Labores silenciosas

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Jueves 8 de Marzo de 2007 Día de la Mujer Trabajadora Número 1 Año 1 Primera Edición Murcia

Dirección: Lila Insúa Equipo Editorial: Diana Escribano, Leonor Ruiz, Angel Cuadros, María Hernández, Olga García Maquetación: Diana Escribano, Miguel Morejón de Girón ISSN: 1887-5599

La Palabra del Día:

INVISIBLE Biblioteca ambulante que recorrió los pueblos del Valle de Ricote · Marina Núñez Gil (eds.). La educación de las mujeres: nuevas perspectivas. Sevilla: Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2002. · AAVV. De otra manera. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia. Subdirección General de Educación Permanente: Ministerio de Asuntos Sociales. Instituto de la Mujer. 1992 · AAVV. Distribución y participación equitativas: para una nueva relación entre hombres y mujeres. Prioridades de la Comunidad Europea para la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer, Pekín, septiembre de 1995. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 1995 · Josefa Martínez Canovas. Mujer y educación de adultos: una experiencia en el municipio de Murcia. Murcia: Dirección Provincial del MEC, 1987 · Encarnación Barranquero Texeira y Lucía Prieto Borrego (coords.) Mujeres en la contemporaneidad: educación, cultura, imagen. Málaga: Universidad de Málaga, 2000. · María Dolores Frutos Balibrea. La educación y la ocupación de las mujeres en la Región de Murcia. Murcia: Universidad, Secretariado de Publicaciones e Intercambio Científico, 1996 · Margarita Barañano (compiladora). Mujer, trabajo, salud. Valencia: Trotta, 1992 · Marga Marí-Klose. Itinerarios vitales: educación, trabajo y fecundidad de las mujeres. Madrid : Centro de Investigaciones Sociológicas, 1999 · Isabel Segura Soriano, Anna Cabó i Cardona. Francesca Bonnemaison i Farriols constructora de un espacio cultural de mujeres. En “Cuadernos de pedagogía” Nº 337, 2004 · Colin Ball (compiladora) Acción contra el desempleo de larga duración en Europa: experiencia de 20 proyectos de ámbito local. Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 1989 · AAVV. Educación y formación: dos armas contra el desempleo. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 1996 · Jose Ramón Torregrosa, Joelle Bergere Dezaphi, Jose Luis Alvaro Estramiana. Juventud, trabajo y desempleo, un análisis psicosociológico. Madrid: Ministerio de trabajo y Seguridad Social,1989 · Gema Álvarez-Llorente. La duración del desempleo de la mujer casada en Galicia. Vigo: Universidade de Vigo, 2004 · Juan Manuel Blanco Sánchez y Susana Tena. La transición de las mujeres desempleadas al empleo y a la actividad: un análisis empírico. Valencia: Universidad de Valencia, Departamento de Análisis Económico, 1997 · AAVV. A la deriva (por los circuitos de la precariedad femenina). Madrid: Traficantes de Sueños, 2004. · José Ignacio Pérez Infante. Las estadísticas del mercado de trabajo en España. Madrid: Ministerio de trabajo y asuntos sociales, 2006.

LA SOCIEDAD FOTOGRÁFICA

“ PATA S D E A R A Ñ A ” CONVOCA A TODOS AQUELLOS QUE QUIERAN PA R T I C I PA R E N N U E S T R O PROYECTO VISUAL

ECOS DE UNA FOTOGRAFÍA HISTÓRICA

C O N V O C AT O R I A E N w w w. pa ta s d e a r a n h a . c o m

El Horóscopo de Diana El entorno laboral podría provocarte ansiedad y desasosiego. Tus proyectos parecen estancados, pero debes seguir con ellos. No hay nada que pueda hacer al respecto. No encuentras aquello que de verdad deseas, tienes que quererte más. Parece que reina el mal humor. No te preocupes por cosas que no puedes cambiar.

No estás especialmente brillante en el entorno laboral. Procura emprender sólo lo que seas capaz de acometer. Déjate guiar por tus intuiciones y por esa percepción tan despierta que tienes ahora, y comprenderás mejor al prójimo que te rodea. Tu estado de salud no termina de mejorar completamente. El silencio es salud.

Oportunidad para cambiar tu vida y hacer que sea como sueñas. Tu mente no estará demasiado clara. Las discusiones te harán sentir que necesitas más libertad. Haz cosas diferentes que te ayuden a encontrar tu camino. Desconecta del mundanal ruido y cultiva el espíritu.

Ha logrado un equilibrio realmente formidable entre sus obligaciones y el placer. Sigues gastando mucho, más de lo que debes; modérate y evita las compras compulsivas. No se encierre en su propia trampa. Si has puesto esperanzas en alguien, puedes decepcionarte. Trate de sostenerlo en el tiempo. Recurra a sus rincones más íntimos para decidir. No seas tacaña en el halago.

La sobrecarga de trabajo te hará sentirte imprescindible y pensar en un futuro reconocimiento. No te dejes comer terreno en el trabajo. Resiste aunque no sepas muy bien hacia dónde tirar. Se te da muy bien hablar de amor y más ahora que estás tan imaginativa. Procura vigilar el uso de la tarjeta de crédito al comprar. Apuesta por la vida e invierte en tí.

