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Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkaria Revista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

Haritu 22 septiembre 2008ko iraila

Convivir con ÂŤel enemigoÂť Suizida koldarren kluba Patxi Ibarrondo Luis Mokoroa & Isabel Isazelaia La Guerra FrĂ­a se calienta

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Sumario Aurkibidea

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Haritu 22 Editorial El plan B Pies de foto Atsedenaldia zartatuz/«Campaña estival» explosiva Al hilo Convivir con el «enemigo» Alegiak Suizida koldarren kluba En primera persona Patxi Ibarrondo, ex director del semanario «La Realidad» A dos bandas El tiempo del desenfado

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Luis Mokoroa & Isabel Isazelaia Opinión ¿Por qué creemos que hablar de la muerte es aceptar que sucederá?, R.Mateo Kanpaina Oporretan ere jardunean Munduari so La Guerra Fría se calienta

Zuzendariak: María Lizardi eta Alvaro González - Erredakzioa: Itziar Fernandez, Garazi Landa, Ana Elvira, Paul Ríos, A.B. López de Lerena, Miguel Sarratea eta Ruth Soria.

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Erakunde laguntzailea / Institución colaboradora:

Ale honetako kolaboratzaileak: Rakel Mateo, Ion Orzaiz Galarza eta Oskar Martínez. - Maketazio eta diseinua: Lokarriko diseinu taldea. Ilustrazioak: Srinavasa Ramanujan. Inprimategia: Antza (industrialdea 2. pab. - 20160 Lasarte) - Lege gordailua: SS-1142/06 - ISSN: 1134-8038 Haritu no se responsabiliza de las opiniones emitidas por sus colaboradores. Para la edición de esta revista se utilizan papeles libres de cloro. Aldizkari hau moldatzeko klororik gabeko papera erabiltzen da.

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Editorial

El plan B Apenas quedan dos meses para llegar al 25 de octubre, fecha en la que está prevista la celebración de la consulta popular aprobada por el Parlamento Vasco el pasado mes de junio. Prácticamente todas las fuerzas políticas dan por descontado que el Tribunal Constitucional resolverá declarando la ley inconstitucional, aunque aún se mantiene la incógnita sobre el momento en que dicho Tribunal dé a conocer su decisión. En el supuesto de que ésta se produzca más tarde del 15 de septiembre, ya será imposible poner en marcha la maquinaria electoral para que la consulta pueda celebrarse con normalidad en la fecha señalada. De momento, no hay visos de que el Constitucional vaya a pronunciarse en un plazo corto de tiempo, por lo que es prácticamente seguro que la consulta no se celebrará el 25 de octubre. Se ha hablado mucho sobre la alternativa que pondrá en marcha el Gobierno Vasco para responder a esta situación. Hasta ahora la réplica ha sido judicial y política, presentando las alegaciones correspondientes ante el Tribunal Constitucional y denunciando la utilización de los recursos presentados por el Gobierno de Rodríguez Zapatero y el Partido Popular para impedir de facto la celebración de la

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consulta. Se trata de movimientos lógicos para defender una decisión del Parlamento Vasco, pero que no son suficientes para dar una respuesta global a la posibilidad de que se niegue la capacidad de la ciudadanía vasca para pronunciarse sobre cuestiones tan importantes como son la paz y la normalización. Precisamente, uno de los grandes temas del verano ha sido tratar de conocer si el Gobierno Vasco tiene preparado un «plan B» para celebrar la consulta pese a una resolución contraria del Constitucional. En relación a esta cuestión es evidente que cualquier gobierno se enfrenta a grandes dificultades para poner en marcha una campaña de desobediencia civil. Por una parte, los riesgos que se asumen son altos y difícilmente asumibles, ya que las consecuencias de apostar por esta vía podrían alcanzar todos los estratos institucionales. Por otra parte, la celebración de una consulta requiere de una serie de garantías democráticas, más aun cuando se trata de un ejercicio de soberanía novedoso en nuestra sociedad. En definitiva, es una opción legítima pero que en las actuales circunstancias puede acarrear nuevas dificultades y pocos avances.


Si la desobediencia civil no parece una salida viable, tampoco lo es mantenerse en la inacción. Desde el mismo momento de la aprobación de la consulta en el Parlamento Vasco se podía prever que el Gobierno Central presentaría un recurso de inconstitucionalidad que conllevaría la suspensión de la ley y la imposibilidad de celebrarla. Lokarri ha defendido la constitucionalidad de la consulta, pero también somos conscientes de la dudosa imparcialidad de un Tribunal que ha estado salpicado de polémicas provocadas por el manejo político que se da en esta institución. Por tanto, conociendo esta realidad, tanto el Gobierno Vasco como los partidos políticos que defienden la consulta deberían haberse centrado en la definición de un plan claro con el que responder a la prohibición. La sociedad vasca necesita claridad en este sentido, necesita conocer cuál va a ser la reacción. Se ha comentado mucho la posibilidad de acudir a Europa o de convocar una gran manifestación, pero nada se ha dicho sobre la posibilidad de estudiar otras alternativas para celebrar la consulta.

uso de las nuevas tecnologías puede ofrecer una salida que permita dar a la sociedad vasca las herramientas necesarias para tener la capacidad de pronunciarse sobre su convivencia. En todo caso, deben estudiarse todas las posibilidades, ya que limitarse a convocar una manifestación puede parecer una respuesta muy pobre en defensa de una cuestión tan importante como es la democracia directa y la capacidad de decidir de la sociedad vasca. El «plan B» debe definirse y darse a conocer en cuanto sea posible. La ciudadanía debe tener clara la «hoja de ruta» de la respuesta a la prohibición ya que, en definitiva, la convocatoria de la consulta fue decidida por el Parlamento, sede de la soberanía popular de toda la ciudadanía de la Comunidad Autónoma Vasca. En caso contrario, y de mantenerse esta indefinición, se corre un gran riesgo de que la sociedad no acompañe a sus representantes en las iniciativas que se pongan en marcha y cunda la sensación de que no hay apoyo para ejercer la capacidad de decidir en el futuro.

Posiblemente tratar de celebrar la consulta sin caer en la desobediencia sea la cuadratura del círculo, pero tampoco es descartable. El

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Pies de foto

Atsedenaldia zartatuz «Campaña estival» explosiva 2008/07/20, Laredo Oporretarako betarik ez omen. Borroka armatuak atsedenari uko. Nahiago itsas bazterren inguruetan bildutako jendearen artean izua zabaltzea. Aurtengoan aurrena Laredo eta Nojan, ondoren Torremolinosen eta geroago Malaga eta Benalmadenan. Anitz euskal herritarrek jai egunak pasatzeko hautatzen dituzten txoko horietan. Lehergailuen «Udako kanpaina» urtetik urtera errepikatuz kostaldean. Aspaldiko kontua. Sorosleak adi-adi, itsasoari begira, edozein arrisku egoeraren zelatari. Erne, olatuei so. Halabaina, mehatxua ez zuten urek ekarriko. Sorosleen banderako hagaren alboan bertan zen trantzerako zartagailua Laredon. Kezka eta urduritasuna erasorako abisuaren berri jakitean. Jendea leherketarako esparrutik ihesean, urrunduz. Eztanda. Azkar batean hogeita bost bat metroko ke zutabea airean. Hildakorik ez, eskerrak. Zauritu larririk ere ez, beharrik. Sorosleen etxola, triskatuta. Askoren oporrak ere bai. Izualdiaren jardunean ibili dira aurten ere udan. Noizbait oporrak hartuko balituztekete guztiek, oporraldi luzeak. Luzeenak: betiko, amaigabeki. Miguel Sarratea Bombazos estivales. Particular campaña turística intentando sembrar el pánico y la desazón entre los despreocupados veraneantes que acuden a la costa. Escenario preferido para sus cometidos en estas fechas. Sin tregua para el asueto veraniego de miles y miles de ciudadanos. Irrumpiendo violentamente en esa ansiada rutina de sol, chapuzón y tumbona. Amenazas, desalojos y secos estruendos levantando densas nubes de arena que cubren el horizonte. Inquietud y desconcierto. Despejado el cúmulo de arena sobre el aire, una imagen para la retina: la de una garita despedajada, la de los socorristas, con la señal SOS de emergencia intacta tras el estallido. Una señal que apela a la colaboración, a la alianza, a la mediación, al salvamento, a la cooperación... a esos sustantivos que parecen renquear en estos últimos tiempos. Ruth Soria

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Al hilo

IĂąaki de Juana Chaos, junto a su mujer, Irati Aranzabal, abandonando la cĂĄrcel de Aranjuez (Madrid) el pasado mes de agosto.

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A. B. López de Lerena Texto

Convivir con el «enemigo» La puesta en libertad de Iñaki De Juana Chaos ha levantado un enorme revuelo en el que se han vuelto a ver mezcladas las víctimas, el debate político y la Justicia. Pero lo que en realidad se esconde tras todo este ruido es buena parte del modelo de convivencia de una sociedad tan marcada por un conflicto que hace que aún haya quienes viven considerando «enemigos» a algunos de sus vecinos. «Rubalcaba y Trillo exprimen el Código Penal, presionados por el caso De Juana, buscando una forma de endurecerlo». «Apenas hay margen para ampliar las penas». Así es como titulaba el pasado 11 de julio el diario El País sus dos principales noticias sobre la polémica suscitada en torno a la puesta en libertad de Iñaki De Juana Chaos 21 años después de que fuera encarcelado. Una semana después, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco emitía una nota a los juzgados de San Sebastián para que localizaran y citaran a declarar al polémico ex recluso con el fin de comprobar si reconoce ser el autor de una carta por la que podría ser de nuevo acusado de los delitos de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas. Con De Juana en paradero desconocido (aunque se sospecha que ha viajado a Dublín con su esposa para tratar de abstraerse del huracán generado por su puesta en libertad), la polémica le persigue mientras PP y PSOE buscan codo con codo un resquicio que les permita volver a encarcelarle y sacar así pecho envueltos en el argumento de la defensa de los derechos

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Al hilo

«A veces la Justicia es injusta con las víctimas» Santiago Abascal, diputado regional del PP vasco

Depositando flores en el homenaje que el pasado 2 de agosto la AVT rindió a las víctimas de Iñaki de Juana Chaos en la plaza de la República Dominicana en Madrid.

de las víctimas, y mientras la sociedad se plantea el debate de hasta dónde se puede o se debe llegar en esta defensa, y hasta dónde en la de los derechos que también deben asistir a quienes ya hayan pagado sus delitos tras pasar, como ocurre en este caso, casi media vida entre rejas. La de Iñaki de Juana Chaos es desde luego una biografía particular que gira en torno a los 25 asesinatos de los que fue responsable como jefe del comando Madrid de ETA y los 21 años que ha pasado en prisión por su participación en aquellos atentados.

