Texto leído en la inaguración de El hilo de Ariadna el martes 13 de diciembre del 2016 Centro de difusión cultural UCSG Las imágenes son bajadas de internet para empezar a armar las ideas visuales de la exposición. El hilo de Ariadna - Lado B, es digital y gratuito.
Hola, soy muy mala para hablar en público, soy muy mala para comunicarme en general. Soy tan mala para hablar que tengo escrito aquí, que soy mala para hablar y poder leerlo. Espero que la estén pasando bien, agradezco mucho que hayan venido a ver lo que tengo que mostrar. Agradezco a Andrea sus palabras. Mientras hacía la muestra, algunas personas me preguntaron si alguien me presentaría, y yo no quería ni pensarlo porque estaba en todo este viaje donde era importante validarme yo misma. Elegir a alguien para presentarme realmente me era complejo, ni siquiera quería ponerlo como opción ¿Quién iba a decir algo de mí? Conocí a Andrea Alejandro hace unos meses, gracias a que hicimos un trueque por un tatuaje; ella me dio clases de bindú, y de a poco entró en mi vida de la única manera que las personas pueden entrar a mi vida actualmente: plantándose de tanto en tanto en mi casa y escribiéndome diario “Hola, quiero ser tu amiga”. Hace poco decidí que Andrea sería quien me presentaría, porque más allá de haberse convertido en una buena amiga, es una persona cuyo trabajo admiro mucho, y comprende todas las jaulas en las que a veces la sociedad nos quiere poner; su editorial de fanzines La Máquina Púrpura, y su trabajo en general gira en torno a estos temas; decidí precisamente que podría hablar de cómo me sentía y lo importante que era para mí salir de muchas jaulas. Gracias al trabajo de Andrea y a su compañera Daya, la
semana pasada, vino de México una chica llamada Diana Torres, una pornoterrorista, feminista. Reduzco un poco el cuento: cuando era niña, yo estaba obsesionada con algunas películas, entre esas Laberinto, en la que David Bowie es el villano; y la coincidencia se dejó ver: de niña, Diana también amaba esa película y ahora la usa para ciertos análisis de su vida y su trabajo. Justo en la presentación de su libro me recordó la película, que es sobre esta chica que tiene que cruzar el laberinto para rescatar a su hermanito, pero hay una serie de personajes que la quieren desviar para que no llegue a su objetivo. Repasó sobre esta escena donde nuevamente no se vuelve a dejar convencer por los personajes que no la dejan pasar y ellos responden algo como “Bueno, es verdad, pero al menos déjanos hacer nuestro trabajo”. Algo que yo nunca vi, y que Diana decía, es En ese punto, no me que en general así es un había dado cuenta de poco la vida. Uno a veces está muy seguro de su que, de algún modo, camino, pero siempre están le había pedido a presentes esos personajes del laberinto que te quieren hacer Alejandra la llave dudar de ti y empujarte al sendero de mi laberinto. que todos están tomando. Todo me hizo clic: el laberinto, dudar de uno mismo, seguir el camino equivocado, etc. Algo importante para mí en todo este camino ha sido tratar de no victimizarme. Aparte que realmente, aunque el corazón roto duele más que hacerse un tatuaje, hacerse un tatuaje no duele tanto en realidad. Hace 6 o 7 meses más o menos comencé un proceso de terapia con Alejandra Marín, no con la intención de “Me
quiero curar el corazón roto más rápido” . Sino más bien con el fin de averiguar qué patrones había en mi vida, qué estaba haciendo yo, qué camino estaba tomando, qué me llevó a ese punto de separación. En ese punto, no me había dado cuenta de que, de algún modo, le había pedido a Alejandra la llave de mi laberinto. Me rompieron el corazón. Sí, pasé por una pena larga, supongo que como cualquiera de nosotros. En uno de esos momentos en los que me tiré en la cama a llorar, mi madre llegó y me recordó el mito de Ariadna. Si no lo revisaron en google antes de venir, o durante esta velada, se los cuento. Ariadna era hija de un rey que tenía un laberinto y dentro de este, tenía al minotauro. No estoy segura, pero creo que era el hermano de Ariadna. Cada tanto tiempo el rey mandaba a De pronto me empecé a sacrificar