2People1Life: mil y una formas de casarse
Texto: Aroa Padilla. Hace ya 2 años, una pareja de jóvenes enamorados llamados Alex y Lisa decidieron casarse. Se conocieron en el año 2000, cuando comenzaron una bonita relación de amistad que duró hasta el año 2003, pero entonces se rompió la relación durante 5 años debido al trabajo de Alex. Tras ese tiempo, ya en el 2008 volvieron a reunirse y, desde entonces, no se han vuelto a separar.
Después de un año de convivencia Alex le preguntó a Lisa si quería mudarse a Australia, y ella aceptó. Así que en el 2012 pusieron en venta su casa y su negocio para hacer su sueño realidad. Pero antes de llegar a Australia decidieron dar el paso más importante de sus vidas, darse el ¡sí quiero! Y aprovechando el viaje, decidieron viajar por todo el mundo casándose en diferentes países hasta encontrar el lugar perfecto para el enlace. Así que unas semanas antes de partir, Alex sorprendió a Lisa con su primera boda. Desde entonces ya han celebrado 53 bodas y ¡van sumando! Algunas de ellas tan bonitas como la celebrada en Marrakech por el ritual marroquí o la de temática Willy Wonka en un parque de atracciones. Pasa página y descubre algunas de las bodas de esta aventurera pareja...
Felicidad en Marrakesh Para los novios Marruecos es un lugar de cuento muy especial que invita a la paz y la tranquilidad. En las bodas marroquís es tradicional que a la novia le pinten las manos y los pies con henna el día antes de la ceremonia. La henna es una tinta que tarda mucho en secar, así que mientras la novia espera, un gran séquito de mujeres la acompañan en este ritual para hacerle compañía. En su cultura es muy típico casarse vestida de colores vivos y
majestuosos, así que ambos vistieron trajes típicos del lugar y Lisa se cubrió el cabello con un pañuelo muy colorido y una corona de pedrería. El traje de la novia era de un precioso color dorado y marfil, perfecto para un enlace. La boda fue al aire libre y las fotos se tomaron en un palacete de estilo marroquí. Un lugar de cuento para una boda perfecta. Fotos: www.bohemianweddings.co.uk
La tradición en Tahití
Este es uno de los destinos que Lisa y Alex estaban deseosos de visitar. Les enamoraron las playas, el lugar, la cultura y la amabilidad de su gente. Tras visitar la zona con una guía muy simpática, la pareja decidió que la boda se celebraría en la isla de Moorea. Durante la visita les enamoró el agua cristalina de color verde azulado, el enorme volcán que parecía salir de las profundidades del mar, la playa de arena fina… Lisa se vistió en una casa hecha de vahiné tejido, con un traje de dos piezas de tela blanca y un enorme tocado de plumas típicas del lugar. Antes de entrar en el templo la pareja realizó un ritual de purificación y oración. Este enlace fue muy emotivo para ellos por toda la religión y tradición que conllevó. Al finalizar la boda, Lisa y Alex cambiaron sus tocados de plumas por coronas de flores para poder bailar hasta el amanecer. Fotos: photographybycatherine.co.uk
Una boda al estilo Willy Wonkery
Lisa siempre quiso tener una boda de una temática disparatada como la de Willy Wonka o Candyland, así que no lo dudó ni en segundo en realizar un enlace de este tipo. Su estilista Alyssa le asesoró días antes de la boda para conseguir el look perfecto. Para ello utilizó extensiones de pestañas, tintes de color azul y morado para el pelo y unos trajes muy divertidos. En este caso, Lisa llevaba un vestido corto en color blanco con un gran lazo rojo a modo de fajín, mientras que el novio vestía un traje negro con corbata y chaleco en tono rosa. El enlace se realizó en un parque de atracciones, en la entrada a una enorme atracción de sillas voladoras llena de luces y de gente. Además, como era de esperar, montaron un Candy Bar en el parque lleno de gominolas, tartas de chocolate, piruletas de colores, y cupcakes de todos los sabores. La parte favorita de Lisa fue cuando Alex le regaló un anillo de caramelo en el altar. Para celebrarlo la pareja se montó en la atracción y realizó una preciosa sesión de fotos en el parque de atracciones. Una boda 100% divertida y muy dulce.
La boda en el centro del Mundo – Quito, Ecuador Esta es una de las bodas más especiales que han celebrado Lisa y Alex, ya que se realizó justo en el ecuador del mundo. Tras llegar a Quito, la pareja estuvo conociendo el lugar y decidieron la fecha del enlace. Puesto que no contaron con mucho tiempo para prepararlo todo, el día de la boda todo fue bastante precipitado, pero supieron solucionarlo con mucha imaginación. Lisa se quedó sin el ramo de novia, pero antes de la boda recogió algunas ramas de eucalipto, lavanda y unos tallos de un árbol precioso con hojas de color púrpura junto con unas rosas enormes de color rosa. La ceremonia tuvo lugar en el precioso Templo del Sol, construido exactamente sobre la línea del Ecuador. Además, la apertura del templo dejaba pasar la luz del sol a través de la cúpula alumbrando el altar, lo que lo hizo todavía más impresionante. El encargado de oficiar el enlace fue el maestro Cristóbal, perteneciente a la tribu de los Kichua. En esta tribu el valor de la unión matrimonial es algo que se vive de forma más existencial, ya que para un Kichua “la unión de una pareja es para siempre”. Antes de finalizar el enlace los testigos dieron un centavo a la pareja para que los frotaran y los tiraran al pozo, un símbolo que fue muy emotivo para los novios. Fotos: www.pablohidalgo.ec
La gran isla de Hawaii Para esta boda, el equipo de coordinación del enlace realizó un trabajo de decoración estupendo. La boda se celebró a los pies de la preciosa laguna de delfines situado en el centro de Dolphin Quest, decorado con un pasillo hecho con organza de flores y orquídeas rosas, además de un altar con flores frescas. El ramo de Lisa era de orquídeas blancas con destellos amarillos, rosas y verdes entrelazadas con hojas de té y cubierto con diminutas perlas. La encargada de oficiar el enlace explicó al público presente que se iba a celebrar una boda antes del espectáculo de delfines. Toda la ceremonia fue en hawaiano, pero había un traductor que ayudaba a Lisa y Alex a entender lo que decía. Al final, la pareja se dio el sí quiero en hawaiano “Aloha Au la ʻOe”, ya que todo el enlace estuvo impregnado de la tradición local, como el intercambio de la lei en vez de los anillos, la flor Naupaka, el canto de bienvenida o el anuncio de la caracola. Después de la boda los novios se metieron en el agua para saludar a los delfines e interactuar con ellos. Toda una experiencia inolvidable, ya que en palabras de los novios fue simplemente perfecto. Fotos: juliabachphotography.com/blog/