Mitote 1

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HIJAS DEL PECADO

Y estalló la guerra las calles lloraban en silencio gritaban berreando impotencia otra moría bajo violencia

Era de mañana cuando salió de su casa camina admirando la bóveda aborregada imagina a su madre sufriendo malos tratos

su cuerpo aterrizó fulminado en la avenida increíble pero solo tenía nueve años Nadie se imaginó el origen del mal nadie observó venir el golpe fatal la acorraló donde siempre transitaba excitado su cuerpo manoseaba La metió en su fortaleza fuera sus ropajes con fiereza un vecino amigo de su padre

brutal, embestía su inocencia

Noche. Su cuerpo se moja lenta

indiferencia. Absorta en su vida Arte. Completamente grotesco Debate. Actitud o vestimenta

Pasaron siglos en el infierno

toda piel se le antojaba sucia cara demacrada por la sal muslo débil goteando tierno

Mujer. El horror cotidiano en mi México lindo y perdido no existe justicia ni paraíso

Su mente ya lejos del drama soñaba dormir en su cama mariposa. Sed y libertad Volver. De frente el Minotauro Encerrada en el laberinto no pudo con la cacería

con cuello roto moriría

MARCO LUGO

bailar en lo justo de la edad


Todos los hombres somos iguales, los perros también.

Reniego por ser del hombre, entraña de hombre, razón de hombre, ojo de hombre. Por eso, que me trague la tierra y me escupa en perra

Renuncio, quiero ser perra, amanecer ladrando,

acicalándome las patas con la lengua. Quiero sinrazón de perra, libertad,

desvergüenza,

andar por ahí pasando de largo, peinada por el aire, improvisando siempre, meando banquetas,

dejando mi mierda en la iglesia, cagarme en la puerta de todos los sistemas. ser perra, la impoten

Quiero cia para escribir versos, dominguear a diario, sin un peso,

en un patio, en una acera cualquiera

dejar esta humanidad que apesta.

Quiero ser perra, callejera, precisa,

sin suspicacia. Sed de perra, beber los charcos.

Quiero el hambre que no siempre tengo, ser parte del mundo a la manera del cielo, pertenecer afuera, circular como el viento, ser mía, que nadie me reclame.

Quiero ser perra, aprender solo así, quizá, a amar al hombre, quiero vernos desde unos ojos de bestia, comprender por fin, quizá, qué ve en nosotros nuestro amigo, el perro.


LA

TEORÍA DE LA COLONIZACIÓN DEL HEMISFERIO IZQUIERDO Y SU IMPACTO EN LA JUVENTUD MARJANEH VARGAS BARAJAS El documental The Divided Brain inspirado en el libro The Master and His Emissary,The Divided Brain, and the Making of the Western World escrito por Ian McGilchrist, expone un estudio sobre la visión que tienen del mundo los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro, así como su impacto en la vida humana. Según el autor:

“Los dos hemisferios tienen estilos en el mundo, ellos ven diferente las cosas, priorizan diferente, todo para ellos tiene distintos valores”: El derecho ve la imagen completa, las interconexiones y relaciones, maravillas, personas, intuición,

interés, imaginación, sin este crear arte sería imposible. Por el contrario el izquierdo no puede ver conexiones, sino las partes del rompecabezas del mundo, los detalles, no ve a las personas como únicas e individuales, sino

como grupos que pueden organizarse en un mundo de reglas y burocracia, cosas que se pueden ordenar y archivar dentro de un sistema, percibe a la gente como partes corporales, y no ve cómo todas estas encajan juntas.

Ian McGilchrist además cuestiona si como seres humanos presentamos un raciocinio causado por un

posible desbalance en el uso de nuestros dos hemisferios, el cual podría estar influenciando nuestro comportamiento. Es por ello que propone la teoría de que el hemisferio izquierdo del cerebro está colonizando


gradualmente nuestra experiencia del mundo con desastres potenciales implicados, según él: “La forma de pensar, la cual está reducida al mecanismo se ha apoderado de nosotros, nos comportamos como personas que han tenido daño en el hemisferio derecho cerebral, nos ha hecho enormemente poderosos, nos ha habilitado para volvernos ricos, pero también significa que hemos perdido además significados para entender el mundo”. Personalmente considero que ambos hemisferios cerebrales son importantes y necesarios para la vida

cotidiana, después de todo los usamos todo el tiempo: el hemisferio izquierdo controla la parte derecha de nuestro cuerpo, y el derecho la parte izquierda. También podemos atribuirle otros méritos al hemisferio

izquierdo: nos deja pensar de una forma lógica y estructurada, es por ello que existe la ciencia y tecnología que nos facilita la vida diaria, o que somos capaces de crear orden y paz en el mundo que sustituyan al caos y al terror puesto que hay sistemas que rigen a la raza humana los cuales van desde los reglamentos, hasta las leyes.

