LIVINGJAZZ
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LIVINGJAZZ
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LIVINGJAZZ / SUMARIO
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DOSSIER
/ CHARLES MINGUS EN ARGENTINA
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LIVINGJAZZ / JAZZ LIFE
Corazoncitos rotos Norah Jones acaba de lanzar su nuevo álbum ‘Little Broken Hearts’ (Blue Note/EMI), una colaboración con el productor y músico DANGER MOUSE. Su conexión fue tan profunda que decidieron trabajar juntos para el quinto disco de estudio de Jones. ‘Little Broken Hearts’, cuenta con canciones originales escritas por Jones y Danger Mouse en conjunto, es un fascinante nuevo paso en la evolución artística de una de las más intrigantes cantantes que han surgido en la década pasada. Juntando sus muy personales estilos han creado un sonido nuevo.
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Super Mario Atrás quedaron los años acompañando al guitarrista Al Di Meola. El pianista Mario Parmisano ya es una figura internacional con peso propio. Tal es así que en este 2012 fue el primer argentino en participar de prestigioso Heineken Jazz Fest Puerto Rico, homenajeando al gran Astor Piazzolla, a 20 años de su fallecimiento. Eso no es todo: en junio tuvo su debut en el Teatro Colón junto a la Orquesta Académica del ISA, en una jornada inolvidable, que podría repetirse en pocas semanas en un punto referente de la ciudad de Buenos Aires, al aire libre.
Chick Corea en la Argentina FUGAZ REGRESO DE UN VIEJO AMIGO Aseguran los memoriosos que la de junio pasado fue la décima visita de Chick Corea al país. Esta vez, el músico que ha transitado todos los estilos para definir el propio, llegó a Buenos Aires para repasar en formato acústico y en un único show, su vigente y querida historia. Junto con su viejo compañero de ruta, el talentoso bajista Stanley Clarke y acompañado por el batería Lenny White, el pianista norteamericano ofreció en una sola noche y sin reparos todo lo que ansiaban sus seguidores, desde los jazzeros más puros hasta quienes lo admiran desde las orillas del rock. Al frente del trio, que bautizó “Forever” en un guiño a su propio pasado, Corea inundó a pura música el escenario del Gran Rex, con versiones acústicas de aquel “Return to Forever”, el supergrupo con el que contribuyó como pocos al nacimiento del jazz rock en los años 70.
A partir de “La fiesta”, del álbum debut de 1972, el show de Corea entregó también otros sabores y saberes. “Light as a Feather”, “No Mistery”, “After the Cosmic Rain”, “500 Miles High” y hasta el “Romantic Warrior” de 1976, para algunos su obra maestra; se alternaron con standars siempre bienvenidos, a pesar de un piano que no merecía la estatura del intérprete. Y asi, tan fugaz como su show, fue la última visita al país de Armando Anthony Corea, Chick para sus amigos, que por aquí no son pocos. A los 71 años recién cumplidos, aquel elegido por Miles Davis y que conforma junto con Herbie Hancock y Keith Jarrett el trío pianístico más influyente de la segunda mitad del siglo XX; supo ponerle calor latino al invierno porteño. Y certificó, por si hiciera falta, que el talento no envejece. [Por Fernando Ríos] [Ph: Gentileza Nahuel Tow para Contemporánea Live]
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LIVINGJAZZ / JAZZ LIFE
Big bands al por mayor 10
Durante agosto y septiembre el escenario del Boris Club de Palermo albergará a cuatro de las más importantes grandes bandas de jazz del circuito local. El Ensamble Real Book Argentina, seleccionado de músicos encabezados por Esteban Sehinkman, estará presentando su segundo disco los miércoles 1, 8 y 22 de agosto. En medio de su gira europea y latinoamericana, los ya consagrados Escalandrum harán un único show en Buenos Aires el sábado 18 de agosto. Septiembre espera a Daniel Camelo con Inmigrantes Big Band el miércoles 5. Y todos los domingos a las 20 hs., un clásico ya de la cartelera jazzística, la Boris Big Band, la orquesta estable del club, que acaba de cumplir un año ininterrumpido sobre el escenario.
FM Esperanza Consagrada en 2011 como Mejor Nueva Artista en los Premios Grammy, siendo la primera surgida del jazz en lograrlo, Esperanza Spalding ya es una figura a nivel mundial. En Radio Music Society, su nuevo disco editado por Universal, explora los caminos de la canción pop, acompañada por grandes músicos del jazz, como Joe Lovano, Billy Hart, Jack DeJohnette, Lionel Loueke y Terri Lyne Carrington. “Disney”, para los más ortodoxos, un disco que tiende puentes desde el jazz al público masivo, para otros; lo que queda fuera de toda discusión es la dimensión que ha tomado esta cantante y contrabajista nacida en Portland, que a sus 27 años no tiene techo.
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The Dark Side of Javier Malosetti Los shows de Electrohope en el Teatro Opera y el Samsung Studio a finales de 2011 dieron como resultado el disco 1 de Envés, el último trabajo editado por Javier Malosetti, con la idea de captar lo explosivo de la banda arriba del escenario y la interacción con el público. Son temas que venían tocando en los dos primeros discos con esta formación (Electrohope y Ten), más Puerta de los dos, de Fernando Cabrera. “Desde hace tiempo estoy obsesionado con la idea de la contracara de las cosas, en criollo: ‘la otra cara de la moneda’, ‘el lado oscuro…’, asegura el Malosetti. Tal es así que Envés cuanta con un segundo disco con grabaciones de estudio, que incluye bonus tracks de temas originales inéditos, con homenajes a Gustavo Cerati (Primavera Cero) y a Luis A. Spinetta (Credulidad). Con este album doble, Javier Malosetti pone punto final (o aparte) a esta rica etapa con Electrohope para tomar nuevos caminos en su búsqueda musical. ¿Es Javier Malosetti el Miles Davis argentino? 15, 22 y 29 de septiembre. Boris Club. Gorriti 5568. CABA
LIVINGJAZZ / JAZZ LIFE
La cita de verano [Ph: Alvaro Gorbato]
La quinta El Sosiego de Punta Ballena fue el epicentro del jazz durante el verano de Punta del Este. Con la dirección musical de Paquito D´Rivera y la producción y dirección general de Francisco Yobino, hubo tributos a grandes nombres del género, como Louis Amstrong y James Moody. Además se presentaron los brasileños Lili Araujo, Jesse Sadoc, la Delegación de Brasil y David Feldman; el canadiense Grant Stewart; el ruso Dmitry Baevsky; y los estadounidenses Richi Good, Eric Alexander y Mr.Michael White. Daniel “Pipi” Piazzolla y Diego Urcola fueron los argentinos destacados en el encuentro estival de jazz más importante del continente.
El primer internacional 2012 12
[Ph: Alvaro Gorbato]
Muchos fueron los intentos para que el saxofonista, compositor y arreglador, John Zorn, se presentara en Buenos Aires. Los esfuerzos de Mario de Cristofaro y equipo dieron resultado y el músico junto a su cuarteto Masada dio su primer show en estas tierras el jueves 15 de marzo en el Teatro Coliseo. Un despliegue musical contundente en una hora y media de concierto que superó las expectativas del público presente. A pesar de los rumores del malhumor de Zorn, lo cierto es que el neoyorquino se fue más que conforme y dejó la promesa de volver en 2014 en formato eléctrico.
¿Sigue el Festival de San Luis? Cierto es que el año pasado sorprendió la irrupción del Festival de Jazz de San Luis, con nombres de la talla de Jaques Morelenbaum, Miles Davis Tribute Band y George Garzone. Muchos pensaron que se trató de un efecto electoral, dado que se realizó semanas antes de las presidenciales de octubre. Desde la página de Facebook de la organización surgieron nombres para este 2012 como Bradford Marsalis y Marcus Miller. Sin embargo, la gobernación puntana habría dado de baja el evento por “falta de fondos”.
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LIVINGJAZZ / ENTREVISTA
Rivorecords volver a las fuentes E n t revis t a a J us t o L o P re t e - E di t or
[Por Héctor Sánchez y Gabriel Cygielnik] [Ph: Alvaro Gorbato]
La aparición de un nuevo sello en un mundo discográfico que tiene tantos presagios apocalípticos como el planeta mismo, es una gran noticia. El agregado de que sea argentino y que esté dedicado al Jazz, sin contar la calidad y profesionalismo del producto final, hace que sea uno de los acontecimientos más importantes de la escena local. LivingJazz Magazine charló con Justo Lo Prete, ideólogo de tamaña aventura. Definiéndose como editor, un artesano, un nexo entre los músicos y los oyentes amantes del Jazz y sin aspiraciones comerciales de corto plazo, al clásico estilo de los mecenas, presentó tres maravillosos discos su nuevo sello Rivorecords.
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“Abogado penalista y un amante del Jazz”, así le gusta definirse
a Justo Lo Prete, el motor detrás de este nuevo emprendimiento artístico. Bajista en sus primeros contactos con la música, entra al Jazz de la mano de la fusión hasta que escuchó a John Coltrane. Comenzó una relación de amor y admiración por el Jazz y sus músicos que lo llevo, con el tiempo, a coleccionar discos, pero fundamentalmente a soñar y realizar este emprendimiento, Rivorecords, un sello dedicado fundamentalmente a standards interpretados por grandes músicos de locales. El proyecto tenia en sus orígenes algunas premisas básicas que luego pudo conservar: utilizar formaciones emblemáticas en la historia del jazz (el trío de piano, el cuarteto con base de piano trío mas saxo, y el quinteto de piano trío más trompeta y saxo); la edición de tres discos simultáneos, que muestra esta suerte de construcción en “pirámide”, como la define Lo Prete. MILITANTES DE LA CAUSA La elección de los artistas fue guiada por su admiración hacia
ellos. Así llegaron Paula Shocron, Carlos Lastra y Mariano Loiacono, y largas charlas de café, no solo para transmitir su idea y visión, sino para lograr los acuerdos que garantizaran y respetaran los lineamientos generales del proyecto. Las obras serian standards de jazz y la grabación seria “direct room”, tomas en tiempo real, en corte directo, sin regrabaciones ni canales superpuestos, donde aciertos y algún que otro pequeño error son parte constitutiva del arte mismo. Como amante de los detalles, pero respetuoso de las formas y la seriedad de los proyectos, Lo Prete no encaró Rivorecords como una aventura inconciente pero sí apasionada. Planificó antes de tomar decisiones, consultó especialistas del área y delineó sus primeros pasos a sabiendas de que no habría control total y reservándose un espacio para la improvisación. Convocó entonces a su equipo de colaboradores. La responsabilidad técnica recayó en Carlos Melero, un muy reconocido y experimentado técnico de sonido, experto en este tipo de grabaciones. Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan, Carmen McRae, Duke Ellington, Count Basie, Oscar Peterson, Woody Herman,
Teddy Wilson, Earl Hines, Bill Evans, Tony Bennett, son algunos de los conciertos en Argentina que tuvieron a Melero en bambalinas, entre cables y consolas. Además, tuvo la oportunidad de trabajar con Norman Granz, célebre productor del sello Pablo. Otra de las premisas del nuevo sello sería que el arte de los discos ocupara un lugar de gran importancia. Para ello convocó a una familia con linaje jazzistico: la fotografía estuvo a cargo de Horacio Sbaraglia, y el diseño grafico a cargo de de su hijo Juan. Lo Prete destaca el entusiasmo con que han tomado el proyecto: “Carlos Melero es un técnico muy apreciado, aparte de ser un amigo, y puso el hombro sabiendo que se hace a pulmón y que no es para ganar plata; y lo mismo la fotografía, que la hizo Horacio Sbaraglia, que es un fotógrafo de jazz. Saca fotos muy buenas específicamente de jazz, ha hecho tapas de muchos discos de acá y se lo tomó con el mismo entusiasmo y en forma completamente ad honorem. Era un eslabón muy importante porque la edición en sí importaba mucho, el impacto visual de las fotos. Les cabe un reconocimiento especial por este trabajo. Tomaron la filosofía, el entusiasmo simplemente de ayudar desinteresadamente. Son actitudes muy valiosas. Habrán visto en Rivorecords algo así como una causa… Creo que han visto una causa, como la veo yo. Pudieron aportar su granito de arena. Los músicos ayudaron mucho al entender el proyecto también y no poner piedras, sino más vale a tratar de llevar la cosa adelante en los términos conversados y en modo placentero. Difundir el sonido del Jazz ¿Cómo fue la aceptación de los discos del sello en el público? La repercusión en lo que es el público de jazz es un proceso que se hace muy de a poco. Todos sabemos que es un género bastante minoritario. Veo que hay como una aceptación en los músicos, que están entusiasmados, gente que se me acerca y me dice lo mismo, periodistas, pero no me parece que eso sea demostrativo del éxito que pueda tener el proyecto. La difusión de la música sería el éxito, más allá de lo económico. El hecho de querer grabar otros discos hace que el proyecto tenga una continuidad que en el mediano plazo a uno le permita evaluar esto y ver la repercusión. ¿Cómo ve el mercado del Jazz? En cierto modo, al hacer esto, uno entra en el mercado. Cuando uno está en un mundo, cree que ese mundo es más amplio, porque se codea con toda la gente que tiene sus mismos intereses. Entonces, no es fácil tener la perspectiva. Sin perjuicio de eso, creo que es un buen momento para el Jazz en Argentina porque en los últimos años ha habido un gran desarrollo. Hay muchos músicos jóvenes que tocan muy bien el instrumento, que tienen mucha pasión por la música y ha habido como una profesionalización en el sentido técnico. Compositivamente se ha avanzado mucho también, los músicos sienten que hay un campo mayor para ellos y que pueden estar más a la par de, quizás tocar con músicos de afuera cuando vienen. Y todo el auge de la tecnología los hace estar más cerca de las cosas, hace que la gente pueda estar más cerca quizás de alguna noticia jazzística que antes no existía. Con lo cual, yo soy bastante optimista a largo plazo. Tendría que haber algún club más para que se toque jazz porque no hay demasiados. Pero cuando se hacen conciertos con algún cierto orden en la programación, alguna mínima difusión bien hecha, veo que hay bastante éxito. El problema es que hay como una fuerza bruta ahí, pero que no hay algo que lo arme y lo dirija. Por supuesto, no podría ser una sola persona, pero tendría que haber como organización que creo que sería fructífera para todos.
