abril Permanente
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Índice
Logline................................................. 3 sinopsis ............................................... 4-5 Tratamiento........................................ 6-14 Motivación.......................................... 15-18 Propuesta Estética............................ 19-23 Presupuesto de desarrollo............. 24-27
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Logline ADELA (65) recientemente jubilada y en crisis con su marido RUBÉN (66), se reencuentra con CECILIA (65), amiga del secundario que vino de España. Empieza a sentir deseo por ella y el deseo es mutuo. Se van a Copahue y a pesar de la vergüenza que siente ADELA, allí consuman su deseo. Al regresar, ADELA niega lo ocurrido y toma distancia, pero se arrepiente, busca a CECILIA antes de que se vaya y se disculpa. Finalmente ADELA se reconcilia con RUBÉN, transformada gracias al encuentro con CECILIA.
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Sinopsis
sinopsis / Abril permanente
ADELA (65) es una mujer recientemente jubilada que vive en Neuquén. Sufre el síndrome del nido vacío y atraviesa una crisis con su marido RUBÉN (66), por sentir que sus ideas para la vida en esta nueva etapa son incompatibles. El encuentro azaroso con CECILIA (65), quien fuera amiga de la juventud, hoy una exitosa escritora feminista y lesbiana que vive en España, lleva a ADELA a empezar a compartir tiempo con ella y a llenar el hueco que su jubilación y la incompatibilidad con RUBÉN dejaron. Sin embargo hay algo más: ADELA empieza a sentirse atraída por CECILIA, y es mutuo. Ante la negativa de RUBÉN para realizar un viaje a Copahue, ADELA le propone a CECILIA que la acompañe. Una vez allí, CECILIA empieza a propiciar acercamientos hacia ADELA, quien sin embargo mantiene distancia, pues le genera culpa y contradicción, por estar casada, además de vergüenza, por tratarse de una mujer. Pero el deseo se consuma, y ADELA empieza a sentirse bien junto a CECILIA, de quien admira fundamentalmente su libertad. Sin embargo al regresar a Neuquén, ADELA siente culpa y se despide de CECILIA, un día antes de su partida a España, negando lo ocurrido. Vuelve con RUBÉN, y con él empieza una terapia para salvar su relación. ADELA reconoce cómo el encuentro con CECILIA la empoderó, e intenta buscarla para disculparse, pero llega tarde, Cecilia partió. ADELA va al aeropuerto como última esperanza y la encuentra a punto de embarcar; logra vencer su vergüenza y se despide de CECILIA con un beso, delante de todos los pasajeros. Finalmente CECILIA se va y ADELA, inspirada por unos carteles del aeropuerto, se toma unas vacaciones en Valparaíso junto a RUBÉN, estrenando su empoderamiento nuevo. 5
tratamiento
tratamiento/ Abril permanente
Dentro de un aula de colegio provincial, Adela (65) frente a una ventana enrejada. Sus alumnos escriben sobre papeles, sentados en sus pupitres. Adela mira la hora y les dice que vayan entregando. Antes de que se vayan los retiene, eleva la voz, los alumnos la miran. Adela les desea felices vacaciones, les dice que fue un hermoso año el que compartieron, que sigan para Adelante y que persigan sus sueños. Los alumnos se miran entre sí, desconcertados, y se van. Adela camina por el pasillo y entra en la preceptoría. Allí, sus compañeros docentes, auxiliares, directivos, la saludan y felicitan por jubilarse. Adela sale del colegio y se cruza una parejita que se besa, Adela se divierte al ver la pollera levantada de la chica, que deja entrever las nalgas, y la mano del chico que la toma de la cintura. Adela desde su auto es saludada por alumnos: una pareja de chicas que camina de la mano y más adelante un grupo de amigos con bicicletas.
Adela y Rubén entran al restaurant, donde una mesa preparada con un grupo de gente se pone de pie al verlos. Están Miguel (55), el hermano de Adela, su mujer Roxana (48) y Lola (6), hija de ambos; también Juan (60) y Adriana (60), matrimonio amigo. Reciben a Adela con abrazos, besos y felicitaciones. Al sentarse, Adela nota que Juan le mira las piernas, pero lo ignora. Durante la cena, Miguel le responde mal a Roxana. Carolina (45) se acerca a la mesa junto con un hombre que la acompaña (50) y saluda a Rubén. Carolina introduce al hombre, Rubén lo saluda. Adela mira a Carolina, que se despide de Rubén con un beso afectuoso. Alejados de la mesa, Roxana y Miguel discuten. Adela juega con Lola y la distrae para que no vea a sus padres pelear. Juan le habla a Adela, que le contesta esquiva, pero Adela de repente le pregunta a Juan cuánto cree que puede valer su casa, Juan dice que habría que tasarla, pero que es una propiedad valiosa.
Adela se maquilla frente al espejo. Se mira de cuerpo entero, gira y se mira de espaldas. Se sube un poco más la pollera, a la altura de una minifalda. Se acerca al espejo y se coloca unos aritos en las orejas. En off Rubén (65) habla por teléfono, entra a la habitación y le da el teléfono a Adela, casi sin mirarla. La hija de Adela la felicita por teléfono por su jubilación. Cuando van camino al restaurant, Adela le dice a Rubén que Julián no la llamó.