Las relaciones con la familia serán una pesada carga para tí. Poner límites a los demás, no es cómodo, pero es saludable. Procura capear el temporal y ser amable. Tu comportamiento deja mucho que desear, intenta corregirte. Si ahora te embarcas en una relación amorosa poco profunda, lo más probable e que metas la pata y te compliques la vida.

Medita un poco y ponte en contacto con tu sabio interior. Recupere esas pequeñas cosas que tanto placer le daban. Come con moderación, vigila tu salud y haz deporte. Tu amor necesita de tu aprobación. Canaliza bien la energía de Marte hacia los encuentros lúdicos y eróticos que se puedan procudir. Hazlo.

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Buenos tiempos para asuntos de dinero. No te preocupes por tu economía, está bastante saneada. Reserva un tiempo para los pequeños placeres personales. Puede aparecer alguien nuevo y estimulante que te atraerá muchísimo. No dejes que las dudas y elmiedo se adueñen de tu mente y evitarás errores. Saldrás ganando.

Los problemas y desacuerdos con tu pareja podrían surgir por cuestiones de dinero, por un exceso de gastos o de ambos. Esa oferta de trabajo es tan tentadora como sospechosa. Se encuentra aturdido con la cantidad de opciones que se le presentan. Si quieres que el fin de semana te alegre el ánimo, vete de compras.

Te sientes con fuerzas para hacerte valer. Busca objetivos a largo plazo y piensa en el futuro. Usa tu intuición, no te lances de forma descontrolada a conseguir aquello que deseas. Insiste en tu actitud, aunque tu pareja no te comprenda. Eres más sensible delo que aparentas, podrías desilusionarte.

Deja aquello que has emprendido y que no te compensa. Haces bien en esforzarte para que las cosas salgan adelante. Tus intereses y los de tu pareja podrían ir por vías diferentes. Sé más prudente y diplomática que de costumbre. Ten mucho cuidado con los detalles. Ha llegado la hora de dar un paso al frente y de no quedarte estancada en la rutina sin moverte.

Fuertes pasiones podrían alterar tu estado de ánimo, déjalas fluir libremente, no te resistas. Las relaciones de pareja están en un punto crítico para negociar, apaciguar y buscar puntos de encuentro. Los acontecimientos no siempre salen tal y como te gustaría. Evita malentendidos. No es posible estar bien con todo el mundo, así que despreocúpate.

El vocabulario, las palabras clave que han cruzado este proyecto pueden ser: Rutinario-Poder-TransversalidadPertenencia-Frontera-Borde-Comunidad-EncrucijadaHija-Exilio-Asociaciones-Estrategias-Local... Sin embargo la palabra estrella ha sido invisibilidad y también es una de las claves por las que nos ha interesado buscar a mujeres que hablaran en primera persona. A continuación veremos algunos contextos que introducen lo invisible en relación a los trabajos de la mujer incluso en el desempleo o la “inactividad”. · El gasto muscular de una trabajadora doméstica para demostrar que su trabajo es realmente más exigente y nocivo para la salud que muchos otros. Otra situación de invisibilización del trabajo doméstico. · En los procesos económicos internacionales las dinámicas de género han sido invisibilizadas en términos de su articulación concreta con la economía global. · El trabajo “invisible” de las mujeres en la producción de alimentos y en la satisfacción de otras necesidades de las economías de subsistencia contribuyó a mantener los sueldos a niveles extremadamente bajos en las plantaciones comerciales y en las minas, siempre adaptadas a los mercados de exportación emergentes. Decir que trabajo es mucho más que trabajo asalariado desde un posicionamiento feminista implica hablar de invisibilización de las mujeres mismas, apropiación de sus experiencias, negación de la complejidad de sus vivencias de subordinación y resistencia y negación de sus diferencias, infravaloración de la responsabilidad de los mercados en la recreación de jerarquías sociales… · El sujeto protagonista no es individual sino colectivo, el protagonismo de las mujeres, la lógica del cuidado, los afectos, la transversalidad y las redes. Características a las que hay que añadir otras cruciales: su gratuidad e invisibilidad.

El Silencio del Trabajo Labores Sileciosas Con motivo de la convocatoria AZUD 06 mujer y sociedad propusimos la publicación de este boletínperiódico de única edición con el título PEPI (periódico de mujeres Paradas e Inactivas) cuyo objetivo principal es tratar sobre la mujer y su situación en el ámbito laboral. Con este título como premisa queríamos referirnos a dos vertientes principales por un lado por silencios del trabajo entendemos los momentos en los que la actividad laboral queda suspendida: los períodos