“El hecho de querer grabar otros discos hace que el proyecto tenga una continuidad que en el mediano plazo a uno le permita evaluar esto y ver la repercusión”. Al hacer un emprendimiento de este tipo, de una u otra manera, hay una mirada comercial. No, la verdad que no lo veo desde ese punto de vista. No digo que no pueda ocurrir, es posible, pero no lo hago pensando para nada en ese aspecto, sino en el hecho de que la música logre difusión, que haya más gente que sepa que agarra un disco de esos, lo escuche y le produzca algo: alegría, bienestar o se emocione. Poder difundirlo a la mayor cantidad de gente y generar un movimiento en los propios músicos para que ellos sientan esa inquietud, que sepan que hay alguna puertita que se va abriendo para que ellos puedan ir desarrollando sus carreras. Si bien pienso que puede ser una consecuencia lo que vos decís, que esto genere un movimiento de crecimiento económico para el género o para la industria, no es lo que yo pensé cuando empecé con esto. Lo mío es simplemente un espíritu de difundir, de hacer edición, que es algo que a mi me gusta, y generar. Hay una muy limitada cantidad de oyentes que quizás pueda ampliarse. Uno ve que hay mucha gente que escucha música porque los medios masivos se la venden. Si le pusieran jazz posiblemente consumirían jazz porque ni siquiera piensan mucho, digamos. Uno a veces le hace escuchar jazz a gente que le gusta la música, pero no está en el género, y les parece una música agradable, les da alguna curiosidad y empiezan a investigar. Es algo que a uno le parece que vale la pena. En general, quien piensa en la música comercialmente se ve a sí mismo, cuando hace un producto, como un productor. Un editor es un formato un poco más romántico y has dicho que te gusta ser un editor. ¿Un editor es casi un acto artesanal? Si, es un poco eso. El concepto artesanal está mucho en el sello. Tuve que poner, obviamente, una cantidad de dinero para hacer las cosas con algún grado de seriedad y, justamente, lograr alguna difusión o generar alguna curiosidad. Pero para mi no choca con que lo que uno hace tenga un espíritu realmente jazzístico y artesanal, que era también la tradición, hacer las cosas muy a pulmón. Pero me parece que seriedad, orden o profesionalismo bien entendidos se pueden dar de la mano con esa cosa artesanal que mucha gente la percibe. El término productor siempre uno lo ha visto aplicado a gente muy grosa. Bueno, es lo que se pone en la contratapa del disco, pero a mi no me gusta porque, por empezar, no me considero un productor. Estoy tratando de armar una cosa pero cuyo esqueleto son, en definitiva, los músicos. Sin los músicos no va a ningún lado. En cuerpo y alma ¿Hay cierta filosofía de tradición en tu mirada del jazz? Sí. Me parece que es aplicable a muchos aspectos de la música o de la cultura en general. Me da la impresión como que antes había una mayor consistencia y un mayor amor. Vos tomás la década del 30, del 40, del 50, y los grandes músicos eran tipos que vivían para eso. Tocaban, hacían un set, se iban al club de enfrente a hacer otro set, tocaban 5 horas, y a las 6 de la mañana, se juntaban en la casa de alguien a tocar y, posiblemente, cuando terminaban, Entre las 10 y las 12 de la mañana grababan un disco que terminaba siendo histórico. O sea, era un amor por lo que hacían que en mi opinión se ha transmitido en lo que ellos dejaron grabado. No quiero ni pensar si hubiera podido vivir el momento, digamos, porque la mayoría de las cosas se debe haber perdido. Es un respeto por toda una cantidad de cosas que a uno le parece que en una determinada época se hacían de determinada manera, con cuer-
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LIVINGJAZZ / ENTREVISTA
po y alma, y pensando únicamente en el aspecto artístico, o en pasarla bien y divertirse, y llegar al corazón de la gente con la música. Todos estaban contentos si ganaban un billete más, pero no era lo que los movía para nada; era el placer de juntarse a tocar y tomar una cerveza en la mayor parte de los casos, por lo menos lo que uno ha ido leyendo.
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Retomar modelos o formatos del pasado no significa siempre involucionar. Si uno tuviera que relanzar el modelo de la novela y alguien dijera “vamos a ver el formato de la novela clásica”, no está mal. Por supuesto. Sé que se vuelve a los clásicos. La gente ve El Ciudadano de Orson Wells una y otra vez. Bueno, volver a Ellington,a Monk, a Miles Davis, no me parece que esté mal. Por algo fueron roles de toda una generación de gente y fijaron pautas musicales, e incluso estéticas musicales, de formas de vida, de estilos, de apegos a ciertas tradiciones que, por algo, se vuelve sobre eso. Creo que no es sólo en la música el fenómeno A mi me gustan mucho los standars. Quería grabar discos que si iba a buscarlos a las bateas, hubiera querido comprar. En eso yo no tenía ningún compromiso. No quería grabar cosas que a mí no me gusten, porque se supone que era un “hobby”, entre comillas porque lo he tomado con la mayor seriedad que he podido. La premisa era grabar standars y que los músicos, en la medida que ellos quisieran, grabaran dos o tres temas propios que estuvieran en alguna línea con los discos. En algún caso sintieron que quizás mechar algún tema propio no representaba su música, que me pareció una idea perfectamente comprensible; como que el espacio que uno les daba no alcanzaba para que el público tenga una idea de en qué andaban compositivamente. Lo que no se podía era no grabar algunos estandars. De hecho, en el disco de Mariano Loiacono, hay un tema de él y hubo otro que se grabó que finalmente quedó afuera del disco.
“Sé que se vuelve a los clásicos. La gente ve El Ciudadano de Orson Wells una y otra vez. Volver a Ellington, a Monk, a Miles Davis, no me parece que esté mal”.
¿Pensó en editar en vinilo? Sí. En todos mis delirios iniciales, que fueron muchos, pensé en un vinilo, incluso en esta primera tanda. Pero después, uno a la noche se sienta y piensa un poco, en vez de tanto corazón, y se da cuenta de que no se puede hacer todo junto. El vinilo es un formato al que la gente que está en el negocio de algún u otro modo está volviendo. Vinilos de jazz se editan mucho en Estados Unidos. Para el que le gustan las ediciones tienen un atractivo especial, la gráfica y demás, al margen de las cuestiones auditivas que los puristas hacen mucha cuestión de que se escucha mejor. Me gustaría editar algún vinilo pero me parece que hay cosas por hacer previas que tienden a la difusión de la música en sí. Disco rígido ¿Cuál es el próximo paso de Rivorecords? Quiero tener como un pequeño catálogo de algunos títulos, hacer la evaluación de cómo le resultó a uno hacerlo desde el punto de vista espiritual, de la recepción que pudo haber tenido, tanto en los músicos como en esto de divulgar un poco una música que uno cree que vale la pena. Ya he hablado para grabar formaciones o con músicos que a mi me gustan mucho y que me gustaría que graben en la medida que se atengan un poco a estas pautas básicas. Falta ultimar algunos detalles, pero yo pienso que este primer año, sería el 2012, lo vamos a pasar y vamos a tratar de sacar algunos discos más. Y quizás después será el momento, después de un año, un año y pico de que el sello exista, de hacer esa evaluación a ver si yo quiero seguir o no. No quiero atarme a ningún parámetro ni tomar compromisos. Que le dé la libertad de poder improvisar… Exactamente. En ese sentido he tratado de ser organizado. El sello tiene algo de improvisación también, de que se van dando las cosas y por algo se dan también. Imagino que habrá mutaciones permanentes en este proceso, pero por lo menos Rivorecords deja abierto un espacio para quien quiera atenerse a la tradición del jazz. Exacto. Lamentablemente soy un poco hiperquinético, por poner un término amable, y en disco rígido de mi cabeza ya tengo grabados muchos discos. Muchos vamos a tratar de materializarlos en discos de verdad. Con lo cual, sí, está abierto para los que vengan en la tradición, pero hay cola ya, porque en mi cabeza ya hay muchas cosas dando vueltas. Pero bueno, uno no puede hacer todo.
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LIVINGJAZZ / OPINIÓN
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LivingJazz en México
FESTIVAL JAZZUV: BODY, SOUL & MIND
Entre el 3 y el 13 de noviembre pasados se realizó en Xalapa, en el estado mexicano de Veracruz, el IV Festival Jazzuv organizado por el Centro de Estudios del mismo nombre con sede en la Universidad Veracruzana. Una experiencia intensa que combinó artistas de primer nivel –Kenny Barron, Joe Lovano, Jeff “Tain” Watts-, la enseñanza del jazz, el debate académico y la relación de esta música con otras artes. LivingJazz estuvo presente y se complace en transmitir que otro mundo (jazzístico) es posible. [Por Berenice Corti]*
* Investigadora en música y cultura. Fue productora independiente de conciertos de jazz. http://jazzycultura.wordpress.com.
En el aeropuerto del DF (México) nos esperaba la cantante Noila Carrazana para llevarnos en una cómoda van a la bella Xalapa, capital administrativa (y artística, y educativa) del Estado de Veracruz, a sólo tres horas de la ciudad capital. Enclavada en medio de montañas, a la que se llega en autopistas de climas cambiantes y vegetaciones múltiples -en pocos minutos se puede pasar de tropicales palmeras a pinos que conforman un pasaje patagónico-, Xalapa se enorgullece de ofrecer un tupido calendario anual de eventos culturales, entre éstos, el Festival Jazzuv. -Ah, tú eres de Argentina, la Europa de América Latina-, me dijo la Maestra Noila. Es que en México no te llaman profesor, sino maestro o maestra, lo que quita solemnidad y agrega cariño, a mi ver. Sin quererlo, Noila me ofreció el puntapié inicial para la charla que daría días después sobre la actualidad del jazz en Argentina. A la consabida pregunta “¿hay un jazz argentino?”, pudimos introducirle algunas reflexiones desgranadas con el público acerca de cuánto se es a partir de la mirada del otro, y qué le debemos al mandato cultural que todos acarreamos y esperamos superar algún día. Y de qué formas –varias- estas cuestiones aparecen en la música. Este intercambio con otros participantes y asistentes al Festival fue una constante de todas las jornadas, convirtiendo al Jazzuv en una fructífera Babel de tres continentes: ¿cuál es la relación del jazz con las “músicas del mundo”? ¿Cuál es el legado de la música africana en el jazz? O ¿qué está pasando en América Latina? ¿Y la tecnología? ¿Qué necesita un músico de jazz en su formación? ¿Hay conexión entre jazz y política? Estos y muchos otros fueron los ejes de apasionados debates cobijados por la hospitalidad jarocha –así se denomina a la cultura mezclada de españoles con criollos y afrodescendientes- de los veracruzanos. Sin respiro En cuanto al cronograma de las actividades, se impone realizar un repaso de todas ellas que en su conjunto hacen de esta convocatoria una experiencia particular. La primera semana estuvo dedicada a la Sección Académica coordinada por el filósofo y escritor belga Luc Delannoy, autor de -entre otras obras- sendas biografías de Lester Young (1987) y Billie Holiday (2000), además de las muy conocidas ¡Caliente! Una historia del jazz latino (2001) y Carambola. Vidas del jazz latino (2005). Para esta oportunidad los invitados fueron el dominicano Darío Tejeda, director del Instituto de Estudios Caribeños de Santo Domingo y Nueva York y organizador del IV Congreso Música e Identidad “El jazz desde la perspectiva caribeña”; Julián Ruesga Bono, de Sevilla, de Artefacto Colectivo Cultura Contemporánea y compilador de “In-fusiones de jazz” (2010) y “Jazz en español” (2012); el etnomusicólogo canadiense Gerald Côté, quien trazó itinerarios culturales por fuera de las historias lineales del jazz; y los músicos, profesores e investigadores Alain Brunet de Francia y Marc Duby de Sudáfrica. Todos ellos –además de la autora de estas líneas- ofrecieron diferentes miradas sobre el jazz de sus lugares de origen y/o en relación a sus respectivos campos de investigación, compartidas en varias conferencias y mesas redondas. También se presenta-
ron ediciones bibliográficas de los distintos autores presentes y la revista LivingJazz, que contó con un ávido interés por parte del público mediante preguntas y debate sobre los circuitos jazzísticos en México y Argentina. Desde el punto de vista artístico las actividades se iniciaron con performances de teatro y jazz, danza y jazz y títeres y jazz. Cabe destacar que ninguna de ellas se realizó en forma simultánea, lo que propició un mayor disfrute y asistencia. Ya en la segunda semana comenzaron los conciertos especiales brindados en el Teatro del Estado, los cruces entre los distintos invitados en la sede principal del Festival Jazzuv -la Casa del Lago, centro cultural de la Universidad Veracruzana-, y las jam sessions y otros conciertos más informales en locales de música en vivo. La impronta educativa del festival, característica de todas las actividades organizadas y presenciadas por profesores y alumnos de la Licenciatura en Estudios de Jazz de la Universidad –que se mezclaban con el público general- se concentró en las nutridas master-classes ofrecidas por las estrellas del evento: Joe Lovano, Kenny Barron, Jeff “Tain” Watts, John Ramsay, Ray Drummond, Louis Hayes, Ben Monder, Judi Silvano, David Sánchez, Giovanni Hidalgo e Iván “Melón” González. También formaron parte del nutrido cronograma de conciertos el baterista y percusionista Francisco Mela, director artístico del Festival, la exquisita cantante Gretchen Parlato, Melissa Aldana, Jeff Galindo, Osmany Paredes e Ilan-Bar Lavi, entre otros. Un nuevo paradigma No hay posibilidad de reflexionar sobre la música sin sentirse atravesado por ella, aunque no se canalice en expresión artística; y no hay creación musical sin reflexión aunque ésta no se inscriba en lo que entendemos por racionalidad. No es que no hay reflexión, es otra reflexión. No es que no hay sensibilidad, es otra sensibilidad. El Festival Jazzuv es una muestra de que todo esto puede estar presente en un mismo lugar: el Jazz como arte individual y colectivo, pero también mirado culturalmente con un sentido social educativo y de difusión para crear nuevos públicos. También un festival de jazz puede ser el espacio para el intercambio productivo entre las más diversas experiencias jazzísticas (las reflexivas, las sensibles entre diferentes artes y entre éstas y las primeras), para mejorarnos como personas y como sociedad.
