Verdad esencial gonzalo lema

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Gonzalo Lema Ramiro Moncada A.

Juan Bernal Wendy Paco Editorial Canelas

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04 Lic. Juan Cristóbal Soruco

05 Gonzalo Lema

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Antonio Terán Cabero

Jesús Urzagasti

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Pedro Shimose

Matilde Casazola

37

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Eduardo Mitre

Norah Zapata

51

Humberto Quino

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Rubén Vargas

Vilma Tapia

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Marisol Quiroga

0X

Benjamín Chávez

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H

oy difundimos, como homenaje al Día de la Patria, “La Verdad Esencial. Entrevistas a poetas bolivianos”, que reúne 11 entrevistas a importantes poetas –hombres y mujeres— del país, que tienen como común denominador encontrar las ligazones del poeta con su entorno y que aparece, como permanente telón de fondo, el país con sus riquezas y miserias. El autor es Gonzalo Lema, el mismo que hace dos años publicó, en una edición similar a ésta, “La Bolivia que se va, la Bolivia que viene” en la que se incluye también entrevistas a once actores de la política boliviana y que se ha convertido en un texto de casi obligada lectura para entender el tiempo que estamos viviendo. Ambas obras responden a la inquietud de Gonzalo Lema –narrador, por sobre todos sus otros oficios-- de encontrar una línea de conocimiento/ reconocimiento de nuestro país a través de quienes, a su entender, pueden expresarlo mejor en sus respectivos espacios de vida. En Editorial Canelas hemos acogido este proyecto a ser publicado en el año de nuestro 70º Aniversario, no sólo por conocer la calidad profesional y humana del autor, sino porque ambas obras ayudan –o pueden ayudar—a mostrar horizontes en medio de una situación de extrema confrontación, en la que, en verdad, ya no se debate ideas porque el debate político, cultural y social se ha sido degradado, fundamentalmente desde el poder, a una simple sucesión de Por ello, este nuevo trabajo de Gonzalo puede ayudar al proceso ineludible –si queremos construir una nación con capacidad de responder a los retos que los cambios en el mundo y la región presentan-, de rescatar el debate intelectual del fango del insulto en que se encuentra, para entenderlo nuevamente como el intercambio democrático de ideas. característica única: incluye la última entrevista que dio el escritor Jesús Urzagasti y en la que se puede sentir su profunda solidez moral y poética.

Cochabamba, agosto de 2013

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E

ste conjunto de entrevistas a poetas bolivianos contemporáneos está motivado por un buen propósito: “mostrarlos”, se diría, en su muy estricta dimensión humana, a su propia sociedad. Alguna amable gente tiene para sí la fantástica idea de que los poetas no viven en este mundo. Es decir, no podrían ser sus vecinos ni los niños que jugaban con ellos en el barrio o en la plaza más cercana, cuando todos vestían pantalón corto. Y que mucho menos se podría esperar de ellos una opinión sobre el precio del pan, sobre los bloqueos de calles y carreteras o sobre la coyuntura política. Apostarían su patrimonio a favor de estos prejuicios. Pero, lo cierto es que los poetas son nuestros vecinos y trajinan calles, ciudades y país exactamente como todos sus contemporáneos.

del proceso creativo, sin cortos y largos descansos o treguas. Tampoco es recomendable vivir a la vuelta de este mundo. Aquí estamos todos, en este tiempo y en este espacio, aprendiendo a vivir cada día para luego –no hay cómo evitarlo, y quizás ni para quéJesús Urzagasti inaugura las entrevistas. Se trata, sin lugar a dudas, de su última participación pública antes de morir unos días después. Triste honor el mío. Debido a esa y poeta que supo hacer amistad a lo largo de su camino. Aún ahora –al cabo de unas semanas-- duele mucho su último adiós. Sin embargo, y bien lo sabemos por Jorge Luís Borges, el supremo ideal del poeta es el de alcanzar la inmortalidad y después morir. Él es un gran ejemplo de aquello.

Una suerte de diálogo a susurros que ayude a construir mejor sociedad. Mejor tiempo histórico. Mejores simples días. Es posible que ese propósito haya sido logrado. Por último, el orden de su presentación está determinado en estricta sujeción a su “aparición” en este mundo. Un Orden incomprensible para mí quiso que nos fueran llegando uno detrás de otro. No he querido alterarlo de ninguna manera, salvo por la excepción comentada párrafos arriba. Agradezco a Juan Cristóbal Soruco y a Editorial Canelas el empeño por la concreción de este trabajo.

Cochabamba, agosto de 2013.

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PERFIL:

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ENTREVISTA:

J

del todo porque estamparon su silencio en mi memoria. En un escenario privado de diccionarios y sin mayor contacto con los libros, el asombro del niño convive con la audacia de los mayores en el ejercicio de nombrar lo visible y lo invisible. Sin este aprendizaje orientarse en la geografía natal es cosa difícil. En aquellos tiempos, hablar castellano daba un prestigio incierto, porque entre ágrafos se recela por igual del que escribe su nombre y del que no sabe deletrearlo. Dicho de otro modo, neódiferían en el modo de usarla; así, aglutinados por una idea pero con palabras entreveradas, decían de una manera y sentían de otra.

—Se habla tal como se anda o camina. —Los sinónimos proponen parecidos o similican cosas distintas. —Ni siquiera los muertos, menos los vivos, tienen la exclusividad del pasado. —Estar callado es una anomalía cuando el idioma no restituye al silencio su remota jerarquía.

JU: Vine al mundo en la zona sur de Bolivia, vale decir, en una provincia lindante con el Paraguay y la Argentina. Mi lengua materna, el castellano, no fue óbice para que voces de diversa índole se cruzaran por mi camino con sus cadencias nómadas, reanimando así el hemisferio en sombra de tobas, chulupis, chorotis, tapietes y algunos más que no se perdieron

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JU: Por ese tiempo yo ya tenía mi propio viento, cada uno es llevado por un viento único, sea en calidad de brisa matutina o de huracán nocturno. Borges ha dicho que no son más de tres o cuatro cosas que sirven de inspiración al hombre, entre ellas los ojos y la noche. Vaya a saberse por qué se olvidó del viento; sea como fuere, a mí me basta registrar desde muy temprano los vientos que cruzan el territorio boliviano. 4. GL: Más tarde tuve otro libro tuyo, La colina que da al mar azul, que me conmovió por su poesía, pero me dio a entender que tú ya no vivías en el Chaco. Sin embargo, el inicio de un poema (“La voz es/ lo que es el hombre/ el hombre resume/ su paisaje natal/ el paisaje/ es la otra cara/ del paraíso”…) también me explicaba que poco importa dónde uno esté. Uno es siempre lo que fue al nacer. Me gusta ese razonamiento para concebirte como poeta chaqueño. ¿Qué opinas tú? ¿Somos lo mismo o cambiamos con la vida? JU: Pues bien, creo yo que debajo de la razón hay otra razón, de letras ilegibles pero no por eso carentes de sentido. Y para no entrar en honduras, que casi siempre resultan intraducibles, ejemplo, que desde el comienzo el mundo fue para mí un continuo asombro y la vida un milagro. Me parece que no en vano escribí en Tirinea “soy lo que dura el coito entre la vida y la muerte”, o que de joven hubiera dejado anotado por ahí que “el universo brilla en la oscuridad”, o que “sólo en la noche la vida abre sus misteriosas pupilas”. Es cierto que el mundo que conocí de niño no pasaba de ser una tierra llena de árboles con unos cuantos senderos abiertos por entrañables labriegos. Con el correr de los años ese mundo se ha agrandado, pero en lo esencial no ha cambiado; eso me lo dice la poesía con un lenguaje que considero sagrado. 5. GL. Creo que la ciudad amontona gente, pero al mismo tiempo aísla a la persona. Te somete a otra soledad muy distinta a la soledad originaria. En tu experiencia, ¿cómo

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viviste esa emigración? ¿Cuál fue tu primer destino saliendo del Chaco? JU: Mi destino fue Tirinea. Escribí Tirinea del 23 de febrero al 12 de junio de 1967, en La Paz, ciudad donde vivo desde hace más de medio siglo (no está demás señalar que nací en el sur de mi país, en el Gran Chaco, en la frontera con la Argentina y el Paraguay). Tirinea ha sido siempre para mí un regalo, y tal como me dijo H.A. Murena —a quien debo su publicación en la Editorial Sudamericana de Buenos Aires— lo que me correspondía de ahí en adelante era romper la nuez con mis propias manos, con el consiguiente riesgo de no encontrar nada o descubrir el secreto de todo. Me quedé callado quince años, con un viaje a Europa de por medio, hasta que desemboqué en la escritura de En el país del silencio. ¿Qué puedo decir de todo esto? Que Tirinea ha hecho su camino y yo el mío; sin embargo, no me sorprende que dichos caminos se hubieran cruzado una y otra hace oscilar entre el conocimiento recóndito y las palabras que lo traducen. 6. GL: Me sorprende, y me conmueve, la capacidad de algunos poetas para trabajar el mundo de la provincia y el mundo universal. Uno que contiene al otro. En tu caso, pienso, la provincia contiene al mundo. Si esto fuera así, ¿qué es lo que en realidad sucede? ¿Uno observa la realidad desde el fondo del alma? JU: Para mí los idiomas tienen aromas singulares y cierta musicalidad inherente al hecho de obrar como testimonio del primer contacto humano con la realidad, no importa si ese “contacto” sucedió ayer o en la mera prehistoria. Se han tejido múltiples interpretaciones a propósito de niños que crecieron encerrados: si llegaron a hablar, ¿de qué hablan?; en suma, ¿qué clase de lenguaje llegaron a desarrollar? Lo fácil y cómodo es proponer dos salidas para esos infantes: la locura o el verbo que se remite a lo sustantivo. Y sin ir muy lejos, el poeta es ese niño que, enfrentado a la soledad, oscila sin pesadumbre entre la locura y la lucidez.


7. GL: ¿Qué es lo que caracteriza, como un común denominador, a lo que llamamos lo boliviano? En apariencia, al menos, lucimos tan distintos… Y te pregunto porque ya casi llegamos a los 200 años de país… JU: Quien sepa qué cosa es la oscuridad, sabe también que esa oscuridad tiene su propia luz contornos de seres y objetos que permanecían cubiertos por las sombras; por eso, precisamente, todos tenemos algo de nictálopes. Dicho entre amigos, yo traduzco de mi oscura interioridad algo que esa interioridad ha traducido del mundo que la circunda. ¿Sería fatal que lo que yo haya traducido —sea en forma de poema o novela— se parezca al mundo circundante y no a lo que mi oscura interioridad guarda como pieza original? ¿O sería lo ideal? Viejas preguntas que nos remiten al dilema de trazar un círculo desde dentro o desde fuera, con la consiguiente bifurcación del sentido de semejante operación. 8. GL: En este proceso social que vivimos los bolivianos hemos visto algo así como desencuentro. Un sociólogo inteligente dijo que no era pelea, sino que los distintos bolivianos se estaban explicando y explicitando. A mí me gustó, a su vez, esa comprensión, esa sabiduría. ¿No crees que Bolivia está necesitada de una “explicitación” desde su poesía? ¿No sería conveniente y formidable un encuentro de poetas chaqueños, chapacos, aymaras, etc.?

nente donde anualmente se barajan nombres de postulantes al Nobel de Literatura— que el único libro boliviano —Si me permiten hablar— que mereció elogios de un Nobel de Literatura, Heinrich Böll, sea el testimonio oral de una mujer minera: Domitila Chungara. Aunque Bolivia no está libre de la degradación del lenguaje —propia de nuestra época—, corresponde declarar que allí aún se puede morir no por una palabra mal dicha (los académicos hace rato que no acusan a nadie) sino por aquellas que cuestionan al poderoso o al autócrata sin bozal. Habrá, pues, que leer a sus poetas, a sus narradores, a quienes cavilan sobre su tiempo, aligerados de vagas referencias, apremiados más bien por un abismo que a veces promete un austero cariño a la vida, y a veces la fatalidad de hacer miel de la hiel. 9. GL: En este debate nacional están representados todos los sectores de la sociedad, menos los poetas. ¿Qué es lo que sucede? ¿O, quizás, se opina desde el mismo poema? Una voz nueva, un pensamiento refrescante, es todo lo que necesitamos ahora. Una voz que alumbre la convivencia… JU: O un silencio que no declara una imposibilidad; por el contrario, establece una certeza de otro orden. Me gustaría redondear esta cuestión con la transcripción de un poema que me exime de mayores comentarios:

POEMA: EL PAIS NATAL

nuestro tiem po, que ha relegado a la poesía a la condición de género libre pero desamparado. Esa marginalidad es fundamental para evitar la degradación del lenguaje humano. Otra paradoja: la diversidad lingüística de nuestro país, que ha dado un nuevo molde al castellano, sin estigmatizarlo, cruzándolo más bien con unos venturosos ritmos que aún son propiedad de la expresión oral o del silencio a secas. Tampoco es producto del azar—en un conti-

la mitad de nuestro territorio en el Cono Sur. Puesto que no tengo nada que decir al menos puedo recordar la frontera donde crecí entre toborochis y naranjales. Allí me di cuenta de todo sin darme cuenta de nada como les sucede

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y tomar el ají por el perejil y les ocurre a los que van a sentir mucha pena no por algo personal ni por causa de los demás menos aún por incapacidad de amar sino por un anhelo Si así es la cosa dejémosla tal cual está en el aire perfumado por el invisible estanque de la noche. Dicho sea de paso mucho se ha hablado en patios oscuros y jardines bajo la luna. Siempre dorando la píldora. Como si las reinas del colegio no abrieran sus chupilas en primavera para inaugurar un mundo sin palabras y clausurar una indecisa temporada entre lianas. Como si a los potros no les patinara el coco en corredores invadidos por la lluvia azul. Las diversas regiones del país exhalan ese aroma encantado que tiene mucho del oculto pasado y no poco de llanto. Por supuesto que no es un legado aunque pesa más que un fardo y explora nuestro silencio en calidad de tábano. Cada quien tiene el olor que se merece. Ni vuelta que darle. Fuimos a la guerra sin conocer los rosales de nuestros sueños dorados. Avanzamos al todo o nada y volvimos con el perfume entero de un patrimonio venido a menos. Siempre con el mismo cuento a tiempo completo con el lamento en bares de mala traza en chicherías abarrotadas en salones de muerte natural. Por eso digo lo que digo que no tengo nada que decir del país donde nací. Para evitar graves enredos

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de amar patas y todo a mi país. ¿Hubiera sido mejor que zumbara como abeja de cualquier colmenar y me sintiera ofendido por haber nacido aquí como si me echaran de menos en el paraíso o me hubieran jugado sucio los que tiran la suerte en nombre de Dios? y me encanta el perejil porque me chocan los confusos y me ponen nervioso los que no se parecen a nada ni a la tunta ni al toronjil ni al nabo ni a la chancaca. seguir enumerando las virtudes de tanto gallo sin anís. 10. GL: Algún estudioso indica que no existe sociedad sin poetas. De ser cierto me portantes como son los zapateros, los carútiles. Pero, a diferencia de ellos, los poetas no están comunicados con la sociedad si no de manera muy débil. ¿Cuál es el quiebre de sociedad, poema y poeta? La gente encontraría un alimento espiritual invalorable si leyera poesía…


11. GL: se “halla” poesía en el folclore? Es decir: la poesía está escrita, hablada y cantada. ¿Cuáles son las diferencias de la “letra” de las canciones con el poema del libro?

12. GL: Por último, Jesús, ¿podrías regalarnos un poema que te explica en este momento de tu vida? ¿Podrías citarlo en estas páginas? Así tus lectores te acompañamos de la mejor manera… Muchas gracias.

POEMA: AMERICA INSOMNE

La Paz. Abril, 2013.

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A UNA MUCHACHA SALIDA DEL VIENTO

EN UN VERANO INMORTAL

A pesar de la gracia que corresponde a tu belleza sólo te puedo mirar a través de tus antecesoras. En un futuro cercano al pasado te veo llorar a solas en tu cuarto

Me tocó nacer bajo un sol de fuego

que aparecen en el mundo de la noche a la mañana. Ocurre que siento la luz saliendo de la oscuridad y no puedo evitar los racimos negros que maduran bajo un sol desconocido. Ocúpate de tus cosas entonces de tus ojos hechos para el asombro y de tu cabello suelto examina tus medidas que ahora caben en todas partes deja que el milagro sea un pétalo de tu crecimiento que los otros pertenecen al sigiloso viento. La ventana abierta y el acoso del deseo sonámbula más abajo están tus recuerdos intactos y la sensación de no perturbar la plenitud que habitas.

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rodeado de hombres que eran de otro tiempo un tiempo que de pura felicidad en mi memoria se hizo eterno. Me dijeron esos hombres hemos venido de no sé qué mundos dizque a morir en esta tierra mientras estés vivo de nada te extrañes menos si unos llegan y otros hincan las espuelas mira que siempre quedará alguien en la llanura desierta. Bombo y violín en la noche serena risas que se pierden en plenilunio sombras que salen de un lejano sueño huellas imborrables en la arena ya nadie ve los caballos galopando ni siente la lluvia hablar con los árboles. No te alarmes al divino botón si no los encuentras tirando la taba sucede que se los llevó el viento donde sólo habitan los muertos.


“La diversidad de las culturas a condición de que ninguna se erija como verdad única”.

Le han apodado “soldado” porque, como miembro de la segunda generación de Gesta Bárbara, leía sus poemas, los domingos, vestido con el uniforme de la Escuela de Clases “Maximiliano Paredes”. Su apodo es casi su nombre. Así lo llaman sus amigos y sus nietos y cuando alguien quiere tratarlo respetuosamente le dice “Don Soldado”. Egresó de la Universidad Mayor de San Simón con el pomposo título de Licenciado en Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales y no quiso convertirse en abogado por el terror y el asco que le inspiran los litigios judiciales. No obstante, en su larga trayectoria cercana al medio siglo como funcionario municipal se especializó en problemas jurídicos del urbanismo, en temas de la ciencia y técnica culturales. Ha realizado trabajos de investigación en esos campos. Suele comentar irónicamente que esos conocimientos no le valieron para apuntalar su inamovilidad funcionaria sino su capacidad de redactar discursos para Alcaldes y Concejales. constituyen su vocación más importante, aunque ha publicado poco por ser escrupuloso y exigente con su obra. Se niega a inventariar los premios literarios que ha recibido en certámecerse por el Premio Nacional de Poesía que le fue otorgado el año 2003.

PERFIL: JOSE ANTONIO TERAN CABERO nació en la ciudad de Cochabamba según todos los testimonios personales el 29 de febrero de 1932, pero algún párroco prejuicioso o estúpido había consignado en la partida de nacimiento el 1º. de marzo. Este y algún desequilibrio identitario. No es lo mismo cumplir un año cada cuatro años que hacerlo conforme al tiempo calendario. Tampoco vio la luz del día “bajo el estruendo de los cañones del Chaco” como exageró el crítico Adolfo Cáceres. El Chaco estuvo muy lejos. Esa

Obras literarias .Puerto imposible (poesía) Y negarse a morir (poesía) Bajo el ala del sombrero (poesía) Ahora que es entonces (poesía) De aquel umbral sediento (poesía–sonetos) Boca abajo y murciélago (poesía) Libros inéditos .La noche del buscador (cuentos) Costal de limosnero. Escrito en el agua. (poesía)

juventud, con las ideas que en ella fermentaron contra la organización feudal de la sociedad boliviana y el superestado minero.

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ENTREVISTA: 1. Gonzalo Lema (GL): ¿Se puede imaginar una sociedad moderna, o una comunidad sin tiempo, sin poetas? De hecho, se dice que los poetas existen en todas ellas. ¿Qué es lo que provoca la “aparición” de un poeta? ¿Y para qué sirve? ¿Cuál es su función?

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ntonio Terán Cabero (ATC): Una aclaración necesaria. Hubo y hay poetas que son, al mismo tiempo, agudos pensadores y analistas del fenómeno poético. Apoyan sus conclusiones en sistemáticos estudios.

lología, la antropología y hasta el psicoanálisis forman parte de su trabajo creativo. Hay también –la mayoría, supongo– poetas que no han podido acceder a esos saberes y que, por incapacidad congénita, por indiferencia, porque no creen necesitarlos o por lo que fuera, se limitan a sus intuiciones y a sus lecturas personales. Cada cual con su vida, con sus alegrías y sus penas, unos y otros escriben cada vez más solitariamente, en un mundo mesocrático y urgido por preocupaciones diferentes cuando no francamente hostiles a la poesía, perimidas ya las escuelas y corrientes literarias que resultaron a la postre efímeras y hasta enemigas de cualquier perdurable unanimidad, en un mundo que parece no sólo no necesitarlos sino que trabaja por su desaparición perentoria por obra de los poderes fácticos. Y sin embargo, la condición humana, pensada desde un ámbito ético y no meramente biológico, supone, entre otras inquietudes, sed y cia, precisamente porque tiene conciencia de su temporalidad. Es una condición general y no propia ni exclusiva de los poetas cuya única diferencia puede ser, quizá, la mayor sensibilidad perceptiva y expresiva. Por tanto, preguntarse

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por su “utilidad” o su “función” en la sociedad genuos que creen todavía en el poder transformador del arte. Las sociedades se transforman, para bien o para mal, por medios más expeditivos, revolucionarios o contra-revolucionarios. Además, la dolorosa imprecación de Hölderlin, “¿para qué los poetas en tiempos de penuria?”, sigue resonando después de dos siglos. Ciertamente parece que la poesía no sirve para nada útil, pero es innegable que no basta al espíritu –y cuando digo espíritu, digo también cuerpo– la más devota frecuentación intelectual, porque hay en él una dimensión extraordinaria que sólo la poesía puede colmar. Algo insustituible como el pan, el agua y el aire, un refugio contra el frío de la muerte y el abandono de las certezas ultraterrenas. 2. GL: ¿Y cómo viven los poetas en la sociedad? El común de la gente se prepara para una vida de trabajo y de consecución de logros generales. ¿El poeta consagra su vida a otros objetivos? ¿Cómo vive, goza o sufre con esa diferencia respecto a los demás? ATC: Dependiendo de si nacen en “cuna de oro”, “de plata”, “de bronce”, o si son paridos al mundo sin otro apoyo que su capacidad natatoria para sobrevivir en aguas tormentosas, es fácil colegir la vida de un poeta. En términos exclusivamente materiales, por supuesto, porque su vida espiritual y su existencia creativa son algo mucho más complejo. Los poetas paupérrimos padecen más crudamente la urgencia del “haber mantenimiento” de que habló el Arcipreste de Hita y deben rebuscarse un salario donde y como puedan, restando tiempo, esfuerzo y dignidad a su tarea con el otro lenguaje, con su decir personal y verdadero. Aún así, algunos críticos piensan que las mejores y perdurables obras literarias y poéticas surgen de la desesperación causada tanto por las dudas existenciales como por las urgencias económicas. Muy gracioso, ¿no? Un dictadorzuelo de cuyo nombre no quiero acordarme dijo también que el mejor método para domesticar a los poetas, cuando éstos resultan rebeldes,


era matarlos de hambre. Y, en la otra cara de la medalla del haber mantenimiento, reverbera la terrible opinión del Chueco Céspedes que comparó a muchos escritores con las bolsas de papa que se cotizan para la compra y venta en el mercado.

Será por eso que son los primeros en defender la diversidad de las culturas a condición de que ninguna se erija en la verdad única y revelada y pretenda colonizar a las demás.

3. GL: que los poetas no forman parte pública del debate político. En el debate participan todos los sectores de la sociedad, menos los poetas. ¿A qué se debe esta actitud? O se opina desde el mismo poema…

nente e inagotable fuente de dolor. ¿Cómo

4. GL: Un autor español, Enrique Tierno

ción? Y un poeta, también español, indica que los seres humanos llegan con tres heridas: “La de la vida/ la de la muerte/ la del amor”. El simple hecho de vivir parece ser el inicio del dolor…

ATC: Claro que participan en el debate político. tico. (Y escribo Hombre, con mayúscula, para nombrar a esa humanidad adulta de varones y mujeres, sin incurrir en esas majaderías repetitivas y machaconas, sustantivadas, adjetivadas, las hermanas, los feos y las feas, los compatriotos y las compatriotas, los individuos y las individuas, los ridículos y las ridículas, los danzantes y las danzantas, los iguales y las igualas, en por supuesto desde su propia obra, pero también, si se da el caso, en los seminarios públicos y privados. En cambio es difícil que lo hagan en los escenarios del palabrerío politiquero y mediático, tan venido a menos, y no porque los poetas hagan gala de pedantería intelectual sino por razones que son imaginables. De modo que sólo queda recibir las manifestaciones de los usufructuarios del poder y de sus opositores militantes con franco regocijo cuando se trata de estupideces inocuas y con espumeante disgusto ante las posturas etno-centristas, de un racismo al revés que, con el pretexto de descolonizar el país busca eliminar valores y principios esenciales de la cultura universal. Todo genuino creador se nutre de las realidades históricas, sociales y políticas de su medio, su ética personal repugna las injusticias y las exclusiones étnicas, sus raíces profundas beben en las fuentes primigenias de su paisaje y las tradiciones de su tierra, pero su cosmovisión y su vida interior se entretejen con los valores universales.

