internacional o con problemáticas internacionales. Recuerdo una charla que dio acá un periodista chileno, hace unos años, de la Tercera Digital. Él explicaba que para saltear un acto de censura con respecto al Libro Negro de la Justicia Chilena, que denunciaba la intervención de la Justicia durante la dictadura de Pinochet, ellos lograron colgar la información en un servidor de Miami para que la gente pudiera acceder desde allí. Y nadie le podía interrumpir ese servicio porque no intervenía la Justicia de Chile sino la Justicia Internacional o la Justicia de Estados Unidos. La pregunta tiene que ver con saber qué niveles de interrelación, de intercambio o cuáles son las articulaciones internacionales que sobre esta temática existen. ¿Cuál es la instancia de discusión, cuáles son las problemáticas que están estableciéndose en esos foros, en esos espacios? Analía Elíades: Son muchas. Una de las cuestiones a las que hay que estar atentos es a una línea internacional que quiere poner limitación, control y coto a la libertad de expresión en Internet. Otro gran sector pelea por la libertad y la autorregulación porque entiende que toda regulación al respecto cercenaría la libertad de expresión Cuanto más consolidada esté la autorregulación de contenidos más se evita que se quieran imponer normas nacionales o internacionales, restrictivas del derecho de la libertad de expresión. Hay cuestiones todavía muy contrapuestas, y hay muchos temas para debatir. Es cierto que además se pueden dar estas cosas: lo que en un país estaría prohibido verbalizar, y a veces con fundamentos absurdos, a partir de Internet puede tener una concreción. También es cierto que hay que cuidar muchos los contenidos y evitar la impunidad pero ¿cómo se dan los mecanismos? Todavía a mí me siguen surgiendo las mismas dudas e interrogantes al respecto. Sin duda hay cuestiones que no pueden quedar en el mero ámbito de lo subjetivo. La lucha contra la pedofilia,
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obviamente, va a ser algo en lo que todos vamos a coincidir. Pero todavía hay muchas líneas de acción a trabajar internacionalmente. No todos los países, sus expertos y sus gobiernos están de acuerdo, y los desafíos para el Derecho son, realmente, muy llamativos. Están los tradicionales jueces a los que la Jurisdicción y Competencia no les sirve para nada y reclaman, más o menos, Jurisdicción Internacional, y aquellos que abogan porque circule libremente la información. Es un tema complejo que en algún momento va a requerir el concierto de los estados sobre algunas cuestiones básicas. Cuestiones que en algunos lugares como la Unión Europea, por la forma comunitaria, se ven facilitadas, y en América Látina tienen mayor complejidad. Nosotros aún no alcanzamos la supranacionalidad y podemos, nada más, hacer manifestaciones como la Declaración de Bávaro -que también tiene reservas como la de Canadá y Estados Unidos con respecto a Cuba-. Estos instrumentos jurídicos internacionales, aunque sean declarativos, también conllevan la concreción de las políticas internacionales. [Público] Quiero saber, a partir de esta relación entre las nuevas tecnologías y la Educación, y teniendo en cuenta la brecha digital, ¿con qué docentes y con qué escuelas se está trabajando? Cecilia Sagol: Yo insistí bastante en que el modelo que presentamos nosotros no requiere una alta conectividad. El tiempo para explicar es poco, pero quiero decir que la cuestión de la brecha digital es también uno de los temas en la agenda de educ.ar. Nosotros participamos de la Campaña Nacional de Alfabetización Digital del Ministerio de Educación, que incluyó la entrega de 100.000 computadoras a distintas escuelas del país, a las escuelas técnicas y a los institutos de formación docente. Además, tenemos un programa por el que reciclamos computadoras y las donamos a escuelas que las piden. Es decir, trabajamos en algunos aspectos para tratar de solucionar esta brecha en forma concreta. Pero la idea es que, mientras tanto, se puede ir haciendo algo que tiene que ver con lo cultural y pedagógico: que las escuelas preparen a los alumnos para este tipo de producción de conocimiento. Hoy tenemos escuelas que tienen una excelente conexión, tienen buenos laboratorios de computación y no producen materiales interesantes, y tenemos escuelas que producen cosas maravillosas desde el cíber de la esquina o desde la casa del profesor, y hay muchísimos ejemplos de eso en el portal. De todas maneras nosotros tenemos un portal que es totalmente accesible en varios sentidos. Primero, es accesible para personas con distintas capacidades. Segundo, está pensado para que se pueda acceder desde cualquier tipo de máquina, incluso las muy elementales. Todos los contenidos, las imágenes y videos son puestos en baja definición; todo contenido se puede imprimir, se puede descargar. Tenemos una colección de 20 CD educativos que son pedacitos del portal para navegar off line. Eso se entrega en forma gratuita, como todos los productos de educ.ar, a los docentes que lo soliciten. Son pedacitos de Internet que sirven
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para navegar, para buscar información cuando no se tiene conectividad. Trabajamos con todo ese tipo de cosas. educ.ar trabaja en un equilibrio entre material para baja, media y alta conectividad, que se puede lograr, por ejemplo, a partir de los cibercafés o de otras instancias. Tenemos contenidos para docentes con alta capacitación, como un curso para docentes sobre Web 2.0, pero tenemos cursos sobre cómo usar una PC. El primer CD de nuestra colección viene con un libro para aquel docente que ni siquiera sabe encender la computadora. Tratamos de tener un destinatario lo más amplio posible y no dejar a nadie afuera por conectividad, por equipamiento o por capacitación. Hay autores, como Nicholas C. Burbules y Thomas A. Callister, que hablan de la accesibilidad como un concepto bien complejo. No es sólo tener o no máquinas sino también tener o no tener capacitación para acceder a las máquinas o criterios para sacar lo bueno y lo malo de las máquinas. Es en esa complejidad donde tratamos de movernos. [Público] ¿Y estamos hablando de escuelas públicas y privadas que tengan acceso a Internet? Pregunto esto porque se ve un detrimento en lo público y mayor diferencia. Cecilia Sagol: La brecha digital existe y está montada sobre la brecha económica y la de la pobreza: eso es un dato. Es muy claro cuando uno pone las estadísticas unas sobre otras. Pero la idea es que las nuevas tecnologías sirvan para superar esa brecha y no para agrandarla. No queremos que educ.ar sea un portal para los docentes y escuelas que tienen buena conectividad, que a veces son las privadas, si no iríamos en contra de nuestros objetivos. Nosotros estamos por la igualdad en la educación y tratamos de manejar eso brindando base, equipamientos y conectividad, y elementos simbólicos, pedagógicos para manejarse. [Público] En primer lugar, lo que veo de los blogs y los foros es que se sigue tratando a la comunicación o a los medios como soporte y no como constructores de historias. Y en segundo lugar, más que la brecha digital lo que importa es la brecha de la pobreza porque cuánta gente puede acceder no sólo a las computadoras o a Internet, sino que hay muchos chicos que no pueden ir a la escuela, o los que van, no pueden tomar clases porque las paredes se caen abajo. Cecilia Sagol: Por supuesto, aunque la solución de esos problemas no está entre los objetivos de educ.ar. El Ministerio es muy amplio, tiene distintas dependencias y programas. Tiene programas de infraestructura para las escuelas pobres, por ejemplo. Nosotros nos concentramos en el tema de la introducción de la tecnología en
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las escuelas de la Argentina. Y por tecnología entendemos un sistema: contenidos, equipamiento, conectividad, capacitación. Intentamos que eso llegue a todas las escuelas del país. El objetivo de educ.ar es la educación con tecnología, porque fue creado para eso. Luego la nación, las provincias, el Estado, tienen otros programas para atender otro tipo de necesidades, que las hay, lamentablemente, y muchas. [Público] Supongamos que el primer paso se resuelva, y pasemos al área de tecnología Cecilia Sagol: No son dos pasos consecutivos, sino que se están trabajando en simultáneo. Porque si uno espera a que se termine la pobreza en la Argentina para empezar con la tecnología, estamos mal. Se está trabajando en paralelo, y eso genera un gran debate: decir “por qué no gastamos el dinero en infraestructura y no en computadoras”. Pero se tienen que hacer las dos cosas a la vez, porque el mundo avanza y lo simbólico es tan importante como lo material. [Público] Más allá de eso, me parece que no hay que entender a la tecnología meramente como soporte para bajar información, sino por ejemplo lo que hicieron en la web. Ese tipo de cosas me parece que son importantes. Cecilia Sagol: Eso es en lo que estamos trabajando. Es importante bajar información sobre todo en un ámbito escolar, en donde la información sigue ocupando un lugar de peso. Pero tratamos de que la Web sea un espacio de producción de conocimiento desde la información. Es decir, a la información que uno baja, resignificarla, cargarle valor, compartirla con otro, guardarla en un portafolios, mezclarla con otra. Ese es el proceso que tratamos de generar porque tiene que ver con las tendencias de la Web y con dar respuesta a la complejidad y el conocimiento de hoy.
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Cuarto Panel LĂmites, Experiencias y Posibilidades. De lo local a lo global
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Los medios digitales y la posibilidad de trascender las limitaciones
Andrea Frade
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Andrea Frade es periodista y dirige el medio digital “El Diario de Quilmes” [www.eldiariodequilmes.com. ar]. Fue redactora y responsable de contenidos de “Quilmesadiario” [www.quilmesadiario.com.ar] y trabajó en “El Mástil Digital” [www.elmastildigital.com.ar] y “Decision-Line”. En FM Quilmes 106.9, condujo los ciclos “Candidatos” (2003), “Primera Página” (2004) y “Ultima Página (2005-2007) y realizó la producción periodística “Micrófono Abierto” (2005-2006). Radio Plus 88.1 contó con su presencia como productora de “Punto y Banca” (2006) y conductora de “Última Página” (2007). En FM del Este 99.3, se desempeñó como columnista de “La mañana desde Berazategui” (2007). En el área gráfica, fue redactora del semanario “Nuevo Horizonte” y realizó informes especiales para “Bernales”, “Los Indios Kilmes”, “Sayarina” y “Decisión”. Actualmente (2008) trabaja como Jefa de Prensa del Consejo Deliberante de Quilmes.
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Los medios digitales y la posibilidad de trascender las limitaciones Andrea Frade En principio agradezco la invitación de la Universidad Nacional de Quilmes para participar de estas Jornadas, que permiten a los que trabajamos en esto, y sobre todo a los medios locales, la posibilidad de compartir experiencias con quienes están estudiando. En general, cuando uno participa de este tipo de eventos, se lleva más de lo que trae: uno trae el relato de la práctica, de los problemas que se tienen en el ejercicio del periodismo local todos los días, pero se lleva otro tipo de inquietudes y, muchas veces, son más productivas las preguntas que las respuestas, porque a uno lo llevan a plantearse otro tipo de cuestiones. En relación al eje temático de las Nuevas Tecnologías y la consigna de “los límites de lo local a lo global”, existe un hecho muy interesante en relación a la práctica del periodismo local. Sin duda la explosión de los medios digitales nos ha aportado a todos, pero muy particularmente a los medios locales y al ejercicio de la profesión en un ámbito acotado, la llegada de ciertas herramientas con las que históricamente no habíamos contado. Y más allá de lo que significa la masividad de un medio que ofrece la posibilidad de consultarlo por Internet, me parece importante remarcar que ninguna tecnología suple el ejercicio concreto del vínculo con el objeto propio de la noticia, que son las personas. Digo esto porque muchas veces, en el ejercicio profesional en un medio digital, hay cierta tendencia a abandonar la calle, con todo lo que esto quiere decir. Pero, fundamentalmente, se excluye al vecino como objeto generador de la información. Las nuevas tecnologías nos sirven para hacer llegar más lejos lo que le pasa, coloquialmente hablando, al tipo que tenemos al lado y tiene un problema. Pero no nos tenemos que olvidar de que el tipo que tenemos al lado y tiene un problema es el objeto de la información y es el lugar de donde sale la noticia que hoy, afortunadamente, a lo mejor replica de otra manera.
