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FRONTERAS

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AÑO 2 - #4 JULIO-DICIEMBRE 2016 ARG $30 ISSN 2451-5590

FLORENCIO VARELA HACE MEMORIA

LA PRIMERA NIÑA TRANS LULÚ VS LOS PREJUICIOS


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SUMARIO

NOTA DE TAPA NIÑEZ TRANS

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pág HUMOR DE ÉPOCA

HISTORIETA INDEPENDIENTE

4 19 26 33 40 38 30 pág

DEPORTISTA Y DONANTE

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MADRES CONTRA LA TRATA

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VARELA HACE MEMORIA

LA MISSISSIPPI

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ROCK PARTE TRES

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RELATO DE UN REFUGIADO

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LOS MITOS

UNA RARA EXPERTICIA

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IVANKE POR EL MUNDO

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STAFF FRONTERAS

COORDINACIÓN: Daniel Badenes Ximena Carreras Doallo

EDITORIAL

Javier Vidal

CONSEJO EDITORIAL: Natalia García Cora Gornitzky Leonardo Mora Doldán Pablo Morosi Alejandra Pía Nicolosi Mónica Rubalcaba Leticia Spinelli Washington Uranga

PARTICIPAN EN ESTE #4: Bárbara Bilbao Lucas Boltrino María Belén Castiglione Luciana Di Bonis Lucrecia Estrada Maite Fernández Naiara Fraga Mercedes García Martín Gómez Pablo González Manuel Jove Lucía Lizewski Carla Molina Sofía Nicolini Llosa Federico Pagani Gonzalo Pérez Agustín Piermattei Noelia Piñeiro Rosana Pucheta Pedro Pérez Rabasa Macarena Segura

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Revista de la Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes Año 2 - Número 4 Noviembre de 2016

Por MÓNICA RUBALCABA ¿Para quién escribimos? Todo escrito busca un lector; el destinatario inicial es aquel que Umberto Eco definió como el lector modelo, quien coopera todo lo necesario para interpretar lo que el autor busca comunicar. Pero las cosas no son tan sencillas ni lineales: prever el correspondiente lector modelo no significa sólo “esperar” que éste exista, sino también mover el texto para construirlo. En la vida académica es habitual que las prácticas de lectura y escritura desarrollen un único lector legitimado: el docente que evaluará esa práctica. Así se va aprendiendo cierto oficio de estudiante por el cual sabemos qué escribir según quién sea el que leerá y por lo tanto, evaluará. De ese modo, algunas veces los textos pierden su necesaria autonomía y hasta su marca de estilo, el rasgo de “la palabra propia”, la identidad de su autor. Sin embargo, muchas producciones escritas de las cátedras universitarias no tienen como único destinatario al docente; se abren a la lectura entre pares y el espacio del aula se plantea entonces como un debate y un regocijo de voces distintas, divergentes, con sello propio. En la Licenciatura en Comunicación Social, en particular en el área de Producción Gráfica, los escritos no son planteados sólo como elementos de una evaluación, sino también como producciones de circulación real para el propósito que se las concibió. Por ejemplo: una nota de investigación se piensa para ser publicada en algún medio local, una entrevista se produce con la pretensión de visibilizar esa historia a múltiples lectores, una crónica busca dar cuenta del aquí y ahora de un público numeroso capaz

de reconocerse en ese relato. De esta manera y en distintos soportes y plataformas, el trabajo que comienza en el aula empieza a trascenderla y busca hacerse visible para muchos otros lectores. Así nació nuestra revista Fronteras: con la búsqueda genuina de un espacio para comunicar lo que se trabajó antes en las aulas. De esta manera, los textos de los estudiantes en los distintos espacios, seminarios y talleres tienen como lector modelo no sólo al profesor que recibirá y evaluará ese trabajo, o los compañeros con los que se compartirá y leerá de manera colectiva en el aula o en el blog de la cursada; se producen pensando en un lector más amplio, para el cual las implicaturas no son ya las mismas, y con el cual no se comparten el espacio ni el tiempo, lo que obliga a construir modos de decir que lleguen a más lectores. En nuestras materias, la aparición de la revista Fronteras sacudió el interior de la cursada: toda escritura tiene ahora el horizonte de la publicación -aunque sólo unos pocos trabajos lleguen a esa instancia final-, y eso pone en otra perspectiva todo esfuerzo comunicacional que cada escrito implica. Curiosamente, el antropólogo Néstor García Canclini llama a los estudiantes -por el necesario cruce que deben hacer entre lo sabido y lo desafiante de los nuevos conocimientos- “cruzadores de fronteras”… Para nosotros, el equipo de docentes que acompañamos esta tarea, no hay mejor cosa que ese guiño compartido con un estudiante orgulloso de su trabajo que, al entregarlo, nos dice: “Este está para publicar en Fronteras”.

IMAGEN DE TAPA: Claudio Puglia FRONTERAS ES UNA PUBLICACIÓN DEL ÁREA DE PRODUCCIÓN GRÁFICA DE LA LICENCIATURA EN COMUNICACIÓN SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE QUILMES. Editor responsable: Daniel Badenes / ISSN: 2451-5590 Roque Sáenz Peña 352, Oficina 118, Bernal, Buenos Aires, Argentina.

/ Contacto: revistafronteras@unq.edu.ar


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SERGIO DE SANCTIS

“DEFIENDO LA HISTORIETA Y EL TRABAJO INDEPENDIENTE” El historietista de zona sur relata la aparición del fanzine Steelfaces, y habla de la importancia del cine y el heavy metal como motores y fuentes de inspiración en su trabajo creativo. Además cuenta su labor como docente y realizador radial.

Por LUCAS BOLTRINO Fotos ROSANA PUCHETA

Sergio de Sanctis es un curioso observador y prefiere no definirse como productor, sin embargo colaboró en un fanzine de heavy metal reconocido en el under que culminó con festival y entrega de premios, gestó una historieta ambientada en Berazategui con no vivos pero tampoco muertos. Docente y padre, De Sanctis construye mundos alternativos, con imaginación, música y ayuda de la ciencia ficción y el terror cinematográficos. Difícil encontrar una persona oriunda de San Juan y que no le guste la siesta. Una de esas personas es Sergio De Sanctis, quien las recuerda como “espantosas”: “A mí no me gustaban para nada pero no te quedaba otra porque en San Juan no había nada para hacer”. Además… ¿a quién podían gustarle las siestas cuando tenías cine gratis? Pues bien: el tío de Sergio era operador de cine y le daba pase gratis

a su sobrino para todos los cines de la provincia durante el verano. Él, encantado. “Era buenísimo. El cine siempre estuvo ahí presente. Como era muy chico no podía ver películas de terror pero recuerdo patente los estrenos de Star Wars en 1977 y 1978, y todas las demás también las vi en el cine. Recuerdo imágenes de Tiburón, de Carrie, la primera que me traumó y me dejó de esta manera para toda mi vida. Carrie fue una película que no tendría que haber ido a ver al cine. Lo que pasa es que me llevaron y no sabían con qué se iban a encontrar”. Y quién pensaría que a partir de algo que lo había dejado tan shockeado como las películas de terror explotaría, años más tarde, en centenares de dibujos sobre hojas de papel, cuando ya estaba en el Bellas Artes de Quilmes, Rebelión XXI, inspirada por la situación sociopolítica de mediados de los 90,

que reflejaba la historia de tres guerrilleros salteños que luchan para vencer a un poderoso enemigo del norte. Aunque fue el puntapié inicial, no fue sólo el cine lo que lo movilizó a seguir por la veta artística de Sedes: la literatura también hizo lo suyo y con autores que comparten el terror, el drama y el suspenso como ingredientes principales de sus obras: Lovecraft, Edgar Allan Poe, Stephen King y otros. Pero todavía faltaba un ingrediente más que sería “revelador” para el resto de su vida. En 1984, una banda estadounidense, precursora del movimiento glammetal llamada Twisted Sister lanza Stay Hungry, un disco que los llevaría hacia la fama y los catapultaría como uno de los máximos exponentes del género en los ochenta. En Argentina, un jovencísimo Sergio De Sanctis escucharía por primera vez “We’re Not


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De Sanctis es creador de la historieta “Berazategui Territorio Zombie”

Gonna Take It”, y a partir de allí comenzaría una sed musical que nunca más sería saciada: había descubierto el heavy metal. “Ya había escuchado a Kiss antes pero Twisted Sister se convirtió en mi banda preferida de todos los tiempos, lejos. Tener diez años y escucharla fue revelador, me llevó por ese camino”, cuenta. Desde allí escucharía más bandas, tanto del ámbito nacional como internacional, y desde chico logró asociar su amor por la música pesada a su pasión por el dibujo: “Siempre digo que para mí la música heavy es un instrumento más de

dibujo. No puedo dibujar si no tengo heavy metal cerca. Sin desmerecer a otros géneros musicales, nada me inspira a dibujar como lo hago si no es el metal. La música romántica no me podría hacer dibujar, ni la cumbia, ni el reggaetón, menos… para mí, Manowar, [Iron] Maiden y Judas [Priest] son tan importantes como el plumín y la tinta china. Los necesito”. Además de un dibujante excepcional, Sergio De Sanctis es una persona con una memoria prodigiosa: recuerda con exactitud fechas en las que ocurrieron hechos importantes

en su vida (y vaya si los ha tenido): eventos, recitales, entrevistas… ha tenido (y tiene) muchísimos hobbies y proyectos. Uno de ellos fue el fanzine Steelfaces, que salió por primera vez el 4 de febrero de 2005. “La propuesta vino por mano de mi amigo Carlos Renda, con el que estudiamos juntos diseño gráfico. Me dijo che, hagamos un fanzine de heavy metal, pensate un nombre, y di vueltas con un par de nombres y el segundo fue Steelfaces, o sea, era como una parodia de la revista Caras pero de heavy metal, por eso lo de rostros de acero”.


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Así fue como a partir de un pequeño proyecto, que comenzó con 200 números gratuitos, se convirtió en una publicación respetada y querida por todos los metaleros de zona sur: la publicación incluía, entre otras, comentarios de discos, películas, coberturas de conciertos y entrevistas a bandas, en particular del under: “me interesaba mucho más darle cabida a las bandas emergentes que a un artista consagrado. El consagrado ya estaba”. Fue así que con los años creció la revista, tanto en tirada como en tamaño (ya era una edición en formato revista), y de a poco asomaba otro proyecto, paralelo, que tuvo un éxito inesperado: los Premios Steelfaces al heavy metal under. En todas sus ediciones, entre 2007 y 2012, se logró reunir a unos mil espectadores en promedio, así como decenas de bandas under que aportaron lo suyo arriba del escenario, mientras la Secretaría de Cultura de Berazategui declaró al evento “De interés cultural” y proveyó al festival escenarios a la altura de los mejores de la Argentina. Luego de 2012, tanto los premios como el fanzine habían cumplido un ciclo.

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“En un momento me cansé, me aburrí. No soy productor, no soy músico, lo hice por amor a la música y por dar una mano a un montón de bandas under que la reman todos los días, y me parecía injusto que quedaran relegados, olvidados, dejados de lado…así que el festival fue para ellos y para la gente que lo recibió con los brazos abiertos. […] Se realizaron muchas utopías con el festival gratuito de heavy metal bancado por un municipio en una plaza, fue algo impensado. Por suerte se hizo, y ya forma parte del recuerdo popular.” Por esos años, habían otros proyectos que daban vueltas en la cabeza de De Sanctis: “Un Toque De Maldad”, un programa radial de heavy metal he-

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cho junto a su amigo Carlos Renda; “Territorio Freak”, que comenzó como programa radial, aunque enfocado a los cómics, la fantasía y la ciencia ficción, y que devino más adelante en una convención de cómics con invitados de la talla de Quique Alcatena y Rubén Meriggi, a quienes Sergio De Sanctis considera “monstruos del dibujo”. Más adelante, fue Rubén Meriggi el que lo acompañó en la presentación de su obra más reciente: “Berazategui: Territorio Zombie”, la que calificó como “algo glorioso”. A propósito de esta publicación, en la que expresa que “el único protagonista es el drama”, no la hizo solo ya que Luca, su hijo de nueve años, también participó


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Muros en ella: “No le enseñé nada. Y eso es lo que más bronca me da (risas) porque dibuja mejor que lo que yo dibujaba a los nueve años. Tiene una facilidad asombrosa”. La obra en la que Luca aportó se llama “El Extra” y sorprende al padre la prolijidad y dedicación que pone en cada trazo. Parece que lo que se hereda, no se roba. Roxana, la mamá de Luca, también se dedicó al dibujo. Se conoció con De Sanctis durante una feria en Ezpeleta, en la que compartían mesas de stands: “Cuando ya se tenía que ir, le di una de mis revistas, porque en ese momento estaba por exponer en el Centro de Ingenieros en

7 Berazategui y la invité a que vea la exposición, y una de las revistas que le regalé tenía el número de teléfono de mi casa”, cuenta, mientras suelta un guiño cómplice. El resto, es historia. Al poco tiempo de haberse recibido en Bellas Artes, Sergio De Sanctis comenzó su carrera en el mundo de la docencia, el 4 de septiembre de 2002 en Berazategui, donde ya lleva catorce años ininterrumpidos y un sinfín de experiencias en centros culturales, talleres y hasta escuelas secundarias, terreno en el que no se siente muy cómodo. “Es mucho más caótico ese ambiente, con tantos pibes. Llegué a tener cursos con 45 chicos. Me siento mucho más cómodo en los talleres de historieta”. Pero no son sólo chicos a quienes enseña, sino que también los adultos mayores se animan a dibujar, que resultan tener igual avidez que los chicos: “Cuando explico algo, me miran con los ojos brillosos como si fueran nenes de ocho años, de la misma manera, escuchan todo y toman apuntes de lo que digo y es re divertido”, asegura. Pero ¿qué es la historieta para De Santis? Él sintetiza: “defiendo la historieta, defiendo el trabajo independiente, creo que es una gran vía de expresión el fanzine, la edición independiente y en sí la historieta. Creo que dibujaré hasta que me de la vista”. Y deja un consejo para quienes comienzan a incursionar en el mundillo del dibujo y la historieta: “No pierdan la curiosidad. Cuando la perdés, sonaste”.


