La siguiente obra es un compendio de los trabajos que mis compañeros de la Novena Dimensión han mostrado, una muestra de su creatividad y su habilidad con la escritura, todo lo que puedo decir es: Ojala lo disfruten tanto como yo al momento de compilarlo, y que ojalá vengan más después de este. L
"A CONTRA LUZ" Admire tu cuerpo desnudo a contra luz; mientras canto la canción que creaste para mi consumo lentamente la luz que brota de tu sexo, furioso y obsceno, manso y puro; ya no importa si no duermo, ya no importa si me muero. Rasgaré los sueños que tejiste con los hilos de mi cordura, me desvestiré de ellos; sin importar lo que ocurra cuando acabe y en la noche eterna, cuando la hora me llegue, pensare en ti. Besare lentamente tus labios a contra luz; cuando termines la canción de mi muerte y me bañare en tu sudor, el sudor de tu seno, el mismo donde me cobijaste por tanto tiempo; donde por tantas noches dormí. Y me alimentare de ellos, de tu aliento materno; y al finalizar, escupiré en tu fuente primordial, deseando no hacerlo. Cansado, maltrecho, agotado, agobiado, muerto... Solo por ti. Sentirás como parte de mi queda en ti, y como parte de ti queda en mí. Por un minuto estaremos sucios, por un minuto seremos puros. Sin rogar ni llorar me iré con la noche; sin llorar te dormirás en tu lecho mortal; y este rito carnal se alojara en tu recuerdo y morara en mí soñar. Al fin podre decirle al mundo que, por una noche, una simple noche... Admire tu cuerpo desnudo a contra luz.
Del libro-recopilatorio-poemario llamado "Versos Malditos" de Carlos_Poeta
WESTERN Por Thor_Maltese Primer Acto El Comisario del pueblo Nueva Meseta abrió la puerta de su lugar de trabajo, llevaba a alguien con él. -Entra a la cárcel, tranquilo tendrás compañía. Sé que tenías buenas intenciones pero desapruebo lo que hiciste. El joven entra sin protestar, otro sale a hablar con el comisario. -¿Ha venido para dejarme salir? Reflexione Cloud-san Preguntó el otro encarcelado con un extraño acento. -Ya te lo dije Akira, no apruebo la acción que hiciste el mes pasado. Ustedes dos se parecen. Sé que son buenos muchachos por eso quiero que no se metan en problemas. Fueron las palabras con las que respondió el comisario mientras se sentaba al frente de su escritorio y tapaba sus ojos con el sombrero. -Rayos, estos occidentales son unos necios y Cloud-san es el patriarca. Comentó molesto el extraño joven. -No eres de por aquí ¿Verdad? Cloud es uno de los comisarios más necios de toda esta parte de La Gran Meseta. Solo debemos esperar un poco ¿Cómo te llamas? ¿Que hiciste para que te metieran aquí? Pregunta el recién llegado a la cárcel. -Taba Akira, mi nombre. La acción por la cual estoy aquí, le corté una mano a un hombre quien quería llevar en contra de su voluntad a una chica ¿Qué hay de ti? Pregunta el extraño joven a su compañero -Clint Williams por nombre, por acción bueno le disparé un extraño por tratar de robarle la mujer a un campesino. Como Cloud me conoce solo me está dando hospedaje aquí. Fue la respuesta de Clint. -No puedo perder tiempo en este pequeño pueblo, aunque mucha gente me ha tratado bien. Debo dirigirme a la ciudad Río Marrón. Comentó el joven extranjero.
-¿Piensas tomar un Expreso Arenero? Esos expresos van más allá del Mar de Arena ¿Piensas regresar a tu casa? Preguntó curioso Clint. -En parte, en la ciudad Río Marrón están las personas con quienes vine a este país. Corren mucho riesgo y como encargado de la seguridad de la delegación es mi deber protegerlos. Pero como a veces el idioma que ustedes hablan no se me da, pensé en pedirle ayuda a uno de ustedes para que ayudara. Respondió riendo Akira. -Como no tengo a donde ir en estos meses, te voy a ayudar ¿De dónde eres? Preguntó Clint también riendo. -De uno de los países que están más allá del Mar de Arena, Nipón ¿Has escuchado hablar de mi país? Fue el comentario de Akira lleno de curiosidad. -Solo he escuchado un poco de algunos países que están más allá de ese mar. Lo siento amigo. Respondió Clint. -Si te unes a la delegación conmigo podrás conocer mi país. Comentó Akira tratando de despertar la curiosidad en su compañero de celda.
Segundo Acto Cloud se despertó, sus encarcelados después de esa conversación se quedaron exhaustos y durmieron un poco. El comisario se despierta y les dice. -Muchachos voy a la taberna a beber un poco y a hacer mi ronda de la tarde. Los voy a dejar salir pero no salga de este edificio. Cloud dejo a los muchachos en la comisaría. El ya algo mayor comisario se va a la taberna. Una muchedumbre lo esperaba. Cloud se acerca a la barra en donde el cantinero atendía a su clientela. -Lo mismo de siempre mi amigo. Dice el comisario. -Tengo algo que contarle Cloud, por eso la Junta de Vecinos están aquí, quieren hablarle.
Cloud toma su vaso lleno de güisqui, se voltea y les comenta a los miembros de la Junta de Vecinos. -Si tienen algo que decirme, pues díganmelo saben bien que no me gustan las conversaciones en voz baja. El dueño de la tintorería y presidente de la Junta de Vecinos le responde a Cloud. -Sé que los muchachos que están en la cárcel son buenos muchachos, actuaron defendiéndonos pero han traído un problemita al pueblo El comisario se extrañó un poco al escuchar tal cosa. -¿Qué tipo de problemita estamos hablando? El cantinero sale de la barra, se coloca al lado de Cloud y le responde. - Pues nada que digamos “muy grave” solo que los hombres que mataron pertenecían a la banda del terrible Falcón. El vigía del pueblo vio muy cerca de nuestros territorios a esa banda, con sus caballos de acero dentro de unos pocos minutos deberían estar aquí. El dueño de la tintorería se altera un poco y responde en ese tono. -¿”Muy grave”? ¡Esa es la peor banda de ladrones de este lado de la Meseta! y lo dices tan calmado. No creo que vengan a hablar de lo que sucedió. Debemos prepararnos para lo peor, todos preparen sus rifles y demás armas. -No seas paranoico, ese Falcón sabe que soy el comisario de este pueblo, no debería ponerse tan “gracioso” aunque no estaría sobrando eso, que nos preparemos si nos toca pelear. -Por los menos esos muchachos nos adelantaron un poco de trabajo, ya hirieron de gravedad a dos de los bandidos. Nos quedarían unos doce más y ya. Dijo el cantinero riendo. -Les repito señores que en estos momentos es mejor conservar la calma y reírse de la situación, si entramos en pánico no sabremos que podemos hacer. Agregó Cloud mientras terminaba de beber. La breve reunión en la taberna se terminó, hasta el alcalde del pueblo salió con una pistola enfundada a recibir a los bandidos. Cloud estaba al lado de su jefe como protector. En pocos segundos el pueblo se subió a las azoteas y tejados de los edificios y prepararon sus armas para la pelea. Una gruesa nube de humo irrumpió en el pueblo, era el galope de los caballos de hierro de la banda de Falcón.
Tercer Acto Falcón entró en el pueblo, gotas de sudor estaban presentes en la frente de Cloud y el alcalde también se encontraba nervioso. La nube de humo se calmó para después desaparecer. Montado en un caballo de color oscuro estaba Falcón en la cabeza de la alineación de su banda. -Veo que no era mentira que el comisario más duro estaba en este pueblo. Se lo diré simple y sin rodeos. Solo queremos a los que mal hirieron a dos de mis amigos, eso es todo. -Verá Falcón, los dos muchachos se han ganado un poco del cariño de los habitantes de este pueblo… Antes de que terminara de hablar el bandido disparó con su revólver al alcalde en la pierna. -Creo que fui muy claro solo entréguenme a esos dos. No quiero pelear, los Confederados me andan buscando y no quiero problemas. -Creo que no hizo lo correcto Falcón. Comentó Cloud tomando al alcalde del suelo para luego barrerse lejos del lugar y abrir fuego con su revólver. Los habitantes abrieron fuego también desde las azoteas. La banda de Falcón comenzó a responder al ataque. Cloud llevó al alcalde con el médico del pueblo y regresó al poco tiempo a la pelea. A pesar de que los habitantes de los pueblos estaban ubicados estratégicamente muchos salieron heridos de gravedad. El bandido se aprovechaba de la velocidad de sus caballos de hierro y el alcance de sus rifles robados a los Confederados. Cloud y el dueño de la tintorería se encontraban disparando en uno de los callejones del pueblo. -Necesitamos ayuda Cloud y con urgencia ¿No puedes llamar a los Confederados? Pregunto el dueño de la tintorería. -El comunicador se dañó hace un mes, y con el técnico herido pues creo que tendremos que esperar un poco. Respondió el comisario. -Tenemos que encontrar ayuda como sea ¿Entiendes? Si no lo hacemos nos matan. Dijo histérico el presidente de la Junta de Vecinos.
En ese instante por la mente de Cloud pasó un pensamiento, si los dos muchachos vencieron tan fácil a dos de los bandidos de la banda de Falcón es que son igual de fuertes que uno o más de los Confederados. Solo ellos podían ayudar al pueblo de Nueva Meseta en este instante. -Cúbreme, voy a la comisaría por unos rifles y por algunos refuerzos. Dijo en tono seguro el comisario. La gente del pueblo intensificó su ataque, empezaron a usar balas que al leve contacto con la superficie del objetivo explotaba. -Solo necesito fracciones de segundos para llegar a mi lugar de trabajo y convencer a los muchachos. Ellos son nuestra esperanza, espero que colaboren, en el fondo sé que son buenos chicos. Aún recuerdo como Akira le cortó la mano a ese tipo y como Clint disparó con su revólver. Dijo para si mismo el comisario.
Cuarto Acto -Tenemos que hablar con urgencia. Dijo abriendo la puerta Cloud -¿Qué sucede Cloud-san? Preguntó Akira nervioso. -Escuché disparos en el pueblo ¿Sucede algo grave? Preguntó Clint. -Los tipos a quienes ustedes mataron eran miembros de la banda de Flacón. Tomen sus cosas tenemos que defender a este pueblo. La gente de aquí les tomó algo de cariño así por favor les pido que me ayuden. Dijo calmándose el comisario. -Cloud-san puede contar con mis sables. La gente de aquí me ha tratado bien a pesar de que a veces no me pueda entender con ellos. Apuntó Akira tomando su juego de sables. -Si me prestas un rifle puedo ayudar un poco Cloud. Dijo Clint rascándose la nariz con una sonrisa. -Bueno ya mismo no vamos. Ordenó Cloud tomando un rifle de más poder.
-Momento ¿Akira no llevaras un arma de fuego? Preguntó Clint extrañado. A lo que agrega en forma de comentario. -No creo que con esos cuchillos puedas hacer algo. -No son cuchillos son sables, estos occidentales no entienden. Perdemos tiempo discutiendo por mi arsenal es mejor irnos de una vez. Respondió algo molesto el joven. -No te creas amigo Clint, nuestro amigo Akira con esos sables venció muy fácilmente a un hombre armado con una escopeta de dos cañones. Agregó el comisario riendo. -Bueno amigos, es tiempo de salir a darle su merecido a ciertos bandidos. Sin la ayuda de los Confederados el Pueblo de Nueva Meseta pudo defenderse de un ataque de la salvaje banda de Falcón. El líder de la banda fue capturado vivo y entregado a las autoridades correspondientes y todo fue registrado en el libro del pueblo. Una parte del dinero de la captura del pueblo fue entregado a los dos jóvenes que llegaron un día, uno con un sable y un conocido de Cloud. El resto del dinero sirvió para operar al alcalde y para reparar algunos edificios. El pueblo celebró la captura después de entregado el maleante. Cloud y los dos muchachos se encontraban en la comisaría hablando. -Bueno si se quieren ir es su decisión. Espero que se hayan despedido Dijo riendo el comisario. -Tengo que cumplir la labor que me asignaron Agregó Akira riendo también. -Y debo ayudar a este extranjero a llegar a la ciudad de Río Marrón, si no quien sabe a lo mejor se pierde por ahí en el desierto. Comentó Clint. -Bueno muchachos se pueden quedar con los caballos de hierro de los bandidos. Usen las máscaras contra las tormentas de arena, son habituales estos días. Así comenzaron las aventuras de estos seres tan dispares por el ancho desierto de Nueva Arizona, un guerrero con sable y un vaquero.
EL ESCAPE DEL PECADOR Por Thor_Maltese -Hay una forma de escapar del Infierno, si llegas a encontrar el túnel en donde la Mariposa de Hierro pone sus crías, lo que debes de hacer subirlo y llegaras al Purgatorio, el camino dentro del túnel está lleno de peligrosos obstáculos y afiladas púas y los gusanos hambrientos pueden buscarte con solo oler tu sangre pero despertaras de esta pesadilla. El anciano después de decirme eso cayó al caliente suelo, el Verdugo lo levantó con azotes de su látigo de fuego, yo seguí caminando cargando el peso de mis pecados convertidos en una roca de color negro. El sol infernal se ocultó y aproveché la ocasión para escaparme. Corrí con velocidad y escondiéndome de los demonios, de repente La Mariposa de Hierro irrumpió en el cielo moviendo sus inmensas alas grises. Tomé un largo tentáculo de una cesta, y seguí corriendo en busca de la salida que me dijeron. Mire hacia arriba, un inmenso agujero en el rocoso tope del Infierno, del mismo salían púas. Usé el tentáculo como cuerda y empecé a escalar sin ser visto. Entre al oscuro túnel, gateando apresuradamente y evitando las púas. Mire a mi alrededor, miles de cuerpos mutilados y con marcas de dientes acompañado de sangre en las paredes, una de ellas llevaba la famosa escritura de Dante “Pierda toda esperanza al llegar a este lugar” Un cuerpo me observó, de su frente salían extraños dientes y un clavo atravesaba su garganta me dijo. -Si los demonios, los hijos de la Mariposa de Hierro te ven, te harán algo peor que esto, si quieres salir de aquí necesitas tus pecados y encomendarte al Nazareno, si es que crees en él para salir. -La piedra la llevo conmigo y mi fe está perdida, pero no debo estar en El Infierno. Fue mi respuesta, seguí caminando, el túnel se hacía más estrecho y las púas abundaban, no había cuerpos mutilados, nadie había llegado tan lejos. De repente sentí que la sangre bañaba mi brazo derecho y un fierro al rojo vivo quemaba mi carne, no debía detenerme así que seguí con mi recorrido. El aire me faltaba, los párpados me pesaban y mi cuerpo se debilitaba, la arena se movió fuertemente, salieron unos gusanos dotados con colmillos afilados detrás de mí, seguí gateando torpemente con las larvas rastreando mi sangre en el suelo.
Un gusano me alcanzó y me mordió en la pierna, grite de dolor, sus colmillos eran fríos y rompían mi endeble carne con extraña rapidez, otro quería hacer lo mismo con mi cuello, me defendí usando la roca oscura de mis pecados que llevaba en mi mano izquierda, la frágil cabeza del gusano se deshizo y la verdosa sustancia que le daba vida se precipitó sobre mí, sus hermanos me seguían atacando, y yo lentamente seguí con mi huida. Salí del túnel, la luz del Purgatorio apartó de mi cuerpo los gusanos y me desmayé justo en el momento cuando el encargado me vio y quería hablarme. Súbitamente me despierto, la roca oscura en mi mano izquierda era el tarro del cual bebía cerveza, el fierro caliente era la tabla de freír la comida, los gusanos eran mangos verdes, lo que sentí fue el ardor de meter mi mano en el hielo seco, la pierna sangraba por la mordedura de mi perro, era leve la herida, el encargado del Purgatorio resultó ser mi hermano, el anciano en el suelo era mi tío, el Verdugo mi primo, el tentáculo una cuerda de oscuros hilos, la Mariposa de Hierro el ventilador, mi alucinación fue por comer esos hongos y mezclarlos con cerveza de la mala.
GATOS EN LAS GRADAS Por Thor_Maltese 1 Ahora estoy viendo la luna, la misma luna que tanto le gustaba, mis compañeros en esta solitaria grada, son gatos callejeros, animales dejados a su suerte, así me siento yo, fui abandonado a mi suerte. Todo empezó hace ya unos meses, ella y yo vivíamos juntos, éramos novios. La felicidad en ese entonces para mí lo era todo, y no un estado mental como analizo ahora. Aun me recuerdo de su nombre, de la que me hecho a las frías calles, Medea. -Kevin, tenemos que hablar. Cuando ponía ese tono, las cosas eran serias. -Ni un Buenos Días, ni nada. Oye ¿Qué falta de educación es esa? -No te pongas necio, tenemos que hablar. Mi tía se está molestando, ya no estás pagando tu alquiler de la habitación. Mi búsqueda de trabajo se tornó infructuosa, nadie quería contratar a un electricista que escribe cuentos de ciencia ficción. Y el asunto se complico, tenía como 6 meses sin pagar la renta, no tenía trabajo y Medea, bueno ella seguía siendo ella, solo que insistía que le pagara a su tía, día a día me lo recordaba, aparte de eso la notaba distante. Ahí empezaron a ponerse mal las cosas entre ella y yo. Después de ese amargo despertar, me fui a buscar empleo, con solo una taza de café en las entrañas y esperar comer algo en el almuerzo. Un amigo me dijo que fuese a una compañía necesitaban a un electricista con urgencia. Necesitaba el trabajo, el dinero, aunque ese oficio no es lo mío. Lo mío es escribir. Pero de algo tengo que vivir si no hay un editor que se anime a leer mis trabajos. Medea y yo nos conocimos, en la universidad, que tiempos aquellos, ella estudiaba para ser profesora y yo estudiaba ingeniería eléctrica, aunque publicaba algún que otro trabajito, cuando el tiempo de estudio me lo permitía y compartía ganancias con el señor de las fotocopiadoras. Fue un día que pasé a hablar con el señor Gregorio, el de las fotocopiadoras, cuando la conocí, me dijo que ella había comprado casi todos mis escritos, junto con otras personas. Me sentí como si flotara en las nubes justo en el momento cuando me preguntó -¿Tu eres quien escribe estas historias?
2 La compañía que necesitaba un ingeniero eléctrico organizó una entrevista, afortunadamente soy el tercero en la fila. Mi amigo trabaja al lado de la misma, me voy llegar, traía algo en la mano, no veía bien debido a mi escaso desayuno. -Kevin, llegaste temprano. Toma, come esto. Necesitas tener algo en las entrañas para lidiar con la entrevista. Pero no te acostumbres a desayunar a costa mía. -Tu nombre fue puesto correctamente Salvador ¿Cómo están las cosas aquí? -Bueno, como bien sabes, trabajo aquí, y los últimos ingenieros, dejaron mucho que desear. Mi jefe me sugirió que me dieras tu currículo. -¿Qué le pareció? -Muy bueno. De seguro entras en la compañía. ¿Cómo van las cosas con Medea? Fue la primera vez que me tardé en responder, una pregunta tan sencilla, con una respuesta tan complicada. Menos mas que mi amigo entendió por lo que estaba pasando solo con verme al rostro. Después de comer con mucha ganas, llegó mi turno. La entrevista, la ansiada entrevista. A pesar de todo necesito el trabajo, el dinero, pero necesito ejercer mi verdadero oficio. -Buenos días, vengo… Un señor de grueso bigote me vio y respondió -Buenos días joven, se a que lo viene. Tengo que decirle que su currículo es muy impresionante mejor que sus antecesores. ¿Dígame que expectativas tiene de esta organización si llega a entrar? Una pregunta predecible, con una respuesta que se hace en dos segundos. -Si llego a entrar, solo espero adaptarme y cumplir cabalmente mi trabajo. Se impresionó, lo noto, espero que me den el trabajo. -Me agrada Kevin ¿Esta libre para el día quince del próximo mes? El mismo día que tengo que pagar lo que debo. -Si pero, ¿No puede ser antes? -Claro, mucho mejor para esta empresa tenerlo antes de esa fecha. Solo venga, yo le diré todo sobre esta entrevista. Salí lleno de alegría, creo que conseguí el trabajo. Vaya por fin podré pagarle a la tía de Medea.
3 La universidad no se me hizo eterna, ya que ella estaba allí conmigo, a mi lado. Un día pasó algo interesante, durante las vacaciones de agosto, fui a visitarla, hicimos una parada en una grada al frente de la misma se encontraba una cancha de básquet. Me quede sorprendido al ver tanto gato callejero. -No son callejeros Kevin, sus viejos dueños los abandonaron, y parece extraño todos terminan en esta grada, algunos vecinos le damos de comer. Pobrecitos, algunos se han muerto, enfermos ya que al parecer no quieren estar ya con los humanos, otros perfeccionan sus instintos para sobrevivir. Me quedé sin algo que decir, era sorprendente. Esos gatos, una vez queridos por alguien y después solos en la intemperie. Ese año pasaron cosas interesantes, nos graduamos casi simultáneamente y me quede sin un techo en donde dormir. Y se me ocurrió la idea de irme a vivir con Medea, para ese entonces aun tenía una pequeña remesa de dinero escondida y me pude pagar el hospedaje, solo por un tiempo. Algo me decía que pronto estaría como esos gatos, o entre las cenizas, pero no hice caso a esa voz en mi mente. Para esos días estaba feliz, ella estaba todo el tiempo conmigo y me conocía muy bien, hasta mejor que mi mismo, salíamos todos los viernes al cine. Su tía aún no decía nada sobre mí. No le convenía. Fue un día que me armé de valor, y arriesgando toda mi remesa de dinero, en una acción, que aun hoy no me arrepiento, pero el infortunio empezó a estar conmigo desde ese día. Escribí la obra más extensa que he escrito, se llama La Luna de la Eternidad, y la envié a una editorial, por un concurso regional de nuevos escritores. La tía de Medea, me empezó a mirar mal, y fue en ese momento que empezaron los problemas entre Medea y yo. Siempre discutíamos, por cualquier cosa, no tenía trabajo, como ella, algo que siempre me restregaba en la cara casi se jactaba de eso, en cambio, nunca recibí la respuesta de la editorial, eso pensé. El mes se me hizo eterno, las peleas se extendieron, desde el mediodía hasta entrada la noche. Una noche mi amigo Salvador, me encontró en la grada de los gatos, y fue cuando me pidió mi currículo, y entre sollozos le afirme que lo haría. Me sentía miserable, porque sabía que la perdería tarde o temprano.
