Fronteras Nº3

Q FRONTERAS

FRONTERAS

AÑO 2 - #3 ENERO - JUNIO 2016 ARG $30 ISSN 2451-5590

NUESTRO HANDBALL ES OLÍMPICO

LORENA Y EL HUNTINGTON TRANSFORMAR EL DOLOR

SUMARIO

NOTA DE TAPA HUNTINGTON

pág TIJUANA

GRANADERITOS

pág

PROBIOTICOS

LELE CRISTOBAL

pág

BASALO

pág

ROCK: SEGUNDA PARTE

pág

DARÍO EL FILÓSOFO

pág

STAFF FRONTERAS

COORDINACIÓN:

Revista de la Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes Año 2 - Número 3 Mayo de 2016

EDITORIAL

Daniel Badenes

Por JAVIER VIDAL

Ximena Carreras Doallo Javier Vidal

CONSEJO EDITORIAL: Natalia García Cora Gornitzky Leonardo Mora Doldán Pablo Morosi Alejandra Pía Nicolosi Mónica Rubalcaba Leticia Spinelli Washington Uranga

PARTICIPAN EN ESTE #3: Javier Albornoz Martín Álvarez Juan Martín Biotti Sofía Castillón Ezequiel Contreras Liliana Del Puerto Pablo Esteban Lucrecia Estrada Ludmila Fernández López Nicolás Ferrer Emma González Williams Micaela Lo Tártaro Agustín Lucero Mauro Loricchio Agustín Piermattei Juan Franco Primo Agustina Rivero Natacha Saez Macarena Segura Federico Wimmer

El escenario político, económico y social de nuestro país se transformó de forma sustancial desde que salió a la calle el #2 de Fronteras, en el tramo final de 2015. Los gobiernos populares de las jóvenes democracias de América Latina fueron criticados de modo sistemático por los medios concentrados y hegemónicos. Nuestro país no fue ajeno a estas operaciones que gestaron, desde sus columnas y estudios de TV, alianzas estratégicas entre los poderes económicos, las elites políticas y los grandes medios dominantes. Una de las primeras medidas del gobierno de Mauricio Macri fue el Decreto de Necesidad y Urgencia 267/15 que derogó artículos sustanciales de las leyes de Servicios de Comunicación Audiovisual (2009) y Argentina Digital (2014), las que bregaban por la desconcentración y descentralización del sistema de mercado de medios. Después de haber intervenido -con un enorme e injustificado operativo policial- la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), este DNU la reemplazó por un nuevo ente, que excluyó por completo la participación universitaria en los órganos de decisión que había establecido la ley 26.522. De esta manera, el histórico reclamo de la sociedad civil y una de las deudas de la democracia que se había saldado y cicatrizaba hacia 2009 con la sanción de la ley audiovisual -basada en los 21 puntos de la Coalición por una Comunicación Democrática-, quedaron truncos. Nuestra ley, que era ejemplo en el mundo y pauta a seguir para los países que se decidieran a encarar una reforma a sus regímenes de comunicaciones, fue desguazada. Y fuera del plano audiovisual, continuamos sin una re-

gulación que proteja al sector gráfico de la feroz concentración económica, como reclaman las revistas culturales independientes. El pasado 8 de abril, un conjunto de organizaciones de la sociedad civil, medios comunitarios y pymes, cooperativas y universidades plantearon ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una serie de afectaciones a la libertad de expresión producidas como consecuencia de la firma de tres decretos del Poder Ejecutivo. Después de este reclamo presentado por el Centro de Estudios Legales y Sociales junto a miembros de la Coalición por una Comunicación Democrática, la CIDH

le recordó al gobierno nacional “el principio de no regresividad en materia de derechos humanos” y afirmó que dará “seguimiento al proceso”. Desde este espacio de práctica pedagógica y ejercicio de un periodismo profesional que es Fronteras, ejercitamos derechos y defendemos libertades al tiempo que nos construimos como un lugar de encuentro de debate y reflexión. Fronteras es un límite ganado entre todos desde la Universidad pública y lo sostenemos con la convicción que otra comunicación es posible.

FRONTERAS ES UNA PUBLICACIÓN DEL ÁREA DE PRODUCCIÓN GRÁFICA DE LA LICENCIATURA EN COMUNICACIÓN SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE QUILMES. Editor responsable: Daniel Badenes / ISSN: 2451-5590 Roque Sáenz Peña 352, Oficina 118, Bernal, Buenos Aires, Argentina.

/ Contacto: revistafronteras@unq.edu.ar

Otras Fronteras

MURO PARA UNOS PUERTA PARA OTROS

CON EL COYOTE NO HAY ADUANA De un lado, Mexicali y Tijuana. Del otro, Calexico y San Diego. Una pared metálica de más de 3 mil kilómetros separa la tierra mexicana del “sueño americano” al que aspiran miles de migrantes de México y otros países centroamericanos como Guatemala, Honduras o El Salvador. Para los que fracasaron o esperan su oportunidad, en Mexicali existen unos 80 comedores, albergues y hoteles de migrantes, como el que narra desde adentro esta nota de Fronteras.

Mexicali y Tijuana son ciudades que están al borde de México, “hacen frontera” con Calexico y San Diego, ambas pertenecientes a California, allí la línea llega hasta el mar y lo atraviesa. Entre Mexicali, la capital de Baja California, México y Tijuana se extiende parte del muro fronterizo con Estados Unidos. La pared metálica recorre más de 3 mil kilómetros desde el Golfo de México hasta el Océano Pacífico y detiene el ingreso de migrantes ilegales mexicanos y centroamericanos hacia “el otro lado”. Los ciudadanos mexicanos con el permiso reglamentario circulan hacia el país vecino para vacacionar o para comprar productos más baratos y variados, comestibles, ropa, tecnología o trabajar. El flujo cotidiano de personas de ambos lados es permanente y por momentos de largas horas de espera. Algunas personas con ciu-

Por LILIANA DEL PUERTO, ESPECIAL DESDE MÉXICO

Fotos RAYMUNDO GARCÍA GALINDO y DAINE DE LA GARZA

dadanía estadounidense cruzan sin necesidad de permiso hacia Mexicali o Tijuana para trabajar o estudiar en las universidades, más económicas y de buen nivel educativo. Una de ellas Annelia Bonillas Chávez de 20 años, que nació en Mexicali, es ciudadana estadounidense, vive en Calexico desde los 7 años y estudia en la Universidad Autónoma de Mexicali la Licenciatura en Comunicación Social: va en auto todos los días a la Facultad de Ciencias Humanas porque “es más barata incluso que las otras facultades y la carrera es una de las más económicas también y no me ha defraudado en nada en su nivel académico y el nivel educativo es diferente porque los maestros te ayudan, resuelven tus dudas, son muy abiertos, hay mucha contención, hay una relación entre alumno y maestro y eso me ayuda porque los

maestros están ahí, se acercan a ti”. Sin embargo, el muro detona otros fenómenos fronterizos como la presencia de migrantes provenientes de distintos Estados mexicanos y países centroamericanos como Guatemala, Honduras o El Salvador. Estas personas esperan en albergues de inmigrantes el momento oportuno para poder cruzar o si fueron deportados, aguardan que se cumpla el tiempo para volver tras el “sueño americano”. Asociaciones civiles gestionan los albergues y colaboran para que los migrantes accedan a una cama y comida mientras esperan y buscan la forma de volver a su tierra de origen o intentan cruzar de nuevo al otro lado. En Mexicali funcionan alrededor de 80 albergues y comedores para inmigrantes en los que pasan la noche, obtienen alimento y contención pero también control para evitar nue-

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Muro fronterizo Tijuana-San Diego

vos intentos de cruce de manera ilegal mediante el “coyote” o “pollero”. Uno de ellos es el Hotel del Migrante “Ángeles sin frontera” fundado por Sergio Tamai Quintero en el centro de la ciudad, a doscientos metros de la garita de cruce. La encargada del hotel, Isabel Romero González, cuenta que allí habitan de modo temporal alrededor de 100 migrantes varones que en su mayoría provienen de distintos Estados de México y algunos de países de Centroamérica y permanecen en el hotel por tres días como máximo. Funciona desde 2010 y se fundó

para ayudar a quienes eran expulsados de noche sin dinero y sin nada. Jesús Mateo Diego, de 54 años, deportado desde hace seis meses y encargado del hotel vivió 25 años en Estados Unidos: “trabajaba de capataz en los ranchos de campos frutales, explicaba a los trabajadores cómo cosechar y cómo limpiar los árboles, lo hice durante diez años en Fresno, California. Soy de Michoacán y me metí en 1980 en Estados Unidos, antes estaba más fácil pasar, no había que pagar tanto dinero, ahora pagan U$S 6 mil o más, antes te salía

U$S 400 y yo me pasé solo. Esperabas el cambio de guardia y pasabas a pie por donde salen los carros para México. Me fui para ayudar a mi familia porque acá en México estaba duro para mantener a mi madre y hermanos, soy el mayor y allí rinde más el dinero. En 1985 me casé con mi esposa que era nacida en Fresno y obtuve mis papeles, me dieron mi permiso por una década. Tuve un accidente con la policía y fui a prisión por quince años y hace seis meses me deportaron. Ahora trabajo en el hotel como encargado, ayudo en la lim-

pieza, organizo a los que viven aquí”. En el hotel habitan también migrantes provenientes de Guatemala y Honduras que están allí a la espera del cruce. Estos jóvenes no sólo pusieron en peligro su vida para llegar a Mexicali sino que temen ser deportados por el Estado mexicano que expulsa más de 10 mil inmigrantes centroamericanos por año. En México los centroamericanos son maltratados por la policía de migración y devueltos a su tierra por su condición de ilegales. La historia de Álvaro Mich, migrante guatemalteco de 28 años, resume otras. Él salió de Guatemala el 1 de noviembre de 2015 y viajó en “La Bestia” porque como cuenta “los centroamericanos no podemos viajar en autobús porque hay retenes de migración porque lo ven a uno, lo bajan y lo deportan. Nuestro acento es diferente y si se dan cuenta que sos centroamericano, te vas de regreso. No tengo permiso para estar en México porque, en primer lugar, no lo dan y si lo dan, tarda mucho tiempo, te lo otorgan si es una visa humanitaria, si decís que huís de tu país. Y otra cosa, en el tren no pagamos nada. Me salgo de mi país, cruzo el río, llego a Hidalgo, el primer pueblo de Chiapas. Me vine en tren pero crucé todo Chiapas por la orilla del mar, para evitar los retenes de migraciones vinimos por toda la orilla del mar, caminamos casi trece días para llegar a Arriaga, el último pueblo de Chiapas, de ahí a Ixtepec, Oaxaca, donde buscamos refugio en casas de migrantes, averiguamos cuándo salimos de Ixtepec para Medias Aguas y ahí es igual, hasta Tierra Blanca. Son todos trenes de carga, no se detienen, hay que esperarlos afuera de la estación y uno tiene que correr. Yo venía con mi hermano de

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17 años, él se bajó a agarrar unas bolsas de comida y luego no pudo volver a subir al tren y me bajé a recogerlo. Nos quedamos casi ocho días. De ahí de Veracruz agarramos otro tren para Lechería, en Ciudad de México. Ya tenía casi 15 días de viaje en puro tren. De ahí agarramos otro tren de Irapuato, de ahí a Guadalajara donde no lo podíamos agarrar porque iba muy rápido. Te podés caer y que el tren te quite una pierna o un brazo. Me hice dos meses para llegar hasta Mexicali. Mi objetivo es cruzar a Estados Unidos. Un amigo de Houston me pagaría la cruzada pero le pedí que le pagara a mi hermano, Luis Armando, porque no tenía el dinero para los dos, sólo tenía U$S 3.5 mil. Pero por mala suerte, agarran a mi hermano acá en San Diego, la migra y está

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detenido. No he podido comunicarme con él, mi amigo que está en Houston se comunicó y le mandó algunos dólares, no sé nada de mi hermano. Ya tiene más de un mes detenido. Me quedé acá en Mexicali porque no puedo moverme hasta no saber qué pasó con él. Ya había cruzado el desierto, ya tenía todo arreglado con el coyote y antes de entrar a San Diego los agarraron”. La línea fronteriza une y separa estos territorios que están en contacto permanente, es una zona porosa, de influencia mutua constante a través de la cual algunos cruzan a diario para trabajar, comprar o estudiar pero otros ponen en peligro su vida, su libertad y luchan por atravesar y obtener una existencia mejor que la que le ofrece su tierra.

