El caballero de Olmedo
1. Análisis de la Obra 1.1. Género (por Mar Mayo) 1.2. Argumento y estructura (por Carla Llop) 1.3. La trama. Unidad de acción (por Paula Martín) 1.4. Temas 1.4.1. El amor (por Maria Alba) 1.4.2. El destino 1.5. Personajes (por Abril Ricart) 1.5.1. Don Rodrigo 1.5.2. Don Pedro 1.6. Espacio (por Aleix Oró) 1.7. Tiempo 1.7.1. La época (por Paula Martín) 1.7.2. Tiempo del relato (por Aleix Oró)
El caballero de Olmedo
1. Análisis de la Obra 1.1. Género (por Mar Mayo)
La obra fue escrita por Lope de Vega (1562 - 1635). Lope introdujo muchas novedades en el teatro, rompió con la norma de las tres unidades y creó el género de la tragicomedia. La tragicomedia es un género teatral caracterizado por mezclar la tragedia y la comedia (en la variedad está el gusto). Dentro de la tragedia aparecen personajes de clase alta que se enfrentan a su destino y no salen victoriosos. La tragedia tiene, por tanto, un final triste y desarrolla un tema profundo. En El Caballero de Olmedo, Don Alonso, hijo de una noble familia castellana, cuyo destino era conocido por el público desde el principio de la obra porque estaba recogido en una canción popular, se enfrenta a él y no logra vencerlo.
Por
oposición, la comedia trata un tema ligero (normalmente amoroso), acaba bien y sus personajes son nobles y plebeyos. El caballero de Olmedo es una tragicomedia, porque tiene rasgos de ambos géneros teatrales. Es difícil determinar a cuál de los dos se asemeja más, puesto que, en toda la obra hay un presentimiento de que las cosas no van a acabar bien (tragedia) y son los personajes los que van alertando a Don Alonso durante todo el relato de su final, por ejemplo: FABIA: yo te he escuchado. ALONSO:Y ¿qué sientes?. FABIA: que a gran peligro te pones. (vv. 182-184) Los personajes que no pertenecen a la nobleza, Fabia y Tello, adquieren una gran relevancia y tienen un papel muy importante: Fabia es la alcahueta que aconseja a los jóvenes protagonistas y Tello es el criado de Don Alonso, siempre fiel a él. Hay críticos que afirman que la relevancia de estos dos personajes en el primer y el segundo acto hacen de estos una comedia de enredo porque todos ayudas a que los enamorados se encuentren. El último acto, en cambio, es en el que adquiere tintes de tragedia con la muerte anunciada de don Alonso, el caballero de Olmedo. Concluyo que la obra, aunque acabe con la muerte del protagonista, está más cerca de la comedia ya que trata el tema amoroso y toda la obra va vinculada a ello. A parte los personajes que no son de clase alta son de gran importancia para el contenido de la obra y al
final se hace justicia y Don Rodrigo y Don Fernando (los causantes del asesinato de Don Alonso) son castigados. Por lo que la obra no tiene un final tan trรกgico.
1.2. Argumento y estructura (por Carla Llop)
La obra está dividida en tres actos. Primer Acto El caballero de Olmedo empieza con un monólogo de Don Alonso. Éste es el personaje principal. Es un caballero guapo y rico que se va enamorando de una dama rica también, llamada doña Inés. En la historia de amor intervienen más personajes. Aparecen Fabia, que imita a la Celestina, era prostituta, también hacia brujería. Tello el criado de don Alonso. Don Rodrigo, el antagonista, está enamorado de doña Inés. Leonor, la hermana de la dama, su padre don Pedro y don Fernando. En este primer acto Fabia toma un papel principal. Se encarga de escuchar el pedido de don Alonso y transmitírselo a doña Inés, pero, sin querer hay una confusión y esto hace que los dos enamorados desconfíen de Fabia y el uno del otro. La causante de esta situación es el lazo de una chinela que ha dejado en la reja para que Alonso lo coja y se lo ponga (eso han acordado anteriormente mediante cartas). Pero quien se lo pone no es otro que don Rodrigo pensando que es para él. Durante el primer acto se presentan los personajes (muestran sus facetas), Fabia es una bruja y hace pociones, Tello es un gallina y un cobarde, hace la función de gracioso, don Alonso es un caballero galán. El acto está dividido en 5 escenas. La primera (versos 1-214) en la que don Alonso expresa su amor y contrata a Fabia, la segunda (versos 215-532) en los que aparecen en Medina Inés, Leonor, Rodrigo, Fernando, y Fabia le entrega la carta la Inés. La tercera (versos 533-622) Fabia