Ray Charles Libro

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Publicado por Editorial Camelho “The Best Print” Chile. CL 33172 Derechos Reservados Primera edición 2013 © 2012 Por Marjorie Alfaro Vive la Música. Inc. P.O. Box 655 Santiago, Chile Diseño por Marjorie Alfaro Citas autoria Ray Charles Producto 497573 ISBN 0-7899-1081-0 Impreso en Chile Printed in Chile


Editorial Camelho “The Best Print” *



Academia de Musicos Gospel 1898 - 2012



“La música existió siempre y habrá música una vez que Ray Charles haya muerto”. by Ray Charles.



indice La Historía comienza aquí

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Frases Celebres 18 Discografía 20 Estatuda de Bronce, Greenville Florida 25 “Sé tu mismo, muchacho” 28 Momentos Ray Charles 30 Legend of Ray Charles 34 Ficha en Filmaffinity 37 Gramy Awards 39 “What’d I Say” 42



“Nunca me detuve en la piel de las personas. Si quería ver a un hombre o a una mujer, quería llegar a ver su interior. El ser distraído por los colores o formas es estúpido. Es algo que yo simplemente no puedo ver” – expuso el maestro. Es de reconocer que es más que imprescindible empezar cualquier acercamiento a la figura de Ray Charles con las menciones a su amplísimo legado musical y aquella aureola mitificadora que ha convertido a Ray, gracias a sus geniales composiciones y a su característica voz quebrada y cansada, dejada ir como sin mucho afán, en una de las figuras imprescindibles de la música negra norteamericana, en particular, y de la música, en general.



La historia comienza aquĂ­...


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onocido por “The Genius”, es más que razonable que se mereciera tal apodo, tanto por su revolución en la música como por su humana sensibilidad, quien, sin llegar a inventar el R&B y el blues, lo revistió de su propia personalidad, creando una concepción tan necesaria y falta del mundo y de los seres humanos, a los que tomaba desde iguales desde su libertad, que es imposible no hablar de los grandes de la música sin que no aparezca su nombre, y en mayúsculas. Era un genio, y lo será para siempre. Ray Charles Robinson vió la luz el 23 de septiembre de 1930 en Albany, sita en el Estado de Georgia (EEUU), en una familia tremendamente pobre. - “Comparados con otros negros, nosotros estábamos aún más abajo del último escalón, mirando siempre hacia arriba al resto. No había nada más debajo de nosotros, excepto el suelo”. Su famosa ceguera la produjo un

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glaucoma del que se vio afectado siendo muy niño y del que su familia no pudo tratar por razones económicas. Se cuenta que fue su madre la que le condujo en su aprendizaje a orientarse sin el sentido de la vista para conseguir la necesaria autosuficiencia para cuando se emancipara. Por tal hecho, sumado a la muerte fortuita de su hermano y a “la música que vivía dentro de él” , fue aceptado en la escuela para ciegos de Florida “St. Agustine”, donde le enseñaron Braille y a leer y componer música. “La diferencia con los niños videntes que aprenden alguna canción, es que los ciegos tenemos que tocar las notas, entenderlas y luego memorizarlas para finalmente poder tocar la melodía. No pueden tan sólo sentarse y tocar mientras van leyendo”. Algo que, sin lugar a dudas, contribuyó a desarrollar una de sus maravillas: la improvisación.


Tras morir su madre, sobreviviría tocando en los clubes de Florida el repertorio de su idolatrado Nat King Cole, que le hizo convertirse en una pequeña estrella local hasta llegar a Seatle. Y es desde allí donde consigue lanzar su primer disco, fichado por un productor de la Atlantic Records, Ahmet Ertegum, que había oído hablar de él y de donde renació el Ray Charles que dejó huella en el mundo de la música con aquella forma tan peculiar de tocar el piano, con sus cualidades vocales, y junto a una más que correcta mezcla de músicas de Nueva Orleans con góspel y blues, aderezado con tintes de folk, rap urbano y country, según épocas, que conforman el estilo propio, imborrable y personal de Ray Charles. Ese que tanto encandiló y encandila a sus seguidores a lo largo y ancho del planeta.

