Edición y Dirección: Luis Adolfo Izquierdo del Águila Diseño gráfico y Maquetación: Marta Izquierdo Vinué © Ilustraciones: Yolanda Izard © Fotografía de portada: Marta Izquierdo Vinué
Ejemplar impreso de carácter gratuito e ditado en exclusiva para colaboradores de ESTIGIA. Prohibida su comercialización.
© ESTIGIA: Luis Adolfo Izquierdo Del Águila
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SEPTIEMBRE 2019 Nº 2
SUMARIO Felipe Benítez Reyes …………………………………………………………. Pág. 6 Miguel Veyrat …………………………………………………………………… Pág. 10 Manuel López Azorín…………………………………………………………. Pág. 15 Yolanda Izard ……………………………………………………………………. Pág. 19 Beatriz Villacañas………………………………………………………………. Pág. 24 Antonio Praena…………………………………………………………………. Pág. 29 Luis Llorente……………………………………………………………………… Pág. 34 Boris Rozas……………………………………………………………………….. Pág. 39 Andrés García Cerdán……………………………………………………….. Pág. 43
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NOTA EDITORIAL Estimados lectores: Hace unos meses, concretamente en marzo de 2019, ESTIGIA vio por primera vez la luz. Lo hizo de la mano de un elenco de poetas de una calidad sobresaliente, poetas contrastados y reconocidos que han puesto el listón muy alto a esta publicación. Pero lejos de ser esto un obstáculo, una dificultad, un lastre que impida el avance de la revista, resulta, más bien al contrario, un estímulo para quien dirige esta publicación. Y en esta nota puedo anticiparles que este segundo número de ESTIGIA no les va a defraudar. Quizá parezca presuntuosa por mi parte la rotundidad de esta afirmación, pero si les digo que Felipe Benítez Reyes, Antonio Praena, Miguel Veyrat, Andrés García Cerdán, Beatriz Villacañas, Luis Llorente, Manuel López Azorín, Boris Rozas y Yolanda Izard son los autores protagonistas de esta nueva edición, entonces, estoy convencido de que comprenderán la contundencia de mis palabras. Pero es que además, existen importantes novedades respecto a la edición número uno que van a hacer de esta nueva edición un número especialmente memorable. La novedad principal es el vestido con el que hemos embellecido las páginas de la revista. Yolanda Izard, poeta participante en este segundo número, ha cedido sus hermosas ilustraciones a ESTIGIA y ello nos ha permitido alcanzar en esta edición una mayor altura en la parte estética con respecto a su predecesora. Como sabéis ESTIGIA es una publicación gratuita, nació como un proyecto personal originado por mi pasión y adicción a la poesía. Sin embargo se necesita tiempo y trabajo para poder hacer una revista literaria y por eso le pedí a mi hija Marta (estudiante de Diseño en la Escuela Superior de Diseño de Madrid) que se uniera a mi proyecto y se encargara del diseño gráfico de la misma. Así que ahora el equipo de ESTIGIA lo conformamos padre e hija, y ambos os deseamos que paséis unos momentos realmente especiales paladeando esta sabrosa delicatessen que hemos preparado con mucho cariño para vosotros.
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Por último, os diré que el número uno de ESTIGIA ya ha superado las 500 descargas y se encamina hacia las 600 bajadas. No os lo podéis perder. Os esperan Luis Alberto de Cuenca, Manuel Lacarta, Jesús Urceloy, Ben Clark, Luis Martínez de Merlo, Jose Antonio Olmedo López Amor, Amando García Nuño, Luis Rosales, Ángel Valente y el Director de esta revista, quien se permitió la licencia de acompañar a estos grandes escritores. La descarga es gratuita y directa. Podéis visionar y/o descargar el número uno de ESTIGIA en la siguiente dirección: http://bit.ly/estigia_1
Luis Adolfo Izquierdo Del Águila
Corro en el aire de Yolanda Izard
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FELIPE BENÍTEZ REYES
Felipe Benítez Reyes
Felipe Benítez Reyes nació en Rota, Cádiz, en 1960. Estudió en el colegio de Rota y después se trasladó al Colegio San Luis Gonzaga de El Puerto de Santa María. Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Cádiz y en la de Sevilla. Autor polifacético, reparte su obra en distintos géneros literarios (poesía, novela, relato, ensayo y artículo de opinión), aunque sobre todo ha destacado como poeta. Considerado una de las voces más influyentes del panorama literario español, ha sido incluido en las más importantes antologías, debido a su excelente dominio del lenguaje. Publicó su primer poemario en 1982: Paraíso manuscrito. Entre su producción poética destaca Vidas improbables (1994). Ha obtenido los más prestigiosos premios literarios, entre ellos, por citar algunos, el Nacional de Poesía (1996) y el más reciente, Premio Tiflos de Poesía 2018. Su último libro de poemas, Ya la sombra, ha sido editado por VISOR en 2019. Tanto sus novelas como sus poemas han sido traducidos a diversos idiomas, principalmente al italiano, y él mismo ha sido traductor de la poesía de T.S. Eliot y de Nabokov. Entre sus traducciones se menciona: T. S. Eliot, Prufrock y otras observaciones (2000). Ha ejercido de director de revistas literarias de prestigio, como Renacimiento y Fin de Siglo. 6
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NOTAS PARA UNA POÉTICA Creo que, entre todos los géneros literarios, la poesía es el espacio por antonomasia del yo, por mucho que nos entretenga hablar de máscaras, de la invención de un personaje o de la ficcionalización del sujeto lírico. Podemos mentir en un poema, falsear o alterar en él nuestras percepciones, atribuir trascendencia a lo intrascendente, asumir identidades ilusorias y recrear anécdotas falsas con respecto a nuestra biografía. Por supuesto. Pero me temo que esa licencia no tiene nada de excepcional, porque también mentimos en la vida diaria, también en la vida diaria nos disfrazamos (a veces incluso de nosotros mismos), y ese recurso al disfraz y al embuste forma parte de una teatralización continua y necesaria para definir nuestra identidad, que es bifronte: somos también quienes no hemos sabido ser, y los imposibles pesan lo mismo –y a veces más- que lo alcanzado. Toda conciencia es fantasiosa: baraja realidades y quimeras. La poesía es un género muy adecuado para quedarse solo ante uno mismo con un grado de intimidad conflictivo, delante de un espejo en el que se refleja un espectro que te pregunta “¿Quién eres?” y al que respondes con otra pregunta: “¿Quién eres tú?” Si se logra salir de ese juego de preguntas recíprocas, si conseguimos eliminar los signos de interrogación, podemos llegar a un convenio con ese reflejo espectral: reconocernos en él en la misma medida en que él esté dispuesto a reconocernos. Ese es, me parece, el espacio especulativo propio del poeta: una conversación fantasmal con alguien que no es del todo quien él es, pero que puede llegar a ser más genuino que él mismo. La identidad poética, en definitiva, como construcción, ya que en el poema conversamos con quien creemos ser, no con quien en realidad somos. ¿Espejismos de la conciencia? Sin duda, pero los espejismos son piezas primordiales de la trama. F.B.R.