le da la respuesta a don Alonso. La cuarta (623-706) la disputa de don Alonso y don Rodrigo por la cinta. Y un último que sucede en Medina, en la casa de Inés otra vez (verso 707-887). Éste acto pertenece al planteamiento de la obra. Segundo Acto El amor entre don Alonso y doña Inés está en el punto más alto. Ha pasado ya un tiempo, el padre de Inés quiere casarla con don Rodrigo. Gracias a distintas artimañas los dos logran verse a escondidas varias veces, y hasta pasan noches juntos, pero esto empieza a crear sospechas ya que las idas y venidas de don Alonso de Olmedo a Medina son cada vez más frecuentes. Don Rodrigo está triste, envidia a don Alonso y no ve otra alternativa que acaban con su vida para conseguir el amor de su amada. No obstante este pide la mano de Inés a don Pedro, cosa que desencadena en un ingenioso engaño. Inés fingirá que quiere hacerse monja y tras un breve disgusto de su padre aceptará. De ésta manera los dos enamorados tendrán más tiempo para tomar una decisión. Este acto está dividido en catorce escenas y constituye el nudo de la obra. Tercer Acto Estamos en Medina y son las fiestas de mayo. En la plaza del pueblo está teniendo lugar un festejo taurino. Alonso está dando un espectáculo que deja entusiasmado al público.
Tello está ayudando, e Inés mira desde arriba. Todo va bien hasta que sale a torear don Rodrigo que sufre un percance. Don Alonso lo ayuda y consigue que no sufra daño alguno. Empujado por los celos y la deshonra de ser salvado por don Alonso, don Rodrigo empezará a planear una venganza para acabar con la vida del caballero de Olmedo. Ajenos a todo esto, Alonso e Inés se despiden en su casa. Alonso tiene como costumbre regresar a Olmedo para dar a saber a sus padres que sigue con vida. Tello se queda en la casa de Inés y Alonso parte hacia su casa. En el camino le aguardan don Rodrigo, don Fernando y sus secuaces que acaban con su vida. Será Tello después, al encontrarlo, quien se volverá atrás e irá a aclamar venganza al rey quien mandará a ejecutar a los traidores. Inés se hace monja finalmente. El caballero de Olmedo ha muerto. Éste acto está dividido en 25 escenas y pertenece al desenlace de la obra.
1.3. La trama. Unidad de acción (por Paula Martín) La comedia gira en torno al tema amoroso. El amor que se tienen don Alonso y doña Inés, y los impedimentos que tienen en su relación, de los que es causante don Rodrigo, harán que el caballero de Olmedo muera de camino a Medina. Encontramos diversas tramas paralelas a la relación amorosa entre los amantes, como la rivalidad entre don Alonso y don Rodrigo, enfrentados por el amor que tienen hacia doña Inés, claramente reflejada entre el segundo y el tercer acto ejemplificada en los v.v. 695 - 700. RODRIGO: ¿Quién es el que con tanta arrogancia se atreve a hablar? ALONSO: El que tiene por lengua, hidalgos, la espada. RODRIGO: Pues hallará quien castigue su locura temeraria... Otra de las tramas paralelas al desarrollo de la acción principal es la avaricia y la codicia de los personajes de Fabia y Tello por sacar algún beneficio económico de la unión entre los dos protagonistas. Como podemos ver a lo largo de los v.v. 203-214: FABIA: Todos los medios humanos tengo que intentar por ti, porque el darme esa cadena no es cosa que me da pena; mas confiada nací. TELLO: ¿Qué te dice el memorial? ALONSO: Ven, Fabia, madre honrada, porque sepas mi posada. FABIA: Tello… TELLO: Fabia… FABIA: No hables mal; que tengo cierta morena de estrenado talle y cara. TELLO: Contigo me contentara, si me dieras la cadena. Las estrategias (similares a las que ocurre en “La Celestina”) que utiliza don Alonso con la ayuda de Fabia y su criado para conquistar a doña Inés, es otra de las tramas paralelas a la relación de amor que ocupa la acción principal de la obra. Fabia entra a la casa de doña Inés y Leonor con la excusa de vender unos frascos de perfume y engatusa a las muchachas adulando a su madre, ya muerta, para ganarse su voluntad, una vez hecho esto, mediante el engaño, Fabia le pide a doña Inés que le ayude a responder una carta de amor, aunque realmente la receptora de dicha carta es ella. Todo esto podemos verlo a partir de los vv. 260-393. INÉS: Un papel hay aquí. FABIA: Diste con él cual si fuera para ti. Suéltale; no le has de ver, bellaquilla, curiosilla.
