SERENIDAD

La fusión nuclear es una reacción producida por la unión de dos núcleos atómicos ligeros, que da lugar a un núcleo mucho más pesado, que libera una gran cantidad de energía. Algo parecido suele ocurrir cuando se forma una pareja; no es necesario que sea amorosa, también puede ser un tándem profesional y creativo como el formado por el arquitecto Santiago Sierra y el diseñador Diego Linares. Ambos están detrás de Mesawa, marca de mobiliario 100% mexicana, que acaba de presentar su segunda colección, Volcánica, producto de la fusión de materiales tan diversos como el acero, la madera y la piedra volcánica. Esta mezcla, en principio inédita —o al menos inesperada—, resulta sin embargo un abrazo tan orgánico, y tan natural, que redefine los códigos de lo que podríamos considerar como «diseño contemporáneo», que parte de la experimentación pero también del respeto a la materia y las texturas, a lo telúrico, a las raíces. Elementos todos ellos que definen, en cierto modo, un invisible hilo conductor que hilvana una (presunta) escuela de diseño mexicana… si es que no resulta muy descabellado hablar de eso en un mundo cada vez más global, pero al mismo tiempo, cada vez más obsesionado con lo local, con lo auténtico, especialmente a raíz del panorama postcovid. El mobiliario de Mesawa fusiona también no sólo materiales, sino conceptos como sencillez, sobriedad y durabulidad, que conectan con el zeitgeist de nuestra época. El acero, por ejemplo, es no sólo una opción estética, sino también ética ya que garantiza la vida útil de cada pieza a un precio asequible, gracias a la aleación entre el hierro y el carbono. Lo mismo puede decirse de la madera de nogal y de la piedra volcánica, que proviene del Valle de México y aporta un guiño a la tradición local de nuestro país. El resultado son piezas donde dialogan conceptos antitéticos como cálido/ frío, tecnológico/orgánico, sofisticado/artesa-

La mezcla entre metal y piedra volcánica (recinto) resulta fascinante por lo que tiene de inesperado.