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Tierra Adentro

LEANDRO CRISTOBAL

EL CHEF SKATER Es quilmeño y su estilo desestructurado lo llevó en skate desde el conurbano hasta construir el Café San Juan en el barrio de San Telmo. Cambió su transporte por un camión-cocina con el que recorre el país y hace tv. En diálogo con Fronteras comenta el lazo que lo une con Quilmes, la elección del reggae para ambientar el restó y por qué cree agotado el formato de los reality. Por EMMA GONZÁLEZ WILLIAMS (estudiante de intercambio, Universidad Carlos III, España)

Fotos SOFÍA CASTILLÓN

8 Ese sabor que te acaricia y remite al hogar y a la infancia, es el que inspira a Lele Cristóbal todos los días en el Café San Juan -ubicado en San Juan 450, San Telmo-, a la hora de elaborar un menú. La cocina de la abuela es el referente de este antichef que dotó de rock & roll al barrio de San Telmo, con sus restaurantes y una cocina síntesis entre lo moderno y tradicional. Con personalidad y talento se llega a la fama, es el caso de este chef que escapa del estereotipo de delantal blanco para imponer sus propias reglas. Leandro Cristóbal a simple vista parece un tipo duro, con tatuajes en los brazos, gorra de skater y voz ronca. Sin embargo, los ojos, la sonrisa pícara y la cocina revelan su lado más tierno y pasional. “Lele”, como lo llaman sus amigos, cocina desde 1994. Se cumplen veintidós años desde que se inició en el oficio, sus primeros pasos como cocinero los dio en Europa; con veinte años viajó por Francia, Italia y España, así aprendió los secretos de la cocina mediterránea. En Barcelona y Canarias vivió y se alimentó de las corrientes gastronómicas, probó las aguas del Mediterráneo y el Atlántico, después decidió volver, para demostrar lo aprendido y emprender su sueño: abrir su propio restaurante. Según la filosofía de este chef “No hace falta tener guita para comer rico”. Leandro Cristóbal cree que la cocina está al alcance de todos. El secreto está en ponerle dedicación y mancharse las manos. Sus únicos referentes son familiares, su cocina tienen una impronta muy casera y hogareña pero reversionada según su lenguaje personal. El Café San Juan es bien conocido por los porteños, hace falta reservar con días de antelación, pues las mesas son limitadas y la lista de espera es larga. El sitio es acogedor e invita a ir en pareja o con amigos. Su dueño Leandro Cristóbal prefiere la sencillez a la sofisticación. El menú diario se presenta en una pizarra que los meseros muestran a los comensales para que elijan. Así es como este chef quilmeño ha conseguido colarse en las mejores guías de gastronomía de la capital. - ¿Qué es lo que más te gusta de San Telmo?

Tierra Adentro - Ya me gustaba San Telmo desde antes de mudarme acá. Cuando caminaba por sus calles pensaba en Barcelona. Las aceras chiquititas, la mugre, los teatros, las parrillas, el olor a ciudad, el empedrado, la mezcla de gente y culturas; pienso que el barrio de San Telmo encaja a la perfección con la personalidad del restaurante y lo que queremos transmitir. - ¿Cómo es vivir en capital, te sientes fuera de lugar? - No, acá estoy muy bien ubicado. Vivo entre los dos restaurantes, me queda cómodo ir del uno al otro, subo a la autopista y llego en diez minutos a Quilmes, donde están mis amigos y mi hermano. No suelo bajar tanto a la provincia porque no tengo suficiente tiempo, no obstante siempre que voy me dan ganas de quedarme, allá están mis amigos y mi gente de toda la vida. - ¿Cómo llegó el chico skater de Quilmes a ser un cocinero famoso de la televisión? - Empecé desde chico en la cocina, me dedicaba a lavar platos en Puerto Madero, después pasé a la cocina de producción y más tarde a la cocina caliente como ayudante. De ahí me fui a Italia, volví y continué en la cocina, fui a España, me quedé cuatro años, y cuando llegué abrimos el restaurant con mi madre en 2003. La televisión llegó a los cinco años de abrir el Café San Juan. Un día, el productor

FRONTERAS de la chef y presentadora Narda Lepes se interesó por mí y me propuso un acuerdo, al final me decidí y firmé. Después hicimos un piloto y así comenzamos. - ¿Qué le gusta hacer a Lele Cristóbal en sus ratos libres? - La verdad es que la mayoría del tiempo estoy acá en el restaurante. Cuando no estoy en la cocina, me gusta hablar con los pibes, reírnos y pensar en los platos futuros. - ¿Te gusta viajar para encontrar nuevas creaciones? - Disfruto con los viajes, siempre procuro mezclar un poco de trabajo con descanso y comida. Los sabores de Oriente Medio me motivan a la hora de cocinar. El último viaje lindo que hice fue al Líbano donde la pasé increíble, después estuve en Estambul que estuvo bueno también. - ¿Cómo afrontás la crítica gastronómica? - No le presto demasiada atención. Vivo al margen de las redes sociales y de la televisión. Está claro que siempre hay algún tarado al que no le gusta mi cocina, sin embargo no puedo tomar en serio cada crítica que encuentro por internet. Por otro lado no sabes quién escribe, puede ser el dueño del restaurante de enfrente que siempre está vacío y quiere arruinar a la competencia o alguien que vino al Café San Juan alguna vez y la pasó mal. La verdad, creo que no son muy fiables.

Tierra Adentro - ¿Dónde compras? - Siempre voy a mercados, donde el producto es fresco y del día. Por ejemplo, el miércoles hay mercado central de pescados, termino de trabajar y a la madrugada me voy directo al mercado. Compro primero y a partir del producto me inspiro para crear el plato del día. - ¿Por qué la música reggae para ambientar el restaurante? - Es tranquila, va con todo, no te altera ni molesta a la hora de charlar, es ideal. A todos los que trabajamos acá nos gusta. Además la mayoría de miembros del equipo de cocina son músicos, tocan desde el bajo y la guitarra hasta la batería. La música forma parte de nuestra cocina. - ¿Qué piensas sobre los reality shows de cocina como Master Chef? ¿Crees que están en auge? - No me gustan esos programas que se basan en la violencia psicológica que ejerce el jurado sobre los concursantes. Los programas de cocina están en decadencia, el boom ya fue, ahora las cadenas prefieren un reality de una mamá con cáncer, el formato de estos programas está agotado. Dehecho, este año no grabé nada, lo que se ve en la televisión son programas viejos. - Un sueño de mediano-largo plazo, ¿Te gustaría seguir en la cocina? - La verdad que no soy muy ambicioso, de momento quiero seguir con el oficio, nunca me planteé dejarlo.

Nome imagino una vida fuera de la cocina, creo que el día que no tenga más ganas de cocinar me voy a sentir abrumado. Mi única aspiración es estar tranquilo y que la gente venga al restaurante y la pase lindo. Lo importante para mí es seguir con mi cocina, sin pensar en la guita o la fama. En un

primer momento te hacés cocinero, después jefe de cocina y más tarde empresario, es entonces cuando corres el riesgo de perder la humildad. Leandro Cristóbal nunca se recibió de chef. No obstante, aprendió a cocinar con un método infalible: los grandes maestros de las cocinas de Francia, Italia y España. Sus lecciones se ven reflejadas en la propuesta del Café San Juan, que ofrece sabores nobles y respeta la tradición y los productos nacionales, a la vez que ensaya un encuentro entre Latinoamérica y Europa. Leandro Cristóbal es tan cercano y natural como en la televisión. La puerta de su restaurante siempre está abierta a todos: turistas, locales, gente que viene desde lejos para probar su cocina, periodistas o blogueros. Cuando hablás con él sobre Quilmes, sus bares, la noche, los locales y las calles de Bernal, se percibe cierta nostalgia en su rostro. Así es este chef, un hombre sin tapujos, incorregible, que no soporta recibir órdenes.

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Intercambios

SEBASTIAN BASALO, DIRECTOR DE LA REVISTA THC

“LA PROHIBICIÓN ES LA PUERTA A OTRAS DROGAS” El especialista en temas de cultura cannábica cuestiona la legislación vigente en el país, habla del proceso de regulación del consumo en Uruguay, de las “guerras al narcotráfico” y de la próxima revolución farmacéutica, que tiene como protagonista a la marihuana.

Por MARTÍN ÁLVAREZ

“El debate político en materia de drogas es pobre y demasiado electoralista”, dice Sebastián Basalo, director de la revista especializada THC. “Las propuestas que son de índole propagandística fracasan en todos los países en que se aplicaron, ya sean las medidas militares de persecución o la radarización de fronteras. La lucha contra el narcotráfico es un problema económico que debe ser resuelto desde este sector”. - ¿La izquierda plantea una opción progresista? - No, lo de la izquierda es lamentable. Es tan culpable como la derecha de todas las consecuencias de la prohibición. Durante años han sostenido la postura psicótica que las drogas vienen de EEUU, que la legalización es una postura de ellos, y que entonces hay que mantener la prohibición y el encarcelamiento de los pibes. En Argentina, la izquierda nunca se hizo

cargo de profundizar el debate, de abrir el juego y preguntar cómo legalizar. Recién ahora empiezan a evaluar las formas de la regulación. - ¿Se debe tomar a Uruguay como el modelo a seguir sobre regulación del consumo? - Es un camino a seguir desde todo punto de vista. En cuanto a la salud se solucionan los problemas porque se pasa de adquirirle un producto adulterado a grupos armados, a disponer de una sustancia de calidad controlada por el Estado y que, por si fuera poco, está a un costo menor. Además, la ley contempla la posibilidad de cultivar de forma individual o en clubes sociales de cultivo. Creo que lo más importante es cómo encararon la regulación del consumo de marihuana, por ejemplo, corrieron a la Iglesia del medio y el debate fue laico. - ¿México es un ejemplo de fracaso? - Si, el narcotráfico se retroalimenta

gracias al Estado. Debemos desterrar la idea que asocia que el narcotráfico crece donde no hay Estado porque está a la vista que encarar una guerra militarizada produjo un desastre en donde la mayoría de las víctimas son inocentes, ya hay 25 mil muertos y 100 mil desaparecidos. Si a la gente le va mejor, crecerá el consumo, y si tu propuesta como gobierno es ésta, más flujo de dinero irá a los bolsillos de tipos que producen violencia social. - Hay un mito urbano que dice que “la marihuana es la puerta a otras drogas” ¿Es así? - La prohibición es la puerta a otras drogas. Hay policonsumos que se dan entre dos sustancias como por ejemplo, la cocaína y el alcohol pero en cuanto a la marihuana 8 de cada 10 son monoconsumidores y esto desmiente que sea el acceso a otros estupefacientes. El problema es la prohibición que impide el cultivo y el

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Foto NATALIA GARCÍA

consumo, y obliga a las personas a acudir a un dealer que, además de cannabis, ofrece otras drogas que alguien jamás hubiera conocido si se le dejaba plantar en su casa. - ¿La criminalización al usuario está en aumento en nuestro país? - Sin dudas. Es la herramienta de la que disponen las fuerzas policiales para poder generar una cortina de humo y mostrarle a la gente mediante, detenciones y megaoperativos que persigue al narcotráfico. Después la estadística judicial marca que menos del 5% de los detenidos es por comercializar estupefacientes y que un 95% están presos por tenencia o consumo simple y cultivo para consumo. ¿Por qué? La Policía necesita llevar “en cana” a un pibe porque en Argentina organiza, controla y le cobra un impuesto ilegal a los narcos. La policía es el narcotráfico.

EL USO FARMACÉUTICO Basalo también contesta sobre el uso de cannabis con fines medicinales. “Después de los antibióticos en los ´50 y de los psicofármacos en los ´80, la marihuana es la protagonista de la tercera revolución. Con la cantidad exorbitante de usos medicinales y el casi nulo nivel de toxicidad que tiene, la industria se ve favorecida porque minimiza el riesgo que las personas, autoadministrándose el fármaco, lleguen a una sobredosis. Por ejemplo antes para dormir mejor, abrir el apetito y reducir el dolor de cabeza tenías que tomar tres pastillas, ahora todo eso lo podes reunir en una sola sustancia”.

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VIVIR CON HUNTINGTON

UNA HISTORIA DE AMOR Y DE LUCHA Huntington es una enfermedad degenerativa neuronal poco conocida; ataca el sistema nervioso y lleva a sus portadores a graves alteraciones psíquicas, cognitivas y motoras, hasta la muerte. Esta es la historia de Lorena Scarafiocca, diagnosticada con esa patología. Una fundación lleva su nombre. Su lucha se sostiene junto a otros, aquellos que la aman y la hacen sonreír. Por AGUSTÍN LUCERO y AGUSTINA RIVERA Fotos NATALIA GARCÍA Lorena acostada con la frazada hasta el cuello a punto de dormirse, en una noche fría y silenciosa de invierno en Quilmes Oeste, sólo espera ir a la escuela al día siguiente. Ya dormida, la calma invernal se interrumpe por un grito desgarrador, un grito sumergido en la desesperación, nacido de una impotencia que desata esa explosión de locura. Ese sonido asustaría a cualquiera pero no a Lorena, que se levanta de su cama tranquila, como si el grito fuera el despertador que usa habitualmente. Ya de pie, camina hacia el cuarto de sus padres; ve a su madre moviéndose de manera errática y espasmódica, vociferando de tal modo que sus cuerdas vocales parecen a punto de estallar. Al lado está su padre que intenta estabilizar a su esposa, a punto de caerse de la cama; de modo preventivo, hay un colchón para amortiguar sus caídas. Lorena entra y ayuda a su papá. Acomodan a María del Carmen y logran calmarla. Con ojos tristes e impotentes pero sin llorar, porque su carácter es más fuerte, Norberto mira a su pareja y le dice: “si no dejás de gritar, tendré que internarte”. Ella sólo puede contestar con un “¡no por favor!” forzado y un pataleo. Lorena, con sus 13 años, sólo mira y

termina de arreglar a su madre. Siete años antes, luego de recorrer una serie de hospitales, clínicas y sanatorios, y una lista interminable de estudios y diagnósticos erróneos, le confirmaron a Norberto que su esposa estaba enferma y que esto era incurable. “Luego que diagnosticaron a mi mamá, empezó a empeorar; estuvo así 15 años. Comenzaron los tics, los movimientos bruscos (…) Nos llevaba a la escuela y se caía en el colectivo, hasta que ya no pudo caminar, ni comer por sí sola”, cuenta Lorena, que hoy tiene 36 años. La enfermedad que le detectaron a su madre es Huntington, nombre que se le debe a su descubridor. La enfermedad se transmite de modo genético, es hereditaria y hasta el momento no tiene una cura o un tratamiento eficaz. El Huntington (Huntington Desease o HD) es causado por un defecto en el cromosoma número 4 que genera una mutación en una parte del ADN llamada gen Huntingtina, explica Martín Dron, biotecnólogo de la UADE. El HD es una mutación en los genes que produce una proteína fallada que ataca otras proteínas del sistema nervioso. Esta mutación o defecto hace que esa parte del ADN ocurra más veces de las debidas. El de-

fecto se llama repetición CAG. Normalmente, esta sección del ADN se reitera de 10 a 28 veces pero en una persona con la enfermedad de Huntington se repite de 36 a 120 veces. Es una patología poco frecuente: 1 cada 100.000 o 200.000 personas es portadora según la región, salvo en Venezuela que tiene la tasa más alta del mundo: 1 cada 20.000. La Patagonia argentina es la zona geográfica con mayor índice de Huntington en nuestro país. Parecería que hay conocimiento suficiente para encontrar una cura pero no. Hablamos de nuestro cerebro y lo que sabemos de él en ocasiones es tan abstracto como nuestros pensamientos. “El Huntington es una enfermedad hereditaria, es decir la mutación viene desde el nacimiento pero el momento en que la proteína fallada se expresa depende de ciertos factores externos, entre los 30 y los 50 años”, agrega Martín Dron. Las manifestaciones son progresivas: desde pequeños cambios en la personalidad o el carácter, la falta de memoria, la torpeza y los movimientos “erráticos”, hasta movimientos más amplios en los músculos de las piernas, cara y tronco, distonía -contracción lenta y exagerada de un músculo, lo que pro-