Sin embargo hay una cantidad exorbitante de sistemas que nos controlan, por lo que no es posible negar

que en efecto hay una dominancia del hemisferio izquierdo ¿Será eso algo malo? ¿El exceso de algo bueno, como una forma natural de pensamiento nos estará llevando a nuestro estanque del bienestar y desarrollo? Desafortunadamente así es: la colonización del hemisferio izquierdo del cerebro es tan mala como una

laboradicción, y al igual que este raro vicio, por darse hacia algo bueno es difícil poder detectarlo como un problema.

Y es que no todos los sistemas son buenos, por no mencionar que además el modo de pensar y actuar

que nos da el hemisferio derecho está siendo menospreciado y reprimido. Hoy en día en muchas partes del

mundo las profesiones que requieren una mayor dominancia del hemisferio izquierdo son mucho más valoradas que las que requieren la del hemisferio derecho, por ejemplo: podemos afirmar que no se considera igual de importante ser un artista a ser un científico, doctor, o ingeniero, después de todo ¿Cuántas veces no

hemos oído el estereotipo “Los artistas son unos muertos de hambre”? ¿Pero acaso hay alguno como el anterior que sólo sustituya la palabra “artista” por “científico”, “doctor”, o “ingeniero”? Es innumerable la cantidad de hijos que se ha plantado ante sus padres a decir que quería ser artista, y

recibió como respuesta una clara falta de alegría y apoyo; sin embargo dudo mucho que alguien alguna vez en

la historia de la humanidad le haya dicho a sus padres: “Quiero ir a la escuela de medicina y hacerme cirujano” y que le hayan contestado: “No hijo, no te conviene, eso no da nada de dinero, necesitas un trabajo que te dé

mínimo para comer”. ¿Una situación como esta no es evidencia de que el pensamiento lineal está apoderándose de nosotros, bajo la forma de una cadena de estereotipos?

Está muy marcado el desbalance entre los dos hemisferios cerebrales, hecho que se transmite al ámbito

educativo. Hay que reconocer que si algo bueno hizo el hemisferio izquierdo fue inventar la escuela y el derecho mismo a la educación (aunque las mujeres tuvieron que esperar años para tenerlo y si no hubieran recurrido al feminismo ni se los hubieran dado; por no mencionar que no en todo el mundo ellas lo tienen), sin embargo

la educación se basa en un sistema de aprendizaje (ya sea por memorización o por competencias, así como el nivel de calidad de la escuela en cuestión) que es universal o generalizado:

Esto significa que los niños son enviados a la escuela a enfrentarse a un sistema que se encuentra bajo la

tiranía del hemisferio izquierdo, puesto que su metodología se basa en aprender datos y manejarlos como si fueran robots eruditos, independientemente de si las


diversas materias que engloban dichos datos les gustan o no, o si las van a llegar a aplicar alguna vez en sus vidas.

La lógica de tener que forzar a los cerebros de las personas a tener cierto desempeño en distintas áreas

es defendida por diversos argumentos: uno de ellos dice que las personas sólo después de haber estudiado así durante muchos años, van a poder decidir en qué área se quieren especializar para insertarse en su respectivo trabajo, cuando la realidad es que no necesariamente funciona así:

Los seres humanos tenemos consciencia propia de nuestros gustos y disgustos desde muy temprana edad, no

necesitamos aprender forzosamente grandes cantidades de información de distintas materias para saber que algo nos disgusta así que ¿Por qué no permitirle a las personas desde que son estudiantes que se enfoquen en las áreas de aprendizaje acorde a su dominancia cerebral y gustos? ¿Por qué esperar hasta la educación superior? (Y eso sí la tienen a su alcance) Que no se reprima a ninguno de los hemisferios: Que quien quiera

ser doctor deje de sufrir con español y arte; y quien quiera ser novelista no tenga que soportar matemáticas y química.

Otro argumento con el que muchos siguen defendiendo dicho sistema, es un ejemplo de la influencia

del hemisferio izquierdo: Dicen que aprender los datos de todas las materias hacen que la persona sea inteligente, sin embargo nuevamente esta afirmación se basa en una definición utópica de “inteligencia”. De hecho existen ocho tipos de inteligencia: intrapersonal, kinestésica, lingüística, musical, interpersonal, espacial,

naturalista y matemática, cada una con su debida dominancia cerebral, y efectivamente se presentan en cantidades distintas dependiendo de la persona. De modo que vivir a la sombra de un plan académico que busca explotar el máximo potencial de cada tipo de inteligencia en cada individuo, representa una actitud perfeccionista que obstaculiza el bienestar y desarrollo humano.

Pensémoslo de la siguiente manera: para bien o para mal, tenemos el derecho y la obligación de cumplir

con las expectativas del sistema educativo, porque el lograrlo nos proporciona los certificados de estudios que representan nuestros pases de entrada a dos posibles oportunidades, una de ellas es la carrera de nuestro interés.

