Cochabamba | Lunes 23 de Marzo, 2015
TEMAS
01
ESPECIALES
23 de marzo
Miradas desde la otra orilla
Foto: JosĂŠ Rocha
sudamericahoy.com
1879
Guerra DEL PACÍFICO • Chile invadió militarmente el puerto boliviano de Antofagasta el 14 de febrero de 1879, sin previa declaratoria de guerra. Bolivia fue arrastrada a una conflagración que no buscó ni deseó, razón por la cual tuvo que defender su soberanía y, en aplicación del Tratado de Alianza Defensiva suscrito con el Perú en 1873, intentó detener, junto a su aliado, el avance de las tropas chilenas que llegaron a ocupar todo el Litoral boliviano. (Libro del Mar)
Bolivia nació con 400 km de costa Redacción Central
• "Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones. Que el Litoral es rico y vale muchos millones, eso ya lo sabíamos. Lo guardamos porque vale: que si nada valiera, no habría interés en su conservación (...)".
Abraham König | Ministro chileno 13, agosto de 1900
2
E
n 1825, Bolivia nació a la vida independiente con una costa de aproximadamente 400 kilómetros sobre el Océano Pacífico. En 1879, Chile invadió y ocupó por la fuerza el territorio del Departamento del Litoral, desde entonces privó a Bolivia de un acceso soberano al mar, señala el Libro del Mar. Según los documentos históricos, recopilados en la publicación, Bolivia obtuvo su independencia en 1825 sobre la base territorial de la antigua Real Audiencia de Charcas de acuerdo al principio del uti possidetis juris de 1810, por el que las nacientes repúblicas hispano-americanas acordaron respetar los límites coloniales que tenían. En 1826, las antiguas intendencias coloniales se convirtieron en departamentos y se las subdividió en provincias, una de ellas fue Atacama, perteneciente a Potosí, rica en guano, salitre, bórax, cobre y plata. En 1829 se creó la Provincia del Litoral y en 1867 se constituyó como Departamento con una superficie de 120.000 km2, delimitado al norte por el río Loa (que marcaba la frontera
Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
de
con el Perú) y al sur por el El Gobierno de Bolivia proPACTO DE río Salado (fronterizo con testó formalmente y como Chile) más allá del parale- TREGUA DE 1884 consecuencia de la controlo 25º. versia territorial creada por Eran parte de El Litoral los • Después de la firma del Chile, ambos países firmapuertos de Antofagasta, Tratado de Ancón entre Chile ron dos tratado, el 10 de Cobija, Tocopilla y Meji- y Perú en 1883, el primero agosto de 1866 y el 6 de llones y las poblaciones se apropió de Tarapacá, agosto de 1874, que fijaban de Calama y San Pedro de Tacna y Arica, además las fronteras y establecían Atacama. impuso a Bolivia la firma de los límites de territorio paLa condición costera del una tregua (1884) bajo la ra la explotación de guano, territorio de Bolivia y su amenaza de continuar la metales y minerales. soberanía marítima no guerra. fue cuestionada por ChiImpuesto de los 10 centavos le. Las Constituciones PoEn 1878, el Gobierno de líticas chilenas de 1822, Bolivia solicitó a la empre1823, 1828 y 1833 reconocieron que sa anglo-chilena Compañía de Salisu límite hacia el norte era el desierto tres y Ferrocarril de Antofagasta el de Atacama. pago de 10 centavos por cada quintal Asimismo, la soberanía marítima de salitre exportado, a fin de generar de Bolivia fue reconocida en direcursos ante las catástrofes naturaversos instrumentos internacioles que habían afectado esa la región. nales, como el Tratado de AmisEsta solicitud suscitó un reclamo tad, Comercio y Navegación de por parte del Gobierno de Chile 1833 suscrito con Chile. ante el cual el Bolivia manifestó su disposición de someter esta conIncursiones chilenas troversia al arbitraje establecido A inicios de la década de 1840, por el Protocolo Complementario chilenos comenzaron a ocupar el de 1875. Litoral boliviano y explotar sin Sin recurrir al mecanismo de arbiautorización los ricos depósitos traje ni declaratoria de guerra, de guano existentes en la zona. Chile invadió militarmente el Chile pretendió extender su sobepuerto boliviano de Antofagasta el ranía hasta el paralelo 23º. 14 de febrero de 1879,
Marzo
Día del Mar
Más de un siglo de desencuentros Jenny Cartagena T.
L
a historia de acercamientos y desencuentros en las relaciones entre Bolivia y Chile, por el tema marítimo, se viene repitiendo desde hace más de un siglo, desde la Guerra del Pacífico (1879). Cada acercamiento parece ir precedido de muestras de buena voluntad y buenos augurios hasta que inexorablemente se llega al nudo de la cuestión, una salida soberana al Pacífico que reclama Bolivia. En ese punto, cada cual se planta en su propia posición y la relación entra en una nueva crisis. Los antecedentes y desenlaces de esta relación, según el Libro del Mar, datan desde la Guerra del Pacífico, cuando varias autoridades chilenas se dieron cuenta de que no se podía dejar a Bolivia enclaustrada indefinidamente, hasta las últimas negociaciones sobre una agenda bilateral "sin exclusiones. "Así nacía una política de Estado por parte de Chile que tenía por objetivo resolver de manera definitiva la relación con Bolivia restituyéndole una salida soberana al mar. Este razonamiento provino de Domingo Santa María, quien
fue Canciller de Chile en y 1922. En respuesta, en RUPTURA DE el Gobierno de Aníbal la sesión de la Asamblea RELACIONES Pinto durante la Guerra del 28 de septiembre de del Pacífico y luego Pre- • En abril de 1962, Chile 1921 el representante sidente de su país", se- desvió unilateralmente las chileno Agustín Edñala el documento. wards ofreció, iniciar aguas del río Lauca, lo que Agrega que esta posi- generó una controversia con negociaciones directas ción, posteriormente Bolivia que provocó la ruptu- con Bolivia para abordar respaldada por diversos ra de relaciones diplomáticas el tema marítimo. Un mandatarios y autoridaaño después, el delegaentre ambos países. des chilenas, propició do chileno Manuel Rivas una línea de acción que Vicuña, mediante nota se mantuvo presente en los años de 19 de septiembre de 1922 dirigisiguientes. Así lo confirman las deda a la Liga de las Naciones, reafirclaraciones de muchas altas automó el compromiso chileno de enridades chilenas y los actos del Estrar en negociaciones directas con tado chileno expresados a través Bolivia. de actos unilaterales y acuerdos En ese recuento histórico, el libro bilaterales desde finales del siglo menciona que el 23 de junio de XIX hasta inicios del XXI, para tra1926 el canciller de Chile Beltrán bajar de forma conjunta para lleMathieu emitió una Circular que gar a un entendimiento sobre la expresaba la intención de su país restitución de un acceso soberano de transferir a Bolivia una parte del al mar para Bolivia. Departamento de Arica, tal como "Antes y después de la suscripción lo había propuesto Estados Unidos del tratado de 1904, Chile se comen su rol de país mediador en el prometió a no dejar a Bolivia sin diferendo chileno-peruano. un acceso soberano al Pacífico a El 8 de febrero de 1975, se inició un través de compromisos unilateraproceso de negociación entre los les y bilaterales", señala el Libro dos países, pero que fracasó, con el del Mar. objeto de buscar una solución al Según la publicación, Bolivia planencierro boliviano, con la firma de teó su reclamo en el ámbito multiuna Declaración Conjunta, en la lateral, por primera vez, ante la localidad de Charaña, entre los Conferencia de París de 1919 y en presidentes de Bolivia, Hugo Banla Liga de las Naciones, entre 1920 zer, y de Chile, Augusto Pinochet.
• En febrero de 2000 los cancilleres de Bolivia y Chile, se reunieron en Algarve (Portugal) donde resolvieron conformar una agenda de trabajo que incorpore todas las cuestiones esenciales de la relación bilateral “sin exclusión alguna”. A partir de esa reunión, hubo tres encuentros políticos al más alto nivel entre los presidentes de Bolivia y Chile.