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POEMAS DE FELIPE BENITEZ REYES DE SU LIBRO YA LA SOMBRA (VISOR 2019) Playa de Enero Este trozo de mármol que he encontrado en la playa puede provenir del templo arrasado de Hércules, o tal vez de las gradas del teatro bullicioso de Gades, del pedestal acaso de la estatua de un dios o de un prohombre del Imperio, de la estela funeraria de un niño sin ventura o del friso soberbio de algún arco triunfal. Puede haber sido muchas cosas este trozo de mármol, o haber sido simplemente lo que es: una piedra pulida por la arena y las aguas, errante por la mar durante siglos y arrojada a la orilla finalmente por ese mecanismo misterioso, de cálculo y azar, que rige el universo y esta página.
Conversación de Yolanda Izard
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Ciclos Entre el momento en que Dante Alighieri concibe el artificio de que Virgilio sea su acompañante en los tres estratos del trasmundo, la hora exacta en que Virgilio pone música acentual al primer hexámetro para cantar al varón esclarecido de Troya, el minuto preciso en que Ovidio decide recrear la metamorfosis de Dafne, el instante en que Kafka define la fantasía de una transformación y este ahora en que me acuerdo más o menos aleatoriamente de ellos cuatro, median varios siglos, y cientos de kilómetros, varias lenguas, pero en realidad todo sucede dentro de esa cápsula de anacronía en que la literatura se protege del tiempo desde su inmortalidad desvalida y estática, pero más poderosa que la vida, ese concepto oscilante en cuyo fluir sucumben los imperios, pero no las ficciones; nosotros, por supuesto, pero nunca jamás la herencia de los embaucadores prodigiosos que nos llevan de la mano a ese dominio ilusorio y sin confines que al cabo existe más que el mundo mismo, en paralelo a este ser del no ser de ser nosotros, aproximadamente. 9
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MIGUEL VEYRAT
Miguel Veyrat Fotografía de Adriana Veyrat Janés
Miguel Veyrat (España, 1938) es poeta, periodista, traductor y ensayista. Publica en 1975 su primer libro de poesía en la colección Adonais. Tras varias entregas de distintos géneros literarios, incluidos varios libros de poesía, inicia en la década de los 90 una nueva etapa de escritura dedicada por entero a la poesía, con la publicación de Elogio del Incendiario, Conocimiento de la Llama, La Voz de los Poetas, Babel bajo la Luna, Instrucciones para Amanecer, Fronteras de lo real: escritos sobre poesía, Razón del Mirlo, Poniente, Pasaje de la noche, El Hacha de Plata y finalmente Diluvio y Tu nombre es Eros en 2018. Cuenta con cuarenta libros publicados, la mitad de ellos de poesía, con numerosas reediciones, antologías y traducciones a varios idiomas. En el presente año y coincidiendo con su 80 aniversario, apareció en la colección parisina “Classiques pour demain” de la editorial universitaria L’Harmattan de París, dirigida por el catedrático de Sorbona II Daniel-Henri Pageaux, el ensayo “Passages de l’Aube” acerca de su obra poética, realizado por la catedrática de literatura española de la Universidad de Orléans Françoise Morcillo.
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NOTAS PARA UNA POÉTICA
FRONTERAS DE LO REAL Cuanto más poético, más real Novalis Himnos a la noche No relataré ninguna historia pues no pertenezco a la casta de poetas, entre los que se cuentan casi todos los más conocidos desde Homero, que han seguido la línea poética de pura información sobre lo real —equivocadamente según quería Mallarmé— o transitado en el sentido correcto que desde siempre han impuesto los dispositivos institucionales que se sirven de la poesía para sus propios fines1. Creo que esa gruesa línea roja entre emoción hecha canto y la mera descripción comunicada de hechos emotivos, se ha quebrado en diferentes momentos de la tradición de Occidente cuando otros poetas más o menos celebrados por sus contemporáneos han querido y podido violar las fronteras de lo supuestamente <<real>>, enarbolando el auténtico poder transformador de la experiencia que es la poesía —ese poder alquímico que golpea en los caminos que conducen a los subterráneos de la personalidad—, sólo con la intención de aproximarse levemente a aquello que pudiera acercarse a su vez al conocimiento. Entre ellos, nuestro Juan de la Cruz, uno de los más ardidos en la liza, quien al encontrarse en plena noche oscura se quejaba así: Porque en este camino el bajar es subir, y el subir es bajar....
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Antonio Machado en Los Complementarios ratifica la opinión de Stéphane Mallarmé, al asegurar que <<Documento no es arte>>.