4 Llegué a mi “casa”, Medea me esperaba en la puerta, afuera con su cara que usaba para discutir conmigo. -¿Te dieron el trabajo? -Definitivamente perdiste toda la educación, ya casi no te reconozco. Tengo que ir la semana que viene. Espero que con eso te humanices un poco. -Te llegó una carta, está en la mesa del recibo, mi tía no está. Una carta, por fin las cosas mejoran un poco. ¿Me pregunto quién será? Ya el suspenso se empieza a apoderar de mí. Con tal que no sean mis padres está bien. Me acerqué lentamente a la mesa, la carta estaba allí. ¿Quién será? ¿Desconozco a quien le pertenece este sello en la esquina del sobre? Abrí la carta. En editor de ese sello editorial leyó mi trabajo, quedó impresionado. Por fin un poco de luz en este oscuro túnel. Tengo que ir a la Editorial dentro de un mes, mi trabajo puede que sea publicado. Me dan ganas de restregarle esto en cara a Medea, pero no sería lo correcto, sería caer en su nivel, pero me gustaría demostrarle que se puede vivir de las cosas que te gustan si tienes mucho empeño y un gran sueño. Sabía que no había perdido mi dinero, lo había invertido. Tardé dos semanas escribiendo esa historia, con la ayuda de una máquina de escribir, porque ni siquiera tengo para irme a un centro de conexiones y usar la computadora. Algo de buena fortuna, sé que tengo el trabajo, pero espero que la editorial por lo menos me permita publicar dos de mis obras. De seguro le va a gustar al editor Hombre en la Luna. De repente entra a la sala Medea con unas maletas en sus manos. -Te tienes que ir. Esa carta… -No digas mas nada. Con un poco de empeño la gente llega a cumplir sus sueños. Y así termina esta historia, así termine rodeado de gatos abandonados, un trabajo, un sueño cercano a cumplirse pero con el corazón roto y un pesar tremendo, Medea me sacó de su casa y de su vida, y yo tengo pensado sacarla de mi vida. Ya que con alguien como ella, prefiero estar solo.
SEÑOR COOK Por an510 1 La oscuridad, inunda el cuarto como un manto que lo cubre todo, la única luz que es posible ver es la de los autos que pasan cada cierto tiempo por una carretera cercana y con cada luz una figura que mira hacia afuera, a la oscuridad, pese a ser imposible verlo de espaldas parece dubitativo -Sabes es graciosa, digo la vida, parece simple cuando naces y sencilla mientras creses, pero conforme envejeces te das cuenta de que tal vez no es lo que en realidad esperabas, quiero decir, míranos estamos aquí esperando una llamada, que cerrara mi día de trabajo en esta transacción hostil…. Me pone a pensar un poco, sabes, porque a decir verdad bueno tengo 27 años y no he tenido ninguna relación estable ni algo así, no te confundas, no es que no hayan existido mujeres, es solo que compartir no es mi fuerte, aunque he decir que no ayuda mucho el que todas comiencen como un torrente sexual que se enfría cuando quieren algo mas, aunque por otro lado bueno tengo un buen empleo tu puedes juzgarlo, ¿no?, Pagan bien, Viajo bastante, hasta cierto punto horario libre, aunque si te soy sincero hace un par de años que no me he tomado un día de vacaciones, seria agradable, puedes creerlo o no pero este trabajo estresa. Es decir ¿cómo crees que me siento estando hasta tarde aquí contigo esperando una llamada para finiquitar este asunto? Tú debes estar en lo mismo mírate pareces un manojo de nervios sería bueno que me dieras tu opinión.Se gira hacia la oscuridad y observa la silueta apenas visible de un hombre sentado, de aspecto medianamente Atlético- no hay comentarios, UPS perdón, lo olvide por completo permíteme.- Se acerca y encienda una luz, observa al hombre amarrado a la silla con cinta adhesiva de tela industrial, sujeta una punta de la cinta y la arranca rápidamente. El sujeto libera un grito - Lo siento- se disculpa - Maldito bastardo desgraciado, te matare, te matare¡¡¡¡¡¡¡¡ - Pótate, potato - ¡No sabes con quien te has metido, te van a encontrar y te colgaran de las bolas en un rastro mientras yo me río de esto! - Mnmn, creo que no fue tan buena idea quitarte la cinta. - ¡Te juro que te matare a ti y a tu familia! ¡Violare a tu madre mientras me miras hacerlo, y luego te matare! - SIP definitivamente no fue buena idea…está bien desahógate, eso ayuda créeme lo sé… s-á-c-a-l-o
- ¡Eres un hijo de puta! ¡Te matare! - Bla, bla, bla… Un teléfono suena y el silencio parece hacerse. El otrora Quejoso prisionero se ha quedado callado de pronto. El sujeto libre acerca una silla de un extremo de la habitación hacia el hombre atado colocándose enfrente. Y volviéndole a poner la cinta en la boca. -Bien ahí está, lo pondré en Speaker, así podrás escuchar estoy seguro que odias el suspenso.-lo sostiene en su mano, mientras el Hombre atado comienza a sudar. Se oye una voz en el teléfono. -lo tienes -yep -¿donde lo tienes? -Justo en frente, por cierto está escuchando, espero no te moleste pero lo he puesto en speaker, para que escuche lo que tengas que decirle. -bien, escúchame cabrón,- dirigiéndose al hombre atado, mientras el hombre sentado enfrente lo señala con el dedo a modo de burla-me fallaste, teníamos un trato, pero tenias que ser codicioso ¿verdad?, bien te enseñare que nadie le roba a Milo Dimitros y será una lección muy dura de aprender, nuestro amigo mutuo-El hombre sentado se señala a si mismo-te la va a enseñar. Se hace un silencio del otro lado de la línea dando a entender que ha terminado, el se levanta de la silla y se aleja un poco -Muy bien, espero no te moleste si quito el Speaker esto es personal- dice mientras se aleja y después, se coloca el teléfono para hablar normal- Tengo un par de preguntas señor Dimitros, me podría hacer favor de responderlas - ¿Que quieres? -Mi Vuelo sale hasta dentro de 2 días, ¿desea que me haga cargo de alguna otra cosa? - ¿Que no siempre te quejas no tienes jodido tiempo libre? Úsalo - ¿cómo? - Que se yo, métete en el hotel, llama a una puta o a 3 y ten una orgía, ten imaginación. Mierda. -Está bien, creo que fue una pregunta estúpida, pero la que sigue no, ¿rápido, lento, muy rápido, o realmente lento?. -Lento y que diga no jodas a Dimitros. Te veo en 2 días, ha y cuando acabes mándame un mensaje con la dirección de donde está el cuerpo.- el teléfono queda en silencio, el lo guarda en su bolsillo, tranquilamente saca una navaja de su bolsillo y se acerca al
prisionero lo sujeta de la cabeza- Me gustaría decir algún Cliché o algo así pero a decir verdad no estoy de humor, realmente lo siento, pero oye, Compartimos un tiempo de calidad y te lo agradezco de veras, nadie me había escuchado así antes, bueno aunque hacia mucho que no me tocaba trabajar solo un asunto de estos, lastima, y por si te lo preguntas, este va a doler, así que te aconsejo que guardes el aliento, porque esto es solo el principio… En otro lugar. Un hombre cuelga el teléfono tranquilo, y enciende un cigarrillo. -Señor Dimitros está seguro que lo van a matar - No lo sé y no me importa, conociéndolo hará una carnicería o una guerra Antes de que eso pase, da igual de cualquier forma, a mi me conviene mientras termine muerto. - Y no le preocupa que lo maten, que lo aprendan las autoridades o peor que salga vivo y regrese para vengarse - No me jodas, Ese cabrón está enfermo, si te soy jodidamente honesto si me dan a escoger entre que mate ese bastardo o alguno de mis enemigos corro a ver uno de mis enemigos. Pero no hay problema Si no lo matan me encargare de que no regrese. 1.1 Hace mucho tiempo, antes de nacer, la madre de Nadia Medina fue violada y de ese terrible hecho nació Nadia, SU madre no pudo abortarla, porque la abuela de Nadia era una católica extremista, y ese no era del designio de dios, Así que cuando la pequeña niña nació, su madre huyo, Y la dejo con su abuela, Una mujer realmente enferma de quien recibía una tunda cada día por cosas tan insignificantes como comer dulces “no comas dulces” le decía ala pequeña, “son instrumentos del diablo”, y al terminar de decir aquello, la pobre niña recibía una tunda del mango del bastón de la anciana. La vieja vivió hasta que la pequeña cumplió 6 años, años en los que estuvo encerrada en su casa y que solo salía a la calle para ir a una iglesia, cosa que aborrecía, aun así pensaba en su mama, que vendría y la salvaría de su horrible abuela, pero nunca paso, en lugar de eso llego una monja y se la llevo al orfanato de las hermanas de la caridad o alguna cosa por el estilo, según recuerda ella misma, ahí no fue tan malo, tuvo, por primera vez amigas, bueno un par de amigas, amigas con las que compartió parte de su vida, amigas que como ella odiaban el tener que levantarse a las 6 de la mañana para cambiarse y “ponerse presentables”, para ir a la iglesia, Amigas que al final la dejaron como su mama, cuando fueron adoptadas por padres que ella no tendría. A los 13 tuvo por primera vez la idea de hacer algo que en la Biblia decía que era muy malo, el suicidio, robo un frasco de pastillas de la enfermería y lo trago todo. En aquel entonces hubiera sido bueno saber que los laxantes no se toman todos, estuvo una semana en la enfermería, entrando y saliendo del baño con un dolor de estomago horrible, tuvo que aguantar además dos semanas hablando con el padre Rodrigo, más bien escuchando, el porqué había tomado aquel frasco mientras ella rezaba para que todo
aquello terminara. Nunca se sintió más paria en su vida que en aquel momento. Ya no tenía amigas y las niñas del orfanato la miraban como un bicho raro, Ya no podía ser adoptada por nadie, y afronto su destino, se refugió en los libros. A los 18, se fue del orfanato con una dirección de un albergue juvenil y el deseo de jamás volver a ver aquel sitio. Por un tiempo no fue tan malo, La vida le sonrió ligeramente y consiguió una pequeña casa y un trabajo de secretaria en un despacho de contadores, aun así su vida continuaba sin algún sentido real, se levantaba, he viva a trabajar, comía, dormía y veía la televisión mas por tener que hacerlo que por desearlo en si, Sus compañeras del trabajo pensaban que era una chica desabrida por el poco contacto que tenia con ellas y porque siempre rechazaba las invitaciones para ir con ellas a algún bar., “el vino es la tentación del diablo”, decían las monjas, aun no sabía porque seguía aquello que tanto odiaba como algo natural. Pasaron 5 años, en lo que nada cambio, Salvo que compro un gato que se escapo a las dos semanas de haberlo comprado y plantas que parecían no querer florecer nunca, NADA pasaba en su pequeño mundo, así era, pero entones conoció al contador Rocha, Jorge Rocha, Un hombre maravilloso del cual era secretaria, un hombre, dulce, sensible y buen padre, Aunque claro no lo era con ella, no en ese momento, pues Jorge era casado. Y pese a todo lo que había aprendido, por primera vez, conoció el adulterio, y no le importo. Porque finalmente podía sentirse feliz, el vacío en su interior se fue y se sintió bien. Hace 2 meses El contador rocha fue acusado de lavado de dinero, y ella lo encubrió, pues lo amaba y él le prometió, le juro, que se irían juntos a una ciudad donde nadie los conocería, Cuando Rocha fue liberado Le llamo le dijo que en 2 días se irían juntos, le dio un boleto de avión, he hizo una reservación en un hotel en una ciudad en el centro de México. Ella vendió todo lo que tenia, se deshizo de todo, recibió el mensaje de él: que fuera sola que ahí se encontrarían. Hace tres días ella llego al hotel y se instalo se quedo en la habitación ansiosa, como un niño esperando el regalo prometido, termino aquel día y el no llego, trato de llamarlo, Pero no recibió respuesta, pensó para si misma “tal vez no pudo tomar el avión y tuvo que esperar otro”. Hace dos días, recibió un mensaje de la recepción, una carta, subió a la habitación y la abrió… “Gracias por todo Nadia, Deposite Algo de Dinero en tu cuenta, para que inicies una vida nueva, lamento no estar contigo, pero no puedo dejar a Jackie y a los niños, ellos necesitan un padre, Se que te prometí que nos Iríamos juntos, pero debes entenderlo, tu mejor que nadie debería entenderlo. Lo nuestro fue bueno y tu sabes que las buenas cosas no se olvidan, agradezco lo que me diste y espero que encuentres a alguien que te ame tanto como yo te ame. Gracias por todo Nadia”
Quiso llorar al terminar de leerlo, pero por alguna razón las lagrimas no salieron, no pudo enojarse, y no sabía por qué. Pidió la primera de las 3 botellas de vino que bebió en el transcurso de aquellos dos días mientras sentía pena por si misma en un rincón de la habitación “Estúpida de verdad creíste que podrías ser feliz” se repetía todo el tiempo, tuvo un sueño horrible de su abuela y las monjas, y una horrible resaca cuando despertó a mitad de la noche actual que vivía, y la idea que no pudo concretar nunca volvió a su mente, esta vez no se sentía tan cobarde y tal vez, sólo tal vez…esta vez podría terminar con su vida, terminar con ese vacío al que llamaba vida.
LA MUERTE DE SPIDERMAN Por Leebedon Parte Uno Prologo: Doc. Ok ha perdido sus brazos mecánicos en una batalla contra Spiderman, quedo colgando de una montaña de sus brazos reales, la única manera de salvarse era quitándoselos, luego de unos minutos indecisos, los soltó, CRASH, cayeron al piso, estaban rotos, no tenían esperanza alguna de ser arreglados, Otto pensó, " debo ir por otros", bajo de la montaña, se dirigía a Nueva York, por unos brazos y una venganza. Parte Dos Entrando y robando: Eran las 11 de la mañana del 15 de agosto, Peter estaba durmiendo luego de una batalla la noche anterior con Venom Gargan, WIU WIU WIU, Peter abrió los ojos, escucho las sirenas de la policía, ambulancia y bomberos, se puso su traje y salió por la ventana de su habitación despidiéndose de MJ y May. Se dirigió a Oscorp, encontró varia gente muerta, atravesados por tubos, con cuellos rotos, otros agonizaban, al llegar a la habitación donde terminaba el desastre, la cual tenía un hueco enorme en una pared, había un tubo largo con una etiqueta, decía: Brazos mecánicos versión 2.0, con cariño, Norman Osborn. Parte Tres Basado en un nivel de Spiderman (2000) Metro: Pasaron los días, rutinas diarias, atrapar pillos con ese material pegajoso que consigues luego de tomar unas fotografías para el Bugle, salvar a los inocentes, ser perseguido por la poli, comer lo que Tía May sirva y besar cuantas veces a MJ, pero esos días no eran normales, los supevillanos de un día a otro, POOF, desaparecieron, Peter y May tomaron en el metro, se sentaron, todo iba bien hasta que el metro se detuvo, PUM,PUM,PUM, se escuchaban unas pisadas tan fuertes que hacia rebotar los pequeños elementos que estaban en el piso, se hacían mas grandes, todos se arrinconaban en una esquina, a la puerta del vagón, esa que debajo tiene unos tornillos que une otro a vagón a este, se le hizo un arrugadón, la puerta se fue volando, era Venom, miro a los dos lados dentro del vagón, primero a la izquierda, luego a la derecha, dijo: ahí estas Parker, entro al vagón agarro a Peter del pie y se lo llevo arrastrando, el metro volvió a andar...
Parte Cuatro Alianza: Peter y Venom entraron en una cueva alejada de la ciudad, era oscura, húmeda y fría, pasaron por un túnel subterráneo, y al terminar de recorrerlo se abrió una gran mega cueva, pero eso no era lo que sorprendió a Peter, lo que lo sorprendió fue que estaban todos sus enemigos reunidos, ¡TODOS!, Desde El Buitre hasta Morbius, Venom lo tiro al piso, todos se abalancearon sobre él, los esquivo, se paro empezó a correr hacia el túnel, pero Wolverine lo detuvo, SNIKT, extrajo su garras miro a Peter, puso las garras debajo de la barbilla de Peter y dijo: Lo siento amigo, estoy obedeciendo ordenes... de mi...
CONTINUARA...
DUERME, NIÑA, DUERME. TERROR EN TRES ESCENAS Por Thor_Maltese 1 Después de ver la película nocturna y digerida la cena, me llevaron a mi cuarto, los párpados me pesaban y bostezaba con frecuencia. -Hoy te voy a leer el cuento que más te gusta. Dijo mi pare, sacándolo de la biblioteca mientras yo me arropaba. Mientras mi pare leía el cuento de hadas, tomé mi oso de peluche, mi padre detiene su lectura y me dice. -Ese oso es el fiel guardián de tus sueños. ¿Siempre lo abrazas por las noches antes de dormir? -Si, desde que lo regaló mi tía cuando tenía ocho años. -Interesante y ¿Te ha protegido de las pesadillas? -Por supuesto, y del engendro que habita debajo de mi cama, no me ha dejado sola. -Un buen protector para mi hija. Mi padre retomó el relato, poco a poco me sentí mas adormecida y finalmente cerré los ojos. Sentí un beso en mi frente de mi padre y como se oscurecía lentamente mi habitación. La noche era fría y mi padre me arropó nuevamente con una manta más gruesa. -Buenas noches a mi niña, espero que no tengas pesadillas. Escuché a mi padre decir casi en un susurro que se lo lleva la brisa. Finalmente dejé de escuchar el mundo exterior y mi cuerpo descanso en paz. O eso pensé, por un instante.
2 De repente sentí que me ahogaba, me faltaba el aire y que mi fiel protector no estaba conmigo. Algo había sucedido. Salí a la superficie. Las azules sábanas de mi cama se sentían como agua, casi me ahogo de no ser por ese brusco despertar que tuve. El extraño mar de mi cama se calmó, divisé a lo lejos una escalera. Nadé hacia la escalera, me asomé, vi en el fondo a mi oso de peluche, tenía que buscarlo. Sentía miedo, sentía que algo me perseguía. Me gire a ver, una criatura salió de las cobijas, un enorme tiburón o algo parecido me buscaba. Baje las escaleras, por un instante pensé que ese monstruo me atraparía. Llegué a un extraño lugar, la parte que dejé atrás de la escalera no se veía, una niebla muy densa la cubría. De repente empecé a escuchar gritos de terror, un Verdugo aplicaba tortura a una persona. El Verdugo le azotaba la espalda con un látigo de fuego, mientras un hierro al rojo vivo entraba a su pecho. Grité del miedo, el Verdugo me agarró por las piernas. No supe cómo defenderme. -Como eres solo una niña, tu tortura no será tan fuerte. El Verdugo colocó en uno de mis dedos una semilla, la cual empezó a crecer alrededor de mi mano. Pensé que no tendría oportunidad de escapar. Solo mi protector me ayudaría a salir de este horrible lugar, y no estaba conmigo. Solo un milagro me salvaría.
3 Gruesas espinas penetraban mi carne, ese dolor aumentaba con más intensidad. Algo sucedió, súbitamente la extraña semilla ya no estaba entre los dedos de mis manos. El otro torturado sacó la semilla y me dijo. _Debes irte. La cara se me hacía conocida, pero no sabía de dónde. Al ser liberada corrí hacia la escalera antes de que el Verdugo regresara. La vi a lo lejos, pero sentí un frío aliento muy cerca de mí, era un grotesco espectro de ojos blancos y transparentes. Colocó su mano en mi hombro y fui perdiendo energía para seguir, era un grotesco árbol salido de la semilla, trataba de ahorcarme entre sus ramas, cada vez me estrangulaba con más fuerza, mi vista se nubló y perdí el conocimiento. Afortunadamente el misterioso hombre tomo mi lugar y pude salvarme. Estaba en el suelo mientras él moría ahorcado. Corrí de nuevo hacia la escalera, cuando llegué a ella los escalones que subían no estaban y solo un camino había, hacia abajo. Empecé a bajar, el escalón en donde me apoyé se rompió y caí sin control hacía el fondo. Sentí una intensa luz sobre mis ojos, el frío suelo y mi oso de peluche, tuve horrible pesadillas, mis padres vinieron a socorrerme, fue tan horrible el sueño que hizo que me cayera de mi cama y mojara las sábanas.
OSCURIDAD... Por Lord Folken ¿Era de día? ¿Ya era de noche? No puedo recordarlo, pero había suficiente luz, tal vez... una tarde nublada. Pero lo que si puedo recordar, y que quedara grabado para siempre en mi memoria, son esas dos figuras, un chico y una chica, vestidos de blanco, sentados en la cama en una habitación oscura apenas iluminada por la ventana, el resto de la casa parece estar completamente vacía, la recorro con la mirada y no veo ni un mueble. Es una casa pequeña pero de dos plantas, abajo la sala de estar y la cocina y arriba las habitaciones. A los jóvenes no parece importarles la soledad, de hecho le dan la bienvenida. Él la ve a los ojos y sabe que podría estar así para siempre. Ella acaricia su rostro y siente que no hay nadie más en el mundo. Él la besa y ella no se resiste, un beso que parece eterno mientras él le acaricia el cabello que le llega hasta los hombros. Ellos saben que este es su mundo, no hay lugar para nadie más, ni familia ni amigos, ni dioses ni demonios, ni siquiera para la oscuridad, pues su sentimiento empieza a iluminar la habitación. Pero la oscuridad es celosa y no le gusta que le quiten su lugar. Las sombras se empiezan a cerrar alrededor de ellos. Cuando se dan cuenta ya no hay un solo rayo de luz en la habitación. Varias manos grises salen de las sombras que los rodean para intentar llevárselos. La atrapan primero a ella, la sujetan de las piernas, la cintura y el cabello, entre gritos trata de alcanzar a su amado que ha logrado liberarse, él la ve luchando pero es mayor el terror que siente, ella lo sujeta de un brazo pero él no puede más, la patea para liberarse y se abre paso entre las manos grises para salir de la habitación. Cuando logra salir por fin corre lleno de desesperación y sin mirar atrás, hacia las escaleras sin importarle los gritos de ella, pero la oscuridad está en todas partes. Las manos salen de las sombras de los escalones y lo sujetan, lo arrastran hasta las sombras hasta que desaparece completamente. Afuera, me encuentro de pie frente a la casa, tengo mis manos dentro de la chaqueta, hace frío. Lo que hace un momento eran gritos cambian a una risa macabra, ella reía. Puedo ver esa escena también, en la habitación la oscuridad había retrocedido finalmente, en el piso y en la cama yacían las manos grises, rotas, como si fueran de porcelana. Ella sentada en la cama viendo sus propias manos, ahora eran amarillas, y no solo sus manos, toda ella se había vuelto amarilla, incluso su rostro había cambiado, y la risa macabra que ahora salía de sus labios parecía más espectral que humana.