Abi
2015
Retomar LA AGENDA • Durante 15 minutos, los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Chile, Michelle Bachelet, se reunieron a solas, en el marco de la participación de ambos jefes de Estado en la Cumbre Celac, en Costa Rica. En el encuentro se abordó la "reposición" de la agenda de los 13 puntos, "sin exclusiones", informó el canciller David Choquehuanca. (29, enero de 2015)
Foto: Abi
Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
Día del Mar
de
Marzo
3
Alegatos orales: Bolivia verán en mayo en La
LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA (CIJ) SE PRONUNCIARÁ SOBRE LA INCOMPETENCIA DE SU JURIS Y OCTUBRE DEL PRESENTE AÑO. DE ESE VEREDICTO DEPENDERÁ QUE ESE TRIBUNAL RESUELVA O NO LA •“A lo largo de casi un siglo diferentes presidentes, ministros de Relaciones Exteriores y embajadores de Chile hicieron compromisos formales y por escrito a Bolivia de otorgarle un acceso soberano al mar. Esos compromisos formales y no otra cosa son los que Bolivia considera en su demanda”. Carlos Mesa | Representante para la causa Marítima 28 de Noviembre de 2014
Jenny Cartagena T.
E
n mayo próximo, durante cuatro días, los equipos jurídicos de Bolivia y Chile defenderán los argumentos de sus respectivos países, sobre la objeción planteada por Chile a la competencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para intervenir en la demanda marítima presentada por Bolivia. Ambos países se prepararon intensamente para este primer encuentro ante el tribunal, desde que Bolivia planteó la demanda. La contundencia de los argumentos que vayan a exponer sopesará en el fallo de los 15 jueces, que determinará el futuro de la acción iniciada por Bolivia. El Gobierno de Evo Morales acudió ante ese tribunal en abril de 2013, para que se obligue a Chile a sentarse a negociar "de buena fe" una salida soberana al Pacífico, en función a los derechos expectaticios creados a lo largo de más de un siglo por los ofrecimientos de solución al diferendo marítimo, sin resultados concretos. Bolivia perdió 400 kilómetros de cos-
ta y 120.000 kilómetros DECISIÓN DEL TRIBUESTRATEGIA cuadrados de territorio en NAL MEDIÁTICA una guerra librada contra Luego de las audiencias de • Los Gobiernos de Bolivia y mayo, se estima que denChile a fines del siglo XIX. En respuesta a la demanda Chile llevan adelante una tro de cuatro o cinco meboliviana, en julio de 2014, intensa ofensiva mediática y ses, el Tribunal emitirá un Chile decidió objetar la una estrategia para difundir fallo en el que se declarará competencia de la CIJ en a nivel internacional su pos- con o sin competencia en relación a esta disputa te- tura sobre la demanda marí- la demanda, además de rritorial y argumentó que tima presentada ante la CIJ. estas dos posibilidades nadie podía obligar a un existe una tercera, que la país a ceder soberanía, al CIJ no resuelva nada sobre subrayar que ambas naciola excepción de compenes suscribieron libremente sus límitencia y decida adjuntar la objeción a tes en 1904, y que revisar fronteras la demanda principal. cuyo fondo abriría conflictos en todo el mundo. aún no ha sido analizado. La Haya convocó para el 4 de mayo a Chile espera que esa determinación los dos países ante ese Tribunal para -aceptando su incompetencia- se dé iniciar las exposiciones de sus argupor cerrado el reclamo boliviano, mentos, presentados ya de forma escuyo tratamiento quedó en suspenso crita, y de sus alegatos orales respecen tanto se resuelva el recurso chileto, únicamente a la excepción de no de excepción preliminar a su jucompetencia presentada por Chile. risdicción. Primero será el turno de Chile, luego Chile defiende que no hay temas lide Bolivia (6 de mayo) para responder mítrofes pendientes con Bolivia pora los alegatos chilenos, cada uno tenque la frontera quedó definida en el drá tres horas. Posteriormente, habrá tratado vigente desde 1904, y consiuna segunda ronda para la duplica dera que el tribunal internacional de (de una hora y media, cada uno), prilas Naciones Unidas, no puede juzmero de Chile y luego de Bolivia (7 y 8 gar la demanda porque se constituyó de mayo respectivamente). después de ese año. Apg
2014
Respuesta A LA OBJECIÓN • El agente de Bolivia ante La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé, presenta ante la Corte Internacional de Justicia la documentación con la respuesta de Bolivia a la Objeción Preliminar planteada por Chile a la competencia de ese tribunal internacional en el caso “Obligación de Negociar un acceso al Océano Pacífico”, el 7 de noviembre de 2014.
4
Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
de
Marzo
Día del Mar
a y Chile se a Haya
SDICCIÓN PLANTEADA POR CHILE, SE ESTIMA QUE ENTRE SEPTIEMBRE A DEMANDA MARÍTIMA DE BOLIVIA CONTRA CHILE El ministro chileno de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, reiteró la semana pasada que Bolivia cometió un "error histórico" al recurrir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para demandar a Chile una salida al mar y que la posición de Chile "es muy clara y sustentada en el derecho internacional". "Nosotros no queremos esto, pero nos vamos a defender", precisó el jefe de la diplomacia chilena, al señalar que "Si no nos hubieran demandado, estaríamos hablando con Bolivia de todos los temas" salvo el tema marítimo. Muñoz considera que no se debe poner en juego "la estabilidad de las fronteras" y de los tratados. DEFENSA BOLIVIANA Bolivia, que defiende la jurisdicción de la CIJ para tratar la demanda marítima, según anticipó el portavoz boliviano de la demanda, el expresidente Carlos Mesa, en los alegatos de mayo se buscará desvirtuar los argumentos chilenos de que la demanda de fondo, planteada por Bolivia, pretenda modificar de alguna forma el Tratado de 1904, firmado entre am-
bos países 25 años después de la guerra y que delimitó sus límites. Asimismo, pedirá a la Corte que se fijen los plazos para las actuaciones para tratar el fondo del reclamo boliviano. En reiteradas declaraciones, el expresidente así como las autoridades de Gobierno, aseveraron que Bolivia tomó el camino correcto -al acudir a la CIJ- y que “Chile no puede decirle al mundo que no existe ningún tema pendiente con Bolivia". La argumentación boliviana sostiene que varios Gobiernos de Chile hicieron ofertas formales para solucionar su situación de falta de acceso al mar, pero no se concretaron. El presidente Evo Morales insistió la semana pasada que "la demanda no es para modificar o anular el tratado, sino es por un derecho, que Chile cumpla con sus compromisos, honre sus ofertas". Agregó que la resolución de este asunto "es una cuestión de paz" y "por la integración regional" porque, dijo, no es posible "que dos países vecinos toda la vida vivan en permanente desconfianza".
TRES OPCIONES
PETITORIO DE LA DEMANDA Bolivia solicita a la Corte Internacional de Justicia que “juzgue” y “declare” que: a. Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de alcanzar un acuerdo que otorgue a Bolivia una salida plenamente soberana al Océano Pacífico; b. Chile ha incumplido dicha obligación; c. Chile debe cumplir dicha obligación de buena fe, pronta y formalmente, en un plazo razonable y de manera efectiva, a fin de otorgar a Bolivia una salida plenamente soberana al Océano Pacífico.
Los argumentos DE BOLIVIA En la demanda, Bolivia afirma que Chile se comprometió a negociar una salida soberana al mar a través de acuerdos, práctica diplomática y una serie de declaraciones atribuibles a sus representantes del más alto nivel,pero no se concretaron. Por eso, pide a la CIJ, obligar a Chile a hacer propuestas concretas que permitan avanzar para que vuelva Bolivia al Pacífico con soberanía.
La postura DE CHILE Chile rechaza la demanda boliviana, sostiene que un tratado bilateral de límites firmado en 1904, actualmente vigente, acabó con el conflicto y determinó "un generoso régimen de acceso no soberano de Bolivia al mar", por tanto la salida soberana por territorio chileno que pide Bolivia necesariamente implica una modificación no-conveFelipe Bulnes | nida de ese Tratado de Paz y Amistad. Agente de Chile ante La Haya14 Univisionkansas.com
2014
La CIJ puede
Campaña
DECLARARSE COMPETENTE
MEDIÁTICA • El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, da a conocer el contenido del documento elaborado en tres idiomas , titulado "Chile y el acceso al mar de Bolivia, mito y realidad", a través del cual el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile expone la postura de ese país ante la demanda interpuesta por Bolivia en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, el 24 de junio de 2014.
Si el Tribunal rechaza la objeción preliminar presentada por Chile y decide intervenir en la demanda interpuesta por Bolivia, en los próximos meses comenzará el análisis del contenido del proceso.
La CIJ puede DECLINAR COMPETENCIA Si declara procedente la objeción de jurisdicción, le habrá dado la razón a Chile que argumenta que ese tribunal no tiene competencia para conocer un asunto resuelto por un tratado vigente.