De noche con Rubén, antes de dormir. Adela habla de la situación de Miguel y Roxana. Rubén enciende el televisor. Adela le pregunta a Rubén quién es Carolina. Rubén le responde que una compañera de la cátedra donde trabaja. Adela, irónicamente, le agradece por presentarla. Rubén le dice que no se dio cuenta. Adela en su primera mañana como jubilada, descubre un rayo de sol por la ventana que no conocía. Viene Alicia, la mujer que limpia, y entre las dos limpian la casa. Adela abre las 7
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habitaciones de sus hijos para que se ventilen, y empieza a sacar ropa que mete en bolsas de consorcio. Alicia le dice que faltan algunos productos de limpieza, y Adela va al supermercado a buscarlos. Allí, ve de lejos y de espaldas una mujer cuya voz y figura le resultan familiares. Al salir del supermercado se la vuelve a cruzar y la sigue con su auto, pero la pierde de vista. De nuevo en su casa, Adela ordena los enseres que compró y antes de que Alicia se vaya, le ofrece las bolsas con ropa que sacó. Una vez sola, Adela entra a la habitación de los chicos, cierra las ventanas y desde allí llama a Julián. Julián la atiende y la felicita por jubilarse, le dice entre otras cosas que va a ir a conocer a la familia de su novia en Entre Ríos. Adela le dice que acá también la quieren conocer, a ver cuándo se acuerda de venir a visitar a su familia. Adela se pone a revisar los estantes de una biblioteca en busca de un libro, luego entra al garaje y empieza a buscar adentro de cajas. Revuelve hasta encontrar un libro escrito por Cecilia Martínez. En la solapa hay una foto de la autora, una muchacha joven. A la noche regresa Rubén, Adela hace la comida. Conversan acerca de sus respectivos días, Rubén le cuenta que se enteró que Julián se va, y Adela le dice que por qué no se van ellos a algún lado también, a Bariloche o a Copahue por ejemplo, Rubén dice que falta poco para las vacaciones, que esperen. Adela lo trata de viejo aburrido. En la cama, Adela lee el libro de Cecilia, y Rubén le pregunta qué lee. Adela responde que un libro que escribió una compañera suya del secundario. Al día siguiente Adela cuida a Lola, mientras sus papás no están. Lola quiere saber a dónde se fueron, y Adela le dice que al médico. Adela le propone ir al río. Antes de ir al río,
Adela pasa frente a una casa abandonada, próxima a demolerse. Lola quiere saber de quién es esa casa que parece embrujada, y Adela le dice que de una amiga suya del secundario. En la costanera se encuentran con Miguel. Miguel le cuenta a Adela cómo les fue en el psicólogo, mientras Lola juega adelante, ajena a la conversación. De vuelta en su casa, sola, Adela busca en internet “Cecilia Martínez”. Sale una foto de una mujer adulta, de pelo corto gris y brillantes ojos celestes. Entre los resultados sale algo de la Universidad de Málaga, también títulos y portadas de libros. Adela agrega la palabra “Argentina” a la búsqueda y sale una noticia que anuncia que la escritora estará en Argentina. Finalmente agrega la palabra “Neuquén” y sale un facebook de una organización estudiantil que organiza una charla con Cecilia Martínez en la facultad del Comahue. Adela va a al campus universitario, entra al aula magna y se sienta en la última fila. Al frente está Cecilia, junto con un profesor que modera la charla. Cecilia habla de literatura. El profesor da comienzo a las preguntas y para romper el hielo pregunta él acerca de la importancia de la región (patagonia) a la hora de escribir. Cecilia responde que hace mucho no vive aquí pero que es donde forjó sus relaciones primarias, su primer amor por ejemplo, a las que vuelve todo el tiempo, constantemente, en su escritura. Una estudiante joven le hace otra pregunta. Al terminar la charla la concurrencia forma fila para hacer firmar libros y sacarse fotos con Cecilia. Adela se forma también, y cuando llega su turno, Cecilia se sorprende de la edición tan antigua del libro que llevó Adela. Cecilia le pregunta su nombre, y cuando Adela 8
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responde, Cecilia se da cuenta quién es. Cecilia se sorprende y alegra, se pone de pie y la abraza fuerte. Adela espera al costado de la puerta a que Cecilia termine, y ve cómo la estudiante que hizo la pregunta se acerca a conversar y le da unos papeles a Cecilia. La estudiante se despide de ella con un beso. Cecilia se acerca a Adela y Adela percibe la mirada de la estudiante puesta en ella. Van a cenar, y Adela llama desde afuera del restaurant a Rubén para avisarle que no va a ir a cenar con él. Cecilia, adentro, escribe algo en un libro. Adela y Cecilia toman vino y conversan. Adela se entera que el motivo de la visita se debe a unos trámites familiares y que está de paso. Sus manos se encuentran accidentalmente en la copa de vino cuando Cecilia atina a servirle de nuevo. Adela retira su mano, pudorosa. Cecilia le regala su último,libro. Adela abre la primera página y lee la dedicatoria, de puño y letra, firmada por Cecilia.