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Echando la vista atrás, la historia del joven De Juana cuenta que recibió una mención especial del Ayuntamiento de Madrid en 1977 en agradecimiento por su colaboración en la extinción de un terrible incendio que se desató en la ciudad. También cuenta que unos años después, en 1982, llegó incluso a formar parte de la segunda promoción de la incipiente Ertzaintza. Pero esa historia también refleja que una vez descubierta su afinidad con el autodenominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) pasó a Francia, y que cuando volvió al Estado español, lo hizo ya como jefe de


uno de los taldes más activos y sanguinarios de aquella ETA: el comando Madrid. Desde 1984 y hasta que fue detenido en 1987, se le atribuye la comisión de al menos seis atentados mortales, entre los que se encuentra el que en 1986 acabó de un solo zarpazo con la vida de 12 guardias civiles de tráfico en prácticas con un potente coche-bomba en Madrid, en la Plaza de la República Dominicana. Según el testimonio del etarra arrepentido Juan Manuel Soares Gamboa, De Juana era entonces quien elegía a las víctimas y designaba a su verdugo dentro del talde, y era él quien solía preferir actuar en medio de la capital española utilizando el coche-bomba como instrumento para segar vidas, cargándolos además con abundante metralla «para hacer más daño», según su propio testimonio. De la fuga a la huelga Detenido en el piso franco del comando junto al resto de sus integrantes en 1987, fue condenado a más de 3.000 años de prisión, siempre en primer grado (máxima vigilancia y restricciones), y fue consecutivamente dispersado en un largo periplo que le llevó a las cárceles de Herrera de la Mancha, Sevilla, Ceuta, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria, Murcia, Ibiza, Melilla, El Puerto de Santa María y Algeciras. Pero su arresto no hizo que se apagara su eco mediático, sino más bien todo lo contrario. Con una personalidad que los psicólogos de Instituciones Penitenciarias calificaron de «fría y narcisista», De Juana escribió desde la cárcel dos libros, celebró algunos atentados destacados de ETA cenando langostinos y champán y escribiendo frases tan desgarradoras como «sus lloros son nuestras sonrisas», e incluso llegó a preparar dos espectaculares intentos de fuga en helicóptero que fueron frustrados por la Policía. Después comenzaron las huelgas de hambre como señal de protesta activa y como forma de no perder ese eco mediático del que tanto parecía disfrutar. ETA nunca le nombró jefe del colectivo de presos, del denominado frente de makos, pero él siempre pareció actuar como tal, lo que generó ciertas fricciones entre él y la banda e incluso le distanció del colectivo que pretendía liderar. En 2005, cuando estaba a punto de salir de la cárcel tras cumplir 18 de los 3.129 años a los que se le había condenado, en virtud de las reducciones de condena que contemplaba el código penal de 1973 bajo el que fue juzgado, la Abogacía del Estado y la Fiscalía se pusieron a trabajar para atajar la polémica que estaba generando su puesta en libertad, y el Ministro de Justicia del Gobierno Zapatero, Juan Fernando López Aguilar, afirmó sin tapujos que estaba trabajando para, llevando al Fiscal general del Estado «al límite de sus posibilidades y de las posibilidades del propio sistema judicial», tratar de «construir una nueva imputación penal» que pudiera suponer una nueva pena para el recluso y evitar así su salida de la cárcel. Fi-

Fotografía que el diario británico «The Times» publicó en la entrevista realizada a Iñaki de Juana Chaos tras casi tres meses en huelga de hambre.

nalmente, la Audiencia Nacional tomó dos artículos que De Juana había publicado tiempo atrás en las páginas de opinión de Gara, y le condenó a tres años más de prisión por entender que su contenido era amenazante. El preso entendió que lo que se le pretendía aplicar era una cadena perpetua de facto y comenzó una nueva huelga de hambre. No era la primera de su historial como recluso, pero ésta tuvo la peculiaridad de que se desarrolló en pleno alto el fuego de ETA y que no contó con el consentimiento de su dirección por primera vez en una protesta de este tipo de algún miembro de la banda, lo que le granjeó un serio choque con una organización que trataba de entablar un proceso de diálogo con el Ejecutivo español. Con un paréntesis en medio, De Juana llevó su protesta, pese a todo y a todos, hasta el límite de la alimentación asistida, y así logró llevar su situación a los medios de comunicación de medio mundo. Finalmente, su pena fue revisada, mientras el propio presidente español afirmaba que se trataba de un recluso «favorable al proceso de paz» y su condena pasó de los 12 años de condena iniciales a ser de tres. Más tarde pasaría incluso a cumplir prisión atenuada, lo que significaba estar trasladado a un hospital, visto lo cual abandonó la huelga dando razones a muchos para creer que con la resolución del problema De Juana, las «conversaciones técnicas» entre ETA y el Ejecutivo español se quitaban un importante obstáculo de en medio. Ruido atronador El punto y seguido de esta historia llegó el pasado 1 de agosto, cuando De Juana por fin abandonó la prisión de Aranjuez, donde cumplió sus últimos meses de cautiverio, acompañado de su compañera sentimental, Irati Aranzabal, con la que se casó en prisión, y de sus abogados, Álvaro Reizabal y Jone Goirizelaia. El ruido mediático y político que se generó en torno a este hecho fue atronador, y llegó a cotas casi insoportables cuando se puso el acento en que su intención era volver a vivir en el barrio donostia-

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Al hilo

La justicia no debe negarse a sí misma dejándose llevar por el espíritu de revancha y tratando de enmendar con un atropello lo que considera que es otro rra de Amara, justo en el piso de encima del de una víctima de ETA, y a pocos portales del de la madre de Joseba Pagazaurtundua. Entonces se empezó a hablar de que si el piso era suyo había que expropiarlo para resarcir las deudas que aún tiene contraídas con las víctimas, de que se le tenían que imponer medidas de alejamiento de determinadas personas o incluso lugares, de que se le tenía que colocar una pulsera telemática para tenerle continuamente bajo control... Los 21 años de prisión empezaron a parecer una pena insuficiente y casi ridícula que había que esforzarse por endurecer, pese a que ya hubiera cumplido con el peso de la Ley. «Nos repugna que esté en la calle», dijo la vicepresidenta española, María Teresa Fernández de la Vega. «Todo lo que se haga para que vuelva a prisión estará bien hecho», apuntó el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons. Y en medio de esta escalada de sentimientos y reacciones, De Juana Chaos firmaba su puesta en libertad y se dirigía a San Sebastián rodeado de escoltas policiales, donde le esperaba el recibimiento que los simpatizantes del colectivo de presos de ETA deparan a quienes recuperan la libertad. Medios de comunicación de todo el Estado, cientos de efectivos policiales y miembros del colectivo de presos de la organización terrorista tomaron las callecitas del casco viejo donostiarra. Se agolpaban entre pancartas y consignas esperando la llegada del 4X4 en el que debía aparecer el centro de todas las miradas. Pero él tenía otro golpe de efecto guardado y, en su lugar, alguien leyó una carta: «Antes de nada, quiero dar las gracias a todos los que os habéis reunido en este txoko de mi querida Donostia. Como ya habréis visto, en estos momentos no puedo estar con vosotros físicamente, pero mi corazón está ahí, junto a vosotros». De Juana Chaos no iba a acudir y en su nombre se leían estas líneas. Hay quienes han visto en este gesto un intento de tomar distancia de un huracán que, como se está viendo, puede volver a colocarle en el punto de mira de la Justicia española. El mensaje se cerraba con una frase «Aurrera bolie!», Adelante la bola, o Que ruede la bola, y la Fiscalía ya busca la lectura de que es constitutiva de un delito de enaltecimiento del terrorismo porque interpreta que la bola que De Juana quiere que siga rodando es la de la lucha armada de ETA. Fuera cual fuera la intención del autor de esta carta, lo más preocupante es el shock que el caso De Juana sigue produciendo. Mientras los ánimos hervían en la parte vieja de San Sebastián, en los jardines de Alderdi Eder un grupo de personas se concentraba con una pancarta en la que se veía una foto del ex dirigente de ETA y se podía leer un mensaje tan corto como demoledor: «Asco». Algunos miembros de la clase política lograron abstraerse de este ruido y así, el al-

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calde de San Sebastián pidió «un gesto» a De Juana para «formar parte del paisaje» de la capital donostiarra; un gesto de reconciliación, una disculpa por el dolor causado. Pero mientras, las penas se endurecen en otros despachos y la Justicia se hace más selectiva. «A veces la Justicia es injusta con las víctimas», decía recientemente desde el PP Santiago Abascal, y lo cierto es que De Juana apenas ha cumplido un año de cárcel por cada uno de los asesinatos de los que se le hace responsable. Pero, como ha recordado alguna asociación de jueces progresista, la Justicia no debe negarse a sí misma dejándose llevar por el espíritu de revancha y tratando de enmendar con un atropello lo que considera que es otro. Y la sociedad que ahora clama pidiendo penas añadidas, debe plantearse hacia qué modelo quiere avanzar.

La concejal del PP Pilar Elías delante de la cristalería que el miembro de ETA Kandido Aspiazu, que mató a su marido, regenta en los bajos de su domicilio.

Existen casos parecidos al de De Juana que también han recibido mucha atención mediática y política, como el de la viuda de Ramón Baglieto, Pilar Elías, bajo cuya casa tiene su negocio el asesino de su marido, Kandido Aspiazu, pero ninguno como éste ha puesto a la sociedad ante el espejo para preguntarle hasta qué punto nos creemos la reinserción; hasta qué punto es real. Hasta qué punto renegamos de la cadena perpetua y hasta qué punto llegan de verdad nuestro margen de tolerancia y nuestro espíritu de convivencia. Y hasta dónde nuestro rencor. De Juana Chaos es sólo un árbol y lo importante es el bosque del futuro.


«Medidas post-pena», castigo añadido PP y PSOE vuelven a aunar esfuerzos durante estos meses para revisar el Código Penal y endurecer los castigos que la legislación española prevé para quienes son condenados por delitos de terrorismo. Así, de la mano del nuevo espíritu que el reforzado Rajoy pretende proyectar sobre su partido, la formación popular se ha sentado con los socialistas en busca de lo que han denominado «lagunas» legales que puedan ser explotadas en este sentido. Ambas formaciones reconocen que, dentro de la actual Constitución, no queda mucho margen, ya que en estos momentos España tiene una de las legislaciones más du-

ras por delitos de terrorismo. Pero el Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y el portavoz de Justicia del PP Federico Trillo trabajan ya codo con codo pensando en qué sanciones están en vigor en el conjunto del Código Penal y no se están usando contra los terroristas, porque podrían terminar siendo aplicadas en lo que se han dado en llamar «medidas post-pena»; un castigo añadido para quienes ya han cumpido sus condenas, y un duro golpe contra el espíritu de la reinserción social de los reclusos. Estas son algunas de las opciones que se barajan:

-El PP centra su trabajo en el artículo 96 del Código Penal, en el que hay un amplio catálogo de «medidas de seguridad» que se pueden aplicar en libertad cuando hay un pronóstico de reincidencia: - Inhabilitación profesional. - Obligación de residir en un lugar determinado. - Prohibición de residir en un lugar o territorio. - Prohibición de acudir a un lugar o territorio. - Custodia familiar. - Privación del derecho a conducir vehículos a motor. - Privación del derecho a tener y portar armas. - Prohibición de aproximarse a la víctima. - Prohibición de comunicarse con la víctima. - Sumisión a tratamiento en centro médico. - Sometimiento a programas formativos, educativos, etc. - Por su parte, el PSOE sigue este planteamiento, pero también estudia el artículo 48 del Código Penal, que abre la posibilidad de que el juez pueda decretar el alejamiento del condenado de todas las víctimas de la banda, no sólo de las que él haya podido causar.

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Alegiak

Suizida koldarren kluba -«Kaixo, Iban dut izena eta nire buruaz beste egin nahi dut», nik. -«Kaixo, Iban!», denek. Bai, hala izan zen. Modu patetiko horretan hasi zen nire harremana Ilunsenti elkartearekin. Izen horren atzean ez zen ezkutatzen poesia irakurleen sozietaterik, ezta kongregazio erlijioso integristarik, ez eta tupperware saltzaile ibiltarien elkargorik ere. Ilunsenti izenaren gibelean zera zegoen, suiziden elkarte bat. Suizida zalantzatien talde bat, zehatzago esanda. Bere buruaz beste egin nahi eta, beldurrak jota, ezin dutenen kongregazio sekretua. «Suizida Koldarren Kluba», esaten nion nik. Lagun batek eman zidan elkartearen berri. Gorrotatzen ninduen, baina, berak jakin gabe, nire bizitzako mesederik handiena egin zidan. Telefonoz hots egin eta, adeitasun osoz, hurrengo bilerara gonbidatu ninduten. Berehala esan zidaten debekatuta genuela «suizida» edo «buru-eraile» hitzak ahoskatzea, iraingarriak direlako bere buruaz beste egin nahi duenarentzat. «Buru-askatzaile terminoa erabiltzen dugu, gure izaera fisikoa albo batera utzi nahi dugulako», azaldu zidan galanki Simonek. Simon elkarteko presidentea da; tipo atsegina, alaia eta izugarri potoloa; hamazazpi urte daramatza klubean; zortziehun eta laurogeita hamahiru alditan saiatu da bere buruaz beste egiten. Guztietan kale. Bankuek etxea bahitu ziotenetik elkartearen egoitzan bizi da (alokatutako soto umel eta iluna, hiriko Alde Zaharrean). Pistola zahar bat eta zenbait bala gordetzen ditu bere mahaiko bigarren tiraderan, noizbait adorea topatuko duelakoan. Ez ditu inoiz erabiliko. Dagoeneko asmatuko zenuten bezala, bileretara gindoazen guztiok argi genuen gure helburu bakarra mundu hau uztea zela. Suizidatu nahi genuen. Nik neuk, adibidez, ez nuen inolako gogorik oxigenoa alferrikaltzen jarraitzeko: sei urteko alaba, Miren, hiru urte lehenago hil zitzaigun esklerosi anizkoitzak jota. Handik pare bat hilabetera, nire ondasun guztiak kartoi-kaxatan sartuta zeuden, aldirietan alokatu berri nuen apartamentu ñimiñoan. Hamarkada luzea ezkonduta eman ostean, Izaskunek, nire Izaskunek, ez ninduen gehiago ikusi nahi. Ez behintzat gure etxean. Eta, jakina, alde egin behar zuena ni nintzen, hipotekaren zatirik handiena bere aitak ordaindu zuelako. Lagunarteko giroan amaitu genuen, ez pentsa. Hilero seiehun euroko pentsioa ordaintzera be-