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Y esto es un tema que hay que tener muy en cuenta porque se ha modificado el concepto de lo local a partir de la posibilidad de difundir algunas realidades por medios que llegan a cualquier lugar. Digo esto porque históricamente el periodismo local ha tenido que ver no sólo con una cuestión de limitación geográfica o de protagonismo a partir de un lugar específico, sino por la imposibilidad de hacer trascender una realidad. Una realidad que no es distinta en Quilmes de lo que puede ser en Haedo o en Caleta Olivia, con sus particularidades. Y sirve para construir una red de diagnóstico más general de un problema. Antes nos agarrábamos la cabeza con los desnutridos del Chaco, y acá muy cerquita hay casos muy similares. La posibilidad de unir, de tejer una red entre aquellos desnutridos y los que tenemos al lado, junto a la facultad que tenemos de difundir, nosotros aquí, ellos allá, le imprime relevancia al hecho de “conocer para transformar”. No hay manera de modificar absolutamente nada si no se conoce el problema, y si no se diagnostica que hay un lugar hacia donde ir con alguna solución, o por lo menos desde lo que a nosotros nos toca, que es mostrar. Serán otros los que tengan que solucionarlo y hay que tener claro que nosotros contamos pero otros deben resolver. Seguramente será otro debate: ¿hasta dónde debe avanzar el periodismo, sobre todo cuando se editorializa? Este fenómeno nos ha permitido colaborar desde lo local para que las cuestiones se generalicen y se conviertan en un problema que, ojalá suceda en algunos casos, termine siendo una cuestión de Estado. Este es el elemento fundamental que, me parece, hay que vincular en relación a las tecnologías y el ámbito local. Hay que comprender que las nuevas tecnologías nos han permitido que lo local se redefina y nos coloque en posición de contar lo que sucede en un lugar para colaborar a que ese relato general se una con el local. Acá seguramente el debate se nutrirá con lo que quieran comentar los otros ponentes, pero me parece importante tener en cuenta o por lo menos arrancar con esta cuestión. También existe otro tema a tener en cuenta. Es muy difícil ejercer el periodismo en los medios locales desde el lugar de “empleado”, si podemos usar esta figura, porque se hace difícil mantener ciertas normas de trabajo, profesionales y éticas, cuando uno está vinculado a un medio que responde a intereses económicos o a intereses de financiamiento muy particulares. En ocasiones, el periodista no sabe qué hacer en un ámbito de ese tipo. Siempre está sujeto a ciertas sugerencias o, directamente, a obligaciones, que lo llevan a hacer lo que sabe que no debe hacer.
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La posibilidad de tener un medio digital permite un ejercicio profesional un poco más libre porque se tienen menos condicionamientos. En ese caso, tal vez, las limitaciones tengan que ver con una infraestructura precaria. Aún así el objetivo debe ser realizar un producto lo más digno posible. Y me parece importante, al estar con estudiantes que serán el futuro de la profesión, resaltar que la tecnología debe ser vista como la esperanza de un ejercicio profesional con mayor libertad. Una esperanza que, además, acote la monopolización de los grandes medios y que nos permita individualmente, o dentro de ámbitos con criterios más claros, un desarrollo periodístico más saludable –cosa que, les aseguro, en estructuras más grandes es imposible y muy limitante desde todo punto de vista-. Para arrancar, esto es lo que me gustaría decirles, más allá de que después estemos sujetos a las consultas que quieran hacer. Sobre todo hablando de la práctica y hablando de lo que significa ejercer el periodismo, que como les decía al principio, uno habla del vecino y de las realidades particulares pero también de otras cosas. Hay que hablar del barro, hay que hablar de la trinchera y hay que estar para hacer periodismo. Lo otro, sentarse a escribir, es lo de menos.
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La Direcci贸n de Prensa de la Universidad Nacional de Quilmes y sus posibilidades digitales
Leticia Spinelli
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Leticia Spinelli es Licenciada en Comunicación Social y se desempeña como Directora de Prensa de la Universidad Nacional de Quilmes desde 2004. Trabajó en diversos medios de comunicación gráficos (Clarín, Página 12, Convergencia) y en Internet como editora y redactora. También formó parte del área de Comunicación Institucional del Grupo Clarín y realizó investigaciones académicas en Proyectos I+D en el área de Comunicación. En 2003 fue ganadora del Programa “Jóvenes Periodistas” del Grupo Clarín y la Fundación Noble.
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La Dirección de Prensa de la Universidad Nacional de Quilmes y sus posibilidades digitales Leticia Spinelli Como muchos de ustedes saben, estoy a cargo de la Dirección General de Prensa de la UNQ desde 2004. Voy a hablarles de la otra cara del trabajo periodístico. No de lo que habló Andrea [Frade], sino del trabajo de hacer prensa, y de cómo las herramientas periodísticas ayudan a esa tarea, que más bien se trata de “vender” una imagen, de “construir” una imagen, para los periodistas. Básicamente es lo que se hace, por lo menos en el trabajo hacia fuera de la Universidad. El trabajo interno de la Universidad es bastante diferente. Primero les voy a contar la historia de cómo se formó la Dirección y el trabajo que venimos haciendo, que es bastante particular comparado con otros casos. A partir de mediados de 2003 había en esta Universidad gente que se dedicaba a hacer prensa, a tener relación con los medios, a difundir actividades y cada una trabajaba en un área diferente y muy pocas veces se comunicaban entre ellos para ver qué era lo que estaban haciendo. En ese momento se decidió unificar esas actividades y que todos trabajaran en una misma oficina. Así es como hoy contamos con un grupo de redactores y de diseñadores gráficos que antes trabajaban en otros lugares, con el claro objetivo de unificar el mensaje institucional. Paralelamente, se lanzó un portal en Internet. Hasta ese momento se tenía una página web, bastante estática, que era provista de contenidos por la gente del área de Sistemas de la Universidad, y no por personas de comunicación. Ese lanzamiento sirvió para que la gente del área se “adueñase” de la comunicación a través de Internet. La plataforma de contenidos de este portal es bastante compleja. Requirió mucho tiempo aprender a usarla, pero aún con su complejidad sirve para tener una gran rotación de contenidos y muchísima información. Funciona muy diferente a una página común de Internet, que suele ser estática y que tiene una home, donde uno navegando en el interior no encuentra demasiados contenidos. De hecho acá siempre la queja es que es bastante complejo el portal. Lo particular de esto es que no realizamos un trabajo periodístico diario, pero sí tenemos que utilizar las pautas de publicación de ese tipo de contenidos porque si no la información realmente se echa a perder, carece de relevancia.
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Entonces, a partir de una información estrictamente académica, muchas veces científica, con nombres irreproducibles, hay que generar un contenido periodístico comprensible para el común de la gente. Resulta muy difícil realizar esa “traducción” de la investigación que se realiza tanto en los programas como en las carreras, de modo tal que sea sencilla de entender, de publicar y que tenga una llegada por fuera de la Universidad. Hay que “bajar” la información a un “idioma” que sea descifrable y que sea vendible a los medios. Por eso necesitamos siempre contar con herramientas periodísticas para lograrlo. El mayor inconveniente que tenemos es la llegada de toda la información hacia la comunidad, ya sea en los medios locales o nacionales. Es bastante complejo porque los tiempos y las realidades a veces son diferentes. En la Universidad la investigación científica tiene tiempos más laxos, más sutiles. La información que se maneja se manipula con mucho más cuidado. Los investigadores son bastante reticentes con las cosas que comunican, entonces resulta muy difícil lograr una nota que interese a un periodista, tanto de un medio local como nacional. En la mayoría de los casos tenemos mucha más llegada, a través de Internet, a lugares como el exterior, pero a nivel académico y no a nivel periodístico. Esto que nos pasa con los investigadores también nos sucede con los alumnos. Muchas veces tratamos de que los alumnos realizaran notas sobre su experiencia dentro de la Universidad, como alumno o como graduado, y no logramos repercusión porque dentro del ámbito académico existen bastantes problemas para lograr una nota que sea publicable realmente. Aún así, los medios locales tienen la particularidad de ser mucho más flexibles a la hora de publicar una nota, y parecieran entender mejor que no siempre un título tiene que ser vendible y llamativo. En ocasiones la información es igual de valiosa y no necesariamente tiene que ser efectista. En ese sentido colaboran con nosotros porque entienden que para la comunidad es importante que se realice un congreso, unas jornadas, o que haya una novedad en una carrera que no necesariamente es “la nota del año”. Volviendo al tema de las Nuevas Tecnologías, creo que la forma de hacer periodismo cambió muchísimo con Internet. Cambió los tiempos, lo que se publica, la forma en que se publica y la rotación de los contenidos es
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mucho mayor que si nosotros hiciéramos un producto impreso. En nuestro caso particular las notas cambian día a día, y es parte de las posibilidades que la herramienta web nos permite tener. Ahora estamos lanzando el sitio en portugués e inglés, gracias a una financiación del Ministerio de Educación. La contracara: los límites de la tecnología aparecen aquí. Nosotros lo vamos a tener en funcionamiento y va a ser una gran posibilidad para atraer alumnos del exterior, que es el objetivo primordial. Pero, aún así, no podemos traducir todos los contenidos que realizamos, entonces la página va a ser bastante estática porque tiene los contenidos básicos y no tenemos traductores que puedan trabajar permanentemente para nosotros. Así que es un tire y afloje constante acerca de las posibilidades que nos da Internet. Aún así nuestro formato digital tiene ventajas. Un ejemplo de ello, a nivel académico, tiene que ver con la posibilidad de que puedan publicarse las tesis de doctorado. Ha pasado que Universidades de nuestro país ven nuestro portal, y felicitan a una investigadora que accede a su título por la calidad de su investigación y por la celeridad con que fue dada a conocer. Las facilidades que nos da son esas y son muy válidas. De todos modos el manejo de los tiempos, el generar contenidos, sigue siendo tan problemático como fue siempre para un periodista gráfico o de un medio televisivo. Por último quería contarles que estuvimos viendo cómo trabajan otras Universidades e Instituciones estatales, y es muy difícil encontrar grupos de trabajo que estén unificados en una misma oficina y donde todos tengan un objetivo en común. Casi siempre hay un diseñador, perdido por una oficina, y gente que ni siquiera ha estudiado periodismo realizando contenidos. Y esto produce un mensaje muy débil de lo que es la Institución, de cuáles son sus objetivos. Siempre encontramos fragmentación. Nos hemos encontrado también con empresas que vinieron a ver la forma que teníamos de trabajar para ver si se podía “copiar” el modelo. Cosas que parecen tan obvias a veces no lo son tanto. Incluso en ocasiones tenemos que lidiar con áreas que hacen su propia comunicación, manejan sus propios mensajes, tienen un contacto por fuera de la Universidad y se generan problemas, mensajes encontrados acerca de qué es la Universidad, cuál es el objetivo dentro de la comunidad. También es un problema el uso de la imagen. Todos sabemos que empieza por un logotipo y tipografía y hasta un mensaje hecho texto periodístico. Todo es la imagen, y nosotros hace tiempo que estamos tratando de cuidarla y de que sea lo más coherente posible.
