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from LJA12102020
by LJA MX
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Una grieta trepidante recorre el edificio de Morena, producida por el jaloneo telúrico entre dos poderosas facciones del grupo gobernante. El empate técnico entre Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado hace crecer aún más la tensión. La facción agazapada detrás del veterano de mil batallas amaga con irse del partido o al menos jugar a “la resistencia”. Comentan cada vez con más insistencia que ellos son como “la corriente democrática” que se emancipó del PRI a finales de los años 80, encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas y el propio Muñoz Ledo.
Desde los pasillos del poder nos comentan que hay que poner atención a la difusión del audio en que prominentes jerarcas partidistas fraguan una fuga masiva. En las últimas horas, los conjurados han desarrollado una intensa agenda de reuniones para precipitar la ruptura del movimiento que llevó al poder a Andrés Manuel López Obrador. Si no ganan, se van. Pero si se quedan, su posición los prefigura como la oposición al régimen obradorista desde dentro de Morena. Vaya paradoja.
La filtración de conversaciones telefónicas entre Bertha Luján, cabeza del Consejo Nacional morenista; Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente interino del morenismo, y algunos fieles a este último, es apenas una tarjeta en el grueso expediente que en semanas recientes ha ido acumulando legajos hasta desbordar los archiveros de Bucareli, tanto como los de la Coordinación General de Política y Gobierno, donde despacha César Yáñez, y en la que tampoco se pierden detalles.
El caso es que allá en las cámaras interiores de Palacio, traspuestas las puertas de exquisitez barroca, las escalinatas de tezontle y cantera, y los pasamanos de
Las 2 Morenas: amagan con primera desbandada en el partido de López Obrador
bronces eternos, han llegado informes que se presumen certeros sobre la intensificación de movimientos, en las últimas horas, entre el decano parlamentario Porfirio Muñoz Ledo, Bertha Luján y Ramírez Cuéllar, quienes parecen determinados desencadenar la gran “escisión histórica” del morenismo, al estilo de “la corriente democrática de 1988”.
Marcelo ebrard vs claudia sheinbauM
Al menos esa es la inquietud manifiesta en la comidilla que cotidianamente se condimenta en los patios de la sede del poder, donde ya se adelanta que los rebeldes están resueltos también a apoyar la eventual nominación presidencial de Claudia Sheinbaum, actual jefa de gobierno capitalina, contra las aspiraciones del siempre postergado Marcelo Ebrard Casaubón, cuyos anhelos presidenciales son apoyados por el grupo de Mario Delgado.
Corren versiones, por otro lado, de que las “dos Morenas” que saldrán del desprendimiento plantearán una disyuntiva al mismísimo presidente López Obrador: ¿a cuál de ellas ha de sumarse? Y es que, a pesar del río revuelto, hay quienes hacen esfuerzos de reflexión para desentrañar los orígenes de la iniciativa. No han faltado quienes plantean que si un “movimiento limpio” se va de Morena, el presidente se va con ellos. El problema es que no queda claro cuál de los dos bandos es el “movimiento limpio”.
Por lo pronto la disputa está en pausa, hasta que no se realice la tercera encuesta para dirimir quién se queda con la jefatura del partido: Muñoz Ledo o Delgado. La secretaría General ya está en manos de la joven promesa Citlalli Hernández Mora.
Quieren dejar su vela prendida en Morena En una parte de las conversaciones difundidas, presuntamente interviene Gerardo Occelli, asesor de Ramírez Cuéllar, quien pregunta a Bertha Luján si le convendría que el actual líder invirtiera su último capital político dentro de Morena para hacerla candidata al gobierno de Chihuahua.
“Nada más previendo que no llegue Porfirio, que sí nos tengamos que ir, que lleguen Yeidkcol o Mario, qué tan conveniente a ti que Alfonso te diga: ‘Bertha, tú eres la candidata de Chihuahua’. Hacer una encuesta ahorita antes de que se vaya”.
Luján desestima la propuesta, pues arguye obstáculos técnicos, por ejemplo, el que no haya aún convocatoria para ese proceso electoral específico. Pero lo significativo es que el grupo de apóstatas quiera dejar una vela encendida dentro de Morena.
Como se sabe, en el grupo de Bertha Luján, está, desde luego, su hija, la secretaria de Trabajo y Previsión Social del gabinete obradorista, Luisa María Alcalde Luján; el dirigente Ramírez Cuéllar, y la figura emblemática de Muñoz Ledo. Es decir, se trata de dos fuerzas importantes dentro del grupo gobernante, tanto en el gabinete como en el rejuego político.
2024, en juego
Este grupo estaría pujando por el empoderamiento de Claudia Sheinbaum con miras a la sucesión presidencial de 2024, en detrimento de las aspiraciones del canciller Marcelo Ebrard, quien de por sí fue despla | Foto @PMunozLedo
zado dentro del movimiento obradorista –que Morena no es otra cosa–, sobre todo en 2012, de la nominación presidencial del PRD, que era controlada por ese grupo.
Y es que, según suena, Ebrard tiene una alianza explosiva con otro peso pesado del morenismo: el líder de la bancada senatorial de ese partido, Ricardo Monreal.
Hasta el momento, las señales políticas indican que AMLO apoya la jugada de Mario Delgado, lo cual baneficiaría a Ebrard. Si gana Porfirio las cosas cambian, porque los contrapesos a López Obrador podrían surgir desde su propio partido. La oposición al régimen estaría en Morena. También hay quienes insisten en que Sheinbaum cuenta con el cariño y la confianza del presidente, aunque no la ve como presidenciable.
