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La arquitectura es el encuentro de la luz con la forma. Le Corbusier
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Sólo en los informes de Marco Polo, Kublai Kan conseguía discernir, a través de las murallas y las torres destinadas a desmoronarse, la filigrana de un diseño tan sutil que escapaba a la mordedura de las termitas.
Italo Calvino “Las Ciudades invisibles”
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as fachadas de los edificios constituyen sus señas de identidad. Son los rostros hieráticos que nos contemplan mientras paseamos, los que orgullosos desafían nuestra mirada o resisten con pena los comentarios de desprecio. Ninguna pasa desapercibida, tarde o temprano alguien repara en ella, la observa, percibe su belleza y suspira queriendo impregnarse del aire de las piedras, de su geometría, de la fantasía que surgió de las manos de alguien que quiso poner su mirada sobre nosotros. Hay fachadas que quedan en nosotros porque fueron capaces de narrarnos una historia, una historia que encontró los motivos para el recuerdo en nuestra memoria Otras nos muestran los rigores del paso tiempo y el abandono, tras su piel desconchada suele habitar el hambre y la tristeza. Me suelo detener, observo sus detalles y me pregunto sobre sus vecinos, ¿Habrán vivido siempre en esa casa? ¿Serán muy mayores? ¿Cómo suben y bajan tantas escaleras? ¿Cómo estarán por dentro? Por un momento estoy en sintonía con el espacio, nada de lo que observo me es indiferente y me invade un profundo sentimiento de empatía.
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En ocasiones parecen precipitarse sobre las aceras, las invaden longitudinalmente constituyendo bloques que la mirada deja de abarcar. También he visto cómo se elevaban para superar la estrechez, son edificios 7
anacrónicos levantados contra su voluntad, que, atrapados entre otros colindantes, intentan ganar un espacio del que no disponen, es como si fueran el fruto de una herencia mal repartida. Luego se encuentran los edificios destinados a mostrar el poder, las riquezas. Estos van con la época, en la nuestra pretenden arañar el cielo alzándose en pulcras paredes de cristal. La competencia parece no tener fin, alimentada por el virus ya histórico, de la megalomanía. Sinceramente cada día me causan menos impresión. Los barrios periféricos se suelen disputar la monotonía. Unos, levantados según el trazo aburrido de un arquitecto gris, adocenado y cobarde. Los bloques se suceden unos a otros careciendo de color, de fantasía. Otros, siguiendo el patrón unificador del arquitecto adosado, preocupado con ganar mucho con poco esfuerzo, y sin escrúpulos, hieren el espacio con su diseño metástasis. En ambos casos despiertan el mismo interés a mi mirada. Ahora que las ciudades crecen de forma desmedida y los pueblos agonizan lentamente, quedan las casas en el abandono más absoluto y resulta difícil mantener la mirada, ante el orgullo herido de lo que un día fue todo para una familia. Poco importa la bella desnudez del adobe dispuesto al amparo de entramados de madera, las amplias puertas y los soportales, los balcones de forja o las pequeñas ventanas de madera. Nadie cuida 8
su vejez, y su rostro, víctima del tiempo, se desconcha. Sin embargo, merecen una mirada cariñosa, un gesto de admiración, fijar la atención en los detalles, pues en todas ellas sigue quedando un atisbo de esperanza. Pienso en Marco Polo sentado delante del Gran Kan describiéndole las ciudades visitadas en sus viajes. Pienso en las ciudades abrazadas por la arena del desierto, sus casas de adobe confundiéndose con las dunas. Ciudades de edificios públicos luciendo fachadas de terracota, son ciudades bendecidas por el comercio. También las hay humildes sobre las montañas, construidas a base de troncos de madera y piedra sin tallar. Todas aprovechan los recursos que tienen a su alcance, y la suerte del dinero, dibuja en los espacios yermos columnas de alabastro y cúpulas de oro. Son los reyes y sus cortes de lacayos, eunucos conspiradores y concubinas poseyendo la luz de los palacios. Antes como ahora, los edificios muestran al viandante su rostro: la fachada. Ellas nos empujan a imaginar el silencio o la vida que bulle detrás de sus paredes.
