Prólogo
Georg Lukács nunca se cansó de decir que los ejercicios literarios eran un panorama ideológico del autor para describir de una manera poco menos que subjetiva la estructura de las relaciones sociales y de las creencias vigentes en cada época. Su punto, aquel que dice que el arte no es una copia de la realidad si no su recreación imaginativa sin perder la línea estructural de un inicio, parece ahora bastante acertado. Desde siempre hasta la fecha, las prácticas literarias funcionan como alguna clase de polaroid para la época en que se vive; tomen por ejemplo todas esas revistas o sitios de crítica a la cultura pop actualmente; no hacen otra cosa si no reflejar el estado latente de la sociedad en la que nos tocó vivir y la manera en cómo sobrellevamos la cantidad abismal de negatividad que rodea al mundo. La siguiente secuencia de imágenes que sirven de inspiración para la siguiente secuencia de palabras es un ejercicio más de esos. La diferencia es clara, aquí no van a encontrar el retrato del 2012. Aquí van a verse encontrados en las bondades del nonsense y la complejidad de la percepción natural de cualquier persona. Probablemente lo que están a punto de leer parezca una broma en primera instancia. Pero recuerden que la vida está llena de ellas y nunca van a poder tomar caminos separados. La historia rescata el paralelismo de mundos ajenos al real, como cuando el clan de Community explora las diferentes realidades que pudieron ser al cambiar un simple factor en el presente. Una historia de un amor que no existe, de un Dios que no lo es y una vida cuyo principal objetivo es terminar.
Pierde su dinero en drogas para todas esas fiestas a las que va. Su vida no vale mucho en el Ăşltimo recuento pero le gusta ver pelĂculas, solo.
El ojo gigante, dicen los que dicen que saben. El que todo lo ve y todo lo perdona. Él no perdona la vida de muchos, jamås las de todos.
Ella es la chica perfecta para alguien imperfecto. Es atea y le gusta escribir, colecciona discos y odia a la humanidad.
La tristeza de ambos los une en una función. Saben que se acabará el mundo pronto y soledad siempre estará ahí. Viven el resto, hasta el fin.
Todo colapsa en un segundo. Sus vidas en realidad nunca se cruzaron. Siempre serán paralelas. Quizá en otro mundo se encuentren. Dios ríe a carcajadas.
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