Poemas de amor

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Tiempo Largo Me estoy enamorando. Todavía me estoy enamorando. Ya lo sabes, soy muy lento, la prisa no me gusta, no es buena consejera: cuando quiero una cosa, la miro, y, si es valiosa, me acerco muy despacio, nunca escojo el camino más fácil. Llegar antes no sirve para nada, lo que quiero es llegar para quedarme, llegar, llegar sin contratiempo. Ya lo sabes, todavía me estoy enamorando: más lejos llegaré cuanto más tiempo gaste en llegar, porque el tiempo gastado ahora no será tiempo perdido. José Carlos Rosales


Espuela de la voz ¿Qué es de tu amor bajo tierra? ¿No decías que me amabas? Pues ¡ale, despierta! ¿No decías que tus ojos de centinela me velarían los sueños mientras durmiera? Pues ¡ale, en vela! ¿No decías que tu mano nunca me soltaría y el mundo ibas a enseñarme de África a la India? Pues ¡ale, arriba! No decías que tu boca nunca se cansaría de repetirme “Te quiero” cada día? Pues ¡espabila! Que la espuela de mi voz se hinque en tu tierra fría y te recuerde, amor, lo que me debes todavía.

Isabel Escudero


Poema V Vivamos, Lesbia mía, y amémonos. Que los rumores de los viejos severos no nos importen. El sol puede salir y ponerse: nosotros, cuando acabe nuestra breve luz, dormiremos una noche eterna. Dame mil besos, después cien, luego otros mil, luego otros cien, después hasta dos mil, después otra vez cien; luego, cuando lleguemos a muchos miles, perderemos la cuenta, no la sabremos nosotros ni el envidioso, y así no podrá maldecirnos al saber el total de nuestros besos. Catulo


Quiero Quiero que me oigas, sin juzgarme. Quiero que opines, sin aconsejarme. Quiero que confíes en mi, sin exigirme. Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi Quiero que me cuides, sin anularme. Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi. Quiero que me abraces, sin asfixiarme. Quiero que me animes, sin empujarme. Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi. Quiero que me protejas, sin mentiras. Quiero que te acerques, sin invadirme. Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten, que las aceptes y no pretendas cambiarlas. Quiero que sepas, que hoy, hoy podés contar conmigo. Sin condiciones Jorge Bucay


Seios e Anseios As veces que morri Boca derramada entre os teus seios, Todas essas vezes Nao me deram luto Porque, de mim, eu em ti nascia. Todos esses abismos, Meu amor, Nao me deram regresso. Depois de ti, Nao hรก caminhos. Porque eu nasci Antes de haver vida, Depois de tu chegares Mia Couto


Amor N-unha pupila azuada Vin tremer a Amor-meniño: era sobr' a frol d' o liño Unha bágua d' a Rosada, Coma un amante a unha amada, Amor etérmo -¡quimeira!Xurou â frol d' a liñeira A lágrima d' a orvallada. Mais... d' a Aurora ô crarexar, Eis qu' o Fado separar Quixo o que Diós axuntara: A frol d' o liño esfollouse... E a lagrimiña tornouse Aos ceios, donde morara... Aquilino Iglesias Alvariño


Polos teus ollos quen pasóu, amiga Polos teus ollos quen pasóu, amiga, deixóu unha ollada de amore perdida. Nos ollos teus. Deixóu de amore perdida unha ollada polos teus ollos quen pasóu, amada. Nos ollos teus. Cinza levás nos ollos, amiga, daquela ollada de amore perdida. Nos ollos teus. Borrallo nos ollos levás, amada, que non miraches a quen te ollaba. Nos ollos teus. Álvaro Cunqueiro


¿Como hei vivir mañá sen a luz túa? Case morto vivín sen coñecerte aló na chaira seca por absurdas rúas onde ninguén me soupo dar mornura. Foi soedade desconforme adentro e a semente a caír en terra dura. ¿Como hei vivir mañá sen a luz túa? Erguinme e vinte ó regresar á terra como se fora todo aquelo un soño pesado e ti xa foras sempre miña. Foi outra vez materno en aloumiño o bico teu na lingua. E foi de novo corazón adentro comprender a existencia e a dozura. ¿Como hei vivir mañá sen a luz túa? Pero hoxe mesmo o día abriu en medo entrou na fiestra un sol extraño inmenso e deixáchesme o leito en mantas frías. Está a volver agora corazón adentro a soedade o podre a agonía a me pinchar as cousas en millóns de pugas cada minuto en séculos de agullas. ¿Como hei vivir mañá sen a luz túa?