A fin de cuentas la disputa se resolverá en un volado, bueno, con una encuesta, donde resulta difícil prever cómo quedarán las cosas. @emeequis
El EspEjismo dE la igualdad ¿Brecha política para la comunidad LGBTTTIQ+?
Yolanda Franco durán
Afinales de la semana pasada se llevó a cabo una jornada de diálogo con la diversidad sexual y de género desde el Instituto Estatal Electoral de Aguascalientes, la idea central, fue conocer de primera mano los testimonios de la Comunidad en temas de participación política y agenda pública de sus distintos colectivos. Los resultados fueron por demás interesantes y reveladores.
En primer lugar, pensemos por qué un grupo de personas se sentiría discriminada políticamente y sentriría que sus derechos corren riesgo. Nuestro ejemplo más cercano, son las mujeres y la lucha sufragista por el reconocimiento de su derecho a votar y además ser votada.
En segundo lugar, si la concepción del mundo ilustrado nos dividió entre hombres y mujeres, prevaleciendo hasta hoy al menos en nuestro país, ¿Pueden jurídicamente existir personas que no se suscriben a estos dos sexos y a la heterosexualidad como género? ¿Se les reconocen sus derechos políticos fuera del sistema binario?
En tercer lugar, quiero resaltar lo que las diversas voces de la Comunidad consideran como cambios necesarios en las leyes (de todo tipo), a fin de sentirse segures a la hora de votar, de postularse para algún cargo público y de integrarse laboralmente a los órganos que administran la democracia.
La mayoría de les invitades coincidieron en que políticamente, sólo se les toma en cuenta como una bandera, una fachada para generar votos, se les invita a representar un discurso, pero no a integrarse realmente en la política, en la postulación de cargos. Consideran que una de las razones por las que quizá no les postulen tiene que ver con el riesgo que corren de ser objeto de campañas de odio de otros partidos y otras candidaturas en particular. Este sentido hicieron una interesante propuesta a las autoridades electorales consistente en sancionar desde los lineamientos internos, toda candidatura que promueva un discurso discriminatorio, de odio o anti-derechos o que sirva para descalificar a sus oponentes cuando estos pertenecen a la Comunidad, sobre todo Trans, pues muchas son las expresiones de violencia que sufren cuando deciden competir en elecciones.
Punto clave en este reto son también los partidos políticos y su vida interna; cómo desde su obligación constitucional de promover el ejercicio democrático y la participación ciudadana, trabajan los temas de derechos humanos, igualdad, no discriminación porque baste mirar muy por encima para asegurar que en el Estado salvo un partido, pocos se han pronunciado por una agenda de derechos de la diversidad lo que nos hace preguntarnos si esto tiene relación con el tema cultural que se vive en el Estado y que no es el más inclusivo.
La mayoría también coicidieron, en que es importante la cultura estatal que sensibilice sobre temas de la diversidad, es decir que se capacite a todo el servicio público sobre la no discriminación y la atención a los distintos grupos vulnerables según sus agendas, en este sentido, consideraron urgente también educar a la ciudadanaía en temas de inclusión que reflejen la pluralidad de vidas y visiones que conforman nuestro Estado.
Algo que me hizo detenerme a reflexionar, fue la propuesta de una de las participantes en el sentido de que el movimiento LGBTTTIQ+ debe aliarse del feminismo para construir nuevos espacios porque es precisamente lo que proponen feministas como Judith Butler y Marcela Lagarde, quienes señalan coincidencias como grupo históricamente vulnerado de la toma de decisiones públicas, que pueden tratarse en una agenda conjunta, por lo que la Comunidad debería explorar esa posibilidad en aras de construir agendas más empoderadas.
Sobre su participación política comentaron situaciones en las cuales se sentirían con la comodidad de participar siendo estas sobre todo, la garantía de acudir a un espacio seguro y sin discriminación, donde se respete su género independientementee de su apariencia; espacio que le garantice inclusión e iguales responsabilidades y oportunidades laborales en relación con las y los heterosexuales y cisgénero.
Con todo el cúmulo de sugerencias vertidas en estas Jornadas de diálogo con la diversidad sexual y de género algo se debe avanzar en el reconocimiento de sus derechos políticos y el ejercicio de los mismos para la Comunidad a través de leyes y reglamentos transversales entre las distintas instancias de gobierno que finalmente les garanticen el respeto a sus derechos humanos.
Después de haber tenido oportunidad de participar este ejercicio me queda claro que cada grupo dentro de la diversidad tiene distintos retos de participación política que se ligan a sus expresiones de género y que, en muchas ocasiones, les hacen ser objeto de violencia y discriminación y de ahí la importancia de escucharles directamente y auxiliarnos de sus conocimientos para reeducarnnos socialmente en una cultura incluyente.
Tareas de todas, de todos, de todes consistente en conciliar las agendas, en reconocer todes los derechos, en educar sobre ellos, en sancionar la violencia y en promover su participación en los asuntos político democráticos del Estado desde la institucionalidad de órganos electorales y partidistas, son entre otros los compromisos más urgentes para les persones de la diversidad.
Más allá de la voluntad que se tenga por avanzar en todos los frentes que requiere la diversidad, existe la legalidad de las normas que rigen nuestra convivencia, por lo que lo urgente es cambiar la cultura de nuestra ciudadanía para que los temas de la diversidad no sean temas considerados tabú, poco o nada discutidos y casi siempre, condenados a la negación. Si cambiamos la cultura, cambiará el derecho y se adaptará a las nuevas demandas ciudadanas.
Desde este espacio agradezco a todes les que con su visión y experiencia abrieron nuevas líneas de pensamiento para construir una ciudadanía más incluyente en nuestro Estado. La igualdad se ve lejos, pero cada paso es un avance.