IV FESTIVAL INTERNACIONAL JAZZUV Xalapa, Veracruz, México – Universidad Veracruzana. 3 al 13 de noviembre de 2011 Sedes principales: Casa del Lago UV – Teatro del Estado (Xalapa) – La Ceiba Gráfica (Coatepec) – Café Teatro Tierra Luna (Xalapa) http://www.uv.mx/festivaljazzuv/ Edgar Dorantes Dosamantes / Director Miguel Francisco Cruz Lorenzo / Coordinador Francisco Mela / Director Artístico Luc Delannoy / Coordinador Académico Guadalupe Barrientos López / Directora General del Área Académica de Artes – UV
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MUCHO MÁS QUE JAZZ AL SUR
Con base en Lomas de Zamora, este colectivo de personas se convirtió en el referente jazzístico del sur bonaerense a fuerza de trabajo. Un centro cultural, un sello discográfico y un festival son solo algunas de las ideas que llevan adelante con organización y autogestión. [Por Matías Gariglio] [Ph: Banfield Teatro Ensamble]
Si alguien llega al Banfield Teatro Ensamble sin conocer nada del lugar probablemente le cueste, en un primer momento, descifrar qué es lo que funciona allí verdaderamente. A primera vista es un bar de clima cálido, con una muestra de pinturas en el salón contiguo que se distingue a través de varios ventanales y una biblioteca al fondo. Más allá, el lugar se ramifica en varios cuartos y en cada uno parece estar sucediendo algo interesante y creativo: son en general talleres y ensayos musicales, teatrales o de danza. Lo que más puede llamar la atención es que quienes integran estos espectáculos son las mismas personas que dirigen el lugar, eliminando o reduciendo al mínimo los intermediarios entre el arte y sus espectadores.
De los artistas para los artistas y su público. Así funciona el Banfield Teatro Ensamble. Con una amplia variedad de propuestas musicales y teatrales a las que le suman dos proyectos ambiciosos en marcha: su propio sello discográfico y la quinta edición del festival de jazz. Todo esto bajo un espíritu independiente y autogestivo que no les impide superar su condición regional para volverse un lugar de referencia cultural para toda la Provincia de Buenos Aires Bueno Aires. La compañía fue fundada en 2000 pero desde hace siete años se reubicó en una nueva sede –Larrea al 350, Lomas de Zamoraque le permitió ampliar y diversificar sus actividades. Entre sus
muchos espacios cuenta con un amplio escenario principal para 250 espectadores. Por estos días, ya comenzaron los preparativos para el festival de jazz que se realizará en mayo. Silvina Aspiazu es una de las integrantes del consejo directivo, además de ser la guitarrista del sexteto Raskoski Hot Club, banda estable del BTE, que homenajea a autores como Django Reinhardt y Oscar Alemán, entre otros, ofrecen una de las mejores interpretaciones del swing de los años 30 a nivel local. “El festival fue siempre en noviembre. Este año decidimos cambiarlo, por varios motivos: por el calor, porque en esa fecha estaban todos los demás festivales de jazz y, principalmente, porque preferimos que en vez de cerrar el año lo abra para darle un empuje al ciclo durante el resto de la temporada”, explica Silvina. A pesar de ser de los pocos festivales que no son organizados por grandes organismos privados o estatales, uno de sus mayores compromisos desde el comienzo es mantener la entrada libre y gratuita. Esto no evita que se presenten figuras como Paula Shocron, Adrián Iaies y Pipi Piazzolla que ya se encuentran apalabrados. Al mismo tiempo, le darán lugar a cuatro bandas teloneras que eligieron a través de una convocatoria
21 La ambición de difundir el arte y la inquietud por hacerlo en muchos frentes simultáneos es lo que caracteriza a este espacio cultural y lejos están de conformarse: “Todo lo que hacemos es una apuesta. Por eso el lugar tiene esa fuerza particular, es el interés común que tenemos todos los de la organización en el arte. Eso hace que el proyecto vaya por sí mismo para adelante” opina Linzuain. Por su parte Aspiazu agrega que “hay muchos proyectos, todo el tiempo hay inquietudes. Este año fue el sello discográfico y más adelante seguiremos haciendo otras cosas y manteniendo estas. Nunca llegamos a un lugar y nos sentamos a esperar. Hasta que el festival no sea internacional no paramos”.
por internet y será el trompetista Juan Cruz de Urquiza quien determine la última selección. “Lo gratuito le da una forma de fiesta y si pasáramos a cobrar entrada se acabaría eso. Hay un verdadero clima festivo y cada vez viene más gente y de lugares más lejanos”, agrega Silvina Linzuain, bailarina y encargada del área de prensa. El otro proyecto singular que lleva adelante la BTE es su propio sello discográfico mediante el cual editan artistas de diversos géneros. Durante 2011 se publicaron dos discos – el disco debut de la Raskoski Hot Club y un concierto de música clásica- y para el 2012 pretender lanzar dos más.
BANFIELD TEATRO ENSAMBLE Larrea 350, Lomas de Zamora.
LIVINGJAZZ / INFORME
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Córdoba Jazz Camp
Misioneros del Jazz [Por Gabriel Cygielnik] [Ph: Gentileza Córdoba Jazz Camp]
A 50 km. de la ciudad de Córdoba, al norte por Ruta 9 según el GPS, se encuentra el Colegio del Seminario Menor, aledaño al predio de la Estancia Jesuítica de Jesús María. El monasterio, que data de 1618 y fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por UNESCO, cuenta con cinco pabellones, con interminables pasillos que los conectan entre sí y grandes ventanales que dan a los patios internos, con fuentes y árboles, que inundan de luz todo el interior. Allí ya no se ven por estos días las sotanas. Ya no hay misioneros ni curas (aseguran los memoriosos del lugar que los últimos tres se casaron). Sonidos de trompetas, pianos, guitarras, baterías romperán con el sepulcral silencio espiritual para dar lugar, por una semana, como hace siete años, al Córdoba Jazz Camp. “El Córdoba Jazz Camp es una experiencia única en Argentina. Es un programa de entrenamiento intensivo, de inmersión, dirigido exclusivamente a músicos, instrumentistas y vocalistas (profesionales o amateurs), que combina master classes, talleres teóricoprácticos, clases de improvisación, clínicas de instrumentos, foros de escucha, ensayos de combo, conciertos y jams nocturnas, a lo largo de seis días consecutivos”, cuenta con orgullo Germán
Siman, el director del campamento. Como profesor de batería, fundó La Escuelita, una escuela de música en la capital cordobesa dedicada principalmente al jazz, por donde han pasado los más importantes músicos nacionales e internacionales para dar clínicas y talleres. Los profesores arribaron el sábado por la mañana al edificio de La Escuelita. La cantante Barbie Martínez, el pianista Alan Zimmerman y el contrabajista Pablo Motta se encontraron con Oscar Giunta y el guitarrista tucumano Julio Goytia, y los profesores internacionales: John Stowell (guitarra), Steve Zenz (batería) y Nick Holmes (saxo). Al otro día llegaría Mariano Loiacono con su trompeta, para completar la plantilla de profesionales. El concierto de apertura se realizó en un lugar masivo, frente al cabildo de Córdoba, para promocionar y acercar el Jazz Camp a toda la comunidad. Los músicos rápidamente se pusieron de acuerdo para la primer tocada. El Jazz Camp había comenzado. Mientras tanto, en Jesús María comenzaban a llegar los primeros alumnos. Serían 80 en total, entre hombres y mujeres. Rosario, Salta, San Luis, Buenos Aires, Santiago del Estero, Córdoba, son
23 Más de 80 chicos de todo el país y músicos de Argentina y Estados Unidos se reunieron durante una semana en un monasterio en la localidad cordobesa de Jesús María, con el jazz como hilo conductor. LivingJazz Magazine se fue de campamento con ellos para contarles como se realiza una de las experiencias educativas más importantes para el desarrollo del género en la región.
algunas de las procedencias. El campamento creció a lo largo de los años: “La primera vez que lo organizamos tuvimos poco más de diez alumnos. La matrícula fue creciendo año tras año hasta llegar a los 80 chicos de 2012, y esperamos superar los 100 el año próximo”, se entusiasma Siman. El origen del Camp tiene estrecha relación con el Shell Lake Arts Center, institución de Wisconsin, Estados Unidos, que realiza campamentos musicales desde hace más de cuarenta años. La visita de Zenz en el año 2005 permitió a Siman estrechar los vínculos entre esa institución y La Escuelita para organizar el primer Jazz Camp en Argentina en el año 2006. La organización les asegura a los estudiantes las cuatro comidas diarias, cobertura médica, alojamiento, y hasta hay dos celadores que se multiplican para estar en todos los rincones del monasterio. Guillermo Pigni es el coordinador académico y uno de los pilares del camp. En él recae la responsabilidad de organizar las clases, los horarios y los combos de instrumentos. Pero el apoyo estatal y privado es casi nulo. Los costos se solventan con el dinero de las matrículas y solo hay algunos alumnos becados por
LIVINGJAZZ / INFORME
instituciones. Una vez más el esfuerzo de un grupo de personas está por encima de cualquier organismo y hace posible una experiencia educativa que de otra manera no podría ni proyectarse en un boceto. El Jazz Camp comienza con las pruebas de nivel. Hay chicos que hace pocos meses han comenzado a tocar y otros que vienen a perfeccionarse. El rango etario también es muy amplio: desde el pequeño Serafín que con 16 años es apenas más grande que su guitarra; o Mariana, que tiene 30 y es la segunda vez que viaja a Jesús María para tomar las clases de canto.
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Las jornadas son intensas y extenuantes. El cronograma indica que a las 8 de la mañana se sirve el desayuno, a las 9 es la clase de instrumento y a las 11 de improvisación. Una hora para almorzar, ensayos de los combos y la master class, dictada cada día por un profesor diferente. La merienda es la antesala para el concierto diario, que puede ser en una plaza frente a la estación de tren de Jesús María, a metros del famoso escenario del a fiesta de doma y folclore, o en un boliche de la ciudad. A la vuelta, la cena y a prepararse para la jam session. Y a las 8 el gallo vuelve a cantar… El clima es cordial y el tema es monótono: solo se habla de jazz. Las reuniones al sol para escapar del frío polar invernal cordobés giran en torno a la música y a una fuente de cemento, ya sin agua, que es el centro del primer patio interno del seminario. Los “profes” intercambian anécdotas de su carrera ante la atenta afición y las charlas muchas veces redundan sobre lo sucedido en las clases. El aire es puro, puro jazz.
Mujeres y hombres duermen en pabellones separados pero de iguales características: habitaciones de 30 metros de largo donde las camas se suceden una al lado de otra en cuatro hileras, cual guarnición militar, que hace repensar sobre como era la función y el orden de los antiguos misioneros religiosos. Un castillo milenario, 200 metros a campo traviesa, es el albergue de los profesores y el staff del camp. Habitaciones con techos de no menos de cinco metros de altura, portales con vitrales, baldosas trabajadas, una escalera en espiral que desemboca en un torreón, un hogar a leña, son solo algunos ejemplos de esta edificación que podría ser de fantasía, o de una película de terror pochoclera hollywoodense donde un grupo de jóvenes va siendo asesinado uno a uno por un loco con una motosierra y una máscara. A medida que pasan los días las caras ya muestran signos de cansancio. Los combos se van aceitando camino hacia lo que será el concierto final, donde los “misioneros del jazz” tendrán que demostrar lo aprendido ante pares, profesores y algunos amigos y familiares que arribarán para la ocasión. Luego, cada uno volverá a sus pagos habiendo vivido una experiencia transformadora, desde lo musical y desde lo humano, llevándose en su bolso nuevos saberes, anécdotas y amigos. El silencio regresa a ese monasterio de Jesús María. Sabe que no tiene tiempo que perder. En un año la música volverá a tronar sus pasillos y una nueva generación de “misioneros del jazz” estará allí para estremecer las sierras cordobesas con el sonido de sus instrumentos.