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racias a “Baby, Let Me Hold Your Hand” consigue introducir en 1951 su primer album en la lista de ventas de EEUU, al que le seguirán canciones góspel no religiosas (por el que fue dura e injustamente criticado, aún fuera de lo más común escuchar góspel no religioso y religioso no góspel) o baladas blues como “Mess Around” (versión del “Pinetop’s Boggie Woggie” de Pinetop Smith), “It Should Have Been Me”, el clásico internacional “I Got A Woman”, “This Little Girl Of Mine”, “Drown In My Own Tears”, “Hallelujah I Love Her So” o “Lonely Avenue”. Lo que vendría tras la aparición en el Newport Jazz Festival, con dos joyas como lo son “(The Night Time Is) The Right Time” y, muy especialmente, su inmortal “What’d I Say”, terminaron por consagrarle como grande entre los grandes y bueno entre los buenos. Un álbum en vivo, “Ray Charles In Person”, se convirtió hasta esa fecha en su mayor éxito y testigo mudo de su potencial convocador y carismático. Hecho éste que le prodigó en colaboraciones con artistas de diferentes estilos (Milt Jackson o Hank Snow, entre otros) y que terminó por barnizarle su estilo inconfundible en el que se funden influencias innumerables para hacer un sonido genuino y elegante. No obstante, ya por aquel entonces se le conocía como “El genio”. . Se saldó con otros clásicazos como lo fueron “Unchain My Heart” y el “Hit The Road, Jack” y un álbum portentoso (“Modern Sound In Country And Wes15

tern Music”) que demostraba las ignatas cualidades de Ray para fundir cualquier cosa sin dejar de mostrarse él mismo en todo lo que hacía. Hasta los críticos más conservadores y aferrimos a la pureza de los estilos aplaudieron, que no aceptaron, el inconfundible estilo del “Genio”. Contenía, no obstante, maravillas como “I Can’t Stop Loving You” y “You Don’t Know Me”, a las que le siguieron “You Are My Sunshine”, “Busted” y aquel dueto que luego regravaría con Barbra Streisand, “Cryin’ Time”, o el divertidísimo y socarrón “Baby, It’s Could Outside”, junto a Betty Carter. Los sesenta culminaron con sus esfuerzos contra la discriminación racial, que le hizo cancelar un prestigioso concierto en su tierra natal y su arresto por posesión de heroína, sustancia de la que era adicto y que consiguió dejar tras ingresarse en una clínica de Los Ángeles. El álbum “Let’s Go Get Stoned”, de 1966, bebía en gran medida de tales circunstancias de su vida. Los setenta y ochenta significaron un descenso de la popularidad del cantante, aunque no de su huella, que a cada reposición de sus éxitos en la radio se volvía su luz más fuerte y más grande. Era, a estas alturas, aquel grande al que preferían escuchar en sus legendarios éxitos frente a los nuevos trabajos que, si bien cuenta con grandes logros, éstos se veían enterrados en algunos otros más comerciales y rutinarios. No obstante, si en los setenta deslumbró con su versión, también inmortal, de su “Georgia On My Mind”


(canción por excelencia del Estado de Georgia desde 1979, aunque en principio hablase de una chica) o del himno nacional “America The Beautiful”; en los ochenta apareció junto con The Blue Brothers con buenos resultados, junto a Billy Joel en “Baby Grand”, con el tema “Always A Friend” o en los espectáculos “The Nanny”, junto a Ann Guilbert, y “Who’s The Boss?”. Los noventa significaron la toma en conciencia por parte de público y crítica de lo que significó la carrera y la música de Ray Charles, que pasó a engrosar la lista de mitos vivientes hasta el punto de ser padre de la mayoría de los grupos negros que hoy en día asolan el mundo de la música. Así, protagonizó la campaña “Pepsi dietética” y colaboró durante toda

la década con diversos artistas y amigos, dejando constancia de esa maestría que solo él poseía con la improvisación. Así, INXS, Chaka Khan, Quincy Jones o Diana Ross. Idea ésta que propició que en 2004 lanzase un álbum póstumo de duetos (“Genius & Company”), ganador de dos Grammy’s, y su continuación (“Genius & Friend), gracias a la ayuda de sintetizadores, junto a personalidades tan variopintas e interesantes como Natalie Cole, Diana Krall, James Taylor, Elton John, Willie Nelson, B.B. King, Gladis Knight, Van Morrison o Norah Jones, con la que ganó el Grammy a la mejor canción (“Here We Go Again”) en la ceremonia del 2005.