ATC: Enrique Tierno Galván fue ciertamente un clásico, un ilustrado del socialismo, un enciclopedista de la revolución, según las frases laudatorias con que lo describe Paco Umbral. Tuvo mucho de Rousseau, de Voltaire, de Diderot y aun de Homero, cualidades que se tamizaron nista sufrió los sinsabores del mundo político y no aprendió a tragar sapos como sugería don Walter Guevara. Ese mundo tan inmundo suele producir anécdotas divertidas, a veces geniales pero generalmente perversas, como esta: Don Fernando Diez de Medina que había incursionado en la política boliviana fundando el pachakutismo concebido a su manera, terminó con esta decepción: “La política es una basura, vuelvo a mis libros”. Y cuando retornó a la política, no recuerdo si antes o durante el gobierno del general Barrientos, sus enemigos le atribuyeron esta frase: “Mis libros son una basura, vuelvo a la política”. Y en cuanto a los hermosos versos del poeta español –no importa si de Antonio Machado o de Miguel Hernandez– creo que resumen las tres heridas de la condición humana. La herida de la vida ya contiene otras como la de la historia que nos envuelve y, a veces, nos devora, el sentido o sinsentido del mundo y del lenguaje que lo nombra, la caducidad de las cosas, la incertidumbre del futuro siempre tantálico y, sobre todo, la duda sobre la validez de las palabras en un mundo signado por la degradación de los discursos mesiánicos, el consumismo mercanti-

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lista y por el triunfo no de la ciencia y la técnica al servicio del ser humano sino de la tecnolatría para el crimen. Esto ya lo dijo alguien, pero me suscribo plenamente a esa opinión. 5. GL: Al mismo tiempo, son los poetas quienes celebran la maravillosa aventura de vivir. Desde siempre, sus cantos bautizan, nombran y señalan las “cosas” de la vida. ¿Es esa convivencia del dolor y el goce la esencia de nuestras existencias? ¿Es una suerte de alquimia que hace a nuestra forma o naturaleza? ATC: “La maravillosa aventura de vivir”, advierto en esta frase una exageración. Lo evidente es que la literatura registra impecables y célebres poemas celebratorios de ciertos instantes y experiencias dignos de admiración y alabanza. nales. Y cuando esos momentos ya no están, la memoria e imaginación del poeta son capaces todavía de recrearlos nostálgicamente. Pero no constituyen el núcleo central de la creación poética que, moderna y contemporáneamente, es más bien apocalíptica, crítica, irónica, sarcástica y generalmente convulsa y desgarrada como corresponde a una época también desgarrada y convulsa. Habría que hacer un riguroso inventario de las ventajas que ha deparado la entusiasta globalización, pero también de sus consecuencias negativas, insolidarias y deshumanizadoras, entre las cuales asoma desde hace rato una civilización degradada por la trivialidad. Por lo demás, para quienes descreen de los horizontes ultraterrenos, esta es la única vida de que disponemos y en ella debemos fundar nuestro destino. Y aun para un escéptico creyente pero animado de incoercible rebeldía, no me resisto a citar estas palabras de Alejo Carpentier: “En el reino de los cielos no hay grandeza que conquistar, puesto que allí todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin término, reposo y deleite, imposibide tareas, hermoso dentro de su miseria, capaz de amar en medio de las plagas, el hombre sólo

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puede hallar su grandeza, su máxima medida, en el reino de este mundo”. 6. GL: Se advierte en muchos de nuestros poetas consagrados una voluntad por incorporarse a un espacio universal para el tránsito de su poesía. Pero ese no parece ser tu caso, por lo menos no siempre. Tú tienes el anhelo, o quizás el impulso de tierra adentro, de cantar y festejar las formas de vivir de nuestra gente. ¿Recuerdas tu poema a la llajua? ¿Podrías citarlo aquí? ¿Que te motivó a escribirlo? ATC: Precisemos un poco. Tu pregunta, como está redactada, parece adjudicar a los poemas que he escrito una suerte de costumbrismo a ultranza, estrechamente doméstico. Gran parte de mi obra está escrita con materiales verbales muy nuestros, hasta diría muy cochabambinos. Imágenes y metáforas de nuestro paisaje inmediato. Pero lo que dicen o pretenden decir verdaderamente esos poemas excede su vestidura. “La llajua”, por ejemplo, es un soneto erótico que comienza con el ritual de la molienda en el batan y termina orando en el altar de un coito bien logrado. En “Ahora que es entonces” la clave que enlaza y dialoga con los textos es la sibilidad- de ensamblar las dos visiones o impulsos existenciales que sacuden a la persona poética, la máscara, que habla en el libro: las raíces autóctonas de la tradición terruñera y las vivencias vislumbradas allende nuestras fronteras. En suma, el acervo identitario y problemático de un mestizo. De una especie de mestizo, porque el mestizaje es variado y maleable. En el libro ese mestizo habla con el espinazo zarandeado entre dos lógicas todavía controvertidas, tensionado entre lo secular y lo sagrado. Y así, con mayor o menor pertinencia, en los demás libros que me ha sido dado borronear. 7. GL: Ahora que el Estado es plurinacional, y que de pronto nos “vemos” y reconocemos tan distintos entre todos los bolivianos, ¿se sacude parte de la visión del poeta? ¿Consideras el agrandamiento moral


del Estado como un hecho interpelador de nuestra conciencia nacional? ATC: Pertenezco a una generación que bebió del pensamiento histórico y político fermentado durante la Guerra del Chaco. Muchos hemos combatido, arma al brazo, en jornadas anteriores, simultáneas y posteriores a la Revolución Nacional del 52. Hemos asistido al deterioro paulatino de tal hazaña y a su descomposición por obra de los poderes imperiales y del abandono de los principios revolucionarios. Hemos visto también el fracaso de otros ensayos políticos que agonizaron y murieron en medio de la corrupción y el abuso. Somos testigos del derrumbe de muchos ídolos y hemos escrito frente a nuestros templos calcinados. Fuimos víctimas de las dictaduras militares y no pudimos dejar versos en las paredes de sus prisiones porque nos obligaban a borrarlos cada mañana. Esas heridas aún duelen mientras algunos verdugos se pasean por nuestras calles. ¿Cómo no alegrarse, entonces, de que en el corsi-recorsi de nuestra angustiada historia boliviana se abra, de pronto, la posibilidad de una nueva epopeya que resuelva injusticias centenarias? Porque estamos ante una realidad socio-política de esa naturaleza, pero también ante la aparición de ciertos fundamentalismos culturales que oscurecen el horizonte. Fundamentalismos de arriba y de abajo, de una derecha fascistoide o de una izquierda folklórica. Los extremos se juntan y condenan al creador literario a la constricción y al extrañamiento cultural. Sólo cabe esperar que la niebla se disipe, que la interculturalidad se imponga y que seamos capaces de encontrar, los unos en los otros y los otros en los unos, la grandeza necesaria para no padecer un nuevo fracaso quizá de peores consecuencias que los anteriores. No entiendo aquello de “agrandamiento mo-

mundo, creo que jamás renunciaremos a nuestro espíritu igualitario. Seguiremos, contra viento y marea, creyendo en la intrínseca igualdad de los seres humanos, pero no en la igualdad que rebaja sino en la que eleva “ au desus de la melée “, según la clásica expresión. Como es sabido, esta igualación consiste en superar debilidades e ignorancias que pueden afectar a un grupo humano, sea cualquiera su lugar en la

mo Albert Camus: “Solitario – Solidario”. 8. GL: Ha surgido la voz femenina, de manera nutrida, dando a conocer su parecer respecto a la vida. Su poesía se caracteriza fundamentalmente por la interpelación al hombre. Mientras tanto, el hombre celebra su existencia desde siempre. ¿Qué diferencias se muestran en la poesía de las mujeres si la contrastamos con la poesía de los hombres? ¿Cuáles son los patrimonios posibles de género?

la que presume de crítica seria sostengan que los poemas escritos por mujeres talentosas “des-

clusión social en los niveles administrativos públicos y no, por supuesto, a la alarmante hi-

Tampoco ha faltado algún crítico renombrado que creyó elogiar a una dama sosteniendo que la autora de cierto libro intenso y valiente era “una mujer de pelo en pecho”. Contra tales exabruptos no cabe sino insistir en que, fuera quizá de algunas predilecciones temáticas, en literatura sólo existen dos categorías: buenos y malos libros, es decir, libros bien escritos y libros mal escritos. Y punto. Que ahora se advierta una nutrida presencia femenina no puede ser sino motivo de complacencia. Las mujeres han sabido conquistar sus derechos, se han independizado de las servidumbres domésticas y humillantes y desarrollan su personalidad no sólo en la actividad literaria.

improvisación. Por lo demás, malgrado nuestra experiencia política y el espectáculo desolador que ofrece el

9. GL: ¿Qué mundo es el que estamos viviendo? Ya no existen escuelas o movimientos de arte, ni una sola moda, y las mismas

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doctrinas ideológicas parecen desvanecerse en una suma. Tú, que perteneciste a la segunda ola de Gesta Bárbara, fundada por Carlos Medinaceli, ¿piensas que la vida misma se está volviendo individual? ¿Menos masiva? ¿Menos colectiva? ATC: El mundo en que vivimos es un mundo mal hecho. Un mundo degradado. Es un mundo sin atractivos. Un mundo desencantado. No vale la pena inventariar los motivos. Están a la vista y han sido tema de los debates intelectuales desde hace medio siglo. El último libro de Vargas Llosa, “La civilización del espectáculo”, resume ese debate y muestra la degradación paulatina de lo que llamamos cultura. Es un libro interesante aunque el escritor peruano dé la impresión de estar inventando la pólvora y sostenga algunas opiniones para mi gusto melindrosamente puritanas. La segunda Gesta Bárbara se desenvolvió en una atmósfera saturada de discusiones y luchas políticas, en los años previos e inmediatamente posteriores a la Revolución del 52. Al disolverse, perduró todavía con otros nombres, pero aquella intensa actividad creadora, aquel nivel intelectual y sobre todo aquella fe en el poder de las letras y del arte parecen ya irrecuperables. 10. GL: reside o mora en su poesía. ¿Es posible indagar sobre el pensamiento americano en el trabajo de sus poetas? ¿Y se podría indagar, también, en la “letra” de la canción popular y del folclore?

intrincada red de teorías y callejones conceptuales bloqueados, destacan muchas intuiciones poéticas como respuesta súbita e impremeditada a las preguntas más difíciles En tal sentido, podría aplicarse, supongo, esa ca, aunque no estoy en condiciones de ofrecer mar es que la poesía ha sido y es una interro-

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gación permanente al universo y al mundo y que, además, ella se interroga a sí misma. Cada poeta tiene su manera personal de asumir ese destino. Por supuesto, la poesía mora también en la canción popular y en el folclor, pero no en el folclor chabacano y de pacotilla que tanto prolifera y se publicita comercialmente, sino en aquel folclor que no reniega del rigor estético, cuyas fuentes son prístinas y que está amasado, además, con la esperanza, el deseo y el dolor profundamente humanos. 11. GL: ¿Qué caracteriza a lo boliviano, Solde manera inequívoca la presencia de lo boliviano en este mundo? ATC: Para mí es muy difícil precisar, “de manera inequívoca”, cuáles pueden ser esos rasgos que caracterizan “lo boliviano”, esos atributos exclusivos y comunes a todos los bolivianos y que no sean también compartidos con los seres de otras naciones. Reduciendo la búsqueda al territorio patrio, no encuentro esa síntesis,

boliviano parece una incógnita porque no alcanza a mostrarse nítidamente, en un dibujo que íntimamente nos sentimos orgullosos del gentilicio. temáticos sobre el particular abordados desde alguna ciencia de la naturaleza y del comportamiento humano. Ni siquiera si existe sobre Bolivia algún texto parecido a la interpretación que hizo Octavio Paz del hombre mexicano en “El laberinto de la soledad”. Pero, si al llamado “ser boliviano” se lo asocia con el sujeto rastreado desde antiguo y descrito con diversos enfoques y puntos de vista parciales. Que yo recuerde, desde Bartolomé Arzans de Orzúa y Vela, pasando por Gabriel Rene Moreno, Nataniel Aguirre, Alcides Arguedas, Franz Tamayo, Carlos Medinaceli, Oscar Cerruto, Au-


gusto Céspedes, Carlos Montenegro y muchos otros, incluidos los acérrimos defensores del telurismo como fueron Jaime Mendoza y Roberto Prudencio. A riesgo de preterir, injustamente, otros caracteres imprescindibles e igualmente importantes, menciono los rasgos morales y comportamientos políticos señalados en el “Pueblo enfermo” de Alcides Arguedas. Este libro fue ardorosamente impugnado como una calumnia contra el país y, por tanto, contra lo boliviano. Se dijo entonces que no somos un pueblo enfermo sino un pueblo niño, un pueblo joven y un pueblo pobre con todos los defectos del subdesarrollo. ¿En el curso de un siglo de avances y retrocesos en lo político, económico y social, de reformas y contra-reformas educativas, han cambiado para bien la personalidad y la índole moral del boliviano? ¿Puede hablarse de lo boliviano, sin diversidad mencionada? ¿Aquel eslogan de la unidad en la diversidad tiene un asidero en la realidad, es un objetivo a largo plazo o sólo una abstracción preñada de buenas intenciones, una aspiración política imposible? Y sin embargo, el sujeto nacional, o como se llame, está ahí, en lo profundo del alma o del paisaje, en una pincelada de la tierra o en alas de una canción callejera, como una corriente subterránea cuya voz nos reclama una imagen reconocible y nombrable, pero que apenas aparece, desaparece, y vuelve como un fantasma siempre inasible. Entre paréntesis, esa larga lista de comportamientos negativos, esgrimida no sólo por Arguedas, así como otras características físico-somáticas y psíquicas, podrían tomarse en cuenta si fueran realmente comunes y sintetizaran las diversidades culturales, y si esos comportamientos no fueran también patrimonio de otras naciones. Lo mismo puede decirse de los comportamientos virtuosos, heroicos y de grandeza espiritual, tan evidentes e históricamente comprobables aunque minoritarios, que coexisten entremezclados con la cizaña. Son estas últimas virtudes las que nos permiten desear que, tarde o temprano, surja con carac-

teres nítidos esa esencia de la bolivianidad enriquecida por las tradiciones y valores nativos, por una voluntad colectiva y unánime liberada de traumas y de rémoras morales y asimilada a lo mejor de la ciencia y la cultura universales. En suma, lo boliviano parece depender de un proyecto de nación que todavía no existe y que, respetando la esfericidad de cada cultura sepa integrarlas -y no exacerbarlas como está sucediendo– en un diálogo bienhechor que incluya el desarrollo económico y social y el entronque del país en el mundo contemporáneo. 12. GL: ¿Podrías regalarnos un poema tuyo que te exprese en este exacto momento? Te lo vamos a agradecer siempre… ATC: Mi primer impulso fue elegir un poema largo cuyo tema es la identidad, publicado ya por la revista “Archipiélago” que se edita en México, pero ese poema padece de cierta He preferido este otro, intimista y confesional, además de breve,

POEMA: “OBSTINADO EN LA NAVE”: nunca de ese velamen antes huérfano de rostros te fatigues si es apenas la víspera del hechizo sonámbulo

que las antiguas penas y las mieles oscuras con que la destrucción se holgaba entre las piedras del ardiente verano envainen daga y pesadumbre de ola en ola rema de memoria en memoria hasta la imagen y de tu amada brevedad sobre la tierra encontrarás tu itaca en un recodo

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desnuda entre las redes de tu inasible cielo y el primer mediodía y la inocencia errante de tu estatua enciende este poema contra los arrecifes obstinado en la nave que tú eres desde tu nacimiento quien sabe ardas entonces en un tranquilo adiós y te mires yacer apaciguado donde vayan tus ojos casi a punto de cerrarse el círculo de las constelaciones casi a punto tus palabras Cochabamba, abril, 2013.

Otro poema de Antonio Terán Cabero:

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Me han cambiado el país, pero tú sigues intacta” Es también dibujante y compositor de música popular. Por algún tiempo se dedicó al periodismo -ha trabajado en el diario Presencia- y fue docente en la Universidad Mayor de San Andrés, La Paz. En 1972, obtuvo el Premio Casa de las Américas por su poemario Quiero escribir, pero me sale espuma, un año después de irse a vivir a Madrid. También ha sido distinguido con el Premio Nacional de Cultura de Bolivia 1999. Es miembro de la Academia Boliviana de la Lengua y de la Asociación Española de Críticos de Arte. Dirigió el periódico cultural Reunión, la colección titulada Letras del exilio y la colección de poesía del Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI), institución que lo ha tenido como asesor de Publicaciones. Tiene escritos, entre otros, los siguientes libros: Triludio en el exilio (1961), Sardonia (1967), Poemas para un pueblo (1968), Quiero escribir, pero me sale espuma (1972), Caducidad del

PERFIL:

nes Maquiavélicas (1980) y Bolero de caballería (1985), Riberalta y otros poemas (1996) y No te lo vas a creer (2001). Algunos de sus libros y poemas fueron traducidos a otros idiomas al inglés, alemán, francés, ruso, árabe, turco, holandés, etc.

Pedro Shimose Kawamura (Riberalta, Provincia Vaca Díez del departamento del Beni, 30 de marzo de 1940) es escritor, poeta y compositor. Hijo de Laida Kawamura Rodríguez, riberalteña, y Ginkichi Shimose, inmigrante japonés, es-

mer. Comenzó sus estudios universitarios en la Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, y los terminó en la Universidad Complutense de Madrid, España, país donde reside desde 1971. Allí contrajo matrimonio con una mujer andaluza, con quien tuvo tres hijos que le han dado varios nietos.

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ENTREVISTA: 1. Gonzalo Lema (GL): Desde la primera vez que te leí y hasta ahora, tus versos y tus poemas tienen la fuerza enorme de un puñete bien dado. Al mismo tiempo, el lector se convierte en tu amigo, empieza a cobrarte verdadero afecto. ¿A qué se debe que interpeles de esa forma a tu público?

P

2. GL: ¿O quizás sea porque tu poesía es ideologizada? PS: He publicado 10 libros de poesía, ¿a cual de ellos te re-

ideológica. A los lectores que sólo tienen una vaga idea de mi obra literaria, desearía aclararles que mi poesía es polifónica: a veces, religiosa; a veces, política; a veces, social; a veces, testimonial; a veces, mística; a veces, metafísica; a veces, culta; a veces, popular; a veces, epigramática; a veces, irónica; a veces, paródica; a veces, amorosa; a veces, erótica. 3. GL: Esa huracanada poesía tuya que canta sin temor a los pueblos o a gentes que representan a esos pueblos… PS: No toda mi poesía es “huracanada”. Algunos poemas fueron escritos para ser declamados en público, según el “mester de juglaría”, pero la mayoría se dirige a un lector individualizado, a una conciencia vigilante, crítica, receptiva desde el sentimiento, la emoción, la imaginación y la fantasía. 4. GL: ¿Cómo se explica frente a los poetas que más bien descubren el valor de las pequeñas cosas? Toda el hambre, toda la miseria. Y, en la otra orilla, la araña, el beso,

PS: Mi poesía no es exclusivamente social y política. También habla de Dios, del amor, de la amistad, del absurdo de la existencia, de la muerte, del olvido, de la libertad y de las pequeñas cosas. ¿Por qué no cantar al sayubú que gorjea en la rama del chirimoyo, a la gota de rocío camino? Revisa mi poema “Moxitania” y mi libro “Riberalta y otros poemas”. Creo que en mis grandes poemas también exalto la belleza de las pequeñas cosas. Por momentos hasta soy ecologista, minimalista, un poeta zen. En mis poemas largos hay versos que son auténticos epigramas ¿no crees? A mí se me asocia exclusivamente al poema extenso, narrativo, y esa opinión es errónea. El equívoco viene de mi tendencia inicial al versículo, al versolibrismo, a las metáforas, a la alegoría y los símbolos. Primero me atrajeron los textos religiosos y el cantar de gesta: La Biblia (el Génesis, el Éxodo, los Salmos, el Cantar de los Cantares, y el Apocalipsis), la epopeya de Gilgamesh, Homero, el Cantar de Mio Cid; los “Upanisad”, a través de Whitman y el “Anábasis”, a través de Saint-John Perse. Después asimilé a Góngora, a trav és de Tamayo; a Baudelaire, a través de Reynolds; a Rimbaud, a través de Claudel y los poetas del post simbolismo y las vanguardias. A muchos los descubrí y los leí biblioteca del colegio nacional Pedro Krámer, de Riberalta. Allí, en una de las muchas antologías que hallé, leí un poema de Borges -¡había uno solo!– titulado “Manuscrito hallado en un libro de Conrad”. Naturalmente, en aquel ambiente yo no podía saber quiénes eran Borges y Conrad. Pocos lo sabían en los años ’50. 5. GL: Algún crítico considera que gran parte de la poesía boliviana se encuentra en su folclore y en su canción popular. Tú tienes la experiencia del poema a secas y del poema hecho canción (estoy pensando en “El sombrero de saó” que todos cantan). ¿Es car el tema? ¿Hay más ejemplos?

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sía popular de carácter oral, anónima (la copla, el romance, el epigrama, la parodia) conservada por la tradición. Hay otra poesía culta, escrita, textual, literaria, conservada en libros, papiros, pergaminos y medios electrónicos. Yo pertenezco a ambas tradiciones. La popular la trajeron los conquistadores, muchos de ellos analfabetos –nada ignorantes- pertenecientes a la cultura oral española, enriquecida por mitos, leyendas y cantos como sucede con la poesía oral quechua y aimara, cuyas lenguas desconocían la escritura. Es un despropósito hablar de “literatura” quechua o aimara o guaraní. La tradición oral no es literatura. En el siglo XX español, la poesía popular fue recuperada por Campoamor, Unamuno, los hermanos Machado, Alfonso Camín y los poetas de la generación del 27, en especial Lorca, Alberti, Jorge Guillén y otros. Unos la modernizaron con los aportes de sus lecturas de Góngora; otros, con las de Lope y Gil Vicente, y otros, con las del Cancionero. En Bolivia tenemos poetas de esta estirpe como Campero Echazú y Raúl Otero Reiche (que no son sólo copleros y romanceros, que conste; son también grandes poetas amorosos, telúricos y metafísicos), Óscar Alfaro, Guido Villa-Gómez, Luis Felipe Vilela, Julio Ameller Ramallo, Augusto Valda Chavarría, Luís Assad Simon, Horacio Rivero Egüez, Germán Coimbra Sanz, Pedro Rivero Mercado, José Villar, Alfredo Vaca Medrano y muchos más. ¡Hasta Tamayo ensayó el romance en “La víbora invisible”! La otra poesía, la culta, no es que sea más seria y más profunda que la popular, sino que impone una norma, una métrica, un ritmo, una disciplina formal. Dos de sus características son su universalidad y su apertura hacia la renovación formal. El terceto, el soneto y el madrigal fueron, por ejemplo, innovaciones vanguardistas de la Edad Media y el Renacimiento. En el fondo, todo se interrelaciona. Percy Ávila, Otero Reiche, Ambrosio García Rivera, Asunta Limpias, César Espada, Lola Sierra, Godofredo Núñez, Hernando Sanabria Fernández, Hugo Villanueva

y Pedro Rivero Mercado, entre muchos otros, son, en Bolivia, poetas populares extraordinarios. Santos Discépolo y Atahualpa Yupanqui, en la Argentina; Chabuca Granda y Nicomedes Santa Cruz, en el Perú; Ary Barroso y Vinicius de Moraes, en Brasil; Demetrio Ortiz, Manuel Ortiz Guerrero y Augusto Roa Bastos, en Paraguay; Agustín Lara, José Alfredo Jiménez, Ernesto Cortázar, Armando Manzanero, Guty Cárdenas y Álvaro Carrillo, en México; Rafael Hernández, en Puerto Rico; los cubanos Portillo de la Luz, Miguel Matamoros, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés son lo que en la Edad Media europea se llamaban trovadores. Muchos romances de Neruda, contenidos en “Canto general”, fueron convertidos en cuecas y tonadas chilenas por el músico Vicente Bianchi. Los siguientes versos: “Hay en tus ojos / el verde esmeralda / que brota del mar (…) y en tus ojeras / se ven las palmeras / borrachas de sol” ¿Es o no es poesía? Esos versos pertenecen al bolero “Palmeras” y fueron escritos por Agustín Lara. Espero que perdones mi pedantería. 6. GL: Al mismo tiempo, tu afán poético te saca de la comarca y te arroja a lo universal. ¿Cómo debe entenderse este hecho? PS: Es posible que ello se deba a que mi padre y mi abuelo materno eran inmigrantes japoneses. Y también a que Riberalta era una aldea poblada por gentes llegadas de todo el mundo y, por consiguiente, de todas las regiones de Bolivia, en tiempos del auge de la explotación gomera. Mi abuela materna era cruceña. Tanto la lectura de libros, revistas y periódicos como el cine y la radio también me ayudaron a abrir la mente. Cuando mi padre me llevaba a contemplar el dre de Dios, yo pensaba inconscientemente en el mar y la muerte (“Nuestras vidas son los ríos / que van a dar en el mar / que es el morir”) y Heráclito (“No nos bañamos jamás dos veces en el mismo río” porque la vida como el río, cia en Riberalta.

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7. GL: ¿Acaso la mentalidad de quien trabaja la provincia es distinta a la mentalidad de quien trabaja lo universal?

momentos decisivos de la creación. ¿Es posible, Pedro, que nos cuentes cómo fue tu vida? ¿Podrías resumirla para nosotros?

PS: No necesariamente. Ahí tienes, en nuestras letras, a Campero Echazú, Otero Reiche, Jaime Choque Mata, Luís Assad Simon y Ramón Campos Tibi. Ellos trascienden la provincia y la instalan en el mundo. En la poesía estadounidense, Emily Dickinson es un buen ejemplo. Apenas salió de su casa y ahí está su obra.

PS: No es posible. Esta es una entrevista, no es una autobiografía. Lo siento.

8. GL: A ti te importan por igual el Loco Borda y Maquiavelo, el país y el mundo… PS: Todo me interesa. Soy un ignorante muy curioso. 9. GL: A propósito: otro rasgo “preocupante” de tu poesía radica en el abordamiento pie que te persigue, / de mi mano que te escribe, / de mi cuerpo astuto y de mi sombra / más astuta todavía”. Tiene la convicción de un guerrillero y, sin embargo, el que habla es un enamorado. ¿Tú piensas, y crees, que las palabras del poema deben estar cargadas de pólvora? ¿De dónde semejante convicción? PS: ¿Por qué preocupante? Los versos que citas no tienen nada que ver con las guerrillas y la pólvora. Ellos pertenecen a un poema titulado “Mujer en guardia”, un poema en defensa de la libertad, la dignidad y los derechos de las mujeres ante el abuso de la sociedad patriarcal y machista. Lo escribí porque creo en la igualdad entre hombres y mujeres. ¿Cómo no amar y respetar a las mujeres si tengo madre, hermanas, mujer, hija y nietas? 10. GL: Y, de pronto, esa voz poderosa se chorrea: “Me voy como llegué: / sin humillar tu sueño./ (Mi vida, / después de todo, / no tiene importancia)”. ¡Qué maravillosa debilidad, qué humana! Parece que es importante, cuando se lee poesía y se lee a los poetas, que el lector comprenda esos

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11. GL: ciedad prescinde de sus poetas. ¿Qué es lo que opera en una sociedad para que existan los poetas?

haberlos leído, porque intuyen que los poetas forman parte del alma popular, de sus anhelos, de sus sueños. Los gobiernos, en cambio, ningunean a los poetas, los desprecian, los matan de hambre, los encarcelan, los persiguen, los ta convertirlos en funcionarios o sea, “poetas orgánicos del régimen”. Recuérdese a Platón, al respecto. A los poetas díscolos hay que coronarlos y echarlos de la República. 12. GL: Creo que Bolivia espera que se reúnan sus poetas en un encuentro gigante, incluidos los poetas de expresión quechua, aimara o de otras lenguas originarias. ¿Qué caracteriza a “lo boliviano”? PS: Es una buena pregunta para los ideólogos del Estado Plurinacional. 13. GL: ¿Qué nos hace distintos a los demás? PS: No entiendo la pregunta. 14. GL:¿Qué es ser latinoamericano? PS: Hoy, nada. En cuarenta años, el mundo ha cambiado y muchos no quieren admitirlo. Ese es nuestro drama. Hay gente que habla de cambio, pero mentalmente vive estancada en los años ’60’ del siglo pasado; unos indigenistas viven en el siglo XI, y otros más modernos, en el siglo XV. Pregúntale a los narcoterroristas mejicanos y a los “espaldas mojadas” que emigran a


EEUU ¿qué es ser latinoamericano? Pregúntale a las nuevas generaciones plurinacionales, a los jóvenes del “cambio”, ¿qué es ser latinoamericano? Sólo sé que, según el racismo andino, yo no soy boliviano ni “plurinacional” porque no pertenezco a ninguna “nación originaria”. Según el racismo andino, en Latinoamérica no existe el mestizaje. ¡Ni las dictaduras militares me negaron la nacionalidad! Si los bolivianos ya no quieren ser bolivianos, ¿qué importa ser latinoamericano? Para masticar coca no se necesita tener patria ni ser latinoamericano.

17. GL: ¿Qué opinas de la democracia en Bolivia?

15. GL: ¿Y tú crees que el afecto de la gente en América Latina, su calidez, su generosidad, ya tiene integrados a los pueblos sentimentalmente? En tus cantos a estas tierras denotas una hermandad similar a otros poetas de otros países de la región.

Madrid, abril, 2013.

PS: Hazle esa pregunta a los políticos profesionales, a ver qué te responden. 18. GL: La mejor manera de cerrar esta entrevista es solicitarte que nos regales un poema que te exprese en este momento de tu vida. ¿Crees que es posible? PS: No ha sido escrito aún.

PS: Lo único que integra a nuestros pueblos, por ahora, son los petrodólares y la coca. La situación del país ha cambiado radicalmente. Cuando se me permitió retornar a la patria, en 1984, un colegial zalamero se presentó en la casa de mis hermanas, en Riberalta, a pedirme plata. Después de halagarme con elogios estúpidos, me propuso ser Padrino de su promoción. Su propósito era viajar a Rio de Janeiro, en viaje expliqué que yo no era rico y no podía apadrinarlo, me miró con desprecio y, despechado, me dijo: “Usted no es más que un pobre cojudo”. Esos muchachos hoy mandan en el Estado Plurinacional y yo sigo siendo, para ellos, “un pobre cojudo” o un “chino de mierda”, según el caso. 16. GL: Toda tu fuerza expresiva se vuelve lágrima cuando dejas entrever la nostalgia del retorno a Bolivia. ¿Has pensado en volver? ¿O Bolivia se ha quedado, en tu vida, como un libro de poemas de cabecera que hubiera terminado… PS: ¿Volver a residir en el Estado Plurinacional? ¿Para qué?

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POEMAS: RIBERALTA (Del libro Riberalta y otros poemas) Me han cambiado el país, pero tú sigues intacta. Cuando vuelvo a ti, converso con mis muertos y mi amor siempre sale ganando. No hay nada más lindo que contemplar tus crepúsculos, soñar sueños que soñaron nuestros padres, circular por el color violeta del aire anochecido y terminar echándote de menos; renacer en tu fragancia húmeda, buscándome en la niebla de los arroyos más recónditos, lejos de mí mismo, en los ríos y curichis, en el naufragio de la isla que descubrimos juntos cuando tus barcos de vapor recorrían mi infancia. No quiero ser la herida que llora en el siringo ni acabarme en esta almendra amarga, en este estruendo de árbol derribado, dolor de cielo oscurecido entre relámpagos y truenos. Llueve. Llueve y combato esta dulce costumbre en las hamacas. Llueve y me pierdo en borracheras que no acaban nunca, allá donde mi madre sigue, la pobre, regando sus petunias. Llueve y mis amigos cantan a la vida que se va, mientras los peladitos corren por la calle detrás de una pelota. Llueve, llueve sin parar, afuera, en un paisaje con canoas que bogan río abajo. Hasta el arcoiris sigue lloviendo en mí.

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BARRANCA COLORADA Tan entonada, haciéndose la linda, dizque la que no oye los piropos del aire y los silbidos del viento. Nada la induce a pensar en los días aciagos. Así va usted, sabiéndose importante, sin darme bola, segura de sí misma, sin contestar las cartas que le escribo. ¿Qué se habrá creído? Cuando la vi, yo era el indio cazador de antas y encantador de lunas; el gringo que pasaba en su embarcación sonámbula; el que divisó en su alta ribera, dibujándose en los mapas. Yo no comprendía las trampas del azar y las mentiras de la felicidad. Seguí de largo, casi huyendo de mi propia torpeza, de su inocencia al pie de los mapajos. Yo era muy joven y (tiene que entenderlo) no me importaba el canto de los pájaros. Llegaron barcos con extrañas gentes que hablaban otras lenguas. Yo llegué en esos barcos y prendado de usted, me detuve a ver pasar las aguas insomnes de dos ríos. Así he vivido todos estos años, involucrado en sus sueños más desesperados y sin saber qué hacer. Ni la goma, ni el oro, ni la almendra pueden compararse a su decoro natural. Y no le digo más. Al escuchar su nombre veo mi infancia y me despierto dando brincos de alegría como si alguna vez hubiese estado en el paraíso.