El Córdoba Jazz Camp es una experiencia única y transformadora para los jóvenes que quieren crecer musical y humanamente dentro del jazz. Los alumnos realizan una semana de trabajo intensivo en la que toman clases de instrumento, improvisación, ensamble, y participan de jam sessions, master clases y conciertos. El hecho de poder compartir tantas y tan intensas sesiones musicales y de estudio hacen que el cambio de los alumnos después de una semana de trabajo sea realmente notable. El riguroso trabajo sumado al espíritu que tiene el camp, tienen una magia que lo hacen realmente relevante para la formación de cualquier músico de jazz. Todo esto que sucede es posible únicamente porque hay gente irremplazable, como cada uno de los integrantes de la organización y el staff docente, que hacen que este camp tenga cualidades humanas y artísticas que no son fáciles de encontrar. La seriedad de la planificación, organización y contenidos académicos, sumado a su manera de entregarse, comprometerse, y compartir con los alumnos, entre tantas otras cosas, son una fuente de inspiración y aprendizaje para todos. El intercambio con músicos de otras provincias u otros países, hacen de este un programa sumamente enriquecedor donde priman el intercambio y las ganas de compartir y crecer. Es fundamental que el camp siga creciendo, porque es impactante lo positiva que es esta experiencia para los jóvenes que participan. Para las cantantes, que no encuentran lugares donde formarse en este estilo de forma intensiva es, por ejemplo, una gran oportunidad para adentrarse en el jazz. Y para los jóvenes en formación, es una oportunidad para estudiar con los excelentes docentes. Al igual que todos los alumnos del camp con los que hablé, llegué a Buenos Aires con muchas ideas y ganas de crecer, superarme, estudiar más, feliz de haber compartido la última semana con gente tan interesante, inspiradora y divertida y de que se siga estudiando, tocando y difundiendo esta música que tanto amamos.
Barbie Martínez
Cantante y docente de Jazz Camp
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Día Internacional del Jazz
Lenguaje de Libertad [Por Catherine Vieira] Desde Medellín, Colombia
En tiempos de hibridaciones y palimpsestos culturales, Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, manifestó el pasado 30 de abril a propósito de la declaratoria del Día Internacional del Jazz: “A todo lo largo de su historia el jazz ha sido una fuerza de transformación social positiva y sigue siéndolo hoy día. Por esta razón, la UNESCO proclamó el Día Internacional del Jazz. Esta música, cuyas raíces se remontan a la esclavitud, constituye una expresión apasionada contra todas las formas de opresión. Habla un lenguaje de la libertad que es comprensible por todas las culturas”. Celebro ésta conmemoración, al igual que la reaparición de la revista Livingjazz, me traslada a esa dulcificación de lo memorable que tan bien expresa Melody Gardot con su Sweet Memory: “Sweet Memory, Talking bout a sweet memory, It goes round and round in my head, Pretty soon I’ll want the real thing instead (…)”. Ese estribillo pegajoso nos recuerda que a la memoria la despertamos continuamente de su sueño, quizá por esa manía conservadora, tan humana, por aferrarnos a aquellos momentos que nos brindan cobijo, que nos hacen sentir “como en casa”, (en mayúscula) que nos hacen construir tejidos, conexiones, y se convierten en puntos de giro en nuestro habitar. Celebro este nuevo Día Internacional del Jazz y este gran acontecimiento que es la reaparición de la revista, por nuestra memoria colectiva, por los caminos recorridos y vividos, por los encuentros y desencuentros, por el beneficio espiritual de muchos que pulsionamos a ritmo de Jazz. Más allá del tradicionalismo sustancialista, para muchos, esta música, nos permite agujerear la realidad, así como lo hace una buena película o una agradable compañía. Estos “actos de magia social”, como diría Bourdieu, los necesitamos para propiciar los encuentros entre seres tan diferentes y fragmentados, y a los que cada vez nos cuesta más encontrar lo común, enfrascados en los matices de los disensos. Enhorabuena, esta comunión musical con este género de frontera, que funciona bien en cualquier pueblito norteamericano, así como en la fría San Petersburgo, en la primaveral Medellín o en la caótica ciudad del Buen Ayre. Nueva Orleáns, Nueva York, vibraron el pasado 30 de abril a ritmo de Jazz, queda la pregunta sobre el quehacer de los gestores culturales y amantes del género para los eventos futuros, donde se ha preestablecido, así sea desde lo institucional, una excusa para juntarse. Estamos a tiempo para hacer el Brainstorming, generar propuestas e hibridar expresiones de la cultura que hagan maridaje con la celebración de este nuevo Día Internacional del Jazz. La puesta en escena está por hacerse, está todo por hacerse y de quienes sentimos una conexión afectiva con el género, depende el uso social y político que se le dé a la patrimonialización de un género que desde siempre ha sido, como dice Bokova, un “lenguaje de la libertad”.
LIVINGJAZZ / OPINIÓN
EL CAMINO
LATINOAMERICANO I Simposio Jazz en América Latina Congreso Iaspm LA
[Por Berenice Corti]*
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El 20 y 21 de abril pasado, en el marco del X Congreso de la Asociación Internacional de Estudios en Música Popular – Rama Latinoamericana (Iaspm-LA), se realizó el Primer Simposio Jazz en América Latina, un encuentro de investigadores, profesores y músicos para reflexionar sobre el jazz de la región. El encuentro, que concitó también un gran interés por parte de asistentes al Congreso –investigadores de todo el continente, docentes y alumnos de áreas afines-, se realizó en las instalaciones de la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba. Se presentaron ponencias de Argentina, Chile y Brasil, y participaron del debate otros estudiosos de Cuba, Colombia y México, además de los países ya nombrados. Entre los propósitos de la convocatoria se mencionó la necesidad de aportar a la construcción de un relato localizado sobre la práctica del jazz en la región, que incluya un marco conceptual también localmente situado. Las sesiones fueron abiertas por el historiador argentino Sergio Pujol (Universidad de La Plata – CONICET), quien se refirió a las grabaciones europeas de Oscar Alemán y la acreditación cultural de un músico argentino de jazz. Lo siguió el musicólogo Alvaro Menanteau, de la Escuela Moderna de Música de Santiago de Chile, con su trabajo “Jazz en América Latina: entre la modernidad y la identidad”. El segundo día se inició con la ponencia de Miguel Vera Cifras de la Universidad de Chile: “Alicia en el país de las maravijazz. Mujeres en el jazz de Chile”. Además de investigador, Vera Cifras es el creador del programa Holojazz que se emite por la radio de esa
universidad. Le siguió Hernán Pérez del Instituto Superior de Música de la Universidad Nacional del Litoral, de Santa Fe, Argentina, con su trabajo “Entre la nada y la eternidad (“Between Nothingness and Eternity”), la fusión en los ´80 en la ciudad de Santa Fe, Argentina: algunas manifestaciones, lenguajes y búsquedas”. Por último, Simone Cunha, de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro, Brasil, presentó “Los discursos y apropiaciones sobre la categoría ‘Jazz’”, un análisis sobre identificaciones de los músicos brasileños en relación al jazz y la llamada “música instrumental”. Para cerrar las sesiones, quien les escribe propuso continuar el debate sobre el jazz en América Latina con una ponencia sobre las conceptualizaciones que transitan desde el Latin Jazz hacia el jazz latinoamericano. Este simposio “Jazz en América Latina” se enmarcó en las actividades que lleva adelante el Grupo de Trabajo homónimo de la Iaspm Rama Latinoamericana, tendientes a construir una suerte de mapa regional del jazz. El GT realiza trabaja también en la creación, circulación y discusión de bibliografía sobre temáticas comunes, además de la puesta en común de información actualizada sobre el jazz del continente. Las ponencias serán publicadas electrónicamente hacia fines del presente año en la página web de la Asociación http://iaspmal.net.
(*) Investigadora en música y cultura (IIEt – CABA), fue productora independiente de conciertos de jazz, http://jazzycultura.worpress.com
LIVINGJAZZ / DOSSIER
[DO2SIER]
CHARLES MINGUS EN BUENOS AIRES [Por Claudio Parisi]
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LIVINGJAZZ / DOSSIER
El gran contrabajista norteamericano Charles Mingus, uno de los más grandes Genios del Jazz del Siglo XX, llegó a Buenos Aires en Junio de 1977, como parte de una gira Latinoamericana. Vino acompañado por su esposa y manager, la señora Susan Graham Mingus, y los cuatro músicos con los que completaba su quinteto: Jack Walrath en trompeta, Robert Neloms en piano (nombre que salio mal escrito en el programa del Teatro Coliseo), el saxofonista Richard Ford, de escasos 23 años, y su histórico compañero de ruta, Dannie Richmond en la batería. La gira ya los había llevado a hacer presentaciones en las ciudades de Río de Janeiro y Porto Alegre en Brasil. Otro de los destinos fue la ciudad de Montevideo, Uruguay, donde tuvo un accidentado concierto. Eran épocas en las que Mingus estaba muy perseguido y preocupado con las grabaciones de los shows y ediciones piratas de su música. Basado en ese temor fue que en medio de este concierto, decide interrumpir su actuación al advertir que había grabadores en la sala. LA PRENSA
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La publicidad y promoción de estos conciertos por parte de sus organizadores no estuvo a altura de las dimensiones de esta leyenda viviente del jazz. Se realizó una conferencia de prensa en las instalaciones del SHA (Sociedad Hebraica Argentina), donde tampoco hubo gran concurrencia de especialistas, salvo algunas pocas excepciones. Mingus se presentó en esta conferencia, acompañado por todo su staff, vestido con una especie de túnica negra y fumando un habano; según la descripción del periodista Alfredo Rosso, quien asistió a la misma. Tal vez fueron las jóvenes publicaciones “rockeras” las que le dieron más importancia a esta visita: revistas como “Pelo” y “Expreso Imaginario” hicieron una cobertura de los conciertos y expresaron las criticas correspondientes. En el suplemento anual de la Revista Pelo de Diciembre de 1977, donde se elegían los acontecimientos musicales más importantes del año, publicaron: “…LA VISITA DEL AÑO: CHARLES MINGUS” Porque, sin demasiada publicidad, expuso su música con virtuosismo y un gran trabajo armónico, sin por ello perder un ápice de la alegría de hacer música. Porque, sobre el escenario, brindó un espectáculo de gran vibración y comunicación, sin caer en la solemnidad. Porque, quizás fundamentalmente, permitió un acercamiento entre dos estilos, años atrás, inconciliables, imposibilitados de converger para abrir más expectativas de experimentación.” Por su parte, la Revista “Expreso Imaginario” Nº 12 de Julio de 1977 no solo realizó la crítica del concierto sino que, además, consiguió un reportaje al propio Charles Mingus bajo el titulo: “Retrato y Autorretrato del Santo Negro”., Peter Gunter y Fer-
nando Basabru acompañaron la entrevista con fotos de Uberto Sabramoso. La nota arranca de la siguiente manera: “Charles Mingus, considerado uno de los pocos monstruos sagrados vivos del jazz vino a Buenos Aires para ofrecer dos recitales. Frente a la indiferencia del periodismo especializado el Expreso Imaginario mantuvo una entrevista con Mingus de casi tres horas, en el hall de su hotel…” LOS CONCIERTOS Las presentaciones porteñas del quinteto de Charles Mingus se realizaron en dos salas distintas: El primer concierto que se llevó a cabo en el Teatro Coliseo, el jueves 2 de Junio a las 20:30hs, y el segundo fue la noche del Viernes 3 de Junio en el Teatro SHA (Sociedad Hebraica Argentina). En ambos casos el responsable del sonido fue el maestro Carlos Melero, una verdadera garantía. Estos conciertos tuvieron un éxito rotundo a pesar de su poca publicidad. Con solamente una hora y media de concierto alcanzó para demostrar la calidad y el virtuosismo de estos impresionantes músicos, conducidos por un gigante como Charles Mingus. Se interpretaron clásicos del contrabajista como “Goodbye Pork Pie Hat”, tema con el que abrieron el concierto del Teatro Coliseo, y también algunas composiciones de un disco que todavía no se había editado, “Cumbia & Jazz Fusion, ANECDOTAS EL EQUIPO DE BAJO DE MINGUS Una tarde, mucho tiempo después de estas presentaciones, me reuní con Carlos Melero, en su estudio de la calle Guatemala donde estuve rodeado de cintas, grabaciones fotos y recuerdos de sus trabajos. Escuché, por ejemplo, la grabación de uno de estos conciertos donde el mismo Charles Mingus, con una voz bastante cansada y deteriorada, presenta a los integrantes de su quinteto. Arrancaban con el clásico tema, “Goodbye Pork Pie Hat”, y Melero recordó: “Con Chales Mingus trabajé en el Coliseo y en Hebraica. Resulta que el productor de Mingus dio una mala información y aparte no le proveyó del instrumento que él quería, el contrabajo o el equipo…, no se si porque no estaba, o por esas cosa que solo pueden pasar en la Argentina… Entonces cuando llegó el momento del primer concierto, ya estaba ahí y nosotros tuvimos que improvisar e inventamos con un parlante grande, un amplificador y un micrófono un equipo para Mingus. Como además lo reamplificamos, pudimos mejorarlo…” Otro día, en algún bar del barrio de Caballito, tal vez la esquina de Avenida La Plata y Rivadavia, me reuní con nuestro gran con-
Ilustración: Martín Gómez Cánepa.