La risa cesa. Levanto la mirada y en una de las ventanas superiores la veo. Ahora con una mirada nostรกlgica, sabe que debe pagar su castigo por ofender a la oscuridad. Al verme suelta una lagrima y desaparece de la ventana. La veo y siento lastima por ella. Pero nada mรกs, no me asusta ni me inquieta. Pues es la misma escena que veo una y otra vez, miles de veces, en la misma casa...
EL COYOTE, UN PIRATA ESPACIAL: CAPITULO PILOTO Por Thor_Maltese 1 El hombre ya navega por el mar de las estrellas ampliamente, estamos en un futuro distante. Pero siguen existiendo los males de antaño. Pero de todos esos, uno regresó. Se consideró extinto. La piratería. A lo largo y ancho del mar de las estrellas los piratas saquean a su antojo, robando y matando a su paso. Desde humanos a seres de otros planetas, el patrón de comportamiento es el mismo. Los barcos mercantes hacen lo que pueden para defenderse. Irónicamente así comienza la historia de ese pirata espacial. La tercera persona más buscada por el Gobierno Galáctico, cazadores de recompensas incluso gente de su propio gremio. Jesús Armando “El Coyote”. Temido por la gente de su propio gremio por la simple razón que sin ningún remordimiento los exterminaba, las pocas personas que han sobrevivido a un encuentro con él prefieren no hablar del asunto. Por lo general siempre tienen algo que les hace recordar esa figura. A unos les ha dejado cicatrices en la cara, otros los ha dejado lisiados. Los deja vivir lo suficiente como para que no comentan el crimen de la piratería. Pocos conocen sus verdaderas motivaciones. Solo conocen que cuando veas una nave con el emblema de un Coyote en la bandera, y una sirena negra en el mástil de la nave, es preferible huir y salir de su camino. Extrañamente es raro que ataque a barcos mercantes. Prefiere atacar los grandes botines del Gobierno Galáctico en planetas y valiéndose de elaborados planes. No se sabe a ciencia cierta cuál son sus motivaciones para ser la tercera persona más buscada. Pero muchos ansían capturarlo, cobrar la recompensa que pende su cabeza y acabar con su reinado de miedo. Nunca se sabe a dónde estará, no tiene una tripulación que lo acompañe en sus largas travesías. Pero hay relatos de habitantes de otros planetas, que hablan de sus actos de generosidad. Por lo general saquea grandes reservas de seccionales corruptas del Gobierno Galáctico que oprimen a una minoría. ¿Estará buscando una forma de redención? ¿Es una forma de perturbar más a sus perseguidores? ¿Realmente es un pirata? Son preguntas que muchos nos hacemos cuando escuchamos hablar de él por los noticieros.
Lo cierto es que para muchos, les ha salvado la vida y ayudado en contra de algún maleante. Pero no olvidemos que es un bribón y que siempre obtiene lo que desea. De alguna u otra forma siempre lo logra. Si algún día es capturado, si algún día se convierte en el más buscado, todos en el este universo lo recordarán. Quizás pasará mucho tiempo antes de que lo capturen, o quizás no. Nadie sabe lo que esté pasando por su mente en este momento. Es más que un simple humano, es un humano que usa el arma más letal que esa especie tiene. Su intelecto. 2 Un carguero del Gobierno Galáctico aterrizaba en el puerto espacial del planeta Duran. Había un destacamento de soldados Épsilon haciendo guardia. Un habitante pasa cerca del puerto de descarga conjuntamente con su pequeño hijo. El pequeño levanta la mirada. -Padre ¿Qué es eso? Le pregunta. -Eso hijo mío es un carguero del tipo transporte monetario. De seguro traen el dinero que no se pudo gastar algún gobernador corrupto para que el de aquí lo gaste a su antojo. Responde el padre viendo la nave con desprecio. -Alto ahí ciudadano. Exclamó un miembro de la policía del planeta. -Deténgase ahí ciudadano. No se permite ese tipo de comentarios sobre el querido Gobernador de este planeta. No se oponga al arresto. Agregó otro. -No pienso ir a la comisaría por que dije lo que muchos piensan de ese hombre. Replicó el padre mientras escondía bajo su larga manta a su hijo. Los miembros de la policía cargan sus armas y se van acercando lentamente hacia el indefenso civil. -Nunca cambian las cosas. No importa a donde vayas, siempre habrá algún corrupto del Gobierno Galáctico y sus lacayos silenciado a las personas. Comenta una extraña figura envuelta en una capa de oscuro color.
El civil sintió algo de alivio. Alguien estaba ahí para socorrerlo. -Otro futuro recluso. Quizás consigamos otros ceros en nuestros cheques. Comenta uno de los policías mientras se arroja en ataque contra el misterioso recién llegado. Un haz de luz salió verticalmente de las manos de la misteriosa figura. El arma reglamentaria del Policía es rota por el cañón por el filo de un sable de energía. -Son tan poca cosa que no creo que sean dignos de este sable. Responde el hombre bajo la larga capa. Ambos miembros del cuerpo de seguridad se asustaron, era el temible Coyote en persona. El segundo policía se arroja por un costado del pirata espacial pero este se defiende golpeándolo con el mango de su arma en la mano derecha, en la cual llevaba su arma. -Si saben lo que les conviene, si quieren vivir otro día. Olviden este acontecimiento y nos dejarán marchar al civil y a mí. Comentó severamente el pirata. Ambos cobardes se fueron del sitio. Dejando solos a esos tres caminantes. Los tres se marcharon tan rápido como pudieron de ese sucio y oscuro callejón de la Ciudad Lucida, capital del planeta Duran. 3 Los tres caminantes llegaron a un humilde barrio en la zona de los trabajadores de la ciudad. -Antes que nada debo presentarme señor Coyote, mi nombre es Goliat y este es mi orgullo, mi hijo Heli. Se presentó el padre mientras abría la puerta de su pequeña casa. -Coyote es solo mi apodo señor Goliat. Puede llamarme Jesús. Aclara el pirata. El pequeño corre hacia la cocina y trae una jarra de agua y tres vasos de vidrio. -Por favor acepte esta agua y algunos alimentos que preparé delante de usted en son de agradecimiento. Comenta el dueño de la casa.
-De verdad me vendría bien algo de comer. Muchas gracias a usted por su hospitalidad. Responde nuevamente el pirata. El pirata se desabrocha su capa y la deja caer sobre sus piernas, la dobla. El hijo de Goliat la toma y la coloca en una cesta cercana. Después de beber agua el dueño de la casa comienza a cocinar. - Y dígame señor Jesús ¿Qué lo trae por este planeta? Pregunta el señor Goliat haciendo conversación. -Me trajo ese cargamento del Gobierno Galáctico. Pretendo robarlo y darles algo a ustedes para que expulsen al corrupto alcalde. Responde el pirata riendo. El pequeño joven coloca los platos y de nuevo coloca los vasos ya previamente usados. -Tiene muy bien entrenado a su hijo. Apunta nuevamente Jesús. -Desde que murió mi esposa él y yo nos hemos arreglado en sobrevivir. Y esta es la atención que recibe nuestros invitados. Es algo de la cultura autóctona del planeta. Responde el padre del niño. -¿Cómo están las cosas aquí? Pregunta el pirata mientras recibe los cubiertos. -Señor bastante difíciles. Ese es un tema que mi padre no le gusta mucho hablar. Responde el infante. Jesús quedó sorprendido por lo vivaz del pequeño. Por la tonalidad oscura de sus mejillas dedujo que no estaban bien las cosas en el planeta. -Heli ¿Cuántas veces te he dicho que no incomodes a la visita? Preguntó sulfurado el padre. -No se preocupe señor no me está incomodando. Y ya entendí las cosas. Le diré que necesito algo de ayuda. Comentó Jesús.
Un olor salió de la olla llegando a las narices de los que estaban en esa casa, la comida estaba lista. Dejaron de hablar temas serios para comer más tranquilamente. 4 Me quedé a dormir en la casa del señor Goliat. Por lo que veo, en la cultura de este planeta, la visita debe aceptar todo lo que le ofrece los huéspedes, por lo que entiendo es una falta de cortesía decir directamente que no quieres algo que te ofrecen, sencillamente debes dar a entender que no quieres seguir molestando y te dejaran tranquilo. Me recuerdan esos dos a los días cuando mi padre vivía. Parecen ya tan distantes. Cuando estaba con él en nuestro barco mercante, al sol de hoy ya no existe, pero La Flota Mercante Independiente era todo, una familia, compañeros de trabajo. Surcábamos el vasto mar de las estrellas haciendo lo que sabíamos hacer mejor, ayudar a otros por algo de dinero. Por lo general era mercancía legal. Mi padre tenía el cargo de almirante en jefe, y cuando toda la flota salía junta, él la dirigía. Combatíamos ferozmente a los piratas. Pero esos días ya están pasados. Observo mi reloj de bolsillo, despliego la opción de radar. La nave está bien. Oculta en un oasis de las afueras. Lo que no me explico es que hacen los soldados Epsilon aquí. Por lo general son los que combaten en tierra firme a los piratas en sus asentamientos. Y para el Gobierno Galáctico este planeta de la zona sur de la Periferia es de segundo rango en importancia. Aquí procesan el hierro y extraen combustibles para sus naves. No hay algo que sustente un buen sistema financiero bien desarrollado. Todo eso hasta donde tengo entendido. Es tiempo de investigar un poco. Me quito el guante izquierdo, ahí está mi computador portátil. No tendrá la potencia del computador que le instalé a mi nave, pero me sirve de utilidad cuando salgo a hacer algo de trabajo de campo. Según los registros del Gobierno y los registros de mi padre en este planeta hay pozos de agua. ¿Qué estará tramando Cobra el Gobernador? ¿Por qué esa nave de carga aterrizó aquí si el planeta con un mejor sistema financiero para ocultar sus fechorías está apenas a dos días más de vuelo? Accedo a Navegador, el sistema de inteligencia artificial del computador de mi nave. Necesito información detallada de las rutas de las naves de carga del Gobierno para hacer una suposición. El resto lo sacaré del trabajo de campo, persuasión y algo de chantaje.
Le ordeno a Navegador que opere la nave, en caso de que la descubra que tome medidas y que busque otro sitio para esconderse. Necesito descansar, apago mi computador portátil, me quito los guantes, botas, cinturón y me acuesto en la humilde cama que me prepararon mis anfitriones. Ando agotado, necesito renovar la reserva de agua potable para mi nave y seguir agregándole dígitos a mi abultada cuenta de dinero. Espero dormir bien en realidad me hace falta. De repente todo el barrio ha quedado en silencio. Es realmente interesante.
Esta es una historia que tal vez, pudiese ser que fuese real. Tal vez no. Los años y la memoria nos juegan malas pasadas y llega un momento que no sabes qué fue real, qué no lo fue o que solo sueño o solo pesadilla. CITA (Una Serie de Catastróficas Desdichas)
“Si estáis interesados en historias con un final feliz, será mejor que leáis otro libro. En este, no solo no hay un final feliz, sino que tampoco hay un principio feliz y muy pocos sucesos felices en medio.”
UN DÍA QUE PODRÍA HABER SIDO NORMAL Por Sfng Capítulo Primero
Febrero. Un día entre semana, un jueves tal vez. Un día que podía ser normal. Pero no lo es. Pesadilla. Me despierto. No ha amanecido. Me calmo. Miro el reloj: 5:30 am. Falta un rato aun para la hora de levantarse. Maldigo en silencio, aun sigo viva, mal día para estarlo. Aguardo en la oscuridad con el cuerpo relajado y la mirada perdida, como si pudiese ver algo con lo oscuro que esta. Decido que es hora de levantarse, voy al baño, me preparo una taza de café. He puesto la TV. Miro las noticias. Un día normal, un día de desgracias varias, algo de deporte y algo cultural. Me doy una ducha. Estoy más de lo necesario, dejo que el agua caliente me relaje, seguramente sea lo único bueno del día. Me pongo lo primero que pillo, al despiste, evito el espejo, no tengo mal aspecto lo sé, al menos eso aparento, salvo por mi mirada, tal vez. Cojo la mochila tirada en un rincón de mi habitación, no miro los libros que contienen, no importa, me la echo sobre un hombro. La cartera; compruebo que tiene mi DNI. El móvil. Las llaves. Salgo. Aun no han apagado las farolas. Respiro fuerte, mi aliento se ve por el frío. Me meto las manos en los bolsillos, voy hasta la parada del bus casi encorvada, queriendo hacerme un ovillito para poder evitar el puto frío. Llego a la parada, saludo con un leve movimiento de cabeza a los habituales que conozco. Mirada perdida. Procuro no pensar. Llega el bus, me subo y pago el billete sin decir ni una palabra, el conductor me mira con mala cara. Lo ignoro. Hoy no es un buen día. Tiro mi mochila en un asiento y me siento en el de al lado. Miro distraída por la ventana. No quiero pensar.
Llegamos después de unas cuantas paradas. Hace poco que ha amanecido y he visto como apagaban las farolas. Frío al abrir las puertas. Se me mete frío en el cuerpo, esta vez lo ignoro. Doblo la esquina, me paso mi siguiente parada de bus y decido seguir andando hasta la estación de tren. Cojo un par de periódicos gratuitos que están repartiendo. Veo gente en esa parada para el instituto, podría coger el bus aun, pero lo vuelvo a ignorar, no me apetece tener que hablar con nadie, decido ir andando. Al rato veo como el bus me adelanta. Sonrió amarga y muy levemente. Perfecto, cuando llegue ya habrán entrado todos, no tendré que actuar ni sonreír ni hablar. Llego apenas cinco minutos o diez después, había aminorado el paso. Efectivamente, apenas hay gente. Entro. No me dirijo a clase, voy a la cafetería. Buenos días. Finjo una sonrisa y un bostezo. Hoy mi mala cara será por estar dormida. La camarera me sonríe. No es raro que yo me salte la primera clase. Café solo por favor, digo con tono bajo, no importa, me ha oído. No hay nadie más salvo yo y un profesor que no me da clase a mí y por tanto le da igual. Desenrollo uno de los periódicos que cogí en la estación. Malas noticias. Estadísticas varias. Muchas chorradas. Nada interesante. Me lo leo entero entre sorbo y sorbo de café caliente. Me sienta bien. Me ayuda a no pensar. Cojo el siguiente. Otro café. Se va el profesor. Me quedo sola con la camarera. Veo como prepara bocatas para el recreo con el rabillo del ojo. Pasa la hora para entrar en la siguiente clase. A los cinco minutos me suena el móvil. SMS de Elena. Me pregunta donde coño estoy. Hecho una media sonrisa. Le contesto: “Estoy en la cafetería, nos vemos a la hora del recreo donde siempre.” Sigo leyendo. Miro el reloj de la pared. Diez min para el recreo. Tiro los periódicos de mala manera en mi mochila. Dejo dinero en la barra. Hago un gesto con la mano de despedida. Salgo del edificio. Veo a Elena. Viene con el resto de mis compañeros de clase. Tengo la mochila al hombro, las manos en los bolsillos. Buenas. Buenas. Elena me comprende. ¿A dónde vamos? me pregunta. Le hago un leve gesto con la cabeza. No hace falta más.
Borja planea venirse con nosotras. Otro día no me importa. Hoy no. Le miro a los ojos. Se asusta. Se queda quieto. Ya no nos sigue. No pregunta, me tiende un cigarrillo. Yo no fumo, pero hoy si. Y ella lo sabe. Me lo enciendo y le doy una calada profunda, siento como me llega a los pulmones. ¿Es hoy también un día de esos, verdad? Sí, respondo. Aun no me vas a decir qué es ¿cierto? Sí. Fumamos. Paseamos. Hace mucho frío. Estoy helada. Me gusta la sensación. Miro a ninguna parte. No estoy preparada para hablarlo. No quiero contárselo. Duele. Elena mira el reloj. ¿Vas a venir a clase? No. Es una clase importante y ya has faltado mucho. No. Como quieras. Se va. Maldigo. La acompaño. Apaga el cigarrillo. Dame un segundo. Vale, me dice. Entra. Suspiro y entro. Llego la ultima a clase y la profesora me mira con malas pulgas y me dice algo que no escucho. Tiro la mochila al lado de mi mesa. Me siento. Cojo mi carpeta. Un par de folios. Dejo que mi mano vaya sola. Escucho lo que dice a la perfección y mi subconsciente lo procesa, pero yo no estoy ahí. Me pregunta algo. Respondo a la perfección sin mirarla. Se mosquea. Se acerca. Ve mis borrajatos en la hoja. Me regaña por no coger apuntes y coge aliento para darme un sermón. La mando literalmente a la mierda, meto mi carpeta en la mochila despacio, mientras ella se ha recuperado del blando de la cara y despotrica. No la escucho.
Me echo la mochila a la espalda. Me largo. Con el rabillo del ojo veo las caras de mis compañeros. Me detengo en la de Elena. Me mira preocupada y con ojos de reproche. Borja intenta entre nuestras miradas enterarse de qué va todo. Me dirijo al baño. Tiro la mochila. Me lavo la cara. El agua esta helada. Me siento. Mierdas, ahora me vendría bien un pitillo. Salgo a paso rápido del edificio, siento que me ahogo. Ando. Llego al parque de la laguna. Me tiro en un banco. Cojo la carpeta. Retomo mis borrajatos. Mierdas. No puedo evitar pensar. Me doy cuenta que estoy llorando. Mi móvil suena. Maldigo. Un sms. Mi madre me recuerda lo que soy incapaz de olvidar, nuestra cita de hoy, y la hora y el lugar donde hemos quedado, donde siempre. Le mando un sms: Oks. Allí estaré. Corto, borde y seco. No necesita ni se merece más. Pasan siglos. Tengo las manos rojas del frío, supongo que igual las orejas y la nariz. Estoy helada. No me importa. Las lágrimas me recorren la cara, me la cortan con el frío. Aparece Elena. Solo ha pasado algo más de una hora y es tiempo del segundo recreo. Ha sabido donde buscarme. Tampoco era muy difícil. Me limpia la cara. Me regaña. Me intenta calentar las manos. No la escucho. No la contesto. Me ofrece tabaco. Fumo. Me relaja. Le doy las gracias. Me mira muy preocupada. No te preocupes. Sabes que se me pasa. Mañana ya estaré bien. Ya (no la he convencido). ¿Tan horrible es? Sí. Y no me vas a decir qué es. No. ¿A dónde vas? Por ahí, con mi madre. A ver a alguien. Pero es horrible. Sí. ¿Y por qué vas?
Tengo que ir. No tengo elección. No quiero hablar de ello. Me hace compañía. Está muy preocupada. Sigo dibujando. Me mira de vez en cuando. Está bien, le digo. Espera. Me mira. Voy a ver a mi padre. Y es horrible. Es todo lo que me sacaras hoy. Y Sí. Sonríe satisfecha. Cada vez me saca algo nuevo. Me da otro cigarro. Pero aun sigue preocupada. Es la hora. Sé que no vas a venir. Me deja el paquete de tabaco y el mechero y se va.
Capítulo Segundo No deben de haber pasado más de diez minutos desde que fue Elena, al menos eso creo. La hoja donde estaba dibujando está casi llena de tinta. El paquete de tabaco solo tenía dos cigarrillos y uno de ellos me lo estoy fumando. Mis manos vuelven a estar rojas del frío. Es hora de emigrar de lugar. Con la mochila al hombro y el cigarro en la boca llego al bar de la esquina. Me doy cuenta del frío que tenía cuando noto el calor del local. Los parroquianos se me quedan mirando por un instante. Viejos fumando. Un par de albañiles tomándose un descanso. Un grupo de estudiantes en la mesa del rincón. Alguien probando suerte en la tragaperras. Me siento en la barra, el camarero me conoce, me mira con reproche, sabe que estoy en horas de clase, por supuesto, pero no es eso. Maldigo por dentro, tengo peor aspecto del que creía. Por fin se acerca. Le pido un café bien cargado. Cuento mentalmente, ¿el cuarto del día? Decido ir a comprobar mi aspecto. Dejo la mochila en mi asiento, me dirijo al baño. La cara aun roja por el frío. Labios y nariz cortados. Signos de haber llorado. Una leve sombra, ojeras. El pelo aplastado. No pinto bien. Decido mejorarlo. Salgo al escenario, ya me he puesto la careta. Mi cara a recuperado el color, ya no parece que haya llorado, estoy bien peinada, una sonrisa enorme.