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duce movimientos repetitivos y torcidos-. En algunos casos, aparecen alteraciones oculomotoras (movimientos del ojo). De manera paulatina, el paciente pierde claridad en el habla y aparecen dificultades para tragar alimentos, lo que acarrea pérdida de peso. Los síntomas psiquiátricos son la depresión, la irritabilidad, el aislamiento social, acompañado muchas veces de un deterioro cognitivo en la comprensión, el razonamiento, el juicio y la memoria. Lorena y su hermana son portadoras de la enfermedad pero no tienen síntomas, a pesar de que a su misma edad, su madre estaba avanzada en las etapas sintomáticas. Lorena se ve fuerte, se ve feliz… ¿habrá algo especial en ella? “Luego de la muerte de mi mamá no quise saber nada de la enfermedad. Quería cerrar una etapa; además ya tenía a Ailén con un año y yo era chica todavía”, recuerda Lorena. A los 20 años vivía sola con su hija en la casa familar. El padre, tras la muerte de la esposa, se había ido a vivir a la casa de su madre. De todos modos, la ayudaba en lo económico. Por unos años Lorena le escapó al fantasma que la perseguía. A pesar de las advertencias de los doctores sobre lo peligroso de su herencia genética y que tenía un

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50% de posibilidades de tener la enfermedad, no quiso sacarse la duda. Pero de una cosa no se escapó Lorena: del amor. En esos años de incertidumbre conoció al que hoy es su compañero, Sebastián Oddone. “Nos conocimos en 2003. Lorena es la mejor amiga de la esposa de un amigo mío de toda la vida. Rápido, me enamoré de su fuerza admirable, su humildad y su bondad”, cuenta quien será un apoyo fundamental en la vida de Lorena. Luego de años de pensarlo y reunir fuerzas, Lorena estuvo lista para enfrentarse con la enfermedad; la mochila ya era muy pesada y la incertidumbre ya no sólo la perjudicaba a ella sino también a su hija y su sobrina. Por eso, le propuso a su hermana hacerse el test. En marzo de 2013 le diagnosticaron a las dos la Enfermedad de Huntington. Tres años después, Lorena describe cómo fue ese momento: “En el fondo sabía que la tenía… nunca fui feliz completamente; estaba contenta pero siempre estaba esa duda que molestaba. Saberlo fue revivir todo otra vez, como si no se terminara más y ahora, doble”, dice refiriéndose también a su hermana. “Me costó aceptarlo,

el nombre de la fundación (Fundación HD Lorena Scarafiocca) no lo podía ni ver. Ahora… bueno, me cuesta todavía hablar”. Cierra la respuesta con una voz que se quiebra y lágrimas rebeldes que, a pesar de esfuerzo que hace para aguantarlas, llenan sus ojos, que se blindan como con un cristal, metáfora de su alma transparente. Lorena posee una luz que gana el amor de las personas que la rodean, dispuestas a ayudarla como sea. Ella es la inspiración de la Fundación, idea que nació un año después del diagnóstico, a instancias de su esposo. Una tarde mientras volvía y manejaba desde el trabajo a su casa, a Sebastián -motivado por el amor y sostenido en su formación en Biotecnología, graduado en la UNQ- se le ocurrió armar una fundación que incentivara la investigación de Huntington en el país. Ese trayecto fue el germen de lo que un año y medio después, con mucho trabajo, se convertiría en una organización con personería jurídica. “Hay un punto clave en el éxito que hasta ahora hemos tenido y está vinculado con el equipo que formamos. Creo, y no tengo ninguna duda, que cualquier proyecto por mínimo que sea, para que salga adelante y sea exitoso tiene que tener un buen

equipo de gente atrás que lo empuje. Y lo tenemos: amigas, amigos y familiares de Lorena que dedican toda su energía para que las cosas salgan bien”, explica Sebastián. A las primeras personas que acudió para formar la base fueron las amigas de toda la vida que sin chistar se pusieron a disposición. A modo de broma se llaman “las Lorenas”: son seis amigas que la acompañan desde siempre. Natalia, una de ellas, lo aclara: “Apenas a Sebas se le ocurrió la idea -porque a nosotras no se nos caía ni una- siempre tratamos de estar ahí”. Gente que ama, que entiende y que apoya, que hace todo lo que esté a su alcance para ayudar. En medio de sus problemas, de sus trabajos, de sus hijos, se hacen el tiempo y le dan a la fundación un lugar primordial en sus vidas. Natalia Beutler, vicepresidenta de la Fundación, es una de estas “hermanas de la vida” de Lorena; tiene un hijo de menos de cuatro años y una beba pequeña, y se hizo el tiempo entre sus tareas de madre y de trabajadora para contarnos que este proyecto es muy significativo. Rescata lo importante de la difusión y que se conozca la enfermedad para que se la investigue. Entre mates, cuenta

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también lo difícil que fue haber vivido con ella todo el proceso de su madre y saber que hoy es ella la afectada. En la actualidad en la Fundación participan de modo activo doce personas (presidente, vicepresidenta, secretaria y vocales), que se dividen en tres comisiones. Sus comienzos fueron a pulmón, con gastos de los propios organizadores y la ayuda ad honorem de abogados. Se reúnen un sábado por mes. La Fundación HD Lorena Scarafiocca es la primera organización en Argentina que se ocupa de la patología. Nació el 13 de noviembre de 2014; ese día pero un año antes Lorena se había hecho el test que confirmó su enfermedad. Y, en coincidencia, es el día mundial de la Enfermedad de Huntington. El objetivo inmediato de la Fundación hoy es lograr que se fomente el estudio de la enfermedad y que se desarrollen nuevos tratamientos para lograr una mejor calidad de vida de los pacientes afectados. Por todo esto, luego de conseguir la personería jurídica y la primera donación del Municipio de Quilmes, lo que se propuso fue la realización del Primer Concurso de Investigación en Huntington 2015, con un jurado internacional,

para el financiamiento del estudio de la patología, en la que se presentaron 12 investigadores y tres de ellos ganaron. “No pensábamos que participarían tantos”, comenta Natalia Beutler. El concurso finalizó con la entrega de premios destinados para la investigación de tratamientos en la Enfermedad de Huntington, el 15 de mayo de 2015. El primer galardón fue de $ 60 mil y el segundo, de $ 30 mil. El primer premio fue para los doctores Claudia Perandones y Martín Radrizzani Helguera, de la UNSAM, que estudian un reactivo que permite medir los niveles de la proteína Huntingtina, un desarrollo que favorece estrategias terapéuticas contra la enfermedad de Huntington. El segundo premio fue para Marcelo Merello, del instituto FLENI. El 22 de mayo organizaron junto al INADI un evento contra la discriminación de los enfermos de Huntington llamado “Factor H” en el que participaron León Gieco y Lito Cruz. La Fundación también hizo un convenio con la Universidad Nacional de Quilmes y la carrera de Ingeniería en Alimentos para la elaboración de productos alimenticios que ayudan a mejorar la obtención de energía y así evitar la muerte neuronal.

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VIVIR CON HUNTINGTON MOVÉ TU CORAZÓN En 2015 entre otras actividades ese presentaron junto a otras ONG al concurso “Buenas Causas”, organizado por la Fundación La Nación, donde fueron premiados con publicidad que permitirá dar a conocer esta enfermedad. “Me encantaría que la Fundación pueda crecer rápido y tenga su sede propia, en la que se pueda generar investigación. Y que mucha más gente y familias se sumen. Por supuesto, el apoyo de las empresas y los organismos de gobierno es clave para lograr todo esto”, responde Sebastián cuando se le pregunta qué quiere para el futuro. Hoy se siente satisfecho pero su actitud emprendedora no le permite cruzar los brazos y esperar, dado que él convirtió su amor en su proyecto de vida. Lorena recuerda a su madre con amor y dolor; recuerda que estaba postrada en una cama sin poder comer, hablar, sentarse, moverse e ir al baño por sí misma. Recuerda que sus últimos días no fueron fáciles. “Cuando era chica decía que si yo llegaba a tener la enfermedad, me iba a matar. Decía que no quería que nadie viviera lo que viví con mi mamá, que no permitiría que mi hija pasara por lo que pasé.” Lorena piensa que el dolor que pasó su madre puede ser su futuro, un dolor que vio y sufrió como una “crónica de una muerte anunciada”, que la lleva a aguantar lágrimas de impotencia. Sin embargo, y a pesar de todo eso, hoy Lorena sabe que tiene una fuente inagotable de energía; quizás no cambie lo inevitable -el despertar de esa mutación maligna- pero sí alimenta un ambiente de esperanza y de confianza en la ciencia, rodeada de gente que le muestra su amor y logra que a diario encienda esa sonrisa luminosa que retrasa cualquier malestar que pueda aparecer.

Esta campaña publicitaria surgió del encuentro de tres organizaciones sociales para participar de la 3ª edición del concurso “Buenas Causas” (2015), impulsado por Fundación La Nación junto al Consejo Publicitario Argentino, Comunia, Wingu y Publicitarios sin Fronteras.Tras obtener una de las cuatro menciones especiales, la campaña fue difundida en cuatro ediciones de La Nación en marzo y abril de este año. Además de las tres organizaciones convocantes -Fundación HD Lorena Scarafiocca, Asociación Civil de Ataxias de Argentina (ATAR) y la Asociación de Enfermos de Par-

kinson (AEPSA)-, el equipo integró a las docentes de la UNQ Natalia García y Mónica Rubalcaba -integrantes del Comité Editorial de esta revista-, el estudiante Sebastián Galazzi y la publicista Lula Marcet. La campaña busca visibilizar las enfermedades neurodegenerativas como Huntington, Ataxias y Parkinson, con el propósito de despertar la conciencia, favorecer la inclusión y lograr donaciones destinadas a investigación sobre estas “enfermedades raras”. El punto de partida de la campaña es el elemento en común más visible de estas tres enfermedades: la presencia de movimientos involuntarios constantes.

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ELKE KARSTEN

EL SUEÑO OLÍMPICO DEL HANDBALL ARGENTINO Integra el seleccionado argentino que pasó a la historia al clasificar por primera vez para un juego olímpico. La jugadora quilmeña, de 20 años, cuenta cómo comenzó su carrera y qué sensaciones y expectativas maneja en la previa a Rio 2016. Además, comenta lo diferente que es este deporte en el exterior en relación a nuestro país. Por JUAN FRANCO PRIMO - ¿Cuándo y cómo te surgió la idea de introducirte en el mundo de este deporte? - Arranqué alrededor de los 8 años. La mayor de mis tres hermanas hacía handball en el colegio Alemán de Quilmes y me insistía todos los días para que vaya. Al principio no me gustaba mucho pero de a poco lo empecé a disfrutar. No sé si me daba cuenta pero iba siempre. Hubo momentos en los que intenté estudiar pero se me hacía imposible al entrenar de lunes a jueves y jugar los fines de semana. Hay chicas que pueden y lo hacen pero a mí siempre se me complicó, sobre todo por los viajes que tengo que hacer. Es así como hoy me dedico de manera exclusiva a esto. - ¿Cómo fue ese momento en el que te llamaron para la selección? ¿Lo esperabas? - La verdad que no lo esperaba. Al mismo tiempo que en el Alemán de Quilmes ya jugaba para las juveniles, y un día como cualquier otro el técnico me llama al celular y me dice que estaba citada a formar parte de la selección mayor. Me quedé helada, sólo pude decir gracias. Realmente fue una sorpresa. Después fueron nervios, muchos nervios, cosquillas en la panza, me preguntaba todo el tiempo si haría bien las cosas, si el técnico estaría conforme. Son muchas las ganas

de estar, de jugar y demostrar que podés estar ahí, que merecés ese lugar pero más que nada demostrarte a vos misma y creo que eso tapa cualquier nerviosismo.