ventana, y se para en ese cono de luz. Con su celular llama a Cecilia, pero le da apagado. Adela se prueba una bikini frente al espejo, y vestida de verano, carga el equipo de mate en una canasta y sale en su auto. Estaciona frente a la casa abandonada, y está por bajar cuando ve que la puerta se abre y de adentro sale la estudiante que estaba en la charla. Cecilia sale detrás, la saluda con un beso y vuelve a entrar. En la costanera, Adela camina sola con su canasta en mano. Pasa Juan corriendo a su lado y se detiene al verla, deja de correr y empieza a caminar con ella. Juan le pregunta si estaba esperando a alguien, Adela duda, pero finalmente dice que no, entonces la invita a tomar algo. Juan elonga y le pregunta por qué quiere vender la casa, Adela está de pie frente a él, y antes de que pueda contestar, recibe un llamado de Cecilia a su celular. Adela se excusa ante Juan y se aleja para hablar. Cecilia le dice que encontró una llamada perdida, Adela le dice que la había llamado para invitarla al río. Cecilia dice que le encantaría ir, si es que todavía está a tiempo. Adela le dice que sí, vuelve y se despide de Juan, que queda desconcertado. Adela recostada al sol, mira a Cecilia que se baña en el río. Cecilia sale tiritando y se echa al sol, al lado de Adela. Cecilia, acostada boca abajo, lleva sus manos hacia el bretel del corpiño de la malla y se lo desabrocha. Adela contempla la forma redonda de los pechos de Cecilia, aplastados contra el suelo. Adela descubre que Cecilia la está mirando, y corre la vista, avergonzada. Cecilia le pide que le ponga bronceador en los hombros. Adela se incorpora y le pone, cuando escucha las voces de un grupo de muchachos jóvenes que pasan y las miran. Adela se apresura por
Adela lleva a Cecilia en auto y al pasar frente al Teatro Español, Cecilia recuerda el teatro y las películas que iban a ver juntas cuando se rateaban de la escuela, en la última fila. También recuerda que lo último que hacían era mirar la película, y ríen. De vuelta en su casa, Adela encuentra una caja de pizza, una botella de vino vacía, y enseres sucios. Rubén dormido, se despierta cuando escucha a Adela. Le pregunta dónde estaba, y Adela responde que se encontró con una amiga del secundario. Rubén le pregunta si la misma del libro. Adela le dice que sí. Al día siguiente, Adela se despierta sola. Limpia la caja de pizza y los restos de la noche anterior y se sienta a leer el libro que le regaló Cecilia. Adela relee la dedicatoria. Más tarde vuelve a ver elsol entrar por la 9
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terminar y vuelve a echarse al lado de Cecilia. Adela ve cómo los chicos se dan vuelta una vez que pasaron y vuelven a mirarlas. Adela y Cecilia llegan en auto a la puerta de la casa de Cecilia. Cecilia la invita a pasar. Adela recorre el lugar, y Cecilia entra a ducharse. Adela se mete en una habitación vacía, luego se asoma a otra con puerta entreabierta y ve la cama donde duerme Cecilia, con sábanas revueltas y los papeles que la estudiante le había dejado en la mesa de luz. Adela ve la puerta del baño entreabierta y mira hacia adentro, entre el vapor ve la figura de Cecilia desnuda, en la ducha. En el living de la casa, Adela se encuentra una foto de cuando egresaron en la que están juntas, ella y Cecilia. Cecilia sale y la ve mirando la foto, le dice que vayan a cenar. Un poco borracha, Adela regresa a su casa en remis. Se encuentra a Rubén despierto, que lee el libro nuevo de Cecilia. Rubén le hace un comentario acerca de la imaginación que tiene su amiga. Rubén se da cuenta que bebió y la reprende por haber dejado el auto. Adela se ríe y le insinúa que quiere tener sexo, pero Rubén la rechaza. De todas formas Adela se duerme inmediatamente. Al día siguiente desayunan juntos. Rubén corrige exámenes. Adela mira alojamientos en Copahue. Rubén le dice que él no va a ir a Copahue con ella. Adela le dice que no pensaba ir con él. Adela se levanta y le dice que ayer se lo cruzó a Juan, que le dijo que con lo que cree que vale esta propiedad podrían comprar dos departamentos. Rubén le dice que no va a vender la casa. Adela lo felicita por tener las cosas tan en claro, y se va. En el teatro, una actriz y un actor interpretan la escena final de “Casa de muñecas” de Henrik Ibsen, donde la mujer deja al marido, dando un portazo al salir. Cae el telón y Cecilia aplaude
entusiasmada. Adela está seria, y Cecilia lo percibe. Al salir de la sala, en el hall, Cecilia toma a Adela por el brazo, y se cruzan a dos ex – compañeras de trabajo de Adela. Adela presenta a Cecilia, y las mujeres le dicen que la conocen, que han leído sus libros. Adela y Cecilia se despiden y se dirigen a la puerta. Antes de salir, Adela voltea y ve cómo sus ex compañeras la miran, cuchichean y ríen, y que al saberse vistas se hacen las distraídas. Adela y Cecilia pasean en auto. Adela le presenta edificios nuevos a Cecilia, de arquitectura contemporánea, iluminados en la noche. Cecilia se sorprende de lo cambiada que está Neuquén. Adela estaciona el auto en un mirador. Cecilia le pregunta si ese mirador sigue siendo “villa cariño”, y reflexiona acerca de lo fácil que hubiera sido todo si hubieran tenido auto en aquellos tiempos. Bajan del auto, y Cecilia