No puedo evitar hacer una mueca al comprobar que mi café se quedo frío, pero la corrijo inmediatamente. Recuerda, es un día normal. No pasa nada. Tu vida es normal. Eres Feliz. Todo va bien. No te puedes permitir el lujo de que nadie piense lo contrario. Toca primer ensayo. Después de servir otra ronda a los ancianos, se vuelve a acercar mi camarero. Media sonrisa. Hace referencia a mis pellas. Hablamos. Noticias del día normal. Cotilleos de estudiantes. Anécdotas del bar. Le sigo el juego, le sonrió. Todo ha ido perfecto. Estoy preparada. Meto la mano en el bolsillo en busca del billete que sé que tengo. El paquete vacío. Le pido que me dé cambio para tabaco al cobrarme. Me mira mal por segunda vez desde que entre. Sabe que soy menor. Menor. Maldigo en mi interior, odio recordar ese detalle. Me da las vueltas. Saco tabaco. Cojo mi mochila. Me voy. Ensayo general. Estoy en la parada del bus. Aparecen en escena Elena, Borja y Elia. Van charlando. Me han visto. Se callan. Veo la sorpresa en sus ojos, está claro que no me esperaban. Sonrío. Todos se ponen en su sitio. Borja apoyado en el árbol. Elia Sentada en el suelo, apoyada en la pared. Elena de pie junto al stop del bus. ¡Hola! Hola Hola Hola Bueno chicos, contarme, ¿cómo ha ido la clase con Carlos? ¿Y con Amaya? ¿No me abre perdido algo? Se miran nerviosos. Les sonrió. Elena empieza a contarme. Actúa muy bien. Pronto Elia y Borja se unen a la obra. No ha pasado nada. Es un día normal. Después de las clases Elia y Borja esperan el bus para irse a casa, Elena y yo les hacemos compañía. Charlamos de los profesores y del día. No hacemos referencia a lo que ha pasado. Llega su bus. Les despedimos. Se suben. Se van. Andamos.
Me saco del bolsillo el paquete de tabaco nuevo y el mechero y se lo tiendo a Elena. Me sonríe amargamente. Ya basta. ¿De qué? Me vuelve a mirar, severa. Ya se me ha pasado. Sonrío levemente. Esta vez se lo traga. Me devuelve la sonrisa. Está bien, ya me contaras mañana. Sonrío. Sabemos que no lo haré. Me cuenta riendo como se ha quedado la profesora y mis compañeros al irme. Río con ella, tal vez ría de verdad. Nos despedimos. Me abraza fuerte. Me pongo tensa. No la voy a demostrar que necesita ese abrazo. Adiós, la espeto a separarse. Estoy en la estación de tren. He comprado mi billete y espero que llegue comiéndome una pequeña empanada que he comprado. Los pies encima de la mochila. Veo la gente pasar, ir y venir según anuncian los trenes. Miro el panel, ya está mi tren. Me desperezo del asiento y bajo hasta el andén. Por el camino he tirado la mitad de mi empanada en la papelera. Dejo la mochila en un asiento. Me repanchingo en el otro. Pongo los pies en el asiendo de enfrente. Yo sola ocupo cuatro plazas. Cara de pocos amigos, carpeta y folio nuevo. Nadie se me acerca, nadie protesta por mis asientos ocupados. Solo el revisor. Mala cara. Respondo con una peor y el billete en la mano. Se va. Voy a gusto, relajada, mirando el paisaje. La gente. Dibujo. Especulo. Quien será esa mujer, quien ese hombre, ese par de estudiantes. Qué hacen. A donde van. Sus vidas. Su día normal. Me gusta. Si pienso en ellos es fácil no pensar en mi cita. Me ayudan a actuar. Sonrío ante la palabra “cita” que se ha formado en mi mente, no es la palabra que se debería usar. Ciudad. Parada. Gente sube, gente baja. Pitido, reanuda la marcha. Quien son, adonde irán.
Campo, arboles, a lo lejos una ciudad. Gente hablando. Parada. Gente sube y gente que se baja. Pitido, nos ponemos en marcha. Qué lee esa mujer. En que pensara ese chaval. Sonrío. Han pasado algo más de dos horas y mi cómoda postura ha sido reemplazada por un dolor de culo, espalda y en especial del cuello; unas piernas dormidas. Varios folios dibujados. Anuncian la última parada. Recojo mis cosas. Suelto varios tacos mientras muevo mis piernas. Me froto el cuello, bajo del tren sin prisas. Entro en el centro comercial de la estación. Ando. Busco con la mirada. Localizo a mi madre. Esta sentada en una mesita, tomando el café, se nota por la mesa que acaba de comer. Lleva más o menos la misma ropa que siempre, pero se nota que se ha arreglado. Demasiado perfume, demasiado maquillaje. A sus pies veo una bolsa de viaje a punto de reventar de lo llena que va. Me siento enfrente de ella dejando mi mochila al lado de la bolsa. Buenas Buenas, ¿has comido? Sí, miento pensando en la media empanada. Ah. Bueno… pues que hago… ¿pago y nos vamos a la parada? es un poco pronto. Sí, mejor. Saca de su bolso la cartera para pagar. También una carta. La reconozco al instante. Apenas durante una milésima de segundo se me descompone la cara, pero me recompongo antes de que se de cuenta. Ah, toma, casi se me pasa. Me la da. Gracias. La cojo y la guardo en la mochila apenas sin mirarla. Bueno, ¿Qué tal el día? Me pregunta al despiste mientras llama la atención del camarero. Le cuento brevemente lo que me dijeran Elia y Borja en la parada del bus. En ese tiempo ha llegado el camarero y la ha cobrado. Se da por satisfecha con mi respuesta. Nos levantamos, cogemos la bolsa de viaje entre las dos, cada una de un asa, pesa más que si hubiese un muerto dentro. No hago ningún gesto, no me quejo.
Llegamos a la parada del bus. Hago un repaso mental de todo lo que he viajado hoy y todo el transporte que he usado. Mejor dejo de pensar. Mi madre antes uso un eufemismo. No es solo un poco pronto para el bus. Me siento ligeramente culpable por hacernos estar en la calle, aunque no hace tanto frío aquí, pero se me pasa rápido esa sensación. Me voy. Oks, ya sabes, estate a la hora. Lo sé. No me pregunta, sabe perfectamente a donde voy. Apenas he andado unos diez metros y llego a la entrada del enorme parque o a los jardines mejor dicho. Llevo la mochila al hombro. Me dirijo a sitio favorito. Esta en un lateral, cerca de la autopista, se oye perfectamente el ruido de los coches, pero los setos impiden verlos. Hay un camino escalonado. No pasa apenas gente. Ahora estoy sola. Me siento al borde de un escalón. Abro con cuidado mi mochila. Saco la carta con mimo, como si se deshiciera al tocarla. El papel es amarillento y sucio, como si tuviese al menos cuarenta años. Sonrío, pocos saben a primera vista que no es viejo, sino reciclado. Mi nombre y mi dirección manuscritos. Doy la vuelta al sobre. Remitente y dirección falsos, pero sé perfectamente de quién es, es de mi Padre. Rompo el sobre con cuidado. Saco la hoja doblada. El mismo tipo de papel que el sobre. Desprende un olor que nada tiene que ver con que sea reciclado y que no me es ajeno. No puedo evitar una mueca. Una sola hoja, las dos caras escritas. También manuscrita. Empiezo a leer la carta despacio. Mala letra. Muchas faltas. Alguna parte me cuesta descifrarla. No es diferente a las demás. No sé por qué esperaba algo distinto. No me lo creo. La vuelvo a leer en silencio. Esta vez acabo antes, la leo con más soltura. Pienso en ella. Y sobre todo en lo que no ha escrito. No hace referencia a donde está. No me habla de sus sentimientos, salvo para dar algo de lastima. No me pregunta por mi madre, su esposa. No me pregunta por mi abuela, su madre. No me pregunta que tal estoy. No me pregunta por los estudios. No me pregunta por mis amigos. No me da consuelo. No hay palabras de aliento. No me da esperanza. Solo un montón de teatro, alguna broma de mal gusto y muchas trivialidades. Dos caras en las que no ha escrito nada. Estoy llorando y me alegro de que no haya nadie cerca para oírme y que en todo caso el ruido de los coches amortigua el mío.
La leo varias veces más. Estoy segura de que se me ha tenido que escapar algo. Pero por más que leo no lo encuentro. Dejo de leerla. Intento calmarme, pero me cuesta. Me ha desgarrado el pecho, de nuevo. Ya sabía que iba a ser así. No me entiendo. Me limpio la cara como puedo. Guardo la carta en el sobre de nuevo con mimo. Me quedo mirándola una vez más hasta que decido a métela en la mochila. Aguardo unos minutos. Salgo del parque, me reúno de nuevo con mi madre. Llevo de nuevo mi mascara puesta. No ha pasado nada, solo he dado un paseo para hacer tiempo. En la parada hay más gente como nosotras, grupos de dos personas o más con grandes bolsas de deporte o de viaje. Al poco llega el autobús. Mi madre indica nuestro destino al conductor. “A donde usted sabe, a dentro” dos, por favor. Paga. Me da los billetes, me mira con cara de lastima. Nos sentamos. Me llega difuminado de nuevo ese olor. Intento ignorarlo. Esperamos a que entren los demás pasajeros. Todos evitan mirarse mutuamente. Hay mucho silencio, no es normal. Arranca. Nos ponemos en marcha. Mi madre llega el punto en que se ve forzada a hablar. Me adelanto a su impulso. Saco los periódicos. Le tiendo uno. Me concentro en la lectura del otro como si fuese lo más importante del mundo, a pesar de haberlo leído varias veces ya. Muchas paradas. Se sube más gente con algún tipo de macuto en cada una de ellas. Sigue el silencio, a pesar de que va casi lleno. Ya no hay más paradas. Nada a un lado y a otro de la carretera. Seguimos unos kilómetros. Por fin se desvía del camino principal y en cinco min llegamos a nuestro destino. Apenas nos da tiempo de bajarnos, el autobús se ha ido. Hemos llegado.
Capítulo Tercero Estamos dentro del pequeño edificio de una sola planta que tan bien conozco. En la sala de espera. Mi madre me da un leve codazo y me tiende la mano. Se lo que la tengo que dar.
Saco mi cartera, le entrego mi DNI. Se dirige a la cola del mostrador. Aprovecho que está de espaldas a mí para doblarme y agarrarme el estomago. Ese olor, ese maldito olor. Me dan arcadas. Los hospitales tienen su propio olor. Este tipo de lugares también. Me recupero como puedo e intento ignorarlo o acostumbrarme a él, aunque se que será en vano. Meto mis manos en los bolsillos. Incluso dentro hace frío. Miro, sospecho. Apenas hay poco más de una veintena de personas. Algunos de ellos me suenan. Gente pobre, desaliñada, ropa que se ve, no es de su talla. Gente con cinturones de marca y pelo repeinado que no encaja. Extranjeros desorientados. Todos tienen la mirada ausente. Algunos fuman. Nadie habla. Hay tres niños jugando, no hacen ruido. Es antinatural. Uno de ellos pasa cerca de mí. Me mira a los ojos. Siento frío que me recorre la columna vertebral. Mirada Oscura. Ausente. Vacía. Tremendamente profunda. Parece la de un viejo. Acabo de ver mi propia mirada. Me turba y me angustia profundamente. El niño sigue su camino. Mi madre ha llegado al mostrador, oigo lo que dice a pesar de no estar cerca. Un nombre. Entrega nuestros DNIs. No se los devuelven. Me empiezo a sentir atrapada. Lo que representa es ese pedazo de papel plastificado. Lo que es que te priven de él. ¿Quieres algo de beber? Le pregunto a mi madre, de nuevo a mi lado. No, pero toma. Me tiende un par de monedas. Me acerco a las maquinas expendedoras. Echo las monedas. Una botella de agua. Meto la mano entre las rejas que la guardan, saco la botella. No puedo evitar sonreír ante lo apropiado de que esas rejas estén ahí. Muy significativo Ando. Un cartel nuevo ante las puertas de los servicios: "Por favor, NO defecar fuera de los inodoros". Me apoyo en la pared con disimulo. Recuerdo el por qué lo han tenido que poner. Mi mente no me ayuda. No puedo ignorar donde estoy. Me siento terriblemente débil. Bebo un sorbo de mi botella. Sigo andando por la sala. Me vuelvo a leer los carteles que ya conozco: "Horarios de Autobuses" "Documentación para primeras visitas" "Lista de objetos prohibidos". No
puedo evitar reírme por dentro ante algunos de esta última. Poco a poco he recuperado me careta. Vuelvo junto con mi madre. Aun me siento débil. Fuma aparentemente tranquila. No lo está. Van llegando lentamente más personas. Se acercan al mostrador. Nombre. DNIs. Aguardan como nosotras, sentados o de pies. El silencio abruma, como en un velatorio. Bebo en tragos cortos. Tengo un nudo en la garganta que me lo impide de otro modo. Tiemblo levemente. Mi mascara se desvanece poco a poco ante esta realidad. Ya no me siento tan rebelde ni tan segura. No llegan más personas. Parece que estamos todos. Se abren las puertas a nuestra derecha. Aparece en escena un hombre. Un funcionario uniformado. Todos los presentes nos erguimos, nos incorporamos. Lleva un taco de DNIs. Nuestros DNIs. Nombra a los dos primeros. Pasan por la puerta sin prisa. Esperamos. Dos nombres más. Pasan por la puerta. Esperamos. Nombran a una mujer. Me nombran a mí. Mi madre me acerca la bolsa, y me entrega su bolso. Paso por la puerta como puedo. Encorvada. Débil. Arrastrando la bolsa. Apenas tengo fuerza para dejar la bolsa de viaje en la cinta del escáner. Me adelanto a la zona de taquillas y abro una de ellas. Dejo dentro el bolso de mi madre. Mi mochila. Mi cartera. El Móvil. Las llaves. Cierro la taquilla y cojo la llave. Suspiro. “Objetos Prohibidos” Regreso a la salita. Dejo ante la atenta mirada escrutadora de una funcionaria la llave en la mesa. Mis anillos. Mi cinturón. Mis botas. Paso por el detector de metales. No ha pitado nada, ya lo sabía. A pesar de ello, la funcionaria me cachea los bolsillos. Nada. Me siento como uno de ellos. Como aquellos a quienes vamos a visitar. Recojo mis cosas. Me ato los cordones. Cojo la bolsa de viaje del final de la cinta del escáner. Al parecer está todo bien. Paso a una segunda sala de espera. Están todos los que han ido nombrando. Se nota el nerviosismo en el aire. Arrastro la bolsa a unos asientos y me siento yo. A uno de los niños su padre le ata los cordones. Nadie se libra, pienso. Espero a mi madre. Espero al resto.
La sala en la que estamos esperando no es diferente de la anterior. Suelo gris verdoso. Asientos de plástico blancos. Paredes blancas. Sucias. Con pintadas de boli o rayajos. Unos cuadros feísimos intentan dar algo de color, no lo consiguen. El mismo silencio. Tengo frío. Los pensamientos abruman mi mente, incapaces de negar mi realidad. Bloqueando mi mente. Mi mascara se ha ido por completo y me siento horriblemente pequeña. Indefensa. Por fin estamos todos. Aguardamos. Pasa a la sala el mismo funcionario que antes tenía nuestros DNIs. Una llave. Nos abre la puerta al fondo de la sala. Cogemos nuestros macutos. Vamos saliendo. El funcionario cierra a la puerta tras nosotros, desde dentro. La salida del edificio da paso a un patio enorme guardado por la verja metálica perfectamente iluminada. Todos sabemos el camino. Empezamos a cruzarlo, como zombis en procesión, encorvados, desanimados, sin expresión aparente en la cara. El frío invade mi débil cuerpo y el aire limpio me reconforta. Recorremos el resto del patio en silencio, nos dirigimos en nuestra procesión al enorme complejo, la institución, como queráis llamarlo. Entramos a una pequeña sala. Un par de funcionaros nos observaban detrás de un cristal. No miro arriba, pero noto como las cámaras me queman la coronilla. La primera puerta se abre. Pasillo. Nos apelotonamos como podemos. Se cierra la puerta a nuestras espaldas. Sensación de ahogo que apenas puedo disimular. Se abre la de delante. Pasamos. Se cierra a nuestras espaldas. No hay marcha atrás. Me siento atrapada. Estoy atrapada. Me recorre un escalofrió el cuerpo. Tengo frío. Otro patio ante nosotros. Esta vez pequeño, flanqueado por edificios y altísimos muros. Su sombra se extiende de manera que impide que llegue luz solar. Veo a algunos de ellos con utensilios de jardinería. Sucios. Evito mirarlos. Pero no puedo, al menos de reojo. Otro escalofrió. Esta vez no es de frío. El horror se me ha medito en el cuerpo, el olor me hace sentir enferma, la falta de luz y color me va quitando la esperanza. Entramos en el edificio de enfrente. Dejo pesadamente la bolsa. Mi madre la abre, saca una pequeña tarjetita que ata al asa:
Un nombre. Modulo diez. Me empujan. Sé porque lo han hecho. Llamo a la puerta que tengo enfrente. Un funcionario abre apenas lo justo para recoger nuestra bolsa. Me mira con recelo. No importa que me saque tres cabezas. No importa que el vaya armado. No importa que yo sea menor. No importa que no haya hecho nada. Yo también estoy aquí. Encerrada. Para él soy una de ellos. Ya no tengo libertad. Poco a poco los demás también dejan sus bolsas. Al poco de dejar nuestros bultos, sale un funcionario de la salita, lleva unas llaves y la mano en la porra, nos hace retroceder con la mirada y nos abre una puerta de rejas. Vuelve a la salita y oímos como cierra por dentro con llave. La puerta da paso a unas escaleras que subimos rápido. Nos apelotonamos en el descansillo del final de esta. Una puerta de cristal brindado y rejas nos impide el paso. Es complicado explicar el lugar. En frente hay otra puerta gemela y otra escalera gemela que también sube a la mínima estancia. A la derecha de esta una sala “de control” con un par de funcionarios, protegidos por más cristales y rejas. A la izquierda otra puerta de cristal y rejas (cómo no). Los funcionarios nos abren desde la distancia la puerta y me empujan a la salita. Nos cierran como a ratones en la jaula, y casi de seguido se abre la puerta a nuestra izquierda. Me arrastran de nuevo. Y cierran la puerta detrás de nosotros. Estamos en un largo pasillo, da a muchas habitaciones en fila, todas iguales, la mitad de la “pared” al techo de estas y las puertas son un cristal. Son salitas de estar con un par de sofás, uno enfrente del otro, una mesa baja en medio de ambos; una mesa alta con sillas y una papelera en la esquina conforman el mobiliario de cada una. Todo está limpio y todo está sucio y viejo a la vez. Como en una habitación de motel de carretera barato. Cada una tiene una pequeña ventana con rejas que apenas da luz. Hay doce salas si no conté mal. La única salida es la puerta por donde hemos entrado. Al fondo solo hay unos baños de dudosa higiene e intimidad. Me siento completamente atrapada, y lo estoy, el aire está muy viciado y el olor está en su máximo exponente, me revuelve el estomago. La semipenumbra y las sombras que proyectan los focos del exterior sobre los barrotes de las ventanas dan un toque siniestro que me hace poner el cuerpo en tensión. El frío en el interior del edificio merma mis pocas barreras y solo me sostengo en pie por pura tozudez. Se masca la tensión en el aire y como se suele decir se podría cortar de lo espeso que esta el ambiente. Todos hemos ocupado una salita, por familias, y esperamos
impacientes asomados a las puertas de estas a que se abra de nuevo la puerta de cristal enrejada por donde entramos. Pasan los minutos. El crujido de la puerta abriéndose nos devuelve al estado de aviso a todos. Por ella vienen uno a uno hombres, todos ellos de mirada gacha y ojos hundidos, postura encorvada, algunos portan pequeñas mochilas. Hombres tristes, hombres grises, parece que portan el peso del mundo o una nube de lluvia sobre ellos. Buscan con mirada tímida a su familia, por un instante se les ilumina la cara. Sigo a la espera, según van viniendo estoy más tensa, por fin, reconozco al sexto hombre. Se le iluminan los ojos (supongo que a mí también), le doy un fuerte abrazo cargado de emoción que casi nos tira a los dos al suelo, al que se une mi madre, me da un beso en la mejilla y entramos sin separarnos a la sala. Me limpio la mejilla sin que me vean. Nos sentamos el hombre y yo en uno de los sofás destartalados, con los cojines llenos de jirones y quemaduras de cigarros. Mi madre en el de enfrente, de iguales condiciones. Estamos en la cárcel. Durante las próximas dos horas somos unos presos más. El hombre es mi padre. Esto es un vis à vis familiar.
EL TESORO DE ATENAS
Por OMEGALFA ¿Detective? ¡Trap! -¡Lo voy a matar!- exclama con toda la fuerza de sus pulmones el oficial Cáceres -¡Juro que lo voy a matar!- y su voz hace eco en todas las salas del museo. A su alrededor, los miembros de la policía científica trabajan buscando cualquier elemento que pudiese revelar la presencia de quien se había robado el cuadro. Porque ese era el problema que se traía el temperamental detective Cáceres, el famoso “Tesoro de Atenas”, el último y más conocido cuadro del pintor Tom de Aq, había desaparecido durante la noche. Y Cáceres sabía que los policías científicos perdían su tiempo. En todo caso, la falta de cualquier marca o huella reconocible no era un problema para estar seguros de quien era responsable del robo, porque en el suelo, bajo la pared donde se supone que el cuadro debería encontrarse, como riéndose de su travesura, se veía la elegante tarjeta del responsable: -Este cuadro me gusto mucho, así que me lo llevoDetective Trap. El Detective Trap no era un personaje desconocido para Cáceres, y aquellos que tuvieran suficiente tiempo libre y una conexión a Internet podían encontrar varios rumores sobre este extraño personaje en foros y salas de chat. Pero lo que había pasado ahora era nuevo… nunca antes el Detective Trap había robado. Este extraño suceso desconcertaba a los investigadores, y en especial al señor Cáceres que pensaba intensamente en esto mientras recorría los pasillos del museo de Arte Contemporáneo. -Tampoco es que fuera un ciudadano modelo, señor- así hablaba la joven detective Agatha, interrumpiendo el curso de los pensamientos del viejo Cáceres. Y al detective Cáceres no le gustaba mucho eso. Es más, ver la joven y sonriente carita de Aghata, la novata que habían dejado a su cargo, lo sacaba bastante de quicio. Pero si, tenia razón, el tal Trap no era un ciudadano modelo. No dudaba en hacer todo lo que fuese necesario para conseguir sus objetivos. -Mgrrrr- Cáceres soltó un gruñido de satisfacción. -¿Se percato de algo señor?- dijo Agatha mirándolo a través de sus curiosos y castaños ojos. -Creo que ya se donde podremos encontrar a este idiota-¿Se refiere a Trap, señor?-La evolución de tus poderes deductivos es sorprendente, ¡Por supuesto que me refiero a ese idiota!-
Las explosiones de rabia era algo a lo que Aghata ya se había acostumbrado. Así que simplemente se cubrió de los rayos de sol que llegaban a su rostro mientras abandonaban el museo y se dirigían al auto. Una vez que partieron el detective le dijo a su compañera- Muy bien jovencita, en lo que se demora nuestro viaje vas a decirme lo que sabemos y a que conclusión he llegado-Bueno, sabemos que alrededor de las 12:30 del día de ayer el Detective Trap robo el cuadro “Tesoro de Atenas”-No lo llames detective-Está bien- y continúo diciendo- Lo extraño es que el Detec…, digo, Trap nunca había robado nada en sus anteriores intervenciones, así que su modus operandi no se ajusta a lo que comúnmente vemos-Correcto ¿y que nos conduce eso?-Mmmm, creo que deberíamos considerar que es lo que lo ha hecho robar en esta ocasión-¿Y eso sería?-Bueno, si algo sabemos de Trap, es que hará cualquier cosa por saciar su curiosidad, así que lo único que se me ocurre es que el cuadro tuviera alguna relevancia para saber la verdad de algo- se detuvo por unos momentos a pensar- El pintor de ese cuadro… ¡murió hace unos meses de forma muy extraña!, según dijeron los forenses falleció envenenado por la cicuta, pero no lo entiendo, creía que se había suicidado abrumado por un cáncer un terminal-Efectivamente, eso es lo que se dijo- señalo el detective- pero si el bastardo de Trap anda en esto significa que hay algo de lo que nadie se entero-. -¿A dónde vamos entonces?-A la antigua casa de Tom de Aq-Así sabremos la verdad sobre la muerte del pintor-No jovencita, en lo que a nosotros concierne el caso del señor de Aq esta cerrado, lo que buscamos es atrapar a ese remedo de detective-.