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de formación, el desempleo (no es casualidad que las mayores cotas se den entre mujeres), ocio, bajas de maternidad, precariedad laboral, enfermedades que impiden trabajar, jubilación, etc. Estadios intermedios entre un estado de actividad y otro que en ningún caso pueden identificarse con pasividad, más bien nos ofrecen un retrato reflejado de las mujeres trabajadoras. Por eso aludimos a las labores silenciosas, aquellas que no son consideradas dentro del terreno profesional, que son invisibilizadas por la sociedad y que sin embargo suponen la estructuración del hogar, de la familia y muchas veces de la sociedad cuando las instituciones no proveen de los medios necesarios para garantizar el cuidado de nuestros conciudadanos. Nuestra aproximación en este sentido no pretende alcanzar ni la objetividad ni la verdad sino crear un espacio donde algunos aspectos de lo real puedan tomar la palabra: favoreciendo un contacto ínter humano diferente al de las "zonas de comunicación" masiva. Canales que no exigen promoción, que no compiten en el espectáculo sino que lo parasitan. Los testimonios,s entrevistas son una forma de recoger y recobrar la cultura oral que debe conformar cualquier espacio de comunicación para que se produzca la transmisión de experiencias, el conocimiento divergente de los fuentes únicas que simbolizan los grandes grupos de comunicación. Las imágenes del periódico son obras que hacen referencia a cuestiones de género y que problematizan el papel de la mujer en la sociedad, dibujos que interrumpen el tiempo de narración, fotografías que han realizado mujeres registrando los “escenarios” cotidianos, etc. Detenerse en el desempleo, supone hablar de desigualdad pero también de una posición privilegiada si supiéramos aprovecharla… El punto imaginario en el que nos encontramos es el de formar parte de la población activa pero en un estado indeterminado. Un limbo en el que la subversión tiene posibilidad de acontecer.


De la generación frustrada a la generación estafada. Cómo llegamos a convertirnos en JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente (pre)Paradas) Leonor Ruiz En los años 70 España parecía preparada para una revolución, la femenina. Tras años de represión y opresión, la situación se hacía insostenible por más tiempo. Las mujeres se encontraban en un estado de total desamparo jurídico, necesitando la autorización de los hombres para todo. No tenían ningún poder de decisión sobre su cuerpo, sobre la concepción, sobre su dinero, sobre sus bienes, etc. Habían sido educadas por sus madres, por la sociedad, para ser también a su vez madres y esposas. Abnegadas, sumisas, dependientes (en todos los sentidos). Educadas para mantener un papel que las negaba como personas. Pero se rebelaron. En 30 años consiguieron la igualdad jurídica, acceso a anticonceptivos, independencia económica, estudios superiores, etc. Pero no todas ni en todos los ámbitos. Para muchas quedó sólo en sueños. Sin acceso a los recursos necesarios y con una carga de tradición demasiado pesada, muchas no pudieron conseguir más que unos estudios primarios. Otras ni eso, viéndose obligadas a abandonarlos para cuidar de padres y hermanos. Carencias de las que fueron conscientes en su momento, y años después. Las que trabajaron antes de casarse lo hicieron en empleos de baja cualificación, en fábricas o como secretarias. Y además se daba por hecho que en cuanto se casasen pasarían a ocupar su lugar en el espacio doméstico. Una vez contraído matrimonio no era necesario para una mujer seguir trabajando, ya que tenía a su marido para mantenerla, y ella debía poner su empeño en cuidarlo y darle hijos, a los que también atendería en dedicación exclusiva. Algunas sí tuvieron posibilidad de cursar estudios superiores, pero siempre en carreras consideradas femeninas, como Enfermería o Magisterio. Y no todas consiguieron ejercer de lo estudiado. Sin contar las que tuvieron que abandonar una vez casadas o después de tener un hijo. Miles se convirtieron en amas de casa. Ése era el destino que se había previsto para ellas. España estaba preparada para una revolución, y la tuvo. Pero quizás nunca llegó al nivel deseado. Y las mujeres que en los 70 rondaban los 20 años lo supieron. Eran conscientes de ese “fracaso”. Y fueron tomando más conciencia con el paso de los años, sobre todo cuando la sociedad comenzó a despreciar su trabajo, y a tomarlas

como si realmente hubieran fracasado. Se acuñó el término maruja, y la misma sociedad que les había negado un rol social, que las había arrinconado en casa, convenciéndolas de que eso era motivo de orgullo, las rebajó humillándolas, tratándolas de locas amargadas cuya única obsesión en la vida era saber el final de la telenovela. Ese sentimiento de fracaso se transmitió también a sus hijos, sobre todo a sus hijas, que no llegaron a conocer la existencia de esa revolución, y adoptaron de forma inconsciente esa visión de sus madres como seres fracasados y mediocres. Como personas que habían renunciado a su vida para cuidar

pertenezca. De esta generación, que es la de nuestras madres, pasamos a la nuestra, la de las que ahora nos acercamos ya casi a la treintena, la “generación estafada”. Nuestras madres quisieron subsanar el error cometido con ellas impulsándonos a estudiar, para poder ser independientes y elegir. Nuestra generación puede estudiar lo que quiera, ya no sólo carreras de mujeres. Ellas creyeron que llegaríamos lejos estudiando, que así alcanzaríamos el trabajo deseado, que llegaríamos a directivas de grandes empresas. Ninguna quiere para sus hijas el trabajo de ama de casa, nos han enseñado a exigir a nuestras parejas y al mundo igualdad y respeto.