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hartu ninduen epaileak, eragindako kalte psikologikoak zirela eta. Baina utz ditzagun ene mixeria tipiak. Suizida Koldarren Klubean sartu nintzenekoa kontatzen ari nintzen. Ostegun gauak bilera gauak ziren. Klubaren egoitzan elkartzen ginen eta bakoitzak bere istorioa azaldu -gehienok gure kontakizuna «edertzen» genuen, aurrekoa baino lazgarriagoa izan zedin-. Gero txalo egiten genuen eta batzu-batzuk baita negarrez hasi ere. Zeremonia polita zen. Baina unerik dibertigarriena amaierako omenaldia zen: Bizidunen mundua ohorez utzi zutenei gorazarre egiten zitzaien bilera amaitu aurretik. «Gaurkoan Karlos omendu nahi dugu, Ilunsenti elkarteko helburu nagusia bete duelako. Arima libratzea lortu du bere burua hogeigarren solairutik botaz. Zorionak, Karlos. Eredu bikaina izan zara elkarte honetako kide garenontzat». Txalo gehiago. Horixe zen, gutxi gorabehera, osteguneroko menua. Gero, Trainera tabernan zentzua galtzeraino mozkortzen ginen, Karlos, edo Ana, edo Iñaki, edo egun horretan zendu zenaren omenez. Horren ziren dibertigarri klubeko bilerak ezen neure buruaz beste egiteko gogoak lausotzen zitzaizkidala noizean behin. Ez nion, alta, inori halakorik esan. Ezta hurrik eman ere! Bulegoan erosia zidaten jada lore sorta, nik pausoa ematera noiz ausartuko, eta Funeral Discount House interneteko atarian marmolezko hilarria eta Lincoln A7 modeloko zerraldoa erreserbatuta nituen. Gustua hartzen hasia nintzen buru-eraile izateari. Baina, beti bezala, emaztea tartean sartu behar. «Elkarteko kide berri bat aurkeztuko dizuet gaurkoan», esan zuen Simonek behin. Hantxe zegoen Izaskun, nire Izaskun, lotsati eta irribarretsu. «Kaixo, Izaskun dut izena eta nire buruaz beste egin nahi dut”, berak. «Kaixo, Izaskun!», guk. Txaloak. Nardagarria, ezta? Etxea, dirua eta bizitzeko gogoak kendu zizkidan lehenbizi, eta gelditzen zi-tzaidan ilusio bakarraz jabetzera zetorren: Suizida Koldarren Kluba. Ez nion utziko, bada. Bere aurkezpena amaitu zuen eta hutsik zegoen aulkitxo batean eseri. Nigana jiratu zen. Ez al zuen inoiz irribarre hori aurpegitik ezabatuko? Eskua modu inozoan astintzen zuen, niri begira, agur eginez. Ezpainak estutu eta eskua poliki mugitu nuen neuk ere. Atsedenaldian, beregana hurbildu nintzen. Suizida


Ion Orzaiz Galarza Idazlea Ramanujan Marrazkiak

Koldarren Klubetik alde egiteko eskatzera nindoan, baina beti bezala aurreratu zitzaidan. «Ibaaan -esan zuen, nire izeneko «a» hori amaigabeki luzatuz-, hau ezusteko ederra! Oso ondo ikusten zaitut. Zu ere arima askatu nahian, ezta? Ederki iruditzen zait. Aizu! Orain biak elkarteko kide garela, zergatik ez diogu elkarri laguntzen? Ederra izanen litzateke. Eginen al dugu saiakera bat heldu den ostegunean? Arratsaldeko zortzietan? Nire etxean? Ederki! Zure zain izanen naiz!». Eta alde egin zuen. Halakoxea zen Izaskun. Hurrengo ostegunean, zortziak izateko bi minutu falta zirenean, ordura arte nirea zen etxearen ataurrean nengoen, eskua txirrinean. Izaskun segituan agertu zen. Soineko urdin dotorea zeraman. Eder zegoen. Ederra zen. Kafea eskaini zidan. Eta xanpaina. Nik ezetz, eskerrik asko. Nahiago nuen betebehar horrekin lehenbailehen amaitzea. «Zein da bada, gaurko plana?», galdetu nion. Zirikatzeko gogoa nuen. «Pilulak erosi ditut» esan zuen, nire begien aurrean somnifero flaskoari eraginez. Hasperen egin nuen. «Hori bai nazkagarrikeria. Oka has gaitezen nahi al duzu? Bizpahiru orduko agonia da gainera! Denbora galtzeko ez naiz ba honaino etorri». Simonen errebolberra atera nuen patrikatik. Melokotoi-begi eder horiek finko iltzatu ziren arman, lehenbizi, eta nigan, gero. «Nondik atera duzu?», erran zidan, pistola laztanduz. «Sekretua da. Begira, bi bala sartu ditut kargadorean». Izaskunek arma hartu eta ahoan sartu zuen. Malko lodi batek distira egin zuen

bere begi-ertzean. Masailean behera irristatu zen, gero eta azkarrago, gero eta lodiago. Egun oso bat iraun zuen istant horrek, pistola ahotik atera zuen arte. «Ezin dut. Ez naiz ausartzen», onartu zuen. Egia aitortzearren, erantzun hori espero nuen; etortzeke zegoena ez, alta. «Zergatik ez didazu zuk tiro egiten?», galdetu zidan isilune luze baten ostean. Ideia polita zen, azken egunotako ideiarik erakargarriena; baina gero, nork hilko ninduen ni? «Bizitza hau sufrimendua besterik ez da izan. Hasiera berria izan daiteke guretzat. Zure zain izanen naiz. Baita Miren ere. Ez al duzu gure alabaren hutsik sumatzen? Tiro egidazu, eta gero zeure buruaz beste egin. Zertarako luzatu sufrimendua?». Izaskunek bazekien jendea konbentzitzen, hori onartu beharra dago. Baietz erantzun nion, beti bezala. Errebolberra pisutsuago zirudien Izaskunen eskuartetik hartu nuenean. Berak irribarre egin eta muin eman zidan esku-gainean. Begiak itxi zituen. Dardarka hasiko nintzela uste nuen. Azken mementoan, beldurrak jota, paretari tiro eginen niola edo, pistola lurrean utzita, negar-zotinka ihes eginen nuela. Ez zen halakorik gertatu. Tiro egin nuen. Dardararik gabe. Negarrik gabe. Zalantzarik gabe. Izaskunen gorpuak soinu berezia egin zuen moketaren gainean zerraldo erortzean. Patata zakuak eginen lukeenaren antzera. Damurik ez. Ezta etsipenaren arrastorik ere. «Beno, nire txanda», pentsatu nuen gero. Errebolberra ahoan sartu nuen. Burdinaren zapore hotza, eztarrian behera, gorputz osora zabaldu zitzaidan. Eta istant horretan osteguna zela pentsatu nuen. Osteguna. «Orain ateraz gero, garaiz helduko nintzateke klubeko bilerara».

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En primera persona

Patxi Ibarrondo Ex director del clausurado semanario «La Realidad» Patxi Ibarrondo es un periodista cántabro a quien le ha costado muy caro comprometerse sin tapujos con la verdad y no resignarse a descubrir, denunciar e informar sobre los desmanes y negocios fraudulentos que ocurrían por la geografía cántabra, labor molesta para el poder político y económico, y suficiente excusa para emprender un proceso de acoso y derribo contra el semanario crítico que dirigía y contra su persona. En diciembre de 2001 le decapitaron la cabecera de «La Realidad» por «mancillar» el honor del entonces secretario general del PP cántabro y presidente de Caja Cantabria Carlos Sáiz. Actualmente, Ibarrondo se encuentra en una situación económica y de salud delicada, afectado de Parkinson. La ejecución provisional de aquella sentencia ha llegado hasta el embargo de la cuenta bancaria donde se le ingresa la pensión de invalidez. Haritu: ¿cómo te encuentras? Patxi Ibarrondo: al estado de ánimo uno se va acostumbrando. Arrastro esta enfermedad incurable y la sobrellevo como puedo, porque hay que vivir. En la vida, hay cosas peores. Haritu: las querellas contra «La Realidad» llovieron a mansalva desde el principio. Sus dos años de vida transcurrieron entre amenazas y querellas... Patxi Ibarrondo: desde un principio nos llegaron noticias fidedignas, ya que venían de gente del entorno del PP, de su gente más civilizada, de que los empresarios de la órbita del Partido Popular estaban recibiendo consigna por insertar publicidad en «La Realidad». Incluso se dio el caso rocambolesco de uno de ellos que insertaba publicidad porque creía que nuestra publicación era interesante para intentar criticar y evitar la tremenda especulación sobre todo en el sector inmobiliario, en las urbanizaciones en la costa. Este señor nos pidió incluir publicidad pagando religiosamente pero con la condición de que nadie se enterase de que lo

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hacía. Además, recibimos sucesivas querellas que me enviaban al juzgado prácticamente todas las semanas, para declarar, para informar, para estar controlado por los jueces en todo momento... Primero intentaron acabar con «La Realidad» por la vía penal a través de los alcaldes del PP de la zona más machacada por la especulación inmobiliaria de la costa, pero como no prosperaron, se dirigieron a la vía civil, intentando atacarnos por el cauce económico. Finalmente, lograron acabar con el semanal cuando dieron con el juez oportuno después de muchos intentos. Carlos Sáiz, entonces secretario general del PP cántabro, no actuó solo, aunque fue quien nos denunció. Estaba dentro de un contexto de estrategia de acoso y persecución a «La Realidad» por parte de los máximos dirigentes del Partido Popular. Haritu: ¿Es muy difícil hacer periodismo de investigación en el fondo de los asuntos de Cantabria? Patxi Ibarrondo: el contexto de Cantabria dificulta enormemente hacer periodismo de investigación. Es una sociedad muy pequeña,

una región uniprovincial que siempre ha sido una especie de cortafuegos ultraconservador entre Euskadi y Asturias donde aparantemente no pasa nada. Es muy difícil ejercer periodismo de investigación, porque existe una trama de complicidades increíble. Complicidades económicas sobre todo en el sector inmobiliario, que ha sido un boom exagereado en Cantabria. Es muy difícil, pero aún así, lo conseguíamos, inlcuso llegamos a abortar algunos macroproyectos urbanísticos y maniobras orquestales de los despachos, porque paralelamente teníamos una red de informadores que creían en la transparencia de la sociedad, en una sociedad democrática. De alguna manera, les habíamos tocado la sensibilidad y no nos faltaban confidentes y fuentes de información para las informaciones que publicábamos. De hecho, no prosperó ninguna de las querellas por acusaciones de periodismo de investigación. La condena que nos arruinó fue a causa de un comentario en una tira satírica titulada «Golf-os y Sáiz se van Suiza», en la cual hacíamos sarcasmos sobre la clase política de Cantabria. La jueza sentenció que «hubo menoscabo y atentado


María Lizardi Texto Miguel Suaña Fotos

«Hasta nuestra salida a los kioscos, las fuerzas dominantes de Cantabria estaban acostumbradas a una impunidad total» 19


