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Machismo, masculinidad tóxica y chicos
Parte dos
El mes pasado, hablé del juego peligroso que nuestra sociedad requiere de nuestros chicos. Nuestra cultura en su totalidad incentiva este juego; el panorama mundial de los medios de comunicación está lleno de ejemplos autoproclamados por chicos jóvenes. Es casi bastante que la idea de la crianza de hombres buenos de los niños parece imposible. ¿Cómo podemos luchar contra tanta corriente arrolladora?
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Tengo suficiente experiencia de intentar ser un hombre que yo sé que han maneras positivas de estar macho. Podemos motivar a los niños la búsqueda de estas maneras, y si motivásemos a ellos como una comunidad, tendrían posibilidad mientras desarrollan en hombres. A ver. ¿Qué podemos incentivar en los chicos? Muchas cosas, pero porque tengo espacio limitado, voy a emplear una lista numerada convenientemente de cuatro rasgos estereotípicos de la masculinidad y hablar de cómo usarlos por el bien y no lo malo. Mira, solo soy una asistente legal. No tengo todas las soluciones.
1. EL LIDEraZGO Nuestra sociedad espera que los hombres sean lideres. En realidad, enseña a los niños cómo estar tercos, mandones y arrogantes. El liderazgo bueno implica escuchar y considerar las ideas de otras personas. Significa conocer los límites de tu conocimiento y en quien confiar por consejo. Supone la habilidad de tener una visión más amplia y ayudar a ti y a otras personas para realizar una meta. Nuestra sociedad concibe el liderazgo con el individual, no el grupo, al centro, y debemos modelar el opuesto para los chicos.
2. La FOrTaLEZa El mensaje que los hombres verdaderos no lloran es tan universal que no necesito elaborar más. Los hombres y chicos en nuestra sociedad se suponen que endurecerse cuando cualquier cosa sale mal. Pero la fortaleza no tiene que significar el rechazo de efectos emocionales ni la ocultación de sus emociones del mundo. Los chicos pueden estar resilientes. Debemos enseñar a los niños cómo tomar un revés y recuperarse, cómo confiar sus sentimientos en sus amigües y su familia. Es más difícil a mostrar el ser auténtico que vivir toda su vida detrás de una máscara.
3. La FUErZa Como la fortaleza, los chicos están enseñados que el poder, la fuerza, todo se reducen a la potencia de su personalidad y la superioridad física. La competición significa que, si no eres lo mejor, eres un fracaso. La fuerza verdadera, al contrario, implica reconocer tus talentos, tus déficits y cómo pedir ayuda cuando la necesitas. Los hombres fuertes entienden cómo dar una mano solidaria en vez de intimidar a las personas molidas por fuerzas más grandes.
4. La LÓGIca El pensamiento lógico es bueno, pero recibes lo que introduces. Si tu premisa inicial no es correcta, la lógica provee un resultado congruente y erróneo. Todes les niñes se beneficiarían de alfabetización más fuerte en medios de comunicación y saber cómo verificar fuentes de información. Desperdiciar una mente es una lástima, y debemos animar la lógica verdadera junto a mejor inteligencia emocional.