LARADA MAIO

Page 1

re v is ta p a rro q u ia l m e n s u a l d e S a n C ris to v o d a s v iñ a s nº 139 - Ano M MAYO a rz o 2 2020 009 n º2 - A nXII o I TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA Hace unos días los cristianos, no solo de nuestra parroquia de San Cristovo das Viñas, sino de todo el mundo, hemos celebrado en familia la Semana Santa y, de manera especial, la alegría de LA PASCUA DE RESURRECCIÓN, confinados cada uno en nuestras casas, a causa del covid-19. Jesús ha resucitado y nosotros creemos que es verdad y que también resucitaremos con El: la muerte ha sido vencida por la VIDA. Nos hemos preparado durante cuarenta días para la Pascua, pero, en plena celebración de esta “fiestas”, seguimos en cuarentena para, algún día, celebrar la muerte del covid-19 y volver a la normalidad, porque la ciencia ha podido vencer el maldito coronavirus: pasar de la muerte a la vida. Pero, ante estas circunstancias, en este clima, me pregunto ¿significa algo, para nosotros hoy, la Resurrección de Jesús? Yo diría que SÍ: en la capacidad de ver más allá del sepulcro vacío… Como dice el Papa Francisco: “Este no es el tiempo de la indiferencia; el mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido para afrontar la pandemia”. Estamos frente a un desafío histórico, a una prueba muy dura de la que dependerá el futuro. La Resurrección es la victoria del amor sobre la raíz del mal; una victoria que no pasa por encima del sufrimiento y la muerte, sino que los traspasa, abriendo un camino en el abismo. Pienso, en estos días, sobre todo en los que han sido afectados directamente por el coronavirus: los enfermos, los que han fallecido y las familias que lloran por la muerte de sus seres queridos, y que en algunos casos ni siquiera han podido darles el último adiós. Encomiendo al Padre-Dios a los difuntos y pido consuelo y esperanza para quienes aún están atravesando la prueba, especialmente por los ancianos y las personas que están solas, así como por los sanitarios, fuerzas de seguridad y militares… Por ellos y por todos los que trabajan para garantizar los servicios esenciales necesarios En estas semanas la vida de millones de personas cambió repentinamente: preocupación por el futuro que se presenta incierto, por el trabajo que corre el riesgo de perderse y por las demás consecuencias que la crisis actual trae consigo… Pero “este no es el tiempo de la indiferencia, dice el Papa, porque el mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido para afrontar la pandemia”. Y el mejor signo o señal de que creemos en la Resurrección de Jesús está:  En reconocer que detrás de esa persona “anónima” que se nos cruza en el camino, hay una persona, cuya dignidad es más que todas las dignidades artificiales humanas… Existe un hermano nuestro…  En reconocer que detrás de ese hombre o esa mujer mal vestidos se esconde un hijo de Dios. Se encarna, nada menos, que el mismo Jesús.  En reconocer que detrás de cada hombre y mujer hay un prójimo al que tengo que acercarme. O como decía Benedicto XVI: “mi prójimo es cualquiera que tenga necesidad de mí y que yo pueda ayudar”. Esto quiere decir que la Pascua es un encuentro con el Resucitado, que convive con nosotros, a nuestro lado, disfrazado de múltiples formas. Pero es también:  Una manera nueva de ser, de vivir, de estar en la vida, de ver y de mirar.  Una manera nueva capaz de transformar lo que vemos.  Una manera nueva de pasar los unos al lado de los otros.  Una manera nueva de detenernos ante los demás y no pasarnos de largo. La Pascua es precisamente eso: ver al otro lado de las cosas, al otro lado del sepulcro, al otro lado de la muerte. Ver que el muerto vive. Ver que los hombres y mujeres son hijos de Dios y mis hermanos. En estos días difíciles, ocasionados por la pandemia del coronavirus, los cristianos, si creemos en la Resurrección, estamos llamados: a iluminar la noche del mundo y abrir horizontes de esperanza; a no perder la sonrisa ante los sufrimientos; a compartir como cirineas, y samaritanos; a ayudar a los caídos; a defender la vida, dando vida; a dar muerte a nuestros egoísmos para que otros vivan; a ser sembradores de esperanza; a tender puentes para facilitar los encuentros, el diálogo… ¡FELICES PASCUAS A TODOS LOS QUE CREEIS! ¡DETRÁS DE LA MUERTE HAY VIDA! ¡¡¡TODOS UNIDOS VENCEREMOS LA PANDEMIA!!!