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Cito ahora al fraile de Fontiveros en su expresión más patética y aparentemente contradictoria (Hölderlin dirá que en este subir y bajar está la vocación y el gozo del poeta, como también descubrió por su lado el místico Rabí Akiva según nos cuenta el Talmud), para que al abrir en su forma poética la lectura de los hechos no puramente informativos de mi existencia, ésta aporte a nuestra mente la dimensión, quizás nueva para alguno, de que en la vida del espíritu —a la que pertenece la poesía al nacer fuera del tiempo y tomar a la vez al tiempo como materia primera— todo es desmesura y a veces confusión, ya que por esencia pretende recorrer todo límite para desbordarlo después, y acaso eliminarlo en la tarea de construcción de una realidad distinta2. Cerraré por último estas ya demasiado largas palabras, con una anotación complementaria de Gottfried Benn: “ … la poesía tiene que ser desmedida o nada. Este hecho pertenece a su ser. Y a su ser pertenece igualmente algo más, una experiencia trágica de los poetas respecto de sí mismos: ninguno, ni siquiera los grandes poetas de nuestro tiempo, ha dejado más de seis u ocho poesías consumadas; las restantes pueden ser interesantes bajo el punto de vista biográfico y de evolución del propio autor, pero sólo unas pocas son liberadoras, fulgurantes, llenas de fascinación —así pues, por esos seis poemas, los treinta o cincuenta años de ascetismo, penalidades y lucha”. Yo confieso haber practicado intensamente la desmesura vital a lo largo y a lo hondo de mi ya larga existencia, y siempre ante testigos: Ahora bien, todavía está por demostrar que haya sido capaz de escribir una sola de las seis u ocho poesías en que cifra Benn la consumación de la vida de un poeta.
Miguel Veyrat
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¿Será acaso el territorio de la poesía aquél “país sin descubrir” del famoso parlamento de Hamlet en el Acto III, escena I? Recordemos: “algo después de la muerte, el país sin descubrir de cuyas fronteras no vuelve ningún viajero, que desconcierta la voluntad, y nos hace soportar los males que tenemos mejor que volar a otros de los que no sabemos”. (Trad. de J. M. Valverde). Siempre he pensado que al conocimiento sólo puede accederse a través de la poesía o de la muerte: el resto es invención de clérigos, justificado a posteriori por la pretendida razón filosófica.
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POEMAS DEL LIBRO EL HACHA DE PLATA3 Tras el pasaje de un cometa en la noche Si al despojarnos de nuestras personas los rostros se estrellaran en silencio sin dejar rastro sin dejar huella... Y si nuestra última máscara, antes de alcanzar la absoluta inanidad de todo, resultara ser la de otro… Si el último disfraz retomara lo verdadero… Al final, ¿habríamos fracasado como vivos o como muertos?
Lectura de Yolanda Izard
Ocasión única Ser la claridad y la libertad del día. No un absoluto cerrado sobre sí mismo. Poesía que no quisiera ser sino poesía que hiciese real aquello que intangible. Como el deber de preservar al hombre tal como fuera fundido. Oportunidad única para lo verdadero. Sin metafísica alguna. Sólo belleza, aunque la oculte el vocabulario religioso y la incurable afición del poeta por los dioses. El poema detiene la podredumbre del tiempo como un ahora fluido que en la obra permanece al margen de la Naturaleza. Todo lo escrito a partir de tal instante será máscara o fraude. 3
“EL HACHA DE PLATA” se publicó en “Ediciones de la Isla de Siltolá”, Sevilla 2016
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Kénosis del ausente La falsa luz crepita en tempo fugaz al simular que canta y rasga las notas del lugar en que febril espira. Así se bebe el alba las últimas gotas de la noche. Arde un instante como eco en clave celestial que late en llama muda — Flameamos al aire pero un ala azul nos derriba de nuevo a tierra, dolor que regresa desde el lugar vacío. Abismo impuro —espejo sin tiempo
Libros; sueños de Yolanda Izard
ni forma alguna.
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MANUEL LÓPEZ AZORÍN
Manuel López Azorín Fotografía de Oscar Manuel Sánchez
Manuel López Azorín nace en Moratalla (Murcia) 1946. Se traslada a Madrid en 1954. En 1978 se matricula en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Reside desde 1982 en San Sebastián de los Reyes (Madrid). En 1986 funda el Colectivo Helicón de Poesía. Dirige y presenta Tertulias de Autor a través de CNTV, (1992-2000). Pone en marcha y dirige (1996-2000) el Centro de Estudios de la Poesía (CEP) en la Universidad Popular "José Hierro" de esta localidad y crea la revista Poesía en la diana. Ha escrito guiones sobre Claudio Rodríguez, José Hierro, Rafael Morales y Rafael Montesinos. Ha colaborado en revistas de ámbito nacional e internacional. De 2013 a 2017 dirige la colección de Poesía de Eirene Editorial. Ha publicado los siguientes poemarios: Marasmo (1986), Vértigo, Premio Zenobia (1993), Amar es mi ejercicio, Accésit del Premio Joaquín Benito de Lucas (1997), Versos para después de una película (1998), Accésit del Premio Nacional Rafael Morales, Libro del desconcierto ( Premio Nacional de Poesía Rafael Morales 2000), Azul de los afectos (2001), Crónica de Babel Premio Almedina (2002), De la vida y
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otros ríos (2003), La ceniza y la espuma (2008), Sólo la luz alumbra -Poesía 19862010-, Madrid 2011, Romancero flamenco (2012) y La voz que me protege (2019). Otros Premios: Alcobendas, (1999), y "Ramón Rubial", (2000), de Difusión Cultural. Nacional de Poesía "Viriato" (1999). Albaricoque de oro (2007). Premio Cultura a la creación poética Alcobendas (2014). Ha sido traducido al árabe, Amar es mi ejercicio, edición bilingüe, (2014) Fundación Al-Aissiya), y algunos poemas de otros libros al inglés.
