Subjetividad del niño La interacción social que vivencie el infante, como sujeto social, contribuye a su construcción subjetiva; a través del desenvolvimiento activo que tuviere lugar tanto con los adultos como con sus pares, dentro de su contexto social.
Actividades lúdicas y su contexto El juego y el jugar cumplen un papel central, fundamental, irremplazable e imprescindible en la constitución y estructuración subjetiva, la situación histórica, el contexto sociocultural y la interacción de los progenitores para con los niños inciden determinantemente en la construcción subjetiva de los infantes; niños y padres mantienen un campo de acción fundado en la incompletud de relación, mediante la cual ésta se funda.
Rol materno y rol paterno Los padres o quienes cumplan el rol materno y paterno son los autores originarios de las marcas subjetivas que acompañarán a los niños en la estructuración de su propio yo; el juego y los escenarios en que éstos se apropian de los significantes que los marcan, fundamentan lo que llamamos subjetividad, aquellas particularidades que dan a toda persona su unicidad como sujeto único y con sus propias características. Los significantes que dejan huellas en los infantes son aquellos donados por sus padres, desde su propia historia, su contexto socio-cultural y sus acciones. Reflexionar en cuanto a las modificaciones positivas y negativas en las relaciones paterno-filiales y las consecuencias que provocan la empatía demarcan desde temprana edad la infancia por la cual el niño atravesará sus primeros años de vida. A sabiendas que las funciones maternas y paternas serán las determinantes del desarrollo y estructuración subjetiva del niño, en base a la correcta interpretación de las señales del infante y otros aspectos tan relevantes como éste, podemos encontrarnos con características individuales en la infancia perteneciente a cada sujeto.
El juego Los niños tienen la capacidad de desenvolverse en actividades lúdicas en todo contexto o situación social por la cual atraviesen, esta capacidad forma y transforma la individualidad del sujeto y su adaptación a las variables presentadas a lo largo de su niñez. Transmitir la importancia de la presencia del juego en el desarrollo de los niños promueve cambios subjetivos en las personas y disminuye el impacto objetivo de ciertas experiencias
tempranas negativas en el desarrollo posterior de los infantes. La socialización a través del juego es un proceso de maduración y reafirmación de las personas y del crecimiento de la autovaloración de la identidad propia en relación al mundo social y el físico material. Este concepto creado socialmente a partir del reconocimiento del niño como sujeto particular y no como adulto incompleto, reconoce la importancia del juego en el desarrollo psicológico del infante; hartos estudios Vygotskianos hacen hincapié en la implicancia del juego como estructurante de los procesos psicológicos superiores de todo sujeto. El juego es acción donde todos son protagonistas, al jugar con otros y con sí mismo, el niño descubre sus deseos e ideas propias, básicamente constituyen su subjetividad, sus criterios de selección, decisión y el respeto por las pautas establecidas como basamento de una sociedad y su cultura.