En primera persona

cos como la Cámara de Comercio, Industria y Navegación... Actuaron empleando la mano armada de Carlos Sáiz, pero había más gente detrás. Haritu: has dicho en alguna ocasión que «la denominada normalidad» de Cantabria es un contexto mafioso a la siciliana aunque sin necesidad de luparas (escopetas recortadas). Patxi Ibarrondo: efectivamente, y no me apeo de esa comparación. Así como en Marbella o en Murcia, donde lidera el PP, y en otros lugares parecidos en cuanto al nivel de corrupción existente los jueces han actuado con interés y celeridad, en Cantabria por alguna razón misteriosa los magistrados no han mostrado esa actitud. Eso da mucho que pensar. Botín es el principal banquero de España y amo de Cantabria, su cortijo particular. Los caminos inmobiliarios llevan a Botín y, en consecuencia, los avatares de «La realidad» también. Todo el interés de las fuerzas dominantes de esta región es aparentar que aquí no pasa nada. Hasta nuestra salida a los kioscos estaban acostrumbados a una impunidad total, basada en una ley del silencio que ahora vuelve a estar vigente, y los únicos que estábamos destapando entramados urbanísticos éramos nosotros. Así que querían suprimirnos por la vía rápida. Haritu: la sentencia es irrevocable porque viene del Supremo, ¿existe alguna iniciativa de solidaridad para abonar la multa o alguna otra actividad al respecto?

al honor y la imagen de Carlos Sáiz, político poderoso, por cuanto popularmente interpretamos que ir a Suiza esconde intenciones deshonestas o delictivas». Actuaron de manera contundente y acabaron con nosotros. Haritu: os aplicaron la pena máxima posible, la indemnización de 127.000 euros, poniendo fuera del borde del abismo la estabilidad del semanario... Patxi Ibarrondo: los jueces en un momento dado pueden obedecer al aire dominante en una sociedad muy cerrada como es la cántabra y llegar a ese punto. La sentencia del Juzgado 20 Haritu

Número 1, cuya titular era Laura Cuevas, era tan desproporcionada que apelamos a la Audiencia y nos la redujeron a 12.000 euros. Si nos aplicaron la pena máxima es porque creo que había consignas claras de terminar con nosotros, con el aguijón crítico de «La Realidad», de apartarnos de los kioscos, ya que estábamos destapando intereses muy poderosos no relacionados sólo con Carlos Sáiz. De alguna forma, Sáiz fue el ejecutor, pero no hay que olvidar que en la presidencia del Partido Popular en aquel momento estaba Gonzalo Piñeiro, y la familia Piñeiro cuenta con mucho poder en Cantabria: controla el puerto de Santander, una serie de estamentos económi-

Patxi Ibarrondo: la multa la estoy pagando yo. Los 12.000 euros me han costado el embargo de la pensión de invalidez absoluta permanente que recibo por mi enfermedad de Parkinson. Todos los meses me quitan un 12%, que es el máximo que establece la ley, para pagar la indemnización a Carlos Sáiz. También me embargaron por la vía rápida, ejecutiva, los 3.000 euros que tenía ahorrados en la cuenta donde percibo la pensión de invalidez. Lo hicieron de manera unilateral, dejándome en la más absoluta indefensión. No se puede embargar una cuenta que sólo tiene movimientos de cifras de la pension de invalidez como si fuera una cuenta de ahorro normal. Haritu: ¿Por qué crees has sido el más hostigado en esta campaña persecutoria?


Patxi Ibarrondo: he llegado a la conclcusión de que si me quitaban a mí de en medio conseguían acabar con «La realidad», porque yo hacía prácticamente más de la mitad del semanario. Cuando nos cerraron el semanario, intentamos poner en marcha un periódico digital para reiterar nuestra voluntad de seguir denunciando la corrupción que existe en Cantabria. Decidierion ir a por mí porque era la mejor manera de hacer callar lo que intentábamos dar a conocer, de zanjar la posibilidad de hacer otra publicación. Yo era el símbolo que había que abatir. Fuerzas mayores de Cantabria, como el actual presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Angel Revilla, el actual presidente del PP, Ignacio Diego, alcaldes del PP o algunos consejeros como el que entonces era de economía, Federico Santamaría, estaban unánimemente de acuerdo en agotar nuestros intentos. Haritu: y lo intentaron con varios jueces... Patxi Ibarrondo: sí. Como decía, ya desde un principio nos pusieron querellas constantemente. Se dirigieron a varios jueces, pero ninguno entró al trapo. Finalmente, encontraron a esta mujer, Laura Cuevas, que se ofreció a hacer el trabajo sucio, por así decirlo, ejecutándonos provisionalmente, cosa que atenta contra cualquier Estado de derecho. No se puede ejecutar una sentencia cuando está recurrida y no es firme. No obstante, Laura Cuevas nos ejecutó proviosionalmente al amparo de una ley que había sacado el Gobierno José María Aznar. Se trataba de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, que fue reformada poco después. La jueza se acogió a esa ley interpretándola torticeramente y nos aplicó la pena máxima. Nos ejecutó en 24 horas. Nos embargó los bienes de la cabecera de «La realidad» y todo lo de las cuentas bancarias, los muebles y ordenadores en ese tiempo. Haritu: ¿Por qué ese acoso contra el semanal y tu persona por parte de la jueza Laura Cuevas? Patxi Ibarrondo: no lo sé, pero soy libre de pensar y creo que ha existido algún tipo de presión o de complicidad. Vete a saber. Habría que preguntarle a ella por qué nos ejecutó la pena máxima y con tal afán persecutorio. La cuenta de mi pensión por invalidez me la embargaron

en 2007. Por tanto, el asunto continua hasta hoy. El semanal lo cerraron en el año 2001 y años después me siguen persiguiendo a mí personalmente. Hace poco llamaron a casa de mi familia haciéndose pasar por policías para comprobar si el vehículo que utilizo lo tengo a mi nombre. Existe una grabación de esa llamada que demuestra que no eran policías. Haritu: ¿Cuál fue la actitud ante el cierre del periódico por parte de los medios de comunicación de Cantabria? Patxi Ibarrondo: salvo honrosas excepciones, que se reducen a las publicaciones minoritarias y prácticamente marginales, los grandes medios de comunicación de Cantabria, como «El Diario Montañés», que está controlado por señores del PP a pesar de que pertenece al grupo Vocento, practicaron silencio absoluto sobre todo lo que estábamos padeciendo. Mientras lo estaba denunciando la prensa nacional, aquí era como si nada estuviera sucediendo. Las emisoras de radio, lo mismo. Haritu: pero hubo gente que se manifestó en la calle para apoyaros... Patxi Ibarrondo: sí. Tengo que decir que, abundando en lo anterior, hubo una serie de manifestaciones en la calle multitudinarias. Desde luego, insólitas en Cantabria, pero los medios de comunicación no lo reflejaron. Haritu: ¿Por parte de la izquierda política oficial, cuál fue la respuesta? Patxi Ibarrondo: no hubo respuesta de ningún tipo. La única respuesta fue popular de todos los apoyantes de «La Realidad». Hay que recordar que el semanal nació gracias a la suscripción popular y mediante una cooperativa de trabajo social. También hubo comentarios de columnistas de la categoría de Víctor de La Serna, de «El País», de Javier Ortiz y de otra serie de gente de mucho peso en el periodismo. Aquí, sin embargo, nadie se enteraba de que nos estaban fusilando al amanecer.

Haritu: la Ley de Enjuiciamiento Civil que permitió el cierre de «La Realidad» fue reformada. ¿Crees que la legislación actual protege la libertad de expresión? Patxi Ibarrondo: no, porque una democracia fuerte tiene que tener una transparencia. No puede ser que porque un señor cuente en la radio chascarrillos de señores de la vida pública, como lo hizo Federico Jiménez Losantos, porque se publique una viñeta humorística como la de «El Jueves» respecto al príncipe Felipe y Letizia o porque se haga un comentario sarcástico como el de «La realidad» se emplee toda la parafernalia del Estado como si eso fuera un atentado a la libertad de todos. La Ley de Enjuiciamiento Civil de Aznar era una guillotina para las pequeñas publicaciones como la nuestra porque nos suprimían por la vía económica, al no poder pagar la cuantiosas indemnizaciones que pedían. Era una espada de Damocles. Nosotros no pudimos hacer frente a los 127.000 euros y tuvimos que cerrar. Luego, irónicamente, la Audiencia Provincial nos la dejó en 12.000 euros. Más tarde, recurrimos al Tribunal Supremo y, con toda seguridad, habríamos ganado si una mano negra de esta región no hubiera propiciado el abandono de nuestros abogados sin avisarnos. En 2007, cuando me embargaron las cuentas de la pensión, fui al Juzgado que había decretado el embargo para enterarme de qué estaba pasando y supe que tras recurrir nosotros al Supremo, en un momento dado el Supremo había remitido una serie de requerimientos a nuestros abogados para que se personasen a defender el recurso de casación que habíamos presentado. Sorprendentemente, nuestros abogados no se presentaron. Sin embargo, Carlos Sáiz sí. En consecuencia, nos ratificaron la sentencia por incomparecencia. Lo que hay que preguntarse es qué ocurre en esta región para que unos abogados abandonen al cliente de esta manera y le dejen en la más manifiesta indefensión. Eso no lo hacen los abogados ni con los mayores criminales del mundo. El mayor delito que puede cometer un abogado profesionalmente es abandonar el cliente sin avisar. Son cosas que pasan aquí, pero esta es una región desconocida en estos aspectos. 21


Hilvanando

Hari-muturrak...

La vuelta a Anoeta Quinces meses después de que la Justicia española le encarcelara por entender que su participación en el homenaje que la izquierda abertzale oficial dedicó a Jose Miguel Beñaran, Argala, era constitutiva de un delito de enaltecimiento del terrorismo, Arnaldo Otegi, la voz más cualificada de Batasuna, volvió a dejarse oír. Y en ella volvió a sonar el discurso del olvidado espíritu de Anoeta, el que se reflejaba en sus palabras frente a la cárcel de Martutene: «Por desgracia, en este país hay un problema político de fondo sin resolver.(...) Ese problema sigue siendo real, no se ha resuelto, y yo considero personalmente que sólo se resolverá a través del diálogo y la negociación». Ahora, fuentes policiales han filtrado que su intención es viajar al norte de Italia para tratar de desconectar del revuelo que a buen seguro rodeará su excarcelación. Después, habrá que esperar para ver cómo materializa este discurso, qué capacidad tiene para hacerlo, limitado como está por el acoso jurídico que sufre Batasuna y por la fuerza de los sectores más duros y beligerantes de este entorno, y cómo se desarrolla su sintonía con otros discursos como el de los refugiados de ETA en Méjico (y algunos presos del propio Colectivo) o el de históricos de la banda como Pikabea o Txelis, que piden que se tuerza el rumbo hacia el uso de vías única y exclusivamente democráticas como él mismo verbalizó en el escenario de Anoeta. La actividad de ETA y las causas judiciales que aún tiene pendientes, y que le podrían volver a condenar a penas de entre 2 y 15 años, penderán sobre su capacidad de maniobra. Pero hay que ver qué recorrido tiene la actividad pública de quien hace sólo unos meses tuvo la oportunidad de zanjar el conflicto armado en este pueblo a partir de una mesa de diálogo.

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Erabakiaren zain

EAEko aldizkari ofizialean Kontsulta Legea argitaratu eta egun berean, uztailaren 15ean, espainiar Estatuko abokatuak eta Soraya Saenz de Santamaria PPren eledunak arau berriaren aurkako helegitea jarri zuten Auzitegi Konstituzionalean, Konstituzioaren aurkakoa dela argudiatuta. Helegiteak hautsak gehiago harrotu eta berehala hasi ziren erantzunak, eta zenbait bateratuak; izan ere, hirukoak (EAJ, EA, EB) eta Aralarrek elkarrekin aurkeztu zituzten galdeketa legea eten ez dezaten eskatzeko alegazioak Madrilen abuztuaren 6an, legea loteslea ez dela eta «agindua» ez dakarrela oinarri hartuta. Legeak Konstituzioa errespetatzen duen ala ez erabakiko duen auzitik kanpo utzi zituen Konstituzionalak azkar batean hirukoa eta Aralar, «alderdi politikoak ez dira gizartearen ordezkariak» iritzi baitzion. Erantzun hotsen parrasta ere ziztu bizian erabakiaren berri jaso bezain laster: «Ebazpenaren argudioak politikoak dira, eta ez legean oinarrituak» (Mikel Irujo, EAko Komunikazio idazkaria); «erabakiak erakusten du Espainiako agintariak edozein gauza egiteko prest daudela herri honek bere etorkizuna erabakitzeko inolako urratsik eman ez dezan» (Jon Abril, Aralarko koordinatzaileordea). Gauzak horrela, Ibarretxe lehendakariak tinko darrai euskal herritarren erabakitzeko eskubidearen defentsan eta adierazi du Europako agenda politikoan jarriko duela Eusko Jaurlaritzak datozen hilabeteetan erabakitzeko eskubidearen eztabaida. Haren ustez, baliozko argudiorik ez dago Espainiako Gobernuak galdeketaren aurka aurkeztutako helegitean, «ez juridikorik, ez politikorik». Hargatik, ez du zalantzarik Kontsulta Legeak bere bidean jarraituko duela. Bitartean, batzuk eta bestetzuk Auzitegi Konstituzionalaren erabakiaren zain.