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ace ya mucho tiempo que sus habitantes han desaparecido. Sin embargo, algunas décadas atrás, pudieron contarse por cientos de miles los que acudieron a la llamada del gobierno, su objetivo, construir la metrópolis más sofisticada del mundo. Hoy nadie lo recuerda, a pesar de haberlo visto en innumerables ocasiones, pero hubo una noche en la que todos los habitantes siguieron con atención, como el primer ministro exponía sus planes para la construcción de ERASE. Un proyecto narrado y descrito en un tono solemne y altivo, no en vano estaba en juego la capacidad y el orgullo de todo un país. En la primera fase se construirían las infraestructuras destinadas a albergar a los trabajadores, así como las redes de comunicación y transporte que permitieran llevar materiales ,maquinaria y el abastecimiento de bienes de consumo y alimentos para la población. Acabada esta fase comenzaría la construcción de la ciudad inteligente destinada a presidir el futuro de toda una sociedad. El primer ministro concluyó su discurso subrayando que si había un país digno de tal proeza ese era el suyo, ningún otro disponía de trabajadores más comprometidos y aptos. Su nación pasaría a la historia por diseñar el futuro de la humanidad. Estaba convencido de que el resto del mundo imploraría la compra de su tecnología. Para poner punto final, el plano de la cámara se fue abriendo y
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apareció rodeado de todos sus ministros, e inmediatamente detrás, los personajes más influyentes. No había duda, el proyecto tenía el respaldo de todos los poderes. En los días posteriores pudieron escucharse muchas voces críticas que ponían en tela de juicio la necesidad y viabilidad de dichos planes. No sólo se preguntaban acerca de la inversión y la provisión de fondos, los más críticos reprochaban la falta de información sobre los fines. Filósofos y antropólogos debatían con furia con ingenieros, políticos y economistas, preguntaban y preguntaban sobre el sentido del proyecto. Acusaban al gobierno de ser un plan gestado en la oscuridad, sin transparencia, y criticaban la escasa información. No podían entender como un país democrático era sometido sin más a unos intereses que en ninguna forma atendía a las necesidades de los ciudadanos. Era tal su desesperación ,que calificaron de golpe de estado el plan anunciado por el presidente. Todas sus preguntas solían chocar contra un muro de secretismo. Acusados de estar en contra del progreso y del bienestar de las personas, fueron confinados dentro de la categoría de los enemigos, de esta forma se ahorraban el contestar sus preguntas poniéndoles además en ridículo cuando la ocasión era propicia. Una semana después del anuncio, el gobierno convocó a los ciudadanos a un referéndum. Sin tiempo para grandes reflexiones y unos medios de comunica-
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ción al servicio de la propaganda oficial, se fueron sucediendo entrevistas a científicos, informáticos, economistas, deportistas, artistas, y todos los gregarios posibles del poder, las voces críticas quedaron relegadas a canales de comunicación alternativos con poco poder de convocatoria. Se produjeron algunas manifestaciones y concentraciones, pero de poco sirvieron, ya que una mayoría aplastante votó a favor del proyecto. Los siguientes años el país se dedicó plenamente a construir el prometido futuro. La ciudad iba tomando forma y el trabajo se desarrollaba de manera ininterrumpida en jornadas agotadoras. Sin embargo, el orgullo de sentirse partícipe de semejante hazaña les dotaba de un plus de energía. Las televisiones hacían un seguimiento continuo de los progresos, mostraban a los trabajadores como verdaderos héroes y se concedían premios y reconocimientos encumbrándoles en sus poblaciones. Cuando la primera fase estuvo concluida, los robots se encargaron de las infraestructuras más delicadas y complejas, aquellas destinadas a gobernar la ciudad. Eran las S.A.I, (sustitución artificial inteligencia). Mientras estas tomaban el relevo, la ciudad levantada para albergar a l0s trabajadores vio alterar sus costumbres, poco a poco fueron cerrando bares y restaurantes, teatros, tiendas de ropa, supermercados, hospitales, escuelas y en su lugar, se edificaron torres de chips. La algarabía fue sustituida paulatinamente por un silencio atroz, miles de trabajadores fueron quedándose sin trabajo y obligados 13