Continuara…
“Ame Noir"
Por Aragond Un día para morir México D.F. 10:30pm
[Va caminando en la calle nuestro personaje…] (No les harta la frase: "¿estamos destinados a algo grande?”) (Yo la odio, ¿que tan grande puedo llegar yo?, compro drogas y las disfruto, perdí mi fé en Dios, de seguro voy a ser el presidente de México.) Jeje...
[El personaje camina hasta detenerse en una casa] (para que de México si ya está suficientemente jodida con el gobierno, yo la jodería aún más, que gran ejemplo seria, diciendo: "vende drogas y conseguirás lugares en el gobierno!", seguro terminaría con un golpe de estado, je) -Moicas abre! -¿Qué quieres? -Te vengo a comprar!
[un hombre con barba abundante delgado y alto se acerca a la puerta] -Qué quieres? -Dos churros , una ampolleta, y un chocolate -A este ritmo vas a terminar muerto -Que lindo... te importo... -Cállate! -No sabía que fueras arma blanca. -Estúpido, quieres que te dé o no? -Está bien, está bien, ten 800 con eso alcanza -Sólo porque tu jefe es policía y paga bien. -Claro.
[El personaje se va y se aleja del lugar] (Lo ven, un gran ejemplo.)
al día siguiente… {Día para morir} {La nopalera}
[el personaje entra a un departamental viejo y despintado] -Llegas tarde! -Te importa?
[El personaje se queda recargado en la puerta] -¡Sigo siendo tu padre y me respetas! -Cómo digas poli (si tu padre fuera un policía que disfruta los arrancones a las 11:00 de la noche e inyectarse heroína antes de cada corrida, no confiarías en él) -Trajiste lo que te pedí? -Ten tu ampolleta y tu churro. Ojala ganes 100 por ganar hoy.
[El personaje abre la puerta y sale lentamente] -¡¿Adónde vas?! -¿Te importa lo que hago? o acaso te importo? [El personaje sale] -¡Mal agradecido! (......me importas más que nada)
11. pm (Hoy mi padre compite, ni madres que lo voy a ir a ver! Voy a ver cómo anda Karen, ojala todavía me quiera hablar)
[Empieza a caminar cerca de la calle de cuichapa y se acerca al interfon] -¿Hola? -Hola Karen soy yo. -¿Petro? -¿Quieres que me valla? -No, ahora salgo
[Una joven de rasgos finos y piel clara sale de la puerta de la casa]
-Hola Karen ¿cómo estas? - ....... -Que callada. Pensé que ibas a decir:"buena, gracias y tu"? -Imbécil... -Igual gracias -Y bueno, ¿quieres chocolate? -¡NO quiero tus malditas drogas! La única razón por la que salí fue para ver si habías cambiado, pero sigues siendo un imbécil, lo siento Petro, pero no somos nada. -No me vengas con diálogos de telenovela, ¡dímelo bien! -¡Ya no quiero nada contigo imbécil! eres arrogante y estúpido, ojala mueras pronto!!!
[Karen entra a la casa y cierra la puerta] -¡No eres la primera que alguien me desea eso!
[El personaje se aleja de la casa y empieza a caminar en pleno arroyo] (y yo pensando que hoy iba a tener suerte, pero ni modo, además más chocolate para mí!)
[una luz empieza a acercarse a el personaje a alta velocidad] (Se suponía que por aquí iba a competir mi padre, de seguro ya se estrelló, a bueno lo intentó) -¿Que demonios...? que es esa luz? -A Joder!! (no sé que es más frustrante, saber que moriré, o el que me mató fue mi padre drogado,)
{El coche impactó de tal forma que Petro murió instantáneamente} México, 10:15 am. El cuerpo muerto de Petronio yace en el arroyo de la calle, la gente hace un círculo alrededor de él mientras la policía arresta a su padre, el cual no tiene nada en el mundo} -¡Lo siento!.... {la figura de petronio se encuentra hasta al frente de la multitud viendo su cuerpo muerto} -Pero si aquí estoy! porque nadie me hace caso?
-Estás muerto, acostúmbrate. -Pero no se supone que debo ir al purgatorio o alguna fumada así? -Jajaja! pero si ya estás en el purgatorio solo que no lo ves como deberías!
[Petro voltea a su alrededor] -¡Hijo de ...!!! ¿Fin?
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"chocolate" es tambien una forma de decirle al hachís
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Petro originalmente se iba a llamar petronio XD
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Este es el borrador original, cronos me está ayudando a mejorar la historia
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De ninguna manera se trata de marcar algún estereotipo
MITHYCALS Por Leebedon
Prólogo Bruce Parker caminaba por la acera. Se dirigía a su clase de mitología, llevaba diferentes libros de mitología en sus brazos. Sintió una gota de agua en su hombro, empezó a llover. Se resguardo de la lluvia entrando en una tienda de ropa que le quedaba a su derecha. Observo su reloj y noto que solo le faltaban 10 minutos para entrar a sus clases. Salió como una flecha del almacén. Los truenos llegaron, tronaban extremadamente fuerte. De pronto todo se volvió oscuridad y luego volvió en si, estaba sobre la nieve. Se levanto y observo un castillo rodeado por una muralla incompleta. Acto seguido, Bruce sintió una gran mano en su hombro. - ¿Quién eres?- pregunto quién toco a Bruce - Bruce Parker ¿Quién eres tú? - Thor, bienvenido seas a Asgard, Bruce Caminaron por los pasillos, todos se preguntaban que hacia un mortal ahi... incluso el mismo se lo preguntaba. Jhonny Kent salió de su clase de mitología preguntándose como es que las mentiras pueden creerse reales. "Eres muy aséptico Kent, no sé ni que haces aquí" le decía su maestro de mitología. Llego a su hogar, tomo los boletos de avión y su equipaje y se dirigió al aeropuerto. Unos minutos más tarde ya estaba listo en el avión que lo transportaría a Grecia, pues ahí Vivian sus padres. Luego de unas horas de vuelo llego a su destino. Decidió ir al Templo de Zeus a observar una gran estructura basada en una mentira pero la verdad es que en el fondo de su corazón el creía en los dioses... o que al menos existieron una vez. Luego de pasearse por el templo Emoezi a darle un jaqueca, le dolieron los pies, no podía resistir... se desmayo, lo último que vio fue a la gente corriendo hacia él. Despertó en el coliseo romano, no había nadie. Decidió salir de ahí pero se detuvo al oír una pisada detrás de él. - Mi nombre es Zeus, hijo de Cronos. Te he convocado porque eres quien me ayudará en la guerra que ha visto el oráculo. - ¿Cual guerra?- Pregunto Johnny - La guerra de los dioses, el Mithycals. - ¿Vas a volver a enfrentar a los titanes? - No, amigo voy a enfrentar a mi contraparte nórdica, aquel llamado Thor
Capitulo 1 “Guerra” Desde chicos, Bruce Parker y Johnny Kent han sido muy buenos amigos, siempre se han apoyado entre si y tienen los mismos gustos. El gusto que mas comparten es la mitología.
Aunque Kent era muy escéptico en cuanto al tema, le intrigaba. Parker, en cambio, hablaba todo el rato de los dioses míticos, lo cual legaba a ser molesto. Crecieron y estudiaron juntos, estaban decididos a enseñar mitología antigua en universidades. Pero primero debían aprender más de esta ciencia. El día que cambio sus vidas fue cuando decidieron seguir caminos separados. Bruce siguió a Zeus y Kent siguió a Odín. Pero... ¿Cómo es q paso eso?
El oráculo veía el futuro. Un día que empezó normal acabo en angustia cuando el oráculo vio una guerra entre dioses. Vio como el dios del rayo, Thor asesinaba al dios griego Zeus mientras Cancerbero intentaba derribar las puertas del Valhalla y acto seguido el canino caía rendido ante el poder de Loki. En ese momento la noticia corrió por el Olimpo y los semidioses la llevaron al mundo y del mundo paso al Valhalla. Odín no entendía porque habría una guerra si no sabía la causa. Así que decidió ir al Olimpo a hablar con Zeus para acordar paz entre los pueblos. Eris, la diosa de la discordia, se entero de la llegada del nórdico y como venganza por no ser invitada a la boda de Peleo y Tetis (al parecer el caballito no le fue suficiente) decidió pasar la voz de que Zeus había dicho: "Odín no es más que un gallina que le da miedito pelear sabiendo que le tomaremos ventaja tarde o temprano, es una nena nórdica". Pero lo que en realidad quería Eris era apoderarse de la Caja de Pandora para desatar el mal en el mundo. Cuando la noticia llego a los oídos de Odín este se lleno de cólera y empezó a destruir todo a su paso. - ¿Que ocurre?- Pregunto Zeus, ya q le habían dicho aquello en secreto. - ¿Que que ocurre?- se indigno Odín. Acto seguido levanto su lanza, levanto a Gungnir y le dijo: "la nena es otra maldito inútil", en ese momento atravesó el pecho de Zeus. Cuando los guardias vieron eso atacaron sin tregua a Odín, pero este los derribaba. Odín decidió escapar ya que sabía que el solo no podía enfrentarse a todos los dioses griegos. Mientras huía escucho ladridos que lo despabilaron, se dio vuelta. Cancerbero lo seguía por la tierra de los mortales con Hades encima de él.
“Capitulo 2 Canino contra Cefalopodo” Odín corría a más no poder y el perro de tres cabezas iba en pos de él, las tres cabezas del perro intentaban morder a Odín pero este era más veloz. Llegaron a una playa justo
antes de Cancerbero saltara encima de Odín para obstruirle el paso. El canino ladro. Acto seguido, Odín puso una mano sobre la arena y empezó a susurrar para si mismo. Hades no sabía lo que hacía pero de una cosa estaba seguro, era algo muy malo. De pronto Hades escucho que algo salía del agua, se dio vuelta y vio a unos cuantos tentáculos gigantes que salían del mar y empezaba a arrastrarse onduladamente hacia él y su perro. -Les presento al Kraken, la bestia del mar- Dio orgullosamente Odín - Prepárate Cancerbero- Le dijo Hades a su fiel animal. Los tentáculos se levantaron del suelo y empezaron a agarrar al canino de sus patas. Cada cabeza se pintaba de sangre al morder uno que otro tentáculo que lograba alcanzar. Los tentáculos del Kraken ahorcaban la cabeza izquierda de Cancerbero hasta que esta quedo dormida, luego...TRACK.... el cuello de aquella cabeza fu roto por el tentáculo que lo envolvía. Fueron necesarios dos tentáculos por cada pata del animal para lograrlo arrastrar al mar. Luego de tratar de luchar contra el Kraken, Cancerbero se rindió y se dejo llevar a lo profundo del mar. Hades salto del animal antes de que este llegara a agua. El señor del tártaro alzo su puño hacia el rey del Valhalla, pero este último le quito un brazo con su lanza, luego le golpeó en el pecho con su puño derecho y acto seguido le atravesó la lanza en el pecho debilitado de Hades. Hades cayó al suelo mirando hacia el mar que ya no era azul sino rojo por la sangre de su fiel mascota que había sido devorada por el pulpo. Odín arrastro el cuerpo medio muerto de Hades al mar. - Tu premio, Kraken- dijo Odín y acto seguido se dirigió al Valhalla
Capitulo 3 “El martillo de Thor” Bruce dormía en la habitación que le habían prestado pero su sueño fue interrumpido por un gnomo que entro a la habitación. El gnomo era pequeño, su cara estaba arrugada y sus ojos eran muy pequeños a diferencia de su gran y puntiaguda nariz. - El amo Thor quiere verlo, señor Bruce- dijo el gnomo con su chillona voz - Gracias- dijo Bruce y acto seguido salió de la habitación al cuarto de guerra. Al entrar al cuarto de guerra vio que Thor estaba sentado en una silla de la mesa rectangular, la silla mas lejana a la entrada, además acariciaba con su dedo índice a su martillo Mjolnir.
- Este martillo- hablo Thor- fue construido por los enanos Sindri y Brokk, Tiene la propiedad de nunca fallar en su blanco y tras ser arrojado siempre regresa a las manos de su dueño, además puede encogerse y ser llevado con disimulo en la ropa y también puede ser utilizado para arrojar rayos. Puedo alzarlo al aumentar mi fuerza con mi cinturón Megingjord y los guantes de hierro Járngreipr. >> He derribado Montañas con esto, asesinado gigantes con su poder... pero el oráculo me ha dicho que debo dártelo. - ¿Que? ¿Por qué?- pregunto Bruce - Porque el oráculo vio mi muerte. - Pero tienes el martillo, ¿no? ¿Por qué no te defiendes con él? - Porque el martillo es el arma que me asesina Bruce quedo perplejo...- pero si tú me lo das entonces yo... soy el que te voy a matar- No mi querido amigo, te lo van a arrebatar - Entonces que gracia tiene dármelo si de uno u otro modo te asesinaran - Que aquel que fue el último en poseer el martillo porque su dueño anterior se lo quiso dar tiene la fuerza para controlarlo, y esa fuerza puede ser combinada con la venganza de asesinar a quien asesino al antiguo portador. - En español por favor- dijo Bruce Thor se levanto rápida mente de la silla y golpeo la mesa con sus puños - !entiéndelo solo tú que serás el portador de Mjolnir serás capaz de vengar la muerte del antiguo! Thor mando el martillo junto con el cinturón y los guantes al otro extremo de la mesa. Bruce los tomó. - De ahora en adelante eres el portador del martillo Mjolnir. Bruce Parker... bienvenido al mundo de los dioses, bienvenido al Valhalla. Capítulo 4 “Ejercito griego” Bruce resumió todo lo que Thor le dijo en que el debía vengar su muerte con su martillo. Se sentía preocupado pero ansioso por la batalla. Entre tanto, Johnny disfrutaba de los aperitivos q le ofrecía el Olimpo cuando oyó diferentes gritos en el cuarto de al lado del comedor. Salió del gran salón con unos cuantos postres en la mano y se escondió detrás de una estatua para escuchar lo que hablaban Poseidón, Zeus, Ares y Hermes. - ¿Como lo supiste?- Pregunto Ares a Poseidón
- La sangre de los dioses es olfateada por los más feroces tiburones, mis tiburones. Iba paseando con ellos en las profundidades del mar cuando de repente fueron a toda velocidad hacia la costa. Trate de detenerlos pero no pude, luego vi una cabeza flotando en el agua. Subí a la superficie y vi la cabeza de mi hermano Hades. >> Cuando baje la mirada logre observar el cuerpo de Cancerbero con unas cuantas heridas en su cuerpo. Le habían rasgado la carne logrando dejar ver sus huesos. Le faltaba una cabeza...Fue terrible.- Contesto Poseidón - ¡Malditos sean los nórdicos!- maldijo Hermes - Da la noticia, H- le ordeno Zeus Cuando todos salieron del salón, Johnny se acerco a Zeus. - ¿que paso? - Al parecer alguien ha asesinado a hades y a su perro. El problema es que ahora el tártaro está desprotegido. - ¿Lo vas a dejar así? - ¿Que? ¿Estás loco? claro que no. De hecho voy a mostrarte el ejército que he formado para combatir a Odín y proteger el tártaro. Subieron unas escaleras que daban a un balcón. Kent se sorprendió al ver a todo un ejército gritar con fuerza. Habían gigantes, hombres, ciclopes, hidras, sirenas, minotauros y otras bestias. Zeus le entrego una espada a Johnny. - Hermes acaba de forjarla-le dijo- tiene el poder de romper la roca y dividir los mares. Cuídala Kent porque es tu única arma. - Wow señor, gracias. - No hay de que muchacho...ahora, debes guiar este ejercito al tártaro y comandarlo. - De acuerdo... pero usted sabe si los nórdicos atacaran? - Tal vez pero es mejor ser precavido. …
EL CAZADOR Por Thor_Maltese
La reja se abrió, el implante ocular del policía iluminaba la oscura celda con una fuerte luz. Este hace una pregunta seriamente, mientras los delincuentes se despiertan. -¿Quién de ustedes es el reo 9x66? Uno de los reos se levanta y responde. -Soy yo. El policía le comenta seriamente. El alcaide quiere hablar contigo. El reo replica con tono mordaz. -¿Qué querrá esta ocasión? El policía se molesta y replica. -venga conmigo y no diga nada. El reo y el policía salieron de la celda. Caminaron por un largo pasillo iluminado por luces blancas. Al final del mismo se encontraba una oficina. Abrieron la puerta, el lugar estaba lleno de humo. El alcaide comenta al ver a su visitante. Te he estado esperando. Es muy necesario de que hablemos. El delincuente le responde secamente. -Después de dos años de encierro ¿Ahora es que quieres hablar conmigo? El alcaide le replica diciéndole. -Eliot hubo un error al juzgarte. Eliot esta confundido con ese comentario. Le pregunta nuevamente al alcaide. -¿Tienes prueba de ello? Uno de los policías que se encontraba adentro de la oficina toma una navaja y le hace un corte en las venas al joven, pero de las mismas no brotaba sangre. Eliot colérico le exclama. -¿Acaso te volviste loco? Sabes bien que esto está mal. El encargado de la cárcel le responde.
-he ahí tu prueba. Lo que sale de tus venas no es sangre. Eliot toma una muestra con la mano derecha y ve asombrado. Le pregunta al alcaide nervioso. -¿Qué es esto? El alcaide expulsa el humo de su cigarrillo y le responde. -Es Fluido X, el líquido vital de los androides. Como te comentaba fuiste juzgado como humano cuando en realidad no lo eres. Un guardia le entrega a Eliot un venaje para que cierre la herida, nuevamente el reo pregunta. -¿Cómo sucedió esto? El alcaide active un proyector de hologramas y le dice. -Ese es el responsable. Un robot llamado AL 134, reprogramado como criminal. Eliot termina de vendar su herida y pregunta. -¿Qué ganaba él colocándome tras las rejas? El alcaide le responde. -ahí es donde entras tú. No se ha podido capturar a ese robot y es un caso que no queremos que salga a luz pública. Existe una fuerza especial en la policía de esta ciudad llamada Los Cazadores y se dedican a resolver estos misterios. Te necesitamos como un Cazador. Eliot acepta la propuesta. A cambio de trabajar como Cazador ganaba su libertad y poner tras rejas al responsable de sus dos años perdidos de vida. El alcaide le indicó a Eliot pasar por una oficina en donde lo reclutarían como un agente especial y le darían lo necesario para salir a la calle. Un hombre medio gordo ve a Eliot y le dice. -Que bueno que llegaste, mi nombre es Arquímedes soy el armero de esta comisaría de los Sótanos de la ciudad. El hombre coloca una pistola de mediano tamaño sobre la mesa con su respectiva pistolera, Eliot se encuentra callado mirándolo como va de un lado a otro. Nuevamente comenta. -Esta es la pistola Hércules calibre 48 milímetros. Presenta tres tipos de disparar. El primero como arma de fuego normal, el segundo genera descargas de 120 voltios
disparando un cable de 2 centímetros de grosor y dos metros de largo, el tercero dispara como ametralladora, necesarias para detener en seco a los que estén corriendo. Por cierto a tu arsenal estos lentes con estos puedes mejorar tu rango de disparo y mejorar los ojos biónicos que tienes. A Eliot también le entregaron ropas nuevas, le quitaron esos horribles trajes de presidiario por un Jean azul, una chaqueta del mismo material, una camisa manga larga negra, su palca policial que se le veía bien con su metro ochenta de estatura, cabello castaño, piel blanca y una ligera barba alrededor de sus facciones secas. El alcaide lo ve y le indica. -Voy a comentarte algo más sobre tu misión. No estarás solo. Todos los integrantes de estas fuerzas especiales tienen un compañero. Eliot queda sorprendido y comenta. -¿En serio? Y yo que pensé que trabajaría solo. El alcaide agrega. -Lo encontraras en los Sótanos de la Ciudad, al salir de aquí. Siendo mas específicos en la calle número 43. Es otro androide. Tranquilo él te reconocerá a ti. Eliot comenta secamente. -¿Algo más que agregar? Su nuevo supervisor le responde. -Trata de no llamar mucho la atención y de capturar al condenado robot rápidamente antes de que cause más estragos por aquí. Y tengo algo de expectativa sobre ti, no me decepciones. Eliot tomó sus nuevas pertenencias y se marchó de la comisaría a pie.