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Nota de tapa

LA PRIMERA NENA TRANS CON DNI

PRINCESA LULÚ Se veía diferente. No se identificaba con los juegos ni los personajes de los cuentos y películas, se lastimaba y los cánones y estereotipos sociales le eran ajenos. Su mamá cuenta en esta entrevista el largo proceso en la definición de identidad de su hija, que al nacer fue nombrado como varón pero que se reconoce como Luana. Gabriela Mansilla sintetiza su deseo: “quiero asegurarle el futuro, sentarme tranquila y saber que nadie la maltratará”.

Por MARTÍN GÓMEZ

Gabriela Mansilla es la madre de Lulú, la primera y más pequeña niña trans en el mundo en recibir su DNI con la Ley de Identidad de género en 2014, cuando tenía sólo 6 años. Ella tiene un hermano mellizo, Elías, quien nunca manifestó incomodidad ni rechazo frente a su identidad masculina. El proceso por el que pasó toda la familia, desde el reconocimiento de Lulú como una nena hasta conseguir su DNI, fue largo, doloroso y de mucha confusión. “Era muy chiquitita, tenía menos de 1 año y medio, no tenía idea qué era lo que le pasaba, ni tenía información. Era un bebé con mucha inestabilidad emocional, se le caía el pelo, no dormía a la noche, lloraba constantemente y estaba muy angustiada. ¿Cómo iba a saber lo que le pasaba? ¿Cómo iba a saber que se trataba de eso?”. Lulú pasó por nueve psicólogos, derivaciones a un neurólogo infantil, psiquiatras, estudios del sueño y todo tipo de análisis. La terapia no sólo era para ella sino también para todo el grupo familiar. Cuando fue a la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) habló con Vale-

ria Paván, psicóloga y coordinadora del área de salud de la entidad, quien le informó: “Es una nena trans, trastorno de la identidad sexual en niños, F64.2 del manual de psiquiatría.” Desde pequeña Lulú mostró siempre su identidad femenina, se ponía trapos en la cabeza que simulaban una cabellera larga, le sacaba prendas a su madre y las usaba a escondidas. Si se le negaba esto, sus llantos y síntomas encrudecían. El rechazo a sus genitales masculinos fue tal que no podía ir al baño a hacer sus necesidades, no quería ver su cuerpo desnudo. Al tiempo de empezar a aceptar a Lulú como una niña, el padre no lo toleró y abandonó a su familia. “No quiero un hijo homosexual”, fueron sus palabras. Gabriela Mansilla es una madre que debió sobreponerse a todo por el bienestar y la salud de su hija y su familia. En la actualidad, luego de haber publicado su libro, “Yo nena, yo princesa”, recorre el país con charlas acerca de su historia para concientizar sobre la infancia trans. - ¿Qué hechos recordás que surgieron antes de saber lo que le

pasaba a Lulú? - Ella aún no hablaba, lloraba, tenía pesadillas, se le caía el pelo y no dormía por la noche, el pediatra no sabía decirme qué le pasaba. Ahí comenzaron las derivaciones a diferentes doctores donde le hicieron estudios del sueño y de todo tipo. Sin embargo, me dijeron que no tenía nada, que era un problema de conducta y debía ir a un psicólogo infantil. Los profesionales me decían de todo: que era “mañoso”, que lo sobreprotegía, que era muy sensible o faltaba la presencia del padre. Todo menos que era una nena, nadie me hablaba de la auto-percepción del género. - ¿Y cómo continuó el proceso? - Y siguió cuando empezó a hablar y a los dos años me dijo: “Yo nena”. En ese momento no le hice caso, pasó desapercibido. Más tarde, se empezó a identificar con las princesas de las películas de Disney, sus colores, sus modales y gestos. Por ejemplo, con la película “La bella y la bestia”, ella se identificaba con la bella, mientras que su hermano mellizo lo hacía con la bestia. Yo pensaba que le gustaba la princesa, no que quería ser ella.


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- ¿Qué te decían los psicólogos? - Acá empeoró todo, utilizaron un método correctivo para reforzar su masculinidad, es decir, ejercer más violencia. Tenía que cerrar mi cuarto con llave para que no me saque la ropa y la usara, al encontrar la puerta cerrada, se la daba contra la cabeza. Había que decirle que era un varón cada vez que ella decía que era una nena y entonces se pegaba, ella misma se violentaba por esta contradicción de negarle lo que sentía que era. La criatura estaba cada vez peor, cuando se lo comentaba al psicólogo, me decía que no importaba y ya pasaría, si todos se ponen firmes y le dicen que es un varón, esto se soluciona. Yo accedí. Más tarde empezó el jardín. - ¿Y cómo fue ese paso? - Creo que llevarla al jardín fue lo peor que le hice. En casa estábamos nosotros pero había que salir a la calle, tenía que empezar el jardín y ahí estaba muy marcada la diferencia de lo masculino y femenino. Ella se formaba en la fila de las nenas y la sacaban. En otra ocasión, una maestra no la dejó recortar una figurita de una princesa y se mordió todo el brazo. - ¿Cómo te diste cuenta qué le pasaba a Lulú? - No tenía idea hasta que vi un documental en el National Geographic sobre una nena trans en Estados Unidos, previo a la consulta con la CHA. Chocamos con la realidad, era nuestra misma historia pero con otros personajes. Dije es esto lo que le pasa, entendí que Lulú era una nena transgénero. - ¿Y qué sentiste en ese momento? - Lo que lloramos no tiene nombre, litros de lágrimas y no lavé la culpa de haberla castigado de esa manera, por obligarla a ser alguien que no era porque me lo había mandado la psicóloga. Pero ¿cómo me iba a dar cuenta si tenía sólo 4 años? El tema ahora era el siguiente, ya lo sabía ¿y ahora qué hago? ¿Qué hago con todo pero principalmente con ella? Recuerdo que esa noche Lulú ya estaba dormida, me acerqué a su camita, le acaricie su pelo rapado y le dije: “Ya sé lo que te pasa, sé que sos una nena, perdóname por no escucharte, te voy a ayudar a ser

la princesa más linda del mundo”. - ¿Qué pasó con Lulú? - Me dijo “yo soy una nena y me llamo Luana, si vos no me llamás así no te hago caso”. Empecé a llamarla como Lu, aún no me salía decirle el nombre

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completo, me costaba. Le dije a toda la familia que mire el documental para que sepan y entiendan. Teníamos que adaptarnos a algo totalmente nuevo. Empecé a dejarla ser ella y cambió todo, mejoró y empezó a dormir.


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- ¿Cómo fue la gestión del DNI y por qué lo hicieron? - En el médico la llamaban como Manuel pero ahí sentada había una nena; iba al jardín y en todos los informes figuraba como un varón. Ya teníamos conocimiento que se estaba por aprobar una ley que avalaba la auto-percepción del género, podíamos con un trámite cambiar la partida de nacimiento y el DNI. Cuando salió la ley, fuimos al registro civil de Haedo e hicimos el trámite rápido. Al tiempo nos citaron para decirnos que el trámite había sido negado, sólo luego de la denuncia en los medios y mi carta a la entonces presidenta Cristina Kirchner, cumplieron la ley. Lulú ya tenía 6 años.

LA SEXUALIDAD DISIDENTE ES UN MODO DE HABITAR EN COMUNIDAD Por BÁRBARA BILBAO

Existen cruces interesantes entre infancia y género tal como podemos registrar en el discurso de Gabriela Mansilla, la madre de Lulú, la primera niña trans en ser registrada a partir de la Ley de Identidad de Género en la Argentina. En lxs niñxs, la sexualidad empieza a configurarse de modo cultural en la relación con los otros. Imponer las sexualidades a partir de la heteronorma patriarcal es lo primero que podríamos replantearnos en la educación durante la infancia. La sexualidad entendida desde los estudios de género y, en particular, desde una mirada post-feminista y basada en los aportes de Judith Butler, es performativa. Actuamos nuestra sexualidad porque no puede ser innata, porque no es biológica y tampoco a partir de la mirada estereotipada de los otros. La sexualidad se construye desde la vivencia y la práctica del cuerpo como dispositivo cargado de experiencias múltiples, del sentir y de la afectividad. Prácticas que configuran un yo diferente en respuesta a los roles determinados por la masculinidad y la feminidad que impone el capitalismo y el patriarcado. Entender la sexualidad como una enfermedad o como una patología (como sucedió en el caso de Lulú pero también con muchxs otrxs niñxs) es desconocer la complejidad en la que puede construirse un cuerpo. Es evitar la pregunta acerca de la potencialidad de ese cuerpo, de lo que en verdad puede hacer un cuerpo. La decisión sobre nuestra propia sexualidad conforma el horizonte eman-

cipatorio de la humanidad respecto de las fronteras que imponen los cánones identitarios del sexo. Susan Sontag dice en Ante el dolor de los demás que la guerra es masculina, desde una mirada de género, porque implica la imposición de la fuerza. La fuerza destructiva del vínculo entre las personas y ese es el modo en que se establecen las relaciones sociales en términos de guerra que genera una profunda masculinización no sólo en la producción de roles de género, sino también en su reproducción. Las condiciones sociales de producción de las violencias son estructurales, se enraízan en la composición de las subjetividades y los colectivos de personas. Es allí en donde hay que sublevar las prácticas. Porque toda imposición sobre la sexualidad implica una dominación en términos de poder sobre los cuerpos a través de su disciplinamiento normativo y ordenador. El género, el poder, la violencia son transversales a los seres humanos. Es por ello que las entendemos en tanto “relación” y no como categoría identitaria. Registrar las violencias hacia las disidencias sexuales implica un esfuerzo intelectual y corporal por aceptar la otredad como constitución del nosotrxs y no como algo separado. La sublevación de la sexualidad es un camino emancipatorio que marca un rumbo y un modo de hacer convivencia, de practicarla, de ayudarnos como forma de contrarestar la separación y atomización que produce el capitalismo.


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Nota de tapa

- Hoy realizás la campaña “Infancia trans sin violencia ni discriminación” y publicaste un libro “Yo nena, yo princesa” ¿Qué te llevó a ir más allá del DNI? -Si, no me quedé sólo con el DNI, tenía que hacer algo más, había que explicarle a la sociedad que aún no entiende y había que hacer esto más masivo. Lo que los adultos tenemos que hacer,

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y el Estado también, es asegurarle un piso firme donde los niños puedan estar seguros, con derechos. Esto se trata del respeto por el sentir de la otra persona y la visibilidad nos da ese respeto. Empecé a escribir sobre qué le pasaba a Lulú y se lo daba a la psicóloga, necesitaba desahogarme y dejarle un mensaje para cuando sea grande. Después se transformó en libro. - ¿Alguna vez pensaste en dejar todo? - Cuesta mucho remar contra la corriente. A mí me cansan algunas situaciones y me dan ganas de no hacer más nada. De repente digo `basta´ pero miro a Lulú y no puedo parar. Quiero asegurarle el futuro, sentarme tranquila y saber que nadie la maltratará. Lucho porque los padres y la sociedad no proyecten sus deseos y estereotipos en los niños. Basta de violencia y discriminación a niños y niñas trans, hay que concientizar y sensibilizar. A todos nos corresponde saber estas historias, nos humaniza.


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HUMOR DE ÉPOCA La 6ª Fiesta del Libro y la Revista que se realizó en septiembre en la Universidad Nacional de Quilmes tuvo como temática central al humor y la risa. En ese marco, las exposiciones convocaron a EAMEO, el Colectivo Alegría y la revista Barcelona: tres grandes exponentes de una forma crítica de procesar la realidad a través de la ironía y el sarcasmo. Fronteras recupera algunas de las imágenes y los diálogos de esos días.