Mientras que la otra es un empleo, porque vivimos en una era con sistemas de requisitos de contratación,

que fueron creados defectuosamente como producto de la colonización del hemisferio izquierdo, ya que aquí la posibilidad de trabajar no es determinante por la preparación y el talento que son desarrollados por los

factores de las capacidades, aptitudes, actitudes y valores (los cuales por cierto también se pueden desarrollar por los métodos de aprendizaje autodidacto, no necesariamente se necesita haber finalizado los estudios), sino que es determinada por la posesión de un certificado de estudios.

Te preguntará quizás, ¿Qué pasa si no tienes un certificado de estudios? Pues inevitablemente te vuelves víctima de la discriminación laboral, al parecer es una completa mentira la idea de que basta con tener

preparación y talento para vivir en base a la realización de tus más grandes pasiones. Así de importantes son los estudios, desafortunadamente no es fácil sacarlos adelante con el sistema educativo tan desbalanceado que hay.

Si tan solo no reprimiera la dominancia cerebral, ni pretendiera aumentar desmedidamente todas las

inteligencias de las personas: fomentaríamos un ambiente diverso y espontáneo, con bienestar y desarrollo humano; sin valores desiguales para las profesiones (ya sean que requieran lateralidad del hemisferio izquierdo o derecho) pues comenzarían a ser vistos ya sin estereotipos; se reduciría la deserción escolar, puesto que se


aumentaría la felicidad y sentido de propósito a de los estudiantes, ya no habría miserables que van año tras año a la escuela con el único objetivo de graduarse.

Albert Einstein solía decir: Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo, pues si analizamos

nuestra situación desde el punto de vista de una de las mentes más brillantes de la historia podremos comprobar que el futuro nos depara dos posibles destinos, y somos nosotros los que decidiremos por cual continuamos:

Siempre podemos seguir pensando, actuando y sintiendo de la forma habitual, fomentando el desbalance

de los dos hemisferios, sólo contempla hasta donde nos ha llevado: cuantos problemas creamos voluntariamente,

y si seguimos igual sólo lo empeoraremos descontroladamente, pues como sociedad carecemos de control con la represión de la naturaleza humana que cruelmente permitimos, inhibiendo todo el brillo que una persona es capaz de ofrecer al mundo para hacerlo mejor.

Aunque también podemos cambiar, balancear las cosas, tener empatía por aquellos que son reprimidos

para así ser capaces de sentir cada segundo de su sufrimiento, atrapar el deseo y el coraje de intercambiar ese agonizante sentimiento por uno de goce al ver que la experiencia del mundo que creamos les acepta tal cual son.

Mi casa habitada

MI CASA HABITADA María Susana López

tu casa robada

mi olor en el vestíbulo la luz, marca el paso del tiempo mi tiempo mis horas minutos

iguales a los tuyos

un tiempo que dices tuyo miro el reflejo de la ventana

me reconozco te reconozco te me pareces

no es mi rostro

solo

cuando me devuelvas

la casa robada seré yo.


OPUALES Y DUESTOS Leonardo Sandoval Márquez “No se dice luna:

se dice aéreo-claro sobre oscuro-redondo o anaranjado-tenue-del cielo

o cualquier otra agregación.”

(Borges, “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”)

Centelleante-puntiagudo fijo en negroscuro-infinito, verdenaciente-triunfante en largo-triangular de aéreo-cantarín,

femenina con circular-amoroso-corpóreo al ramificado-natural, granulada-esférica contra espumosa-marítima. ¡Dichosos aún, bionacientes de básico terroso, conservado e intacto su cardiobermejo! Caluroso-espeso en medio de macroredonda-vital. ¡Desdichados ahora, desglosados en vil-oscuros, perdido su monoesenciado en el rutinario! Largos pavimentados donde fabricados-viventes, masculino con ceñirabioso-visual en movedizo-automático, mecánico-aéreo sobre rectángular largo-vidrioso, astrolumínico-rojo entre neblinoso-contaminado.


Preferiría estarme tragando el semen de alguien que conocí hace unas horas que seguir escuchando tu humilde opinión. ¿Si te la chupo te callas? ¿O también así seguirías hablando de algo sobre lo que nadie te preguntó? Supongo que sabes que todos estamos aquí por la mota, pero seguro te regodea tener público que escuche tus valiosísimas opiniones. Aunque nadie te esté escuchando mucho realmente. Ojalá me dieras menos asco para cogerte, cansarte, te duermas y dejes de hablar por un rato.