INÉS: Deja madre… FABIA: Hay en la villa Cierto galán bachiller que quiere bien una dama […] Hay escenas que transcurren durante el final del segundo y el tercer acto en las que intervienen el rey don Juan II y su condestable. Estas escenas aparecen en los vv. 2078-2105 donde dichos personajes alaban la grandeza como jinete picador de toros de don Alonso porque recordemos que se encuentran en la feria de Olmedo. Éstas nos sirven para definir la época en la que está situada la historia ya que únicamente con nombran al rey don Juan II nos indica que está ambientada en el S. XV.
1.4. Temas 1.4.1. El amor (por Maria Alba) El tema del amor en el “Caballero de Olmedo” se puede desarrollar en tres subapartados distintos. Se muestra una clara concepción social del amor, de la precaución con la que se concertaban matrimonios, y de la importancia del honor. La situación en la que se encuentra Inés es complicada, pues don Rodrigo va tras ella y don Pedro está a punto de darle su mano, mas Inés no ama a don Rodrigo. Ella ama a don Alonso, pero no pueden estar juntos sin más: antes su padre debe aceptarlo, y para ello debe ganarse una buena reputación y tener fama de buen caballero, muy honrado. El tema de la honestidad juega un papel relevante en las relaciones amorosas, que para éstas sean posibles deben ser lentas y pacientes, con la finalidad del matrimonio. Don Alonso relata esa larga espera: cómo pasa las noches junto a Inés tan solo hablando, fijándose sólo en el respeto y el buen comportamiento: ALONSO: Bien sabe aquella noche que pudiera ser mía. Cobarde amor, ¿qué aguardas, cuando respetos miras? (v.v.1654-57) Asimismo, antes de llegar hasta Inés don Alonso debe realizar una serie de dificultosos y prudentes trámites, ayudado por la alcahueta Fabia, para no parecer impertinente. Uno de estos juegos de coqueteo es cuando Inés ata un listón verde para que su amado lo vaya a recoger como prenda de su amor. Se trata de un arcaísmo, más típico de la costumbre de la prenda del amor cortés. Por último, don Alonso pregunta cuándo podrá entrar en casa de Inés libremente. Leonor le responde que pronto, pues su padre ya ha dado el visto bueno, y don Alonso le parece un perfecto pretendiente para su hija dado su honra y galantería ALONSO; ¿Cuándo, Leonor, podré entrar con tal libertad aquí? LEONOR: Pienso que ha de ser muy presto, porque mi padre de suerte te encarece, que a quererte tiene el corazón dispuesto.. . (v.v. 2132 – 2141) También se puede hacer una lectura ideológica del amor. Aparecen concepciones tanto neoplatónicas y petrarquistas como ideas relacionadas con el amor cortés acerca del sentimiento amoroso. Aparecen elementos como “el fuego abrasador” (v.71), que simboliza el amor, así como el efecto que produce sobre las personas, “me enciende el pecho”, “su nieve me abrasa” (v.v. 631-35), son conceptos petrarquistas. Los ojos son un elemento muy importante del petrarquismo, ya que son el reflejo del alma, la vía más pura y honesta de enamoramiento. Aparecen mencionados, por ejemplo, en los versos 84: “Los ojos, a lo valiente, iban perdonando vidas”, y 516: “¿qué dejas para el fuego de tus ojos?”. Esa síntesis de ambos conceptos se ve reflejada en el monólogo inicial de Don Alonso, en los v.v. 11-12, “de unos ojos procedió este amor, que me encendió”. También en este monólogo, en los versos 8, 9, 10 se muestran rasgos de neoplatonismo, al hablar de la perfección de las dos