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CHARLA PÚBLICA DE ALEGRÍA Y BARCELONA

“NO HAY LÍMITES PARA EL HORROR ¿POR QUÉ LOS HABRÍA PARA EL HUMOR?” El humor político, el humor negro y la sátira son los fundamentos del colectivo Alegría y de la revista Barcelona. Barcelona y Alegría coinciden en comunicar, criticar y hacer reír. Sin embargo, guardan sus diferencias. Revista Barcelona, fundada en 2003 es una publicación en formato gráfico que parodia el sentido común que los medios construyen y difunden sobre los acontecimientos noticiables. Por su parte, Alegría innova. Si bien su nombre refiere a la alianza Cambiemos, la idea se gestó antes de la victoria de Mauricio Macri en las elecciones presidenciales de 2015. Este colectivo utiliza las redes sociales de Facebook y Twitter para emitir sus viñetas en contra de las políticas del gobierno macrista. Para introducir la charla se preguntó sobre el modo en que se relaciona el humor con la propia biografía de cada uno de los invitados. Para algunos integrantes de Alegría, el humor “es un mecanismo de defensa” o consideran que “es saludable reírse de uno”. Para

Juan Rosso de Barcelona “el humor sirve para mostrar el mundo real”. En un clima descontracturado se debatió acerca de los límites, ya que la revista Barcelona tuvo litigios con las tapas sobre el Papa (“Insulto al Papa: ¡Putazo!”), Cecilia Pando (“Las chicas quieren guerra” y aparece amarrada) y aquella que citaba “ABORTO: Cada vez más mongólicas se dejarían violar amparándose en la ley blanda”. Barcelona alegó que “no hay límites en el humor en tanto sea bueno” y agregó que “tratamos de informar temas contundentes y a veces, la mejor forma de hacerlo es por medio del humor”. Claudio “Maléfico” Andaur del colectivo Alegría enfatizó: “el límite nos lo pone Facebook”, en referencia a la eliminación desde la red social por considerar impropias algunas publicaciones. Los panelistas se indignaron en torno a la hipocresía reinante: “censuran un chiste porque tiene un dejo sexual pero cuando aparece la foto del niño sirio muerto en la arena hay comentarios en

Por NAIARA FRAGA, MERCEDES GARCÍA Y GONZALO PÉREZ

contra de la publicación pero no se la censura”, puntualizó Ale Arazi de Alegría. Y al final, interpelaron: “no hay límites para el horror, ¿por qué los habría para el humor?”. El encuentro se realizó en un ambiente distendido, predispuesto al intercambio de preguntas y respuestas. Frente a la consulta sobre la manera en que se filtran los temas de la actualidad durante el día, ambos grupos coincidieron en que tratan de poner en agenda aquellos temas que los medios masivos de comunicación no prestan atención. Alegría expresó: “jugamos con la inmediatez de los acontecimientos”, mientras que el representante de Revista Barcelona aclaró que “al ser una revista quincenal no podemos estar en la inmediatez del momento por lo tanto tratamos de elegir acontecimientos que no tengan fechas de caducidad, que no importe si lo lees hoy o en diez días”. Un miembro de grupo Alegría agregó: “a veces no podemos aprovechar un tema porque no tuvimos tiempo para desarrollarlo ya que estás ocupado con otro trabajo, entonces, el momento pasó y no sirve que lo publiques porque nadie se acuerda a qué se refiere”.


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HUMOR DE ÉPOCA ENTREVISTA A LOS EAMEOS

“SOMOS TERRORISTAS GRÁFICOS” Los EAMEOS EAMEO es un grupo de humoristas gráficos que en 2014 se unieron y publican a diario sus fotomontajes. Usan imágenes de actualidad y otras atemporales. Hoy en Facebook tienen casi un millón de seguidores y en Twitter (@EameoOk), más de 300 mil. El proyecto lo manejan diez personas (nueve hombres y una mujer) de entre 30 y 45 años. Todos vienen de carreras diferentes: psicólogo, maestro mayor de obras, editor de TV, redactor publicitario, maestro de primaria y diseñadores gráficos. Dicen que no temen quedarse sin material “porque es un país que escapa a la realidad las 24 horas. Es más, a veces tenemos miedo de no tener tiempo para hacer todos los chistes que se nos ocurren. Hay cosas de la realidad, que ni siquiera necesitan ser satirizadas, les ponemos el sello y van así, son tan surrealistas, que parecen reales”. - ¿Cómo se conocieron los participantes de EAMEO? - Participábamos de una página de humor gráfico en Facebook, donde se publicaban chistes de modo continuo. Los integrantes de EAMEO, publicábamos y nos comentábamos entre nosotros, éramos los que más participaban. Hablaba más con ellos que con mi familia. Así fue como hicimos un par de reuniones y pegamos buena onda.

- ¿Por qué el ícono elegido? - Está Zulma Lobato como Marilyn Monroe, es una linda mezcla entre lo popular y lo pop. En realidad, lo pop argento. Es una buena síntesis del proyecto, es algo por momentos artístico pero popular, es un cruce intelectualoide barrial. - ¿Cuál es la razón por la que eligieron el humor irónico, satírico? - Porque es el humor que tenemos, es el punto de intersección entre los diez, todos tenemos esa lectura satírica de lo que vivimos, eso es lo que nos une. - Entonces, EAMEO permite múltiples y variadas interpretaciones… - Exacto. Es bastante polisémico lo que hacemos, eso es lo divertido. Por eso, las imágenes no tienen apoyo textual. La gracia del proyecto es que el usuario termine de construir el mensaje y lo haga para donde quiera. La mayoría de las veces para el lado contrario a donde lo dirigimos. No nos preocupa que todos entiendan lo que quisimos expresar, porque siempre alguien lo entenderá. Además sería subestimar al público, como ir a lo fácil. Nunca se plantea por grados de dificultad de comprensión, cada uno hace lo que quiere. Algunas imágenes son más sencillas, como poner un objeto en una foto que cambie el sentido. O a veces, es meter a Maradona en una imagen de Dalí. No planificamos de modo estratégico, ha-

Por MAITE FERNÁNDEZ

cemos lo que se nos viene a la mente y que pegue como pegue en el público. Estamos atentos a las noticias pero porque la gente espera ver cuál es nuestra lectura sobre lo que pasa, y/o la ridiculización e ironización que hacemos sobre lo que pasa. - ¿Qué cambió de su primera foto hasta ahora? - Sobre el contenido, antes era más conceptual y ahora está atravesado por la actualidad. Como grupo no cambió nada, somos los mismos, eso es lo que hace que EAMEO no se muera, porque nos comportamos como si siguiera el chat privado. Lo hacemos para divertirnos, no para salvarnos con eso. Queremos divertirnos y divertir. Pensar y hacer pensar. - ¿Cómo se llevan con el anonimato? - La verdad que bárbaro. Está bueno, porque hace que EAMEO funcione como un proyecto y no que todos sepan qué pensamos o nos gusta a cada uno por separado, o de qué cuadro somos. Porque ahí perdería la gracia, se empeza-


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HUMOR DE ÉPOCA

ría a puntualizar en las preferencias e ideologías de una persona y se pierde el concepto del grupo. Es divertido no saber quién está adentro de EAMEO. - ¿Por qué no tienen publicidad? - Somos un poco guerrilla, entonces vender publicidad es venderse al sistema. Somos piratas informáticos gráficos, eso iría en contra del proyecto. - ¿Ustedes hacen lo que los medios no? - Un poco sí. En realidad, hacemos lo que hacen los medios sin ningún fin: político o económico. Sin nada que contamine. Los medios manipulan más que nosotros las imágenes. Si hacemos lo que los medios no hacen, porque ellos buscan que no pienses y nuestras imágenes, sin querer o muchas veces queriendo, hacen que la gente piense y reflexione. Los medios tienen intenciones que cambian semana a semana y nosotros no tenemos esas metas de manipulación. Vamos un poco contra la corriente y a veces más paralelos a ella.

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Intercambios

MARGARITA MEIRA, FUNDADORA DE LA ASOCIACIÓN MADRES DE CONSTITUCIÓN

LAS NUEVAS MADRES Por FEDERICO PAGANI Y MANUEL JOVE

Margarita Meira nació en Eldorado, Misiones, en 1949. De su padre heredó el espíritu combativo que se incrementó a lo largo de su vida. En 1988 abrió un comedor comunitario y en 1992, tras el secuestro y asesinato de su hija Susi en manos de un proxeneta, se sumó a la lucha contra las redes de trata vigentes hasta hoy en Argentina. En su camino encontró que los secuestradores son un primer eslabón en una trama poderosa que involucra a policías, jueces y políticos. Los padres de Margarita Meira son paraguayos, escaparon de su país perseguidos por sus ideas políticas. La familia Meira, compuesta por Margarita, sus padres y sus nueve hermanos se instaló en Valle Hermoso, perteneciente a la localidad de Eldorado, en la provincia de Misiones. “Mi papá fue un referente de lucha para mí. Siempre nos inculcó el estudio porque decía que saber leer le salvó la vida en la guerra entre Paraguay y Bolivia, donde gracias a esto se encargó de tareas diferentes a las de sus compañeros”. A los 18, Margarita llegó a Buenos Aires para hacer la secundaria (hasta hoy sólo hay primaria en Valle Hermoso) y luego estudiar medicina pero tuvo que hacerse cargo de su padre que se enfermó y lo trajo a la Capital Federal para que lo atendieran. “En ese momento empecé a trabajar, trabajé en una fábrica de costura, en un albergue transitorio, limpié, ¿Qué no hice en mi vida?”. EL INICIO DEL COMPROMISO Pasaje Ciudadela 1249 es la dirección en la que alquila desde hace casi cuatro dé-

cadas y donde, desde 1989, funciona el comedor que puso junto con su marido. “Yo era costurera pero con la crisis económica la fábrica cerró y me quedé sin trabajo. Ahí fue que empecé a trabajar como vendedora ambulante y decidimos poner el comedor para ayudar un poco en el barrio”. Ubicado a pocas cuadras de la estación de trenes de Constitución, el comienzo del funcionamiento del comedor cambió para siempre la rutina en la casa donde aún vive Margarita. “Conseguir la comida es la responsabilidad más fácil, acá se acerca mucha gente carenciada con diferentes conflictos sociales. Vienen porque no tienen ninguna contención. El Estado está ausente, los sábados y domingos el Estado duerme”. SUSI En 1991 fue secuestrada Gabriela Susana Bekter de 16 años, hija de Margarita y de su primer marido del que había enviudado. “Cuando perdés una hija lo primero que dejás es el trabajo porque pensás que mañana la encontrarás. Empezás a vender la heladera, la cama, tu ropa y después te quedás sin nada. A

Susi la secuestró un tipo que se dedica a eso pero en los `90 no se hablaba de trata. Sé quiénes fueron los culpables, el tipo aun entrega pibas. Para la justicia es el marido de Susi, él es narco proxeneta y roba, entonces pensé que la tendría para la droga y para el robo”. Durante ese año de búsqueda, Margarita vivió un infierno en busca de su hija, a lo que se sumaba las complicaciones que le traía un nuevo embarazo. Uno de los lugares a los que Margarita Meira acudió fue a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), “me atendieron Raúl Martins, Jaime Stiuso y el lauchón Viale, tres hermosos niños que me juraban que me encontrarían a Susi. Yo con ingenuidad les creí”. Años más tarde, Lorena Martins (hija de Raúl) se acercaría a Margarita para denunciar ante ella que su padre era dueño de Cocodrilo en los años en que Susi estuvo secuestrada. “Me dijo que la encontraría y la tenía él”, asegura Margarita. Al año siguiente de su desaparición Susana fue hallada muerta en el departamento que su asesino alquiló para montar una escena en la que se fingió que la muerte había sido accidental. “Un día


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llegó mi marido a las 3 en el taxi con el que trabajaba. Ese fue el peor día de mi vida, yo venía cada día peor pero ese fue el que más mal estuve. Uno presiente. A mi hija la matan a las 14 y yo desde las 10 estaba como loca.” El marido de Margarita había recibido la información de un compañero taxista que le dijo dónde estaba Susi. “Fuimos a la comisaría, yo con mi bebé, viene el oficial y me dice: ¿cómo se enteró? Le digo que me contó un vecino, menos mal que no le dije la verdad porque capaz lo agarran al taxista y lo matan. Quería saber si era verdad y el policía me dijo que fue un accidente, que Susi se asfixió con el gas. Entonces le dije ´¡Ningún accidente, la mató el asesino que me dijo que la mataría!´”. Desde ese momento, la vida de Margarita Meira cambió de rumbo, uno por el que nunca quiso ni imagino que transitaría. Surgió la Asociación Civil Madres de Constitución, integrada por familiares y víctimas de las redes de trata presentes en Argentina. La organización tiene como propósito la lucha contra estas redes mafiosas vinculadas al narcotráfico y a la trata que no podrían funcionar sin

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la complicidad de policías, jueces y políticos. Se trata de una ONG que brinda asistencia legal y psicológica para las víctimas de la trata de personas y sus familias, además de promover luchas para modificar las leyes vigentes. “Queremos que el delito de trata no prescriba, que sea de lesa humanidad”, dice Meira.

Queremos un banco de huellas dactilares para los entierros NN. Las chicas desaparecidas terminan enterradas sin identidad y no se investiga. A pesar de la importancia que tiene el accionar de Madres para la sociedad, el Estado nunca les brindó ayuda de ningún tipo. “Nos cansamos de pedir, queremos una casa donde poder atender a las chicas rescatadas. Lo que queremos es sacar a las pibas de los prostíbulos, esa es nuestra misión”.

