Doloroso adiós a el patriarca, la leyenda, el molinero y el maestro

FULGENCIO FERNÁNDEZ

LEÓN. Todas las ausencias son dolorosas y todos los años, por ley de vida, se producen. Pero este 2022 que dejamos atrás fue especialmente doloroso por las características y la historia de las gentes de la familia de la lucha leonesa que se han ido. Baste recordar que se nos fue «el patriarca» de la lucha, Antonio Alvarado Largo, de Remolina; una de las grandes leyendas de este deporte, Felipe León Viñuela, El Mago de Villaquilambre; un buen amigo suyo, buen luchador y representante de uno de esos oficios profundamente ligados a la historia de los viejos aluches, Ma- nuel García, el molinero de Villaobispo, y, por citar a los más significativos, uno de esos luchadores de gran clase que lo dejó joven al irse lejos de León a vivir, a ejercer su profesión de profesor, León Rodríguez, El Maestro de Taranilla, quien jamás dejó de seguir la lucha leonesa, su lucha leonesa, desde la lejanía de su es- tancia fuera y desde la cercanía de los veranos. Todos los que se agarraron con él al cinto hablaban de su clase, de su cadrilada, de su lucha concebida como espectáculo.

EL MAGO DE VILLAQUILAMBRE

Es evidente que una de las ausencias más notables y dolorosas, por

LUCHA LEONESA 19 todo lo que significó para la lucha, fue la de Felipe León, El Mago de Villaquilambre. Fue un grande de la lucha, siempre está en esas quinielas de quién fue el mejor luchador de la historia —asunto irresoluble, por otra parte— pero además de ello llegó a arbitrar (por ejemplo el Provincial celebrado en Riaño que no pudo luchar por lesión y ganó Millán el de Burón), fue directivo en varias ocasiones y, sobre todo, fue el primer aficionado. Hay muchas

La muerte de Felipe

León fue una gran conmoción por lo que El Mago significaba

Con 110 años se fue El Patriarca, Antonio Alvarado de Remolina, un apellido que aún sigue por los corros Manuel García, El molinero, o León Rodríguez, El maestro, también fallecieron fotos de Felipe luchando, pero no son menos las imágenes de lucha en las que el de Villaquilambre aparece en la grada rodeado de ex luchadores: su inseparable Miguelín, Manuel García, Frumencio, Eusebio el de Argovejo, Laurentino Crespo..., muchos de ellos sus grandes rivales enb activo.

Ha sido un año duro en este aspecto. Habría que sumar a otros no luchadores pero sí miembros de la gran familia de la lucha: el padre de Jesús el de La Braña, la madre de los Novoa —también directiva—, el abuelo de Cristian el de Boñar, el padre de Alberto Bahillo...

Alvarado, 110 años, adiós a El Patriarca

Como ya se ha señalado han sido varios los que se han ido en este año 2022 (y perdón por los que se quedan en el tintero pero no es un repaso exhaustivo sino un recuerdo que personifica en unos pocos a todos) pero no se puede pasar por alto un nombre si éste lleva el ‘título’ de El Patriarca de la lucha. Que lo era, pues falleció poco después de cumplir los 110 años.

Cierto que con esa edad es un desenlace previsible e inevitable, pero cuando se va el patriarca de cualquier colectivo mueren muchas más cosas que una persona. Por ejemplo, Felipe León (que se ha ido con él) siempre me insistía en ir a ver a Alvarado porque era el único vivo que había luchado con El Sastrín de Rucayo, una leyenda viva de la lucha leonesa. Y claro que Antonio se acordaba de Juan Antonio Suárez, El Sastrín, y siempre iniciaba sus recuerdos con las mismas palabras: «Muy bueno, muy listo y un peligro. Se las sabía todas». Y contaba como él, que era muy alto, «no podía evitar que se me en- roscara entre las piernas hasta que me enredaba». Utilizaba una expresión muy curiosa para explicar como se defendía por abajo: Te culebreaba la pierna tuya».

Esos recuerdos, ésa forma de contar también se fue con Alvarado, que construyó una biografía ejemplar no solo como luchador, también como paisano, trabajador desde niño, pastor y mil oficios más, incluido el de policía, hasta que su jubilación le trajo de regreso a au Remolina natal y fue alcalde del Ayuntamiento de Crémenes, donde dejó un excelente recuerdo, entre los suyos y los de la oposición, por su carácter sosegado, dialogante, entrañable. El de un verdadero patriarca.