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La experiencia del Proyecto Redes
Alberto L贸pez
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Alberto López es coordinador del área de Comunicación del Proyecto Redes de Empresas Redes de Personas (Fundemos-UOM-UNQ) y editor de la publicación “El Metalúrgico” de la Unión Obrera Metalúrgica seccional Quilmes. Fue periodista de Página12, Perfil, La Prensa y elsitio.com y es docente.
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La experiencia del Proyecto Redes Alberto López Yo quería contarles de qué se trata el Proyecto REDES, que probablemente no conozcan. El Proyecto REDES es un proyecto destinado al fortalecimiento de un grupo de empresas recuperadas de la zona sur de Gran Buenos Aires, específicamente Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, del que participa la Universidad Nacional de Quilmes, y que está gestionado por tres ONG, que son Fundemos, Cospe y MLAL, estas dos últimas italianas. Estas empresas fueron recuperadas a partir de la intervención activa de la Unión Obrera Metalúrgica de Quilmes, y el proyecto cuenta con financiación de la Unión Europea. Se inició en marzo de 2006 y, entre las propuestas para lograr consolidar esta iniciativa, se planteó la de crear un área de comunicación. La idea era tener una comunicación hacia adentro para que las propias empresas tuvieran un nexo que las uniera y las fuera fortificando desde la pertenencia, desde la identidad, y también lograr la comunicación institucional hacia fuera. El afuera en gran medida tuvo como estrategia, y en este tipo de cosas no hay demasiados secretos, ver la forma de llegar a los grandes medios y posicionarse. Las dificultades que tenemos, en este sentido, tienen que ver con que las empresas periodísticas son fundamentalmente de tipo capitalista. Esto implica que el apoyo a una noticia que habla de un tipo de gestión diferente, cooperativo y solidario, implica “brindarle apoyo” a un modelo económico distinto. En el 2001, en medio de la crisis económica, existía una necesidad de las empresas periodísticas de mostrar que el país no se estaba hundiendo del todo, que había esperanza y ésta era la gente que recuperaba las empresas. Pero a medida que la situación económica fue cambiando, decidieron que no era una buena noticia la de las empresas recuperadas. En ese momento existía una estrategia para generar noticias llamativas. Recuerdo una charla con Leticia [Spinelli] en la cual me contó que lograron la tapa de Clarín por una investigación relacionada con el Viagra y que había miles de investigaciones en la UNQ que tenían, probablemente, más importancia científica y social que ese descubrimiento pero no alcanzaban el mismo impacto publicitario. Bueno, eso teníamos que lograr con nuestro proyecto: mayor impacto publicitario.
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Yo trabajé durante muchos años en periodismo gráfico en diarios como Página 12, Perfil, La Prensa, y también, cuando empezó el boom de Internet, en elsitio.com. Esa experiencia, sumada al trabajo en comunicación institucional en la UOM de Quilmes, eran las herramientas a partir de las que teníamos que elaborar estrategias. Ese era nuestro desafío: pensar qué impacto podíamos lograr, apoyados en gran medida por la UNQ, pero también con gestiones propias, para tener presencia en televisión, en radio, en diarios, a nivel nacional y a nivel local. Al mismo tiempo teníamos que imaginar cómo hacíamos para comunicarnos hacia adentro. Cuando se inició el proyecto consideramos que era imprescindible elaborar un boletín interno. Finalmente terminó siendo una revista mensual que sirve para que los trabajadores de las empresas recuperadas vean lo que hacen otros trabajadores. No sólo de las fábricas que participan del proyecto sino también de otras cooperativas -porque hay cerca de doscientas en todo el país-. También nos fuimos dando cuenta de que esta revista servía, además, como herramienta de comunicación hacia fuera. ¿Por qué necesitamos este tipo de comunicación hacia adentro? Porque las nuevas herramientas tienen una utilidad en determinados ámbitos. En el plano universitario sabemos que la gente consulta páginas web. Pero los trabajadores de empresas recuperadas no, y en algunos casos, muchas de las que participan en el proyecto están en zonas donde ni siquiera hay conexión de Internet. Entonces nos dimos cuenta de que la revista era muy útil como herramienta de difusión, porque se distribuye en diferentes ámbitos. Muchos de ustedes la habrán visto en las dependencias de la Universidad, por ejemplo, pero también llega a todos los organismos públicos de la Nación, de Capital y de Provincia y a los distritos que están interesados o que tienen relación con el área. Cubrimos todos los ámbitos que creemos necesarios. La revista comenzó a salir en mayo de 2006 y ya vamos por el número 15. Poco a poco nos fuimos dando cuenta de que teníamos que agregar, aparte de material que sirviera para conocer lo que estaban haciendo otros, material que nos sirviera como herramienta teórica sobre cómo organizar una cooperativa, qué significaba, sobre las cuestiones legales, económicas. Y esto porque una de las dificultades más grandes en este tipo de empresas es la carencia de sectores propios que tengan conocimientos básicos sobre cómo elaborar un presupuesto, por ejemplo. O en otros casos nos encontrábamos con compañeros trabajadores que no sabían hacer un cheque. Cosas que, cuando uno está trabajando en un ámbito distinto, maneja sin problemas.
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Este tipo de cosas las fuimos incorporando a la revista y a la página web del proyecto [www.proyectoredes. org], incluso en la del Consorcio del Sur [www.consorciodelsur.com.ar], que es el nombre que tiene este grupo de empresas. Obviamente no estamos al margen de la utilización de las nuevas tecnologías. El sitio web surgió después que el material en papel y como en este ámbito no había cultura de utilización de estos sistemas, parte del proyecto consiste también en brindar cursos de computación para que los compañeros puedan manejarse sin problemas. En la página web vamos agregando contenidos que se elaboran en el proyecto cotidianamente y artículos periodísticos que tenemos en un blog. Además incorporamos textos de consulta y material de archivo. Ahora, son dos ámbitos totalmente distintos. Los trabajadores de las empresas recuperadas siguen necesitando de la revista y la siguen leyendo porque meterse en Internet es, para muchos, una incertidumbre. En algunos casos recién ahora están aprendiendo a usar un mail. Quiero decir, estamos en un momento en el que las nuevas tecnologías nos sirven para abrir el panorama, pero no sirven para aplastar a ninguna de las tecnologías previas. La plataforma de Internet es maravillosa para facilitar el acceso, para facilitar la participación de la gente en la generación de contenidos. De hecho, supongo que muchos de los presentes deben tener un blog o un fotolog, en el que cargan cosas personales. En el ámbito del periodismo existen blogs en muchos países, pero sobre todo en Estados Unidos, donde periodistas de renombre publican lo que no pueden poner en los medios donde trabajan y son muy consultados. Como dijo Andrea [Frade], uno nunca puede escribir todo lo que quiere en el medio en el que está, pero hoy en día existe esa facilidad para que esa información sea visible. Ahora, en este momento tenemos un abanico enorme de posibilidades. Por eso, creo, a los periodistas les genera una dificultad muy grande el hecho de pensar en cuál es la necesidad que se tiene que transmitir y qué se quiere contar. Como también la genera el hecho de cuestionarse cuál es la forma más práctica para llegar al público al que se quiere llegar. Es decir que la dificultad no es la plataforma -porque en Argentina hay bastante desarrollo para tener acceso en cualquier punto del país, aunque a veces de manera muy lenta- sino las cuestiones básicas a la hora de
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comunicar: qué herramienta utilizar, para qué cosa, para qué público, etc. De hecho en Internet, gran parte del contenido que hay en línea es de los medios tradicionales. Podemos viajar a Europa y escuchar Radio Mitre por Internet o ver el noticiero de Telenoche, entonces puede surgir la pregunta: ¿qué hay de diferente en la web? No hay todavía demasiados sitios periodísticos exclusivos para Internet. En general, y por citar un ejemplo, Clarín digital tiene contenidos específicos, no es el mismo Clarín de papel, pero sigue siendo un medio gráfico. No hay un gran desarrollo, creo que por una cuestión económica. Todavía la gran discusión que hay en Internet es sobre quién paga el costo de la producción. Sobre el precio del diario de papel, el diariero se queda con un porcentaje del valor de venta, el distribuidor con otro y el resto queda para la empresa periodística. En este circuito la publicidad aporta el gran porcentaje de inversión que significa mantener un medio gráfico. En Internet todavía se mantiene el debate sobre cobrar o no para acceder a ciertos contenidos, como la mayoría de los diarios internacionales. En Argentina eso todavía no existe, aunque la edición de papel de Clarín o La Nación es accesible a través de un abono. Pero digamos que el contenido básico sigue siendo gratuito. En síntesis, lo que quiero decir es que hoy en día tenemos una infinidad de herramientas para comunicar. Lo difícil es saber cuáles usar y para qué.
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Entre lo vendible y lo comunicable: el caso Redes
Javier RodrĂguez
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Javier Rodríguez es colaborador en el área de Planificación de Políticas Comunicacionales del Proyecto Redes de Empresas Redes de Personas (Fundemos-UOM-UNQ) y en la revista Nudos, de las Empresas Recuperadas de la zona sur del Gran Buenos Aires. También es docente.