LA CÁRCEL En 2004, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires quería prohibir la venta ambulante. Por esta razón, Margarita Meira junto con sus compañeros fueron a protestar para impedir que se vote esa ley en el recinto. “Mauricio Macri le pagó a la barra brava de Boca para que haga quilombo en las puertas, empezaron a romper y a quemar todo. Como nos dimos cuenta que estaban armados, nos retiramos y nos metimos en un bar a esperar que pase”. El grupo de vendedores se enteró que habían detenido a tres de sus compañeros por lo que decidieron trasladarse a la comisaría para pedir que los liberen. Realizaron la denuncia por apremios ilegales en el Ministerio de Justicia y luego se juntaron con el resto para ver qué pasos seguirían. Fue en ese momento que la policía se llevó a Margarita Meira y a quince compañeros para liberarlos recién catorce meses después. Meira fue detenida bajo los cargos de apremios ilegales, privación ilegítima de la libertad y coacción agravada. Durante un año y dos meses permaneció en el


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penal de Ezeiza. Mientras estaba en prisión fue candidata a diputada nacional para la asamblea del pueblo que le armó una candidatura para que pueda hablar y reconoce que el tiempo que estuvo en la cárcel “fue muy enriquecedor, fue la mejor Universidad que tuve”. “Hasta que un día soltaron a uno con probation y al resto nos llevaron a Tribunales. Pero yo no quería probation porque no me haría cargo de un delito que no cometí, exigí que me den la libertad hasta el juicio y la obtuve”. Margarita Meira continúa aún con el juicio al Estado por los catorce meses en la que estuvo privada de su libertad. LAS MARCAS DE LA LUCHA Si bien la pelea que emprende a diario para que nadie pase lo que sufrió Susi le sirve para anestesiar un poco ese dolor, hay algo dentro de ella que debe saldar. “Siempre dije que haría justicia por mi hija. Desde que la enterré no pude volver al cementerio. Mi deuda es con ella, no sé si llegaré a verlo en vida pero sé que algún día se saldará.” Margarita Meira todavía siente culpa de la contención que no le dio a su hijo Diego en el momento que ocurrió el secuestro de Susi. “La trata destruye una familia entera, destruye todo”. Y se lamenta: “Yo pensaba que como era el más grande (en ese momento tenía 13 años) era quien menos ayuda necesitaba. Y me equivoqué. El piensa que podría haber hecho algo más por salvar a su hermana.” La familia también la componen sus dos hijas mujeres. “La que continuará con

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mi lucha es Guadalupe. Ella se encarga de manejar el centro cultural de Madres y la verdad que tiene una fuerza y una inteligencia que le admiro”. Por otro lado, Margarita hoy encuentra una importante contención en sus tres nietos: “ellos son mi locura. Cuando puedo trato de escaparme para estar un rato con ellos pero siempre pasa que alguien me llama.” - ¿Qué triunfos reconoce? - El único avance real que noto es que se visibilizó el problema un poco más. Hoy todos saben de qué se habla cuando se habla de trata, nada más. En 2006 empezamos a atacar los prostíbulos y pudimos hacer que cierren algunos. Fuimos amenazados pero no nos detuvimos. En ese momento los diputados dijeron “no hay una ley de trata, vamos a trabajar en una”. Tuvieron dos años y la sacaron pero no nos dejaron participar de ningún borrador.

Los prostíbulos son centros clandestinos de violación. La única que queda es ir afuera y denunciar en los Tribunales Internacionales. En la original, decía que las mayores de 18 podían estar en un prostíbulo, no tenía sentido. Después se modificó. También se creó el equipo de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por la Trata, el equipo de Zaida Gatti, que ni rescata ni acompaña. No hacen un seguimiento de las chicas, que

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es lo que deberían hacer. La ley de 2008 no sirve, hay que volver a la ley de 1913 que prohíbe los prostíbulos. Caminá por Tribunales, por Once, por Congreso. Te llueven los papelitos de prostitución. - ¿La única solución real entonces es cerrar todos los prostíbulos? - Por supuesto, los prostíbulos son centros clandestinos de violación. La única que queda es ir afuera y denunciar en los Tribunales Internacionales. Mientras tanto, también exigimos que haya un banco de huellas dactilares para los entierros NN. Las chicas desaparecidas terminan enterradas sin identidad y no se investiga. - ¿Trabaja junto con Susana Trimarco y la Fundación Marita Verón? - Nunca pude tener una reunión con ella. Si la crucé y hablamos. En su momento, ella y Gustavo Vera eran los que podían entrar al tratamiento de la ley. A mí no me dejaron. La verdad es que queremos integrar a todas las madres pero me cayó muy mal enterarme de boca de ella que recibió $ 37 millones del gobierno anterior. Cómo puede ser que con toda esa plata todavía no haya un lugar para alojar a las chicas y que vivan con dignidad. Fue un cachetazo muy duro enterarme de eso. A esta altura, tendría que haber dos o tres mansiones para las chicas rescatadas. Con esa plata mantiene sus cuatro oficinas y 150 empleados. Si yo tuviera sólo 10 empleados, te aseguro que no queda un prostíbulo abierto. - ¿Cree que hay momentos en la vida para luchar por la justicia? - El momento es éste y todos los días.


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JOANA BOLLING, DEPORTISTA Y DONANTE DE RIÑÓN

EL PARTIDO MÁS DIFÍCIL Juega en el Club Mariano Acosta de Don Bosco e integra la Selección Nacional de Handball. Este año, tuvo que interrumpir la carrera deportiva por la salud de su papá. Aquí habla de sus dos metas: lograr una mayor concientización social por el trabajo del INCUCAI y avanzar en el reconocimiento del handball como deporte profesional.

Por LUCÍA LIZEWSKI Fotos PABLO GONZÁLEZ Joana es una deportista por naturaleza pero no tenía idea de cómo se jugaba al handball, su hermana la inició. De a poco, empezó a practicar y participar en competencias hasta que fue convocada para integrar La Garra, el seleccionado que por primera vez llegó a las Olimpiadas que se celebraron en Río. En esta oportunidad ella acompañó en la distancia porque tenía otro compromiso: ser donante para su papá. No se arrepiente de la decisión. “Para mí es súper importante, porque le mejoré la calidad de vida.” Es domingo por la tarde y está a punto de disputarse un partido de handball entre el Club Mariano Acosta y el Círculo Devoto. El partido todavía no comenzó, parece como si se esperara la llegada de alguien. Y ese alguien llega. Y es como si el tiempo se detuviera por

un instante y las miradas de casi todos los presentes se posan sobre la suya. Porque no pasa desapercibida: alta, de tez morena y pelo trenzado, Joana camina con tranquilidad y con una mirada relajada y sonriente, les da un beso a todas las personas que se acercan a recibirla. De repente una ola de felicidad invade a los que están allí y es porque la joven de apenas 21 años viajó a Buenos Aires el fin de semana para visitar a sus amigas, a su equipo. “Cuando estoy acá son como mi familia”, confiesa Joana. Y es que ella se reparte tres meses en Buenos Aires y una semana en San Luis, en donde vive su familia. Entre risas dice que en realidad vive acá pero le cuesta aceptar que es así, por lo que prefiere decir que va y viene. La vida nómade que lleva es el precio


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que paga por su pasión: el handball. Joana juega en el Club Mariano Acosta de Don Bosco, al que llegó “por una casualidad” que se relaciona con que también es parte del Seleccionado Argentino de Handball. Primero jugó un Panamericano y un Mundial con la celeste y blanca en 2014, y luego desde fines de ese año integra el equipo del Mariano Acosta. La casualidad fue que la entrenadora del club, Leticia Brunati, que también fue su entrenadora de la selección, la trajo a jugar al club de Don Bosco. “Sabía que no me llevaría a jugar a un lugar en donde hubiera mala gente. En el club somos una familia enorme.” Ese ámbito de calidez y familiaridad se nota. Mientras se desarrolla la entrevista en la cancha del gimnasio Sagrada Familia se acercan a saludarla padres, árbitros, jugadores, todos preguntándole cómo están ella y su papá. Ella responde a cada uno con una sonrisa en su rostro. Hace menos de 20 días que ambos fueron operados. Elnes, su papá, necesitaba un trasplante de riñón y Joana fue su donante. -Mi papá tiene problemas renales desde el 2000, más o menos y siempre se trató pero nunca necesitó diálisis. En 2009 empezó a andar mal y a principios de ese año se empezó a hacer diálisis. En ese momento, tan-

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to él como mi mamá nos explicaron a mí y a mis dos hermanos qué era la diálisis, de qué se trataba, y que la solución directa era el trasplante pero que para eso primero tenía que hacerse distintos estudios para poder entrar a la lista de espera del INCUCAI. Yo tenía 14 años, y lo primero que me salió decirles es “yo le dono, tengo dos riñones, le puedo dar uno.” Desde chica tuvo claro que ella quería ser la donante de su padre pero en ese momento no podía porque era menor de edad. A los 18 volvió a insistirle sin éxito. Elnes estaba decidido a no recibir el riñón de su hija porque le preocupaba que en el futuro tuviera igual insuficiencia renal que él. Sin embargo, Joana se ocupó de averiguar y le dijeron que no era una enfermedad hereditaria, que de hecho no se sabe por qué se contrae. Pero como su papá seguía negado, no insistió por un tiempo. Hasta el año pasado. -En 2015 empecé jugar en Buenos Aires y a viajar con el tema de la selección y el club, entonces la distancia y saber que mi papá estaba mal hacía más difícil el vínculo. Venía dos o tres meses a entrenar y cuando lo llamaba un día estaba mal, al otro día estaba peor, siempre surgía un problema

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nuevo en cuanto a su salud. Esto me afectaba un montón, es más, muchas veces entrenaba y pensaba que mi papá estaba lejos y mal. Entonces en una de las visitas a San Luis hablé con mi hermana Estefanía y le dije que quería hablar con el médico de papá -su médico de cabecera de la diálisispara decirle que quería hacerme los estudios para el trasplante. La idea de Joana era hacerse los estudios primero, a escondidas de su papá, y luego avisarle. El médico le explicó que no podía ser así como ella quería, en primer lugar porque ambos tenían que someterse a estudios de compatibilidad; y que además Elnes tenía que saber, porque previo a los estudios hay que hacer distintos trámites de la obra social. Ese día que visitó al médico lo llevó a su padre a almorzar y decidida le dijo que iniciaría los trámites para realizarse los primeros estudios previos al trasplante en Córdoba. Entre risas, la joven recuerda la reacción de su padre: “¡No me dijo nada! ¡Ni una palabra! Calladito la boca me acompañó y a los dos meses ya estábamos en Córdoba haciéndonos los primeros estudios.” En principio la cirugía sería en febrero pero al final fue dos meses más tarde. La fecha justo coincidió con el


FRONTERAS cumpleaños de Joana. “La operación fue el día anterior, así que resulta que mi cumpleaños lo pasé en terapia con muchos dolores, divino la verdad. Pero el mejor regalo fue que cuando me desperté me dijeron que el riñón funcionaba. No creo que pudiera haber un regalo mejor.” Pero ese no fue el único regalo inesperado. La noticia de su gesto de amor se hizo viral en todo el mundo, recibió llamados de Brasil, Colombia, España, Francia, le escribieron en todos los idiomas felicitándola. Esta repercusión internacional le valió la nominación como Personalidad de Handball 2016, una distinción internacional en la que se eligen seis personas por año, en la que Joana resultó ganadora. “Eso fue una locura algo inesperado. Un día me llegó a Facebook que estaba nominada junto con la mejor jugadora de handball del mundo y con los mejores directores técnicos. De verdad no podía creerlo.” Y pensar que casi se dedica al básquet, como su papá -jugador de distintos equipos de la liga nacional- y sus hermanos mayores, Elnes Jr. y Estefanía. Su acercamiento con el handball está asociado a su mudanza a la ciudad de San Luis, cuando tenía apenas 10 años. Tanto ella como sus hermanos son oriundos de Concepción de Uruguay, Entre Ríos: -En realidad no sabía ni siquiera lo

Intercambios que era. Siempre jugué al básquet o hice patín, vóley, de todo menos handball. Mi hermana empezó a jugar porque las compañeras del colegio nuevo jugaban. Entonces venía a casa y me contaba “Che Joa, no sabés, ¡se hacen tres pasos!” y yo sorprendida le decía “¡No! ¡¿Cómo que tres pasos?!” porque viste que en básquet se hacen dos. Ella quería convencerme que empezara a jugar con ella pero yo estaba negada en un principio. Hasta que me ganó el gen deportista que hay en mi familia y las ganas de hacer algún deporte y empecé con el handball. De a poco empecé a ir a torneos, hasta que de repente estaba en la selección nacional. Joana conforma la Selección mayor pero jugó un torneo Panamericano y un Mundial hace dos años en la categoría Junior. Este año, sus compañeras clasificaron para los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, algo histórico, ya que es la primera vez que el handball femenino nacional logra un lugar en este evento. “Cuando me recupere de la cirugía volveré a entrenar con ellas, porque formo parte de su categoría este año pero eso no quiere decir que esté en la lista de convocadas. Sí voy a formar parte de La Garra –nombre con que se conoce al seleccionado femenino de handball- pero en realidad son pocas las que viajan, sólo 16, pero somos un

21 montón más las que estamos ahí detrás de eso. De hecho, el entrenador me llamó y me dijo: bueno, cuando te recuperes, vení. En ese sentido, me bancan todo el tiempo.” Antes de que eso suceda Joana todavía tiene que volver a Córdoba, porque ella y su papá tienen controles médicos para ver cómo evolucionan. La joven no puede contener su felicidad al contar que su papá ya no se hace más diálisis pero al mismo tiempo Joana se pone seria y reflexiona sobre la importancia de la donación de órganos: “Para mí es súper importante, porque le mejoré la calidad de vida a mi papá pero si no tenés este tipo de relación o una afinidad así no lo hacés. Entiendo que es difícil pero la donación cadavérica es fundamental, porque hay personas que con esa decisión pueden salvar una vida, no es algo menor. Además hay muchas personas que esperan muchísimos años en la lista del INCUCAI, mi papá esperó siete años el riñón y nunca llegó. Creo que tiene que haber un compromiso como familiar de una persona fallecida para dar una mano a otras personas. No digo que sea una decisión fácil de tomar pero creo que después ver a la persona que le salvaste la vida por decir un sí a tiempo, es algo muy satisfactorio”.