una cantidad de personas dar cuenta de mi posición para el minotauro. Llega Teseo a en el mundo, a querer salvar la situación, pero le pide cuestionarme a qué roles ayuda a Ariadna, le promete amor se me sometía y en eterno si lo ayuda. general las distintas Entonces Ariadna le regala un ovillo, posiciones de todos en la con el cual Teseo puede entrar al sociedad. laberinto, matar al minotauro y salir sin problema. Se la lleva a Ariadna en su embarcación, pero en la mitad del viaje, sin mayor razón, la abandona en una isla mientras está dormida. Ariadna se levanta, ve cómo se aleja el barco de Teseo y se da cuenta que está sola, sin nada más que su corazón roto en la isla. De pronto llega Dionisio a la isla, se enamora de Ariadna. Se casan, tienen hijos, él se la lleva al Olimpo, le regala una corona que después es convertida en una galaxia. Felices por siempre, hasta que creo que Dionisio decide matarla, pero a esa parte no le ponemos atención. En todo caso, mi madre terminó la historia diciendo que tal vez
tenía aún que encontrar a Dionisio. Pero que más importate que eso, era que me vuelva encontrar conmigo misma. Se me hace difícil sentirme mal todo el tiempo, aunque soy callada, siempre trato de hacer muchas bromas sobre mis desgracias. Porque realmente creo que, aunque me dolió mucho la separación, siento que pueden haber cosas peores. Entre esas cosas peores estuvo darme cuenta de cuánto me había alejado de mí misma, de mis deseos, de mis sueños, de mis convicciones, de definir qué era importante Es como si recién me para mí en la vida, y había hubiera dado cuenta de tenido siempre todos estos deberes y estas voces en el que existo y de que fondo, como en el tengo muchas cosas que laberinto de Bowie, que decir, lo cual es no me dejaban estar segura de mi camino y importante porque, me empezaba a meter ciertamente, no hay muchas en el camino que todos mujeres hablando y diciendo tomaban.
“Ey! estoy aquí”.
El del miedo a la soledad, el de casarme, tal vez hasta tener hijos, aunque en el fondo no quiera ser madre; el de ayudar a todos, menos a mí. Ha sido muy importante para mí estar sola y seguir estando sola, y en esta posición de disfrutar de la soledad, no de desesperarme y correr a buscar otra pareja, de ahí surge el cuadro del solitario George, que siempre me ha parecido que él quiso decir “No me importa que se extinga mi especie, no me voy a aparear con quien sea”. En soledad te puedes dar cuenta de qué quieres, cómo eres y qué reglas son o no son negociables a futuro.
Esta noche siento que, como podrán darse cuenta con todas las obras, tenía mucho que decir. Pero tenía revueltas las ideas; tenía tantas historias que contar y no sabía cómo conectarlas. No sabía por dónde empezar y no quería sonar lineal con: “Chico le rompe el corazón a chica, etc”.
De pronto me empecé a dar cuenta de mi posición en el mundo, a cuestionarme a qué roles se me sometía y en general las distintas posiciones de todos en la sociedad. Es como si recién me hubiera dado cuenta de que existo y de que tengo muchas cosas que decir, lo cual es importante porque, ciertamente, no hay muchas mujeres hablando y diciendo “Ey! estoy aquí”. De a poco empecé a comprender lo importante que es ser tu propio amor, ser la persona en la que más confías y la que nunca abandonas. No estar a la merced de los sueños o deseos de otros, porque eventualmente eso te va a traicionar. Complacer a
todos no te va a llevar ningún lado, y aunque pareciera que nos creemos muy distintos a los demás y que estas cosas no nos pasan, los caminos suelen ser engañosos. Tenía una idea rondando en mi cabeza todo el tiempo sobre este día, pero no la pronunciaba porque tenía mucho trabajo como para detenerme a pensar mucho. No dudar, seguir, dejar de pensar tanto, etc. Pero el día que fui al evento de Diana y me la presentaron, yo estaba sumamente nerviosa. Ella me empezó a preguntar por la muestra, si expondría Al corazón roto lo cura el sola; cuando le tiempo. Lo que es respondí que sí, me dijo: “Bien, es muy importante saber es que importante pararse la primera persona que solo”. Se verbalizó esa idea no debe