Me levanto y voy por una cerveza, pero estás ahí también, hablando de que las películas no deberían tener agenda política, de que esa escena en Avengers fue innecesaria, de que ya todos son gays en las series. Fui al

baño y te encontré en la fila, diciendo que una tal Andrea no te valoraba, que tú eras un caballero con ella pero que era como todas que prefieren a los patanes. Pensé en irme a casa, pero sabía que estarías ahí también. Diciéndome que andaba buscando que me hicieran algo saliendo así vestida, que de seguro andaba con un

cabrón, que tú no criaste a una prostituta. Me encerraría en mi cuarto y te encontraría también ahí. Tu “abre las piernas” en mi foto, tu verga en mi inbox, tu quinto “hola hermosa” de la semana, tu “contesta puta” después de tres meses de mensajes en visto. Pusieron una canción que me gusta, mejor iré a bailar, mientras me alejo te escucho decir que pinches canciones de gente naca ignorante que no las putas bailan eso, que así

empiezo a divertir mientras mí, te alejo de un codazo y te siguiente chica, trata de alejarte

MAMADOR Kika Ortega

sabe de verdadera música, que solo cómo quieren que las respeten. Me

bailo pero llegas intentando pegarte a detienes, pero lo intentas con la sin éxito así que voy a ayudarla, antes

de que se arme pleito llegas, con otra ropa, con otra cara, a excusarte a ti mismo con que estás borracho.

Pienso en a dónde ir para alejarme de ti, pero sé que si lo logro no durará, estás en todos lados y en todo momento. Estás en el camión agarrándome una nalga o sacándote el pito. En la calle gritándome desde tu auto que qué buenas chichis. En el trabajo diciéndome que no debería estar ahí porque es trabajo de hombres. En frente de la clase esperando que no nos ofendamos las señoritas con lo que vas a decir. Estás en mi post comentando que eso no es feminismo, que feministas las de antes. En otro post informándonos sobre lo antihigiénico del vello en las mujeres, o explicándonos la menstruación. Y mientras a mi

amiga/hermana/madre/pareja/compañera/vecina/conocida/desconocida la violan en un callejón o la descuartizan en su cocina, tú estás en facebook publicando que no son las formas, enseñándonos cómo luchar, protestar, exigir y morir. Y mientras pienso en eso, me interrumpes para preguntarme qué opino sobre no sé qué cosa de la que de inmediato comienzas a hablar sin parar, y yo me pregunto si alguien alguna vez te ha dicho que te calles.


Lisandro Romero Carrier

DIVAGATA EN GRANDOLI

I Mañana de barro en la avenida Grandoli Grandoli, el abanderado Inocente De esta obediencia

Como el cielo atrapado En nubes-estrías

Saturación del horizonte ¿Te das cuenta que nadie mira para arriba? ¿Te das cuenta Grandoli y Gutiérrez? Barrio de monoblock

Autocultivo de la resignación ¿Le queman las tripas al cielo? ¿Y los pibes?

¿Los pibes tocarán el cielo? II ¿Y la democracia no se ahoga entre monoblocks?

¿Y la republica no era una señora como la libertad En esas pinturas del lejano occidente? Si son señoras no paran por acá ¿Y la republiquita?

¿Ya la republiquita de Carrio? La republiquita De Elisita

La diputadita La gorilita ¿Y la república del chori, la coca, el vino y la mota? ¿Y las motos sin cacos’

¿Y el país que no es banana? ¿Dónde está?

Revolución, Banana o bombo Ni bombo ni banana Revolución

Revelación revolución, Revolución revelación Bombo atrapa banana Banana corta bombo


Banana bom El país de la paz social Banana bom No bombana Banana bom Alberto bom

Magneto Banana Banana bon

El país del mañana III Una vez estuve en Grandoli Y me pegaron una piña Una trompada, Un bife Una piña me pegaron Lo vi

Vi al pibe que me pegaba Una vez fui a Grandoli Una piña me pegaron

Gente que no conocía mi nombre de pila Ni mi apellido

Ni mi signo lunar Ni que pastel que sería si fuera un pastel Ni si quería o no ser un pastel O someterme a la metáfora

Esa gente me pego una piña En grandoli Fui una vez

Y no me conocían Y una piña me pegaron Porque no conocían mi nombre de pila me pegaron Y yo vi al

Pibe de grandoli Pibe que me golpeaba sin preguntarme Si era de sliterin o


De haphelpuf O como se diga IV En los cincuenta Grandoli era puro bombo Sindicatos y armas largas

Patria clandestina de Villa Manuelita Manuelita vivía en monoblock “Pero un día se marchó

Nunca nadie supo bien porque” ¿Por qué? “A París ella se fue”

La patria se fue a París Y lloró el exilio de Grandoli Y la maquina continuó golpeando cabezas Cabezas de bombo

Cabezas de Grandoli V

Abanderado Ejemplo de algo, alguna vez Abanderado Grandoli

Construcción de lo nacional Mito del bombo y la banana

Ahora galpón de la democracia argentina Guardatutto de la republiquita Que soñó una vez en Grandoli

Que el bombo podía separarse de la banana Que el bombo y la banana podían ser una y otra cosa


LAMENTO

José Luis Salgado

El camino de la cruz aprendimos de memoria,

de la cama a la fábrica y del torno a la cantina, de la cantina a la casa y de la casa a la cama

desgastando los años y marchitando la gloria. Grasa, sudor, miseria, llanto que no termina: Trabajando, trabajando, trabajando sin parar. Siempre pobres, siempre heridos, ignorados

la justicia nos desgarra en niebla y oscuridad. ¡Como si la borrasca fuese cuestión de la voluntad! Si muchos hombres unidos la pudieran derribar,

podríamos todos salvarnos, salvar a la humanidad. Caminamos como ciegos, andamos a la deriva, alienados sin remedio en medio de la tormenta. ¿Sabe usted de dónde viene? ¿Sabe usted a dónde va? Parece que se ha quedado,

viene al pueblo a destrozar. Es palabra de serpiente ¿La daremos por verdad?