mitades, que se unirán: “que no hay animal perfeto si no asiste a su conceto la unión de dos voluntades.”. A su vez, también se aprecian características del amor cortés, como la excesiva idealización de la dama, superior a todo lo demás, que se puede a preciar en la extensa descripción de la dama en el romance de don Alonso de los versos 74 al 188. En los versos 996-987: porque Inés mi dueño es para vivir o morir, se muestran estos códigos de amor cortés, la dama es superior al amado, en tanto que ella es su señora y él debe servirla, se pone a sus pies y la adora. Entre los versos 107 y 114 se muestra la ideología amorosa de Inés. Describe su amor por don Alonso de una forma totalmente idealizada. Cabe destacar el carácter mágico que se le da al sentimiento amoroso. Fabia es una alcahueta, que dice concertar enamoramientos mediante hechizos. El amor se relaciona con el cielo, con las estrellas. Con el destino, con lo que está escrito, es un sentimiento sobre el que no se puede decidir, estamos predestinados a amar a alguien, a pertenecerle, porque ese será el amor de nuestra vida, nuestra razón de vivir. Un último aspecto importante que se refleja en la obra es el tema de los celos, desarrollado por el personaje de don Rodrigo. Éste, enamorado de doña Inés, no puede reprimir el odio y envidia que siente hacia don Alonso, el perfecto caballero, objeto de los suspiros de su amada. En los versos 1360-1365, don Rodrigo le cuenta a don Fernando lo desdichado que se siente por su rechazo amoroso y la suerte de don Alonso, y éste le dice que se trata de celos, un pensamiento oscuro, que lleva a la locura y a actos incontrolables: Son celos, don Rodrigo, una quimera que se forma de envidia, viento y sombra, con que lo incierto imaginado altera; una fantasma que de noche asombra, un pensamiento que a locura inclina, y una mentira que verdad se nombra. De hecho, este alterado pensamiento es tan fuerte, que conduce a don Rodrigo a matar a don Alonso. Esta idea vuelve a aparecer en los versos 2042-2075 donde don Rodrigo se lamenta de la locura que se apodera de él, al ver a Inés mirando con ferviente deseo a otro hombre que no es él, y jura su muerte, pues es la única solución de calmar su malestar: Estoy loco. No hay hombre tan desdichado, Fernando, de polo a polo. ¡Qué de afrentas, qué de penas, qué de agravios, qué de enojos, qué de injurias, qué de celos, qué de agüeros, qué de asombros.
1.4.2. El destino El tema del destino está muy presente en toda la obra, ya desde el primer momento se sabe que el personaje de don Alonso morirá y es inevitable. Todos los espectadores antes de ver o leer la obra ya saben, por la canción que no acabará bien. En el primer acto no se intuye el presagio de muerte, ya que Fabia, que es la única que más o menos lo sabe, por malas artes, no dice nada y hace que Inés se enamore de don Alonso; demostrando que sólo se mueve por dinero y no tiene honra ni moral. Pero en el segundo acto ya se empieza a introducir ese presagio, esa muerte, ese momento en el que don Alonso morirá. Sobre todo cuando don Alonso le dice a Tello que después de los toros quiere volver a Olmedo para que así sus padres no se piensen que ha muerto. También el sueño premonitorio que tiene y que le cuenta a Tello hace que la gente sepa ya el instante en que va a suceder su muerte. En el tercer acto vemos como don Alonso sin ser muy consciente, sabe que va a morir, y es por eso que al despedirse de Inés, no es una despedida sencilla, es más una despedida para siempre. Del verso 385 al 414 vemos que don Alonso está seguro que va a morir y aunque si muere no afectará al amor que hay entre ellos y la seguirá amando más allá de la vida, la única forma en la que puede volver a Medina es muerto. Y así es que muere por el camino. Con todo esto vemos que el destino es un tema importante en la obra, nos avisa, nos hace intuir y pone una tensión en la obra.