NOTAS PARA UNA POÉTICA Concibo mi poesía como el baluarte que me permite la defensa, la explicación del sueño y la búsqueda de la luz, a través de la palabra, que me libera y salva. Vida y poesía, miedo y pasión, duda y anhelo y todo a través del hilo conductor del Amor. Por tanto intento crear desde la reflexión personal, desde la comunión solidaria, como discurso individual que pretende ser un canto propio y colectivo. Y todo ello, repito, desde el Amor, porque creo que, como ya escribí hace años, “Solo el amor nos salva. Sin amor / anda perdido el eco de la vida. // Solo la luz alumbra. Sin la luz, / oscuras, las palabras desvanecen”. Así pues Amor, Belleza y Compromiso, todo ello desde la búsqueda de la luz, desde la claridad del verso, sin enmascaramientos de segundas o terceras personas del verbo, pero tratando de encontrar el misterio, la magia, la voz de la poesía que sirva para los otros. En definitiva, como escribí también hace ya muchos años: “Yo me escribo a mí mismo para escribir a todos”
Manuel López Azorín
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POEMAS DE MANUEL LÓPEZ AZORÍN DE SU LIBRO LA VOZ QUE ME PROTEGE* Algo dormido… Algo dormido en mí se ha despertado y a la vez que me siento complacido, ando como extrañado, confundido porque no sé muy bien por qué ha pasado.
He notado tu voz y me he sentido nacer en la palabra y ya que dado que el tiempo se me acaba, no he parado de sentir primavera. Todo ha sido
como hallar manantial en mi desierto. Un oasis de sueños y esperanzas en mi tarde que ya cubre la sombra.
Una puerta de luz que se me ha abierto y renueva palabras y confianza en la página, vida, que me nombra.
Madre Tierra II de Yolanda Izard
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Si yo tuviera… Si yo tuviera la edad de primavera, incluso de verano, pediría que tu voz al llegar ya fuera mía y mía a tu palabra, a mi manera.
Si llegara tu voz y mi voz fuera, estaría feliz y mi alegría sería indescriptible y viviría a tu lado, mi amor, mi vida entera.
Pero tengo el otoño que se aleja
Delicadeza de Yolanda Izard
y me deja desnudo al deshojarme con las ramas dispuestas a la nieve.
Tú no tienes edad ni tienes queja porque eres primavera siempre. Y darme de vez en vez tu voz ya me conmueve.
Me conformo con esas alegrías de tenerte conmigo algunos días.
*
“LA VOZ QUE ME PROTEGE” se publicó en “Editorial Colex Libraira”, 2019
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YOLANDA IZARD
Yolanda Izard
Yolanda Izard Anaya nació en Béjar (Salamanca) y vive en Valladolid. Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, donde también cursó el doctorado y estudios de Bellas Artes, y ha realizado un posgrado en ELE. Ha publicado las novelas Paisajes para evitar la noche (XXVIII Premio Cáceres de Novela Corta, Diputación de Cáceres, 2003), La mirada atenta (VII Premio de Novela Carolina Coronado, ed. Los Libros del Oeste, 2003), los libros de poemas Defunciones interiores
(Institución Cultural El Brocense, Cáceres, 2003), El
durmiente y la novia (ed. Sinmar, Madrid, 1997) y Reliquias del duende (Salamanca, 1983), el ensayo Pequeño manual de la creación de cuentos (Madrid-New York, 2015), el Comentario y selección de poemas de la Transición (ed. Difácil, Valladolid, 2009) y el libro de microrrelatos Zambullidas (ed. Renacimiento, 2017). Ha colaborado en numerosos libros colectivos, en algunos con ilustraciones propias. En 2013 recibió el Premio Andrés Quintanilla de Poesía, en 2014 quedó preseleccionada en el Premio Herralde de novela y en el 2019 ha recibido el Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández, por su libro Lumbre y ceniza que será publicado por editorial Devenir en noviembre de 2019.
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Es crítica literaria y escribe reseñas de manera habitual en el suplemento cultural de El Norte de Castilla, La sombra del ciprés, y en Revista de Letras, entre otras revistas literarias, y ha colaborado en revistas culturales como Quimera, en las que ha publicado más de cien artículos literarios. Asimismo, colabora en distintas actividades relacionadas con el mundo de la cultura. Ejerce la docencia en la Universidad Europea Miguel de Cervantes, en Valladolid, es correctora de estilo y dirige e imparte distintos talleres de Escritura Creativa de creación propia.
NOTAS PARA UNA POÉTICA (Extractos de una conversación mantenida con Antolín Velasco, publicada en “Béjarbiz” el 2 de mayo 2019) La poesía me permite hablar conmigo misma, pero también con el mundo. No entiendo la poesía sino como el resultado de una interiorización, de una severa introspección. Y lo hago de una forma natural: necesito meditar, entender qué hacemos aquí, qué sentido tienen las desdichas, qué nos hace fuertes, qué es la soledad, cómo hacer para vivir y encontrar consuelo. La poesía es consoladora. La poesía a veces salva, la poesía a veces también ilumina el camino. De ello hablo también en el poemario Lumbre y ceniza. De hecho, lo abre un largo poema que es una reflexión sobre la necesidad de la poesía salvadora en un mundo cruel. De la necesidad de una poesía absolutamente libre en un mundo que lo manipula todo con ideologías, promesas, censuras, normas y reglamentos. La poesía es el lugar de la libertad, del consuelo, de la experimentación, de la carga profunda y humana y de la emoción, sin olvidar la emoción estética. Quizá haya algo más que palabras en el mundo, pero eso todavía lo desconocemos. Por ahora, solo contamos con las palabras para construir el mundo, o construir los mundos, para entendernos y confundirnos, para revelar lo que somos y para engañarnos. Para amarnos y para odiarnos. De las palabras que usemos depende la realidad del mundo. Construimos un edificio de palabras para 20
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conocernos y para relacionarnos. Cuantas más manejemos, mejor será el conocimiento y nuestra interacción. Es más, solo el silencio adquiere sentido en medio de la palabra. Porque el silencio, como la ceniza para la luz, es la condición necesaria del verbo. La imaginación es uno de los grandes portentos del ser humano porque te permite atravesar todos los mundos, todas las dimensiones y todas las existencias posibles. La poesía permite dialogar con lo más íntimo de uno mismo, también con lo más secreto. Su fascinación procede de los sentidos y de las emociones y de la introspección. Un género por tanto necesario para nutrir la vida y dilucidar algunos de sus misterios, o al menos hacer conscientes sus enigmas. También, como en el microrrelato, por su naturaleza de extrema concisión narrativa y de sugerencia, se sitúa en un nivel de esencialidad que es fantástico para descubrir interesantes y a veces reveladoras asociaciones entre elementos distintos, para aprender que todo está relacionado si se tiene suficiente coraje para trascender lo visible, lo obvio, lo frecuentado. La vida es un gran secreto hasta para nosotros mismos y la poesía es un intento de aproximación. Yolanda Izard
El alma de los pájaros de Yolanda Izard
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POEMAS DE YOLANDA IZARD El lugar inaccesible (de Defunciones interiores, Institución Cultural El Brocense, Cáceres, 2003)
En aquel cuarto. Al fondo a la derecha. Ella duerme. Y él la espía. Siente vértigo, como si el avión en el que sostiene su cuerpo atravesara, sobre una estepa recóndita, lo prohibido, la virginal hondura. Ella duerme. Mas su silencio es tan sagrado, tan íntimo, que parece que rozara el ámbito del cielo. O estuviera a punto de rebasar la frontera de la muerte. Un escalofrío. Pero no puede dejar de mirarla: su abismal indiferencia. ¿Y si de pronto despertara? Él tardaría en reconocerla. Le abrumaría el peso de esa otra que en el sueño Vuelo de Yolanda Izard
ha quebrado el candado de la vida.