EN EL CEMENTERIO

DULCINEA (Del libro No te lo vas a creer) Yéndome de mi nunca y de mi nada voy a mi siempre, pozo de ceniza. Muy poco es el ayer que me consume y muchísimo el hoy que me eterniza. Te soñé y perseguí como si fueras un imposible que jamás fue mío. En mi ignorancia vivo de ignorancia. Toda mi ciencia acaba en desvarío. La realidad me vence y me lacera en este mundo mágico y violento. Amada, amante, amiga, compañera. Sé que vendrás a mí, a consolarme, a decirme que existes en mis sueños, a mentirme que existes para amarme.

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FORMA

LLUVIA

El futuro ha llegado y no se parece a mis sueños. Todo lo que aprendí es leyenda u olvido.

La mujer que está conmigo sabe que no me aburre tu rumor persistente como un tambor secreto;

En tus senos se duermen mis manos olorosas a ti, después de los crepúsculos.

sabe que me gustas porque estás en las horas más felices del bosque.

Abandonada en mí, tu eternidad no existe. Tu cuerpo es cifra y tiempo y luz en movimiento como si el universo huyera de sí mismo.

Tu humedad es más mía cuando lamo sus senos y mis manos se alegran de acariciar sus nalgas.

y el peso de mi cuerpo cae sobre su pubis. BOLERO Mojado en ti soy barro y besos y gemidos. Como ungüento derramado tu recuerdo crece. Mi voz se va apagando de tanto llamarte en vano y no me explico por qué mi brazo no te alcanza. En el espacio puro del silencio salgo de mí para buscar tu noche. ¿Por qué me dueles tanto si ni yo mismo me duelo de vivirme muriéndome conmigo? Me olvidaré de todo y ordenaré mi mundo. Después, ya veremos.

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De pronto, iluminado por íntimos relámpagos, tu amistad me recuerda que soy apenas tiempo y me voy acabando.


“La nostalgia existe por el desarraigo de algo muy amado”.

PERFIL: Matilde Casazola Mendoza nació en Sucre, Bolivia, en 1943. Poetisa, compositora e intérprete en canto y guitarra. Cursó estudios en su ciudad natal. Inició estudios de música en la sección musical de la Escuela nacional de maestros “Mariscal Sucre”. Cursó estudios de guitarra con el maestro español Pedro García Ripoll. Su actividad artística se desarrolla paralelamente en el campo poético y el del género canción. Su primera obra poética: “Los ojos abiertos”, vio la luz el año 1967. Su primer recital con canciones propias lo brindó el año 1974 en la ciudad de La Paz, de retorno al país después de largos años de ausencia, en los que integraba un teatro de títeres, con el cual recorrió muchos caminos de la República Argentina. Sus recitales y publicaciones se van sucediendo periódicamente, presentando anualmente un recital con nuevo repertorio. La temática que toca en poesía es amplia: Dios,

el Tiempo, el destino humano, la naturaleza, el amor. Tiene hasta el momento dieciséis libros publicados, si bien su obra inédita es extensa. Sus poemas están citados en antologías nacionales y extranjeras. En cuanto a canción, su estilo tiene el sello de la poesía que imprime a sus textos. Su inspiración musical está enraizada en las formas tradicionales, a las que aporta con una visión más libre y amplia. Diversos intérpretes graban sus obras. Son muy difundidos temas suyos como “De regreso”, cueca, “Como un fueguito”, bailecito,”Tanto te amé”, aire de bailecito. Ha ejercido por varios años la cátedra de guitarra en la Escuela Nacional de Folklore “Mauro Núñez Cáceres”, de la ciudad de La Paz. En los años 1982-83 realiza un viaje a Europa con varios recitales en Francia, Suiza y España. El año 2008 es invitada al Festival internacional de Poesía de Medellín, Colombia. OBRA POÉTICA PUBLICADA: “Los ojos abiertos” (1967); “Los cuerpos” (1976); “El espejo del Ángel” (1981-2ª edición 1990); “Los racimos” (1985); ”Amores de alas fugaces” (1986); “…Y siguen los caminos” (1990); ”Estampas, Meditaciones, Cánticos” (1990); “Tierra de estatuas desteñidas” (1992); “Poesía y naturaleza” (Edición bilingüe castellano-alemana, 1993); ”A veces, un poco de sol” (1994); “La noche abrupta” (1996); OBRA POÉTICA (Compendio de toda su obra publicada, 1996); “La ciudad cerrada” (1996); “Este amor que enmudeció la garganta de las aves” (1999); “La carne de los sueños” (2004); “Las catedrales subterráneas” (2008); “Las moradas transitorias” (2009); POESÍA COMPLETA Volumen 1, Serie Temática (2011). OBRA POÉTICO MUSICAL EDITADA: “Una revelación” (LP con 13 temas propios, 1976); “De regreso” (Cassete y cancionero con 15 temas propios, 1984); “Cuatro estancias poético-musicales” (Breve Antología de sus canciones, cassete grabado en vivo, 18 temas, 1988); “Matilde Casazola” (LP con 12 temas propios, 1991); “El rincón de los poetas” (Cassette, 18 canciones inéditas, 1995); “CANCIONES DEL CORAZÓN PARA LA VIDA” (Cancionero y cassette, obra que recoge 40 de sus composiciones: textos y partituras para guitarra, 1998); “Matilde Casazola” (Reedición en compacto, 2002); “Te llamabas sonrisa” (CD con 7 poemas musicalizados: música Matilde Casazola, y 6 canciones de su autoría, 2003); “Matilde de Siempre” (CD que reúne sus canciones más conocidas, algunos poemas y testimonios en voz propia, 2004); “Y tú, la estrella”(CD con 14 temas inéditos, 2007); “La Luz Ideal” (CD con 13 temas inéditos, 2012); “Diez piezas bolivianas para guitarra” (cuaderno con partituras, transcripción de Marcos Puña).

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ENTREVISTA: 1. Gonzalo Lema (GL): Algunos criterios indican que la poesía boliviana se halla en el folclore nacional. ¿Es esto cierto? Se puede pensar, a priori, que la “letra” de las canciones tiene otros reclamos. ¿Existe alguna diferencia entre el poema del libro y el poema de la canción?

M

atilde Casazola (MC): La poesía en la canción se expresa a través de la música, y ambas se

expresión. La canción es un género artístico en sí mismo, el cual se nutre de dos caudales: Música y Poesía. Por lo tanto cada una de ellas cede algo para marchar juntas armoniosamente. La poesía pura, digamos, acompañada de su propia música, se basta a sí misma; tiene la capacidad de indagar en lo misterioso de la expresión oculta en “el habla”. Lo mismo pasa con la música por sí sola: puede ella abarcar insondables regiones que sólo se expresan con los sonidos. Sin embargo, existe y ha existido siempre una natural inclinación de ambas artes para fundirse en un solo canto. De ahí viene la tentación de los músicos para, inspirados en un texto poético, ornamentarlo con melodías y armonías. O al revés, la búsqueda en la poesía de rima, ritmos, que la tornan musical en sí misma. Por supuesto, en nuestra música folclórica y popular existen ejemplos de “letras” que son verdaderos poemas, o más precisamente son verdaderamente poéticas. Pero, en nuestro país, considero que la fuerza de la inspiración musical es más potente en la mayoría de las canciones. Quizá por el hecho de que somos un país multilingüe. Además, hay que considerar que la música folklórica y popular se completa con el baile, la danza, por lo que la letra casi pasa a un segundo plano.

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2. GL: Escucharte cantar tus poemas y tus melodías es una invitación cierta a pasear por nuestro paisaje humano rodeado de cerros, agua y bosque. Nos da la impresión que provocas nuestra atención para que nos acerquemos a Bolivia. ¿Es esta tu intención? Al mismo tiempo: ¿cómo entiendes el tema de la provincia y lo universal en el arte? MC: Respondiendo a la primera interrogante: Hay algo de cierto en eso, porque la canción “hace viajar”. La poesía instalada en la canción es como embarcarte en un tren con grandes ventanales, que te permiten contemplar cómodamente el paisaje, y soñar. La canción me enamoró desde siempre. Recuerdo estando adolescente, escuchando una emisora de algún país remoto como Rusia o China, pasaron una canción llamada “La rosa de los vientos”. Estaba cantada por alguien en otro idioma. Sin embargo, a pesar de este detalle –o quizá él mismo formaba parte de la magia-, quedé embelesada con la canción. Me hablaba de lugares ignotos, del viento en un mar, de las crestas de poder de evocación que tienen las canciones, y comencé a componer. Nunca he querido desprenderme de mis raíces, y por ello me he internado en el conocimiento de la música nacional. Por supuesto que ella sería inabarcable en su totalidad, pero esto mismo es un reto. No necesitaba ir muy lejos. El encanto de los ritmos del Bailecito, la Cueca, el Huayño o el Carnaval Oriental fue suritmos, mis canciones se fueron volviendo más libres para poder expresar poéticamente con mayor amplitud una idea central. Otro aspecto positivo de la canción es que puede ser compartida por otros artistas, tarareada por el público. Es una manera de acercar la poesía al alma del oyente. La otra pregunta está en parte respondida con esto de las raíces: Una palmera es totalmente univer-


la planta explicará mejor su razón de existir; la aceptarán propios y extraños, o por lo menos la respetarán. Además tendrá fuerzas para hacer frente a vientos bruscos, y podrá captar con sus ramas abiertas, el polen y los aromas traídos desde incógnitos lugares. Es decir, yo parto del terruño a lo universal. 3. GL: El poeta de libro parece transitar alejado de su sociedad. La gente no se entera, si no a veces, de su trabajo. Suerte muy distinta a la de los poetas de la canción, los cantautores, que gozan de público seguidor cuando alzan la guitarra. ¿Por qué no se lee ávidamente los poemas como se los escucha con tanta pasión en las canciones? MC: Quizá una solución para popularizar los poemas sea la de los Festivales de Poesía. Yo asistí al Festival de Poesía de Medellín, Colombia, y allá el público se solazaba escuchando poesía, poesía sola. Se ha ido creando un público que espera los festivales como una feria para deleitar el alma poética. Recuerdo que en la inauguración del Festival, donde estaban invitados poetas de todo el mundo, uno de esos momentos llovió. El acto era al aire libre. La gente sacó sus paraguas, otros se taparon con plásticos, pero el Festival siguió con la misma expectativa del público. Estos festivales se están generalizando, y ellos logran sacar a la poesía y a los poetas a la intemperie. Es que el poema, al ser dicho, cobra, digamos, un sentido vertical: se levanta de la página. La voz del que lee le da corporeidad. No por ello la poesía dejará de ser siempre un tanto secreta, misteriosa. Leer poesía es adentrarse en un paisaje que sólo se parece a él mismo. 4. GL: ¿Cuánto te interpelan los hechos políticos, Matilde? Ahora tenemos un Estado que reconoce la existencia de todos sus pueblos. De pronto, nos “vemos”, ya no ración de poeta? ¿Te provocan poesía? MC: Como detrás de todo hecho político palpita la historia de los pueblos, es difícil

sustraerse a este fenómeno. Pero en mi caso, sólo una vez me impactó primero posicuando apareció en la escena política de Fue la única vez que creí en un político y por ende, que la política podía ser algo que valiera la pena. ¡Pero cuan poco duró esta aceptación con el epílogo trágico del asesinato de este hombre extraordinario! Fue algo muy doloroso para mí y decidí no intervenir nunca más en el plano político. Como ganó a mucha gente por este lado de su personalidad. No es algo que se pueda repetir asiduamente. El proceso que se vive actualmente es consecuencia de los hechos que le precedieron, como la revolución del 52. Es que se suscitan entre la gente que ahora participa o desearía participar en este proceso, por la interpretación disímil de lo que se debería hacer o dejar de hacer. Es decir que, si bien se han logrado conquistas a nivel social, estos mismos logros acarrean una serie de contradicciones que se van sucediendo, y que nos dejan dudas sobre lo auténtico del movimiento que vivimos. 5. GL: ¿Has notado que en el debate nacional no participan los poetas? Es curioso, porque después parecen estar todos. ¿Tú crees que se opina desde el poema? ¿Y cuál es la situación de los cantautores como tú? MC: Bueno, podríamos poner como ejemplo a un cantautor boliviano que desde el blo, y es Luis Rico. Ha participado con sus canciones en la defensa por ejemplo del medio ambiente con “El funeral del río”; en el problema de la coca con “El último T’inku en París”, y últimamente en la Defensa del Tipnis con su canción “Coraje”. Lucho Rico trabaja varias de sus canciones con letras y músicas de otros “compañeros de canto”. Es sincero: creo que es el único artista que participa o batalla en este tiempo con el arma

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de la canción. Creo que sí se puede opinar desde el poema y el canto. Hasta ahora me suena en los oídos la voz de Nicolás Guillén. 6. GL: Ahora que la irrupción de la voz poética de las mujeres está más que consolidada, se “lee” que reclaman a los hombres mayor comprensión de lo femenino. ¿Sientes tú lo mismo? Es decir: que los lectores que no penetran hasta lo esencial, que no llegan a comprender al ser femenino. ¿Dónde radica esa imposibilidad? ¿O es tan solo un prejuicio?

ne como amante de la misma, y entonces no importa el sexo. En un tiempo ya superado, la mayoría de los poetas que publicaban eran hombres, porque era lo lógico para la mentalidad de esa época. Pero incluso entonces, ya se alzaron voces femeninas con tal calidad en su expresión, que todo el mundo las leyó con fervor. Y siguen siendo en la actualidad baluartes de la alta poesía.

El mismo mantenimiento de lenguas vernáculas, cada una con su peculiaridad sonora, liviano con su tierra. Las ciudades no han llegado todavía a ser grandes urbes, y esto permite una manera de ser del citadino, no tan distante ni indiferente como el que habita en dichas urbes. Si bien se habla sobre todo en el exterior, de Bolivia como un país andino, por lo majestuoso del paisaje cordillerano, con el indio, la llama y los tejidos vistosos, cada vez más se incorpora la visión global de este país tan rico y variado en paisajes y costumbres. 9. GL: No tengo noticias de ningún encuentro de poetas bolivianos. ¿Se ha realizado alguna vez? Aymaras, quechuas, castellanoparlantes y restantes pueblos. ¿No crees que la “diferencia” étnica y cultural nos enriquece? MC: Encuentros de poetas los hay, esporádicos. Los concursos, como los festivales, son el incentivo para todo artista. Alguna vez, en algún concurso de poesía, he escuchado poemas

7. GL: Se indica que no existe sociedad, en mación extraordinaria, ¿verdad? ¿Qué necesidad tiene la sociedad para generarlos? ¿Por qué le son imprescindibles? MC: Quizá los genera contra su propia voluntad. Los poetas, por su naturaleza inconforme, generalmente se sienten incómodos en medio de una sociedad organizada, con leyes que acatar, modales que cumplir, modas que seguir. Pero al mismo tiempo esa sociedad los necesita, pues ellos tienen el don de la palabra y el canto y nadie puede sustraerse a la belleza que esas obras de arte conllevan.

10. GL: ¿Cuál es el valor de las pequeñas “cosas” de la vida? Mientras uno que otro poeta canta al mundo, al universo, a los pueblos, otro poeta siente verdadera con-

8. GL: ¿Qué caracteriza a lo boliviano, Matilde? ¿Cuáles son los rasgos, o elementos,

MC: Tengo unos lentes para mirar de lejos, y otros para mirar de cerca; combinando el uso de ambos me abro paso en el diario afán. Así, tanto el observar y valorar “las pequeñas cosas” como los grandes acontecimientos que hacen parte de la vida de las gentes, resulta esencial.

carse del boliviano con su tierra, su paisaje.

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tan más por medio de la música y la danza. Pero si surgen poetas de vocación en lenguas nativas, ello puede resultar un aporte para la Bolivia actual.

que nace, a una mano que se extiende como una invitación a tomarla. ¿Dónde radica la vida esencial? ¿Cómo debemos vivir la vida con más intensidad?


Pienso que el admitir que somos una mínima parte del universo, pero que en cada uno de nosotros existe otro universo gigantesco, desconocido, nos va llevando al conocimiento de la verdad esencial. 11. GL: ¿Por qué existe la nostalgia? Incluso se dice que es nuestro mejor sentimiento. ¿Cómo se genera en nosotros? ¿Cuál es su fuerza? MC: La nostalgia existe por el desarraigo de algo muy amado. Creo que nadie escapa a la nostalgia a partir del momento en que descubrimos que hemos perdido algo increíblemente caro a nuestro sentir. ¡Y vamos perdiendo tantas cosas a lo largo del camino! A veces la nostalgia se vico, instintivo. Otras veces uno tiene nostalgia de algo que aún no ha acontecido. En mi caso es una de las grandes motivaciones de mi canto. 12. GL: ¿Cuándo empezaste a escribir poesía y a cantar? ¿Y cómo fue ese camino? Por último: ¿Puedes regalarnos un poema que exprese a Matilde en su vida actual?

ses, a estas músicas. ¡Era algo único, maravilloso! Después esto ya no me sorprendió tanto, y comencé a componer canciones más cuerdo que tardé como un año en mostrar a mi marido mi primera canción –tendría yo 20 años-. Crear es como desdoblarse, es algo extraño, es sacar algo de lo profundo del propio Yo. Después, por muchos años, llevé una vida de trashumante, pues mi compañero era titiritero, y vivíamos viajando. Me extrañé de Bolivia por largo tiempo. Pero el embrujo de la poesía y el canto iba conmigo. Así, en medio de estos traqueteos salió mi primer libro, el año 67. Y luego de casi diez años, cuando retorné al país, ya sin titiritero pero sí con la guitarra, realicé mi primer recital de canciones propias. Actualmente casi ya no escribo. Escribí y viví intensamente. Ahora recojo los frutos de ese tránsito, de ese vivir vertiginoso, revisando y armando mi obra inédita, tanto la poética como la poético musical. Así que transcribiré uno de los textos poéticos que mejor representan a la Matilde de aquel tiempo fecundo.

MC: Empecé con la poesía desde niña. En mi familia, el amor a este arte siempre fue algo natural. Se cultivaba la música, la poesía. Cuando éramos niños, mi hermana Gabriela, mis primos y yo, jugábamos a recitar poemas; es decir, nos gustaba leerlos, memorizarlos y luego repetirlos. Un día de esos escribí mi primer poema mirando el cerro Churuquella, uno de los custodios de la ciudad, bajo un cielo azul diáfano. Desde entonces seguí cultivando aquel ejercicio misterioso, casi ininterrumpidamente. En mi adolescencia surgió otro amor: la música. Febrilmente quise aprender, quise ser “música”. Un empeño complicado. Pero me las ingenié para irme formando; hice estudios de piano, luego de guitarra, aprendí algo de teoría y escritura musical. Y empecé a componer mientras descubría sonidos en la guitarra. Empecé a enhebrar notas, a formar melodías, y luego puse palabras, fra-

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POEMA: MI CORAZÓN EN LA CIUDAD Aire de Bailecito Como a una boca de fuego, como a un volcán encendido van mis minutos volando al encuentro del destino. La ciudad con sus pezuñas de plata, apresa mis sueños, mis sueños descuartizados, asir las nubes queriendo. Ay las nubes caprichosas que en las mejillas del cielo

A veces quisiera perderme en el viento y que nada quede de mí pero bajo mi ventana un hombre silbando que pasa me corta las alas del sueño. Y pienso que es bueno quedarse, que soy en la tierra mejor que volando en el viento

luego. Quemar canciones, quemar sonrisas, lágrimas, besos. Giran y giran las ruedas trituradoras del tiempo. En torbellino de luces mi corazón repartido, desordena su compás, arrebata su latido. Ay viajero, ¿adónde vas, adónde vas peregrino? ¡Tras de una estrella fugaz voy a encontrar mi destino! Sucre, abril, 2013.

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y pienso que puedo dormir en tus campos que puedo llorar por tu llanto y bordar cascabeles de lluvia al tomar la guitarra en mis manos. ( “Los ojos abiertos” , poema 15 de la 1ª Parte)


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Vereda del amor, verde vereda por la que he caminado balanceando mis sueños horas y horas.

Yo soy esas grises gentes que en la incierta madrugada ves tiritando, apoyadas de los muelles en los puentes.

Vereda del amor, verde arboleda. No faltaban los pájaros ni el olor de la hierba. Sólo faltabas tú, que estabas más allá de lo posible; más allá de la tapia con cuya sombra jugaba la vereda. Sólo faltabas tú, lo indispensable para no llorar más para no esperar más para no seguir dando multicolores vueltas alrededor de la vereda. ( “Los racimos” Poema 6 de Canciones, Consejas y Cansancios)

Yo soy esos rostros grises que en la noche que se esfuma van sondeando tras la bruma barcos de ajenos países. Yo soy ese pasajero aún de noche arrebujado que miras a tu costado cruzar con paso ligero. Ése que lleva en los ojos de miradas trasnochadas, estrellas despedazadas, lagos de sombra, despojos. Yo soy esos peregrinos que de la noche en las puertas te dejan como una incierta desazón, en tu camino. Poema inédito

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Me dijeron: -Estamos muriendo en tanto tú naces. En tanto tu cielo se pinta de leves fosforescencias nacaradas, el nuestro abre vetas obscuras torturadas gruesos brochazos a manera de coágulos de sangre.-

veíanse a través de la ventana; y de noche nos cobijaba del frío la ventana.

Me dijeron: -Nos estamos yendo en tanto tú llegas. Nuestros trenes se van alejando con sus sirenas ululantes y esas gentes amontonadas en los andenes, con sus trajes de niebla, con sus pañuelos negros como banderas agitándose, son los que se despiden de nosotros. ¡Qué contraste con los grupos rientes, bulliciosos que aguardan el tren en que tú vienes! Se escuchan músicas festivas se arrojan serpentinas multicolores.Me dijeron: -Nos estamos apagando en tanto tú te enciendes. En tanto tú comienzas a concebir latidos a percibir rumores, nosotros desatamos nuestras redes, volcamos nuestros odres retrocedemos al silencio, bajamos los telones. Así nomás es,- me dijeron. -tu aurora es nuestra noche. La arena rubia, dorada, que desciende por el reloj, iniciando tu aventura, es nuestra historia dada vuelta son las últimas negras arenas que cierran nuestro tránsito. Morimos en tanto que tú naces.Poema inédito

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A través de la ventana se veía la peregrinación humana, gritos y pasos de la noche envueltos en silencio dejaba a mis oídos la ventana.

sobre mi cuerpo en las mañanas, una canción de sol me repetía día tras día la ventana. Era un paisaje de nostalgia mi corazón pegado a la ventana. De todas las riquezas y dolores del mundo me hablaba la ventana. Cada vez que viajando de pueblo en pueblo debemos descansar nuestro cuerpo en ajenas posadas, le susurro al Señor de los Posibles: -¡No olvides la ventana!(“La noche abrupta”, poema 36)


“La poesía está al comienzo, en las fundaciones de las culturas, por su alianza con el mito fundador de toda sociedad”.

cia: Sinopia, 2005), El peregrino y la ausencia: Antología poética (1988), Camino de cualquier parte publicado por Visor de Madrid en 1998, El paraguas de Manhattan (2004), Vitrales de la memoria (2007), Al paso del instante (2009), estos tres últimos publicados por la editorial Pre-Textos de Valencia. Esta misma editorial ha publicado el año pasado el primer volumen de su Obra poetica (1965-1998). Poemas suyos han sido incluidos en varias antologías de poesía hispanoamericana y varios de ellos traducidos al inglés, francés, italiano, alemán y portugués. En su obra crítica se encuentran: Huidobro: hambre de espacio y sed de cielo (1981), El árbol y la piedra (1988), El aliento en las hojas (1998), De cuatro constelaciones (2da. edición, 2005), Pasos y voces. 9 poetas contemporáneos de Bolivia. Ha elaborado y traducido del francés una antología de poetas de Bélgica: Urnas y nupcias (1998). Ha enseñado en Columbia University de Nueva York, en Dartmouth College, (Hanover, New Hampshire), en La Universidad Católica de Cochabamba y actualmente enseña en Saint John’s University de Nueva York. Desde l999 es Miembro de Número de la Academia Boliviana de la Lengua correspondiente de la Real Española. Ha sido colaborador de la revista mexicanas Vuelta y lo es de Letras Libres.

PERFIL: Eduardo Mitre nació en Oruro, Bolivia, en 1943. Estudió Derecho en la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba y, posteriormente, realizó estudios de literatura francesa en Francia y literatura latinoamericana en Estados Unidos donde se doctoró por la Universidad de Pittsburgh con una tesis sobre la poesía de Vicente Huidobro. , (1975), Ferviente humo (1976), Mirabilia (1979), Desde tu cuerpo (1984), La luz del regreso (1990), Líneas de Otoño (1993) traducido al italiano por Antonella Ciabatti (Vene-

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ENTREVISTA: 1. Gonzalo Lema (GL): No existe una sola mación extraordinaria, ¿verdad? ¿Por qué las sociedades, y las comunidades, los generan? ¿Para qué sirven los poetas?

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duardo Mitre (EM): La poesía está al comienzo, en las fundaciones de las culturas, por su alianza con el mito fundador de toda sociedad. Por eso, la palabra poética es o fue primordial. En cuanto a la utilidad de los poetas, no estoy seguro; tal vez, entre otras cosas, sirven para responder entrevistas. 2. GL: Al mismo tiempo, así como se reconoce el trabajo del panadero, o del zapatero, ¿por qué la sociedad no se impone estar al tanto del trabajo de sus poetas? En general, ¿por qué la poesía circula tan poco? ¿Cuál es la brecha entre la gente, el poeta y el poema? EM: La poesía no debe imponerse a la sociedad ni al individuo, pero sí impartirse, ponerla al alcance de todos. El camino para lograrlo es, desde luego, la educación. Cada vez más, y lo digo desde una larga experiencia docente, los jóvenes saben menos de la tradición poética de sus propios países, y ni hablar de las de otros países y lenguas. Estoy convencido de que como en la alfabetización se enseña a leer, se puede enseñar a leer poesía, literatura; a descubrirlas, disfrutándolas, como cifras de la condición humana, pues a través de ellas se propicia un conocimiento del mundo, de los otros y de nosotros mismos. Hay que formar lectores epicúreos que sientan el goce de la lectura que deparan las buenas obras. En cuanto a la circulación de la poesía, es evidente que desde el punto de vista del consumo

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mayoritario o de supermercado, es un género minoritario, y acaso siempre lo haya sido. Pero, al mismo tiempo, como en el cuento, se encuentra en el origen de toda cultura, y acaso sea el género con más porvenir; no creo que los futuros internautas lean novelas, aunque sí cuentos y poemas. Pero quién sabe, lo cierto es que los mejores novelistas de hoy escriben con mucha poesía, son poetas narradores. 3. GL: ha refugiado en el folclore, que es allí donde mora. ¿Es eso cierto? A priori, la “letra” de las canciones parece tener otros requisitos y otros objetivos. ¿En algún momento son lo mismo?

ciones compuestas o creadas por, digamos, Violeta Parra, habrá que convenir que la poesía se encuentra tan presente como en los poemas de Neruda o de Nicanor Parra. En mis cursos de literatura, no hay ninguno que no incorpore piezas “folclóricas”. Acabo de concluir uno que diseñé hace algunos años, y el cual ofrece una lectura de la literatura latinoamericana contemporánea desde la experiencia del exilio, de la nostalgia y la experiencia del retorno. El seminario concluye con la lectura, análisis, y escucha de “Volver”, el tango compuesto por Alfredo Le Pera y Gardel; de “Volver a los diecisiete”, de la entrañable Violeta y “Canción de las simples cosas”, de Armando Tejada Gómez, en la voz de Mercedes Sosa. Las emociones y rea las que originan la lectura y los análisis de “El “Regresó el caminante”, de Neruda o “Hay un día feliz”, de Nicanor Parra. Quiero decir que la riqueza semántica y el disfrute estético son análogos. Y aquí cabe simplemente añadir que la musicalización de célebres poemas como los “Cantares”, de Antonio Machado, “Las nanas de la cebolla” y otros de Miguel Hernández, los poemas Rosalía de Castro, en las voces y magistrales adaptaciones musicales realizadas por Juan


Manuel Serrat, Paco Ibáñez y Amancio Prada, son ya parte de la historia y presencia de la poesía en nuestra lengua y la gallega. Y lo mismo cabe decir de “El Cisne”, de Adela Zamudio, en la lectura musical de Savia Andina y, antes, en la de los Jairas, ¿verdad? Y ¿cómo no percibir alta poesía en las canciones de Chico Buarque, Bob Dylan o Leonard Cohen? El tema ofrece materia para tejer, no para destejer. Pero antes de Moreno, esa voz sedosa y saudosa inimitable, y a Pedro Shimose, gran poeta: los dos tejieron una alianza inolvidable entre la poesía y el canto en esa dimensión “folclórica” que apuntas en tu pregunta. 4. GL: están, al menos ahora, es en el debate político. ¿Qué le duele al poeta de la política? ¿Son muy grandes las diferencias que los separan de un posible encuentro? E.M: Los poetas que conozco, y que releo, han estado preocupados por el acontecer (que palabrita ¿no?) político y social. Baste citar a Neruda, a César Vallejo, y décadas luego, a Antonio Cisneros, a Pedro Shimose, a Raúl Zurita… Otra cosa es pedirle al escritor que sea sumisa y acríticamente partidario. Recuerda que Neruda, que siguió una línea política ortodoxa del intelectual comprometido, llega a decir en un poema que exige que le reconozcan el derecho a la palabra, pero que, simultáneamente, le otorguen “el derecho de quedarme callado”. Con todo, tu observación apunta certeramente a un aspecto notable en la mayor parte de la poesía actual: una orientación más individualista o subjetiva, por así decirlo, al margen de la historia y la política. Y es que, detrás y en las obras de Huidobro, de Vallejo, de Neruda, entre otros, sopla un ideario y un aliento utópicos, revolucionarios: la construcción de una sociedad fraternal, liberada de la desigualdad. En una palabra: creían en la revolución. Los poetas actuales ya no pueden ser tan creyentes, menos después de lo sucedido con casi todas las revoluciones. Ortega y Gasset ya lo vio lúci-

de que sucediera, que el Siglo XX, que había gestado el alba de las revoluciones contemplaría asimismo su eclipse. No hay, pues, ese faro que, para bien y para mal, plantaba a los poetas en la historia, con una misión, digamos, profética o apostólica… El paso de las vanguardias a la poesía posterior se hace bajo la sombra de ese eclipse –lo cual no quiere decir que para los poetas no salga otra vez el sol en sus poemas y encima de ellos ni tampoco que no aspiren a una sociedad igualitaria o, por lo menos, mucho menos injusta. 5. GL: Muchos bolivianos se sienten interpelados por el agrandamiento del Estado. De pronto, como si fuera por primera vez, advertimos la presencia de “otros” boliviacho histórico es capaz de sacudir nuestra visión? ¿Debería temblar la inspiración? EM: No hay ningún motivo para que la inspiración tiemble con el ascenso social o la incorporación de sectores marginados en la vida ciudadana. Al contrario, el acceso de grupos mayoritarios a una mejor situación económica, educativa y social, puede acrecentar el número de lectores y de autores –tanto en poesía como en narrativa. Ahora, en cuanto al agrandamiento del Estado,

tario. Una cosa es el fortalecimiento del Estado y sus instituciones democráticas, y otra la instrumentalización del mismo para la perpetuación de líderes caudillistas, o sus adláteres. La crítica dente como vigente.