1.5. Personajes (por Abril Ricart) 1.5.1. Don Rodrigo Don Rodrigo se caracteriza por ser el antagonista de don Alonso, un antagonismo provocado por el triángulo amoroso cuyo vértice es Doña Inés. Rodrigo la corteja sin obtener nada y, en cambio, Alonso es el elegido por Inés. En ocasiones, Rodigo se queja de no haber llegado a ser amado por culpa de Don Alonso. Rodrigo es plenamente consciente de no ser amado, como se observa en esta queja amorosa. Para sufrir el desdén que me trata desta suerte, pido al amor ya la muerte que algún remedio me den. Al amor, porque también puede templar tu rigor con hacerme algún favor; y a la muerte, por que acabe mi vida; pero no sabe la muerte, ni quiere amor. […] Mata, ingrata, a quien te adora: serás mi muerte, señora, pues no quieres ser mi vida. Rodrigo prefiere la muerte a no obtener el amor de Inés, la vida. Don Rodrigo es un hombre ya mayor, y por sus diálogos, sentimental, rencoroso y vengativo, características que van siendo más evidentes a medida que el personaje se degrada moralmente tras el rechazo continuo e incluso humillación. Esto lo lleva a la traición e ingratitud. Aunque su deseo de venganza con Alonso no es justo, es totalmente normal ya que los celos le ofuscan, por muy irracional que sea lo que vaya a hacer 1.5.2. Don Pedro Don Pedro es el padre de Inés y Leonor, que salvaguarda el honor de su familia y que, a pesar de tener una mentalidad propia de la época y estar muy obligado por las convenciones sociales, actúa por y para la felicidad de su hija. Aunque os quiero enamorado de Inés , para el nuevo estado quien soy os ha de obligar (vv. 783-785). Esto se ve tanto en cuanto Inés le decide ser monja o se entera de que desea casarse con Alonso. A pesar de tener fama de padre amoroso, comprensivo y protector, Fabia iba diciendo que en ocasiones había acudido a ella pidiéndole amantes , en su época joven, Don Pedro, a pesar de ser la figura protectora que defiende la honra de sus hijas, busca el bienestar de sus hijas y es aquí donde rompe un poco con esas convenciones sociales de la época. Este machismo se desencadena por la característica más importante de la mujer en aquella época, ser inconstante. Un ejemplo claro es cuando Inés le pide ser monja, página 59.
Y en condiciรณn de mujer, que es fรกcil de persuadir, tan poca firmeza alcanza que hay de mujera mudanza lo que de hacer a decir 1.5.3. El rey don Juan II de Castilla
Diego Velรกzques, Felipe III, a caballo. (h. 1635)
1.6. Espacio (por Aleix Oró) En esta obra es difícil determinar el espacio donde se desarrolla la acción, ya que si no se ve representada, no se sabea ciencia cierta, dónde suceden los hechos. Esto se debe a la ausencia de acotaciones, a través de ellas el autor se limita a indicas cuáles son los personajes que participan en la escena que se va a representar. Esto hace que el lector tenga la libertad de imaginar a su gusto donde se desarrolla cada escena. Lope rompe con el teatro clásico ya que cada prácticamente en cada escena se produce un cambio de lugar, en contraste con el teatro clásico en el que la obra se desarrollaba en un solo espacio y en un solo día. Como ya hemos dicho, Lope rompe con este precepto y, la obra se desarrolla en más de un escenario. El caballero de Olmedo empieza en la posada donde se hospedan don Alonso y Tello en su estancia en Medina y hablan sobre lo ocurrido durante el día, pero inmediatamente después, en la siguiente escena se transportan a casa de Inés donde están Inés y Leonor también hablando sobre lo ocurrido. Aunque los escenarios no sean muy variados, se van sucediendo y la siguiente escena ocurre en la reja de la casa de doña Inés y en su casa. En la casa de don Pedro, donde viven Inés y Leonor, aparece muchas veces “la reja”. Sabemos que esta reja da a un huerto, ya que en el verso 22, en una conversación entre Leonor e Inés, Inés le dice: … que fuese esta noche por la reja del güerto. Un huerto y un jardín, lo vemos cuando Inés dice: Bajaba al jardín ayer…. a las fuentes y a las flores estuve diciendo amores… También don Rodrigo menciona las rejas: Diego Velázquez, Vista del jardín de la Villa Medici de Roma con la estatua de Ariadna (h. 1630). Museo del Prado. Madrid
¡oh rejas, enternecidas de mi llanto.... quien vuestros hierros ablanda!