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Entre lo vendible y lo comunicable: el caso REDES Javier Rodríguez Bueno, yo voy a agregar un poco más a lo que dijo Alberto [López] aunque creo que el panorama que planteó está bastante claro. Alberto comentaba sobre la necesidad de decidir qué formato íbamos a utilizar y cómo había que resolverlo internamente. También existen otras instancias de decisión que tienen que ver con el contenido: qué es lo que va a formar parte de la revista y quiénes van a ser los sujetos de la enunciación de esa revista. Eso también me parece importante, porque cuando planteamos, desde lo local, que Nudos es la voz de los trabajadores de las empresas recuperadas, no podemos falsearlo. No podemos mentirnos. La voz tiene que estar presente y tienen que ser los trabajadores quienes están hablando. Esa es una limitación muchas veces porque, como decía Andrea [Frade], “hay que darse cuenta de que no hay que excluir al vecino”. Pero simultáneamente, lo que sucede es que los trabajadores no se dan cuenta de que son noticia y entonces, ir a buscar la noticia, ir a buscar lo que ellos quieren transmitir, es una limitación. Y me parece que definir quién es el que está hablando, quién es la voz, a quién representa -porque Nudos es la imagen visible de un consorcio de empresas recuperadas- no es lo único importante. Tiene también que funcionar como una herramienta de estrategia ideológica. Esto generó un montón de cuestiones, muchas vinculadas con el hacer visible un proyecto y con la tarea de “hacer” prensa. Yo trabajo en el departamento de Prensa del Ministerio de Educación así que muchas de las cosas que decía Leticia [Spinelli], las comparto. Los medios masivos buscan tópicos vendibles. Si hay chicos, es noticia, si hay pobres, puede llegar a serlo. En nuestro caso particular, generaba cierta limitación el hecho de alcanzar repercusión con notas “de color” y no con las que tienen que ver la lucha ideológica, con la expropiación de las fábricas. Sin embargo, ese tipo de notas, nos permiten cierta visibilidad. Nos permiten instalar el proyecto y hacer conocida una faceta, aunque no todas. Por otro lado, me gustaría explayarme sobre otra cuestión. Me parece que no hay ninguna plataforma de los medios tradicionales que, desde mi modesto entender, en estos momentos esté corriendo riesgos. 151
Digo esto porque muchas veces se anuncia prematuramente la muerte de un montón de cosas que siguen “vivitas y coleando” por ahí. Escuché, por ejemplo, hablar de la muerte del libro y las ventas de libros crecen a nivel mundial todos los años, más allá del acceso a Internet. Entonces me parece que, sin endiosar a las nuevas tecnologías, podemos entenderlas como un complemento, como una herramienta, como una posibilidad de llegar a otro lugar o de otra forma. No creo que vengan a reemplazar a nada. Y prueba de esto es que los sitios más visitados son los que tienen su correlato en papel. Y quería cerrar directamente con un ejemplo muy claro de cómo podemos entender a los medios. En uno de los números de “Nudos”, contamos el caso del frigorífico SUBPGA (Sub Productos Ganaderos) de Berazategui. Ellos mantuvieron una lucha muy importante por la expropiación de la empresa, y tuvieron la posibilidad de llegar a los medios masivos. Cuenta uno de los trabajadores en la entrevista que, a veces, alcanzar la repercusión no significa gran cosa. Frente al conflicto, llegó la gente de América, del programa de Andino. Ellos vieron la oportunidad y plantearon una estrategia para que el conflicto tenga repercusión, para que los medios escuchen cuál era el reclamo de los trabajadores. Aprovechando que tienen una antena muy alta, mandaron a uno que estaba “medio loco” a treparse hasta la punta. Abajo quedó otro que era un “gran actor” y que si tenía que llorar, lloraba. “Antenita” -le quedó el apodo después de la experiencia- gritaba “¡Me tiro! ¡Si no nos dan el trabajo, me tiro!”, y el de abajo “¡No te tires, no te tires!”. Llegó el medio y vaya si había una noticia. Pero surgió un imprevisto propio de la lógica periodística televisiva. La producción de Andino, “un gran equipo”, llamó a la madre de “Antenita”. Le acercaron un celular y la mamá, en vivo, le rogaba que no se tire. De un momento a otro, el conflicto de los trabajadores de SUBPGA ya no era tal. Ahora se trataba de un loco subido a una antena que se quería tirar. Obviamente, la atención del público estaba focalizada en si saltaba o no. ¿Qué íbamos a decir? no podíamos confesarle a todo el mundo, al aire, que no se iba a tirar, que se trataba de un mecanismo de lucha.
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Entonces, a veces, hay cierto riesgo al llegar con un mensaje que no es el que se quiere transmitir, pero no porque uno decida dar otro mensaje, sino porque muchas veces los medios tienen una idea de aquello que realmente genera interés, de lo que es noticia, muy distinta de lo que nosotros creemos, desde lo local, y que queremos llevar a lo global. Me parece que esto -y algunas otras cosas más que seguramente después recordaré y lamentaré no haber dicho- ilustra un poco cómo es trabajar en un tema muy local y acotado, como los es una zona del Gran Buenos Aires y un grupo de empresas recuperadas que conforman un consorcio. Y al mismo tiempo, muestra la cara visible de otro modo de gestionar, de otra manera de llevar adelante una empresa.
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Preguntas del público [Público] Teniendo en cuenta que todos provienen de diferentes ámbitos ¿cuáles son los desafíos que debería plantearse la Universidad en tanto formadora de periodistas? Alberto López: Voy a responder primero, supongo que Leticia [Spinelli] también va a decir algo. Mi relación con la Universidad es bastante más tangencial que la de ella, pero una Universidad como la de Quilmes tiene que ser el canal que permita que todas las creaciones culturales, científicas y técnicas de la región puedan ser difundidas. Primero porque la Universidad Pública en Argentina tiene prestigio internacional; no es lo mismo hablar desde una universidad privada. Las universidades públicas son entidades que, de por sí, dan categoría de conocimiento, de un realce para la sociedad y para los medios. No es lo mismo el tipo que inventa algo que un científico que trabaja en la Universidad Nacional de Quilmes. Y en lo específico la UNQ tiene renombre en los medios de todo el país. Creo que la Universidad, en este caso y según nuestra experiencia, participa. Conozco un caso mínimo en la UBA y en la Universidad de Rosario con el tema de las empresas recuperadas, pero el compromiso de la UNQ es bastante grande. El rector ha participado en varios encuentros que hemos organizado y se ha responsabilizado de la organización. De hecho el consorcio funciona en la sede de Florencio Varela de la Universidad de Quilmes, en los laboratorios de YPF. Nosotros tenemos un lenguaje más sindical que académico, y decimos que cuando hay que dar una lucha hay que tener espalda. Y la Universidad es una muy buena espalda para apoyar todas las iniciativas de la región, en todos los ámbitos. Repito, no es lo mismo ir a golpear una puerta desde la Universidad de Quilmes que ir a golpear solo. Leticia Spinelli: Me parece que tu pregunta iba a qué se podía hacer desde la carrera de Comunicación Social en la formación de los alumnos. Desde la Dirección de Prensa, el problema que tenemos en la difusión es que al hacer comunicación interna también, desde todas las áreas de la Universidad, nos piden trabajos que no son puntualmente de prensa y difusión. Nosotros hacemos folletos, hacemos afiches, y ése es el trabajo más urgente y el que más tiempo lleva y no tiene que ver con comunicar hacia fuera la imagen de la Universidad. Más bien, siempre tiene que ver con comunicar al interior de la comunidad universitaria. Creo que ese trabajo, el interno, es el que más tiempo abarca. Me parece que la Carrera y los alumnos tendrían que tener siempre en cuenta que tener llegada a los medios no tiene que ser lo primordial. Hay infinidad de cosas buenas que se hacen en la Universidad, tanto en el ámbito académico como en investigación, que
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no siempre van a tener importancia o relevancia en un medio nacional. Todo el mundo quiere ser tapa y no siempre se logra. Es más, la mayoría de las veces no se logra. Me parece que las actividades que se realizan son demasiado importantes como para quedarse en la dicotomía de estar en Internet o de estar en la televisión. De hecho, algunas veces acá tuvimos a la televisión pero son las menos. Creo que es mucho más válido tratar de ver todas las actividades que se realizan, cuáles son las investigaciones, y darle ese toque periodístico, pero darle su valor, que siempre es más del que uno cree. Y tratar de comunicarlo a la comunidad, pero no necesariamente por los medios que siempre se utilizan. Es verdad que logramos una tapa con el tema del Viagra, simplemente porque la palabra “Viagra” vende. Sin desmerecer lo que hicieron, que es importante, hay infinidad de investigaciones con esa relevancia, muchas actividades que se realizan dentro de la Universidad y de las carreras que se pueden comunicar de otras maneras. De hecho siempre el mayor impacto que hemos tenido fue cuando la gente vino, conoció la Universidad, se metió en los laboratorios, en los departamentos, en las carreras y vio lo que hacen. No es tan lineal, no es “yo hago algo importante, mañana sale en Clarín”. No hay que apuntar a eso, hay que apuntar a democratizar la información y no necesariamente a ser exitista de un día para el otro. Eso es lo que tratamos de hacer y cuesta muchísimo. Porque en los laboratorios es muy difícil sacar información, es muy complejo escribirla y es muy difícil que se entienda. No todos hacen una investigación que, al leer su título, sea comprensible. De hecho todavía tenemos la tarea pendiente de entender qué es lo que hacen algunos. Hay todo un mundo dentro de esta Universidad que merece ser conocido por los demás, pero no siempre por los canales oficiales. Andrea Frade: Me parece que es importante que la Universidad, o por lo menos lo que la sociedad le debe exigir a la Universidad es el compromiso de los egresados. Compromiso que tiene que ver con la formación que se recibe en la Universidad más allá de lo técnico, más allá de lo que tiene que ver con la herramienta precisa, el compromiso, y máxime en una carrera como esta, del conocimiento de la realidad, de la problemática y de la situación concretas. Me parece que esta Universidad tiene una característica muy particular en ese sentido, que a lo mejor no se advierte en otras: la constante vinculación con los problemas reales. Han pasado por acá muchos conflictos que han servido para formalizar más prolijamente una cuestión y que el resto de la sociedad entienda. Han pasado por acá varios problemas que han terminado en muchas agendas y en algún camino hacia su solución. La UNQ es muy rescatable en ese sentido porque lo ejercitan todos los días, cuando uno anda por acá advierte que los problemas reales están en el pasillo, más allá de que después eso confluya en un gran resultado. El
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debate es permanente y no le sacan el pecho a los problemas, no le sacan el pecho a las cuestiones incluso, a veces, no del todo cómodas para los ámbitos académicos. Me parece que es importante, rescataría por lo menos esa palabra, la del compromiso de la Universidad. Para qué un Estado financia profesionales si no es para que resuelvan los problemas que, en definitiva, muchos otros no saben bien cómo resolver, o que por lo menos les coordinen la tarea a quienes no han tenido la suerte de tener algunas herramientas. [Público] Empezaste, Leticia, tu intervención, diciendo hoy que el objetivo del área en la que trabajás era construir una imagen hacia fuera haciendo periodismo para periodistas. Después me parece que le diste otra vuelta de tuerca y mostrabas la posibilidad en otros soportes de controlar la información y encontrar allí una impronta democrática, o que en su amplificación y en las posibilidades de controlarla, la escritura quedaba puesta en otro lugar. Me encontraba como con dos “Leticias”. Me parece que la primera hablaba más de la Universidad y la segunda hablaba más del equipo. ¿Esto es así? Leticia Spinelli: Sí, en realidad el principio tenía más que ver con la historia de la Universidad. Al estar fragmentados los equipos de trabajo, era muy difícil unificar la imagen. Entonces la primera acción fue unificar la imagen, y estoy hablando de cosas tan básicas como usar siempre el mismo logo. Es decir, hasta ahí llegaba el problema. Lo que hubo que hacer es dar una sola imagen, sobre todo a los periodistas, incluso a los locales, de cuál es el nombre de la Universidad, su logo, sus carreras. Es decir, esta información estaba muy desordenada. Creo que el trabajo que se había hecho anteriormente era sobre todo “vender” la Universidad Virtual, entonces la gente conocía mucho más la Universidad Virtual que la Universidad de Quilmes. De hecho creían que la Universidad de Quilmes era una institución privada. Cuando nos hicimos cargo del área lo primero que tuvimos que hacer fue trabajar desde lo básico. Y también hacerles entender a los periodistas que, por ejemplo, la universidad es UNQ y no UNQui, que es una institución pública, cosas sumamente básicas. En ese primer momento se trataba de hacer periodismo para periodistas, hablarles, imitar un poco el lenguaje y darles un panorama, un pantallazo, de cuáles eran las investigaciones que se hacían acá, las carreras, las actividades de extensión. Y cuando digo periodistas hablo de todos los periodistas y no sólo de los dos grandes medios. Y acá viene mi “segunda Leticia”. Tiene que ver con que siempre lidiamos con los investigadores, con los docentes, que cuando tienen algo quieren “venderlo” a los grandes medios y nada más. Hay ocasiones en que tengo que defender el lugar en el que salió publicado y la validez del público al que llega la información. Y esto más allá de que, a veces, en el ámbito académico es más válido llegar a la comunidad local.
