re v is ta p a rro q u ia l m e n s u a l d e S a n C ris to v o d a s v iñ a s nº 128 - nAno M MAIO a rz o 22019 009 º2 -XIA n o I No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Jesús de Nazaret
¡¡¡ RESUCITÓ!!! Felices Pascuas Pues sí, ¡Felices Pascuas!, ¿por qué no? Los hombres, en nuestras relaciones sociales, solemos consagrar con frases y con fiestas los éxitos que jalonan nuestra vida: la boda, el aniversario, la oposición ganada, el nacimiento del hijo… Los acontecimientos que nos llenan los resumimos en frases: ¡enhorabuena!, ¡me alegro de verdad!, ¡que seáis felices! Estas frases son como el eco externo del acontecimiento, el deseo sincero de que la felicidad perdure, y como la constatación de que esta felicidad es un hecho palpable que no pasa desapercibido. Los días de Pascua son los Días del Éxito para el cristiano, son los días del triunfo total sobre la muerte, el dolor y el miedo: son los días de la victoria más absoluta, rotunda y completa que han conocido los siglos: son los días de la Resurrección. La resurrección no es el acontecimiento sólo y exclusivo de Cristo –ya sería mucho-, sino el nuestro, el de cada uno. La resurrección –que conmemoramos especialmente- es algo vivo, real y operativo que ha empezado ya, porque: Cuando yo busco la justicia por encima de mi egoísmo… Cuando amo a los hombres por encima de mis intereses… Cuando elijo sencillamente el último puesto sin empujar para ocupar el primero. Cuando río de verdad con los que ríen y lloro también con los que lloran… Cuando lucho sin odio, sin violencia, sin dogmatismos, sin coacciones… Cuando creo de verdad que el mundo no es patrimonio de unos cuantos… Cuando no juzgo a los demás y no los condeno… Cuando busco la verdad, aunque me hiera su dureza cristalina… Cuando me siento libre, dispuesto a elegir lo que me parece bueno… ¡¡ HE RESUCITADO !! Y si esto es así, si ha comenzado en mi propia vida la resurrección, la vida que no acaba, ¿por qué no hay que celebrarlo con una gran fiesta? ¿Por qué no voy a decir a todos los que me rodean: ¡¡¡Felices Pascuas!!!?