va hasta el borde del mirador para sentir el viento de frente. Sentadas en el capot del auto, Adela le pregunta si tiene planes para el fin de semana, porque si no, le gustaría invitarla a Copahue. Cecilia desconoce la existencia del complejo termal, porque se fundó cuando ella ya no estaba, Adela le habla un poco de él, y ella se muestra muy entusiasmada de ir. De vuelta en su casa, Adela se lava los dientes, Rubén le habla y le dice que se cruzó con su hermano Miguel y que le contó de la terapia de parejas. Adela asiente. Rubén le dice también que quizás el fin de semana podrían invitar a Cecilia, así la conoce. Adela escupe el dentífrico y le dice que no va a poder ser porque se van a Copahue. Rubén se decepciona. Y que después ya se vuelve a España, dice Adela. En la habitación, Adela arma la valija. Rubén acostado en la cama mira televisión y alterna la 10
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mirada hacia Adela. Adela se acuesta y Rubén apaga el televisor, la abraza y le dice que quizás ellos también pueden hacer una terapia. Adela se sorprende, acepta. Rubén le pide que le avise cuando llegue a Copahue, Adela le dice que lo llama desde allá porque no va a tener señal. Tienen sexo. Afuera de la casa de Cecilia, Adela llega en auto y toca bocina. Cecilia sube y carga una valija en el baúl. En la ruta se suceden diferentes paisajes, primero un paisaje árido, de mesetas, luego uno más árido de desierto y planicie y finalmente uno cordillerano, con montañas altas nevadas. Adela y Cecilia toman mate, escuchan música. Cecilia le cuenta el mito de Copahue, un cacique mapuche que se enamoró de una hechicera. Al atardecer, el auto atraviesa el arco de entrada al complejo termal Copahue. Adela y Cecilia bajan del auto. Cecilia se estira y mira el volcán delante de ella. Adela se para a su lado y contemplan juntas el volcán. Adela le dice que está activo. Lo miran fascinadas. Cecilia pregunta si se puede ir hasta allí. Adela dice que generalmente sí, salvo que den alerta. Se registran en la recepción, piden una habitación doble. Una vez en la cabaña, Adela se acuesta en la cama, Cecilia abre la cortina y ve el volcán fascinada, que emite fumarolas desde su cráter. Cecilia se sienta al lado de Adela. Se miran, prolongadamente. Adela se incomoda y se levanta. Adela desde el mostrador del restaurant, intenta llamar a Rubén, pero nadie atiende. Adela va hasta la mesa donde está Cecilia, allí brindan y comen. Adela y Cecilia conversan, y Cecilia agarra la copa de Adela para servirle más. Sus manos quedan posadas, una sobre la otra, y Adela, ha-
blando, no lo advierte, pero cuando lo advierte mira a Cecilia, Cecilia sonríe. Adela retira su mano lentamente. Cecilia le sirve vino. Adela sonríe. De vuelta en la cabaña, Adela se acuesta en su cama. Cecilia está en el cuarto de baño. La puerta entreabierta exhibe luz. Adela se quita el pantalón y el corpiño a través de la remera y se mete en la cama. Cecilia sale, se quita la toalla y se mete en la cama desnuda. Adela corre la vista por pudor. Cecilia le desea buenas noches. Adela no se duerme, mira a Cecilia dormir. Al día siguiente Adela vuelve a llamar a Rubén desde la recepción, sin éxito. Deja un mensaje de voz. Al salir y tomar por una de las calles del complejo, Adela escucha una señora escandalizada que se queja ante su marido, de algo que considera vergonzoso, que va a ir a dar aviso a las autoridades. Adela no comprende, y va al encuentro con Cecilia, que está en la laguna. La vislumbra a lo lejos, sumergida en el agua turbia hasta los hombros. Adela se acerca, se quita la bata y al colgarla del respaldo de la reposera ve la parte de arriba de la malla de Cecilia colgada. Adela mira a Cecilia y ve sus hombros desnudos. Cecilia se pone de pie, tiene el torso desnudo. Adela se acuesta en una reposera, y Cecilia se acuesta a su lado. Se cubre las tetas con una toalla y se seca. Adela la mira de reojo. Cecilia le sonríe y le pregunta si pudo comunicarse. Adela le dice que no puede estar desnuda. Cecilia dice que no está desnuda. Adela le dice que igual, que no está en España. Cecilia dice que no pasa nada, que no hay nadie. Un gendarme se acerca a ellas y le dice que se ponga la malla. Cecilia se enoja y le responde hablando con acento español. Cecilia se pone la malla y el hombre se va. Cecilia se enoja con Adela por no ponerse de su lado, y dice algo ofensivo sobre la 11
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mentalidad argentina retrógrada. Cecilia se va sola para el lado del volcán. Adela se va enojada y sola a la cabaña. Allí, Adela escucha un ruido, como un tronido y un leve temblor hace que algo se caiga de una estantería. Adela recoge el objeto caído. Llaman a la puerta. Es la recepcionista que le dice que hay alerta amarilla, y que se están registrando movimientos sísmicos. Que no es preocupante, que pasa a menudo, pero que es mejor mantenerse alejadas del volcán. Adela le agradece y sale a buscar a Cecilia. Le pregunta al gendarme si vio a su amiga, la española de las tetas. Éste le dice que no, pero que si quiere la buscan. Adela le dice que no, y le agradece. Adela camina sola rumbo al volcán, sube la cuesta gritando el nombre de Cecilia. Finalmente la encuentra. Se