Luis Robinson

FUE TAN DE REPENTE CUANDO ESA IMAGEN SE APARECIÓ FRENTE A MI, NOS ENCONTRABAMOS HUYENDO, AÚN NO SABÍA DE QUÉ... SEGUIMOS CORRIENDO, ESCONDIÉNDONOS ENTRE LAS CASONAS, DESTRUÍDAS POR FUERA, LAS FACHADAS TOTALMENTE MALTRATADAS, YA CASI SIN COLOR, DESCARAPELADAS, SEGUÍAMOS CORRIENDO LO MÁS RÁPIDO POSIBLE, ERA CURIOSO, PENSÉ QUE AMANECÍA, PERO ESTABA ANOCHECIENDO... ELLA IBA DETRÁS DE SU GUARDIÁN, ESTABAN A UNOS METROS DELANTE DE MÍ, Y SEGUÍAN CORRIENDO TAN RÁPIDO COMO YO, RODEAMOS UNA CASA, QUE POSEÍA UNA BARDA DE POCA ALTURA Y ESTABA SEMIDESTRUIDA, ELLA IBA CON UN VESTIDO PUESTO, NO PUDE VER SU ROSTRO. TERMINAMOS DE CORRER, LLEGAMOS AL QUE ERA SU HOGAR ANTES DE LA DESTRUCCIÓN, NO LO LOGRÓ; SUBI CORRIENDO POR ESAS ESCALERAS INCONMESURABLES... Y VENÍA TRAS DE MÍ ESE HOMBRE VESTIDO DE BLANCO, CUANDO IBAMOS SUBIENDO LAS ESCALERAS, VI QUE A QUIEN IBA DELANTE DE MI DEJÓ CAER POR DESCUIDO UNOS ANILLOS QUE LUCÍAN VALIOSOS, LOS RECOGÍ POR CURIOSIDAD. DESPUÉS VOLVÍ A RECORDAR ESA LOCA CA