Amor a palos

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Lom palabra de la lengua yámana que significa Sol

Fernández Smits, María Paz Amor a palos: La violencia en la pareja en Santiago (1900-1920) [texto impreso]/ María Paz Fernández Smits. – 1ª ed. – Santiago: LOM Ediciones; 2011. 152 p.: 16x21 cm. (Colección Historia) isbn: 978-956-00-0256-3 1. Violencia conyugal – Chile I. Título. II. Serie Dewey : 362.82920983.– cdd 21 Cu er : F363a fuente: Agencia Catalográfica Chilena

© LOM Ediciones Primera edición, 2011 isbn: 978-956-00-0256-3 rpi: 205.581 A cargo de esta Colección: Julio Pinto edición y composición LOM Ediciones. Concha y Toro 23, Santiago teléfono: (56-2) 688 52 73 | fax: (56-2) 696 63 88 lom@lom.cl | www.lom.cl Tipografía: Karmina impreso en los talleres de lom Miguel de Atero 2888, Quinta Normal Impreso en Santiago de Chile


MARÍA PAZ FERNÁNDEZ SMITS

Amor a palos La violencia en la pareja en Santiago (1900-1920)


2. Las representaciones de la violencia

La violencia en la pareja, al ser un hecho que ocurría en la sociedad santiaguina, tuvo también su representación a través de diferentes medios. Los periódicos dieron cuenta de estos hechos e informaron al público, entregando datos de estos crímenes. En este capítulo se abordará la violencia en la pareja a través de las distintas publicaciones que tocaron este tema. Los periódicos, revistas, novelas y poesías nos permiten comprender las diferentes posturas que se dieron en torno a las agresiones, y también sobre las relaciones de género y al rol que cada uno debía cumplir en la relación. En lo que respecta a la prensa, debemos diferenciar entre dos grupos principales. El Chileno, uno de los diarios con mayor circulación durante la época, mostraba la visión de la clase media y alta, quienes redactaban las noticias y eran los encargados de su contenido. Así, nos permite apreciar cómo estas clases percibían los hechos de violencia que se dieron principalmente en el bajo pueblo. A continuación, vemos que existía un tipo de prensa diferente a la representada por las publicaciones orientadas hacia los obreros, que presentan otra visión que se diferencia fuertemente de la de El Chileno. Sin embargo, dentro de estas publicaciones debemos distinguir dos tendencias distintas: por un lado la prensa anarquista y socialista, con su propia visión de las relaciones de pareja y el problema de la violencia, y por otro, la prensa feminista. Pese a que ambos tenían un claro afán reformador del bajo pueblo, sus opiniones sobre las causas y soluciones a los malos tratos en la pareja diferían fuertemente. La prensa feminista, por su parte –la vemos representada por el diario La Alborada– estaba dedicada a las costureras y bordadoras y se definía como una “publicación feminista”. Su definición de “feminismo” incluía “todas las iniciativas de mujeres obreras que se organizaban para vencer su explotación económica”.101 Su orientación era más bien a solucionar los problemas laborales que aquejaban a las obreras de comienzos de siglo, y no a cambiar el esquema de las relaciones sociales –y en este caso, familiares– que primaban en los hogares obreros chilenos. 101

Lavrín, Asunción. Mujeres, feminismo y cambio social en Argentina, Chile y Uruguay, 1890-1940. Santiago, Ediciones de DIBAM, 2006, p. 40.

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De esta forma, la prensa obrera, más que representar la postura del bajo pueblo ante la violencia, mostraba una visión crítica y regeneradora. La lira popular, en cambio, se muestra como el tipo de escrito que entrega una visión con menor contenido ideológico. Esta poesía orientada al bajo pueblo era una manera didáctica de dar a conocer las noticias. Su contenido se enfocaba principalmente hacia las informaciones sangrientas y morbosas, que atraían el interés de las personas. Así, la lira popular se plantea de una manera distinta a la prensa obrera a la hora de tratar el tema de las agresiones en el hogar. En esta misma línea, vemos que las novelas publicadas a comienzos del siglo también nos ayudan a comprender la visión que se tenía de los casos de violencia. Al ahondar más en los personajes y sus historias, las novelas permiten acercarnos a comprender las motivaciones detrás de las agresiones, ya sea en la clase alta o en el bajo pueblo. Todas estas distintas publicaciones ponen en evidencia las variadas percepciones que se tenían de las relaciones de pareja y de género a comienzos del siglo XX, comprendiendo que no había una postura unívoca ante este flagelo que afectaba a toda la sociedad. Al mismo tiempo, veremos que –tomando las fuentes como representantes de las distintas clases sociales– había importantes discrepancias y coincidencias de fondo en cuanto al papel que las mujeres y los hombres debían cumplir dentro de la relación amorosa.

