GUERRADEL PACÍFICO 130 a ñ o s
del conflicto marítimo
Lunes 23 de marzo, 2009
Tras el hallazgo casual de un nicho en el Cementerio General de Copiapó, al norte de Chile, donde fueron enterrados los restos de Fernando Yañez en 1929, se descubre la historia de un hombre que superó las culpas de la guerra … y en libertad hizo patria en ambas naciones Paula Muñoz Encinas …dos palabra s, un consejo, una espera nza…sufra con paciencia...procure estrechar relaciones con todas las familias de esa ciudad, de donde usted y no otro será su futuro...”, le escribió el Ge n e ral Hi l a rión Daza a un oficial boliviano prisionero en la ciudad de Rancagua, durante la Guerra del Pacífico. Y aunque esta misiva no estaba destinada a José Fernando Yañez, cabo del Batallón Aroma del Ejército Boliviano, éste resistió estoicamente su cautive rio y estableció potentes lazos de confianza con sus captores y vigilantes en Copiapó. Tras su liberación, permaneció allí hasta el día de su muerte. Pa ra Bolivia, reservó un último gesto de patriotismo. Su historia comienza, el 25 de f e b re ro de 1879, cuando junto con el resto del pueblo boliviano se enteró de la nefasta noticia de que Chile y Bolivia estaban en guerra. En todas las ciudades los cuarteles se llenaron de voluntarios sin experiencia que fueron organizados en la “Guardia Nacional”. La indignación y el espíritu de lucha se extendieron a lo largo del país con sorprendente rapidez. Fernando, nacido en 1866, tenía 17 años cuando se enroló en el Batallón Aroma 4to de Infan-
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Cochabamba, Bolivia
Soldado boliviano
de prisionero de guerra a ciudadano “chileno” Batalla del Alto de la Alianza Batallón 5to. “Viedma”. Oleo de la Academia Boliviana de Historia Militar. La guerra del Pacífico fue una guerra terrestre, a pesar de la importancia de las acciones navales porque la supremacía marítima se alcanzó rápidamente.
tería de la ciudad de Cochabamba, compuesto en su mayoría por jóvenes de la provincia de Tapacarí. Fue reclutado cabo segundo en una tropa de 8 hombres. Bolivia tenía solo tres Batallones de línea con soldados profesionales, las divisiones Daza, Sucre e Illimani y el Aroma era parte de la 4ta División de civiles, junto al Viedma con 413 cliceños y punateños; Padilla con 351 cochabambinos; Oropeza con 400 cochabambinos; Co raceros Junín con 147 aiquileños, mizqueños y tarateños; y Coraceros Libertad con 80 cochabambinos. Tras congregarse todas las fuerzas en La Paz, el famoso telegrama “Vuele ejército a Tacna” se hizo efectivo, y Fe rnando partió sin saber que su destino era un viaje sin retorno.
El camino a Tacna Y volaron. En dos semanas. Fernando y su batallón caminaron 150 kilómetros por día, desprovistos de armamento pero con la ilusión de que en Arica la marina de los Aliados los llevaría a la costa, y que junto al Ejército peruano recuperarían el Litoral boliviano. Pero eso no sucedió. \ A fines de abril en Tacna, qued a ron de guarnición desarmados hasta el 8 de nov i e m b re, cuando el Ge n e ral Daza desembarcó de la cañonera Pilcomayo, 1500 fusiles con los que se armaron algunas unidades, entre ellas el Aroma. Su próximo destino era el puerto de Mejillones.
Tarde para Pisagua El 2 de noviembre, el Aro m a no consigue recorrer los 30 km (un día de marcha) que lo separan de Pisagua. Se suman al repliegue al final de la batalla para enterrar a algunos de los 464 bolivianos caídos. Historiadores chilenos relatan que el Aroma participa con valor en la Batalla de Dolores, donde forma la segunda línea de reserva junto al Victoria, Vengadores y Colchechalca. Según el Ge n e ral boliviano Fe rnando Sánchez, ex Director de la Academia de His-