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Mira debajo de la mesa (De Lumbre y ceniza, Premio Internacional Miguel Hernández 2019. Será publicado por la editorial Devenir en noviembre 2019)
Mira debajo de la mesa: tus piernas, tu corazón y tu alma sobre las manos. Acércate: te bañará la luz sucia que se esconde en el fondo, el viento del sur mojado por los peces, pero escucha, escucha la furtiva ráfaga que trae gotas azules desde las entrañas de las aves, desde el quejido de las constelaciones. ¿Sabes que todo vive en todo? Así, toca, toca la pulsión del mundo debajo de la mesa donde meditas, recóndita.
Madre Tierra de Yolanda Izard
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BEATRIZ VILLACAÑAS
Beatriz Villacañas, nacida en Toledo es poeta, ensayista, aforista y crítica literaria. Doctora en Filología, es profesora titular de literatura inglesa e irlandesa en la Universidad Complutense de Madrid y miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Sus libros de poesía: Jazz, 1991, Accésit Premio Esquío, La Coruña, Allegra Byron, 1993, El silencio está lleno de nombres, 1996, Premio Internacional Ciudad de Toledo, Dublín, 2001, Premio Primera Bienal Internacional Eugenio de Nora, León, El Ángel y la Física, 2005, La gravedad y la manzana, 2011, propuesto para el Premio Nacional de Poesía 2012, Testigos del asombro, 2014, El tiempo del padre, 2016, Cartas a Angélica (Plaquette), 2016, La voz que me despierta, 2017 y Hermano Tiempo, 2019. Dentro de su obra ensayística se encuentran La Poesía de Juan Antonio Villacañas: Argumento de una biografía, 2003, y Literatura irlandesa, 2007. Junto con el poeta, académico y traductor irlandés Michael Smith, ha traducido al inglés poesía de Juan Antonio Villacañas: Juan Antonio Villacañas: Selected Poems, Reino Unido, 2009. Libros de aforismos: Contra miedo y marea, 2016 y Hermano Tiempo, 2019
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El Ayuntamiento de Boadilla del Monte (Madrid) ha distinguido a Beatriz Villacañas dando su nombre, junto al de la poeta Carmen Silva, a un premio de poesía: Premio Internacional de Poesía Carmen Silva y Beatriz Villacañas, que se convoca con carácter anual. Colabora con una columna quincenal, de título Lugar para el reencuentro, en ABC Artes y letras, El Cultural de Castilla la Mancha.
Al niño que sostiene los pajaritos de Yolanda Izard
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NOTAS PARA UNA POÉTICA La poesía no explica el mundo, da fe de su misterio. En La Poesía de Juan Antonio Villacañas: Argumento de una Biografía (2003:124) escribí que la poesía es conocimiento revelado. Y así lo creo. Este conocimiento va más allá de lo exclusivamente racional, es a un tiempo idea y emoción. ¿Por qué revelado? Porque la poesía no se dosifica en etapas de aprendizaje: se revela toda entera, es epifanía. El misterio que envuelve la vida, que envuelve el mundo, quizá, más que entenderlo, haya que vivirlo. Con mi poesía vivo el misterio, me acerco a él con el atrevimiento de la palabra. La más hermosa paradoja es que, cuando la palabra se acerca al misterio, se puede producir un destello de conocimiento, una revelación. La palabra define pero, sobre todo, nos define: la Poesía me da el privilegio de la libertad, porque toda actividad creativa es, en esencia, un ejercicio de libertad y en ella encuentro mi yo más auténtico, el más individual, el que más se atreve a ir contracorriente. La poesía existe por sí misma y es ella la que elige al poeta, quien, a su vez, la busca a través de la palabra. La palabra del verdadero poeta siempre tiene potencia reveladora, amplía el horizonte de percepción, hace ver aquello que es diferente a lo conocido, hace ver aquello que es diferente en lo conocido. La poesía sería, pues, el “Ave inteligente” del poema de Juan Antonio Villacañas (Argumento de la Poesía, 2000), que le da al poeta una de sus plumas y le manda escribir: un don y, como tal, también una obediencia ineludible. El poeta sería un elegido y, como todos los elegidos, no tiene elección. Le queda la humildad de ser agradecido por ello. Beatriz Villacañas
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POEMAS DE BEATRIZ VILLACAÑAS DE SU LIBRO LA VOZ QUE ME DESPIERTA Principio de incertidumbre Razón desafiada ad infinitum, un y mil veces más, en esta cuesta humanamente santa y pecadora, en esta certidumbre de lo incierto, en este batallar a tumba abierta. Razón, persecución del todo a golpe de número y concepto. Ciencia siempre inexacta y siempre porfiada. Subalterno afán,
Maternidad de Yolanda Izardda Izard
búsqueda irremediable de la partícula esencial, teoría perfecta del asombro.