2.1. Las tensiones entre la violencia en la pareja y el ideal masculino: la visión del bajo pueblo Antes de adentrarnos en las opiniones emanadas desde el bajo pueblo debemos consignar que encontramos dos posturas diferentes en las publicaciones. Si bien estas fuentes representan a la clase baja, se dividirán en dos: por un lado las que tenían un afán reformador (particularmente la prensa obrera), y las que pretendían entretener e informar (la lira popular). Pese a que ambos se explayan en las motivaciones que tuvieron los agresores para cometer sus crímenes, sus visiones sobre el tema son muy distintas. Aún cuando las parejas de los sectores pobres de Santiago no se regían por el mismo código de conducta que las clases medias y altas, cada sexo debía tener un papel definido dentro de la relación amorosa. En caso de que estos esquemas se rompieran, muchos varones reaccionaban de manera violenta, intentando imponer su voluntad a través de los golpes. A partir de las noticias publicadas y de las “motivaciones” que encontraban para agredir podemos formarnos una imagen de los roles de cada persona dentro de la relación y de las consecuencias que caían sobre la víctima cuando estos patrones no se respetaban. 54


Por otro lado, las publicaciones pertenecientes al bajo pueblo también contienen valiosa información sobre la postura de la clase baja sobre los malos tratos. Si bien la prensa obrera y la lira popular eran ambas manifestaciones escritas del bajo pueblo, su opinión sobre los roles de género y las agresiones dentro de la pareja es muy distinta.

2.1.1. La posición de la prensa obrera La prensa obrera de esos años es un buen referente para comprender lo que opinaban los trabajadores organizados e ilustrados de las clases bajas. La intención de estos periódicos –además de difundir una postura política o ideológica– era dar a conocer los males que aquejaban al proletariado y al mismo tiempo intentar corregir su conducta, sacándolo de los vicios y las malas prácticas. Con este fin, algunos periódicos orientados a la causa obrera hacían breves alusiones al tema de la violencia en la pareja, y los menos, se centraban de manera algo más profunda en este problema. Debido a la gran cantidad de publicaciones obreras de la época, nuestro estudio tomará solo algunos diarios como ejemplos de socialismo y anarquismo, y a los dos más importantes impresos “feministas” de la época. El periódico La Alborada, publicación obrera femenina quincenal y luego semanal aparecida en Santiago y Valparaíso, dedicó parte de su edición del 18 de noviembre a los malos tratos en la pareja en un artículo titulado “¡Cómo tratamos a la mujer!”, firmado por Ricardo Guerrero. En el escrito el autor indica que la violencia hacia la mujer es inaceptable en sus compatriotas y asegura que siente un “soplo de vergüenza” cruzar por su rostro cada vez que se entera por la prensa de estos episodios de violencia en el hogar. Se pregunta qué pensarán los antepasados que luchaban contra sus enemigos en la guerra de sus contemporáneos que le pegaban a las mujeres, afirmando que ésta es una de las acciones más bajas que un hombre puede llevar a cabo. A continuación, compara al hombre golpeador con los animales, asegurando que estos últimos no agreden a las hembras, lo que hace aún más terrible el comportamiento en los seres humanos, dotados de razonamiento. Además de inhumano, el maltrato a la mujer sería también una muestra de cobardía de parte del hombre, quien no debería tratar así a la madre de sus hijos. Este artículo nos permite ver que la violencia no se daba solo en los sectores más pobres de la sociedad, sino que afectaba a todos los grupos por igual. Sus palabras son elocuentes: No es ya el roto, el peón, la “chusma”, como dicen algunos, los que por su ninguna educación, han descendido tanto; son los artesanos, la clase media y aún los que se dicen caballeros, los que tal hacen.102 102

La Alborada, Santiago, 18/11/1906.