A LAREIRA

EN EL ECONOMATO DE CÁRITAS Hace dos semanas empecé a colaborar como voluntaria en uno de los economatos de Cáritas, en concreto en el de la calle Reyes Magos. Fui pensando en echar una mano en lo que hiciese falta, suponiendo acabar un poco cansada físicamente. Me equivoqué. El supermercado abre a las cinco; yo llegué a las cuatro y media porque era mi primer día y la cola de personas que esperaba fuera, media hora antes de que abriese sus puertas el supermercado, ya me hizo pensar que aquello no era una compra cualquiera. Aquello era la imagen de “la cola del hambre”. De verdad, un montón de personas (que podían ser cualquiera de nosotros) esperando cabizbajas, separadas unas de otras como indican las medidas de seguridad y sin hablar. Aquella imagen me sobrecogió, pero cuando se abrieron las puertas nada mejoró. Sólo se permitía el acceso a dos personas al recinto para hacer la compra. Un voluntario/a íbamos con cada una de ellas cogiendo de los estantes lo que pedían, porque ellos o ellas no podían tocar los productos para minimizar riesgos. Me imaginé a mí misma pidiendo a alguien: “una bolsa de patatas, un paquete de compresas, un bote de guisantes…” Las personas que utilizan este supermercado lo hacen con unos vales que les entregan en sus parroquias por un importe concreto, del que no se pueden pasar en su compra. Había que ir calculando el gasto para intentar interrumpir lo menos posible en la caja y agilizar las compras. Y todo eso con alguien extraño a su lado. ¿Cómo nos sentiríamos si nosotros estuviésemos en su lugar? Acompañando a alguien, lógicamente le hablas, le preguntas qué tal, de dónde viene y entonces, se me cayó ya de todo el alma a los pies porque muchos y muchas de los que acudían, lo hacían por primera vez desde la zona de Monte Alto, de la Parroquia de Santo Tomás. Personas que hasta ahora trabajaban “en negro” o en hostelería, que llegaban justo a final de mes, pero llegaban y que de repente se vieron sin ningún ingreso (ni posibilidad de tenerlo) y teniendo que hacer frente a los gastos de siempre. Personas con una mirada infinitamente triste, preocupadas, avergonzadas por tener que pedir ayuda para comer y otras cosas, personas que, en muchos casos, venían caminando y volvían caminando con sus carros de la compra, porque ya no tenían para recargar la tarjeta del bus. En fin, un desastre la situación que se está viviendo y que seguirá si no ponemos todos nuestro granito de arena: donativos, compañía, escucha, etc. Sacerdotes y obispos están donando parte de su sueldo para Cáritas, empresas están donando también diferentes productos o dinero para alimentos, pero os aseguro que todo es poco para la que está cayendo y lo que se viene encima. Cada uno sabe de su situación y hay muchas formas de ayudar a los demás. Pero si alguien puede y quiere, estas son cuentas de Cáritas donde se pueden hacer donativos para ayudar a lo que haga falta: alimentación, alquileres, recibos, ropa… Cáritas Interparroquial de A Coruña:

Cáritas San Cristovo das Viñas: BANCO SANTANDER

ES57 0075 0131 3206 0030 1088 Loli


A FUME DE CAROZO

DEFENDEMOS O TRABALLO DECENTE Unha das cousas que quizais podemos ter aprendido desta pandemia é valorar os dons que recibimos de Deus: a vida mesma, as relacións persoais (amizades, familia, comunidade), a natureza, a nosa conciencia... Pero tamén, e sobre todo, o traballo humano. Máis que nunca valoramos algúns traballos que a veces parecen invisibles, chamados de “baixa cualificación” e que por riba adoitan ser os peores pagados e con condicións máis precarias: traballadores/as de limpeza, coidadores/as, repoñedores/as, conductores/as, caixeiros/as, tendeiros/as do barrio, agricultores/as... Recollemos aquí parte do Manifesto que Igrexa polo Traballo Decente presenta no 1º de Maio de 2020, Día Internacional do Traballo, para reafirmar que o traballo é para a vida, que debe garantirse unhas condicións laborais que protexan a integridade física e psíquica da persoa: “Non nos cabe dúbida de que a crise laboral e económica provocada pola pandemia da COVID-19, tivese un menor impacto, sen a indecente precariedade laboral (...) que lesiona os dereitos das persoas traballadoras e das súas familias; se a sanidade e o conxunto de políticas sociais contasen cos recursos que necesitan e que foron recortados como consecuencia da anterior crise financeira. Os empregos máis precarizados, como son os de persoas traballadoras do fogar e de coidados, da agricultura, de establecementos de alimentación ou repartidoras «descubríronse» como esenciais para a sustentabilidade da vida. Pero continúan exercendo as súas funcións en condicións precarias e na maioría dos casos sen a protección adecuada. Facemos un chamamento para que se articulen e impulsen todas as medidas necesarias (...) para apoiar e coidar ás persoas máis afectadas, especialmente a quen está na rúa, sen teito e as que nunca reúnen os requisitos para percibir algunha renda mínima. (...) Esiximos construír unha rede de protección social para quen perdeu emprego, salario e dereitos, para que ninguén quede atrás. Desde estas constatacións, reclamamos:  O recoñecemento dun ingreso mínimo garantido nun programa articulado que integre as políticas sociais en España.  O dereito á prestación por desemprego para as persoas empregadas de fogar, así como o recoñecemento social do traballo de fogar e de coidados.  A regularización extraordinaria e urxente dos traballadores e as traballadoras “sen papeis” e descartados dos dereitos de cidadanía.  Un pacto de Estado, entre toda a sociedade e as súas institucións que, entre outras cuestións, aposte pola centralidade da persoa e o traballo decente, pedra angular sobre o que se sostén todo o demais.  O fortalecemento do alicerce dos dereitos sociais en Europa. Como entidades da Igrexa sensibles e comprometidas coa realidade no mundo obreiro e do traballo, neste 1º de Maio e de san Xosé obreiro convidamos as comunidades cristiás a unirnos, desde a distancia física obrigatoria, desde as nosas casas, na celebración e a oración. Convidámosvos a participar con creatividade naquelas accións que poidan facer visible a necesidade dun traballo decente acorde coa dignidade humana.”


LOS LOCALES ESTÁN CERRADOS PERO LA IGLESIA NO Como todos sabéis durante este tiempo de alarma, motivado por el dichoso coronavirus, nuestros locales de culto han estado cerrados (y así seguirán hasta que haya normas claras y sea seguro) .Pero eso no quiere decir que como Iglesia estemos parados o “cerrados”, sin posibilidad de estar en contacto unos con otros. Seguimos aquí PARA LO QUE HAGA FALTA. De otra manera, pero a vuestro servicio. Nuestra Cáritas Parroquial sigue atendiendo de forma presencial a personas que solicitan nuestra ayuda. Lo hacemos concertando citas telefónicamente para que no coincidan varias personas al mismo tiempo. Pero ahí estamos, colaborando incluso con los Servicios Sociales (que atienden telefónicamente) cuando nos remiten a alguien para ver si podemos ayudar con carácter de urgencia porque las ayudas oficiales tienen unos plazos y tardan en llegar. Seguimos en contacto con las familias de los niños y niñas de la Catequesis, porque somos una familia y, como familia, nos comunicamos aunque no sea en persona. No sabemos cuándo podremos volver a una cierta normalidad, a vernos, encontrarnos, reunirnos en celebraciones. Mientras tanto, aquí estamos. Por eso también elaboramos esta revista otra vez: decidimos que era una forma de seguir comunicándonos, de deciros que os pongáis en contacto con nosotros para cualquier cosa: consultar algo, avisarnos si sabéis de alguien que necesita ayuda, compañía, etc. Si siempre es importante trabajar juntos, tejer redes, ahora más. O nos unimos y nos ayudamos unos a otros o lo vamos a tener bastante peor. Como dijo el papa Francisco: “Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos.”

MESA DE REDACCIÓN E COORDINACIÓN Yolanda Sánchez Sánchez Juan López Sánchez Alfredo Losada Suárez José Juan Videla Rodríguez Mª Dolores Mantiñán Loureiro Manuel Rodríguez Rodríguez DIRECCIÓN “Centro Parroquial” R/ Birloque, 52 B 15. 008 A Coruña Tlf.: 981 132 700 / 606 400 909 E-MAIL sancristovodasvinas@gmail.com BLOG: sancristovodasvinas.blogspot.com TIRADA 250 Exemplares. DISTRIBUCIÓN Primeiro domingo de mes na parroquia e no barrio. IMPRIME Velfer

No estamos asegurando que podamos resolver los problemas que surjan, pero sí aseguramos que podéis contar con nosotros para acompañaros en esta situación. Podéis contactar con nosotros a través de: - Correo electrónico: sancristovodasvinas@gmail.com - Teléfono Manuel (párroco): 606 400 909 - Teléfono Loli (colaboradora): 696839425


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.