de su familia sin oponer la más mínima resistencia. Es posible que una vez conseguida la igualdad jurídica y otros derechos sociales, como la anticoncepción, la lucha se relajara, y muchas tuvieran la sensación de que ya era demasiado tarde (para seguir estudiando, para buscar un trabajo,…). A esta generación, que en la actualidad ronda los cincuenta años, se la denomina “generación frustrada” o “generación bisagra”. Un grupo de mujeres que quedó atrapado entre lo que rechazaban de sus madres y lo que no pudieron conseguir para ellas mismas, y que sí alcanzaron sus hijas. La revolución culminaría en estas últimas, que redimirían su rendición. Hoy esas mujeres son conscientes de lo que no tuvieron, de lo que se las privó, y algunas intentan luchar por ser realmente libres, vuelven a estudiar y dejan las casas para incorporarse al mercado laboral. Paradas de largo recorrido, las llaman, como si nunca hubieran hecho nada. Ni siquiera entraban en los patrones de población activa. Cuando se les habla por primera vez a estas mujeres del término “generación frustrada”, muchas no se sienten identificadas, pero luego te cuentan su historia, los estudios abandonados, la soledad de la casa, los sueños que no se cumplieron,… En general no se arrepienten de la decisión tomada, porque sopesan y sienten que les ha compensado el sacrificio. Sin embargo acusan igualmente la pérdida de oportunidades. Porque todo su desarrollo se dio en relación a otros, como madres, como esposas, pero nunca como personas. Así muchas sienten hoy un vacío, sienten que no tienen nada que les

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Pero de nuevo nos han engañado, a ellas y a nosotras, la generación estafada es una generación sobrecualificada para los trabajos que hay en el mercado. Miles de licenciadas, muchas más que licenciados, que encuentran trabajos de pizzeras, azafatas, administrativas o servicio doméstico. O que no encuentran nada. Que cobran menos que los hombres, y de las que aún se espera que sean buenas amas de casa. Que jamás tendrán casa propia, ni un empleo estable, porque la temporalidad en las mujeres es infinitamente mayor que en los hombres. Que jamás serán directivas, o si lo son aparecerán en revistas por ser la excepción. Que siempre serán doblemente cuestionadas por el solo hecho de ser mujeres. Así nos convertimos en JASP, Jóvenes Aunque Sobradamente (pre) Paradas. Madres e hijas vamos juntas a la cola del paro, sabiendo que en realidad apenas ha cambiado nada. La frustración se extiende.

Movimientos Registrados Leer las encuestas supone hacerse preguntas y si es cierto que muchas mujeres deciden no trabajar también lo es que la primera causa de desigualdad entre hombres y mujeres viene determinada por las dificultades para acceder al empleo, recibir la misma remuneración por el trabajo, ascender a puestos de decisión… Una relación asimétrica de poder en la construcción de las identidades masculina y femenina que a veces se traduce como un incremento en el riesgo de sufrir agresiones. El porcentaje de mujeres ocupadas de 15 a 64 años en 2001 en el norte de Europa ascendía al 72,4% en Suecia o Dinamarca o un 65,4 % Finlandia mientras en el sur los valores sitúan en un 40% en Grecia seguida de Italia con un 41% y España con un 43% sobre la población total. Pero si de estadísticas estamos hablando ¿cómo medimos el trabajo de cuidados? Las mujeres de todos los países dedican más tiempo a cuidar a sus hijos que los hombres. En el sur de Europa e Irlanda la proporción es de dos a cuatro veces superior que los hombres. En ocho estados europeos las mujeres de 20 a 49 años dedican más de 45 horas semanales al cuidado de los hijos, mientras los hombres se calcula que menos de 30 horas por semana. ¿Qué se queda fuera de las estadísticas? ¿quién cuida y en qué condiciones? ¿cómo son los tránsitos entre “trabajo” y “no trabajo”? ¿cómo son las entrevistas de trabajo? ¿cuál es la perspectiva que podemos tener desde la migración, desde el exilio? Pero tal vez la primera pregunta debería ser ¿qué es trabajo? Evidentemente nuestra lectura está condicionada por la geografía capitalista en la que el valor único que condiciona nuestra lectura es el económico:

Fotografías: María Hernández

de menores esta cifra asciende a nueve millones de empleos. A ninguno se nos escapa que estos trabajos implican un componente afectivo y relacional muy fuerte: no se trata únicamente de prestar un servicio, si no que se presta un servicio a alguien, se crean redes sociales. Por eso cuando en el año 2010 haya entre 1.725.000 y 2.352.000 personas mayores dependientes y la población cuidadora se reduzca (potencialmente) en 1 millón de personas tal vez sea el momento de pensar sobre las necesidades de las personas como eje de la organización social.

Las encuestas de población activa (EPA) diferencian entre trabajo productivo e improductivo por lo tanto la clave es la producción de valor. Desde nuestra posición debemos destacar otros parámetros: recuperar las actividades invisibilizadas, destacar “los otros trabajos”, nombrar a las protagonistas, rechazar el mercado monetario como el eje del análisis. Tal vez aquí entra en juego otras estadísticas: En España, las mujeres realizan un trabajo de cuidado de personas mayores equivalente a dos millones y medio de empleos. En el caso de cuidados

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Fotografías: Olga García


¿Nuevos yacimientos de empleo o perpetuación de roles?

Cuaderno de Balance Soy un ama de casa de 51 años, somos una familia de 8 personas, tengo estudios superiores, he trabajado durante 10 años y actualmente me gustaría volver a trabajar y me planteo varias preguntas. Después de 18 años en labores domésticas ¿a quién le interesa la inserción a partir de los 50? Y por otro lado pienso ¿es que el ama de casa está en paro? ¿me “podrían” decir cuántas horas estoy parada al cabo del día? ¿qué sueldo debería tener un ama de casa? ¿por qué no tienes derecho a nada?