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En un gran medio siempre van a salir determinados temas y otros no. Esos temas que nunca van a aparecer allí merecen el mismo valor y trabajo y por supuesto, tratar de encontrar sus nichos. Nosotros tenemos una relación muy buena con el portal Universia porque pertenece al Grupo Santander. Ese sito ofrece grandes posibilidades. Cada vez que uno les manda algo ellos lo publican porque entienden que es un sitio de universidades, de investigación académica. Es muy importante salir ahí aún cuando no nos comprendan. Hay algunos que piden estar en la tapa de un diario, o “al menos” en la versión electrónica, y me parece que para los alumnos, de hecho yo fui alumna en la UNQ, tiene que estar presente todo el abanico de posibilidades a la hora de comunicar. A la hora de comunicar y a la hora de buscar trabajo y de ver cuáles son las posibilidades laborales que se tienen. Alberto López: Me gustaría agregar algo, porque me parece que es importante este aspecto institucional. Cuando alguien hace comunicación en una institución la gente que no sabe cómo es el sistema cree que todo depende del tipo que está trabajando en el área. En el caso de los investigadores existe una necesidad de que la nota salga publicada en un gran medio porque es la posibilidad que ellos tienen de conseguir financiación. Ahí hay una necesidad concreta. En el caso de la comunicación en el área del proyecto Redes, también existe la necesidad de las instituciones que participan de que la nota salga publicada. “¿Cómo no salimos en Clarín? ¿Cómo no salimos en La Nación?” En Argentina si no salís en Clarín o en La Nación es como que no existís. Y a veces a los medios no les interesa ese tema, por cuestiones ideológicas o porque no vende. Tal vez el aspecto más difícil en el área es que nos vengan a cachetear por cosas que no salieron y tratar de explicarles el por qué o exponer que el lugar en el que fueron publicados también es bueno. El tipo nunca va a quedar conforme. Y ahí, tal vez, uno empieza a cuestionarse si falló en algo. Leticia Spinelli: Bueno, a nosotros por suerte no nos pasó eso, pero si bien es cierto lo que decís, también está en uno y en la comunidad en general el dar el verdadero peso a las cosas. La aparición en los medios como visibilidad en la sociedad es un fenómeno avalado por todos. Si podemos cambiar nuestra actitud, tal vez cambiemos la visión que hay acerca de esas cosas. Javier Rodríguez: A lo mejor esa es la tarea de la Universidad: desacralizar un poco el lugar de los medios masivos y ver que hay otros flujos de información muy importantes que son alternativos a estas opciones. Me parece que la Universidad, la carrera de periodismo y la carrera de comunicación tienen que hacer eje en eso para que después, cuando ocupemos otros lugares, no legitimemos esa verdad de que “si no estás en Clarín o en La Nación no existís”.
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Muchos de nosotros sabemos que hay cosas que no van a estar nunca y por eso no vamos a desestimar otras alternativas. Justamente, si no están hay que tratar de apropiarse, generar contrainformación desde otro lugar, un lugar más chiquito, más alternativo. Volviendo a la pregunta, seguramente el lugar de la Universidad pasa por formar esa conciencia. Porque si no terminamos practicando esa metáfora de transitar la tierra para llegar al cielo. No pasamos por la Universidad para llegar a Clarín. No es Dios Clarín, no es Dios Ernestina. Seguro que no. Entonces la práctica universitaria ya es importante y una forma de vincularse con otras maneras de hacer periodismo y comunicación. Alberto López: Quería agregar una anécdota. En mayo de este año inauguramos un centro de diseño industrial, está en la sede Varela de la Universidad de Quilmes, uno de los pocos en el país y el único en la región. Logramos difusión en algunos medios gráficos. Incluso vino el noticiero de Telefé e hicieron una nota muy buena. Pero fue justo un feriado, salió 3 minutos en el noticiero del mediodía y después hablaba Jacobson, o sea que se pueden imaginar el ámbito en el que salió. Una nota que hablaba de un grupo de trabajadores apoyados por la UNQ y por la Unión Europea, que había inaugurado un centro de diseño. Nosotros no habíamos logrado hasta ese momento que los trabajadores se dieran cuenta de la importancia del centro de diseño. Cuando vieron el noticiero de Telefé empezaron a decir “che, pero es groso nuestro centro de diseño”, y yo los quería matar porque se los veníamos diciendo hacía dos meses. Para algunos era como que estaba explicado más claramente, y quizás era cierto que el de Telefé lo explicó mejor que nosotros, pero creo que, básicamente, el Canal legitimó algo que existía. Y a veces también la gente que no sale en Clarín dice “cómo, pero mi trabajo no vale”, y ese es un ida y vuelta muy complicado, porque hablo de trabajadores, no de académicos que tiene otra preparación y que saben la diferencia. Pero es un tema complicado de manejar para nosotros. Andrea Frade: Es un tema complicado pero a mí me gustaría hacer un solo comentario que tiene que ver con el trabajo de los que hacemos periodismo, y qué parte también del trabajo nos toca. No coincido mucho con la demonización de los grandes medios ni el maniqueísmo con los medios chicos, porque hay medios chicos muy malos y hay grandes medios en donde, a veces, existe la posibilidad de alguna tarea. Me parece que la garantía de la fisura de ciertos sistemas somos los propios periodistas, aunque no tengamos mucha conciencia de eso. Hace un ratito Leticia [Spinelli] hablaba de aquello que no resulta atractivo y que por alguna razón los medios no atienden. Me parece que es importante que el periodista sepa que a veces, y ojo que en esto hay que tener límites, no es malo darle forma a alguna nota para volverla atractiva para los lectores.
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Muchas veces un título, una volanta, hace que algo pueda ser puesto en algún lugar donde a lo mejor no tendría que ser puesto, y uno se cuestiona la importancia y si justifica que uno tenga que hacerlo. A veces se justifica y otras tiene que ver con el hecho de buscar la manera, la palabra, el impacto en alguna cosa que respete los cánones de la importancia, para que pueda aparecer aquello que si no no aparecería. Porque la importancia de que aparezca, muchas veces, justifica el hecho de que le busquemos la vuelta para volver atractivo lo que no lo es. Desde luego, esto acotado a los grandes impedimentos que existen cuando se toca un gran interés y con que por más que uno pinte de rojo una cosa esto no lo vayan a publicar nunca. Pero hay algunas cuestiones que hay que tener en cuenta porque algunas fisuras son posibles y porque es la tarea nuestra buscar siempre la vuelta, la posibilidad a algunas informaciones. Obviamente, uno no tiene la libertad de decidir qué es lo que puede publicar. Siempre hablando de los grandes medios, que son una macana, pero una macana a la que hay que atender, porque nos guste o no aquello que nos repiten los grandes medios es algo que cuesta muchísimo instalar. Y como contrapartida hay que tener en cuenta que muchas veces la perseverancia de algunos medios respecto de algunos temas ha obligado a que ciertos temas se terminen tocando. Voy a poner un ejemplo muy concreto. Seguramente la insistencia permanente en el seguimiento de algunos temas como el conflicto de Bellas Artes -y no voy a poner a los medios delante de la lucha, lo voy a poner en todo caso al lado, acompañándolos- hizo que los medios nacionales terminaran entendiendo que ahí había algo de que ocuparse, mucho más allá de las llamadas de algunos diciendo que no lo hicieran. Y les voy a contar una anécdota muy chiquita de lo que significa la presencia de los medios en algunas cuestiones, en ámbitos donde todos nos conocemos las caras. Voy a volver a la cuestión de Bellas Artes. A muchos les sonará el nombre de Jorge Varela, el chico que recibió un disparo. La mañana en que eso sucedió no había un solo medio en el escrache de Bellas Artes. Llegamos todos después porque no le habían avisado a nadie que iban a ir. Eran 40-50, es decir, cualitativamente y cuantitativamente pocos al lado de otras cosas que han hecho donde han sufrido consecuencias serias, pero no tan serias, no tan bestiales. Cuando la estructura que habitualmente los reprime detectó que no había uno solo que pudiera contar qué era lo que estaba pasando, empezaron a los tiros, y de milagro, sólo Jorge Varela tiene un tiro en la pierna. Las pequeñas posibilidades de difusión de algunas cosas muchas veces son fundamentales y mucho más de lo que tenemos conciencia. E, insisto, la perseverancia y la insistencia en relación a algunas temas hace que muchos, o algunos, no tengan más remedio que terminar ocupándose, o por lo menos encontrar la forma de ocuparse lo más sutilmente de las cuestiones. [Público] Andrea, teniendo en cuenta los últimos cuatro años de gobierno municipal y la inclusión de los medios a través de Internet ¿Se nota un efecto positivo en cuanto a la llegada y al vínculo a partir de la difusión de la información a través de la web?
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Andrea Frade: Creo los últimos tres años han sido muy difíciles para el ejercicio de la profesión y para una comunidad que tuvo yugos bastante complicados. Esto despojado de la cuestión partidaria. Me refiero a situaciones bien concretas que se han atravesado. La acción fue muy fuerte, y hasta como la física lo impone, la reacción también lo fue. La gente se sintió abandonada absolutamente, no sólo por aquellos que debían cuidarlos, sino también por aquellos que debían contar lo que les estaba pasando. Acá hubo medios que se dedicaron a contar en su edición de todos los días un cuento inexistente, un relato fantástico. Es decir, los fascículos de Platero y Yo y cierto diario de todos los días podían ser más o menos lo mismo. Cuando los sectores que viven comenzaron a sentir el ahogo de los problemas y de la falta de posibilidades de contarlos y asociaron que la cuestión se estaba agravando por eso, empezaron a procurar un vínculo mucho más profundo, incluso más allá de lo que uno podía ofrecerles. Y en esto les voy a contar una experiencia concreta que tiene que ver con la limitación de Internet. Uno supone que estos medios son únicamente utilizados por aquellos con cierto nivel económico y con cierta capacidad adquirida previamente y presuponer que la gente le tiene “miedo”. Me pasó, nos pasó a muchos, ir a algún lugar donde había conflicto y que la gente automáticamente pregunte “¿esto dónde sale?”; “No, esto no sale en ningún diario en papel ni en la tele, esto sale en tal lugar”; “¿Y cómo hago para verlo?”... Lo que pasaba es que la gente se iba a un locutorio, pedía que por favor le tipearan la dirección y le imprimieran la nota. Parece mentira, parece raro, parece que uno todavía tiene el concepto de que Internet es un sitio al que se llega solamente si uno tiene Speedy en su casa o si aprendió computación. Las cosas han ido un poco más rápido de lo que uno las ha ido analizando, como siempre. Y está mucho más difundida, de lo que uno supone, la capacidad de llegar con determinados mecanismos o con determinados métodos. Esto se ve cuando uno tiene trabajo en un lugar tan acotado como este. La gente busca cuando está ahogada y cuando necesita ver que por algún lado su problema o su conflicto se filtra, cuando en algún lugar se ha entendido que su problema es realmente un problema. Uno tiene que avanzar, pero del otro lado no hay un universo pasivo esperando tener Speedy algún día en su casa. Ni tan calvo ni con siete pelucas, no es ni tan una cosa ni tan la otra. Y es muy interesante ese fenómeno, que por supuesto tiene que ver con lo que han hecho algunos. Muchas de las cosas buenas que han pasado, periodísticamente hablando, se deben más al horror del que han sido producto que al talento de quienes les ha tocado canalizar alguna noticia. [Público] Quería preguntar, sintéticamente, por qué el trabajo de producción debe ser arduo, si en los tres casos el sistema de producción o la manera de producir cambió para ustedes a partir de Internet.