Afuera te pagan por jugar. Acá tengo que pagar para hacerlo, comprar mis cosas, buscar la manera de ir. - ¿Cuáles creés que fueron las claves de la clasificación? ¿Me podrás describir ese momento? - En los panamericanos de Toronto después del partido con Cuba, que pensamos que era un paso fuera de Río de Janeiro, los técnicos en la habitación nos dividieron en dos grupos para jugar un juego. Nosotras somos muy competitivas y al principio peleábamos pero de la nada, no recuerdo bien el porqué, empezamos a saltar juntas en la habitación y a cantar bien fuerte, fue un momento único para la unión del grupo y nos sirvió para levantarnos. Después de esto nos recuperamos, sabíamos que estábamos cerca de la final, teníamos que ganar sí o sí pero nos enfrentábamos a un rival accesible como México, entonces nos sentimos muy confiadas para

clasificar antes de jugar ese partido. Ni bien ganamos esas semifinales fue todo llorar y abrazarse, el objetivo Rio 2016 estaba cumplido. Me acuerdo que nuestros cantos y festejos por los pasillos impresionaban a todo el estadio. No lo puedo imaginar, es algo increíble, ya jugar un solo partido en los juegos olímpicos es un sueño, no se compara con nada, ni siquiera con un mundial. - Desde tu opinión, ¿notás algunas diferencias de lo que es y cómo se vive el handball en el exterior en relación a nuestro país? - Afuera te pagan por jugar, en cambio, acá tengo que pagar para hacerlo, comprar mis cosas, buscar la manera de ir, es más amateur. No se le dedica en nuestro país tanto a este deporte como en Europa, donde el handball es muy profesional, se vive de otra forma y además hasta se televisa. Estaría bueno empezar a darle más importancia, no sólo al handball, sino también a otros deportes en los que sucede lo mismo y salta enseguida la diferencia de nivel en comparación con otros países europeos. Por eso la importancia de jugar en el exterior, para conseguir ese salto de calidad que necesita nuestra selección. De todas las chicas de nuestro plantel, una sola juega afuera del país. Entonces, la idea de jugar en otro lado es algo que

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tengo muy en cuenta. Esto me permitiría crecer a nivel profesional y también en lo personal. Tuve ofertas de algunos clubes de España, aunque Francia es otro país en el que también estaría interesada. - ¿En qué etapa de tu vida pensás que te encontrás? - Todavía me falta mucho por recorrer, aunque soy bastante madura para algunas cosas. De la selección soy de las más chicas. Una de mis referentes, sin

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dudas, es Valeria Bianchi. Ahora que comparto entrenamientos con ella, me doy cuenta lo importante que es cumplir un rol tanto afuera como adentro de la cancha, ella es excelente. Si no lo disfrutás no lo hagas, eso es lo que le diría a aquellas que tengan la chance en algún momento de estar en mi lugar. - ¿Qué expectativas tenés para los juegos olímpicos de agosto? - Con respecto a la posibilidad de traernos una medalla la realidad es que es

muy complicado, aunque nada nos impide soñar. La clave está en la preparación y nos entrenamos para estar a la altura. En diciembre tuvimos el mundial de handball 2015 en Dinamarca y sirvió para enfrentarnos con las grandes potencias y ya tener una noción de lo que se nos viene. Somos conscientes de la diferencia que hay pero los sueños de hacer historia siempre están.

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EL TRABAJO EN LOS CENTROS DE PAGO RÁPIDO

DEL OTRO LADO DE LAS CAJAS Afuera el único problema es la fila. No lo es tener que contar pilas de billetes, identificar los falsos, hacer malabares para dar el vuelto porque las monedas de un peso están en extinción y las demás desaparecieron. Tampoco que las trabajadoras no tengan hora de almuerzo, que la espalda se contracture o que los billetes estén aceitosos o huelan agrio, como cuenta esta crónica que invita a ponerse en el lugar del otro, atrás del vidrio. Por LUDMILA FERNÁNDEZ LÓPEZ Ilustración JAVIER ALBORNOZ Así sean dos, tres o cinco cajeras, siempre hay fila. En enero y febrero aumenta su tamaño, crece de modo exponencial (se pagan los impuestos anuales). Serpentea a lo largo del salón, traspasa tres puertas, se extiende por la vereda. Si se forma para la derecha, da vuelta la esquina a lo largo de la pizzería. Si va para la izquierda, tapa la juguetería y llega a la tienda de artículos del hogar. Bajo el sol, la gente espera resignada. Adentro, debajo de dos ventiladores que sólo tiran aire caliente, las cajeras cobramos lo más rápido posible y tratamos de no perder la concentración (si falta algo al final del día, debemos reponerlo). Es muy difícil explicar todo a cada persona. Que con lo que paga Bapro, sólo pueden mantenerse dos empleadas. Que el resto corre por cuenta privada,

y con cinco personas aún no alcanza para que la fila se acorte. Que no somos un anexo del Banco Provincia. Que somos humanas, y vamos a hacer pis. Que tomamos agua, consultamos la hora en el teléfono celular, ¡hasta leemos un mensaje cada tanto! A nadie le gusta esperar. Menos, al sol. Y mucho menos para pagar impuestos, servicios o infracciones de tránsito. El ambiente no es el mejor. No se admiten vivos que quieran colarse: la situación roza el linchamiento colectivo. También hay personas más pacientes y, quizás, más felices, que se hacen amigas en la fila. Después de una hora, cuando son llamadas, no se acercan a la caja porque están ensimismadas en una conversación. Hasta luego, un gusto, se despiden entre sí. El problema es la fila, que no se

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reduce hasta el horario de cierre. Que no sabemos cómo cerrar, cuando sigue más allá de la vista. ¿Cómo decirle a aquel señor que no podremos cobrarle? Es una falta de respeto a la gente, nos responderá, como la señora de ayer. Vos sos una irrespetuosa, me va a decir, como la chica del otro día. Cuando somos la agencia de cobranzas más grande de la zona, cuando la otra es un quiosco que está a diez cuadras y no da abasto, cuando el impuesto inmobiliario y el automotor se pueden pagar únicamente en donde vos trabajás, agarrate: empieza el juego. La historia se repite cada verano –el resto del año, sólo dos o tres días por mes- pero la gente no tiene mucha memoria. “¿Qué pasa que hay tanta fila?”, preguntan vecinos sorprendidos que pagan sus

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impuestos allí desde antes que la ciudad celebrara su autonomía. “Qué lentas… Claro, no tienen un jefe”, acota otra señora sin mucha conciencia de género. “A ver si contratan gente más competente”, vocifera un señor con la camisa abierta de par en par, el vello pectoral a la vista de quien guste. En los bancos, los cajeros y cajeras atienden al público durante cinco horas. El resto del tiempo también trabajan: cobran los impuestos que se dejan “por bolsín cerrado”, controlan el dinero, “hacen su caja”, van al baño y comen. En las agencias de cobranza, suculento negocio para pocos (y forma de desligarse de problemas para los bancos), se cobra durante todo el día, horario comercial o de oficina, hasta el momento

del cierre. Nosotras atendemos durante nueve horas, sin parar, y después hay que cerrar la caja como podemos, a las corridas, o en horas extras que nadie paga. Nueve horas cobrando es mucho tiempo. En verano entramos más temprano para tratar de evitar a la gente. Todavía no abrimos la puerta y: “señorita, ¿a qué hora abren?”. Lleguemos a la hora que sea, la fila está formada. Después, cuesta explicarles a los contribuyentes que no hay forma de liquidar una fila que empieza cuando todavía estoy durmiendo en casa. Nos saca ventaja. Perdemos por goleada. Aun así, las cajeras trabajamos con la mayor rapidez y eficacia que nos da el cuerpo. La espalda se endurece, los ojos arden, tenemos sed o hambre.

Seguimos. Y entonces: - Hola, vengo a pagar esto. -Hola, estas boletas son de Neuquén, no se cobran acá sino en el Banco Nación. - Pero qué querés, ¿que me vaya a Neuquén a pagarlas? El Estado dejó de emitir monedas de valores chicos hace varios años. Se comenta que cuesta mucho más fabricarlas de lo que dicen valer. Pero más cuesta que el público comprenda esta realidad. - Señora, le voy a deber los veinte centavos porque no hay más monedas chicas. La respuesta puede ir desde “deberían tener” hasta “si me cobrara todas las monedas que ustedes me deben…”. Al parecer, la señora planea abrir un plazo fijo con lo que le he venido robando. Es mentira que toda la gente es así. Muchos sonríen, me dejan las monedas y nos regalan caramelos. Dicen: “mañana te las vengo a cobrar”, en tono de broma. El problema es que las otras personas (las que están enojadas por el valor de un impuesto, porque las atraparon mientras pasaban un semáforo en rojo o porque hace calor) pueden arruinarme el día. No puedo trabajar enojada; pierdo la concentración. Y perderla significa que cualquiera me pase un billete falso, que al final del día me falte plata, que entregue mal un vuelto. He cobrado con lágrimas de impotencia en los ojos, mientras oía los gritos de quien me trataba de vaga de mierda. Se han puesto a aplaudir en la fila, como si un niño se hubiese perdido en la playa, para que “apuremos”. Nos han gritado “vaaa-

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aaamos”, como azuzando a un animal de carga. - ¡Se la pasa hablando, a ver si deja de hablar y cobra! (debajo de los gritos, nadie escucha mi respuesta: acabo de pasar treinta recibos y la clienta me tuvo que explicar qué período del monotributo pasar en cada formulario). - Si vamos al caso, ella también está hablando por celular. (Esta vez es una señora enojada porque le dijimos que ahí adentro no puede usar su teléfono. Le quiero explicar que estoy haciendo una llamada de trabajo y a la vez me doy cuenta que me estoy justificando por algo que no tengo prohibido hacer; que ella sí tiene prohibido y que la medida está desde que la telefonía móvil existe). *** Hay casos en que sólo queda relajarse y tomarlo con una sonrisa. Como cuando una señora se anima a preguntar “¿No podrías cambiarme todos los billetes de Evita por los otros?”. “Es que no me gustan”, aclara por si no se entendió. O sino: - Nena, me dijo. - ¿Qué?, le respondo. - Traje la plata para pagar adentro de la bombacha, ¿a dónde puedo ir a sacármela? *** Una señora confunde a la empleada de limpieza con una de las cajeras. Entonces comenta, a viva voz: - Y claro, si ponen a limpiar a la cajera como para que no tarden. Una compañera entra después que nosotras. Ese día le corresponde ese horario. Y le toca la peor parte: caminar frente a la fila antes

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de ubicarse en su puesto. Todavía no se sentó cuando una mujer se le planta frente al vidrio y le arroja las boletas en la nariz. - Encima que llegás tarde, ¡ahora no te ponés a cobrar! *** Cuando en la puerta están los tres custodios del portavalor -el que se lleva en una bolsa el millón de pesos que juntaste a lo largo del día-, y estos tipos con sus armas largas y sus chalecos y sus músculos dicen “está cerrado”, cortito y al pie, la gente da la vuelta y se va. Cuando las que estamos en la puerta somos nosotras, y explicamos eso mismo, que está cerrado, no es tan fugaz la retirada. - ¿Pero no podés hacer una excepción? - Sos una irrespetuosa. - ¡Pero me vence hoy! - Dale, ¿qué te cuesta? - Se me vence la obra social, ¿te vas a hacer cargo de mi salud durante el fin de semana? Y el estelar: - ¡Ustedes son la mierda de Berazategui! *** Hay que inspirar y continuar con el trabajo. El problema no somos nosotras, no es la gente y al final, tal vez no sea la espera. Porque las filas existirán siempre y nosotras también somos la gente, también nos enojamos y descargamos la bronca con el telemarketer que nos quiere ofrecer un seguro, o con la recepcionista y no con el médico impuntual. El problema –quizás- es que perdemos la empatía. Que nos falta pensarnos del otro lado del vidrio.

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RETRATOS DE UNA AUSENCIA

Juan Biotti trabajó desde los 12 años en la Cervecería Quilmes. Fue el único empleo que tuvo, y no terminó bien: la puja entre la empresa y el peronismo se lo llevó puesto y terminó en la cárcel. Al final de su vida se dedicó a escribir poemas que nunca publicó. En estas fotos, su nieto, que no lo conoció, intenta recuperar su historia a través de objetos que legó a la familia.

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Por BRUNO MURABITO

Por JUAN MARTIN BIOTTI

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Nació en 1894, y desde los doce años trabajó en la Cervecería Quilmes. Fue el único empleo que tuvo y, para él, era una extensión natural e inevitable de su vida. Empezó como “pinche”, y luego fue taquígrafo, dactilógrafo, corresponsal, Secretario de Gerencia, Jefe de Cuentas Corrientes, Gerente de la Sucursal Rosario, Jefe de Competencia, Jefe de la Sección Sucursales, Sub Gerente General y, al final, Gerente General. Durante el peronismo, el gobierno le inició a la empresa una causa por “monopolio” que cayó con fuerza sobre él, que quedó “cesante, mal liquidado y procesado”. Los dueños zafaron y se fueron a París, mientras mi abuelo paterno pasó un tiempo en la cárcel de Devoto y nunca pudo recuperarse de lo que podría denominarse una traición a casi cincuenta años de trabajo. Luego de este revés, se refugió en su máquina de escribir y en sus escritos. Dedicó el final de su vida a escribir poemas “sin pretensiones” basados en postales de lugares que no había visitado y que nadie, más allá de sus allegados, leería jamás.