...hilos sueltos

Hariaren korapiloak

La libertad en el siglo XXI

Euskal gatazkaren haria korapilo bat baino gehiago ari da agertzen aurtengo udan, tamalez. Uztailaren 21ean Laredon eta Nojan ekin zion ETAk turismo guneetan lehergailuak eztandarazteari. Handik astebetera, Torremolinosko hondartza batean zeudenei egokitu zitzaien ezustekoa, eta abzutuaren erdialdean Malaga hautatu zuen ETAk hiru bonba jartzeko. A-8 autobidearen kontra ere izan da atentaturik, Orioko obra batzuetan. Oro har, lehergailuek kalte material txikiak eragin dituzte eta ia zauriturik ez. Atxiloketak izan dira beste korapilo nagusia udan. Guardia Zibilak bederatzi lagun atxilotu ditu Bizkaia taldearen kide direlakoan. Bestetik, Getxon PPko zinegotzia den Marisa Arrue ustez mehatxatu zuelaeta Zigor Goikoetxea gaztea atxilotua izan da. Iraultza zerga borondatez ordaindu izana egotzi eta Maria Isabel eta Blanca Rosa Bruño Azpiroz enpresaburuak atxiki zituzten uztailean Orion, baita Sinedorreko zuzendari nagusi Jose Antonio Jainaga ere kontu beraren inguruan galdekatua izateko. Kale borroka, beste korapilo bat. Eta horrekin lotuta, tortura salaketak. Izan ere, kale borrokan aritzea eta Segi gazte erakundeko kide izatea leporatuta bi gazte barañaindar atxilotu zituen Guardia Zibilak. Epailearen aurretik pasatzekoak zirelarik, inkomunikazio aldia luzatu zitzaien. Guardia Zibilaren esku egondako egunetan «bortizki» torturatu dituztela salatu dute bi gazteek. Aurten jada hogeita hamahiru lagunek salatu dituzte torturak. Korapilo eta katramilak, beraz. Haria nondik nora askatuko den jakitea da guztion itxaropena.

Una sonora caravana de coches salió a la calle el pasado 15 de julio para recordar que se cumplían 10 años del cierre de Egin y Egin Irratia. «¿Acaso creían que no nos íbamos a atrever?», se preguntaba un jactancioso José María Aznar ante la prensa de Turquía, a donde sus compromisos internacionales le habían llevado en aquel verano de 1998. Hoy, en pleno siglo XXI, se está estudiando si Interior estaba practicando escuchas en el diario Gara, mientras sobre El País pende una denuncia del Gobierno Vasco por asegurar que ETA ofreció una mini tregua al lehendakari para que sacara adelante la Ley de consultas, y mientras Nicola Lococo pide por las calles de Portugalete para pagar la multa que la fiscalía de la Audiencia Nacional le quiere imponer por injuriar al rey de España mediante una viñeta que publicó en un suplemento de humor de Deia. El derecho a la información y la libertad de expresión son dos pilares de la libertad de una sociedad que hay que mimar y ejercer con responsabilidad y capacidad crítica para que ningún estamento pueda desgastarlos. Aún en pleno siglo XXI.

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Hemeroteka

Umorea

Manel PĂşblico, 28 de junio

Idigoras y Patxi El Mundo, 7 de agosto

Tasio Gara, 27 de agosto.

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Esandakoak «Donostia, desde su dignidad y como ciudad que cree en el Estado de Derecho, quiere recordar a Iñaki De Juana, sin estridencias y sin aspavientos, que para formar parte de la ciudadanía donostiarra, del paisaje humano, debería cambiar de actitud(…) y realizar más de un gesto moral de reconocimiento del dolor y el daño causado a las familias de sus víctimas».

Odón Elorza, alcalde de Donostia.

«¿Por qué tienen tanto miedo a los referéndums? Es una barbaridad que a mi pueblo se le pueda tener en un sitio donde no quiere estar. Es un abuso que me parece degradante para el propio Estado español».

Xabier Arzalluz, ex-presidente del PNV.

«Nosotros apostamos por el Estatuto. La diferencia es que hay otros que tienen la contradicción de que apuestan por acabar con el Estatuto (…) y a la vez están reclamando competencias. Parece una contradicción bastante seria ¿verdad? Es como aquel inquilino que quiere romper el contrato con quien tiene la propiedad del piso, y a partir de ahí, no sólo no paga la renta, sino que le pide que le ponga muebles nuevos. En fin es poco serio».

Rodolfo Ares, portavoz del PSE.

«A Cándido Aspiazu, Iñaki De Juana Chaos, y a tantos otros, os decimos: sois escoria. Sin capucha, sin armas en las manos, os lo decimos.(…) Y también queremos agradeceros a los miembros de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza, porque sois los únicos que no nos habéis fallado».

Manifiesto de Dignidad y Justicia, apoyado por Covite y dirigentes del PP y UPyD.

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A dos bandas

Alvaro González Texto Oskar Martínez Fotos

El tiempo del desenfado Isabel Isazelaia & Luis Mokoroa Mientras el verano apura sus últimos coletazos, Haritu ha querido tomar la temperatura de las vacaciones de los vascos a través de las miradas de Isabel Isazelaia y Luis Mokoroa, los encargados de prender la mecha de la fiesta en Bilbao y San Sebastián. Ellos, que han vivido como pocos las semanas grandes de estas dos capitales vascas en sus papeles de Txupinera y Artillero respectivamente, desgranan sus experiencias y valoraciones, mientras, como hacen en Iruñea al terminar los sanfermines, observan el calendario intentando convencerse de que ya falta menos para que llegue de nuevo el mes de agosto.

Haritu: como símbolos de las fiestas que habéis sido en las pasadas Aste Nagusiak de Bilbao y Donostia, ¿qué destacaríais de ellas? ¿Cuáles son sus puntos fuertes? Isabel Isazelaia: yo creo que las fiestas de Bilbao destacan por lo completas que son y por lo mucho que se viven en la calle. La Aste Nagusia bilbaína es de la gente, que propone, activa y disfruta de casi cada uno de los eventos que se llevan a cabo. La participación de la ciudadanía es fundamental en unas fiestas, y yo creo que en Bilbao eso se da, en gran medida gracias al trabajo que las comparsas llevan realizando desde el año 78 para fortalecer

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el carácter popular de las fiestas de nuestra ciudad. Es uno de los elementos que mejor definen a la semana grande de Bilbao, y creo que es algo difícil de mantener, porque vivimos en una época marcada por las grandes propuestas de macroeventos como la visita de Carlinhos Brown, o los grandes festivales de música y demás, que están muy bien, pero no deben hacer que olvidemos que tenemos que seguir mimando el carácter popular y participativo para que perviva por los siglos de los siglos, ¡amén!

Luis Mokoroa: yo, lo primero que tengo que decir es que las fiestas de San Sebastián son to-

talmente diferentes. Tenemos elementos comunes como los conciertos, los fuegos y demás, pero las fiestas de Donosti hunden sus raíces en un elemento totamente diferente como fue la Belle Epoque y el turismo que ésta generó. En aquel momento, con los espectáculos que se organizaban se buscaba que la ciudad hiciera el agosto con el turismo. Uno de los elementos que más tiraba de aquel modelo de fiesta eran los toros y las corridas que se hacían en El Chofre, la antigua plaza de la ciudad, pero con la pérdida de este recinto la ciudad se quedó un poco desnortada, huérfana, y fueron cogiendo peso otras actividades como los fuegos artificiales, que hoy en día reúnen cada noche


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A dos bandas Isabel Isazelaia

«No seamos los meros espectadores que el modelo de los macroespectáculos nos propone. La fiesta tiene que llevar algo de improvisación y desenfreno»

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Luis Mokoroa

«La Aste Nagusia de Donostia está en evolución para terminar siendo un poco más populares y participativas de lo que ya son» a más de 100.000 personas. Siguen siendo en parte unas fiestas pensadas para el veraneo y para que los donostiarras se pongan de largo y luzcan palmito, aunque ahora estamos trabajando para que sean más del pueblo. De todas formas, yo creo que la gran diferencia están en que nosotros tenemos otras fiestas muy queridas por la gente como son la Tamborrada, Caldereros, las fiestas de los barrios... que sí sacan a la gente a la calle y les hace participar más, tirando poco a poco también de la Aste Nagusia. Lo bueno de Bilbao es que las comparsas y los ciudadanos en general son los que analizan y marcan el desarrollo de la fiesta, no al revés. En Donosti, andamos también un poco hacia eso, porque la tradición de arrancar la Semana Grande con el cañonazo que yo disparo viene de una tradición que cogimos un grupo de amigos de la Sociedad Gastronómica en la que íbamos de romería a rememorar la batalla que acabó en la última destrucción de San Sebastián, en 1813, por lo que también, entre esto y otras tradiciones nuevas como esta de la batalla de piratas en la costa de La Concha y demás, queda claro que la fiesta está viva y quiere recuperar el calor de la calle. Haritu: de cara al futuro, ¿qué os gustaría añadir o cambiar?

Luis Mokoroa: hombre, en Donostia la ausencia de txosnas y los problemas para ubicarlas adecuadamente y demás le han restado ese punto de participación social que estaría bien seguir fomentando. También estaría bien que se consolidasen iniciativas como la que te decía del desembarco pirata que se hace desde hace siete u ocho años y ya casi ¡ni entran en la bahía! Je, je,... La ilusión de los chavales se contagia y da gusto ver cómo disfruta la gente que se organiza y que ofrece el espectáculo a los demás divirtiéndose. Las fiestas se tienen que ir haciendo; hay otro día que empiezan a hacer una búsqueda del tesoro, nosotros queremos que el cañón con el que damos comienzo a las fiestas llegue a la plaza tirado por caballos y recorriendo parte de la ciudad,... por lo que

creo que se puede decir que la Aste Nagusia de Donostia está en evolución para terminar siendo un poco más populares y participativas de lo que ya son. Isabel Isazelaia: sí. Las de Bilbao también están en evolución, pero ese camino de popularidad creo que ya lo tenemos andado. Es verdad que a veces se ponen pegas desde el Ayuntamiento, porque allí tienen miedo de lo que podemos hacer o de que hagamos cosas que se escapen de sus manos de alguna manera. Creo que es al revés, que se debían promover estas iniciativas, pero bueno, en esta ciudad en la que gusta que todo esté ordenado y controladito, es bueno que la fiesta sirva para eso, para desordenar, para que todos nos igualemos un poquito con el de al lado, que la gente de distintos sitios o ámbitos hable y se conozca en la calle y que no seamos los meros espectadores que el modelo de los macroespectáculos propone que seamos. La fiesta tiene que conllevar algo de improvisación y desenfreno para inyectarle un poco de vidilla a la ciudad. Luis Mokoroa: claro. Y no pasa nada por probar cosas nuevas, y si una cala, pues adelante, y si no, el año que viene se suprime, porque hay un tesoro muy bonito que hay que ir construyendo y encontrando en el espacio que ofrece el periodo de fiestas. Los ayuntamientos son para administrar, no para gobernar, así que hay que quitar el miedo a perder el control, porque eso puede bloquernos y hacer que nos estanquemos, y dejar que sea la gente la que proponga y vaya trabajando para conseguir las fiestas que todos queremos tener. Isabel Isazelaia: el pasado es bueno, pero para saber cómo enfocar el futuro. La fiesta en Euskal Herria siempre ha sido popular; un espacio para desenfadarse un poquito y compartir determinadas cosas con los demás. Ese espíritu de romería, de comer, beber y cantar en comunidad sigue vivo y es el que hay que cuidar y fomentar de cara al futuro. Y en eso estamos las comparsas y quienes vivimos la fiesta en pleno siglo 21.