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Leticia Spinelli: Sí, y mucho, sobre todo en el ámbito privado donde lo tiempos son demasiado cortos y todo gracias a las Nuevas Tecnologías, que brindan un montón de posibilidades. El trabajo y el tiempo dejan de ser casi humanos porque uno puede resolver una nota en 20 minutos, antes no se podía hacer eso. Igualmente la gente, por lo menos en UNQ, cuando nos pide su publicación, varía en el conocimiento que tiene del uso que se le da a la herramienta. Hay algunos que dicen “¿Cómo? ¿Todavía no está publicado?” y hay otros que, al resolver la publicación de algún texto, de algún contenido, en una hora, no lo pueden creer. Así que depende mucho del conocimiento que tenga la persona acerca de las posibilidades que da la herramienta. En ocasiones se nos cae el servidor y no podemos hacer nada durante horas o días. Así que en realidad, si bien resuelve muchos problemas, hay veces que no, que los genera, porque después los llamados que recibimos son constantes preguntando por qué no está publicado tal o cual material. Parece una respuesta tonta pero es la verdad, a veces tenemos que admitir que las herramientas en Internet son así. Andrea Frade: El tema de la producción cambió, por supuesto, porque en el caso de un diario, por ejemplo, hay un montón de material que llega 5 minutos después ocurrido. Por ejemplo, la Policía tiene una red por la cual envía la información de cada una de las cosas que han pasado. En el sistema de salud eso no sucede. Pero hay instituciones desde donde se genera información que habitualmente los diarios reflejan. En el sector policial la información se tiene en minutos sin necesidad de recorrer las comisarías, como ahí sucedía en algún momento. Ese envío de material, incluso con fotos, genera la posibilidad de utilizar ese tiempo que uno no usa buscando un dato para abocarse a otras cuestiones en donde esa estructura no está aceitada, con lo cual, obviamente, no sólo es más cómodo sino que es mucho más fructífero para todo el mundo. Alberto López: A diferencia de las dos damas, yo soy viejísimo. Recuerdo que trabajaba en Página 12 antes de que existiera la computadora, antes de que el sistema informático se hubiera incorporado a la redacción en diarios. Escribíamos con máquinas Olivetti y después alguien tipeaba ese material en el sistema con el que después se imprimía. Cuando empezaron a incorporar computadoras para mí servían para jugar. El día en que me di cuenta de que se podía cortar y pegar un texto, dije “esto es un invento maravilloso”. En aquella época, teníamos que recortar el papel y pegarlo literalmente cuando había que corregir algún texto. O se borroneaba con unos marcadores gruesos y se escribía encima. La posibilidad de corregir de manera sencilla y ágil, ya para mí, era una maravilla.
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Eso facilitó enormemente la tarea en una redacción, aparte de lo que dice Andrea [Frade]. Yo trabajé muchos años, como seguramente muchos de ustedes que estudian comunicación, de colaborador. Teníamos que ir y llevar el papel a cada redacción. Si trabajabas en tres lugares había que visitar tres redacciones y surgía el “aguantáme que en una hora te lo llevo porque el colectivo tarda”. Ahora se manda por mail y ya está. Otro aspecto que facilita es el de la búsqueda de información. En los diarios tenemos archivos periodísticos. Antes había que ir a consultar los sobres de funcionarios de Chaco, por ejemplo, para verificar cómo se llamaba tal o cual persona. Ahora con ingresar a una página web la información está disponible. Eso es impresionante y permite aprovechar ese tiempo en buscar otras cosas. Lo que pasa es que también es una tentación. Yo doy clases en una escuela de periodismo en Capital, en TEA, y la tentación de levantar una información y mandar un trabajo que escribió otro es muy grande. Obviamente, nada de esto reemplaza el que uno deba tener cierto conocimiento. Si uno escribe en Política Nacional debe saber de historia argentina y quién está en el radicalismo, en el peronismo. Esto no lo reemplaza las nuevas tecnologías. Facilita la posibilidad de chequear datos concretos, “en qué año fue ministro”, “cómo se llama...”, etc. Datos superfluos que uno puede no recordar. Antes uno estaba obligado a recordarlos todos.
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Apuntes de taller
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Caja de Herramientas para un mundo digitalizado
Pablo Ameijeiras / Fabiรกn Casas
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Pablo Ameijeiras, nació en 1975, es Licenciado en Comunicación Social de la UNQ, productor periodístico y corresponsal radial. Es profesor titular de las materias Evolución de los Medios y Análisis de los Medios, de la Escuela de Periodismo del Circulo de la Prensa. Integra el colectivo de dirección de Radio Ahijúna. Fabián Casas, nació en 1964, es profesor de química, analista de sistemas y conductor radial. Fue jefe de departamento de la Carrera de Análisis de Sistemas en el Instituto Superior de Formación Docente de Bernal y docente en la carrera de Profesorado de Ciencias Naturales. Es coordinador de tecnología en el St George’s College. Integra el colectivo de dirección de Radio Ahijúna, y publica relatos de ciencia ficción.
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Caja de Herramientas para un mundo digitalizado Pablo Ameijeiras / Fabián Casas Escribimos este artículo cuatro meses después de nuestra participación en las Jornadas “Periodismo, Comunicación y Nuevas Tecnologías”. En aquella oportunidad nos convocó un taller (de dos horas), en el que se desarrollaron las herramientas para el trabajo periodístico en plataformas digitales, a partir del cual se conformó un grupo de trabajo que cubrió íntegramente y de forma online las charlas. El resultado de la cobertura se publicó en: http://jornadascomunicacionunq.blogspot.com. Ahora la propuesta es volcar al papel la experiencia de nuestro aporte en aquellas Jornadas y dejar abierta una Caja de Herramientas que pueda ser aprovechada por los lectores de este libro, para incursionar o perfeccionarse en el periodismo digital. Un paseo por la Red Mientras 16 especialistas de distintas áreas disertaban durante tres días, en la Universidad Nacional de Quilmes, sobre la relación comunicación-nuevas tecnologías, sólo en Argentina se creaban más de 250 nuevos weblogs, sumándose a los 100 mil que existían en el país y a los casi 80 millones de todo el mundo, según datos de 2007. En este panorama el blog es el formato más difundido entre los medios digitales, quizás porque permite fácilmente incorporar tanto texto como audio e imágenes fotográficas o de video. Este formato digital forma parte de la llamada Web 2.0. “Algo así como una segunda generación de Internet. La Web 2.0 podría definirse como la promesa de una visión realizada: la Red convertida en un espacio social, con cabida para todos los agentes sociales, capaz de dar soporte a y formar parte de una verdadera sociedad de la información, la comunicación y/o el conocimiento”.1 En un escenario en el que interactúan lo social (cómo y dónde nos comunicamos y relacionamos) y lo tecnológico (nuevas herramientas, sistemas, plataformas, aplicaciones y servicios) provocando cambios de 1 http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/legalcode.es
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lo uno sobre lo otro. Surge una nueva Red caracterizada como la Web de las personas frente a la Web de los datos, correspondiente a la versión uno, la Web 1.0. Ese proceso aparece caracterizado socialmente por una serie de fenómenos multifacéticos, como es el caso de los blogs, el de los servicios online vinculados a las redes sociales y su gestión, o todo el universo de servicios, aplicaciones y nuevos usos sociales que se generan a su alrededor. De aquí en más nos referiremos a estas nuevas tecnologías en relación al periodismo, pero las mismas acotaciones sirven para el uso de estas tecnologías por parte de organizaciones sociales, instituciones públicas o empresas y su vínculo con la sociedad. Nuevos desafíos De acuerdo con las más reciente investigaciones sobre la situación del periodismo digital y los sitios Web de periódicos de América Latina, realizadas en el año 2007, “el 74 por ciento de los más importantes periódicos de la región planea integrar sus redacciones de Internet e impresa en el corto, mediano o largo plazo”. La misma investigación dice que la mayor necesidad de los periodistas que trabajan en las unidades de Internet, en términos de capacitación, sigue siendo la creación de productos multimedia (luego se menciona la escritura para Internet). Es evidente que el periodismo digital requiere algunas habilidades específicas. ¿Pero cuáles son esas habilidades? “En el año 2005, en una tesis de maestría de la Escuela de Periodismo Medill, de la Universidad de Northwestern, C. Max Magee investigó qué habilidades eran necesarias para trabajar en las salas de redacción digitales. La mención de algunas de ellas -35 en total- haría ruborizar no sólo a los viejos periodistas sino, lo que es peor, a muchos jóvenes: HTML, Flash, cómo escribir para Internet, edición de audio y video, administración de comunidades en línea, análisis de métrica, formas alternativas de contar historias...”2 Pero no es tan difícil como suena, y muchas de esas cosas ya las hacemos sin saber que las hacemos, o, mejor dicho muchas cosas que hoy hacemos nos servirán para hacer otras, que hasta ahora no hacemos.
2 http://www.viadescape.com/laignoranciamata/2007/12/frases-sueltas-mark-briggs-y-journalism.html
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Veamos. Seguramente más de una vez cortamos una palabra (ctr+x) de un texto que elaboramos es nuestro procesador de texto y la pegamos (ctr+v) en una ubicación diferente para ayudar a que la frase se comprenda mejor o tenga más “gancho”. Si podemos hacer eso ya podemos editar audio y video. También, seguramente, en varias ocasiones enviamos correos electrónicos con archivos adjuntos. Entonces, ya podemos publicar un blog con imágenes. Más adelante, cuando terminemos de abrir esta Caja de Herramientas, aprenderemos a hacer todas estas cosas, que como vimos y veremos, ya sabíamos hacer, sin saberlo. Pero ahora nos detendremos en otro elemento del Periodismo 2.0: la escritura. Y es que la escritura digital difiere de la que estamos acostumbrados. Digamos que tiene especificidades. Veamos algunos datos que nos orientan en qué características debe tener un texto digital. En primer lugar, hay diferencias en la legibilidad entre un soporte y otro. Un texto digital tiene por lo menos 35 veces menos calidad y contraste que un texto impreso. Si se tiene en cuenta la velocidad de lectura, se ve que en pantalla es un 25% más lenta que en papel. Por otra parte, algunos estudios muestran que mientras un lector de información en papel le dedica unos 25 minutos a la lectura, el promedio para la información digital no supera los siete minutos. A estos elementos, que nos demuestran que nuestros textos digitales deben tener siempre una extensión menor a la de los textos preparados para un soporte grafico -para evitar la dispersión y el cansancio-, hay que agregar un elemento clave, que cambia a la escritura, en la era digital. El texto se desplaza de la extensión del libro o el periódico, a la profundidad del hipertexto, pieza clave del periodismo digital. Rayuela Podríamos definir al hipertexto como una red textual en permanente evolución. Esa red tiene algunas características: la no secuencialidad de la lectura; la interactividad entre el usuario, el autor y la máquina; la confusión entre los roles tradicionales de lector y autor; y la estructura descentralizada de los contenidos. Esa conexión entre textos, cuya versión arcaica podríamos situar en la Rayuela de Julio Cortazar, se realiza mediante el uso de nodos (palabras claves) que nos llevan, clickeándolos, a nuevos textos mediante hipervínculos en un recorrido, que aunque finito y previamente armado por el autor del artículo, es elegido por cada lector.