LA CHICA 22 DE LA MANCHA DE CAFÉ En 1980 un joven sale de fiesta a la discoteca “Kethal” de Berazategui. Lo que comienza como una simple salida, pronto se convierte en una de las leyendas urbanas más famosas de la zona sur. En Kethal queda enamoradísimo de una chica con un elegante vestido blanco que estaba allí, sola y sin bailar. Se le acerca, hablan y bailan. Se llevan tan bien, que por la mañana él decide invitarla a desayunar; hace frío y él le presta su campe-

ra. Ya en el bar piden un café. La chica, nerviosa, se lo tira encima y se mancha su vestido. Con la excusa de verla de nuevo, el chico le dice que se quede con su campera, que él la pasaría a buscar al día siguiente por su casa. Pero la tarde que llama a su puerta -emocionado por verla otra vez- atiende una señora. Él le explica que venía a ver a su hija y a buscar la campera que le había prestado. De muy mala gana, la señora se enoja y le cierra la puerta en la cara. El joven no entiende y decide volver a llamar. La señora piensa que le está ha-

ciendo una broma, ya que su hija había muerto hacia diez años. Incrédulo el joFRONTERAS ven, con las palabras de su madre, decide ir al cementerio de Ezpeleta en búsqueda de la tumba de la joven. Mientras camina, a lo lejos, advierte algo en la tumba que le llama la atención: sobre la cruz de la lápida de una joven está colgada su campera. Desesperado pide que abran el cajón y tras conseguir el permiso, el hallazgo resulta macabro: allí está la joven casi sin deterioro en su cuerpo, con su vestido blanco y una enorme mancha de café fresca.


MISTERIOSA BUENOS AIRES FRONTERAS

Hechos inexplicables, tragedias y mitos: un recorrido fotogrรกfico por algunas leyendas urbanas. Por CARLA MOLINA

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FELICITAS GUERRERO También conocida como “La mujer más bella de Argentina”, para cuando tenía 26 años ya era viuda y había perdido dos hijos. Hermosa y rica, Felicitas se vio rodeada de muerte y una fortuna incalculable. Los pretendientes no tardaron en aparecerle y ella pudo elegir a uno. Pero uno de los tantos

que quedaron fuera de su amor (y su fortuna) prometió: “Te daré una y mil veces la muerte”. Una bala fue suficiente para acabar con su joven vida. Dolidos sus padres construyeron un templo para recordarla en pleno corazón de la ciudad de Barracas, detrás de la casona donde su hija había sido asesinada. Cuatro años más tarde, en enero de 1876, la Iglesia de Santa Felicitas es inaugurada.


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TRABAJADORES DE LA LÍNEA A Construida entre 1910 y 1913, la Linea A del subte de Buenos Aires es la más antigua de Sudamérica. Cuenta la leyenda que entre las estaciones de Pasco y Alberti se construía una estación intermedia, pero unos obreros italianos fallecieron trágicamente al ser aplastados por una viga durante las obras. Para tapar este error de seguridad, se decía que la empresa decidió cancelar la construcción de dicha “media estación”. Hace poco, cuando los subtes (antes de su renovación) pasaban por el lugar exacto de la media estación las luces titilaban y hasta hubo relatos de pasajeros que informaron haber visto obreros mirándolos desde la estación sin terminar.

3 MIL JOHN DOE Tantos años han pasado de la segunda invasión inglesa y todavía no se sabe qué pasó con los 3.000 soldados invasores que fallecieron durante la misma. Un fuerte rumor indica que están enterrados en una fosa común, debajo

del pasaje 5 de Julio del Barrio de San Telmo, a pocas cuadras de la Casa Rosada. Dicen quienes transitan a pie por ahí, incluso los trabajadores de la cuadra, que ese pasaje es extrañamente silencioso, a pesar de encontrarse rodeado de avenidas y que siempre se siente un ambiente denso y triste.


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LA VERDAD SIEMPRE SALE A LA LUZ Luego de transitar un largo camino para la recuperación de los archivos municipales, hoy existe el “Espacio para la Memoria” en Florencio Varela. Aseguran que es el único archivo de su tipo en toda la Provincia de Buenos Aires.

Por NOELIA PIÑEIRO En la “casita de derechos humanos”, así la llaman con cariño a la Dirección Municipal de Derechos Humanos, abre la puerta Laurita. Ella es la primera empleada trans del municipio de Varela. - ¿Están los Cucos? - Sí, sí, están en su oficina… Daniel Guillermo Nañez, Cuco, es el Director del área que investigó y creó el “Espacio para la memoria”: el primer archivo histórico municipal de la memoria en la provincia de Buenos Aires, destinado a reunir, acopiar, compilar, ordenar, clasificar, resguardar y preservar la documentación relacionada con los Derechos Humanos durante el período comprendido entre 1976 y 1983. Su oficina es un “despiplume”, lleno de papeles, sillas, documentos y libros que la Cuca - Liliana Gianmarino, su compañera de vida y militancia con la que trabaja desde hace muchos años- acomoda resignada a que vuelvan pronto a desordenarse. CÓMO EMPEZÓ LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD Un día de marzo de 2008, el intendente Julio Pereyra había citado a Cuco en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación para reunirse con el Dr. Eduardo Luis Duhalde y su equipo: Cuco no sabía que en ese momento su sueño militante se gestaría. En ese encuen-

tro se propuso hacer un acuerdo entre la Federación Argentina de Municipios (FAM) y el Estado nacional para abrir los archivos municipales. “Me nombran Director en febrero y en marzo, ese día, Pereyra me cita en la Secretaría”, recuerda sorprendido. Era la oportunidad de agarrar el toro por las astas y realizar un proyecto ambicioso: el 6 de mayo de 2011, la Municipalidad de Florencio Varela adhirió a un convenio por medio de la Ordenanza Nº 6890/11 aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante. Por otro lado, los Cucos debieron asesorarse junto a la gente del “Instituto Espacio para la Memoria” en Buenos Aires -que luego desfinanció Mauricio Macri- y con el organismo “Espacio Nacional por la memoria” -principal fuente de ayuda-: allí se confeccionó el reglamento, la digitalización de los archivos, se asesoraron con una especialista para conservar los documentos y delimitaron demás cuestiones que competen a una organización archivística. Recorrer el camino de la recuperación de los archivos municipales no es sencillo: “Debimos transitar dificultades internas como la burocracia y externas como aprietes y exigencias”, lamentó Cuco. -Fuimos a ADEA (una empresa de servicios de administración de archivos) y además trabajamos la ley 23.326 de Protección de Datos Personales con un grupo de abogados de la municipalidad,

para tratar la información sensible de personas desaparecidas o detenidas durante la dictadura cívica y militar -agrega Cuca. Finalmente el 16 de agosto de 2012 mediante la Ordenanza Nº 7571/12 se creó el “Espacio de la Memoria”. El historiador francés Pierre Nora diría que cuando un personaje, un lugar o un hecho es constituido como lugar de memoria, es que se desentraña su verdad simbólica más allá de su realidad histórica. Hoy, el “Espacio para la memoria” es una realidad en el distrito y esclareció verdades que estuvieron ocultas por mucho tiempo. NO TODO ES LO QUE PARECE Corría 2011, en la Escuela Nº 15 de Huanguelén, que lleva el nombre del Libertador, en las afueras de Coronel Suarez; un tierno abuelo de traje gris, corbata oscura y porte de hombre correcto, expone sobre “San Martín, el padre formador de valores” y “San Martín, el estratega”, los niños escuchan atentos, pues, si expone es porque sabe. Lo que ignoran esos infantes es que ese señor con aparente coraza de ilustrado, es un genocida responsable de formar parte y perpetrar los más aberrantes hechos del país: Raúl Guillermo Pascual Muñoz, quien ocupara el cargo


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LA CASITA DE LOS DERECHOS HUMANOS

de Intendente interventor del partido de Florencio Varela durante el período de 1976 daba clases a niños. En unas primeras declaraciones como Intendente, Muñoz expuso su postura ideológica al afirmar que “este municipio al no ser peronista, está en mejores condiciones que los otros”. Ignoraba que Varela se convertiría en bastión peronista: hace más de dos décadas el municipio elige jefes comunales justicialistas y en las últimas elecciones presidenciales (2015) Daniel Scioli cosechó el 70% de votos en el ballotage. En la actualidad, Muñoz se encuentra preso por la causa que investiga más de cien crímenes de lesa humanidad cometidos durante la llamada “Contrao-

LOS TIEMPOS QUE CORREN - ¿A este gobierno le interesan los derechos humanos? - A 40 años del golpe cívico - militar más sangriento de la historia argentina, nuestro país transita un momento histórico en el cual los derechos humanos no son políticas prioritarias del Estado. A partir de las nuevas medidas implementadas por el Gobierno de Mauricio Macri que dejan entrever su escaso compromiso con la búsqueda de la

fensiva montonera” y es juzgado en los Tribunales de San Martín en el marco de la desaparición de la militante Ana María Martínez, producida en 1982. - Nadie metió en cana a nadie acá [por Varela], los únicos que metimos en cana a alguien fuimos nosotros. Es importante entender que si bien existen grados de responsabilidad, todos son responsables pero como diría el autor Maurice Halbwachs, la memoria siempre procede de una comunidad y es por esta razón que los archivos sirven para saber qué pasó y quiénes fueron los responsables en nuestro propio distrito y, por supuesto, para conmemorar a las víctimas.

verdad, algunos argentinos vislumbramos que la construcción de una memoria colectiva no constituye un eje prioritario para el nuevo gobierno: el presidente anunció mayores facultades para las Fuerzas Armadas a través del decreto 721/2016 publicado en el Boletín Oficial y otorga a la corporación más autonomía respecto al poder civil. Asimismo, el ex Ministro de Cultura de CABA, Darío Lopérfido, relativizó la cantidad de desaparecidos con el argumento que “es un número que se cerró en una mesa chica para cobrar subsidios”, como si no existiesen documentos, pruebas y testimonios que los certificasen.

En la Dirección de Derechos Humanos se brega por el derecho fundamental al acceso a la información pública disponible para todo aquel interesado. También en el organismo que funciona desde 2006, se trabaja con la promoción y protección de derechos y cuenta con asesoría penal, foros de diversidad sexual, asistencia técnica psicológica y reunión de alcohólicos anónimos. Tiene sede en la Aristóbulo del Valle nº 315 y la atención al vecino es de lunes a viernes de 9.00 a 16.00 o por teléfono al 4237-2342. Nadia Ortiz, una profesora de Historia que atiende a los profesionales, alumnos de distintos niveles y vecinos de Varela en el “Espacio para la Memoria”, detalla entusiasmada los pasos para acceder al archivo histórico: “Primero te acercás a la Dirección de Derechos Humanos y completás un formulario, con esto te creamos una credencial de usuario y se identificará la documentación requerida y el motivo de la consulta. La información está digitalizada y se pueden realizar copias y obtener información aquí mismo.” El Espacio ya tiene más de 100 usuarios en la página web. La idea es traspasar aquella creencia de que en Varela sólo ocurrió lo que relata el popular libro “Los pibes del Santa”, “además del desafío por lograr que otras personas se interesen por la historia local.”


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LA EXPERTICIA DE MARCELO ISASI

ARMADOR DE DINOSAURIOS Es una de los diez técnicos en el país especializados en ese trabajo. Con sus 44 años ya participó en más de cuarenta campañas. Viajó por Argentina y el mundo montando exhibiciones de esqueletos que tuvieron gran repercusión.

Por LUCIANA DI BONIS

En Antártida: un plesiosaurio Isla James Ross

A Marcelo Isasi, que hoy es Técnico Profesional Adjunto del CONICET, desde muy pequeño le apasionaban los huesos. Dio sus primeros pasos hace 27 años en la Sección de Paleontología de Vertebrados del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN). Empezó a colaborar allí cuando tenía 16 años: salía del colegio en Don Bosco al mediodía y corría hasta el museo donde se quedaba hasta muy tarde. Con esa edad empezó a ir al campo de campaña y realizaba también sus primeros trabajos de preparación de fósiles, copias y montajes de esqueletos de dinosaurios. Así inició su carrera de técnico. Cuando terminó la secundaria comenzó a estudiar la carrera de Licenciatura en Biología en la Universidad Nacional de La Plata, pero no la terminó. Ahí se dio cuenta que su rumbo profesional era ser técnico en paleontología, ya que lo que le apasiona es ir al campo, descubrir nuevos esqueletos fósiles, limpiarlos en el laboratorio y realizar los montajes para que todo el mundo los pueda observar. Isasi es uno de los pocos especialistas que se dedica al armado de esqueletos de dinosaurios en Argentina, tarea que lo llevó a recorrer gran parte del territorio

nacional como así también otros países del mundo. - ¿Cómo fue que decidiste ser técnico en Paleontología? - Desde muy chiquito, mis padres se dieron cuenta que me encantaba la naturaleza y ayudaron e incentivaron a que estemos en vinculación todo el tiempo con ella. Nos íbamos de campamento, al campo, a pescar, la pasábamos muy bien. Además mi casa era un zoológico, tuve todos los bichos habidos y por haber sin ningún problema. Al principio me gustaban los bichos vivos pero después me empezaron a atraer sus esqueletos. Encontraba animales muertos y los enterraba en el fondo de mi casa, jugaba con eso sin saber lo que era la paleontología y sin saber cuál era la técnica. Los desenterraba con un pincelito y un clavo, que le pedía a mi abuelo que era pintor, simulaba hacer un trabajo sin saber cómo luego sería la actividad que hago hoy. Era un hobby para mí. De a poco empecé a ir al MACN y al Museo de La Plata y veía los esqueletos que estaban armados en las salas de exhibición, después los copiaba, les daba forma y los armaba como si fuese un museo en mi propia casa.