La CIJ puede no RESOLVER LA OBJECIÓN La CIJ puede decir que el análisis de la objeción no será tratada de inmediato sino lo va a juntar con la causa principal, esta tercera opción también es favorable para Bolivia. Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
Día del Mar
Eduardo Rodríguez | Agente de Bolivia ante La Haya
de
Marzo
5
emol.com
1975
ABRAZO DE CHARAÑA • Los presidentes Augusto Pinochet, de Chile, y Hugo Banzer, de Bolivia, simbolizan con un abrazo y con la firma de una Declaración Conjunta en el pueblo fronterizo de Charaña el inicio de una negociación sobre la demanda boliviana, el 8 de febrero de 1975. Estos intentos de solución no prosperaron y en 1978 se volvieron a romper las relaciones diplomáticas entre los dos países.
Mar con soberanía, un pendiente según po •“No olvidemos por un instante que no podemos ahogar a Bolivia...Privada de Antofagasta y de todo el Litoral que antes poseía hasta el Loa, debemos proporcionarle por alguna parte un puerto suyo (...) que le permita entrar al interior sin zozobra, sin pedir venia. No podemos ni debemos matar a Bolivia...” Domingo Santa María | Canciller Chile 26, noviembre de 1879 (Libro del Mar)
6
VARIOS GOBERNANTES Y LÍDERES POLÍTICOS CHILENOS, A LO LARGO DE ESTOS MÁS DE 130 AÑOS, ÉSTE, ALGUNOS INCLUSO CON DIFERENTES PROPUESTAS DE SOLUCIÓN PARA SUPERAR SU SITUACIÓN Jenny Cartagena
V
arios gobernantes y líderes políticos chilenos, desde la misma Guerra del Pacífico y a lo largo de estos más de 130 años de controversia y actualmente, se han manifestado a favor de un acceso al mar para Bolivia, argumentando razones históricas, éticas y políticas otros de justicia, para reparar el daño causado con la infausta guerra, o de integración regional. En medio de posturas extremas de no ceder nada, algunos líderes políticos y de sectores sociales chilenos entendieron que Bolivia debe recuperar una salida soberana al Pacífico, no solamente darle mar, sino mar con soberanía, y que la solución de este problema también sería beneficiosa para Chile. Sin embargo, ninguna de esas iniciativas se viabilizaron, las razones de su fracaso, en cada uno de los casos, están descritas en la amplia bibliografía existente sobre el tema. "En 1879, después de la ocupación militar de Antofagasta, que importó
Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
de
de hecho la pérdida de totividad a su visión, la que "MAR PARA do el litoral boliviano, la fue respaldada posteriorBOLIVIA" Cancillería chilena empemente por varios mandazó a preocuparse de conse- • 57 organizaciones socia- tarios y autoridades chileguir, en reemplazo de la nas en los años siguientes. les y sindicales chilenas costa de que acababa de El expresidente de Bolivia apropiarse, un puerto para enviaron una carta “Mar y vocero de la demanda Bolivia, más al Norte, es para Bolivia” al presidente marítima, Carlos Mesa, en decir, un territorio perua- Sebastián Piñera para que una entrevista afirmó que no", señala Demetrio Ca- dé solución al diferendo con el Tratado de 1904 no renelas en el libro "El proble- Bolivia (14 de abril de 2013) solvió la situación boliviama marítimo de Bolivia" na y que desde 1920 Chile (1919). manejó como política de Estado el En plena guerra, diferentes autoridaofrecer a Bolivia un diálogo para redes chilenas, se dieron cuenta que solver el diferendo marítimo con una dejar enclaustrada indefinidamente salida soberana al Pacífico (3 marzo a Bolivia implicaba enfrentar un prode 2015). blema permanente cuyo costo no teEs así, que Chile expresó formalmennía sentido para el desarrollo de amte y en reiteradas oportunidades su bos Estados. Así nacía una política de ofrecimiento y compromiso de traEstado por parte de Chile que tenía bajar, conjuntamente con Bolivia, por objetivo resolver de manera defipara llegar a un entendimiento que nitiva la relación con Bolivia restituhabía quedado pendiente tras la firyéndole una salida soberana al mar, ma de la paz (1920): la restitución de señala el Libro del Mar. un acceso al mar para Bolivia. Agrega que este razonamiento provi“Ha llegado la hora de la gran reparano de Domingo Santa María, quien ción de una injusticia (…) Chile tiene fue Canciller de Chile (1879) en el una centenaria deuda y estamos disGobierno de Aníbal Pinto durante la puestos a emprender una solución Guerra del Pacífico y luego Presidenhistórica. Bolivia retornará soberana te de su país. Encontró amplia recepa las costas del Pacífico. (…)", dijo
Marzo
Día del Mar
Abi
Salvador Allende EXPRESIDENTE (1970-1973) “Ha llegado la hora de la gran reparación de una injusticia (…) Chile tiene una centenaria deuda y estamos dispuestos a emprender una solución histórica. Bolivia retornará soberana a las costas del Pacífico. (…) No le pedimos nada al sufrido pueblo trabajador boliviano, queremos solamente reparar el despojo cruel del que ha sido víctima (...)”. (12 de noviembre de 1970, entrevistado por el escritor y periodista boliviano Néstor Taboada Terán).
Camila Vallejo
2014
n tema olíticos
"Sueño CON UN MAR" • Marco Antonio Enríquez-Ominami, excandidato presidencial de Chile, en Palacio de Gobierno junto al presidente Evo Morales, expresó: “Yo sueño con un mar que nos una y que no nos divida; un mar con soberanía es perfectamente posible” (25 octubre).
ENTENDIERON EL RECLAMO BOLIVIANO Y SE ADHIRIERON A DE ENCLAUSTRAMIENTO Salvador Allende, presidente de Chile (12 de noviembre de 1970) en una entrevista al escritor boliviano Néstor Taboada Terán. En 1975, Chile y Bolivia estuvieron a punto de llegar a un acuerdo, los Gobiernos de Augusto Pinochet y de Hugo Banzer, respectivamente firmaron, una Declaración Conjunta, en la localidad de Charaña, que obliga a ambos Estados a: “Buscar fórmulas de solución a los asuntos vitales que ambos países confrontan, como el relativo a la situación de mediterraneidad boliviana". En ese marco, Chile propuso la cesión de una franja de territorio al norte de Arica, que comprendía una salida al mar, compensada por una superficie equivalente de territorio boliviano. La propuesta no prosperó debido a la oposición peruana. Otro momento de acercamiento se dio en el primer Gobierno de Michelle Bachelet (Chile) con la agenda de 13 puntos que incluía el tema marítimo (2006). “Con Bolivia lo fundamental será retomar el camino del diálogo, iniciado en 1999, y el clima de confianza mutua conseguido durante el período 2006-2010. La nor-
malización de las relaciones con Bolivia es un objetivo al que aspiramos”, señala el programa de Gobierno del segundo mandato de Bachelet (2014). Al margen de las posiciones de los diferentes Gobiernos de Chile, muchos líderes políticos, sobre todo de la izquierda, se han adherido y solidarizado de forma personal y partidaria con la demanda boliviana, sobre todo en los últimos años y después de que Bolivia acudió a la Corte Internacional de Justicia de La Haya para obligar a Chile a proponer una solución a su reclamo de una salida soberana al Pacífico. Entre ellos están el excandidato presidencial y líder del Partido Progresista de Chile, Enríquez-Ominami; la diputada Camila Vallejo (Partido Comunista), los diputados Lautaro Carmona, Hugo Gutiérrez, Sergio Aguiló, Cristina Girardi, y los alcaldes de Iquique Jorge Soria y de Calama, Esteban Velásquez. También están los miembros de la Casa Bolívar (colectivo que agrupa a 48 sectores sociales de Chile) y el presidente del Partido Humanista, Tomás Hirsch.
DIPUTADA DEL PC (2013) “Es lamentable el punto al que tuvimos que llegar, pero sí estoy de acuerdo con una salida soberana al mar para Bolivia en el marco de una política de integración. Aquí no se trata de regalar, de decir aquí tienen mar y hagan lo que quieran y nosotros nos quedamos de brazos cruzados, sino habría que definir estrategias. Por ejemplo, Bolivia tiene bastante desarrollo en materia energética y nosotros estamos con, supuestamente, crisis (...) ” (Marzo 2013, Radio Bío)Bío).
Hugo Gutiérrez EXDIPUTADO PC (2012) “Bolivia debe tener una salida soberana al mar, debe tener la posibilidad de contar un buen puerto frente al Pacífico. Creo que Chile merece también una mayor integración con Bolivia y el resto de América Latina, y si hay que hacer concesiones creo que Chile tiene que hacerlas en función de que la prosperidad y la mejor calidad de vida de la gente que vive en el norte de Chile pueda llegar algún día de una manera consistente y sólida”. (Junio 2012, Radio Cooperativa).