Para siempre una sed, para siempre un secreto, para siempre un dios íntimo y escondido tan alto como una luz astral que deja el alma a oscuras.
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Credo La dimensión exacta del amor está en su desmesura. Tiembla el amor cuanto más fuerte es y se alboroza sabiéndose, tan niño, indestructible. Sólo él, con la precisa pequeñez para ser en otros, para caber en cada cuerpo, en cada mano, Soledad de Yolanda Izard
nos enseña lo que nuestra mirada se esfuerza en alcanzar sin conseguirlo. Sólo el amor es ciencia creadora, sólo el amor desnuda el mundo, con inocencia plena, la inocencia más sabia e infinita.
Nada como el amor para darnos noticia de lo eterno
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ANTONIO PRAENA
Antonio Praena Segura, es un poeta nacido en la localidad de Purullena, provincia de Granada, en el año 1973). Antonio Praena, fraile dominico español, actualmente es profesor de la Facultad de Teología “San Vicente Ferrer” de Valencia desde el año 2001. En ella complementa su docencia e investigación con seminarios y opcionales sobre la relación entre teología, cine, poesía y arte contemporáneos. Profesor de DOM UNI (Universidad francesa asociada a la Pontificia Universidad St. Tomás de Aquino de Roma en su sección española. Ha publicado obras de reflexión filosófica, estética y teológica, así como numerosos artículos En cuanto a su creación literaria, ha publicado los libros Humo verde (Accésit Premio de Poesía Iberoamericana Víctor Jara 2003), Poemas para mi hermana (Accésit Premio Adonáis 2006), Actos de amor, (Premio Nacional de Poesía José Hierro 2011), Yo he querido ser grúa muchas veces (Premio Tiflos 2013. Visor), e Historia de un alma (Premio de poesía "Jaime Gil de Biedma" 2017 y Premio Andalucía de la Crítica 2018). Además, ha escrito textos para catálogos artísticos: José Saborit (Mientras la luz), Andrés Monteagudo (Intrusos), entre otros. Algunos de sus poemas han sido traducidos al francés, griego, italiano, inglés y polaco.
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NOTAS PARA UNA POÉTICA* “La poesía no tiene por qué ser un fenómeno estético. Hoy belleza y arte no siempre van de la mano, por lo que el poema puede elegir otros caminos para cumplir su finalidad; además, en mi obra hay poemas bellos y otros que lo que buscan es provocar efectos distintos a la armonía. Mi poesía podría definirse como comunicación: decir, inquietar, levantar, tranquilizar, desagradar, agradar… eligiendo los caminos creativos que el lenguaje nos brinda. En definitiva, la poesía es un acto de comunicación en los límites del lenguaje y de la experiencia”. Sobre el proceso de mi escritura, no suelo calcular qué escribir. No puedo partir de una pretensión o un plan prestablecido, porque mi relación con la poesía es de obediencia, que, etimológicamente, significa “escucha”. Escucho y escribo algo que quiere salir, ser escrito. Puede ser algo interior o puede ser una realidad exterior, sociológica, ambiental… No me gusta publicar hasta que no advierto en los versos y en los libros que voy a sacar a la luz una punzada, un atisbo de asombro. Ya se publica mucha poesía, por lo que considero preferible no sacar nada que no aporte algo más, un plus muchas veces conquistado a mi propio extrañamiento, a mi propio dolor, a mi propio éxtasis o a largas semanas de reflexión. En cuanto a mis lecturas, leo todo tipo de poesía. Me llegan libros y me interesa todo tipo de poéticas. Desafortunadamente, no puedo comprar muchos, más bien casi ninguno. Pero, me envían, me regalan: la vida suple mi pobreza. Y, de entre ellos, me gustan los poemarios en los que hay verdad. No, no me refiero a sinceridad biográfica. Eso, incluso, puede ser muy engañoso y no aportar nada, más allá de sentimientos facilones. Me refiero a los que despiertan algo auténtico, genuino, nuevo; los que tienen personalidad, los que se meten hasta el fango en la realidad circundante o hasta el dolor en los huesos, los que se elevan sin miedo a lo divino y o los que se empapan de humanidad también. Los que no imitan a otros. *Fuentes: https://www.eladelantado.com https://todoliteratura
Antonio Praena
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POEMAS DE ANTONIO PRAENA DE SU LIBRO HISTORIA DE UN ALMA, EDITORIAL VISOR. XXXVII Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma
Alma El secreto consiste en agitar todo su cuerpo hasta que se despierta lo más hondo: un instinto animal, una fuente cegada que emerge hasta sus labios y sus dientes, la yema de sus dedos y las uñas.
No es sólo mi camisa almidonada, mi forma de fumar ni mis dos ojos oscuros y felinos levemente entornados y brillantes. No es tampoco la fuerza con la que agarro sus cinturas y les muerdo en el cuello mientras mi pierna toma sitio entre su falda. No el bosque de mi pecho contra el suave reclamo de sus lenguas, ni este trueno de seda y de saliva penetrando su noche con mi pálpito salobre.
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Es algo mรกs brutal y primigenio que embiste carne adentro hasta ese abismo donde la carne, simplemente, desea no ser carne: vuelvo el alma a sus cuerpos.
Espacio de Yolanda Izard
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La alegría ¿Y si morir no nos entristeciera? Ni Platón ni el cristianismo hubieran sido necesarios. La historia de Occidente se funda en la tristeza que nos causa la muerte de la que no sabemos nada porque todo lo ocupa. Yo elijo la alegría no de vivir, que acaso es más estúpida, Lectura III de Yolanda Izard
sino de imaginar que todo esto será olvidado para siempre, que un día no será durante nunca, que tampoco está siendo en este instante.
