re v is ta p a rro q u ia l m e n s u a l d e S a n C ris to v o d a s v iñ a s AGOSTO 2017 nº 105 - Ano IX M a rz o 2 0 0 9 n º2 - A n o I “El que cumple la voluntad de mi Padre, es es mi hermano, mi hermana y mi madre” . Jesús de Nazaret.
SEAMOS COHERENTES CON LO QUE SOMOS En este tiempo de vacaciones y en esta sociedad en la que no está de moda ser cristiano, vivir la fe cristiana, sería bueno que reflexionáramos sobre nuestra identidad. 1.- Si realmente somos cristianos, seamos coherentes con nuestro cristianismo. No sea que nos declaremos cristianos y luego rechacemos nuestro cristianismo a la hora de vivir. El cristianismo no es un sistema de pensamiento, sino un estilo de vivir. La coherencia es la verdad de nosotros mismos. 2.- Si realmente creemos en Dios, seamos coherentes con nuestra creencia. No sea que digamos que creemos en Él y luego lo negamos a la hora de vivir. A Dios se le confiesa más con la vida que rezando el Credo. Nuestro mejor Credo es que rezamos con la verdad y coherencia de nuestro vivir diario. La coherencia es la verdad de nosotros mismos. 3.- Si realmente creemos en nuestro Bautismo, seamos coherentes con nuestra condición de bautizados. No lo neguemos en la vida. No prescindamos de nuestro Bautismo cuando tengamos que expresarnos a nosotros mismos en la vida. El Bautismo no es una tarjeta de crédito sino una manera de vida. Un estilo de vivir. Nuestra mejor profesión bautismal es vivir como bautizados. La coherencia es la verdad de nosotros mismos. 4.- Si realmente creemos en la Iglesia, seamos coherentes con nuestra condición eclesial. No digamos que somos Iglesia y luego la rechazamos, la criticamos, la murmuramos. Que nuestra vida no sea una especie de ateísmo eclesial, donde invertimos más energías criticando a la Iglesia que en hacer brillar el rostro de la Iglesia. La coherencia es la verdad de nosotros mismos. 5.- Si somos ciudadanos, seamos coherentes con nuestra ciudadanía. Los demás creerán en nuestra nación, en nuestra Galicia, en nuestra ciudad, en nuestra parroquia… no mirando el mapa de su geografía sino por los hombres y mujeres que la habitamos. Vivamos de tal modo que seamos el mejor rostro de nuestra parroquia, de nuestra ciudad, de nuestra Tierra Gallega, de nuestra nación, viviendo los valores de nuestra civilización cristiana. La coherencia es la verdad de nosotros mismos. 6.- Si sois padres de familia, sed coherentes con vuestros hijos. Que os vean como padres no sólo en casa para exigirles, sino también cuando estéis fuera de ella. También en la calle seguís siendo padres, con deberes de padres, con responsabilidades de padres. La coherencia es la verdad de nosotros mismos. 7.- Si sois esposos, sed coherentes como esposos. Esposos dentro y esposos fuera. La fidelidad es la coherencia vosotros mismos como marido y mujer. ¿Por qué negar en la calle lo que confesamos en el hogar?. La coherencia es la verdad de nosotros mismos..