Bernardino Graña


Tenrura Pouco importa que a ave da esperanza ou a chispa amarela do desexo crucen por nós como un salouco para converterse en néboa ou sombra esvaída na lembranza. O que de verdade importa, amada e irrenunciábel compañeira, é a chama delicada da tenrura coa que alcendemos o lume no que queimamos a monótona tristeza dos días e onde arde, serea e mansamente, a árbore fidel e rumorosa da nosa propia vida. Manuel María


Fiandeira Namorada Fiandeira namorada que fías detralo lume cos ollos postos nas chamas roxiñas brancas i azules. Fiandieriña que fías nas noites do longo inverno as liñas máis delgadiñas que o fío do pensamento. Cai a neve branca fora riba dos teitos calada mentras ti fías e soñas nunha cousiña lonxana… Uxío Novoneyra


Ai, amor! Que lonxe! Que lonxe estás! Canta terra entre nós dous. Peno dende que te fuches. Ai, amor! Ai, amor! Cando busco nos teus ollos, magóame o corazón. Cantas cousas non pasaron! Ai, amor! Ai, amor! Pasaron meses e anos, e a mocidade pasou. Mido por noites o tempo. Ai, amor! Ai, amor! Por ti agardo cada día, ateigada de ilusión. Ven axiña, volta a min. Ai, amor! Ai, amor! Ai amor, que lonxanía! Que soedade, que delor! Vivir sen ti non é vida. Ai, amor! Ai, amor! Cartas van e cartas veñen e as palabras tinta son. Quero escoitar a túa voz! Ai, amor! Ai, amor! Xosé Neira Vilas


Mendiga Voz Y aún me atrevo a amar el sonido de la luz en una hora muerta, el color del tiempo en un muro abandonado. En mi mirada lo he perdido todo. Es tan lejos pedir. Tan cerca saber que no hay. Sólo la sed el silencio ningún encuentro cuídate de mí amor mío cuídate de la silenciosa en el desierto de la viajera con el vaso vacío y de la sombra de su sombrailas Alejandra Pizarnik


Nosotros amamos la vida Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella, bailamos entre dos mártires y erigimos entre ellos un alminar de violetas o una palmera. Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella. Robamos un hilo al gusano de seda para construir nuestro cielo y concluir este éxodo. Abrimos la puerta del jardín para que el jazmín salga a las calles cual hermosa mañana. Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella. Allá donde estemos, cultivamos plantas que crecen deprisa y recogemos mártires. Soplamos en la flauta el color de la lejanía, dibujamos un relincho en el polvo del camino y escribimos nuestros nombres piedra tras piedra. ¡Oh, relámpago! Ilumina para nosotros la noche, ilumínala un poco. Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella. Mahmud Darvish


Te digo adiós, Amor Te digo adiós, amor, y no estoy triste. Gracias, mi amor, por lo que ya me has dado, un solo beso lento y prolongado que se truncó en dolor cuando partiste. No supiste entender, no comprendiste que era un amor final, desesperado, ni intentaste arrancarme de tu lado cuando con duro corazón me heriste. Lloré tanto aquel día que no quiero pensar que el mismo sufrimiento espero cada vez que en tu vida reaparece ese amor que al negarlo te ilumina. Tu luz es él cuando mi luz decrece, tu solo amor cuando mi amor declina.