El cuaderno de balance de este proyecto es un libro en el que recogimos testimonios de mujeres que han querido depositar aquí sus experiencias, reflexiones y vivencias. Con una biblioteca ambulante recorrimos algunos pueblos del Valle de Ricote repartiendo zumos, ofreciendo libros (si quieres puedes leer) y pidiendo a las mujeres que colaboraran en nuestro proyecto. También llevamos este cuaderno a academias para la formación de desempleados e institutos buscando otros puntos de vista que enriquecieran nuestra perspectiva sobre el tema e intentando huir de la visión homogénea de la realidad que tan a menudo nos ofrecen los canales de difusión masiva.

¡Hola! Me llamo Ana y tengo 28 años. Después de tres años trabajando estoy ahora mismo desempleada por decisión propia. Y aunque parezca paradójico, me siento feliz. ¿Por qué? Porque he podido empezar unos estudios que me encantan y que me van a ofrecer más perspectivas laborales (espero) que mejores. Creo que soy afortunada porque esto es posible gracias al apoyo de mi familia y de mi novio. De todas maneras, me estoy planteando buscar un trabajo a media jornada con algún tipo de relación con mis nuevos estudios. En resumen, mi experiencia como persona desempleada está siendo positiva. Un saludo.

Trabajo en una empresa donde todos los socios son hombres y al quedarme embarazada y querer acogerme a la ley de reducción de jornada me encontré con el problema de que incluso se plantearon el despedirme. Al final y tras asesorarme el comité de UGT, me hicieron un escrito y la empresa y yo acordamos esa reducción ya que por ley, me corresponde. Pero lo penoso, es que haya todavía empresarios tan arcaicos con respecto a la mujer trabajadora y ama de casa. Yo soy ama de casa con un adolescente de 17 años y una niña de 9, estoy muy contenta por haber estado siempre dentro de casa no por la limpieza, ni por otras cosas, sino por la experiencia que tengo de haber estado con mis hijos haberlos criado y haber estado con ellos educándolos mientras crecen, ellos se lo merecen y lo necesitan.

¡Hola! Me llamo Maria Rosa. Tengo 51 años estoy desempleada desde Junio de 2004 (o sea, no cobro salario ni cotizo a la Seguridad Social) después de 18 meses de baja laboral. Comencé a trabajar oficialmente y cotizando a la Seguridad Social a los 14 años. Entonces la jornada laboral era de 45 horas semanales, las cuales yo compaginaba con estudios nocturnos, también ayudaba a mi madre en tareas del hogar y negocio (teníamos un pequeño comercio). A los 24 años me casé, tuve 2 hijos a la vez que trabajaba y hacía las tareas “propias” de ama de casa cuidaba de ellos. En el año 88 cree una pequeña empresa de confección, en el 95 aprobé el acceso a la Universidad, llegué a la Universidad pero en el 99 lo dejé (no pude acabar la carrera). El motor se quemó, empecé a sentirme mal, me dolía todo el cuerpo, no podía dormir, no me podía concentrar… así hasta que en el año 2003 decidí averiguar qué me estaba pasando. Me diagnosticaron una “rara” enfermedad llamada “fibromialgia” y después de 28 años cotizados y de ser mi primera baja laboral por enfermedad, me trataron o así lo percibí yo, como a una hipocondríaca, que lo que no quería era trabajar, o tal vez como algo peor. En la actualidad son muchas las mujeres diagnosticadas al igual que yo, de fibromialgia y fatiga crónica cuando probablemente su problema principal es que están doloridas de tanto trabajo y esfuerzo sin apenas descanso. Secuelas aparte, en la actualidad yo me encuentro “muy bien” y considero que no tengo ningún tipo de enfermedad crónica “rara” teniendo en cuenta que existen profesionales de la sanidad que ni siquiera cree en “ella”. Conclusión: la fibromialgia es una enfermedad considerada propia de mujeres en el 97% de los casos. Curioso dato ¿verdad? ¿por qué será? Un abrazo.

Me gusta ser ama de casa. Me divierto mucho viendo a mi hija crecer, hacer la comida para los míos y cuidar mi hogar. Lo único es que no encuentro ninguna compensa a cambio, parece que no estoy trabajando para nadie, pero trabajo más que nunca. Hoy en día pienso que es un lujo ser ama de casa, porque no puedes trabajar y dependes del sueldo de tu marido. Es bastante difícil llegar a final de mes. Lo peor de todo es que acabas agotado al final del día y encima tienes la sensación de que no haces nada, no hay sueldo. Te sientes culpable de no aportar algo de dinero. Pero aún así, prefiero criar a mi hija yo misma si no me arrepentiría toda mi vida. Es genial. 17 años, estudiante de 2º de Bachillerato. Para mi una mujer desempleada no es simplemente un ama de casa como muchos tienen la idea ya que cada vez más las mujeres estudian y trabajan, por eso las desempleadas son simplemente personas con estudios que tratan de encontrar un empleo como cualquier otro, aunque esto es cada vez más difícil porque todos queremos encontrar empleo en aquello que hemos estudiado. A mi personalmente me gustaría estudiar la carrera de Arquitectura y trabajar como arquitecto pero por mi cuenta o en un grupo pequeño, me gustaría ser mi propia jefa. Ama de casa: bien, los tuyos atendidos, puedes cuidar a los padres, pero el trabajo está poco valorado, parece que tienes mucho tiempo para todo, pero es justo lo contrario. En definitiva, un esfuerzo con muy pocas gratificaciones, y sin derecho a pensión el día de mañana.