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EM: Pero, veamos una cosa (“poetas que cantan a los pueblos”) no niega a la otra: “poetas que nombran las pequeñas cosas”. La prueba mayor es Neruda, con, entre otros libros, su Canto general y los tres libros de odas, en las cuales canta o celebra al apio, al tomate, a la cebolla –aunque, que yo recuerde, no al rábano, pues eso me lo dejó a mí. 7. GL: Tú, querido Eduardo, que vives tantos años fuera de Bolivia, has aprendido a transitar por los pueblos llevando tu poesía como regalo. ¿No es esa, acaso, la mejor representación de un país? Si tuvieras oportunidad, ¿no le dirías al gobernante que nombre a los poetas y artistas embajadores de nuestro país? Ellos conocen el alma nacional…. EM: ¡Uf! , aquí sí que me abrumas, querido Gonzalo. Para empezar y terminar: no conozco pueblo que necesite de mi poesía, aunque sí he tenido, para alegría mía, numerosísimos oyentes (sea en Bogotá, en Viena, en Madrid, en México, en ciudades y provincias de nuestro país) en quienes mis poemas han tenido una recepción entusiasta. En cuanto a los poetas como embajadores o representantes diplomáticos, hay incontables que lo han sido. Desde el modernismo a nuestros días, la incursión del escritor en el servicio diplomático, así como en el periodismo y. posteriormente, en la docencia o la academia, ha sido bastante historiada. No creo que el hecho de ser poetas o escritores o pintores los acredite ipso facto como representantes diplomáticos ideales de un país. No vale aquí la pena repasar nombres y actitudes, pues hay de todo: escritores que han ejercido una representación inocua; otros, francamente deleznable, al servicio de dictaduras y de satrapías. Pero los ha habido admirables, que han tendido puentes culturales entre los países. 8. GL: Una lectura poética de Bolivia indica que, antes que un Estado, en realidad somos un paisaje y una civilización. Gregorio Reynolds escribió al respecto un bello poe-

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ma nombrando ciertos elementos. ¿Cómo ves a tu país a la distancia? ¿Cuál es tu nostalgia mayor? EM: No somos un paisaje sino varios, y así lo expresó mejor que nadie Gregorio Reynolds, gran poeta modernista, de la vanguardia y de la post vanguardia. Frente o al lado de poemas suyos como el impecable soneto “La llama” y otros, que dibujan poéticamente el Altiplano, tenemos poemas que expresan admirablemente la selva, el trópico. Creo que su obra, pese a excesos y declives, es la más actual y variada, y en la que, entre otras cosas, se oye una constate denuncia de la violencia, de la guerra. 9. GL: ¿Cómo imaginas que sería eso?

no deja de tener una resonancia fúnebre. Pero entiendo el sentido y el cariño implícitos en tu pregunta. Pues, sí, como dice la “Canción de las simples cosas”: “Uno vuelve siempre a los lugares donde amó la vida”. Y así lo he hecho de manera intermitente, pero constante. Ahora, volver para quedarse, no sé. Como dicen o cantan los Karkas: “Le daremos tiempo al tiempo.” En todo caso, el regreso es casi siempre una experiencia ambivalente, y ahora se me viene a la mente ese personaje narrador de un cuento de Benedetti, que a poco de su retorno a Montevideo después de gia de los lugares otros donde sentí nostalgia”. 10. GL: Mientras tú vuelves, algunos libros tuyos circulan entre nosotros de mano en mano. ¿Qué poema te representa mejor en esta entrevista? ¿Nos lo podrías citar? EM: Creo que poemas como “Rostro en blanco”, “Cuerpos”, “La silla, “La mesa”, “Moral de Van Gogh”, “Yaba Alberto”. “Desde tu cuerpo”, “Contigo”, “Carta a la inolvidable”, “El paraguas de Manhattan”, están entre los mejores que he escrito. Para esta entrevista, van tres – dos de ellos inéditos, y otro, que se encuentra


en Al paso del instante, inspirado en el entrañable Jesús Urzagasti,

POEMA: (Dos poemas inéditos de Eduardo Mitre)

11. GL: Al lector de esta entrevista ha de interesarle saber si alguna vez los bolivianos formamos parte de un movimiento poético grande, abarcador, continental, por ejemplo, o aún mayor...

LUEGO LA NOCHE Un éclair, puis… la nuit, BAUDELAIRE

EM: Sí, política y socialmente, hemos sido algunas veces revolucionarios (y muchas simplemente revoltosos); en poesía más bien conservadores, pero singulares y ricos, con obras con-

Al alzar la vista por la escalera mecánica del supermercado: la falda corta, las regias piernas, la cabellera, sus labios:

12. GL: Si bien lo mío es completamente intuitivo, pienso que vivimos una suerte de

Era ella. La reconocí al instante en el asombro mutuo y en el deseo primero y último que nuestros ojos se dictaron.

que es posible vestir de cualquier forma para cualquier evento, y que es posible pintar de cualquier forma, y escribir de igual manera, porque la rigidez se ha desvanecido. En tu caso, pienso que tu absoluta particularidad poética descansa en la luz que irradian las menudas y esenciales “cosas” de la vida. Tú enseñas, o quizás recuerdas, del milagro simple de la existencia. ¿El poeta bautiza (nombra) todo una y otra vez?

La vi hablar con el cajero y salir. Traté de darle alcance pero arrancó celoso el taxi y desbarató el encuentro. Y aún vi sus labios dentro balbuceando un número, una calle… Y desapareció para siempre en la ciudad ululante.

EM: La poesía es camaleónica y polifónica, y adopta varias formas y tonos. La alternancia entre la melancólica y la celebración, entre la ausencia y la presencia, constituyen el recorrido y las estancias de mi obra.

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POEMAS: VITRAL DE LA DESESPERANZA El niño de piernas y brazos amputados por la guerra en Irak.

Los cuerpos despedazados por un coche bomba en Bombay como una perversa correspondencia entre el lenguaje y la realidad. La masacre de indefensos en un octubre fatídico bajo la luz pura de una ciudad llamada irónicamente La Paz. El cautiverio asesino del pueblo palestino. Los huracanes, las inundaciones y otros desmadres de nuestra gran madre.

POR HARLEM (DEL LIBRO AL PASO DEL INSTANTE) De repente es Jesús Urzagasti que salta la cerca del pasado y en la muchedumbre de pasantes. Me quedo en una esquina mirando y estamos los dos sentados en el comedor de su casa, en un barrio de Sopocachi. Sobre el mantel de la mesa: la botella de singani consumida en la conversa de una noche entrañable. Serán las once la mañana y él sigue cebando mate, contándome de su pueblo natal y de la infancia de su padre, mientras alerta a las señales

La mujer que vuelve del trabajo sin imaginar que en el pasillo la aguarda ––agazapado, puñal en mano–– su propio hijo. Y los millares que mueren de hambre, de sed, de sida, de soledad. Entonces, a qué continuar, si es siempre el mismo vitral de sangre y luto que sin cesar se repite cada día hace siglos.

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y cruzamos sanos y salvos de una a otra vereda de Harlem


“En el alma de una palabra está escondido el secreto”.

Su obra ha sido incluida en antologías de Bolivia y del extranjero. Ha sido invitada a festivales de poesía en Alemania, Argentina, Austria, España, Italia, Turquía, Macedonia, Suecia, Suiza y otros lugares. Directora de La Fundación Donatella Mauri, establecimiento médico social psicogeriátrico en Lausanne, Suiza. Tiene una hija, Daysi Mónica. Además de viajar por el mundo constantemente, la poesía y la jardinería son sus ocupacionesprioritarias.

ENTREVISTA: 1. Gonzalo Lema (GL): ¿Te acuerdas, Norah, de la vieja ironía: “La poesía es importante, pero me gustaría saber para qué?” ¿Para qué es importante la poesía? ¿Lo has re-

PERFIL:

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Nació en Cochabamba, 1946. Profesora de Literatura y castellano, egresada de la Normal Superior Católica de Cochabamba. Estudios de post-grado en Lengua y Literatura Española en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, 1972. Entre otros premios y reconocimientos ha recibido el 1er. Gran Premio Nacional Franz Tamayo, en dos ocasiones en 1973 y en 1977. Es miembro de la Real Academia de la Lengua boliviana. Ha publicado: De las estrellas y el silencio, 1975; Géminis en invierno, 1978; Fascinación del fuego, 1985; Diálogo en el acuario, 1985, Antología (Edición bilingüe: alemán y castellano), 2008.

orah Zapata (NZ): Ella nos ayuda a vivir. Corresponde a una necesidad. Es el espejo de nuestras interioridades, la revelación de nuestro inconsciente, cuando tomamos conciencia de él. Es imaginación, emociones. Es también intuición. Ella nos saca de la futilidad. Nos eleva a otras visiones y dimensiones de la existencia. En sus diversas posibilidades concretas está al alcance de todos. Podemos leerla, declamarla, entonarla, percibirla, estudiarla… A veces fundamentalmente, nos ayuda a comprender y a aceptar nuestras diferencias, nuestros estados de alma. Su irracionalidad, su subjetivismo, sus sugestiones oníricas, sus desenvolvimientos catárticos y también terapéuticos nos ayudan a vivir y hasta a vibrar. Aun en los poetas más cruelmente tenebrosos, sombríos o melancólicos está el deseo, así sea el de morir. Y el deseo ya es una forma de vivir, ¿verdad? Comparto completamente con Stéphane Hes-

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sel cuando dice de la poesía: Ella me ha permitido mantenerme en los campos de concentración. Ha sido mi medicamento. La poesía nos a una meditación sobre lo imaginario. La emoción poética es, desde este punto de vista, comparable a la posición budista. Las materialidades pierden su dominio y sumergen al sujeto en una zona de libertad 1. 2. GL: poetas. De ser cierto me parece maravilloro, un panadero, pero no el poeta. Pero, si la sociedad los genera, ¿por qué no los acompaña con su lectura? ¿Quién ha abandonado a quién? ¿La sociedad al poeta o, quizás, el poeta a la sociedad? En todo caso, ¿a qué se debe esto?

podría faltar un carpintero, un panadero, un... No, no. Cada uno tiene su faena, su misión. La del poeta es escribir para no cerrar los ojos sobre sí mismo e irradiarse, a partir de sus viajes interiores y de su auto-conocimiento, al mundo que le rodea. En el fondo, nadie ha abandonado a nadie. El poeta no puede abstraerse de la sociedad; aún en su retraimiento, encuentra los signos comunes a la condición humana. Debemos recordar también que siempre han existido períodos de desafecto en esta lucha recurrente entre las cosas de la razón y las cosas del corazón. Ya desde décadas atrás, los años 1970 y 1980, en Alemania, percibí que había un retorno a los sentimientos que caracterizaron a los períodos barrocos. Criticar y satirizar la ambición, la autoridad, el poder del dinero, sentir la vida como un pasaje vertiginoso hacia la muerte, la exacerbación de lo sensorial, lo sentimental, una inteligencia que se quiere retorcida y violenta son señales evidentes de un estado de espíritu que quiere romper con el equilibrio clásico, con un orden establecido 1 Hessel Stéphane, Ma philosophie et dialogue avec Edgar Morin, 2013, éditions de l’Aube, pag 26.

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toda autoridad moral. Todo esto es evidente en las manifestaciones de los jóvenes y menos jóvenes. Pero, los problemas que interesan fundamentalmente al ser humano son los mismos. Vengo de enterarme que el gobierno actual ha creado un Fondo Editorial del Libro Boliviano, que a través de él habrá concursos, nuevas bibliotecas, promoción de la escritura y de lectura y que la lectura de autores extranjeros también será promocionada. Qué buena noticia es ésta si la promoción anunciada crea espacios para la expresión en todos los medios de comunicación. Los poetas necesitan de esos espacios para darse a conocer y la sociedad necesita de sus poetas para traducirse, para revelarse, como tú dices. No, nadie ha abandonado a nadie. La poesía simiente estuvo, está y estará siempre a nuestro alcance. En estos dos últimos años, en mis estadías en Bolivia he tenido la suerte de encontrar a poetas jóvenes reunidos en grupos o individualmente. Me han leído o me han dicho sus poemas. ¡Qué calidad de escritura! ¡Qué hondura de sentimientos! ¡Qué desafío a la razón y a lo razonable! ¡Qué desafío a la hipocresía reinante! ¡Qué indignación al criticar las ideas recibidas de un mundo al cual no quieren someterse! ¡Cuánta sinceridad en el sondeo del espíritu humano! Es esta sed de absoluto que hace mover las colectividades y que puede transformar el mundo devolviéndole su alma. cial. No, nadie ha olvidado a nadie, la sociedad lo sabe, los poetas lo saben. 3. GL: Sabemos que el poeta es esencial para nombrar la vida, el mundo y el universo. Qué extraño afán el suyo. Todo su ser convocado al interior de una palabra, de un verso o de un poema. ¿Tú crees que como ninguno? Casi todos los poetas lo dicen así…

de escribir poesía y de abandonarse a ella. La poesía es una amante que no promete siemprevivas. El poeta acoge su secreto y brinda con ella


por sus propios secretos. En ella, Eros y Tánatos, en sus letales desnudeces, se husmean, se cautivan, se entrelazan sin jamás poder poseerse. Tampoco pueden separarse porque uno depende del otro. No pueden unirse porque cada uno inocencia idílica, de esos placeres solitarios pero enredados irremediablemente nace la poesía. El poeta, en su extrema pasión, se encuentra pues preso entre la pulsión de la vida y la pulsión de la muerte. Y el dolor es inevitable y duele. “No me mata la Vida. / No me mata la muerte. / No me mata el Amor./ Muero de un pensamiento mudo como una herida…” nos dice Delmira Agustini en “Lo inefable” describiendo ese estado de alma del poeta en melancolía, en somnolienta voz, en hastío, en desesperanza. Efectivamente, qué extraño afán el suyo -como tú lo dices tan bellamente- cuando todo su ser es convocado al interior de una palabra, de un verso o de un poema. Este llamado es ineludible. En el alma de una palabra está escondido el secreto, los secretos. El poeta no hace otra cosa que implorar su indulgencia, con rudos golpes y revelarla después en la sangre de una pluma en cópula con el papel. 4. GL: A mí me gusta Serrat cantando a Machado: “Con tres heridas viene/ la de la vida/ la de la muerte/ la del amor”. Al mismo tiempo, los estudiosos del alma humana indican que el simple hecho de vivir es un dolor. Eso lo saben los poetas, y claro que lo expresan. Pero su poesía se reconstituye y también celebra la existencia, la presencia de lo creado, el goce… ¿Es, en esa alquimia de dolor y gozo, donde reside la esencia del ser humano?

dolor nos hace descubrir lo que hay en nosotros de esencial. Es propicio a la sinceridad con uno mismo. Para la poeta que yo soy, lo importante no es tanto expresar el sufrimiento sino la autenticidad y la honestidad que él encarna en nuestras vidas. Unos más que otros, todos, hemos sido heridos por la vida. Buscamos pues, así sea a tientas, un remedio, una cura. Estoy persuadida de que la erosión que el dolor engendra es un eslabón imprescindible a la metamorfosis. Sí, él nos destina hacia el conocimiento, hacia una ablución consentida. En cuanto al gozo, la celebración de la vida, me complace lo que apunta André ComteSponville: “La felicidad no es un absoluto, es un proceso, un movimiento, un equilibrio pero inestable, una victoria pero siempre frágil, para defenderla a cada instante, para continuarla y recomenzarla siempre”3. ¡Es tan cierto, esto! Me acuerdo de mis jóvenes años en los cuales la útil” Pero un día, por esas cosas que la vida tiene de inesperado, todas las letras de esta frase se me separaron y visualicé con tal intensidad el sustantivo PASIÓN y sin propósito alguno aquello de inutilidad desapareció para siempre de mis vivencias y en mis poemas. Reconquistar la armonía perdida sin amputarnos totalmente de la locura esencial para vivir apasionadamente bate. Esto que vengo de decir, me recuerda un poemita que escribí en La Paz con un compás, una noche de insomnio, en la pared de mi dormitorio: Llama al cielo/un animal está herido./

NZ: Machado en la voz de Serrat, Serrat en el espíritu de Machado, ¡qué sublime complicidad! Sí, es en la alquimia de dolor y gozo donde reside la esencia del ser humano. Alfred de Musset nos lo dice cabalmente: “El hombre es un aprendiz / el dolor es su maestro / Y nadie se conoce mientras no ha sufrido2. El

Esto de la alquimia de la cual hablas me fascina porque ella va mucho más allá de la combinación puramente química o del fatalismo genético del ADN. La poesía es alquimia, se recrea en ella por aquello que tiene de invención, de imaginación, de intuición, de magia, de utopía. “El milagro de la alquimia” –nos dice Marie-Madeleine Davy- “corresponde a la naturaleza la más fundamental del hombre, aquella de coincidir de una manera viviente y absoluta

2 infeliz.

3 Comte-Sponville André, Le bonheur,désespérément, 2000, Editions Pleins Feux.

Alfred de Musset, poesía, Consolación a un

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con todo lo que Es”. Y la vida es esto, alquimia. ¿Verdad? 5. GL: ¿Qué persigue la poesía hecha por las mujeres? Los hombres que la leemos disfrutamos de su voz, de su atrevimiento, pero nos queda la pena de no haber develado su propósito último. ¿Interpela al hombre? ¿Le “dice” temas que el hombre no alcanza a valorar? ¿Qué es ser una mujer poeta? NZ: Como para los hombres, exteriorizar sus adentros. Acaso algunos hombres no han tomado aún conciencia de la igualdad de derechos que debe regir entre los miembros de los diferentes sexos, de la necesidad de compartir sin limitaciones socio-culturales o religiosas este don/poesía que permite al ser humano decirse, condensar su pensar a su manera, sin escrúpulos y en el ejercicio de su pleno albedrío. No entiendo bien la insatisfacción que provoca en los hombres el misterio de la poesía escrita por mujeres. El misterio existe también en la poesía escrita por los hombres, ¿verdad? Sólo por curiosidad, ¿cuáles serían los temas que las mujeres debieran abordar para ser consideradas por ciertos hombres? ¿Es que hay temas propiamente masculinos o femeninos? En mi entendimiento, una disponibilidad total de la mujer al hombre en una especie de idenambos son fecundables, fecundos, fecundados. Si existe un problema a remediar en las relaciones humanas es la posesividad que aliena la identidad de cada uno. Estos versos de Amelia Díaz Benlliuri, corresponden bien a este ejercicio de la libertad individual sin posesividad: “Ya no pertenece a nadie/ ni mi mente/ ni mi sexo. Para encontrar mi mitad/ me basta con un espejo. 6. GL: ¿Y nuestras abuelas poetas expresaban lo mismo? NZ: A decir verdad, nunca fui feminista. O quizá soy una feminista que se ignora. Las reivindicaciones originadas en las injusticias de toda índole que han hecho o hacen sufrir a las

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dios que estuvieron y que están a mi alcance combato toda discriminación como la misoginia, incluyendo aquellas que existen entre las propias mujeres: el fanatismo, la ignorancia, la alienación. ¿Combatir las injusticias? Sí, un rotundo sí. Pero no estoy de acuerdo con la lucha de sexos que eterniza odios, venganzas, guerras Nuestras abuelas poetas como Adela Zamudio (Nacer hombre), Juana de Ibarbouru (Tú me quieres blanca) y tantas otras, han denunciado la supremacía del “macho” con mucha ironía y justeza. Lamentablemente, hoy por hoy, la leyenda bíblica que cuenta que Eva fue creada de la costilla de Adán, la pobrecita, continúa mujeres del mundo. El hombre no es el objeto de las reivindicaciones femeninas sino el “maAcademia Española como un “animal de sexo masculino”. 7. GL: Existe un criterio que indica que la poesía boliviana también se halla en el folclore y en la canción popular. ¿Tú crees que es así? Salvo poemas escritos que luego fueron musicalizados, a mí me parece que la “letra” de las canciones tiene otras exigencias. ¿Qué piensas al respecto? ¿Se llama a ambos trabajos simplemente poesía? NZ: Creo que la poesía boliviana se encuentra también en el folclore y en la canción popular. Y ¡tanto mejor! es una manera de vulgarizar la poesía, de darle una vigencia más allá de la escritura, de universalizarla. La música y la poesía tienen una larga tradición amorosa y de esta convivencia han nacido tantas maravillosas óperas, canciones, ritmos. Es el caso de Serrat (que tú quieres), de Leo Ferré, Juliette Greco, Aragón, Víctor Hugo, el célebre Preludio de Debussy sobre un poema de Mallarmé. Sin la música, nuestra memoria sería palabra muerta, violines sepultados a destiempo, momia. La música es esencial a la poesía y la poesía esencial a la música. Tienen en común el ritmo,


el silencio, los silencios que marcan la verdadera fuerza con voluptuosidad, frenesí, serenidad y hasta en vuelos metafísicos. Sin duda que la composición de letra y música obedece a reglas exigentes. (Me gustaría oír hablar de esto a la sublime Matilde Casazola.) Pero, así a oídas, pienso que las reglas existen para ser transgredidas, al menos por algunos, y felizmente. 8. GL: ¿Cómo te interpelan los hechos políticos bolivianos? Por ejemplo ahora tenemos un Estado agrandado, dando visibilidad y cobertura a todos los pueblos de esta patria. ¿Te sientes involucrada en el sentimiento que se genera a partir de esto?

NZ: Su denominación de Estado plurinacional me confunde si por nación entendemos que es: un conjunto de personas de un mismo origen étnico y que generalmente hablan el mismo idioma, que tienen una tradición común y ocupan un mismo territorio. En razón de culturas diferentes y etnias diferentes, nuestra Bolivia goza de una gran diversidad en los campos del arte, de la cocina, de la literatura, de la música. Me parece más justo que se llamara Estado pluricultural. Pero bueno, sea lo que sea, el proceso revolucionario iniciado por el MNR de Paz Estenssoro tenía que continuarse. 9. GL: Creo que Bolivia espera un gran encuentro de sus poetas: quechuas, aymaras, castellano-parlantes y de pueblos del Chaco y la amazonía. ¿No crees que sería fundamental que una sociedad tan compleja se explicite en sus poetas? NZ: Es sumamente interesante el encuentro, los encuentros. Esto puede crear el fundamento de una interacción de culturas y hasta de una transculturación. El aislamiento de unos y de otros, lo sabemos, produce malentendidos, exclusivismos, racismos. Favorecer un sentimiento de pertenencia valorizando y respetando, al mismo tiempo, la identidad de cada uno y de

cada grupo social, más que una aventura sería una conquista social. Los poetas, la poesía, en efecto, pueden jugar un rol revelador de aquello que cada ser humano tiene en su fondo, el irrenunciable bienestar individual y comunitario. Me parece, a este propósito, importante la resu libro “La crisis de la cultura”: La cultura de masas aparece cuando la sociedad de masas se apropia de los objetos culturales. Si bien, una cultura de masas intrínsecamente no es una amenaza para la cultura -enseña Arendt- el peligro sería una democratización de la cultura mal conducida arriesgando la transformación de los objetos culturales tradicionales, las artes, la literatura, en objetos de consumo, en objetos de pasatiempo. Para ella, la cultura exige esfuerzo, tiempo, trabajo. Sin ello se crearía una pseudocultura e inclusive una sub-cultura. 10. GL: Tus lectores han de querer saber de un poema tuyo que te exprese en este momento de tu vida. ¿Nos lo puedes regalar? Te lo agradeceremos siempre.

POEMAS: RULETA IRLANDESA Y BARCO VIKINGO Parce que l’occasion est brève comme un songe et jamais ne se produira Vladimir Jankélévitch (Entre Irlanda y Suecia 1991, y La Paz, enero, l992)

El amor es una ocasión fugaz naipes y dados trenzando los sentidos. Es huirse en el olvido barcos naipes que parten. Yo no puedo decirte cómo es esto

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nos eyacula eso es todo

un sabio. Pruébame.

Pero ven. Baila conmigo espejo ven.

Yo que vengo de lejos que no sé demasiado lo que cargo en mis brazos desgajo mi ternura enlazando tus huesos entre ruleta y vino. Háblame deja que el arco que empuñas esta noche

No tengo miedo al frío. Reinventarse es retirar las cenizas del río.

solo.

Deja el casino ven. Las perlas y los hombres pertenecen al cielo. Viájame. La voluntad de saberse es amor y refugio es el sexo con su sexto sentido. ¡No nos faltemos ni faltemos al vuelo de estas olas! El lobo conoce las leyes de los bosques. ¿Por qué tan lobos solitarios nosotros? ¿por qué esta errancia devoradora? Lo que está escrito es dado y no es azar el destino que al azar predestina. O tal vez predestinado nuestro azar a otro destino jugamos humanos lo infernal lo divino al mismo tiempo. Ven un yo te quiero poco mucho o nada lo mismo. Transpírame. Yo no sé si el deseo es un loco que piensa como

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Solitarios ahora atravesados ahora heridos de una fruta prohibida hoy eternos como el crimen y Dios nos tendemos. Violar volar ¿en qué otra tierra sino en ésta ? De la oscuridad de mi ventana la noche columpia la belleza y no estás no estás más... Sabe al menos son tus ojos al menos sabe son nuestros ojos leyendas un domingo. Sabe yo lloré por tus ojos sabe al menos que te dije te quiero arcoíris sabe al menos que lloviste sobre mis labios en el barco vikingo en tus orillas de viento fogón laguna. Buscándonos como dos gotas sobre un loto supimos que la vida es breve que


resbalamos solamente. Sabe al menos que quedas en mis nubes y que en tu errar arrastras mis aguaceros y mis pájaros.

e implora que las cosas no sean lo que las cosas son. Suecia, mayo, 2013. Poemas de Norah Zapata-Prill:

Bebedores sin sed en un momento dado así de simple regalados en animal hombre mujer y bestia nos tuvimos. Ulises amarrados a su barco eso fuimos eso hicimos.

(Villars-Tiercelin, Suiza, marzo, 1995)

El amor es una ocasión fugaz naipes y dados trenzando los destinos.

Y en la otra vida de nuestra vida no habrán nidos no haremos nido.

Los seres y las cosas se transforman. A través de la luz no siempre nos sentimos. ¿Y el nardo amor y el nardo y el olor del nardo ?

Viajeros somos y en el jilguero que estará entonces en nuestros labios seremos eso sueño que vuela.

¿Cuántos emigraremos para siempre?

VIAJEROS

Viajeros somos. Viajeros moriremos.

¿Destruye acaso su nido el pájaro? Lo mismo que la noche nos dormimos lo mismo que la noche despertamos y el sol se acuesta en ti conmigo y es bella noche el sol cuando el nardo perfuma. Naranja es el sol y tú ¿naranjo nido de algún acaso ? La inocencia es un error dijiste. Yo dije la inocencia es culpable cuando eleva su grito

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POEMAS:

Bésame berro. Columpia mango en mis insomnios.