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CONTRASENTIDOS

NOCHE, TALLERES Y TRABAJO BARRIAL Por MICAELA LO TÁRTARO, MACARENA SEGURA y MAURO LORICCHIO

En el corazón de Quilmes, este centro cultural que se define como latinoamericanista y antiimperialista, da espacio a bandas de la zona y organiza talleres y actividades barriales. La gestión de un proyecto realizado a pulmón y la incertidumbre por el futuro ante el cambio del gobierno municipal.

El Centro Cultural Contrasentidos abrió sus puertas en diciembre de 2012 cuando un grupo de jóvenes amigos se sintieron interpelados por las necesidades comunitarias con las que se encontraban en su cotidianeidad. De esta manera, lo que empezó como un deseo, terminó con la creación de un centro cultural ubicado en el corazón de la ciudad de Quilmes: Humberto Primo 320. Contrasentidos se desarrolla en un espacio cedido por el Partido Comunista a cambio de que realizaran refacciones al establecimiento. A su vez, si bien el centro se considera autónomo respecto a la toma de decisiones del PC, se ubica desde una perspectiva política donde los ideales son compartidos: el centro se autodefine como latinoamericanista y antiimperialista, y está abierto a todas las personas de la comunidad sin importar bandera política, social o racial. En un principio, los encuentros entre los integrantes del grupo se realizaban una vez por semana donde la guitarra, las charlas y la música fueron la base de las

ideas que se concretarían luego, como la creación de un bar. Para que el espacio cultural funcione, fue necesario abrir las puertas del bar con la finalidad de fomentar y promover el conocimiento de las actividades de Contrasentidos. Los encuentros nocturnos ofrecen a los jóvenes del Municipio de Quilmes y alrededores una alternativa en los que el arte, el sonido y el teatro son los protagonistas. Las ideas y actividades del centro cultural se difunden por su página de Facebook “Contrasentidos Centro Cultural”, la distribución de volantes y su participación semanal en el programa radial “Atrapando Rock Reggae”, son las que posibilitan la difusión informativa sobre las actividades e identidad del centro para su reconocimiento social y para que nuevos integrantes se sumen a la organización de Contrasentidos. La agenda de actividades del centro se organiza en talleres, actividades barriales y eventos nocturnos como es el caso del taller de grafiti, que se dicta los lunes y jueves de 19 a 21 y los sábados de 15.30 a 17. Luego abre el

bar cultural, a partir de las 19 hasta la madrugada del domingo. A su vez, muestras fotográficas, exposiciones circenses y talleres literarios se organizan a durante el año. Contrasentidos cuenta con ocho miembros que unen sus expectativas en una sola finalidad: la promoción de la cultura en todos los rincones de la ciudad de Quilmes y municipios cercanos mediante el trabajo comunitario. La gestión del centro cultural está dirigida a jóvenes, entre 15 y 25 años, quienes acuden al lugar para asistir a las actividades recreativas como talleres y eventos. Los integrantes trabajan en el centro ad honorem y la financiación de este establecimiento se basa en la recaudación de eventos organizados. Los jóvenes, el arte y la cultura son tópicos centrales en las jornadas que se hacen tanto en el local de Contrasentidos como en los barrios marginados. Los fondos recogidos de los distintos eventos son destinados al sustento económico del bar y de sus actividades comunitarias.

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EL BAR Todos los sábados el centro abre sus puertas con shows musicales y recitales en vivo de bandas zonales como “Señora Mabel”, “Alma Bouquet” y “Donato Paduano”. La idea es difundir la cultura alternativa: cada fin de semana tocan entre dos y tres bandas en el bar ubicado dentro del centro cultural. Éste brinda la posibilidad de cobrar una módica entrada con el fin que los grupos se lleven lo recaudado. Sin embargo, la única restricción es que la tarifa no supere los 50 pesos: “Creemos que el lugar tiene que ser popular y más de 50 pesos puede ser una entrada inaccesible para muchos”, cuenta Cristian De Martino, vicepresidente de Contrasentidos. Por otra parte, los integrantes recaudan el dinero de la barra y lo utilizan para invertir en refacciones del lugar. Además, los precios de las bebidas son accesibles para el público que concurre allí: “el lugar no está preparado para lucrar con la gente, por ejemplo, la cerveza de litro la tenemos a 50 pesos y el vaso de fernet

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a 60 pesos”, agrega De Martino. A su vez, un viernes al mes se realiza “La Havana”, una fiesta de música electrónica. Dentro de ésta se combinan distintos espectáculos artísticos. Por un lado, Djs musicalizan la noche mientras que artistas pintan cuadros con esténcil o acrílicos. Sumado a esto, se presentan grupos de teatro para hacer “intervenciones” en el transcurso de la fiesta con el fin de interpelar a los participantes del evento. Estas exhibiciones posibilitan el contacto de la comunidad juvenil con el centro y de esta forma, Contrasentidos cobra importancia para los habitantes de Zona Sur. “Esta fiesta es distinta a las que suelo ir, por la gente y la buena onda de los organizadores. El lugar donde las realizan, que es dentro del propio centro, es un salón muy grande, similar a un rectángulo. Está repleto de luces y las paredes están pintadas con frases o dibujos hechos por los alumnos del taller mediante el uso de esténcil. En este lugar se respira arte por todos lados” relata Agustina Lastra, habitué de las noches en Contrasentidos.

TALLERES EN LOS BARRIOS Los miembros del centro concurren los sábados por la tarde al barrio “La Odisea”, ubicado en Rodolfo López y Camino General Belgrano, partido de Quilmes. Durante la jornada, se brindan talleres, clases de apoyo escolar y funciones de teatro para que los niños y adolescentes entre de 12 y 17 años fortalezcan su capacidad de aprendizaje y tengan una tarde recreativa. En la actualidad, estos talleres se dictan en una plaza ubicada dentro del barrio. Muchas veces, las tareas se ven obstaculizadas por las inclemencias climáticas. “Cuando llueve las actividades se suspenden porque los nenes se embarran y no pueden jugar, y también se les complica a los chicos del centro para entrar al barrio”, cuenta Roxana Alegre, vecina de “La Odisea”. En este escenario, Contrasentidos tiene el objetivo de crear un espacio físico financiado con la recaudación de los eventos organizados durante el año.

EL MARCO LEGAL En Contrasentidos las decisiones son discutidas por una comisión directiva conformada por un presidente, un vicepresidente, un secretario, un tesorero y cuatro vocales, sobre quienes recaen las decisiones relevantes del espacio cultural. Además, cuatro revisores de cuentas se encargan junto con el tesorero de concretar la logística económica del centro. Los puestos jerárquicos son resultado de una elección de Asamblea. Los cargos son ocupados por socios fundadores así como también por referentes de la comunidad vecinal que estén dispuestos a asumir un rol dentro de la comisión directiva del centro cultural. De esta forma, la sociedad tiene la posibilidad de tener voz y voto en la gestión y dirección de Contrasentidos. Este año, ingresaron cuatro nuevos miembros a la comisión directiva. De Martino cuenta: “Creemos que es fundamental que cuando entra alguien nuevo se le den responsabilidades porque es la mejor forma de sentirse parte de un lugar”. A principios de 2015, el equipo empezó el

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proceso de legalización y reconocimiento del centro por parte del Estado como una institución cultural. Esto implica el cumplimiento de derechos y obligaciones por parte de Contrasentidos que, una vez legalizado, adquirirá un carácter municipal. Los derechos alcanzan subsidios tales como las bibliotecas móviles administradas por el gobierno municipal como así también el trabajo en conjunto con otros centros culturales bajo un programa de coordinación de la Municipalidad correspondiente a cada Centro Cultural. Su habilitación fue otorgada por la intendencia de Francisco “Barba” Gutiérrez, una semana antes de terminar el mandato. Respecto a las obligaciones del centro, la ley N° 5240 promulgada el 16 de enero de 2015 expresa el cumplimiento de deberes como el ingreso público de personas, hasta 150 espectadores en el caso de Contrasentidos. Además, el titular de la habilitación tiene la posibilidad de modificar la diagramación del establecimiento, siempre que se mantengan los pasillos y los medios de egreso, y se respete la capacidad otorgada. Por otra

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parte, Contrasentidos queda sujeto al cumplimiento de la Ordenanza Municipal Nº 12395/14 en la cual se sanciona la “accesibilidad para todos”. En cuanto al aspecto de sanidad, se contará con un botiquín para primeros auxilios que se ajuste a la normativa vigente. En el marco del nuevo gobierno municipal cuyo intendente es Martiniano Molina, hay un escenario incierto respecto al marco legal del centro. En principio, porque ciertas políticas aplicadas por la actual gestión del municipio de Quilmes fueron perjudiciales para los centros culturales, como la normativa de limitar el horario nocturno de cierre los fines de semana a las 4, mientras que otros establecimientos nocturnos que están fuera de la norma cierran sus puertas entre las 5.30 y 6. Para Contrasentidos, el fomento de la cultura es importante en pos del desarrollo social de los jóvenes, de modo que es necesario el acompañamiento y la participación municipal para generar inclusión, difusión del arte y conciencia social sobre las necesidades que la comunidad vecinal presenta.

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EFEMÉRIDES VACIADAS

REVOLUCIÓN Y ALEGRÍA Por LUCRECIA ESTRADA Soy una persona de lo más normal, con las rarezas más comunes y corrientes. Tengo lo que llamo Síndrome del Bicho: un bicho en la cabeza que te obliga a no pisar las rayitas de las veredas; o a decir “tetris” cuando caminas por la calle y por lo menos tres personas con rumbos diferentes forman -en el tiempo que dura un paso- una línea en su andar; a apoyar el pie por la mitad en los peldaños de las escaleras mecánicas, para sentir cómo se vuelve plano cuando llega al final; y cosas así, con la más insignificante relevancia. El Bicho te hace realizar rarezas en lo cotidiano sólo porque sí. Pero el Bicho no es más que un ejemplo. Además, está el Pajarito, y ahí el tema se vuelve un poco más complejo. Porque éste pica los sesos cuando intentás pasar por alto lo que no querés ver. Cuando todo es muy perfecto, aparece el Pajarito para mostrarte dónde está el problema y te obliga a hacerte cargo. De igual modo, cuando todo está patas para arriba, también es él quien te muestra por dónde se puede empezar a dar vuelta la cosa. El otro día vi una foto que me trajo otra vez el picoteo. Era una escena de lo más tierna: foto en blanco y negro (original, digamos, de las que la falta de color da

cuenta más de registro del pasado que de una tendencia artística), dos nenas, una miraba a la cámara y sonreía, mientras sostenía con la mano en la cabeza su gorro de granadero, la otra atenta a la primera, con una sonrisa entre admiración y “yo quiero”. Alegría pura.

Me puse a pensar y recordar las fiestas patrias en la escuela. Eran eso: una fiesta. Todavía recuerdo la emoción que sentía cuando me tocaba ser un personaje en el acto. Porque no actuaba, yo era. Cuando me tocaba, no me disfrazaba de dama antigua, era una dama antigua. Si tocaba negrita con “empanaditas calientes, pa’ quemarse los dientes”, no simulaba, era, con empanadas que hacía mi abuela y quemaban los dientes de verdad. Alegría pura. Con orgullo existencial, cada 25 de mayo aparecen por las calles centenares de granaderitos, damitas antiguas, mulatitos y mulatitas y demás personajes históricos que dan cuenta de la continuidad de las tradiciones. Una, ya adulta, los mira y se enternece. Porque sostienen algo que una alguna vez creyó. Porque confraterniza con el éxtasis que se desborda de los ojitos vestidos de historia que van en desfile –al igual que una hizo quién sabe cuántos años atrás- con el pecho erguido de la mano de su mamá, su papá, tíos o abuelos. Alegría pura. Lo que una no sabía cuando era personaje histórico –supongo que tampoco lo sabrán hoy- es que esas miradas de adultos que saludaban al pasar eran más de simpatía por el “disfraz” que por el honor de pasar al lado de un héroe nacional. Entonces pienso en la recurrencia. Y así, entiendo un poco más cómo se forja en cada uno la idea de sentimiento patrio: veo esa foto y pienso en que antes que yo viviera ya existía esa sensación de orgullo nacional construido a partir de las representaciones en los actos patrios. Ya existía y seguirá vigente también cuando deje de vivir.

Raúl Scalabrini Ortiz sostenía que las fechas históricas fueron escritas con tiza en la memoria. Pienso que a esa nena con gorro de granadero la habrán visto unos ojos adultos y se habrán enternecido como los ojos que me vieron a mí de mulata o dama antigua, como los míos al ver a los granaderitos de hoy. Pienso que esa nena

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con gorro de granadero también creció y también miró otros niños en esa situación como fue vista ella por alguien que también fue en algún momento visto por otro; un espiral que gira sobre la circularidad de una idea y así traza su propio camino, igual pero distinto. En ese trazado deja una huella que cala profundo: el sentimiento patrio. De generación en generación. Alegría pura que evoca cada año las emociones construidas desde la más tierna infancia. Alegría que renace en cada efeméride nacional. Y entonces, Pajarito. Cuando pienso en este hermoso sentimiento patrio que hasta hoy conservamos y construimos viene el picoteo y empieza con lo suyo. Inútil intentar ignorarlo, porque seguirá, caprichoso, hasta lograr mi atención. En mi cabeza, talló una grieta.