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10 de Septiembre 1973 Ray Charles Entertains Blues-Jazz Festival Fans


Frases celebres by Ray Charles

«Debí nacer con la música dentro de mí, lo mismo que tenía el corazón, el hígado, los riñones o la sangre... Siempre he necesitado la música, como necesito la comida o el agua.» «El blues y el rhythm and blues son una manera de vivir más que un estilo musical.»

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DiscografĂ­a by Ray Charles


1958

Ray Charles at Newport

1959

What’d I Say

by

Ray Charles

1957 The Great Ray Charles

1959

The Genius of Ray Charles

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In Person

1964

Sweet & Sour Tears

1965 Live in Concert

by

Ray Charles

1960

1966 Crying Time

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I’m All Yours Baby!

1970

Love Country Style

1993 My World

by

Ray Charles

1968

2004

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Genius & Friends


Hit the Road Jack Woah Woman, oh woman, don’t treat me so mean, You’re the meanest old woman that I’ve ever seen. I guess if you said so I’d have to pack my things and go. (That’s right) (Hit the road Jack and don’t you come back no more, no more, no more, no more.) (Hit the road Jack and don’t you come back no more.) What you say? Now baby, listen baby, don’t ya treat me this-a way Cause I’ll be back on my feet some day. (Don’t care if you do ‘cause it’s understood) (you ain’t got no money you just ain’t no good.) Well, I guess if you say so I’d have to pack my things and go. (That’s right) (Hit the road Jack and don’t you come back no more, no more, no more, no more.) (Hit the road Jack and don’t you come back no more.) What you say? (Hit the road Jack and don’t you come back no more.) (don’t you come back no more.) Uh, what you say? (don’t you come back no more.) I didn’t understand you (don’t you come back no more.) You can’t mean that (don’t you come back no more.) Oh, now baby, please (don’t you come back no more.) What you tryin’ to do to me? (don’t you come back no more.) Oh, don’t treat me like that (don’t you come back no more.)

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Estatua de bronce Ray Charles en Greenville, Florida


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l Ray Charles Memorial se encuentra en Haffye Hays Park en Greenville. Esta estatua de bronce de tamaño completo fue esculpida por Bradley Bradley y Cooley Cooley Jr. en 2005 Una placa cerca de la estatua es el siguiente:

Ray Charles “R.C.” Robinson (Septiembre 30, 1930 hasta junio 10, 2004) El genio musical conocido en el mundo como Ray Charles era un hijo nativo de Greenville y conocido por compañeros de juegos de su infancia simplemente como “RC”. Poco antes de su nacimiento, la madre de Ray Reitha Robinson fue a Albany, Georga, a vivir con unos parientes. Aproximadamente un mes más tarde, Reitha derribada con su hijo, Ray, regresa a casa en Greenville. Las raíces del genio de la música de Ray Charles comenzó en Greenville, en el desarrollo de un talento abrazado por el mundo. Fue el pionero de la música soul

y es considerado como uno de los talentos musicales más destacados del siglo. Su influencia se hace sentir en el evangelio, el ritmo y la música blues, jazz, rock and roll y el país, La semejanza de bronce de tamaño natural de Ray Charles en el teclado es de bronce fue creado por Cooley y es un monumento permanente al legendario músico de Greenville.

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‘Se tu mismo, muchacho’. by madre de Ray.