a regresar a sus lugares de origen. La ciudad allí levantada fue arrasada desde el aire para ocupar sus espacios. Los humanos que permanecieron hasta el final, tuvieron que ingresar en centros de recuperación neurológica debido a la pérdida total de identidad. De lo que allí pasó, de su convivencia con máquinas dotadas de una inteligencia cuántica, nada llegó a saberse. Pero poco podían importar estos casos, el país se preparaba para la gran transformación. Todos sus habitantes recibieron en sus domicilios un dispositivo del tamaño de una tarjeta de crédito con los colores de la bandera, flexible y agradable al tacto, con unas breves instrucciones en las que se indicaba el día y la hora en las que debería ponerse en funcionamiento. Ese aparato venia por fin a cambiar la vida de todo un país y el futuro del mundo. Cuando llegó el momento, enfocaron la cámara de su teléfono móvil sobre el código y una enorme pantalla virtual se desplego en mitad de los salones. Entonces el primer ministro pronunció su discurso de inauguración. Invitó a sus conciudadanos a adentrarse en el futuro y explorar todas las posibilidades Era su ventana a la información total, y estar informados era la manera de fortalecer la democracia, y si el buen gobierno es conocer las necesidades de las personas para tomar decisiones, nada más inteligente que aprovechar el propio sistema para conocimiento del propio gobierno. Como afirmó el presidente: “nunca un gobierno estuvo más cerca del ciudadano” Era la inmediatez y la cercanía, 14
dos conceptos puestos de moda. Todo y rápido, sólo era necesario decirlo en voz alta, aunque en un alarde de optimismo el presidente prometió que pronto sólo sería necesario desear algo y el resto sería el sistema quien lo hiciera por nosotros. Tenían a su alcance médicos, profesores, familiares, supermercados, cine y casi todo lo imaginable en aquellos momentos. Los críticos, nada de acuerdo, calificaron el dispositivo de intromisión en la vida privada y comenzaron a desconectarse, pero una vez conectado su desconexión informaba directamente a la policía y esta se personaba con un nuevo dispositivo que debían costear. Las protestas que se llevaron a cabo chocaron con la aprobación de la ley de prevención de la delincuencia y seguridad nacional, en la que en su primer artículo se decía que quedaba totalmente prohibido desconectar los dispositivos. Personajes famosos se encargaron de propagar la importancia de la ley: “Sin seguridad no hay libertad”. Año tras año se sucederían las leyes y los eslóganes: “Estar conectado es poseer la realidad”, “Tú decides nosotros lo sabemos al instante”, “Mientras tú disfrutas nosotros pensamos por ti”. Es verdad, nunca las personas tuvieron tanta información a su alcance, una información que no podían abarcar y que en gran parte estaba manipulada. Los ciudadanos libres habían decidido en un acto de imbecilidad dejarse cautivar y convertirse en esclavos activos. En años sucesivos aparecieron dispositivos más pequeños y poten15
tes. La nanotecnología les fue convirtiendo en receptores de algoritmos capaces de modificar hasta sus estados de consciencia. Erase permanece en algún lugar fuera de la memoria de los hombres. Se dice que en ella residen todas las memorias y desde allí se ejerce el control para que nadie recuerde su existencia. En la capital un inmenso edificio preside la plaza del congreso, y en su interior se encuentra el holograma que representa a Erase. La gente acude una y otra vez a visitar lo que consideran la obra de arte más sobresaliente de los últimos milenios. Por sus entrañas se accede a la memoria de la humanidad, y a través de dispositivos implantados de realidad virtual, es posible visitar museos, adentrarse en las selvas, viajar a través sus libros, volar en sus aviones o asomarse al universo en naves espaciales. Se deleitan con su arquitectura, descansan en bancos de plasma y saborean deliciosos bocadillos mientras observan las fachadas de los edificios. Cuando por fin regresan al exterior no queda la mínima constancia de lo vivido milésimas de segundo antes, jamás encontrarán en sus bolsillos la entrada del museo, ni siquiera su chip registrará el posicionamiento anterior a ese instante. Dejaron de ser conscientes de los rastros de memoria que presiden sus actos, sus emociones, sus pensamientos. Sin embargo, alguna anomalía en el sistema hace que por las noches sus sueños se vean salpicados de imágenes extrañas y 16
sienten como si alguna vez el mundo hubiera sido diferente. Los habitantes, cuya anomalía resulta más recurrente, son incorporados al holograma, mientras se investiga el algoritmo erróneo que hace posible esos estados de imaginación. Los hay que sufren crisis agudas que provocan impulsos creativos, sí se dejan llevar, si inconscientes de sus actos esbozan la pulsión, descubren el fulgor intenso de lo que fue humano, el entusiasmo, las preguntas, la necesidad de expresarse. Con suerte se dan a la fuga antes de que su chip genere una alarma y un instinto, hasta entonces oculto, les conduce al encuentro de otros en una huida sin fin.