Cada 25 de mayo aparecen por las calles centenares de granaderitos, damitas antiguas, mulatitos y mulatitas. De todos los que pasamos por ese espiral, ¿quiénes recuerdan en verdad lo sucedido en las fechas patrias? ¿Quiénes recuerdan cuáles eran las luchas, las ideas, las dificultades de lo que celebramos hoy como un triunfo en la construcción de nuestra identidad nacional? Raúl Scalabrini Ortiz sostenía que las fechas históricas fueron escritas con tiza en la memoria; que con un sacudón se borran y sólo se conserva el recuerdo de sus emociones. ¿Cuántos lagrimones piantados cuando suena el himno en un acto oficial? ¿Cuántos en un partido de fútbol? Creo que son más en el segundo. Todos vivamos libertad, todos juramos con gloria morir. ¿Todos entendemos lo mismo por libertad, por gloria, por jurar lealtad? ¿Qué nos pasó? Hoy, evocar una fecha patria es un acto plagado de emotividad. Las tradiciones que deberían dar cuenta de la continuidad de nuestros valores se convirtieron en el espectáculo de los sentimientos nacionales. Vaciadas de su visión crítica de la realidad nacional, las fechas patrias se

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convierten en simples efemérides que evocan sentimientos de lo más nobles como amor a la patria, libertad, justicia o igualdad. Dejan de ser conceptos para ser palabra hueca al servicio de cualquier significado que quiera asociarse a cada una de ellas. En diciembre asumió un nuevo presidente y con él, desembarcaron en el ideario

¿Quiénes recuerdan en verdad lo sucedido en las fechas patrias? argentino palabras –ideas, por ahora, les queda un poco grande- de paz y de amor; palabras que rechazan cualquier tipo de conflictividad y que apelan a ese sentimiento que nos une como argentinos: el amor a la patria. Alegría pura. El nuevo presidente llegó escoltado por un centenar de granaderos a caballo. Granaderos de verdad. De aquel regimiento que luchó junto a San Martín por la independencia de nuestro país, por la libertad de nuestro territorio, por el fin del colonialismo. Granaderos que hicieron la revolución, que militaron por la patria y por sus ideas, que por entonces sí estaban cargadas de significado político. Hoy, esas investiduras, escoltan un gobierno que instaura una nueva mala palabra: militante. Y atrás de militante, como si fuera un cuco disfrazado que acaban de desenmascarar, ideología. Me pregunto qué hubiera pasado si en 1810 se hubieran seguido las ideas del Virrey Cisneros que proponía mantener el orden aunque España hubiera caído en manos de Napoleón. Hacer como si nada y que reine la paz. Pero resulta que un grupo de militantes pusieron sus ideas en práctica. Es decir, hicieron acciones concretas; es decir, la militaron. Y como resultado, hete aquí un nuevo Estado Nación que es nuestra patria. Sin embargo hoy, los más fervientes defensores del nuevo oficialismo denostan a quienes pertenecen a alguna organización –o partido político (otra casi mala palabra)- y realizan acciones en defensa de sus ideas. Si pudiéramos sacar de la pura efeméride evocativa nuestras fechas patrias y pudiéramos pensar las rupturas y las

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continuidades de los ideales que se sostuvieron a lo largo de todo este tiempo, ¿qué pasaría con revolucionarios como San Martín que, acompañado por militantes ejemplares como los granaderos, dieron guerra para defender sus ideas? ¿No decía ya Sarmiento en uno de los clásicos de la literatura nacional que a las ideas no se las degüella? Quizás hoy esa frase se haya convertido en otra mucho más evocativa: la pelota no se mancha (las ideas, tampoco). Hoy el Regimiento de Granaderos no es más que puro protocolo, como la alegría de la efeméride patria. El cuerpo cuya función honorable era escoltar al Libertador de América, hoy escolta al abanderado de la “revolución de la alegría”, y ahí volvió el Pajarito. Me llevó al diccionario del uso del español. María Moliner define la palabra alegría con nueve acepciones bastante similares, entre las que aparecen: “cualidad o estado de

Ensayo

ánimo habitual del que se siente bien en la vida, tiene tendencia a reír y encuentra fácilmente motivos para ello”, “estado de ánimo del que se divierte, risas y otras manifestaciones de ese estado de ánimo”, “ligereza, falta de reflexión a la

Hoy el Regimiento de Granaderos no es más que puro protocolo. hora de obrar”, y me detengo. Pajarito me machaca esta última definición una y otra vez: ligereza, falta de reflexión a la hora de obrar. Me obliga a construir el silogismo: si el nuevo presidente es el revolucionario de la alegría, y si alegría

es ligereza, es falta de reflexión a la hora de obrar, entonces: el nuevo presidente es el revolucionario de la ligereza, de la falta de reflexión a la hora de obrar. Y otro: si los granaderos eran militantes revolucionarios (que escoltaban al héroe de la patria) y los granaderos hoy escoltan al revolucionario de la alegría, entonces: los militantes revolucionarios (que escoltaban al héroe de la patria) hoy escoltan al revolucionario de la ligereza, de la falta de reflexión a la hora de obrar. Agrego, como nota al pie, que el revolucionario de la alegría no cree en la militancia. Suficiente. Basta Pajarito.

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Los abuelos de la nada (1986)

Catupecu Machu (1998)

A77aque (1991)

Los Piojos (1996)

Charly Garcìa (1989) Spinetta (1988)

Babasónicos (1997)

Por AGUSTÍN PIERMATTEI y JAVIER VIDAL En 1985, el rock argentino ya se entendía como un movimiento masivo. Se manifiesta con el festival de la reciente radio de frecuencia modulada Rock And Pop, el arribo de ciclos como Radio Bangkok, Feedback (con conducción de Mario Pergolini y Ari Paluch), Submarino Amarillo con Tom Lupo, la aparición del suplemento juvenil “Sí” en el diario Clarín y la catarata de nuevas agrupaciones que se presentaban a lo largo y a lo ancho del país. Para ese entonces Charly García, Luis Alberto Spinetta y Pappo Napolitano eran clásicos pero Fito Páez, Gustavo Cerati y Carlos “Indio” Solari no tardarían en sumárseles. Frustrado por no concretar un disco a dúo con Spinetta, García partió a fines de 1985 a New York, para encontrarse con Pedro Aznar y registrar el maxi “Tango”. Con un sonido más cercano al synth-pop de Depeche Mode que al rock rabioso del García de “Piano Bar”, o al jazz de “Contemplación” -LP de Aznar editado ese año-, la placa incluyó los hits: ‘Pasajera en trance’ y ‘Hablando a tu corazón’. El que sí se alió a Spinetta fue Fito Páez, quien a sus 23 años edificó junto al Flaco el álbum doble “La La Lá”. El ’86 no terminaría de la mejor manera para Páez: antes de fin de año sus tías y su abuela fueron asesinadas. Luego de este hecho, en 1987, Fito grabó el visceral “Ciudad de pobres corazones”, inspirado en los dramáticos sucesos. El LP exhibió su costado más pesado y dark, que lo distancia de aquel joven que dos años antes venía a ofrecer su corazón. En abril de 1986, Soda Stereo presentó en el Estadio Obras su segundo LP, “Nada Personal”. A partir de estos conciertos, la popularidad del grupo se disparó. Siempre hábiles, invirtieron su ganancia en la filmación de uno de los primeros videoclips producidos por el rock local: ‘Cuando pase el temblor’, rodado en el Pucará de Tilcara. Si bien Cerati se inspiraba en bandas como The Police, Ultravox,U2 o The Psychedelic

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ROCK ARGENTINO

1986-1999

MÚSICA DE ESTADIOS En esta segunda entrega sobre el rock nacional, mientras salimos de gira con algunas de las grandes bandas por América Latina, músicos como Páez y Calamaro se van del país. Mueren los padres fundadores Luca Prodan, Federico Moura y Miguel Abuelo al tiempo que emergen nuevos ritmos y búsquedas sonoras. El contexto argentino muestra rupturas en lo social que el rock recupera con marca de barrio.

Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota (1989)

Furs para el sonido de Soda, la influencia de artistas como The Cure, Echo & The Bunnymen, Siouxsie And The Banshees y David Bowie se vio reflejada en nuestro país recién con la aparición de grupos como El Corte, Don Cornelio y La Zona, Duna, La Sobrecarga o Fricción. Esta última, comandada por Richard Coleman, sorprendió con su debut “Consumación o consumo” en 1986, cuyo lanzamiento fue casi al unísono de “Silencio”, único esfuerzo discográfico de Los Encargados, la banda del siempre adelantado Daniel Melero, que ya estaba prácticamente disuelta para cuando se editó el disco. Cuatro bandas se iniciaron en 1986 y dominaron la escena de la década de los `90. Se trata de Los Fabulosos Cadillacs, Los Pericos, Los Auténticos Decadentes y Los Ratones Paranoicos. Los Fabulosos Cadillacs, casi sin saber tocar, se subieron a un escenario y toma-

ron el ska de grupos como The Specials o Madness como guía. Contaban con la producción del ex Abuelo de la Nada Daniel Melingo y se despacharon ese año con su debut “Bares y fondas”. Una carrera sin techo los convertiría en íconos latinos. Con igual lógica pero con Bob Marley y Peter Tosh en el horizonte, nacían Los Pericos. Con su canción “El ritual de la banana” inundaron las radios y boliches de reggae y con su LP debut fueron los más vendedores de 1988. Los multitudinarios Auténticos Decadentes también nacían en 1986 y para 1989 ya habían marcado el inicio de una catarata de hits con su primer sencillo “Loco (tu forma de ser)”. Mientras, Juan Sebastián Gutiérrez, Juanse, intentaba recrear la mística de The Rolling Stones con sus Ratones Paranoicos. Su primer álbum fue editado por el sello independiente Del Cielito Records, propiedad del ingeniero

y productor Gustavo Gauvry, anfitrión de un estudio/Quinta donde grabaron primero Spinetta, Charly, Lebón y Gieco, y luego Todos Tus Muertos, Las Pelotas y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Ese año, el grupo platense grabó y editó -también de manera autogestionada, mediante el sello Wormo- su segundo LP, “Oktubre”, uno de los puntos más altos de su carrera basada en letras encriptadas e iconografía política. Recorrer el continente con sus canciones y llevar el rock argentino era la premisa de varias de las agrupaciones, sobre todo a partir de la experiencia de Miguel Mateos/Zas primero, bajo el lema “Rock en tu idioma” y el boom en ventas de su placa en vivo “Rockas vivas”, y Los Enanitos Verdes después, cinco mendocinos que luego se radicarían en México. Hacia fines del 86 y en coincidencia con la edición de su tercer disco, “Signos”,

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Los Autènticos Decadentes (1994)

Soda Stereo emprendió un plan de conquista latinoamericana en el que el trío de Cerati, Bosio y Alberti se embarcó en una extensa gira que duraría hasta bien entrado 1987. Los medios internacionales compararon el fervor de Soda con la “Beatlemanía” y así en Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, y sobre todo en México y Chile, ya se hablaba de “Sodamanía”. Ya en 1987, Charly García volaría de nuevo a New York para registrar su nueva obra, “Parte de la religión”. Un álbum oscuro y excelente, que contenía una canción compuesta a dúo con Spinetta: “Rezo por vos”, única composición sobreviviente de aquel trunco proyecto entre los referentes del rock argentino. (Luis Alberto incluyó su versión en “Privé”, de 1986). Entre diciembre de 1987 y diciembre de 1988, el rock argentino perdió a tres de sus figuras centrales: Luca Prodan, cantante de Sumo; Miguel Abuelo, líder de Los Abuelos de la Nada, y Federico Moura, la voz de Virus. Luca falleció a los 34 años por una cirrosis causada por su adicción al alcohol. Los demás miembros de Sumo pronto formarían Divididos y Las Pelotas. Por su parte, Miguel Abuelo murió a los 42 años, en marzo de 1988, luego de una complicación tras una operación. Y Federico Moura se enteró que era VIH positivo mientras Virus grababa en Brasil su sexto disco de estudio, “Superficies de placer”. Murió el 21 de diciembre de 1988, a los 37 años. Se suele decir que estas muertes marcaron un final anticipado de la década y originaron grupos que se convirtieron

en parte de un recambio inesperado. El álbum compilado Invasión 88 fue la carta de presentación del punk en pleno auge de Ramones y luego del éxito de Los Violadores: de allí saltaron a la fama Flema y Attaque 77. Un sector de la cultura juvenil, quizás el más revoltoso y contestatario encontró en estas bandas un reflejo y una forma de expresión. Hacelo Por Mi fue el himno de 1990 y se convirtió en título y cortina del programa musical de televisión de Mario Pergolini. Gabriela y María Rosa Yorio fueron las primeras voces femeninas del rock argentino y se escucharon por los ’70. Ellas generaron el espacio para que llegaran durante la década siguiente las Bay Biscuit, Isabel de Sebastián como líder de Metrópoli, Celsa Mel Gowland (Fricción) y María Gabriela Epumer o Claudia Sinesi (ambas de Viuda e Hijas de Roque Enrrol). En 1985 Fabiana Cantilo ya había abandonado Los Twist y emprendía su camino solista con “Detectives”. Luego llegaría Patricia Sosa con La Torre e Hilda Lizarazu al mando de Man Ray, que se sumaron a Silvina Garré, Claudia Puyó, Celeste Carballo y Sandra Mihanovich. Más acá en el tiempo Andrea Álvarez y Las Actitud María Marta se instaurarían como exponentes del empoderamiento de las mujeres en nuestro rock. En simultáneo, el abrupto final del gobierno de Alfonsín, la hiperinflación, los cortes de energía y los paros generales se encargaron del acelerar el final de la dècada. Esos dos años finales estuvieron signados por el exi-

lio: Andrés Calamaro, ofuscado ante la falta de éxito con sus cuatro primeros discos solistas, se radicó en España y armó Los Rodríguez. Fito Páez también partió a Europa, luego de terminar de grabar “Tercer Mundo”, en 1990. Sin embargo, a los dos meses el rosarino recibió un llamado de su compañía discográfica: el disco había sido todo un éxito y debía regresar a Argentina para presentarlo de manera oficial cuanto antes. En diciembre de 1989,