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Leonor Ruiz

Tengo 17 años y estoy estudiando segundo de Bachillerato, dentro del ámbito científico-técnico. Cuando termine el curso me gustaría acceder a un módulo de grado superior que tenga relación con la arquitectura, ya que este campo me gusta mucho pero no me siento capacitada para estudiar la carrera de arquitecto. Creo que es muy importante el trabajo para las mujeres ya que una mujer desempleada sólo está en casa, cuidando a los niños y haciendo las labores del hogar y esto puede llegar a ser aburrido, además en una casa es muy importante la economía y si los dos cónyuges trabajan esta será mucho mejor, por eso creo que tanto hombres como mujeres deben trabajar.

El SEF (Servicio para el Empleo y la Formación) ha creado nuevos yacimientos de empleo dirigidos expresamente a mujeres. En primer lugar cabría saber qué es un yacimiento de empleo, antes de analizar la interesante oferta. Según la RAE un yacimiento es un sitio donde se halla naturalmente una roca, un mineral o un fósil. Aunque si nos atenemos a la segunda definición, es también un lugar donde se hallan restos arqueológicos. Entonces un yacimiento de empleo debe ser un sitio donde se halla naturalmente ¿un empleo? Al parecer los señores del SEF son más irónicos y se adhieren a la segunda definición, ya que sus “nuevos” yacimientos tienen ecos desgraciadamente bastante conocidos para la población femenina. El nuevo puesto de trabajo que han creado es el de cuidador de personas dependientes. Hagamos un poco de arqueología. El perfil del cuidador de personas dependientes es una mujer, que ronda los cincuenta años, soltera y sin un trabajo remunerado. A menudo esta mujer es pariente de la persona a la que cuida, suele ser su nuera, su hija, su hermana o su madre. Esto ha sido así durante siglos. Es una tarea que siempre se ha encargado a las mujeres, dándose por hecho que era una responsabilidad que ellas debían acometer. Hasta hace no muchos años, solía haber en las familias una hija que permanecía soltera, y cuya única misión en la vida era cuidar de sus padres, sobre todo cuando ellos no pudieran valerse por sí mismos. Aunque las que se casaban tampoco quedaban exentas de cuidar de padres o suegros. Se da por hecho que el cuidado de enfermos, de niños y de ancianos, es una tarea propiamente femenina, como si perteneciera a su código genético. Por eso siempre se ha encaminado a las mujeres al estudio de carreras como Enfermería, Puericultura o Magisterio. Tal debe ser nuestra vocación como féminas que el SEF ha decidido convertir un hecho cultural machista en algo legítimo, dándole el título de verdad irrebatible. En los nuevos yacimientos de empleo para mujeres, en esos nuevos empleos pensados sólo para ellas, encontramos con estupor infinidad de cursos sobre cuidado de personas dependientes, ayudas para crear empresas de servicio a personas dependientes, y…..nada más. Ningún otro tipo de empleo, como si las mujeres no debieran nunca haber salido del espacio doméstico, y debieran volver a él asumiendo su verdadero valor laboral. Suponemos que en este tipo de trabajo lo más valorable debe ser el instinto maternal de la candidata, ese poder mágico que tienen las mujeres y que las cualifica automáticamente para cuidar de otros. Siguiendo con la excavación de restos arqueológicos, hallamos que precisamente esos yacimientos van enfocados a ese perfil de mujer que comentábamos al

Soy médico y tengo 27 años, he pasado toda mi vida preparándome y formándome para ello, mi madre a mi edad tenía 3 hijos y llevaba varios años dirigiendo mi casa, gracias a ella y a su dedicación y esfuerzo como “parada” yo he logrado llegar hasta aquí. Muchas gracias por ese trabajo tan poco recompensado por parte de la sociedad mami. Inma. Ama de casa y trabajo también fuera. El trabajo dentro de casa es poco agradecido. Todos los días tienes que hacer lo mismo, y cuando termina el día todo está deshecho. Prefiero el trabajo fuera de casa es más satisfactorio.

Llevo 6 años viviendo sola, estudiando y trabajando temporalmente. En la actualidad me encuentro desempleada por la dificultad de encontrar un puesto de trabajo incompatible con mis estudios; por ello ocupé ese tiempo libre realizando un curso en el SEF pero esto supone estar atareada mañanas y tardes por lo que no me queda tiempo excepto las noches y los fines de semana; es entonces cuando realizo las tareas domésticas (lavar, cocinar, comprar, etc) No me incomodan las tareas domésticas o ser ama de casa pero porque vivo sola, tengo claro que no sería fácil compartir labores y estudios si tuviera que responsabilizarme de una familia, creo que debería renunciar a alguno de mis estudios. De todas maneras, ya estoy buscando trabajo para cuando termine el curso pues necesito sentir la independencia y sobre todo, autorrealización propias. Soy consciente de que este ritmo de vida limita la dedicación al hogar pero en el ámbito laboral cada día exigen más formación para poder acceder a un trabajo.