Grasa, sudor, miseria, llanto que no termina: Trabajando, trabajando, trabajando sin parar. Siempre pobres, siempre heridos, ignorados

la justicia nos desgarra en niebla y oscuridad. Abajo ríos desbordados,

de arriba tormentas vienen. Con su nido entre las manos, vuelan aves asustadas.

En su traje a la medida el poder sigue ladrando, Reduce nuestro vestir y la ración de comida. Pero si la borrasca fuese cuestión de la voluntad, y muchos hombres unidos la pudieran derribar,

podríamos todos salvarnos, salvar a la humanidad.


Los médicos hablaban sobre tauromaquia Eran las siete de la tarde Estaba desesperado

Mis brazos denotaban mis ansias Pasaba por el rigur mortis

La dama me esperaba en una silla Se reía, le vi los calzones: Eran negros como su vestido

A mi lado había otro como yo Pero con una cara más torcida

El alma que se me iba y no se iba Y yo estiré mis brazos Pesados como anclas Aferradas al abismo

En un intento por alcanzar esa Vieja libreta en el bolsillo Del forense

Y escribir un último poema.

RIGUR MORTIS León Solanski


Elvis Joel Cerrinos Paredes

T E A S

Bellas y radiantes teas como llamaradas de sol en pleno viento bambolean en el cielo azul y en pleno caminar con perfume amoroso. T E

A S Todo el espacio sideral cubierto de amor está, mientras tu nombre como pancarta luminosa, suavemente vuela en él, como ave simbolizando paz con el mirar alegre. Entre vaivenes invisibles las teas sacras se movilizan a nuestro rojo carmesí con un vocablo llamado amor. Amor, esperanza existente,

Amor, transportador viviente Amor, dos almas unidas,

en dualidad unida perfecta, con la bendición de Dios. y la idoneidad hallada En el paraíso florido y maravilloso. Siempre las teas se movilizan como pececillos en pleno mar, libres con la sonrisa invisible de felicidad por la paz interior.

Volamos como aves blancas con el alimento eterno en nuestro pico dorado con la mirada puesta en el infinito cielo azul.

Nadamos como pececillos en el infinito mar en señal de libertad con movimientos ondulados, y jugueteando con las olas impregnadas de nuestra vida costeña y marina llena de brisa y frescura divina.


T E

A S Como aves de paz y pececillos de libertad divisamos en plena noche bellas y radiantes teas como llamaradas de sol en pleno viento

bamboleando en el cielo azul y en pleno caminar con perfume amoroso. Porque una estrella eres tú, bella, preciosa y radiante como llamaradas de sol en pleno viento y en plena noche bamboleando en el cielo azul y en tu caminar con perfume

amoroso sonríes de felicidad. por el amor que brota de nuestras estrellas de amor, que como búmeran busca segundo a segundo nuestra unidad perfecta con la guía divina que ilumina nuestro vuelo y nado en señal de paz y libertad.

UNA VISITA EN LA MADRUGADA J.R. SPINOZA

—El humano nos puede ver —escucho decir a uno de esos seres.

Permanezco inmóvil en mi cama. Ha de ser uno de esos sueños otra vez. —No estás soñando muchacho —dice la voz, acercándose hacia mí. “¿Cómo es que me ha escuchado si yo no he hablado?” —Puedo leer la mente.

“¿Cómo diablos puede saber lo que pienso?” —Curioso que menciones al diablo. Me pongo de pie. Ahora les veo de frente. Son muy pequeños, como niños. Tienen cuernos sobresaliéndoles de la frente, y los ojos de color amarillo. Su piel es de color gris oscuro. —¿Quiénes son?, ¿qué es lo que quieren de mí?

—Hemos venido por un alma —dice uno de ellos. —Es una fortuna que nos hayas visto, estábamos teniendo problemas para decidir a quién llevarnos.


—¿Llevarse?, ¿a dónde? —¿A dónde crees tú? Pienso la respuesta. —Exacto. “Pero son muy pequeños, dudo que puedan lastimarme”. —Humanos tontos, el tamaño no importa, sino el poder. Descubro que no puedo moverme, tampoco hablar.

—¿Trajiste la motosierra? —le dice a su compañero. —La tuve que dejar, se agotó la batería. —¡Imbécil!, era sólo cuestión de cambiársela.