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A los 14, descubrí los fósiles, por una casualidad y cuando lo agarré por primera vez fue una especie de electricidad en mi cuerpo y ahí empecé a investigar todo el tema de la paleontología. Era un placer ir a la biblioteca Mariano Moreno de Bernal todos los días a leer sobre el tema. -¿Qué es lo que más te gusta de lo que haces? - La parte de ir al campo, armar un cronograma de exploración, sacar los fósiles del campo, llevarlos al laboratorio, limpiarlos, sacarles la roca que los contiene, hacer los moldes, las copias, las reconstrucciones y montarlos para las exhibiciones. Toda esa parte fantástica de la paleontología que se conoce muy poco es lo que me apasionó desde los comienzos. Que los chicos se deslumbren con los montajes de los dinosaurios, presentarlos al mundo: eso que hacemos los técnicos con los científicos, obvio, que nos guían…

Además de la especialidad que desarrolla como técnico del CONICET, Marcelo Isasi tiene otra ocupación: es el entrenador de vóley de la UNQ. - ¿Cuál fue el hallazgo que más te sorprendió? - El año pasado publicamos un animal que salió en la tapa de la revista Nature, el Chilesaurus diegosuarezi, que fue elegido entre los primeros 15 trabajos de ciencia del mundo. El hallazgo fue llamado así en homenaje al chico de 7 años que halló los restos fósiles cuando acompañaba a su papá al campo y encontró algunos fragmentos sueltos. Se trataba de un terópodo como el Tyrannosaurus rex pero herbívoro. Fue un dinosaurio que vivió hace 145 millones de años y medía 3 metros de largo. Ese animal fue una maravilla total, uno de los más extraños del planeta, tiene características mezcladas de distintas especies.

Intercambios

En la ampliación del subte linea B, Estación Tronador, sacó una coraza de Glyptodonte que ahora está expuesta en forma permanente.

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Otras Fronteras

FRONTERAS

IVANKE Y SUS PEQUEÑOS GRANDES MUNDOS

“LOS SUEÑOS, LA RISA Y LOS JUEGOS SON LO MÁS UNIVERSAL” El ilustrador argentino viajó por 32 países para dibujar con niñas y niños de todo el planeta. Más de 10.000 chicos plasmaron su creatividad en papeles, piedras, frutas o lo que hubiera al alcance en contextos disímiles y de escasos recursos. Por LUCRECIA ESTRADA Fotos SOFÍA NICOLINI LLOSA

India

Hace casi tres años, mientras esperaba el colectivo, a Ivanke se le ocurrió una idea. Una de esas para hacer si se tuvieran recursos, tiempo y valor. Él tuvo de los tres. Diez meses después, su idea se había transformado en Pequeños Grandes Mundos (PGM) y llegaba al primer destino. Su proyecto consistió en un viaje por cuatro continentes con el fin de realizar talleres de dibujo libres y gratuitos para chicos de todo el mundo. Con las redes sociales como aliado estratégico, Ivanke consiguió que su proyecto alcanzara el tercer puesto en recaudación de fondos a través de la plataforma de financiamiento colectivo idea.me, además de contar con el apoyo de los ministerios nacionales de Cultura, Educación, Relaciones Internacionales y Culto, Justicia y Derechos Humanos; y de la Organización de los Estados Iberoamericanos. - ¿Cómo se empieza a dibujar tu

vocación de ilustrador? - Siempre me gustó dibujar, desde chico. A pesar de que no era algo en lo que me destacara, lo disfrutaba y por eso lo hacía, así de simple. Me tomó un tiempo buscar un estilo personal y amigarme un poco con esa manera de contar que no es desde el virtuosismo sino con el foco en la comunicación, porque la ilustración no es sólo un dibujo; es un dibujo que cuenta algo, y el valor narrativo de la ilustración fue lo que me atrapó. Y es también lo que más valoro de esta profesión. - ¿Queda algo de tus dibujos de niño en tus trabajos de hoy? - Sí, a un nivel más inconsciente, algo hay. Me acuerdo de una remera que usaba de chico, a los 6 o 7 años, mi remera preferida que tenía un dibujo de un personaje sentado en un arcoiris. Hace un par de años encontré una foto mía con esa remera puesta y me acordé de un trabajo


FRONTERAS

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Otras Fronteras Ecuador

que hice para Paka Paka con un concepto bastante similar. El dibujo era diferente pero el concepto igual. No me había dado cuenta hasta que encontré la foto, se ve que algo queda ahí, en la cabeza. - Hablemos de PGM. Ahora que ya estás de regreso, ¿cumpliste con lo proyectado? - Fueron 21 meses, nos extendimos de lo programado. Empezamos la ruta con una amiga cineasta y fotógrafa. A mediados del viaje me puse de novio y mi pareja se sumó al proyecto. Es ilustradora y también es maestra, así que nos complementamos muy bien.

- ¿Creés que su presencia modificó el proyecto? - Para mí sumó un montón, más allá de lo afectivo. Podíamos abarcar más desde lo pedagógico, al ser dos es más fácil interactuar con los chicos. Pero también fue incorporar la complicidad, el trabajo en equipo, una mirada más para debatir y pensar juntos cómo encarar determinadas situaciones. Algo en lo que su presencia fue importante: en algunas culturas las nenas son muy tímidas, o el rol del hombre y la mujer están muy marcados inclusive desde chiquititos. En esos casos, el hecho que Mey estuviera, en cuanto figura fe-

menina, contribuía a que las nenas tuvieran mayor confianza para soltarse y permitirse jugar. - ¿En qué sentido están marcados los roles de los niños y las niñas? - Vimos un abismo entre los géneros, en todos lados; desde el norte argentino, todo Latinoamérica, África, Asia, en todas partes. En general, los niños y niñas tienen responsabilidades desde muy chicos, ayudan en las casas pero más, y mucho más, las mujeres. Y lo sorprendente es que lo vimos en todas partes, no es sólo de los lugares más remotos. Las nenas, desde muy chiquitas, tienen que ayudar a la mamá. En algunos lugares veíamos que


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FRONTERAS

Etiopía

Birmania

mientras los chicos jugaban, las nenas cocinaban, lavaban ropa o cuidaban a los más pequeños. - Antes de empezar el viaje afirmaste que PGM sería un “puente cultural” para unir a chicos de todo el mundo, ¿cómo ves ese puente hoy? - ¡Qué difícil! Hay muchas cosas pero creo que los sueños, la risa y los juegos son lo más universal del mundo. ¡Y los dibujos, obvio! En todos los lugares a los que fuimos preguntábamos por los sueños. Desde el chico con más posibilidades hasta el más desposeído soñaban cosas muy parecidas: ser maestros, jugadores de fútbol, doctores y bailarinas por todo el mundo. El humor también es increíble, la risa, de qué reírse. A veces pasábamos capítulos de “La pantera rosa” -en algunos lugares nunca habían visto una proyección- las carcajadas eran iguales en todas partes. Conoci-

Guatemala

mos contextos increíblemente diferentes pero no sabía que había juegos tan universales. En un pueblito remoto de Etiopía los chicos nos querían enseñar un juego que era -en teoría- único de sus tierras, cuando nos explicaron casi nos morimos: ¡era el huevo podrido! La escondida, la mancha, el “lobo está”, hasta el “terrame, terrame” tienen versiones en otros lugares. - ¿Cómo sigue PGM? - Ahora hacemos talleres en lugares cercanos a Buenos Aires, mientras terminamos de armar el libro que reúne lo que pasó en estos 32 países. El año que viene replicaremos PGM en Argentina, una escuela por provincia. Esta vez vamos a quedarnos una semana en cada lugar, la idea es profundizar un poco más y registrar todo, como en este viaje, para luego armar algo que lo unifique.


FRONTERAS

ROCK ARGENTINO

1999 - 2015

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TANTO LE TEMÉS, QUE AL FIN SUCEDE En esta última entrega nuestro rock llega a los 50 años. Analizamos cómo el movimiento rollinga o chabón estuvo signado por la tragedia de Cromañón y nada volvió a ser igual. Los estadios dejaron atrás la contención de una sola banda para dar lugar a los line-up. El regreso del indie rock por la apertura de reductos y amplitud sonora en los festivales. Las Pelotas (2014)

Por AGUSTÍN PIERMATTEI y JAVIER VIDAL Con el final del siglo llegó una oleada de bandas con impronta rollinga. Hacia el nuevo milenio, el sonido del rock del país viró a su faceta más stone. Las agrupaciones sónicas u orientadas a los vestigios del Grunge o el Britpop como Peligrosos Gorriones, Los Brujos, Illya Kuriaky and the Valderramas y Suarez llegaron a su fin junto al cierre de la década. En 1999, Fito Páez lanzó Abre, el primer trabajo con canciones nuevas después de Circo Beat (1994). El álbum situaba la voz por encima de los arreglos orquestales, igual sucedía con el su-

blime Bocanada de Gustavo Cerati. En 2000, Divididos grabó en el mítico Abbey Road Narigón del siglo, un renacer para su carrera. Los recitales al aire libre se adueñaron de la escena, primero con los Argentina en Vivo organizados por el Grupo Sushi, y luego se profundizaron con los denominados Otoño pop, Invierno Rock y Primavera Alternativa. Pero el hito del año sucedió en verano: la llegada de la FM Mega 98.3 que revolucionó el dial al programar sólo música nacional, descolló el share y reavivó la llama de la nostalgia. Volvieron a venderse discos de los 80. Charly García rearmó Sui Generis. Víctor Heredia, Silvina Garré, El Otro Yo y Zas podían convivir en un bloque radial.

Con la llegada del estallido socioeconómico del 2001, que incluía corralito bancario, saqueos, cinco presidentes en una semana y los muertos de la represión en el microcentro porteño, tres cuestiones marcaron la agenda del movimiento argentino: la separación definitiva de Patricio Rey y sus redonditos de Ricota, cuyo mito es hoy causante de fascinación de fans, pseudo-fans e intelectuales; la lavada de cara y posterior éxito de Babasónicos con el disco Jessico; y la aparición de la segunda banda de Cristian “Pity” Álvarez, los Intoxicados, que incluso viraba hacia el reggae, como los exitosos del género en ese momento, Los Cafres, asi como los incipientes Nonpalidece, Resistencia Suburbana y Dancing Mood.


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FRONTERAS

Los Cafres (2015)

Pappo (2001) Eruca Sativa (2010)

Almafuerte (2008)

Hacia 2003, los nuevos referentes del rock de los ’90, como La Renga y Los Piojos, se transformaron en bandas de estadios. Más tarde, con La argentinidad al palo en las bateas, se sumaría a esa lista Bersuit Vergarabat. El rock festivo de la mano de Turf (con un rendidor Turfshow), Los Tipitos (que se encontraban en proceso de grabación de Armando Camaleón, el boom de su carrera) y Los Auténticos Decadentes (con la catarata de hits de la placa Sigue tu camino), sumado a un Catupecu Machu envalentonado post Cuadros dentro de cuadros, se convirtieron en las figuras centrales de la escena. Mientras Pappo lanzaba en octubre su último álbum y Spinetta deleitaba con el larga duración Para los árboles, luego de placas como Los Ojos y Silver Sorgo. Las fiestas de 2004 fueron distintas.

Llegaba el gran golpe al corazón del movimiento. El cachetazo más duro al rock en particular, a la música en general, a la sociedad en su totalidad. Ya nada sería igual después del incendio del local República Cromañón de Omar Chabán, tragedia que pudo haberse evitado y terminó con 194 víctimas fatales y casi 1500 heridos. El folklore de la bengala fue incluso abrazado por el propio Indio Solari y justificado por los músicos de Callejeros, la banda que esa noche animaba la velada. La terquedad de los músicos que luego fueron a la cárcel no se apaciguó ni con las muertes de sus propios familiares. La bengala que incendió la media sombra del local de Once trocó la diversión, el color, el humo y la parafernalia festivalera de toda una generación a cambio de un peligro que nadie supo ni quiso contrarrestar.

El trauma no fue el único problema para nuestro rock. Las medidas de seguridad se intensificaron y más de la mitad de los reductos de bandas quedaron en offside. Toda una cultura quedó en jaque y los costos para acceder a shows seguros y de calidad pasaron a ser sólo para unos pocos. El mainstream logró acomodarse en los festivales masivos: tanto el Quilmes Rock como el Cosquín Rock ofrecían medio centenar de recitales auspiciados por las bebidas alcohólicas más emparentadas al género, como el fernet y la cerveza. Para ese 2005 aparecerían Árbol y Miranda, que satisficían las demandas de dos públicos diferentes dentro del consumo musical adolescente: dosis de ska y hardcore punk por un lado, y pop bailable de la mano de Ale Sergi y compañía, por otro.