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principio: paradas de larga duración, que rondan los cincuenta y que, a menudo, compaginaron familia y empleo hasta que tuvieron que abandonar el segundo. Pero, ya se sabe, las mujeres han de cuidar de las familias, es lo que saben hacer, y es tan bonito ver como las mantienen unidas, que es un privilegio que tengan la oportunidad de convertir un deseo generoso y espontáneo, en un trabajo remunerado. Al igual que ocurre con las inmigrantes. ¿Quién pensó que ellas se podían sentir frustradas al llegar aquí y comenzar a trabajar cuidando ancianos, realizando un trabajo para el que no sólo no estaban preparadas, sino que además no se correspondía en nada con su cualificación profesional? ¿Por qué no se les ofrece a esas mujeres un verdadero trabajo acorde a su preparación académica y personal? ¿Por qué convertir un trabajo que se ejerce por supervivencia en una profesión, sin tener en cuenta la realidad de las personas que lo ejercen y si les es realmente gratificante? Como a menudo hemos oído decir a las asociaciones de inmigrantes, con relación a la inmigración, especialmente a la femenina, existen unos determinados nichos laborales, puestos de trabajo por los que pasarán independientemente de su bagaje cultural o social. Entre estos nichos se encuentra el trabajo doméstico. No importa si la mujer que llega a España es ingeniera, médica, o administrativa, porque aquí no es nadie, y acabará como empleada de hogar, o cuidando ancianos y niños. Nadie les pregunta si han estudiado algo relacionado con eso, si tienen alguna preparación específica. Son mujeres. Saben hacerlo. Según dicen, los puestos de trabajo surgen teniendo en cuenta las necesidades del mercado (que no las de los aspirantes al empleo). Ante una población cada vez más envejecida, ciertamente será preciso en unos años un gran número de empleados preparados para atender a las personas dependientes. Pero, según el Sistema, ese futuro deber ser escrito en femenino. De nuevo la sumisión femenina, su entrega desinteresada a los demás, de nuevo el silencio de sus voces a las que nadie pregunta. De nuevo una realidad que no se convierte en equitativa, el trabajo con personas dependientes se eterniza como un “trabajo para mujeres”, redundando en su injusticia y enquistándose. Perpetuando esos roles apolillados que nos hacen tan candorosas. ¿Hay un verdadero estudio de mercado tras esta oferta, hay un verdadero interés por incorporar a la mujer al mercado laboral, teniendo en cuenta sus verdaderas capacidades. O sólo estamos matando dos pájaros de un tiro?. Aunque parezca lo de siempre, y la oferta nos suene a pura arqueología, no olvidemos que para el SEF son sólo nuevos yacimientos de empleo. Siempre pensando en nosotras. Gracias.


Occidente por Accidente Apariencia y Normalidad Ángel Cuadros Soy un ser humano, sexo masculino, heterosexual. El texto que voy a desarrollar a continuación no pretende poseer un carácter científico ni absoluto. Es exclusivamente una visión que aborda la problemática de la mujer en el mundo contemporáneo. Parte de un retrato social de la mujer en la posmodernidad que desarrollé realizando entrevistas caseras a modo de conversaciones familiares con humanos que subjetivamente consideré interesantes y que podían aportar una información curiosa y relevante. Todas las entrevistas fueron realizadas a "seres humanos de sexo femenino y sexo masculino" que conocí durante un viaje con escalas a Bosnia. La pretensión de este texto es la de servir como material para la metareflexión, abordándolo desde el sentido más crítico posible. La primera chica que me aportó su ayuda se llama Lucilla, la conocí en el norte de Italia, en Gorizia. Acababa de "laurearse" (vendría a ser algo parecido a licenciarse) y la tesis que presentó como proyecto final de carrera trataba de explicar la adaptación de la mujer a una sociedad que tecnológicamente ha ido cambiando a una velocidad descomunal, así como su posición social en la actualidad. Fue una verdadera suerte coincidir con ella en el tiempo y la circunstancia precisa. Cuando le pregunté por su opinión concreta, trató de hacerme un resumen conceptual, algo que evidentemente le resultó bastante difícil. Ante todo piensa que ha de cambiar la posición social de la mujer. Ofrecía una visión crítica en la cual la mujer se enfrenta a toda una serie de prejuicios y estereotipos que la amenazan y manipulan. Podríamos estar hablando de un “sociotipo”, más bien, que encasilla a la mujer en una sociedad que tiene muy claro lo que espera de ella, y que además la condena limitando su libertad personal y creativa, antes incluso de que ésta nazca. Una sociedad totalitarista en la que el individuo no vale nada, por lo menos alejado de un contexto global, complica las cosas e imposibilita un cambio de mentalidad impidiendo que ésta modifique su posición social. Esto explica que pese a la evolución en los valores que estamos viviendo y nuestra emancipación evidente con respeto del pasado, no es que la mujer halla progresado significativamente, o por lo menos no lo suficiente. Entendía que debería cambiar la representación que se hace de la mujer dentro de la sociedad para que el cambio fuese valioso y pudiera llegar a ser total. Finalmente añadía un toque decadente a su tesis, proclamando que, aunque el papel de la mujer vaya cambiando progresivamente jamás se conseguiría una