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uando empecé en esto, traté de imitar a Nat Cole porque realmente lo amaba” (...) “Pero una mañana cuando me desperté dije: ‘Gente díganme cada vez que suene como nat Cole, pero esperen un minuto, ni siquiera saben mi nombre’. Asustado como estaba, porque tenía trabajos que sonaban como él, dije: ‘Bien, tengo que cambiar porque nadie sabe quien soy’. Mi madre me eseñó una cosa: ‘Se tu mismo, muchacho’. Y esa es la premisa que he seguido”. Charles materializó esa genialidad mezclado el gospel y el blues de una forma tan pura, que el estilo exuberante derivado de esa unión fue bautizado como soul.

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En los años cincuenta, mientras grababa en Atlantic Records, este cantante, pianista y líder excepcional logró fundir la música secular y la religiosa. La música que acostumbraba a oír en la iglesia cuando era niño encontró un lugar dentro de su estilo musical cuando se convirtió en adulto. En sus propias palabras, el se encargó “de mezclar la música gospel y los patrones rítmicos del blues.” Sin embargo, no se detuvo ahí. A través de los años fue incorporando dentro de su repertorio rasgos del country y el big band. Eso le convierte, probablemente, en uno de los talentos musicales más completos del siglo 20.


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Legend of Ray charles by Taylor Hackford


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ay es un filme que dramatiza la biografía de Ray Charles, músico invidente interpretado por Jamie Foxx. La película está dirigida por Taylor Hackford y consiguió el Oscar al mejor actor principal y al mejor sonido. La película narra la historia de Ray Charles Robinson (Jamie Foxx), un músico ciego desde los 7 años originario de Florida. Comienza con un fragmento de una de sus canciones más famosas “What I´d Say” y al mismo haciendo su primer viaje hacia Seattle mientras un policía se niega a dejarlo viajar debido a su ceguera. En este lugar conoce a uno de sus mejores amigos: el saxofonista Quincy Jones (Larenz Tate). Pronto comienza a mostrar sus dotes de pianista siendo manejado por el guitarrista Gossie McKee (Terrence Howard) y la dueña del lugar Marlene (Dense Dowse), quiénes rápidamente se reparten las ganancias de Ray hasta defenderlo frente a un promotor de Swing Time Records, Jack Lauerdale quién le ofrece grabar un disco; ésta última lleva al músico a vivir a su hogar pero se da cuenta de las farsas de ella y se marcha junto con Quincy. Pero sufre un golpe de suerte gracias a Oberon, presentador del bar, (Warwick Davis) que guardó la tarjeta de Jack para que Ray pueda contactarlo. Jack lo invita a un bar y le dice que debe acotar su nombre para reemplazarlo por uno más artístico dado que su apellido Robinson estaba “usado”: Ray Charles es 35

su futuro nombre. Se muestran fragmentos de su niñez cuando empezaba sus inicios con el piano y la relación armoniosa que mantuvo con su hermano George, hasta que este último fallece, hecho del cual Ray sentiría un cargo de culpa durante toda su vida. Por el año 1952 mientras Ray estaba en su habitación aparece en escena el dueño de la compañía Atlantic Records Ahmet Ertegun (Curtis Armstrong) diciéndole que su compañía adquirió su contrato con Swing Time y estando disponible para lanzar al músico al estrellato. En los años siguientes contrae matrimonio con una de las cantantes del grupo Cecil Shaw Singers Della Bea con quién luego tiene un hijo. Muy pronto comienzan a surgir dos debilidades que van delante de toda estrella: las adicciones (principalmente la heroína) y las mujeres; Tal es así que mantiene relaciones extramatrimoniales durante sus giras con Mary Ann Fisher (Aunjanue Ellis) en primer turno y luego con una de sus vocalistas Margie Hendricks (Regina King) con quién tiene un hijo no reconocido. Pasan los años y Ray logra tener gran reconocimiento en todo E.E.U.U llegando a estar en el puesto número 1 de la revista Billboard (1960) a tal punto de llamar de la atención del dueño de una de las mayores compañías discográficas del país: ABC-Paramount. Él mismo Sam Clark (Kart Fuller) le ofrece un contrato que consiste en un anticipo de USD 50.000 al año por 3 años, produ-