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trabajista, Jorge “Negro” González, que reforzó la anécdota de Melero: “¿Sabés que cuando vino Mingus a Buenos Aires, tocó con mi equipo de bajo? No me puedo acordar quien me lo pidió, pero se que alguien me habló, y como te podés imaginar obviamente yo le presté mi equipo…” Seguramente el personaje que había pedido el equipo al Negro González fue su amigo Nano Herrera, que me comentó más tarde: “…en el primer concierto de Mingus el contrabajo no se escuchaba nada, y resulta que yo le tuve que conseguir un equipo…” ¿MINGUS EN EL HOSPITAL FERNANDEZ? Este notable músico vino a Buenos Aires con 55 años de edad, pero con un estado de salud bastante deteriorado. Tenía un pro-
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blema en alguna de las vértebras o discos de su columna vertebral que prácticamente le inmovilizaba una de sus piernas y le producía unos dolores terribles. De hecho, al poco tiempo de estar en Argentina, justamente a fines de ese mismo año (1977) le diagnostican una esclerosis que lo llevó a estar limitado a una silla de ruedas. En poco más de un año encontraría la muerte en Cuernavaca (México). La noche que actuó en el Teatro Coliseo, al termino del show y ya sin público en la sala (salvo unos pocos amigos), sufrió una descompensación. Es entonces cuando lo llevaron de urgencia al Hospital Fernández. Una de las personas que estuvo con él en el camarín justo en ese momento fue el abogado Julio Isequilla, que recordaba lo siguiente: “…Mingus estaba muy dolorido, con una pierna casi inmovi-
Programas de mano de todas las páginas de la presentación del SHA (con Autógrafo de Mingus incluido).
lizada, pero igual tocó en el escenario. Pero tuvo una descompensación después del concierto y nosotros lo tuvimos que llevar al Hospital Fernández, con Danny Richmond y otra gente que estaba ahí…”.”Todos sabíamos que tenía esclerosis múltiple y le daban ataques, pero esa noche tuvo una descompensación en el camarín. Me acuerdo que estábamos charlando ahí en el camarín con Danny Richmond y él, y directamente se desmayó, nos pegamos un cagazo tremendo. Inmediatamente, llegó una ambulancia y se lo llevó al Fernández, y ahí lo recuperaron...”. “Lo sacaron rápido, pero imaginate que fue como a las 4 de la mañana y estaba muy mal. Inclusive, se quejaba de extraordinarios dolores en la base de la columna, y te digo que aguantó muy bien los conciertos… A pesar de todo esto, al otro día se recuperó y logró llevar a cabo el otro concierto en el Teatro SHA, como si nada hubiera ocurrido.
[Gentileza de Oscar Ckilkowski]
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Su risa, como un viento de primavera -ágil, apresurado y amable-, no alcanzará para evitar, ese día, el contraste fatal entre ella y la tarde. Afuera llueve, Buenos Aires se desgaja de humedad y la gente se choca en las calles. Paula Shocron, indiferente al clima, toma delicadamente un té junto a la columna de un porteño bar notable. El lugar está lleno y el aroma de las especias y el café inundan los sentidos como lo hace la pianista rosarina en alguna noche porteña para que todo el ambiente del jazz ya hable de una de las artistas argentinas con mayor futuro. Su voz lenta, cálida y apacible, ambientará la charla con LivingJazz y revelará algunas facetas de su intimidad con la música y el arte que la definen, mientras desnuda sensibilidad, característica que resaltará durante toda la conversación como una condición fundamental para abordar el jazz que ella siente y ama. Poco le importa si las nuevas obligaciones que le traen el nombre y el prestigio, que empieza a cosechar, le quitan intimidad para practicar con el instrumento. Ella atiende otras cuestiones tanto espirituales como contractuales:
“Creo que lo más importante es mantenerse en 40
movimiento, porque la música -más allá que es mi amor y mi vida- es también mi trabajo”.
Óleo de una mujer con piano PAULA SHOCRON
La pianista rosarina busca un boleto a Nueva York, pero ama tocar en Buenos Aires. Ya fue revelación y ahora se consolida como una figura central del jazz argentino. Compone, improvisa, aborda lo tradicional y genera vanguardia. Habló con LivingJazz y pintó un bello y profundo óleo de pensamientos que son los disparadores de una obra que recién empieza y que apuesta al swing. [Por Ricardo Carossino] [Ph: Alvaro Gorbato]
De todos modos, Shocron aclara que entre conciertos, prácticas en el instrumento y las clases, toca el piano muchas hora al día: “Al estar en actividad, los espacios para la práctica del instrumento son los que quedan libres”, reconoce y admite que para componer, pasa lo mismo, porque si hay un proyecto inminente se hace el espacio para trabajar en él. Sino, lo hace “en los momentos más tranquilos”. Poco tiempo libre debe tener Paula Schcron, ya que llegó a Buenos Aires para hacer jazz y no otra cosa, formando parte de diversos proyectos con músicos como Lulo Isod (batería), Ada Rave (saxo tenor) y Daniela Horovitz (voz). Con estas dos últimas formó un trío durante 2003 que empezó a despertar los elogios de los críticos. Había sonado el despertador para la carrera de la pianista y entonces surgió “Shocron-Gutfraind Cuarteto”, y junto al guitarrista Marcelo Gutfraind, Julián Montauti (contrabajo) y Carto Brandán (batería), editó el primer disco, “Percepciones” (BlueArt Records), para tomar la atención del público en general. Trabajó con el baterista Pepi Taveira, grabando en su disco “Buenos Aires Inferno”; y del grupo Dialecto Oir, del guitarrista Juan Pablo Arredondo. Formó un dúo con el armonicista Franco Luciani (revelación Festival Cosquín 2002), y realizaron un homenaje al compositor y pianista argentino Gustavo “Cuchi” Leguizamón.
En 2005, presenta el primer disco de sólo piano de una pianista de jazz en Argentina: “La voz que te lleva” (Blue Art Records) y ahora empieza a presentar “Our delight”, un disco de standards que forma parte de la primera tríada de ediciones del nuevo sello Rivorecords (Ver Página 14) Tal vez es su rara paz, palabras pausadas (aunque se confiese charlatana), que la hacen diferente, sobre todo cuando su frescura alcanza las teclas más lejanas del piano y de la tarde, y llega a notas de sinceridad poco comunes en un universo de estrellas que juegan todo el tiempo a la pose. Pero Shocron parece estar hecha de otra madera más auténtica, porque no teme decir que no abordó aún a los primeros símbolos del jazz argentino, como el Mono Villegas, por ejemplo. “A Villegas no lo he oído. Sí a Horacio Larrumbe, pero quizás al no ser de Buenos Aires no he estado tanto en contacto con el primer jazz de Buenos Aires. Lo que conozco es más llegando
-¿Y qué intenta lograr cuando se sienta al piano? -Intento lograr cierto tipo de soltura y de swing en la actitud, y que se note la alegría de tocar. Paula Shocron proviene de una ciudad con una fuerte tradición musical de donde han salido big names argentinos con una impronta histórica, tanto en el jazz (Gato Barbieri), como en el rock (Lito Nebbia, Fito Páez) y la música clásica (Conjunto Promúsica de Rosario). Pero si bien se alejó de la hermosa ciudad, como escribió Páez, Rosario parece estar siempre cerca. “En Rosario hay muchas movidas artísticas, porque no sólo veo música, cuando voy, sino que consumo muchos museos y teatros, sobre todo danza. En Rosario se promueven todas estas actividades”, cuenta la artista argentina y explica que el 2011 ha sido bastante movido en materia de viajes a su ciudad natal.
al Siglo XXI”, confiesa la artista, despojada de cualquier halo de divinidad.
“Intento lograr cierto tipo de soltura y de swing
-¿Tiene obligaciones contractuales con las discográficas?
en la actitud, y que se note la alegría de tocar”.
-La verdad es que el jazz en la Argentina no se maneja así, a diferencia de Estados Unidos, pero en otras épocas. Aquí uno va fotografiando momentos musicales y tal vez llega una ayuda de un sello, con lo que se termina un disco. Pero para mí lo más importante es documentar lo que va pasando musicalmente en la vida de uno, después si eso pasa a un disco, bienvenido sea. -¿Se puso a pensar por qué empieza a sobresalir? -No, la verdad que no. Mi oreja no está en las voces que hablan de mí. Más allá de eso, reconozco que por suerte tengo año de mucha actividad. Shocron es una mujer agradecida en su carrera y pesa cada elemento de su vida que le aportó musicalmente una nueva experiencia: “Pude concretar un proyecto de un ensamble de 12 músicos con composiciones propias y de Gutfraind, aunque no es fácil salir a tocar con una banda tan grande por cuestiones económicas, porque no se puede retribuir a todos los músicos como lo merecen. Después estuvimos tocando mucho en trío con el formato de standards y de música vocal entre las décadas del 20 y 40. -¿Busca un sonido natal o norteamericano para abordar a los compositores que estudia? -La verdad es que no me planteo la resultante porque lo que sale es el resultado de lo que uno es. Más que buscar un sonido, lo que se intenta es ser lo más fiel y auténtico posible a uno mismo. Ahora estamos trabajando sobre compositores puntuales que admiramos. Para mí es una investigación y una práctica que me permite estar cerca del estilo de ellos, porque uno no vive en Estados Unidos y claro, no fue esa mi música folclórica. Mis composiciones son una resultante de lo que oí desde que empecé a escuchar música.
“Este año fui más que nunca porque estuve tres veces a la manera de cruces. Fue muy curioso, porque fue un año de conciertos autogestionados entre músicos e instituciones intermedias. Me parece fabuloso ir para tocar con músicos de allá y hacer integraciones porque así se promueve mejor el jazz en todo el país”. -¿Se dan cruces de músicos de Buenos Aires con los del interior? -Sí, hay más cruces como con músicos de Rosario, Córdoba, Salta, Tucumán y Mendoza. Por suerte, el jazz está creciendo mucho en el interior y acá en Buenos Aires también. Se ve en el Conservatorio Manuel de Falla, donde enseño y veo músicos de Perú, de Uruguay y Colombia. -¿Cómo se inicia en el jazz y por qué? -Abordé el jazz recién a los 18 años. Siempre me gustó la improvisación, pero mi formación clásica me alejaba un poco de ese concepto. Igualmente, creo que estudiar clásico es algo necesario para el conocimiento técnico del instrumento. -¿Hubo rock en su vida de adolescente? -El rock fue, en realidad, una parte breve en mi adolescencia, pero oí a Eric Clapton, Queen, Luís Alberto Spinetta y Charlie García. Creo que todos pasamos un momento por el rock, pero no es la música con la que me relaciono ahora. -¿Qué disco fue la puerta para entrar al jazz? -La puerta fue el interés por la improvisación y un disco de Duke Ellington, con Max Roach y Charles Mingus, que se llamaba
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“Money jungle” (grabado el 17 de septiembre de 1962 en Nueva York) que tenía en un cassette que había comprado mi papá. Además, donde estudiaba clásico había grupos que hacían improvisación y de la curiosidad salió la necesidad de abordar ese estilo. -¿Con quién le gustaría o le gustó tocar hasta el momento? -Es una respuesta difícil de dar. Me gustaría tocar con todos los que sean. Tenía ganas de tocar, por ejemplo, con Barbie Martínez, y lo logré. Ella me convocó y me encantó conocerla porque me parece una tremenda cantante y toma muy en serio cómo cantar jazz.
“El jazz tradicional es inglés, así que trasladado al castellano perdería ese estilo”. -¿Qué pianistas mujeres le gustan? -Me gusta Geri Allen. También descubrí a Connie Crothers, que fue alumna de Lennie Tristano; Marilyn Crispell, más como de esta época. Son ejemplos sueltos. Me gusta Shirley Scott, organista que estoy oyendo mucho, que fue la mujer de Stanley Turrentine. Pero Geri Allen fue una de las que más me influenciaron como piano solo. -¿Cómo ve a la mujer en el jazz argentino?
-¿Por qué resalta que toma “muy en serio cantar jazz?, ¿cree que hay quienes no lo hacen?
-El jazz siempre estuvo habitado por los hombres y las mujeres fuimos menos.
-No sé quién lo hace o no, pero ella -y no lo noto en general- toma el compromiso con lo que se está diciendo, o sea, con el texto. Eso creo que es por el estudio de las letras que ella hace y ese es el punto clave en el jazz vocal que ella interpreta. -¿Podría existir un jazz cantado en castellano?
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-El jazz tradicional es inglés, así que trasladado al castellano perdería ese estilo. Lo más cercano es el bolero, pero no es jazz. Históricamente, los estereotipos han marcado que la mujer canta y el hombre toca. Pero las cosas han empezado a cambiar, aunque por el momento, también es cierto que las mujeres más famosas en el jazz, cantan y tocan el piano.
“El jazz está creciendo mucho en el interior y acá, en Buenos Aires, también. Se ve en el Conservatorio Manuel de Falla, donde enseño y veo músicos de Perú, Uruguay y Colombia”. Desde la maravillosa Shirley Horn, llegando en la actualidad a Diana Krall, Eliane Elías, Norah Jones y tantas otras, las mujeres supieron ganarse un espacio dentro de un jazz que tuvo preeminencia masculina, pero Shocron, lejos de polemizar, intenta bajar el tono de la historia y rescata lo positivo de todo. Para ella, por ejemplo, el debate no debe pasar por si hay o no una manera femenina de tocar un instrumento: “No sé si hay un estilo. Creo, sí, que debe haber una forma femenina, o una actitud o una energía. Pero más allá del género, uno es músico. Puede haber hombres con características más femeninas y mujeres con características más masculinas. Se pueden cruzar esas cosas. Prefiero no indagar en eso porque el género es el jazz. La verdad es que no estoy convencida de que el estilo es femenino o masculino.
-Es como si las mujeres sólo hubiesen tenido un lugar relegado al canto, ¿no le parece? -Pero ese es un estereotipo. Igual trato de no pensar mucho en eso porque puede ser frustrante. Siempre ha sido así en todas las actividades. La mujer tuvo que pelear en un mundo dominado por los hombres. Trato de que no me influya eso. Creo que la mujer será cada vez más. Por ejemplo, en el Falla cada vez se ven más mujeres en el piano, la guitarra, la batería y el saxo. Quizás a futuro las cosas empiecen a ser par a par.