Rafael Alberti


Como si cada beso... Como si cada beso Fuera de despedida, Cloé mía, besémonos, amando. Tal vez ya nos toque En el hombro la mano que llama A la barca que no viene sino vacía; Y que en el mismo haz Ata lo que fuimos mutuamente Y la ajena suma universal de la vida. Fernando Pessoa


Alegría Ya oigo gritos a lo lejos Ya dice la voz del amor La alegría del cuerpo El olvido del dolor Los vientos se han recogido Y el verano se nos ofrece Cuántos frutos cuántas fuentes Y el sol que nos calienta Ya cojo jazmines y nardos Ya tengo collares de rosas Y bailo en medio del camino Las lanzas prodigiosas Ya se ofrecen las sonrisas Ya se dan las vueltas todas Oh certeza de las certezas Oh alegría de las bodas. José Saramago


Podrá nublarse el sol eternamente Podrá nublarse el sol eternamente; Podrá secarse en un instante el mar; Podrá romperse el eje de la tierra Como un débil cristal. ¡todo sucederá! Podrá la muerte Cubrirme con su fúnebre crespón; Pero jamás en mí podrá apagarse La llama de tu amor. Gustavo Adolfo Bècquer


Poema 7 Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes a tus ojos oceánicos. Allí se estira y arde en la más alta hoguera mi soledad que da vueltas los brazos como un náufrago. Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes que olean como el mar a la orilla de un faro. Solo guardas tinieblas, hembra distante y mía, de tu mirada emerge a veces la costa del espanto. Inclinado en las tardes echo mis tristes redes a ese mar que sacude tus ojos oceánicos. Los pájaros nocturnos picotean las primeras estrellas que centellean como mi alma cuando te amo. Galopa la noche en su yegua sombría desparramando espigas azules sobre el campo. Pablo Neruda


Primer Amor Dicen que el primero es el más importante. Eso es muy romántico Pero no es mi caso. Algo entre nosotros hubo y no hubo, sucedió y tuvo su efecto. No me tiemblan las manos cuando encuentro pequeños recuerdos y un fajo de cartas atadas con una cuerda -si al menos fuera una cinta. Nuestro único encuentro tras los años fue una conversación de dos sillas junto a una fría mesita. Otros amores hasta ahora respiran profundamente en mí. A éste le falta aliento para respirar. Y sin embargo justo así, como es, puedo algo que los otros no pueden todavía: no recordado, ni siquiera soñado, me acostumbra a la muerte. Wislawa Szymborska


Lo que necesito de ti No sabes cómo necesito tu voz; necesito tus miradas aquellas palabras que siempre me llenaban, necesito tu paz interior; necesito la luz de tus labios ! Ya no puedo... seguir así ! ...Ya... No puedo mi mente no quiere pensar no puede pensar nada más que en ti. Necesito la flor de tus manos aquella paciencia de todos tus actos con aquella justicia que me inspiras para lo que siempre fue mi espina mi fuente de vida se ha secado con la fuerza del olvido... me estoy quemando; aquello que necesito ya lo he encontrado pero aún !Te sigo extrañando! Mario Benedetti


Los Amantes ¿Quién los ve andar por la ciudad si todos están ciegos ? Ellos se toman de la mano: algo habla entre sus dedos, lenguas dulces lamen la húmeda palma, corren por las falanges, y arriba está la noche llena de ojos. Son los amantes, su isla flota a la deriva hacia muertes de césped, hacia puertos que se abren entre sábanas. Todo se desordena a través de ellos, todo encuentra su cifra escamoteada; pero ellos ni siquiera saben que mientras ruedan en su amarga arena hay una pausa en la obra de la nada, el tigre es un jardín que juega. Amanece en los carros de basura, empiezan a salir los ciegos, el ministerio abre sus puertas. Los amantes rendidos se miran y se tocan una vez más antes de oler el día. Ya están vestidos, ya se van por la calle. Y es sólo entonces cuando están muertos, cuando están vestidos, que la ciudad los recupera hipócrita y les impone los deberes cotidianos.

Julio Cortázar


“As túas mans fixéronme xardín, xardín que se cubriu de buganvilias, de xorros mornos, de cantos e olores tal como aconteceu no paraíso” Helena Villar Janeiro


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