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LUIS LLORENTE
Luis Llorente nació en Segovia en 1984. Estudió Filología Hispánica en la universidad de Salamanca. Ha publicado, hasta la fecha, tres libros de poesía: La rutina de la nieve (Huerga & Fierro, 2010); El vuelo y la mirada (Siltolá, 2015), y Del fruto que arde (La Garúa, 2017). Ha sido incluido en algunas antologías, como Poetas de Castilla y León (Punto de Partida, UNAM, México, 2010); La deriva alucinada: poesía en Salamanca (Revista Abril, Luxemburgo, 2013); El Salón Barney (Playa de Ákaba, 2014) y Nacer en otro tiempo: antología de la joven poesía española (Renacimiento, 2016). Ha participado en el libro colectivo Tribu versus Trilce: homenaje a César Vallejo (Karima editora, 2017). Poemas suyos han aparecido, también, en revistas como Suroeste, Estación Poesía o Quimera. Ha sido finalista del premio Adonais en 2016 y en 2017. Reside en su ciudad natal.
NOTAS PARA UNA POÉTICA Para mí la poesía es una manera de lidiar con el lenguaje. Luis LLorente
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DOS POEMAS INÉDITOS DE LUIS LLORENTE DE SU LIBRO DEMACRACIÓN DE LA CEGUERA
No intentes encontrar… No intentes encontrar el lícito reverso en la apariencia.
El objeto se esconde con sentido.
La clausura del verbo es su propósito: no quiere levedad, no busca la ceniza.
Las acciones determinan una relación con el ojo sonoro que se adentra y a su vez quiere alterar el color y la forma.
Unas flores de plástico no pueden entender la primavera. En la materia gastada de los cuerpos el tiempo imprime identidad: imperturbable el rito de la muerte y el morado se extiende hasta el delirio.
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Si no cambian las flores con el paso vibrante de cada estación no tienen existencia. Y no podrán amar de lejos aquello que, en una inevitable luz, pervierte la unidad de la destreza con que ha tallado el ave las máscaras para mirar.
La estructura de la imaginación es instintiva: una promesa
Compasión de Yolanda Izard
del aire y su derrota. Como un escorzo intenta proteger la limitada imagen.
En el movimiento está la vida; observa una ciudad y ve sus rostros, su indolencia o sus temores abatidos: no es tan distinto de un ciclo animal, donde las leyes comienzan por un destino anterior, originario.
Visión y permanencia. Envoltura de aquello que envejece y no hace demasiado ruido.
Es una rueda inalterable, y esconde en su fuego concisión. Recuerda, por ejemplo, 36
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un tema de Tom Waits, un poema de Ashbery o un cuadro de Paul Klee: en sus formas hay una respuesta, una pulsión de la belleza como manera de estar y de clavarse en la mente que invoca su preludio.
Sólo hay que abrir los ojos y atender al movimiento, ventana abierta al mundo en esa paralela realidad,
donde las cosas suceden simplemente y lo único que pasa es que estás aquí, tan vivo como antes de nacer.
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Y las odas de Horacio son hermosas… Y las odas de Horacio son hermosas. No existe un solo verso en barro tosco, pues todos son de mármol, gracia fúlgida. La brisa es la memoria de mis pasos. Se colma de silencio la llanura y en púrpura se tiende el horizonte. El campo no es celeste sin la noche. Serenas son las aguas. Canta un pájaro. De Febo son los días: los concede. Calíope se muestra en el poema. El paritorio de la luz comienza a ofrecer las cerezas del olvido.
Zambullida IV de Yolanda Izard
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BORIS ROZAS
Boris Rozas (Buenos Aires; 1972) es un poeta argentino afincado en Valladolid (España), ciudad en la que ha discurrido la mayor parte de su vida y donde se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Valladolid. A pesar de destacar en la poesía, es autor también de narrativa y ensayo. Ha recibido numerosos galardones por su obra, entre ellos el León Felipe de Tábara, Pilar Fernández Labrador, Gonzalo Rojas (Chile), Hernán Esquío, Justas Poéticas de Dueñas, Justas Poéticas de Laguna de Duero, Premio Sarmiento, Premio Umbral, María Eloísa García Lorca, La Palabra de mi voz (Miami), North Texas Book Festival (Spanish Poetry), Villa de Ermua, Manuel Garrido Chamorro, dos veces finalista del Premio Jaime Gil de Biedma, Peñaranda de Bracamonte, etc. Ha participado en numerosas obras colectivas y antologías, además de colaborar en multitud de publicaciones. Es autor de los poemarios Bagajes del alma (2004), Lleno del mar (2005), Hemisferio Sur (2007), Huyendo de este jardín, me encontré con el viento (2009) Ragtime (2012) , Invertebrados (2014) La senda de las espigas (2016), La libertad de los girasoles (2016) Primeras impresiones de un hombre en la sala de autopsias (2016) Souvenirs (2017), Las mujeres que paseaban perros imaginarios (2018), Annie Hall ya no vive aquí (2018) y Landslide (2019).
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NOTAS PARA UNA POÉTICA Un poeta es heredero directo de lo que ha leído o escuchado durante toda su vida, por lo que considero justo y hasta ciertamente necesario plasmarlo en mi visión poética actual Lo poético nos rodea y envuelve de continuo, sólo hace falta darse el tiempo necesario para reflexionar sobre ello y encontrar el modo idóneo de plasmarlo. Bebo de muchas literaturas, pero escribo sobre mis realidades o las que otros tienen a bien contarme. La poesía se convirtió en mi camino sin que yo lo supiera, en una senda difícil y solitaria, con pocos horizontes a imaginar para el que empieza, con la sombra de la intrascendencia como eterna compañera de viaje. Mi corazón se llenó de poesía sin que yo lo intuyera y los versos fueron alumbrando el camino hasta decidir por sí solos. La palabra poética requiere un mensaje trabajado, no escrito a contracorriente, un verso líricamente bien medido y conformado, una expresión hermosa y comprensible. Si pierdes eso, si nos perdemos en eso, podemos caer en la autocomplacencia literaria cercana al simple bufido, a la libertad formal malentendida en favor de la evasiva melancólica o trágica. No todo en la poesía actual nace del desarraigo, no todos los lectores buscan verdades absolutas, probablemente sólo referentes. Boris Rozas
*Fuentes:
http://www.diariodevalladolid.es https://www.universolamaga.com https://www.todoliteratura.es
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DOS POEMAS DE BORIS ROZAS DE SU LIBRO LANDSLIDE Premio Internacional 2018 (Miami - EE.UU) La Palabra es mi voz
Suite for New England Yo también fui un hombre llevado por el viento de las dulces montañas de Nueva Inglaterra, un borrador de Ralph Waldo Emerson queriendo vivir deliberadamente desnudo entre las zarzas. No era Concord tampoco mi lugar, se diría que demasiado íntimos mis rugosos ropajes apuntados, no era esa mi aldea, se diría que tampoco el lenguaje para mi pequeña épica de lamentos. Tú puedes ser como la cabaña en la laguna de Walden, hecho siempre de las mejores penitencias.