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ROCK ARGENTINO

La Beriso (2014)

1999 - 2015

Dos paradigmas marcaron a fuego 2006: por un lado, el desembarco definitivo del rock rioplatense con las agrupaciones uruguayas La Vela Puerca, El Cuarteto de Nos, Once Tiros, No te va gustar y Abuela Coca (todas con una década o más de rodaje). Y por el otro, una ola de regresos internacionales como los de The Police y Héroes del Silencio. Esa tendencia llegó con delay a Buenos Aires con la vuelta a los escenarios de dos agrupaciones que fueron de culto para luego abrazar la masividad: Soda y Los Fabulosos. En 2007 Soda Stereo presentó la gira Me verás volver, que batió todo tipo de récords de convocatoria. Los Fabulosos Cadillacs, en cambio, se reunieron en 2008 luego de limar sus asperezas con un reencuentro denominado Yo te avisé!!, y con poterioridad un nuevo disco, La luz del ritmo. Mientras tanto en ese lustro las cuestiones de mercado eran tan lineales y la cultura popular se había banalizado lo suficiente como para que alguien que bailaba reggaeton en un bar, incorporaba al rock los códigos del fútbol que veía el domingo,

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consumía música internacional en la televisión, o descargaba a su ordenador canciones de cumbia villera, sea quien consumía rock chabón, seguía al Indio, a Skay, o Los piojos, La Renga o Bersuit: las tres bandas más convocantes del país. Sin embargo, para 2009 dos de esas tres bandas se habían separado y la crítica especializada no sabía si tomarlo como el fin o el principio de una crisis. Los Piojos se despidieron en una acartonada noche fría de mayo en el estadio de River Plate, ante 65 mil personas. Bersuit, luego de diez discos y siete maratónicas sesiones en el Luna Park, generó un impasse. Cuando reaparecieron en público ya no eran los mismos, faltaba su cantante. “Cordera fue víctima de su egocentrismo” había informado el grupo al tiempo que Sony lanzaba al mercado Cordera Suelto, el primer álbum solista del Pelado. Entonces los del Palomar y los de Avellaneda ya no existían. Intoxicados y los Ratones Paranoicos correrían igual suerte. Pero La Renga brindaba un recital en el Estadio Único de La Plata colmado, con 45 mil espectadores.


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FRONTERAS

Miranda (2004) Frente a ese fin de una era y con más lugares para tocar, se reavivó la llama de los sonidos indie, garage, stoner y brit, tanto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Rosario y el Gran Buenos Aires, como de La Plata con Estelares y El mató a un policía motorizado. Así, las propuestas de los sellos Laptra, Concepto Cero y Estamos Felices, y agrupaciones del calibre de Pez, Acorazado Potemkin, El Siempreterno y Valle de Muñecas dominaron el movimiento hasta hoy. De 2011 en adelante, las bandas Stone más ortodoxas (La 25, Casi Justicia Social, Jóvenes Pordioseros, Guasones, Gardelitos, La Covacha) quedaron relegadas por una nueva corriente de grupos populares (incluso con sobrevivientes de Cromañón en sus filas) que mezclan ritmos, recuperan sonidos autóctonos, ensalzan la fiesta y el ritual como en la época pre-Cromañón, e inundan los escenarios con instrumentos variados y gran cantidad de ejecutantes: Salta La Banca, Cielo Razzo, Pampa Yakuza y Las Pastillas del Abuelo. La Beriso sería el grupo más ortodoxo de este listado y el primero en llenar un estadio, el ahora denominado Ciudad de La Plata. Cirse, Utopians, Eruca Sativa y Marilina Connor Questa ganaron posiciones y dieron cuenta que el rock no es sólo cosa de hombres. Las bandas lideradas por mujeres se

volvieron una constante de 2012 a la actualidad, con éxitos y fans propios. Se fue Luis Alberto Spinetta y enlutó al rock. Entristeció a todos porque su partida se suma a otras pérdidas que se hicieron sentir: “Korneta” Suárez, Oscar Moro, “Pappo” Napolitano, ”Gabo” Manelli, Alejandro Sokol, “Gamexane” Villafañe, Rubén Basoalto, Adrián Otero, Gustavo Cerati, “El Negro” García López, “Toto” Nievas y “Ricky” Rúa. Los últimos años de estos 50 de rock argentino refieren a una recuperación de lo vivido: Litto Nebbia, Richard Coleman, David Lebón, Fito Páez, Palo Pandolfo, Andrés Calamaro, Pedro Aznar, León Gieco y Skay Bellinson están en un gran momento compositivo y con presentaciones de buen nivel. Divididos, Las Pelotas, Catupecu Machu y Vox Dei se erigen como los grandes grupos contemporáneos. Pez, A.N.I.M.A.L., Massacre y Estelares se convierten en los nuevos viejos grupos. El Indio y García amagan con los retiros. La nueva camada de rock rioplatense lleva el pulso de la década y Kapanga, LFC, Mancha de Rolando, Carajo, IKV, Babasónicos, Jauría o Los Tipitos abren paso a las nuevas generaciones. Falta mucho para el recambio generacional pero los lazos están hechos. Mientras, La Beriso, Cielo Razzo y Salta la Banca suenan en la radio, una y otra vez.

Señales (2006), primer álbum de Callejeros después de la tragedia

Hermética (1991)


FRONTERAS

ROCK ARGENTINO

1999 - 2015

JUNTO AL PESADO METAL De El Reloj a Pappo. De V8 a Hermética. De Malón a Almafuerte y de Logos a Horcas. Un breve repaso por los orígenes de un género que hasta hoy sigue con más vida y fuerza que nunca y que no parece que vaya a aflojar. Por LUCAS BOLTRINO El heavy metal en Argentina nació tímido, con intervenciones en canciones de grupos como Color Humano y El Reloj, los cuales a pesar de no pertenecer al género, cimentaron lo que más adelante, de la mano de Norberto Napolitano, ya comenzaría a tener un tono más oscuro gracias a la influencia de la Nueva Ola de Heavy Metal británico. Como embajador de la música pesada, Pappo finaliza Pappo’s Blues e inaugura Riff a fines de 1980 junto a Boff Serafine, Michel Peyronel y Vitico. Tenían una propuesta cercana a bandas consagradas de la escena internacional como AC/DC o Judas Priest. La fórmula es exitosa y Riff se consolida como uno de los estandartes del movimiento pesado en Argentina. Un poco antes, unos jóvenes Ricardo Iorio y Ricardo Moreno compondrían en 1979 canciones como “Muy cansado estoy” y “Voy a enloquecer”, entre otras. El resultado fue la conformación de V8, uno de los grupos más influyentes e importantes del Heavy local, y el comienzo del afianzamiento de Iorio

como músico y compositor. Luego de incansables cambios de formación, el ascenso de popularidad y discusiones entre Iorio y Alberto Zamarbide por la dirección que tomaba V8 (con tendencias hacia el cristianismo evangélico), a fines de 1987 y luego de tres discos de estudio se materializa la separación del grupo. V8 enviaba un claro mensaje de defensa hacia el proletariado, repudiaba las instituciones e inauguraba un sonido duro y áspero, por lo que se los suele etiquetar como pioneros del Thrash Metal en Latinoamérica y el mundo. La agrupación fue el semillero de bandas como Logos, Horcas, Rata Blanca y Hermética. Mientras que Logos continuó con una fructífera carrera que se extendió hasta 2013 (con un impasse entre 1998 y 2004) y Horcas mantiene el paso firme hasta el fallecimiento de Osvaldo Civile en 1999, Rata Blanca toma un rumbo distinto con el power metal y neoclásico como estandarte. La agrupación de Barilari lograría llenar el estadio de Vélez Sarsfield en 1991 con motivo de la presentación de “Guerrero del Arco Iris”, así como convertir a “Magos, espadas y rosas” en el álbum más vendido del Metal local con 5 millones de copias. Por aquellos años también da sus primeros pasos Tren Loco, quienes con poco tiempo de vida, participaron y llegaron a la final del Yamaha Band Explosion en Tokio, y comenzaron así una carrera de más de 25 años ininterrumpidos. Para su nueva banda, Ricardo Iorio convoca en 1988 a Fabián Spataro y Antonio “El Tano” Romano. El nombre del proyecto sería “Hermética”. Tiempo después llegaría Claudio O’Connor y Spataro es reemplazado por Tony Scotto (con quien graban su primer disco homónimo y un álbum de versiones), quien luego es reemplazado por Claudio Strunz, que incorpora el doble bombo y con quien graban “Ácido ar-

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gentino”, “Víctimas del vaciamiento” y dos álbumes en vivo. Aquí, también influenciados por la situación nacional de aquel entonces, el mensaje se radicaliza aún más: se le canta aun al trabajador y a la amistad, y se continúa con la denuncia a los poderosos, aunque con un tono más “argentinizado”, con tintes de tango y folclore. Entre los puntos más altos de su carrera, se destacan su participación en el primer Monsters Of Rock en Argentina, un show en Obras en 1994 donde reciben su único disco de oro y son soporte de Mötorhead y Black Sabbath. A principios de los 90, Andrés Giménez da nacimiento, junto a Marcelo Corvalán y Aníbal Alo, a A.N.I.M.A.L. (Acosados Nuestros Indios Murieron al Luchar), primero con influencias de Heavy Metal clásico, para luego irse al Groove y Nü Metal. Hermética se separa luego de seis años en carrera a fines de 1994 cuando se tensa la relación entre Iorio y los demás integrantes. Ricardo Iorio, embebido por el folclore y el tango (pero sin despegarse de su esencia metalera) conforma Almafuerte con Claudio Cardaci y Claudio Marciello, y con este último genera una sociedad de más de veinte años de vida, con 8 discos de estudio y 4 en vivo. Mientras tanto, O’Connor, Romano y Strunz llaman a Karlos Cuadrado para formar Malón, que luego de dos exitosísimas placas se separa en 1998. Tiempo después, O’Connor inicia su proyecto solista más cercano al hard rock, Strunz forma Simbiosis, y Romano junto con Cuadrado hacen lo propio con Visceral. Para fines de los 90 la escena se despliega con un Almafuerte con cada vez más popularidad, un Malón desintegrado, un Logos y Rata Blanca separados, Horcas en carrera pero acéfalo luego de la muerte de Civile, Pappo que vira entre sus proyectos solistas (Riff y Pappo’s Blues), y un Tren Loco que sigue camino hacia su consolidación. Todo en el contexto que muestra una multiplicidad de grupos de todos los estilos posibles no sólo en Buenos Aires, sino también en el interior. La primera década de 2000 vendría con sorpresas y buenas noticias en el mundo del Heavy Metal nacional.


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FRONTERAS

Intercambios

RICARDO TAPIA, LÍDER DE LA MISSISSIPPI

“HACEMOS MÚSICA NEGRA CON ROCK, CANDOMBE Y BLUES” Nacido en la ciudad porteña de Villa Urquiza, hijo de padre uruguayo y madre pampeana, Ricardo Tapia creció en Florencio Varela donde se convirtió en voz y guitarra de su primera banda: La Mississippi. Después de 28 años de trayectoria, en diálogo con Fronteras, cuenta su experiencia en el mundo del blues. Por MACARENA SEGURA Desde que Café Madrid cerró sus puertas, el músico halló otro rincón en Colegiales donde con frecuencia concurre. Junto al ventanal que da a la calle Lacrosse, Tapia cuenta que en La Mississippi se encontró con grandes amigos con los que debutó como banda en 1989: “Pensábamos hacer una banda de blues clásico para quien quiera verla y escucharla el fin de semana. Nunca pensé cuando empezamos a tocar que nos llevaríamos bien”. En la actualidad, La Mississippi está integrada por Tapia en voz y guitarra, Gastón Picazo en piano, Gustavo Ginoi en guitarra y Juan Carlos “Negro” Tordó en batería. En Florencio Varela, la juventud de los 60 floreció con el rock & roll clásico en espacios como Taos, Calliot y Varela Junior: “La música que escuchábamos en los bailes era básica porque uno se formaba al escuchar Pink Floyd y Deep Purple”. Grupos como Beatles y Manal fueron los elegidos por Tapia en su adolescencia, aunque la radio fue el principal medio de su formación: “El programa Concierto de Música Pop de la Universidad Nacional de La Plata, conducido por Roberto Eduardo Parreño, pasaba grupos del rock mundial y

cantantes de los que uno no tenía posibilidad de comprar el disco. Roberto [Parreño] contaba la historia y estilo de la banda”. Ricardo Tapia emplea su tiempo en la lectura de autores como Julio Cortázar y Mario Benedetti mientras escribe un libro sobre “cuentos que no pasan de una carilla, que remiten al último minuto de una persona o situación, algunos ocurren en el período militar y otros en la actualidad”. Su mamá María Matilde a la hora de cocinar ponía música, fue una pianista sin piano. “A la mañana escuchaba jazz mientras hacía el almuerzo. En mi casa, el arte y la cultura siempre estuvieron”, cuenta Ricardo Tapia. - ¿Cómo es la relación de tus hijos con la música? - Iván es baterista profesional, tiene 24 años y de chico nos veía tocar. Lo contrato mucho para grabaciones porque la parte más floja en general son los bateristas para los grupos. Él está acostumbrado a grabar, tiene bandas, trabaja en teatros. Tomás toca el bajo pero piensa en la medicina deportiva. Con Iván tenemos un trío junto a Iván López. La función que tenemos es agarrar cualquier tema y tocarlo en

formato de blues clásico, como canciones folclóricas y africanas. - ¿Cómo conociste a los integrantes de La Mississippi? - Los barrios tenían sus músicos y un día viene Roberto Moreno, amigo de Varela y primer bajista de la banda, y me dice de un proyecto de blues clásico del cual, Gustavo [Ginoi] se convirtió en guitarrista. Nunca más nos detuvimos y ahí me di cuenta que era con la persona que tenía que tocar todo el tiempo. Después conocimos a Luisito Robinson, un músico que empezaba con la armónica. El “Polaco” Eduardo Rodríguez fue el primer baterista. En un año y medio se armó todo. Al principio fue una diversión pero luego le vimos el lado interesante porque éramos maniáticos. Y un día llega un chiquitito con un saxo en la mano que lo trae el polaco, el “Gordo” Triocaso, cuando todos éramos unos hippies barbudos mientras él tenía saquito, peinado para atrás, lentes y el saxo, era diez años menor que nosotros y era la pieza que nos faltaba. De ahí en más no paramos más. - La canción “Ella” (Palacio de Pulgas, 1999) habla sobre una mujer que construye tus sueños y