Jorge Soria ALCALDE DE IQUIQUE (2015) "Yo creo que hay que ponerlo de moda de nuevo (la demanda boliviana de una salida al Pacífico) porque tienes una Presidenta (Michelle Bachelet) que quiere y ama, como izquierdista que es, la integración de América", afirmó el jefe comunal, "Creo que ahí (la provincia Iquique-Tarapacá) es la única parte donde hay un mar para Bolivia con soberanía, con tu bandera y que te une Bolivia entera. Sale al Pacífico", afirmó. (25 enero 2015, red ATB).
Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
Día del Mar
de
Marzo
7
twitter.com
2015
Murales de apoyo
• Más de 60 artistas bolivianos y chilenos en una cruzada de apoyo a la demanda marítima y a la integración latinoamericana pintan, el 24 de enero pasado, un mural en el estadio Víctor Jara en Santiago de Chile. Es el tercero que hacen abogando por la causa boliviana.
Artistas y escrito abogan por causa lagranepoca.com
•“Bolivia debe tener una salida al mar, tiene que haber un arreglo. En algún momento estoy segura de que se dará. Es verdad que el tratado de 1904 está vigente, pero eso puede modificarse en el futuro. Ambos países pueden sentarse a la mesa a conversar sobre el tema (...)". Isabel Allende | Escritora Febrero, 2013 (El Deber)
E
2013
• El chileno Jorge González, exvocalista del grupo Los Prisioneros, considerada en los años ochenta una de las bandas de rock más influyentes de Latinoamérica, se manifestó a favor de que Bolivia tenga "un paso al mar” durante una rueda de prensa antes de presentarse en el Festival de Viña del Mar (27, febrero de 2013).
Músico chileno
8
Músicos, pintores y escrito de bolivia de contar con u
Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
de
Jenny Cartagena
n medio del aire gélido que se respira en el ámbito diplomático y político entre Bolivia y Chile, muchos artistas chilenos de distintas áreas e ideologías, durante estos años de controversia marítima, han manifestado su deseo por una solución y abogaron por otorgar a Bolivia una salida soberana al Pacífico, perdida en la Guerra del Pacífico (1879-1883). "Nosotros pensamos que Bolivia merece y necesita una salida al mar, y siempre ha sido parte de nuestro discurso la integración latinoamericana y los derechos de los países limítrofes", dijo Claudio García, el vocalista del grupo musical chileno Los Miserables, que junto con Inti Illimani participó en abril de 2011, de un masivo acto en el estadio Hernando Siles de La Paz llamado “Mar para Bolivia”, reivindicando este derecho que tiene el Estado boliviano. Ante las críticas que recibieron en Chile por su apoyo a la demanda
Marzo
Día del Mar
Afp
2006
Mar
para bolivia • En un masivo acto en el Estadio Nacional de Santiago, preparado por varias organizaciones sociales y políticas chilenas, que contó con la participación del presidente Evo Morales, se escuchó al público gritar “mar para Bolivia”. Además, se exhibieron pancartas con textos: “Bolivia un mar de amigos” y “América sin fronteras, mar para Bolivia”. En marzo de 2014 se repitió similar acto de respaldo.
ores chilenos a boliviana
Murales Nczan xcvc también xcv reclaman mar
ores chilenos, entre algunos sectores, expresaron su respaldo a la demanda una salida al pacífico y por la integración latinoamericana boliviana, Jorge Coulon, de Inti Illimani, indicó que el grupo ha luchado por años para hacer conciencia en la gente sobre la necesidad de entregar mar a Bolivia, por justicia histórica y que su presencia era para saldar una deuda que los mantuvo alejados por muchos años del pueblo boliviano. “La música tiene el poder de unir a la gente; la gente le cree más a los músicos que a los políticos”, explicó García, al precisar que “vinimos porque creemos en esto”. Jorge González, exlíder de Los Prisioneros, una de las bandas chilenas de rock más reconocidas, en diálogo con la prensa previo a presentarse en el Festival de Viña del Mar (27 de febrero de 2013) se mostró a favor de que Bolivia obtenga una salida al mar y de parar las tensiones con este país. "Me parece completamente razonable que si están esas tierras en el norte se pueda llegar a un acuerdo con el cual Bolivia tenga un paso al mar, y eso lo opina mucha gente, pero la posición militarista lo frena (...) Para empezar que un pedazo de tierra tenga un bandera encima
es absurdo”, declaró el diante chileno) por su Manifiesto de artista. parte expresó (junio de los poetas A su juicio, la Guerra del 2012, según El CiudadaPacífico, en la que tamno): “A los bolivianos bién participó Perú, fue • En 2013, casi 70 poetas debemos entregarles “creada por los intereses chilenos se adhirieron al mar, eso nos conviene a ingleses, y los que salie- manifiesto por la integración todos los chilenos y a los ron ganando al final fue- regional y la necesidad de latinoamericanos. La ron los ingleses y los que debatir una salida pacífica y fórmula es sencilla: dequieren salir ganando bemos entregarles un soberana al mar para ahora de nuevo, con la corredor que parta en g u e r r a q u e q u i e r e n Bolivia firmado en 2009. Visviri y llegue hasta el montar, son los mismos”. mar, con soberanía. Luego les peAlejandro Jodorowsky (cineasta y dimos una compensación territoescritor chileno) en abril de 2006 rial por lo terrenos cedidos”. en una entrevista reproducida por La escritora chilena Isabel Allende el portal chileno El Ciudadano extambién aboga por una salida del presó: “No podemos permitirnos país al Pacífico. tener a un pueblo sin mar. Esos “Bolivia debe tener una salida al niños que nunca han visto el mar, mar, tiene que haber un arreglo. que están encerrados. Y encerrar a En algún momento estoy segura un pueblo, quitándoles el mar, es de que se dará. Es verdad que el quitarles la madre (...) Hay que hatratado de 1904 está vigente, pero cer un camino y en un momento eso puede modificarse en el futuse va a elevar, va a ser un puente, ro. Ambos países pueden sentarse para que así no perdamos la frona la mesa a conversar sobre el tetera con Perú (…) Que se construma, pero Bolivia rompió relacioya este camino con el diezmo de nes diplomáticas con Chile, lo cual los industriales y se les regale un dificulta esa posibilidad”, dijo la puerto. Punto”. escritora en entrevista con el diaFelipe Avello (periodista y comerio El Deber (17 de febrero, 2013).
Más de 60scv xxxxxMus, artistas bolivianos y chilenos se unieron en una cruzada a favor de la demanda boliviana de una salida al Pacífico y la integración de la región. Ya pintaron tres murales, dos en Chile y uno en Bolivia, con el objetivo de "crear conciencia sobre la integración latinoamericana y la demanda marítima de Bolivia", señalan los impulsores de esta iniciativa artística. Uno de los murales está en el edificio de la Cancillería de Bolivia en La Paz, otro en el consulado de Bolivia en Santiago de Chile y un tercero de más de 20 metros de largo, hecho el 24 de enero, en el frontis del estadio Víctor Jara de la capital chilena. La iniciativa es impulsada por el grupo Apacheta de Bolivia y la Casa Bolívar, el Colectivo BRP y otras organizaciones de Chile. "Todos estos jóvenes están comprometidos con la causa boliviana. Nosotros en forma modesta vamos a multiplicar las voluntades para llegar a una solución fraterna de integración con nuestros hermanos bolivianos", manifestó Patricio Madera, artista chileno. “Compartimos el mar, esa es la idea, hay la presencia del pueblo que con sus dos manos de forma generosa entrega un barco y mar para Bolivia, ese es el objetivo de esta jornada”, resaltó Madera.
Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
Día del Mar
de
Marzo
9
Guerra del Pacífico: de los maniqueísm S ROCÍO ESTREMADOIRO RIOJA
LAS GUERRAS SON ALIMENTO DEL CONCEPTO MÁS ESTRECHO Y SESGADO DE “PATRIA”, PORQUE SE NUTREN DE UNA CONCEPCIÓN IDENTITARIA PLAGADA DE ESTIGMAS Y ESTEREOTIPOS RESPECTO A UNA “OTREDAD”, A LA QUE SE ESTÉ DISPUESTO A ELIMINAR, TORTURAR HUMILLAR, VIOLAR O DENIGRAR
•Mientras se continúen reproduciendo interpretaciones históricas marcadas por los estigmas y maniqueísmos, no será posible un encuentro fraternal entre los tres vecinos para saldar los corolarios de esta guerra, que más de un siglo después, por razones obvias, siguen pendientes.