acerca a Cecilia y se sienta a su lado. Adela le pide perdón por no defenderla, y le dice que tienen que volver, que es peligroso. Cecilia mira a Adela. Se miran prolongadamente. Un tronido leve sobresalta a las mujeres. Adela le dice que es mejor irse. En la cabaña, Adela está sentada en la cama, Cecilia se sienta a su lado y le pide perdón por lo que dijo sobre la mentalidad argentina, que en realidad no lo piensa, que habló en caliente. Adela le dice que está bien, que ella sabe que en algunas cosas es así, pero que acá hay otras cosas buenas. Cecilia le dice que sí, que sabe que acá hay cosas buenas. Cecilia toma la mano de Adela, Adela sonríe. Cecilia se acerca y le da un beso. Adela queda paralizada un momento, pero corre la cara y se incorpora rápidamente. A través de la ventana se ve el volcán en actividad al atardecer. En la recepción, Adela habla con Rubén, le pregunta qué hizo. Rubén dice que se juntaron con los de la cátedra. Adela le pregunta si está solo. Rubén, tras una pausa, responde que sí. Adela desconfía. Le manda un beso, le dice que el lunes anda por allá y
corta.Adela y Cecilia cenan en silencio. Adela observa a Cecilia, en sus pequeños actos. Luego caminan por el puente sobre la laguna termal, a la luz de la luna. El vapor se eleva a los costados. Cecilia le dice que no se ponga tan mal por un beso, que no lo va a volver a hacer. Le dice que se dejó llevar por el deseo, que se olvide de lo que ocurrió. En la cabaña, Adela y Cecilia están acostadas cada una en su cama. Adela observa a Cecilia leer. Cecilia siente la mirada de Adela, y le pregunta qué pasa. Adela le dice que recién cuando se besaron, se acordó de cuando se besaron por primera vez. Cecilia le dice que fue en su habitación, un día a la salida del colegio. Adela dice que es muy curioso, porque el otro día al entrar a su casa, en esa habitación, recordó ese beso, casi como si pudiera verlo, pero que ahora el recuerdo se volvió vívido, revivido en vez de recordado. Cecilia sonríe, y dice que pasó mucho tiempo. Adela se levanta y le pide que le haga un lugar. Cecilia sorprendida se corre y le deja espacio. Adela se acuesta. Cecilia deja el libro y apaga la luz. Por la ventana entra la luz de la luna. Cecilia se acuesta y Adela se acurruca en Cecilia. Se besan, se acarician, y Adela tiene un orgasmo inesperadamente, con los besos de Cecilia en su abdomen y cadera. Al amanecer, Adela y Cecilia abrazadas. Adela mira a Cecilia, que duerme. Adela cierra los ojos y se duerme también. A la mañana siguiente, Cecilia despierta a Adela con el desayuno y le dice que se apuren, que es tarde, así aprovechan el día. Adela y Cecilia caminan por una calle con puestos de artesanos. Cecilia se pone a conversar con una artesana mapuche que le cuenta un poco de su realidad al ser privadas de su territorio ancestral. Adela conversa con el esposo de la mujer, mapuche también, que trabaja con la piedra “cruz”, de la región de Laraquete, en Chile, y le cuenta la leyenda de la 12
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piedra, que versa sobre unos enamorados que desafiaron a los dioses. Adela compra un anillo de esa piedra. Más tarde van a bañarse a una pileta con hidromasaje, Adela observa a Cecilia, relajada, disfrutar el baño. Adela y Cecilia vuelven a cruzar el puente de la laguna, a través del vapor. Se detienen a observar el paisaje y Adela se acerca a Cecilia, le da un beso. Adela abre los ojos y advierte la mirada del gendarme, bajo el puente, y se aleja de Cecilia. Nuevamente en la cabaña, al atardecer, Adela y Cecilia juntan las camas y tienden sábanas. Se desnudan y se abrazan, se recorren sus cuerpos mutuamente. Adela y Cecilia acostadas y abrazadas, al amanecer. Cecilia le dice que siempre se preguntó cómo hubiera sido si hubiera aceptado ir con ella a España cuando se lo propuso. Adela, seria, mira el techo, y le dice que ella muchos años pensó que Cecilia iba a volver, que la estuvo esperando. A la mañana siguiente, cargan bolsos en el baúl del auto. Atraviesan el arco de entrada de Copahue, en un cartel se lee “Buen viaje”. El auto se introduce por un camino entre montañas, y a través del vidrio de la luneta se ve la imagen del volcán alejarse. Adela maneja, y Cecilia, con la cabeza apoyada en el hombro de Adela, acaricia su brazo. Al llegar a lo de Cecilia, a la tarde, Adela estaciona el auto. Cecilia la mira, se acerca a besarla, y Adela se pone nerviosa, casi le corre la cara. Cecilia le dice que está bien, que supone que “lo que pasó en Copahue queda en Copahue”, y ríe amargamente. Se saludan y Cecilia se mete en su casa. Adela sube al auto, pero Cecilia vuelve a salir de la casa, con la foto de egresados en mano, y se la regala a Adela. Cecilia se va, con los ojos llorosos. Adela se toma la cara en las manos y apoya la cabeza en el volante. Rubén con el anillo de piedra cruz entre los dedos, le da un beso a Adela, y le pide detalles del viaje, pero Adela le cuenta poco. De noche,