“El jazz siempre estuvo habitado por los hombres y las mujeres fuimos menos”. -¿Ve un público femenino seguidor del jazz? -Ahora el público femenino se ve más. El estereotipo es del hombre que toma whisky, se fuma un habano. Pero hoy el jazz es para todos. La vida alcanza a cualquiera y no siempre uno está parado donde lo soñó, pero la pianista rosarina confiesa que esas ilusiones no han macerado sus años alimentando sueños vanos. Así aparece la compositora, la mujer, la pianista, y esa imagen en el país del norte que quizás esté construyendo como un hogar musical donde encierre sus mejores joyas que seguramente están por llegar. -¿Cómo compositora se propone crear tal o cual tema? -Es algo muy personal. La mente humana es muy compleja. Componer es una actividad y un trabajo. Puede ser que uno tenga una idea, pero hay que sentarse y trabajarla. Si estoy de mal humor no me voy a poner a componer, y si tengo que hacerlo por un contrato, bueno, lo haré de todos modos. -¿La prensa la trata como una constante revelación o como
una artista sólida e instalada? -No creo que me aborden como revelación. En su momento hubo como una especie de recibimiento, me dieron un empujón y me ayudó mucho. Ahora lo que me importa es el trabajo. Habrá críticas buenas y no tan buenas, pero una trata de hacer su trabajo lo mejor posible. Al fin, todas las críticas son bienvenidas. -¿Sabe cuáles son sus puntos débiles o fuertes en el piano? -La verdad es que nunca me lo plantee. Soy quien soy, con lo bueno y lo malo que tengo. A veces uno se queja de uno que tocó mucho más de lo que debería, pero una vive llena de errores. No existe una música perfecta y no existe una música sin errores. Es una cuestión de aceptación y no estar sancionando o remarcando las cosas. No hay que dejarse influir por esas cosas. -¿Está donde lo soñó a esta edad? -Nunca soñé donde quería estar. Lo que pensé es vivir del jazz y ahora lo hago, pero haciendo actividades como pianista de grupos ajenos, como docente y con las propias bandas. -Dicen que el artista en general alcanza su mayor esplendor y maduración a los 50, ¿coincide con esa teoría? -Cuando tenga 50 por ahí podemos hablar. No lo sé. Creo que una tiene toda la vida para aprender. Se ven músicos de 80 años que tienen la misma actitud que tenían a los 30. -¿Le gustaría tocar en Nueva York? -Ojalá llegue ese día. De Rosario a Buenos Aires, y ahora en busca del camino a la Gran Manzana, Paula Shocron camina hacia un futuro de jazz femenino que empieza a empujar como si siguiera el camino amarillo de Judy Garland en el Mago de Oz, mientras hacía esa hermosa versión de “Over the Rainbow”. En el recorrido, ella sonríe, disfruta del jazz, acaricia o golpea las teclas y construye su verdad de melodías, miradas retrospectivas y una vanguardia que la transciende y la absorbe. Nota a nota, Shocron va componiendo una obra que recién empieza y que está aún en su maravilloso prólogo. Pero más allá de esa sinfonía que está en su primer movimiento, esa obra es el óleo de una mujer con piano, quizás, la hermosa imagen que el jazz argentino estaba necesitando.
“A veces uno se queja de uno que tocó mucho más de lo que debería, pero una vive llena de errores. No existe una música perfecta y no existe una música sin errores”.
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LIVINGJAZZ / FASHION
Deborah Dixon fue miembro de las Blacanblus hasta la disoluci贸n del grupo en 2006, y ha acompa帽ado en recitales y grabaciones a artistas como La Mississippi, Pappo, Los Redondos, Ratones Paranoicos, Gillespi, Willy Crook y el Indio Solari.
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Musculosa negra-Mamy Blue Collar y aros- Paula Saralegui Blusa Blanca -Mamy Blue
MAMY BLUE- www.mamyblue.com.ar Av. Cabildo 1858 - Belgrano Av. Rivadavia 4955- Caballito.
LIVINGJAZZ / FASHION
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María Eva, bajista, compositora y cantan-
te, empieza en Buenos Aires, su ciudad natal, con el rock y las búsquedas domésticas. Luego, en New York, amplía su repertorio sonoro enriquecido con múltiples shows y eclécticas formaciones.
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IZQUIERDA Vestido y calzas - Juana de Arco Pulsera- Paula Saralegui DERECHA
Producción y dirección de arte: Litay Luna
Remera y calzas- Juana de Arco Armazones - Borsalino
Fotos: Alvaro Gorbato. www.alvarogorbato.com.ar Make up y peinado - Daniel Aramburu Tel 4300 0461- Defensa 1339 – San Telmo
Juana de Arco- El Salvador 4762- Juncal 1239 Maquillaje - Nell Ross - Av. Cabildo 3977 1º Paula Saralegui- Defensa 1341. San Telmo
LIVINGJAZZ / TECH
PLED LG PM9700 Una nueva tecnología hace su ingreso al mundo de las pantallas de gran porte. La firma coreana LG presentó el concepto Pixel Light Emitting Display (PLED) y junto a éste lanzó los PM9700. Estos gigantes de 50 y 60 pulgadas tienen un sistema de iluminación aplicado píxel a píxel, que permite obtener velocidades de respuesta superiores, como así también niveles de negro y colores más puros. Viene equipado con un procesador Triple XD-Engine FHD 3D con capacidad para reproducir contenidos en calidad Cinema 24P y archivos DivXHD.
Kindle Touch 3G Amazon propone una nueva versión del famoso e-reader. Este modelo incorpora una pantalla táctil de 6 pulgadas y acceso absolutamente gratuito a redes 3G para descarga de contenidos. Al igual que su antecesor, también permite conectarse vía Wi-Fi. Su precio en el país ronda los 300 dólares.
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Motorola RAZR El impactante smartphone ultradelgado de Motorola viene con una pantalla Corning Gorilla Glass y acabado de fibra de kevlar que lo hacen prácticamente indestructible. Dentro de sus bondades también se destacan un procesador de doble núcleo funcionando a 1.2GHz con Dual-Channel, memoria RAM de 1GB y sistema operativo Android Gingerbread.
Blackberry Bold 9900 En medio de los sacudones por la feroz reestructuración que atraviesa, RIM propone una lavada de cara en el diseño de su nueva camada de teléfonos inteligentes, destacándose el modelo 9900. Este smartphone combina teclado QWERTY con una pantalla táctil capacitiva de 2.8 pulgadas y sistema operativo Blackberry 7. Viene equipado con una cámara de 5 megapíxeles, que graba en alta definición y permite subir los videos directamente a la web.
Canon EOS 60Da Pensada para astrónomos y también para aficionados, esta réflex cuenta con un filtro infrarrojo modificado, sensor CMOS de 18 megapíxeles, pantalla articulada Clear View de 3 pulgadas, autoenfoque de 9 puntos y un ISO de 6400. Tremendo chiche se consigue en el mercado estadounidense a unos 1500 dólares.
Logitech BCC950 ConferenceCam Esta cámara web permite realizar videoconferencias en calidad Full HD. Equipado con un lente Carl Zeiss, el dispositivo está montado sobre un soporte motorizado con control remoto, que posibilita hacer zoom y paneos de hasta 180 grados. Es compatible con Microsoft Lync y Skype.
Genius SP-i250G Diseñados para gamers, estos pequeños parlantes sorprenden con sus 6 watts de potencia. Vienen con un diafragma de neodimio de 40 milímetros, detalles en color plata y anillos de LED que van alternando sus colores. Su autonomía aproximada es de ocho horas.
Trust Urban Revolt: Black Widow y Cyanide FX La firma europea Trust ofrece dos nuevas versiones en su línea de auriculares Urban Revolt. Los Black Widow (gris con inscripciones) y los Cyanide FX (negro con calavera en relieve) proporcionan un sonido de excelente calidad, con micrófono y control de volumen integrados.
Garmin Approach S3 Accesorio ideal para golfistas profesionales o para aquellos novatos que quieren mejorar su juego. El Approach S3 es similar a un reloj de pulsera y permite -entre otras cosas- grabar puntuaciones, yardas recorridas por cada golpe, la distancia que uno hace a pie y realizar un seguimiento de los progresos.
Philips SafeRide LED El SafeRide se acopla al manubrio de la bicicleta y proporciona una visual de hasta 60 metros, dependiendo del trayecto. Viene con dos luces LED Luxeon Rebel de 220 lúmenes en el haz, protegidos con una carcasa de aluminio resistente al agua. Funciona con dos pilas AA y se puede recargar vía USB.
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LIVINGJAZZ / VINOS
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LIVINGJAZZ / VIAJES
Conexiones en
Londres [Por Lucila Ciocoletto]
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precios bastante más altos que el resto de las ofertas musicales que se encuentran en la movida local (25 libras contra 5 por ejemplo). Afortunadamente, hay muchas cosas gratis y moderadas para ir a ver. El jazz se mezcla como se mezcla todo allí, de la misma forma que en el subte podemos ver a personas de altas clases sociales sentadas al lado de vagabundos , rastas, punks, hippies, yuppies, porque a la hora de movilizarse por la ciudad, todos son lo mismo. Mover el auto de un lado para el otro, además de ser un gasto bastante importante, puede ser una pérdida de tiempo absoluta teniendo en cuenta el tráfico y las obras que se están llevando a cabo por los próximos Juegos Olímpicos. Mucho se ve el jazz en parte de otros estilos musicales, fusionado en las formaciones multiétnicas que las hay de todo tipo y color. Las Jams son abiertas a la experimentación, y otras veces las disciplinas artísticas lo hacen, como pasa en VALS, donde la música
Llegando a Londres uno ya puede darse una idea de cómo es la ciudad con el transporte público más desarrollado, como dicen los datos. El viaje desde el aeropuerto Gatwick hasta cualquier sitio allí puede ser largo, pero es seguro que uno llegará a destino siguiendo el mapa de las tantas líneas y trasbordos que tenga que hacer como sean necesarias casi sin salir a la calle. Cada rincón de la ciudad está cubierto por alguna línea de tren o subte que se conectan de manera casi laberíntica. Dividida en diferentes barrios, hoy en día la demografía de la ciudad está marcada ante todo por la capacidad económica de sus habitantes. Sin embargo, no siempre fue así, pero Londres ha crecido y cambiado muchísimo los últimos 10 años. Zonas que antes eran consideradas peligrosas, hoy se revalorizan enormemente gracias al crecimiento de la población y la demanda habitacional, que hacen que los barrios cambien y se adapten. Desde la Zona 1, donde se encuentra la Avenida Regent, una de las más famosas mundialmente para las compras de marcas y diseñadores, hasta la Zona 6 (que marca el plano del subte a pesar que la ciudad se extiende más lejana con el tren), es el centro donde también se encuentran la famosa estación Oxford Circus, que sería una especie de Union Square de New York con muchísimas menos luces y más arquitectura, al estilo europeo. Hay barrios que tienen su estilo personal, como Camden Town (Zona 2), donde vivía y comenzó su carrera la recientemente fallecida Amy Winehouse, referente un estilo bastante punk mezclado con soul y todo lo que se pueda entre estos dos extremos. Otros ejemplos son el barrio de Brixton (Zona 2), donde está la mayor parte de la población jamaiquina. Hay zonas que ya son consagradas por sus bares musicales, como West End, Notting Hill y Soho. Cualquier cosa que esté pasando en esta área tiene su considerable precio. En la movida del Jazz existen muchas y variadas cosas. Conciertos de músicos consagrados que van de gira y tocan en salas con
precede y acompaña sesiones de lectura de poesía (Poetry readings). Los locales donde se escucha Jazz no son exclusivos de este género, a diferencia a lo que se ve en Nueva York. Hay jams los lunes, martes y miércoles preferentemente, y se reservan los mismos espacios para conciertos durante el fin de semana. En muchas Jams los músicos no pagan. Los conciertos son temprano. Comienzan generalmente a las 19 hs. y si es Jazz o conciertos grandes, son puntuales. Muchos locales cierran a las 23 hs. Esto favorece el retorno a las casas: volver después de esa hora significa olvidarse del subte y el tren. Y tener que usar el autobús de noche implica que quizás haya que tomar unos cuatro micros hasta llegar a destino. Eso sí, todo está perfectamente detallado y explicado en la página de transportes de la ciudad, que debe ser uno de los sitios más visitados diariamente por sus habitantes, para no encontrarse con sorpresas, planear con exactitud inglesa y no perder el tiempo que no sobra.
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LIVINGJAZZ
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LIVINGJAZZ / DISCOS
Hernán Mandelman Quinteto – Detrás de esa Puerta Sofá Records Primer disco solista del baterista donde incursiona en la composición y los arreglos de una música que intentar encontrar un equilibrio entre lo simple y lo complejo. Recorriendo diversos caminos, sin renegar el conocimiento de la tradición, procura construir un lenguaje propio conjugando con gran fuerza rítmica el carácter casi lírico de sus melodías, con la capacidad creativa de los grandes músicos que lo acompañan: Natalio Sued, Rodrigo Domínguez, Paula Shocron y Ezequiel Dutil. www.myspace.com/hernanmandelman
Brad Mehldau, Kevin Hays & Patrick Zimmerli – Modern Music Warner Music Mehldau y Hays se unieron al compositor neoyorkino, Patrick Zimmerli para darle vida a este viejo deseo de los pianistas de grabar juntos. Modern Music contiene composiciones de los tres músicos y otras de Steve Reich, Ornette Coleman, y Philip Glass, con arreglos de Zimmerli. Un álbum de una belleza absoluta que se ve reflejada en los climas que recorren cada composición. Uno de los discos de jazz del año a nivel mundial.
