re v XANEIRO is ta p a rro 2016 q u ia l m e n s u a l d e S a n C ris d a s VIII v iñ a s nºto 86v o- Ano M a rz o 2 0 0 9 n º2 - A n o I “Aquél que esté libre de pecado que arroje la primera piedra”. Xesús de Nazaret
AÑO NUEVO 2016 El Consejo pastoral Parroquial de San Cristovo das Viñas os desea a todos un Feliz Año 2016, con más ilusiones que nunca, para hacer que nuestra Comunidad Parroquial sea, cada vez más viva. Es posible que frente al nuevo año se den muchas reacciones: Un año más: la vida seguirá igual, otro año de sufrimiento, otro año de luchar en vano, otro año de ilusiones perdidas. Pero no todos viven del pesimismo y la desesperanza. Un año más: trescientos sesenta y cinco días de posibilidades. Un año más: en el que todo puede cambiar, en el que yo puedo crecer y mejorar, en el que yo puedo hacer muchas cosas maravillosas, en el que yo puedo comenzar un camino de ideales, en el que yo puedo llegar muy lejos. Es preciso comenzar el año: Con alma de niño. Con corazón de niño. Con ilusiones de niño. Con ojos de niño… Porque donde los demás vemos mariposas, el niño veía flores. Porque donde los demás preferimos ver a las mariposas disecadas, el niño quiere verlas vivas, volando. Porque donde los pesimistas vemos imposibles, el optimista ve posibilidades. Porque donde los pesimistas vemos dificultades, el optimista ve oportunidades. Porque donde los pesimistas vemos que todo sigue igual, el optimista descubre que todo puede cambiar. Porque donde los pesimistas vemos que ya hemos llegado, el optimista reconoce que aún queda mucho por andar. Porque donde los pesimistas vemos que nada va a cambiar, el optimista lo descubre todo nuevo. Un Año Nuevo no es para quedarnos en el viejo que ya pasó. Es para soñar nuevas primaveras. Un Año Nuevo no es para desalentarnos por lo que falta de camino. Es para despertar el fuego de la esperanza que apunta a la meta. Un Año Nuevo es para soñar cosas nuevas. Es para marcarnos nuevos horizontes. Un Año Nuevo es para sentir que pudimos hacer muchas cosas que no hemos hecho. Es para sentir que aún podemos recuperar el tiempo perdido, el espacio perdido. Un Año Nuevo es para soñar lo que Dios aún puede hacer en nosotros y en los que nos rodean. Es para soñar los sueños de Dios. Es para ayudar a soñar a los que nos rodean. No dejemos que la dura realidad apague las esperanzas e ilusiones de los más pobre de nuestra parroquia. No dejemos que la dura realidad del pasado nos impida dejar que nuestra mente y corazón queden encerrados en sí mismos y que el Proyecto que Cáritas intenta llevar a cabo en la Casa Rectoral, sea una muestra de la sensibilidad y compromiso hacia los más desfavorecidos… ¡Feliz Año Nuevo a cuantos ven despertar su corazón en nuevos horizontes! ¡Feliz Año Nuevo a cuantos saben ayudar a transformar los días a los desanimados, a los sin horizontes de futuro, a los que viven al margen de Dios!