Rubén acostado en la cama. Adela se mete en la cama desnuda, Rubén la mira extrañado. Miran televisión. Adela tiene la mirada absorta, las luces de la pantalla desfilan sobre su rostro impávido. Al día siguiente suena el celular de Adela, es Julián. Adela al principio se decepciona un poco, pero después se alegra. Julián le pregunta por qué no lo llamó en todo este tiempo. Adela le dice que para no molestarlo, y le pregunta cómo le fue en Entre Ríos. Julián le dice que van a ir pronto con su novia a visitarlos. Adela sonríe y le dice que venga cuando pueda, que no se preocupe. A la tarde en una plaza, Adela conversa con Miguel. Éste le dice que se van a separar con Roxana, que lo intentaron, pero que no funcionó, que lo lamenta por Lola, pero que es peor que crezca viendo maltratos entre sus padres. A lo lejos, Lola juega con una nena a darse besitos en la mejilla, luego piquitos. Adela la mira y sonríe. La voz de Miguel se confunde para Adela, que deja de escuchar, distraída mirando a las nenas. Adela y Rubén sentados uno al lado del otro frente a la psicóloga, que les habla de la importancia de poder identificar el deseo propio y poder expresarlo, por último de que el otro o la otra puedan recibir esa demanda. De vuelta en su casa, Adela lustra el marco de la foto y limpia bien el vidrio. Pone la foto en la mesa de luz, y se sienta en la cama a contemplarla. Al calor del rectángulo de luz del sol que entra por la ventana, Adela llama a Cecilia, pero le da apagado. Adela se dirige a la casa de Cecilia. Se acerca a la puerta y toca timbre. Luego golpea.Las persianas están bajas. Adela vuelve a subir al auto, toma el volante con sus manos y se dirige al aeropuerto, rápidamente. Adela mira en la pantalla los despegues anunciados y corre. Se mete en la zona de pre-embarque, una empleada intenta detenerla, pero ella dice que se trata de una emergencia. Llega hasta la puerta de embarque y entre la gente ve a Cecilia que está por subir a la manga para embarcar. Adela 13
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la llama y se acerca, agitada. Cecilia se sorprende. Adela le da un beso y un abrazo, delante de todos los pasajeros, que la miran extrañados. Se quedan abrazadas hasta que un comisario de abordo le dice a Cecilia que sólo falta embarcar ella. Cecilia se despide, Adela le dice que vuelva cuando quiera, que la próxima vez se queda en su casa. Adela se sienta frente a un ventanal, y ve el avión carretear y alejarse, luego despegar y alejarse por el aire. Adela recibe una llamada de Rubén, lo atiende y empieza a caminar. Rubén le dice que lo estuvo pensando y que habló con Juan para que vaya a tasar la casa, total no pierden nada. Adela pasa al lado de unas gigantografías con nombres de destinos: París, Madrid, Buenos Aires, Valparaíso, y se detiene frente a la de Valparaíso, la observa y deja de responderle a Rubén, que insiste detrás del teléfono “¿hola?, ¿hola?”. Adela le responde, “hola, acá estoy”. Las olas del mar irrumpen con fuerza. Hay ruido de gaviotas. Más allá de la orilla, casitas de colores y edificios se elevan por sobre el nivel del mar. Sentada en una reposera, Adela en bikini toma sol, con anteojos negros. A su lado en otra reposera, Rubén hace lo mismo, en malla, y lee un libro. Adela se mueve en la reposera, incómoda. Rubén la mira. Adela lleva sus manos hacia su espalda, por encima de la cabeza y alcanza el bretel de la malla. Rubén la mira extrañado, Adela se desabrocha la parte de arriba de la malla, se la quita y la deja a un lado, sonríe aliviada. Rubén la mira sorprendido. Bañistas pasan al lado de Adela, algunos sonríen divertidos. A lo lejos se ve un oficial de prefectura que da zancadas torpes con sus botas sobre la arena, y va directo hacia Adela. Las gaviotas surcan el cielo azul. FIN. 14
Motivaciรณn
motivación - productor / Abril permanente
Esta historia de amor es necesaria llevarla al cine, para visibilizar las expresiones de amor en todas sus formas. Abril Permanente es un proyecto en el cual confío y que deseo producir. Creo en su factibilidad, desde el punto de vista de producción, ya que contamos con las bases y elementos necesarios para realizarlo: un equipo técnico inspirador a nivel humano y artístico con basta experiencia profesional; un guión sólido cuya temática garantiza que pueda ser bien recibido en fondos y festivales internacionales. Entendemos que unos de los mayores consumidores de salas de cine en argentina son los jubilados, fenómeno que se repite en gran parte del mundo, hacer cine para este continuo social donde ellos sean los protagonistas, es un plus para apostar a este proyecto. Confiamos en que las tutorías de este concurso pudieron ayudarnos a desarrollar una propuesta de diseño de producción que potencie la realización del proyecto. Diego Canut - Productor 16
motivación - director/ Abril permanente