Luis Mokoroa: Siempre hay comparaciones con las fiestas de Bilbao, Pamplona, Vitoria, Baiona,... pero son fiestas diferentes que nacen de contextos y raíces distintas que no se pueden comparar ni homogenizar. Este año, en San Sebastián, hemos tenido lo de ponerse el pañuelito que fomentó el Ayuntamiento. Pero uno no se puede divertir por decreto; no va a ningún lado que se pretenda copiar un modelo ni importarlo. Yo me he preocupado de ir de blanco y pañuelo rojo a Baiona porque no quería desentonar, pero el 20 de enero, aquí todos nos vestimos de cocinero y salimos a hacer ruido con los tambores y a pasarlo bien. Porque es nuestro modelo, nuestra tradición, y eso no hay que olvidarlo ni menospreciarlo en base a una u otra comparación. En Bibao quemáis a Marijaia, pero en San Sebastián todavía no sabemos cómo terminan las fiestas. Hay que dejar trabajar a las iniciativas sociales y ver cómo tejen el futuro de la fiesta. Isabel Isazelaia: ¡Igual terminan optando por darle fuego al artillero y echarlo al mar! Luis Mokoroa: bueno,... ¡Me resistiré! Ja, ja, ja,... Haritu: hablaba antes Isabel de la fiesta como un espacio para la diversión y el desenfreno; para desenfadarse. En este país en el que a veces parece que estamos siempre en un estado de tensión permanente, de conflicto y de motivos para enfadarte con el vecino, ¿logramos objetivo de salvaguardar esa capacidad de hacer un paréntesis desde el que coger fuerzas y otra perspectiva de cara al resto del año, o llevamos en la mochila de las fiestas demasiadas cosas ajenas al desenfreno y al desenfado?

Luis Mokoroa: mira, te voy a contar una cosa muy curiosa. Cuando nosotros vamos a tirar el cañonazo, siempre coincidimos con la manifestación en defensa de la Ikurriña, que hacen su negociación con el Ayunta-

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A dos bandas Isabel Isazelaia

«A veces hay situaciones más tensas y se dejan notar, pero es bueno que la fiesta refleje nuestra identidad, nuestro día a día y nuestra forma de vivirlo»

miento, y acaban a la vez y en el mismo sitio que donde nosotros empezamos. Y nunca ha habido nada. Pero hace dos o tres años se organizó una zapatiesta. No sé por qué motivo, pero fue la de San Quintín, con pelotas de goma volando, humo, gritos,... Nosotros estábamos para salir y delante de nosotros desfilaban piedras y furgones, pero dijimos, la fiesta es la fiesta, y para adelante. Empezamos a tocar y pasamos por delante de todo el fregao. Nos respetaron, y cuando llegó el cañonazo se acabó la algarada y tan amigos. En la cuadrilla que salimos con el batallón del cañonazo hay de todas las ideologías, como en cualquier cuadrilla del país, y eso nunca ha interferido en nuestra amistad y nuestra forma de disfrutar de las fiestas. Incluso hay algunos que van a la manifestación y luego se incorporan al acto del cañonazo, tranquilamente y todos juntos, divirtiéndonos más allá de estas historias. Y piensas, ¿qué demonios es eso de que estamos unos contra otros? Y ése es un activo vital de las fiestas que rompe la cadencia de los problemas, que ayuda a la convivencia que algunos quieren presentar como rota, y que demuestra que todo puede ser mucho más normal de lo que a veces llega a parecer. Isabel Isazelaia: sí. Es verdad. La fiesta acorta las distancias que nos separan, y tiene que ser un reflejo de lo que pasa, del palpitar diario. A veces hay situaciones más tensas que se viven en épocas malas de crisis económica o de cualquier otro tipo, y eso se deja notar. Pero yo creo que es bueno que la fiesta refleje nuestra identidad, nuestro día a día y nuestra forma de vivirlo, porque eso significa que las fiestas son reales, que nacen de la gente y no son artificiales. Haritu: ¿Creéis que están politizadas? Luis Mokoroa: la política intenta politizarlo todo, pero las fiestas van más allá, aunque

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está claro que esos problemas están ahí. Ahora, lo que tampoco se puede hacer es fabricar polémicas estériles y dar una imagen que no es de la realidad de las fiestas vascas, ni de la sociedad vasca en general. Hay un interés en politizar un poco todo, porque eso te da también, retomando lo que decíamos antes, una excusa para controlarlo todo, y así puedes prohibir determinadas manifestaciones de las inquietudes de la gente que igual no controlas o no son totalmente de tu agrado. Isabel Isazelaia: no hay que olvidar que política es todo. Hasta el modelo de fiestas que plantees, con unos u otros conciertos, o unas u otras actividades. No puedes separar política de diversión, de transportes,... Todo es política, y eso se tiene que ver en la fiesta, porque intentear borrarlo es ir en contra de la realidad. Haritu: en este sentido, en los últimos años ha habido una cierta controversia en torno a las izadas de banderas o a actos como La Salve o incluso la salida del Riau Riau en Pamplona, y todas se han solucionado por decreto ley. ¿Sois partidarios de esta política del muerto el perro, se acabó la rabia? Luis Mokoroa: no, no vale absolutamente para nada, más que para generar más polémica. Cuando yo era pequeño nos enseñaban que había un país muy grande (y muy malo) que era Rusia. Y de repente, todo se desmembró y se destaparon un sinfin de conflictos, decenas de países que nacieron de entre los escombros,... La URSS intentó imponerles un modelo por la fuerza, y cuando impones, no tienes futuro. Si impones una bandera pasa lo mismo. Puedes mandar en las leyes, pero no en los corazones, y si no tienes fuerza en ellos, cuando puedan van a cambiar la ley y a cambiar de bandera. Al final todo esto son polémicas estériles que só-

lo buscan perpetuar un estado de tensión y enfrentamiento que a muchos les interesa. Y una vez creado el problema, es más difícil solucionarlo, pero al final todo viene de cuestiones de intransigencia que a la mayoría ni nos van ni nos vienen. Y las imposiciones no son la solución nunca. Isabel Isazelaia: estoy totalmente de acuerdo. No podemos olvidar que tenemos colgando de los ayuntamientos la bandera que tenemos, y que no está ahí por voluntad de los ciudadanos, sino por una imposición. Pero sería una pena seguir pegándonos por eso. Haritu: otra polémica que se ha abierto es la de las cuestiones de género en los símbolos de las fiestas. De hecho, en Vitoria ya cuentan con la Neska txiki para acompañar al Celedón el día de los más peques. Además están la cuestión de los alardes, las sociedades gastronómicas... ¿Qué opináis de esto? ¿Existe aún un componente machista? Isabel Isazelaia: en el caso de Bilbao yo creo que no, y creo que no existe esa polémica. El pregonero puede ser chica o chico, y de hecho lo está siendo estos últimos años, y en el caso de la pregonera, es un cargo histórico que existe desde los albores del siglo 20, cuando incluso con la Ley Sálica vigente, era una funcionaria del Ayuntamiento de Bilbao que se encargaba de lanzar el txupín en los eventos festivos. Con el franquismo se nos quiso imponer un modelo de fiesta muy español, pero cuando en el 78 se recuperaron las fiestas populares, se rescataron dos personajes que fueron los del Pregonero y la Txupinera, que era la que lanzaba el txupinazo desde el Arenal para que desde Artxanda y desde el Pagasarri supieran que abajo estábamos de fiesta. En los estatutos de los comparseros que se redactaron cuando se hizo aquel esfuerzo en el postfranquis-


Luis Mokoroa

«La fiesta rompe la cadencia de los problemas, ayuda a la convivencia y muestra que todo puede ser mucho más normal de lo que a veces parece»

mo no se dice que tenga que ser mujer, así que cualquier día nos podemos encontrar con que es un hombre. Pero sí es verdad que hasta ahora han sido chicas, pero históricamente hemos tenido pocos cargos, y el de Txupinera es uno de ellos. Luis Mokoroa: yo creo que estamos en un momento de evolución también en esto. En San Sebastián, la incorporación de la mujer a la Tamborrada no ha sido traumática, aun-

que algunos sí que han intentado que hubiera traumas... Hace muchos años que Kresala empezó a sacar mujeres, y no pasa nada. Ahora, con la Tamborrada infantil, se genera el problema de que quienes lo prueban quieren repetir de mayores. Pero es un problema del pasado, porque quien quiere ya sale a pasárselo bien, que es como debe ser, y yo creo que ya en como un 80% de las Tamborradas salen mujeres, bien como cocineras, bien como aguadoras. Es algo

que se ha ido incorporando según la demanda de la sociedad, aunque quizá haya siempre algunas mujeres que piensen que ha sido de una forma demasiado lenta, y otros que piensen que es demasiado cambio... En este tema también hay tantos políticos, como se vio con la izada de bandera de San Sebastián. Gaztelubide es una de las sociedades que son sólo masculinas, aunque las chicas entran ya cada dos por tres. Se invitó a los presidentes de las sociedades al balcón y de-

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A dos bandas Isabel Isazelaia

«Tenemos colgando de los ayuntamientos la bandera que tenemos y no está ahí por voluntad de los ciudadanos, sino por una imposición. Pero sería una pena seguir pegándonos por eso»

más y se buscaba la foto con una mujer en la izada. Pero al final se hizo y apenas ha pasado nada. Todo está teniendo una evolución natural y de la mano de la propia sociedad siempre, pero siempre hay quienes buscan alimentar la polémica para vivir de ella y del enfrentamiento. Y en cualquier caso, está claro que aún queda camino por andar. Pero ahí vamos. Poco a poco. Porque creo también que donde se han generado problemas es donde se ha querido forzar la máquina y evitar que se desarrolle, o intentar que lo haga más rápido de lo que debe ir. Isabel Isazelaia: todas las iniciativas deben poder venir igual de mujeres o de hombres. Creo que no hay que ser tradicionalistas, pero tampoco perder de vista las tradiciones. Hay que conocer el pasado para actualizarlo y ponerlo al día para que nuestros hijos sepan por qué cada sexo desempeñaba un papel en nuestra sociedad, y por qué hemos llegado al punto en el que estamos ahora. Pero sin olvidar lo que hemos vivido como sociedad. Haritu: y ahora, a esperar a que llegue el mes de agosto de 2009, que imagino que se os hará largo. ¿Qué hacéis para ocupar el tiempo entre Aste Nagusia y Aste Nagusia cuando os desprendéis del tocado de Artillero y la txapela de Txupinera? Luis Mokoroa: yo era fisioterapeuta, pero ahora me dedico a estar jubilado, así que me encargo de la Cofradía Vasco de Gastronomía, entonces estoy más metido en el ambiente festivo siempre. Tenemos actos culturales y muchas cosas a lo largo del año, y en eso paso mi tiempo. Para nosotros, la fiesta más importante es la de San Sebastián, que la vivimos a nuestro modo, llendo de un sitio a otro a ver cómo tocas las diferentes tamborradas para luego tomarles el

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pelo a los amigos de las diferentes cofradías y demás,... Yo estoy empezando a perder la esperanza, pero sigo trabajando para que el cañón no llegue en un camión, se instale allí, lo dosparemos y punto, sino que lo paseemos en un carro tirado por caballos en un recorrido por la ciudad y hagamos un acto más bonito y un inicio de fiestas más completo.