LA TRISTE CANCIÓN DEL BOXEADOR
Por Thor_Maltese 1 La vida del boxeador, como se puede definir algo tan efímero y al mismo tiempo tan apasionante. Somos esclavos de los aplausos, de los reflectores y de nuestro ego, y me atrevo a decir a la fama, así sea por un escándalo público. La vida del boxeador es solitaria y dura, llena de azares, ya que un día estas en la cima disfrutando de todos los lujos y otro en el suelo convertido en un ebrio o mendigo. A lo que me hice adicto fue a esa sensación que te invade cuando estas en tu vestidor y caminas hacia el cuadrilátero y un desconocido grita tu nombre y apodo con un micrófono. Hoy tengo una pelea, el pase que me acercará un poco al campeón, si consigo su cinturón seré feliz y podré retirarme de este duro espectáculo. -No te noto nervioso Clint, la pelea de hoy esta interesante. No te vayas a poner agresivo, mantén la calma. Hemos trabajado mucho para llegar a este nivel. Hace un año salí de la cárcel, aún estaba en el circuito amateur, fue un duro golpe para mi entrenador. Lino, el asistente de mi entrenador, dice que casi regresa a beber, la gente del barrio lloró cuando se enteraron que estaba tras los barrotes. Recuerdo que fue un miércoles, estaba tranquilo trabajando en la taberna de la señora Isabel, entró un ebrio, gritando, y era hora de cerrar. Estábamos nerviosos la señora Isabel y yo, la policía estaba en las cercanías, los maleantes se ponen peor en el barrio cuando los azules andan cerca. La hija de la señora Isabel, la niña María, aunque de niña solo tiene el apodo, ya que tiene el cuerpo de una mujer, estaba con nosotros limpiando, el ebrio le puso el ojo, empezó a acercársele, pero no para cortejarla. Quería otra cosa. Le advertí del ebrio a la señora Isabel, los otros ebrios estaban lejos, no lo conocían, no era del barrio, parecía peligroso. Y fue cuando escuché el grito de María que actué. Me quité el delantal me acerqué a la mesa del ebrio y le dije. -Señor, la señorita no quiere estar con usted. Por favor déjela en paz, no cause problemas. Estamos casi cerrando así que si desea seguir bebiendo, váyase. -Cállate joven, ella quiere estar conmigo. No pueden cerrar por que estoy yo aquí y puedo comprarles toda su existencia de licor que tiene esta pocilga si me da la gana. Esa fue la orden de atacar, la envió la madre de la niña María, le pedí al tipo que encontrara en la calle, no soportaba su inmundicia en el negocio. Quizás, hice mal en iniciar esa pelea, pero de no haberlo hecho, la niña María hubiese salido mal herida.
Y fue en ese instante que empezó la riña, el ebrio tenía resistencia y soportaba bien mis golpes, pero la policía vio el instante cuando mi golpe de gancho hizo morder el suelo al hombre, y mi sentencia, la cárcel, por alterar el orden público y por golpear a un oficial.
2 Aunque ya sabía mi sentencia, tuve que pasar por un juicio, claro es un mero formalismo de esta sociedad. Ese jueves mi entrenador me dio un consejo, cuando salimos de la corte. -Escúchame bien Clint, el mundo de la cárcel y nuestro barrio no son muy diferentes, solo cumple cabalmente las órdenes que se te den. Notaba que Simón, mi entrenador, estaba preocupado. Espero saber el motivo. Recluido por el lapso de tiempo de un semestre, el policía admitió su estado de ebriedad y que se propasó con la niña María así que mi condena no fue tan larga., pero esos seis meses serían largos. Ya me había acostumbrado a vivir en las calles y pasar por situaciones en donde tu vida corre peligro. Le debo mucho a Simón, vio talento en una persona como yo, un solitario joven del barrio San Andrés, que se peleaba todos los días, a todas horas, conocido con el apodo de “El puño de la Calavera” ya que las marcas que dejo con las puños poseen, según Lino, la forma de una calavera. Lino tiene una marca de mi puño en su pecho, de nuestro primer encuentro. Me llevaron en una patrulla a una lejana cárcel, según le escuche a los policías es la más tranquila de la región. Aunque a veces los motines que se forman no difíciles de controlar. Me enviaron a una celda oscura y sucia, los otros reos me veían y se reían a carcajadas uno gritó -Ese vino por que golpeo a un policía, ese nuevo es peligroso. Otros reos se empezaron a reír de ese comentario, hice caso omiso de ese comentario, solo querían provocarme. Nadie sabía quién era, son pocos los que conocen el circuito nacional de boxeo amateur, un policía me dijo muy serio. -No te has sulfurado a pesar de que te han dicho de todo. Estas haciendo lo correcto. Si prácticas algún deporte búscame, siempre tenemos torneos deportivos, para calmar un poco a los reos. -Muchas gracias, eres el primer policía que conozco que no es tan altanero, los que se atreven a ir a San Andrés, son de lo peor. -Lo sé, por eso creo que no deberías estar preso, estabas haciendo lo correcto, eso se llama Legítima Defensa.
Era normal ver a los otros jóvenes del barrio pelear por tener una salida con la niña María, muchas veces me tocó ser quien detenía las peleas, los muy dementes peleaban al frente de la taberna, y eso espantaba la clientela según la señora Isabel. Por las tardes me ausentaba en mi lugar de trabajo, iba a entrenar con Simón y Lino, el turno de la tarde era el más flojo, tenía que trabajar, ya que vivía con Simón en una humilde casa y nos compartíamos los gastos y los sueños de superación de salir de esa pobreza. Nuestro sueño es el cinturón de campeón nacional en la categoría peso pluma, tener un gimnasio propio y ayudar a la señora Isabel y a los otros soñadores del barrio. Cayó la noche en mi celda, menos mal que estoy solo, saqué mi armónica, y cantamos nuestras penas.
NIGHT
Por Wiccan Suena el despertador. No sé que hora es, pero deben de ser cerca de las once de la noche. Agarro un conejito de peluche y lo lanzo fuera de la cama para que informe. Al ver que no regresa mando un osito en busca del primer explorador. Tampoco regresa. Ante esta situación decido salir del laberinto de sábanas y mantas en que me encuentro. Me miro en el espejo y me veo con los ojos hinchados y el pelo alborotado. No recuerdo nada del día ni de la noche anterior, tan solo bruma y niebla obnubilando mis sentidos y mis recuerdos, tampoco pasa nada grave; no es la primera vez que esto me sucede ni será la última, es algo totalmente normal. Decido vestirme. Unos vaqueros rotos, una camiseta negra y una gorra conforman mi vestimenta. Miro el reloj y efectivamente son las once y media de la noche; no andaba mal encaminado. La habitación está totalmente revuelta, nada parece tener un orden lógico en ella. Un calcetín ondea como una orgullosa bandera en lo alto de una lámpara mientas que el polvo se afinca sobre montones de libros que esperan ansiosos volver a ser abiertos. Altiva una lata de refresco lo observa todo desde una estantería. Decido salir a dar una vuelta por la calle; es la hora de más ambiente de todo el día. Al salir esquivo una caja de pizza que se encuentra acechando en la alfombra; paso furtivamente frente a la habitación de mis padres y salgo a la calle. La fresca brisa de la dulce noche me besa la cara, sin embargo algo falla en esta, algo no cuadra, algo está al revés... Bajo el amparo de la oscuridad comienzo a deambular por las calles. Paso por oscuros callejones repletos de espectros prácticamente consumidos en su miseria, los cuales se agazapan en las esquinas deseando poder morir para acabar con el sufrimiento artificial que ellos mismos se han inducido. Continúo caminando y por fin la veo, la gran calle principal, centro neurálgico de actividad nocturna. Como poseso, comienzo a caminar por ella mientras observo los cientos de clones que vagan por esta, todos unidos bajo una misma apariencia persiguiendo llegar a un ideal que ellos mismos desconocen... Me camuflo entre ellos, solo soy uno mas... Saco un cigarro y lo enciendo. La tenue luz ilumina mi camino como si de un faro humeante se tratase.
Sigo caminando metros y más metros, avanzando por esa gran calle principal hasta que llego ante un edificio. Desde un primer momento se ve que no es un edificio corriente. Las luces de su fachada atraen toda clase de figuras hacia ellas como mosquitos a una linterna... A pesar de todo me acerco. Me atrevo a entrar. Cruzo la puerta y desciendo una angosta escalera mientras atravieso una mezcla de olores indescriptible para el olfato humano. De repente todo tiembla; un ruido incesante, taladrante, aterrante y a la vez embriagante me hace acercarme mas a la multitud que se encuentra al final de la escalera. Solo soy uno más... Todos se mueven al son de ese indescriptible sonido mientras se contonean con extraños movimientos como si de un ritual de apareamiento se tratase... Me sumerjo de lleno en la marea humana y comienzo a comportarme del mismo modo. El ritual parece surtir efecto pues una sombra se me acerca. La miro de perfil y me parece ver una silueta humana. Comienzo a mirar desde distintos ángulos con el fin de resolver el misterio. Se dirige a mí. Si, definitivamente es humana, o al menos algo que en su momento lo fue o algo parecido. Me ofrece algo, no alcanzo a distinguir de qué se trata. Parecen ser unas pequeñas píldoras. Las acepto sin miramientos, ¿qué pueden tener de malo? No pasa nada por probar y tomar un par de ellas... Pasan los minutos y comienzo a sudar. El calor se está haciendo insoportable, terriblemente insoportable. Comienzo a mirar a mi alrededor y veo figuras desvaneciéndose en si mismas, consumiéndose en llantos interiores que nadie puede ver. Se lamentan desconsolados al ver alcanzada la cúspide de sus vidas en ese instante. Extrañamente me siento como si esta fuera la visión verídica de la realidad. Ante tal conmoción decido abandonar el lugar, el estruendoso ruido y la amarga nube de olores. Llego de nuevo a la gran calle principal. Cada vez más clones se asientan en el lugar. Es la una de la madrugada y la vida, o algo parecido a ella, fluye por la calle como si de plena tarde se tratase. Decido continuar con mi paseo nocturno.
Camino calle arriba observando como las nubes se desplazan dejando ver la bella luna llena, como si fuera una perfecta armonía celestial; como si los sueños hubieran sido recluidos en una esfera en espera de que alguien se acordase de ellos y fuera en su búsqueda... Al menos parece que existe armonía e inocencia aún. Llego ante un gran edificio. ¿Es un colegio? No puede ser... demasiado tétrico para ser un colegio... Sin embargo así es, es una escuela. Las paredes de la escuela se encuentran pintadas llenas de mensajes reivindicativos cuyo significado el autor apenas alcanza a reconocer, y los jardines del patio han sido sustituidos por vallas de espino. En la puerta, una multitud de infantes se arremolina en torno a una hoguera en la cual van vaciando sus pensamientos, sus conocimientos, su imaginación, su ilusión... Ante esta acción los infantes comienzan a desaparecer convirtiéndose en espectros. Al menos ya conozco el lugar de donde salen tantos. Me acerco a ellos, ese espectáculo de auto destrozó es digno de verse de cerca. Atravieso la valla de espino y avanzo por un camino de piedra construido sobre cimientos de libros quemados hasta la fabrica de futuros desdichados. De repente una multitud de ojos rojos aparecen de la nada mirándome fijamente. De entre ellos surge una figura; un pequeño infante al parecer, inofensivo a primera vista. Me acercó a él. De golpe, y sin previo aviso, quinientas sombras surgen a su espalda. Ante su actitud amenazante retrocedo... poco a poco... despacio... Mientras me alejo, observo como en una esquina del edificio lo que parecen ser siluetas adultas y rebosantes de conocimientos se lamentan por el destino de los infantes... Rápidamente salgo de la escuela y continúo mi camino. Avanzo por la calle pesadamente... Son las dos de la mañana pero la luz de la luna parece animar a las sombras a invadir la calle, pues cada vez hay más de estas... “Nada de parar hasta el amanecer” parecen decirse en una extraña consigna sin sentido. En ese instante veo como una gigantesca multitud de espectros avanza calle abajo, todos vestidos iguales y con paso parsimonioso mientras cargan un ataúd vacío en el cual inscrita en latín está la palabra “FUTURO”... Decido abandonar la calle principal, la hermosa calle principal. Avanzo por una de las calles secundarias de la ciudad y llego a un parque.
Solo hay niños, multitud de pequeños infantes se arremolinan en torno a un único y destartalado columpio el cual se niega aceptar que suban. ¿Dónde están los padres? ¿Dónde se encuentran?... No están... ninguno está presente... no tienen tiempo para esto... Cansado de caminar me siento en uno de los bancos del parque. Me siento y tan solo observo... Observo como lo que parecen ser dos decrépitos ancianos llegan y se sientan en otro de los bancos del parque, frente a mí, frente a los infantes... Les ofrecen algo que mi vista no alcanza a ver y mi oído no alcanza a escuchar y en respuesta dos de los infantes abandonan el parque con los ancianos... Al grito de “Adiós Abuelitos” los otros infantes se despiden de ellos, sin embargo no creo que el trato de “abuelitos” este correctamente usado en este caso... Me recuesto en el banco; estoy tan cansado... Durante horas permanezco así, prácticamente adormecido... En este tiempo los infantes que aún están en el parque no dejan de observarme... Decido levantarme y marcharme. Son las tres y media de la mañana. Antes de abandonar el parque que ha dado cobijo a mi descanso decido observar por última vez a los impúberes. Me doy media vuelta y compruebo como de las ramas de los secos árboles han crecido decenas de pantallas de televisión. A sus pies, y como si de la más reveladora de las visiones se tratase, los infantes las observan absortos, desvaneciéndose poco a poco con cada destello del televisor. Me pongo de nuevo en camino por entre los callejones, iluminado tan solo por la luna llena. Mi caminar me lleva a una pequeña plaza. Las fachadas de los comercios se encuentran repletas de carteles con propagandas electorales en las que los políticos en cuestión invitan a los votantes a no votar al contrario en vez de ofrecer algo a cambio del voto. En el centro, recostadas en un monumento a la abundancia se encuentran un grupo de muchachas de la vieja profesión, o al menos eso parecen a simple vista. Decido acercarme. Con paso cansado me voy acercando hasta las féminas hasta que la distancia permite comprobar a mis ojos que no se tratan de dulces acompañantes, si no de niñas tan solo.
¿O si se tratan de dulces damas? No lo sé... ¿Acaso están mi juicio y mi vista equivocados? Esa ambigüedad entre vestimenta y madurez me hace dudar profundamente... Ante este dilema abandono la plaza observando a mi marchar como las muchachas se comienzan a desvanecer tras de mí, reduciéndose a meros espectros... Comienzo a caminar por las callejuelas... tan solo camino, sin pensar en nada; solamente en dar el siguiente paso... Me mantengo así durante horas y horas... Pierdo la noción del tiempo... Decido volver a casa... el cansancio está comenzando a hacer presa de mi cuerpo. Al regresar al no tan anhelado hogar paso frente a una tienda cuyo reloj me contempla pasar anunciando mi vida desvanecerse con cada movimiento de sus manecillas... Fijo mi vista en la hora y observó que son las seis y diez de la mañana... es hora de ir regresando... De camino a mi destino paso frente a una ventana en la cual una bestia completamente cegada por su evidente ineptitud golpea sin razón al fruto de la costilla de Adán, desvaneciéndose con cada golpe asestado... Me acerco a la ventana y la golpeo atrayendo la atención de la bestia, y, por unos segundos, me parece ver la silueta espectral de un hombre y un destello de humanidad en sus ojos. Sin embargo esta ilusión no dura más que unos segundos pues enseguida vuelvo a la realidad comprobando como la bestia se lanza contra la ventana, desapareciendo después como un espectro... uno más en esta gran ciudad... Por fin llego a casa. Me adelanto hasta la puerta y tanteando saco las llaves de mi bolsillo. Sin embargo al ir a abrir la puerta algo comienza a no ir bien... Mis manos comienzan a desvanecerse... Observo mi reflejo en el pomo de la puerta y veo como mi cuerpo comienza a convertirse en algo incorpóreo... ¿Qué sucede? ¿Qué está pasando? En realidad no se por que me lo pregunto... Se perfectamente lo que está pasando... estoy quedando reducido a un espectro... como los demás... como todos los demás... igual que todos ellos... solo soy uno más. De repente me despierto; ¿Dónde estoy? ¿Qué ha sucedido? Observo a mí alrededor... Todo está oscuro...
Cuando mis ojos se acostumbran a la penumbra contemplo como los rostros de desconocidos me observan desde los pósters de las paredes expectantes ante lo que me está sucediendo... Por fin consigo percatarme de que estoy en mi habitación... en mi cama... ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha sucedido? ¿Qué ha sido todo eso? Una pesadilla... solo ha sido una pesadilla... Todo está bien... Me levanto esquivando las decenas de bultos que, repartidos por el suelo, atentan contra mi integridad. Rescato mi ropa de la vigilancia de un cubo de basura y una vieja mochila, me visto y salgo a la calle; necesito despejarme y un paseo al amparo de la bella Selene me sentará bien... Llego a la calle... la hermosa calle principal la cual está iluminada por el blanco resplandor de la luna y su corte de estrellas.
Gracias a Dios todo fue tan solo una pesadilla... sí, solo una pesadilla... ¿o no?...
“Vivimos Soñando un Sueño en un Mundo de Pesadilla...”
La que ahora he de relatar, es la historia de una mujer, una que desafió lo indesafiable y dejo bien en claro, que tenía un corazón indomable, haciendo honor a la sangre en sus venas, la llamaron “Hija de la Tormenta”.
