Diario de un amor
Mariana Beatriz Huesca
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Ayer en agosto Decido salir a caminar a la noche temprano. y me sorprende una brisa apenas fresca. Algo húmeda. Debe ser la primavera que se está anticipando. Me alienta a ver la vida, por una vez intuitivamente. Con optimismo. Si me descuido voy a empezar a creer que alguna vez exististe.
No quiero preguntar por qué Espero que entre vos y yo, las cosas sigan así que permanezcan. No quiero alterar esta felicidad de no saber hasta dónde desde cuándo, cómo es posible. Si intercambiamos información tal vez todo pueda terminarse ahora.
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Vos caminás y yo voy detrás, desdibujando tus huellas. Disperso el brillo de tus palabras amorosas. Es preciso apagar este amor.
Ya no voy a saber qué lugares recorrieron contra qué hicieron presión qué les prohibieron tocar las superficies que acariciaron de dónde fueron echadas contra qué lucharon qué no quisieron rozar nunca de qué debieron recuperarse qué las hizo arder por dónde se deslizaron. Ya no voy a conocer la historia de tus manos.
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Dos en arreglo floral Se acercan los dos al altar improvisado en el jardín ella lleva un ramito de jazmines entre las manos desplegando su altura, él luce unos ojos sonrientes detrás de los anteojos un vestido de parches blancos, ella y unas sandalias de cuero color claro él, pantalones rayados y remera de algodón con inscripción colorida al centro los dos usan el mismo perfume dulce bien para estos días de verano no hay cura, sino un mejor amigo que les junta las manos al frente ensayan en voz alta unas palabras, suspendidas por la brisa cálida de las primeras tardes de diciembre.
Me tapo los ojos y la boca con las dos manos y entro instantáneamente en las horas en que dándote placer me sentía acariciada por tu cuerpo. Lo único que resiste es el recuerdo.
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Mi fe en los tilos En un mes comienza el verano, y estoy por salir a la calle. Me acerco a la ventana y siento el perfume de los tilos que están en la vereda. Abro la puerta. Me dejo avasallar por el aroma húmedo y dulce que me recibe. Me envuelve su melodía. Respirarlos es un remedio para la pesadez del espíritu. Su armonía es tan parecida a tu presencia. Ahora ya sé qué era.
Si verte sonreír (es demasiado encantador). Si cuando me decís que querés estar conmigo siempre. O cuando te lamentabas por no haberme conocido antes. No sé qué es lo que brilla más.
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Últimas noticias Ya cansada, perdí varios sentimientos desesperados. Seguís siendo una belleza. Toda la belleza.
Te habré perdido a vos, pero gané en el ejercicio de mi inteligencia. Las cuentas claras.
No es real el deseo No encontré más aquella sonrisa en tus ojos, ni alcanzo a reconocer el roce y la forma de tus manos. Otra vez no recuerdo el movimiento enérgico y sexual de tu cuerpo. No me volví a tropezar con la locura por volverte a ver. No estabas ahí cuando me desperté.
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Sin luna En estas noches cerradas, oscuras el cielo queda demasiado lejos. No encontrarte es como permanecer despierta en esta noche sin luna.
Río de nosotros Al principio, éramos corriente, aguas convulsionadas y /frescas; a veces remolino. Otras, una fuerza detenida de tan confusa y /sacudida, violenta. Después nos paralizamos y perdieron contacto nuestras materias líquidas. Fuimos lagunas sin mezclarnos, siquiera. Luego, agua y aceite. Olvidamos por completo la fórmula. Pero renacimos como dos hilos de agua dulce circulando a /través de la tierra. Yo derivé en flotar entera a tu alrededor, y vos en diluirme. Así suavizados, pudimos volver a arder juntos: sangre y agua.
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Deseo Y llegaron los días en que la alegría de vivir fue otra vez posible. Invocación Que esta alegría no sea un estallido, apenas.
Tal vez debería desaparecer y no intentar más nada. O, simplemente, alejarme, olvidar. Pensar en otras cosas. Hoy descubro que estoy forzando el amor.
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Tu pasar, fragante, perfuma la noche. Libera humedad de la madrugada continua. Convierte la oscuridad en horas luminosas. Tu misterio es etéreo. Pasan largos los días hasta volverte a ver.
Núcleo Sos el corazón del templo de mi pensamiento.
Este día es singular. Porque no estás vos.
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Paisaje interno Motivo Por las noches se agranda el silencio. Operación Dejar que concilien el sueño mis gestos fúnebres. Camino Vuelvo a encontrar dónde dejar mis sonidos.
Oración Hoy me encontré sumida en la desesperación. Sin saber qué hacer adónde ir, por qué con quién, cómo. Necesito sentir el calor de tu luz sobre mi cabeza. Dios, mostrame el camino.
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Puse las sobras bajo tierra. No dejo que me invada el silencio. Tu huella fue mi estrella.
Retrato Yo que ya no sueño cuando los pájaros callan no alcanzo a olvidar la noche cerrada en la que te fuiste.
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artificio tus alas de ángel
No dura ni un rato esta lluvia dulce y reparadora. Nada que sea un regalo del cielo se queda en mis pobres manos. Hasta tu corazón dejó de latir.
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Despedida de tus tapices, de los posters y las fotos de tus amores - la murga, tus hijos, el cuadro de fútbol de la cama que, finalmente, lograste conseguir. Te mudaste, y les digo adiós a los recuerdos que todavía estaban ahí. Ahora sí que ya no queda nada de ellos.
Un sueño Giran los pájaros en el cielo el viento hace las hojas volar. El polvo cubre lo que se veía la luna resalta los cuerpos. Se confunden las caras las caras que no son vos. La noche perfuma el recuerdo tu olvido vuelve a tiempo.
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Compañera No te aflijas ya, no más. Él nunca fue en realidad lo que nosotras pensamos que era.
Me alimento Sos mi principal alimento y cuando no estás compenso sobrealimentándome pero solo de comidas colmadas de calorías y de grasas.
En la terraza este viento me vuela aquel vestido.
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Cuando vos no estás duermo con medias aun sin frío.
Tu tono de voz al hablar: la savia que recorre mis huesos.
Invocación II Dios, no lo permitas sin primero darme de tu paz.
Yo en este acto dono mi tiempo perdido a tu futuro olvido.
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Lamento De luna, de noche de noche de plata de plata, de sol de sol y de rama.
Costra Tus ojos, soldados apuran las horas en su centro late un deseo blanco.
En esta ausencia vuelvo a estar sola una y otra vez.
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Pierde las hojas este árbol caído. Muere de nuevo.
Corazón roto aunque florecido. Agridulce sensación.
Yo canto Estoy girando mis aguas están fluyendo ánima mía.
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Hoy arreglé el jardín No fui precavida y apreté así nomás el tallo del rosal. Me clavé las espinas. La sensación familiar de tenerte cerca.
Y con tu espíritu Después de la escena de amor, tu mirada era la de un pez detrás de un vidrio.
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Lo terminé de escribir en mayo de 2020. Editado en junio de 2020. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. Contacto: mbhuesca@gmail.com Edición de esta autora.
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