ERASE
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….. los que logran llegar a las puertas de Subte se sienten tan fascinados por su fachada, que se quedan días y días descifrando, cómo es posible que se eleve sobre las espigas de trigo, una pared mitad piedra mitad no se sabe bien qué, capaz de aguantar semejante peso dada su exquisita delgadez. Cuando al fin consiguen vencer el magnetismo de la arquitectura aguardan pacientemente en el andén. Las vías y traviesas brillan en la oscuridad y se reflejan sobre la oquedad cristalina que cubre el techo, en él rielan confusamente los deseos yermos. Allí sentados aguardan el paso de un tren que nunca recorrió las vías. Si les preguntaran cuál fue el motivo del viaje devolverán una mirada ausente. Atrapados en sí mismos deambulan por los campos. Sólo quienes un día, en un instante de epifanía descubren la existencia de los otros, emprenden el camino de vuelta.
SUBTE
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… construyeron un edificio dotando a cada ladrillo de la capacidad ilimitada de procesar información. Cada vecino lucía con orgullo en el centro de la casa un terminal virtual donde continuamente se volcaban gigabits de datos. Se sentían poderosos, ¿quién podía tener a su alcance tantos elementos y tan diversos para adoptar cualquier tipo de decisión sin margen de error? La cerradura de la puerta del edificio seguía pendiente de ser sustituida. En la última reunión de vecinos, todos estuvieron de acuerdo, como en ocasiones anteriores, en seguir buscando una solución.
VECINDAD
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‌.lo que son las cosas, entrÊ en aquel restaurante seducido por su modernidad. Esperaba encontrar la brillante creatividad de cocineros lanzados a la aventura de transformar la materia en el arte de las texturas, luces y sabores. Me encantó el cocido y el flan de la casa.
APARENTE
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CATEDRAL.
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… para variar iba con prisas. Así que pensé que sería una gran idea atravesar el parque, sin embargo, el atajo se convirtió en una trampa, aquella mañana no llegaría a mi destino. Al poco de adentrarme a través de la senda quedé deslumbrado por el manto de hojas que cubría el suelo. Sin duda el otoño había encontrado la forma de centrar mi atención y desear, que aquel pequeño parque, se convirtiera en un excelso bosque. Abandoné el camino para andar delicadamente entre las hojas, y a pesar de la humedad, me descalcé y dejé que las hojas calaran las plantas de mis pies .Tuve la sensación de encontrarme en casa, en la casa de todos.