Hija de la Tormenta (parte primera) Por VKing Por derecho de sangre Una lluvia torrencial azotaba la costa, los relámpagos cortaban el cielo y partían en dos las nubes, mientras ensordecedores truenos aterraban a quienes observaban el mar y su ira. En la playa solo había una figura, inamovible cual estatua de mármol, desafiando la furia de los elementos, oponiéndose a la tempestad, Chloé. Una mujer única en su tipo, conocida por muchos nombres, Chloé es el que le dieron sus padres, en el puerto le llamaban “la mujer de la lluvia” pero su corazón respondía al que aquel hombre años atrás le había otorgado “mi perla” ella era su todo y le esperaba siempre puntual, la tormenta siempre avisaba su llegada, el arribo a puerto de aquel que estaba maldito, Boran. Aquel que tiene prohibido pisar la tierra perseguido por cada rey el contrabandista, el pirata, el domador de tormentas. Siempre se dijo que Chloé era mágica. El diluvio, que azotaba con furia a la bahía, parecía bañar su cuerpo el viento que derribaba arboles, simplemente acariciaba su cara de mármol. Ahí le esperaba, como prometió y por primera vez Chloé no estaba sola. Fruto de aquel amor, más intenso que cualquier tormenta, ambos esperaban un hijo, o más bien una hija. No hubo tiempo de decidir, Chloé subió al barco, quería que su hija naciera en el hogar de su padre, en su hogar, en el único lugar donde era feliz. En alta mar. Y ahí fue donde nació ella, en mitad del mar, en el ojo del huracán. Hubiese sido bello, si desde ahí empezara una familia feliz, pero hubo consecuencias, el indómito corazón de Chloé no soportó el parto, ella murió al dar a luz. Y Boran, no era precisamente, del tipo paternal, menos de una mujer. A duras penas dejaba subir a Chloé a su barco. Estaba claro, ninguna mujer debía subir a bordo, las aguas eran celosas y no aceptaban que los marineros tuviesen otra amante que no fuesen ellas. Así que la abandonó, la dejo en el siguiente puerto, en una ciudad donde crecería para convertirse en una dama de sociedad. Una muñeca de porcelana para la vista de todos. La perla que su madre fue para su padre. Pero el destino tenía otros planes. Y así es como empieza mi historia. Mi nombre es Krall, y estaba en ese entonces, cumpliendo mi sueño, yo era nada menos, que el primer oficial del Chloé. El segundo al mando en la tripulación del grandioso Boran, el domador de tormentas. La piratería, nunca creí que para cumplir mi sueño debía enrolarme en ello. Pero, dios, en mi vida he saboreado mas libertad que a bordo del
Chloé, Boran no saquea, su trabajo es básicamente el contrabando, muchas veces es un trabajo sucio, pero el domador tiene corazón. Nunca gustó de las normas, y dudo que algún día las siga, si es pirata, es por libertad, es por mantener su estilo de vida, cada uno de sus hombres, incluyéndome, está más que dispuesto a sacrificar su vida por ese ideal. Esta es una tripulación única, cada uno tiene un porque, cada uno parece haber sido destinado al Chloé. No encontrarán hombres más motivados, que la tripulación de Boran. Y hay uno en especial, uno que sobresale del resto, llevábamos ya cerca de dos semanas de haber zarpado de Azura, con un cargamento de joyas, estas eran el resultado de una fiesta que se le ocurrió celebrar al general, después de haber doblado los impuestos, debieron ver la cara de todo el mundo cuando, irrumpió Boran seguido de una tempestad el Pirata podía hacer rendirse a cualquiera. Estaba maldito, no podía quedarse en tierra, porque cada vez que se acercaba, una tormenta se creaba. Pero esta maldición tenía su lado bueno, nadie jamás los perseguía, y bastaba con una amenaza para que varios oponentes se rindieran. De cualquier manera, esa noche, se nos unió un muchacho, casi de mi edad, de unos ojos verdes intensos, se veía muy seguro. El tipo se ganó la confianza del capitán cuando salvó a uno de sus hombres de ser tomado como rehén cuando la gente trató de resistirse. Si bien a primera vista uno podría subestimarlo, una vez que lo vimos en movimiento imponía respeto. Pero había algo en el que no encajaba, una de las únicas reglas que sigue Boran, es “no te dejes llevar por las apariencias”, por lo que jamás discriminó, nunca negó la oportunidad de servir en el Chloé a quien demostrase ser competente, y Sel, como dijo llamarse, cumplía esos requisitos con creces, pero yo no era Boran. Algo escondía este muchacho y yo iba a averiguarlo, y vaya si lo averigüé. A mitad del viaje, nos vimos, una vez más, en medio de una tormenta. Una como pocas, llevaba solo un año en el Chloé y aun no dejaba de maravillarme el temple del Capitán. No importaba cuan fuerte rugieran los vientos nunca se detenía se decía que ni siquiera parpadeaba, el era como el mástil del Chloé, parecía disfrutar con la ira del océano, si cualquiera fuera de su tripulación lo viera, diría que esta loco, y quizá no esté tan equivocado, era ya una filosofía el ir de frente a sus problemas, en ese caso, la tormenta. Reía demente mientras se dirigía a donde la tempestad era más intensa, las olas amenazaban con voltear el barco, pero Boran, estaba lejos de sentirse atemorizado. Ese carácter temerario casi nos cuesta el barco. Los vientos eran muy fuertes y debíamos recoger la vela mayor. Pero, estaba atascada. Me tocó actuar, me gané mi puesto a base de situaciones como aquella, trepé por el mástil como un insecto sube una pared. Y como era usual, la vela estaba estancada en la parte más lejana de la percha. Caminé sobre ella a tan rápido como pude, pero el agua hacia resbalosa la superficie y tropecé, ese hubiera sido mi fin de no ser por Sel, dicen los demás que subió por el mástil tras de mi casi a la misma velocidad, pero este siguió subiendo hasta la siguiente percha, cortó la cuerda que sujetaba la vela y se balanceó por ella justo a tiempo para evitar que me estrellara el barco. Y no fue todo, con el impulso llegamos a mi destino original. Y fue entonces que lo comprendí, el viento me ayudo haciendo que su pañoleta volara y liberara una larga cabellera negra. Luego me fijé en
como el viento moldeaba sus ropas y las dejaba ceñidas mostrando una perfecta silueta femenina. Entendí enseguida, Sel, no era cualquier pirata, se trataba nada más y nada menos que de Seleena, la hija del mismísimo Boran, me guiñó un ojo y con un gesto me pidió que callara. Le debía la vida, no me quedaba otra que guardarle el secreto. Cuando bajamos y antes de que la tripulación pudiese notarlo le puse mi sombrero, para cubrirla “se ha ganado mi puesto por hoy” reí al ver las caras de mis camaradas. Desde ese día, empecé a ponerle atención, su disfraz era casi perfecto ropas holgadas que ocultaban su silueta, sus movimientos estaban muy bien disimulados parecía uno mas de la tripulación, lo único que le delataba eran los ojos. Si bien el color lo había heredado de su padre, tenía una mirada muy distinta a la del cordial Boran, atrapante y desafiante a la vez, te retaba con los ojos. Y ahora que sabía la verdad, no podía resistir responder a aquel reto. Me obsesione con ella, era perfecta, era preciosa intrépida divertida valiente aventurera, era apasionada por vivir. Me aparecía en todos lados, siempre estaba ahí y siempre que la veía ella ya me estaba mirando, pasó una semana para que me decidiera a tomar cartas en el asunto. Salí de noche a buscarla, y cuando abrí la puerta ahí estaba ella. “tenemos que hablar gatito” yo no alcancé a abrir la boca para cuando ya me empujo dentro y cerró la puerta, era una gran ventaja que al ser el primer almirante era el único con camarote propio en el barco aparte del capitán. Se abalanzó sobre mi, y me dejó todo bien claro. “mira gatito, llevo tratando de que te acerques desde que me viste, y no estoy acostumbrada a que me den negativas, y mucho menos evasivas” En ese momento me mató, si Cupido existe en ese momento atravesó mi corazón con el de ella. Ese fuego en sus palabras, esa llama en sus ojos, me calcinó, hasta el punto de perder la razón y devorar sus labios. Fue algo frenético, casi furioso, al principio la sorprendí y la deje debajo de mí a merced de mis labios. Pero no tardó en tomar el control y derribarme. Sonrió triunfante al ver como la veía embobado luego de separar sus labios de los míos. “eso mismo gatito, me alegra que nos entendamos”. Al igual que un relámpago corta el cielo, mi camisa voló por el camarote, ella se sacó los guantes y puso sus manos en mi pecho, se mordió los labios y levantó una ceja coqueteando, quería jugar, y yo estaba mas que dispuesto a seguirle el juego. Sin previo aviso volví a voltear la situación y besé su cuello ella como respuesta me hincó las uñas en la espalda y lanzó un gemido que me enardeció, parecía un perro de caza persiguiendo a su presa, cada vez mas intenso, más fogoso, y ya veíamos venir la culminación de nuestros actos, cuando nos alertó un ruido. Inconfundibles pisadas, y un autoritario rugido, Boran predecía una tormenta, y yo como su segundo abordo, debía estar listo, Seleena me miró aterrada. Si su padre la descubría, la devolvería a la ciudad, y a mi, me decapitaría por lo que estaba apunto de hacerle. Pensé rápido, y me vestí más. Seleena volvió a disfrazarse y le guiñé un ojo. Mentí descaradamente e invente que Sel , se había dado cuenta de la tormenta, y que vino a avisarme. Magistralmente falsee interés en pulir sus habilidades tomándolo como mi aprendiz. Eso significaría dormir en el mismo camarote. Ella salió del camarote y se alisto para la Tormenta, vagamente volteó y me dedico una sonrisa pícara. Que prometía que aquello que empezamos lo pretendía finalizar.
Pero una ola nos distrajo de la idea, azotó al Chloé sin piedad. Nos sacudió fuerte y casi nos derribó. Boran nos ordenó mantenernos en nuestros puestos, pero la tormenta era infalible. Nos arrastraba como si el barco fuera de papel, fue cuando vimos esa tromba de agua, que nos jalaba sin remedio. “Es demasiado fuerte, el timón no va a servir de nada” maldijo Boran, al comprobar la situación “entonces usemos la tormenta” Intervino Sel, justo antes de trepar por el mástil. La seguí entendiendo a la perfección su idea, debíamos desplegar la vela mayor, con la intensidad de los vientos podríamos salir de ese fatídico curso fácilmente. Cada uno fue por un lado de la percha soltando las amarras, desde el otro extremo vi su silueta acariciada por el viento, y bañada por la lluvia, la tormenta que trataba de acabar con nosotros con ahínco, parecía jugar con ella, salvó a toda la tripulación con su idea, y se ganó el respeto de cada hombre del Chloé y yo lo comprendí entonces, con los relámpagos haciéndola parecer aun mas divina, con su pelo danzando al viento y su cara desafiando a las olas, ella no temía a nada, ella era la pasión del mar, ella era, hija de la tormenta.
"LA CONOCÍ UNA NOCHE" O "MI VAMPIRESA" Por VKing
La primera parte... "Mi vampiresa, la primera vez que te vi"
"Fue de noche, lo recuerdo bien, la primera vez que la vi.
El bosque estaba oscuro, no había luna que me guiara, pero eso no importaba, no tenia un rumbo, tampoco estaba perdido, solo quería recorrerlo, aquel bosque que por las tardes rebosaba de vida, por las noches se transformaba en otro lugar, el dulce canto de las aves se cambiaba por el silencio del descanso. El precioso brillo del sol, cambiaba por una enigmática y cautivadora incertidumbre. Yo, no estaba escapando, solo quería ver. Y dios, fue como ver por primera vez en mi vida. Al principio me sobresalté, el crujir de las hojas me alerto de su presencia, pero inmediatamente, el miedo cambió por intriga. Una sombra se cruzó en mi vista, pero tan rápido como apareció se esfumó, fue como volver a ser niño, corrí hacia donde se había ido, la perseguí por todas partes, sin importar donde me llevara, la seguí sonriendo, olvidando todo a mi alrededor. Pero la perdí, una vuelta errada o quien sabe que fue, pero llego el punto en donde no la vi más. No le di mayor importancia, y miré a mí alrededor. Conocía el bosque a la perfección, pero por las noches, parecía transformarse, las formas eran nuevas, el olor era refrescante húmedo, los sonidos solo quietud, era definitivamente otro lugar. Seguí explorando la noche, caminando sin rumbo. Y entonces la vi. Jugando en un claro bailando al ritmo de la inaudible música de la quietud nocturna. Solo la silueta de aquella criatura fue suficiente para volverme loco. Fue impactante verla, era preciosa, mágica. Mi primer impulso fue acercarme, pero apenas di el primer paso temí asustarla y perturbar aquella hermosura. Me quedé ahí observándola. Quise atestiguar cada segundo de aquel espectáculo, se movía de una manera impresionante, cautivadora. Aquella danza no me dejó respirar, parecía jugar con la noche misma y que el bosque entero la siguiera.
Entonces, sin que pudiera reaccionar de alguna manera ella me vio, se acercó lentamente a mi sin cambiar esa danza en lo más mínimo, vi sus ojos y más que eso, vi el fuego que ardía en ellos, fue como abrir los ojos vi como todo a su alrededor brillaba, quise hablar decir algo, pero estaba demasiado impactado como para inclusive moverme. Me dedicó una sonrisa y me terminé por derretir, mis ojos se fijaron en esos labios y de haber podido mover alguno de mis músculos los hubiese arrancado de su boca con los míos. Se siguió acercando hasta besar mi frente y dedicarme otra sonrisa, yo seguí aturdido por la impresión, y ella siguió su danza. No se exactamente cuanto tiempo estuve ahí y la verdad, no me interesa saberlo, lo que si se, es que fue maravilloso. Terminando el baile, volvió a acercarse, esta vez para sentase a mi lado. Me volvió a sonreír y yo logré sobrepasar el sobresalto y trate de conversar con ella. Si inicialmente me impactó, ahora estaba seguro de haber visto la criatura más bella que había tocado la faz de la tierra. Su voz, era tal y como la había imaginado, tal como debía ser cualquier cosa que saliera de esos labios. Me mantuvo la noche en vela y a mí me pareció un parpadeo, su sonrisa su candor, toda ella me cautivo por completo. Cuando creía que ya no podía acercarme más al cielo aquella mujer se acercó a mí nuevamente y me besó. Quedé estupefacto no pude responder, ella solo rio divertida, cerró un poco los ojos y me acarició el rostro, yo acerque mi mano para hacer lo mismo, pero justo en el instante en que iba a rozar su mejilla se puso de pie, asustada y tan rápido como apareció, se fue. Me quede embobado viendo el amanecer sentado sin saber si iba o venia. Pero apenas se fue, sentí un vacio inmenso, un frio espectral. Su ausencia me estaba matando, me volví adicto a ella en una noche. Me quedé rondando el área esperando a que regresara, pero nada. El sol brillaba pero para mí todo parecía obscuro. Estaba desesperado por verla, y así llego nuevamente la noche, y comencé a dormir, cansado de no verla, de su ausencia. Incluso llegue soñar con ella. La soñé en mis brazos, me soñé mimándola, queriéndola, haciéndola reír pero el sueño terminó. Con un sobresalto abrí los ojos, la oscuridad volvía a reinar, mire a mí alrededor con la esperanza de encontrarla, paro no estaba ahí. Decidí que era hora de volver. Abatido me puse de pie y me encaminé de vuelta a casa. Entonces, como respondiendo a mis plegarias, apareció. Buscando algo, mirando a su alrededor. Me vio y corrió hacia mí, me abrazó y todo el frio la soledad el vacío que llegue a sentir, se esfumó por arte de magia. La sostuve en mis brazos justo cuando perdí el equilibrio y caí de espaldas, ya tumbada sobre mi ella rio y reí yo con ella, me llenó la cara de besos y luego llegó a mi cuello... sentí un pinchazo y luego ella se alejó. Asustada con sus manos en la boca, me levante y trate de acercarme pero ella se alejó de nuevo. Entonces sentí algo en mi cuello algo cálido, puse mi mano sobre él y sentí algo líquido y al ver mi
mano me asuste, sangre. Ella me miró con una mezcla de miedo y súplica. Con los ojos llorosos se dio media vuelta, pensaba en irse, pero la retuve. Ella quería alejarse, temía herirme, yo reí y le contesté que la única herida que podía darme era el marcharse y dejarme sin ella. Ella río seco sus lagrimas, la senté a mi lado y se apoyó en mi pecho. Me contó lo que sucedía ella en realidad era una criatura de la noche, una vampiresa y estaba hambrienta. Por eso se alejaba temía que su sed la controlara. No podía soportar la idea de no verla, de estar sin ella. sin dudarlo un segundo le ofrecí mi cuello para que bebiera, ella se resistió y desvió la mirada. Yo le sonreí, le dije que bebiera que estaba seguro que una criatura tan llena de amor como ella no podía hacerme ningún mal. Y aunque pudiera, si eso necesitaba para hacerla sentir mejor, estaba dispuesto a aquello y mucho más, no sé si fue la sed o las palabras, pero finalmente aceptó y bebió un poco de mi sangre. Nos quedamos abrazados el resto de la noche, hasta que el sol amenazó con volver, le prometí que volvería la noche siguiente, y así lo he hecho cada noche desde entonces. Junto a ella he visto las estrellas y la luna, he visto cosas inimaginables y siento que he vivido más que el resto de mi vida, pero nunca olvidaré, aquella primera noche amor, la primera noche en que te vi"
"LA TERCERA VEZ" Por VKing
"Es verdad, recuerdo muy bien y con emoción, aquella noche en que la ví, también recuerdo con ternura la segunda noche cuando le conocí. Pero nuestra historia está muy lejos de termina... Empezó la tercera noche, la maravilla estaba destinada a durar, volví apenas calló la noche a aquel lugar. No me importaba nada mas, necesitaba saber de ella embriagarme de su presencia de su candor, de esa calidez que solo ella me daba, la necesitaba. Ella cumplió, su llegada no se hizo esperar. Radiante como el sol, y preciosa como la luna, la mujer que opacaba a los astros se acercaba en un aire mezcla entre juguetoneria y cariño, acompañado de una sonrisa picara en un rostro que aparentaba inocencia. Nada más al estar al alcance me abalance sobre ella y ella sobre mí, en pleno movimiento me giré y caí de espaldas con ella sobre mí, con la luz de luna se veía aun más bella si cabe, no estoy seguro de si era la expresión traviesa en su rostro o que fue, pero me quedé embobado mirando aquel etéreo espectáculo de hermosura. Alcé mi mano y acaricie su rostro ella tomo mi mano entre las suyas y me apretó contra su rostro mientras con ternura me miraba. Pudo haberme matado en ese instante de la manera más cruel y sádica imaginable, y aun así en mi rostro se dibujaría una sonrisa eterna. Sin poder contenerme más la abracé aferrándome a ella como si el mundo se me fuera en ello. Le repetí una y otra vez que la adoraba, que la quería, que necesitaba de su cariño más que el aire. Mientras besaba su cabeza con un cariño más desesperado. Ella por su parte sonrió llena de emoción, había estado tanto tiempo sola, en un frio aterrador, sin más besó mi frente y me agradeció. Yo la miré como sin entender, no hay nada porque agradecerle dije y si hubiera debería hacerlo yo. Estar a tu lado es mi privilegio, que me quieras es una bendición. Ella negó con la cabeza divertida y esta vez beso mi mejilla. El roce de sus labios me enloqueció, a tal punto que ya fue imposible contenerme, antes de que su cabeza volviera a su posición original, la tome con mis manos y bese esos deseados labios. Primero de manera dulce, suave y tierna un encuentro de labios con mucho amor. Pero luego ella me
abrazó y la ternura cálida, se transformó en desbordante pasión. Y ahora, ella cooperó, parecíamos un volcán en plena erupción mientras tratábamos de devorar la boca del otro nuestras lenguas entraron en un titánico enfrentamiento. Sentí por vez primera el fuego que emanaba de ella, me quemé por dentro, mi alma ardió en llamas fue agotador, pero a la vez... Revitalizante. A ojos cerrados bufé y jadeé, esperaba alguna respuesta de su parte. No tenía idea de como iba a reaccionar, y a decir verdad, no importaba que castigo me diera, con aquello me bastaba para seguir feliz durante el resto de mis días. Abrí los ojos expectante y temeroso me preparaba a disculparme, ella nuevamente me sorprendió. Por respuesta obtuve una seductora mirada de aquellos ojos ardientes, un gesto parecido al de un cazador que ha acorralado a su presa. Desde un principio yo estaba rendido a ella y lo aprovechó tomó venganza de mi atrevimiento y de que manera. Como un leopardo salta sobre su cena, ella se abalanzó sobre mí, dispuesta a saciarse de mí, sus manos se aferraron a mi espalda y se enterraron en mí, de manera violenta rasgó mi camisa y se apoderó completamente de mí. Con girones de tela encima y aquella criatura, de sobrenatural belleza sobre mí. Esperé mi sentencia, inmovilizó mis manos con la suyas y se inclinó lentamente hasta quedar cara a cara, sonrió malévola y se relamió levemente el labio inferior, suavemente besó mis labios ella sin que yo algo pudiese hacer distinto a disfrutar de su ternura. Ese momento en el que el tiempo se detuvo para explotar con la rabia del mar, se esfumó tan rápido como empezó juguetona me dijo. Robar es malo bebe, por muy placentero que sea. se puso de pie y me dejo viendo las estrellas que a su lado, no parecían mas que puntos de opaco brillo. Aturdido por las sensaciones conteste " pero tú tienes algo mío amor, algo que tomaste de mi" me miró extrañada no parecía entender. "robaste mi corazón amor mío, al feliz prisionero de tu querer". La atrape por última vez esa noche y desde su espalda rodee su cintura con ambos brazos y bese su cuello deleitándome con el sabor de su piel, el embriagante perfume de sus cabellos quería saciarme de ella, llenarme de su esencia. Ella rió un poco y se volteó, chocó con mi pecho esta vez no jugó. Me tumbó y me volvió loco. Me bombardeó de pasión, mi ropa hecha girones y la luna fueron testigos, de como aquella noche ella me amó. Desperté con el alba, aturdido de tanto amor, el sol acariciando mi cara, me anunciaba el comienzo de la tortuosa espera, sentí en mi cuello su marca, una que con orgullo portaba en mi. Mire a mi lado y no vi nada suspiré de alivio. Ella estaba bien. En un taciturno y deplorable estado regresé a mi hogar, aquel lugar lleno de gente que para mi estaba vacío. Directo al lecho, solo quería dormir, perdí la conciencia apenas vi la cama. Y así comienza el principio del fin. Mi comportamiento ya extrañaba a todos quienes me conocían pero esa noche, todo se fue al infierno. Entraron en mi casa, preocupados por mi bienestar, aquellos ilusos hombres, jamás comprenderían aquello. Vieron los girones de mi
ropa ensangrentados y, horrorizados, descubrieron aquellas marcas en mi cuello. Mientas dormía discutían, decían que estaba embrujado, que un demonio me había engatusado. Decían que era solo el principio y que si no la detenían iba a acabar con todos. En secreto y casi en silencio maquinaron su vil plan, me seguirían esa noche, y acabarían con la abominación. Me dejaron descansar hasta que oscureciese ignorando su traición. Sin saberlo los conduje hasta aquel claro donde encontré el amor. La esperé como de costumbre pero ahora, embobado de amor. Llegó como de costumbre rebosando pasión, nos acercamos ahora lentamente hasta encontrarnos, tímidamente nos saludamos, después de la locura de la noche anterior, dudamos de la realidad. Aquello fue mágico, intenso imposible de explicar. Y, ya estando juntos las palabras nos sobraban, nos abrazamos tiernamente afianzando nuestro amor, parecía que danzábamos al son de una inaudible canción. Con la gracia de la noche, con la orquesta de la quietud el mundo importaba poco cuando estábamos juntos ella y yo. Ese día toqué el cielo con una felicidad que abruptamente se acabó. De la nada la sentí inquieta, algo definitivamente la había perturbado. Cuando miré a mí alrededor, comprendí lo que pasaba, no muy lejos de nosotros estaban ellos, mi gente, mi sangre. Vi en sus ojos rojos de desprecio, un odio que me abrumó. Sentí su ira y supe, que la querían a ella. Mi corazón se aceleró, golpeó mi corazón como una maza con la sola idea de que la dañaran. Cuando notaron que habíamos advertido su presencia, abandonaron su escondite y su "secreto" fue revelado. Aléjate de él Demonio, libéralo de tu malicioso hechizo Le espetó uno, como si yo no existiera. Estoy aquí por mi propia voluntad rugí molesto No se atrevan siquiera a acusarla de causar algún mal. No sabes lo que dicescontestó otro su hechizo no te deja ver con claridad Lo que me ha hechizado es su amor, y gracias a ello veo mejor que nunca finalice tomando sus manos y mirándola con ojos de ensoñación Ya es tarde para razonar hermanossentenció uno entre ellos hay que acabar el demonio para liberar a esta pobre alma. Ni bien terminó la declaración una ovación dio pie a mi pesadilla, una turba rabiosa avanzaba hacia nosotros, con estacas cadenas y antorchas. Cobardemente la atacaron por entregarme su corazón, no pude soportarlo y me arrojé a la confusión. Me atravesé entre mi amada y ellos y solo sentí un terrible dolor, el tiempo se detuvo nuevamente esta vez sin la magia del amor, me tambalee mientras caminaba hacia ella. Sintiendo un infierno en mi pecho, desvié un instante mi mirada y conocí frente a frente el terror, una estaca de madera estaba enterrada en pleno corazón. Ella me vió horrorizada, y gritó mi nombre con desesperación luego se volvió todo negro y mi mente se desvaneció. Ignoro el tiempo en que estuve así, pero recuerdo perfectamente aquel despertar, me sentí muy diferente me sentí frio como si mi piel no hubiera conocido jamás
el sol. Cuando abrí los ojos vi su cara, y no pude evitar sonreír. Ella lloraba sosteniéndome, desconsolada y asustada. Miré a mí alrededor y solo pude oler muerte, aquello había sido una masacre. La mire impactado y ella asintió ahogando el llanto. Soy un monstruo amor mío, uno que no conoce el perdón declaro con pesar. No te culpes vida, si no los hubieras acabado tu lo habría hecho yo Pero he hecho algo malo, estas ahora maldito mi amor, he acabado con tu vida el día de hoy. Comprendí entonces lo sucedido y toque mi cuello para comprobar, no sentí pulso alguno y no había ya calor. Toque mis dientes solo para confirmar, y los colmillos me dieron la razón. Ahora era yo un vampiro, un sin vida, portaba aquella maldición. Casi logro asustarme un segundo, pero vi su reacción mi miedo le partía el alma. Solo pude hacer una cosa, hablarle con el corazón. Amor mío , te equivocas, esto no es una maldición. Estoy condenado a vivir eternamente, a estar a tu lado, a sentir tu amor. No habrá hombre en esta tierra que sea más feliz que yo llena de ternura, nuevamente rebosante de pasión me abrazó desesperada agradeciendo la comprensión. Estaré siempre contigo, de ti no me separan a partir de hoy declaró besándome feliz. Yo sonreí por respuesta y a la vez hablamos con el corazón. Estamos malditos de vida, condenados a unos mundos de color, malditos por la vida, benditos.... por el amor Y desde entonces hasta ahora, jugamos el juego del amor, que por las noches desbordamos creando mares de pasión.