—¿Pero no decía cual ponerle? Triple A, Doble A, D, C, 9v. Es un completo caos. —Sí, pero matarlo a golpes lleva mucho tiempo. —En la cocina había un cuchillo —dijo mostrándole el largo cuchillo que usa mamá para cortar carne. Está muy afilado, lo sé, porque yo mismo me he cortado al cocinar. “Por favor, no me maten”. —Debemos matar a alguien, no es personal, es trabajo.

—Tal vez podríamos matar a su mamá…o a su hermana, tiene una hermana tiernita, como de unos once o doce años. Las niñitas sienten más miedo al morir. “No, tampoco a ellas, por favor”.

—Entonces, ¿a quién?, debo decirte que no nos iremos de aquí sin un alma. —¿Quién más vive en tu casa muchacho?

“Mi abuela…” Pensarlo me produce escalofríos. —¡La abuela! —exclaman al unísono. —Dicen que gallina vieja hace buen caldo —comenta uno de ellos.

—Sí, pero a mí no me gusta matar viejitas, me siento como ángel de la muerte cada vez que lo hago —responde el otro. —No tenemos que hacerlo nosotros, fue idea del muchacho.

El demonio truena los dedos y al instante puedo moverme de nuevo. Me siento en el borde de la cama. —¿Yo?

—Hazlo, o mataremos a tu mamá y a tu hermanita. —Ya es anciana —dice el otro —ya vivió lo que tenía que vivir. Los demonios se parecen tanto que era imposible distinguirlos, por si fuera poco se mueven de lugar cada cierto tiempo. Uno de ellos se sienta en la cama conmigo. —No tenemos toda la noche muchacho.

—Después de que la acuchilles regresaras a tu cama, nos encargaremos de que parezca que murió de causas naturales. Nadie lo sabrá.

—Y evitarás que tu madre y hermana mueran.


—A la vieja le quedan a lo mucho cuatro años de vida, vamos, ¡hazlo! Salgo de la habitación con el cuchillo en la mano. Camino. Puedo sentir a esos diablos moviéndose detrás de mí. Me detengo frente a la habitación de la abuela. La puerta está abierta.

Ella duerme boca arriba. Usa un pijama de una sola pieza. Se pueden escuchar sus ronquidos por toda la

habitación. Me coloco a un lado de su cama. Y sin pensármelo mucho, le rajo la garganta. La sangré brota a chorros, manchándome la ropa. Ella abre los ojos y se lleva las manos al cuello. Puedo ver el terror en sus ojos. Le acuchillo el vientre cinco, seis, siete veces, hasta que deja de moverse. Cierro los ojos esperando estar en mi cama, pero cuando los abro sigo donde mismo. Mamá está en la puerta, al verme y comprender lo que he hecho lanza el grito más desgarrador que escucharé en mi vida. “Dijeron que nadie lo sabría”.

—¿Y nos creíste?, ¡qué idiota! —Somos demonios, mentir es lo que hacemos.

Vivían siete hombres en esa casa. La incierta fortuna de tener sólo hijos varones y un marido. Cualquiera, desde la perspectiva ajena lo miraría como una bendición. Siete hombres en la casa, nada le ha de faltar a esa mujer, siempre va a tener quien la proteja… pero nadie se preguntaba quién la protege de ellos.

Le apodaban Blanca Nieves, aunque de blanca no tenía nada, sólo el nombre, y nieves porque siempre reproducía a todo volumen la canción de Chalino

Sánchez “Nieve de Enero”. Decía que siempre la ponía contenta. Aunque se llega a deducir que le gustaba por una estrofa en específico: “He aguantado a lo macho” y ella sí que ha aguantado a aquel macho y sus machitos. ¿Qué esperanza existe para una mujer donde su marido todo un mejicano y sus hijos aprenden de él? Mujer vulnerable como la nieve y blanca como sus lágrimas de cada día.


Día uno: frustín Día dos: llorín

Día tres: maltratín Día cuatro: desesperín Día cinco: violadín Día seis: pegadín

Y así como suena, romantizado, es como quieren que se vea y como bastantes personas lo llegan a ver. Esperando que nunca llegue el día séptimo, donde todo lo hacen con amor y por amor a Blanca Nieves y sus siete machitos. Día siete: morir Confundieron a la bruja del cuento con la señora encarcelada en vida.

TOKIO BLUES (NORWEGIAN WOOD) ADRIÁN CG

Tokio Blues: en los aviones la nostalgia se acelera como si la vida fuera

un manojo de canciones. Se enfrían las estaciones y Kizuki se suicida.

No vale nada la vida tras el llanto de Naoko.

Tristes recuerdos evoco y el pasado me intimida.


¿Qué es el suicidio? ¿Qué es

mágica desaparecen.

la vida sin esperanza?

Mis sentidos obedecen

a comprender los porqués.

Mujeres, alcohol, derroche

¿Es la vida otro revés

de piernas que se estremecen.

La existencia es una noria

en la clase de teatro.

Kizuki juega al billar

horas desde los espejos.

en un rincón de memoria.

Me aborda sin más complejos,

Y Norwegian Wood resuena

Su boca besa la mía

una vez más en mi mente.

una tarde en la terraza

la guitarra. Desordena

líneas de otra fantasía.

