Escrito e ilustrado por Luisa GarcĂa Cristiani
Agosto, 2014
El bandol贸n gru帽贸n nunca sonre铆a y lo que menos le gustaba en todo el mundo, era que le hicieran cosquillas.
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Miraba a la guitarra, arpa, laĂşd y hasta su prima la bandurria y no podĂa creer que ellos fueran tan felices con el hecho que alguien debiera hacerles cosquillas en sus cuerdas para hacerlos sonar.
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–“Yo nunca dejaré que nadie me haga reír” dijo.
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¡Suena ho
rrible!
JAJAJA
!
na e p é
¡Qu
El bandolón se esforzaba mucho en mantener esta promesa, cuando lo querían hacer sonar, él solo sacaba un gruñido desafinado, y todos decían: “que feo suena ese bandolón gruñón”.
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NO TIENE REMEDIO Una vez, llamaron a un afinador de bandolones, quien lleg贸 desde tierras lejanas solo para darse cuenta que este bandol贸n no ten铆a remedio.
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Con el tiempo, el bandol贸n se hizo muy triste.
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REÍR es nuestro OBJETIVO
Un día, un pequeño ukulele que pasaba por allí se acercó y le dijo: -“no debes llorar querido bandolón, nosotros estamos hechos para reír a carcajadas, por eso nos hacen cosquillas en nuestras cuerdas” y se fue.
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Tomando este consejo el bandolón decidió echarse a reír todos los días, y poco a poco todos los instrumentos conocieron el hermoso sonido de la risa del bandolón y decían “allí está el sonriente bandolón, que bonito suena”.
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Escrito e ilustrado por Luisa GarcĂa Cristiani
Agosto, 2014