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De esta forma, encontramos un argumento en la época que sustenta la idea de que los malos tratos no se daban solo en los sectores con menor nivel educacional. El origen social, entonces, no podía ser tomado como el culpable de estos hechos, sino que debían existir otras razones de fondo que llevaban tanto a los artesanos, a la clase media y a los “caballeros” a actuar de esa manera. Ya que la falta de educación ha probado no ser la generadora de los golpes, la culpa de este mal sería principalmente el alcohol, el que ha hecho “retroceder” a los hombres hasta este punto. Por otro lado, el autor culpa también a la mujer, afirmando que sus acciones generaban la reacción violenta del marido, indicando implícitamente que había ciertas instancias en donde la mujer “provocaba” a su pareja, siendo ella la culpable de los golpes que recibía. El hombre, entonces, no sería el único generador de los malos tratos, sino que ella también tendría responsabilidad. De la misma forma, la solución estaría en la enmienda de dicha conducta, ya que de ser así el hombre no tendría motivo para golpearla. Otro artículo publicado en mayo de 1906 abordó el tema de la violencia en la pareja, condenando el despotismo e irracionalidad exhibidos por muchos hombres. Es importante notar que, en este caso, se constataba la posición de inferioridad en que se encontraba la mujer, ya que no tenía la posibilidad de demostrarle a su novio o esposo su disgusto con el cortejo: “Para los galanes que ahora se estilan, la dama de sus preferencias está obligada a soportarlos o a morir”.103 Es interesante notar que esta publicación feminista esperaba que la mujer mostrara un comportamiento sumiso ante su marido. Se le indica que no debe ser ella la persona con más poder en el hogar, al decir que no son las mujeres quienes deben calzar los “pantalones”, haciendo una clara alusión a que la autoridad está en el hombre. De esta manera, encontramos que La Alborada no abogaba por la emancipación total de la mujer, alcanzando un estatus igualitario, sino que pretendía invitarlas a tomar su rol de madres y trabajadoras desde la posición del “sexo débil”. Como se menciona en este periódico, si la mujer se oponía a la voluntad de su pareja, se exponía a ser agredida e incluso a morir. La Palanca, publicación de la asociación de costureras, proponía que se limitara y normara de manera efectiva el consumo de alcohol para contribuir “al mantenimiento de la paz de la familia, y reprimir las miles de tragedias que el alcohol inspira y realiza”. En sus páginas grafica el drama de una familia que sufre por el alcoholismo del hombre de la casa:

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La Alborada, Valparaíso, segunda quincena de mayo de 1906.


Otro día es un padre quien alcoholizado desde el estómago a la cabeza y desde los pies al corazón, en un ataque rabioso de nerviosidad alcohólica, arremete furioso, arma en mano, contra su mujer y las inocentes criaturitas que lo rodean, haciendo correr la sangre de aquellos indefensos mártires de la miseria, solo porque la esposa le pedía cuenta del jornal de la semana, que inútilmente esperaba, mientras ellos, aquel producto desgraciado de un diabólico matrimonio, lloraban su hambre y desnudez.104