10
i hay un constructor social que encierra una serie de prejuicios, es la noción de “patria”, debido a que, esencialmente, la “identidad nacional” reviste la existencia de una “otredad”, aquella que estaría fuera de las fronteras. De esa forma, siendo que convivimos en un punto miserable en un universo de grandeza inconcebible, una mayoría de nosotros está convencida de que por nacer en un lugar determinado (que ni siquiera elegimos), somos legatarios de atributos “innatos” que vendrían a diferenciarnos de los demás. En tal medida, las guerras son alimento del concepto más estrecho y sesgado de “patria”, porque se nutren de una concepción identitaria plagada de estigmas y estereotipos respecto a una “otredad”, a la que se esté dispuesto a eliminar, torturar humillar, violar o denigrar. Las guerras consolidan fronteras no solamente físicas, sino, principalmente, mentales. La Guerra del Pacífico (1879-1884), es un prototipo de ello. Librada en los albores de la consolidación de los Estados latinoamericanos y en un periodo en el que dominaban doctrinas geopolíticas de fuerte matiz militar y chovinista, la Guerra del Pacífico y las consecuencias que devienen de ella, permitirá el reforzamiento y constitución de marcadas identidades nacionales, remarcando rivalidades y desencuentros entre tres países hermanos. En ese marco, las tradiciones y estudios históricos más difundidos de la Guerra del Pacífico revelan cómo pueden variar radicalmente las interpretaciones de hechos “objetivos” que definirían a ese pasado compartido y, al mismo tiempo, vislumbran imaginarios colectivos que exteriorizan una percepción antojadiza del “contrincante” para reforzar identidades nacionales en base a alteridades. Por ende, bajo la mirada apasionada y sesgada de las “historias patrias” de la Guerra del Pacífico, continúan educándose generaciones enteras que replican visiones distorsionadas sobre el “otro” que se impregnan en la conciencia colectiva y que mantienen cada vez más ajeno el sueño bolivariano de unidad sudamericana. Este artículo se refiere a algunas representaciones maniqueas que
Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
de
abundan en los relatos históricos de la Guerra del Pacífico[2] y que se repiten en los tres países involucrados al reflejar una construcción de sentido que se edifica en el potenciamiento de identidades-alteridades, cebando heridas lacerantes. I. Civilización y barbarie
Una variable del pensamiento latinoamericano decimonónico y que trasciende actualmente, es la dicotomía que antepone la “civilización” a la “barbarie”, dualidad que fue canalizada por las elites de la región para justificar una asimétrica división del trabajo con matices racistas. Esta dicotomía discursiva será trasladada a la Guerra del Pacífico, a través de los más importantes políticos, pensadores y hombres públicos de la época y recogida por los relatos históricos oficiales y masivos. Está muy presente en la historiografía chilena el convencimiento de que su victoria en dicha guerra se generó por un mayor grado de “civilización” que ostentaría Chile frente a sus vecinos. Se comprende a Chile como una nación “trabajadora”, “mejor organizada”, con “gobiernos estables” y “mayor institucionalidad” y hasta se insiste en un componente racial[3], que permitiría que los chilenos, según estos postulados, adquirieran más fácilmente los modelos y comportamientos europeos, haciéndolos, por tanto, más “civilizados” que Bolivia y Perú. En contraparte, Bolivia y Perú son descritos como “bárbaros”, con gobiernos signados por la “ambición personal”, la “corrupción” y la “inmoralidad”, liderados por “caudillos ignorantes” y “perezosos” y mayormente habitados por “indómitos indios”. Se llega a asegurar que el otrora Litoral boliviano y el Tarapacá peruano, cambiaron sus designios bajo la soberanía chilena, al alumbrarse con el puntal “civilizatorio” de su administración. En los escritos históricos peruanos, paradójicamente, similarmente se articula la dicotomía “civilización o barbarie”, en los que Chile equivaldría al polo bárbaro. Desde esos imaginarios, se recuerda, en primer lugar, la herencia aristocrática de la opulenta Lima, “cuna de dos reinos”, el incario y el virreinato colonial. Se subraya, en cambio, que Chile apenas fue un “estrecho” territorio “perdido” en el sur, sin riquezas naturales y donde dominaban los “salvajes araucanos”. En-
tonces, en esas narraciones, se exhibe a un Chile “envidioso” de la prosperidad y “alcurnia” peruana, pretendiendo doblegar a un “civilizado” Perú mediante el “bárbaro” uso de la fuerza. Además, se realza una “poco civilizada” actuación de Chile en la guerra, remarcando los saqueos, incendios y destrucción de poblados peruanos o el asesinato de prisioneros de guerra. Esbozando solamente unos cuantos ejemplos, se perciben expresiones sobre Chile al estilo de los “Hunos de América”, el “ancestral salvajismo”, los “vándalos”, etc. En el caso de Bolivia, de manera análoga al Perú, sobresalen las descalificaciones a Chile, pero acentuando la anexión chilena del Litoral boliviano, por lo que se resaltan más los adjetivos de “usurpador”, “ladrón”, “invasor”, allende de que la semántica de las versiones bolivianas de la Guerra del Pacífico, rebosan un sentir lamentoso, girando en torno al enclaustramiento, el amputamiento, la injusticia, la fatalidad, la desventaja. Ello complementa una lectura de la historia de Bolivia transmutada por el saqueo extranjero, la desmembración, la dependencia. Así, la dicotomía civilización-barbarie en el caso de Bolivia, tiende a dirigirse hacia aparentes características del propio país. En estos relatos, el destino boliviano estaría relacionado con una composición social “complicada” y condimentada con una geografía “difícil”, lo que sería aún más agravado con la pérdida de la salida marítima. Aunque estas ideas de origen decimonónico hoy son criticadas por su latente racismo y darwinismo social, no dejan de influir en la constitución de la identidad boliviana, marcada por sensaciones de lamento, de fracaso y de tragedia, sentimientos que traspasan los enfoques históricos contemporáneos de la Guerra del Pacífico y que en la actualidad se divisan en la semántica relacionada a la demanda marítima. II. De ganadores, perdedores y traidores Una de las secuelas de la Guerra del Pacífico es la embriaguez de la derrota en Perú y Bolivia (particularmente esta última). Pero, asimismo, Chile quedó emborrachado con la victoria, ya que su triunfo marcará decisivamente una identidad nacional, percibida, de acuerdo a Gustavo Adolfo Otero, con “lentes de au-
Marzo
Día del Mar
: La historia mos mento”. Para Chile, el resultado de la guerra será el ingrediente crucial que alimente el mito de la “excepcionalidad chilena”. Consiguientemente, en los discursos de los políticos, pensadores y eclesiásticos chilenos referidos a la guerra, son comunes las alusiones a Chile como “la cumbre de los pueblos americanos”, “Chile de campeones”, “el primer pueblo de América del Sur”, la “nueva Esparta” o el “pueblo más poderoso del mundo”. Estas apreciaciones son repetidas explícita e implícitamente en la historiografía chilena más difundida. Paradójicamente, en no pocos estudios peruanos se leen narraciones asombrosamente equivalentes, distinguiendo permanentemente la “hombría”, el “valor” y el “heroísmo” del ejército de Perú versus unos enemigos “cobardes”, “arteros”, “salvajes”, amparados en la superioridad numérica y en un mayor poderío bélico, causas, según estas aproximaciones, para la victoria chilena. Otra constante en las visiones del Perú, es la atribución a Bolivia de “traición” y “cobardía”, por supuestamente abandonarlo en una guerra que “no había buscado y provocado”. Siguiendo estas interpretaciones, lo más citado es la “deserción” de Hilarión Daza en Camarones, el “desbande” del ejército boliviano en el enfrentamiento de San Francisco, o el temprano “abandono” del teatro de guerra por Bolivia, luego de la batalla del Alto de la Alianza. Las versiones bolivianas de la guerra tampoco escatiman en calificativos contra Chile y Perú en sus roles y actuación en la contienda. Un ejemplo ilustrativo sobre Chile es este pasaje de Alberto Gutiérrez, anecdóticamente acusado en Bolivia de “prochileno”, que afirma que Chile “en el fondo, en el alma popular, existe una inclinación innata al despojo por medio de la violencia”. Igualmente, en contraparte a las acusaciones peruanas de “traición” o “abandono” del aliado, los bolivianos bosquejan recriminaciones contra Perú. De forma recurrente, realzan la hipótesis de que hasta la declaratoria de guerra de Chile a Perú y Bolivia, Perú dudó en participar en la contienda y colaborar con Bolivia en base a lo que estipulaba el Tratado de Alianza Defensiva de 1873. De acuerdo a estas orientaciones, Perú buscó mediar entre Chile y Bolivia y se decidió a cumplir el Tratado de Alianza sólo cuando era
PRAT
EL HÉROE
• “Muchachos, la contienda es desigual. Nunca se ha arriado nuestra bandera ante el enemigo y espero que no sea ésta la ocasión de hacerlo. Mientras yo viva, esa bandera flameará en su lugar, y si yo muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber. ¡Viva Chile!”