cir sus propios discos (teniendo derecho a sus originales) quedándose el músico con el 75% de las ganancias, algo que en esa época se consideraba inigualable y ni siquiera Frank Sinatra tenía un arreglo de esa magnitud. Esto trae mayor complejidad en las composiciones del músico haciendo que sus discos se vendan por millones (compone éxitos como “Georgia on My Mind”, “Hit The Road Jack”, “Bye Bye Love”, “Unchain My Heart”, etc); al pasar de una marca independiente a una marca mayor vende más discos y puede tocar hacia el público tanto negro como blanco. Pero sucede un caso especial cuando se dirige a un concierto en Georgia: había una protesta de manifestantes negros, ya que por la discriminación fuerte de la época, se les negaba la entrada a los con-

ciertos del músico en ese estado. Desde entonces Ray se niega a tocar en conciertos donde el público se encuentre segregado. En el año 1979 recibe el perdón de los representantes del Estado de Georgia que se habían negado a recibir al artista por no querer dar conciertos ante públicos segregados en el año 1961. Se le otorga un diploma y, mientras recuerda a su madre, se muestran imágenes que dan por cumplidos sus objetivos y que finalizan la película: no volviendo a tocar la heroína y donando gran parte de sus ganancias a las escuelas negras de sordos y mudos, convirtiéndose a través de su música en una de las celebridades mas queridas y recordadas de todos los tiempos.

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Ficha en FilmAffinity for Legend of Ry Charles

Título Ficha técnica Dirección Guion Música

Fotografía Montaje Protagonistas

Datos y cifras País(es) Año Duración Compañías Distribución

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Legend of Ray Charles Taylor Hackford James L. White Craig Armstrong Ray Charles (canciones) Paweł Edelman Paul Hirsch Jamie Foxx Kerry Washington Regina King Larenz Tate Clifton Powell C.J. Sanders Curtis Armstrong Estados Unidos 2004 152 minutos Universal Studios


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Grammy Awards Año 1960

Título Let the good times roll

Mejor actuación de R&B

1960

Georgia on my mind

Mejor actuación masculina

Pop

1960

The Genius of Ray Charles

Mejor álbum masculino

Pop

1960

Georgia on my mind

Mejor canción masculina

Pop

1961

Hit the road Jack

Mejor grabación de R&B

R&B

1962

I can’t stop loving you

Mejor grabación de R&B

R&B

1963

Busted

Mejor grabación de R&B

R&B

1966

Crying time

Mejor actuación de R&B

R&B

1966

Crying time

Mejor grabación de R&B

R&B

1975

Living for the city

Mejor actuación vocal masculina R&B

1990

I’ll be good to you

Mejor canción de dúo o grupo

R&B

1993

A song for you

Mejor actuación vocal masculina

R&B

2004

Heaven help us all

Mejor actuación gospel

Gospel

2004

Genius Loves Company

Mejor álbum

Pop

2004

Here we go again

Grabación del año

2004

Here we go again

Mejor colaboración

Pop

2004

Genius Loves Company

Álbum del año

R&B

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Categoría

Género R&B


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What’d i say by Ray Charles


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M

uchos han sido los grandes artistas influidos por la música de Ray Charles. Desde Elvis Presley, B.B. King, Stevie Wonder o The Rolling Stones, hasta estrellas más actuales como Alicia Keys o Norah Jones. Su importancia en la cultura musical es impresionante. En el año 2009 se publicó la lista de los 100 mejores cantantes de la historia, elegidos por todos los cantantes y personas relacionadas con la música, y Ray Charles fue nombrado como el mejor cantante masculino y segundo mejor cantante de todos los tiempos, tan sólo superado por Aretha Franklin. Falleció en el año 2003 a los 73 años después de una larga y exi-

tosa carrera musical. Al año siguiente de su muerte se estrenó la película “Ray”, su biografía, con una sorprendente y espléndida actuación de Jamie Foxx en el papel del pianista y compositor ciego. Un film candidato al Oscar por el que Foxx se llevó el Globo de Oro en el año 2005. En muy poco tiempo “What’d I Say” llegó al nº 6 el Billboard Hot 100 y al nº 1 del afamado Hot R&B Songs. En la actualidad está considerada por la revista Rolling Stone en el puesto nº 10 de la lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos.