De acuerdo con este periódico, la solución para este caso (además de la necesidad imperiosa de que las autoridades controlen efectivamente el expendio y consumo de licores) sería la educación de la mujer. Ésta le daría las herramientas necesarias para emanciparse y no seguir siendo la “esclava” de su patrón y del marido. En relación a la prensa feminista, es importante señalar que el tema de la violencia conyugal es mencionado siempre en relación al alcoholismo. La preocupación de La Palanca se encontraba en el abuso de licor por parte de los obreros, y se consideraba que los malos tratos en el hogar eran una consecuencia de esta práctica. Sin embargo, la violencia intrafamiliar no era un tema que valiera una mención en sí mismo, sino en función del problema social considerado como el más grave (la ebriedad). La Alborada, por su parte, se preocupaba más por los temas sindicales y por su cruzada de educación femenina. A través de nuestro análisis de esta publicación comprobamos que el tema de la violencia conyugal aparece nombrado en muy pocas oportunidades, lo que nos permite comprender que para la causa feminista de la época, las agresiones en la pareja distaban de ser un tema prioritario. La prensa anarquista, por su parte, muestra una postura muy distinta a la observada en La Alborada y enfoca sus escritos sobre la mujer en la importancia de lo que denomina como “amor libre”. Éste se entendía como la libertad de la mujer para unirse amorosamente con quien quisiera, basando su elección en el amor y no en las convenciones sociales que la obligaban a formalizar la alianza. El matrimonio era visto como un yugo que coartaba las libertades de la mujer, forzándola a vivir bajo el imperio del marido obedeciéndole en todo. Además, se consideraba que la mujer debía ser educada bajo los mismos preceptos que el hombre, ya que sus capacidades intelectuales eran idénticas. Muchas mujeres de la época se habrían encontrado viviendo en un mundo frívolo que no les permitía desarrollarse como individuos autónomos. Una vez que se librara de su opresión vendría “el fin del reinado de la violencia y del aplastamiento de los débiles por los fuertes”.105 104

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La Palanca, agosto de 1908. La preocupación de esta publicación por el alcoholismo se ve reflejada en la frecuente aparición de artículos que tratan el tema (prácticamente en todos los números), exponiendo las consecuencias del abuso de la bebida en el organismo y en la vida cotidiana de los obreros. La Ajitación, Santiago, 03/02/1903. Para un análisis de la postura del anarquismo sobre la situación de la mujer véase Grez Toso, Sergio. Los anarquistas y el movimiento obrero. La alborada de “la idea” en Chile, 1893-1915. Santiago, LOM Ediciones, 2007, pp. 147-151.

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Índice

Introducción Violencia intrafamiliar: enfoques, conceptos y desafíos La familia a comienzos del siglo XX Perspectivas generales La familia chilena a comienzos del siglo XX 1. Caracterizando la violencia en la pareja 1.1. El bajo pueblo 1.1.1. Los roles de género y la violencia: justificando las agresiones 1.1.2. El alcoholismo y las agresiones: la contraposición al rol ideal de esposo y padre 1.1.3. El alcohol en la mujer y la justificación para agredir 1.1.4. El hacinamiento y las malas condiciones de vida 1.1.5. La violencia de la mujer al hombre

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1.2. La clase media

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1.3. Los malos tratos en la clase alta

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1.4. Conclusiones: la violencia en la pareja como un problema transversal

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2. Las representaciones de la violencia 2.1. Las tensiones entre la violencia en la pareja y el ideal masculino: la visión del bajo pueblo 2.1.1. La posición de la prensa obrera

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2.1.2. Los roles en la pareja y la violencia en la lira popular 2.1.3. Los malos tratos en el bajo pueblo a través de la literatura 2.2. Las tensiones entre la violencia en la pareja y el ideal masculino: las visiones de las clases media y alta 2.2.1. El Chileno como diario de las clases media y alta para el bajo pueblo 2.2.2. La clase alta mirándose a sí misma

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2.3. La imagen de la mujer golpeadora: en contra del ideal femenino 2.3.1. El Chileno y las representaciones de un fenómeno poco común 2.3.2. La prensa obrera y la lira popular

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2.4. Conclusiones: distintos puntos de vista

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3. La “lucha” contra la violencia conyugal 3.1. La justicia criminal 3.1.1. Las leyes que penalizaban la violencia conyugal 3.1.2. La aplicación práctica de estas disposiciones y la dificultad de penar la violencia conyugal

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3.2. Juicios civiles: el divorcio como recurso ante la violencia

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3.3. El apoyo de la comunidad y la familia 3.3.1. La comunidad 3.3.2. La familia

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3.4. Conclusiones: el difuso límite de lo tolerable

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Conclusiones

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Bibliografía

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Fuentes Publicaciones periódicas Colecciones documentales Fuentes inéditas Fuentes impresas Novelas

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Bibliografía secundaria Artículos Libros Tesis Diccionarios biográficos

146 146 147 148 148



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