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El valor de la mujer en la vida y el ministerio

Hoy traigo una blusa que ella me regaló. Si alguien vendiera una igual en un bazar, probablemente la pondría a un bajo precio por su antigüedad. Pero si alguien se acercara hoy a mí y me pidiera comprármela, le diría: «Imposible, es demasiado su valor». El valor que mi blusa tiene va más allá de su material y su diseño, es un valor que habita en mi corazón íntimamente conectado al conocer y a amar a una mujer cuya vida me permite estar aquí escribiendo. Y así, tú y yo tenemos un valor que este mundo nunca alcanzará a comprender. Tal vez te has sentido como una blusa antigua, frágil, en un bazar frente a una calle buscando quién te dice cuál es tu valor, y esperando que no sea la gran cosa. Mas lo que no sabes es que, mujer, a los ojos de Dios eres un tesoro precioso, que no solo te creó, sino que pagó el monto más alto que esta tierra ha visto por tenerte eternamente cerca: la sangre de Cristo. ¿Frágil? Sí, pero fuerte en el Dios que te amó desde antes de nacer, te ama y te seguirá amando hasta el fin. Adéntrate a este libro con expectativa de descubrir a Dios, desmentir al mundo, y encontrarte a ti segura en Él. Majo Solís

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