RETORNO (Lausanne y La Paz l987, desde el avión) Retorno. Cerros. Despertar. Voladores en la sonrisa de los niños y pelotas de trapo jugando secretas ilusiones en las calles. Retorno prolongación de mis cabellos blancos dime de tus estaciones dime que has crecido en las ampollas de mis pies. Mi parte de promesa está en la bondad de este instante. ¿Será la felicidad un resbalar en el recuerdo? El altiplano calla el valle calla el trópico calla. Piel y piel la miseria. Papaya herida donde negrea la esperanza ¿el hambre? Cielo testigo de todo nacimiento poséeme como cuando tendida debajo de tus nubes te dejé cabalgarme como cuando clavaste espuelas en el talón de mi destino. Yareta bésame. Paja brava bésame bravo cactus.

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Lluvia canta canarios en mi canto canta mis sueños sueña en mi canción. Thola loca silba y dime de tus copulaciones con el frío de la razón del hombre al lado de la piedra. Tierra acepta mi desnudez acéptame desnuda y río recibe mis labios que han besado otros ocres otras heridas otros sauces que lloran lo que se lleva el tiempo. Retorno mariposa que vuela sin revelar de qué fatiga colorea sus alas. Retorno tierra mía comí de otros panes mas sintiendo que el grano ha madurado entre tus surcos. Cerros redondos ecos míos llámenme. Viento Desgrana el huayño. Sol dame la hierba que crece en el camino dame la paz del ave junto al charco ferméntame. Dios cuán frágil es el balido de la oveja que abandona el rebaño y la luna cuán pobre para saciar su sed.


“No cedas viejo poeta”.

PERFIL: HUMBERTO QUINO MÁRQUEZ, nació en La Paz, Bolivia, el 6 de junio de 1950. Es un viejo abate en retiro, que para ocupar sus ratos libres, escribe aburridísimos tratados de zoología y pergeña unas cuantas letras cuando su alma asume un estado delirante. Manjar de viejas y

premios, tres cuartos premios, ocho diplomas de honor, tres medallas al mérito y una gonorrea. Es también, padre de dos hermosas criaturas que van alcanzando la madurez, en medio de toda esta parafernalia del diablo. Como es viudo, piensa ordenarse y llegar a arzobispo o quizás a papa frita. Fue director de varias revistas efímeras: HUMUS, PAPEL HIGIÉNICO, DADOR, EL SUEÑO DE LA RAZÓN, etc. Sus poemas fueron traducidos a varios idiomas y dialectos (algún descarriado le puso música de morenada a uno de sus poemas, convirtiéndolo en estrella del bajo mundo). Publicó: DELIRIO DE UN FAUNO EN LA AVENIDA BUENOS AIRES A LAS 12 y 45 (1978, Lima); BALADA PARA MI CORONEL CLARIBEL Y OTROS HUEVOS (1979, La paz); MANUAL DE ESCLAVOS (La Paz, 1980); TRATADO SOBRE LA SUPERSTICIÓN DE LOS MORTALES (La Paz, 1987); CRÍTICA DE LA PASIÓN PURA (La Paz, 1993); COITUS ERGO SUM (La Paz, 2003); PARODIAS, INVENCIONES Y OTRAS BLASFEMIAS (La Paz, 2011), dos antologías e innumerables libros de menor importancia. Prepara una versión humorística del KAMA SUTRA.

afortunado en la escritura y afortunado en el amor. Practica la levitación y la rebelión abierta. En su lejana juventud, fue actor porno en Europa (antes de la guerra). Es vegetariano, desde noia. Es también consejero espiritual de varias mujeres perdidas. Poeta de ocasión y vago permanente. En su ya larga carrera hacia el asilo, obtuvo tres menciones honrosas, dos terceros

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ENTREVISTA: 1. Gonzalo Lema (GL): En la psicología de todo anarquista, para emplear una expre-

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umberto Quino (HQ): ¿Por qué algunos seres no pueden vivir sino es en la negación? Ácratas genéticos, reacios a toda servidumbre (material o ideológica), a todo pacto con el sistema (aunque bien lo sabemos, sus poderes están en nosotros, vivimos luchando contra ellos), abominando de todo guiño cómplice; donde cada poema es un susurro en el desierto y la indiferencia un grito que desgarra, excluidos de la república del poder. El anarquismo para estos “anormales” de conciencia despierta, sólo sirve para racionalizar un proceso rebelde y caótico, para expresar el asco por toda la podredumbre que los envuelve; entonces el honrado samaritano exclama: ¡yo no soy anarquista, pretendo serlo! Escarlión contra nuestra miseria común. Denunciar el engaño del poder, la torpe imposición de sustitutos de la vida. Una sociedad que fagocita toda disidencia, toda escritura que la niega, toda transgresión, todo rasgo de lucidez, es una sociedad enferma. Y el arte se convierte en una capa dorada que envuelve nuestra fragilidad. Y la poesía se muestra como una retórica edulcorada, que corre el riesgo de perderse entre los diosecillos cotidianos: las máscaras del no saber. 2. GL: Más allá de profesar una corriente de pensamiento cualquiera, cada día se divivir. Se diría: de existir. ¿Tú percibes lo mismo? ¿Qué es lo que sucede en realidad?

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HQ: El creador auténtico, abierto a las multiplicidades que le atraviesan, a las intensidades que lo habitan, esas efervescencias que llegan deseando expresar esas obsesiones soterradas, recurre al poema, que es una fuerza de dispersión de esta subjetividad. En estas condiciones, vivir y escribir se convierte en un combate contra el Todo; para cicatrizar nuestro aullido, que

3. Un poema de Antonio Machado, cantado por Joan Manuel Serrat, dice: “Con tres heridas viene/ la de la vida/ la de la muerte/ la ¿Por qué duele la vida? HQ: Por que vivir es una perpetua aniquilación, nuestros poemas se hunden en letras enloquecidas, un hacha para deshacer el hielo que llevamos dentro. La eternidad no importa, si es que hemos purgado nuestro mal, más allá de la curva de los días, intentando dar forma a esos signos que huyen en el devenir perpetuo. Y la vida con sus gestos seductores y sus estrellas, no puede recubrir el vacío de nuestra indigencia. 4. Otro español, Enrique Tierno Galván, sostiene sin más que la política es una fuente de dolor. ¿Se debe a la lucha por el poder? ¿Acaso el ejercicio de la política no es el resultado de una vocación de servicio? ¿Le sirve la política a la sociedad? HQ: La política en cuanto es un ejercicio de poder, tiraniza y mancha nuestra visión de la realidad. El discurso político, penetrado desde el interior por los acontecimientos y las circunstancias, revela su vacuidad y su angurria. Y los políticos son esos nuevos leprosos que todo lo contaminan, se deleitan con el ajado espectáculo de la pobreza y la opresión. Así la política se convierte en una “vocación de servicio” a sí mismos. 5. GL: En esta interminable tarea de construir el país, todos los bolivianos nos hemos visto enfrentados. Un sociólogo inte-


ligente pidió que fuéramos pacientes, porque no era “pelea”, sino que nos estábamos explicitando. Es decir: dándonos a conocer unos a otros. ¿Cuánto sabemos de los bolivianos gracias a la poesía?

dearse con sus cuitas amorosas. Si antes el poeta reposaba plácidamente en sus laureles, ahora es un francotirador desde las catacumbas de la conciencia colectiva, con voz enronquecida y musa meretriz.

HQ: Estamos políticamente atrapados, lastrados por un racismo que hoy se explicita en las formas más diversas. El miedo al otro nos paraliza, con esa visión llena de sombras y temores, colonizados hasta el tuétano por las frases hechas (el “cambio” es un ardid para seguir siendo lo que somos), por las ideas hechas (¡ay de los “libre pensadores”!). Esta democracia, donde el “gobernar obedeciendo al pueblo” se ha convertido en gobernar obedeciendo a los cocale-

8. GL: Al mismo tiempo, ninguna mente, en ninguna cultura, imaginaría una sociedad sin poetas. De hecho, al parecer no existe. Es una gran noticia para todos. ¿Por qué, entonces, la sociedad conoce tan poco de la vida y obra de sus poetas?

ración, encerrándonos en un gheto folklórico, vigilando la “pureza” de lo “nuestro”; ignoraninconscientes sobre la organización de los fenómenos culturales; espantados de lo híbrido, de lo mestizo, que conforma nuestro ser. Y su arte no puede ser sino, un arte prefabricado, reaccio-

6. GL: Para que un poeta sea inmenso, ¿es imprescindible que no le falte un país? Quiero decir: ¿se puede prescindir de él? ¿No se necesita de su respaldo? HQ: El poeta necesita de un país, lo que pasa es que el país no necesita del poeta (ese eterno co, narcotizado por la corrupción y el fútbol, no necesita de bardos y musas. 7. GL: La gente se pregunta cuál es el rol esencial del poeta en la sociedad. Así como un zapatero se considera muy útil desarrollando su trabajo, o un panadero, ¿qué es lo que trabaja un poeta? ¿Por qué debe interesarnos su trabajo? HQ: El poeta está comprometido con el lenguaje, su instrumento de expresión, luego puede cantar a la patria en sextinas o fabricar pasquines para loar a los mandones de turno o rego-

HQ: Porque no hay lectores, sólo hinchas o folkloristas multicolores o “descolonizados” en busca de oro, entonces ¿cómo puede importar la poesía? Los poetas sentados en el trono de sus ruinas, no quieren inspirar lástima, eso los haría detestables. Ya no son los intermediarios entre los dioses y los hombres (Hölderlin), ya no son visionarios (Blake), ya no moran en la “torre de Stalin” (el social realismo), ya no el arte); ahora el poeta en el súmmun de su desdicha, animal que ha traicionado su origen divino, está en guerra contra cualquier forma de fe, contra toda mentira disfrazada de creencia, poseído de una conciencia crítica, ejerce la desacralización humorística, el coloquialismo, la pluralidad formal y estilística, la parodia, el cosmopolitismo y la inestabilidad. 9. GL: ¿Cómo te explicas que el gran poeta Franz Tamayo haya ganado las elecciones en la década de los treinta? No sólo que debía ser el presidente de Bolivia, sino que, la guerra del Chaco con su voto…

cado (un remedo de democracia); en nuestro tiempo solo los analfabetos o semi-analfabetos ganan una elección por “mayoría absoluta”. Nuestro “glorioso” ejército ha perdido todas las guerras que ha emprendido, entonces ¿cómo mo es la guerra?

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10. GL: ¿Qué diferencias notables se encuentra entre la ética de un político profesional y un poeta? HQ: Un político “profesional” carece de ética (que los manes de la patria perdonen esta generalización), a veces hasta de inteligencia: su “amor a la patria” es pura chirigota. Una caso como el de Mujica (porque es un caso), en su visibilidad, parece un extraterrestre. El grueso muro que separa a un político de un poeta, está construido de billetes mal habidos para el primero y mierda para el segundo. 11. GL: Debido al decurso de nuestra historia nacional sabemos mucho de los pueblos aymaras y quechuas, pero muy poco de los pueblos selváticos y chaqueños. ¿Qué nos dice su poesía? ¿Cómo viven la vida? ¿Cómo viven la muerte?

los pueblos sometidos, si es que no han sido exterminados por la casta dominante. Desde hace algunos años se ha tematizado a los pueblos originarios, es decir, se los ha convertido en objeto de estudio (hay no poca bibliografía sobre ellos). Hasta que apareció el poeta que habla sobre sus mitos (sin ton ni son), “Jaguar azul” es una muestra, así le nació un explotador más. que produce coca), ha mostrado sus grietas, cuando las víctimas de siempre, pretendían reclamar sus derechos, son apaleados sin misericordia por los “hermanos” que tienen la cachiporra, es decir el bastón de mando. Ahora, con do en el colonizador), no sólo se trata de conservar la naturaleza, también hay que conservar al “natural” que habita en ella, así como a las especies animales en proceso de extinción. 12. Quienes no tienen el hábito de leer un libro de poesía ¿se nutren de ella a través de la canción popular? ¿Cuánto de “buena poesía” contiene nuestro folclore? HQ: Nuestros folkloristas (ayunos de poesía),

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con rarísimas excepciones, se alimentan de pésimas letras. Qué lejanas nos parecen esas cuecas de antaño, cuya letra era escrita por poetas. Nuestros cantorcillos se excusan de pensar nuestras hondas vivencias, nuestras diferencias y la profundidad de nuestro ser, encadenados como están a la frivolidad y al cachondeo, incapaces de sentir la epifanía de la vida. La Paz, abril, 2013.

VERSIÓN DEL PADRE A Gregorio Quino In memoriam Si sobrevivo aún Es por mi salvaje pereza Por tu fatiga deshilando los días ¿Acaso no fui tu pupila en el espejo? ¿Acaso no fui tu alucinado huésped? A veces, Padre mío En el centro de tu corazón navega Esta voz de ahogado Esta marca de bestia acorralada Feroz a medida que envejece Uniendo sus pedazos en tus entrañas Aullando en tus venas su raído cuerpo Sepultado entre la tierra y el cielo.


SOMOS BIENAVENTURADOS MASTICANDO UN CACAHUATE No hay un solo pedazo de nervio que nos pertenezca Hundidos en el perdido reino de las criaturas de la derrota Alguien danza en nuestras melancólicas cabezas La saudade / Púrpura y lamento de la tarde. Así vamos / Coronados por el agreste viento Por longevas damas que la ciudad engulle Por las manoseadas de nuestra rotonda Por la ira / La rabia y el sucio amor Por el odio / La cólera y la calvicie Por el caos y la destrucción Por la encallecida muerte que nos aguarda.

A LA ALTURA DE TUS LABIOS Si la esposa muere Ésta es su ceniza. Leopoldo María Panero Mi mujer cava una fosa Y tiene la forma de una boca roja. Mi mujer cava una fosa Bebemos la leche de la noche Es la sed del ahorcado Su reloj de tristeza Su vaso de vino con migaja Su incinerado amor Por eso escribo / Amada serpiente. RETRATO DE POETA I No cedas viejo poeta A la quejumbrosa visita de una lágrima Cuida tu maniquí de las moscas ebrias Cronista de sueños y desgracias No cedas viejo perro. RETRATO DE POETA II En tu isla / Viejo poeta Las palabras pasan por el cuchillo Así Es difícil llegar a la concavidad de las cuartillas A esa revelación que es muda tragedia Una furia de nostalgia y soledad En tu isla / Viejo poeta. RETRATO DE POETA III Cuando hayas abandonado tu cuerpo Viejo poeta Y seas una estatua de arena Las renacidas ramas cubrirán tu canto Tú marchita corona Viejo poeta Cuando seas un desvarío sobre un peldaño Cuando hayas abandonado tu cuerpo y tu rocín.

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“Siempre he pensado que la poesía es encuentro”.

ENTREVISTA: 1. Gonzalo Lema (GL): ¿Por qué la nostalgia es un sentimiento tan fuerte, Rubén? Daría la impresión de que vivimos para recordar…

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ubén Vargas (RV): El futuro, en rigor, no existe; el presente, por su parte, es inaprensible en su fugacidad. El pasado, entonces, parece el único tiempo ‘real’ porque es el tiempo que ya ha sucedido. No habría que extrañarse por ello de que los seres humanos sean proclives a la n o s - talgia o al recuerdo. Hay que considerar, además, que el pasado es el único tiempo que podemos moldear o transformar a nuestro arbitrio o según la fuerza de nuestro deseo. No hay tiempo más maleable que el pasado. Lo cambiamos y lo transformamos todo el tiem-

PERFIL: Foto por Anouk Garrigues Rubén Vargas, La Paz, 1959. Ha publicado dos libros de poemas: Señal del cuerpo (1986) y La torre abolida (2003). La Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia publicará próximamente su libro Tal vez enigma de fulgor. Antología de poetas de La Paz. Otros poemas, ensayos y artículos sobre temas literarios y culturales suyos han aparecido en libros, revistas y periódicos de Argentina, Bolivia, Chile, España, Estados Unidos, Francia, México y Venezuela. Es profesor de la carrera de Literatura de la Universidad Mayor de San Andrés. Actualmente edita el suplemento cultural Tendencias del periódico La Razón de La Paz.

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o actuar de mala fe. La memoria, ya se sabe, es selectiva y creativa. No hay un pasado puro que regrese como un documento inviolado; el pasado regresa a través del recuerdo o la nostalgia transformado por las necesidades o los deseos del presente. Así, se diría que inventamos el pasado cada día. ¿Cómo no entregarse, entonces, a un juego tan interesante? Por otra parte, la nostalgia también está relacionada con el sentimiento de pérdida. Se añora lo que se tuvo y ya no se tiene. Los más lindos poemas de amor son los del amor perdido. Los que gozan del amor presente no tienen ni tiempo ni ganas para escribir poemas. Y más allá está, por supuesto, el paraíso perdido, la nostalgia por el origen, por el tiempo original. En todo caso se trata de formas imaginarias de ordenar eso que llamamos tiempo. Y en el caso del recuerdo y de la valoración del pasado está presente una manera marcadamente lineal de imaginar el tiempo, como una sucesión unidireccional, co-


presente y se dirige al futuro. Pero, en realidad, parece que el tiempo es algo más complicado y más interesante. Es fascinante pensar, por ejemplo, que el tiempo se curva, eso dice por lo me-

por lo menos de la poesía moderna, no es refugiarse en el pasado como podría creerse después de lo dicho, sino más bien aprehender el presente o, como diría Octavio Paz: el instante. No se trata de detener el tiempo sino de fundar la realidad del presente. Es una rebelión contra el futuro, contra el tiempo de las promesas falaces del progreso y de la modernidad. Es una lo logra, por cierto, pero de esas cosas imposibles vive la poesía. 2. GL: Al mismo tiempo, me conmueve la conmoción del poeta ante las “cosas” peun gesto, la piedra, el fuego, un beso furtivo… ¿Cuál es el rol del poeta en la vida? sociedad? RV: A mí, las cosas pequeñas que más me emocionan son los diamantes. ¿Cuál es el rol del poeta en la vida? El rol del poeta en la vida es nacer, crecer, reproducirse y morir. Igualito que una pera o una marmota. Sobre su rol en la sociedad, quizás no habría que idealizar mucho las cosas. Si alguien ha decidido dedicarse a escribir poemas, lo mejor que puede hacer es cierta disciplina para soltar la mano y escribir lo mejor posible. Y aunque llegue a escribir muy bien, esa persona tiene que tener claro que ese rol no es socialmente reconocido. Es más, casi a nadie le importa. Pero ése es el camino que ha escogido. Nadie lo ha obligado, así que no sía que más me gusta es la del poeta mexicano Gerardo Deniz. Dice que la poesía es el arte sin chimeneas. Entonces yo diría que el rol social del poeta es contribuir al desarrollo del arte sin chimeneas en Bolivia.

3. GL: Un poeta me comentaba que no existe sociedad en el mundo que no tenga poetas. Puede faltar el carpintero, pero el embargo, es una existencia secreta. Su voz no se escucha. Sus poemas no se leen masivamente. ¿Qué es lo que sucede? ¿Cuál es la causa del divorcio entre sociedad, poeta y poema? RV: Ojalá hubiese una sociedad sin poetas, creo que sería un lugar muy saludable para pasar una larga vacación. Pero, según lo que usted dice, parece que no hay tal lugar. Antes me gustaba citar a Juan Ramón Jiménez que dedicaba sus poemas a la “inmensa minoría”. Así le gustaba llamar a los lectores de poesía: la inmensa minoría. Ahora me gusta menos porque se ha un término parece negar al otro (si es inmensa no puede ser minoría y si es minoría no puede ser inmensa), se juega con una oposición muy clara: cuantía y valía. Y la poesía, por supuesto, está del lado de la valía, no de la mera cuantía que es asunto de contadores y no de poetas. La poesía es, en suma, un asunto cualitativo no cuantitativo. La poesía ha sido siempre minoritaria y no hay razón para alegrarse ni para entristecerse por ello. Por otra parte, la poesía, desde hace por lo menos un siglo y medio se ha convertido cada vez más en un sistema crítico. No solamente cuestiona al mundo, que es, me parece, la actitud irrenunciable del arte, sino también cuestiona su propia naturaleza. La poesía es, entonces, también una crítica del lenguaje. Desde esta perspectiva, en lo que a mí concierne, la poesía que me parece más interesante es aquella que trabaja en las fronteras del lenguaje, siempre queriendo ir más allá, siempre buscando nuevas formas expresivas. Y empujando al lector a esos límites. Y en esas fronteras las formas del lenguaje pueden tornarse complejas. ¿Debe interesar esto necesariamente a todos? No creo. Tampoco hay razón para alegrarse ni para entristecerse por ello. A eso hay que sumar una cuestión, ésta sí muy triste, que afecta a la poesía, aquí y en todas partes. Una buena cantidad de poetas confunde lo complejo con

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lo complicado, es decir confunde la liebre con el gato. Uno pone lo mejor de sí para leer esos poemas y de pronto aparecen los maullidos. No hay derecho. Y otra buena porción de poetas reniega porque, según ellos, la poesía se ha vuelto difícil y ya no ofrece certidumbres. No sé si tienen razón. El problema es que cuando escriben confunden la claridad (un asunto bastante más arduo y oscuro de lo que se piensa) con la simplonería. El caso es que por anga o por manga abundan los adefesios. En ese sentido, la sociedad tiene toda la razón en divorciarse de los poetas. Es más, debería quedarse con la casa y el auto y pedir pensiones. 4. GL: En este proceso social que vivimos y debatimos los bolivianos, se advierte que todos los sectores de nuestra sociedad están representados, a excepción de los poetas. ¿Acaso no se tiene opinión política? ¿O sucede, más bien, que se opina desde el poema? RV: Tiene usted toda la razón. Creo que ha llegado la hora de exigir al Tribunal Supremo Electoral la creación inmediata de una circunscripción especial para los poetas. Me adelanto a proponer que esa circunscripción esté en algún lugar de Cochabamba, que tiene buen clima y donde además se come bien o por lo menos harto. Y aprovecho la oportunidad para advertir a los futuros representantes de los poetas que si no hacen bien su trabajo pueden ser revocados. Es cuestión de

5. GL: “Solo/ una línea/ nos separa del mundo/ tu piel”. La gente que no lee poesía no termina de encender las luces necesarias para alumbrar su vida. Algún criterio indica que se “consume” poesía en el folclore nacional y en la canción popular. ¿Tú crees que es así? La “letra” de las canciones parece tener otros reclamos… RV: Sobre lo primero, no hay evidencia de que a alguien le haya pasado algo grave por no haber leído poesía en su vida. Personalmente, conocí

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a un señor muy bueno que en su vida leyó a Tamayo pero estoy seguro que está en el Cielo. Sin embargo, es evidente que la gente que lee literatura (no sólo poesía) es más interesante que la gente que no lo hace. La literatura permite multiplicar la experiencia humana: viajar en el tiempo y en el espacio, adentrarse en las conductas y las pasiones de hombres y mujeres, conocer otros mundos y otras maneras de vivir. Ser otros, en suma. La literatura ejercita la imaginación que es, como decía Baudelaire, la más alta función de la inteligencia. Leer literatura, además de proveer abundante distracción, permite desarrollar una mirada más amplia y quizás más compleja a las cosas. Airea la cabeza y el corazón, y es una vacuna probada contra el dogmatismo. La experiencia literaria permite, además, relativizar la propia experiencia y, por lo tanto, hace posible un pensamiento más matizado y más crítico. Si uno no se cree el ombligo del mundo y sabe reírse de sí mismo, que ratura, es posible hasta que sea más feliz. Pero tampoco hay que exagerar. Mi tío Víctor Vargas, que fue el primero que me enseñó el amor a los libros, tuvo también el buen tino de advertirme lo siguiente: Una mirada a los libros y dos miradas a la vida. Es un buen consejo, aunque ahora, por problemas de la vista, siempre tengo que dar dos miradas a los libros. Sobre lo segundo, creo que es mejor no confundir la canción, popular o no, con la poesía. Simplemente son dos cosas distintas. En el primer caso, las palabras son indisociables de la música que las transporta y, en realidad, las somete a los imperativos de su propio tiempo. Escuchar ‘Soledad’ o ‘El carretero’ en sus precisas notas y llevadas por la voz de doña Gladys Moreno puede convertirse en una experiencia religiosa. Leer sus “letras” fuera de la música, en cambio, podría ser algo muy frustrante y, la verdad, no lo recomiendo a nadie. En el caso de la poesía, la palabra crea su propia música. Estas diferencias las sabe muy bien, por ejemplo, Matilde Casazola. Esta hermosa mujer cuando escribe canciones escribe canciones, y cuando escribe poemas escribe poemas. Y en ambos casos sabe lo que hace.


6. GL: ¿Cómo adviertes la poesía hecha por las mujeres de hoy? ¿Cuáles son, a tu juicio, las zonas comunes con la poesía de los hombres? ¿Cuáles son sus diferencias? RV: Me gustan las dos cosas, la poesía y las mujeres de hoy. Pero en verdad no creo que la poesía sea una cuestión de género. Hace muchos años que leo libros de poemas y sin embargo hoy masculinos en la escritura. Apenas pienso en la poesía más interesante que he leído en el último tiempo, o a la que suelo regresar, y muchos nombres femeninos aparecen inmediatamente. Pero esas obras me gustan no porque sean femeninas sino porque están, en mi criterio, bien hechas o me dicen algo interesante. Cito algunos nombres, sin orden ni jerarquía, tal como me vienen ahora a la cabeza: María Baranda, Olvido García Valdés, María Auxiliadora Alvarez, Coral Bracho, Dana Gelinas, Diana Bellesi, María Negroni, Tedi López Mills, Laura Solórzano, Magdalena Chocano, Silvia Eugenia Castillero, Juana Bignozzi… Aquí, sigo con mucho interés el trabajo de muchas buenas poetas, como Katterina López Rosse o Esperanza Yujra. Y creo que Marcia Mogro está escribiendo una obra que no se parece a nada escrito por poetas anteriores o contemporáneos, sean hombres o mujeres. 7. GL: ¿Y qué opinión te merecen los poetas que pretenden (y lo logran) atrapar el mundo y el universo en sus poemas? A diferencia de los poetas que trabajan lo esencial, éstos parecen transmitir ideología. ¿Qué ejemplos citarías en nuestra tradición? RV: Hay, sin duda, poetas cuya aspiración ha sido “atrapar el mundo” en su poesía. De principio no hay nada bueno ni malo en ello, depende en qué se convierta ese deseo. Pablo Neruda, por ejemplo, escribió su Canto general que desde su título anuncia su ambición totalizadora. Y si vamos hasta el punto de origen de la tradición occidental, ahí está Dante con su Divida comedia, una cartografía del mundo

quizás lo más cercano a una totalidad. En realidad, “atrapar el mundo” es una vieja utopía de la literatura. Otra manera de abordar el asunto, quizás más sensata, es pensar en los poetas que crean un mundo, es decir un orbe complejo de tencia autónoma. A eso podría llamarse obra. En nuestra tradición, Jaime Saenz me parece Cerruto, otro. En cambio, cuando se habla de poetas que “trabajan lo esencial” el gran prome parce que el pan y el choclo dispuestos en la mesa en un poema de Eduardo Mitre son tan esenciales como el modo azul o la noche de los poemas de Saenz. Y son esenciales no porque su naturaleza lo sea sino porque esos poetas los vuelven esenciales en el entramado de su obra. 8. GL: Qué extraño destino el de los hombres poetas. Mientras los niños juegan con barro, el niño poeta mira absorto la realidad que lo circunda. Y mientras los jóvenes ríen a plenitud, el joven poeta ya canta su nostalgia. “Lejana/ lluvia/ lejana/ llueve/ todos los días un poeta? ¿La sociedad los advierte y los particulariza desde la niñez? RV: Si yo encuentro a un niño que mira absorto la realidad que lo circunda mientras los otros niños juegan con barro, agarro y lo llevo al médico. Y si encuentro a un joven que canta a la nostalgia mientras los otros ríen a plenitud, agarro y le hago cosquillas. Sé que un día me lo van a agradecer. ¿Cómo vive la vida de todos los días un poeta? A lo largo de los años he conocido a algunos poetas y con unos cuantos esa cercanía se ha convertido en amistad. Pero ni aquí ni afuera he conocido un solo poeta full time. Todos los que conozco, además de escribir poemas, hacen algo distinto para vivir. Y su vida de todos los días está más bien regida por las exigencias de esa otra ocupación. Algunos de mis amigos poetas, por ejemplo, son profesores y cargan grandes maletines llenos de exámenes y una almohadilla envuelta en un pañuelo. Alguno me ha confesado que aprovecha el recreo