Su apellido, por suerte, aún sigue resonando por los corros y un descendiente suyo, Pedro Alvarado, honró su adiós siendo campeón de Liga.

FULGENCIO FERNÁNDEZ LEÓN Ángel Rivero afronta una nueva temporada al frente de la Federación, pero que va a ser «la primera completa» de la llamada «federación propia», independiente de la de luchas de Castilla y León, un proyecto largamente ansiado. «Desde mi llegada he tenido un reto principal, lograr la Federación propia; y fueron surgiendo otros, como superar el Covid, que creo que se logró lo mejor

Corro: 13 agosto

Donde se unen las tradiciones

Sábado, 15 de Julio de 2023

La Nueva Crónica que se pudo, sin grandes contratiempos y, finalmente, la igualdad entre luchadores y luchadoras, que ahora inicia su camino y estamos ilusionados, se temía que supusiera un descenso en el número de corros y vemos aliviados que no ha sido; es más, hay uno más que el año pasado, y alguno que no pudimos encajar en el calendario por falta de fechas».

- ¿Y la cara negativa?

«Temíamos que la equipación de los premios hiciera bajar el número de corros pero no ha sido así»

«Quiero dar las gracias a ayuntamientos y juntas vecinales pues han asumido los costes y ahí siguen»

«Me preocupa la baja participación que hubo en algunos pesos en Quintana»

- Sinceramente, lo que más me preocupa ahora mismo es la baja participación en algunas categorías que vimos en Quintana de Rueda. Espero que haya sido circunstancial, por las características del corro, por ser el primero, no lo sé, la verdad. A ver qué ocurre este fin de semana. Yo estoy confiado porque el número de licencias senior no ha descendido. Esta situación de que no descienda el número de corros hace que el presidente Rivero quiera «agradecer y felicitar a los Ayuntamientos y Juntas Vecinales que organizan corros, siguen ahí, en la brecha, con un trabajo ejemplar». Pero, al hablar de relaciones institucionales, a Rivero se le tuerce el gesto al nombrarle a Diputación, algo inesperado pues «siempre fue el principal valedor de la lucha, que tuvo allí su ‘casa madre’; sin embargo, ahora mismo no puedo calificar la relación con otro calificativo que desastre».

- Pero ya les han pagado.

- A ver, maticemos. Hemos cobrado el 2021; el 2022 todavía no, es más, aún no son oficiales las ayudas de 2022 y las bases de 2023 están sin publicar.

- ¿Qué supone decir que las bases no son oficiales?

- Pues algo que nos parece que no es ni serio, ni ético. Ya hemos celebrado las competiciones y ahora la Diputación nos sale con que quiere reducir las ayudas a la mitad, competiciones ya celebradas, con unos criterios y contando con unas ayudas, nos quieren cambiar las normas a toro pasado. Increíble.

E ilustra este desastre con un ejemplo más que significativo: «Han desaparecido la mitad de las gradas de Diputación. Eran 60 cuerpos, se estropeó uno, quedaban 59 y se han

«Lo de la Diputación solo se puede calificar de desastre; ahora quieren cambiar las ayudas de 2022»

«Ya hemos celebrado las competiciones contando con unas ayudas y ahora... no es ni serio, ni ético»

«El mejor ejemplo del caos es la desaparición de la mitad de los 60 graderíos, nadie sabe dónde están» esfumado la mitad. Los otros los hemos ido a buscar nosotros, a Villaquilambre y Boñar, pero de las demás no sabemos nada, ni sabe nadie dónde están. Un desastre.

- ¿A qué se puede deber?

- Yo veo una dejadez total. Cada uno le echa la culpa al otro, los políticos a los funcionarios y la revés, nadie asume responsabilidades.

- ¿Y las otras instituciones?

- Sin problema, bien; el Ayuntamiento de León se ha hecho cargo de los gastos de la visita de los canarios, les estamos muy agradecidos.

Pese a todo, el presidente se muestra ilusionado y optimista, en base a situaciones que así se lo hacen creer, «como la cohesión del grupo de trabajo, la seriedad con la que lo hacen y un aspecto que me parece importante, la cantidad de exhibiciones que estamos haciendo para promocionar la lucha; además de encuentros como el de los canarios o los habituales con las celtas».

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