Naoko apenas alcanza

o la muerte una victoria? que vuelve al mismo lugar

Reiko toca diligente

con su música la escena:

al Gran Gatsby de la noche.

Midori me ve de lejos

Me espía las veinticuatro

me invita a su librería.

mientras un incendio traza

Tokio es un inmenso piano;

Reiko afina su guitarra

Naoko toma mi mano

con sus dedos refinados.

y frena mi soliloquio

y el corazón se desgarra.

en algún paisaje urbano.

La gélida tarde narra

por mis sueños y se obceca

Naoko escucha. Se advierte

mi imaginación, y peca

la tristeza en su mirada.

Dudo otra vez, y la duda

determinarán su suerte.

en una calle de Tokio

Vuela Naoko desnuda

mi mano izquierda y huesuda. entraña otras realidades:

La nieve cubre los prados

historias de amor y muerte.

Bach, los Beatles y la nada

sanatorio, enfermedades.

Tokio Blues: sesenta y nueve.

Ya Naoko no es la misma:

Lennon y McCartney están

sola entre cien soledades.

y en un aeropuerto llueve.

llora; en su dolor se abisma

Nagasawa me acompaña

elucubrando otro plan

Es muy distinto el relieve,

pero es el mismo demiurgo.

y yo lo acompaño a él.

Cuando en mis entrañas hurgo

Alcohol, mujeres, hotel

casi veinte años después,

Thomas Mann y La montaña

fluye en el cielo de Hamburgo.

conforman la telaraña.

una canción en inglés


LUEGO, NADIE ATRAVESÓ EL UMBRAL Andrés Gómez

Menard declaraba que censurar y alabar son operaciones sentimentales que nada tienen que ver con la crítica. Un eterno silencio para los que mueren a vuelta de esquina. En esta ciudad de iglesias se siente una gran necesidad de pecar. ¿Por qué la vida de la gente que escuchaba boleros suena siempre tan cursi?

1 Tantas veces vio las mismas sombras alargándose y encogiéndose sobre las paredes magulladas de Chalico diecinueve. Tantas veces observó cómo los contornos se deslizaban entre el suelo pegajoso y el techo arrugado

por el humo; entre los acordes tendidos de una vieja canción de desamor los bultos alcoholizados maniobraban el corazón en cada movimiento sincronizado. Tantas veces se reconoció solo frente al espejo, desdoblado en el reflejo de una botella de cerveza, figura agarrada de una estampa azteca. Los ojos le pesaban de tanta lágrima

acumulada en los pozos que acotaban el relieve de su rostro. El calor del alcohol le adormecía los labios con cada beso. Luego salía a la noche y trastabillaba sobre las costillas de San José de Jalpa, guiado por el olor a

cloaca. Observaba cómo las cabezas de las iglesias lo señalaban con sus campanarios punitivos, mientras deslizaba su cuerpo flotante sobre los grafitis. San José de Jalpa aún reposaba su torso quemado. Se podía escuchar el crujir de sus huesos exhumados.

Tantas veces se precipitó sobre una esquina cualquiera con la vejiga llena y su sombra se encogía detrás

de él. A más pasos su contorno se desvanecía. Para cuando llegaba a la esquina de Maclovio Herrera se sentía

un punto muerto, inerte sobre la banqueta, desmadejándose con cada bocanada. Tantas veces repitió aquel ritual bucólico, dipsómano y masoquista. Y al llegar a su cuarto, trastabillando bajo el umbral de su puerta, se observaba observándose en el espejo reflejado en sus ojos, mientras que una voz iracunda le repetía los versos

que aprendió años antes: Padre mío // que estás en los cielos // ¿desde allá arriba no se oye el dolor? Tantas noches cayó rendido ante el mareo de las musas ebrias en el ataúd que cada noche surgía entre las cuatro paredes de su habitación. Square rooms. Y desde el mar quebrado que era su cuerpo observaba las pinturas que


trazaban sus ojos sobre el techo. Primero vio una dalia, y de ahí le siguió un vómito de imágenes quebradas, una noche de septiembre rota, la primera en casa de Basunta. Un puñado de dalias violetas encadenadas a través de los márgenes del parque, la luz del oxxo brotando flores sobre sus pupilas. Sentado en la banqueta, escuchaba

los truenos que apenas escapaban del cielo. Tantas noches ofreció su cuerpo en la hoguera azabache a los dioses aztecas aplastados por las torres y las cúpulas. Looping the loop en el trampolín romántico del cielo. Esperaba en tierra, a la orilla del mar de automóviles, a que Noé saliera con tres six de carta blanca, y a su lado Basunta

que tenía una botella de whisky. La botella es para mí, ni de loco tomo orines de teporocho// por eso llevo el bueno en mis manos, Dani, que los pobres degusten pobreza//. El parque, como cualquier día a esa hora,

resguardaba los ecos del día. Y mientras que los ruidos descerrajan las puertas, la noche ha enflaquecido lamiendo su recuerdo. Aquella casa atorada en un rincón del rompecabezas que empezaba a ser San José de Jalpa. La música palpitaba en el interior y sumergía a la morada lejos del silencio provinciano.