traicionar el que me venía corazón, es uno mismo. persiguiendo y que yo venía ignorando. Creo que de todo este viaje lo más importante ha sido eso, aprender a tener una voz propia, y cómo de pronto me di cuenta de que yo no quería ser la esposa, la novia, la madre de nadie, quería ser yo. Así fui abriendo muchas jaulas. No como negación al relacionamiento, a la familia o al amor; sólo no construir mi identidad a partir de ser el apéndice de alguien más. En este proceso cabe mencionar otra cosa importante: uno siempre habla de “soledad” en relación a que no tiene una pareja, y en realidad nunca estás realmente solo. Al menos yo no estaba completamente sola, mi madre y mi padre han estado ahí así sea en el fondo
aguantando que su hija supere una depresión, viva ese este proceso de encontrarse a sí misma . Les agradezco enormemente la paciencia. Sé que no es fácil. Mi hermana, que trabaja muchísimo, siempre encontró momentos para hacerme compañía y para regalarme palabras sabias. Mi amiga Elaine, quien hizo la acrobacia en tela en el performance, ha estado durante absolutamente todo el proceso, desde tomar helado de chocolate y ver la película de Beyonce, quejarnos de los hombres y empezar a ver películas de terror que me ayudaron a superar los momentos de rabia. Luego venir y formar parte de este proceso. Es una persona que habla menos que yo, pero cuando habla, refleja mucha sabiduría. Mi amiga Margarita, que está en Quito, pero siempre nos mantenemos cerca; es de esas personas que si te caes, te hace levantarte más rápido y te limpia los raspones y te dice que sigas rápido adelante. Mi amiga Erika, que está en México y que casi a la par le rompieron el corazón; nos acompañamos en la distancia con
mensajes todo el tiempo; fue importante tener a alguien que comprendiera el dolor que sentía, además me dio su clave de Netflix, lo cual fue también un gran apoyo. En general, a todos los que me han apoyado y han apoyado el proceso de esta muestra, Klinger y Noralma con patacones de vez en cuando, y hoy estando aquí; Guido y Nicole también invitándome a comer de vez en cuando y así evitando que me quedara demasiado tiempo encerrada, también me ayudaron haciendo los videos de las promociones. Muchas gracias a todos. Mi familia, que no está pasando por el mejor momento, igual siempre se las maneja para estar presente. Quería contar una historia sobre esto: cuando tenía 14 años, más o menos, una prima me regaló un juego de cartas del tarot con un libro. Me puse a aprender y leía las cartas a mis primas, a sus amigas. Yo lo veía como un juego, pero de repente aumentó el número de gente que quería que leyera. Lo cual causó que me asuste y lo abandone. En fin: debí meterme en eso y ganar dinero, en vez de
estudiar arte. Recuerdo que desde Chicago vino de visita una tía abuela, la tía Maru. La tía Maru es una viejita un poco como pirata, hablaba bien ronco, siempre estaba de buen humor y riéndose, fumaba como chimenea y hacía bromas sin ninguna vergüenza. Recuerdo que, en una conversación sobre mi lectura del tarot, le dije que quería comprarme una ouija (cosa que nunca hice) y ella me empezó a contar que ella también tuvo una ouija. Si han pasado por el malecón, frente, en algún punto, hay una estación de bomberos que se llama Belisario González Villegas, ese era mi bisabuelo, el papá de la tía Maru. Entonces ella me decía “Mi marido andaba en sin vergüencerías, y yo invoqué a mi papá, Belisario, para preguntarle sobre esto y él me respondió: “Compórtate como una digna González”. Esto siempre se me quedó, más allá de si era cierto o no, porque las mujeres de mi familia son muy fuertes y trabajadoras. Por el lado Donoso, de mi madre, es igual, y ella siempre se ha preocupado por no dejar de repetir que los Donoso somos valientes. Al corazón roto lo cura el tiempo. Lo que es importante saber es que la primera persona que no debe traicionar el corazón, es uno mismo. Creo que, al menos desde mi posición, es sumamente importante reconocer de algún modo la responsabilidad social que puede llevar tu voz, lo que tienes que decir y no callarlo. Hay que ser valiente, sabio y difícil.