OTOÑO
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MODERNISMO 29
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..todo lo que ocurre queda escrito sobre el suelo. Sus habitantes conocen nada más nacer que en cuanto pongan los pies en el suelo comenzarán a escribir su propia historia. Por todas partes puede leerse lo que ocurrió, alguien con mucha prisa salió corriendo de casa, aquí se dieron un abrazo. Pueden distinguirse las clases sociales. Las pisadas de los ricos son más marcadas y profundas. A la buena suela le acompaña también un cuerpo henchido. Por ejemplo, si se pasea por los suburbios encontrará marcas muy livianas, apenas perceptibles, sus suelas ralas y la mala alimentación quedan para la historia más por lo que no cuentan que por lo que cuentan. Hace tiempo los antepasados de los antepasados de los antepasados y mucho más, decidieron levantar cada año un edificio y dibujar sobre la fachada las huellas de las historias más comentadas por sus habitantes. Ya nadie bajará la mirada para conocer lo que ocurrió, bastará con levantar los ojos y disfrutar de lo que las paredes cuentan. Para el olvido quedan las historias de los humildes
HUELLAS
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…. Sólo el viajero curtido, aquel que ha convertido su vida en una búsqueda e interroga hasta los leves cambios de su sombra, esa especie de monje laico que discurre ya sin poner atención a los senderos y se adentra en cualquier espacio, sólo a ese viajero incansable, le está reservada la sorpresa más sublime: la casa del río. Perdida en un espacio en el que la tierra olvidó cualquier asomo de vida, un edificio capta toda su atención, otorgándole la oportunidad de salir de sí mismo. Ya desde fuera se adivina el agua. Un rio horizontal atraviesa su fachada, sólo hay que entrar y sumergirse en las gélidas aguas que acogen los cuerpos castigados. Es tal el abandono, que habrían corrido el peligro de ahogarse si no fuera por un curioso fenómeno ajeno a las leyes de la naturaleza. El agua se adapta al rato a la temperatura del cuerpo y dulce y densa permite al viajero acomodarse y adormecerse, y dejarse llevar hasta calmar la sed de su conciencia.
RÍO INTERIOR
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TRONCO
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UN RASCACIELOS TRES PUERTAS
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FRONTERA 39
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DENTRO DE LA PLACA
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MEMORIAS CON VISTAS
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mi infancia está marcada por una calle empedrada cuesta arriba que lleva a la plaza de la iglesia. Cada canto tiene escrita una aventura. Éramos libres porque disfrutábamos siendo lo que éramos, no teníamos la ambición de poseer, nuestras expectativas se encontraban al alcance de la mano: un balón de futbol, un tirabeque, una tala, un inque, una piedra, una pelota de frontón, un árbol, unas canicas, mil escondites, una imaginación desbordante y un río.
INFANCIA
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..se dice que sus habitantes, temerosos de la niebla, edificaron sobre la pequeña torre de la iglesia una esbelta columna cuadrangular, sobre la que se depositó a su vez, con sumo cuidado, una composición de dos pirámides, una de ellas truncada, unidas por un cubo. Esta composición se revistió de espejos y sirvió de guía a los viajeros para adentrarse en el territorio de la niebla. Fueron necesarios muchos años y miles de brazos para reconfigurar la orografía, y convertir las aguas pestilentes que tenían cercada a la ciudad a lo largo de cientos de kilómetros, en un lago apacible. Hoy es venerado como si del mismísimo mar se tratara.
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EL FIN DEL MUNDO EN MIS TEJADOS.
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TRANSPARENCIA
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PRIMAVERA EN LAS CHIMENEAS
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REGUGIO
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BIBLIOTECA JAPONESA
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CRUCE DE CAMINOS
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MONASTERIO
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… el hambre y el pillaje acabaron por empujar a muchos habitantes a iniciar del camino del exilio. Un movimiento lento pero continuo de personas comenzó a dirigirse al bosque, un lugar que hasta entonces había sido despreciado. Aprendieron a reconocer lo que el suelo podía proporcionarles y descubrieron en las copas de los árboles un escudo perfecto para las noches frías. Todo fue lento, muy lento, pero del amor a los árboles surgió la ciudad actual. Cuando paseas se puede apreciar el colorido de puertas y ventanas dibujadas sobre su corteza, es una forma de honrar al olmo como su casa.
PIEL DE OLMO
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RULOT 63
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OBSERVADOR 65
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CON VISTAS AL MAR 67
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siempre que vuelo, siento la calma del mar sobre las nubes.