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El hipertexto es el texto que, visualizado en un espacio tridimensional, está formado por una serie de planos, que se cortan en todos aquellos puntos que representan una relación entre los conceptos que incluyen. Los nuevos medios, los cibermedios o los medios digitales, según se los quiera denominar tienen, como dijimos, algunas características propias que los hacen diferentes de los impresos, los radiales o los audiovisuales, aunque no se hayan emancipado completamente de los modelos precedentes. Las tres características principales de estos nuevos medios, son la hipertextualidad (sobre la que ya hemos hablado), la multimedialidad y la interactividad. Y quizás, deberíamos agregar una cuarta característica: la temporalidad. La multimedialidad podría ser definida como la capacidad de procesar y difundir mensajes que integren diferentes códigos lingüísticos (ya sean textuales, visuales o sonoros) y poseen una unidad comunicativa. Por lo tanto, podemos enumerar los siguientes elementos que pueden ser utilizados en una producción multimedia: texto, sonido, fotografía, video, infografía y programas auto ejecutables. Estos elementos pueden disponerse simplemente yuxtapuestos o de forma integrada. Para algunos sólo se logra una utilización completa de la multimedialidad a través de una integración real, donde todos los elementos son parte de una totalidad armónica y cada parte es sustancial en el todo: algo así como una orquestación multimedia. Sobre la interactividad podemos decir que es la capacidad de un sistema -en este caso, de un sitio de Internet- de poder “conversar” realmente con sus “lectores”. Esto incorpora un cambio importantísimo en el mundo periodístico: entregarle al lector el control de lo que consume. Esta capacidad de conversación está redefiniendo el concepto de contar historias porque ya no existe una sola: cada persona tendrá una experiencia diferente. El relato se crea en conjunto, entre lo dispuesto por el autor a través del sistema y las preferencias del lector. En cuanto a la temporalidad, hay que decir que la distinción entre sincronismo y asincronismo que diferenciaba a los medios impresos de los audiovisuales se esfumó: hoy puede transmitirse y renovarse un producto al tiempo que los acontecimientos van sucediendo. Por otra parte, estos nuevos medios ya no son únicamente de recepción sincrónica (cómo lo eran los medios audiovisuales) sino que puede usarse el archivo de informaciones para descargarlas y ser consumidas cuando el usuario disponga. En la misma dimensión temporal encontramos que al borrarse la barrera del tiempo y el
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espacio, nuestros artículos deben estar escritos de forma que puedan ser leídos y comprendidos en cualquier lugar y cualquier momento. Mundo blogger A esta altura ya tenemos todos los ingredientes necesarios para introducirnos en el periodismo digital. Sólo nos resta ver cuánto colocar de cada ingrediente y de qué forma hacerlo. Para eso, ahora sí, abriremos nuestra Caja de Herramientas. Dijimos que las Jornadas “Periodismo, Comunicación y Nuevas Tecnologías”, fueron cubiertas online y simultáneamente, a través de un blog, y también dijimos que los blogs están revolucionando al periodismo y a los medios de comunicación. Así que centraremos nuestra mirada en su armado, funcionamiento, publicación, actualización y mantenimiento. Para empezar debemos elegir el proveedor del servicio weblogs con el que vamos a trabajar. Hoy existen muchos y buenos servicios gratuitos. Entre ellos se destacan Blogger [www.blogger.com], Bloglines [www. bloglines.com], Windows Live Spaces [spaces.live.com], Yahoo! [360.yahoo.com], WordPress [http:// wordpress.com], Bitácoras [www.bitacoras.com], Diario Gratis [www.diariogratis.com], Blogia [www.blogia. com], Clarín [blogs.clarin.com] o Terra [blog.terra.com.ar], entre otros. Si bien el funcionamiento no difiere mucho entre cada uno, aquí nos ocuparemos exclusivamente del trabajo sobre la plataforma que ofrece gratuitamente Blogger. El primer paso para armar nuestro blog es abrir, si es que no la tenemos aún, una cuenta de correo electrónico en gmail. Ahora, ya podemos crear nuestro blog y para eso vamos a ir a la dirección www.blogger.com. Una vez en el sitio vamos a ir a la opción “Crear tu blog ahora”, y completamos todos los datos que se nos piden: Nombre de usuario (sin espacios), Contraseña (2 veces), Nombre mostrado (puede tener espacios), Email (tiene que ser real) y aprobar las condiciones. Luego presionamos “Continuar”, para definir un título (puede contener espacios), la dirección web (por ejemplo, si escribimos “jornadascomunicacionunq” la dirección será “http://jornadascomunicacionunq.blogspot.com”), una verificación (debemos completar con las mismas letras y números que allí aparecen) y nuevamente “Continuar”.
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El próximo paso es elegir una plantilla, es decir, elegimos de entre los preestablecidos un diseño para nuestro blog (que después podremos modificar). Presionamos “Continuar” y deberíamos ver el siguiente mensaje: “Su blog se ha creado”. En esa misma pantalla deberíamos ver un botón con la leyenda “empezar a publicar”. Hacemos clic en él para crear nuestro primer post (artículo). Al hacer clic seremos dirigidos a una pantalla donde podremos empezar poniendo el título del artículo y abajo un espacio blanco grande donde podremos escribir el contenido principal. Entre ambas cosas veremos una barra con diversas funciones útiles, muy similar a una barra de herramientas de Word, desde donde podemos cambiar la tipografía, su color y tamaño, la alineación del texto, etc. Desde allí también podemos incluir vínculos (para comenzar con nuestra escritura hipertextual e interactiva) y agregar imagen y video. Ya veremos como hacer esto con más detenimiento, ahora sigamos explorando nuestro sitio blogger. Reconociendo el terreno En la parte superior derecha de nuestra pantalla principal tenemos tres solapas y una cuarta opción. La primera (Entradas) es para ir a la pantalla en la que estuvimos recién, y la que usamos para agregar o editar entradas (texto). La segunda solapa (Configuración) es para editar parámetros del blog, agregar el perfil del “dueño”, descripción del sitio, etc. Por ejemplo en “Comentarios” se habilita o no la posibilidad de que terceros dejen acotaciones en el blog. La tercera solapa (Diseño) nos permite, si dominamos el lenguaje html, retocar el código correspondiente al weblog elegido. Con la cuarta opción podemos ver como va quedando nuestro blog. Aquí nos concentraremos en la primer solapa. Pero antes repasemos las opciones que nos dan las otras solapas. Si hacemos clic en “Configuración” la página nos enviara a la “Configuración Básica” (la primera de las opciones en el menú de sub solapas) de nuestro blog. Lo más destacable de aquí, es que si queremos eliminar nuestro blog para siempre; es aquí donde debemos hacerlo, al final de la configuración básica. Si vamos a la sub solapa de “Publicación”, podremos ver más opciones. Esta pantalla simplemente sirve para cambiar la URL de nuestro blog; bien para cambiar nuestra dirección dentro de blogspot.com o para agregar nuestro propio dominio registrado. En la solapa de “Formato”, la tercera que tenemos en configuración, podemos definir los parámetros de muchas cosas dentro de nuestro blog: desde la manera de visualizar la
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fecha, hora o el índice de nuestros archivos, hasta cuántas “entradas” queremos que se muestren en cada página. En la sub solapa de “Comentarios”, podremos configurar todo lo relativo a los acotaciones que nos pudiera dejar la gente en nuestros post –señalar, por ejemplo, quiénes están o no habilitados para hacerlo-. La sub solapa de “Configuración de Archivo” nos permite administrar la frecuencia con la que queremos que nos muestre el material de archivo y la manera en que van a estar clasificados. También permite elegir la opción de que cada entrada tenga su propia página. En “Correo electrónico” vamos a poder configurar una cuenta de mail para poder recibir las entradas de nuestro blog por esa vía. Por último, en la sub solapa de “Permisos” podemos agregar varios autores al blog, permitiendo que no sólo nosotros, los creadores, podamos escribir en el mismo; y de esa manera hacer un blog comunitario entre más de una persona. Ahora veamos las opciones que nos da la solapa de “Diseño”. Esta pestaña tiene cuatro subpestañas: “Elementos de página”, “Fuentes y colores”, “Edición de HTML” y “Selección de plantilla nueva”. En la primera de todas, “Elementos de página”, se puede ver un boceto de cómo es nuestro blog, donde podremos cambiar y acomodar los elementos arrastrándolos, para definir el aspecto de nuestro sitio. En la segunda pestaña, “Fuentes y colores”, podemos cambiar de manera visual los colores de nuestro blog. Cuando vamos a la tercer pestaña, “Edición de HTML” permite editar el código HTML de la plantilla que estamos utilizando o bien, “subir” alguna plantilla gratuita disponible en Internet. Por último, nos encontramos con la opción de “Seleccionar plantilla nueva”. Esta preferencia es la misma que teníamos a la hora de crear nuestro blog. Simplemente, elegimos alguna plantilla de las disponibles en blogger. La Caja de Herramientas Como ya dijimos, para realizar la edición de texto debemos ir a la solapa “Entradas”. Allí tenemos espacio para un título y para el cuerpo de nuestro artículo. En este último tenemos la posibilidad de introducir HTML.