Tortuosa Tentación Por VKing
Mi tortuosa tentación El cielo se ha teñido de negro, y el sol se ha ocultado. Ha caído la noche y las estrellas me guían, la espera ha sido larga. Pero ya puedo sentir tu perfume, esa fragancia que aun en la helada noche es capaz de hacerme hervir la sangre. Y sé que estás aquí, con una visión como un sueño. Cada movimiento está calculado, en un delicado ritual, avanzas con ese caminar hipnotizante, segura, directa, arrebatadora. No puedo hacer más que observarte, sabiendo lo que va a pasar, sabiendo a lo que renuncio. Me pierdo en tu mirada mientras de acercas cada vez más, y sonrió al sentir tu respiración. Cierro los ojos, ya no los necesito para verte. Y me tocas, deliro con la primera caricia, enloquezco con la segunda y termino de perder la razón con la tercera. Mi misión era clara, hace 2 meses me la encomendaron y desde hace 2 meses me preparo para esto. Cada noche es lo mismo. Me han pedido tu corazón y a cambio... tu te has llevado el mío y desde entonces, eres mi tentación mi delirio y mi pecado. Me he jurado ponerle fin a esto hoy, y por mi honor que lo haré. Me acerco a ti como cada noche, con una estaca en la mano, pero al llegar a ti, mi corazón se detiene y titubeo. Pero me lo he jurado, ahí termina esto, apretó la estaca en mi puño... me acerco... y la lanzo a lo lejos para abalanzarme a ti, y fundirme en un beso que me quema el alma. Si tu corazón me piden, tu corazón tendré, será mío para atesorarlo, pero llevaras tu el mío por siempre. Eres mi tentación, mi deseo y mi vida. Si quererte significa fallar, he fallado, he deshonrado mi nombre, y no podría estar más feliz
1º CAPÍTULO: OLVIDADO -Lord Black Bolt! Lord Black Bolt!, logramos atraparlo! B: excelente, donde esta? -en la jaula de contención!
En la prisión... B: Bien, ¿que tenemos aquí? S: No te saldrás con la tuya Black Bolt!, apenas sepan los vengadores que me tienes encerrado, vendrán por mi! B: No estés tan seguro, ninguno de "los vengadores", saben que estabas en la luna, todos tus mensajes fueron interceptados S: maldito hijo de perra...¡que piensas hacer conmigo! B: oh, nada especial...unos cuantos experimentos, veremos cuan resistente eres... S: para que... sabes que soy el más fuerte del universo... no hay quien me iguale... B: ¡EXACTO!, si logro destruirte, significa que podre acabar con todos los meta-humanos, y por consiguiente a la raza humana S: no lograrás nada B: lo veremos...
La persona llamada Robert Reynolds, mejor conocida como THE SENTRY, es torturado sin compasión...llevado a niveles de dolor nunca antes conocidos. Por meses fue atormentado, golpeado hasta desear morir... para que luego lo curen y así seguir fustigándolo...
6 mese después... B: Algún avance...? D: Ninguno, Lord Black Bolt, la violencia física no le hace nada, los ataques mentales tampoco surten efecto.
B: mmm...prueba los sueros D: pero... son experimentales, no sabemos que podrían hacerle... B: entonces que sea nuestro conejillo de indias. D: Como ordene, lord black bolt.
Entonces, Sentry es envenenado una y otra ves... sin morir.. B: Es imposible... acaso es un dios???, no muere! D: Lord Black Bolt, Todavía queda una posibilidad B: ¿Cual? D: Hay, todavía en procesó, un suero experimental, que (en teoría) lo que hace es matar las neuronas, y paraliza el corazón, aun no está definido bien sus funciones, creo que con eso podríamos probar en el... pero deme un poco más de tiempo para poder terminar el trabajo B: está bien, avísame apenas tengas terminado el suero. Tienes suerte Sentry...pronto terminara tu agonía...
2º Capítulo”Despedida del legendario héroe” S: oh dios... cuando terminara esto?... no puedo aguantar mas... V: Te lo dije Sentry...eres demasiado débil... no podrás con lo que se viene S: No es buen momento para que me vengas a molestar con tu chachara, vacio...no estoy de humor...
V: Déjame dominarte, así podremos escapar los dos. S: Ni en sueños, ya vendrán a ayudarme... V: Quien!? Los vengadores!?, Reed Richards!?!?, no seas iluso, ellos están metidos en sus propios problemas, además ya lo escuchaste al pelón negro, ninguno sabe que estamos acá... S: Vete vacio...veteeeeeee!!!! V: Lo dicho... débil...débil...
S: Por dios... y... y si tiene razón...y si estoy solo?...si... nadie vendrá a ayudarme...todos los que creía mis... amigos...no lo eran... mi mujer...lindy...ni...ni siquiera tuve la oportunidad de ... despedirme de ella...
<<Recuerdos>> Peter... amigo... un gran futuro te espera... Reed... debo decir que nunca he tenido un mejor padrino como tu... R: eso es porque nunca te has casado antes, jajajajaja S: jajajaja <<Recuerdos>>
S: no se si los volveré a ver...si es de esta manera... adiós amigos míos... adiós... amada mía...
3º capítulo “Evangelio”
3 meses después... D: Lord Black Bolt, ya tengo el suero terminado... pero honestamente... B: ¿Que sucede? D: no se que efectos pueda llegar a tener en el sujeto, el suero fue probado con éxito en criminales inhumanos y en seres humanos...los resultados son claros a la vista... los consume por dentro hasta que mueren...pero...en Sentry... el sujeto demostró una clara resistencia a todos nuestros sueros... hasta los más letales... no era seguro si
funcionaria... así que me tome la osadía de mezclar el suero con la sangre del sujeto Venom... el simbionte... el suero... se ha transformado en un virus... le he llamado evangelio... B: mmm...tendremos que prepararnos para lo que suceda, reune a todos...
1 hora después... L: Lord Black Bolt, están todos presentes... B: Bien... escuchen, sean los efectos que sean en Sentry... no podemos permitir que escape...estén todos alertas... inocule el veneno, doctor
S: te arrepentirás de esto, Black Bolt!
El doctor inyecta el virus en Sentry... instantáneamente, comienza a hacer efecto... Sentry siente como su sangre hierve, siente ganas de vomitar, esta mareado... pero aun se resiste... se siente morir... pero sobre todo el dolor que está sintiendo...algo nuevo está naciendo...algo indescriptible...algo que nunca había sentido antes...esta comenzando...a sentir hambre... D: signos vitales del sujeto acelerándose, respiración acelerada...¡su cerebro esta como si estuviese por explotar!
Después de toda esa excitación...silencio...Sentry dejo de moverse, se quedo inerte, no respira, no habla... no vive... D: signos vitales negativos, sin respiración... mapeo cerebral indica 0 actividad... conclusión... el sujeto esta muerto... B: ¡cuidado doctor!!!! El médico se da vuelta... y ve a Sentry, pero ya no es el mismo.. Esta demacrado, rígido... muerto. Este lo muerde, todos los reunidos entran para detenerlo. En el fragor de la pelea, Sentry infecta con el virus a todos los que ataca... Los que siguen en pie, observan atónitos como los caídos se levantan... B: oh no... Debemos retíranos... tenemos que reunir a todos los dema...haaaaggg!!!!
Black Bolt, cayó, mordido por Sentry...
S: Te dije que te arrepentirías...
(EPILOGO) En el capitolio de los inhumanos... - Que haremos... ya no esta Black Bolt... tenemos que hacer algo!... - No se puede hacer nada, el doctor era el único que podría hacer un antídoto del virus...
-Entonces...está todo perdido... C: tenemos que resistir...no debemos dejar que el virus salga de aquí... ¿están de acuerdo?
Todos se miran... saben que es lo que tienen que hacer... C: bien, creo que está decidido... no se ustedes... pero no me gusta estar esperando, vayamos a nuestro destino...
En el patio del capitolio... B: cristal... no me esperaba que seas tú la líder de la resistencia C: siempre será así, Black Bolt... B: únete a mí, Jocen Cristal, no tienes que sufrir C: ¡nunca!! ¡A ellos!!!!
2 semanas después... Co: ¡señor magneto! M: Que sucede Cortéz... Co: Estamos recibiendo una transmisión, necesita verla... M: Muéstramela... Black Bolt... que quieres inhumano? B: Hola magneto... tengo algo que te interesara... M: ¿Como que? B: Mis científicos, han desarrollado...un suero capaz de incapacitar a la raza humana... yo, te la entrego...
M: ¿Por qué debería de confiar en ti?, que es lo que quieres? B: que saques tu nave de mi espacio...me estorba... M: ja...pretensiones de soberanos, no me alió a eso.
B: O vamos magneto, sabes que lo quieres... M: Está bien mándalo... pero no te prometo nada B: Oh, pero mi buen magneto si ya te lo he mandado... no te arrepentirás. Co: Señor, la nave se estremece, algo nos choco!!!!, y se dirige directo a la tierra, en este mismo instante!!! M: ¡que hemos hecho!!!?, Black Bolt que has hecho>!!?? B: Oh nada mi buen magneto... solo le abriste las puertas a la propagación del "EVANGELIO"
El principio…
FAN FIC Por Ares_88 ¿Qué harías si de la noche a la mañana descubres que tienes súper poderes? Pues la verdad sería algo increíble no?, poder volar por los aires, tener la fuerza de un titán, o poder curar a la gente, salvarles la vida, suena bien o no… pues no es tan sencillo, a mi me paso, y mi vida se convirtió más que un paraíso en una pesadilla. Mi nombre es Amelia Di Farinni, vivo en Nueva Jersey y soy hija de un matrimonio italiano, nací en el verano del 87, y mis súper poderes no se habían manifestado hasta ahora, estudiaba en la Universidad de Yale, la verdad estaba contenta de haber ganado el examen, no muchos en mi familia habían podido estudiar, en fin, creo que eso ya no es de mucha ayuda ahora. Contaré como sucedió todo, ocurrió la noche del 30 de abril del 2007…
Flash Back… -Karina: ¡hey! Amelia, uno de estos días nos tendrás que invitar a comer pasta, de seguro tu madre prepara las mejores pastas de Nueva Jersey. -No solo por ser italianos tienen que ser expertos en pastas, aunque la verdad no se les da nada mal, he probado mejores pastas en el restaurante de Don Panini. -Karina: modesta como siempre, sin embargo no te libraras de nosotros tan fácilmente, Dean está ansioso de conocer a tus padres. -¡Qué dices! Apenas si nos conocemos, no apresures las cosas - se sonroja-, mejor conduce con cuidado, no será que choquemos el automóvil de tus padres y te castiguen como la última vez que llegaste ebria… -Karina: eh, que dices, ya tengo 21, no tienen porque tratarme como una niña.
- Eres la menor, siempre te tratarán como una bebé, ya, detente, es aquí, no confundas el camino. -Karina: cierto, se me ha olvidado por completo, en fin, nos vemos mañana, descansa y sueña con Dean. Era extraño, en casa al menos había dos luces encendidas, aún cuando nadie estuviera en la misma, pero esa noche todo estaba apagado, y lo más extraño, la puerta abierta.
Entre con desesperación, pues algo en mí me decía que una tragedia se había llevado a cabo; al entrar, los muebles y el sofá estaban desubicados, las lámparas rotas, y unas extrañas huellas, se dirigían hacia dentro. En el piso de la cocina, una escena atroz, mi madre ensangrentada, sin pulso… mi cabeza me dolía como nunca antes, desesperada encendí mi celular… -hola, 911, por favor necesito una ambulancia rápido, mi madre está muy mal herida, deprisa. -911 operadora: su dirección. -Calle Melbourne Nueva Jersey, Casa 254A –clickNo tenía cabeza para dar explicaciones a la operadora, rápidamente cubrí con una manta a mi madre, y me dispuse a buscar a mi padre. Unos sonidos extraños, era mi padre que arremetía contra una persona enmascarada, quien portaba un arma. -Extraño: por favor, Dr. Farinni, sabemos que usted tiene eso, entréguelo ahora, ya vio lo que le paso a su mujer. -Farinni: Maledeto, ¡nunca te perdonare tal cosa! Y menos te daré lo que mi gobierno me encargo tan encarecidamente, la última esperanza italiana. -Extraño: donde lo guardas, dímelo o te mato. -Farinni: no te diré, de igual forma me asesinaras. -Padre!, dale lo que pide -Farinni: Amelia, que haces aquí, huye, vete de aqu…
Un sonoro disparo hizo que mis oídos se ensordecieran, el cuerpo sin vida de mi padre cayó en el suelo y mancho de sangre toda la segunda planta. -PAPA!!!!!!! -Extraño: vamos, tú debes ser la mayor posesión de la familia Farinni, jajajaja, la venganza Rusa vendrá pronto, y tu pequeño país caerá.
Algo en mi interior ardía terriblemente, mi corazón, sentía que iba a estallar, y mis ojos comenzaron a sangrar… -Lo pagaras, lo pagaras, lo pagaras!!!!!! De pronto todo comenzó a arder, el sujeto asustado desato su arma en contra mía, pero ni una sola me tocaba, todas se derretían antes de llegar a mí, era como una especie de escudo anti armas, llamas ardientes consumían las paredes de mi casa.
Como fuertes ramas el fuego abrazaba al extraño, mientras gritaba desesperadamente, el hada de la muerte que tantas veces atormento mis sueños, besaba sus rosados labios, quemando desde adentro todo vestigio de humanidad, fulminante y apasionado fuego, como es posible que guardara tanto poder dentro de mí. El sonido de las sirenas me tranquilizo, cogí a mi padre y madre de su protección, y los saque afuera de la casa, sus cuerpos intactos, solo flagelados por el arma del homicida. Ahora lo comprendía todo, estaba sola en el mundo…y al parecer ahora todos los que una vez consideré amigos me daban la espalda. El funeral fue frío, turbio, las miradas de mis familiares seguían haciendo un profundo oyo en mi corazón; aún después que se aclarara que no tuve que ver con el homicidio, la gente seguía viéndome como un monstruo…sin embargo…en el funeral, estaba el, un hombre que me miraba fijamente, analizando cada uno de mis gestos, como pensando la manera de descubrir mis pensamientos. Nunca antes lo había visto, ni siquiera sabía si conocía a mis padres, o si era alguno de los italianos del club que antes frecuentaban, en fin…no le daré la mayor importancia… En otro espacio temporal, en el mismo universo… Mi nombre es José Díaz como podéis ver por mi nombre, comprobareis que no soy norteamericano, mis padres y yo vinimos cuando aun tenía 3 años, pero aunque vine pequeño hacia Boston recuerdo la fabulosa ciudad de la que vine: Barcelona. Desde pequeño quise ir a la universidad estudiar Historia y ser profesor, pero las cosas no salen siempre como uno quiere, cuando acabe el instituto tenía 18 años y una vida universitaria por delante, llegue a mi casa con una notas bastante buenas en alguna universidad podría entrar, le di la noticia a mis padre y ellos me dijeron que no había suficiente dinero en la casa para que yo fuese a la universidad, desconsolado salí de casa y me fui a dar un paseo por el centro de Boston, en ese momento dos marines me pararon y me dijeron si quería entrar en el ejercito al principio no hice mucho caso yo era pacifista, pero cuando escuche estudios pagados se me abrió el mundo, en ese momento me aliste. Pocas semanas después me llego la carta para que fuera a hacer la instrucción, la instrucción duro 3 meses, con eso pretendían que estuviésemos preparados para una guerra, los 3 meses fueron duros, cada día madrugar, comer una bazofia insoportable y
entrenar, correr, pista americana y como no tiro, en esto era de los mejores con casi cualquier arma, cuando acabaron esos 3 meses mi cuerpo había sufrido un cambio habían salido músculos donde antes no había nada. Me aceptaron en la 1° división de infantería, la Big Red One , me dieron el tiempo justo para ir a casa saludar a mis padres e ir al cuartel a presentarme, cuando me presente me dijeron que en dos semanas partíamos hacia Irak, un gran golpe, fui a casa i di la terrible noticias, solo 18 años y ya estaba metido en una guerra, pasaron las dos semanas las cuales yo estuve todo el tiempo que pude con mis amigos y mi familia, monte en el avión y despegamos. Todos en ese avión éramos extremadamente jóvenes 18, 19, 20, los oficiales eran los más mayores, en el viaje todo lo que hicimos fue dormir nadie intento entablar una conversación, para que si solo éramos carne de cañón, todos sabíamos que de allí vivo era casi imposible salir, al llegar allí nos dieron nuestras habitaciones, eran módulos que compartíamos 4 personas pero era mejor que en la instrucción, al día siguiente los 4 que dormían en esa habitación ya eran un grupo de asalto. “-Si dormís juntos os conoceréis mejor que nadie-“ Eso decía nuestro sargento, en parte tenía razón las cuatro de una habitación éramos inseparables. Nuestra división estaba asignada en Karbala una zona bastante tranquila, según decía las noticias allí pasaba poco, tengo que decir que era una gran mentira, a los dos días ya nos mandaron a nosotros a explorar una casa que podría ser de terroristas, al coger el jeep los niños nos saludaban, pero en cuanto nos dimos la vuelta nos lanzaron piedras, para disuadir a los chavales dimos unos tiros al aire, no lo debimos hacer, un francotirador le voló la cabeza al que conducía, sabíamos que podía ocurrir, el coche volcó pero por suerte los tres que quedábamos con vida no nos paso nada, con el coche volcado como cobertura nos pusimos a disparar a aquella pequeña torre donde estaba el francotirador , la torre quedo totalmente agujereada y fuimos a mirar y efectivamente habíamos dado en el blanco. -Joe: mierda salgamos de aquí ahora mismo. -Bob: eso llamemos al cuartel y que vengan. -Yo: Y una mierda, haremos la misión y luego que nos vengan a buscar, pero antes mataremos a todos esos terroristas, por Peter. Cuando nombre a Peter ellos reaccionaron y aceptaron mis órdenes, parecía el de más alto rango pero en realidad no era nadie, fuimos caminando hacia esa casa de terroristas y al entrar vimos una familia cenando, la hija sabia ingle y le preguntamos donde estaban ella solo decía negativas pero nosotros lo sabíamos, cogimos nuestro rifles y acabamos con la familia, un daño colateral, nos adentramos en la patio trasero y allí había un pequeño zulo, encontramos a terroristas y les lanzamos una granada, allí no quedaría nada, mientras nosotros pisásemos ese suelo. Llamamos y el helicóptero vino a buscarnos y nos llevo a el cuartel, pero antes pasamos a por el cuerpo de nuestro compañero, 6 meses fueron los que estuvimos en ese infierno
cada día asesinatos y más asesinatos, torturas y porque no decirlo partidos de básquet, al fin llego la hora de volver a casa, en esos 6 meses ascendí a cabo por meritos militares, pero os aseguro que no os gustaría saber cuáles fueron las misiones. Una vez en casa empecé la Universidad tal y como me prometió el ejército, hacia mis clases normalmente pude celebrar mi cumpleaños en casa y todo, después de terminar mi primer año de carrera, me toco volver a Irak eso fue finales de Junio de 2008, un mes bastante jodido para ir a oriente medio, llevando solo un mes allí y gracias a mi experiencia fue ascendido sargento y ya tenía mi pequeño grupo de soldados, pero haciendo una ronda en nuestro blindado, nos atacaron y arrasaron con mi unidad, antes de caer pedimos apoyo aéreo y estos vinieron bastante rápido, los Blackhawks hicieron bien su trabajo y nos sacaron de allí. Yo estaba tan malherido que me mandaron de inmediato a un hospital de Washington; una vez allí me curaron pero por desgracia no podía andar, entonces me comentaron de una agencia que estaba probando un tratamiento nuevo y si quería ser transferido y lo experimentarían conmigo, yo acepte casi sin pensarlo, debía haber leído las contraprestaciones antes, el caso es que probaron ese suero conmigo, solo un hombre pudo aguantarlo me dijeron, pero que a este le habían hecho unas mejoras, yo confiado acepte, al cabo de dos semanas caminaba, en 3 ya corría y en un mes podía ganar a un medallista olímpico de cualquier deporte, vieron que estaba desarrollando superfuerza, supervelocidad y algo que ellos aun no sabía, solo tenía que pensar un lugar y ya estaba allí, era espectacular, así que volví a la guerra pero esta vez no en nombre de Estados Unidos, si no en nombre de S.H.I.E.L.D. , y no en oriente medio sino en las calles de ciudades de todo el mundo, me dieron un uniforme, un nombre y misiones, y como no, podía seguir estudiando, a mis 19 años era un agente encubierto y un estudiante de historia, no salía mucho como podéis imaginar, pero era feliz.
¿Qué tienen que ver estas dos historias…? Más adelante lo sabrán, pero por lo pronto déjenme decirles que el mundo de los superhéroes y mutantes, cambiara desde este momento.
Dolor Por L A la luz de la luna, soy capaz de recordar todo el esplendor de tu belleza, Oh musa mía que inspiras cada uno de mis actos, Hermosa rosa que jamás pude tocar. ¿Por que si mi existencia depende de ti, no estás a mi lado? Mi cuerpo yace frío en al abismo de la gente, y mis manos suplican por un aliento de ti. Esperaré que las estrellas del firmamento me indiquen tu camino, que aunque esté lleno de espinas para mí, gustoso lo recorreré si al final del camino me recibes con tus cálidas manos. Te amo, no importando que te encuentres con alguien más. Te amo, por siempre, en silencio. Te amo.