FRONTERAS

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“Siempre supimos trabajar en el escenario y bajar de él para estar con la gente”

LOS AMIGOS destruye tu rutina: ¿Quién inspiró la letra de esta canción? - Ella se la escribí a mi primera esposa. Fue una gran compañera, la conocí cuando era estudiante. Pasamos momentos difíciles para mí, comíamos pan casero porque no teníamos un peso y fue difícil cuando mi hijo mayor estaba mal de salud y dormí en el Garrahan durante la grabación de un disco, por eso, cuando me dicen que algo no se puede hacer les digo “sabés lo que te falta pasar”. - Hay discos de la banda dedicados a un repertorio nacional, internacional y propio. ¿Qué cambios notás en el estilo de La Mississippi en todos estos trabajos? - Tenemos algo fijo en el estilo y algo móvil que muta pero que mantiene la raíz. No podemos dejar de tocar como en el primer disco pero asumimos otros estilos. Somos una banda de música negra argentina con rock, candombe y blues. Aprendimos a tocar desde ahí y no sabemos tocar de otra forma. Todo lo que hagamos está teñido de ese color pero cambiamos los formatos. Ese es el aporte que hacemos a la música. Tener un repertorio de un estilo y hacer canciones

dentro del blues. En este sentido, Memphis y La Mississippi son dos formas diferentes de hacer canciones, eso es interesante. Nunca hicimos lo que ellos hicieron y ellos nunca hicieron lo que hicimos nosotros. Cada uno tiene un estilo diferente y la gente podía optar. - ¿Qué planes hay para La Mississippi en el futuro? - Estamos en la organización para ir a Japón y en la planificación de los 30 años de La Mississippi en el Luna Park. - ¿Qué le dirías a la gente después de estos 28 años? - Gracias por ser tan buena gente con nosotros. Criamos a nuestros hijos y compramos el pan gracias a ellos, que apoyaron nuestra música y nunca nos dejaron a pata. Si mañana no tocara más música lo haría contento porque sé que a ellos les gustó la banda. Soy un agradecido. Son 28 años de trabajar y somos hijos de laburantes, siempre supimos trabajar en el escenario y bajar de él para estar con la gente. Hay que aprender a bajar del escenario y compartir. Todo se hace desde un lugar pequeño, nada se hace desde lo grandioso.

- ¿Qué los llevó a reversionar el “Blues del Estibador”, de Memphis la Blusera? - Siempre nos llevamos bien. El recital más grande del blues que se hizo en Argentina lo abrimos nosotros, Pappo Blues y Memphis. Lo hicimos en Autopista Center para 6.000 personas. Éramos amigos del teléfono, nos hablábamos horas y nos veíamos en las giras. A Adrián Otero lo llamé justo el día anterior al accidente y quedamos en ir a comer, me había pasado la versión de Café Madrid y estaba muy buena. Teníamos pensamientos diferentes a nivel social y político. Fue una muerte muy triste porque él había encontrado su paz personal. - Pappo fue una figura cercana a la banda, ¿Cómo lo recordás? - La gente lo tiene identificado por sus exabruptos y su personalidad fuerte pero no era así, era un tipo cariñoso, amoroso, buen amigo con los amigos. Viajar con él era divertido porque siempre tenía una ocurrencia. Siempre le veía parecidos a la gente y nos reíamos con esas pavadas que decía. “Mente en blanco y viento en contra, un problema para cada solución”, siempre lo decía. Era un payaso, todo el tiempo hacía chistes y a veces se ponía de mal humor: le molestaba con la gente que venía y se hacía la amiga cuando no lo eran.


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Otras Fronteras

En marzo de 2016 un buque inmenso zarpó del continente africano y dos semanas después llegó a América. Dentro, más de cien hombres se apretaban en el piso de un contenedor de carga. La historia del más joven de ellos, Abubakar, que hoy estudia la primaria de adultos.

FRONTERAS

U Z A A R E T N O R F LA

Por PEDRO PÉREZ RABASA Al Este de Nigeria, Maiduguri, está acechada. Los soldados de Boko Haram se esconden en las afueras y atacan seguido. Las bombas caen y como odian las escuelas formales se llevan nenes y nenas para su causa. La ciudad es grande pero la escuela del joven Abubakar está en la periferia, donde tiene un campo que ara con sus compañeros. Estudia para ser un líder religioso islámico, y extraña Tombuctú. A su familia no la ve hace tres años, y todavía no sabe qué le pasó. Cuando secuestran a seis amigos, deja Nigeria y vuelve a Mali. Hasta ese momento, fueron años de Bob Marley en una radio negra chiquita, a la que había que pegarle para que cantara, años de disciplina y aprendizaje silencioso del Corán bajo sombras largas y trabajos de campo a veces accidentados. Hubo tres transgresiones: el olor de una mujer, una vez; el sabor alcohólico del arak, que no le gustó; y las clases de inglés, que le pudieron costar la vida. En Mali hablaba bambara, que es una lengua muy rítmica, crecida en el desierto y agradable. En Nigeria usaba el Hausa pero no alcanzaba porque el idioma nacional de ese país es el inglés. El cura de una parroquia de Maiduguri se ofreció a remediar la desventaja. Abubakar dejaba la cama a eso de las tres, abría despacito la puerta de la escuela y saltaba la cerca camino a la iglesia.

E D A C I N Ó R UNA C MIGRACIÓN AS R R E U G E R ENT Ahora, Tombuctú quema; a las puertas del Sahara; la ciudad natal ya no lo espera. La casa de sus padres está devastada por otra guerra. El colectivo que hizo el viaje desde Nigeria estaciona en una tormenta de arena. Todo está seco y el agua tiene gusanos que las pastillas potabilizadoras matan. No tiene comida y no puede volver. Es febrero de 2016 pero salvo por los ruidos del transporte, sobre todo las motos que marcan la arena de aquí para allá, Tombuctú es todavía

esa joya de arena sin edad levantada bajo una fe viva mil años atrás. Abubakar recorre las calles y mira las caras pero no conoce a nadie; las casas son espacios separados y el trazado es irregular. En el río Niger se acuerda del burro de carga de su familia que también bajaba a beber. Los camellos y los caballos son lujos de gente pudiente, que la hay. Vuelve a la ruta y para un camión. - Al puerto de Benín -le contestan. Sube porque quiere vivir y tiene fe en


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Otras Fronteras

UL

Alá que su familia haya huido antes de los bombardeos de 2013. La capital de Benín, Cotonou, está llena de vida y cuando el Mar de Guinea lleva un barco hasta su puerto, los brazos de las grúas amarillas juegan a desarmar los contenedores encastrados. Abubakar ve descargar bicicletas y automóviles, televisores y heladeras que cruzarán todo el continente. Le pagan un dólar por jornada laboral, son dos semanas de carga y descarga. Duerme a la intempe-

rie pero come y se lava en el agua. Hasta hace un mes se había bañado cuatro veces por día todos los días de su vida. Una mujer, en la plaza del mercado, le acerca una idea. Es la de embarcar a Europa pero le falta dinero porque tiene u$s 25 y cuesta 100. Se los prestarán y le darán comida para el viaje. Hace tres años, una de esas noches que cruzaba de un lugar sagrado a otro infiel para estudiar inglés, lo vio un hombre. Era el maestro más viejo

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de la escuela y el más piadoso. Rezaba sentado enfrente de la puerta y su pupilo le dijo toda la verdad. -¿Sabés que te pueden matar? -le preguntó en inglés el anciano. -Yes -contestó Abubakar y en ese gesto sellaron su complicidad. Una yunta de bueyes es el precio que pagó su familia cuando tenía cinco años por la educación islámica de su hijo. Lo visitaban todos los años con sus dos hermanitas y cada tanto él les retribuía la visita. Es extraño ver ganaderos muy mayores en Tombuctú, la vida del desierto es dura. Abubakar cuando sueña de noche ve a sus padres como los vio por última vez allá por 2012, cansados y orgullosos. El río Niger es caudaloso en estación de lluvias y lleva la fuerza de mil bueyes cuando se enoja, pero el agua del mar que ve ahora Abubakar es algo más. Le aceptan los u$s 100 y le dan el agua que llevará y una bolsa de garri, mandioca procesada que se diluye en agua, eso y un poco de pan que él juntó para el viaje. Le advierten que no puede revelar el nombre del barco so pena de ser asesinado si los traiciona. Además, no querrá que deporten a sus compañeros de viaje. Se da cuenta que es el último en embarcar y no el primero pero no ve a nadie a excepción de la tripulación. El negocio de tráfico ilegal de inmigrantes movió sólo el año pasado más de u$s 5000 millones. La cifra es estimativa: podría ser el doble. Barcos del tamaño de dos manzanas cargados de cientos de contenedores se reservan uno o dos para la tarea. Es la mercancía más frágil pero la única que nadie exigirá al tocar puerto. Adentro de cada contenedor viajan en cuclillas por lo menos 200 esperanzas. La dieta del garri y el agua -le explicaron a Abubakar- inhibe las ganas de defecar. El movimiento del océano y el agua con sal provocan el vómito. Tiene un compañero enfermo; Abubakar le da de su garri y le deja la ración de agua; en una semana se siente morir. A la noche viene alguien de la tripulación y les cierra los contenedores con candado, oye algo del movimiento del agua pero la razón parece ser la de evitar problemas. Con la luz vuelve el aire pero siempre a cubierto y en cuclillas;


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Otras Fronteras

Tombuctú

UNA HISTORIA REAL

el sol del África subsahariana calienta cada vez más lejos. Es de mañana cuando baja en Brasil. El barco hizo una parada de las tantas que hará y Abubakar está pálido y le sangran los labios y quiere vivir. Baja. Sus compañeros se aferran a su sueño europeo y no es difícil imaginar que muchos queden en el camino. Baja solo pero en el contenedor lo festejan todos: es el menor y uno de la tripulación, uno grandote, se le acerca y le repite en inglés que no diga nada, si vive. Camina como zombi bajo ese otro sol que es el mismo pero es distinto y ve caras que no lo miran y un hombre que le da un producto para los labios cortados y comida. Duerme en una plaza y se despierta al atardecer. Un edificio blanco le resulta familiar, es una mezquita. Entra y otra vez contra el suelo, agradece a Alá mientras llora.

Este relato narra la historia verídica de un chico de 17 años que toma la decisión drástica de suspender sus estudios para escapar de un conflicto armado, y que descubre que la casa de sus padres fue quemada en el curso de otro enfrentamiento. Desamparado, sin ningún contacto, deja atrás todo lo que conoce. Abubakar vive, y no se llama Abubakar. Llegó a la Argentina porque un senegalés le dijo que la legislación migratoria argentina era más amable que la brasileña. No está del todo claro pero desde la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE) creen que el barco lo dejó en San Pablo. Un micro de larga distancia lo trajo hasta la terminal de Retiro. El pasajero que le tocó a su lado se mostró amigable, y pródigo en consejos y advertencias, pero cuando el micro se detuvo para cargar combustible, le robó la mochila y huyó. En Buenos Aires lo pusieron en contacto con la CONARE y por ser menor le dieron intervención al Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que, a su vez, lo ubicó en un hogar para adolescentes en situación de calle donde vivió hasta agosto. Luego se trasladó a Pompeya a vivir con otro chico malíense, de 20 años, que conoció en la Mezquita de San Cristobal. Cuando se realizó la entrevista era el inicio del Ramadán (mes de reflexión y ayuno para los musulmanes).

Abubakar, que fue generoso en la charla y cuando el entrevistador no entendía Fotoen NATALIA GARCÍA una palabra la escribía un celular, no sabe si continuará su carrera como líder religioso. Empezó la primaria para adultos y en paralelo toma clases de guitarra y estudia español con la Comisión Católica Para los Refugiados en Palermo. De sus antiguos contactos no se pudo localizar a nadie: Boko Haran corta comunicaciones en gran parte de la región noreste de Nigeria. Al momento de cerrar esta nota, UNICEF prevé que en lo que resta del año, en Maiduguri y alrededores, 50.000 niños y niñas menores de cinco años morirán a causa de la falta de alimento. En Malí, la situación de Tombuctú es distinta. En enero de 2013 tropas francesas y malienses expulsaron a grupos armados relacionados con Al Qaeda. La familia de Abubakar podría ser una de las miles que se escapó de la guerra, adentrándose en el Sahara o cruzando a Mauritania, Burkina Faso o Niger. Abubakar va a llegar a la mayoría de edad antes de fin de año y aunque le aconsejan no ingresar al negocio de la venta callejera de alhajas, relojes y anteojos tiene incertidumbre por su futuro económico. Asiste dos veces por semana a una mezquita y memoriza pasajes del Corán. Solo se muestra reservado al dar señas del barco (el nombre y el color), porque quién sabe qué fue de sus compañeros de viaje.


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EL LECTOR

Texto extraido del perfil de Facebook de SANTIAGO KAHN Editor de Maten al Mensajero / Presidente de ARECIA

Una secuencia preciosa en la 6ª Fiesta del Libro y la Revista en la UNQ: el jueves un pibe se puso a leer primero “El granjero de Jesú”, después “Vitamina potencia”. Se sentó abajo del stand de Maten al Mensajero. La madre al rato

Foto: BELÉN CASTIGLIONE pasó y no lo encontraba. Le dijimos, con Gustavo Zanella, que estaba absorbido por la lectura. “Lo hice socio de una biblioteca popular porque no para de leer” dijo la madre. Un fenómeno.


AÑO 2 - #4 JULIO-DICIEMBRE 2016 ARG $30 ISSN 2451-5590

UN HISTORIETISTA HEAVY METAL

FRONTERAS Q


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