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Soda Stereo (1990) Los Redondos llegaron a Obras por primera vez para presentar su cuarto disco, “¡Bang! ¡Bang! Estás liquidado”. Esta especie de consagración en el Templo del Rock significó el alejamiento de algunos fans ortodoxos, que acusaban a la agrupación de ‘haberse vendido’. Antes del final de la década, nuevos grupos comenzaban su carrera al éxito en los años venideros: Los Piojos, La Renga y Bersuit Vergarabat resinigficarían los sonidos de la nueva generación. LOS ’90: AÑOS DE RECAMBIO En la tormentosa noche del festival Derby Rock, luego de un gran show de Soda, Gustavo Cerati fue a disculparse con Daniel Melero. Los fans de Soda lo habían abucheado mientras daba su concierto, antes que el trío subiese al escenario. Ese encuentro resultó ser el primero después de varios años. Melero se sumaría poco después a la banda como músico invitado y desempeñaría a partir de ese momento un rol fundamental en los siguientes discos de Soda. Junto a Cerati serían padrinos de toda una corriente nueva, que orbitó alrededor del disco “Dynamo”, el sexto y penúltimo larga duración de la banda que se lanzó en 1992 y propició el terreno para una nueva generación que

sería denominada sónica: Los Brujos, Juana La Loca, Martes Menta, Suárez, Peligrosos Gorriones, Avantt Press, Santos Inocentes y Babasónicos. Otros nombres importantes de aquellos primeros años ’90 son Illya Kuryaki and The Valderramas, dúo de rap formado por Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur. El Otro Yo, grupo oriundo de Temperley comandado por los hermanos Cristian y María Fernanda Aldana, representaban la vena más punk y corrosiva. También se destacan hacia 1992 Los 7 Delfines, el nuevo proyecto de Richard Coleman luego de sus años en Fricción, y la incursión argentina en el skate rock, Massacre Palestina. Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota para 1993 ya era una banda de estadios, siempre bajo la bandera de la independencia discográfica, lo que significaba un esfuerzo -pero también una recompensa- mucho mayor. Con el pasar del tiempo, grupos como Los Caballeros de La Quema, Los Visitantes, Catupecu Machu, A.N.I.M.A.L. o Divididos se harían un lugar en la escena rockera vernácula, en medio de un clima de desaceleración de la economía, luego de la implementación de una serie de medidas neoliberales que profundizaron las desigualdades sociales. Asimismo, gracias al crecimiento del denominado rock barrial o chabón, ban-

das como Viejas Locas, Los Piojos o La Renga también convocarían multitudes para finales de la década y seguirían la senda de la autogestión. La separación de Soda Stereo en 1997 y las cada vez más escasas presentaciones de Patricio Rey fueron dos grandes nichos que estas bandas supieron llenar y de esa manera captar nuevas generaciones de fans. La Mosca y Kapanga ocuparon el lugar festivo y festivalero que inauguraron los Decadentes y dejó vacante la separación de Vilma Palma e Vampiros, y a la vez mostraron un nuevo aspecto no desarrollado en nuestro país: los incipientes festivales masivos y la utilización de las canciones de rock como base en los cánticos de estadio. De a poco, el rock tomó prestado los rituales y las costumbres del fútbol. Las consecuencias se pagarían en la década siguiente. Cuando las multinacionales empezaron a entrar en el juego, el rock se volvió mainstream y cambió todo: aparecieron nuevas radios, nuevos managers, la visión polarizada de MTV se hizo masiva y de pronto las bandas debían generar y gastar dinero para sonar. Ahí se volvió una industria incalculable definida por el formato, la economía, la imagen, internet y por la globalización. Y todavía no habían llegado los 2000.

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EL BULLYING NO ES UNA BROMA Gordo, flaco, boliviano, judío, gay: cualquiera puede ser el motivo del acoso que se hizo conocido por su nombre inglés y con las redes sociales adoptó nuevas formas. En los últimos años se incrementaron los casos de hostigamiento entre niños y niñas. La necesidad de enfrentar el problema entre todos. Por NATACHA SAEZ Uno de los temas que adquirió cada vez mayor protagonismo en la agenda mediática en nuestro país es el problema del bullying escolar y del cyberbullying. Estos dos conceptos conforman uno de los problemas más grandes con los que muchos niños y adolescentes deben luchar a diario. ¿De dónde proviene esta palabra? La terminación –ing en inglés indica una acción, mientras que la raíz de la palabra bully puede traducirse como “matón o peleón”. Podemos entender entonces que la expresión bullying refiere a abusos o acosos de una persona a otra. A pesar que esta palabra no es aceptada por la RAE (Real Academia Española), la Asociación Argentina de Prevención del Maltrato Infanto-Juvenil (ASAPMI) la define como: “Todas las formas de actitudes agresivas, intencionales, eventuales o repetidas, que ocurren sin motivación aparente, adoptada por uno o más alumnos sobre otro/a alumno, que causa dolor angustia y ejecutadas dentro

de una relación desigual de poder. Por ende, los actos agresivos, eventuales o repetidos entre iguales y el desequilibrio de poder son las características esenciales que vuelven posible la intimidación de la víctima”. Como podemos leer en esta definición, se asocia este concepto al maltrato de un alumno hacia otro. Es importante destacar que se utiliza de modo específico la palabra alumno, ya que el bullying se da en particular en el espacio escolar, sea primario o secundario. En los últimos años se incrementaron los casos de bullying en nuestro país. Según una encuesta realizada por la ONG “Bullying sin fronteras”, 2013 finalizó con 95 casos graves denunciados en la justicia y los ministerios de educación. Para agosto de 2014, la cifra se estiró hasta los 127 casos, más de la mitad de ellos en Capital Federal, el Conurbano bonaerense y el resto en Rosario, Córdoba, Mendoza, Salta y Corrientes. Debe agregarse también que con el

apogeo de las redes sociales y la intercomunicación constante que ellas producen, surgió una nueva forma de acoso: el cyberbullying o acoso virtual. Esto agravó aún más la situación de las víctimas, ya que el acoso continúa fuera de la escuela, por lo que se ven todo el tiempo sometidos a maltratos y burlas. En Argentina ocurrieron varios casos de acoso escolar con consecuencias muy graves. Un ejemplo fue en 2012, el estudiante Victor Felleto de 12 años que se suicidó ya que no soportó las burlas y el hostigamiento de sus compañeros que lo maltrataban, tildándolo de “nerd” porque estudiaba “todo el día” y tenía las notas más altas del colegio. Otro caso lamentable se dio el año pasado y tuvo como víctima a Nayra Cofreces de 17 años quien, luego de un largo acoso por parte de dos de sus compañeras, aparentemente por su belleza física y su sofisticada forma de actuar, fue asesinada frente a la escuela secundaria a la que concurría en Junín. El año pasado

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Uno de los casos que llegó a las señales de noticias

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asapmi.org.ar equipoaba.com.ar bullyingsinfronteras.blogspot.com.ar

conocimos el caso de Lennon Weiss, de Flores, también de 12 años, quien fue golpeado por sus compañeros durante el recreo, debido a su personalidad tímida y por ser muy callado. El chico terminó internado por daño cerebral. Por las denuncias crecientes, se gestaron asociaciones de ayuda para las víctimas del bullying, en las que también se orienta a los padres para que puedan detectar a tiempo si su hijo o hija sufre este tipo de acoso. Una de ellas, “El equipo ABA” tiene como principal objetivo promover las condiciones dentro del ámbito familiar y escolar para que el bullying sea mal visto y no sea aceptado en ninguna de sus formas. Además cuenta con talleres y charlas para padres, docentes y los chicos que son o fueron víctimas de hostigamiento escolar. Algunas de las secuelas que dejan el abuso escolar son, por ejemplo: la baja autoestima, los trastornos emocionales, la depresión, la ansiedad, las

fobias, la pérdida de interés escolar, las enfermedades psicosomáticas y los pensamientos suicidas. En la actualidad en la Argentina se trabaja desde el ámbito educativo para evitar situaciones de acoso. Uno de los avances para tratar el tema fue la reciente sanción legislativa de protocolos “anti bullying”. Esta normativa propone la habilitación de un sitio web en que alumnado, padres y docentes tendrán material disponible sobre el tema y se podrán realizar denuncias en forma reservada. También se habilitará un número telefónico gratuito para quien quiera denunciar algún caso. La ley además, cuenta con campañas preventivas de difusión para informar a la población los riesgos y las consecuencias del abuso escolar. El bullying y el cyberbullying constituyen un problema para todos y no sólo para niños o jóvenes que lo padecen. La sociedad y sus adultos así como el Estado con sus instituciones deben responsabilizarse en brindar comprensión,

respaldo, ayuda y solución a estos casos de hostigamiento escolar. Es cierto que este maltrato se dá en el ámbito escolar y que son las instituciones educativas las que deben trabajar para erradicar este problema. Pero también es real que, como parte de una comunidad, debemos comprometernos, tenemos que discutir estas cuestiones donde la discriminación es posible porque sos gordo o flaco, sos nerd, boliviano, paraguayo, judío, gay. Todo es motivo de hostigamiento entre los chicos. El bullying no es una broma. Es un hostigamiento con consecuencias reales y graves. No debemos tomar con liviandad cuando algún chico se burla de otro porque es diferente, ya que esa pequeña burla puede derivar en un tormento para la víctima, con secuelas que quedarán en ella de por vida. Hay que preocuparse porque una sociedad que permite la discriminación es una sociedad enferma. Foto: heroesantibullying.wordpress.com

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PROBIÓTICOS: FERMENTOS CON PROPIEDADES ÚNICAS El consumo de alimentos fermentados o probióticos, como el Kefir, mejora el sistema inmunológico de los niños autistas y favorece la salud de todos. Por EZEQUIEL CONTRERAS y NICOLÁS FERRER

Se cree que la manteca proviene de la Antigüedad, cuando los hombres transportaban leche a grandes distancias y, tras batirse durante horas con los sobresaltos de la marcha, se transformó en un producto más sólido de consistencia. Así, derivados de la leche y los probióticos lácticos son alimentos y fermentos muy antiguos, considerados beneficiosos para la salud. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO según sus siglas en inglès) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), “los probióticos son microorganismos vivos que cuando se consumen en cantidades adecuadas como parte de un alimento, confieren al huésped un beneficio para la salud”. Ellos resultan útiles para tratar diarreas infecciosas asociadas al uso de antibióticos, mejoran el sistema inmune, previenen manifestaciones alérgicas como la rinitis, facilitan la desintoxicación del cuerpo, reducen el riesgo de cáncer de colon, disminuyen el colesterol, aceleran la producción de vitaminas y aumentan la absorción de antioxidantes. El queso y el yogurt son productos fermentados; poseen microorganismos

(bacterias, levaduras y hongos) que intervienen en el proceso de elaboración. Entre sus beneficios, prolongan el tiempo de conservación de los alimentos, incrementan la variedad de la dieta y tienen efectos beneficiosos para la salud. Pero si existe un área del organismo en la cual la presencia de fermentos y probióticos es fundamental, esta es la flora intestinal, un complejo sistema de microorganismos patógenos y benéficos. Sus funciones son la fermentación de los residuos de la dieta, la recuperación de energía, la protección contra la colonización de agentes patógenos y el desarrollo, estimulación y modulación del sistema inmune.

encargado de evitar el pasaje de los patógenos por el intestino) con bastantes problemas para filtrar a los organismos benéficos de los perjudiciales, lo que les provoca parasitosis. Por ello es que los niños autistas deben realizar una dieta muy balanceada: no pueden consumir gluten ni lácteos, ya que liberan unas sustancias llamadas gluteomorfina y caseimorfina que actúan de modo directo en el sistema nervioso y generan adormecimiento de los autistas, hecho que los aísla aún más de su contexto. Tampoco deben consumir levaduras ni alimentos procesados, mientras que es necesario priorizar en su dieta a las frutas y a los probióticos como el Kefir.

ESPECTRO AUTISTA

¿EL “SEGUNDO CEREBRO”?