Este proyecto nace hace 2 años en un viaje de trabajo para realizar el video institucional de las termas de Copahue. Este viaje de 15 días en el complejo termal nos posibilitó conocer cada rincón del lugar. La historia de amor llegó a los pocos días, en San Marcos Sierra, Córdoba, a un mes de haber estado en Copahue. El reencuentro con mi primera profesora de teatro que estaba con su compañera italiana. La motivación es realizar una película de vínculos en el tiempo basada en un historia real, en un espacio muy cinematográfico por su geografía que potencia y construye un verosímil para esta historia. Tengo la intención de difundir el amor lésbico y más aún el amor que humaniza, que acaricia, que acompaña, el amor cotidiano, un historia pequeña de un gran amor. Creemos que cuando uno se enamora se enamora de personas y no de los sexos, este posicionamiento los venimos trabajando en diferentes obras. La más relevante es el cortometraje A.M.O.R Ante Mucho Odio Revolución que concurso en más de 15 festivales internacionales, recibió dos premios a mejor documental en el Festival de los 5 continentes y el premio Rafman en el Fesalp (festival de cine Latinoamericano de la Plata). Fue estrenado en el festival ASTERISCO y se presentó en diversos países (México, Panamá, Chile, Brasil, Uruguay ,España, Ecuador, Venezuela, entre otros). En la actualidad está integrando la muestra del archivo trans que se encuentra en el museo de arte y memoria de la comisión provincial por la memoria. Link: https://vimeo.com/289328283 Contraseña: A.M.O.R2018 Juan Zaldúa - Director 17
motivación - Guionista / Abril permanente
Cuando el director me convocó para que desarrolle la idea, me enfrenté al desafío no menor de nunca haber estado en Copahue. En mi línea de investigación actual, como guionista, me encuentro interesado en los “relatos orales” como fuente, y fue a partir de estos que pude lograr un acercamiento sensible a Copahue (lo más parecido a un haber estado allí), a través de las impresiones subjetivas que fui recolectando en numerosas charlas. Este acercamiento, inédito para mí, a una localidad, me motivaba (tal como motivara Balbec fantasías del narrador de “En busca del tiempo perdido”, de M. Proust) y durante meses viví en Copahue sin salir de mi escritorio, cual Julio Verne, construyendo un universo para mis personajes a su vez real e imaginado. Partiendo de una idea (proustiana también) del enamoramiento como un estado (de locura) que puede vivirse en cualquier etapa de la vida, e independiente de la orientación sexual, me enfrenté a la cuestión del deseo: ¿logramos identificarlo realmente? Y decidí que esa incertidumbre, donde se enfrentan mandatos y anhelos, donde se pone en juego la felicidad, debía ser el eje del relato. Intenté traducirlo formalmente, y con la premisa “menos es más”,reemplacé voluntades firmes y escenas “de tesis” por acciones misteriosas y (aparentemente) inconducentes. El final abierto intenta cristalizarlo, pues admite diferentes lecturas aunque en un rango de opciones muy acotado: comprendieron y cumplieron cuál era su deseo, o bien todo lo contrario. Espero que la escritura de cuenta de este intento, y que pueda mejorarse si el proyecto es seleccionado... Bruno Bolla- Guionista 18
Propuesta EstĂŠtica
Propuesta Estética / Abril permanente
El tratamiento estético de esta película se plantea desde los detalles y la sugerencia, la cámara como narradora propia, donde se va construyendo un punto de vista desde la mirada de Adela. Es una película intimistas, que se centra en los vínculos entre los personajes. Se trabaja desde las sensaciones de llegar a escenas ya empezadas donde la narración y la información de los personajes son mayor que la del espectador, pero este último tiene otros elementos que construye la historia desde el punto de vista. Es una película que trabaja sobre el tiempo fílmico, el espacio como narrador desde la dimensión sonora. Se plantean en el inicio de las escenas puntos de vistas extraños, detalles de elementos que colocan al espectador en una incomodidad, que en el transcurso comienza a revelarse el espacio y los personajes saliendo de esa sensación de incomodidad, construyendo de este modo el punto de vista de ADELA. Es una película con muchos planos secuencias que comienza desde los detalles y recorren en el espacio, con mucha presencia de claros oscuros. Este tratamiento sobre los espacios intenta lograr que tengan mucha presencia, generen atmósfera y construyen sensaciones dramáticas como tensiones o comicidad entre los protagonistas y los espectadores. Todos los espacios están habitados por sonidos particulares que toman relevancia dramática en recorrido de cada escena, de esta movilidad de la cámara. Por ejemplo el sonido del volcán en Copahue se vuelve un personajes que habilitado por un fuera de campo activo que tensiona las situaciones, de encuentros y desencuentro entre Cecilia y Adela. Es una película dramática y psicológica, las actuaciones son naturalistas pero con cambios de caracteres de los 20
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personajes en una misma escena, se buscan diferentes registros actorales tratando de mostrar y generar matices entre los que pasa en acción, lo que les pasa interiormente y lo que percibe el espectador. La paleta de colores se plantea “fría” y “arida”, como metáfora del clima patagónico regional, cuando decimos árida nos referimos a los tipos de encuadres con pocos elementos en cuadro, que desde el punto del que se mira es que se complejiza pero no por los espesores de su composición, sino por la síntesis de la imágenes y sus texturas. La paleta de colores fríos trabajando sobre los azules con presencia de blancos y negros puntuales. Se pretende trabajar desde lo que nosotras entendemos como una sensibilidad femenina desde los modos de encuadrar y las composiciones, entendemos que esta es a partir de las síntesis, el