Payaso sobre mástil de Yolanda Izard
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Trabajo solo Trabajo solo como el hombre solo de Walcott, no al borde del agua sino del estanque de peces que me apura, me he arraigado a ti porque estás al tanto de mis intenciones, sabes que mis ojos brillan en tus suaves manos de maíz, tal vez edifiquemos un día un ayer de resplandores más allá de las sombras, como el hombre solo de Walcott cargo con el peso de mi rabia sobre el mar, viviendo sobre el aliento de las olas.
Soledad de Yolanda Izard
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ANDRÉS GARCÍA CERDÁN
Andrés García Cerdán (Fuenteálamo –Albacete–, 1972) es poeta, ensayista y crítico literario, Doctor en Literatura por la Universidad de Murcia y profesor en la Universidad de Castilla La Mancha. Es autor de los poemarios Los nombres del enemigo (Universidad de Murcia, 1997), Los buenos tiempos (C.R.,1999), La cuarta persona del singular (ERM, 2002), Curvas (Celya, 2009), Carmina (Nausícaä, 2012), La sangre (Valparaíso, 2014), Barbarie (Adonáis, 2015), Puntos de no retorno (Reino de Cordelia, 2017) y Defensa de las excepciones (Visor, 2018). Es responsable del ensayo La realidad total. Sobre la poesía de Julio Cortázar (Editum, 2010) y de las antologías de poesía contemporánea El llano en llamas (Fractal, 2013) y El Peligro y el Sueño, La escuela poética de Albacete (Celya, 2016). Colabora habitualmente en Jot Down, ABC Artes y Letras, Quimera o La Galla Ciencia. Ha sido reconocido con los premios internacionales de poesía San Juan de la Cruz, Alegría, Hermanos Argensola, Ciudad de Pamplona, Oliver Belmás y Barcarola.
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NOTAS PARA UNA POÉTICA Siempre que me pregunto qué sea la poesía acabo recordando las palabras de San Juan de la Cruz: «y déjame muriendo / un no sé qué que quedan balbuciendo». Esa estela de cometa, esa pequeña muerte que viene del no sé qué, esa indefinición me acerca al concepto de poema. Un poema es una posibilidad y un balbuceo, un desconocimiento y, al fin, una inexperiencia. Escribimos lo que no sabemos, lo que desconocemos, su peligro y su bondad. Así creamos: desde la inexistencia, desde la ausencia del lenguaje, desde la inexperiencia. Desde el no existir y el no saber, el lenguaje crea, inaugura el mundo. El poema no describe la experiencia del mundo: es un mundo propio recogido en ámbar, un microcosmos, un nuevo borde de lo real. No haber sabido es la primera de las condiciones para saber. Nos atrevemos a saber, nos atrevemos a decir qué es manzana como por primera y única vez. Con los ojos abiertos, con las palabras abiertas de esta inexperiencia esencial se abre —desde el poema— la realidad. Andrés García Cerdán
Amigas de Yolanda Izard
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DOS POEMAS DE ANDRÉS GARCÍA CERDÁN DE SU LIBRO DEFENSA DE LAS EXCEPCIONES Premio de Poesía Hermanos Argensola 2018 La estructura profunda [Noam Chomski] Como el pescador hawaiano que hunde su mirada y sus manos del hombre en el océano para leer la estructura profunda del lenguaje, para saber la dirección y el sentido de las corrientes, el movimiento del agua, así el poeta, así yo cuando pienso en ti, cuando sumerjo en ti mis manos y mi lengua.
Zambullida III de Yolanda Izard
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El ruido blanco Lo que tengo aquí dentro es algo extraño, algo como ese ruido blanco que no es ruido y es algo más que ruido.
Si llegas a mi pecho lo oirás.
Tal vez la blanca melodía de una galaxia o la conciencia, que en mí palpita.
Algo que está ahí y flota, que no se ve, pero es visible y flota y así celebra su magnífica liviandad, su transparente impregnación.
Algo que es y que no es, algo como esa vasta oscuridad de nadie que cristaliza en las alturas.
La ventana de Yolanda Izard
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Mi sincero y radical agradecimiento a todos los autores que habéis participado en la edición de este número dos de ESTIGIA. Todos vosotros constituís
una
magnífica muestra de la poesía de nuestro tiempo. Y para nosotros ha sido un lujo poder contar con vuestra colaboración, máxime cuando lo hacéis de forma desinteresada pues, como es sabido, la revista es gratuita y no genera ningún tipo de ingreso que permita remunerar a sus colaboradores. Para Yolanda Izard un doble agradecimiento, pues además de participar con sus poemas ha colaborado de forma decisiva en el diseño de la revista al cedernos sus magníficas ilustraciones. Las fotografías utilizadas en esta edición han sido o bien proporcionadas por sus titulares o bien obtenidas de internet, perteneciendo su propiedad a los autores de las mismas. Es nuestro deseo que la edición número 3 de ESTIGIA vea la luz en el mes de febrero del próximo año.
Luis Adolfo Izquierdo Del Águila
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