en el que la mujer sin dinero prefiere comprar el susodicho traje a alimentarse. Esto nos sirve como ejemplo para observar y analizar el estado de represión en el que ésta se encuentra. Algo que comprobamos en el mismo momento en el que advertimos como existen leyes vigentes que tratan de diferente forma al hombre y a la mujer. Por ejemplo: si un hombre es adultero, no ocurre nada, pero si lo es una mujer, ésta es castigada. Si la ley es diferente para las mujeres que para los hombres, la igualdad se convierte en un chiste, una guasa, una palabra con la que tranquilizar las conciencias que todavía se atrevan a removerse. Parece que al final lo mejor es adaptarse al medio y sobrevivir pensando que quizás deba ser así, y que el día de los derechos de la mujer es un regalo que hay que disfrutar, y ponerse todo lo hermosa que sea posible, porque solo hay un día y es una ocasión especial. Y como se tiene la suerte de ser mujer, lo mejor es arreglarse. Una noche en Bosnia, por segunda vez en Sarajevo, en Halloween, me topé en un bar con una chica que balbuceaba algo de castellano. Parecía bastante inteligente y enseguida surgió una animada conversación en inglés, que a mi juicio resulto altamente interesante. Recuerdo que al llegar a Sarajevo apenas lo reconocí. Habían pasado unos pocos años desde la primera vez, pero el cambio era salvaje. La mayor parte de calles y edificios estaban en obras o habían sido restaurados.

igualdad de género. Sobre todo teniendo en cuenta la biología de la mujer, debido a que por naturaleza estaba condenada a ser madre y ama de casa. Días posteriores, buscando alojamiento en Ljubljana, la capital de Eslovenia, encontré a Jean Paul, un francés que trabajaba en África para una ONG. Me contó que en los pueblos el hombre dictaba las normas, y que las mujeres tenían muchos hijos y pocos derechos. En la ciudad el panorama distaba, y algunas mujeres trabajaban y vivían con sus maridos en un apartamento de su propiedad. Pero en líneas generales era la mujer quien se ocupaba de los trabajos caseros, de cuidar a los niños, etc. Digamos que cumplía una “función tradicional”. Al mismo tiempo la mujer se moviliza y lucha por ir aumentando sus derechos y libertades, pero siempre choca contra la barrera de una sociedad cuyo sistema es brutalmente patriarcal y se encuentra tan enraizado políticamente que se ha normalizado, es decir: “es lo normal”. El problema añadido de la pobreza provoca que un gran número de chicas jóvenes acaben ejerciendo la prostitución. Me contó que en la zona en la que residía, tal día como hoy, Día Internacional de la Mujer , las mujeres pueden hacer lo que quieran. Se emborrachan, salen a las calles vestidas de gala, todas iguales, con un traje típico, cantan y bailan. La nota discordante es que este vestido se convierte en una perversión en el momento

Sarajevo había sabido explotar su faceta turística de ciudad histórica, y el morbo atraía oleadas de extranjeros con ganas de satisfacer su curiosidad y enriquecer consecuentemente la economía del país. Sin embargo ahora se encontraban ante otros problemas. La chica (Nevena), me relató que Bosnia, después de la guerra había fijado su mirada en occidente como modelo de desarrollo. Todo cambia progresivamente y la mujer se encuentra en una situación nueva y distinta. Para la mujer de Bosnia es muy difícil hacer frente a los problemas que la sociedad contemporánea europea plantea. Son problemas a los que nunca antes se había enfrentado: abusos, violencia doméstica... los típicos problemas que emergen de sociedades capitalistas desarrolladas. Para ella, son problemas para los cuales no está preparada. Por tanto, la guerra es transfigurada a un machismo y sucede modernamente. Guino es un italiano adulto, que dedicó gran parte de su vida a viajar por Sudamérica, fascinado por su cultura y folclore. Hablaba con aire resuelto y bohemio. Le pedí que escribiera su opinión en mi libreta, a lo que accedió encantado. Escribió que las mujeres son muy lindas, que no creía en la diferencia intelectual, y argumentó que una vida en comunión de género debería convertirse en el objetivo de todos. Me dijo que sinceramente no entendía porque la gente se esforzaba en fabricar diferencias, cuando las únicas existentes son las de tipología anatómica. Mientras el hombre posmoderno busca su reflejo en los escaparates, como intentando hallar algo que perdió hace mucho tiempo y que sin embargo apenas recuerda de qué se trata, la mujer sufre una falta de reconocimiento sociocultural que sería remediable gracias a un proceso abierto de reeducación ciudadana y ciertos cambios en el sistema. Pero algo que descubrí durante mi viaje es que el “buen ambiente” en una comunidad instaura un clima de seguridad gracias al cual los individuos que lo componen se muestran “activamente tolerantes”. La apariencia y la normalidad, la imagen de marketing con la que el sistema capitalista se promociona es una falsa y peligrosa arma de múltiples filos.

Fotografías: Ángel Cuadros

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Información extraída de la Hemeroteca de la Biblioteca Regional de Murcia, periódico La Verdad, Marzo 1972 7


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