minimalismo, es parte de esta sensibilidad que construiremos como femenina, evitando lo grotesco o lo barroco. Es una película que se nutre desde el costumbrismo para problematizar y repensar las identidades regionales, como también las subjetivas que construimos. Habitar el Neuquén de ahora, con una mirada de 30 años, es el desafío del punto de vista de Cecilia. Este se construirá desde el espectador, sin volver al pasado, sino sugerir habitarlo en el palimpsesto de la misma ciudad, basándonos en la tesis de Benjamín sobre los libros de los pasajes. Esos tiempos que conviven sincrónicamente en los objetos, en los espacios, en las personas. Desde el elenco estamos pensando en trabajar con Paulina García como Adela y Cecilia Roth como Cecilia. El tratamiento estético de esta película se plantea desde los detalles y la sugerencia, la cámara como narradora 21
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propia, donde se va construyendo un punto de vista desde la mirada de Adela. Es una película intimistas, que se centra en los vínculos entre los personajes. Se trabaja desde las sensaciones de llegar a escenas ya empezadas donde la narración y la información de los personajes son mayor que la del espectador, pero este último tiene otros elementos que construye la historia desde el punto de vista. Es una película que trabaja sobre el tiempo fílmico, el espacio como narrador desde la dimensión sonora. Se plantean en el inicio de las escenas puntos de vistas extraños, detalles de elementos que colocan al espectador en una incomodidad, que en el transcurso comienza a revelarse el espacio y los personajes saliendo de esa sensación de incomodidad, construyendo de este modo el punto de vista de ADELA. . Es una película con muchos planos secuencias que comienza desde los detalles y recorren en el espacio, con mucha presencia de claros oscuros. Este tratamiento sobre los espacios intenta lograr que tengan mucha presencia, generen atmósfera y construyen sensaciones dramáticas como tensiones o comicidad entre los protagonistas y los espectadores. Todos los espacios están habitados por sonidos particulares que toman relevancia dramática en recorrido de cada escena, de esta movilidad de la cámara. Por ejemplo el sonido del volcán en Copahue se vuelve un personajes que habilitado por un fuera de campo activo que tensiona las situaciones, de encuentros y desencuentro entre Cecilia y Adela. Es una película dramática y psicológica, las actuaciones son naturalistas pero con cambios de caracteres de los personajes en una misma escena, se buscan diferentes registros actorales tratando de mostrar y generar 22
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matices entre los que pasa en acción, lo que les pasa interiormente y lo que percibe el espectador. La paleta de colores se plantea “fría” y “arida”, como metáfora del clima patagónico regional, cuando decimos árida nos referimos a los tipos de encuadres con pocos elementos en cuadro, que desde el punto del que se mira es que se complejiza pero no por los espesores de su composición, sino por la síntesis de la imágenes y sus texturas. La paleta de colores fríos trabajando sobre los azules con presencia de blancos y negros puntuales. Se pretende trabajar desde lo que nosotras entendemos como una sensibilidad femenina desde los modos de encuadrar y las composiciones, entendemos que esta es a partir de las síntesis, el minimalismo, es parte de esta sensibilidad que construiremos como femenina, evitando lo grotesco o lo barroco. Es una película que se nutre desde el costumbrismo para problematizar y repensar las identidades regionales, como también las subjetivas que construimos. Habitar el Neuquén de ahora, con una mirada de 30 años, es el desafío del punto de vista de Cecilia. Este se construirá desde el espectador, sin volver al pasado, sino sugerir habitarlo en el palimpsesto de la misma ciudad, basándonos en la tesis de Benjamín sobre los libros de los pasajes. Esos tiempos que conviven sincrónicamente en los objetos, en los espacios, en las personas. Desde el elenco estamos pensando en trabajar con Paulina García como Adela y Cecilia Roth como Cecilia.
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Presupuesto de desarrollo
Presupuesto de desarrollo / Abril permanente
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Presupuesto de desarrollo/ Abril permanente
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Abril Permanente es una película dirigida por Juan Zaldua y Florencia Cárdenas escrita por Bruno Bolla y producida por Diego Canut, es una obra que transcurre en la Patagonia profunda. Problematiza la idea univoca de amar, parte la premisa que el amor se produce en las personas y no en los genitales, son aquellos pequeños gestos: el acompañamiento, las risas, las preguntas, las peleas lo que hacen que se convierta en una historia de amor. Un encuentro entre dos mujer que tuvieron un romance en la a dolencia es la puerta para que Adela se descubra a si misma como sujeto amoroso y cambien sus vínculos. Adela es una mujer que se acaba de jubilar madre de dos hijos profesionales y un marido enfermo del trabajo este encentro la moviliza a tomar decisiones consigo misma, manteniendo la familia y el amor.