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para escribir sus poemas. Pero a veces, en la mejor parte, lo interrumpe el timbre. También se puede recordar a algunos poetas famosos. Wallace Stevens era banquero y Jaime Sabines despachaba telas en la tienda de su familia. Jaime Saenz era relojero y Octavio Paz, como Oscar Cerruto, diplomático. Pero bueno, como se trata de una entrevista, sé que en el fondo la pregunta está dirigida a mí. Debo informar, entonces, que escribo poemas pero que me gano la vida trabajando de periodista. Mi vida de todos los días, entonces, consiste en corretear detrás de la noticia desde que sale el sol. 9. GL: ¿Te es posible imaginar un niño o un joven poeta campesino? O un indígena… A veces pienso que los bolivianos de la ciudad no tenemos el cuidado necesario para tratar con los bolivianos del campo. ¿No crees que se debería propiciar encuentros entre los poetas aymaras, quechuas y otros pueblos con los castellano-parlantes? Siempre he pensado que la poesía es encuentro… RV: El ejercicio de la literatura me ha enseñado que es posible imaginar cualquier cosa, incluso a un niño o joven poeta campesino o indígena o esquimal o tutsi o danés. Aunque no veo la necesidad de hacerlo. ¿Por qué esos poetas habrían de necesitar de mi imaginación para existir? Yo también, como usted, pienso a veces que los bolivianos de la ciudad no tenemos el cuidado necesario para tratar a los bolivianos del campo y otras veces pienso que los bolivianos del campo no tenemos el cuidado necesario para tratar a los bolivianos de la ciudad. ¿Por qué seremos así, no? He asistido a algunos encuentros de poetas. La mayoría me han parecido aburridos. En los que me he divertido han sido en aquellos en los que me he encontrado con viejos amigos. Estoy de acuerdo en que se debería propiciar encuentros entre los poetas aymaras, quechuas y de otros pueblos con los poetas castellanoparlantes, aunque creo que pueden ser igualmente aburridos o divertidos que los otros. Es necesario decir también que para que esos encuentros no sean sólo un acto demagógico, todos los que asistan a ellos de-

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en tres idiomas. Por esta razón, yo quedaría inmediatamente excluido de tales encuentros. Aunque, como soy boliviano, inmediatamente denunciaría que he sido víctima de discriminación. 10. GL: ¿Qué caracteriza a lo boliviano, Rubén? ¿Qué nos hace distintos respecto a los demás? RV: Lo único que puedo decir al respecto es que a mi me gusta ser boliviano porque los bolivianos son chistosos y valientes. 11. GL: ¿Y la muerte? ¿Y la forma de morir? ¿Crees que todos los pueblos “aprecian” la muerte de la misma manera? RV: Esa es una buena pregunta para la antropología o para el estudio comparado de las religiones o para los proyectos de factibilidad de las funerarias. La muerte es un hecho universal que, por suerte, les ocurre a los otros. La consciencia de la muerte es lo que distingue a los humanos y, hasta dónde se sabe, todas las sociedades han desarrollado formas rituales para conjurar o para hacer tolerable ese destino inevitable. En ese sentido, la muerte es uno de los temas universales y eternos de la poesía. En La Ilíada, el monumento literario más antiguo de Occidente, más allá de las batallas, las conquistas y los caballitos de madera, el núcleo del poema me parece que son los sufrimientos y humillaciones que pasa Príamo, el rey de Troya, para rescatar el cadáver de su hijo Héctor de las manos del cruel Aquiles. ¿Para qué? Para rendirle honras funerarias. Sólo así el muerto puede estar muerto y los vivos pueden seguir viviendo. Tres mil años después, en La Paz, Jaime Saenz escribió que es necesario aprender a es aprender a vivir. Y, en otro lugar, Sylvia Plath dijo que morir es un arte como todos los demás, y que ella sabe hacerlo excepcionalmente bien. Y Edmundo Camargo escribió: “Yo sé que he de morir un día / en que no encuentre mi soledad junto a mi sombra / habrá un olor a


casas barbadas por el musgo / y un aire de rostros olvidados”. Y Cesare Pavese dijo: vendrá la muerte y tendrá tus ojos. Y Vallejo anunció que morirá en París con aguacero. Y Neftalí Morón de los Robles memorablemente escribió: Marx ha muerto, Lenin ha muerto… y últimamente yo no me siento bien. 12. GL: ¿Qué poema tuyo te expresa hoy, Rubén? ¿Nos lo puedes citar? Te lo vamos a agradecer. RV: Que otros se enorgullezcan de lo que han escrito, yo me enorgullezco de lo que he leído. La frase es de Borges a quien, por supuesto, me siento orgulloso de haber leído. Pero, en realidad, Borges no viene al caso. ¿Qué poema que he escrito me expresa hoy? Ninguno o quizás todos lo hicieron de alguna manera en algún momento del cual ya no tengo memoria. Los versos míos que usted cita, por ejemplo, en medio de algunas preguntas de esta entrevista, creo que se dejan leer nomás, pero dudo mucho que me expresen. Si todavía alcanzan a decirle algo así sea a un solo lector ya es más que

POEMAS: El General a veces nos decía extendiendo sus manos transparentes: “así fue que lo vimos aquel día en la tranquila lluvia indiferente sobre el negro caballo memorable”. Suavizaba la sombra del alero su camisa de nieve irreprochable

cercana renacía la tristeza del platanal con sus nocturnos roces, más allá de las palmas y el camino, limpiamente ceñida su pobreza, pasaban en silencio nuestros dioses. La Paz, abril, 2013.

expresado por los poemas que he leído o que leo. Y cada día pueden ser otros. Y por muy diversas razones que yo no sabría explicar. Quizás esa es la gracia de leer poesía, no hay nada que explicar. Por ejemplo, hoy, 28 de abril de 2013, que acabo de responder este cuestionario, tengo abierto en la mesa un soneto de Eliseo Diego que me inquieta desde hace varios días y no sé bien por qué. Lo comparto con gratitud con los lectores que han tenido la paciencia de seguirme hasta aquí:

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Piedra llamada Walter Benjamin

II Hijo de Saturno

Infancia en Berlín hacia 1900

Las fotografías de juventud (la frente alta, los ojos bajos) lo muestran como lo que es: Un triste.

I Cuando camina por las calles (siempre un paso detrás de su madre) o cruza el arco de hierro al otro lado de la ciudad, o cuando se pierde en los salones de madera y lavanda (la casa del padre es no sabe / nadie sabe un dibujo invisible comienza a nacer. El asombro y el olvido no tienen nombre aún. Los alfabetos, las postales, la llave que esconde en la sombra de un cajón tienen su edad. Pero alguien mira (y sabe). Un duendecillo jorobado fugitivo de una canción sigue sus pasos, asoma sobre su hombro, recoge sus olvidos (los que fueron y los que vendrán). Un día (sin falta) en la última frontera como una cinta muda se los regresará. Sopla el aire del porvenir en los senderos del jardín. El tilo apenas se inquieta al atardecer mientras transcurre su infancia hacia 1900, en Berlín.

En las ciudades de la diáspora gira lento y melancólico bajo el signo de su estrella, una órbita de demoras y desvíos. Una tarde desempaca sus libros. Ninguna prisa lo distrae, es el hombre con tiempo el coleccionista el que ordena las imágenes del mundo. Todavía le es dado habitar La intimidad de los objetos. Así se adentra pasajero taciturno cada vez más en un siglo de sangre y lodo. III París, circa 1935 Bajo esta luz le fue revelado que poco importa no saber orientarse en la ciudad. Perderse, en cambio, como en un bosque, requiere aprendizaje. Ciudad de los Pasajes dulce reverso de las aguas y el crepúsculo. Caminar era entonces una deriva a ninguna parte una lenta caligrafía bajo los cristales la certeza del puntual desencuentro. Ciudad de los Panoramas.

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En la sombra de la escalera, en el portal apenas entrevisto, en los ojos de la multitud la promesa de una escritura: Adueñarse de un recuerdo tal como éste relampaguea en un instante de peligro. IV La Biblioteca / El jardín Ese hombre que escribe acodado en una mesa parece más pequeño bajo la inmensa bóveda que corona en lo alto la Biblioteca. La ciudad entera cabe en su diminuta escritura, el laberinto que sueña el papel secante sobre la tinta. Los Pasajes, los umbrales, las líneas de fuga de una errancia que se sabe cercada. (Una noche, mientras esperaba en el Café des Deux Magots, dibujó un mapa de su vida: Las casas de sus amigos, las habitaciones de hotel, las decisivas bancas del Tiergarten, los caminos de la escuela, las tumbas. Cada punto —decía— es una entrada al laberinto).

Quisiera detenerse plegar sus alas volver sobre las ruinas que se amontonan a sus pies. Quisiera reparar lo irreparable. Pero la tormenta sopla del Paraíso y las ruinas se elevan como una torre hasta el Cielo. Y para ese viento ya ni siquiera tenemos nombre. VI Portbou, 26 de septiembre de 1940 El Pasajero arriba a la última frontera. El viento gira y se eleva ¿Qué Shibboleth habrá de portar para abrir la puerta de su tribu? Paso cerrado Esa madrugada entre dos aires, otro resplandor: El vértigo de las imágenes, como en un viejo cinematógrafo: la redención de sus olvidos.

(Detrás de la Biblioteca hay un jardín. Al pasar, me pregunto si alguna tarde se habrá demorado en ese tenue caligrama de arena y hojas secas.) V Angelus Novus El Ángel vuela de espaldas un viento tempestuoso lo arrastra al futuro.

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Piedra de Praga

IV

I

Atado al mástil quiso entregarse al encanto de las sirenas a sus voces que prometen el origen del canto.

A ti, al último súbdito, al miserable, del más remoto crepúsculo del Imperio, a ti, el Emperador te ha enviado un mensaje desde su cámara de muerte.

Pero, nadie le dijo: Más terrible que el canto el silencio de las sirenas. V

Sentado junto a la ventana, en la calle de los Alquimistas, escribes cuando llega la noche. II Deseo de ser jinete: Partir siempre, salir de aquí, alcanzar la meta. ¿Cuál es la meta? Salir de aquí. III Escribes para medir las distancias, para no perder de vista al mensajero cuando traspone la primera puerta, el pasillo ajedrezado, las terrazas que miran al poniente o el último de los jardines que es también el primero. Levantas la vista. Nada se ha movido. En la calle, el tranvía da vuelta la esquina.

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Noches y días escribiendo una carta adivinando tu propio rostro, preguntando por el acontecer del gesto, interrogando cada línea de un dibujo imposible. Y no sabías, no sabías: en algún lugar un espejo ya velado remedaba en la espera su trama de agua y plata sólo para ti. VI Alguien conjetura que la muralla levantada por generaciones de constructores del Imperio no tiene propósito. Alguien conjetura que su propósito existe pero que nadie puede saberlo.


Otro, acodado en la mesa de su cuarto, que es la dispersa caligrafía de las ruinas de una torre

VII Basta que un hecho se repita una sola vez en el compás que transporta la luz de la mañana al crepúsculo del atardecer para anular el cosmos. La puerta se ha cerrado. Ahora dime, querido Franz, ¿no es cierto que en el último instante el rostro de los condenados se ilumina de inaudita belleza? Alejandra Sólo un nombre Alejandra y debajo una niña mirando la oscuridad y debajo un espejo y debajo tú tan sola Alejandra tan lejos de tu nombre

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ENTREVISTA: 1. Gonzalo Lema (GL): que en el mundo conviven la voz del hombre con la voz de la mujer, ¿qué deberíamos tomar en cuenta en esto? ¿A qué se refiere? ¿Y cuándo crees que se lo advirtió?

V PERFIL: Vilma Tapia Anaya (La Paz, 1960) es autora de los libros de poesía Del deseo y de la rosa (1992), Corazones de terca escama (1995), Oh estaciones, oh castillos (1999), Luciérnagas del agua más cercana (2008) y Mi fuego tus dos manos (2012). En prosa publicó Fábulas íntimas y otros atavíos (2011). Junto a Gary Daher Canedo y a Álvaro Antezana Juárez fue editora del suplemento literario El pabellón del vacío. Poemas suyos han sido incluidos en importantes antologías de poesía iberoamericana y algunos de ellos fueron traducidos al portugués, al alemán, al francés y al inglés.

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ilma Tapia (VT): El ser humano manifestado en el mundo es hombre y es mujer. La esencia “ser humano” se manifiesta en el hombre y en la mujer. Hombres y mujeres son presencia de una misma esencia. En ese sentido, no hay novedad que advertir. Hay el sol y hay la luna y hay el rumor del mar y hay los cantos de los pájaros como hay la voz del hombre y la voz de la mujer. Y la voz como palabra, como lenguaje, como pensamiento, es una condición intrínseca del ser humano. Es su don mayor.

2. GL: Influidos por la ciencia y la tecnología actual, se ve al hombre en el espacio, flotando y alejándose cada día más de la Tierra. Al mismo tiempo, se ve a la mujer abrazada a la naturaleza, confundiéndose con ella debido a la maternidad, básicamente, como una poderosa leona o como una linda vicuña. ¿Son caminos que tienden a alejarse? ¿Acaso es posible que, con el tiempo, uno “olvide” al otro? VT: No creo que esos movimientos sean realizados desde las diferencias que hay entre hombres y mujeres. Actualmente hay más bien una tendencia a abrir un camino en el que interactúen y se complementen las diferentes ciencias, la tec-


nología y los otros ámbitos del saber humano, sean estos los del arte, la filosofía, la religión y conocimientos diversos que quieren explicarse y conocer el mundo desde posiciones que se reconocen no científicas. Tampoco creo que la ciencia y la tecnología tiendan a alejarse de la tierra y de la naturaleza, actúan sobre la tierra y la naturaleza. He ahí el peligro. Algunos hombres y mujeres actúan de manera manipuladora, voraz, conspiran contra el planeta y, por tanto, contra el universo, esto ocurre tanto en las ciencias llamadas duras o exactas como en las ciencias sociales. Algunos científicos sociales manipulan, en el sentido de manejar, descripciones, explicaciones y veredictos como si fuesen verdades no revisables, lo que, antes que llevarnos a la comprensión del ser humano, nos desvía, nos distrae. Hay también hombres y mujeres que actúan de manera más conciente, se autoformulan límites orientados por la ética y por el amor, saben que todo conocimiento puede ser revisable y antes de dar veredictos, conversan, llegan a acuerdos, no paran de descubrir. Y hay otros, hombres y mujeres, que prefieren preservar la naturaleza, intacta, si fuera posible, y la defienden de la ciencia y de la tecnología invasivas, y del desarrollismo enceguecido, hombres y mujeres que se abrazan a la naturaleza como leones y leonas, como lindas vicuñas. Últimamente, creo que la inteligencia humana ha despertado una conciencia mayor respecto al comportamiento que debemos tener con el agua, con los bosques, con el aire, con los suelos, con los animales. Al experimentar el desmoronamiento del capitalismo, estamos viendo que no todo lo que tenemos a la mano es oro, quiero decir, capital. Como humanidad, no necesitamos generar más riqueza, necesitamos hacer una economía bondadosa de ella. Debemos comprender que las fuentes de agua no son capital, como no lo son los bosques. Los animales tam-

poco, no son ni chicharrones ni jamones ni parrilladas que podemos vender, comprar y devorar. Ni siquiera son la proteína que nos es útil, su carne y su sangre tienen proteínas, lo mismo que la carne y la sangre humanas. Después de siglos de confusión, creo que estamos empezando a comprender que las otras presencias vivientes sobre el planeta tierra no están a merced del hombre. Jaime Saenz lo dijo de la manera más linda: “que la lana no le sea arrebatada al animal y se deje a cada cual estarse tranquilo”. 3. GL: ¿Qué rol juega la poesía en nuestro tiempo? Y, fundamentalmente, ¿qué rol juega la poesía “hecha” por las mujeres? VT: Nuestro tiempo es el tiempo de la humanidad. Y la poesía hace, reconfigura, reordena. En este tema ya no se puede “decir” sin citar a Heidegger: “Lo que dicen los poetas es instauración… donación libre… firme fundamentación de la existencia humana en su razón de ser”. En este sentido, el ser humano (¡hombre/ mujer!), ha de preguntarse tu pregunta recordando que el poeta de Heidegger, en su nombrar, “instaura los dioses y la esencia de las cosas”. Yo, antes que decir poeta, diría poema. Pero, nada es tan fácil. Saenz, lector de Heidegger y de Nietzsche, advierte que para que diciendo hágase tal cosa, se haga tal cosa, es necesario vivir las profundas experiencias que son los trabajos de la poesía. Así, el “trabajador de la poesía”, hombre/mujer tendrá que “haberse adentrado en la simiente que medita el árbol”, tendrá que “dormir con el cuerpo negro, seco y resbaladizo…penetrar en las tinieblas… rememorar los tormentos de mayor angustia, y volver a vivirlos con renovada angustia…” para en algún momento recordar que en todas esas experiencias estuvimos de sobremanera expuestos. Tuvimos lo suficiente. Entonces será la hora de dar un paso hacia

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la luz y hacia la esperanza, quizá hacia la alegría, con la palabra. Será hora de llamar a los dioses. 4. GL: Algunas mujeres artistas, creadoras, dejan entrever que la atención del hombre sobre su obra no penetra hasta su esencialidad. Indican que su mirada es apenas algo más que superficial. ¿Es cierta esta afirmación? ¿En dónde radica la imposibilidad de su comprensión a cabalidad? VT: Esa afirmación es cierta en la medida que expresa el sentimiento de esas mujeres. Sin embargo, creo que ninguna mirada es superficial. Y la esencialidad de la obra va a reafirmarse con cada una de las miradas de los otros, hombres y mujeres. La comprensión que se tenga de una obra cualquiera no depende exclusivamente de las pretensiones del artista. Por esto es que estamos llamados a cuidar la palabra, la imagen, el espacio para la palabra, el espacio para la imagen, puesto que respiran en la obra. La palabra comprender está relacionada con otras: prender, como atrapar, y comprehender, como concebir una idea. Entonces, la comprensión se realiza de manera fluida cuando el otro se ha aproximado a la obra, aquí vemos que hay una doble independencia de la obra respecto al artista, ese otro, hombre/ mujer, mira la obra, la escucha, la comprende, y produce algo más, unas imágenes más, unas palabras más… formas y significados que emergen de su interior reiterando la esencialidad de la obra. 5. GL: Una característica de la poesía femenina, entre otras importantes, es la continua interpelación al hombre. Esto tiene larga data en la historia. Se podría decir que reclama su atención, su comprensión y su mejor afecto. No sucede lo mismo con la poesía de los hombres, que más bien celebra la existencia de la mujer desde siempre. Sin

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embargo, ¿qué temas en común “tratan” los géneros en la poesía? VT: Tendría que revisar la historia de la escritura hecha por mujeres contigo… Sin embargo, tú sabes que desde el principio, la mujer ha conocido y ha manejado la magia y, lo mencionaste, porque su cuerpo tiene la potencia de albergar la gestación de un ser humano, es poseedora de un conocimiento. La mujer sabe que lo que hay reservado para el ser humano, todavía no está, entonces, convoca. Pide. Pide amor. Es lo que algunos entienden como reclamos, pero esa es un visión muy psicoanalítica. No son reclamos, son usos mágicos de la palabra… (Estoy bromeando contigo, pésima como soy para bromear…) Volvemos a lo de más arriba, la mujer/ser humano y el hombre/ser humano tienen el mismo mundo, son la misma esencia, tienen mucho en común, hay, sin embargo, una distinción: la experiencia. La experiencia va a marcar lo “no” común. Y quizá la experiencia más extrema y honda sea el cuerpo. 6. GL: Los bolivianos estamos atravesando un proceso de agrandamiento del Estado debido al reconocimiento de sus pueblos indígenas. Este hecho, sin duda histórico, ¿enriquece tu visión poética? ¿La interpela? VT: El que el Estado ahora atienda de alguna manera la situación de los pueblos indígenas no quiere decir que los pueblos indígenas no hubiesen existido antes ni que, conviviendo con ellos, no se los haya reconocido. El cambio histórico que estamos viviendo tiene una particularidad: el Estado, como ente regulador de la vida socioeconómica y de las instituciones de un territorio, ha empezado a reparar en las necesidades de los pueblos indígenas que siempre fueron desatendidas por el mismo Estado. Hecho que, sin duda, es trascendental en la historia de nuestro


país, era algo que no podía postergarse más, lo constatamos día a día. Esa atención debe ahora profundizarse. Comenzar a atender las necesidades básicas de los pueblos es un acto fundamental, pero el reconocimiento demanda mucho más. Demanda algo tan esencial y, por tanto, delicado, como el escuchar las voces múltiples que hay al interior de cada pueblo. Antes que los fenómenos sociales, o los fenómenos políticos, creo que el poema mira el gesto, el movimiento que se yergue como una pequeña cresta, como un bucle, como un destello. O el movimiento que cae y se hunde. O el que se repliega. El poema ve el temblor, ve el paso, y a partir de esa mirada puede pensar también lo humano general y grande, pero aun en esas monumentales olas intenta distinguir lo que es esencia de lo que es apariencia. Lo que hacen o dejan de hacer los gobiernos, que se encargan momentáneamente de participar de la administración y de la organización del Estado boliviano, me interpela desde mi condición de ciudadana boliviana. La presencia de los pueblos indígenas en el territorio boliviano, el territorio en el que nací y en el que viví, ha conformado la estructura que tengo, es constituyente de lo que soy. Quise recordar los primeros momentos en que fui conciente de esa presencia. Siendo yo una niña muy chica, trabajó en mi casa una mujer aymara, de Huaqui, guardo imágenes muy vagas del tiempo que vivió con nosotros, recuerdo mejor imágenes posteriores, de cuando ella visitaba a mi abuela. Se sentaban juntas, hablaban horas y parece que ella solicitaba de mi abuela consejos para resolver problemas que tenía con un hijo. Esta mujer, que yo veía muy vieja, era delgada, alta y su ropa era muy opaca, para mí, sus mantas eran de colores grises. Una vez escuché conversar a mi abuela y a mi mamá sobre los problemas que tenía con su hijo, y mi mamá sugirió que ella consultara con un pro-

fesional amigo de la familia. Mi abuela respondió que iba a aconsejarle tal cosa, pero, que le parecía difícil que aceptara abrirse a alguien más porque era muy reservada, no olvides que es aymara, concluyó mi abuela. Esta declaración para mí fue una revelación. No eran sólo la manta oscura y el sombrero borsalino negro lo que la hacían diferente, además era reservada, aymara. Para entender lo especial de esa pertenencia, empecé a atender mejor lo que escuchaba y me decía algo del lugar de donde ella venía. Vivía en Huaqui, cerca del Lago Titicaca. La primera vez que fui a Copacabana, todavía niña, se mencionó el nombre Huaqui mientras yo miraba el paisaje por la ventanilla del vehículo en el que íbamos. Y ese sobrecogedor paisaje me explicó la diferencia que comportaba el ser aymara. Viendo ese paisaje, reconocí a aquella mujer. Poco más tarde, en la granja lechera que tenía mi abuelo materno, conocí a las vaqueras que trabajaban con él. Todas eran quechuas, usaban polleras y aunque a ratos hablaban con mi abuelo en el quechua que yo no entendía, no experimentaba el estar enfrentándome a mujeres de una cultura diferente. Ellas interactuaban con mi abuelo como lo hubiesen hecho unas profesionales cualesquiera con su empleador. Conversaban con él en el escritorio, allí hablaban de cifras, del alimento para las vacas, de remedios, leían y anotaban en cuadernos que cada una tenía, al lado del escritorio había una despensa con remedios y sustancias químicas que ellas manejaban como verdaderas científicas. Conversaban con el abuelo en un tono de familiaridad, informaban, reclamaban, solicitaban lo que necesitaban para cumplir con su trabajo. Pese a las polleras que usaban y a la lengua diferente a la mía en la que se comunicaban, yo no distinguía lo indígena en ellas. Siendo una joven, como estudiante de Ciencias de la educación, decidí hacer mi especialización en Educación popular. Tu-

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ve un maestro que fue y será fundamental para mí, Luis Rojas Aspiazu. Con él aprendí a entender lo que significaba ser quechua, ser indígena. Mientras cursaba uno de los últimos semestres de la carrera, lo acompañé a visitar una comunidad en Mizque. Tuve que saltar de un tren. Saltamos, y en el camino estaba esperándonos un hombre que era amigo suyo. Era un hombre joven, fuerte, que nos guió hasta la comunidad. Yo iba inmediatamente detrás de él, veía la fortaleza de su cuerpo, de sus piernas. Se balanceaba un poco al caminar, movimiento que traté de imitar para subir y bajar por las cuestas. De rato en rato, sin detenerse, se volteaba para comprobar si lo seguíamos a buen paso. Y cuando él realizaba el gesto, yo hacía lo mismo, mi profesor me escoltaba y me sonreía. Uno de ellos anunció que llegábamos y señaló hacia lo alto de la colina que se alzaba frente a nosotros, niños vestidos de todos los colores más brillantes brotaban de la cima y corrían para recibirnos. Fue una de las imágenes más bellas que he experimentado en esta tierra. Corrían rápidamente, se desplazaban por el terreno difícil, pedregoso, como si lo sobrevolaran, sus risas eran un enjambre de felicidad. Cuando nos dieron alcance me di cuenta de cuánto querían a mi profesor, que iba, como yo, con la mochila muy liviana. Después de tantos años no recuerdo bien la secuencia de todo lo que ví, pero atesoro escenas conmovedoras. Habían preparado una comida para recibirnos, los platos no mostraban abundancia. Había carne de animal y yo ya era vegetariana. Me resistí a comer la carne, cosa que no gustó a Luis, suave, me dijo cómo, si han matado a un animal para darnos la bienvenida. Yo veía los platos de fiesta, eran frugales, sin embargo. Y no me animaba a comer el animal. Una de las mujeres nos escuchó, me sirvió arroz blanco y chuño, aquí está, para ti, waway, me dijo, sonriéndome, hospitalaria. Algunos de los hombres comían de cuclillas,

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en silencio y de cara a la pared. Tuve que esperar más de veinte años para comprender lo que ví, cuando estando en Vrindavana, en la India, escuché a mi Gurudeva decir que uno no se sirve del alimento, sino que sirve al alimento, porque todo alimento que tenemos frente a nosotros es una bendición. Como a tales atendían las mujeres de la comunidad a los alimentos. Para el desayuno de los niños se habían organizado de manera que se turnaban para cocinar juntas para todos los hijos, en grandes ollas que despedían humos de diferentes aromas. Después del desayuno, los niños iban a la escuela y no izaban banderas ni cantaban el himno nacional, principiaban su semana cantando huayñitos y muchos de ellos tocaban charango. El aula, grande, era multigrado, pegados a las paredes había mapas que yo reconocía y mapas del lugar, de la colina tal, del cerro cual, de la comunidad vecina, del río. Había ilustraciones de las plantas medicinales que crecían en la zona y de los productos agrícolas. Y todos, niñas, niños y maestro vestían elegantes ropas típicas. El maestro llevaba una casaca rosada con maravillosos bordados. Los niños circulaban por el aula, los más grandes resolvían las dificultades que tenían los más pequeños, todos participaban como de una sesión de trabajo entre iguales, no se respiraba el miedo, podían hablar y reír, sin que el motivo de risa fuera uno de los compañeros. Por la tarde ayudaban a sus padres en las tareas domésticas y en las tareas de siembra y cosecha. Supe que los horarios de la escuela se adecuaban a las necesidades del trabajo agrícola de cada época. Las noches eran muy cortas, se podía oír el murmullo de las conversaciones, pisadas chiquitas de niños que todavía jugaban, un charango sonando aislado. Más tarde, en las aulas de la San Simón y leyendo los libros de Rojas Aspiazu, aprendí que la lengua quechua preservaba, también en su estructura, formas de vida particulares. El gesto


que tuvo comigo la mujer de Mizque, se repitió siempre y en cada una de las comunidades que visité posteriormente. Ese gesto fue experimentado también por mi maestro, quien propone una escena para la comprensión de la lengua quechua: Oruro y su infancia, tenía un amiguito de familia “campesino minera”, lo invitaban a comer con ellos y la abuela, después de ofrecerle el plato, le decía mikhurikuy waway, construcción lingüística que Rojas Aspiazu explica como amable e insinuativa al mismo tiempo. Y nosotros, bolivianos, sabemos que el waway, wawa mía, encierra en su configuración lingüística el hacerse, de alguna manera, cargo del otro. Tales cosas me regaló aquel maestro. A partir de esa experiencia en Mizque, en mi vida laboral, durante muchos años colaboré con trabajos desarrollados en las zonas rurales de Cochabamba. El pueblo quechua es con el que más he dialogado en silencio, dentro mío. Y también en mi poesía. La experiencia que acabo de recordar me abrió camino hacia algo más. Y lo que experimenté y comprendí tenía mucho que ver con el paisaje, con la tierra, con la relación que tenían esos hombres y mujeres con la tierra. A lo largo de mis años de trabajo, cuando llegaba de mis viajes a la ciudad, sentía que mi alma pasaba de un estado de gracia a un estado de desencanto. Y me preguntaba, y me pregunto, si lo particular y esencial de las culturas de los pueblos indígenas de nuestro país podrá resistir interactuando con la lógica occidental capitalista urbana que domina nuestras ciudades. Me pregunto qué pasaría si esta lógica fuera traslada a los territorios indígena originario campesinos, a los campos, como dicen ellos, para diferenciar la vida de las comunidades de la vida que tiene lugar en las capitales de los municipios y en los poblados cercanos a las carreteras. Qué pasaría, insisto, si los campos fuesen partidos con el duro asfalto y sobre él comenzara a circular el mundo que hemos construido

aquí, tan lejos. Hace unos días ví en la tele una entrevista realizada a dirigentes de los Urus, uno de los caciques llevaba con humildad una vara de distinción jerárquica de la que colgaban un racimo de uvas y flores, cuando el entrevistador le preguntó por el significado de esas cosas puestas ahí, el cacique respondió: son la belleza que nos atrae… Ay, Dios mío, yo quisiera que el reconocimiento que intenta hacer el Estado boliviano de los pueblos indígenas de nuestro país respete, resguarde e imite el espíritu de tan altos linajes. 7. GL: Se puede afirmar que la poesía nombra las “cosas” de la vida y del mundo una y otra vez. Al mismo tiempo, se afirma que no hay sociedad sin poetas en ninguna cultura. Sin embargo, nuestra sociedad sabe muy poco de ellos y de su trabajo. ¿A qué se debe esta contradicción? ¿Acaso se trata de sensibilidades distintas? VT: Otra vez debemos aludir al Estado. Si quienes están encargados de pensar y organizar el sistema educativo y las políticas culturales de un país no se ocupan de promover publicaciones, ni de construir teatros, salas de exposición, bibliotecas, esa falta de diálogo entre nuestra sociedad y sus artistas va a ser permanente. No solo el Estado: iniciativas privadas que trabajen en pos de ese logro serían muy importantes. Tu proyecto, respaldado por Los Tiempos, empresa privada, es ya un aporte en ese sentido. Los felicito y les agradezco. 8. GL: Gracias. Quienes defienden la divulgación de la poesía indican que también es posible hallarla en el folclore nacional. ¿Cómo deberíamos entender este tema? ¿Son pretensiones diferentes? ¿Son motivaciones distintas? VT: Lo poético, como eso que convoca