Isabel Isazelaia: en Bilbao, quizá el acto más vistoso que hacemos desde las comparsas es la Aste Nagusia, pero en absoluto es el único. Durante todo el año hacemos cosas y tenemos presencia en fiestas como las de los Carnavales o en el desfile de Olentzero. Y además, por un lado está el programa de actividades anual de Bilboko Konpartsak, pero por otro están los de cada una de las com-


Luis Mokoroa

«Hay un interés en politizar un poco todo, porque eso da una excusa para controlarlo todo y así puedes prohibir determinadas manifestaciones de las inquietudes de la gente que igual no controlas o no son de tu agrado»

llero, mi cargo no es para toda la vida. Antes sí lo era. Antes se heredaba, se pasaba de madres a hijas y era un cargo casi familiar. Pero actualmente, en el caso de la figura de la Txupinera, su elección es algo que deciden todos los comparseros por sorteo a partir de los candidatos que cada comparsa presenta. Este año me ha caído este honor a mí en nombre de Algara, pero esa suerte se termina en nueve días, con todos sus privilegios y sus compromisos, así que vuelvo a ser una comparsera más, y el año que viene disfrutaré de la Aste Nagusia desde ese otro punto de vista tan diferente al que he podido disfrutar este año, pero que también es encantador. Haritu: ¿Un deseo para las fiestas del año que viene? Luis Mokoroa: que siga el proceso de mejora, de volver a ser participativas y que todo el mundo se vaya involucrando poco a poco para que las fiestas de la Semana Grande donostiarra sean un espejo cada vez más fiel de las gentes que viven y marcan el día a día de la ciudad.

parsas por separado, que también se dedican a diferentes iniciativas. Por ejemplo, yo soy de Algara, y soy profesora del euskaltegi Gabriel Aresti, de donde surgió de alguna forma esta comparsa. Los alumnos que vienen a clase hacen un esfuerzo enorme por euskaldunizarse, y claro, al estar ubicados en el centro de Bilbao, tienen pocos espacios para sacar el idioma y trabajarlo quitando al-

gunas vergüenzas. Nosotros proponíamos bastantes iniciativas para crear este tipo de espacios, y con este espíritu nació la comparsa. Por eso, en este mismo sentido, tenemos un programa bastante amplio que hace que no tengamos que estar como locos esperando que llegue la Semana Grande para sacar este espíritu a la calle. Y en lo personal, a diferencia de aquí mi compañero, el Arti-

Isabel Isazelaia: sí, yo desearía que las fiestas de Bilbao, a pesar de que no son buenos tiempos para la poesía, sigan alimentando el espíritu de calle que les ha dado tanta fuerza, y que se reconozca el esfuerzo que las comparsas han hecho en este sentido, y también, por la parte que me toca, en el de la presencia del euskera, que también hay que decir que a veces en Bilbao la echamos un poquito de menos en la calle, en el día a día. Así que a ver si conseguimos que la Aste Nagusia en los próximos años sea un periodo muy popular, muy bonito, muy nuestro, y en el que, además de en castellano, se pueda también disfrutar en euskara con total normalidad.

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Opinión

¿Por qué creemos que hablar de la muerte es aceptar que sucederá?

«La muerte tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida» André Malraux (1901-1976)

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Poco a poco vamos endulzando la vida con falsas nebulosas y, sin darnos cuenta, estamos ocultando la más dura y trágica verdad. Y es que todos, antes o después, de una manera o de otra, vamos a morir. Antonio Machado en uno de sus escritos decía: «Lo nuestro es pasar». Es una verdad tan cierta que duele al escucharla, es una verdad que aunque sepamos que esta ahí, la ocultamos sin ser conscientes de los graves efectos que esto puede tener. Ocultar la muerte es en el fondo ocultar la vida, es construir una imagen distorsionada de la existencia humana, algo así como un cuento de hadas. A mí me parece que lo que realmente ocultamos son la finitud y las limitaciones que todos y cada uno de los seres humanos tenemos solamente por el hecho de serlo. Aceptar que nos vamos a morir es aceptar que no tenemos el control de nuestra propia vida, y esto es lago que cuesta mucho asumirlo en la sociedad actual. En una socie-


Rakel Mateo Psicopedagoga especialista en proceso de duelo

dad en la que cada vez se lucha mas por el tener que por el ser, una sociedad construida por nosotros mismos libre de dolor, de sufrimiento, de angustia, pero en definitiva una sociedad que poco a poco se va dando cuenta de sus propios errores, y uno de ellos es no querer asumir la certeza de nuestra muerte y, en definitiva, de nuestra finitud. A veces me encuentro con personas que piensan que hablar de la muerte es algo así como atraerla. Frases como «toca madera o cambia de tema…» reflejan esta realidad. Hablamos de las alegrías sin problemas, hablamos de todo lo que hemos ido consiguiendo, de lo que somos… pero se nos olvida una parte importante en nuestras conversaciones. Olvidamos que del mismo modo que nacemos, morimos. Y rechazar esto es algo así como saltar al vacío. Estamos viviendo, por tanto, en una cultura especialista en crear sistemas de evasión y de entretenimiento. La muerte es un tabú, por-

que el mismo pensar y el mismo hablar ya son un tabú. Solamente cuando la muerte nos llega sin avisar, cuando irrumpe en nuestras vidas, es cuando todo ese maquillaje y toda esa trivialidad se esfuman, es cuando ya no hay forma alguna de evadirse y de escapar, y entonces todos esos mecanismos de defensa y de entretenimiento ya no nos sirven para nada. Por eso, ante esta realidad, yo me pregunto: ¿qué sucedería si empezamos a normalizar la muerte?, ¿qué pasaría si formase parte de nuestras conversaciones habituales?, ¿cómo reaccionaríamos ante ella si se nos hubiese educado siendo conscientes de su verdadera existencia? Son preguntas que dejo en el aire, pero espero que algún día exista una buena educación para la muerte, porque tengo la sensación de que si normalizamos la muerte tal vez comencemos también a vivir la vida de otra manera.

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Campa単a

Udan ere jardunean Uda bere azken buztankadak ematen ari da eta oporren sasoia bukatuko da askorentzat. Sasoi honetan ere jardunean ibili da aurten Lokarri. Hainbat lantxo gazatu ditu Sareak sosegurako deitua den aroan. Iragan uztailean gertaturiko zenbait gertaeraren harira, bere iritzia eta eskaerak hausnartu eta hedabideei jakinarazi zitzaizkien, batetik. Bestetik, Lokarriren barne egoera aztertzeko foro eta laguntzaileei bidalitako inkestak jaso eta emaitzak jada osatuta daude. Ekimen berrien inguruan hitz egiteko Batzarra ere aurreikusi du Lokarrik datorren irailaren 13rako, larunbaterako.

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Ekainean Maria Isabel eta Blanca Rosa Bru単o Azpiroz enpresaburuak atxilotu eta ondoren espetxeratu zituzten, iraultza zerga borondatez ordaindu izana biei egotzita, eta uztailaren hasieran Sinedorreko zuzendari nagusi Jose Antonio Jainaga atxiki zuten kontu bera leporaturik. Bi gertakari hauen inguruan, Lokarrik bi ekinbide judizialen aurreko bere arbuioa eta gaitzespena jakinarazi zituen prentsa ohar baten bidez (www.lokarri.org helbidean eskuragarri). Aurrerantzean, iraultza-zerga ordaindu zutenen atxiloketa eta berauen aurkako ekinbide judizial

hauen ostean, aipatutako zerga ordain dezaten exigitzeko gutuna jasoko duten pertsona guztiek mehatxu bikoitzari egin beharko diote aurre Lokarriren iritzian. Alde batetik, ETArenari, ordaintzeari uko egitekotan; eta, bestetik, Botere Judizialenari; izan ere, estortsio honi men egingo dioten pertsona guztien aurka jazartzeko mehatxua egin baitu. Honen guztiaren ondorioz, eta idatzian jasotzen diren beste arrazoi batzuengatik, Lokarrik gardentasun eta errespeturik handiena eskatu zien prentsa-oharraren bidez Botere Judizialari mehatxatutako pertsona hauen

inguruan irekitako ikerketa buru-tzerako orduan. Ezin dira nahastu biktimak eta biktimarioak eta ezin dira pertsona hauek babesik gabe utzi ETAren zein Justiziaren aurrean. Uztailaren erdialdean Estatuko Abokatutzak helegitea aurkeztu zuen Auzitegi Konstituzionalaren aurrean, Zapatero Presidentea buru duen Gobernuaren izenean, Eusko Legebiltzarrak onarturiko kontsulta Legea bertan behera gera dadila eskatuz. Halako erabakia salatu zuen Lokarrik komunikabideetara idatzizko ohar bat bidalita (Lokarriren web orrian irakur daiteke). Eusko Legebil-

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tzarrak onarturiko Legeari guztiz legezkoa eta konstituzionala deritzola berretsi zuen Sareak, izan ere ordenamendu juridikoan bete-betean sartzen baita. 2008ko ekainean Lokarrik aurkezturiko argitalpen batean (www.lokarri.org) herri kontsulta honekin loturiko lege-kontuak aztertu ziren eta argi eta garbi ondorioztatu zen kontsulta bat deitzeko Legea bete-betean sartzen zela ordenamendu juridikoan hainbat arrazoirengatik. Auzi edo kontu politiko hutsetatik harago, Sareak zalantzan jarri zuen Gobernu Zentralak Politika (hizki larriekin idatzita) egiteko benetako borondatea eta asmoa duen. Auzi eta gatazka politikoak ez dira auzitegi, helegite, galerazpen eta debekuen bidez konpontzen; elkarrizketa, negoziazioa eta akordioaren bitartez baizik. Zapatero Presidenteak uko egin dio elkarrizketa eraikitzaile baten bidea irekitzeari; eta orain, Eusko Legebiltzarrak kontsulta bat deitzeko duen gaitasunaren inguruko desadostasun honi konponbideren bat bilatzeko bide bat zabaldu beharrean, ÂŤirmotasuneanÂť oinarritutako metodoak darabiltza, beraren hitz berberak erabiliz, eta akordiorako aukera guztiei ixten dizkie ateak. Kontsultaren bidez hiritarren iritzia jakin

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nahi da, bakea eta normalkuntza politikoa lortze aldera irekiko litzatekeen balizko negoziazio prozesu baten inguruko iritzia hain zuzen ere. Iragan urteko martxoaren 31n jarri zuen abian bere herri-kontsultaren aldeko kanpaina berezia Lokarri, konponbiderako baliagarria izango den errezeta berri bat dastatzeko ordua zelakoan. Harrezkero, ekimen ugari gauzatu dira euskal herritarrek beren nahia adierazteko aukera izan dezaten, hala nola sinadura-bilketak, hitzaldiak, mintegiak, argitalpenak, galdeketak internet bidez... Batzuk burututa, jada beste batzuk, berritzaileak, prestatzen jardun du Lokarrik uda etorri zenetik. Datorren irailaren 13an, larunbatean, Sareak egingo duen Batzarrean horien inguruan hausnartu, hitz egin eta erabakiak hartuko dira. Beste alde batetik, Lokarriren gaur egungo barne egoera aztertzeko galde-sorta bana bidali zitzaien iragan udaberrian Sarearen foro eta laguntzaileei, 2006 eta 2008 artean Lokarrik sustaturiko kanpainen laburpen txiki batekin batera. Osotara, berrogeita hamaika inkesta erantzun dituzte eta, guztiak bilduta, gaika antolatu dira erantzunak: Lokarriren zeregina gaur egungo egoera sozio-politikoan, Foroen zeregina eta lana Lokarriren baitan,

Partaidetza Lokarrik sustaturiko kanpainetan, Komunikazioa eta partaidetza erabakiak hartzeko orduan Lokarriren baitan, Koordinazio Batzordearen kideek egindako kudeaketaren eta lanaren balorazioa. Hainbat ataletan emaitzen interpretazio bat egin du Lokarrik, kritikagarria beti, baina eztabaida eta hausnarketarako atea zabaltzeko baliagarria aldi berean. Besteak beste, Gaur egun zein da zure identifikazio maila Lokarrirekiko? galderan, ia %60k 8tik gorako puntuazioa eman du (gutxiengoa 1 da eta gehiengoa 10). Erantzun gehienetan ikus daitekeenez, laguntzaile eta foroek informazio nahikoa jasotzen dute Lokarriren ekimenetan parte hartzeko modua izan dezaten. Informazioa argia dela irizten dio gehiengoak. Komunikaziorako eta informaziorako, e-postaz, posta arruntaz eta telefonoaz baliatzen dira nagusiki foroak eta laguntzaileak. Horrez gainera, erabakiak hartzeko orduan parte hartu ahal izateko Batzarretara eta Herrialde Mingetietara jotzen dute gehienbat. Oso nabarmena da bestelako bideetara jotzen ez duten kideen kopurua.