Tantas veces escuchó aquellas canciones de barrio a partir de esa noche. Qué lindo es vivir la vida así. Sus manos frías dentro de sus bolsillos, los labios partidos ansiosos de cebada, la mirada abarrotada de inquietud,

el alma inquieta de alboroto. Recordaba la puerta de madera con una calcomanía pegada que decía: este hogar es anti-Paz, no aceptamos piedras de sol ni semillas para himnos. ¡Viva el gran cocodrilo! ¡Viva la poesía sin subsidios! ¡Viva doña Elena Garro! No le hagas caso, lo puso el chistosito de Bernardo, ya no lo pude quitar sin dañar la puerta // trancas, primo, sólo fue una broma, ustedes los pazzianos no aguantan nada// pero yo sé que

lo hacen por envidiosos, ya lo dijo don Octavio “para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser

chingado”, y ustedes nada más les gusta estar chingando// quiero tener granadas en lugar de huevos, quiero amar también a los humanos y despedirme de esta prostituta infecta; planeta de giros elegantes, quiero terminar atropellado en un muro descriptivo// ¿Qué haces?// Dicen que si recitas a un infrarrealista puedes exorcizar a un pazziano; eso, o con que ya no le des subsidios// Que agradable es mi primo, ¿no, Daniel? Luego entraron a

la casa y de golpe una escena que podría haber filmado Juan Ibañez: la habitación de la sala tapizada de largos libreros, las paredes salpicadas de copias de Soriano, Rojo y Cuevas. Laura se escondía detrás de la puerta mientras los tres avanzaban entre el bullicio. Y laten en el pecho los colores lejanos de sus ojos. Se imaginó

dentro de algun santuario a Baco de la Edad Media mexicana. Dejó la chamarra en el sillón, pues sintió la temperatura subir por la fricción de los cuerpos en el combate de la cumbia. A lo lejos, Laura esbozó unos ojos

iluminados, mientras las orejas de todos vibraban, los vasos de plástico sudaban. Él estaba confundido y aturdido. No esperaba la cumbia, ni el baile, ni las mujeres. Le sirvieron un whisky, campechano, que se inyectó en la

lengua. No te preocupes ya casi se van las gemelas. A mi tampoco me gusta el baile, y todo esto, pero no estoy en mi casa, así que… Salud.// Salud//. Tantas veces vería aquella cadera moviéndose de esa manera. Los chinos atados como un ramo coronándole la cabeza. Era una flor carmesí que movía sus hojas al ritmo de una canción

ruletera “suelta el listón de tu pelo”; quedó contenido en ese pedazo de tiempo que era cortado por las trompetas, por algún motivo sus piernas se movían al descompás, sería la primera vez que vería aquel ritual hipnótico, como él le llamaba. Estoy a la intemperie de todas las estéticas.

Antes de llegar a la casa aún tenía el poema grabado en la cabeza, el que había terminado ayer, lo

memorizó para leerlo en la reunión, tal vez después de que todos se presentasen con él, pediría un momento para deleitarlos con su poesía; o acaso, en un arranque de inspiración, se levantaría de su asiento, y entre los rostros boquiabiertos de las mujeres y el entrecejo de los hombres, improvisaría un soneto.


Cuando despertó al día siguiente, en su ataúd metafísico, le dolía la cabeza, y los labios y la lengua y la garganta le ardían, sentía que se le deshacían, que desaparecerían en un trago de saliva. No logró dar su

soliloquio, luego del segundo vaso se dejó llevar por el alcohol, el humo canábico y los deslices de cadera, y los ojos de Laura, pero más por el alcohol. Miraba aun su techo cuando se dio cuenta del tiempo, lo palpó y sintió una comezón en el cerebro, le temblaron los pensamientos, se mordió el pecho con los brazos, olió el perfume

de Laura en su cuello. Silencio, dejadme rezar mientras el viento arranca las raíces de mis huellas. Sacó un cigarro del bolsillo de su camisa, tentó su pantalón y tomó el encendedor. Antes de encenderlo, se detuvo y miró

fijamente los objetos. ¿Desde cuándo fumo?// Tantas veces, desde aquel día, las sombras le dieron un nombre y ellas dejaron de ser humo.


"La palabra mitote, en sus orígenes nahuas, era una danza indígena

en círculo en la que los integrantes,

tomados de la mano bailaban con una bandera y una vasija con bebida alcohólica,

de la que tomaban hasta quedar totalmente

ebrios.

Pero luego mitote tomó el significado de fiesta

familiar,

alboroto, griterío, bulla, trifulca, o de algo que llama la atención

y provoca a la gente a mirar y curiosear o

fisgonear."

¡ARMEMOS UN MITOTE!


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