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“algo más”, que devela “algo más”, o que nos traslada más allacito, puede manifestarse en cualquier lugar, en el folclore, en el fútbol, en la arquitectura, en una conversación, en un abrazo... El poema, no. 9. GL: La realidad pluricultural de los bolivianos vigoriza las diferencias y, al mismo tiempo, intenta su encuentro. ¿Existe alguna experiencia conjunta de poetas quechuas, aymaras, hispanoparlantes y de otras lenguas? ¿Cuán cerca, o cuán lejos, estamos los bolivianos de compartir una misma visión sobre la vida? ¿Cómo se desarrolla, por ejemplo, la erótica en estas lenguas originarias? VT: No hemos tenido experiencias de ese tipo, y la única manera de gestarlas es traduciendo. El 2009, el Ministerio de Culturas organizó unas sesiones de trabajo en las que se eligieron quince novelas fundamentales del corpus literario boliviano para que fueran reeditadas. Algo muy importante, fueron publicadas en diciembre del 2012. Propondría que esas quince novelas fuesen traducidas ahora, por lo menos a las lenguas habladas por más gente, como son el quechua, el aymara y el guaraní. La única poeta contemporánea que escribe en lenguas indígenas que conozco es Elvira Espejo. Originaria de Qaqachaka, comunidad aymara-quechua, ella usa sus dos lenguas maternas en la escritura, además del castellano. Elvira Espejo es también cantante y artista plástica, los tejidos andinos son la inspiración y la materia de su obra. No es necesario tener visiones iguales sobre la vida, es imposible tener visiones iguales de la vida, pero es necesario conversar. No sé contestar tu pregunta respecto a la erótica. El erotismo es un concepto que en occidente abarca muchas cosas, y para entender las particularidades hay que poder distinguirlas. Y nombrarlas por su

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nombre, lo que requiere un conocimiento profundo de las lenguas. 10. GL: En el mundo existen ejemplos poderosos de poetas que cantan a sus pueblos, pero junto a ellos están los poetas de las pequeñas “cosas” que han sensibilizado a millones de lectores. Sin embargo, ¿se puede afirmar que a todos los poetas les hace falta un país que respalde su trabajo? O, por el contrario, es posible transitar entre los pueblos y las lenguas únicamente respaldados por la calidad de la poesía… VT: Los pueblos del siglo XXI son pueblos densamente poblados. Si el poeta dice sus poemas en la plaza, muy pocos lo escucharán. La poesía necesita de soportes como son los libros, y los libros necesitan editoriales, librerías, bibliotecas. El poeta no necesita nada para escribir, pero para publicar y difundir su obra, sí, necesita de un país que respalde su trabajo. 11. GL: Entre los novelistas bolivianos es posible hallar a quienes, lejos de administrar lo político, acompañan el proceso social boliviano. ¿Cuál crees tú que es la posición del poeta boliviano frente a lo político? ¿Participa del debate? ¿Asume una posición? O, más bien, evade ese escenario… VT: No conozco las acciones políticas de los novelistas bolivianos, como tales, como escritores. Se me agolpan en la cabeza nombres de poetas que sí han tomado posiciones políticas desde la escritura, pero no voy a nombrarlos. El poeta boliviano tiene muchos nombres, muchas voces, muchas miradas. Y si alguien se interesa en conocerlo, tiene que leerlo… 12. GL: ¿Cuál es la sociedad perfecta para un poeta? ¿Existe algún ejemplo en este mundo?


VT: Creo que la sociedad perfecta es la que tiene el amor como fundamento. Y creo que todos los seres humanos vivientes en esta tierra tenemos grabado en el corazón el ejemplo de esa sociedad. Por eso resistimos. Por eso la buscamos. Por eso poetizamos. Cochabamba, abril, 2013.

Los Q’ero cantan Una canción de cuna arregla todo John Ashbery Los Q’ero cantan pastean a sus animales y cantan reverencian a los Apus y cantan Y ellos dicen que mientras cantan se les llena de alegría y de pena el corazón Lloran cuando cantan Yo lloraba al escuchar su canto llorado pensaba la exigencia de la repetición Cantan lindo suavito cantan desde la sangre suave Y es como si sus voces repicaran profundamente en el centro de sus frentes y del aire nevado y expiatorias subieran a lo más alto

(De Mi fuego tus dos manos, 2012)

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Viejo Weenhayek Soy el último todos los que eran como yo se fueron. Nadie hay más viejo. Estoy ciego mas puedo recobrar en mi memoria los brillos que conocí: la tranquila voz del río me devuelve su agua ocre y el viento me trae los algarrobos y las nubes llenas de luz. En algunos momentos una compasión me regresa a un descanso húmedo todavía allí me sonríe la mujer ausente que parió todo esto que hasta hoy me cobija. Quise quedarme en silencio a esperar que la tierra me reciba pero los nietos y los bisnietos no me dejan se sientan junto a mí me aproximan su piel tiene el olor del palosanto es ardiente y lisa y carga en sí el inmenso murmullo del monte. Entonces con ellos me quedo amándolos dejándome en sus ojos que son como los potros no descansan nunca. (De Oh estaciones, oh castillos, 1999)

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Villa del Caine A mi padre Urdidos en los hilos del tiempo estamos, niño mío, frente al portón de la casa de la provincia rosada en sus viñedos. Más que manso -como siempreprefieres tener una oveja que un perro y ahí van ambos, pasos cortos por la cancha de fútbol, los huertos, la escuela. Detrás de ustedes recorro los húmedos senderos que te crían. Cuando volvemos al patio de piedras atada a un árbol contemplo a tu oveja y frente a ella, a ti de rodillas mirándola a los ojos retraído en un dulce silencio. (De Oh estaciones, oh castillos, 1999)


“La soledad es esencial para el equilibrio interno”.

PERFIL: L

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ENTREVISTA:

zá alguna buena poesía, por su hondura, revele cosas que, sin proponérselo, lleve a adoptar posturas. Me interesa la poesía

1. Gonzalo Lema (GL): Me gusta la voz

en la que se expresa una persona singular,

femenina en la poesía. Tiene fuerte ca-

por supuesto cada una tiene una manera

rácter para nombrar las cosas. Tiene

propia de ver su realidad, de decirla, de

audacia para verbalizar lo erótico, por

interpelarla.

ejemplo. Y se hace escuchar y sentir. Sin embargo, se debe diferenciar, o

La expresión poética del erotismo es pro-

distinguir, esta feminidad con el fe-

pia de mujeres y hombres, aunque pro-

minismo. ¿Qué piensas tú al respecto?

bablemente con acentos distintos.

¿Cuál es tu posición? ¿O no importa

la obra de poetas hombres tan diversos

eso?

y distantes entre sí, como San Juan de la

M

En

Cruz, Quevedo, Oliverio Girondo, Gon-

aría

Soledad

(MSQ):

Quiroga

Siempre

he

pensado que se escribe

como

zalo Rojas, Antonio Gamoneda, Eduardo Mitre y muchísimos otros, se encuentran poemas eróticos memorables.

persona,

no como hombre o

2. GL: Tratando de entender por qué

mujer, de la misma

me gusta tanto la poesía que trabajan

manera en que no se

las mujeres, pienso que comparto con

escribe como paceño

ellas la importancia y el valor que le

o cochabambino, como

dan a los gestos, actitudes y conductas

alguien de treinta o de se-

que, a simple vista, parecen triviales e

senta años; sin embargo es evidente

intrascendentes. Eso no es común en

que se escribe desde lo que uno es como

la poesía de los hombres. Lo que se

persona de un sexo, edad, procedencia,

descubre es que la vida misma es una

etc. específicos. Intuyo que el entrecruza-

suma larga de pequeñas cosas. ¿Qué

miento de esos distintos rasgos en un ser

caracteriza la visión de las mujeres

particular hace que ese “ser mujer”, “ser

en el mundo actual? ¿Y qué pensaban

de cuarenta años”, “ser paceña”, etc. de-

nuestras lindas abuelas acerca de la

jen de destacarse y queden inmersos en lo

poesía?

que es la persona como totalidad. MSQ: En consonancia con lo anterior me

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Creo que la poesía, la literatura, el arte,

parece difícil definir una visión propia

plantean ideas, pero no son un vehículo

de las mujeres, existen múltiples visiones

ideológico. No me interesa la poesía que

distintas como mujeres diversas. Aunque

se propone denunciar situaciones, ganar

quizá pueda decirse que las mujeres son

adeptos para tal o cual causa, aunque qui-

más libres para volver la mirada hacia


aquello que suele considerarse poco tras-

Probablemente este libro sea parte de

cendente

–en ese registro a mí me gusta

algo que vengo escribiendo hace ya mu-

muchísimo la poesía de Emily Dickin-

cho tiempo, y así, sea, en realidad, un

son–, hay poetas hombres cuya atención

fragmento. Quizá, en ese sentido, lo que

a lo pequeño, a lo aparentemente trivial,

escribo sea también una apuesta por el

es notable, pienso en el Neruda de las

fragmento como lenguaje, intuyendo que

odas elementales, en Eduardo Mitre con

puesto que no nos ha sido dado el len-

Mirabilia; y creo que también se puede

guaje en su totalidad, en su plenitud, sino

encontrar ejemplos de poetas mujeres,

uno quebrado, roto, del que nunca logra-

entre nosotros Alcira Cardona, que no se

mos apropiarnos del todo, sólo consegui-

detiene en las pequeñas cosas cotidianas,

mos conquistarlo a través de fragmentos.

sino que aborda temas que suelen considerarse más significativos, como la injus-

Entonces la fe –y el empeño– están pues-

ticia social.

tos en la tarea de ir cosiendo retazos, para de esa manera precaria, imperfecta, ir ar-

En ocasión de la presentación de mi libro

mando un itinerario que puede ser tam-

Trazo de caracol, dije estas palabras que,

bién una guía en el mundo, en éste por

creo, vienen a cuento: “Como casi todo lo

el que transitamos y en el interior que se

que escribo, este libro es muy breve. Me

abre en no menos galerías y ramajes, y

pregunto a mí misma por esa constancia en

que son, en el fondo, el mundo único e

la brevedad y encuentro que es tanto una

inmenso del lenguaje.”

apuesta por lo breve como por lo minúsculo. Y ambos, lo breve y lo minúsculo, son,

Volviendo a tu pregunta, realmente no sé qué puede diferenciar a las mujeres de ayer

por el borde de la vida. Lo que responde, su-

y de hoy respecto a la poesía, probablemen-

pongo, a una necesidad oscura de huir de las

te hoy existen más lectores en general, pero

grandes cosas y de atender, no a la cara, sino

quizá haya menos lectores de poesía porque

al envez, con la esperanza, o más bien con la

en un mundo en que la velocidad y la espec-

convicción, de que es posible encontrar allí

tacularidad priman, el demorado modo de

una puerta, una ventana, un espejo opaco de

la poesía es poco comprendido.

lo que es. No en búsqueda de una certeza, sino en el deseo o en el empeño de orillar la

3. GL: Así como yo, un simple lector,

duda, de formular preguntas, sabiendo que

me siento interpretado por la poesía

no hay respuesta, o que existen tantas que se

de muchas mujeres, por su visión de

entremezclan y anulan unas a otras, deján-

las cosas, ¿no crees que esta poesía

donos de nuevo en el camino. Y por supues-

y su sentimiento, y pensamiento, se

to, con el riesgo que entraña la elección de la

complementa con la poesía trabajada

brevedad que orilla siempre el silencio.

por los hombres? Reitero: el lector ya tiene las dos visiones…

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MSQ: Como te decía,

pienso que no se

cimiento, pero también porque su obra

puede generalizar, creo que más que com-

no tiene muchos lectores. Esta condición

plementación entre poesía de mujeres y

de marginalidad está vinculada, al menos

hombres, hay poesía de individuos par-

hoy, a la dificultad que entraña la lectura

ticulares que a veces produce encuentros

de poesía que exige un cierto esfuerzo pa-

y afinidades más allá del género, Mónica

ra asumir un uso del lenguaje distinto del

Velásquez ha escrito un ensayo muy su-

coloquial y del narrativo, y las personas

gerente sobre cercanías poéticas entre al-

no desean hacer mayor esfuerzo, están ca-

gunos poetas bolivianos y de otros países

da vez menos orientadas hacia la lectura

de la región. Así, me parece que se pue-

y más dispuestas a un mundo audiovisual

de encontrar más afinidad entre la obra

que les da respuestas muy accesibles y

de Alcira Cardona y la de Héctor Borda

rápidas. La poesía navega en otras aguas,

Leaño, poetas orureños y de la misma ge-

mucho más calmadas, lentas y a veces de

neración, que la que existe entre Borda

difícil penetración, muy distintas del to-

y Sáenz o entre Cardona e Hilda Mundy

rrente vertiginoso que todo lo consume y

que, pese a la correspondencia de géne-

olvida en un instante.

ro y generacional, se encuentran en orbes completamente distintos.

Hasta hace algunas décadas la mayoría de la población boliviana era iletrada y

4. GL: Si toda sociedad tiene sus poe-

la lectura literaria era una ocupación real-

tas, como se afirma con entusiasmo, y

mente excepcional, en ese escenario es

si sabemos que la poesía enriquece al

comprensible la marginalidad absoluta

ser humano de manera notable, ¿Por

de la poesía. Aunque la escolaridad ha

qué tenemos el puente de tránsito, de

aumentado significativamente en el país,

un lado al otro, quebrado? ¿En qué

esta situación no ha cambiado, se sigue

fatídico momento dejó de funcionar

leyendo poco, muy poca literatura, y son

el circuito sociedad, poema y poeta?

escasísimos los lectores de poesía. Supon-

¿Cómo hacemos para repararlo?

go que esto tiene que ver

–además de

la dificultad ya planteada– con el hecho MSQ: Aunque los orígenes de la poesía

de que no existe familiaridad con el gé-

se mezclan con los orígenes de la civili-

nero, la educación escolar ignora la poe-

zación humana y, como sostiene Octavio

sía o la enfrenta de manera inadecuada

Paz, la poesía es una suerte de lenguaje

evitando que las personas se interesen en

original, su lugar es marginal. Creo que

aproximarse a ella.

en ninguna parte se ha llegado a estable-

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cer un vínculo sólido entre los poetas y

En otros momentos y en otras sociedades se

la sociedad de la que forman parte; los

han producido encuentros maravillosos en-

poetas son marginales en el sentido en

tre los poetas y la gente que lee, es el caso del

que su quehacer no tiene mayor recono-

Chile de la primera mitad del siglo XX, don-


de la poesía era valorada socialmente, o del

6. GL: ¿Y a ti, Marisol, te interpelan

Medellín del Festival Internacional de Poesía

los hechos políticos? Por ejemplo es-

que reúne a miles de personas para escuchar

te reconocimiento del Estado de todos

con absoluta atención lecturas de poesía en

los pueblos originarios que estuvieron

castellano y en lenguas que ni siquiera co-

siempre aquí, pero que no los veíamos.

nocen. Pero son situaciones más bien excep-

¿Sacude tu visión de la vida? ¿Qué sen-

cionales, la norma es la marginalidad de la

saciones te producen estas noticias

poesía.

tan fuertes?

5. GL: En este diálogo y debate de la

MSQ: Yo tengo una historia personal muy

sociedad boliviana se advierte pronto

vinculada a la política, he crecido en un

la ausencia de los poetas. Todos los

medio en el que la política era central y

sectores están representados, menos

es un ámbito que me interesa y que me

el de los poetas. ¿Por qué esa lejanía?

parece ineludible; además estudié socio-

¿No se tiene opinión política? O, más

logía y trabajo desde hace muchos años

bien, se opina desde el poema…

en temas sociales. A mi juicio, el reconocimiento de los derechos de los pueblos

MSQ: Entiendo que te refieres a repre-

indígenas y de otros sectores sociales ex-

sentación política, me parece natural que

cluidos es resultado de un largo proceso

no exista una participación política de

acumulativo de luchas, aunque aún no es

los poetas como tales ya que ésta se da

una realidad plena en el país, lo estable-

en función a intereses y no puedo imagi-

cido en las normas dista bastante de la si-

nar cuáles serían los intereses de los poe-

tuación concreta de estos actores, la tarea

tas. Además, creo que el trabajo poético

de construcción de justicia es claramente

es esencialmente solitario, no da lugar a

una asignatura pendiente.

cofradías; la experiencia de algunos movimientos artísticos que tuvieron una di-

7. GL: Un “amante de la sabiduría”

mensión política, como el surrealismo,

español afirma que la política es una

muestra que lo político fue invadiendo

fuente inagotable de dolor. Sin em-

cada vez más espacios, lo que alejó a algu-

bargo, el simple hecho de existir pa-

nos y terminó ahogando lo propiamente

rece que genera dolor. Los poetas lo

poético.

expresan casi siempre. Al mismo tiempo, se advierte del goce que procura

El poeta está inmerso en la realidad so-

la existencia, ¿no es verdad? ¿Tú crees

cial, la observa, y cuando escribe induda-

que esos sentimientos tan dispares,

blemente expresa lo que piensa y siente

tan profundos como disímiles, son

respecta a esa realidad; entonces sí, se

la esencia misma de la vida? ¿Has re-

opina desde el poema o, mejor, se dice el

flexionado sobre eso?

mundo desde el poema.

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MSQ: Indagar sobre la esencia de la vida

sura, quizá pueda indagar en mi misma,

es una tarea ardua y no creo poder decir

en lo que veo y pienso. Octavio Paz era

mucho al respecto, reconocer la existen-

un excelente ensayista, quizá mejor aún

cia del dolor y del goce no ayuda mucho.

que poeta –aunque Piedra de sol es un li-

Vivir es agotar un instante tras otro, per-

bro imprescindible–, es su obra ensayísti-

derlos o ganarlos, como se lo vea, nada

ca la que ha aportado fundamentalmente

más que eso, lo cual es inmenso puesto

a la comprensión de lo mexicano.

que nuestra condición es esa, agotarnos con el tiempo que mana.

10. GL: ¿Tú crees que los poemas también se cantan, Marisol? Porque he

8. GL: A mí me gustaría saber de un

leído más de una afirmación indican-

encuentro de poetas de los pueblos de

do que la poesía boliviana también se

Bolivia: quechuas, aymaras, la múlti-

halla en el folclore, en la canción po-

ple familia tupí-guaraní y los poetas

pular. ¿Tú encuentras diferencia entre

de lengua castellana hablando sobre

la “letra” de las canciones y el poema

el país… Digo esto porque por ahora

del libro? ¿Es un prejuicio? ¿Cómo se

sólo se cuenta con las opiniones que

debe entender esto?

llegan desde la política y la academia. ¿No crees que los poetas necesitan de

MSQ: La poesía es, de alguna manera, rit-

su país como respaldo? ¿Y no crees

mo, hay un ritmo secreto de las palabras

que también viceversa?

que la poesía rescata, en eso existe, por supuesto, musicalidad, aunque no se trata

MSQ: No creo en ese tipo de encuentros,

de la misma musicalidad que se encuen-

al menos yo no tendría mucho que apor-

tra en una canción. Muchos poemas han

tar. Eso sí, hace falta conocernos, leernos,

sido musicalizados, hay casos paradigmá-

sabemos muy poco de nosotros mismos.

ticos, pienso en las canciones de Serrat sobre poemas de Machado y Hernández

9. GL: Qué formidable labor la de los

o en las de Paco Ibáñez sobre poemas de

poetas. Todo su ser al interior de una

Góngora, García Lorca y otros que aúnan

palabra, su vida misma en un poema.

a la calidad poética la calidad musical. Y

Ese trabajo de escudriñador de cosas

también hay canciones que tienen rique-

y sentimientos ¿te ha permitido tener

za poética, como las del poeta y músico

conclusiones sobre lo boliviano? ¿Es

Leonard Cohen o las de Chico Buarque.

posible aprehender el alma nacional?

Quizá en el folklore nacional haya algu-

Dicen que Octavio Paz lo logró con el

nos casos de cierta densidad poética –en

ser mexicano…

las canciones de la poeta Matilde Cazasola–, pero son excepciones. No me parece

80

MSQ: En mi trabajo poético no pretendo

que pueda afirmarse que la poesía boli-

indagar en lo boliviano, sería una desme-

viana se halla en el folklore, que más bien


tiende a los lugares comunes, a la expre-

relaciones próximas y profundas, esto es,

sión predecible, fácil. En la buena poe-

por supuesto, una enorme pérdida.

sía hay ideas, hay exploración, hay una

Mi vida cotidiana es como la de mucha

mirada lúcida, lo que muy raramente se

gente, vivo en La Paz que, como decía-

encuentra en ese tipo de música.

mos, se ha convertido en una ciudad bastante compleja, trabajo en una oficina a

En todo caso creo que la poesía se lee me-

tiempo completo y tengo también otras

jor que se escucha, pero tal vez esto tiene

actividades que me interesan mucho, lo

que ver con la predisposición sensorial de

que significa que debo organizar muy

cada uno, en mi caso más visual que au-

bien el tiempo para hacerlo todo. Tengo

ditiva, aunque disfruto enormemente la

la impresión, que creo que es generali-

música.

zada, de que el día se va reduciendo ostensiblemente de manera que uno se ve

11. GL: Tengo la impresión que la vida

obligado a correr cada vez más para hacer

actual tiende a separar más a las per-

unas pocas cosas. En ese ajetreo constante

sonas. Es, pues, una soledad aislada,

disfruto enormemente los momentos de

muy distinta a la soledad original. En

calma para la lectura, para ver una pelí-

la ciudad, donde vive tanta gente, es ya

cula, estar en la naturaleza (así sea en el

un sentimiento muy colectivo. ¿Cómo

reducido espacio de un jardín), estar con

es tu vida diaria, Marisol? ¿Y cuáles

amigos.

son tus grandes apuestas? No tengo grandes apuestas, intento vivir MSQ: Es cierto que Bolivia ha cambia-

el día, refrenar las expectativas futuras

do sustancialmente en los últimos vein-

para concentrarme en el presente. Inten-

te años en este sentido; al país pequeño,

to conocerme mejor, manejarme mejor

familiar, casi íntimo, podría decirse –con

en mi mundo, querer mejor a quienes

todas las luces y sombras que esto impli-

quiero.

ca– ha sucedido uno mucho más poblado, más caótico, tenso y difícil. En ese

12. GL: ¿Qué poema tuyo te expresa

panorama seguramente se ha generado

en este momento actual? ¿Lo podrías

una brecha entre las personas, las rela-

citar? Te estaremos siempre agradeci-

ciones se hacen más distantes y se acen-

dos.

túa el aislamiento, aunque comparando con otras sociedades, en la nuestra las

MSQ: No sé si es un poema que me expre-

relaciones personales aún son muy im-

sa en este momento, pero es el que se me

portantes. La soledad es esencial para el

ocurre ahora.

equilibrio interno, es fundamental poder estar con uno mismo, pero otra cosa es el aislamiento, la separación forzada, la dificultad o la imposibilidad de construir

81


POEMAS: Como esas lilas al borde del acantilado plenas de sol y prontas a despeñarse los viajeros en los días irisados detenidos en la estela de agua que los prolonga y arrebata. Oleaje del relámpago la blancura me ciñe la clara faz de nieve me construye una máscara una piedra que verde reluce ente mis manos ¿Dónde te has ido que no puedo mostrártela? Camino con ella como si llevara un relámpago y todo se hace esquivo el sol me huye la sombra no me visita yo me evado entre las tenues alas divago sembrada de tréboles incoloros dulces como el alcohol Pero atravieso el agua de plomo con una sonrisa me pierdo en el silencio arduo un pájaro cantó de mañana frágil embarcación para esta navegación sin oleaje permanezco y avanza el relámpago verde húmeda serpiente arrastrando mi mano solícita que algo la conduzca me vende los ojos en esta pradera me haga mantenerlos abiertos ante el abismo me deje saltar me vea caer sin máscaras. (De Recuento del agua, 1995) La Paz, abril, 2013.

82

Otro poema de María Soledad Quiroga Trigo: Se recoge en su aposento enciende la lámpara hay una larga noche para mirarse por dentro los abismos convocan el vértigo el agua calma lo llama la llanura ardiente siempre se alarga respira hondo palpa el camino y avanza.

(De Trazo de caracol, 2011)


“El mundo es un sitio para amar”.

PERFIL: Benjamín Chávez nació en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el 17 de febrero de 1971. Premio Nacional de Poesía 2006. Ha publicado ocho libros de poemas: Prehistorias del androide (Premio Luís Mendizábal de la Fundación Cultural FEPO, Oruro, 1994), Con la misma tijera (Edición de autor, Oruro, 1999), Santo sin devoción (Plural editores, La Paz, 2000), Y allá en lo alto un pedazo de cielo (Finalista en el concurso Yolanda Bedregal 2001. Plural editores, La Paz, 2003), Extramuros (La Mariposa Mundial & Plural editores, La Paz, 2004), Pequeña librería de viejo (Premio Nacional de Poesía 2006. Plural editores, La Paz, 2007), Manual de contemplación (antología personal) 1ra edi-

ción de autor, La Paz, julio de 2008. 2da edición, Plural editores, La Paz, febrero de 2009), Historia de las invasiones perdidas (Plural editores, La Paz, 2012). Es Director del Festival Internacional de Poesía de Bolivia. Ha compilado (en colaboración) Cambio climático, panorama de la joven poesía boliviana (1ra. ed. Fundación Simón I. Patiño, La Paz, 2009. 2da. ed. bilingüe francés-español, Editions Patiño, Ginebra, 2011). Como parte de un equipo de tres cronistas y tres fotógrafos, obtuvo el Premio Internacional de Crónica Periodística Elizabeth Neuffer (2012) de las Naciones Unidas por la serie de reportajes Viaje al Corazón de Bolivia. Es coeditor de la revista de literatura La Mariposa Mundial (La Paz) y del suplemento cultural El Duende (Oruro). Parte de su obra poética ha sido traducida al alemán, estonio, inglés y portugués. Poemas suyos figuran en varias antologías nacionales e internacionales, periódicos y revistas de Argentina, Bolivia, Colombia, Estados Unidos de Norteamérica, Estonia, México, Nicaragua, Portugal y Suecia. Ha participado en festivales de poesía, encuentros y congresos de escritores, presentaciones de libros, lecturas de poesía y conferencias en Alemania, Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, Estonia, México, Nicaragua, Perú y Uruguay.

83


ENTREVISTA:

su asombro y agudeza prístina, legitimar las preguntas ¿Por qué existen hombres? ¿Quién o qué los hace?

1. Gonzalo Lema (GL): Alguna teoría

Recordemos lo que afirmó Octavio Paz en

explica, o trata de explicar, que en la

El arco y la lira: “Sin el conjunto de cir-

psicología del poeta hay una innata

cunstancias que llamamos Grecia no exis-

insatisfacción con este mundo dado.

tirían La Ilíada ni La Odisea; pero sin esos

Es decir: el poeta piensa que no está

poemas tampoco habría existido la rea-

bien hecho y por eso lo hace de nuevo,

lidad histórica que fue Grecia. El poema

es verdad que verbalmente. Un poema

es un tejido de palabras perfectamente

medieval dice: “Dios hizo el mundo/

fechables y un acto anterior a todas las fe-

con profundo saber./ Mas no lo hizo

chas: el acto original con el que principia

bien”. Algo así, no lo recuerdo bien de

toda historia social o individual; expre-

memoria. ¿Por qué hay poetas en to-

sión de una sociedad y, simultáneamente,

das las sociedades del mundo? ¿Quién,

fundamento de esa sociedad, condición

o qué, los hace?

de su existencia.”