El segundo acto de la obra empieza con don Alonso y Tello hablando y por cómo hablan se podría decir que están de camino a casa de doña Inés, así que podríamos decir que el espacio deben ser las calles de Medina. Al llegar los dos personajes a la reja las escenas se desarrollan entre el interior la casa a la reja y el exterior de la misma. Pero en la penúltima escena vemos que aparecen el Rey y el Condestable y se puede intuir que deben
situarse en un castillo real, en una de sus dependencias, mas no es del todo seguro ya que no hay acotación alguna. La última escena de este acto se sitúa en Olmedo, en la casa de don Alonso, ya que éste en el verso 919 dice: ”Vamos a Medina”. El tercer acto empieza con un escenario nuevo, la arena donde están los toros corriendo y sus respectivas gradas y allí es donde se desarrolla la primera escena, en la plaza de la ciudad de Medina del Campo. Después vemos que Tello va a buscar a Fabia para hablar donde debe de ser su casa y he aquí otro escenario. El Rey, el Condestable y sus criados tienen una pequeña escena hablando sobre la jornada, esto sucede en la estancia donde se aloja el Rey, otro espacio. Más tarde por la noche, don Alonso, junto con Tello, va a despedirse de doña Inés en un escenario ya típico que es la reja de la casa de doña Inés. Después de despedirse emprende camino y el siguiente escenario que nos encontramos es el del camino de Medina a Olmedo donde don Alonso es herido de muerte por un sicario de don Rodrigo. Paralelamente en casa de Inés sucede otra acción, esta consigue que don Pedro acceda a casarla con don Alonso, sin saber que este está muriendo. Y ya en la última escena, vemos que la acción se desarrolla en las estancias del Rey donde está dando honores a varios personajes. En el camino de Medina a Olmedo, sabemos que hay un campo con árboles al lado de camino. En el camino hay un arroyo, ya que Alonso cuando está cruzando el camino dice: … cuando partí de Medina; y al pasar un arroyuelo… y …del agua al manso ruido y al ligero movimiento…
En conclusión, vemos que Lope rompe con el teatro clásico ya que hay mucha variedad de escenarios en la obra.
1.7. Tiempo 1.7.1. La época (por Paula Martín)
La tragicomedia de Lope se basa en una canción popular del S. XVI, basada en una historia real en la que un caballero de Olmedo fue asesinado en el camino a Medina. Que de noche le mataron al Caballero, la gala de Medina, la flor de Olmedo. Podemos situar la acción de la obra en el S. XV, durante el reinado de Juan II de Castilla, concretamente en el año 1432. Lope de Vega nos lo indica en el segundo acto en la escena de la conversación del rey don Juan II y su valido, el condestable Álvaro de Luna, en los versos 2078 al 2105, ya que al poner de manifiesto al rey como personaje de la obra nos indica la época en la que está ambientada la historia. 1.7.2. Tiempo del relato (por Aleix Oró) La obra se desarrolla en la época en la que se celebran las fiestas de la feria de Olmedo, en Valladolid, a finales de mayo, por lo tanto, en primavera. Las escenas más importantes de la obra: los encuentros entre los amantes y la muerte del caballero suceden de noche. Esta ambientación contribuye al tono trágico de la obra. Con el tiempo del relato sucede lo mismo que con el espacio: la obra se desarrolla en un espacio temporal superior a un día, de esta manera Lope rompe con la unidad de tiempo del teatro clásico. Aunque en el primer acto vemos que la acción se desarrolla en dos o tres días máximo, ya que en las pocas acotaciones que hay en el libro, en una dice: “de noche”, cuando todos duermen y, en cambio, la siguiente escena sucede a la mañana siguiente, porque aunque no se diga explícitamente, se sobreentiende. Entre el primer acto y el segundo, pasa cierto tiempo; vemos que al acabar el primer acto don Alonso e Inés sólo se han visto dos veces, sin embargo, al empezar el segundo acto, en la conversación entre don Alonso y Tello, este le pregunta si no se cansa de ir y venir de Medina a Olmedo constantemente. Al llegar a casa de Inés vemos que es de noche, porque don Pedro en el verso 286 le pregunta a Inés por qué no se ha acostado. Después vemos que pasa toda una noche ya que al terminar la escena Tello le dice a don Alonso que tiene que irse porque ya ha amanecido, versos 438-440. Desde este punto y hasta el final del acto la acción se desarrolla en un sólo día. Del segundo al tercer acto sólo pasa un día, ya que hay un momento en el segundo acto que el Condestable dice: Pues pienso que determina por servirte, ir a Medina a las fiestas de mañana. (vv. 716-718)
Este tercer acto se desarrolla en tan sólo un día ya que por la mañana es la fiesta de lo toros y por la noche cuando don Alonso hace camino y lo matan. Aunque la última escena ya ocurra al siguiente día por la mañana, vemos que básicamente ocurre en un día.