DE CHILE manifiesto que Chile tenía intenciones de guerra con este país. Otra cosa que se le imputa a Perú desde Bolivia es una pésima dirección de la guerra y malos tratos que los bolivianos habrían recibido en territorio peruano. III. Los héroes de la muerte A pesar de que Chile permanezca embriagado con su victoria, Perú no acepte su derrota a no ser en términos arrogantes o Bolivia se enfrasque en subrayar un papel de mártir, si algo tienen en común la mayoría de los trabajos históricos más difundidos en los Estados protagonistas de la Guerra del Pacífico, es la exaltación épica de determinados acontecimientos y héroes (frecuente en las “historias patrias”). No obstante, lo que más llama la atención, es la escalofriantemente símil “narración heroica” que catapulta a los principales héroes de los tres países, que tiene de plataforma a la muerte, la tragedia y la venganza. En Bolivia tenemos la tradición de Eduardo Abaroa, muy insertada en la conciencia colectiva y que se transmite en la educación escolar y militar, en los medios de comunica-
(Arenga de Arturo Prat al ordenar el ataque contra el Huáscar) ción, en las celebraciones patrióticas, etc. Abaroa, uno de los civiles que resistió a la ocupación chilena de Calama, se convirtió en el mayor hito boliviano de la Guerra del Pacífico a partir de la muy conocida leyenda que consagra que antes de rendirse prefirió la muerte, con grito “inmortal” de por medio y que es memorizado por todo boliviano. Así como en la construcción mítica boliviana, Abaroa se enfrenta solitario con decenas de soldados, y prefiere dejar de existir a rendirse, algo similar se cuenta del máximo héroe chileno, Arturo Prat, que ante el hundimiento del barco que comandaba en el combate de Iquique, en lugar de capitular, prefiere saltar al blindado peruano que lo acometió, para ser ultimado “heroicamente”. Se resalta que los tripulantes del “Esmeralda” (nombre del barco de Prat), decidieron o bien emular el destino de Prat y abordar el buque enemigo, o sumergirse con su navío, pero nunca arriar la bandera chilena. Incluso, se destaca en esta fábula, un grito análogo al de Abaroa, que habría lanzado el héroe al abordar el acorazado peruano. A la par, Perú también enaltece la muerte épica de su mayor héroe, Miguel Grau (“el caballero de los ma-
res”), comandante del blindado peruano “Huáscar” que se inmoló despedazado por una granada en la batalla de Angamos. Se enfatiza que a pesar de que Perú se encontraba en “desventaja”, porque se enfrentaba en el mar con un monitor a dos poderosos blindados chilenos, nunca se arrió el pabellón peruano del “Huáscar” y más allá del horrible deceso de Grau y de los destrozos del galeón, la lucha proseguía, prefiriendo, los peruanos sobrevivientes, hundir el monitor a sucumbir frente al enemigo, llegando a abrir las válvulas de inmersión de la nave. Al analizar estas construcciones mitológicas, salta la interrogante: ¿Qué futuro pueden tener las colectividades que conmemoran a sus héroes en el recuadro de la muerte, la desventura y la revancha? Este trabajo está basado en algunos de los hallazgos de investigación de la Tesis Doctoral denominada “El pasado en el presente: La influencia de la Guerra del Pacífico en la constitución de identidades nacionales y alteridades en Bolivia, Chile y Perú”, realizada por la autora para el Doctorado en Estudios Latinoamericanos (Mención Historia) de la Universidad de Salamanca, España. Una versión completa del artículo puede leerse en la
Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
Día del Mar
edición digital de este matutino.
de
Marzo
11
Del mar de amar NOMBRES Y LUGARES COMO JUAN LÓPEZ, EL TROCADERO, LA PORTADA, COLOSO, LAS ALMEJAS, LA POZA GRANDE, LA CHIMBA, HORNITOS, LA COSTANERA, EL PASEO DEL MAR, NOS SON FAMILIARES Y QUERIDOS COMO LA CANCHA, MUYURINA, SAN PEDRO, RÍO ROCHA, LAGUNA ALALAY, EL TUNARI, CORANI, INKACHAKA, LA ANGOSTURA Juan Wálter Araos Úzqueda
M
• Mi hijo Claudio me preguntó una vez de chiquito, mirando el horizonte más allá de Las Almejas, en Antofagasta, cómo habían hecho los chilenos para traerse tanto mar.
e preguntan a veces si soy chileno o boliviano y respondo enseguida que soy antofagastino, antofagastino de Uyuni, lo cual es verdad: mi papá es de Antofagasta y mi mamá era de Uyuni. Cuando mi abuelo Wálter cumplía su deber en El Chaco la familia partió a Chile desde Uyuni y lo esperó en Antofagasta durante meses hasta que por fin él llegó. La mamabuela tenía entonces veintidós años, mi mamá seis o siete. Mi mamá se llamaba Dora, que en griego significa regalos. Fue la mayor de cuatro hermanos: Dora, Hugo, Lilian, Jorge Úzqueda Ostria. Yo soy el mayor de cinco: Juan, Hugo, Dora, Fernando, Verónica Araos Úzqueda. Tengo tres hijos y una hija chilenos y cuatro hijas bolivianas. Mi esposa nació en Cochabamba. Cuando los diez (¿o las diez?) votamos por nuestras ciudades preferidas para vivir ganan Cochabamba y La Paz, pero la caleta de pescadores y la playa Juan López, de Antofagasta, figuran entre los paisajes elegidos por unani-
midad. Mi hijo Claudio se renueva como las mame preguntó una vez de Todo participaba reas, que el Salar es algo de una tierra sin chiquito, mirando el horiinterminable y bello cofronteras, de una mo el mar a nuestros zonte más allá de Las Almejas, en Antofagasta, có- historia inagota- pies; que las luces nocmo habían hecho los chiturnas encendidas de la ble, del mar de lenos para traerse tanto ciudad vista desde lo alto amar mar. Otro día, entre el aede las ruinas de Huanropuerto de Cerro Morechaca parecen las que no y la casa de Díaz Gana, ella veía de niña bajanyo cantaba en voz alta do, de noche, a La Paz; “Antofagasta, tierra hermosa, Mejilos seis de agosto y los dieciocho de llones, Tocopilla, frente al mar…” y septiembre nos regalaba una torta una amiga de Tocopilla, volviendo de hojas dulces de manjar hecha la cabeza, con tono de reproche, por ella. Cuando el conflicto por consultó si yo era chileno o bolivialas aguas del Lauca empeoró, tuvo no. Siempre nos han sucedido coque firmar cada semana en Investisas de aquí y de allá. Nombres y gaciones de Chile pero lo hacía con lugares como Juan López, El Trocabuen ánimo, bromeando en el cadero, La Portada, Coloso, Las Almino, por las calles Ossa y Maipú, mejas, La Poza Grande, La Chimba, con mi papá. La abuela Segundina, Hornitos, La Costanera, El Paseo la mamá del abuelo Wálter y de la del Mar, nos son familiares y queritía Elba, vino en el tren de Uyuni dos como La Cancha, Muyurina, ese año. Recuerdo que una mañaSan Pedro, Río Rocha, Laguna Alana de esas mis hermanos y yo salíalay, El Tunari, Corani, Inkachaka, mos al colegio y ella volvía de la La Angostura. Entre los frutos del caleta con dos congrios limpios mar y las frutas del valle nos pasa para el almuerzo. Mi primera casa lo que a esos niños de Platón, que en Bolivia fue la de la tía Elba, que cuando les preguntan cuál de un en paz descanse. Cuando ella venía par de cosas visibles prefieren resa Antofagasta nuestra casa era una ponden “las dos”. Mi mamá era fiesta. Todo participaba de una tieboliviana y chilena también: nos rra sin fronteras, de una historia decía que la sal del Salar de Uyuni inagotable, del mar de amar.,
La familia Úzqueda Ostria. De izquierda a derecha: Dora, Lilian, Jorge, Adela, Wálter, Hugo.
