Las arquitectas Natacha Calitri y María Luz Saldutti eligen desarrollar vivienda social en un asentamiento irregular de la ciudad de Rosario advirtiendo que es un problema urgente. Entendiendo el territorio como palimpsesto, se identifican las huellas que subsisten de procesos territoriales e interpreta que las estrategias de gran escala que implican remoción y reubicación causan disrupciones sociales masivas. Se trabaja con tres operaciones estructurales: esponjamiento, mejoramiento, y completamiento.