Adrian Iaies – Melancolía S-Music Melancolía es un álbum solemne, nostálgico, sutil, del pianista y compositor Adrián Iaies. Eligió para esta disco a uno de sus compositores favoritos, Billy Strayhorn (A flower is a lovesome thing, Upper Manhattan Medical Group, Lotus Blossom), reversionó un tema que ya había grabado (Desde el alma), incorporó un tango (Fuimos), le dedicó un tema a Beatriz Sarlo (Waltz for Beatriz) e incorporó una versión personal del Himno a Sarmiento, entre otras composiciones propias. Siempre junto a Pepi Taveira, Ezequiel Dutil y Mariano Loiacono, ya estable en la formación. www.adrianiaies.com
Eduardo Elía Trío – El yang y el yang BlueArt El sello rosario festeja 10 años con la edición de este disco, donde el pianista cordobés, Eduardo Elía, asume los riesgos de la formación clásica del trío, con Jerónimo Carmona en contrabajo y Carto Brandán en batería. Un disco en las orillas del free jazz, en su mayoría composiciones propias de Elía, más dos de Ornette Coleman (When will the blues leave y Peace) y How deep is the ocean, de Irving Berlin. www.myspace.com/eduardoelia
Ada Rave Cuarteto – La Continuidad PAI Records La saxofonista Ada Rave presenta su segundo disco, La Continuidad. Su música se inspira en el lenguaje del jazz y de la improvisación libre, más algunas influencias del rock de los 60 y 70’s, para lograr su objetivo principal: música improvisada, ya sea en función de una composición o sin ésta; así es como el cuarteto integrado por Ada en saxo tenor, alto y soprano, Wenchi Lazo en guitarras y procesadores, Martín de Lassaletta en contrabajo y Martín López Grande en batería, va creando diversos espacios, formas sensoriales, movimientos y quietudes, instancias o relatos sonoros, proyectando en su juego libre la propia identidad del grupo. www.adaravecuarteto.bandcamp.com
Ernesto Jodos – Fragmentos del mundo BlueArt Que Ernesto Jodos edite un disco es una noticia que no debería pasar desapercibida para ningún melómano. Pero si le agregamos que en cuatro de las once composiciones originales de Fragmentos del mundo (el tema restante es la exquisita composición de Thelonious Monk, Introspection), al piano de Jodos se suman dos contrabajos (Jerónimo Carmona y Mauricio Dawid) y dos baterías (Luciano Ruggieri y Sergio Verdinelli), el interés se multiplica. Doble trío, o quinteto, como quiera llamarlo. Una de las ediciones más llamativas y destacadas del último año. www.ernestojodos.com.ar
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LIVINGJAZZ / DISCOS
Carlos Alvarez Trío – Otro Jardín PAI Records El contrabajista Carlos Alvarez busca en Otro Jardín la fusión entre la improvisación y la música escrita. Para ello se valió del trabajo de Rodrígo Domínguez en saxos y Hernán Mandelman en batería, para llevar adelante a la perfección sus composiciones, donde los momentos de libre expresión se esfuman entre lecturas y terminan siendo el eje que amalgama ese Otro Jardín. www.myspace.com/carlosalvarezmusica
Romina Fuchs & Band PAI Records La cantante Romina Fuchs presenta su primer trabajo discográfico, compuesto por doce canciones de grandes compositores del jazz en arreglos originales de Pablo Raposo. Con Romina Fuchs (voz); Pablo Raposo (piano); James Suggs (trompeta); Santiago de Francisco (saxo); Joaquín de Francisco (trombón); Sebastián Valsecchi (guitarra); Gonzalo Fuertes (contrabajo) y Walter Rinavera (batería). Invitado Especial: Fats Fernández (trompeta).
Arco Iris – Desde el jardín Viajero
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Arco Iris es un referente histórico del Rock Nacional Argentino y ha sabido mantener su carrera artística y discográfica sin interrupciones por más de 40 años. Su nuevo CD, Desde el Jardín, es un claro ejemplo del particular estilo que ha creado, en el cual fusiona elementos musicales de World music, Jazz y folclore Sudamericano. Ara Tokatlian aporta su intensa creatividad en saxos y flautas al talento de Julio Ledezma en batería y guitarra, Juan Carlos Portillo en bajo eléctrico y Pablo Allende en guitarra acústica y eléctrica. Además, esta obra contiene la última actuación de Dana, guía espiritual, percusionista y compositora del grupo, antes de su fallecimiento en 2003 y la participación especial de Guillermo Bordarampe en bajo eléctrico y charango.
Avishai Cohen with Nitai Hershkovits – Duende Blue Note DUENDE es el segundo disco de Avishai Cohen que se edita en Argentina (luego de Seven Seas editado en 2011 por BLUE NOTE). Contrabajista, compositor, cantante y arreglista, construyó un sonido propio y aprendió el oficio al lado de músicos como Chick Corea y Andy González. Nacido en 1970 en el Kibbutz Kabri, en Israel, está considerado como uno de los grandes músicos de la escena jazz contemporáneo. Avishai Cohen lanza este nuevo disco grabado a dúo con el pianista Nitai Hershkovits. Es un disco en el que se desarrolla un permanente diálogo casi telepático entre ambos instrumentos.
Francisco Lo Vuelo – Vueltas PAI Records El pianista santafesino vuelve a plasmar su talento en este disco acompañado por Cristian Bortoli en contrabajo y Eloy Michelini en batería. Composiciones Charly Parker y Sonny Rollings dan el marco para que Lo Vuelo demuestre su creatividad e inventiva, y su destreza técnica. Además incorpora un tema de su propia autoría, dando muestras de su capacidad compositiva. www.myspace.com/franciscolovuolo
Junior Cesari – Legado Acqua Entre finales de 2010 y principios de 2011, meses antes de su fallecimiento, el baterista Roberto Antonio “Junior” Cesari, grabó su primer álbum solista. “Este disco es para mi esposa, mis hijos, mis nietos, mis amigos, mis compañeros, mis alumnos y para la posteridad”, es la cita que representa este material, el legado de uno de los más importantes músicos del jazz en Argentina. Son 10 temas, nueve de ellos acompañado por músicos que lo acompañaron a lo largo de su carrera, como Angel Sucheras, Américo Belloto, Arturo Puertas, Alvaro Torres, Ricardo Lew y Javier Malosetti, entre otros. El décimo y último es un solo de batería, un broche de oro para dejar vigente el Legado.
Andres Hayes – Desde un jardín Sofá Records El saxofonista Andrés Hayes lanza su segundo disco, el original “Desde un jardín”, integrado casi en su totalidad por composiciones propias (salvo el tema “Un camino en el sueño” de Ernesto Jodos), que si bien parten del jazz, despegan hacia una original música con alto grado de lirismo, libertad e improvisación. El Andrés Hayes quinteto está integrado por Andrés Hayes en saxo tenor y composición; Patricio Carpossi en guitarra; Jerónimo Carmona en contrabajo, Ernesto Jodos en piano y Pedro Ahets Etcheverry en batería. http://www.andreshayes.com.ar/
Tatiana Castro Mejía – Ciclos PAI Records Ciclos es el primer disco de la pianista colombiana Tatiana Castro Mejía. El cuarteto de jazz contemporáneo integrado por Ada Rave en saxo tenor, Germán Lamonega en contrabajo, Martín López Grande en batería y la propia Tatiana, explora texturas, timbres, formas y espacios sonoros, a través de la improvisación individual y grupal. www.tatianacastromejia.bandcamp.com
Fraga / Pasquini / Siman – George & Duke Independiente Un especial homenaje a la música de Duke Ellington y George Gershwin, para muchos los dos más grandes compositores de la historia del Jazz. Germán Siman, baterista y uno de los referentes más importantes en cuanto a la enseñanza del Jazz en Córdoba (La Escuelita, Córdoba Jazz Camp) convocó al contrabajista Emilio Pasquini y al talento de Manuel Fraga en el piano para llevar adelante este proyecto grabado en la institución. Una combinación de factores que no pueden fallar.
Ensamble Real Book Argentina Independiente Un seleccionado de músicos reinterpretando las composiciones originales de otro seleccionado de músicos. El segundo disco del Ensamble Real Book Argentina fue llevado adelante luego de la presentación en el Festival de Jazz de Buenos Aires 2010 y es el resultado del incansable trabajo de Esteban Sehinkman junto a sus colaboradores, en recopilar y difundir música escrita por compositores “enrolados dentro de las vastas fronteras estilísticas del jazz argentino”. El CD viene con las partituras y se pueden encontrar 350 más en www.realbookargentina.com
Mariano Massolo Quinteto – Dark Eyes Los años luz Segundo trabajo discográfico del armoniquista en formato de quinteto, que vincula melodías de espíritu étnico y folclórico, memorias musicales de larga vida, composiciones clásicas de George Gershwin, Django Reinhardt o Ray Charles con expresiones modernas del jazz y el blues. El quinteto está integrado por Eduardo Prado en clarinete, Eduardo Manentti en trombón, Ramiro Penovi en guitarra, Adrián De Felippo en contrabajo y el propio Massolo en armónica, con invitados de la talla de Kevin Johansen, Franco Luciani, Jorge Lopez Ruiz, Hernán Jacinto y Javier Martinez, entre otros. www.massolo.com
Ramiro Flores – Son dos Lapacho Records Ramiro Flores es uno de los músicos más destacados en la tarea de abrir el jazz a otro público. En su segundo disco, Son dos, demuestra su personalidad musical en las nueve composiciones propias, donde se combinan canciones, algunas cantadas y otras instrumentales, en distintos climas y matices. A la formación original junto a Richard Nant, Hernán Jacinto y Sergio Verdinelli, se suma una gran cantidad de invitados en los más variados instrumentos y hasta un coro de niños. Son dos cuenta con un bonus track, un video en HD del tema Doctor. www.ramiroflores.com
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LIVINGJAZZ / DISCOS
Soledad Liebeskind – Soul life music love! Independiente Auspicioso álbum debut de la joven cantante Soledad Liebeskind. El jazz, el soul y el R&B se suceden en los diez temas que componen el disco, donde interpreta composiciones de Monk, Willie Dixon, Otis Redding Jr., Ray Charles, entre otros. La banda está compuesta por Miguel Marengo en piano, Leandro Zappino en contrabajo y Javier Alvarez en batería, más invitados como Alan Zimmerman, Sergio Wagner y Ramiro Flores, entre otros. www.soledadliebeskind.com.ar
Sardina – Contra la corriente Independiente Evolución. El segundo disco de la agrupación muestra un desarrollo compositivo en comparación a su primer trabajo, ya con el aporte de Pablo Elorza en el bajo sumado a Cosme Tarantino (saxo tenor, alto y flauta traversa), Rodrigo Cardone (guitarras) y Santiago Varela (batería y kalimba). Según explican, Contra la corriente, tiene que ver con “el esfuerzo que implica producir arte en este país”. Lo han logrado. www.myspace.com/sardinajazz
Adrian Iaies – Horacio Fumero – Conversaciones desde el arrabal amargo Untref Sonoro
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Un disco, Día, con composiciones grabadas en estudio durante 2010. A tangos como Arrabal amargo, Chiquilín de Bachín y Uno, se complementan temas de León Gieco (La colina de la vida) y Luis A. Spinetta (Laura va, Fermín), Monk (Monk`s Mood). El otro, Noche, grabado en vivo en enero de 2012 en el Café Vinilo, con la participación del propio Gieco en Zamba para no morir. Un encuentro entre dos grandes músicos, Iaies y Fumero, gracias al trabajo del sello de la Universidad Nacional de Tres de Febrero a cargo de Alejandro Juárez.
La Orquesta Inestable Acqua Con un ojo puesto en las big bands del 30 y 40, La Orquesta Inestable presenta su primer disco con mayoría de compasiones originales y mucho swing. Aires neoyorkinos o parisinos se mezclan al arrabal porteño en las épocas doradas de los grandes salones, pero con un toque de actualidad. Un disco para mover el pie o animarse a bailar. Todos los viernes se presentan en el Teatro Mandril (Humberto Primo 2758 – CABA) con clases de Lindy Hop incluidas. www.myspace.com/orquestainestable
Daniel Camelo & Inmigrantes Big Band – Puertos Independiente Daniel Camelo es el director, compositor y arreglador de los seis temas que componen el primer trabajo discográfico de Inmigrantes Big Band, integrada por grandes músicos de la escena porteña. Cada tema de Puertos está dedicado a un destino, un lugar, un viaje del director uruguayo, donde el lenguaje del jazz se combina con elementos rioplatenses para generar climas y texturas, y logradas imágenes sonoras. www.inmigrantesbigband.com.ar
Pol.4tete – Polnografía Sofá Records Debut discográfico del guitarrista Pablo Mourelle, junto a Rodrigo Nuñez (piano, rhodes y teclado), Leonel Cejas (contrabajo) y Sebastián Stecher (batería), y el aporte de Enrique Norris en corneta como invitado. “De Monk a Photek a Nirvana a Dolphy a Norris a Radiohead a Micachu a Aphex Twin y a Monk otra vez”, resume el camino Mourelle. Música nueva para prestarle un oído. www.myspace.com/polmourelle
Florencia Otero – Nocturno mundo BAU Records La cantante Florencia Otero tomó las composiciones de Joni Mitchell para su logrado primer trabajo de estudio. La selección de temas tuvo predominio por dos álbumes de la etapa donde la cantante canadiense estuvo más ligada al rock, pop y folk de los años 70: Blue (1971) y Court and Spark (1974). También es un momento donde el piano fue protagonista en la música de Mitchell. Otero eligió a Paula Shocron para ejecutar el instrumento, junto a Ingrid Feniger, Damien Poots, Leonel Cejas y Martín López Grande, para completar la agrupación.
Ravi Coltrane – Spirit Fiction Blue Note Ravi Coltrane escapa de la portación de apellido para convertirse en uno de los músicos más originales de la escena neoyorkina actual. En este quinto álbum, primero para Blue Note, Coltrane trabaja junto a Joe Lovano para lograr un sonido evolutivo desde su sax, sumando a Geri Allen y Luis Perdomo en piano, Ralph Alessi en trompeta, Drew Gress y James Genus en contrabajos y E.J Strickland y Eric Harland en batería.