Erreferenduma deitzeko aukeran aldaketak

frantziar Konstituzioan

Joan zen uztailaren 22an, Frantziako Asanblea Nazionalak hainbat aldaketa onartu zituen bere Konstituzioan. Horien artean, frantziar herritarrei erreferendumak bultzatzeko aukera ematea onetsi zuten. Mistoa da hautatutako era. Ez da aski herritarren sinadurak biltzearekin. Erreferendumak sustatzen dituzten pertsonek honako sostengua behar dute: izena emandako haustesleen %10 eta Parlamentuko kideen 1/5. Betetzeko nahikoa zailak dira baldintza horiek, asko izango baitira izena emandako hautesleak, kontuan harturik 63 milioi pertsona bizi direla frantziar Estatuan. Hala, gutxienez 4 milioi lagunen sinadurak beharko dira ziurrenik. Bestalde, Frantziako Asanblea Nazionalak 577 aulki ditu eta Senatuak 330. 907 parlamentario guztira. Aldaketaren

arabera, horietako 182ren babesa beharko da errefrenduma deitzeko. Oraiko Asanblea eta Senatuaren osaerari begiratuz, soilik bi alderdi nagusiek, Sarkozy Presidentearen UMP-k eta Alderdi Sozialistak, dute nahikoa indarra mota honetako erreferendum bat sustatu ahal izateko. Erreforman jasotzen denez, erreferendum bat deitzen bada aipatu bidetik ekimenak lege proiektu baten itxura hartuko du eta bere helburua ezin izango da izan aurreko urtean Legebiltzarrak ateratako xedapen bati kontra egin edo indargabetzea. Era berean, onetsitako aldaketak biltzen du erreferenduma aurkezteko baldintza zehatzak lege organiko batek finkatuko dituela. Azkenik, erreformak galarazten du, frantziar herriak lege proiektua onartu ez duen kasuetan, gai beraren inguruan

erreferendum proposamen berri bat aurkeztea erreferenduma egin eta ondorengo bi urteko epe-muga baino lehen. (Frantziar Konstituzioan egin den aldaketa osoa Asanblea Nazioanalaren web orrian www.assemblee-nationale.fr/13/ta/ta0172.asp dago eskuragarri, zehazkiago erreferendumari dagokiona 3. bis artikuluan dator). Adierazgarria da halaber, ÂŤLe MondeÂť egunkariak argitaraturiko inkesta baten arabera, herritarren %86 herri ekimenaren bidezko erreferendumaren alde agertzen dela. Azken batean, erreferendumak deitzeko baldintzak malgutzen ditu onetsitako aladaketak eta baimentzen du herritarren ekimena gai honetan, baina modu mugatuan. Demokraziazko sistema batean sakontzeko zabalkuntza handiago baten emaitza da berrikuntza hau, herritarren partaidetza zuzena erraztearen hobebeharrez, eta bat dator erreferemduna eta herri kontsultak normalizatzeko Europan dagoen joera orokorrarekin. Espainiarraren oso desberdina da errealitate hori, izan ere espainiar legea oso murriztailea da gai honetan eta, gainera, gaiari buruz egiten den interpretazioak areago zailtzen du erreferenduma deitzea. Kontsultak deitzeko herritarren ekimena kontuan ez hartzeaz gainera, instituzio batek deitzen duenean, Eusko Legebiltzarrak egin duen moduan, eteteari eta debekatzeari ekiten zaio, berriki Zapateroren Gobernuak egin eta Auzitegi Konstituzionalak ebatzi duen moduan.

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Munduari so

La Guerra F se calienta La incursi贸n de tropas georgianas en Osetia del Sur el pasado 8 de agosto ha vuelto a encender la mecha de los conflictos que dormitan entre los escombros de la extinta Uni贸n Sovi茅tica y ha generado un nuevo drama humano bajo el que retumban ecos de la Guerra Fr铆a.

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Fría

Álvaro González, periodista

En las calles de Osetia del Sur hay hierros retorcidos, tanques carbonizados y casas en ruinas. Mientras escribimos este reportaje, también hay miles de personas que aún buscan a sus seres más queridos, que aún luchan por volver a sus casas por algún corredor humanitario y que aún entierran a sus muertos en el jardín de casa porque los pequeños cementerios de los pueblos ya no dan abasto. El Cáucaso vuelve a temblar. La impresionante cordillera que traza la espina dorsal de lo que un día fue el vasto imperio soviético, y los pueblos que a sus pies se entretejen, vuelven a estremecerse atenazados bajo el silbido de las balas trazadoras y el crepitar mecánico de las orugas de los vehículos blindados. Los intereses políticos y el petróleo han desatado una vez más el fuego cruzado en esta sufrida región atrapando -como de costumbre- a la población civil, que ha visto cómo sus casas volvían a convertirse en escombros abandonados por el miedo. Sólo durante el primer día de conflicto abierto, el día en que Georgia decidió llevar a cabo lo que definió como una «invasión preventiva» sobre una de sus provincias separatistas, cerca de 1.500 civiles osetios perdieron su vida según las primeras estimaciones que se hicieron públicas. Del mismo modo, ahora que los tambores de guerra parecen perder su ritmo, en torno a 100.000 georgianos que vivían en Osetia del Sur esperan desplazados, refugiados en el interior del país y en condiciones lamentables, hasta el día en que volver a sus casas sea seguro, siempre que tras el paso del Ejército ruso aún tengan una casa a la que volver.


Desde la ventana

Puede que estas cifras respondan sólo a cálculos interesados, de parte, como suelen serlo todos en los conflictos en los que, además, los periodistas extranjeros que podían contrastarlos son recibidos a balazos. Pero lo que es indudable es que la cuantía del daño no hace más que ascender a medida que los tanques siguen rugiendo por las viejas carreteras de unas fronteras políticas y humanas que nunca han estado clara y definitivamente fijadas. Pero, ¿qué es lo que ha podido pasar para que dos vecinos y antiguos hermanos como Georgia y Rusia se enzarcen en un conflicto así a las puertas de Europa y en pleno siglo XXI? ¿Estamos viviendo el inicio de una coyuntura similar a la que llevó a la desintegración de la antigua Yugoslavia a costa de centenares de miles de muertos en conflictos fraticidas como los de Kosovo o Bosnia? ¿Puede la intervención de Estados Unidos y la OTAN en esta crisis despertar ecos de la Guerra Fría ante una Rusia envalentonada que quiere recuperar parte del protagonismo que tuvo la URSS en el escenario internacional?

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Todo comenzó el pasado día 8 de agosto, cuando tanques georgianos invadieron la capital de Osetia del Sur, Tsjinvali, y Rusia respondió enviando a su poderoso ejército. Las relaciones entre Rusia y Georgia, han estado viciadas desde que ésta última se desgajó del bloque soviético, y casos como los de Osetia del Sur y Abjasia no han hecho más que avivar la llama latente. Los habitantes de Osetia del Sur quieren ser independientes, y así lo han reclamado en sendos referendos en los que hasta un 99% de los votantes se pronunció a favor de esta opción. Georgia siempre ha hecho oídos sordos ante esta reivindicación y ha tratado de sofocar la llama concediendo a la provincia una autonomía que es prácticamente una independencia de facto. Ante esta situación, los surosetios ven en el Kremlin un aliado que ha llegado incluso a concederles ciudadanía rusa para ampararlos. Es por esto por lo que Rusia justifica la respuesta que dio a la invasión georgiana de Osetia del Sur afirmando que no permitirá que se ataque «a sus ciudadanos», por mucho que la provincia no deje de ser aún parte de Georgia y quede al otro lado de la frontera que la separa de Osetia del Norte, que sí está englobada actualmente en le federación rusa. Frontera armada Desde que los intentos de tomar su independencia desembocaron en un enfrentamiento más o menos abierto con las tropas georgianas, los surosetios conviven con un contingente de tropas rusas «en misión de paz», lo que contribuye a que la zona sea un polvorín inestable que ha terminado explotando arrastrando tras de sí a la vecina provincia de Abjasia, que ha aprovechado la coyuntura para abrir un nuevo frente contra el estresado ejército georgiano en los valles del norte (también con el impulso discreto del Kremlin) y hacerse con el control de buena parte del país. Ahora, el presidente ruso Dimitri Medvedev repliega poco a poco su fuerza militar. Lentamente, y asegurando que ante la misma situación, volvería a actuar «de la misma forma», en lo que puede ser in-


D. M. Indart Escritor

terpretado como una declaración de intenciones ante acciones futuras. Estados Unidos presiona a la comunidad internacional para que tome medidas por la apabullante invasión de Georgia con la que respondió el Kremlin contra uno de los países que más proamericano se había mostrado en la zona y que ahora seguramente esté pensando en dónde estaba el apoyo de la administración Bush durante los primeros días de la crisis y se esté replanteando su posición internacional. De hecho, la oposición ya clama por la convocatoria de elecciones anticipadas tras el tremendo error de cálculo de su presi-

dente, Mihail Sajasvili, que quizá pensó que la OTAN pararía los pies al gigante ruso. Pero los tambores de guerra no parece que vayan a apagarse sólo con la salida de Rusia de suelo georgiano. La demostración de fuerza que ha hecho la mano derecha de Putin ha desencadenado una serie de movimientos que recuerdan la escalada bélica que condujo a la Guerra Fría, entre los que destaca

sin lugar a dudas el despliegue de un escudo antimisiles en Polonia por parte de Estados Unidos. Rusia está en contra porque considera que tener un nido de enormes misiles Patriot a las puertas de su casa es una amenaza, casi un desafío. Polonia considera que así estará más segura y que el imperio norteamericano se implicará más en su defensa si Rusia le atacara, algo que una amplia mayoría de los polacos no descarta a día de hoy. Y Estados Unidos quiere reforzar su papel en la zona de influencia de Rusia y protegerse más aún de un hipotético ataque ruso. Además, por mucho que se quiera buscar la razón de este conflicto en el choque de sentimientos identitarios, no hay que olvidar que tras ellos se esconden un buen puñado de intereses políticos, económicos y geoestratégicos que se ven casi a simple vista observando un mapa de la zona. Osetia franquea la salida al Mar Negro de Rusia, que la echa de menos desde la caída del imperio soviético. El tráfico de gas y petróleo es una de las principales explotaciones de esta área de Asia, que asiste las necesidades energéticas de casi toda Europa y, en este contexto, tanto la salida al mar, como el control de los ole-

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Munduari so

oductos y gasoductos que atraviesan el subsuelo surosetio es una pieza muchísimo más codiciada que el control del suelo en sí o de sus gentes. Y sin embargo, está claro que las armas que ahora protagonizan este conflicto son la muestra su vez de la incapacidad de las autoridades que gobiernan los estados de la zona, bien para haber logrado que los pueblos con ansias de mayor libertad vivieran cómodos e integrados en ellos, bien para dejarles ir si es su deseo democrático tal y como hicieron ellos mismos hace no mucho más de 15 años. Por eso, la zona queda en una muy precaria estabilidad a la espera de que estos brotes sean contenidos y no se contagie su fuego trayendo a la más triste actualidad internacional nombres como los de Transnistria en Moldavia, el Alto Karabaj en Armenia, o Ingusetia y la olvidada pero latente Chechenia en la propia Rusia, en los que la mezcla de intereses políticos y económicos, y el aumento del integrismo islámico como factor determinante en las sociedades de estos pequeños países sin Estado agitan un peligroso cócktail sobre unas fronteras trazadas aleatoriamente partiendo pueblos y étnias. Ahora, la prioridad es intentar recuperar la normalidad para esa población civil que ya tiene otra guerra que contar y otras heridas que restañar. Mañana será tiempo de reclamar su derecho a decidir su futuro, como cualquier pueblo del mundo, de revisar la deriva autoritaria de un presidente, el georgiano, que llegó al cargo con un discurso moderno y esperanzador que ya ha dilapidado, y de cuestionar las intenciones de un crecido Vladimir Putin que todavía dibuja en su cabeza el futuro de la presencia internacional de Rusia dentro de la escena internacional. Pero eso será mañana, cuando la paz haya vuelto a los complicados caminos que serpentean por las faldas del Cáucaso.

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Se plantea ahora un acuerdo de mínimos que los agentes del conflicto, por ahora, reconocen como bueno para lograr esta paz tan ansiada que consiste en cinco simples puntos: renunciar al uso de la fuerza, cesar definitivamente las hostilidades, permitir el libre acceso de la ayuda humanitaria a la zona, replegar a todos los contingentes militares implicados hasta las zonas en las que estaban antes del 8 de agosto y poner en marcha un diálogo político que permita aclarar el estatus político en que quedan Osetia del Sur y Abjasia, teniendo en cuenta su voluntad, ignorada hasta ahora. Manos a la obra pues, porque «limpieza étnica», «invasión preventiva», «bombardeo selectivo» y «víctimas colaterales» son conceptos que no deberían dejarse escapar del cajón de la razón política ni humana, y que ya están consiguiendo que el Cáucaso vuelva a temblar con su recuerdo.




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