B

La Biblia hebrea inicia refiriendo que Dios enjamín Chávez (BCh): Lo

creó los cielos y la tierra nombrando sus

que refieres acerca de

elementos. Dios dijo: “Haya luz”; y hubo

esa supuesta psicolo-

luz. Dijo luego Dios: “haya firmamento

gía del poeta puede

en medio de las aguas, que separe unas de

aplicarse a todas las

otras”; y así fue. Etc., (citando los versícu-

disciplinas

artísti-

los 3 y 6 del primer capítulo del Génesis

cas, e incluso a otro

en la versión Nácar Colunga). Como se

tipo de actividades

sabe, además de la Biblia, la otra fuente

humanas. Pienso por

primigenia de la cultura occidental está

ejemplo en la lectura. El

constituida por los poemas homéricos y

acto de leer posee una fuerte car-

es precisamente la Ilíada la que nos dice

ga de insatisfacción para con el mundo.

en su primer verso: “De Aquiles de Peleo

Lejos de ser un acto evasivo, como algu-

canta, Diosa” (en traducción de Gómez

nos sostienen, es un camino de búsqueda

Hermosilla). En ambos casos, el lenguaje

hacia la comprensión y mejora de nuestra

está indisolublemente ligado al inicio. En

situación en este mundo que se sabe per-

la Biblia, la palabra germinal del mundo

fectible. Es también, claro, una explora-

y, en Homero, la palabra poética como

ción de otros mundos posibles, muchos

generatriz. Porque la palabra, y, sobre to-

de los cuales están tan bien hechos, que

do la palabra poética, crea y recrea cons-

sobran ganas de que el nuestro sea un po-

tantemente. Es esa su naturaleza, su fun-

co como ellos. Ahora bien, la poesía, la

ción y la condición de su sentido.

forma literaria más antigua puede, desde

84


2. GL: También se advierte que el poe-

de siglos”.

ta nombra lo innombrable. La mirada de dos amantes, por ejemplo. Enton-

3. GL: En la medida que nuestra socie-

ces el poeta rehace la realidad real y, al

dad se democratiza, se dialoga y se de-

mismo tiempo, la nombra. Su labor es

bate más. Todos los sectores sociales

muy importante. ¿Por qué la gente no

participan de este encuentro, menos

se acerca masivamente a la lectura de

los poetas. ¿Cuáles son las diferencias

sus poemas? ¿Dónde radica esa suerte

y las distancias entre el poeta y lo po-

de quiebre en el encuentro?

lítico? ¿Son insuperables?

BCh: Pienso en la poesía china, como uno

BCh: La poesía es un diálogo genuino y

de muchos ejemplos acerca de lo que di-

profundo que se expresa en sus propios

ces, que nombra la realidad percibida por

códigos: el poema. Y es desde allí que

el poeta y al nombrar las cosas –un arro-

aporta y enriquece la construcción colec-

yo, la escarcha, las flores, el río, los teja-

tiva del saber y el sentido de la existencia.

dos…– las devuelve al mundo en forma

Los poemas se constituyen en documen-

de escritura cargada de sentido. Paisaje,

tos en los cuales es dable y legitimo leer,

geografía, naturaleza coloreada y dotada

y no sólo literalmente, los avatares de una

de perspectiva, de profundidad de campo

sociedad. Y es bien cierto que el poeta ha-

en virtud de una imbricación entre lo da-

bla a través de sus poemas. Pero la cosa

do y lo sentido. Así da nombre a las cosas,

va más allá, cuando el poema está escri-

así construye un mundo verbalizado, así

to y encuentra su lector, hay un añadido

da forma a la realidad.

que se materializa precisamente en ese

Siento que la poesía es una dádiva, un

encuentro entre poema y lector. Esa es la

don generosísimo y muy preciado. Leerla,

capacidad y fuerza de toda obra artística

un acto de alta gratificación. Ignoro las ra-

bien lograda.

zones últimas de ese quiebre entre poesía

Las mentadas diferencias insuperables en-

y multitud que refieres. Mucho se ha estu-

tre lo poético y lo político tienen su raíz

diado el fenómeno (no sólo circunscrito a

en el diálogo platónico La República. Pero

la poesía, sino en la esfera más amplia del

el asunto tiene que ver con la coherencia

arte) y se han logrado no pocos avances

filosófica de Platón y su apego al Ser. La

que nos señalan algunas de las caracterís-

poesía no encaja en su sistema y el filóso-

ticas de la sociedad contemporánea para

fo termina expulsando a los poetas de su

explicar el estado actual de la cuestión.

República donde pretende establecer las

Sin embargo la poesía persiste aunque ha-

bases de una sociedad perfecta.

ya sido desplazada del centro de atención,

Esa sociedad perfecta se basa en la jus-

porque “a veces –como decía María Zam-

ticia que es la verdad. Y la poesía va en

brano– unas cuantas palabras ignoradas

contra de eso porque puede mentir y, al

alcanzan un eco que resuena por espacio

hacerlo, escapa de la influencia del Ser,

85


lo cual, para un filósofo como Platón es

espacialidad, de percepción del entorno,

inadmisible ya que es al Ser, uno de los

cristaliza o se destila en lo dicho en el

grandes descubrimientos griegos, a quien

poema.

se entrega por completo.

4. GL: ¿Tú necesitas del país, Benjo,

5. GL: Para algunos poetas, la poesía

para hacer poesía? O, por el contrario,

es una búsqueda sin tregua que no se

piensas que la poesía es un ejercicio

interrumpe si acaso “halla” algo en su

de soledad y “solitaridad”, si se me

faena. Para otros, el oficio de poeta

permite el vocablo…

sirve para cantar a los pueblos y a la creación. Estas diferencias nos vienen

BCh: Si, como suele creerse, el poeta ne-

desde el inicio de los tiempos. ¿Qué

cesita de la soledad para la creación poé-

distingue a unos de otros? ¿Quizás es

tica, el poema está inserto en el mundo.

posible hablar de ideologías?

Puede darse el caso que el ejercicio de la

86

escritura se aviene más a cierto estado

BCh: Creo que la búsqueda a la que alu-

propicio a la meditación que permita un

des es ese camino, ese tránsito que el arte

orden más elaborado de las ideas. Pero

propicia. Dicha búsqueda puede ser, y de

no se debe olvidar que la poesía también

hecho lo es, de varia índole. Dentro del

está cargada de irracionalidad y fuertes

propio oficio de la escritura por ejemplo,

emociones. Lo cual no le impide, claro,

hay una búsqueda incesante por encon-

cristalizar sus concepciones o propuestas.

trar los modos y maneras del decir, por

Al contrario, todos esos elementos la do-

hallar la cifra de lo que quiere ser expre-

tan de una potencia genuina como para

sado. El destello cegador, o la luz oblicua

convertirse en un alegato del mundo.

y mortecina según el caso. Es munirse de

Alguna vez –sobre todo en lecturas pú-

cincel y martillo y poco a poco ir dando

blicas– me referí a la circunstancia en la

con la forma ansiada, u otear el horizon-

que habían sido escritos algunos de mis

te, rodeado de perdigueros ansiosos en

poemas y, en no pocos casos, la geografía

busca de la presa.

jugaba un papel en ese proceso. De ahí

Ahora bien, cuando mencionas que hay

la certeza de su influjo, no en todos los

casos en los que la poesía canta a los pue-

casos, ni tampoco de un modo explícito

blos y a la creación, no se trata de una

o evidente. Pero es innegable que a ve-

diferencia entre esto y aquello, pues lo

ces escribimos –que es un modo de ha-

primero es una manera del hacer y lo se-

bitar el mundo– desde donde estamos y

gundo un propósito

la impronta espacial o de sentido de esa

Lo uno es el camino, lo otro el destino.


Acaso no el buscado, pero sí al que se ha

el campesino del altiplano y tantos otros

arribado.

aspectos de la sociedad que nos toca co-

Por supuesto, como ocurre en otras ramas

mo país.

del saber y el hacer humano, existen fór-

Existen momentos en la historia en los

mulas o moldes que pueden descubrirse,

que el hombre aguza el oído y puede es-

copiarse o heredarse y una vez probados

cuchar otras voces, inaudibles hasta en-

satisfactoriamente, ceñirse a ellos y aban-

tonces, que reclaman su atención, lo in-

donar toda búsqueda. ¿Ideologías? Dis-

terpelan, luego dialogan y, más tarde, lo

tintas sensibilidades, diría yo, dentro de

incluyen al ser incluidos.

un solo y mismo ideal: lo poético. 7. GL: Yo no he sabido de ningún en6. GL: De todas formas, nuestro país

cuentro de poetas aymaras, quechuas,

está viviendo un proceso especial que

hispano-parlantes y de otros pueblos

se caracteriza por la inclusión social.

en Bolivia. ¿Se ha realizado alguno?

Es decir: el Estado es de muchos más

En otros oficios, y en las instituciones

pueblos y etnias que antes. Se podría

del Estado, se advierte la presencia de

decir que ha dejado de ser vertical y

bolivianos de distinta pertenencia cul-

se ha “horizontalizado”, algo así. Es

tural. ¿No te motiva la idea? ¿No sería

un sacudón fuerte para los bolivianos.

una experiencia vital reunirse con poe-

¿Cómo influye este hecho histórico en

tas de lenguas originarias?

tu visión? ¿Sientes que te interpela? BCh: Por supuesto que se trata de una exBCh: La historia de nuestro país nos

periencia vital y la idea es muy motivado-

muestra esa verticalidad que mencionas,

ra, de hecho hubo casos aislados. En la

aunque, también puede verse que, con el

primera versión del Festival Internacional

paso de los años, la cosa se fue inclinando

de Poesía que realizamos, junto a Rubén

hacia esa tendencia horizontal. Son los

Vargas, Edwin Guzmán y René Antezana,

esfuerzos loables de una sociedad que,

en febrero del 2010, invitamos a una de

cuando se mira al espejo, sabe que debe

las lecturas al poeta aymara Clemente Ma-

reconocerse aunque no le guste lo que ve.

mani, quien, además de leer sus poemas,

La poesía siempre estuvo atenta a la plu-

hizo notas de prensa y una labor de di-

ralidad de voces que sólo pueden oírse en

fusión del festival, en su programa radial

un horizonte propicio al brote de lo di-

que, en aymara, difunde en una radio de

verso. La riqueza geográfica y cultural de

la ciudad de El Alto. También, cuando

las regiones de nuestro país es fácilmen-

compilábamos el panorama de la joven

te rastreable en las páginas de la historia

poesía boliviana que se llamó Cambio

de la poesía boliviana. Así mismo lo es

Climático, en una investigación patroci-

la preocupación por nombrar el mundo

nada por el Espacio Simón I. Patiño de La

minero y su dureza, la vida del siringuero,

Paz, mi persona y los otros antologadores

87


(Jesica Freudenthal y Juan Carlos Rami-

sumo desde lo cultural, lo medicinal o

ro Quiroga), estábamos convencidos de

desde dónde?

la importancia de incluir poetas en otras lenguas en la muestra. Fue así que incor-

BCh: Hablando de las clases medias, más

poramos los poemas en quechua y en

que en nuestro país, fue en el norte ar-

aymara de Elvira Espejo, luego de revisar

gentino donde vi un masivo consumo de

algunas publicaciones –las que pudimos

la hoja de coca, al parecer desde hace mu-

encontrar, casi como agujas en el pajar–

chos años atrás. Aquí, es obvio, la coca

vgr. el trabajo de Xavier Albó y Félix La-

tiene otras aristas más complejas a todo

yme.

nivel. Si de entender la coca se trata, exis-

Desde hace algunos años, la convocato-

ten investigaciones y libros esclarecedo-

ria al premio nacional de poesía, Yolanda

res que a los bolivianos nos beneficiaría

Bedregal, incluye la posibilidad de pre-

leer. Por ejemplo los de Alison Spedding,

sentar libros en esos idiomas. Pude cons-

o el brillante y erudito ensayo del escritor

tatar, en las dos versiones que me tocó

cochabambino Jorge Zabala publicado

ser miembro del jurado calificador, que,

en 1995 Hojas del adivino. Libro que re-

aunque muy pocos, existen poemarios en

comendé a un amigo escritor, cuando en

quechua y en aymara. Obviamente la pro-

Alemania me preguntó con indisimulado

ducción en otros idiomas de nuestro país

asombro en los ojos: ¿es verdad que en tu

es escasa, y lo que hay, antes que en una

país hay chamanes o brujos que pueden

antología de poesía, se debe buscar en in-

ver el futuro en las hojas de la coca?

vestigaciones etnográficas o antropológi-

Puesto a pensar sobre el tema, recuerdo

cas, lo cual es sintomático. Sin embargo

que el entrañable Héctor Borda Leaño

creo, o quiero creer, que la tendencia es

tiene varios poemas dedicados al tema.

otra y cada vez se escribe más en otros

Los augurios de la coca, Los misterios de

idiomas, no sólo del Ande, sino también

la coca, La esperanza de la coca, y algún

de las tierras bajas, donde sin duda hay

otro. Uno de ellos termina diciendo: re-

una gran riqueza poética, como ya hace

suena y cae, resuena y salta, / resuena y

tiempo nos lo mostró Jurgen Riester o

muere y sigue resonando, resuena y vive,

Luis H. Antezana en hermosos textos co-

detrás de la soledad, / detrás de los hara-

mo Canciones chimane o El Tropo de las

pos infamados.

lavanderas. 9. GL: ¿Cómo influye el medio geográ-

88

8. GL: El “acullico” de coca ha ingre-

fico en los poetas, Benjo? Un poeta

sado en la clase media boliviana de

pandino mira la realidad de manera

manera sostenida. Hay una suerte de

muy distinta a un potosino, está claro.

nueva colonización de la hoja sobre

En tu caso, ¿cómo te determina Oru-

otras culturas. ¿Cuál es tu opinión al

ro? En tu trabajo poético, ¿qué es lo

respecto? ¿Se debe entender este con-

tuyo y qué es de Oruro?


trabajo y con un divorcio en la maleta, BCh; Como ya conversamos un poco acer-

volví a Oruro por varios meses. Salvo

ca de la influencia del medio geográfico,

algunas columnas que escribo para El

me centraré en la segunda parte de tu pre-

Duende, suplemento cultural del perió-

gunta.

dico La Patria de esa ciudad, en las que

Ya que me considero orureño adoptivo,

esporádicamente me refiero a Oruro, creo

creo estar autorizado para responderte

que no volví a escribir nada específico so-

(jajajaja). Como sabes, yo nací en San-

bre él.

ta Cruz de la Sierra de padre beniano y

Más bien, lo que ocurre es que, escribo

madre paceña. Sin embargo, mi abuela

mucho sobre viajes, entonces hay varios

materna, con quien viví hasta mis 5 años,

sitios presentes en mis poemas. Última-

aunque era charagueña, radicaba en Oru-

mente, por ejemplo, estoy fascinado con

ro. Allí aprendí a leer y escribir y me que-

la voz de la selva. Sin embargo, me gusta-

dé hasta salir bachiller. Hasta entonces no

ría poder escribir en algún momento so-

había escrito ni una sola línea. Luego me

bre el carnaval de Oruro, pero estoy cons-

fui a La Paz a estudiar filosofía en la UM-

ciente de que se trata de un alto desafío.

SA, pero abandoné los estudios (aunque los retomé años después) y volví a Oruro

10. GL: Es obvio suponer que las con-

a dedicarme a la más absoluta vagancia

diciones de nuestro país también nos

por espacio de algunos años. Fue en esa

determinan y así se hacen las diferen-

época, en la que mi principal actividad

cias con la gente de otros países. En tu

era la lectura, que hice mis primeros ver-

opinión, ¿qué es ser boliviano? ¿Cómo

sos; malísimos, claro, pero la perseveran-

lo caracterizas? ¿Cuál es su mérito en

cia afinó muy de a poco la punta del lá-

el mundo y cuál su debilidad?

piz, o eso creí, y pude ganar un premio y así publicar mi primer libro.

BCh: Nosotros, como cualquier otro gru-

De esa época, de esos años de formación

po humano, tenemos ciertas peculiarida-

literaria, proceden un puñado de poemas

des que pueden esbozarnos como perte-

que explícitamente se refieren al altipla-

necientes a cierta comunidad específica,

no y su paisaje, debido a varios viajes que

en este caso la boliviana. Y es que hay

realicé por las provincias del departamen-

aspectos en común, cómo no. Una histo-

to de Oruro, gracias a mi amigo holandés

ria compartida, una misma geografía ha-

Adrián Zandeé y su Land Rover. Algunos

bitada, una cotidianidad convivida, ima-

de esos poemas, como Inti Jiwaña en Qui-

ginarios construidos colectivamente, etc.

llacas, Noche con tormenta eléctrica, o Al

Sin embargo, cada quien es único en su

otro lado del altiplano, los publiqué re-

singular circunstancia y, en consecuencia,

cién en mi tercer libro, cuando ya había

es dable asumir de un modo individual y

vuelto a radicar en La Paz.

unívoco la vida que le tocó vivir.

Casi doce años después, por motivos de

Boliviano es un concepto que por mucho

89


abarcar es poco lo que aprieta, parafra-

ca mediante, lo colectivo y lo individual, lo

seando el viejo refrán. No pocos intentos

histórico y lo idiosincrático, lo trágico y lo

desde la poesía nombran, sienten y ex-

cómico. Dice el poeta Caballero de la Orden

plican el país. Pienso en Oscar Cerruto:

de Santiago: “Agua me falta en el mar y la

Bosque de espumas talado. En Yolanda

hallo en las tabernas”.

Bedregal: Quiero que veas mi país. En Roberto Echazú Navajas: Hombres que la patria fertilizó. En Gonzalo Vásquez

11. GL: ¿Qué opinas de la poesía que

Méndez: Este país tan sólo en su agonía.

escriben las mujeres en Bolivia? ¿Y

En Gary Daher Canedo: Inaprensible eres,

qué diferencias hallas con la poesía

Amanecida. En Eduardo Mitre: La Patria,

que escribían nuestras lindas abuelas?

un río de nombres ensangrentados. En

90

Jesús Urzagasti: Miro el mapa y te siento

BCh: Partamos del hecho de que leo los

cerca. Y otros quienes, en versos memora-

libros escritos por mujeres en Bolivia o

bles, describieron Bolivia, captaron algu-

en otra parte del mundo, como cualquier

no de sus rasgos conspicuos o se interro-

libro de poesía, pues, lo que veo, lo que

garon por su condición.

busco en un poema, no está condicio-

Anoto algunas perplejidades de la cotidia-

nado por criterios de género. Las obras

nidad que vienen a cuento. La tendencia

literarias bien logradas existen indepen-

a creer que todo lo malo, o al menos, lo

dientemente del género sexual de su au-

peor, es algo que ocurre sólo en este país

tor, mencionemos incidentalmente que la

(corrupción, arbitrariedades, impuntua-

literatura de todas las épocas tiene obras

lidad, impunidad y muchas otras cosas).

geniales de escritores homosexuales. Sin

Otro rasgo curioso: creernos víctimas de

embargo, puesto que hombres y mujeres

los países vecinos. Otro más, en el extran-

somos diferentes, existe, claro, una sen-

jero, el boliviano se ha granjeado fama de

sibilidad peculiar en las escritoras que,

trabajador y respetuoso de las leyes, inca-

cuando ellas así lo desean y manejan sus

paz de cruzar la calle por cualquier sitio,

recursos técnicos con maestría, explicitan

cuando conduce no toca bocina, no tira

su condición femenina o feminista en al-

basura fuera de los contenedores y cosas

gunos casos, y nos comunican un univer-

así. Rasgos que, paradójicamente, lo tor-

so de significados desde esa postura.

nan irreconocible en su propio país.

Esa sensibilidad femenina atenta a ciertos

A veces, inmerso en conversaciones acerca

detalles, aguda en cuanto a la intuición

de “lo boliviano”, urgido por colegas de

de ciertos caracteres o modos del exis-

otras latitudes, en reuniones fraternales, me

tir, me dejó escuchar su voz a través de

gusta citar, a modo de estocada de franca

un grupo de lecturas que casualmente se

humorada, un verso de Quevedo que, creo,

fueron agrupando en un momento de mi

resume una parte de lo mal referido en esta

vida. En el 2004 publiqué Extramuros,

respuesta y resuelve, humor y síntesis poéti-

un libro con citas de Simone Weil, María


Zambrano, Hilda Mundy, Susana Thénon

mas durante algún tiempo, suele suceder

y Alejandra Pizarnik, donde además ten-

que a lo largo del camino, aquí y allá,

go poemas que intentan explorar la vida

encuentras algunos que, al poseer una

y la obra de cuatro poetas excepcionales:

fuerte carga autobiográfica, aportan un

la griega Safo, las norteamericanas Emily

rasgo circunstancial o característico a ese

Dickinson y Silvia Plath y la uruguaya

esquivo rostro que toda literatura intenta

Idea Vilariño. Si bien de las citadas sólo

dibujar: el propio.

Hilda Mundy es boliviana (una de “nues-

Veo que a lo largo de los libros que he

tras lindas abuelas”, como dices), consi-

publicado hay varios poemas que, en su

dero que tenemos excelentes poetas en

momento fueron eso, un retrato esboza-

nuestro país.

Junto a la Mundy puedo

do de mí mismo. Hecho que, como sabes,

citar a Yolanda Bedregal y Alcira Cardona

a veces sucede de manera involuntaria. La

Torrico. Actualmente considero que Mar-

escritura –toda expresión creativa– está

cia Mogro, Vilma Tapia y María Soledad

plagada de misterios, y los poemas, co-

Quiroga, son excelentes escritoras. Así

mo otro tipo de textos, pueden iniciarse

mismo Matilde Cazasola, Blanca Garnica,

según un plan o derrotero predetermina-

Norah Zapata y claro, Blanca Wiethüchter.

do por el autor, pero he ahí que en algún

Entre las nuevas generaciones tenemos a

momento y con su propios pasos se enca-

Mónica Velásquez, Paura Rodriguez, Jessi-

minan por donde ellos quieren, por don-

ca Freudenthal, Emma Villazón y Anabel

de tú ni siquiera lo habías sospechado, y

Gutiérrez.

frente a tus propios ojos se teje una his-

Ahora bien, para poder encontrar simili-

toria distinta a la pretendida o deseada y

tudes y diferencias entre la poesía que se

asistes perplejo al descubrimiento sereno,

escribe actualmente y la del pasado, sería

inquietante o jubiloso de cierto perfil que

necesario realizar un estudio comparativo

ignorabas de ti mismo.

en cada uno de estos casos, algo que no

Puedo citar varios poemas míos de cor-

podemos hacer aquí, pero lo que sí po-

te autobiográfico. Algunos, como ya dije,

demos es recomendar la lectura de todas

más involuntarios que otros. El profeta,

las poetas citadas (y de otras más, claro)

Mitos de claustro, El círculo, Una vie-

pues en sus poemas se puede hallar mu-

ja canción, Retronaré del duelo, Pólvora

chas muestras de lo excelente de la poesía

mojada o Cuarteles de invierno. Sin em-

boliviana.

bargo, el que quiero transcribir aquí, es un poema escrito en un solo impulso, la

12. GL: ¿Qué poema tuyo te represen-

vez que preparaba mi antología personal

ta, o significa, en este momento de tu

Manual de contemplación, en la primera

vida, Benjamín? ¿Nos lo puedes citar?

mitad del año 2008.

Muchas gracias.

La selección ya estaba terminada y, antes de entregarla a la imprenta, releí todo el

BCh: Tras dedicarse a la escritura de poe-

conjunto y me pareció que el libro nece-

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sitaba un último poema que cierre la antología. Un poema que sea como la nota final faltante en el papel pautado, o el trazo mínimo de un calderón que prolongue la resonancia de lo dicho. Busqué ese poema a lo largo de una tarde y descubrí que no lo había escrito aún. Entonces, a mano, sobre una hoja de papel, junto al libro que se confeccionaba, escribí el primer verso descriptivo que dictó el tono a todo el resto del poema. Aunque claro, tras las dos primeras líneas que son de referencia fáctica inmediata (al igual que el título), el poema alzó inmediato vuelo hacia la conceptualización metafórica de tantos días entregados a la poesía y a lo vivido en consecuencia. Al día siguiente, con una o dos palabras cambiadas tras una nueva lectura matutina, fue confiado a la imprenta. Y no como la última nota o el calderón imaginado, sino como una auténtica rúbrica. Este es el poema:

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POEMAS: POEMA FINAL PARA UNA ANTOLOGÍA Frente a mí

Y no por último,

hay un libro abierto

algunas dudas

una mujer

perdidas en el fondo de un baúl trajinado.

el eco de una guerra cíclica una bandera trasplantada

Un mirar de frente a los hombres

la llamada de la línea del horizonte

y otra certeza -ésta del corazón-

un cielo generoso

apaciblemente recostada a los pies de mi

el camino al centro del bosque.

cama:

Miles de músicos tocando inagotables una triunfal sinfonía inmensa o

El mundo es un sitio para amar.

la íntima música que me levanta cada día.

Oruro, mayo, 2013.

Algunas -muy pocascertezas para un débil soplo, que generalmente pastan libres fuera de mi vista en el inmenso prado de todas las cosas. -Y los poemas como mares o como granos de arena y pedrería celeste. Frente a mí también hay el bullicio de los amigos ciertas tardes llenas de sol de ciudades colinas rostros la contemplación reflejada en los estanques de la memoria. El caminar de gente que no conozco algo que se dicen, un gesto que los muestra dignos.

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CUARTELES DE INVIERNO Hasta aquí hemos llegado. Galeones y medallas pesan bajo una pátina de resignación tras la campaña desastrosa. Azares de vago heroísmo, perfumes de verano desperdiciado. Vislumbrar el refugio, la chata empalizada de los cuarteles de invierno es casi tan dulce como el clarín del ataque en días de victoria. Este ejército que arrastra sus miserias armas oxidadas, hambre de combates dignos, sed de hazañas renovadas es casi un muerto un mutilado de guerra a quien nadie espera: turbio charco viscoso, roído uniforme, barro pisoteado por el enemigo. En el refugio provisional, la soldadesca esperanzada zurcirá un grueso capote para el invierno y la mirada hambrienta de los lobos. Me dejo llevar por el cansino paso de mi flaco caballo hasta la disminuida puerta del cuartel. Mis hombres me siguen en silencio, con la mirada perdida —almas que vagan por la estepa congelada.

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Las noches serán largas, el parque nulo la apolillada manta del refugio velará por sus agujeros los restos de quienes no sobrevivieron. Los partes de guerra conservan una página en blanco para dar cuenta de los oscuros y desgraciados días de la derrota los míseros sentimientos el extraño aliento de las regiones vacías muy lejos de casa. Ahora que escribo con pluma de ave moribunda la sangre seca esparce rabiosos signos desesperanzados. Ya es muy tarde y muy grande la fatiga mañana, no muy temprano y sin mucho ruido izaremos la bandera (lo que queda de ella) y bajo su vaivén al viento frío soportaremos esta hermandad de fieras heridas. Ese trapo que nos quiso hombres justos ¿Servirá otra vez para dar brillo a nuestras armas? En medio de la noche se oye un acordeón y una guitarra. Alguna voz perdida da cuenta de unos


UNA VIEJA CANCIÓN Viendo pasar el río cualquier río dicen, se ve pasar el tiempo. soldados ebrios. Habrán hallado algún resto de licor

¿Lo ves tu?

y no pocos se entregarán al magro pan de

por ejemplo en éste

su consuelo.

que pasa turbio debajo de nosotros los de siempre ¿los de nunca?

¿La Patria? Ya ardieron nuestros corazones en el desierto.

Apoyado en la baranda de cubierta miro y comprendo

Las tardes fluirán lenta, dolorosamente

la vieja metáfora

y los cuerpos se aferrarán a los escasos

y vislumbro aquella otra

rayos de sol

de todos los ríos en el mismo.

intentando soportar, sobrellevar sobrevivir hasta la próxima primavera

Tomo una copa

cuando cual gaviero en alta mar, el

y busco por la orilla

centinela dé la voz del deshielo

esa pareja teñida de ocaso. Los imagino dueños de la selva

y el lento fluir de los ríos

inventando futuros gráciles como el agua.

el incipiente piar de las aves el débil tallo de la semilla

Más que agua, pienso, mi río,

muestre las heridas curadas

el que heredé

los uniformes reparados, las armas limpias

arrastra palabras,

el corazón inflamado

sirenas que se cruzan,

la formación en apronte.

barullo de marineros, canciones y un naufragio amoroso en el que me reconozco. Tomo otra copa y susurro a la luna ya alta: en las playas desiertas del Beni... &&&

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1959). Tiene publicados, entre otros, los siguientes libros: Este lado del mundo (novela, 1983). Anota que soy un hombre (Cuentos, 1989). La huella es el olvido (novela, 1993). La vida me duele sin vos (Novela, 1998). Santiago Blanco (Novelas y cuentos policiales, 2010). Los días vacíos del Raspa Ríos (Novela, 2012).

Entrevistas: La Bolivia que se va, la Bolivia que viene. Entrevista a líderes políticos bolivianos (Los Tiempos, 2011)

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