Fernando Rusconi Hammond Organ Trío – No moon, no sun, no age Independiente Fernando Rusconi, cultor del órgano Hammond en Argentina y telonero de Medeski, Martin and Wood, presenta “No moon, no sun, no age”, su quinto trabajo discográfico. El trío compuesto por Pablo Vernieri en guitarra eléctrica, Ezequiel Chino Piazza en batería y Rusconi en Hammond y Clavinet, explora una fusión entre el jazz-funk-blues y agogo característica de los tríos de órganos de los 60s. www.fernandorusconi.com.ar
Sorin Octeto – Cosmopolitan Independiente Jazz, rock, klezmer, se combinan en la propuesta encabezada por Nicolás Sorín, en uno de los discos más recomendables que han surgido en los últimos años. Desacartonado, divertido, intenso, Cosmopolitan es una búsqueda de nuevos sonidos, un desafío para estos músicos de la escena de jazz porteña, que logran cumplir desde la composición de Nico Sorín hasta la ejecución de Juan Juarez, Gustavo Musso, Nicolás Said, Martín Pantyner, Lucio Balduini, Mariano Sivori y Pipi Piazzolla. www.nicolassorin.com
Marcelo Katz & Mudos por el celuloide – I Independiente Un disco de película, sin eufemismos. Marcelo Katz compila composiciones creadas para acompañar proyecciones de cine mudo y la acción narrativa en ellas. Katz (Piano, piano preparado, acordeón, percusión y composición), Demian Luaces (Violín, viola, piano, flautas dulces, percusión y voz), Eliana Liuni (Saxo, clarinete, flautas dulces, serrucho, percusión, efectos y voz) logran una multiplicidad sonora que no escapa a la época de oro del cine mudo. Contiene las composiciones que acompañaron la proyección de Metrópolis, de Fritz Lang, en el Teatro Colón.
Nicolás Chientaroli Trío – La casa caliente Sofá Records Segundo trabajo discográfico del pianista Nicolás Chientaroli, uno de los pianistas con mayor proyección en la escena local. Aquí está acompañado por Carlos Alvarez en contrabajo y Hernán Rodríguez en batería. Las composiciones originales de este grupo proponen un constante diálogo entre los instrumentos, son abiertas a la creación espontánea combinando timbres, texturas, colores, ritmos, con energía, sutileza, amalgamando el swing clásico del jazz con las propuestas más contemporáneas. www.myspace.com/nicolaschientarolitrio
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10 Blue Note 10 Un hecho inédito e histórico se producirá durante agosto en la Argentina: por primera vez se editarán diez discos del mítico sello Blue Note en el país al mismo tiempo. El lanzamiento presentado por EMI Music contempla nueve discos de la colección “The Rudy Van Gelder Edition” (registros históricos de los más importantes intérpretes del jazz de la era del vinilo que el ingeniero Rudy Van Gelder remasterizó para Blue Note) y el disco de Freddie Hubbard, Without a Song: Live in Europe 1969. Con la excepción de Adam`S Apple de Wayne Shorter que ya había sido editado el país y se encontraba fuera de catalogo el resto de los discos es la primera vez que tienen edición en Argentina.
Freddie Hubbard Without a Song
Kenny Dorham Trompeta Toccata
Miles Davis Vol 2
Sonny Rollins Newk’s Time
Thad Jones The Magnificent Thad Jones
Wayne Shorter Adam’s Apple
Clifford Brown Memorial Album
Grant Green Idle Moments
Miles Davis - Vol 1
Donald Byrd Free Form
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LIVINGJAZZ / CINE
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El famoso marginal [Por Martín Gómez Cánepa] [Ph: Flickr]
Lo que retrata Terry Zwigoff en su documental Crumb, estrenado en 1994 en Estados Unidos, no es sólo la vida del grandioso dibujante Robert Crumb, es la crítica a cualquier sistema posible, y la pregunta sobre que significa vivir en sociedad y ser aceptado por los demás sin perder la individualidad. Crumb, el dibujante, es un tipo que ha hecho lo que quiso y logró la fama, sin ceñirse a ningún tipo de regla. Crumb, la película, ordena todo eso y le da un aspecto biográfico. De ser un adolescente perdedor pasó a cierta normalidad cuando sus dibujos comenzaron a ser suceso, logró que las mujeres se fijasen en él sin ejercer su sexo en una medida demasiado standard: es un masturbador compulsivo y con sus parejas tiene prácticas poco convencionales. De alguna manera convenció al resto de que puede vivir entre la gente sin manejarse como ella. Pero resultaría simplista contar la vida de una persona desde lo explosivo, desde sus excesos y lo desaforado de su obra, exclusivamente. La película se abre hacia su vida familiar de locos, y, particularmente, hacia la de sus dos hermanos, Charles y Maxon, el primero recluido en su casa materna desde siempre, quien finalmente se suicida tiempo después de la filmación, y el segundo viviendo de la limosna en San Francisco. Ambos también dibujantes, pero sin lograr la fama. Uno se pregunta: ¿Cuál es la chispa que hizo que uno sobresalga por sobre los otros? Esa normalidad en la que Robert quedó incluido no parece ser el resultado de haber seguido ciertos patrones de comportamiento, o valores muy profundos; simplemente se limita a reír o a responder que no sabe bien lo que significan sus dibujos. De todo este particular mundo del artista, Zwigoff toma el elemento musical para su banda sonora, y es el del jazz primigenio. Una de las obsesiones del joven Crumb era la colección de discos de pasta con antiguas grabaciones, algo que le sirvió para refugiarse de la locura en los días complicados de vida
El director Terry Zwigoff es amigo personal de Crumb y han compartido algunos gustos. En la línea de lo que se podría llamar, caprichosamente “música vieja”, han tocado juntos en el conjunto de cuerdas Robert Crumb & His Cheap Suit Serenaders, fundado en los años ’70. Su repertorio incluye rags, blues, polkas, hawaiana y temas tradicionales que no entran ni siquiera en el guiño del vintage. Casi inconseguible por las vías usuales, hoy se pueden apreciar
familiar. Si bien el CD que salió a la venta en 1995 contiene veinticuatro temas, el film utiliza sólo ocho para dar carácter a algunas de sus escenas. La mayoría son interpretados por el guitarrista Craig Ventresco y el pianista David Boeddinghaus en registros contemporáneos, pero se deja lugar a un par de temas originales en 78 RPM. Aquí no hablamos del big bands ni del jazz sofisticado de algún músico de viaje por París, sino de ragtime y sus alrededores. Robert nació en los años ’40, así que le tocó vivir el límite entre lo viejo y lo nuevo, y en lugar de eso optó por lo primitivo. Estas melodías le dan al documental de Zwigoff una atmósfera ideal para lo que se quiere contar en los momentos en que los testimonios dejan de hablar. En los títulos iniciales, hay una lenta recorrida por el estudio del artista, donde se ven algunos objetos y figuras relacionadas con sus creaciones, la cual termina en Crumb de espaldas, sentado sobre la alfombra, meciéndose, abrazado a sus rodillas. “Ragtime nightingale”, interpretado por Boeddinghaus, acompaña la escena, una música muy pausada para un prólogo melancólico de un hombrecito solo que anticipa el final, porque la película se explaya en las excentricidades de este personaje, pero, en la conclusión, deja el sabor amargo de alguien que parece no importarle el amor, que no puede abrazar a su hijo adulto, y que sólo a partir de su pequeña hija Sophie pareciera replantearse ciertas cuestiones. Ocurre que Crumb está fuera de tiempo y de espacio, casi tanto como sus lunáticos familiares. “Es la mejor parte de la Humanidad” dice en referencia a las melodías que contienen sus discos viejos, y se sienta mirando al vacío, se sucede un montaje de algunos de sus dibujos con algunos motivos desesperados y horrorosos, mientras suena la oscura letra de “Last Kind Words Blues” cantado por Geeshie Willey, una guitarrista negra de comienzo de los años ’30. Si la música es lo más parecido al alma en el terreno de las artes, para Crumb, el periodo de su interés es más puro que la plástica, incluso. Está más cerca de los orígenes, de los negros que tenían que inventar un universo nuevo porque el anterior había sido destruido. Estos momentos de reflexión dan paso a estas melodías alejadas de la espectacularidad. El tramo musical que se diferencia del resto es en el que suena “Shake It And Break It”, ejecutado por la orquesta de King Oliver; la extraversión de los instrumentos de viento es ideal para la sesión fotográfica de Robert con un grupo de chicas para una publicación. Es un instante de show, donde surge el personaje más estereotipado de las manías sexuales.
gracias a la moderna Internet, paradójicamente. Un film posterior de Zwigoff, Ghost world (2001), también tiene buen material de esos estilos musicales, y con un estilo absolutamente Crumb en sus suburbios, los coleccionistas de discos, el aspecto desesperado de Steve Buscemi y las anatomías de Scarlett Johansson y Tora Birch.
En el libro The R. Crumb Coffe Table Art Book, el artista escribe que el declive de la música comienza ya entrados los años ’30 a causa de su mediatización y estandarización en el mercado; se pierde la variedad a favor de los grandes públicos. Por eso, el film privilegia las piezas íntimas de pocos instrumentos. Es una forma de no entregarse por completo al grupo de los normales y mantenerse en esa sensación de estar lejos de la Humanidad en tanto grupo indiferenciado, como su hermano Charles, a pesar del éxito y los placeres mundanos.
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LIVINGJAZZ / CINE
Banda sonora completa “Ragtime Nightingale”
“A Real Slow Drag”
Compuesta por Joseph F. Lamb
Compuesta por Scott Joplin.
Interpretada por David Boeddinghaus.
Interpretada por David Boeddinghaus.
“Last Kind Word Blues” Compuesta e interpretada por Geechie Wiley
“Shake It and Break It” Compuesta por Friscoe-Clark.
“35th Street Blues”
Interpretada por King Oliver & His Orchestra
Compuesta por Charles Levy.
Courtesy of the RCA Records Label of BMG Music
Interpretada por David Boeddinghaus. “Frog-I-More Rag” “Comic Montage Stomp”
Compuesta por Ferdinand “Jelly Roll” Morton.
Compuesta por David Boeddinghaus.
Interpretada por David Boeddinghaus.
Interpretada por David Boeddinghaus y Craig Ventresco. “Zap Jam Boogie-Woogie” Compuesta por Craig Ventresco Interpretada por Craig Ventresco
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LIVINGJAZZ / RECUERDO
Tras los pasos de
Lois Blue [Por Carlos Inzillo]
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Al terminar la presentación del libro “Juego de Damas”, del periodista e investigador Edgardo Carrizo, estaba charlando en el hall de la Sala Enrique Muiño con Lucía Montero, vocalista de tango e hija del músico y fotógrafo Rodrigo Montero y la inolvidable cantante de jazz Lois Blue. En dicho momento hizo su aparición la joven cantante Barbie Martínez, que al igual que las artistas que participaron del recital interpretó dos standards con gran solvencia, demostrando idoneidad y garra. Al verla, Lucy corrió a su encuentro y le dijo con entusiasmo: “Seguí así, por este camino. ¡Vos sos la sucesora de mamá!”. Barbie se sonrojó, por emoción o por pudor, seguro, transparentando una enorme satisfacción al escuchar semejante halago y a la vez carga de responsabilidad. Porque Lois Blue, nacida como Lucía Claudia Bolognini Miguez, en la ciudad de La Plata, en 1912, fue no sólo una pionera, sino una intérprete vocal y pianista por cuyas venas corría la sangre del jazz con toda su negritud, considerando este término como un valor. Me contaba mi padre, que hacia mediados de la década del treinta, tuvo el inmenso placer de escuchar en una reunión privada en casa de Lois, al legendario cuarteto vocal norteamericano The Mills Brothers en una fugaz visita por la Argentina, valiendo como ejemplo de la constante oportunidad que tuvo de vivenciar momentos con grandes músicos que suplieron una formación académica. Y siempre consideró al Jazz y al Swing como sinónimos. Hace pocos días recibí de parte de mi hijo Humphrey un regalo impresionante: una colección encuadernada de la inhallable revista especializada “Síncopa y Ritmo”, fundada por Don Fernando Iriberri. En el número de Mayo de 1944, apareció la noticia del debut de Lois Blue, tras haber actuado con otras agrupaciones, como lady crooner de Héctor
y su Jazz, bajo arreglos de Martín Darré en los micrófonos de Radio El Mundo. Quedaron como testimonio 23 versiones grabadas de dicho acontecimiento, como la iniciática “Paducah”, para el sello RCA Victor. Casi un cuarto de siglo más tarde, tuve el placer de conocerla personalmente y contactarla para algunas sesiones que organizaba el inolvidable Círculo Amigos del Jazz de Buenos Aires. Acompañándose al piano, con gran carisma, deleitó a los aficionados con temas como “As time goes by”, del film “Casablanca”. De allí en adelante trabajó en el circuito nocturno local, cuando el panorama era dominado por expresiones populares, o mejor dicho, popularizadas. Hasta que en 1980 tomó una decisión fundamental: radicarse en los Estados Unidos. Primero en Los Angeles y luego en Nueva York, hizo su rutina en innumerables clubes nocturnos o bares, siempre ligada a su pasión jazzística. Y a partir de 1994 hasta su muerte en 1999, fui un privilegiado en recibir domingo por medio, su llamado telefónico, que también compartí con el amigo platense Sergio Pujol y el compositor Virgilio Expósito, a quién llegó a ubicar en diversos sitios de América cuando viajaba. Como columnista de jazz de la revista “La Maga”, me informaba de todas sus actividades, desde que estaba hablando en una cabina del Central Park, vestida con su buzo de jogging para no perder su silueta, hasta su amistad con Ruth Ellington, hermana del famoso “Duke” y sus presentaciones en Harlem. Pero, fundamentalmente, lo que no dejaba de preocuparle era saber nuestra opinión sobre quién era “más negra” cantando: su conocida colega Paloma Efron (Blackie) o ella, después de más de sesenta años de sana competencia y de los primeros registros de ambas. Lois Blue: genio y figura.