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Esto nos será muy útil cuando queramos introducir audio a nuestro blog. Pero por ahora sólo utilizaremos la herramienta para introducir texto. Aquí hay que recordar que nuestros textos digitales deben tener preferentemente una extensión mucho menor que si lo hiciéramos para un formato grafico. Escribir para Web es similar a hacerlo para una agencia de noticias. De modo que el periodista de un medio digital necesita pensar menos en términos de presentar una historia completa y más en presentar “tomas”. La primera toma puede ser un titular. Puede decirse que está más de acuerdo con el modelo de radio y televisión y menos con el modelo impreso. De las habilidades necesarias para emprender el periodismo digital, escribir para la Web debería ser la más fácil de aprender. No hay nuevos conceptos, terminología o nuevo software que dominar. Sólo una forma nueva de pensar y trabajar. Nuestros artículos deben tener algunas características. Deben ser oportunos y relevantes: Por ejemplo, si estamos cubriendo un evento donde se espera que ocurra la noticia, debemos escribir sobre por qué y qué se espera, y publicarlo en línea anticipadamente. Debemos utilizar un lenguaje simple y directo, ya que éste es el que siempre comunica la información eficientemente. Nuestros artículos deben poder ser leídos de forma rápida, concisa y (si es posible) divertida. Por supuesto que, al igual que en cualquier otro formato, los hechos necesitan ser verificados. Algunas cosas a tener en cuenta. Los titulares venden la historia. Los buenos titulares no sólo deben contar la noticia, también deben hacer que el lector desee leer la historia. Para lograrlo, debemos hacer que nuestro público anhele saber más. Para ello utilizaremos lenguaje conversacional y correremos riesgos. Otra cuestión a tener en cuenta es que debemos encontrar formas originales de contar nuestras historias. Por ejemplo, si tenemos una historia en desarrollo que necesitará actualización durante el día, simplemente podemos añadir nueva información con una “marca de tiempo, fecha y hora”. Un vez que tenemos nuestro texto listo, que elegimos la tipografía, alineación y demás opciones, vamos a crear hipervínculos. El primer paso para esto es identificar las palabras nodales de nuestro artículo, podemos usar aquellas que por espacio no terminamos de definir, o sobre las que queremos aportar más 174
datos, o las que hacen referencia a un artículo ya publicado, etc. Una vez qué sabemos que palabras serán nuestros nodos, tenemos que saber dónde está la información con la que la queremos relacionarlas. Lo que hacen las palabras nodales mediante los hipervínculos es servir de atajos entre una página Web y otra. Para crear el hipervínculo, debemos seleccionar con el mouse (coloreándola) la palabra a la que le queremos asignar esta función, y luego ir a la barra de navegación para presionar la función link identificada por un mundo cruzado por delante por una cadena. Entonces, aparecerá una ventana de diálogo en la que debemos poner la página Web a la cual se irá después de hacer click. Debe tener la dirección URL (http://... ) de lo contrario no funcionará. Después presionamos el botón Aceptar y deberíamos ver la palabra que elegimos en azul. Cuando terminamos de realizar esa operación con todas las palabras elegidas y estemos listos para publicar el artículo, podemos comprobar cómo va quedando el post presionando el botón “Vista previa”. A este artículo vamos a añadirle una imagen, una fotografía. Para eso, primero debemos tener guardada en nuestra PC la imagen. Pero cuidado, conviene editar la imagen antes de subirla a nuestro blog, para que no sea demasiado grande o demasiado pesada. Hay que tener en cuenta que el peso de una imagen (es decir la cantidad bytes que tiene, y por lo tanto el tiempo que la imagen tardara en mostrarse) tiene que ver con la resolución de nuestra fotografía. Cuando se trata de fotos, la resolución se refiere al número de pixeles en una imagen. Ya que la mayoría de los monitores de computador presentan 72 pixeles por pulgada (ppi), las fotografías en los sitios Web necesitan una resolución de 72 ppi. Si nuestra imagen tuviera mayor resolución debemos comprimirla. Comprimir una imagen significa usar un programa para “apretar” la imagen, omitiendo los pixeles que no son necesarios y haciendo el archivo más pequeño (en bytes) sin sacrificar la calidad de la imagen. Hay varios softwares que nos permiten hacer ese proceso. Uno, que por lo general viene incluido en nuestro paquete Office, es el Microsoft Office Picture Manager. En Picture Manager las herramientas de edición -Recortar, Cambiar el tamaño, Comprimir y Exportar-se encuentran en un menú descendente separado al que se tiene acceso desde un menú especial rotulado como “Editar imagen”. El menú Comprimir es un atajo para reducir la resolución de la imagen a 72 pixeles por pulgada y escalar el tamaño para ajustarlo a una ventana de 448 x 336 pixeles como máximo. De todas 175
formas esta última opción pude modificarse según la necesidad de cada artículo de contar con una imagen más grande o más pequeña. Una vez que tenemos nuestra imagen editada, y guardada en nuestra máquina, estamos listo para subirla. Para ello, sin salir de la solapa “Crear” vamos a la barra de herramientas y clickeamos sobre el botón que dice “fotos o imagen”. Eso abrirá una ventana donde podremos seleccionar el gráfico guardado en nuestra PC (igual que cuando seleccionamos un archivo para adjuntarlo a un e-mail), además de definir su posición en el texto y el tamaño. Una vez terminado ese paso presionamos el botón “añadir imagen”. Esperamos unos segundos y oprimimos el botón “Finalizado” para incluir la imagen al texto. Ahora que ya está listo nuestro post con el texto, las imágenes y los links, presionamos botón “Publicar entrada” para “subir” nuestro primer post en nuestro blog. Podemos volver a editar ese artículo yendo al botón “Editar entrada”, o crear uno nuevo yendo a “Crear”. Pero dijimos que una de las características del periodismo digital es la multimediatidad, la conjunción de varios lenguajes. Sin embargo, hasta aquí sólo hemos trabajado con texto y fotografías. Veamos como colocar video en nuestro blog. Para eso, al igual que con la fotografía debemos tener guardado en nuestra PC el video que vamos a utilizar. Previamente como hicimos con nuestras imágenes debemos editarlo. A la hora de subir video hay que tener algunas precauciones -en cuanto a su tamaño y duraciónpara que no sature el sitio Web y pueda abrirse rápida y fácilmente. Como regla general, el tamaño de nuestro archivo de video no deberá superar 1MB por cada minuto de duración, lo que significa que un video de tres minutos (más tiempo sería demasiado) no debería ser de más de 3 MB. Para editar nuestro video hay cientos de programas, algunos más avanzados que otros. Y aunque hay muchos y muy buenos bajo licencia gratuita, trabajaremos las principales herramientas que nos brinda el Sonic Foundry Vegas. De todas formas las herramientas que utilizaremos son muy similares en otros programas, como el Windows Movie Maker, que viene incluido en el paquete de Office. Aquí partiremos del hecho de que ya tenemos el video que queremos subir a nuestro blog dentro de nuestra PC, de todas formas en nuestros artículos recomendados encontraremos buenos manuales que nos explican como capturar esos videos desde nuestras filmadoras. 176
Lo primero que vamos hacer es abrir el programa, y en la barra de navegación (muy similar a la de Word) “File” (archivo) y en el menú que se despliega vamos a “Open” (abrir). Esto abre en la ventana principal del programa dos pistas: una contiene el audio y otra el video. Ahora sólo nos resta editar la parte del video que queremos subir a nuestro blog. Colocando el cursor en el lugar donde queremos comenzar nuestro corte, apretamos la letra “s” (de nuestro teclado). Eso marcará la zona a cortar. Ahora nos colocamos en la parte que queremos desechar y con el cursor sobre ella apretamos los comandos ctr+x (la tecla control y al mismo tiempo la letra x). Así desparecerá la parte que no queremos. Para otras funciones como poner títulos, hacer fundidos entre las imágenes y demás. Pueden revisarse buenos tutoriales online sobre programa. Ahora que ya tenemos nuestro video editado, vamos a subirlo. Para eso al igual que hicimos con nuestra imagen, preparamos previamente un texto. Y luego vamos al ícono de video que se encuentra en nuestra barra de herramientas. Clickeando en él nos aparecerá un cuadro de diálogo que nos permitirá, como si estuviéramos adjuntando un archivo a un e-mail, subir nuestro video al blog. Ahora y para transformar completamente en multimedial a nuestro blog, vamos a subir audio. Si bien esta operación no es difícil requiere un poco más de trabajo y atención que el resto de las cosas que vimos. Ya que Blogger no permite subir sonidos directamente desde nuestra PC, sino que estos deben estar previamente alojados en la Web. Aquí veremos cómo alojar nuestros audios previamente en servidores gratuitos. Pero también podemos hacerlo, si es que tenemos, desde el servidor de nuestra página Web. Una alternativa para realizar esto es subir nuestro audio a Castpost. Para ello ingresamos a www.castpost. com. Una vez en la página principal del sitio, presionamos el botón “Sign up”, para registrarnos. Nos pedirán un nombre, un mail y una clave. Antes de continuar debemos activar una casilla en la cual nos pregunta si nos comprometemos a cumplir algunos términos y condiciones. Por último, hacemos clic en continuar. El siguiente paso es definir un título del tipo http://minombre.castpost.com (donde almacenaremos los archivos) además de un título y un nombre de esta página. Por último, seleccionamos un diseño y escribimos los “tags” o palabras que pueden ayudar a definir los contenidos de nuestros archivos. Al presionar “Create
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media blog” aparece un cuadro que dice que la página fue creada. Ahora, hay que subir los archivos a este servidor gratuito. Volvemos a la página de inicio, presionamos donde dice “login” e indicamos nuestros datos. Una vez que ingresamos, estaremos dentro de nuestro sitio. Allí tenemos varias opciones. Si presionamos “add items”, veremos algunos campos que debemos completar: Título, descripción y tags (palabras claves). Presionamos examinar para buscar nuestro archivo (como si adjuntáramos un archivo a un mail). Cuando el archivo termine de “subir” volvemos a “Home”. Allí aparecerán todos sus datos pero como lo que nosotros queremos es un “index” para colocarlo en nuestro blog, debemos presionar el botón “Generate html”. Esto abrirá una ventana donde estará el código que debemos copiar y pegar en nuestro blog. Ahora volvamos a la página de nuestro blog. Vamos a crear nueva entrada, como lo veníamos haciendo hasta ahora. Una vez ahí vamos a la opción “Edición de HTML”, que se encuentra en forma de solapa en la parte superior del cuadro en donde solemos escribir nuestros artículos. Ahí debemos pegar el código completo que generamos desde Castpost. Después volvemos a la solapa “redactar”, escribimos normalmente nuestro artículo. Y lo publicamos. Si copiamos e ingresamos correctamente el código, al “subir” este artículo deberíamos ver un pequeño reproductor de audio que nos permitirá escucharlo, pausarlo y detenerlo.
Al igual que con las imágenes de video, necesitamos editar nuestros audios antes de subirlos para que no sean demasiado “pesados”. Aquí veremos como editar nuestros audios con Sony Sound Forge. Lo primero que vamos a hacer es abrir el programa e ir a la opción “File”, de la barra de navegación del programa. En el menú que se despliega vamos a elegir la función “Open”, y allí seleccionaremos de nuestra PC el archivo de audio que queremos editar. Inmediatamente se abrirá el archivo, al que veremos sobre una línea de tiempo representado por ondas de sonido. Ahora volvemos a ir a “File” y seleccionamos la función “Properties”. Eso abrirá una nueva ventana. En la solapa “Format” debemos optar por un tipo de “sampleo” para nuestro archivo. En “Sample rate”, elegimos 44.100. Luego en el menú desplegable de “Bit-depth”, seleccionamos
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16bit. Y por último, en la opción de “Channels” elegimos mono y vamos a aplicamos los cambios. Ahora que ya tenemos nuestro archivo de audio con los parámetros correctos, vamos a editarlo. Para eso hay que escucharlo. Mientras lo hacemos podemos realizar marcas que nos servirán para cortar las partes que no nos sirven o no nos interesan. Para eso basta con apretar la letra “M”. Esas marcas que se generan son móviles, así que podemos arrastrarlas al lugar justo en donde queremos cortar. Una vez que realizamos este proceso, las seleccionamos clickeando el botón izquierdo del Mouse sobre la zona que queremos cortar. Eso pintará la zona entre marcas y luego podemos ir al ícono de la tijera o presionar las teclas “ctrl+x” al mismo tiempo, para deshacernos de esas partes del archivo. Ahora sólo nos resta guardar nuestro archivo y darle los últimos parámetros de calidad a nuestra pista de audio. Para ello vamos nuevamente a “File”, “Save As”. En la ventana que se abre, colocamos un nombre. Y en la opción “Tipo” elegimos “mp3”. Por último en la opción Template elegimos 128 kbps y guardamos nuestro archivo que ya está preparado para que lo “subamos” a nuestro blog. Ahora ya estamos listos para emprender nuestro camino en la senda del periodismo digital. Como en cualquier práctica, el truco es hacerlo a conciencia y atreviéndose a la equivocación, enfrentando desafíos y manteniéndose actualizado. Así, nosotros mismos escribiremos nuestra parte de la historia, que no es ni el comienzo ni el final de esa otra historia, la que se escribe colectivamente. “… Me dijo que se llamaba El Libro de arena, porque ni el libro ni la arena tienen ni principio ni fin.”3
3 Borges, Jorge Luis, “El libro de la arena”, 1975, EMECÉ Editores, Buenos Aires.
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