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on “What’d I say” se puede decir que se inicia el estilo soul, una mezcla entre el “rhythm and blues” y el pop. Una canción que abandera la aparición de la música de color bastante vetada por las grandes emisoras americanas en los primeros años 60. Tras un trepidante comienzo al piano, enseguida aparecía la voz dura y aguardentosa de Ray Charles, acompañado por “The Raeletts”, su espléndido coro de voces femeninas, pasando a ocupar el lugar preferente: solo con seguir su ritmo el contagio era inmediato. Cuando Ray Charles compuso “What´d I say” los productores tuvieron serias dudas en grabarla. Por un lado, su duración, más de siete minutos, era excesiva (una canción normal rondaba los dos o tres minutos); un problema que finalmente se resolvió dividiéndola entre las caras A y B de un single. Por otro, las fuertes presiones recibidas. La sociedad americana de entonces, muy puritana, la consideraba muy atrevida; decían que el contoneo de los cantantes de color con sus provocativos movimientos pélvicos transmitía una gran carga sexual. Alguien todavía se estará preguntando ¿por qué Ray Charles cerraba siempre sus conciertos con “What´d I say”? La respuesta la dio el propio Ray más de una vez: “What’d I say” es mi último número en un escenario porque la canto cuando siento que he llegado al final. Es algo así como mi último aliento. Después,

ya no soy nada”. “Lo que quieres hacer es subirle el entusiasmo a la gente. Les comienzas a calentar, y lo haces durante la primera mitad, entonces, sus pies comienzan a moverse. Seguidamente, comienzan a mover sus cabezas y, después, tienen sus bocas abiertas y están gritando y aclamando donde cada uno puede saltar y pasar un muy buen rato. Es una gran sensación cuando puedes tener a tu audiencia envuelta y compenetrada contigo… Cuando canto “What’d I Say” no tienes de qué preocuparte, ¡¡ese es mi final!!; no habrá ninguna repetición, no hay nada. ¡¡He terminado!!” Se han hecho muchas versiones de “What¨d I Say”. Desde Mick Jagger y The Rolling Stones, Elvis Presley (en la película “Viva Las Vegas”), The Beatles (en su primera época con Tony Sheridan y luego solos), Cliff Richard, Bill Haley, pasando por Eric Burdon and The Animals, Van Morrison y otras grandes estrellas, o Enrique Guzmán (en español)… pero ninguna ha conseguido siquiera acercarse al original. “What’d I Say” es una de esas canciones que escuchas con atención y compruebas que… a pesar de los años no ha envejecido nada.

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lguien todavía se estará preguntando ¿por qué Ray Charles cerraba siempre sus conciertos con “What´d I say”? La respuesta la dio el propio Ray más de una vez: “What’d I say” es mi último número en un escenario porque la canto cuando siento que he llegado al final. Es algo así como mi último aliento. Después, ya no soy nada”. “Lo que quieres hacer es subirle el entusiasmo a la gente. Les comienzas a calentar, y lo haces durante la primera mitad, entonces, sus pies comienzan a moverse. Seguidamente, comienzan a mover sus cabezas y, después, tienen sus bocas abiertas y están gritando y aclamando donde cada uno puede saltar y pasar un muy buen rato. Es una gran sensación cuando puedes tener a tu audiencia envuelta y compenetrada contigo…

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Cuando canto “What’d I Say” no tienes de qué preocuparte, ¡¡ese es mi final!!; no habrá ninguna repetición, no hay nada. ¡¡He terminado!!” Se han hecho muchas versiones de “What¨d I Say”. Desde Mick Jagger y The Rolling Stones, Elvis Presley (en la película “Viva Las Vegas”), The Beatles (en su primera época con Tony Sheridan y luego solos), Cliff Richard, Bill Haley, pasando por Eric Burdon and The Animals, Van Morrison y otras grandes estrellas, o Enrique Guzmán (en español)… pero ninguna ha conseguido siquiera acercarse al original. “What’d I Say” es una de esas canciones que escuchas con atención y compruebas que… a pesar de los años no ha envejecido nada.


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The Genius


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