EN CALMA 69
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CASA EN VUELO 71
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ÍGNEA 73
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EL FRÍO SOBRE LAS ESPIGAS 75
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LUZ DE METAL 77
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MADRIGUERA 79
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FARO 81
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.. cuando paseo por el bosque con todos mis sentidos, cuando mi atención establece un vínculo acendrado, observo y percibo en lo insignificante la belleza. De ahí al sueño, sólo cerrar los ojos.
SUEÑO EN EL BOSQUE 83
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hay un lugar donde el cielo se ve del mismo azul del mar , y el mar del mismo azul del cielo. Por eso no sĂŠ muy bien si lo que veo volar son peces o lo que nada bajo el agua son aves.
LA CASA ENCANTADA 85
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… hay días que creo poseer el tiempo. Es tal la quietud, que tengo la sensación de estar presente en lo efímero. Percibo cada acto como algo inconmensurable, navegando a través de la acción, sereno el caos, y soy, durante el tiempo que dejo de ser tiempo.
ENTRETIEMPO 87
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… ¿quién no ha soñado con esconderse dentro de un árbol? De niño imaginaba que al acercarme abriría su corteza y por el resquicio me adentraría en un mundo mágico. Ahora me abrazo a ellos y ellos entran en mí.
SEMPITERNO
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En invierno las traseras de las casas debieran orientarse al sur. Nada como sentarse ,dejarse fluir mientras nos vamos alejando del sol en cada inapreciable giro.
TRASERAS 91
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Río Júcar que a tu paso por Cuenca serpenteas y te vistes de verde primavera, desde los ojos de la mora cuelga el balcón sobre tus aguas y te busco en las hoces, muy al fondo, donde el valle se pierde, queda dormido el sol mientras mis ojos ciega.
CUENCA 93
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cuando me pierdo vuelvo a casa. Sé que detrás de la puerta me estoy esperando.
MEDITACIÓN 97
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A MODO DE ÍNDICE ÉRASE ................................................................................... 17 SUBTE .................................................................................. 19 VECINDAD ......................................................................... 21 APARENTE ......................................................................... 23 CATEDRAL. ........................................................................ 25 OTOÑO ................................................................................ 27 MODERNISMO .................................................................. 29 HUELLAS.............................................................................. 31 RÍO INTERIOR ................................................................... 33 TRONCO ............................................................................. 35 UN RASCACIELOS TRES PUERTAS ............................ 37 FRONTERA ......................................................................... 39 DENTRO DE LA PLACA .................................................. 41 MEMORIAS CON VISTAS.............................................. 43 INFANCIA........................................................................... 45 EL FIN DEL MUNDO EN MIS TEJADOS. ................... 47 TRANSPARENCIA ............................................................49 PRIMAVERA EN LAS CHIMENEAS ..............................51 REGUGIO ............................................................................ 53 BIBLIOTECA JAPONESA ................................................ 55 CRUCE DE CAMINOS ..................................................... 56
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CRUCE DE CAMINOS ..................................................... 57 MONASTERIO ................................................................... 59 PIEL DE OLMO................................................................... 61 RULOT ................................................................................. 63 OBSERVADOR ................................................................... 65 CON VISTAS AL MAR ..................................................... 67 EN CALMA ..........................................................................69 CASA EN VUELO .............................................................. 71 ÍGNEA .................................................................................. 73 EL FRÍO SOBRE LAS ESPIGAS........................................ 75 LUZ DE METAL ................................................................. 77 MADRIGUERA ................................................................... 79 FARO..................................................................................... 81 SUEÑO EN EL BOSQUE .................................................. 83 LA CASA ENCANTADA ................................................. 85 ENTRETIEMPO ................................................................. 87 SEMPITERNO.....................................................................89 TRASERAS .......................................................................... 91 CUENCA .............................................................................. 93 MEDITACIÓN.................................................................... 97
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Imagino a Marco Polo describiendo a Kublai Kan las ciudades visitadas. Imagino sus casas, imagino sus fachadas
imagino las ciudades salpicando los espacios abiertos de Asia 104
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