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) está compuesto por el Síndrome de Asperger, el Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) y el Autismo, y se clasifica de acuerdo a sus manifestaciones y gravedad. Las anormalidades bioquímicas, metabólicas e inmunológicas son similares. Además de traumas neurológicos, las personas con autismo suelen tener su barrera intestinal (el “segundo cerebro”

Muchos estados de irritación, depresión, ansiedad, emociones descontroladas, hiperactividad y otros problemas de conducta, no se generan en la mente humana, sino en el aparato digestivo, nuestro segundo cerebro. El Sistema Nervioso Entérico (SNE), también conocido como el segundo cerebro del cuerpo humano, está compuesto por las mucosas que recubren el esófa-

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Fotos NATALIA GARCÍA

go, el estómago, el intestino delgado y el colon; en ellas se genera el 90% de la serotonina (sustancia que está presente en las neuronas y realiza funciones de neurotransmisor) y el 50% de la dopamina (el neurotransmisor más importante para la función motora del organismo). Además en el SNE encontramos más de cien millones de neuronas, una milésima parte de las que tenemos en el cerebro. Aunque algunos profesionales de la psiquis lo nieguen, el sistema nervioso entérico se encarga de determinar nuestros estados de ánimo además de la coordinación de reflejos, los movimientos peristálticos, la regulación de la secreción, muy importante en la secreción biliar y pancreática, el deseo sexual, los ciclos de sueño y vigilia así como la temperatura corporal. Los problemas intestinales y de funcionamiento del SNE están vinculados con trastornos como el autismo y el síndrome de Asperger, de ahí que los productos lácteos fermentados, como el kefir o cualquier otro que ayuda a la circulación intestinal, benefician al tratamiento de los problemas psíquicos antes mencionados.

¿POR QUÉ EL KEFIR? El Kefir es un producto fermentado que parece una coliflor. Es una asociación de bacterias, hongos y levaduras que se mezcla con leche y de esa manera produce la fermentación de la lactosa, que es el azúcar del cual se alimentan y del que pueden realizar todo su metabolismo. De este proceso se obtiene acido láctico (su producto principal), etanol en mínimas proporciones y dióxido de carbono, quien le otorga cierta característica gaseosa al líquido final, denominado “leche kefirada” . Para elaborar Kefir de forma casera, debe colocarse una porción de esta asociación en leche como medio de cultivo y se la deja fermentar entre doce y veinticuatro horas. Luego se cuela y se obtiene leche kefirada sin lactosa porque las bacterias la consumieron.

Varias son las propiedades benéficas del Kefir: ayudan a la personas con trastornos digestivos como el colon irritable, indigestión, intolerancia a la lactosa, y llega a contrarrestar estos síntomas. Sus bacterias se alojan en los intestinos delgado y grueso y compiten con las bacterias nocivas que producen putrefacción. En consecuencia, se genera una flora de fermentación que es más sana que la que uno tiene en el organismo. En los niños evita el contagio de escherichia coli que produce una grave infección como el síndrome urémico hemolítico porque compite con la flora de esta bacteria y la elimina del organismo. Así, los niños tendrán defensas más altas y evitarán contraer enfermedades entéricas que son las que se desarrollan en el intestino.

Intercambios

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DARIO R E B J A R Z S N ZSTAJ

Además de dar clases, hace teatro, radio y televisión, donde se hizo conocido por su programa “Mentira la verdad”. En diálogo con Fronteras, Zstajnszrajber habla de los cambios que vivió desde que ingresó a la Universidad, la relación con sus estudiantes, sus caminatas por el cementerio y su elección de la bicicleta como medio de transporte. Entrevista e ilustración por FEDERICO WIMMER

“Hoy el aula no está encerrada en cuatro paredes. Hay aula en una red social, hay aula en un programa de televisión”, dice el filósofo y docente Darío Zstajnszrajber. “Con las grandes transformaciones tecnológicas todo cambia y la educación también se transforma. Hoy llego a dar clase el primer día, pongo mi apellido que es un escándalo de letras y cuando pongo horario, número de comisión, curso, pongo mi mail o mi twitter porque ya se genera un feedback con los alumnos

donde, si alguien tiene una duda que no llega a formularla en clase, te manda un mensaje”. - ¿En qué ámbito educativo te has sentido más cómodo? - En la sede Drago, donde doy clases del CBC de la Universidad de Buenos Aires. En su origen era una fábrica de chicles, Adams. Recuerdo que cuando cursé allí, en las paredes había olor a chicle. Históricamente, las instituciones educativas estuvieron en el centro de la ciudad y Drago es un ejemplo de

una sede que se coloca en un barrio, en ese sentido es novedoso y propio de la democracia. El CBC es un producto después del final de la dictadura. Recuerdo sus pasillos, sus escaleras, llenas de gente, en 1985, la cantidad de alumnos que se anotaron después de años de dictadura, en que la universidad no era libre, era por cupos. Recuerdo cuando tenía 18 años y entraba a la sede, veía tanta gente y era todo tan gigante, ahora lo miro y me parece una miniatura. Uno va muriendo, porque crecer es

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Intercambios

E U Q S O M E “TEN PIARNOS APRO ESTRA U N E D A I P O PR ” E T R MUE

eso, y todo se va achicando. - ¿Qué quedó y qué cambió de aquel Darío que entró a los 18 años a la universidad que hoy lo sustenta? - Tengo la ilusión que cambió todo. Pero creo que es una ilusión, como esos mitos fundacionales que uno se inventa para creerse mejor de lo que uno es. Si me viese a mí mismo desde afuera, una imagen fuerte es verme sentado mientras tomo un cappuccino y corrijo en la cafetería de la universidad. Una gran postal porque gran parte de mi

vida la pasé ahí. Es muy impactante para bien y para mal. - ¿Qué lugares buscabas para relajarte, fuera del ruido de la ciudad? - El cementerio. Estaba en el corazón de Chacarita. Un corazón extraño porque hay muerte, hay tumbas… Nací en Villa Crespo y Chacarita es el norte de Villa Crespo pero está muy discutido dónde empieza y termina cada barrio. Hago filosofía y eso tiene una relación directa con la incomprensión de la muerte.

De adolescente hacía paseos habituales por el cementerio. Desde los 12 años me impactaba fuertemente; a esa edad, tal vez por contraposición, me sentía muy vivo y las respuestas racionales no me cerraban, las religiosas menos. Hice la primaria en un colegio religioso, con lo cual estaba muy presente la cosa dogmática con la que me peleé mucho. Entonces, al venir al cementerio, en esa época, no pasaba nada. Había una vibra muy fuerte que me resonaba mucho. Es otro el sonido y una forma de interrumpir al interior de Buenos Aires la lógica urbana más cotidiana; si la ciudad está pensada básicamente desde una modernidad productiva, acá no hay productivismo, ni productividad ni producción. No hay nada. - ¿Qué sentido tiene guardar a nuestros muertos? - No lo sé. Es esa eterna discusión sobre las políticas de la memoria y el lugar de los monumentos y tradiciones que nos reconcilian con aquellos de dónde venimos. O sea, el cementerio está hecho para los vivos, no para los muertos. Es bueno preguntarse qué le otorga un cementerio a una ciudad. Creo que le otorga ese anclaje con la tradición y la prominencia pero sobre todo esa tradición nos permite conectarnos con otra cosa. Creo que el ser humano esconde la muerte. La ciudad que es la expresión facial de nuestros vínculos también la esconde, por eso el cementerio está escondido en la ciudad, como también la cultura esconde, embelleciendo. La cultura esconde a través de generar ritos.

- ¿Tuviste miedo alguna vez en el cementerio? - A veces da miedo, es algo muy fuerte. Encontrar tumbas rotas, es como una doble muerte. Encontrar criptas rotas u olvidadas, está muerta la muerte. ¿Qué pasa que abandonamos a los muertos? Será que hay que soltar en algún momento. La otra vez pensaba: “ninguno de nosotros conoce los nombres de nuestros tatarabuelos”, entonces la memoria tiene un límite. Eso habla de nosotros porque el presente es tan efímero. - Bueno, no es lo mismo el cementerio de Recoleta que uno menos auspiciado... - Nadie viene a caminar al cementerio porque hay una relación jodida con la muerte, con esto no digo ninguna novedad. Me parece muy negativo el no apropiarnos de nuestra propia muerte. Se trata del final de nuestra vida, no es algo extraño que viene y aparece por ahí. Por eso, las caminatas en el ce-

Puertas

menterio me marcaron en lo profundo. Con evidencia me limaron el cerebro, luego la religión no me dio respuestas y terminé en la filosofía. - ¿Cómo te llevas con la ley? - Mal. La gramática, la peor de ellas. - La ley en gran parte es el otro, hablás mucho de la otredad. - La ley es la destrucción del otro porque remata toda singularidad. Hace que todo tenga que humanizarse, normatizarse. - Pero la ley es el espacio del otro. Si no te piso, vos podés caminar - Sin ley, no te piso. Te piso porque hay ley y la transgredo. - Leí por ahí que no sabés manejar, que usás transporte público... - Me encanta la bicicleta. La uso como una manera de hacer gimnasia, de despliegue físico y, por otro lado, como medio de transporte. Cuando comencé a usarla como medio de transporte, hubo un cambio en lo que es el día a día en mi vida. Es un momento de relax. Cuando necesito

FRONTERAS

viajar a algún lugar que no sea en bicicleta soy de usar transporte público y depende la rapidez que tenga: taxi, subte, colectivo. Cuando puedo ir en bici, voy. Además adquirí cierta impunidad, en la bicicleta llegas todo chivado o medio desarreglado. - Te habrá servido de excusa en alguna oportunidad... - Me parece que es un buen interregno (entre reinos), ese concepto está bueno. Un momento de extrañamiento porque estás en un lugar en que hacés algo concreto, productivo, utilitario y de repente salís a transportarte a otro lado a continuar produciendo pero en ese interregno si te subís a un auto y entrás en la locura del transporte cotidiano, no parás. A mí, la bicicleta me genera todo lo contrario, es como que dejo de pensar, no pienso en la clase que daré o qué factura olvidé pagar. Es al revés, me conecto con el cuerpo y logro parar con la locura de la burocracia cotidiana.

Foto NATALIA GARCÍA

A D A N O I S A P A S E LA D O T S I R C E D E T R E U M FRONTERAS

Por PABLO ESTEBAN Nunca llueve. No, nunca pero nunca llueve. ¿Por qué? Porque ella quiso que así fuera y desde ese momento nadie pudo torcer el pulso de la historia. Con manos temblorosas tomó la galera que descansaba en el perchero de cedro, se acomodó la bufanda con un nudo doble tan desprolijo como efectivo y traspasó el umbral de esa maldita puerta por última vez. Estaba abrigado y todo su cuerpo gozaba de un equilibrio bellísimo. Dos pasos hacia adelante, dos hacia la izquierda, dos hacia adelante, dos hacia la izquierda y… ¡zazz! Precipicio. Aceleró la marcha y levantó tanta tierra como pudo. (Siempre quiso ser un ñandú o alguno de esos bichos raros que se pasean por la vida sin ningún destello de vergüenza. Pero había un problema: no confiaba demasiado en la reencarnación aunque antes había sido una paloma y antes un dragón). Buscaba que no lo siguieran, porque si alguien se enteraba de lo que estaba haciendo la muerte lo besaría para siempre. Tres pasos hacia adelante, dos hacia la derecha, un salto breve y… ¡zazz! Paraíso. Estaba enérgico, excitado, lleno de vida. Abrió un paquete de pastillas de mentol. Esas bien fuertes que no le gustan a nadie y con las cuales arrastra su egoísmo al punto máximo de esplendor. Sólo quedaban dos, y como el ser humano es un ser ansioso -y él de vez en cuando se transformaba en humano- absorbió las dos de una sola vez. Necesitaba la garganta afinada, las cuerdas vocales frescas y el estómago con la temperatura de una cámara frigorífica. Su propósito en este mundo era único. La vida no era para cualquiera. ¿No? ¡No señor! Intensificó su marcha milimétrica, empujado –casi acorralado- por los latidos de su mente. Se acomodó la bufanda que estaba bien acomodada e hizo el gesto típico que hace la gente cuando se saca el flequillo de la cara. Pero todos los sabían muy bien: él no tenía pelo (al igual que las otras dos personas

que habitaban la Tierra). Hacía frío pero se sacó el sobretodo, se quitó los guantes y se desabrochó la bragueta. El pantalón se desvaneció en el suelo. Sacó un cigarro de entremedio de sus calzoncillos que se encendió en forma espontánea. Se sentó en un cordón y pensó un segundo. Dos segundos. Se incorporó y se volvió a sentar. El piso estaba frío. Terminó el compuesto nicotínico y lo apretujó contra las baldosas beige de su antigua amiga, la señora González. Siempre fumaba en calzoncillos. No sabía bien por qué. Nunca sabía bien por qué. Nunca supo bien por qué. Se vistió de nuevo, el frío congeló sus músculos, de modo que decidió ir en cueros por la calle. Doce cuadras y llegó a la iglesia. Un viacrucis. Hizo la señal de siempre y entró de rodillas. Pidió perdón por todo lo que había leído, por todos sus libros y por haber faltado el respeto. Se subió sus pantalones y se puso el sobretodo. Se sentó en el tercer banco, reunió sus manos como su madre le había enseñado y volvió a soñar. A creer. Soñó con un Dios muy lindo, uno de ojos claros y nariz aguileña. ¿Flaco o gordo? Más bien esbelto. ¿Pelo corto o por la cintura? Más bien por los hombros. ¿Necesitaba un nombre corto y fácil de recordar o más bien uno imponente? No lo sabía. ¿Pedro, Oscar, Raúl? ¿Jesús? Sí, será Jesús. De repente sintió su cuerpo sangrar y un dolor en el pecho retorció su espina dorsal. Su columna se derrumbó y estalló contra el suelo en mil pedazos. Ahora tenía 33 años y estaba colgado del cielo. Él no era Cristo aunque se sentía Cristo. Pero no lo era. No quería serlo porque a decir verdad: sólo le creía a la muerte. Que era sincera e infalible. Y que además le había contado un secreto.

EL TRABAJO EN UN PAGO RÁPIDO

AÑO 2 - #3 ENERO - JUNIO 2016 ARG $30 ISSN 2451-5590

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