Adela Ostria Vía y Wálter Úzqueda Fanola, el día de su matrimonio. Ella era de Sucre y él de Tupiza. Años después la familia Úzqueda Ostria emigró desde Uyuni a Antofagasta, en el norte de Chile.
12
Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
Foto de Wálter Úzqueda, “saliendo de la línea después de cumplir su deber en el Chaco”. Tarija, 25 de septiembre de 1934.
de
Marzo
Día del Mar
Fotos: Los Tiempos
El Otro Alex Molina Barrios
N
Los hermanos Araos Úzqueda durante un festival escolar, en Antofagasta. De izquierda a derecha, de pie: Fernando, Verónica, Hugo y Dora. Atrás, al medio, Juan Araos Apablaza y detrás suyo, Juan Wálter.
Wálter Úzqueda (abajo, 2do de izq a der.) junto a sus padres (sentados) Segundina Fanola y Domingo Úzqueda; hermanos (de pie) Elba y Waldo e hijos Lilian, Dora y Jorge, en la Poza Grande de Antofagasta.
Juan Araos Apablaza y Dora Úzqueda Ostria en la playa La Portada, Antofagasta, 1953.
ací en el regazo de una fragmentada familia socialista en plena dictadura de Pinochet. Mi padre, queriendo ocultarme los sufrimientos causados por tanta muerte y torturas, me contaba pintorescas historias sobre sus experiencias por distintos países de “nuestra América”. Entre sus reminiscencias preferidas a la hora de dormir, estaba la de aquella vez que, realizando un documental sobre la deforestación en la selva amazónica peruana, allá por los años 30, cayó víctima del paludismo y se vio trasplantado durante seis meses, de tribu en tribu, hasta ser intercambiado por bidones de alcohol. Esa historia, como todo buen relato, tenía como secuela su posterior convalecencia en el Lago Titicaca, bajo fastuosas terrazas de cultivos andinos, sirviendo de mensajero a remos entre los alcaldes de San Pedro y San Pablo de Tiquina, enemistados a muerte. También me dormía escuchando sobre las maravillosas amazonas, que aseguraba haber encontrado en Santa Cruz y el cómo había intentado amaestrar una boa, entre otras historias aderezadas con fantasías propias de niño. Consecuentemente, resulta evidente que en mis sueños infantiles, el gigante lago tornasolado se entremezclara con boas, indígenas de arco y flechas y un maravillado respeto hacia los hermanos pueblos de Los Andes: Una imagen tan propia de esa izquierda latinoamericanista de los años sesenta. Así crecí con cuatro dogmas adheridos a mis genes: el latinoamericanismo y antimilitarismo de mi padre y el feminismo y compromiso social de mi madre, internalizando así, la reivindicación marítima como exigencia de justicia entre tres pueblos hermanos. Pasados los años y en cuanto se me dio la oportunidad, me integré a un organismo internacional de integración, desde dónde tuve la oportunidad de participar de procesos de hermanamiento entre países de la región y, claro está, entre Bolivia, Perú y Chile. Con dos hijos binacionales, mi ancla se vio fijada entre montañas y valles, donde consideré que debía depositar mi compromiso de lucha por el cambio social y la herencia política de Elmo Catalán. En los años siguientes, desfilé por ONGs, instituciones públicas, fundaciones, agencias de cooperación e incluso, recorrí, junto a un Apu-Mallku, múltiples comunidades indígenas aprendiendo, entre muchas cosas, a leer las nubes en el silencioso cielo del altiplano. Fue durante los dolorosos conflictos de Octubre Negro que los embates de encapuchados exigiéndome la devolución del mar, convirtieron en sopapo las buenas intenciones. En esos tiempos, mi hija en preescolar y mi hijo de guardería, fueron acosados por profesores y compañeritos debido a su mixta y circunstancial condición de origen. El acoso también tuvo canales institucionales y tal vez, el más patético de ellos, fue protagonizado por un colega consultor que, desaforado, en pleno palacio de gobierno, gritaba que no iba a permitir que un “chileno robamar” le opacara su trabajo. Primero con dolor, luego con aceptación, aprendí a distinguir el “chilenito” con cariño del “chilenorobamar” con humor, ironía o desprecio. Comprendí la minusvalía del esfuerzo, el compromiso o el amor: Uno es y será siempre el extranjero, independientemente de la cédula de identidad, la entrega o el mérito. Hoy en día, con casi veinte años en Bolivia, he logrado conocer la casi totalidad de su geografía y he descubierto la realidad de los pueblos de tierras bajas. Sufro con las desventuras de este pueblo, celebro sus triunfos y satirizo sus torpezas. Con una extraordinaria compañera universal y dos maravillosos hijos, me siento más boliviano que los bloqueos de caminos. Sin embargo, a estas alturas, he aprendido que, cada cierto tiempo, siempre habrá alguien o una institución que, azuzada por consignas e historias militares, se encargue de recordar que no soy más que el chileno, el enemigo… el otro.
Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
Día del Mar
de
Marzo
13
Cecfilia Caero
Ser hija de chilena Mónica Olmos Campos
C
Mares nuestros Cecilia Romero
E
ste es un relato íntimo del mar. ¿Y qué es el mar? Un cielo sonoro, un pedazo negado. Soy chilena de nacimiento, no ejerzo la chilenidad de algunos que se arrogan el derecho al gigante azul concedido por una guerra. Vivo hace más de 20 años en este país mediterráneo, un lugar de altas montañas que fungen a veces como muros. Suena a veces lejano un atisbo de él, una melancolía larga que extraña la sal y las olas golpeando los riscos. Recuerdo cuando vi por primera vez el mar, fue en vacaciones viajaba en la comitiva un grupo de chicos como yo que jamás habíamos visto un gigante. Niños bolivianos y nosotros. Cruzamos el desierto de Atacama en un bus y tras horas largas y una inmensa loma de arena vino la visión imposible de un azul aparentemente calmo y expectante. Recuerdo bien a los bañistas que nos observaban, nosotros corriendo con algo de resquemor a las orillas furiosas del Pacífico, intentando nadar en algo que no se asemeja para nada a las piscinas o los ríos. Recuerdo unas cholitas que sin traje de baño “apropiado” para las modas playeras, decidieron entrar con las polleras remangadas ante la mirada inescrutable de algunos experimentados veraneadores. Todo fiesta y bullicio, exceso de sorpresa. Un mar defendido por las armas, de jóvenes soldados y ya no importa el bando, que duermen en el fondo, el mar que abría los brazos. Nosotros hijos de una familia migrante a Bolivia tampoco lo conocíamos por un arribo intempestuoso a la nueva patria. Fue entonces una revelación compartida. Un aturdimiento inicial. Un espejismo que se materializa, el lugar no lugar, un espacio al que se arriba temporalmente y que
14
luego se recuerda en los álbumes. Se traen conchitas y se las pone al oído de cuando en cuando para viajar con el sonido imaginario a ese inmenso pedazo negado. De vuelta a casa, además de un bronceado traje el acento disminuido, y además el recelo. Esos niños y yo teníamos una diferencia y una carencia, una costa solo para los finales de año. También un día del mar, 23 de marzo, el minuto de silencio en el colegio, algunos amagues de discusión, la culpa como herencia. La historia contada desde dos frentes, la idea esa que sostiene un lado: “la victoria concede derechos”. El sentirse foráneo y perteneciente, en Bolivia chilena, en Chile boliviana. Cuando comencé a escribir cuentos, el mar y esta tierra dejada hace tiempo, volvieron con su carga necesaria de nostalgia e idealización. La memoria que tiende a confundirlo todo, y más allá de eso entender que la mar no es sólo la magia, sino la posibilidad de interconexión, de vinculación comercial que permite eso que a veces mal entendemos como desarrollo. Comprendido de forma correcta abre infinitas posibilidades. El puerto es un símbolo, es puente que se extiende para que por el arribe el mundo, así entiendo yo la posibilidad de la costa, no la depredación y el autoritarismo o las cortinas de humo sobre la reivindicación de una vuelta al mar como estrategia. En el epilogo, reflexiono sobre mi propia mediterraneidad, sobre las diferencias que no son tales, que no es tan profundo el desarraigo, porque nunca pude ser nacionalista a ultranza, porque ese tipo de nacionalismo que sujeta y levanta un puente para que nadie cruce, no me resulta atractivo ni sostenible. Soy, quizá a fuerza de empeño como lo es cualquier migrante, de algún lugar entre las montañas, traigo la misma nostalgia y los mismos muertos. El mismo “mar adentro”.
Cochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
de
ualquiera diría que tengo un conflicto existencial o al menos un problema de identidad: Ser hija de boliviano, tener como madre a una chilena (y bien chilena), y haber nacido y vivido mis primeros años en el Perú me ha permitido, sin embargo, un sentir sudamericano más sosegado. ¿Y el conflicto marítimo? Procesarlo a partir de esas tres visiones. Cuando cursaba el primero de primaria en el colegio Loretto de La Paz me contaron que los chilenos nos habían “robado el mar”; yo -no sé por qué extraña situación- pensaba que los vecinos mapuches se lo habían llevado en carretillas. Y alucinaba imaginando a miles de chilenos en fila india detrás de carretillas llenas de agua salada y arena blanca. Durante algún tiempo mantuve esa idea que, ahora que lo pienso, era una estupidez genial. Si bien las carretillas pasaron por mi cabeza, lo que nunca pudo hacerlo fue la idea del robo. En esa parte del cuento, mi madre, como era de esperarse, se encargó de tamizar el asunto y logró reubicarme en un sentido más real del conflicto: fue una guerra, poco anunciada, bastante desigual pero guerra al fin, me enseñó la chilena. De niña y adolescente quedaba impactada al ver y escuchar a doña “Gaby del mar”, todo un referente de la lucha y la defensa de la causa marítima, pero también de verdadero odio y resentimiento hacia los chilenos; muy a pesar de aquello, mi madre siempre la guardó con respecto y admiración pues cómo criticar a una boliviana tan boliviana como doña Gaby de la Reza Suárez si para chilena solo mi mamá. Es que algo tenían en común las dos damas. El tema del mar no ha sido un conflicto ni para mi familia ni para mí en particular, es mas, soy una de esas pocas pero no extrañas ciudadanas que considera que el conflicto marítimo se ha constituido en uno de los mejores recursos para camuflar nuestras debilidades, no solo políticas, lamentablemente. Desde niña he escuchado que haber perdido el
mar nos mantiene a los bolivianos en una tremenda situación de desventaja ante nuestros vecinos, y es posible que así sea, pero pienso también que ya es tiempo de dejar de culpar de todos nuestros males a los invasores españoles, al imperio yanqui y a los chilenos ladrones, porque siendo menos fanáticos, la realidad no es tan así. Ser hija de chilena es cosa espectacular sobre todo cuando en un sinfín de reuniones sociales y de otra índole alguien se refiere a la mujer chilena como una fémina de fácil relacionamiento con el sexo masculino. Es cuando disfruto anunciarles –y con mucho orgullo- que mi madre es chilena. Gracias a una chilena, es que las “malas palabras” enriquecen mi mundo y ponen colorados a mis parientes más cercanos e incluso a los más lejanos. Crecí en medio de esas palabras sucias que trajeron consigo una forma de ver la vida más liberal, simple y apasionada. Gracias a una chilena he aprendido a amar Bolivia y a considerarme una boliviana querendona de una tierra que no es suya. Gracias a una chilena he aprendido a pararme firme cuando las solemnes notas del himno nacional encantan, a entonarlo fuerte y con pasión. Una chilena me enseñó a planchar y a colocar la bandera boliviana cada 6 de agosto, y la celeste cada 14 de septiembre; ella lo hacía en su tienda de la avenida San Martín esquina Colombia, lo que no sé es que si lo hacía por evitar la multa o por cierta convicción patriótica, me imagino que era una mezcla de ambos pero no importa, me lo enseñó y es parte del aprendizaje, quizá ésa era su única intención, enseñármelo. Una chilena me recalcó siempre que tenía que respetar este país siendo una “periodista valiente” para denunciar las injusticias y ramas afines, no sé si lo soy y si lo hago, pero sí sé que amo Bolivia tanto como para considerarme una compatriota aguerrida, boliviana de corazón y de carné y cochala por principio, nacida en el Perú e hija de chilena. ¡Recuperemos nuestro mar, recuperemos el Litoral!...también me lo enseñó una chilena.
Marzo
Día del Mar
• Cómo te lo digo, niño boliviano, cómo alargo la palabra m-a-r, y que ahorita zumbe en tus oídos como mil abejas moluscas, como millones de susurros que salpican tu carita aimara con su aliento materno-mar-tierno-mari-maternal
Canción para un niño boliviano que nunca vio el mar Pedro Lemebel
Y
cómo te lo digo y con qué humedad de letras te lo cuento, chiquito llokalla, pelusita paceño que nunca estuvo frente al estruendo salado de la planicie oceánica. Cómo hacértelo ver, niñita imilla, en estas letras, si nunca fuiste testigo de esa música y sus olas crespas chasconeando el concierto del bello mar. Cómo te lo digo, niño boliviano, cómo alargo la palabra m-a-r, y que ahorita zumbe en tus oídos como mil abejas moluscas, como millones de susurros que salpican tu carita aimara con su aliento materno-mar-tierno-mari-maternal. Ésta es una carta dirigida a tus ojitos oblicuos que de mil maneras intentan imaginar ese gran charco azul que no es como te lo cuenta la profesora en el colegio describiendo la parte más extensa del Titicaca, esa zona donde el cielo se recuesta sobre las aguas verde musgo, donde no hay cerros, y el horizonte desaparece en esa lama esmeralda que, de alguna manera, también semeja un ojo de mar. Tampoco es similar a esa caricatura Disney que te muestran en la escuela boliviana, con peces de colores saltando por todos lados, con bañistas y quitasoles eternamente en vacaciones de verano, con arenas doradas y olas turquesas en un exceso de pedagógica idealización. Cómo te lo explico, chiquito llocalla, mejor te cuento mi experiencia de niño cuando por primera vez me en-
contré con el milagro marino. Vivía con mi familia en Santiago, y como niño pobre tuve la experiencia recién a los cinco años. En mi población se organizaban paseos a la playa por el día en enero o febrero, íbamos en micros que contrataba la Junta de Vecinos o el Club Deportivo y cada familia se preparaba días antes para el acontecimiento. Recuerdo que la noche anterior los niños no dormíamos, excitados por las expectativas del paseo. Mi madre en la cocina preparaba un pollo, hervía huevos duros, y zurcía los trajes de baño pasados de moda, desteñidos, con los elásticos sueltos por el uso familiar. Salíamos de madrugada en la micro vieja que siempre quedaba en pana en mitad del viaje. Y allí en la carretera eran horas que debíamos esperar al chofer que solucionara el desperfecto. Casi al mediodía recién cruzábamos la cordillera de la Costa, y entonces, antes de verlo, el mar nos llegaba en la brisa fresca y en ese olor a yodo que anunciaba la salada presencia. Y en un recodo, al doblar una curva, el dios de las aguas nos anegaba los ojos con su azulada inmensidad. Era tan fuerte la impresión, que no podía compararse con mil lagos ni con mil ríos ni siquiera con las cataratas de la inundación invernal. Hasta ese momento, nunca antes experimenté esa conmoción de inquieta eternidad, solamente la visión del cielo podía asemejarse a ese momento. Era como tener el cielo derramado a mis infantiles pies. Era como ver al cielo al revés, un cielo vivo, bramando, au-
llando ecos de bestias submarinas. Un cielo líquido que se extendía como una sábana espumosa más allá, infinitamente lejos, hasta donde mis ojillos de niño pobre no podían llegar. El resto del día playero transcurría como una película vertiginosa; todo era correr, jugar, hacer castillos que desmoronaba la marea, mojarse el poto en el agua como témpano, comer pollo masticando arena, quemarse como jaibas para demostrar que fuimos a la costa. Todo era así, rápido como película de Chaplín y luego, cansados de tanto güeviar, regresábamos en la misma micro escuchando los quejidos de insolación que emitían los curados dormidos a pleno sol. En realidad, ese paseo poblacional era una tortura, un día agitado de maratónica playa. Aun así, pequeño niño boliviano, te pueCochabamba | Año 2015 | Lunes | 23
Día del Mar
do contar cómo conocí la gigante mar, y daría todo para que esta experiencia no te fuera ajena. Incluso, te regalo el metro marino que quizá me pertenece de esta larga culebra oceánica. Tanta costa para que unos pocos y ociosos ricos se abaniquen con la propiedad de las aguas. Por eso, al escuchar el verso neopatriótico de algunos chilenos me da vergüenza, sobre todo cuando hablan del mar ganado por las armas. Sobre todo al oír la soberbia presidencial descalificando el sueño playero de un niño. Pero los presidentes pasan como las olas, y el dios de las aguas seguirá esperando en su eternidad tu mirada de llokalla triste para iluminarla un día con su relámpago azul. En "Adiós mariquita linda" de Pedro Lemebel. Editorial Sudamericana, 2004
de
Marzo
15